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CÓMO LIBERAR EL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO

Mensaje de la semana Nº 259 Mayo - Semana 4

“A través de mi vida, he experimentado muchísimas veces el dolor en sus


múltiples formas y he presenciado el dolor desgarrador de otros en innumerables
y diversas situaciones. He sentido el profundo dolor de ver morir a la mujer que
más amaba; el dolor de ver, cuando estábamos secuestrados, cómo frente a mí
asesinaban a mi mejor amigo; el dolor que me causaba la infidelidad, el desprecio
y el engaño de la mujer que amaba; el dolor que me causó ver a mi hija Alejandra
caer desde un tobogán y sentir que iba a morir; el dolor de la crítica, el
enjuiciamiento y la murmuración despiadada de la gente, sabiendo que lo que
decían no era cierto; el dolor de ver a mi nieta Agustina, indefensa, luchando en
cuidados intensivos por su vida y el dolor que esto le generaba a mi hijo Esteban;
el dolor que me producía el frío cuando estaba ascendiendo al monasterio en los
Himalayas y el ayuno y el silencio de cuarenta días en el Tíbet; el dolor de ver a
los niños sobreviviendo en una alcantarilla pestilente; el dolor de ver a muchos
niños a quienes les rociaban gasolina para quemarlos vivos o les disparaban a
quemarropa; el dolor de estar atrapado en una corriente poderosa de agua negra
en una alcantarilla, sujetando con todas las fuerzas a dos pequeños, y tener que
elegir soltar a uno para no morir los tres; el dolor de ver morir, en la Navidad de
1973, a una niña inocente de la calle, aplastada por un camión cuando iba a
recoger la caja vacía de una muñeca que estaba tirada en la calle.

Si yo hubiera dejado que mi mente guardara durante mucho tiempo estos dolores
en mi corazón y muchos más que he sentido a través de mi vida, ellos se hubieran
convertido en un gran sufrimiento y me hubieran generado, probablemente, una
profunda depresión.

Por eso, insisto tanto en la importancia de experimentar la vida desde el estado de


consciencia del ser, el cual genera la fuerza para actuar desde el amor y no desde
el temor, que es el estado de la inconsciencia, donde el sufrimiento es amo y
señor.

Contrario a esto, las personas le tienen miedo al dolor y lo ven como su gran
enemigo, tratan de ignorarlo o se resisten a él, sin darse cuenta de que ahí es
donde se vuelve más poderoso y se transforma en sufrimiento.

Existe una gran diferencia entre el dolor y el sufrimiento. El dolor es causado por
múltiples circunstancias (biológicas, físicas, sociales, culturales, religiosas, etc.)
y sin importar de qué tipo sean, el dolor simplemente está ahí. El sufrimiento es
un hecho estrictamente mental; es la interpretación que hace tu mente del dolor
que se está padeciendo. Es el efecto, nunca la causa.

Si trotas rápidamente, sientes que tu corazón late muy fuerte. Si repentinamente


sientes dolor en el pecho, tu cuerpo te está enviando una señal de alerta, para que
pares o disminuyas la intensidad del ejercicio. Es un aviso preventivo natural de
tu cuerpo. Si haces caso omiso de este dolor, probablemente, tendrás un problema
mayor, que puede ser desde un simple mareo o desmayo, hasta un infarto. Estos
avisos pueden ser interpretados de acuerdo a la percepción que tengas en ese
momento. Es decir, puedes sentir que te vas a morir y angustiarte profundamente,
intensificando así el dolor, o puedes elegir respirar profundamente, tranquilizarte
y pensar que todo va a volver a la normalidad. En ti está el poder de la elección.

No tengas miedo a experimentar el dolor, ve más allá de él, a su raíz y te podrás


dar cuenta que ese dolor es como un despertador cuando estás inconsciente, para
que enfrentes con conciencia tu realidad, venzas el miedo y cambies la forma
como estás actuando.

Y recuerda… Nunca, nunca jamás dejes de soñar.

Un gran abrazote,

Jaime Jaramillo "Papá Jaime"

www.papajaime.com

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