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Comisión Europea: Empleo, Asuntos Sociales e Igualdad de oportunidades

Diferencias de retribución entre hombres y mujeres


Las diferencias salariales entre hombres y mujeres designan la desigualdad
promedio que existe entre los ingresos por hora de hombres y mujeres en todos los
sectores de la economía. Por término medio, las mujeres de toda Europa ganan
alrededor de un 17.8% menos que los hombres, y en algunos países las diferencias
salariales entre hombres y mujeres están aumentando.
Las diferencias salariales entre hombres y mujeres también tienen un impacto
importante en los ingresos de por vida y en las pensiones de las mujeres. Tener un
salario más bajo significa disponer de una pensión más baja, y esto genera un
mayor riesgo de pobreza para mujeres mayores. Las diferencias salariales entre
hombres y mujeres son la consecuencia de un nivel continuo de discriminación y de
desigualdades en el mercado laboral que, en la práctica, afectan principalmente a
las mujeres. Las diferencias salariales están ligadas a una serie de factores legales,
sociales y económicos cuya importancia se extiende mucho más allá que el solo
tema de igualdad salarial por un trabajo de igual valor.
Cuáles son las causas?

Hay una serie de factores complejos y a menudo


interrelacionados que explican la existencia de las
diferencias salariales entre hombres y mujeres.
Discriminación directa
• Algunas mujeres ganan menos que los
hombres en el desempeño del mismo
trabajo. (Este factor sólo explica una parte
limitada de las diferencias salariales entre hombres y mujeres, debido a la
efectividad de la legislación europea y nacional.)
La infravaloración del trabajo de las mujeres
• Más frecuentemente las mujeres ganan menos que los hombres haciendo
trabajos de igual valor. Una de las causas principales es la manera en
que se valoran las competencias de las mujeres en comparación con las
de los hombres.
• Trabajos que requieren las mismas capacidades, cualificaciones o
experiencia tienden a ser mal pagados e infravalorados cuando quienes los
realizan son predominantemente mujeres y no hombres. Por ejemplo, en un
supermercado las cajeras suelen ganar menos que los empleados (en su
mayoría hombres) dedicados a apilar estantes y a realizar otras tareas que
requieren más esfuerzo físico.
• Además la evaluación del rendimiento, y por lo tanto el nivel salarial y el
desarrollo de la carrera profesional, también podrían tener una tendencia a
favor de los hombres. Por ejemplo, en lugares donde el nivel de cualificación
de hombres y mujeres es idéntico, se le puede atribuir más valor a una
responsabilidad que tenga que ver con capital que a una que tenga que ver
con personas.
Segregación en el mercado laboral
• Las diferencias salariales entre hombres y mujeres también son reforzadas
por la segregación del mercado laboral. Las mujeres y los hombres

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todavía tienden a trabajar en trabajos diferentes. Por un lado, las mujeres y
los hombres suelen predominar en diferentes sectores. Por otro lado, dentro
del mismo sector o empresa las mujeres predominan en ocupaciones menos
valoradas y peor pagadas.
• Las mujeres suelen trabajar en sectores en los que su trabajo se valora
menos y se paga peor que en los sectores dominados por los hombres. Más
del 40% de las mujeres trabaja en sanidad, educación y administración
pública. Esto es dos veces más que el porcentaje de hombres en los mismos
sectores. Si consideramos únicamente los sectores de salud y trabajo social,
un 80% de los que trabajan allí son mujeres.
• Además, a las mujeres se las contrata frecuentemente como auxiliares
administrativas, dependientas o como trabajadoras poco cualificadas o no
cualificadas. En estas ocupaciones trabaja casi la mitad de la mano de obra
femenina. Muchas mujeres perciben salarios bajos trabajando, por ejemplo,
en trabajos de limpieza y atención.
• Las mujeres están subrepresentadas en posiciones directivas y superiores.
Por ejemplo, las mujeres representan tan sólo el 32% de los gerentes en
empresas ubicadas dentro de la UE, el 10% de los miembros del consejo de
administración de las mayores empresas, y el 29% de los científicos e
ingenieros en toda Europa.
Tradiciones y estereotipos
• La segregación está frecuentemente ligada a tradiciones y estereotipos.
Si bien en algunos casos esto puede ser el reflejo de las elecciones
personales, las tradiciones y estereotipos pueden influenciar, por ejemplo, la
elección de las sendas educativas y, por consiguiente, las carreras
profesionales que las chicas y mujeres desarrollen.
• Mientras que el 55% de los estudiantes universitarios son mujeres, éstas
representan una minoría en campos como matemáticas, computación e
ingeniería.
• Sólo 8,4 de cada 1.000 mujeres entre 20 y29 años son licenciadas en
matemáticas, ciencia y tecnología, en comparación con 17,6 hombres.
• Por lo tanto, hay menos mujeres que trabajan en empleos científicos y
técnicos. En muchos casos esto hace que las mujeres trabajen en sectores
menos valorados y peor pagados de la economía.
• A causa de estas tradiciones y estereotipos, se espera que las mujeres
reduzcan sus horas de trabajo o abandonen el mercado laboral para atender
a niños o ancianos.
Conciliación de la vida profesional y la vida privada
• Las mujeres tienen más dificultades que los hombres en lo que respecta a la
conciliación del trabajo y la vida privada.
• Las responsabilidades familiares y de atención todavía no están compartidas
equitativamente. La tarea de cuidar de miembros de la familia dependientes
es asumida principalmente por mujeres. Muchas más mujeres que hombres
deciden tomar el permiso parental. Este hecho, junto con la falta de
instalaciones para el cuidado de niños y ancianos, hace que las mujeres se
vean a menudo obligadas a abandonar el mercado laboral. La tasa de empleo
para mujeres con hijos dependientes es sólo de un 62,4% frente al 91,4% de
hombres con hijos dependientes.

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• Aunque el trabajo a tiempo parcial puede ser una elección personal, las
mujeres son las que recurren más a él para combinar las responsabilidades
laborales y familiares. Hay pruebas de diferencias salariales cuando se
consideran a partir de las diferencias que existen en los ingresos por hora de
trabajadores a tiempo parcial y a tiempo completo. En toda Europa más de
un tercio de las mujeres trabajan a tiempo parcial, en comparación con sólo
un 8% de los hombres. Más de tres cuartas partes del total de trabajadores a
tiempo parcial son mujeres.
• En consecuencia, las mujeres interrumpen más sus carreras profesionales o
trabajan menos horas que los hombres. Esto puede tener un impacto
negativo en el desarrollo de sus carreras y en sus posibilidades de ascenso.
También se refleja en trayectorias profesionales menos gratificantes desde el
punto de vista económico.

¿Qué hace la UE al respecto?


El Tratado y la legislación de la UE
La Unión Europea ha estado actuando durante más de 50 años para defender el
principio de igualdad salarial por un trabajo de igual valor. El artículo 141 del
Tratado ha proporcionado una base para la adopción de varias leyes europeas
importantes sobre la igualdad salarial :
• La Directiva de igualdad de retribución de 1975. Esta directiva prohibe toda
discriminación por razón de sexo que tenga que ver con el conjunto de
elementos y condiciones de retribución. En especial, donde se utilice un
sistema de clasificación de trabajo para determinar el salario, éste debe estar
basado en los mismos criterios para hombres y mujeres, y debe estar
redactado de manera que excluya cualquier discriminación por razón de
sexo.
• La Directiva del 2002 sobre igualdad de trato entre hombres y mujeres en lo
que se refiere al acceso al empleo, a la formación y a la promoción
profesionales, y a las condiciones de trabajo. Esta Directiva, que se aplica
igualmente al salario, introduce definiciones de discriminación directa e
indirecta y exige que los Estados miembros establezcan organismos para la
igualdad que promuevan y apoyen la igualdad de trato entre mujeres y
hombres.
• Siete Directivas relacionadas con la igualdad de trato entre mujeres y
hombres (incluyendo las de 1975 y 2002) fueron incorporadas en una sola
Directiva adoptada en 2006, que aporta más claridad a la legislación
comunitaria referente al mismo tema.
Estos instrumentos declaran que es ilegal discriminar a las mujeres en el mercado
laboral y pagarles salarios inferiores a los hombres cuando desempeñen el mismo
trabajo o un trabajo de igual valor.
La Comisión asegura que la legislación de la UE sea adaptada y aplicada
correctamente, con el apoyo de los organismos nacionales responsables de
establecer la igualdad entre mujeres y hombres.
La Comisión está analizando la efectividad de la ley de igualdad salarial de la
Comunidad. Dependiendo del resultado del análisis, la Comisión podría presentar
nuevas propuestas legislativas a este respecto.
La estrategia para la igualdad entre mujeres y hombres (2010-2015)

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La estrategia para la igualdad entre mujeres y hombres constituye el programa de
trabajo de la Comisión en materia de igualdad de sexos para el periodo de 2010 a
2015. Es una continuación de la combinación de iniciativas específicas y la
integración de la igualdad entre mujeres y hombres en todas las políticas y
actividades comunitarias («integración de la perspectiva de género»), que se ha
convertido en el sello distintivo del trabajo de la UE para promover la igualdad de
sexos.
Comunicación « Actuar contra la diferencia de retribución entre mujeres y
hombres »
Una Comunicación adoptada por la Comisión Europea en 2007 examina las causas
de las diferencias salariales entre hombres y mujeres y propone una serie de
medidas para abordar el problema:
• Asegurar una mejor aplicación de la legislación existente.
• Considerar la lucha contra las diferencias salariales entre hombres y mujeres
como una parte integral de las políticas de empleo de los Estados miembros.
• Promover la igualdad salarial entre los empresarios, especialmente a través
de la responsabilidad social.
• Respaldar el intercambio de buenas prácticas en toda la UE e involucrar a los
interlocutores sociales.
Acción conjunta
La Comisión Europea está colaborando con los Estados miembros, el Parlamento
Europeo y los interlocutores sociales europeos para luchar contra las diferencias
salariales entre mujeres y hombres.
El Pacto Europeo por la Igualdad de Hombres y Mujeres, adoptado por los líderes de
la UE en 2006, convirtió la lucha contra las diferencias salariales entre mujeres y
hombres en una prioridad, animando a adoptar medidas a favor de la igualdad
salarial por un trabajo de igual valor a nivel de cada Estado miembro y de la Unión.
El Parlamento Europeo considera la lucha contra las diferencias salariales entre
mujeres y hombres una prioridad política. Recientemente aprobó una resolución
que dirigió a la Comisión con peticiones y recomendaciones sobre la aplicación del
principio de igualdad salarial para hombres y mujeres.
Una de las prioridades del «Marco de acciones sobre igualdad entre mujeres y
hombres », que fue adoptado en marzo de 2005 por los interlocutores sociales
europeos, es la reducción de las diferencias salariales. Según el primer informe de
seguimiento sobre su aplicación, el marco de acciones provocó una gran cantidad
de medidas a nivel nacional que utilizan una amplia variedad de instrumentos, tales
como medidas de sensibilización y formación, el desarrollo de herramientas de
comparación de salarios, o estrategias destinadas a reducir las diferencias
salariales.
¿Cómo se calcula?
A nivel de la UE, las diferencias salariales entre hombres y mujeres se definen como
la diferencia relativa que existe en la media de los ingresos brutos por hora de
mujeres y hombres en todos los sectores de la economía.
En 2008, la media en la UE se calcula en un 17.8 %. Este es uno de los indicadores
estructurales usados para supervisar la Estrategia Europea de Crecimiento y
Empleo. Este indicador ha sido definido como no corregido (es decir, no corregido
según las características individuales que pueden explicar parte de la diferencia de

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ingresos) porque presenta una imagen global de las desigualdades de género en el
mercado laboral que explica las diferencias salariales entre hombres y mujeres.
Tras la comunicación adoptada por la Comisión en 2007, y en colaboración con los
Estados miembros, Eurostat mejoró la metodología usada para calcular las
diferencias salariales entre hombres y mujeres en la UE. En vez de una combinación
de diferentes fuentes nacionales, actualmente se está utilizando una fuente
armonizada para la UE (Encuesta sobre la Estructura de los Salarios), que cuenta
con el apoyo de fuentes nacionales comparables para las estimaciones anuales.
Hay que fijarse en el hecho de que el aparente aumento (de un 15% en 2004, 2005
y 2006 con la antigua metodología a un 17.8% en 2008 con la nueva) no se
corresponde con un aumento real del indicador, y es el resultado de un cambio de
metodología.
Debido al cambio de metodología es difícil establecer algunas comparaciones de
tiempos. Sin embargo, fuentes nacionales indican que, en la mayoría de los casos,
no hay ninguna señal de que se haya producido una reducción o incluso un
aumento del indicador.
La situación en la UE
Cifras principales de igualdad laboral entre hombres y
mujeres en relación con las diferencias salariales entre
hombres y mujeres
Según los cálculos de Eurostat (basados en la
Encuesta de la estructura de los ingresos) parece
ser que existen diferencias considerables entre los
Estados miembros a este respecto, con una
diferencia salarial que oscila entre menos de un 10
% en Italia, Malta, Polonia, Eslovenia, Rumanía,
Portugal y Bélgica a más de un 20 % en Eslovaquia,
Países Bajos, Chipre, Alemania, Reino Unido, Lituania y Grecia, y más de un 25 % en
la República Checa, Austria y Estonia.
No obstante, la diferencia salarial no constituye un indicador de la igualdad total
entre mujeres y hombres, dado que sólo concierne a las personas asalariadas. Debe
analizarse en conjunción con otros indicadores vinculados al mercado laboral. Por lo
general refleja los diferentes patrones de trabajo de las mujeres. En la mayor parte
de los países en los que la tasa de empleo de las mujeres es baja (por ejemplo
Malta, Italia, Grecia y Polonia) la diferencia salarial es inferior a la media, lo que
posiblemente refleja la pequeña proporción de mujeres poco cualificadas o no
cualificadas presentes en el mercado de trabajo. Las diferencias salariales elevadas
suelen darse en mercados laborales altamente segregados (por ejemplo Chipre,
Estonia, Eslovaquia, Finlandia) o en los que existe una importante proporción de
mujeres que trabajan a tiempo parcial (p. ej. Alemania, Reino Unido, Países Bajos,
Austria, Suecia). La presencia de sistemas y mecanismos institucionales para
ajustes de salarios también puede influir en la diferencia salarial.
Diferencia Diferencia
salarial entre salarial entre
País País
hombres y hombres y
mujeres mujeres
Bélgica 9.0 Luxemburgo 12.4
Bulgaria 13.6 Hungría 17.5
República Checa 26.2 Malta 9.2

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Dinamarca 17.1 Países bajos 19.6
Alemania 23.2 Austria 25.5
Estonia 30.3 Polonia 9.8
Irlanda 17.1 Portugal 9.2
Grecia 22.0 Rumanía 9.0
España 17.1 Eslovenia 8.5
Francia 19.2 Eslovaquia 20.9
Italia 4.9 Finlandia 20.0
Chipre 21.6 Suecia 17.1
Letonia 13.4 Reino Unido 21.4
Lituania 21.6
La situación en la UE - España
España
Diferenci
2008 Mujeres Hombres
a
Tasa de empleo (15-64) 54.9 73.5 18.6
Tasa de desempleo 15 años y más 13 10.1 2.9
Proporción de trabajadores a tiempo parcial en
empleo Total (personas con edades a partir de los 15 22.7 4.2 -18.5
años)

Hombre
2008 Mujeres Hombres Mujeres
s
sin con sin con Diferenc Diferenc
niños niños niños niños ia ia
Tasa de empleo de mujeres y
hombres (edades 25-49) con o sin 72.9 62.3 82.1 88.2 -10.6 6.2
niños

Hasta 30 30 horas Tota


2007
horas y más l
Proporción de niños de hasta 3 años al cuidado de
profesionales (hasta 30 horas / 30 horas o más por semana 24 16 41
ordinaria)

2005 Mujeres Hombres Diferencia


Tareas Empleo Tareas Empleo Tareas Empleo
doméstica remunerad doméstica remunerad doméstica remunerad

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sy sy sy
o o o
familiares familiares familiares
Tiempo medio
por semana
dedicado a
tareas
24.4 40.3 4.8 46.1 19.5 -5.7
domésticas y
familiares, y a
empleo
remunerado

Mujere Hombre Diferenc


2008
s s ia
Nivel de educación (como mínimo escuela secundaria
67.6 52.7 -14.9
superior) de mujeres y hombres de 20 – 24 años de edad

Mujere Hombre Diferenc


2007
s s ia
Tasa de riesgo de pobreza tras las transferencias sociales
para personas mayores (mujeres y hombres de 65 años y 30 26 -4
más)

Mujere Hombre Diferenc


2009
s s ia
Miembros de las cámaras bajas o únicas de los parlamentos
36 64 28
nacionales en los Estados Miembros de la UE

Mujere Hombre Diferenc


2008
s s ia
Distribución por sexo de los directivos de empresas,
35.1 64.9 29.8
en 2008 (6)

2007 Mujeres Hombres Diferencia


Sectores Sectores Sectores
Sectores Sectores Sectores
predomina predomina predomina
predomina predomina predomina
n- n- n-
n- temente n- temente n- temente
temente temente temente
femeninos femeninos femeninos
masculino masculino masculino
** ** **
s* s* s*
Proporción de 14.5 31.0 48.0 15.3 33.5 -15.7
trabajadores en
sectores
predominanteme
nte masculinos o

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femeninos
Ocupa- Ocupa- Ocupa-
Ocupa- Ocupa- Ocupa-
ciones ciones ciones
ciones ciones ciones
predomina predomina predomina
predomina predomina predomina
n- n- n-
n- temente n- temente n- temente
temente temente temente
femeninas femeninas femeninas
masculina masculina masculina
s **** s **** s ****
s *** s *** s ***
Proporción de
trabajadores en
ocupaciones
11.3 71.4 48.4 37.7 37.2 -33.7
predominanteme
nte masculinas o
femeninas

Fuentes:
• Tasa de empleo (15-64)
Tasas de empleo por sexo, grupos de edad y nacionalidad (%) de personas
de entre 15 y 64 años (2008).
Fuente: Eurostat, Encuesta de población activa (EPA)
• Tasa de desempleo en personas de 15 años y más
Tasas de desempleo (mujeres y hombres de 15 años y más) en los Estados
miembros de la UE (2008).
Fuente: Eurostat, Encuesta de población activa (EPA)
• Porcentaje de trabajadores a tiempo parcial sobre empleo total
(personas de 15 años y más)
Porcentaje de trabajadores a tiempo parcial sobre empleo total (personas de
15 años y más) en los Estados miembros de la UE (2008).
Fuente: Eurostat, Encuesta de población activa (EPA)
• Tasa de empleo de mujeres y hombres (de 15 a 49 años) con o sin
hijos
Tasas de empleo de mujeres y hombres (de 25 a 49 años) con o sin hijos
(menores de 12 años) en 2008.
Fuente: Eurostat, Encuesta de población activa (EPA), promedio anual. Nota:
no hay datos disponibles para SE.
• Porcentaje de niños de hasta tres años al cuidado de profesionales
(hasta 30 horas / 30 horas o más por semana normal)
Porcentaje de niños de hasta tres años al cuidado de profesionales (hasta 30
horas / 30 horas o más por semana normal).
Fuente: Eurostat, EU-SILC 2007
DE y LT: datos del año 2006
Los «profesionales» engloban las categorías de respuesta EU-SILC 1 a 4
(preescolar o equivalente, enseñanza obligatoria, servicios en el centro fuera
de las horas escolares, guardería colectiva o cualquier otro tipo de servicio de
guardería, entre los que se incluyen guarderías en hogares y niñeras
profesionales tituladas).
• Nivel de educación (como mínimo enseñanza secundaria superior) de
hombres y mujeres de 20-24 años de edad
Nivel de educación (como mínimo enseñanza secundaria superior) de

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hombres y mujeres de 20-24 años de edad, en los Estados miembros de la UE
(2008).
Fuente: Eurostat, Encuesta de población activa (EPA), promedios anuales.
Notas: FI: valores provisionales para 2008. DK, FR; HU, LU y MT: datos con
interrupciones.
La encuesta de población activa (EPA) de la UE no incluye a estudiantes que
viven en el extranjero durante un año o más, ni a las personas que están
realizando el servicio militar, lo que puede traducirse en porcentajes menores
respecto a los que existen a nivel nacional. Esta diferencia se refleja sobre
todo para CY.
• Tasa de riesgo de pobreza tras las transferencias sociales para
personas mayores (mujeres y hombres de 65 años y más)
Tasa de riesgo de pobreza tras las transferencias sociales para personas
mayores (mujeres y hombres de 65 años y más) en los Estados miembros
(2007).
Fuente: Eurostat. EU-27: SILC (2007), datos de ingresos (2006); salvo para
UK, año de ingreso 2006, y para IE, periodo de referencia de ingresos
variable (2006-2007). Las cantidades globales de la UE son estimaciones de
Eurostat y se han calculado como medias ponderadas de la población de los
valores nacionales. Tasa de riesgo de pobreza para personas mayores:
proporción de personas de 65 años o más cuyos ingresos están por debajo
del umbral de riesgo de pobreza, fijado en el 60 % del ingreso medio
nacional. El ingreso debe entenderse como el ingreso disponible equivalente
(la suma de todas las fuentes, ajustada en función de la composición y
tamaño del hogar). Debería tenerse en cuenta que el indicador de riesgo de
pobreza se calcula utilizando una definición de ingresos que no incluye la
renta imputada del propietario o inquilinos. Las comparaciones entre sexos
se basan en el supuesto de que los recursos se comparten por igual en los
hogares.
• Miembros de las cámaras bajas o únicas de los parlamentos
nacionales en los Estados miembros de la UE
Miembros de las cámaras bajas o únicas de los parlamentos nacionales en los
Estados miembros de la UE – Distribución por sexo (2009).
Fuente: Comisión Europea, Dirección General de Empleo, Asuntos Sociales e
Igualdad de Oportunidades, bases de datos sobre la proporción de mujeres y
hombres en puestos de toma de decisiones.
Notas: Los datos del 2009 se recopilaron en agosto de 2009. El indicador se
ha desarrollado dentro del marco de seguimiento de la Plataforma de Acción
de Pekín en el Consejo de Ministros de la UE.
• Distribución por sexo de los directivos de empresas en 2008
Distribución por sexo de los directivos de empresas en 2008.
Fuente: Eurostat, Encuesta de población activa (EPA).
Notas: «Directivos de empresas» cubre las categorías 121 (Directores y jefes
ejecutivos) y 13 (Directores de pequeñas empresas) de la Clasificación
Internacional Uniforme de las Ocupaciones (CIUO).
Para MT y CY: falta de fiabilidad de los datos debido al pequeño tamaño de la
muestra.
FR: las cifras excluyen a directivos y directores generales para los que no
existen datos disponibles.
*** Ocupaciones predominantemente masculinas = CIUO 1, 7 y 8 principalmente:
CIUO 1 Legisladores, altos funcionarios y directivos
CIUO 7 Artesanos y trabajadores de oficios relacionados

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CIUO 8 Operarios y montadores de plantas y maquinarias

**** Ocupaciones predominantemente femeninas = CIUO 3,4,5 y 9 principalmente:


CIUO 3 Técnicos y profesionales asociados
CIUO 4 Oficinistas
CIUO 5 Trabajadores de servicios y vendedores
CIUO 9 Ocupaciones elementales
¿Cómo se aborda este problema?

¿Por qué es importante combatir las diferencias de retribución entre


hombres y mujeres?
Además de ayudar a crear una sociedad más igualitaria, el acabar con las
diferencias salariales entre hombres y mujeres es beneficioso para los negocios.
El acabar con las diferencias salariales entre hombres y mujeres beneficia
a empresarios y trabajadores
La igualdad entre las mujeres y los hombres es un factor decisivo para la creación
de empleos de calidad. La introducción de una perspectiva de género puede ayudar
a las empresas a:
• contratar y retener a los mejores empleados;
• crear un entorno laboral positivo y ganarse la confianza de sus empleados;
• sacar el mayor provecho de los recursos humanos y aumentar el nivel de
productividad y competitividad;
• tener una imagen pública más favorable y un mayor valor empresarial, al
igual que una clientela más amplia y satisfecha.
El acabar con las diferencias salariales entre hombres y mujeres aumenta
el nivel de rentabilidad en todos los sectores de la economía
Las mujeres han desempeñado un papel fundamental en el empleo y crecimiento
económico de Europa, y sus capacidades y talentos se necesitan para el desarrollo
económico y social de nuestras sociedades. Sin embargo, esto no se refleja en su
salario y posición en el mercado laboral. La infravaloración del trabajo de las
mujeres y el poco uso que se hace de sus aptitudes es un recurso perdido para la
economía y para la sociedad en general. Un mejor uso de las aptitudes de las
mujeres les permitirá contribuir mejor a la economía en todos sus sectores.
El acabar con las diferencias salariales entre hombres y mujeres promueve
la justicia social y la igualdad de oportunidades
El acabar con las diferencias salariales entre hombres y mujeres puede contribuir a
crear una sociedad más igualitaria y cohesiva. La valoración del trabajo y de las
aptitudes de las mujeres motivará su rendimiento y aumentará su

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independencia económica. El aumento de sus ingresos a lo largo de su vida
laboral reducirá el riesgo de que las mujeres lleguen a vivir en situación de pobreza.
La tasa de riesgo de pobreza es de un 32% para madres solteras y un 21% para
mujeres mayores de 65 años, en comparación con un 16% de hombres mayores de
65 años.

violencia de género
http://www.womenslinkworldwide.org/top_gv.html

La violencia contra las mujeres es una de las manifestaciones más tangibles de las inequidades económicas,
sociales, políticas y culturales que existen entre hombres y mujeres. La violencia de género constituye una
violación de derechos humanos y libertades fundamentales que se manifiesta de numerosas maneras,
causando a menudo graves consecuencias físicas y psicológicas.

La violencia contra las mujeres está presente tanto en su vida privada como pública y se entiende que
incluye el daño físico, psicológico y sexual tanto dentro de la familia o unidad familiar como al interior de
otras relaciones interpersonales. También ocurre en la comunidad, el trabajo, en las instituciones educativas
o de salud y otras entidades estatales.

Como lo reconoce la comunidad internacional, entender que existe una conexión entre la violencia contra las
mujeres y la salud reproductiva es fundamental para comprender la violencia de género como un problema
de salud pública. La violencia contra las mujeres, especialmente la violencia sexual, vulnera el derecho a
tener control sobre su sexualidad y reproducción y despoja a la víctima de su derecho a disfrutar de una
vida sexual saludable y satisfactoria, lo que es parte integral de la vida y de las relaciones personales sanas.
La violencia sexual también priva a la mujer de su derecho a ejercer su maternidad voluntariamente cuando
ocasiona embarazos no deseados.

Bajo este tema incluimos la trata de mujeres, que se refiere a las diferentes formas de trabajo forzado,
servidumbre y explotación sexual que tienen lugar en todas partes del mundo. La mayoría de las víctimas de
trata son mujeres, por esta razón es de gran importancia comprender la conexión que existe entre la trata y
otras formas de subordinación de las mujeres. De hecho, factores como la discriminación por género,
situaciones de guerra, la pobreza y la violencia contra las mujeres alimentan la industria criminal de la trata.

discriminación por género


La equidad de género es un requisito fundamental para lograr condiciones duraderas de justicia social. Esta
área se refiere a discriminación por género que se manifiesta de múltiples maneras, incluyendo asilo con
base en género, no deportación por amenazas de tortura, discriminación con base en la orientación sexual,
entre otras. No incluimos asuntos relacionados con discriminación laboral o relacionada con temas de familia
como custodia, inasistencia alimentaria o divorcio. Esta área también se enfoca en asuntos procedimentales
que afectan el acceso a la justicia de las mujeres. Resaltamos la importancia que tienen las normas
procedimentales y probatorias respecto de la capacidad de las mujeres para litigar casos de manera exitosa
así como la capacidad del sistema legal para proteger a las mujeres contra la revictimización derivada de las
normas que rigen los procedimientos judiciales.

Las violaciones de los derechos humanos que sufren las mujeres de forma particular, como en el caso de
violencia sexual, plantean asuntos procedimentales y probatorios específicos. Los requisitos sobre el
testimonio de la víctima y el peso que se asigne al mismo, pueden determinar la manera en que el caso es
resuelto. Los requisitos de corroboración de evidencia y la disputa entre la palabra de la víctima y la del
acusado pueden despojar a las víctimas de recursos legales efectivos. Las reglas procedimentales y
probatorias influyen sobre la voluntad de la mujer de acudir al sistema legal para obtener justicia. Los
exámenes físicos practicados repetidamente y de forma poco sensible en una víctima de violación o abuso
sexual, con frecuencia generan un efecto de doble victimización. Los esfuerzos legales encaminados al
avance de los derechos de las mujeres deben incluir un trabajo de sensibilización acerca la implementación
de reglas procedimentales con perspectiva de género.

Bajo esta área de interés también incluimos discriminación que, aunque no esté basada en género, es
importante para el desarrollo de decisiones judiciales sobre discriminación por género. También incluimos la
intersección entre discriminación por género y otras formas de discriminación como aquella basada en raza
o etnia, clase, nacionalidad o estatus de discapacidad. Nuestro objetivo es asegurarnos que cuando el

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racismo, el clasismo, la xenofobia o la opresión de personas con discapacidades se unen al sexismo y los
derechos de las mujeres se ven vulnerados, se considere la totalidad de las circunstancias en el sistema de
justicia. Con demasiada frecuencia los limitados marcos legales del ordenamiento jurídico que se basan en
una sola categoría privan a las mujeres de obtener reparación legal efectiva.

WORLD HEALTH ORGANIZATION

http://www.who.int/gender/violence/en/index.html

Gender-based violence

Gender-based violence, or violence against women (VAW), is a


major public health and human rights problem throughout the
world.

VAW has profound implications for health but is often ignored.


WHO's World Report on Violence and Health notes that "one of the ICRC/Nick
most common forms of VAW is that performed by a husband or Danziger
male partner.” This type of violence is frequently invisible since it happens behind
closed doors. Moreover, legal systems and cultural norms often do not treat it as a
crime, but rather as a "private" family matter or a normal part of life.

The WHO Multi-country Study on Women's Health and Domestic Violence


Against Women

This landmark study, both in its scope and in how it was carried out, shows that
VAW is widespread, with far-reaching health consequences. It calls on governments
to take concerted action and makes recommendations for the health, education and
criminal justice sectors to take the problem seriously.

This groundbreaking research has gathered comparable data from over 24 000
women interviewed in 15 sites in 10 countries.

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Fact sheet N°239
November 2009

Violence against women

Key facts:
• Violence against women is a major public health problem and a violation of human rights.
• Lack of access to education and opportunity, and low social status in communities are linked
to violence against women.
• Violence by an intimate partner is one of the most common forms of violence against women.
• A wide range of physical, mental, sexual and reproductive, and maternal health problems can
result from violence against women.
• Many women do not seek help or report violence when it occurs.

The United Nations defines violence against women as any act of gender-based violence that results in, or is likely
to result in, physical, sexual or mental harm or suffering to women, including threats of such acts, coercion or
arbitrary deprivation of liberty, whether occurring in public or in private life.

There are many forms of violence against women, including sexual, physical, or emotional abuse by an intimate
partner; physical or sexual abuse by family members or others; sexual harassment and abuse by authority figures
(such as teachers, police officers or employers); trafficking for forced labour or sex; and such traditional practices as
forced or child marriages, dowry-related violence; and honour killings, when women are murdered in the name of
family honour. Systematic sexual abuse in conflict situations is another form of violence against women.

Scope of the problem


• In a 10-country study on women's health and domestic violence conducted by WHO,
o Between 15% and 71% of women reported physical or sexual violence by a husband
or partner.
o Many women said that their first sexual experience was not consensual. (24% in rural
Peru, 28% in Tanzania, 30% in rural Bangladesh, and 40% in South Africa).
o Between 4% and 12% of women reported being physically abused during pregnancy.
More about the study
• Every year, about 5,000 women are murdered by family members in the name of honour each
year worldwide.
• Trafficking of women and girls for forced labour and sex is widespread and often affects the
most vulnerable.
• Forced marriages and child marriages violate the human rights of women and girls, yet they
are widely practiced in many countries in Asia, the Middle East and sub-Saharan Africa.
• Worldwide, up to one in five women and one in 10 men report experiencing sexual abuse as
children. Children subjected to sexual abuse are much more likely to encounter other forms of abuse
later in life.

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Health effects
Health consequences can result directly from violent acts or from the long-term effects of violence.

• Injuries: Physical and sexual abuse by a partner is closely associated with injuries. Violence
by an intimate partner is the leading cause of non-fatal injuries to women in the USA.
• Death: Deaths from violence against women include honour killings (by families for cultural
reasons); suicide; female infanticide (murder of infant girls); and maternal death from unsafe
abortion.
• Sexual and reproductive health: Violence against women is associated with sexually
transmitted infections such as HIV/AIDS, unintended pregnancies, gynaecological problems,
induced abortions, and adverse pregnancy outcomes, including miscarriage, low birth weight and
fetal death.
• Risky behaviours: Sexual abuse as a child is associated with higher rates of sexual risk-
taking (such as first sex at an early age, multiple partners and unprotected sex), substance use, and
additional victimization. Each of these behaviours increases risks of health problems.
• Mental health: Violence and abuse increase risk of depression, post-traumatic stress disorder,
sleep difficulties, eating disorders and emotional distress.
• Physical health: Abuse can result in many health problems, including headaches, back pain,
abdominal pain, fibromyalgia, gastrointestinal disorders, limited mobility, and poor overall health.

Social and economic costs


The social and economic costs of violence against women are enormous and have ripple effects throughout society.
Women may suffer isolation, inability to work, loss of wages, lack of participation in regular activities, and limited
ability to care for themselves and their children.

Who is at risk?
Though risk factors vary, some characteristics seem to increase the likelihood of violence. The potential risk factors
can be grouped into the following subsets.

• Individual: Personal attributes associated with higher risk of violence include: limited
education, a young age, lower socio-economic status, limited education, a history of abuse and
substance use, and, for partner violence, the choice of partner. Partner traits that put women at risk
include alcohol or drug use, low educational level, negative attitudes about women, and witnessing
domestic violence against women or being abused as a child.
• Family and relationship: Within families, risk of violence increases with marital conflicts,
male dominance, economic stress and poor family functioning.
• Community: Within communities, the risk is higher where there is gender inequality, and a
lack of community cohesion or resources.
• Societal: On a broader level, higher risk is found in societies with traditional gender norms or
a lack of autonomy for women, and where there are restrictive laws on divorce and ownership and
inheritance of property, or when there is social breakdown due to conflicts or disasters.

Prevention and response


Further evaluation is needed to assess the effectiveness of violence prevention measures. Interventions with
promising results include increasing education and opportunities for women and girls, improving their self-esteem
and negotiating skills, and reducing gender inequities in communities.

Other efforts with positive outcomes include: work with teenagers to reduce dating violence; programmes that
support children who have witnessed intimate partner violence; mass public education campaigns; and work with
men and boys to change attitudes towards gender inequities and the acceptability of violence.

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Advocacy for victims, better awareness of violence and its consequences among health workers, and wider
knowledge of available resources for abused women (including legal assistance, housing and child care), can lessen
the consequences of violence.

WHO response
WHO and partners collaborate to decrease violence against women through initiatives that help to identify, quantify
and respond to the problem, including:

1. Building evidence on the scope and types of violence in different settings. This is a key step
in understanding the magnitude and nature of the problem at a global level.
2. Developing guidance for Member States and health professionals to prevent violence and
strengthen health sector responses to it.
3. Disseminating information to countries and supporting national efforts to advance women's
rights and prevent violence.
4. Collaborating with international agencies and organizations to deter violence against women
globally.

For more information contact:

WHO Media centre


Telephone: +41 22 791 2222
E-mail: mediainquiries@who.int

Nota descriptiva N ° 239


Noviembre 2009

La violencia contra la mujer

hechos clave:

• La violencia contra las mujeres es un problema importante de salud pública y una violación
de los derechos humanos.
• La falta de acceso a la educación y la oportunidad, y la baja condición social en las
comunidades están vinculados a la violencia contra la mujer.
• La violencia de pareja es una de las formas más comunes de violencia contra la mujer.
• Una amplia gama de problemas de salud física, mental, sexual y reproductiva, y la madre
puede ser resultado de la violencia contra la mujer.
• Muchas mujeres no buscan ayuda o denunciar la violencia cuando se produzca.

Las Naciones Unidas definen la violencia contra las mujeres como cualquier acto de violencia de género que resulte
o pueda ocasionar sufrimiento físico, sexual o mental, daño o sufrimiento a las mujeres, incluidas las amenazas de
tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en público o en la vida privada.

Hay muchas formas de violencia contra la mujer, incluido el abuso sexual, físico o emocional por parte de su
pareja, el abuso físico o sexual por familiares u otras personas, el acoso sexual y abuso por parte de las figuras de
autoridad (como maestros, policías o empresarios); trata con fines de trabajo forzoso o el sexo, y las prácticas
tradicionales como el matrimonio forzado o infantil, la violencia relacionada con la dote, y los crímenes de honor,

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cuando las mujeres son asesinadas en nombre del honor familiar. Los abusos sexuales sistemáticos en situaciones
de conflicto es otra forma de violencia contra la mujer.

Alcance del problema

• En un estudio de 10 países en la salud de la mujer y la violencia doméstica realizado por la


OMS,
o Entre 15% y 71% de las mujeres informaron haber sufrido violencia física o sexual
por su esposo o pareja.
o Muchas mujeres dijeron que su primera experiencia sexual no fue consensual. (24%
en el Perú rural, 28% en Tanzania, el 30% en zonas rurales de Bangladesh, y 40% en el sur
de África).
o Entre el 4% y el 12% de las mujeres reportaron haber sido abusadas físicamente
durante el embarazo. Más información sobre el estudio
• Cada año, alrededor de 5.000 mujeres son asesinadas por miembros de la familia en nombre
del honor cada año en todo el mundo.
• La trata de mujeres y niñas con fines de trabajo forzoso y el sexo está generalizado ya
menudo afecta a los más vulnerables.
• Los matrimonios forzados y los matrimonios infantiles violan los derechos humanos de las
mujeres y las niñas, pero son una práctica extendida en muchos países en Asia, Oriente Medio y
África subsahariana.
• En todo el mundo, hasta uno de cada cinco mujeres y uno de cada 10 hombres refieren haber
sufrido abusos sexuales durante la infancia. Los niños víctimas de abusos sexuales son mucho más
propensos a encontrar otras formas de abuso en el futuro.

Efectos sobre la salud

Consecuencias para la salud puede resultar directamente de los actos violentos o de los efectos a largo plazo de la
violencia.

• Lesiones: sexual y abuso físico por su pareja está estrechamente asociado con las lesiones.
La violencia de pareja es la causa principal de lesiones no mortales a las mujeres en los EE.UU..
• Muerte: Las muertes por violencia contra las mujeres incluyen los asesinatos de honor (por
las familias por razones culturales); suicidio; infanticidio femenino (asesinato de niñas lactantes), y
la mortalidad materna por aborto inseguro.
• La salud sexual y reproductiva: la violencia contra la mujer se asocia con infecciones de
transmisión sexual como el VIH / SIDA, los embarazos no deseados, problemas ginecológicos,
abortos provocados, y los resultados adversos del embarazo, incluso, de bajo peso al nacer, aborto
involuntario y muerte fetal.
• Comportamientos de riesgo: los abusos sexuales a un niño se asocia con mayores tasas de
adopción de riesgos sexuales (por ejemplo, la primera relación sexual a una edad temprana,
múltiples parejas y relaciones sexuales sin protección), el consumo de sustancias, y una mayor
victimización. Cada uno de estos comportamientos aumenta los riesgos de problemas de salud.
• Salud mental: La violencia y aumentar el riesgo de abuso de la depresión, trastorno de estrés
postraumático relacionados con puestos, dificultades para dormir, trastornos de la alimentación y la
angustia emocional.
• La salud física: El abuso puede resultar en muchos problemas de salud, incluyendo dolores
de cabeza, dolor de espalda, dolor abdominal, fibromialgia, trastornos gastrointestinales, la
movilidad limitada, y la salud general deficiente.

Costes sociales y económicos

Los costos sociales y económicos de la violencia contra la mujer son enormes y repercuten en toda la sociedad. Las
mujeres pueden sufrir el aislamiento, incapacidad para trabajar, la pérdida de los salarios, la falta de participación en
las actividades regulares, y una capacidad limitada para cuidar de sí mismos y sus hijos.

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¿Quién está en riesgo?

Aunque los factores de riesgo varían, algunas características parecen aumentar el riesgo de violencia. Los factores
de riesgo potenciales se pueden agrupar en los siguientes subgrupos.

• Individual: los rasgos personales asociados con mayor riesgo de violencia son: la educación
limitada, una edad joven, menor nivel socio-económico, la educación limitada, una historia de abuso
y consumo de sustancias, y, por la violencia de pareja, la elección de pareja. rasgos de la pareja que
las mujeres en riesgo incluyen el alcohol o el consumo de drogas, bajo nivel educativo, las actitudes
negativas sobre las mujeres, y ser testigo de violencia doméstica contra la mujer o ser abusado de
niño.
• Familia y relaciones: Dentro de las familias, el riesgo de violencia aumenta con los
conflictos conyugales, la dominación masculina, las dificultades económicas y las desavenencias
familiares.
• Comunidad: Dentro de las comunidades, el riesgo es mayor cuando existe una desigualdad
de género, y la falta de cohesión de la comunidad o los recursos.
• Sociedad: a un nivel más amplio, mayor riesgo se encuentra en las sociedades con las
normas de género tradicionales o la falta de autonomía de la mujer, y donde existen leyes
restrictivas sobre el divorcio y la propiedad y la herencia de la propiedad, o cuando hay
descomposición social debido a los conflictos o los desastres.

Prevención y respuesta

La evaluación adicional es necesaria para evaluar la eficacia de las medidas de prevención de la violencia.
Intervenciones con resultados prometedores incluyen el aumento de la educación y las oportunidades para las
mujeres y las niñas, mejorar su autoestima y habilidades de negociación, y la reducción de las inequidades de género
en las comunidades.

Otros esfuerzos con resultados positivos: el trabajo con los adolescentes para reducir la violencia en el noviazgo, los
programas que apoyan a niños que han presenciado violencia en la pareja; campañas masivas de educación pública y
trabajar con hombres y niños para cambiar las actitudes hacia las inequidades de género y la aceptabilidad de la
violencia.

La defensa de las víctimas, la conciencia de la violencia y sus consecuencias entre los trabajadores de la salud, y un
mayor conocimiento de los recursos disponibles para las mujeres maltratadas (incluyendo la asistencia legal,
vivienda y cuidado de niños), pueden disminuir las consecuencias de la violencia.

Respuesta de la OMS

OMS y sus asociados colaboran para reducir la violencia contra la mujer a través de iniciativas que ayudan a
identificar, cuantificar y responder al problema, incluyendo:

1. Construcción de la evidencia sobre el alcance y los tipos de violencia en diferentes


entornos. Este es un paso clave para entender la magnitud y la naturaleza del problema a nivel
mundial.
2. La elaboración de orientaciones para los Estados miembros y los profesionales de la salud
para prevenir la violencia y fortalecer las respuestas del sector salud a la misma.
3. La difusión de información a los países y apoyar los esfuerzos nacionales para avanzar en
los derechos de la mujer y prevenir la violencia.
4. Colaborar con los organismos y organizaciones internacionales para impedir la violencia
contra la mujer a nivel mundial.

Para mayor información contactar a:

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OMS Centro de prensa
Teléfono: +41 22 791 2222
E-mail: mediainquiries@who.int

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