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ANTONIO

ARGANDOÑA

LA ETICA
DE LA SOCIEDAD DE CONSUMO

C U A D E R N O S
EMPRESA Y HUMANISMO
I N S T I T U T O

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ANTONIO ARGANDOÑA LA ETICA DE LA SOCIEDAD DE CONSUMO
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 37

INDICE

PRESENTACION CREDITO
POR QUÉ EL CONSUMO EL CONSUMO INNECESARIO
LAS NECESIDADES Y EL CONSUMO LA CREACION DE NECESIDADES
NECESIDADES, BIENESTAR Y UTILIDAD “INNECESARIAS”
ORDENACION DE NECESIDADES, BIEN LOS BIENES DURADEROS DE CONSUMO
PROPIO Y BIEN DE LOS DEMAS LOS CAMBIOS EN LA COMPOSICION
LAS DECISIONES DE CONSUMO DEL CONSUMO
CONSUMO Y AHORRO LA SOCIEDAD DE LOS DESECHOS
UN ELOGIO DEL CONSUMO EL CONSUMO, ¿PARA QUÉ?
LA PROPORCION DE RENTA DEDICADA CONCLUSION: LAS CAUSAS ULTIMAS DE
AL CONSUMO Y AL AHORRO NUESTROS MALES
“ESTIRAR EL BRAZO MAS QUE LA NOTA BIOGRAFICA
MANGA”: EXCESO DE CONSUMO Y

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PRESENTACION media de hace tres décadas, y quizás que la 3


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clase acomodada de hace sólo cincuenta años.


Una mirada a nuestro alrededor y un ligero 32
Como me imagino que las críticas empiezan
ejercicio de memoria nos llevan a la conclusión a surgir en las mentes de mis lectores, me
de que el nivel de vida de un elevadísimo por- apresuro a decir que las anteriores asevera-
centaje de la población de la sociedad ciones no nos permiten afirmar que hoy
española ha conocido un aumento especta- vivimos “mejor” que antes. No tenemos
cular en las últimas décadas. Y esto vale igual- unidad de medida capaz de valorar adecuada-
mente para una gran parte de los países del mente el nivel de consumo, la calidad de los
mundo -aunque no todos los países han parti- bienes y servicios y la variedad de las opciones
cipado de esa bonanza, ni todos los ciuda- que se nos ofrecen, corrigiéndolas por el
danos de los países ricos han tenido acceso a número de horas dedicadas al trabajo
ese mayor nivel de vida. La distribución de los (incluidos los tiempos perdidos debidos al
frutos del progreso ha sido, evidentemente, transporte de y hacia el lugar de trabajo), el
desigual. ritmo de vida, el estrés y la ansiedad, las neu-
Con todo, y volviendo a nuestro entorno rosis que genera la vida en una gran ciudad. el
inmediato, podemos afirmar que el estándar deterioro del medio ambiente o la pérdida de
de vida de un trabajador manual no cuali- valores culturales y morales.
ficado en España a principios de los noventa es La tesis que intento enunciar como punto de
considerablemente superior al que tenía ese partida de mis reflexiones sobre el consumo y
mismo trabajador hace sólo un cuarto de siglo la sociedad de consumo es muy sencilla, y no
-y más aún si se trata de trabajadores cualifi- pretendo empecinarme en su defensa: el
cados, profesionales o empresarios. Y si aten- volumen y calidad de los bienes y servicios de
demos a la riqueza y variedad de su dieta ali- que disfrutamos hoy en día para el consumo es
menticia, a la disponibilidad de automóvil, a superior al que teníamos sólo unos años atrás.
las comodidades de su vivienda, a las alterna- Y aún me atrevería a ir más lejos y afirmar que
tivas que se le abren para su ocio, etc., proba- esto, moralmente, debe recibir una valoración
blemente podemos concluir que un trabajador positiva, teniendo en cuenta las considera-
no cualificado vive hoy mejor que la clase ciones finales de este trabajo.

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Me apresuro de nuevo a añadir que la caracterización económica y moral del 4


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calidad de vida no se puede medir sólo por el fenómeno que nos interesa.
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consumo, sino mediante un amplio vector de
componentes, como la seguridad de las rentas POR QUÉ EL CONSUMO
(que, sin duda, ha crecido), la disponibilidad de
tiempo para ocio (cuya variación es ambigua, Sin ningún intento de precisión, llamaremos
si no claramente positiva), la calidad de los consumo al uso de bienes o servicios para la
bienes y servicios que consumimos (mucho satisfacción directa de una necesidad
mayor en unos casos, menor en otros), la humana1, a diferencia de la producción, que
variedad de los mismos (probablemente, usa también bienes o servicios pero no para la
mucho mayor), los costes indirectos que satisfacción inmediata de una necesidad, sino
sufrimos por esos bienes (contaminación, con- para la obtención de nuevos bienes o servicios
gestión, deterioro del medio ambiente, riesgo más próximos a la satisfacción de necesidades
de catástrofes tecnológicas, enfermedades humanas2.
nerviosas,...), etc. En todo caso, el consumo de Se consumen bienes no duraderos (ali-
bienes y servicios forma parte, y una parte mentos, bebidas, medicinas, etc.) y servicios,
importante, de nuestro nivel o calidad de vida. prestados por personas (el barbero o la
modista) o por bienes duraderos o de inversión
En lo que sigue me ocuparé de las relaciones (el coche, la vivienda o el televisor). Es discu-
entre ética y consumo, con especial énfasis en tible si se “consumen” también otros atributos
lo que se ha dado en llamar “sociedad de de los bienes o servicios, como su nacionalidad,
consumo”. intentaré pasar revista a las dis- su precio, el prestigio que proporcionan, etc.3
tintas críticas dirigidas al consumo desde el A veces se considera que la compra de un
punto de vista moral, deslindando lo que hay bien es ya consumo, quizás porque no se pre-
de correcto en dichas críticas de lo que, a mi tende ni almacenarlo por mucho tiempo (caso
juicio, no lo es o, al menos, es discutible. De de los alimentos) ni revenderlo (p. ej., los ves-
este modo se irán decantando algunos puntos tidos), o porque nos fijamos exclusivamente en
relevantes, a partir de los cuales elaboraré las el flujo de servicios que esperamos nos propor-
conclusiones. Pero antes empezaré con una cione (si es un bien duradero, como un auto-

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móvil o un electrodoméstico). Cocinar sería, 5


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es fuente u origen de nuevas necesidades,
hablando en propiedad, una actividad pro- ocasión para su desarrollo personal, y medio
ductiva, aunque la solemos incluir en el para la adquisición de hábitos (operativos,
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consumo, en cuanto que está íntimamente vin- intelectuales y morales) y para la consecución
culada a la ingestión de los alimentos. La de su plenitud o felicidad. Es obvio, por tanto,
compra de un automóvil o de un vestido es, que el consumo no es una actividad indife-
hablando en propiedad, la compra de un bien rente, sino de profundo contenido cultural,
duradero, y sólo su uso (o desgaste) periódico antropológico, social y ético.
constituirá un consumo. Sería un error, sin embargo, atribuir sólo al
A veces las fronteras están poco definidas. consumo el placer, la felicidad o el desarrollo
Las reparaciones domésticas no son consumo, personal: el hombre aprende y mejora
sino una actividad productiva (mantenimiento también con el dolor y la contradicción, con el
de un bien de capital, la vivienda, cuya compra trabajo (intelectual o manual) y con el ocio,
no se considera consumo, sino inversión), pero con el esfuerzo, con la vida de relación y en
a menudo pueden confundirse con el consumo todas las parcelas de su existencia. La maximi-
(no siempre está claro cuándo el bricolage es zación de una función de utilidad en términos
una actividad productiva y cuándo un pasa- de bienes y servicios consumidos (y, en su caso,
tiempo). Estudiar puede ser una inversión (en de ocio) a la que nos tienen acostumbrados los
capital humano), pero también un consumo manuales de economía, como expresión de los
(por el disfrute que proporciona). objetivos de una persona es sólo una simplifi-
El consumo se justifica como fuente de bie- cación útil, pero incompleta.
nestar, que, a su vez, se conecta con la satis-
facción de necesidades: alimento, vestido, des- LAS NECESIDADES Y EL CONSUMO
canso, seguridad, cultura, etc. Es también una
fuente de satisfacción o placer, precisamente La cuestión de las necesidades ha sido
por su condición de satisfactor de necesidades. siempre un tema difícil de manejar. Se han
Pero va aún más allá, porque el hombre es un intentado numerosas clasificaciones de las
ser de dimensiones múltiples y capacidades en necesidades humanas, desde las individuales
cierto modo infinitas, para el que el consumo hasta las sociales, desde las meramente ani-

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males hasta las propiamente humanas, desde 6


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es un reflejo de la “indefinida virtualidad de
las fisiológicas hasta las espirituales, desde las nuestro espíritu”7.
más perentorias, urgentes, básicas o funda-
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A la vista de todo ello, al economista le
mentales hasta las más superfluas, desde las basta afirmar que un sujeto es capaz de identi-
naturales hasta las artificiales o creadas4. Pero ficar sus necesidades, ordenarlas de acuerdo
ninguna de ellas ha aportado nada interesante con sus preferencias8 y actuar racionalmente
al punto de vista económico5. para satisfacerlas, dentro de sus posibilidades.
La posición del economista acerca de las Tampoco tiene interés intentar establecer el
necesidades es más bien escéptica: tiene poco orden en que se satisfarán las necesidades:
interés llevar a cabo clasificaciones que no fuera de casos de extrema necesidad, en que la
resultan válidas en todos los casos. Por eso, el atención a la satisfacción de una necesidad
concepto de necesidad en economía es sufi- excluye toda otra actividad9, no hay un orden
cientemente amplio como para que todas lógico de satisfacción, porque no hay priori-
tengan cabida, sean materiales o espirituales, dades objetivas. Los consumidores dedican sus
egoístas o altruístas, etc. En concreto, una recur-sos a la satisfacción de una necesidad u
necesidad no es sólo una carencia cuya satis- otra atendiendo a la perentoriedad con que se
facción resulta compulsiva, sino también un presentan y a las oportunidades que surgen. Y
gusto, una preferencia o inclinación. Supone, la economía se ocupa principalmente de los
además, que las necesidades son ¡limitadas -no trade-offs o intercambios entre necesidades:
que cada una lo sea, sino que el hombre cuándo se deja de atender a una para ocuparse
encuentra siempre nuevas necesidades, o de otra (con independencia de criterios obje-
mejor, nuevas manifestaciones de sus necesi- tivos) 10.
dades6. No determinan al hombre, que con-
serva siempre su libertad aun en medio de una NECESIDADES, BIENESTAR Y UTILIDAD
necesidad acuciante. Y, finalmente, supone
que las necesidades son indeterminadas en El economista utiliza el concepto de bie-
cuanto que hay numerosas oportunidades nestar o utilidad (o los equivalentes de satis-
abiertas para su satisfacción -incluyendo la facción, ofelimidad, etc.) como punto de refe-
posibilidad de que no sean satisfechas-, lo cual rencia para la toma de decisiones acerca de la

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satisfacción de necesidades. La tendencia del económica será, pues, ese bienestar del 7
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hombre al bienestar es aceptada desde anti- hombre, y el consumo será un medio para
guo por filósofos y psicólogos -y por el sentido alcanzarlo -la última mediación en el proceso
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común del hombre de la calle. Un bienestar de producción, distribución y consumo 14. Las
entendido como meta a la que se tiende, pero decisiones referentes al bienestar humano
que. nunca se alcanza; un bienestar no condi- tienen una dimensión ética, además de eco-
cionado por ciertas condiciones de vida nece- nómica, tanto por el fin como por los medios.
sarias (a diferencia de los animales) 11. Por el fin, principalmente, porque la tendencia
al bienestar lleva consigo un deber ético de
El concepto de bienestar así expresado no
conseguirlo, mientras no lo impidan otros
implica la búsqueda del placer (aunque
deberes con títulos más altos -se trata, en defi-
admite, obviamente, esa interpretación hedo-
nitiva, de una parte del deber de realizar
nista), sino de una forma más humana de vivir
nuestra humanidad 15. Y por los medios,
en lo referente a los condicionamientos mate-
porque no es lícito emplear cualquier medio
riales, un progreso hacia formas de vida más para conseguirlo.
humanas, más compatibles con el fin del
hombre. Ese progreso es siempre posible, Pero una vez definido el deber moral de
aunque realizarlo o no dependerá de las elec- contribuir al bienestar propio, surge inmedia-
ciones concretas que lleve a cabo el hombre. Y tamente el riesgo de “pasarse de la raya”.
se tratará de un bienestar indefinido, porque Dado que siempre se pueden dedicar más
no hay una sola manera de que el hombre medios a este fin, la consecución del prudente
asuma como suyas las circunstancias mate- “término medio” adquiere una gran impor-
riales. tancia, como definitoria de la moralidad del
consumo.
La función de utilidad o bienestar que el
economista afirma que el consumidor
maximiza puede interpretarse, pues, como una ORDENACION DE NECESIDADES, BIEN
aproximación a esa tendencia al bienestar, y es PROPIO Y BIEN DE LOS DEMAS
compatible, en todo caso, con él 12 -aunque la
idea de maximizar una función de utilidad El consumidor se encuentra, pues, ante un
necesite una revisión 13. El fin de la actividad conjunto potencialmente infinito de necesi-

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dades, materiales y espirituales, egoístas y 8


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vamente a las necesidades que le van sur-
altruístas, propias y ajenas. La selección del giendo, a las oportunidades que se le pre-
conjunto de necesidades a las que va a satis- sentan y a las restricciones económicas que
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facer, y del modo como va a llevarlo a cabo, va condicionan su conducta, de hecho nos encon-
a tener efectos importantes para la conse- tramos con un ejercicio de los apetitos, de la
cución de su fin como persona. Y la resultante razón y de la voluntad, moderado por la virtud
social de esas conductas individuales va a tener de la prudencia, en la elección de las necesi-
efectos también muy importantes para la dades que en cada caso ocuparán su atención.
sociedad en su conjunto. Si, p. ej., otorga tal De este modo podrá construir su persona-
prioridad a las necesidades materiales que des- lidad, desarrollarse como persona, ejercer sus
cuida las espirituales, se embrutecerá, perderá deberes sociales, ayudar a los demás,...: en
la sensibilidad por los valores del espíritu, y suma, alcanzar su fin, de acuerdo con las reglas
acabará poniendo en peligro la consecución de de la ética. Y cuando aumenten sus recursos,
su fin. Si sólo se preocupa de las necesidades podrá atender cada vez más a sus propias
propias, renunciando a cooperar en la satis- necesidades espirituales, porque las materiales
facción de las de los demás, convertirá su vida llegarán pronto a un nivel de saciedad (o de
en un ejercicio de egoísmo, y también acabará utilidad marginal muy baja). Y podrá atender
fracasando como hombre. cada vez más a necesidades ajenas, porque el
¿Qué necesidades ha de atender, pues, una universo que se le abre en este campo será
persona? Un conjunto equilibrado de necesi- cada vez mayor, y crecerá en sentido de res-
dades de todo orden, no sólo propias, sino ponsabilidad.
también ajenas, y no sólo de sus allegados, Cómo deberá atender a las necesidades
sino también de personas lejanas. De acuerdo ajenas es otra cosa. El regalo, el compartir la
con las exigencias de su naturaleza y de su fin, mesa o las cosas de uso personal con los
habrá necesidades fisiológicas que reclamarán parientes y amigos, son formas elementales de
preferentemente su atención, y otras de orden esa atención (y forman parte del consumo). La
superior, a las que su razón otorgará impor- limosna es otra, y también lo son el pago de los
tancia y urgencia. Y aunque el economista impuestos justos, el ejercicio de los deberes de
parece considerar que el sujeto reacciona pasi- ciudadanía y otras formas de solidaridad.

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Pero también lo es el ahorro, es decir, el éste tiene alguna motivación que le lleva a 9
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separar recursos del consumo para dedicarlos, consumir para aumentar su bienestar. Por eso
directa o indirectamente, a la inversión, a la el economista se limita a postular que el
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generación de nueva renta y riqueza, puestos agente tiene algún tipo de gusto o preferencia
de trabajo y oportunidades para otros. Y es por ese bien 18.
probable que, en las economías modernas, la Hemos pasado, pues, de la búsqueda inde-
forma principal de solidaridad se ejercite de finida del bienestar a su concreción en un con-
este modo 16. junto de preferencias del sujeto, manifestadas
en cada situación, y con arreglo a las cuales
LAS DECISIONES DE CONSUMO toma sus decisiones de consumo. Suponemos
también que el agente es capaz de ordenar
La decisión de consumir se toma atendiendo esas preferencias de acuerdo con sus criterios
a las motivaciones del consumidor, a la contri- personales (con independencia de criterios
bución que espera que esa decisión haga a su objetivos externos), que las preferencias se
bienestar, y a unas restricciones externas a su refieren a la contribución de su consumo a su
conducta. bienestar, y que siempre es preferible tener
Las motivaciones pueden ser muy variadas: más de algo que proporciona bienestar (un
p. ej., el consumo de alimentos puede llevarse bien, en sentido económico) que tener menos
a cabo para satisfacer una necesidad, para dis- (si esto no se cumple, estaremos ante un
frutar de un placer sensible o de un rato de disbién) 19.
compañía agradable, para cumplir con una El último escalón en la cadena explicativa de
obligación social, para trabajar, para mostrar la economía viene dado por el concepto de uti-
el refinamiento del gusto personal o hacer un lidad: se supone que el agente es capaz de
alarde de medios económicos, o por muchos valorar la contribución a su bienestar debida a
otros motivos -y por cualquier combinación de cada unidad de bien o servicio consumido,
ellos. Para la economía, las motivaciones con- mediante un índice de utilidad. Esto permite
cretas no son relevantes, en principio 17: sim- convertir el problema de decisión de consumo
plemente, el consumo aparece en la función en un problema lógico de elección entre alter-
de utilidad de un sujeto porque se supone que nativas, de acuerdo con la contribución de

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cada una de ellas a dicho índice. En la realidad, el conjunto de aquellos recursos y demás 10
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no hace falta que el sujeto maximice ese índice variables relevantes.


(basta, simple-mente, que disponga de un cri-
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terio de valoración de las alternativas en tér- El problema moral del consumo radica, a su
minos de sus preferencias), ni mucho menos vez, en el fin y en los medios: en la selección de
que esa utilidad sea mensurable 20, ni las necesidades que el hombre se propone
satisfacer, en las motivaciones que le mueven a
que tenga un contenido hedonista 21.
esa satisfacción, y en la licitud de los medios
Las restricciones al consumo vienen dadas, utilizado 24.
en la teoría convencional, por ciertas variables
económicas. En primer lugar, por los recursos En todo caso, la tendencia al bienestar antes
de que dispone el sujeto: su renta o riqueza, mencionada tiene un componente ético, pero
en sentido amplio, incluyendo la posibilidad no debe interpretarse en términos de per-
de disponer de crédito, vender su patrimonio, fección ética de la persona, sino de dominio de
etc. 22 En segundo lugar, por el precio o la dis- la naturaleza. Por ello, la perfección moral
ponibilidad de otros bienes, tanto complemen- puede darse con altos o con bajos niveles de
tarios (el encarecimiento de la gasolina o de bienestar.
los aparcamientos tiene efectos negativos
sobre el uso de los automóviles privados) como
sustitutivos (el abaratamiento y la mejora en la CONSUMO Y AHORRO
calidad de los servicios públicos de transporte
reducen el uso del automóvil privado). La parte de la renta disponible no dedicada
al consumo es, por definición, el ahorro. La
El problema económico planteado por el
decisión de ahorrar consiste en demorar el
consumo se enuncia, a partir de lo anterior, de
la siguiente manera: cómo se deben utilizar los consumo presente con objeto de aumentar la
recursos (escasos)23 a los que tiene acceso un riqueza a fin de disponer en el futuro de más
sujeto (individuo o familia) de acuerdo con sus recursos para el consumo (o para dejar
preferencias, de manera que le proporcionen herencia, o para invertir en una vivienda, etc.).
la máxima utilidad -la mejor aportación a su El ahorro se materializa en un aumento del
bienestar-, sujeta a la restricción impuesta por valor de la riqueza neta del sujeto.

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El que consume más de lo que ingresa está poder dedicarlos a la inversión. Y ésta es uno 11
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desahorrando. Esto lo puede hacer bien redu- de los factores clave del crecimiento eco-
ciendo su riqueza física o financiera (ven- nómico de un país (incluyendo la inversión en
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diendo los candelabros de plata que heredó de capital humano, en tecnología y en inno-
su abuela), bien incurriendo en deudas (las vación).
letras firmadas para la compra de un vídeo o el Por tanto, en una economía dinámica las
simple aplazamiento del pago al tendero de la familias tienen un incentivo a consumir,
esquina). porque de este modo satisfacen sus necesi-
Desde el punto de vista económico se ha sos- dades y elevan su bienestar, y tienen también
tenido que el consumo es necesario para un incentivo a ahorrar, porque de este modo
“mantener en marcha” el sistema económico. crece (y se hace más seguro) su nivel de
Teniendo en cuenta que la mayor parte de la ingresos futuro y, por tanto, la expectativa de
renta se dedica al consumo, y que la mayor satisfacción de necesidades y de mejora de su
parte de la producción final de bienes y ser- bienestar futuro.
vicios está materializada en bienes destinados Desde el punto de vista ético, el consumo es
a ese fin, mantener un consumo elevado es algo bueno en sí, como ya se ha explicado. Y
necesario para que la producción y el empleo también lo es el ahorro, en cuanto que propor-
no se reduzcan. Esto lleva a la conocida tesis de ciona otros bienes para el hombre, tanto en el
que ahorrar puede ser desaconsejable, desde plano económico individual (rentas futuras y
el punto de vista económico 25. seguridad ante coyunturas adversas, principal-
Pero el argumento no es válido más que en mente) como en el moral (el ejercicio de vir-
el corto plazo, y bajo supuestos restrictivos. Un tudes como la frugalidad, la previsión y la pru-
aumento del ahorro en una economía sin dencia) y en el social (la contribución a la
incentivos para la inversión es, efectivamente, inversión y, por tanto, al crecimiento eco-
una pérdida de demanda, y lleva a una nómico, a la creación de puestos de trabajo, al
reducción de la producción y el empleo. Pero progreso del país, etc.).
cuando hay buenas oportunidades de El ahorro es, pues, uno de los medios de que
inversión, el ahorró libera recursos de la pro- dispone el hombre para poner en práctica el
ducción actual de bienes de consumo, para principio del destino común de los bienes,

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poniendo a producir, en beneficio propio y de UN ELOGIO DEL CONSUMO 12


CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 37

los demás, los recursos sobre los cuales tiene


derecho, al tiempo que manifiesta su dominio Como hicimos notar antes, el consumo es un 32
sobre dichos bienes, de acuerdo con el plan de bien para el hombre porque satisface sus nece-
sidades, le ofrece el gusto de las cosas buenas
Dios (“creced y multiplicaos, llenad la tierra y de la vida, le permite realizarse y desarrollarse,
dominadla” , Gen. 1,28). Es, pues, una forma le abre nuevos horizontes, le lleva a compor-
de cooperar al bien común. tarse como ser social (mediante el intercambio
Pero el consumo es otro medio de mani- y la producción), le hace cooperar con los
festar ese mismo dominio y de ejercer otro demás, etc.: en una palabra, aumenta su bie-
nestar y lo humaniza.
derecho, respondiendo también a unos
deberes morales, como atender a las necesi- También el crecimiento del consumo en las
dades de la propia familia (y de otras per- sociedades avanzadas es bueno, porque ha
permitido la mejora del nivel de vida de vastos
sonas), mejorar el nivel de vida, contribuir a la
estratos de la población, su desarrollo personal
producción y al empleo26, etc.: en una y social, la posibilidad de acceso a nuevos
palabra, contribuir al propio bienestar que, niveles de vida y de cultura, etc. Puede que
como dijimos, es un deber moral. haya maniqueos que, temerosos de los bienes
No hay lugar, pues, para una actitud materiales, recuerden con nostalgia las casas
frías sin más calefacción que un brasero, sin
maniquea, que aplauda el consumo y censure
agua caliente, con cocinas de leña o carbón, sin
el ahorro o viceversa, ni desde el punto de ascensor ni muchos de los adelantos modernos
vista económico ni desde el moral. Estamos que hacen la vida agradable y cómoda. Pero
ante dos realidades humanas buenas en sí, parece lógico admitir que el aumento del nivel
pero parciales, cuyo sentido último hay que de vida de la población ha sido un bien para la
juzgar, en el plano económico, de acuerdo con humanidad.
los objetivos últimos del sistema económico, y Claro que el consumo no es el único bien, ni
en el plano ético, de acuerdo con los criterios se presenta siempre limpio de posibles
morales que dirigen toda la vida humana. defectos. En lo que sigue, haremos algunos

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comentarios, desde el punto de vista eco- deduce que esa posibilidad se materialice 13
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nómico y ético, sobre el consumo y la sociedad siempre, ni que esa conducta sea preferible.
de consumo 27.
32
En primer lugar, si un país tiene un nivel de
vida todavía bajo, es lógico que mantenga una
LA PROPORCION DE RENTA DEDICADA elevada porción de renta dedicada al
AL CONSUMO Y AL AHORRO consumo, para beneficiarse ya ahora de sus
posibilidades económicas. En segundo lugar, si
La proporción del consumo privado respecto no hay proyectos de inversión eficientes, o si
de la renta familiar disponible es relativa- ve el futuro con incertidumbre elevada (p. ej.,
mente estable a largo plazo, aunque presenta por un riesgo de invasión extranjera o de
oscilaciones en el tiempo 28, representando guerra), no tiene demasiado objeto ahorrar. Y
casi un 90 por ciento, en los años ochenta, en tercero, si el gobierno penaliza el ahorro o la
España 29 (el 10 por ciento restante es el inversión con cargas fiscales excesivas, es
ahorro de las familias que, junto con el de las lógico que se dediquen más recursos al
empresas y del sector público, se destina a consumo. En suma, la proporción de renta
financiar la inversión). Esta relativa constancia dedicada al consumo y al ahorro dependerá de
de la proporción de renta dedicada al consumo incentivos económicos, pero también de la
(la propensión media al consumo) es común a cultura, la historia y los valores de la sociedad.
diversas sociedades en diversas épocas. Y no se puede afirmar que sea más eficiente o
más ética la sociedad que decide consumir más
Pero no todas las sociedades dedican la
(aunque tendrá, probablemente, un menor
misma porción de su renta al consumo:
crecimiento económico 31.
algunas, como lapón, Alemania, Holanda o
Italia, tienen una propensión al ahorro más Tampoco se puede afirmar que un ahorro
alta que otras como Estados Unidos o Gran familiar bajo equivalga a una despreocupación
Bretaña 30. Eso quiere decir que aquellas por el crecimiento o por el nivel de vida futuro:
sociedades menos gastadoras pueden tener lo relevante es el ahorro total de las familias,
mayores tasas de crecimiento del producto y, empresas y administraciones públicas (más el
por tanto, de creación de empleo y de mejora que pueda recibirse del resto del mundo, para
del nivel de vida futuro. Pero de esto no se financiar la inversión) 32. Y será la organi-

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zación institucional y legal la que determine lógico que sea así: si alguien gasta por encima 14
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qué porción del ahorro procede de cada una de sus posibilidades, otros agentes económicos
de esas fuentes 33. deben hacerlo por debajo, porque, en todo
32
Además, hay que tener en cuenta que hay caso, el conjunto del país no puede gastar más
de lo que produce 37.
formas de ahorro que no parecen serio34. Tal
es el caso de la seguridad social, en la que, en Cabe, sí, que algunas familias consuman la
lugar de dejar que cada familia organice su totalidad de su renta, e incluso vivan por
previsión del futuro como desee, el Estado encima de sus posibilidades, sea reduciendo su
retiene una parte de sus rentas (mediante patrimonio, sea endeudándose. Pero ésta no
impuestos o cotizaciones sociales) y se com- tiene por qué ser una conducta censurable
promete a pagar unas contra prestaciones en desde el punto de vista económico y ético.
caso de desempleo, jubilación, enfermedad, En efecto, es lógico que una familia joven,
viudedad, orfandad, etc. Es, pues, un ahorro que inicia su andadura en la vida, se endeude
forzoso, que cumple la misma función que el para montar el piso y quizás un pequeño
ahorro familiar voluntario 35. negocio, tener sus primeros hijos y educarlos,
Finalmente, tampoco desde el punto de etc., contando con al disponibilidad de crédito
vista moral se puede afirmar que sea preferible al consumo y con que las rentas futuras espe-
una tasa de ahorro más elevada, como ya radas le permitirán pagar los intereses y
hicimos notar 36. devolver los créditos 38.
Otro caso típico puede ser el de la familia
que atraviesa una situación transitoria, pre-
“ESTIRAR EL BRAZO MAS QUE LA vista o no, de rentas bajas (p.ej., porque un
MANGA”: EXCESO DE CONSUMO Y miembro de la misma pierde su empleo) o de
CREDITO gastos elevados (p. ej., por una enfermedad, la
boda de un hijo, etc.). Si su nivel de riqueza
¿Vivimos por encima de nuestras posibili- acumulada lo permite, o si espera recuperar
dades? Como sociedad, no, puesto que más adelante su nivel normal de ingresos, el
nuestras familias consumen menos del cien por deseo de mantener su nivel de consumo
cien de sus rentas, como ya hemos visto. Y es mediante el endeudamiento (o la realización

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de parte de su riqueza) no parece censurable, 15


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crecientes estaremos atendiendo a necesi-
como actitud económica y moral 39. Un tercer dades cada vez menos urgentes. ¿Tiene un
caso puede ser el de la familia en la tercera límite este proceso, en el plano ético (ya que
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edad que utiliza sus activos acumulados (en un no parece tenerlo en el plano económico)?
fondo de pensiones o por otro medios) para
mantener su nivel de consumo. De nuevo es
lógico hacerlo así, porque precisamente para EL CONSUMO INNECESARIO
eso acumuló un patrimonio 40.
Hemos dicho antes que el consumo se
Todo lo anterior nos lleva a concluir que el ordena al bienestar del hombre, y que las posi-
endeudamiento o la realización del patri- bilidades de concreción de ese bienestar son
monio para financiar el consumo (o la compra indefinidas e ¡limitadas. Por tanto, parece
de una vivienda, que es inversión) son lógico concluir que, tarde o temprano, el
opciones normales, que el moderno desarrollo consumo recaerá en necesidades “innece-
de los mercados de capitales ha puesto al sarias” (es decir, aquéllas cuya contribución al
alcance de muchas más personas. No deben bienestar del sujeto sea muy baja, en términos
juzgarse críticamente, ni económica ni moral- de utilidad marginal). Estaremos entonces
mente, siempre que se actúe con prudencia. ante la compra de bienes o servicios de lujo 41:
En este orden de cosas, las tarjetas de perfumes, joyas, bebidas sofisticadas, automó-
crédito y las compras a plazos permiten ade- viles de gran cilindrada, viajes a países exó-
lantar las compras, pero no incrementar el ticos,…
volumen total de consumo, pues en algún No resulta fácil dar un criterio sobre esto. Lo
momento hay que devolver las deudas con- que para una persona es un lujo puede no
traídas (lo que es una forma de ahorro). serlo para otra (la lectura, p.ej., o el uso de un
Aunque en términos relativos la porción de coche cómodo y potente para viajes largos). El
renta que consumimos no es creciente, sí lo es uso de un perfume puede estar ligado a cues-
en términos absolutos, precisamente porque tiones de afecto, no de ostentación 42. Y no
aumenta la renta disponible. ¿Está justificado puede decirse que sea un despilfarro regalar a
ese crecimiento (indefinido) del consumo? Por un mendigo un pastel en lugar de unos kilos
otro lado, con niveles absolutos de consumo de garbanzos, porque también los más pobres

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ANTONIO ARGANDOÑA LA ETICA DE LA SOCIEDAD DE CONSUMO

tienen derecho a disfrutar de las cosas buenas que llevamos dicho, necesita alguna mati- 16
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 37

de la vida. Las joyas, a su vez, tienen también zación.


un contenido estético, y son una forma de
32
En primer lugar, las necesidades no se crean:
colocar la riqueza (ahorro). ya existen, al menos en términos genéricos. Lo
Probablemente lo más adecuado es recordar que sí se crean son los medios concretos para
el criterio dado más arriba: cada persona debe satisfacerlas, que las pueden convertir en más
plantearse una gama ponderada de necesi- próximas o urgentes.
dades, materiales y espirituales, propias,y Segundo, se puede discutir la existencia de
ajenas, que satisfacer. Cuanto más estén satis- necesidades “naturales”, contrapuestas a las
fechas las necesidades materiales, más debe “artificiales”, si tenemos en cuenta que
prestar atención a las espirituales, y cuanto algunas tan “artificiales” como las de con-
más estén satisfechas sus necesidades perso- tenido cultural fluyen de la misma naturaleza
nales, más atención debe prestar a las de sus del hombre.
allegados, y cuanto más atendidas estén éstas,
Tercero, las necesidades pueden cambiar de
más debe ocuparse de las de aquéllos que le
importancia para el sujeto en función de con-
son distantes 43. Ello sin excluir el que, ante un
dicionantes externos, como la consideración
caso de necesidad patente y grave de otra social o la publicidad. De ahí que uno pueda
persona, uno deba renunciar a necesidades verse impelido a tener un coche más grande, o
menos graves, propias o de los suyos, a fin de a cambiar de modelo con más frecuencia, o a
atenderla 44. tener un coche con más complementos, etc. En
este caso, lo que ocurre es que el bien en
LA CREACION DE NECESIDADES cuestión reúne atributos propios de varias
necesidades: capacidad de transporte, pres-
“INNECESARIAS” tigio, comodidad, etc.
Nuestra sociedad -dicen- se caracteriza por Es difícil, de nuevo, valorar todo esto desde
la creación de necesidades “innecesarias” o el punto de vista moral. El gusto por la lectura,
“artificiales”. Este es uno de los argumentos que no consideramos una necesidad artificial y
tradicionales contra la publicidad. Pero, por lo censurable, se crea por la adicción y por la

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presión del ambiente. ¿Por qué hemos de con- esos servicios los que, propiamente, deben 17
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 37

siderar de otro modo el gusto por, las bebidas contarse como consumo. Un televisor, p. ej.,
carbónicas o por los viajes? proporciona entretenimiento, cultura, infor-
32
La respuesta la hemos de buscar, como mación, etc.; si no lo tuviésemos, recurriríamos
seguramente a servicios alternativos: iríamos a
antes, en la gama de necesidades, materiales y
conciertos, al cine o al teatro, leeríamos los
espirituales, propias y ajenas, que un sujeto
periódicos, etc. Por tanto, un televisor se
pone ante sí, y en los medios a que recurre
valora por el flujo actualizado de servicios que
para satisfacerlas. La búsqueda del bienestar
proporciona (o por el coste en que habría que
tiene un límite cuando las nuevas necesidades
incurrir para sustituir esos servicios por otros
que satisfacemos no contribuyen positiva- similares) 45.
mente a nuestra humanización, porque nos
llevan a comportamientos egoístas o a la Nuestros hogares se han ido llenando de
excesiva atención a necesidades de orden bienes duraderos, antes desconocidos. ¿Son
inferior (materiales) en detrimento de las necesarios, o forman parte de los que antes lla-
superiores (espirituales) , que son las que más mábamos de lujo?
contribuyen a aquella perfección. Y nótese el El creciente volumen de bienes duraderos es
énfasis puesto en la excesiva atención a ciertas un fenómeno económico normal. Son exce-
necesidades, porque es esa polarización lo que lentes sustitutivos de servicios que, de otro
hace inmoral la conducta -lo mismo que la modo, se comprarían fuera; ofrecen una
atención egoísta a las necesidades propias, en mayor gama de posibilidades; son un medio
detrimento de los deberes para con los demás. para colocar la riqueza; permiten el acceso a
adelantos tecnológicos que antes no eran dis-
ponibles, etc.: obedecen, en definitiva, a las
LOS BIENES DURADEROS DE CONSUMO mismas causas que están detrás del creci-
Los bienes duraderos -aquéllos cuya vida útil miento de la producción y del consumo.
no se agota en un solo uso o en un número Además, en muchos casos, los bienes dura-
pequeño de usos- pertenecen más a la cate- deros sustituyen al trabajo humano -como
goría del ahorro que del consumo. Se resulta patente en gran número de electrodo-
adquieren para disfrutar de sus servicios, y son mésticos y otros bienes similares 46. En este

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sentido, esos bienes ocupan un lugar impor- Finalmente, los duraderos “innecesarios” 18
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 37

tante en la mejora del nivel de vida de la merecen la misma consideración moral que
antes se ha discutido a propósito de las necesi-
32
población, porque el trabajo es el recurso
escaso por excelencia 47, el más caro 48. Y su dades “innecesarias” 49.
sustitución es una contribución positiva a la
eficiencia económica. LOS CAMBIOS EN LA COMPOSICION
Los problemas éticos derivados de los bienes DEL CONSUMO
duraderos de consumo no son diferentes de los
antes citados. En principio, su utilización Este es otro motivo de atención desde el
merece una valoración positiva, como contri- punto de vista ético: el cambio en la compo-
bución al bienestar humano. Del mismo modo sición del consumo, del que los bienes dura-
que hay consumos inmorales, como la prosti- deros son un caso particular 50.
tución o las drogas, puede haber servicios Ese cambio es lógico, y se explica, desde el
inmorales de bienes de consumo duraderos, punto de vista económico, mediante varios
como la pornografía en los televisores, o la argumentos.
pérdida de tiempo y la adicción en los video-
En primer lugar, como ya señalamos,
juegos. Son, pues, bienes que admiten un uso algunas necesidades son atendidas con prio-
correcto y otro incorrecto, y es el uso lo que ridad y se cubren rápidamente: tal es el caso de
merece el calificativo moral. la alimentación. Por tanto, su peso en el
Los bienes duraderos que ahorran trabajo consumo global tiende a reducirse, para dejar
presentan nuevos problemas morales. Así, si el paso a bienes que satisfacen otras necesidades.
trabajo es un bien del hombre, la sustitución Segundo, el aumento del nivel de ingresos
de parte de ese trabajo por máquinas puede permite el acceso a bienes de mayor calidad o
ser un retroceso moral, si el tiempo que liberan mejores servicios 51. Típicamente, unos
se dedica a actividades que no sean otro bien ingresos mayores se traducen en el consumo
verdadero para el hombre. Pero nada hay en de alimentos superiores, como la carne y el
los electrodomésticos que merezca una pescado frente a las patatas y los garbanzos,
censura moral por esa razón. así como en la disponibilidad de bienes dura-

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deros, en el mayor peso de los gastos de LA SOCIEDAD DE LOS DESECHOS 19


CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 37

cultura, esparcimiento y viajes, etc.


Cuando Juan Pablo II caracteriza nuestra 32
El cambio en los precios relativos contribuye sociedad de consumo, lo hace en términos de
también al cambio en los patrones de los “desechos” o “basuras”: “Un objeto
consumo. Los coches, los ordenadores y los poseído y ya superado por otro más perfecto,
electrodomésticos se han abaratado, que- es descartado simplemente, sin tener en
dando al alcance de rentas que antes no lle- cuenta su posible valor permanente para uno
gaban a poder adquirirlos. La técnica del con- mismo o para otro ser humano más pobre” 52.
Hay en esta crítica varias dimensiones a consi-
gelado, los cultivos marinos, la agricultura de derar.
invernadero, los piensos compuestos, etc., han
abaratado también muchos alimentos, hacién- El elevado volumen de basuras y desechos
puede ser la consecuencia directa de un mayor
dolos asequibles a rentas inferiores. Detrás de volumen de consumo o del mismo crecimiento
estos cambios se encuentra el progreso tecno- de la población -aunque un análisis más deta-
lógico, la ampliación de los flujos de comercio llado del tema nos muestra que el volumen de
mundial, la reducción de trabas a la libre circu- desechos per capita ha aumentado considera-
lación de mercancías y servicios, etc. Y, corno blemente en los últimos años. También puede
señalamos antes, la proliferación de bienes deberse al cambio en la composición del
duraderos, precocinados, congeladores, etc., y consumo y en las características de los bienes
consumidos: p.ej., cada vez se presta más
el uso de servicios de restauración externos al
atención al embalaje o envase 53.
hogar, etc., son un reflejo del mayor coste de
la mano de obra. Pero, sobre todo, es posible detectar una
sociedad que cada vez cuida menos de con-
El problema moral en todos casos no es dife- servar las cosas: que gasta innecesariamente, y
rente del señalado antes: esos bienes que apa- que desecha con facilidad.
recen ahora en el consumo de un número El desecho fácil -”usar y tirar”- se comple-
mayor de familias, ¿contribuyen efectivamente menta con otro hecho de nuestra sociedad: el
a su humanización? menor recurso a la reparación. La causa última

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de esto es, de nuevo, económica: dado que la sea barato sustituirla por otra. Y hacer que los 20
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 37

mano de obra es escasa y cara, no resulta ren- hijos menores aprovechen ropa o libros de los
table reparar un electrodoméstico estropeado, mayores puede tener un excelente contenido
32
o es preferible cambiar todo el motor de un formativo, aunque económicamente no sea
coche en vez de reparar una sola pieza. rentable. En definitiva, la economía y la efi-
Pero es esto lo que parece censurar el Papa. ciencia no son el criterio último para el
¿Por qué? ¿No son de aplicación en estos casos hombre.
los criterios económicos? Por supuesto que sí. Pero, en todo caso, no hay que culpar de ello
Pero Juan Pablo II nos está recordando otros a la tecnología de “usar y tirar”, sino a los
criterios superiores, que hay que tener en valores humanos de los consumidores (o mejor,
cuenta en estos casos. a su falta). Y si es verdad que aquella tecno-
El primero, el “posible valor permanente (de logía facilita el deterioro de los valores, poco
la cosa) para uno mismo”. P. ej., se repara un arreglaríamos prohibiéndola o sujetándola a
reloj anti-guo, recuerdo de familia, con gran fuertes impuestos.
valor sentimental, aunque sea más barato sus- El otro argumento dado por Juan Pablo II es
tituirlo por otro nuevo. Pero el Papa está pen- el valor de un bien “para otro ser humano más
sando probablemente en otros valores supe- pobre”. Es inadmisible, en efecto, que se des-
riores. Por ejemplo, la mentalidad de “usar y truyan alimentos en el mundo occidental, o se
tirar” lleva consigo la falta de cuidado de las desechen utensilios o máquinas aún en buen
cosas, que dejan de ser instrumentos dados por uso, cuando otras personas de menores
Dios para el servicio del hombre, para ser recursos podrían beneficiarse de ellas.
meros esclavos de nuestro capricho o como- De nuevo no es la técnica o la economía la
didad. Por ello, puede ser conveniente reparar culpable, sino los valores personales y sociales.
una cosa estropeada, aunque sea más caro que Y no hay.que olvidar las dificultades y pro-
sustituirla por otra nueva, simplemente para blemas que se plantean. No basta recoger
recordarnos la importancia del cuidado de las máquinas de afeitar deterioradas: hay que
cosas materiales. Del mismo modo que puede enviarlas a países en vías de desarrollo,
ser conveniente llevar una ropa ya pasada de mediante medios de transporte caros, y hay
moda pero aún en buen uso, a pesar de que que proporcionarles la tecnología necesaria

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para arreglarlas (incluyendo las piezas de Esta visión puede ser correcta. Pero no 21
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 37

recambio, que ellos no están en condiciones de echemos por ello la culpa al microondas o al
producir). Y hay que evitar que con ello se lavavajillas. Si la gente trabaja más es porque
32
haga una competencia desleal a las industrias es muy rentable: los altos salarios lo hacen
locales, desanimándolas a producir. Como atractivo (el trabajo, ya lo dijimos, es el bien
también hay que evitar que se fomente la escaso por excelencia). Es verdad que, si se con-
mentalidad de vivir de las donaciones de los formasen con menores niveles de consumo
países adelantados, en vez del trabajo y el podrían vivir de otra manera. Pero esto no
esfuerzo propio. arreglaría el problema, porque, si las mujeres
Vivimos en una sociedad de] desperdicio y casadas no trabajasen, los niveles de salarios
del “usar y tirar”. Hay razones económicas serían aún más altos y el incentivo a trabajar
para ello. Pero hay también problemas fuera sería aún mayor.
morales ~incluyendo el deterioro ecológico También es verdad que, si las mujeres
que probablemente lleva consigo. La culpa no casadas no tuviesen una ocupación remu-
es de la economía ni de la técnica, sino del nerada fuera del hogar, podrían dedicar
hombre. Y las soluciones que se busquen no muchas más horas a la familia. Pero entonces
deben olvidar ni la economía ni la técnica. no tendrían ingresos para comprar el lavava-
jillas y el congelador, lavarían la ropa a mano y
tendrían que acudir cada día al mercado par
EL CONSUMO, ¿PARA QUÉ? hacer la compra. Cambiar de régimen de vida
A esa imagen de una sociedad actual despil- supondría también perder nivel de vida 55. Y
farradora y llena de desechos se superpone los electrodomésticos ya están ahí, de modo
otra: la de que vivimos para trabajar, para que el número de horas necesarias para el
ganar más; que los bienes duraderos de trabajo del hogar se ha reducido ya, velis nolis.
consumo parecen tener como único objeto En resumen, es éste un problema complejo,
facilitar el trabajo fuera del hogar; que ese que no se arreglaría con soluciones simplistas,
trabajo hace falta para pagar todos aquellos como gravar los electrodomésticos con
bienes (y un consumo elevado), y que no impuestos extraordinarios. La causa última del
queda lugar ni tiempo para los hijos 54. problema moral hay que buscarla, una vez

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más, en el deterioro ético de la sociedad, no en mismo tiempo una radical insatisfacción, 22


CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 37

los altos salarios, ni en el aumento de las porque se comprende rápidamente que -si no
comodidades. se está prevenido contra la inundación de
32
mensajes publicitarios y la oferta incesante y
tentadora de productos-, cuanto más se posee
CONCLUSION: LAS CAUSAS ULTIMAS DE más se desea, mien-tras las aspiraciones más
NUESTROS MALES profundas quedan sin satisfacer, y quizás
incluso sofocadas” 56.
Nuestro análisis interdisciplinar, económico
y ético, nos ha llevado, una y otra vez, a las Ya hemos completado, pues, nuestro argu-
causas últimas de nuestros males: el deterioro mento: es bueno para el hombre tener bienes
de los valores morales. El mismo concepto de y consumirlos, porque con ello contribuye a su
sociedad de consumo sugiere que hay una bienestar, y éste es un deber moral, porque
mentalidad colectiva en las sociedades occi- permite que se humanice y que cumpla su fin.
dentales avanzadas, que absolutiza el Pero cuando el hombre deja de buscar el bie-
consumo como bien del hombre. nestar y busca sólo el placer, equivoca su
camino y se aleja de su humanización y de su
Se considera, en efecto, la producción,
felicidad. Cae así en un “materialismo craso” y
tenencia, uso y consumo de bienes como un
en una “insatisfacción radical”, que pretende
valor central de nuestra sociedad. No hay
satisfacer con más bienes, engañándose,
razón objetiva para ello -de hecho, no fue así
porque su sed no es de bienes o de pla-ceres,
en épocas pasadas-, sino sólo un cambio en la
sino de humanidad y de trascendencia, y eso
escala de valores, que concede más impor-
nunca se lo podrán dar los bienes. Por eso
tancia al “tener” y al “consumir” que al “ser” -
señala Juan Pablo II que “‘tener’objetos y
o, si se prefiere, al “gozar” que al “ser”,
porque, como señala Juan Pablo II, esta bienes no perfecciona de por sí al sujeto, si no
“excesiva disponibilidad de toda clase de contribuye a la maduración y enriquecimiento
bienes materiales (...) fácilmente hace al de su ‘ser’, es decir, a la realización de la
hombre esclavo de la posesión y del goce vocación humana como tal” 57.
inmediato”, cuyos efectos son “en primer Así definido el problema, tiene aún otra
término, una forma de materialismo craso, y al dimensión: la social. Las enormes desigual-

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dades en el consumo, entre los niveles de vida en tal sentido, sí podría calificarse de 23
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 37

de personas y sociedades distintas, entre el estructura de pecado.


32
despilfarro y la ostentación de unos y la Hemos afirmado que la deshumanización
miseria de otros, así como la sociedad de los del hombre -la búsqueda del bienestar,
desechos y del “usar y tirar”, señalan que los legítima, se convierte en una trampa- y el
bienes no están al servicio de todos los egoísmo son las causas últimas del problema.
hombres, como Dios dispuso al principio. “Una Los remedios habrá que buscarlos en el mismo
de las mayores injusticias del mundo contem- orden de cosas: en la conversión de las mentes
poráneo consiste precisamente en esto: en que y de los corazones, en la vuelta a los criterios
son relativamente pocos los que poseen morales, en la revisión de los modelos cultu-
mucho, y muchos los que no poseen casi nada. rales. La economía puede ayudar: nos ha
Es la injusticia de la mala distribución de los ayudado, de hecho, a arrojar luz sobre los
bienes y servicios, destinados originariamente fenómenos que hemos estudiado. Pero son la
a todos”’ 58. moral y la religión las que, a través del rearme
ético del hombre y de la sociedad, pondrán al
A la vista de todo lo anterior, ¿se puede consumo en el lugar que le corresponde en la
afirmar que la sociedad de consumo es una escala de los bienes humanos en el sentido que
estructura de pecado, 59? Sí, al menos en un Juan Pablo II da al término 60.
sentido parcial, referido no a los fenómenos
antes considerados -diversidad de necesidades
satisfechas, proliferación de bienes de NOTA BIOGRAFICA
consumo duradero, progreso tecnológico, etc.- Antonio Argandoña Rámiz Doctor en
, sino a la mentalidad colectiva que lleva a la Ciencias Económicas y Empresariales por la
exaltación del consumo como valor supremo, a Universidad de Barcelona, Catedrático de Fun-
la deshumanización del hombre en el damentos del Análisis Económico. Es Secretario
consumo, al desprecio de las necesidades de General y profesor del IESE y de la Facultad de
los demás, etc. No es, pues, una estructura Ciencias Económicas y Empresariales de la Uni-
externa al hombre, sino interna a él, la que versidad de Navarra. Miembro del Executive
dificulta una conducta ética en el consumo -y, Committee de EBEN y Co-fundador y Secre-

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ANTONIO ARGANDOÑA LA ETICA DE LA SOCIEDAD DE CONSUMO

tario General de EBEN-España, entre sus ficas: libros, artículos, documentos de investi- 24
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 37

muchas actividades profesionales no universi- gación centrados en temas económicos, éticos


tarias. Tiene numerosas publicaciones cientí- y de negocios.
32

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1. El Diccionario de la Real Academia de la mera condición de animal; las necesidades 25


CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 37

Lengua dice que consumir es “utilizar alguien fisiológicas tienen siempre un componente
comestibles u otros géneros para su sustento”. espiritual -cuando menos, por la obligación
32
El concepto económico va más allá del moral de satisfacerlas-; no está claro qué es
consumo para el sustento, e incluye también una necesidad creada en un ser cuya capacidad
los servicios. Un filósofo lo define como “el (natural) de necesidades es infinita; la nece-
acto por el que el hombre se hace inmediata- sidad más urgente es la todavía no satisfecha,
mente receptor de la utilidad que para él tiene sea de un tipo o de otro; etc.
algún bien material” (A. Millán Puelles, Eco-
nomía y libertad. Madrid: Confederación 5. Una interesante excepción a la escasa
Española de Cajas de Ahorro, 1974, p. 341). relevancia para la economía del tratamiento
filosófico de las necesidades es el libro, citado
2. Algunos economistas (no necesariamente antes, de A. Millán Puelles, Economía y
marxistas) han presentado a veces el consumo libertad. Algunas de las ideas que aparecen
como una forma de producción: el manteni-
más abajo tienen que ver con las tesis de este
miento y desarrollo de la capacidad de trabajo
libro (principalmente con los cap. 1 y 8)
del hombre. No obstante, el consumo se toma,
habitualmente, como el término de la acti- 6. Y como esas necesidades implican, habi-
vidad económica -aunque vaya seguido de tualmente, el uso de recursos, se supone que la
nuevas etapas, porque la vida continúa. Sin capacidad de consumo carece de límite -
olvidar que probablemente todo acto de aunque a veces lo que crece es el consumo de
consumo exige alguna aportación de trabajo recursos orientado a satisfacer indirectamente
propio (y de tiempo). una necesidad: para ir al teatro no sólo hay
3. En todo caso, estos atributos cuentan en que dedicar tiempo y dinero a ello, sino
las decisiones de consumo: algunos prefieren también a cenar fuera, tomar un taxi, etc. (son
consumir artículos nacionales, y otros de consumos complementarios). En todo caso, la
importación, etc. ilimitación de las necesidades, como la del
consumo, no es una hipótesis capital en eco-
4. Estas clasificaciones suelen ser insatisfac-
torias: no hay necesidades meramente ani- nomía.
males en el hombre, que trasciende siempre su 7. Millán Puelles, op. cit., p. 18.

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8. Se trata, como veremos luego, de una 13. Una teoría más compleja de las motiva- 26
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 37

ordenación subjetiva y ad casum, no con cri- ciones humanas señalaría una jerarquía entre
ellas (no entre las necesidades) y unos procesos
32
terios objetivos y permanentes.
de aprendizaje y de interrelación, que compli-
9. Esta es una de las razones por las que la
carían el análisis, invalidándolo en algunos
satisfacción de las necesidades básicas es un puntos. Cfr.: J. A. Pérez López, La teoría de la
deber moral: porque, de otro modo, no se acción humana en las organizaciones. La
puede atender a otras actividades o necesi- acción personal. Madrid: Rialp, Colección
dades que permiten la maduración de la Empresa y Humanismo, 1991; A. Argandoña,
persona. “Mercado de trabajo. ¿supone alguna dife-
10. La solución de los trade-offs entre nece- rencia tratar con hombres?”, Actas del II Con-
sidades se facilita por el principio de la utilidad greso de Economía Regional de Castilla y León.
marginal decreciente: una nueva unidad de Valladolid: junta de Castilla y León, 1991; “La
bien consumido proporciona menos satis- estructura interna de la empresa en la visión
facción al sujeto que la unidad anterior (por de Coase”, presentado al curso La empresa,
ello, aunque nos guste mucho el helado, pre- entre el taylorismo y el humanismo técnico, El
Escorial, 6-10 julio 1992; “On human motiva-
ferimos tomar un café en lugar de la tercera
tions: A unifying perspective”, presentado al
copa de helado).
coloquio sobre Lo económico y la dinámica
11. Santo Tomás relaciona esta tendencia al global de la humanidad. Conversaciones de
bienestar con la búsqueda de la felicidad del Madrid, El Escorial, 11-13 octubre 1992.
hombre y con su vida en sociedad, ya que ésta. 14. Millán Puelles, op. cit., p. 337. l5. Cfr.
tiene por objeto facilitarle una vida digna (o Millán Puelles, op, cit., cap. 8. Esto supone ir un
sea, su bienestar). Cfr. In Ethicor., lib. 1, lect. 1, poco más allá de lo que afirma Juan Pablo II:
n. 4 (cit. por Millán Puelles, op. cit., p. 43). “La demanda de una existencia cualitativa-
12. El economista expresa, p. e¡., la ilimi- mente más satisfactoria y más rica es algo en sí
tación potencial del bienestar presentando la legítimo” (Centesimus annus, 36).
maximización de la función de utilidad como 16. Cfr. A. Argandoña, El sentido cristiano
un óptimo local, nunca absoluto. de los bienes económicos. Barcelona: Servicio

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de Documentación Montalegre, núm. 216, l9. Aunque el bienestar no consista en la 27


CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 37

noviembre 1988. acumulación de bienes, ni es sólo un estado


32
17. Pero esas motivaciones pueden tener subjetivo, sino “la autoexpresión del peculiar
consecuencias económicas. Así p. ej., el espíritu del hombre en su circunstancia
consumo suntuario puede dar lugar a una material” (Millán Puelles, op. cit., p. 314).
demanda de bienes que crece con el precio 20. De hecho, la teoría del consumo puede
(efecto snob); y el consumo conspicuo puede desarrollarse sin necesidad del concepto de
dar lugar a una demanda creciente de un bien utilidad.
cuando otros consumidores lo demandan
también (efecto vagón de cola). 21. Conviene subrayar que no hay por qué
atribuir a estos enunciados un contenido
18. El proceso de formación de esas prefe-
hedonista o utilitarista (aunque la economía
rencias, en que influyen la educación, el apren-
convencional se ha desarrollado bajo el para-
dizaje personal y social, la experimentación, la
publicidad, etc., es poco conocido por los eco- digma utilitarista).
nomistas. Generalmente se exige sólo que el 22. Otra cosa es cómo se defina esa renta: la
mapa de preferencias de un consumidor esté de un mes o año determinado, la disponible a
sometido a ciertos requisitos de racionalidad - lo largo de su vida, la personal o la familiar, la
que sea completo, consistente, transitivo, etc.-, esperada, etc., en poder adquisitivo real (des-
a fin de evitar paradojas que impedirían su contando, pues, impuestos e inflación), etc.
análisis lógico. A lo más se ha llegado a Habitualmente el economista supone que la
enunciar una cierta hipótesis de que los gustos renta relevante es la esperada para el conjunto
o preferencias cambian mediante la repetición de su vida o, cuando menos, para un largo
del propio consumo, es decir, por un proceso periodo de tiempo -lo que supone que el con-
de aprendizaje. Cfr. G.J. Stigler y G, Becker, “De sumidor es un agente previsor, de largo hori-
gustibus non est disputandum”, American Eco-
zonte temporal.
nomic Review, 67, marzo 1977. El paralelismo
de este proceso con la adquisición de virtudes 23. También hay un consumo de recursos
sugiere que estamos ante un fenómeno libres o no escasos, como el aire, pero no
conectado con la ética. plantean problemas económicos relevantes

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ANTONIO ARGANDOÑA LA ETICA DE LA SOCIEDAD DE CONSUMO

(salvo cuando se vuelven escasos: p. ej., por la bienes o servicios inmorales por su objeto, 28
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 37

contaminación). como drogas, pornografía o prostitución.


32
24. Objeto, fin y circunstancias, de acuerdo 28. En el periodo 1985-90 un conjunto de
con el criterio moral tradicional. Esto nos factores económicos indujo a las familias espa-
permite excluir, de entrada, la satisfacción de ñolas a aumentar la proporción de su consumo
necesidades mediante objetos intrínsecamente respecto de la renta: expectativas de ingresos
inmorales (drogas, prostitución, pornografía, futuros elevados (por reducción del desempleo
artículos o rentas robados, etc.). El fin hará y crecimiento de los salarios), aumento del
valor de los activos acumulados por las familias
referencia a la selección de necesidades y a las
(subida de la Bolsa y, sobre todo, revalori-
motivaciones, de que se habla en el texto. zación de las viviendas), obsolescencia y enve-
25. Es la llamada paradoja del ahorro: un jecimiento del parque de bienes duraderos de
país que intensifique su ahorro presente, en consumo (por su insuficiente reposición en los
lugar de aumentar su riqueza futura puede años anteriores), tratamiento fiscal contrario
encontrarse con una reducción de su renta. al ahorro, etc.
26. No es infrecuente oir que el consumo es 29. Cfr. A. Argandoña y J, A. García-Durán,
siempre deseable, porque permite mantener Macroeconomía española: hechos e ideas.
puestos de trabajo. Como argumento Madrid: McGraw-Hill Interamericana de
genérico, es válido. Pero puede tratarse de una España, 1992, cap. 3.
pobre excusa para conductas moralmente 30. En porcentaje del producto interior
poco rectas. Un efecto bueno -el empleo- no bruto (no de la renta familiar disponible, que
puede hacer buena una conducta que esté es la medida utilizada más arriba), el ahorro
viciada por otras razones: lujo, vanidad, osten- familiar bruto del lapón llegó al 40% en 1970,
tación, despilfarro, etc. Y, seguramente, hay y se ha mantenido a una tasa media superior
otros medios preferibles, económica y ética- al 30% en los años siguientes; el de Italia, Ale-
mania y Holanda estuvo por encima del 20%
mente, para mantener los puestos de trabajo.
en los años setenta y ochenta, mientras que los
27. Excluimos, por poco interesantes, de Gran Bretaña y Estados Unidos no llegaron
algunos casos obvios, como el consumo de al 20%.

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ANTONIO ARGANDOÑA LA ETICA DE LA SOCIEDAD DE CONSUMO

31. Ahorrar e invertir más supone mejorar la consumo privado, aunque, con mayor pro- 29
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 37

capacidad de crecimiento y, por tanto, el nivel piedad, se debería calificar de inversión en


de vida de las generaciones futuras. Pero éstas capital humano) o del Estado (y será un
32
se beneficiarán probablemente del progreso consumo público).
tecnológico mucho más que la generación 35. Aunque sus efectos económicos son dis-
actual. tintos. Cfr. A. Argandoña, “El sistema de Segu-
32. En definitiva, y haciendo una simplifi- ridad Social”, Información comercial Española,
cación, si las familias son propietarias de las 630-631, febrero-marzo 1986.
empresas, y si el gobierno trabaja para el bie- 36. La alternativa moral ahorro-consumo
nestar de las familias, éstas acomodarán su
dependerá de las circunstancias, P. ej., una
nivel de ahorro privado al que resulte de los
familia joven, con hijos pequeños y expecta-
tres agentes económicos, porque todos
tivas de renta altas deberá dedicar proporcio-
estarán a su servicio.
nalmente más recursos al consumo que otra
33. Por ejemplo, el tratamiento fiscal de la familia ya madura o en la tercera edad.
renta y del ahorro de las familias frente al de
37. salvo transitoriamente, contando con el
los beneficios empresariales (retenidos o
ahorro procedente del resto del mundo.
repartidos), la estructura y tamaño de las
familias, el crecimiento de la población, el 38. El principal problema ético que plantea
desarrollo del sistema financiero y los hábitos esa manera de comportarse es la posible
de financiación de las empresas, las tareas asig- imprudencia en la valoración de la propia
nadas a las administraciones públicas, etc. capacidad para hacer frente a las deudas en el
34. Como hay también formas de consumo futuro.
sustitutivas del consumo privado. Una sesión 39. Es razonable que se intente mantener
de cine es un servicio (privado) de consumo, estable el nivel de consumo, a pesar de las
pero también lo es la visita gratuita a un variaciones de los ingresos, del mismo modo
museo o a un parque público, cuyo manteni- que no parece lógico tener un día grandes
miento se integra en el presupuesto público. comilonas y pasar hambre al día siguiente (y
igualmente, el gasto en educación puede esto es compatible con variaciones estacio-
correr a cargo de la familia (y será un gasto de nales en el consumo: vacaciones de verano,

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Navidad y Semana Santa, consumo extra y anno, 50), así como la responsabilidad de 30
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 37

regalos en Navidad, etc.). todos los hombres respecto de] hambre en los
países en vías de desarrollo (Mater et magistra,
32
40. En algunas sociedades, la familia
desempeña tareas propias de una entidad ase- 158, 161-162), hasta negar el derecho a lo que
guradora. P. ej., cuando un miembro de la supera a la propia necesidad, cuando otros se
familia cae en desempleo o queda sin recursos, encuentran en una necesidad mayor (Popu-
pasa a vivir a costa de otros miembros. En tal lorum progressio, 23) y extender el deber de
caso, lo que se observa es un aumento del ayuda incluso con lo que uno necesita para sí
consumo de estos últimos. mismo (Sollicitudo rei socialis, 31).
41. Utilizamos aquí el concepto popular -e 45. Como en toda valoración económica,
impreciso- de bienes de lujo. Para el econo- hay que tener en cuenta también otros
mista, son bienes de lujo aquéllos cuya elasti- efectos: el televisor sustituye a otros servicios
cidad-renta es positiva, es decir, cuyo consumo (cine, p. ej.) produce economías y deseco-
crece proporcionalmente más que la renta. En nomías (ahorra tener que cenar fuera para ir al
este sentido, la gran mayoría de bienes ordi- teatro, puede repercutir negativamente en las
narios serían de lujo. horas de sueño y molestar a los vecinos), etc.
42. Cristo valoró muy positivamente el “des- 46. También sustituyen al trabajo humano
pilfarro” de aquella mujer que ungió sus pies muchos bienes no duraderos, como los platos
con un perfume de gran precio (Cfr: Mt. 26, 6- precocinados, o los servicios de restauración
13) (en este último caso se sustituye trabajo de
ama de casa por trabajo, probablemente más
43. Esto último responde al criterio de que
barato, de empleados de restaurante, además
la caridad debe ser ordenada.
de capital físico).
44. Desde antiguo la Doctrina Social cris-
47. Esta es la tesis central del libro de Julian
tiana ha recordado el deber de ayudar a los
demás con los bienes no necesarios para uno L. Simón, The Ultimate Resource (Princeton:
mismo, aunque sean convenientes para la dig- Princeton University Press, 1981).
nidad y el decoro propio (Rerum novarum, 16), 48. Puede parecer que el trabajo en el hogar
esto es, con las “rentas libres” (Quadragesimo es muy barato, porque no recibe compen-

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sación directa alguna. Pero el concepto eco- 51. Son los bienes que el economista califica 31
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 37

nómico de precio es más amplio que el de como de lujo, es decir, que tienen una elasti-
cidad-renta mayor que la unidad.
32
simple pago directo, e incluye el coste de opor-
tunidad -aquello a lo que se renuncia. En este 52. Sollicitudo rei socialis, 28 (subrayado
sentido, el trabajo en el hogar tiene costes de nuestro).
oportunidad muy altos: primero, porque los 53. Puede haber en ello algo de moda, de
salarios son muy altos fuera, y segundo, influjo publicitario, etc., pero también una
porque el trabajo en el hogar después de una razón de servicio: el envase individual facilita
jornada de trabajo fuera tiene también un la compra, aísla el producto de posibles fac-
coste muy alto, en términos de renuncia al ocio tores contaminantes, facilita su procesado y
(descanso, distracciones, cultura, deporte, transporte, etc.
etc.). 54. Ni para la atención a los ancianos, ni
49. El concepto de innecesario es, como para la preocupación por los demás, ni para el
antes, relativo. Un abrecartas eléctrico puede cultivo de valores superiores, ni para la partici-
ser un lujo para una persona que recibe sólo pación en actividades sociales desinteresadas o
tres cartas al año (aunque puede tener para en servicios gratuitos a los demás, ni para el
ella un gran contenido afectivo o estético, fomento de los valores religiosos, ni para la
p.ej.), pero no será superfluo en una oficina búsqueda de la belleza, la verdad y el bien,...
Cfr. Juan Pablo II, Discurso a empresarios y tra-
con un gran volumen de correo.
bajadores de Porto Marghera, 17 de junio de
50. He aquí un ejemplo, extraído de la 1985, n.3 (en D. Melé, ed., Empresa y economía
Encuesta de Presupuesto Familiares del Ins- al servicio del hombre. Mensajes de Juan Pablo
tituto Nacional de Estadística español II a los empresarios y directivos económicos.
(consumo per capita, en porcentaje del total): Pamplona: EUNSA, 1992, p. 182); Ibid., Cente-
1980-81 1990-91 Alimentos 35,89 29,82 Vestido simus annus, 36.
9,96 11,74 Vivienda 10,42 10,58 Menaje 8,56 55. La idea del salario para la mujer casada
6,72 Médicos 2,76 3,21 Transporte 14,96 14,91 que trabaja en el hogar pertenece al terreno
Cultura 7,49 7,47 Otros 9,96 15,55 de la utopía económica, al menos por ahora.

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56. Sollicitudo rei socialis, 28. 59. Ibid., 36. 32


CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 37

57. Ibid. 60. Sobre la labor educadora necesaria para 32


58. Ibid, (énfasis en el original), Cfr. también ese rearme, cfr. Centesimus annus, 36.
Octogesima adveniens, 9.

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