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TEMA 1. “DEL PRIMER HOMBRE A LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN”

PARTE I: DE LA PREHISTORIA A FINES DEL XVIII

1.1 La Prehistoria
A pesar de su nombre, la prehistoria es la más larga etapa en la historia del hombre.
Porque es un hecho demostrado que la historia nace con el primer hombre y morirá con el
último ser humano capaz de dejar testimonio de su existencia. A pesar de no contar con
testimonios escritos, la prehistoria cuenta con documentación material y asombrosas obras
artísticas en arquitectura, escultura, pintura y artes decorativas.
Aunque tradicionalmente se han establecido los límites de historia y prehistoria en
torno a la existencia o no de documentos escritos, la historia comienza en realidad con la
inteligencia demostrada del primer ser animal sobre la tierra, capaz de demostrarla fabricando
herramientas complejas.
Anterior al género homo (humano) hay que citar al Australopiteco, hace cinco
millones de años, considerado el primer antepasado del ser humano, y que ya fabricaba esas
herramientas. El “Homo Habilis” apareció hace dos millones de años. Construía herramientas
de piedra y vivía de la caza y la recolección. El “Homo Erectus” apareció hace un millón y
medio de años, y poseía un mayor desarrollo tecnológico que el Homo Habilis. A esta especie
se debe la invención del fuego.
En cuanto al “Homo Sapiens”, surgió hace unos 100.000 años. Dentro de éste se
reconocen dos subtipos: el Hombre de Neanderthal, parecido a nosotros pero más robusto, y
el Homo sapiens sapiens, especie a la que nosotros pertenecemos. África fue el continente en
el que surgió el ser humano.
La Prehistoria, en la edad de la piedra, se divide en tres grandes periodos: el
Paleolítico, el Mesolítico y el Neolítico. En el Paleolítico la piedra se talla a golpes, y
también se trabaja el hueso y las astas de los animales. Los hombres, agrupados en hordas
poco numerosas se dedican a la caza (captura con trampa), a la pesca y a la recolección de
productos naturales. Viven en cavernas, salientes rocosos, chozas de madera o piel, y sus ritos
mágicos se relacionan con la caza y veneran a la fecundidad de la tierra y de la mujer. En
cuanto al arte, surgen en el Paleolítico Superior las primeras manifestaciones de la pintura y
la escultura, dándose auténticas obras maestras. Su sentido era simbólico, religioso y mágico.
El Mesolítico es un periodo de transición entre esta época y el Neolítico. Comienza
hacia el – 10.000 en Mesopotamia y termina hacia el – 5.000. La base alimenticia sigue
centrada en la caza y en la pesca. La escasez de alimentos mantiene muy reducidos los grupos
humanos.
En el Neolítico (desde el – 5.000) se produce sin embargo una auténtica revolución,
basada en el sedentarismo, el comienzo de los poblados estables, el nacimiento de la
arquitectura, el cultivo de las plantas y la cría de ganado. También se da el pulimento de la
piedra, que alcanza la mayor perfección técnica conocida hasta entonces. Surge también la
alfarería, los hilados y los tejidos
Dentro de la prehistoria hallamos una parte de la Edad de los metales, donde se
trabaja primero el cobre, después el bronce (aleación de cobre y estaño), y finalmente el
hierro. Algunas de estas sociedades presentan ya documentos escritos. Otras se sitúan aún en
la prehistoria.
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1.2 La Edad Antigua


Comienza con las primeras grandes civilizaciones urbanas, por lo general al lado de
ríos importantes. Tradicionalmente, también se ha vinculado la aparición de la escritura con
esta época, que sería así considerada histórica.
Hace más de 5.000 años apareció la escritura en Mesopotamia. Pronto aparecieron,
junto a la escritura administrativa y económica, los libros de ciencia y las primeras obras
literarias de la historia. Fueron surgiendo los primeros imperios a partir de las ciudades más
importantes, a partir de conquistas, alianzas o enlaces dinásticos. Estas primeras y grandes
civilizaciones se desarrollaron en Mesopotamia, Egipto, India y China hace unos 5.000 años.
Reciben el nombre de civilizaciones fluviales porque se formaron a la orilla de grandes ríos.
En la antigua Grecia, los griegos vivían en ciudades independientes. Cada una de
ellas tenía su propio gobierno, sus leyes y su ejército. Por eso se las llama ciudades – Estado
o polis. Todas ellas tenían una lengua, una religión y una cultura comunes. La época arcaica
de Grecia abarca desde el – IX hasta el – V. Fue el periodo en que se crearon las polis y en el
que se produjo la expansión por gran parte del Mediterráneo.
En la época clásica (siglo – V y primera mitad del – IV). La primera parte del
periodo se caracterizó por la unidad de las Polis griegas frente a los ataques de pueblos
vecinos, y por la supremacía de Atenas y Esparta. En la segunda parte estas dos grandes polis
se enfrentaron en una guerra civil en la que se implicaron las demás polis griegas. Todo ello
desembocó en la desunión y la crisis.
En la época Helenística (desde el – 338 hasta el – 1) las polis estaban muy
desunidas, lo que aprovechó un poder exterior para dominar el mundo griego: el rey Filipo II
de Macedonia conquistó rápidamente toda Grecia, y su hijo Alejandro Magno extendió el
imperio hacia oriente. Las antiguas polis pasaron a formar parte de un gran imperio,
gobernado por un rey macedonio.

En cuanto a la antigua Roma, hay que decir que su civilización se nutrió en origen
de las aportaciones de pueblos más avanzados, como los etruscos, al norte de la península
itálica, y los griegos, establecidos al sur. Roma aportó, sin embargo su propia genialidad, que
estuvo centrada en el derecho, la ingeniería, la literatura, las artes, la oratoria y el urbanismo.
La historia de Roma se centra también en tres etapas: monarquía, república e
Imperio. Al principio de la monarquía, Roma estuvo gobernada por siete reyes. Los últimos
monarcas eran etruscos, y los que dominaban la ciudad y su territorio. Sin embargo, los
romanos los veían como tiranos, y en el año – 509 expulsaron a estos monarcas extranjeros e
impusieron la república romana.
La República fue una época de conquistas. En esta etapa Roma emprendió la
conquista de Italia y la de amplios territorios del Mediterráneo. Los romanos se impusieron a
muchos pueblos, entre los que destacaron los cartagineses, liderados por Aníbal, a los que
vencieron en las Guerras Púnicas (siglos – III a – II). La República hizo crisis en el – I,
debido a la corrupción, las luchas sociales, las conspiraciones políticas y militares y las
guerras exteriores.
Tras el asesinato de Julio César y una serie de guerras civiles su sobrino Octavio se
hizo con el poder, proclamándose emperador en el año – 27. Era el inicio del imperio.
Octavio Augusto adoptó el título de emperador y ejerció personalmente todos los poderes.
El Senado se mantuvo, pero perdió mucho poder. Los sucesores de Augusto
insistieron en el carácter absoluto de su poder, y algunos emperadores incluso se proclamaron
dioses en vida, como Nerón y Calígula.
Todas las provincias estaban unidas también por un mismo idioma, el latín, y unas
mismas leyes, el derecho romano. Roma era la capital de un imperio inmenso. El
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Mediterráneo era realmente un lago romano, el “Mare Nostrum”.


La crisis final del Imperio se debió principalmente al freno de su expansión, a la
inseguridad interior, a la presión de los bárbaros en Europa y persas al este y a la creciente
debilidad del emperador. En el 476 el jefe germano Odoacro destronó a Rómulo Augústulo,
último emperador de Occidente. Sin embargo, el Imperio Romano de Oriente, con capital en
Constantinopla resistió a las invasiones y se mantuvo hasta 1453, cuando los turcos otomanos
entraron en la ciudad, lo único que quedaba ya del imperio bizantino. La caída del imperio
romano de occidente señala el comienzo de una nueva edad en la historia; la Edad Media,
previa a los Tiempos Modernos.

1.3 La Edad Media


En el principio de la nueva Edad Media, los pueblos germánicos de Europa
impusieron su dominio, pero pronto fueron adoptando gran parte de la cultura romana, mucho
más avanzada que la suya. Por lo tanto, la cultura de los reinos germánicos es una
continuación de la cultura romana, aunque empobrecida. Del mismo modo, la economía se
fue empobreciendo, y fue quedando reducida casi exclusivamente a la agricultura y la
ganadería. Disminuyó el comercio, pues cada vez había más inseguridad, las ciudades se
despoblaban y las guerras entre los distintos reinos dificultaban los transportes.
La gente se dirigía desde las ciudades al mundo rural, y buscaba refugio en las
grandes explotaciones agrarias bajo el dominio de un gran propietario o en aldeas protegidas
por empalizadas. Sobrevivían así del trabajo del campo y el cuidado de los animales.
A fines del VIII se formó un sistema económico, social y político que se conoce con
el nombre de feudalismo. El feudo era el territorio, más o menos extenso, que pertenecía a un
señor noble o eclesiástico mientras mantuviera el juramento de fidelidad (llamado vasallaje)
hacia el monarca o señor noble o eclesiástico que le había cedido las tierras y sus
propiedades.
La sociedad estamental se estructuró en estamentos: los que guerrean o nobles (el
rey era un noble más), los que rezan y cuidan del culto (el clero) y los que trabajan y
alimentan a estos dos grupos privilegiados (sobre todo los campesinos). En esta sociedad
estamental, el clero y la religión tenían una influencia decisiva sobre las costumbres,
impulsando además las cruzadas a Tierra Santa, el arte y la cultura. Dentro del arte vemos
cómo en la Edad Media surgen dos estilos y corrientes artísticas fundamentales, el románico
y el gótico.
Con el tiempo fueron apareciendo los burgos, arrabales donde vivían personas que
ya no vivían de la tierra, sino del comercio, el cambio de moneda y los préstamos. Sus
habitantes comenzaron a ser llamados burgueses. Con el crecimiento del comercio y la mayor
seguridad de las rutas las ciudades crecieron, así como su poder.
En cuanto al monumento religioso por excelencia hay que citar la catedral, que tenía
múltiples usos. Servía de lugar de oración, de hospedería de peregrinos, para celebrar grandes
solemnidades religiosas, representaciones teatrales sacras, audiciones musicales, etc. El
avance del Islam por el norte de África fue frenado al sur de Francia en el siglo VIII,
retrocediendo en la península lentamente durante casi 800 años, tras prolongadas luchas con
los diversos reinos cristianos hasta la toma de Granada, ya en la Edad Moderna, en 1492.

1.4 La Edad Moderna


Desde mediados del XV, con el pleno Renacimiento, las grandes navegaciones
oceánicas y la caída de Constantinopla en 1453 a manos de los turcos, ya podemos empezar a
hablar de Edad Moderna Es la época en que los Reyes refuerzan su poder frente a la nobleza,
la Iglesia y las ciudades. Con el reforzamiento de ese poder se consolida paralelamente el del
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Estado. Surge así la monarquía autoritaria. En España estos monarcas están representados por
los Reyes Católicos.
Durante el siglo XVI, la potencia dominante en Europa es España, con inmensas
posesiones en América, pero también en África y Asia. Sin embargo, durante el siglo XVII,
que es un siglo de crisis general, el poder de España se hunde, aunque sigue conservando
América. Durante el XVI, se va extendiendo la Reforma protestante iniciada por Lucero en
Europa, mientras Carlos V y Felipe II intentan frenar su avance y Alemania permanece
dividida, fragmentada en gran número de Estados independientes.
Contra la Reforma protestante se alzará como respuesta la Contrarreforma católica,
que no logrará acabar con el protestantismo, y únicamente limitará su extensión. El
protestantismo también se extiende por las colonias inglesas en América, acabando el
cristianismo dividido en tres grandes ramas: católica, protestante y ortodoxa
El descubrimiento de América se realiza gracias a la ruta española abierta por Colón,
mientras el hallazgo del paso entre el Atlántico sur y el Índico hacia La India, China y las
islas de las especias, se debe a la ruta portuguesa, abierta por Bartolomé Díaz en 1487 al
doblar el cabo de Buena Esperanza en África. Las consecuencias de estas rutas abiertas serán
enormes, porque permitirán una inmensa acumulación de capital y recursos, de los que se
beneficiará sobre todo la Europa occidental. Significará además la ampliación del mundo
conocido y el flujo de millones de europeos hacia las tierras descubiertas o colonizadas, el
mestizaje o la desaparición de las poblaciones autóctonas y la aceleración de los avances
tecnológicos.
Los avances científicos y técnicos corren en la Edad Moderna paralelos al avance del
humanismo, que centra su punto de vista en el hombre y la razón, mientras relega al plano
personal la fe religiosa y el poder de la Iglesia. Esta corriente de pensamiento humanista será
el alma del Renacimiento, tanto en las artes, como en los avances científicos, la difusión de
las academias, la imprenta y la técnica en general.
En cuanto al autoritarismo político, se fue reforzando a lo largo del XVI, hasta
desembocar en el XVII en el absolutismo. El ejemplo más claro de dicho absolutismo lo
tenemos en Luís XIV de Francia, quien afirmaba “el Estado soy yo”. En este siglo de
creciente poder de los reyes hubo sin embargo un país que derrotó el absolutismo: Inglaterra.
En este país, el enfrentamiento entre los partidarios del rey y el absolutismo (nobles
y gran burguesía) y los partidarios del parlamentarismo (pequeña y mediana burguesía de las
ciudades y propietarios rurales) provocó las revoluciones de 1640 y 1688. En esta última fue
definitivamente derrotado el absolutismo, iniciándose así la monarquía parlamentaria.
Mientras tanto, el Imperio alemán sigue dividido y se hunde el poder de España, que incluso
ve como Portugal consigue su independencia y Cataluña está a punto de conseguirla, en
ambos casos en 1641.
En lo cultural y artístico, el XVII es el siglo del barroco, cuyas manifestaciones
abarcan al arte, la música y la literatura, pero también la revolución científica y técnica de
ese siglo, el urbanismo y el reforzamiento de la religión en los países católicos, en los que
habrá una estrecha relación entre religión y barroco, también llamado “arte de la
contrarreforma”. En este siglo alcanzan un gran poder los jesuitas, como brazo derecho del
Papa y vanguardia de la contrarreforma católica.
La sociedad estamental del antiguo régimen, con el poder de los privilegiados, el
absolutismo de los reyes y el gran poder de la Iglesia, continuará en la mayoría de los países
(salvo Inglaterra) durante gran parte del XVIII, hasta la llegada de las tres grandes
revoluciones que abren paso a la historia Contemporánea: revolución norteamericana,
revolución industrial y revolución francesa.
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PARTE II: LA SOCIEDAD ESTAMENTAL Y EL ABSOLUTISMO


MONÁRQUICO

2.1 La Propiedad de la Tierra (pág. 11 del libro)


Hay que hacer notar que la economía del Antiguo Régimen era básicamente rural, y
que entre el 80-90% de la población se dedicaba a tareas agrícolas. La concentración de la
propiedad de la tierra estaba en las manos de la nobleza y el clero. La propiedad de la tierra
era vinculada, lo que permitía al titular (noble o eclesiástico) conseguir provecho económico
y ejercer jurisdicción propia (poder administrativo, judicial y político). Pero no era libre para
venderla.
El conjunto de tierras del señor era “el señorío territorial”, que constaba de las tierras
propias del señor –y las más productivas-. Aparte estaban las parcelas llamadas mansos, que
trabajaban campesinos libres en “usufructo” o siervos, con la consideración de personas
semilibres. Los Derechos Señoriales consistían en el conjunto de los beneficios y rentas que
recibían los señores de los campesinos de sus tierras: censos (productos o trabajo personal
entregado por los campestres) y tasas por la utilización de los monopolios señoriales
(molinos, herrerías, horno, etc.).
El señor gozaba también de jurisdicción sobre sus tierras propias y sobre las tierras
de propietarios alodiales, de condición libre. Este territorio era el señorío jurisdiccional. El
derecho de inmunidad del señor le daba autonomía en sus tierras con respecto al poder real.
Al conjunto de tributos feudales debidos al señor hay que añadir la obligación
campesina de entregar el diezmo: decena parte de la cosecha que se pagaba a la Iglesia por
asegurar el mantenimiento del clero y el culto.

2.2 El Estancamiento Agrícola (pág. 10)


La agricultura era una actividad tradicional y muy atrasada, con una productividad
baja. Se dedicaba a la subsistencia y al policultivo. Los campos abiertos eran los
“openfields”, y en ellos se practicaba el “barbecho” o descanso de la tierra.
También había “tierras comunales”, dedicadas a bosques y pastos, de los que se
beneficiaba toda la comunidad rural. La producción ganadera también era insuficiente y
dependía básicamente de los rastrojos.
La producción de carne y leche era por lo tanto muy reducida y se daban con
frecuencia crisis de subsistencia (hambre y muertes generalizadas por falta de alimentos).

2.3 Industria Tradicional y Manufacturas (sin equivalencia)


La familia campesina era la unidad de producción básica, tanto para trabajar la tierra
como para la producción artesanal. En la artesanía existía sin embargo en las ciudades la
producción artesanal de los gremios, que reglamentaban en exclusiva la producción y se
prestaban asistencia mutua.
Desde los siglos XVI y XVII se intentó eludir el control de los gremios en la ciudad
mediante el “Domestic System”, el trabajo a domicilio (en pequeños talleres) a partir del
suministro de materia prima por los comerciantes, que después colocaban la producción en el
mercado.
Durante el siglo XVIII se difundieron las “manufacturas”, otro modelo de
producción. Se trata de grandes talleres y una producción importante. Se les considera las
primeras fábricas. Podían ser privados o del Estado.
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2.4 La Insuficiencia de los Transportes y la Evolución del Comercio (sin


equivalencia)
Caminos y carreteras constituían el sistema de comunicaciones por excelencia, pero
no estaban en buenas condiciones. Los vehículos más usados eran el carro y la diligencia,
movidos por animales de tiro. El segundo gran medio era la navegación marítima y fluvial.
La marítima era larga y peligrosa, mientras que la fluvial era el medio de transporte más fácil
y barato, pero necesitaba de un terreno llano y ríos de un caudal abundante. En este sentido el
caso de Inglaterra era un auténtico privilegio.
En el Comercio Interior nos encontramos con un claro desarrollo, no más hay que
hacer notar las ferias anuales o el mercado semanal.
En el Comercio Colonial, sin embargo, hay que considerar las nuevas rutas
marítimas hacia América y Asia. Este comercio proporcionaba materias primas para las
industrias, permitía vender objetos manufacturados y daba grandes beneficios a sus
ejecutores. Paralelamente se produjo un gran crecimiento del capital acumulado, y en
consecuencia del mundo de las finanzas. Se ampliaron así los mecanismos de crédito, las
compañías de comercio y las instituciones financieras.
Las monarquías absolutas de los siglos XVII y XVIII favorecieron políticas
mercantilistas, potenciando las exportaciones y reduciendo las importaciones, para acumular
las mayores cantidades posibles de oro y plata. Dentro de esta política hay que considerar el
intervencionismo del Estado.

2.5 El Estancamiento de la Población (sin equivalencia)


En el Antiguo Régimen se da el “ciclo demográfico antiguo”, que se caracterizaba
por unas tasas de mortalidad y natalidad mucho elevadas, por la baja esperanza de vida y el
escaso crecimiento de la población. Todo debido a la subalimentación, la falta de higiene y el
atraso de la medicina.

2.6 Los Privilegiados (págs. 10-11)


El Clero era el primero de los grupos privilegiados y representaba una parte muy
pequeña de la población (menos del 1%). No pagaba impuestos directos y sus ingresos
provenían del diezmo y del patrimonio propio. Además, los obispos y abades eran señores de
muchos pueblos y territorios, de los cuales cobraban todas las rentas señoriales. Se podía
distinguir entre el alto y el bajo clero. Los primeros eran de origen noble, mientras que los
segundos procedían sobre todo del campesinado.
La Nobleza era el segundo estamento privilegiado y el núcleo fundamental de la
clase dominante. Constituían entre el 2 y 3% de la población, dándose grandes diferencias
entre la nobleza rica y poderosa de la Corte y la nobleza de provincias, con menos rentas y
una vida más modesta.

2.7 Los no Privilegiados (págs. 10-11)


El tercer estamento estaba representado por la inmensa mayoría de la población
(entre un 90-95%). Era un grupo muy heterogéneo, pero en conjunto se oponían a los
privilegios y pedían la igualdad civil. El grupo más dinámico y poderoso era el de la
burguesía. Vivían de rentas de sus propiedades y capitales, de las finanzas, de la manufactura
o la industria y del comercio.
Las clases populares urbanas contaban con los trabajadores de los talleres, obreros
de las manufacturas, peones de la construcción y pequeños oficios. El campesinado constituía
el sector más numeroso. Se dividían en libres o siervos. Los libres podían ser arrendatarios o
propietarios de tierras, pero los siervos no podían abandonar la tierra libremente, porque
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estaban vinculados a ella y bajo la autoridad jurisdiccional del señor.

2.8 La Monarquía de Derecho Divino y sus Límites (pág. 11)


El monarca estaba por encima de todos los habitantes de su reino y todos eran
súbditos suyos. La autoridad del rey provenía de Dios, en nombre del que el rey ejercía el
poder. El monarca poseía un poder absoluto: nombraba a los magistrados, administraba
justicia y dirigía la política exterior. No se sometía a ningún control y no compartía la
soberanía (el poder) con nadie. Todo el Estado residía en él, y la voluntad de sus súbditos
estaba sometida a la suya.
En la práctica el rey estaba auxiliado por unas instituciones que le asesoraban y
ejecutaban sus órdenes. El órgano principal de gobierno era el Consejo de Estado. También
había negociados (secciones especializadas en temas concretos) y secretarios de Estado,
equivalentes a los actuales ministros. Los cargos de la administración dependían del rey para
su nombramiento o su destitución.
La ley divina, el derecho natural y las leyes fundamentales de cada reino eran límites
a la autoridad del rey, pero de una manera muy débil. El papel de las Cortes o Parlamentos
era también muy limitado: solo tenían algunas atribuciones en materia fiscal, suplían el
monarca en situaciones excepcionales y ratificaban los nuevos reyes.

PARTE III: LA CRISIS FINAL DEL ANTIGUO RÉGIMEN

3.1 El Espíritu de la Ilustración (págs. 12-13)


La Crisis del Antiguo Régimen proviene de la incapacidad del sistema para mantener
los enormes gastos del Estado y resolver las crisis sociales y económicas. También hay que
hacer notar la creciente difusión del racionalismo de la Ilustración y del fisiocratismo de
espíritu librecambista. Todo ello producirá la crisis final del sistema y el nacimiento de un
nuevo mundo: la sociedad liberal y burguesa de clases, que sustituirá a la Sociedad
Estamental anterior del Antiguo Régimen.
Durante el siglo XVIII un grupo de pensadores, fundamentalmente franceses,
elaboró un cuerpo doctrinario que sirvió a la burguesía por poder expresar el modelo
económico y social que deseaba. La burguesía defendía el uso de la razón ante la fe, la
tradición y el teocentrismo propugnado por la religión cristiana. Se oponían a la sociedad
estamental y defendían una sociedad basada en el mérito personal y la igualdad de origen.
Pensaban que la Naturaleza era una fuente de justicia y bondad y que el ser humano
nacía para ser feliz. En el ámbito económico defendían el “fisiocratismo”: para ellos la
agricultura y las actividades productivas eran la principal fuente de riqueza. Defendieron
también la libertad de empresa y de intercambios.
Con respecto al poder político defendieron la necesidad de un contrato entre
gobernantes y gobernados, para garantizar los derechos básicos del individuo. Montesquieu
propugnó la división de poderes, y Rousseau defendió el Contrato Social como el fruto de un
pacto entre todos los ciudadanos y formuló el principio de la soberanía nacional. En él
podemos encontrar también el germen de la idea moderna de democracia.

3.2 El Despotismo Ilustrado (pág. 14)


Es la ideología que pretendía unir la autoridad real con las ideas de progreso de la
Ilustración. (“Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”). Es característico del despotismo el
absolutismo centralizador, el fomento de la educación y la búsqueda de la modernización
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económica. Se promovieron programas de desarrollo agrícola y también industrial y se


pusieron en marcha medidas por facilitar una mayor libertad de comercio.
Pero las posibilidades de las reformas resultaron muy limitadas, al mantener intacta
la sociedad estamental y el poder absoluto del rey. Con ese poder absoluto empezaron a
acabar las tres grandes revoluciones de fines del siglo XVIII: Revolución norteamericana,
Revolución Francesa y Revolución Industrial.

VOCABULARIO BÁSICO DEL TEMA 1.

• Antiguo Régimen: sistema económico, social y político que procedía de


la evolución del feudalismo medieval y que se mantuvo vigente en
Europa hasta la Revolución industrial y liberal. El término fue
introducido por los revolucionarios franceses en 1789.
• Gremios: agrupación de artesanos que ejercían la misma profesión, que
se prestaban asistencia mutua, monopolizaban una actividad económica y
controlaban el sistema de producción y los precios.
• Manufacturas: primeros establecimientos industriales, donde
predominaba el trabajo humano sobre el esfuerzo de las máquinas.
• Mercantilismo: doctrina económica impulsada por las monarquías
absolutas de los siglos XVII y XVIII. Pretendía favorecer la producción
nacional y frenar las importaciones extranjeras, con el fin de acumular la
mayor cantidad posible de metales preciosos.
• Sociedad Estamental: tipo de organización del cuerpo social en grupos
cerrados. Dos de ellos eran los privilegiados (nobleza y clero), mientras
el grupo no privilegiado era el Tercer Estado o Pueblo Llano, constituido
principalmente por el campesinado, pero además, por artesanos,
burguesía y obreros.
• Absolutismo: sistema político en el que quien gobierna concentra en su
persona los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, y prácticamente no
tiene límites a su poder.
• Separación de Poderes: tipo de organización política en la que la
elaboración de leyes queda en manos del Parlamento, el poder judicial es
independiente del gobierno y el poder ejecutivo reside en dicho gobierno.
• Ilustración: movimiento cultural del XVIII que defiende la confianza
absoluta en la razón como único medio para entender y explicar el
mundo. Para los ilustrados la naturaleza era fuente de justicia y de
bondad, confiaban en la idea de progreso ilimitado y propugnaban la
tolerancia entre los hombres y frente a las ideas.
• Prehistoria: Época de la historia del ser humano caracterizada por la
falta de de documentos escritos, pero no de documentos materiales. Se
divide en Paleolítico (época de la piedra tallada) y Neolítico (época de la
piedra pulimentada)
• Edad Media: época histórica que comienza con las invasiones bárbaras
y la caída del Imperio Romano de occidente y finaliza con el pleno
Renacimiento a mediados del XV y la caída de Constantinopla a manos
de los turcos en 1453.
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• Edad Moderna: época histórica que sucede a la Edad Media,


caracterizada por la expansión comercial y colonial europea por el
mundo, las guerras de religión en Europa y el avance técnico y científico.
Tiene su conclusión con el triunfo de la burguesía sobre las clases
privilegiadas antiguas (clero y nobleza)

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