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Era, pues menester concentrarnos en una escala que nos permitiera captar
categorías de manejo de la tierra. Deberíamos, entonces, identificar los usos
culturales por categorías. Poseemos experiencias en Colombia en trabajos de
investigación sobre sistemas jurídicos indígenas para identificar estas categorías
de uso cultural de la Tierra. Por definición, toda cultura clasifica su Territorio en
categorías, que poseen nombres específicos en lenguas vernáculas (lo que es una
ventana para su identificación). Cada uso es identificado a partir de ciertas
características, bien físicas, de uso, relacionadas con nichos ecológicos
específicos o referidas con determinadas concepciones, como en el caso de los
sitios sagrados.
Responden a la formula de “Tierra que es de” khwẽ’nxa yu’kh, jxuth ςxaςxa, yerba
verde o (viche), kutx dxi’th,(después del cosechado del maíz ) ehphus ςxaςxa,
(después de un año de descanso) ehphus ẽekiiteya’pasa (monte que tiene
muchas pajonales secos) ehphus ẽekiiteya’ takheçsa (monte que empieza a podrir
el pajonal y empieza a espacio en su interior) ehpsa ẽekiitesa monte que este bien
tupido en su interior. Este es el rastrojo o monte apto para hacer el eh (roza) y por
último el yu’kh thẽ’ el mote jecho que tiene mas de diez año de haber estado en
descanso y de allí sigue hasta que reciba el nombre yu’kh wala. Por el grosor de
los árboles a través del tiempo
o “Tierra que es para”, en esta parte el kutx dxi’th es para volver a sembrar el
maíz pero mirando las partes donde se dio buena cosecha y, en parte donde se
dio poco se siembra el trigo. El ehphus ςxaςxa está en merecido descanso por dos
años, el ehphus ẽekiiteya' pasa es para empezar a buscar leña dependiendo de
las plantas o árboles que contenga el lote, el khwẽ’nxa yu’kh es para que
reproduzcan las torcazas ya que los padres de los pichones fabrican el alimento
con el helecho y en esos sitios casi siempre están los nidos o los polluelos de la
torcaza.
El ehphus ẽekiiteya‘pasa es el monte propicio para sacada de la leña y
reproducción de las aves y otros animales porque la mayoría de las plantas están
dando fruto. El ehphus ẽekiite es cuando el monte está presto para hacer
cualquier cultivo; también ya se presta para sacar maderas para la construcción.
Yu’kh thẽ’ este rastrojo o monte está presto para todo por estar maduro, claro,
también requiriendo mayor complimiento de su nomatividad de parte quien lo va a
hacer el uso.
Yu’kh wala es el sitio propicio para la madera y el retorna de animales grandes
porque permite el refugio de ellos. Lo interesante de estas categorías es que la
identificación misma de la clase de terreno se le asocian dos calidades: normas de
manejo y normas de acceso. Así estábamos incorporando al análisis una clase de
categoría cuya característica principal es su carácter ético, ya que se trata de
categorías normadas por el derecho consuetudinario. Como cuando hablamos de
Planes de Manejo nos introducimos en el mismo campo, estábamos partiendo de
una base que nos podía mostrar frutos en la dirección en la que nos encontramos.
PAISAJE CULTURAL
Los paisajes culturales representan obras “…que combinan el trabajo del hombre
y la naturaleza”. En la guía operativa para la implementación de la convención del
patrimonio mundial se definieron tres categorías de paisaje cultural: 1. Los
paisajes claramente definido, diseñados y creados intencionalmente por el hombre
(con propósitos contemplativos), como jardines y parques; 2. Los paisajes
evolutivos resultantes de condiciones sociales, económicas, administrativas y/o
religiosas, que se han desarrollado conjuntamente y en respuesta al medio
ambiente natural. Estos se dividen en dos clases: paisajes fósiles o relictos y
paisajes “continuos en el tiempo” que siguen teniendo un papel funcional en la
vida contemporánea; y 3. Paisajes asociativos de los aspectos religiosos, artísticos
y culturales, como el caso de los sitios sagrados. Con posterioridad, el concepto
se ha ampliado con la incorporación de las figuras de “itinerario cultural” que da
cuenta de los intercambios culturales entre grupos y regiones y de “paisajes
lineales” como caminos o canales.
Territorio, monte sagrado, monte de los animales; salado, lugar de alimento para
los animales; laguna, sitio de espíritus; bosque utilizable con las siguientes
categorías de uso: uso exclusivo de botánicos, recolección de plantas medicinales,
área de materiales de construcción; área de insumos para artesanías; área de
explotación forestal; área apta para cultivos; rastrojo de cultivo actual, rastrojo en
descanso; tierra no apta para cultivar; tierra inundable; madre vieja; tierra alta;
casa de habitación.
Para nuestro caso, una tradición se define como un conjunto de usos culturales
que poseen una existencia de largo plazo en un territorio determinado. Estamos
hablando de culturas que han mantenido sus patrones de uso cultural milenios, no
del grupo de campesino que está experimentando con inventos o difusiones. Lo
importante de captar en este grupo es que cuando hablamos de usos culturales
tradicionales en un territorio determinado, estamos ante la presunción de que
dichos usos son por definición, sostenibles. No de otra forma podrían haberse
mantenido durante espacios tan largos de tiempo. El solo rendimiento decreciente
de lo suelos y de los recursos naturales los había “sacado” de circulación. Para
que esto sea posible, dichos usos son de impacto mínimo o incorporan alguna
forma cíclica o estacional de recuperación de la tierra, bien a través de
suspensiones temporales o descansos de uso, ya se a través de rotaciones o de
restitución de suelos o de recursos. Lo interesante es que en el mundo moderno,
dentro de un ambiente de globalización, muchos usos culturales tradicionales se
encuentran afectados en su sostenibilidad por factores externos como lo son
impactos de guerras, mercados, aumento de la población combinado con
limitación territorial, invasión territorial, imposición de mercados legales, guerras,
catástrofes y aculturación.
Las comunidades que usan este patrón poseen el conocimiento tradicional para
saber perfectamente que frecuencia es la aconsejable para mantener la
sostenibilidad del uso. Sin embargo, es común observar que la presión territorial a
la cual crecientemente están sometidos los pueblos indígenas o comunidades
campesinas en el mundo genera cambios en la frecuencia que transforma el uso
en insostenible. Ello sucede cuando la multiplicación del área efectivamente
rozada por la frecuencia resulta superior al área total de disponibilidad. El
fenómeno puede haber sido impulsado por tres factores: un aumento en la
población al que no corresponde un aumento de territorio, invasión territorial que
reduce el ámbito vital del grupo originario, o presiones de mercado que conlleva
aumentos en las áreas efectivamente rozadas en un determinado momento con el
propósito de producir excedentes.
Cuando un grupo étnico se ha organizado de tal manera que “exporta” sus usos
culturales a otros territorios o que teje una trama de relaciones de intercambio
entre usos culturales diferentes localizados en distintos territorios o paisajes
culturales. El concepto clave que se incorpora para estos efectos es le de
complementariedad que da cuenta de una amplia variedad de fenómenos de
extraterritorialidad. Las complementariedades pueden ser vistas como “verticales”
cuando involucran diversos tipos térmicos y “horizontales” cuando involucran
territorios de ¡diferentes características que no o corresponden a lineamientos
como el vertical, pero cuyos patrones del uso están conectados por alguna forma
de intercambio de un mismo grupo étnico u organización (confederación, alianza,
estado) o darse entre grupos étnicos autónomos y diferentes. Puede tratarse de la
ocupación estacionadle las mismas unidades productivas en diferentes nichos o
puede tratarse de un sistema de intercambio. En este último caso puede involucrar
intercambio de bienes solamente o conllevar el intercambio de bienes y trabajo.
Primero debe realizarse una sesión con las personas de la comunidad que va
participar en el mapeo para orientarles en mapas de pequeña escala, imágenes
satelitales y fotografías aéreas, si están disponibles.
Identificar las demás áreas de usos culturales, a partir de las categorías definidas
anteriormente, algunas de dichas categorías podrán estar relacionadas, aunque
no necesariamente coincidir con:
• Zonas de pastoreo
• Huertas caseras
• Áreas de agricultura itinerante, teniendo cuidado de registrar la frecuencia
de retorno para análisis de sostenibilidad.
• Nichos de economía de mercado.
• Pastos para ganadería.
• Recursos marinos costeros.
• Recursos fluviales.
• En el caso de bosques, páramos, desiertos y en general de áreas
comunales o protegidas, tener cuidado de diferenciar las siguientes áreas;
área de caza, áreas de recolección de alimentos, áreas de recolección de
materiales de construcción, áreas de descanso de animales, áreas de
localización de espíritus o fuerzas, áreas de habitación de ancestros,
“puertas” de comunicación con el inframundo, mundo de los ancestros
lugares de generación de fuerzas vitales.
• Lugares de minería, explotación forestal, de gas y petróleo y de
agroindustria que se encuentren dentro de su territorio, si fuere el caso,
generalmente en manos diferentes a los de la comunidad.
• Áreas de expansión; áreas reservadas para expansión de la frontera
agrícola o de los poblados, de especial importancia para el planeamiento de
las obras.
Especificar las reglas de manejo para cada categoría. Indagar sobre los materiales
para construcción de vivienda tradicional, lugares de recolección y cuidados
especiales. Indagar sobre las razones para el cambio de materiales tradicionales
por modernos, si este fuere el caso (costos, prestigio, dificultad para obtener
materiales tradicionales oportunidad).
Se sugiere a este nivel un mapeo sencillo para áreas de categorías de uso cultural
y de vías de comunicación, incluyendo la localización de escuelas, centros de
salud, iglesias y en general de infraestructura comunitaria.
Como apoyo, se puede intentar graficar la organización social, para lo cual debe,
intentarse al menos localizar lo siguiente:
1. Segmentos de parentesco.
2. Grupos endogámicos, los grupos endogámicos pueden ser graficados a
partir de los mismos grupos de parentesco, registrando la extensión de sus
alianzas matrimoniales. Para esta tarea, es importante tener en cuenta la
regla de residencia (al casarse una pareja, ¿Dónde va a residir?, ¿donde el
grupo del novio, de la novia o aparte?). El investigador de campo
encontrará novedoso verter esta información en los mapas para trabajo con
la comunidad, puesto que a estos grupos se les ha acostumbrado a
identificarse por ubicación político-administrativa en cabeceras municipales,
veredas y demás unidades empleadas en le respectivo país, sin tener en
cuenta su estructura social.
Se propone al menos tres salidas de campo, cada una de ellas podrá ser enfocada
en un aspecto distinto, durante el recorrido, y acompañada de un grupo diferente.
Es recomendable además tomar fotografías, cuya copia será entregada a la
comunidad.
En las partes donde la cartografía sea a una escala pequeña, se recomienda
realizar mapas a mano alzada, que serán los presentados a la comunidad.
También es interesante levantar el mapa sobre una matriz georeferenciada que
contenga los principales accidentes geográficos (litorales, ríos y alturas mayores)
mientras la mayor parte queda en blanco, lo que se puede hacer calcando un
mapa oficial (ojalá con una escala igual o superior a 1:10.000), así, manteniendo
un mínimo de perspectiva georeferenciada, la comunidad va a tener libertad de
verter sobre el papel su propio imaginario cultural del uso del territorio y registrar
los nombres que utilizan para denominar las categorías. De todas maneras se
debe contar con un GPS para georeferenciar puntos de referencia para la
ubicación de prototipos de los patrones de uso cultural, como asentamientos,
construcciones, lugares sagrados, etc. Debe tenerse en cuenta que no se solicita
la georeferenciación de perímetro (delimitación de las áreas de las categorías de
uso cultural), ya que este es un trabajo que corresponde al tratamiento de la
imagen.
Para efectos del clan (uso cultural de la tierra) se modeló la base de datos que
aquí se presenta como una respuesta a los requerimientos del sistema de
información geográfica para el análisis de los usos culturales de la tierra, de
acuerdo a los estudios de caso y a las demandas detectadas entre los clientes
potenciales del sistema. Se probó con varios modelos de presentación de datos,
que perseguían la reducción de la realidad necesaria para establecer elementos
geográficos capaces de referenciar la información cultural que se precisaba
analizar. Los resultados de la modelación estructural se presentan en este aporte
a manera de introducción y se profundiza en el capítulo correspondiente.
La base de datos juega los siguientes papeles en el sistema de información
geográfica a: 1. Estructura la memoria de toda la información que se colecta,
sirviendo de esta manera como una línea de base que se puede actualizar con el
paso del tiempo. 2. Normaliza y estructura la información con especial énfasis en
los datos culturales, con referencia a la geografía. 3. Incorpora en el sistema de
información que no se puede extraer en el análisis de la imagen, pero que se
puede referenciar geográficamente a ella (como el caso de las anotadas
categorías de uso de la tierra no visibles en la imagen), y 4. Sirve de plataforma
para el análisis de las variables incorporadas en el sistema y para la deducción de
resultados de esos análisis, incluyendo la definición de indicadores que surgen. Al
final, la manipulación de la base nos debe permitir extraer algunas conclusiones
del porqué y bajo qué condiciones una cultura utiliza la tierra de una manera
determinada.
1. Territorios.
2. Sitios y áreas sagradas.
3. Sitios de patrimonio arqueológico.
4. Lugares de agua.
5. Áreas de recolección.
6. Áreas de caza.
7. Áreas de pesca.
8. Áreas de cultivo permanente.
9. Complejos de agricultura itinerante.
10. Áreas abandonadas.
11. Áreas de pastoreo.
12. Áreas de actividad minera.
13. Áreas de algunos de estos tipos contienen subtipos, que pueden ser
consultados en el capitulo correspondiente. Debe tenerse en cuenta que
estos tipos y subtipos obedecen a una identificación general
predeterminada. En la practica podrán encontrarse varias categorías de
uso cultural por tipo o subtipo (que deberán especificarse aparte por su
nombre vernáculo), algunos tipos que coinciden, con las categorías de uso
cultural, otros tipos sin categoría correspondiente y aún categorías de uso
cultural que no encuentra n correspondencia en esta clasificación, que
deberán agregarse “otros”. Lo importante se es definir los patrones de las
categorías de uso cultural de la tierra, que corresponden a cada cultura que
se pueden identifica en el imagen (ya sea por el análisis de la imagen o por
mapeo de la imagen).
La lista de tipos y subtipos no es sino una ayuda indicativa para “archivarlos”. Las
categorías de uso cultural (clasificada como tipos y subtipos en el ejercicio) van a
actuar como atributos o variables que se refieren a entidades geométricas en la
imagen. Las otras variables que acompañan la topología son:
Las entidades, tipos, subtipos y atributos de los demás contextos pueden ser
consultadas en el capítulo correspondiente. Para cada tipo o subtipo de la lista
general, se sugiere un icono, para efectos de la elaboración de leyendas en los
mapas que genere el sistema.
Existen otros atributos que no a parecen en la base de datos, ya que son atributos
intrínsecos a la geometría de objetos espaciales, que vienen a ser medidas
directamente por los programas de manejo.