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QUITO. En el Mercado Mayorista, a sur de Quito, se registraron alzas, sobre todo, en los productos
agrícolas
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¿Por qué el Gobierno dice que la inflación es baja, si cada vez resulta más caro
hacer las compras en el mercado? Desde hace algún tiempo esta pregunta es
recurrente en los almuerzos familiares convocados por Vicente Prado y su esposa,
Clara López. Viven el Sangolquí, ubicado al oriente de Quito. Alrededor de la mesa,
la pareja, sus padres y hermanos discuten, mientras los niños corretean por la
cocina.
Según el INEC, a junio de este año la variación anual de los precios (la que se mide
comparando el resultado de un mes frente al mismo mes del año anterior) fue de
3,3%.
La acumulada en los primeros seis meses del año fue del 1,87%; mientras que la
mensual (que compara la variación de un mes respecto al anterior) fue negativa,
-0,01%.
La idea de que los productos eran más baratos hace un año tiene un sustento que,
incluso, está medido por el propio INEC.
Si bien la tasa global de inflación anual en junio se ubicó en el 3,3%, en seis de los
doce sectores seleccionados por el INEC hubo un aumento de los precios mayor al
promedio.
Las alzas en el último año se registraron en: alimentos y bebidas (4,15%), licores y
cigarrillos (6,62%), prendas de vestir y calzado (4,25%), salud (3,33%), educación
(3,57%), y restaurantes y hoteles (6,03%).
Según las estadísticas oficiales, entre los productos agrícolas que más incidieron en
la inflación del primer semestre están el ajo, el tomate riñón, la cebolla paiteña, el
pescado, la zanahoria...; entre los servicios están los almuerzos; y entre los
manufacturados, el azúcar, la leche y el queso (ver gráfico).
María Elena apaga la televisión. Saca su libreta y empieza a recitar los productos
que en sus visitas al Mercado Mayorista le resultan más caros. El racimo de verde,
que hace un mes adquiría en $ 12, ahora le cuesta $ 18; y la caja de tomate riñón
pasó de $ 10 a $ 14.
“No es para asustarse”, dice; sigue vendiendo el almuerzo en $ 1,75, pero la idea
de subir el precio le viene rondando desde inicios de mayo.
Aunque en lo que va del año no se ha presentado esta situación, explica que hay
productos que sí se han visto afectados por problemas específicos. Por ejemplo, el
precio del azúcar ha sido irregular durante todo el semestre, debido a la
especulación. El quintal pasó de $ 32 en enero a $ 38 en junio, según datos del
Mayorista. La leche pasteurizada de funda dejó de ser regulada por el Gobierno, por
lo que el litro subió en este mismo periodo de $ 0,65 a $ 0,75.
Los productos agrícolas básicamente han tenido variación por los ciclos de
producción y cosecha. Así, la libra de ajo, que costaba $ 1, ahora vale $ 1,20; y la
de la cebolla paiteña pasó de $ 0,15 a $ 0,60.
Para Jaime Carrera, secretario del Observatorio de la Política Fiscal los sectores
populares son los más afectados, aun cuando el alza sea mínima. El problema, dice,
es que se afecta a una cadena.