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Rusia (ruso: Россия, romanización: Rossíya)[5] o la Federación Rusa

(formalmente:[6] Federación de Rusia;[5] ruso: Российская


Федерация, romanización: Rossíiskaya Federátsiya) es el país más extenso del
mundo. Cuenta con una superficie de 17.075.400 kilómetros cuadrados, más
de la novena parte de la tierra firme del planeta, con una gran variedad de
entornos naturales y relieves. Esta república semipresidencialista, formada por
83 sujetos federales, es el noveno país por población al tener 142.000.000 de
habitantes.[7] Ocupa todo el norte de Asia y alrededor del 40% de Europa
(principalmente Europa Oriental),[8] siendo un país transcontinental. En Rusia
hay 9 zonas horarias, desde UTC+2 hasta UTC+11, sin incluir UTC+4. Rusia
tiene las mayores reservas de recursos minerales y energéticos del mundo
todavía sin explotar, y es considerada la mayor superpotencia energética.
Posee las mayores reservas de recursos forestales y la cuarta parte de agua
dulce no congelada del mundo.

Rusia es, junto con China, el país que limita con más países, 14,[9] y el que tiene
las fronteras más extensas. Tiene fronteras comunes con los siguientes países
(empezando por el noroeste y siguiendo el sentido antihorario): Noruega,
Finlandia, Estonia, Letonia, Bielorrusia, Lituania, Polonia, Ucrania, Georgia,[9]
Azerbaiyán, Kazajistán, China, Mongolia y Corea del Norte. Además comparte
fronteras marítimas con Japón y Alaska. Sus costas están bañadas por el
océano Ártico, el océano Pacífico del Norte, y por mares interiores como el mar
Báltico, el mar Negro y el mar Caspio.

La historia del país comenzó con los eslavos orientales. Los eslavos emergieron
como un grupo reconocible en Europa entre los siglos III y VIII d. C.[10] Fundado
y dirigido por una clase noble vikinga guerrera y sus descendientes, el primer
estado de los eslavos orientales, la Rus de Kiev, surgió en el siglo IX y adoptó el
cristianismo procedente del Imperio bizantino en 988, comenzando una síntesis
de las culturas bizantina y eslava que definiría la cultura rusa durante el
siguiente milenio.[11] Posteriormente la Rus de Kiev se desintegró en muchos
pequeños estados feudales, de los cuales el más poderoso era el Principado de
Moscú que se convirtió en la fuerza principal en el proceso de la reunificación
rusa y la lucha por la independencia contra la Horda de Oro. Gradualmente
Moscú reunificó los principados rusos circundantes y comenzó a dominar en el
legado cultural y político de la Rus de Kiev. Para el siglo XVIII la nación se
expandió mediante la conquista, anexión y exploración hasta convertirse en el
Imperio ruso, el tercer imperio más grande de la historia al extenderse desde
Polonia en el oeste, hasta el océano Pacífico y Alaska.

Rusia estableció un poder e influencia mundial desde los tiempos del Imperio
ruso hasta ser el mayor y dominante país constituyente de la Unión Soviética
(URSS), el primer y más grande Estado socialista constituido
constitucionalmente y una superpotencia reconocida. El país puede presumir
de una larga tradición de excelencia en todos los aspectos de las artes y las
ciencias.[10] La Federación Rusa se fundó al disolverse la Unión Soviética en
1991, pero es reconocida como la heredera de la personalidad legal de la
Unión Soviética.[12] Su economía tiene uno de los mayores crecimientos del
mundo. Es el octavo país por PIB nominal o el sexto por PIB PPA, con el quinto
presupuesto militar más grande del mundo. Es uno de los cinco países con
armas nucleares reconocidos y posee el mayor arsenal de armas de
destrucción masiva del mundo.[13] Rusia es

Estados Unidos de América (en inglés: United States of America o USA), de


manera abreviada Estados Unidos, EUA o EE. UU.,[6] es una república federal
constitucional compuesta por cincuenta estados y un distrito federal. La mayor
parte del país se ubica en el centro de América del Norte, donde se encuentran
sus cuarenta y ocho estados contiguos y Washington D. C., el distrito de la
capital, entre los océanos Pacífico y el Atlántico, limita con Canadá al norte y
con México al sur. El estado de Alaska está en el noroeste del continente,
limitando con Canadá al este y separado de Rusia al oeste por el estrecho de
Bering. El estado de Hawái es un archipiélago polinesio en medio del océano
Pacífico, y es el único estado estadounidense que no se encuentra en América.
El país también posee varios territorios en el mar Caribe y en el Pacífico.

Con 9,83 millones de km² y con más de 308 millones de habitantes, es el tercer
o cuarto país más grande por área total y el tercero más grande tanto por la
superficie terrestre como por población. Es una de las naciones del mundo
étnicamente más diversas y multiculturales, producto de la inmigración a gran
escala.[7] Es, por otro lado, la economía nacional más grande del mundo, con un
PIB estimado en 14,3 billones de dólares (una cuarta parte del PIB global
nominal) y una quinta parte del PIB global en paridad de poder adquisitivo.[3] [8]

Los pueblos indígenas de origen asiático han habitado lo que hoy es el


territorio continental de los Estados Unidos por miles de años. Esta población
amerindia fue reducida por las enfermedades y la guerra después del primer
contacto con los europeos. Estados Unidos fue fundado por trece colonias
británicas, situadas a lo largo de la costa atlántica. El 4 de julio de 1776,
emitieron la Declaración de Independencia, que proclamó su derecho a la libre
autodeterminación y el establecimiento de una unión cooperativa. Los estados
rebeldes derrotaron al Imperio británico en la guerra de independencia, la
primera guerra colonial de independencia exitosa.[9] La actual Constitución de
los Estados Unidos fue adoptada el 17 de septiembre de 1787; su ratificación al
año siguiente hizo a los estados parte de una sola república con un gobierno
central fuerte. La Carta de Derechos, que comprende diez enmiendas
constitucionales que garantizan muchos derechos civiles fundamentales y las
libertades, fue ratificada en 1791.

En el siglo XIX, los Estados Unidos adquirieron territorios de Francia, España,


Reino Unido, México y Rusia, además de anexarse la República de Texas y la
República de Hawái. En la década de 1860, las disputas entre el sur agrario y el
norte industrial sobre los derechos de los estados y la abolición de la esclavitud
provocaron la Guerra de Secesión. La victoria del norte evitó una división
permanente del país y condujo al final de la esclavitud legal. Para la década de
1870, la economía nacional era la más grande del mundo[10] y la guerra
hispano-estadounidense y la Primera Guerra Mundial confirmaron el estatus del
país como una potencia militar. Después de la Segunda Guerra Mundial, surgió
como el primer país con armas nucleares y un miembro permanente del
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El final de la Guerra Fría y la
disolución de la Unión Soviética dejaron a los Estados Unidos como la única
superpotencia. El país representa dos quintas partes del gasto militar mundial
y es una fuerza económica, política y cultural, líder en el mundo.[11] [12

La República Democrática Alemana (RDA o DDR, del alemán Deutsche


Demokratische Republik) fue una república socialista o democracia popular de
Europa Central que se estableció en 1949 en el territorio de Alemania ocupado
por la URSS al final de la Segunda Guerra Mundial y existió hasta 1990, cuando
los Länder (Estados federados) que la formaban se incorporaron a la República
Federal de Alemania (RFA), dando lugar a la reunificación alemana y a la
creación de la actual Alemania. Tras la Segunda Guerra Mundial se dividió el
territorio alemán en cuatro zonas bajo control de las tropas de los Aliados. La
República Democrática Alemana se fundó el 7 de octubre de 1949 en la zona
de Alemania bajo control soviético, con Wilhelm Pieck como primer presidente.
La Unión Soviética fue el primer país en reconocer a la RDA como Estado y en
establecer relaciones diplomáticas, seguida ese mismo año por otros Estados
socialistas: Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, la República Popular China,
Corea del Norte, Rumanía, Polonia y Hungría. La República Federal de
Alemania, fundada con anterioridad también en 1949, se negó a reconocer a la
RDA.

En un primer momento, la Unión Soviética no propuso que la RDA fuera un


Estado socialista, buscando dejar abierto el camino hacia una eventual
Alemania reunificada en el marco de la Guerra Fría. Sin embargo, su actitud
cambió rápidamente cuando en 1952 las potencias de la OTAN y el gobierno de
la RFA, entonces en manos de Konrad Adenauer, rechazaron la llamada Nota
de Stalin —la propuesta de la nota era la reunificación alemana y el retiro de
las superpotencias de la política interna—. A partir de ese momento se
aceleraron la colectivización de la agricultura y la nacionalización de empresas;
ese mismo año se disolvieron los Estados de la RDA, que fueron reemplazados
por distritos.
El 17 de junio de 1953 Berlín Oriental fue escenario de una serie de
manifestaciones en contra del aumento de las cuotas de producción; las
manifestaciones no tardaron en expandirse a otras ciudades del país y
convertirse también en una abierta crítica a la política gubernamental del
gobernante SED. Las protestas fueron sofocadas por los tanques del Ejército
Rojo que permanecían en territorio alemán, provocando decenas de víctimas
fatales —la cifra es objeto de discusión—.

El Imperio otomano (1299-1923) (en otomano: ‫ دولت عالیه عثمانیه‬Devlet-i Âliye-yi


Osmâniyye, en turco moderno: Osmanlı Devleti o Osmanlı İmparatorluğu),
también conocido como Imperio turco otomano, fue un Estado multiétnico y
multiconfesional gobernado por los osmanlíes. Era conocido como el Imperio
turco o Turquía por sus contemporáneos. Fue sucedido por la República de
Turquía, que fue proclamada oficialmente el 23 de octubre de 1923.

El Imperio otomano comenzó siendo uno más de los pequeños estados turcos
que surgieron en Asia Menor durante la decadencia del Imperio selyúcida. Los
turcos otomanos fueron controlando paulatinamente a los demás estados
turcos y bajo el reinado de Muhammad I (1451-1481) acabaron con lo que
quedaba de la dinastía selyúcida. La primera fase de la expansión otomana
tuvo lugar bajo el gobierno de Osmán I y siguió en los reinados de Orkhan,
Murad I y Beyacid, a expensas de los territorios del Imperio Bizantino, Bulgaria
y Serbia. Bursa cayó bajo su dominio en 1326 y Adrianópolis en 1361. Las
victorias otomanas en los Balcanes alertaron a Europa sobre el peligro que este
Imperio representaba y fueron el motivo central de la organización de la
Primera Cruzada. El sitio que pusieron los otomanos a Constantinopla fue roto
gracias a Tamerlán, líder de los mongoles, quien tomó prisionero a Beyacid en
1403. Pero el control mongol sobre los otomanos duró muy poco.

En su máximo esplendor, entre los siglos XVI y XVII se expandía por tres
continentes, controlando una vasta parte del Sudeste Europeo, el Medio
Oriente y el norte de África, limitando al oeste con Marruecos, al este con el
Mar Caspio y al sur con Sudán, Eritrea, Somalía y Arabia. El Imperio otomano
poseía 29 provincias, y Moldavia, Transilvania y Valaquia eran Estados vasallos.

El imperio estuvo en el centro de las interacciones entre el Este y el Oeste por


seis siglos. Con Constantinopla como su capital y el territorio que se conquistó
bajo Solimán el Magnífico -correspondiente a las tierras gobernadas por
Justiniano el Grande 1000 años antes-, el Imperio otomano era, en muchos
aspectos, el sucesor islámico de los antiguos imperios clásicos. Numerosos
rasgos y tradiciones culturales de éstos (en campos como la arquitectura, la
cocina, el ocio y el gobierno) fueron adoptados por los otomanos, que los
elaboraron en nuevas formas. Estos rasgos culturales más tarde se mezclaron
con las características de los grupos étnicos y religiosos que vivían dentro de
los territorios otomanos, creando una nueva y particular identidad cultural
otomana.

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