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Hugo Grocio De mare liberum

Resumen:

Mare liberum fue escrito contra Portugal, publicado contra España y


utilizado contra la Gran Bretaña por los holandeses. Hugo Grocio utiliza
varios argumentos para defender su posición.

Así pues comienza con el derecho de gentes ya que según éste los
holandeses tienen derecho a navegar a las Indias y comerciar con sus
habitantes. Por consiguiente los portugueses no pueden considerarse
dueños de las partes del mundo hacía las que navegan los holandeses ya
que nadie es dueño de lo que nunca poseyó. No tienen ningún derecho de
dominio y menos por descubrimiento si no son cosas res nullius.

No son dueños por donación pontificia sin previa traditio, por tanto es
donación de cosa ajena. Y tampoco lo son por título de guerra, aunque
fuera justa ya que nunca ocuparon aquellas tierras, por tanto ningún
derecho se les puede otorgar. Además menos aún ningún Rey, emperador
o la misma Iglesia Romana puede promover la guerra para ocupar tierras de
infieles porque no hay causa justa, se les debe enviar predicadores para
convertirlos a Dios con sus palabras. Cosa que no han hecho los
portugueses preocupándose sólo del lucro.
Realmente lo único que consiguieron de las Indias Orientales fue el
derecho de comercio.

Por otro lado, ni el mar, ni las Indias Orientales, ni el derecho de navegar


en él son propios de los portugueses, por ocupación debido a que el mar es
común a todos y no puede ser poseído excepto por Dios. No se puede
implantar una servidumbre en el mar ya que no es un río en el cual un
pueblo o Príncipe pueda conceder derechos de pesca o arrendamiento.
En añadido, sin aprehensión física no puede haber dominio alguno y el mar
al no poder ser abarcado no puede ser agregado a los bienes de ningún
pueblo.

El mar o el derecho de navegar en él tampoco son propios de los


portugueses por donación pontificia ya que el mar está fuera del comercio
de los hombres y no puede constituir propiedad de uno solo. Tampoco son
dueños por prescripción o costumbre porque la prescripción es propia del
derecho civil por lo cual no puede tener lugar entre reyes o pueblos libres.
Pero mucho menos donde el derecho natural y el de gentes existe, el cual
siempre prevalece sobre el derecho civil.

Sobre las cosas comunes no hay ninguna prescripción de tiempo. Por otra
parte la costumbre es una especie de Derecho positivo y un derecho
positivo no puede albergar ley perpetua como lo es el mar al ser común y
además la costumbre es establecida por el privilegio y nadie tiene potestad
para conceder un privilegio dañoso para el género humano

Los portugueses lo que pretenden es tener un derecho exclusivo a


comerciar con las Indias Orientales contrario al Derecho de gentes que
instituyó que es libre a todos los hombres la facultado de negociar, que de
modo alguno los portugueses intentan arrebatar.

La naturaleza había dado a todos los hombres cosas en común, pero la


distancia entre países y la falta de productos que abundan en otros hicieron
necesario el transporte y eso convierte a la libertad del comercio en un
Derecho de gentes primario inamovible.

El comercio tampoco puede ser propio de los portugueses por donación


pontificia ya que el Papa no posee el derecho universal del derecho y si lo
hiciera cometería injuria. Primero contra la India, que está fuera de la
Iglesia y fuera de la jurisdicción del pontífice. Y además les quitaría el
derecho a negociar con cualquiera, lo cual no puede hacer.

Por último ni la prescripción, ni la costumbre puede convertir al comercio


en derecho propio de los portugueses ya que no tienen fuerza obligatoria
entre naciones y el mero lapso de tiempo no produce que el derecho de
comercio se vuelva una posesión privada

Por tanto debemos mantener en toda su plenitud esta libertad, bien estemos
en paz con los pueblos hispanos, bien en guerra o tregua. Ya que con razón
eran atacadas las naciones que impedían a otras el comerciar en su
territorio .

Contexto
En la publicación del Mare liberum concurrieron una serie de notables
circunstancias. Un joven, Hugo de Groot recibió un encargo de la
Compañía Holandesa de las Indias Orientales de escribir una obra para
tratar de convencer a un grupo de accionistas que, por ser mennonitas,
mantenían un irenismo radical y se negaban a aceptar las ganancias
obtenidas con el apresamiento de la carraca portguesa Catalina. De iure
praede commentarius.

Más tarde uno de los capítulos de ese libro, llamado Mare liberum se
reeditaría e iría contra Protugal, España y Gran Bretaña. Redactada para
defender la libertad de los mares para la navegación y el comercio por
todos los océanos, y obtener la libertad de pesca.

Es la gran controversia sobre la histórico-jurídica-política sobre la libertad


de los mares. Pero la lucha libresca fue seguida por la lucha a cañonazos
entre buques holandeses e ingleses en tres guerras consecutivas hasta que
las vencidas Provincias Unidas, arruinando su poderío marítimo y
comercial quedó sucumbida a Gran Bretaña.

En España la obra de Grocio no alcanzó respuesta inmediata ya que el libro


había sido escrito para influir en la conclusión de la Tregua de Amberes, y
una vez firmada ésta un mes después de su publicación no le convenía a
España una polémica inmediata. Fue debido a que en la doctrina española
había la tendencia a mantener el principio de la libertad de los mares, ya
que ésta se encontraba con la necesidad de sostener la libertad de
navegación por el Adriático. Por eso Felipe III pudo impedir la edición de
alegatos contra el Mare liberum.

Así Inglaterra acabó dominando el mar, pero de cierto no habrá mares


cerrados a la navegación y al comercio en tiempo de paz ; pero sí los mares
estarán controlados por una escuadra poderosa, que hará sentir su dominio
en tiempo de guerra para impedir el libre tránsito marítimo comercial.

Sin embargo, en el S.XVIII Cornelius van Bynkershoek logró sentar el


principio según el cual el mar adyacente a las costas de un país quedaba
bajo su soberanía. La extensión de esta franja marina cercana al borde
costero quedó entregada, en general, a la capacidad de control que el
Estado podía ejercer sobre ella.
Por ello, el criterio utilizado para fijar su anchura fue la posibilidad de
control desde la costa, que permitió el surgimiento de la norma de las tres
millas marinas(1852m) basada en la tesis de la "bala de cañón’’

El siglo XVII además es conocido por ser la EDAD DE ORO neerlandesa,


un período en el cual se transformó en la potencia de Europa y surgió su
comercio, su cultura y su ciencia.

La hegemonía neerlandesa tuvo su ocaso en las décadas finales del XVII ,


debido a la crisis de la Guerra de los treinta años . Los Países bajos se
vieron afectados por la recuperación de los países participantes en el
conflicto.

Este deterioro fue paulatino, y más que de deterioro neerlandés se trata del
desarrollo de las demás potencias sobre todo Francia e Inglaterra, a la que
ayudó mucho sin duda la inmigración de comerciantes y artesanos
neerlandeses.

Por último en esta época también tuvo lugar La Guerra de Flandes, que
consistía en la lucha de los Países Bajos contra España para conseguir su
independencia. Algo que consiguieron y supuso su auge como potencia
mundial y el hundimiento de la economía española.

Opinión personal :

Me ha parecido un libro muy entretenido y fácil de entender .


Además ha supuesto una ampliación de mis ideas, en otras
asignaturas de Derecho que ha aparecido su nombre y también
por la búsqueda de información sobre la época en la que fue
escrita la obra.

El autor habla sobre una ideas que hoy en día no tendrían casi
sentido. Lo que significa que no coincido mucho con el autor. En
lo primero que no coincido es en el victimismo de los
neerlandeses, como excusa, ya que tira más hacia venganza que
otra cosa.

Debido a que los Portugueses por contrato con los españoles,


utilizaban el puerto de Hamburgo como desembarcadero para
distribuir mercancía asiática, arruinando a los comerciantes
neerlandeses

Esto significó la unión entre Portugal y España( con la cual


estaban en guerra los neerlandeses) y la excusa de los Países
Bajos para incorporarse al comercio de especias, al adquirir de
alguna forma las rutas secretas de Portugal.

Con lo que se puede deducir que, es normal un conflicto de


intereses. Pero lo que el autor argumenta, es posiblemente de risa
con cañones de por medio, es decir, es bastante fácil siendo
poderoso hacer caso omiso a lo que Grocio intenta decir.

No se basa en ningún tratado, en nada vinculante, simplemente


intenta evitar un conflicto contra alguien que los acabó
arruinando varios años después, que es Gran Bretaña. Pero no lo
hace de forma directa, sino que hace referencia a Portugal, y de
esta forma que Gran Bretaña se de por aludida, ya que ellos sí
querían que el mar fuera territorial.

Hoy en día es inconcebible un mar que no pertenezca a ningún


territorio, de hecho, no queda ninguna parte del mundo sin
pertenencia a un Estado.
Por eso es inconcebible lo que Hugo argumenta, hoy en día, ya
que se necesitan de varios permisos para poder acceder a zonas
marítima pertenecientes a otros Estados, y de esta forma dotar de
total seguridad al saber quien entra y quien sale.

Y es muy difícil que te reciban a cañonazos por hacerlo, pero


seguro no se basarán en que el mar es común y sólo pertenece a
Dios, para prohibir su apropiación. Aunque por una parte es
comprensible en aquella época su unión a Dios ya que los
neerlandeses apenas acababan de iniciarse en el comercio
marítimo.

Hoy en día es indispensable el comercio marítimo, y es en lo que


más coincido con Hugo. Es cierto que hay cosas que escasean en
un sitio y abundan en otro, y que eso hace necesario el libre
comercio, pero no porque Dios lo haya querido así, claro está.

Pero siempre con

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