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Anatomía

La abeja es un insecto y como tal tiene su cuerpo dividido en cabeza, tórax y abdomen; estas tres partes están claramente
definidas.
Cabeza: En ella se encuentran los ojos (simples y compuestos) las antenas y el aparato bucal. En el interior de la cabeza se
encuentran las glándulas hipofaríngeas, productoras de jalea real, las glándulas mandibulares, glándulas salivales y otras además
del cerebro.
Tórax: Es la parte media del cuerpo, similar a una caja semirrígida donde se insertan los dos pares de alas y los tres pares de
patas. También se encuentran los primeros tres pares de espiráculos (aparato respiratorio).
El tórax es el centro de locomoción de la abeja, en su interior se encuentra toda la musculatura tanto la correspondiente a las alas
como de las patas y también parte del sistema respiratorio.
Alas: Las alas son membranosas y están surcadas por nervaduras. En la parte posterior del ala delantera y en la parte delantera del
ala posterior se encuentra un mecanismo que permite la unión de ambas con el fin de aumentar su superficie para perfeccionar el
vuelo.
Patas: Las patas cumplen diferentes funciones además de ser apéndices locomotores. Sirven para la limpieza de las antenas,(1er
par de patas) el retiro y manejo de las escamas de cera de los espejos de cera (2° par de patas) y la recolección de polen y
propóleos (3° par).
Abdomen: Está compuesto por nueve segmentos unidos entre sí por un tejido membranoso y flexible llamado membranas
intersegmentales que le permiten gran movilidad.
Los segmentos de la parte ventral se llaman esternitos. Desde el 4º al 7º esternito se encuentran los espejos de cera que son la
parte exterior de las glándulas cereras.
Al interior del abdomen se encuentra la mayor parte de las vísceras de la abeja compuestas por los sistemas de circulación,
digestivo, respiratorio, nervioso, reproductor etc.

Anatomía de una Abeja Apis mellifera)

1. Ojos compuestos
2. Ojos simples
3. Antenas
4. Tórax
5. Abdomen
6. Alas membranosas
7. Tibia
8. Peine
9. Cesto y pinza
10. Cepillo
11. Aguijón
12. Corazón con ostiolo
13. Músculos cardiacos
14. Buche
15. Tubo digestivo
16. Ciegos gástricos
17. Sacos aéreos
18. Ganglios nerviosos

19. Glándula venenosa

Sistema digestivo. El sistema Digestivo está compuesto por la faringe, esófago, buche melario, proventrículo, ventrículo, tubos de
Malphighi, intestino medio, recto y ano. En la abeja adulta su función es la ingestión y digestión de alimentos más el transporte de
néctar, miel y agua. El ventrículo es el encargado de la asimilación de los nutrientes como también de su transporte a la sangre. Al
interior están las células epiteliales que son las encargadas de digerir el alimento para traspasarlo a la sangre.
Sistema circulatorio. Está compuesto por la aorta, un corazón tubular, diafragma dorsal y diafragma ventral. La función principal es
el transporte de nutrientes, que vienen desde el ventrículo, a las células del cuerpo, retirar los residuos y llevarlos al sistema
excretor, lubricar los movimientos del cuerpo y proporcionar defensas contra patógenos por medio de células sanguíneas que
atacan los organismos invasores. El sistema es lacunar o lagunar, es decir, la sangre baña libremente todos los órganos. La sangre
de la abeja es de color amarillo pálido y se llama hemolinfa.
Sistema respiratorio. El sistema respiratorio de las abejas es un sistema traqueal. Está compuesto por los espiráculos, que son los
orificios por donde penetra el aire, y por gran cantidad de tubos llamadas tráqueas, traqueolas y sacos aéreos. Los espiráculos son
10 pares, los tres primeros pares están en el tórax y los 7 restantes están en los tergitos. Las tráqueas y traqueolas son tubos que
llevan el oxígeno hasta las células.
Sistema reproductor. En la reina está compuesto por los ovarios, oviductos laterales, oviducto medio, espermateca, válvula vaginal
y vagina. En el zángano está compuesto por: testículos, vesículas seminales, glándulas mucosas, conducto eyaculador y pene.
(Endofalo). En la abeja obrera los ovarios se encuentran atrofiados.
La reina puede determinar el sexo de su descendencia. Cuando un huevo pasa del ovario al oviducto, puede ser fecundado o no
con el esperma que contiene la espermateca. El huevo fecundado se transforma en una abeja hembra, ya sea obrera o reina, y el
huevo no fecundado en una abeja macho o zángano.
La reina vive de 4 a 6 años, nace de una celda real a los 16 días de puesto un huevo fecundado cuya larva es alimentada sobre la
base exclusiva de jalea real durante todo su desarrollo, lo que estimula el funcionamiento de su aparato reproductor y le permite
poner hasta más de 2.000 huevos diarios bajo buenas condiciones estacionales. En cambio, la abeja común (obrera) al no ser
alimentada con jalea real vive de 40 a 120 días y su aparato reproductor es muy rudimentario no sirviendo para la reproducción. Por
su parte, los zánganos son machos, y nacen a los 24 días de haber sido aovado un huevo no fecundado (partenogenético) en una
celda de zángano. Se los encuentran normalmente en la temporada productiva, desapareciendo de la colonia con los primeros fríos
o escasez de néctar.

Aparato reproductor de la Reina:


O: ovarios Oa: ovariolas C: glándula de la espermateca Es: espermateca Bc: bursa copulatrix F: aguijón Bv: bolsa de veneno.

Un huevo fecundado por la reina y depositado en un alvéolo es alimentado por las


abejas nodrizas con jalea real durante los tres primeros días y posteriormente por
una papilla a base de miel y polen, al cabo de 21 días nacerá una abeja obrera.

El huevo a los tres días se convierte en larva, desde el 3º al 9º es larva y a partir


del 9º las abejas los operculan hasta su nacimiento que será el día 21 desde la
puesta de la reina. La larva fabrica un capullo interno de protección dentro
del alvéolo o celdilla operculada y a partir de entonces empieza la
metamorfosis pasando por las fases de ninfa y crisálida hasta la apertura del
alveolo operculado y naciendo como abeja adulta y en su etapa de nodriza.

Si un huevo fecundado por la reina es alimentado mas de tres días con jalea real
y lo siguen alimentando con más jalea real, las abejas construyen un alvéolo
especial mucho mas grande y con forma de bellota alargada que se llama reinera o
maestril de donde nacerá una nueva reina en la colmena. El huevo (llamado
entre apicultores pollo) a los tres días se convierte en larva, desde el 3º al 7 y 1/2
es larva y las abejas lo operculan hasta su nacimiento que será el día 16 desde la
puesta de la reina. El día 16 la reina roe el maestril o reinera saliendo como reina
virgen, tardará a salir de la colmena para fecundarse entre cinco y quince días
pudiendo llegar hasta 25 si las condiciones Las abejas fabrican dos tipos de
alvéolos, unos pequeños para el nacimiento de las abejas obreras y donde la reina
deposita huevos fecundados y otros mas grandes para que nazcan los zánganos y en
ellos deposita la reina huevos no fecundados. La reina detecta las dimensiones de
los alvéolos y deposita los huevos fecundados o no en función de las
dimensiones de los mismos.
Los huevos no fecundados (machos) reciben la misma comida que las larvas
obreras. La metamorfosis es la más larga de los tres individuos de la colmena,
nacen al cabo de 24 días.

El huevo no fecundado, gracias a la partenogénesis se convierte en zángano.

meteLas abejas fabrican la miel principalmente a partir del néctar que se encuentra en las
flores perfumadas, aunque algunas veces también lo hay en las hojas y las ramas de algunas
plantas.

El color del néctar varía desde el amarillo claro hasta el café rojizo, según el tipo de flor de
donde se extrajo.

Una vez obtenido el néctar, la abeja pecoreadora lo almacena durante cierto tiempo en su
“buche”, donde gracias a la acción de una enzima, la sacarosa que viene en el néctar, se
transforma en glucosa.

Con el “buche” lleno la pecoreadora se dirige al panal y regurgita o “desembucha” su


mezcla, la cual es recogida por otra abeja, que a su vez la almacena en el “buche”. Esta
obrera será la encargada de deshidratar el néctar. El proceso consiste en “desembuchar” un
poco de la mezcla y colocarla entre su mandíbula y su lengua, donde la mantiene durante
unos segundos expuesta al aire. Después traga esta porción de mezcla y “desembucha” otro
poco; repite este paso de 80 a 90 veces. Aunque la mezcla pierde agua por esta vía, seguirá
condensándose cuando la abeja la deposite en la celda, gracias al clima de la colmena
(35°C, aproximadamente el clima de Acapulco en julio o agosto) y a las corrientes de aire
que producen las abejas ventiladoras que se colocan a la entrada del panal y agitan sus alas
para forzar la entrada de aire fresco.

Debido a la coordinación y al trabajo que desarrollan estas abejas, el néctar acaba por
perder hasta 80% del agua que traía originalmente. Esta miel es la que consumimos en
estado natural, en dulces, en pastillas para la garganta, en jarabes para la tos, etcétera.

Una abeja produce durante toda su vida una cantidad de miel inferior a una cucharadita.
Así, para producir un kilo se necesitan mil abejas y cuatro millones de flores.

Una probadita de miel

Ciertamente las cualidades nutritivas de la miel han sido exageradas, puesto que si
analizamos este producto veremos que es una mezcla de azúcares, agua, colorantes
naturales y polen, con pequeñísimas cantidades de vitaminas y minerales.

La miel es rica en un tipo de azúcar, la glucosa, que nuestro organismo asimila con mayor
rapidez que azúcares como la sacarosa (abundante en el azúcar refinado). Sin embargo, esta
supuesta ventaja no es muy importante porque en nuestra boca hay enzimas que
normalmente ayudan a digerir el azúcar refinado sin dificultad.

En cuanto a vitaminas y minerales, la miel contiene calcio, hierro, tiamina, riboflavina,


niacina y vitamina A, pero en menor cantidad que el piloncillo. El azúcar en cambio no
contiene vitaminas ni minerales.

De todas formas, la miel es un alimento muy sabroso ¿no cree? Y la miel mexicana está
catalogada como una de las mejores del mundo.

• hace 2 años
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