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EL CONTROL DE LA ACUSACIÓN.
LUIS LAMAS PUCCIO
Abogado
FUNDAMENTOS DOCTRINARIOS
La acusación del fiscal es lo único que da paso a la fase intermedia, conforme con
el nuevo Código Procesal Penal. Esta fase tiene por objeto la preparación del juicio
oral y público, mediante la investigación de la verdad y la recolección de todos los
elementos de convicción que permitan fundar la acusación del fiscal y la defensa
del imputado.
"La acusación fiscal debe expresar, por un lado, la legitimación activa del fiscal
como tal –cuya intervención solo es posible en los delitos de persecución pública y
la legitimación pasiva del acusado, quien desde el derecho penal debe tratarse no
solo de una persona física viva, sino que ha debido ser comprendido como
imputado en la etapa de la instrucción o investigación preparatoria y, por ende,
estar debidamente individualizado.
El acto postulatorio, a través del cual el Ministerio Público aspira una pretensión
material con relevancia jurídica, en el presente caso formalizada ante un órgano
jurisdiccional competente, dirigido contra un tercero que es el emplazado, y en la
que se precisa una pretensión punitiva y resarcitiva, fundamentada y destinada a
obtener un pronunciamiento (fallo condenatorio), se encuentra sujeta a un control
jurisdiccional imprescindible para evitar futuras nulidades. "El marco del control,
sin embargo, solo debe incidir en aquellos aspectos circunscriptos a los juicios de
admisibilidad y procedencia, sin que sea dable realizar análisis probatorio alguno ni
emitir pronunciamiento sobre fondo, salvo expresa autorización legal y en la
medida de que no genere indefensión material en perjuicio del acusador".
En ese sentido, el Art. 225 del Código de Procedimientos Penales establece las
condiciones formales que necesariamente debe contener toda acusación fiscal,
entre las que cabe destacar la individualización concreta de los acusados, la
relación clara y sucinta de hechos jurídicamente relevantes, las acciones u
omisiones punibles, las circunstancias en que se produjeron los hechos que
determinan una responsabilidad, los artículos pertinentes del Código Penal, el
monto de la indemnización civil y los conceptos relativos a la forma como se llevó
a cabo la instrucción.
Una acusación fiscal con esta clase de omisiones viola el principio de interdicción
de la arbitrariedad en los principios de razonabilidad y proporcionalidad jurídica.
Por lo tanto, se vulnera el contenido esencial del derecho a la tutela procesal
efectiva del beneficiario, concretamente del principio de legalidad material.
Una vez que el Ministerio Público cumple con las finalidades de la investigación,
hace constatar los hechos y circunstancias que sirven de base para fundar la
inculpación del imputado, y estima que la investigación proporcionó fundamentos
serios para solicitar el enjuiciamiento del mismo, el juez convoca a las partes a la
audiencia oral pero no pública, que no es otra que la llamada audiencia preliminar,
que constituye la fase intermedia o control de la acusación, la cual tiene por
finalidad definir el objeto del proceso y establecer los límites de la acusación, en la
que las partes dispondrán de los mismos derechos, oportunidades y cargas para la
defensa de sus intereses, que le permitan idénticas posibilidades procesales,
poniéndose así de manifiesto el principio de defensa e igualdad entre las partes.
El Art. 350 del Código Procesal Penal, en su inciso primero, establece que todos
los sujetos procesales podrán observar la acusación fiscal por defectos formales,
correspondiendo al juez de la investigación preparatoria la verificación y revisión
del cumplimiento de los requisitos legales que competen a la acusación fiscal como
parte de la tutela jurisdiccional efectiva, a los efectos de que en caso se acogieran
por ausencia o defecto de cualquiera de los requisitos exigidos en el citado artículo
conforme a su inciso segundo se procederá a devolver la acusación al mismo fiscal,
siempre que se requiera de un nuevo dictamen.