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5.

LA CARGA DE LA PRUEBA EN LA LEGISLACIÓN COLOMBIANA

Tal como lo establece Couture la carga procesal es “una situación jurídica,


instituida en la ley, consistente en el requerimiento de una conducta de realización
facultativa normalmente establecida en interés del propio sujeto, y cuya omisión
trae aparejada una consecuencia gravosa para él44”. La carga de la prueba es la
que determina cual de los sujetos procesales deben “proponer, preparar y
suministrar las pruebas en un proceso 45 ”, en otras palabras, el principio de la
carga de la prueba es el que determina a quien corresponde probar. La
importancia de determinar quien posee la carga de la prueba se da frente a
hechos que han quedado sin prueba o cuando esta es dudosa o incierta, pues la
carga determina quien debió aportarla, y en consecuencia indica al Juez, la forma
como debe fallarse en una situación determinada. En razón de lo anterior puede
decirse que la carga de la prueba “Es el instituto procesal mediante el cual se
establece una regla de juicio en cuya virtud se indica al Juez cómo debe fallar
cuando no encuentre en el proceso pruebas que le den certeza sobre los hechos
que deben fundamentar su decisión, e indirectamente establece a cuál de las
parte le interesa la prueba de tales hechos, para evitarse las consecuencias
desfavorables de su desidia46”.

Entrando a analizar concretamente la situación colombiana, se encuentra que el


artículo 1604, inciso 3, del Código Civil establece: “La prueba de la diligencia y
cuidado incumbe al que debió emplearlo; la prueba del caso fortuito al que lo
alega”. Este artículo significa que la culpa del deudor se presume, y por tanto para
él lograr exonerarse de responsabilidad debe probar que fue diligente y cuidadoso,
y si el daño o incumplimiento tuvo lugar por caso fortuito, también debe probarlo,
pues de lo contrario será considerado culpable. De hecho podría pensarse que en
vista de que en el ordenamiento jurídico colombiano no se regula de forma
expresa la relación entre el médico y el paciente, podría entenderse que ante un
eventual proceso judicial correspondería al profesional de la salud acreditar que su
comportamiento fue diligente y cuidadoso para lograr exonerarse de
responsabilidad, pues frente a él existe una presunción de culpa. Sin embargo
entendemos que este criterio no es aplicable en la responsabilidad civil de los
médicos, pues de acuerdo con lo hasta aquí expuesto, cabe resaltar que al poseer
el galeno una obligación de medio, no le corresponde a él acreditar su diligencia y
cuidado, porque la carga de la prueba le incumbe es al interesado en instaurar la
demanda.

44
COUTURE, Eduardo. Fundamentos del derecho procesal civil. Buenos Aires: Ediciones de la Palma, 1958.
45
OVALLE FAVELA, José. Derecho procesal civil. México D.F.: Editorial Melo, 1991.
46
BACRE, Aldo. Teoría general del proceso, Tomo III. Buenos Aires: Abeledo-Perrot, 1992.

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Frente al mismo tema se encuentra el artículo 177 del Código de Procedimiento
Civil que establece: “Incumbe a las partes probar el supuesto de hecho de la
normas que consagran el efecto jurídico que ellas persiguen”. Esta norma señala
la importancia que en un proceso enmarca la parte probatoria, pero no determina
a cual de los sujetos procesales corresponde la actividad probatoria, más bien
parecería indicar que ambas partes deben velar por suministrar el material
probatorio requerido en el proceso, por consiguiente podría entenderse que la
norma bajo estudio adopta el criterio que la Doctrina y la Jurisprudencia han
denominado “la carga dinámica de la prueba”, pues ambas partes deben aportar
material probatorio al proceso judicial y más aún aquella que se encuentre en
mejores condiciones.

Este criterio ha sido aceptado por la Corte Suprema de Justicia, la cual ha


establecido que “por no ser la responsabilidad civil del médico extraña al
régimen general de la responsabilidad, respecto de ella debe operar el principio
de la carga de la prueba contenida en el artículo 177 de Código de
Procedimiento Civil, lo que significa que en algunos eventos la prueba opera en
un sentido dinámico47”.

Hasta ahora se ha explicado de forma somera, las dos tesis sostenidas para
establecer la carga probatoria de las partes en un proceso judicial, a
continuación se procederá a determinar la posición asumida por el Consejo de
Estado y por la Corte Suprema de Justicia al respecto, sin embargo, antes se
hará alusión a la manera como opera la carga probatoria en Francia a raíz de la
Ley 303 de 2002.

5.1. CARGA DE LA PRUEBA EN FRANCIA

Con la entrada en vigencia de la Ley 303 de 2002, surge en Francia una fuerte
discusión en cuanto a la forma como debe ser manejado el criterio de la carga
probatoria, encontrándose sobre el tema diferentes posiciones. Por una parte el
doctrinante Jean Penneau manifestó que el sistema implantado por la Ley 303
de 2002 se basaba en la exigencia de la prueba de la culpa médica de acuerdo
con las reglas tradicionales de la responsabilidad civil 48 . Por su parte, el
tratadista Christophe Rade considera que la Ley “no hace referencia a la prueba

47
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. SALA DE CASACIÓN CIVIL. Magistrado Ponente: José Fernando Ramírez Gómez.
ENERO 30 DE 2001. Ref. Expediente No. 5507. Demandante: EDUARDO AFANADOR SALOMÓN y OTRAS.
Demandado: JOSÉ ANTONIO RIVAS CORREA.
48
PENNEAU JEAN, La réforme de l`indemnisation des dommages médicaux et la place de la responsabilité médicale en
Le Nouveau droit des malades, actes de la tournée d`études des éditions du juris classeur, Groupe Lexisnexis, Paris,
2002, p. 83. Citado por YEPES RESTREPO, Sergio. Artículo. « La nueva ley francesa de derecho médico »

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de esta culpa y no exige sino que una prueba directa sea aportada”49. El doctor
Sergio Yepes en su artículo”La nueva ley francesa de derecho médico”,
manifestó que la mencionada ley “mantiene la exigencia de la prueba de la culpa
médica a cargo del paciente para los supuestos generales de responsabilidad,
dado que existen otros eventos en los cuales el sistema probatorio es diferente
como en el caso de infecciones nosocomiales”. A renglón seguido, el doctor
Yepes considera que en lo que tiene que ver con los eventos de daños que
reúnen la característica de anormales y graves, la misma ley determina que no
es necesario examinar si hubo culpa o no, y menos probarla, y que en tales
eventos la indemnización es automática. Establece el doctor Yepes que su
criterio se basa en la exposición de motivos de la ley, en la que se establece que
“si el presente proyecto permite a las victimas de accidentes graves sin culpa de
ser indemnizadas, importa asentar la responsabilidad en materia médica sobre
las bases más clásicas, es decir sobre la noción de culpa”50.

Por consiguiente puede entenderse que la ley se basa en un sistema de culpa


probada, donde únicamente se exceptúan los casos de infecciones intra-
hospitalarias, investigaciones, sida post-transfusional y productos de salud,
siendo los últimos inspirados en la reglamentación de responsabilidad por
productos defectuosos. Por ello, en caso de infecciones intra-hospitalarias la
ley dice que “Los establecimientos, servicios y organismos mencionados son
responsables de los daños que resultan de infecciones nosocomiales, salvo si
aportan la prueba de una causa extraña”, aspecto sobre el cual la Jurisprudencia
ya se había pronunciado en el mismo sentido tanto en el ámbito civil51 como en
el administrativo52.

49
RADE CHRISTOPHE, La réforme de la responsabilité médicale après la loi du 4 mars 2002 relative aux droits des
malades et à la qualité du système de santé, Chroniques, Responsabilité civile et assurances, éditions du juris-classeur,
mayo de 2002. Citado por YEPES RESTREPO, Sergio. Op. cit.
50
Exposé des motifs, Loi 303 du 2002, Le Nouveau droit des malades, actes de la tournée d`études des éditions du juris
classeur, Groupe Lexisnexis, Paris, 2002. Citado por YEPES RESTREPO, Sergio. Op. cit.
51
La Corte de Casación Francesa consagró una obligación de seguridad de resultado en los eventos de infecciones intra-
hospitalarias mediante sentencia del 29 de junio de 1999. Citado por YEPES RESTREPO, Sergio. Op. cit.
52
El Consejo de Estado Francés aplicó la falla presunta del servicio médico oficial desde el 14 de junio de 1991. Citado
por YEPES RESTREPO, Sergio. Op. cit.

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