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NATURALEZA – ORDEN TERRITORIAL

El reto para nosotros es el diseño que asegurara la reversión del proceso de


deforestación y de ocupación de áreas sensibles. Un tema perteneciente al campo
de los estudios de Ordenamiento Territorial y al de formulación de Planes de
Manejo. Para diseñar tales planes existe un modelo estándar que consiste en la
elaboración de mapas de uso actual y de uso potencial del suelo. De la
superposición de ambos mapas resulta lo que se denomina un mapa de conflictos
de uso del suelo. Vale decir, la representación geográfica de aquellas zonas en las
cuales el uso que se le esta dando al suelo, no coincide con el uso potencialmente
más adecuado para cada área en particular, teniendo en cuenta las variables de
calidad química y física de los suelos, su pendiente, pluviosidad y zona de vida.
Una vez realizado este análisis, la autoridad competente esta en la capacidad
técnica de formular el Plan de Manejo, estableciendo normativas de uso y un
sistema de sanciones o de incentivos para implementarla.

Era, pues menester concentrarnos en una escala que nos permitiera captar
categorías de manejo de la tierra. Deberíamos, entonces, identificar los usos
culturales por categorías. Poseemos experiencias en Colombia en trabajos de
investigación sobre sistemas jurídicos indígenas para identificar estas categorías
de uso cultural de la Tierra. Por definición, toda cultura clasifica su Territorio en
categorías, que poseen nombres específicos en lenguas vernáculas (lo que es una
ventana para su identificación). Cada uso es identificado a partir de ciertas
características, bien físicas, de uso, relacionadas con nichos ecológicos
específicos o referidas con determinadas concepciones, como en el caso de los
sitios sagrados.
Responden a la formula de “Tierra que es de” khwẽ’nxa yu’kh, jxuth ςxaςxa, yerba
verde o (viche), kutx dxi’th,(después del cosechado del maíz ) ehphus ςxaςxa,
(después de un año de descanso) ehphus ẽekiiteya’pasa (monte que tiene
muchas pajonales secos) ehphus ẽekiiteya’ takheçsa (monte que empieza a podrir
el pajonal y empieza a espacio en su interior) ehpsa ẽekiitesa monte que este bien
tupido en su interior. Este es el rastrojo o monte apto para hacer el eh (roza) y por
último el yu’kh thẽ’ el mote jecho que tiene mas de diez año de haber estado en
descanso y de allí sigue hasta que reciba el nombre yu’kh wala. Por el grosor de
los árboles a través del tiempo
o “Tierra que es para”, en esta parte el kutx dxi’th es para volver a sembrar el
maíz pero mirando las partes donde se dio buena cosecha y, en parte donde se
dio poco se siembra el trigo. El ehphus ςxaςxa está en merecido descanso por dos
años, el ehphus ẽekiiteya' pasa es para empezar a buscar leña dependiendo de
las plantas o árboles que contenga el lote, el khwẽ’nxa yu’kh es para que
reproduzcan las torcazas ya que los padres de los pichones fabrican el alimento
con el helecho y en esos sitios casi siempre están los nidos o los polluelos de la
torcaza.
El ehphus ẽekiiteya‘pasa es el monte propicio para sacada de la leña y
reproducción de las aves y otros animales porque la mayoría de las plantas están
dando fruto. El ehphus ẽekiite es cuando el monte está presto para hacer
cualquier cultivo; también ya se presta para sacar maderas para la construcción.
Yu’kh thẽ’ este rastrojo o monte está presto para todo por estar maduro, claro,
también requiriendo mayor complimiento de su nomatividad de parte quien lo va a
hacer el uso.
Yu’kh wala es el sitio propicio para la madera y el retorna de animales grandes
porque permite el refugio de ellos. Lo interesante de estas categorías es que la
identificación misma de la clase de terreno se le asocian dos calidades: normas de
manejo y normas de acceso. Así estábamos incorporando al análisis una clase de
categoría cuya característica principal es su carácter ético, ya que se trata de
categorías normadas por el derecho consuetudinario. Como cuando hablamos de
Planes de Manejo nos introducimos en el mismo campo, estábamos partiendo de
una base que nos podía mostrar frutos en la dirección en la que nos encontramos.

La metodología acordada fue la siguiente:

1. Identificar la lista de categorías por grupo cultural.


2. Identificar en el terreno los patrones correspondientes a cada categoría.
3. Observar, por medio de análisis multiespectral, como podían ser identificadas
estas categorías en las imágenes o sensores remotos.
4. Basados en este análisis generar un mapa de pequeña escala identificando los
complejos de uso correspondiente a cada cultura
5. Calificar la sostenibilidad de los usos culturales y
6. Utilizar este conocimiento para apoyar a cada grupo cultural o formular su visión
de sostenibilidad a largo plazo.

PAISAJE CULTURAL

A manera de antecedente teórico, un concepto asociado con el uso cultural de la


tierra es el de “paisaje cultural”.

Los paisajes culturales representan obras “…que combinan el trabajo del hombre
y la naturaleza”. En la guía operativa para la implementación de la convención del
patrimonio mundial se definieron tres categorías de paisaje cultural: 1. Los
paisajes claramente definido, diseñados y creados intencionalmente por el hombre
(con propósitos contemplativos), como jardines y parques; 2. Los paisajes
evolutivos resultantes de condiciones sociales, económicas, administrativas y/o
religiosas, que se han desarrollado conjuntamente y en respuesta al medio
ambiente natural. Estos se dividen en dos clases: paisajes fósiles o relictos y
paisajes “continuos en el tiempo” que siguen teniendo un papel funcional en la
vida contemporánea; y 3. Paisajes asociativos de los aspectos religiosos, artísticos
y culturales, como el caso de los sitios sagrados. Con posterioridad, el concepto
se ha ampliado con la incorporación de las figuras de “itinerario cultural” que da
cuenta de los intercambios culturales entre grupos y regiones y de “paisajes
lineales” como caminos o canales.

CONOCIMIENTO TRADICIONAL Y DESARROLLO


El conocimiento tradicional no está limitado al campo del conocimiento sobre la
diversidad biológica, se relaciona también con conjuntos de creencias y normas de
comportamiento propios de cada cultura que clasifican y regulan su experiencia
vital y su relación con el entorno. Las agencias multilaterales encontraron ventajas
importantes al incorporar el conocimiento tradicional en temas tan diversos como
el manejo del agua, la prevención de desastres, el manejo de los bosques y la
clasificación y manejo del territorio, que es el campo en el que se sitúa el concepto
de uso cultural.

Los objetivos de conservación y desarrollo integrado de sus territorios deben


basarse en dos aspectos fundamentales a saber, 1. Conocimientos tradicionales y
2. Usos culturales del territorio, que es la forma en que las comunidades indígenas
administran y regulan sus Recursos Naturales.

Cuando nos enfocamos en el campo de las clasificaciones de la tierra y de los


Recursos Naturales que le son propios a las culturas humanas, no encontramos
que estas clasificaciones posean dos aspectos relevantes, el primero es que
comportan concepciones, representaciones de la realidad, estas van desde una
concepción de la realidad en su conjunto que define una cosmovisión del territorio
en sí mismo considerado; de su estructura y de las fuerzas presentes en él, (para
buena parte de los pueblos indígenas americanos, la realidad está conformada por
aspectos territoriales, vitales y fuerzas espirituales. El territorio en sí mismo
comporta realidades subterráneas y celestes, aporte de las estrictamente
superficiales), hasta concepciones de calidades específicas de los suelo, sistemas
de vida o fenómenos climáticos que están asociados con partes o categorías de
ese territorio, espacio vital en el cual se ha desarrollado históricamente una cultura
determinada, sumado a la anterior aspecto antológico, existe uno de carácter
ético, que da cuenta de las reglas de manejo y acceso a esas categorías. Si bien
existe muchas veces una ética general (que es el caso de mantener equilibrio
entre el hombre y la naturaleza, a través de la comunicación “espiritual” con las
fuerzas que gobiernan la realidad natural) esta termina representándose en reglas
de comportamiento particulares que pueden estar asociadas precisamente con las
categorías materia de nuestro concepto.

Sistemas de agricultura itinerante: Consiste en un manejo del suelo a través del


cual se roza en área determinada, se quema lo rozado, se planta con bastón las
semillas y cuando se cosecha lo plantado se “abandona” el área por unos años
hasta que vuelva sobre ella a crecer rastrojo a una altura suficiente en la cual se
observa restitución del suelo una vez ese estado se repite el procedimiento.

Sostenibilidad de los usos culturales: (problema?)


La sostenibilidad de los usos culturales de la tierra puede ser analizado de dos
maneras, desde una perspectiva de conjunto o bien desde una perspectiva de
cada categoría de uso cultural individualmente considerada. La paradoja de esta
dicotomía es que el sistema cultural en su conjunto puede ser sostenible a costa
de la insostenibilidad de los usos individuales.
De mayor interés para nuestro trabajo es la calificación de sostenibilidad de las
categorías particulares de uso cultural. Para estos efectos la menester hacer la
diferencia entre horizonte y tradición. El concepto de horizonte corresponde al
corte sincrónico de un territorio determinado en el cual vamos a encontrar una
serie de patrones de uso actual de la tierra que pueden pertenecer a un mismo o
varios complejos culturales.

Lista de categorías de uso cultural:

Territorio, monte sagrado, monte de los animales; salado, lugar de alimento para
los animales; laguna, sitio de espíritus; bosque utilizable con las siguientes
categorías de uso: uso exclusivo de botánicos, recolección de plantas medicinales,
área de materiales de construcción; área de insumos para artesanías; área de
explotación forestal; área apta para cultivos; rastrojo de cultivo actual, rastrojo en
descanso; tierra no apta para cultivar; tierra inundable; madre vieja; tierra alta;
casa de habitación.

Para nuestro caso, una tradición se define como un conjunto de usos culturales
que poseen una existencia de largo plazo en un territorio determinado. Estamos
hablando de culturas que han mantenido sus patrones de uso cultural milenios, no
del grupo de campesino que está experimentando con inventos o difusiones. Lo
importante de captar en este grupo es que cuando hablamos de usos culturales
tradicionales en un territorio determinado, estamos ante la presunción de que
dichos usos son por definición, sostenibles. No de otra forma podrían haberse
mantenido durante espacios tan largos de tiempo. El solo rendimiento decreciente
de lo suelos y de los recursos naturales los había “sacado” de circulación. Para
que esto sea posible, dichos usos son de impacto mínimo o incorporan alguna
forma cíclica o estacional de recuperación de la tierra, bien a través de
suspensiones temporales o descansos de uso, ya se a través de rotaciones o de
restitución de suelos o de recursos. Lo interesante es que en el mundo moderno,
dentro de un ambiente de globalización, muchos usos culturales tradicionales se
encuentran afectados en su sostenibilidad por factores externos como lo son
impactos de guerras, mercados, aumento de la población combinado con
limitación territorial, invasión territorial, imposición de mercados legales, guerras,
catástrofes y aculturación.

La limitación territorial es el factor mas conspicuo de conversión de usos


tradicionales sostenibles en usos tradicionales insostenibles que puede ser
ilustrado con el caso de los sistemas de agricultura itinerante, como ya lo hemos
visto anteriormente, estos sistemas se caracterizan por un manejo de bosques
secundarios en los cuales se roza o tala la vegetación para quemarla o dejarla
podrir, con el propósito de sembrar, una vez realizada la cosecha se deja
descansar el área rozada hasta que el suelo, por efectos del renacimiento de la
cobertura boscosa, se recupere, momento en el cual se repite el ciclo, al contrario
de la imagen popularizada por muchos especialistas de disciplinas agronómicas o
ambientales, estos sistemas son altamente sostenibles. El problema es que su
sostenibilidad es crítica y depende de la relación entre área disponible y área en
cultivo actual que debe ser igual o superior al número de ciclos necesarios para la
recuperación del terreno o frecuencia ideal de repetición del ciclo. La frecuencia
es función de factores como la calidad química de los suelos, la velocidad de
regeneración del bosque, de mineralización de los detritos de los vegetales, la
humedad, pluviosidad del medio y las características de pendiente y permeabilidad
del suelo. La frecuencia varía desde tres años en suelos franco arenosos de
buena calidad física en las vegas de los ríos hasta cerca de 20 años en suelos
secos de alta permeabilidad.

Las comunidades que usan este patrón poseen el conocimiento tradicional para
saber perfectamente que frecuencia es la aconsejable para mantener la
sostenibilidad del uso. Sin embargo, es común observar que la presión territorial a
la cual crecientemente están sometidos los pueblos indígenas o comunidades
campesinas en el mundo genera cambios en la frecuencia que transforma el uso
en insostenible. Ello sucede cuando la multiplicación del área efectivamente
rozada por la frecuencia resulta superior al área total de disponibilidad. El
fenómeno puede haber sido impulsado por tres factores: un aumento en la
población al que no corresponde un aumento de territorio, invasión territorial que
reduce el ámbito vital del grupo originario, o presiones de mercado que conlleva
aumentos en las áreas efectivamente rozadas en un determinado momento con el
propósito de producir excedentes.

Límites geográficos= endogamia – complementariedad y conflicto

Cuando un grupo étnico se ha organizado de tal manera que “exporta” sus usos
culturales a otros territorios o que teje una trama de relaciones de intercambio
entre usos culturales diferentes localizados en distintos territorios o paisajes
culturales. El concepto clave que se incorpora para estos efectos es le de
complementariedad que da cuenta de una amplia variedad de fenómenos de
extraterritorialidad. Las complementariedades pueden ser vistas como “verticales”
cuando involucran diversos tipos térmicos y “horizontales” cuando involucran
territorios de ¡diferentes características que no o corresponden a lineamientos
como el vertical, pero cuyos patrones del uso están conectados por alguna forma
de intercambio de un mismo grupo étnico u organización (confederación, alianza,
estado) o darse entre grupos étnicos autónomos y diferentes. Puede tratarse de la
ocupación estacionadle las mismas unidades productivas en diferentes nichos o
puede tratarse de un sistema de intercambio. En este último caso puede involucrar
intercambio de bienes solamente o conllevar el intercambio de bienes y trabajo.

1. Identificación de patrones de uso cultural de la tierra a través del trabajo de


campo y de análisis de imágenes.
2. Elaboración de una base de datos para el sistema
3. Modelación geográfica de atributos y su análisis con referencia a la base de
datos elaborada.
Identificación de patrones de uso cultural de la tierra:

El primer paso metodológico para uso utilización es la identificación de los usos


culturales de la tierra. Como hemos visto, estos usos se clasifican por parte de los
grupos culturales, en categorías.

En términos del análisis de la imagen, las categorías pueden ser reducidas a


patrones que es posible identificar en la imagen o mapear en ella cuando no sean
visualizables.

La metodología sugerida para la identificación de los usos culturales es doble,


incorpora trabajo de campo y trabajo de transdisciplinario (análisis de imagen y
mapeo). El trabajo de campo consiste en tres fases:

1. Elaboración de lista de categorías y aspectos.


2. Reconocimiento del terreno.
3. Identificación de los usos culturales de la imagen.

La primera base es la recolección de información básica que permite al


investigador social elaborar la lista de las categorías de uso cultural del Territorio.
El uso cultural de la tierra busca darle flexibilidad al usuario. La manera de obtener
esta información puede ser variada. Dependiendo de las circunstancias de
trabajo, el investigador de campo puede realizar entrevistas con base en
formulación , realizar entrevistas sin usar formulario con personas escogidas,
obtener información en reuniones con la comunidad, o una combinación de las
alternativas anteriores, se aconseja que se recopile la información bibliográfica
previa existente sobre usos del suelo, derecho consuetudinario y manejo territorial.
Debe tenerse en cuenta que en todo caso es importante asegurar la presencia de
ancianos y mujeres dentro de los entrevistados. Para efectos de la recolección de
los datos se sugiere tener en cuenta que cuando se tratan de categorías, no solo
se esta hablando de calidades, sino del marco normativo en términos de acceso y
manejo. Por otra parte, la definición misma de la calidad ontológica de una
categoría, definida como “lo que es” puede estar acompañada de aspectos
teleológicos “para lo que sirve, con lo que se relaciona” que es importante
registrar.

Para la primera fase, a continuación presentamos una lista de verificación de los


elementos a tener en cuenta en la elaboración del listado de usos culturales y de
sus calidades.

La segunda fase consiste en una comprobación en campo cuyo objetivo no es el


de elaborar un mapa definitivo de los usos culturales sino el de identificar en el
terreno referentes geográficas de las categorías sino de identificar en el terreno
referentes geográficos de las categorías de uso cultural que sirvan de apoyo al
tratamiento de la imagen, que es el tercer paso de la identificación (y mapeo) de
los usos culturales. La comprobación de campo puede ser realizada de dos
maneras que también pueden ser combinadas:

1. A través de la identificación de patrones de uso cultural (áreas, puntos,


líneas) realizados con fotografías georeferenciados tomados en vuelo de
helicóptero; y/o
2. A través de la realización de mapeo comunitario en el terreno.

En el primer caso se procede a realizar el vuelo en compañía de informantes que


conozcan el territorio, proveyéndose de una cámara con GPS. A partir de la lista
preelaborada de categorías de uso cultural, se solicita al informante que vaya
identificando las categorías. Tipo en el terreno que van tomando las imágenes
georeferenciadas. Es importante que el vuelo se realice en helicóptero, porque la
velocidad de un avión no va a permitir la observación adecuada de los objetos.

La segunda opción es la de realizar este reconocimiento a la manera de la


elaboración de un mapa comunitario. Debe tenerse en cuenta que no que no se
trata de elaborar un mapa al detalle y que la georeferenciación no solo es
indicativa y no es necesario realizarla en todos los casos sino en patrones típicos.
La ventaja de este método es que va a darnos en mayor detalle para guiar a los
técnicos en el tratamiento de la imagen en sus labores de mapeo de los usos
culturales. También va a permitir adelantar la tarea de obtención de información
para la base de datos. Sin embargo, las fotos le van a dar mejor orientación en
término de atributos a la técnica en tratamiento de imagen. Lo ideal es una
combinación de ambos métodos.

LISTA DE VERIFICACION PARA LA IDENTIFICACION DE USOS


CULTURALES

Lista de categorías de uso cultural: Se elabora una lista de las categorías


culturales de manejo de la tierra que puedan incluir no solo categorías de uso
agropecuario o forestal económico, sino otros conceptos, como : territorio, áreas
sagradas, sitios de agua, zonas de habitación, caminos, calidades de suelos,
lugares donde viven o que se consideran propiedad de los animales o plantas
especificaos, zonas de recolección, de caza y de pesca y lugares de pagamento o
ritual (que pueden estar fuera del territorio en posesión), zonas de producción
pecuaria y agrícolas, etc.; algunos de los cuales se pueden superponer. También
pueden existir clasificaciones de propiedad (lugares donde se percibe la presencia
de espíritus o fuerzas, o que se consideran de su propiedad, de animales, de
fuerzas, propiedad individual, familiar o de segmento de parentesco, comunal).
Para pueblos indígenas que poseen lengua hablante existirá un término en la
lengua nativa para cada categoría. Por lo general, los grupos campesinos poseen
menos categorías. Es el caso de los bosques, se debe considerar
cuidadosamente, ya que a pesar de que estos tienen su nombre y categoría,
internamente también estarán divididos en categorías (bosque de descanso de
animales, salados, bosque de recolección de alimentos, bosque de construcción,
bosque de ampliación de la agricultura itinerante, bosque de tala forestal, etc. En
el caso de las categorías de uso agrícola, debe diferenciarse entre las dedicadas a
agricultura permanente (que generalmente corresponden a determinados nichos
ecológicos particulares, como vegas de los ríos, laderas fértiles, mesetas, etc.) y la
agricultura itinerante. La agricultura itinerante puede también incluir varias
categorías, que varían en el ciclo del barbecho (tierra en trabajo, tierra en
descanso, tierra lista para ser nuevamente usada). En este caso se debe
averiguar si el complejo en su conjunto tiene un nombre y si hay nombres para
cada una de las categorías que lo componen. También es posible que el manejo
productivo se realice con sistemas de rotación no solo entre varios cultivos, sino
incluyendo el pastoreo. Las categorías agropecuarias pueden incluir
infraestructura asociada, como terrazas de cultivo, canales de riego u obras de
drenaje. Aparte de las actividades agropecuarias, como categorías de producción
pueden existir clasificaciones para zonas de recolección, agroforestería, minería,
pesca y caza. Es el caso de la pesca, esta puede estar dividida entres zonas
fluviales, lagos y puede incluir no solo la pesca sino la recolección de mariscos, se
debe tener la prelancia de averiguar:
1. Que cantidades o características son propias de cada categoría en
particular.
2. Que utilización, prohibición o relación (con los hombres, animales o
espíritus o ancestros) posee cada categoría, y
3. Cual es su significado o utilización económica, ritual, etc.

LUGARES MITICOS O SAGRADOS

Dentro de la anterior lista, existirán categorías de lugares sagrados. Estos lugares


pueden ser de diferentes tipos:
1. Zonas “tabú” donde habitan espíritus o fuerzas, asociadas con accidentes
geográficos como rocas, cerros, cuevas, nacimientos de agua, lagunas,
bosques primarios, salados, humedales, etc. Donde debe evitarse ir.
2. Lugares de “pagamento”, donde se realizan ritualidades específicas, que
pueden coincidir con los potros tres tipos
3. Lugares donde se encuentran los ancestros; y
4. “Puertas” o lugares de comunicación con los ancestros, espíritus,
inframundo, cielo, etc. Es importante averigua si uno de estos lugares de
da “nombre” o le confiere algún tipo de entidad al grupo, en su conjunto o a
segmentos de parentesco o localidad de este. Es común que en grupo se
sienta descendiente o perteneciente a un hito geográfico determinada, a la
manera de los “hijos de la laguna o de las estrellas”, “el grupo de tal cerro” o
“los del árbol de la vida que surge de tal lugar”.

REGLAS DE MANEJO DE USOS CULTURALES

A cada categoría corresponde un cuerpo de reglas de manejo. Las reglas de


manejo son de varios tipos:
1. Técnicas de trabajo asociadas con las categorías, que pueden saber de
diferentes clase, como formas de tala y limpieza, formas de labranza,
instrumentos usados, semillas utilizadas, técnicas de cultivo, manejo de
animales, formas de recolección, manejo del agua, formas de recuperación
del suelo, manejo de biomasa, etc.
2. Frecuencias o tiempos de utilización asociaos a calendarios o ciclos
3. Prohibiciones especificas para el manejo de la categoría, y
4. Ritualidades asociadas.

PROPIEDAD, ACCESO Y RITUALIDAD DE ACCESO

Determinar para cada categoría si posee reglas de acceso especificas, si es la


propiedad de alguien o si para su manejo se requiere una ritualidad especifica.
Puede existir propiedad comunitaria asociada con posesiones privadas o
propiedad privada. En todos los casos pueden existir zonas de manejo comunal.
No necesariamente toda la comunidad tiene el mismo derecho de acceder a los
recursos que allí se encuentran, ya que pueden existir segmentos dominantes y
secundarios (generalmente en efecto de la precedencia en la ocupación) o puede
que el acceso esté restringido a especialistas (médicos, artesanos) o a
asociaciones (pescados, taladores, asociaciones de manejo del agua de riego,
etc.)

SOSTENIBILIDAD DE USOS CULTURALES

Algunas categorías de usos pueden poseer problemas de sostenibilidad


especialmente los de carácter económico (agropecuarios, forestales, de caza y
recolección). Se debe anotar si ha habido para algunos de ellas cambios de uso
(si no se realizan estas actividades como se llevaban a cabo anteriormente) o
abandono del área y anotar las causas, al menos probables de dichos cambios
para extractar en una lista de factores que afectan la sostenibilidad (por ejemplo,
frente a las categorías de uso donde se obtienen materiales de construcción, cabe
preguntarse: ¿Cuáles son las categorías de uso que se refieren a materiales de
construcción y donde están localizadas? O si no hay categorías especificas, ¿en
cuales de los existentes al localizar los materiales de construcción?, ¿Cuáles son
sus reglas de uso?, ¿poseen .los materiales de construcción problemas de
sostenibilidad?, ¿cuales?, ¿se ha apartado su explotación del manejo
tradicional?). Con estos insumos, se debe calificar provisionalmente cada
categoría (clasificación de sostenibilidad) basados en la información de la
comunidad, especialmente los ancianos. Posteriormente puede validar la
calificación de las categorías a través de la observación de una determinada
categoría en imágenes tomadas en diversas épocas.

A continuación se presenta el siguiente itinerario de elaboración de un mapa


comunitario, debe tenerse en cuenta que el mapa va a realizarse a mano alzada,
preferentemente sobre base georeferenciada y que se requiere la identificación
con GPS, solo de ciertos puntos de referencia para localización de los patrones de
las categorías que pueden después guiar a las técnicas de tratamiento para su
localización en la imagen.

MAPEO COMUNITARIO DE USOS CULTURALES

Previamente a la primera salida, debe haberse elaborado la lista de las categorías


de uso cultural, cada cultura clasifica su territorio en categorías, las cuales
contemplan su naturaleza, quien es o puede ser su “dueño” y las reglas de manejo
y acceso. Es el caso de pueblos indígenas, a cada categoría un nombre en
lengua.

Primero debe realizarse una sesión con las personas de la comunidad que va
participar en el mapeo para orientarles en mapas de pequeña escala, imágenes
satelitales y fotografías aéreas, si están disponibles.

Una vez en el campo, en zonas montañosas debe buscarse buenos miradores y


en zonas planas, recorrer la región. Para definir las rutas de las caminatas es
conveniente tomar tres puntos, en extremos opuestos, para tener una visión
confrontada del territorio. Los recorridos se harán con un grupo representativo de
personas de la comunidad; es decir, de preferencia The walas, líderes, mujeres,
mayores, niños, etc.

La preparación de las salidas debe incluir la pregunta a las autoridades mítico-


religiosas y los mayores sobre los cuidados que se deben tener para no
transgredir normas culturales, así como la consecución de los insumos necesarios
para estas protecciones, por lo general, la prohibición de participar a mujeres
menstruantes estará presente. La logística, en cuanto a comida y previsión de
necesidades en la ruta, será coordinada con las autoridades de las comunidades
y, de preferencia, se pedirá que deleguen esta responsabilidad. La comida
proporcionada, en lo posible, la que la comunidad acostumbre para sus caminatas.

El investigador de campo debe prestar mucha atención a los comentarios sobre


los sitios que vayan visitando.

En lugares especiales se pedirá a los pobladores (The Walas, mayores, parteras,


cantadores, etc.) que cuenten la importancia del sitio.

Al llegar a los destinos se identificaran las categorías de uso cultural y en especial


las que corresponden a sitios míticos o sagrados. Es conveniente que el
investigador de campo averigüe sobre lo siguiente:

• ¿Que lugares son temidos y a quien asusta en el campo?


• ¿Dónde están involucrados los espíritus?
• ¿Dónde se localizan los mitos?
• ¿Dónde se encuentran huellas de tiempos antiguos?
• ¿Dónde se buscan plantas medicinales y silvestres?
• ¿Dónde se cazan animales de forma ritual y medicinal?
• ¿Dónde se obtienen aguas y piedras medicinales?
• ¿Donde se encuentran imágenes de santos y vírgenes?
• ¿Dónde se efectúa algún tipo de ritual?
• ¿Cuáles son los sitios y rutas de peregrinación?
• Mapear los lugares así identificados.

Identificar las demás áreas de usos culturales, a partir de las categorías definidas
anteriormente, algunas de dichas categorías podrán estar relacionadas, aunque
no necesariamente coincidir con:

• Zonas de pastoreo
• Huertas caseras
• Áreas de agricultura itinerante, teniendo cuidado de registrar la frecuencia
de retorno para análisis de sostenibilidad.
• Nichos de economía de mercado.
• Pastos para ganadería.
• Recursos marinos costeros.
• Recursos fluviales.
• En el caso de bosques, páramos, desiertos y en general de áreas
comunales o protegidas, tener cuidado de diferenciar las siguientes áreas;
área de caza, áreas de recolección de alimentos, áreas de recolección de
materiales de construcción, áreas de descanso de animales, áreas de
localización de espíritus o fuerzas, áreas de habitación de ancestros,
“puertas” de comunicación con el inframundo, mundo de los ancestros
lugares de generación de fuerzas vitales.
• Lugares de minería, explotación forestal, de gas y petróleo y de
agroindustria que se encuentren dentro de su territorio, si fuere el caso,
generalmente en manos diferentes a los de la comunidad.
• Áreas de expansión; áreas reservadas para expansión de la frontera
agrícola o de los poblados, de especial importancia para el planeamiento de
las obras.

Especificar las reglas de manejo para cada categoría. Indagar sobre los materiales
para construcción de vivienda tradicional, lugares de recolección y cuidados
especiales. Indagar sobre las razones para el cambio de materiales tradicionales
por modernos, si este fuere el caso (costos, prestigio, dificultad para obtener
materiales tradicionales oportunidad).

Especificar el sistema cultural de tenencia de la tierra de cada categoría de uso


cultural. Para este caso, habrá lugares de “propiedad” de espíritus, lugares de
propiedad o usufructo privado lugares de uso comunal.
Lugares donde un grupo segmentario (usualmente el segmento dominante) posee
alguna clase de preferencia de uso o acceso. En algunos casos, la “propiedad” o
derecho de usufructo o acceso no será perimetral, sino radial, de tal manera que
en algún sitio varias personas o segmento podrán tener acceso. El acceso radial
puede involucrar derechos para los especialistas mágico-religiosos con fines
rituales. También podrá haber zonas agrícolas que son redistribuidas con cierta
periodicidad.

Se sugiere a este nivel un mapeo sencillo para áreas de categorías de uso cultural
y de vías de comunicación, incluyendo la localización de escuelas, centros de
salud, iglesias y en general de infraestructura comunitaria.

De igual manera, la localización de viviendas puede hacerse identificando


simplemente los lugares poblados (muchos países poseen ya censos de vivienda,
en algunos casos desarrollados por empresas públicas o privadas proveedoras de
servicios públicos).

Como apoyo, se puede intentar graficar la organización social, para lo cual debe,
intentarse al menos localizar lo siguiente:

1. Segmentos de parentesco.
2. Grupos endogámicos, los grupos endogámicos pueden ser graficados a
partir de los mismos grupos de parentesco, registrando la extensión de sus
alianzas matrimoniales. Para esta tarea, es importante tener en cuenta la
regla de residencia (al casarse una pareja, ¿Dónde va a residir?, ¿donde el
grupo del novio, de la novia o aparte?). El investigador de campo
encontrará novedoso verter esta información en los mapas para trabajo con
la comunidad, puesto que a estos grupos se les ha acostumbrado a
identificarse por ubicación político-administrativa en cabeceras municipales,
veredas y demás unidades empleadas en le respectivo país, sin tener en
cuenta su estructura social.

Se sugiere igualmente, como síntesis, intentar englobar el territorio de la


comunidad, el cual no necesita solamente su territorio en propiedad o en posesión
económica, ya debe incluir las áreas de sus actividades sociales y culturales. Por
otra parte, no requiere englobarse perimetralmente, ya que el territorio puede
poseer características de radialidad, vale decir, intercalarse con territorios de otras
comunidades o propietarios estatales o privados con áreas legalmente
consideradas como baldíos, en especial a lo referente a la ocupación intermitente
de bosques o a los hitos de importancia ritual.

Se propone al menos tres salidas de campo, cada una de ellas podrá ser enfocada
en un aspecto distinto, durante el recorrido, y acompañada de un grupo diferente.
Es recomendable además tomar fotografías, cuya copia será entregada a la
comunidad.
En las partes donde la cartografía sea a una escala pequeña, se recomienda
realizar mapas a mano alzada, que serán los presentados a la comunidad.
También es interesante levantar el mapa sobre una matriz georeferenciada que
contenga los principales accidentes geográficos (litorales, ríos y alturas mayores)
mientras la mayor parte queda en blanco, lo que se puede hacer calcando un
mapa oficial (ojalá con una escala igual o superior a 1:10.000), así, manteniendo
un mínimo de perspectiva georeferenciada, la comunidad va a tener libertad de
verter sobre el papel su propio imaginario cultural del uso del territorio y registrar
los nombres que utilizan para denominar las categorías. De todas maneras se
debe contar con un GPS para georeferenciar puntos de referencia para la
ubicación de prototipos de los patrones de uso cultural, como asentamientos,
construcciones, lugares sagrados, etc. Debe tenerse en cuenta que no se solicita
la georeferenciación de perímetro (delimitación de las áreas de las categorías de
uso cultural), ya que este es un trabajo que corresponde al tratamiento de la
imagen.

Se sugiere además que se entregue copias de los mapas elaborados en este


proceso a las autoridades comunitarias y a las escuelas, para ser empleados
como material didáctico.

Por último, la tercera fase es la correspondiente a la localización o “mapeo” de los


usos culturales en la imagen. Este es un trabajo conjunto entre el investigador de
campo y el técnico en tratamiento de imágenes; con la información del primero, el
segundo procede a realizar el análisis de aspectos espaciales y multiespectrales,
si la imagen lo permite, para localizar y “mapear” los usos culturales a partir de los
prototipos de los patrones de la categorías previamente obtenidos. Esta labor
depende de la calidad y resolución de las imágenes disponibles, que van a
determinar si va a ser posible, identificar conjuntos de uso cultural o categorías
específicas. También existe la posibilidad de trabajar a varias escalas, en donde
se identifican los conjuntos y se realizan acercamientos (zooms) sobre las
categorías a manera de detalles tipo. Dos capítulos posteriores tratar los
fundamentos técnicos del tratamiento de imágenes, por lo que no es necesario el
tema en este momento.

MODELACION Y CONFORMACION DE LA BASE DE DATOS

Para efectos del clan (uso cultural de la tierra) se modeló la base de datos que
aquí se presenta como una respuesta a los requerimientos del sistema de
información geográfica para el análisis de los usos culturales de la tierra, de
acuerdo a los estudios de caso y a las demandas detectadas entre los clientes
potenciales del sistema. Se probó con varios modelos de presentación de datos,
que perseguían la reducción de la realidad necesaria para establecer elementos
geográficos capaces de referenciar la información cultural que se precisaba
analizar. Los resultados de la modelación estructural se presentan en este aporte
a manera de introducción y se profundiza en el capítulo correspondiente.
La base de datos juega los siguientes papeles en el sistema de información
geográfica a: 1. Estructura la memoria de toda la información que se colecta,
sirviendo de esta manera como una línea de base que se puede actualizar con el
paso del tiempo. 2. Normaliza y estructura la información con especial énfasis en
los datos culturales, con referencia a la geografía. 3. Incorpora en el sistema de
información que no se puede extraer en el análisis de la imagen, pero que se
puede referenciar geográficamente a ella (como el caso de las anotadas
categorías de uso de la tierra no visibles en la imagen), y 4. Sirve de plataforma
para el análisis de las variables incorporadas en el sistema y para la deducción de
resultados de esos análisis, incluyendo la definición de indicadores que surgen. Al
final, la manipulación de la base nos debe permitir extraer algunas conclusiones
del porqué y bajo qué condiciones una cultura utiliza la tierra de una manera
determinada.

La base de datos estructurada como un árbol de tres niveles, que contiene lo


siguiente: 1. Lista de criterios o temas de indicación. 2. Objetos o entidades; y 3.
Atributos (variables) atribuibles a los objetos o entidades geográficas. Dentro de
estas variables se encuentran los tipos o subtipos. Debe anotarse que los
indicadores no son parte de la base de datos estructurados sino la deducción de la
comparación y manejo de los atributos.

Los criterios y temas de indicación son:

1. Contexto institucional y administrativo que corresponde a las divisiones


político-administrativas a los que se ha agregado aquellas de las
comunidades y de los grupos de parentesco.
2. Contexto geográfico y de infraestructura que comprende hidrografía,
accidentes geográficos, relieve, infraestructura de transporte, de salud y de
educación.
3. Contexto de uso actual y potencial de la tierra.
4. Contexto de uso cultural de la tierra, y
5. Contexto de relaciones entre variables, que comprende el caso de la
complementariedad.

A cada uno de estos criterios o temas de indicación le corresponde una o varias


entidades, que son los referentes físicos de la información como áreas, puntos,
líneas, límites, accidentes naturales o infraestructura presente en el terreno, a
cada uno de los referentes físicos le corresponden una serie de atributos o
variables significativos. Los tipos o subtipos son en realidad variables, sólo que se
han predeterminado y se deben utilizar como simples referencias.

La manera como funciona el análisis de una base es relativamente sencilla se


trata de comparar o relacionar los diferentes niveles de indicación entre sí, a nivel
de sus atributos o variables. Por ejemplo, área don población o población con uso
de la tierra, etc.
En el caso de los usos culturales la entidad son las áreas, límites o líneas que los
puede representar en el terreno. Para sus tipos se ha partido de una lista
indicativa general acordada que comprende:

1. Territorios.
2. Sitios y áreas sagradas.
3. Sitios de patrimonio arqueológico.
4. Lugares de agua.
5. Áreas de recolección.
6. Áreas de caza.
7. Áreas de pesca.
8. Áreas de cultivo permanente.
9. Complejos de agricultura itinerante.
10. Áreas abandonadas.
11. Áreas de pastoreo.
12. Áreas de actividad minera.
13. Áreas de algunos de estos tipos contienen subtipos, que pueden ser
consultados en el capitulo correspondiente. Debe tenerse en cuenta que
estos tipos y subtipos obedecen a una identificación general
predeterminada. En la practica podrán encontrarse varias categorías de
uso cultural por tipo o subtipo (que deberán especificarse aparte por su
nombre vernáculo), algunos tipos que coinciden, con las categorías de uso
cultural, otros tipos sin categoría correspondiente y aún categorías de uso
cultural que no encuentra n correspondencia en esta clasificación, que
deberán agregarse “otros”. Lo importante se es definir los patrones de las
categorías de uso cultural de la tierra, que corresponden a cada cultura que
se pueden identifica en el imagen (ya sea por el análisis de la imagen o por
mapeo de la imagen).

La lista de tipos y subtipos no es sino una ayuda indicativa para “archivarlos”. Las
categorías de uso cultural (clasificada como tipos y subtipos en el ejercicio) van a
actuar como atributos o variables que se refieren a entidades geométricas en la
imagen. Las otras variables que acompañan la topología son:

1. Nombre vernáculo y nombre común,


2. Descripción de la categoría,
3. Propiedad,
4. Acceso,
5. Reglas de manejo,
6. Rituales asociados,
7. Tipo de suelo,
8. Calidad del suelo,
9. calificación de la sostenibilidad.

Las entidades, tipos, subtipos y atributos de los demás contextos pueden ser
consultadas en el capítulo correspondiente. Para cada tipo o subtipo de la lista
general, se sugiere un icono, para efectos de la elaboración de leyendas en los
mapas que genere el sistema.

Existen otros atributos que no a parecen en la base de datos, ya que son atributos
intrínsecos a la geometría de objetos espaciales, que vienen a ser medidas
directamente por los programas de manejo.

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