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Arbeiten 494
Herausgegeben von Peter Blumenthal, Klaus von Heusinger,
Ingo Plag, Beatrice Primus und Richard Wiese
Variation sintäctica en espanol
Un reto para las teorias de la sintaxis
Editado por
Gabriele Knauer y Valeriano Bellosta von Cölbe
Die Deutsche Bibliothek verzeichnet diese Publikation in der Deutschen Nationalbibliografie; detaillierte
bibliografische Daten sind im Internet über http://dnb.ddb.de abrufbar.
Guido Mensching
Variaciön sintäctica, lingüistica de corpus y gramätica generativa:
Teorias, metodos y problemas 13
Josse De Kock
Corpus, frecuencia y gramaticalidad:
Treinta construcciones contrincantes en tres corpus 35
Nicole Delbecque
El anälisis de corpus al servicio de la gramätica cognoscitiva:
Hacia una interpretation de la alternancia lineal SV/VS 51
Amparo Morales
La adquisiciön del lenguaje en ninos puertorriquenos:
Α propösito de la hipötesis del sujeto nulo 145
Ulrich Detges
La gramaticalizaciön de los acusativos preposicionales en las lenguas iberorromänicas:
Una hipötesis pragmätica 155
Eugeen Roegiest
Variaciön pronominal en espanol:
El pronombre dativo entre sintaxis y semäntica 175
Irania Malaver
Anälisis comparativo de las expresiones adjetivales de edad
en las hablas de Sevilla y de Caracas 211
Dexy Galue
Me acuerdo que...: los verbos pronominales y el queismo 221
Gabriele Knauer (Humboldt-Universität zu Berlin)
Valeriano Bellosta von Cölbe (Universität zu Köln)
1. Introduction
Sin duda, una de las controversias mäs antiguas en la historia de la lingüistica es la que tuvo
y sigue teniendo lugar entre »anomalistas« y »analogistas«. Mientras que los primeros ven
en la lengua una realidad esencialmente irregular, a pesar de algunas aparentes regularida-
des, los segundos la conciben como esencialmente regular, aunque plagada de irregularida-
des. Tal controversia sigue viva hoy entre quienes conciben la lengua ante todo como el
sistema abstracto que »emerge« del conjunto de proferencias que se da en la comunicacion
humana dentro de una comunidad (»actuation« ο »lenguaje E«) y quienes la ven sobre todo
como el conocimiento autönomo, en parte innato, de un determinado cödigo que un ser
humano ideal posee en su cognition (»competencia« ο »lenguaje I«; cf. Chomsky 1965;
1986). Los primeros, los »funcionalistas«, son mäs propensos a admitir la existencia de
Variation sintäctica en una lengua y realizan sus observaciones a partir de grandes corpus
de datos empiricos procedentes de la comunicacion; mientras que los segundos, los »gene-
rativistas«, prefieren pasarla por alto y se apoyan en la evidencia psicolingüistica proce-
dente de la introspection de uno ο varios hablantes en su propia cogniciön (cf. Mensching
en este volumen). Es interesante observar que incluso aquellas teorias que se dicen funcio-
nalistas y parten, en principio, de la lengua como realidad que refleja igualmente la cogni-
ciön y la comunicacion humanas, son reacias a aceptar la existencia de variacion sintäctica
en una lengua y, a veces, a trabajar sistemäticamente con datos empiricos (cf. Martin Bu-
tragueno 1999). El resultado de esta tendencia es que el constante descubrimiento de fenö-
menos de variacion en las lenguas a partir de datos empiricos apenas se refleja en las des-
cripciones de esas lenguas y menos todavia en las teorias lingüisticas, que, a fin de cuentas,
deberian explicar tales fenömenos.
Las gramäticas »descriptivas« han evitado emitir juicios de valor y se han limitado a su
tarea de descripciön, relacionando los fenömenos de variacion sintäctica con factores extra-
lingüisticos diatöpicos y diasträticos (cf. Serrano 1999). Pero tanto las cläsicas gramäticas
»normativas« como las actuales gramäticas »explicativas« han entendido la variacion sin-
täctica en una lengua bien como »opciön« (»libertad estilistica« del hablante), bien como
»irregularidad« (»excepciön« en el sistema), bien como »incorrecciön« (»violaciön« del
sistema por parte del hablante). El primero de los casos llega a confundirse a veces con
»arbitrariedad« porque toca fenömenos generalizados que se consideran fuera de la gramä-
tica y de sus reglas y que estän sometidos a las necesidades comunicativas del momento (p.
ej. el »orden de palabras«; cf. Delbecque y Gonzalez de Sarralde en este volumen). Los
otros dos casos (cf. De Kock en este volumen) se encuentran dentro de la gramätica y de
sus reglas. Si la variacion toca un fenömeno generalizado pero circunscrito a un determina-
do entorno sintäctico fäcilmente descriptible, se habla de »irregularidad« (p. ej. el acusativo
2 Gabriele Knauer & Valeriarto Bellosta von Cölbe
2. Variacion
Si nos acogemos al mäs sencillo de los modelos semioticos, el de Saussure (1916), com-
probaremos que incluye de forma implicita un principio de economia, que solo anos mäs
tarde se desarrollarä explicitamente y se aplicarä universalmente (cf. Jespersen 1924): a
cada significante le corresponde un solo significado; a cada significado, un solo significan-
te. Bien es sabido que la lengua quiebra esa biunivocidad pretendidamente ideal en la rela-
tion entre significante y significado en las dos direcciones posibles. La polisemia permite
combinar un significante con varios significados al precio de complicar el descifrado del
mensaje con la resolution de ambigüedades. La sinonimia en sentido fuerte permitiria com-
binar un significado con varios significantes al precio de complicar el cifrado del mensaje
con la resolution de redundancias. Mientras que la polisemia se entiende como un fenome-
no ventajoso para la economia de la lengua en todos sus niveles, la sinonimia recibe una
valoracion desigual, dependiente del nivel estudiado, cosa que se concreta en denominacio-
nes distintas.
Una vision onomasiologica de la sinonimia nos permite descubrir paralelismos intere-
santes entre la primera y la segunda articulaciones del lenguaje (cf. Martinet 1960). Mien-
tras que, en la primera articulation del lenguaje, el significado lingüistico se ve como
»contenido« delimitado por su »valor« en el sistema; en la segunda, el significante lingüis-
tico se puede reinterpretar como »forma«, position estructural ο mero »valor« en el sistema
(»forma« del significado y del significante respectivamente para Hjelmslev 1943). Asi,
tanto el »contenido« como la »forma« se pueden concebir como significado con respecto a
realidades distintas: el »contenido« es el significado para el significante; la »forma« es el
significado para la sustancia fönica. Tal significado, cuando se asigna a varios significantes,
abre un espacio de variacion en la lengua que se concreta en el habla por medio de la selec-
tion de una de las posibles variantes. La lingüistica no solo se pregunta, pues, cuäntas y
cuales son las variantes legitimas para una variable definida a traves del significado, sino
como y por que se originan y, sobre todo, que utilidad tienen dentro del sistema de la len-
gua.
La variation sintäctica como reto teörico: Una introduction 3
3. Variation sintäctica
La lingüistica estructural europea se ocupö poco de una sintaxis que, hasta aquel punto,
habia vivido de una tradition semäntica, centrada en el »monema«. La lingüistica estructu-
ral norteamericana se dedico menos todavia a una variation sintäctica, que, inserta en el eje
paradigmätico, servia para la definition de clases sin distincion de significados. Esto propi-
cio la asunciön inconsciente de la »paradoja teorica de la variation« y su perpetuation tras
el »giro cognitivo y comunicativo« manifestado en los paradigmas teoricos generativista y
funcional. Dos alternativas se presentaban. Por un lado, el paradigma generativista declara
que el objeto propio de la lingüistica es el estudio de la lengua I ο competencia, tal como se
4 Gabriele Knauer & Valeriano Bellosta von Cölbe
da en un hablante ideal, y que, por lo tanto, el habla ο la actuation, tal como aparece en las
manifestaciones lingüisticas de una comunidad real, al estar posiblemente sujeta a toda
clase de perturbaciones, debe dejarse de lado. De este modo, la variation, si pertenece a la
actuation, queda subsumida en las perturbaciones que le son propias; si pertenece a la com-
petencia, produce tantas gramaticas (variation interlingüistica) ο tantas reglas transforma-
cionales de aplicacion optativa en una gramätica (variation intralingüistica) como variantes
identificadas (cf. Chomsky 1965; Mensching, en este volumen).
Por otro lado, el paradigma funcionalista rechaza la position anterior y declara que el
habla ο la actuation es el objeto propio de la lingüistica en la medida en que esta es el unico
vehiculo para que un emisor comunique un mensaje a un receptor en una situation determi-
nada. El habla se constituiria, por tanto, en la expresiön de las »soluciones a las tareas pre-
sentes permanentemente en la actividad comunicativa« (Seiler 1973: 11; traducido en Mo-
reno Cabrera 1987: 115). De este modo, la variation reflejaria la multiplicidad de solucio-
nes a que puede llegar la cognition humana ante un problema comunicativo dado (sinoni-
mia en sentido fuerte; variation interlingüistica); problema que, en cada lengua, se plantea-
ria de modos diversos segün las situaciones comunicativas (sinonimia en sentido debil;
variation intralingüistica).
En ambos casos se observa la influencia de la »paradoja teörica de la variation«. En un
primer paso, se plantea la variation sintäctica como si se tratara de sinonimia en su sentido
fuerte: existen varias estructuras superficiales que corresponden a una unica estructura
profunda ο varias construcciones que suponen la solution que la cognition ofrece a un
unico problema comunicativo. En un segundo paso, se investiga la variation sintäctica para
demostrar la inviabilidad de este anälisis y postular la existencia de sinonimia en sentido
debil: las construcciones ο estructuras superficiales se encuentran en distribution (libre ο
complementaria) dependiendo de factores internos ο externos a la lengua que interactuan de
modo bien probabilistico, bien regular. El uso de una Variante concreta responderia, pues, a
una ο varias motivaciones formales ο funcionales de configuration distinta a la correspon-
diente a la Variante alternativa. En cualquier caso, quedaria restablecida la relation biunivo-
ca entre significante (construction ο estructura superficial) y significado (position estructu-
ral ο funcion comunicativa).
La »paradoja teörica de la variation« ha conducido al paradigma generativista a desen-
tenderse, en buena parte, del tratamiento teorico del tema hasta la introduction del acerca-
miento desarrollado por la Teoria de la Optimalidad (cf. p. ej. Prince/Smolensky 1993), una
teoria que surgio a comienzos de los anos noventa en el seno de la fonologia y se extendio
räpidamente a la sintaxis en diversas versiones del paradigma como la Gramätica Lexico-
Funcional (cf. p. ej. Bresnan 2001) ο el Programa Minimalista (cf. p. ej. Müller 2000). Esta
misma paradoja ha producido una profunda division en el paradigma funcional. Desde un
punto de vista teorico, el tema tambien se ha resistido a una interpretation global hasta la
aparicion del acercamiento neurocognitivo de las motivaciones en competencia (ingl. com-
peting motivations·, cf. p. ej. DuBois 1985). Desde un punto de vista präctico, el tema paso
a ser dominio casi exclusivo de unapujante sociolingüistica (cf. p. ej. 1966) que parte de la
existencia de la variation como hecho indiscutible en el habla, sin preocuparse de su estatus
dentro de una teoria de la lengua ο de la sintaxis. Ve en ella la manifestation lingüistica de
multiples factores extralingüisticos, entre los que destacan las condiciones e identidades
sociales y culturales de determinados grapos de hablantes. La sociolingüistica recurrio, por
lo tanto, desde el primer momento, a la recogida, la organization, el anälisis y la interpreta-
La variation sintäctica como reto teörico: Una introduction 5
cion de gran cantidad de material empirico segün la metodologia propuesta por la naciente
lingüistica de corpus (cf. p. ej. Muller 1968). La simbiosis entre sociolingüistica y lingüisti-
ca de corpus desencadenö una avalancha de estudios variacionistas que, dependiendo del
fenomeno estudiado, se basaban bien en los factores extralingüisticos defendidos por la
primera, bien en los factores intralingüisticos descubiertos por la segunda a traves de la
aplicacion informatizada de metodos estadisticos (cf. p. ej. Sankoff (ed.) 1978).
En la actualidad, la »paradoja teorica de la variacion« se manifiesta en una creciente di-
vergencia entre los estudios de caräcter teörico procedentes de los dos paradigmas mencio-
nados y los de caräcter präctico surgidos de la simbiosis entre sociolingüistica y lingüistica
de corpus. Los estudios teoricos siguen centrändose, al menos implicitamente, en la intros-
peccion de un hablante idealizado, sin que los avances teoricos y empiricos hayan encon-
trado un reflejo adecuado mäs que en excepciones (cf. p. ej. Bybee/Hopper (eds.) 2001).
Los estudios präcticos continüan desbrozando parcelas de la lengua afectadas por la varia-
cion sin que tal actividad haya fructificado en modelos coherentes de variacion compatibles
con los paradigmas mencionados.
4. Retos y respuestas
Este volumen se propone, por un lado, dar una muestra de los trabajos de hombres y muje-
res de varias generaciones, procedentes de distintos paises, trabajos que representan los
distintos enfoques teoricos y metodologicos con los que se estän investigando algunos de
los problemas de variacion sintäctica mäs candentes, y, por otro, contribuir a una reflexion
plural sobre la relation dialectica entre explication teorica como hermeneutica de los datos
y description empirica como banco de pruebas de la teoria.
En la primera parte del volumen, se presentan tres reflexiones metodologicas sobre el
valor del uso de corpus en lingüistica. El trabajo de Guido Mensching (Freie Universität
Berlin) se sitüa en la perspectiva teorica del generativismo (Programa Minimalista) y cons-
tituye una apologia de la lengua-I como objeto propio de la lingüistica y de la introspection
como metodo adecuado para su investigation. El corpus, como muestra representativa de la
lengua-E, carece de peso metodologico en el generativismo. En el estudio de la situation
actual de una lengua, su tinica funcion seria la de testimoniar la presencia de determinados
conocimientos en las gramäticas de algunos de los hablantes de una comunidad. En el estu-
dio de la evolution historica de una lengua, esa funcion testimonial adquiriria obviamente
mayor relieve debido a la falta de hablantes capaces de introspeccion. Finalmente, el estu-
dio de la frecuencia de determinados fenomenos no aportaria datos ni sobre la importancia
de un fenomeno dentro de la gramätica ni sobre los cambios diacronicos a los que se ve
sometida la gramätica, puesto que la frecuencia de uso de un fenomeno en el entorno de un
nino no seria una indication de un mejor ο peor aprendizaje del mismo. La existencia de
distintas variantes en la lengua-I seria un problema del lexicon; el motivo de la selection de
una u otra en la lengua-E, un problema de la pragmätica (intention comunicativa), influida
por factores extralingüisticos. El generativismo se ocupa unicamente de justificar teorica-
mente el funcionamiento de cada una de las variantes dentro de una gramätica idiolectal.
6 Gabriele Knauer & Valeriano Bellosta von Cölbe
Muy otra es la position de uno de los pioneros de la lingüistica de corpus, Josse De Kock
(Katholieke Universiteit Leuven). El autor escoge quince variables sintäcticas y compara la
frecuencia de uso de sus dos posibles variantes en el corpus de »Gramätica Espanola: Ense-
nanza e Investigation« de literatura hispanica. De este modo, elabora una escala ordinal de
la frecuencia de determinadas variantes y la compara con las que obtiene del corpus del
»Proyecto de Estudio Coordinado de la Norma Lingüistica Culta de las principales ciudades
de Iberoamerica y de la Peninsula Iberica« (o, sencillamente corpus »Norma Culta«), El
autor obtiene para una misma Variante lingüistica frecuencias y posiciones en la escala que
difieren dependiendo de las variables extralingüisticas medio y lugar. El autor propone el
uso de este metodo como criterio objetivo para discemir el grado de presencia de una Va-
riante en el sistema lingüistico, es decir, su »grado de gramaticalidad«. En otras palabras, el
juicio de gramaticalidad de un hablante dependerä siempre en mayor ο menor medida del
entorno lingüistico en el que haya aprendido la lengua de nino y la este utilizando de adul-
to.
En una lücida autocritica, Nicole Delbecque (Katholieke Universiteit Leuven) recorre su
propia trayectoria intelectual en el estudio de la position del sujeto desde la lingüistica
cuantitativa probabilista hasta la lingüistica cognoscitiva, dentro de la perspectiva teorica
del fimcionalismo. En la primera fase, se esboza una regia probabilista basada en la combi-
nation de varias variables intralingüisticas (p. ej. longitud del constituyente, papel temätico
del argumento, funciön topico del referente); la autora critica el metodo porque tiende a
convertir el establecimiento de correlaciones en un fin en si mismo. En la segunda fase, se
elabora una explication funcionalista apoyada en las nociones comunicativas que ofrece la
lingüistica del texto, entonces en boga (progresion tematica, perspectiva funcional de la
oration) que se completa con una teoria basada en la semäntica del verbo (proceso, action)
y de su relation con el sujeto (agentividad). Ante la insuficiencia del planteamiento, se da
un paso mäs y se intenta explotar el modelo de la lingüistica cognoscitiva: mientras que en
la anteposiciön se conceptualiza el sujeto como punto de partida de un »flujo de energia«,
en la posposiciön queda construido como su punto de llegada.
El resto del volumen presenta algunos avances en temas controvertidos dentro del campo
de la variation sintäctica en espanol, desde una multitud de perspectivas teoricas y meto-
dolögicas. La segunda parte continüa la tematica del estudio de Nicole Delbecque y se
concentra sobre el »orden de palabras« y la estructura informativa. Alicia Gonzdlez de Sa-
rralde (Institute »Cervantes«, Madrid) se concentra tambien en la variable position del
sujeto. Tras mostrar las dificultades de las explicaciones centradas en el nivel de la oration
ο del enunciado, toma partido por un modelo funcional cognitivista enraizado en la lingüis-
tica de texto: la teoria de la »quaestio«. El metodo seguido tambien es peculiar: La autora
selecciona veintinueve probandos madrilenos, les muestra una misma pelicula de video de
diez minutos de duration y les propone la tarea de relatar con sus propias palabras el argu-
mento de la pelicula. Con ello, la autora logra un corpus de relatos referidos al mismo esta-
do de cosas, que puede analizar onomasiologica y semasiologicamente. El analisis onoma-
siologico revela las distintas estrategias de expresiön de un estado de cosas cuando perma-
necen constantes el referente del sujeto y el grado de agentividad expresado por el verbo. El
analisis semasiologico revela los distintos usos y funciones que se da a los ordenamientos
»sujeto-verbo« y »verbo-sujeto«. De este modo, la autora define cuatro funciones centrales
de la posposicion del sujeto: flash back, reanudacion de una cadena de sucesos interrumpi-
La variation sintäctica como reto teörico: Una introduction 7
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La variation sintäctica como reto teörico: Una introduction 11
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Morfologxa, 4215—4244. Madrid: Espasa-Calpe (=Colecciön »Nebrija y Bello«).
Guido Mensching (Freie Universität Berlin)
1. Introduction
En los preparativos del presente libro', se planteaba la siguiente cuestion: A pesar de que
exista un nümero cada vez mayor de corpus y de estudios basados en ellos, los resultados
de tales estudios no han atraido la atencion esperable en aquellos investigadores dedicados
al desarrollo de teorias sintäcticas. Aqui me voy a centrar en este problema desde el punto
de vista del programa minimalista, el modelo mäs reciente de la gramätica generativa
(Chomsky 1992 ss.)· Para la discusion anterior sobre la variacion sintactica y su relation
con la gramätica generativa, vease, entre otros, el articulo de Godard (1992), aün basado en
el modelo chomskyano anterior (»regimen y ligamiento«). Algunos aspectos a que Godard
alude se tratan mäs detenidamente aqui y otros aparecen bajo una luz diferente en el progra-
ma minimalista. Ademäs, Godard no tiene en cuenta explicitamente la cuestion de los cor-
pus.
Este articulo2 se divide en los apartados siguientes: En el apartado 2 se van a introducir
algunas nociones bäsicas del programa minimalista. El tema del apartado 3 son los proble-
mas de corpus en cuanto al concepto de lengua interna (lengua-I como opuesto al de la len-
gua externa, lengua-E), mientras que el apartado 4 trata de los efectos del problema de la
actuation frente a la competencia. En el apartado 5 se examinarän, desde el punto de vista
minimalista, algunos aspectos sobre el problema de la »regia variable«, que juega un papel
importante en los estudios de corpus de indole sociolingüistica. Por, ultimo, bajo 6, se resu-
men los resultados y se intentarä contestar a la pregunta siguiente: iQue es lo que los cor-
pus ο la lingüistica de corpus pueden aportar a la gramätica generativa?
1
Me refiero sobre todo a la section correspondiente en el XIII Congreso de la Asociaciön Alemana
de Hispanistas en Leipzig; vease la introducciön de este libro.
2
Les agradezco a Natascha Pomino y a Eva Remberger la lectura previa de este articulo y sus con-
sejos, y a Maria Jesüs Beiträn la correction.
14 Guido Mensching
JilSTEMA CONCEPTt'AI.-INTENCIONAL
FL0g
NUMERACI0N comprö [V, 3-sing., indef. / agente, paciente /...]
madrc [N, 3-sing., f., +humano,...]
pan [N, 3-sing, m. / -animado, +comestible,...]
N= mi [D, poses., 1-sing ]
el [D, deter., 3-sing., m.,...]
Τ [finita,...]
C [declarative,...]
DERIVACION SC (=oracion)
C(ompl.)
0
[declarativo] [)
mi madre
FF
ONDAS SONORAS
Variation sintäctica, lingiiistica de corpus y gramdtica generativa 15
2. El programa minimalista
Subsistema - FF
mundo "extra- c articulatorio- " > Subsistema lingüistico
cognitivo"
perceptual
=I>
j
FLög
! ι
Otros Subsistema
componcntes conceptual-
no-lingüisticos intencional
3
Sigo la Convention introducida en Chomsky (1999c) de usar la abreviatura Flog, ya que FL se usa
para la facultad del lenguaje.
4
Los procesos que llevan a la Forma Fonica son, segün Chomsky (1995), muy diferentes de aquel-
los que llevan a la estructura sintäctica »visible« (derivation) e »invisible« (Flog). Este hecho es
relevante aqui. Segün Serrano (1994) seria »absurdo creer que tras la acertada aportacion labovia-
na al estudio de lenguaje en correlation con la sociedad, el metodo solo tuviese utilidad en el ter-
reno de la fonologia. Aün mäs absurdo seria creer que a otros niveles distintos de ese los cambios
no estuviesen implicados con fenömenos sociales, puesto que esto contradiria la unidad del len-
guaje«. Segün Chomsky, como acabamos de ver, no hay tal unidad.
3
Sobre algunos resultados recientes de la ge^tica en cuanto al hallazgo de un posible »gen lin-
güistico« (el gen FOXP2) veanse Pinker (2001) y Lai e.a. (2001).
16 Guido Mensching
Segün la hipotesis minimalista, gran parte de los aspectos restantes que tocan el funciona-
miento de la sintaxis, incluyendo, por ej., el desplazamiento (movement) de constituyentes,
siguen de propiedades que son, quizäs, mäs generates aiin, como las condiciones de econo-
mia. Cuando el nino aprende el idioma materno, la gramatica universal se va enriqueciendo
con informaciones especificas, de forma que el nino reconstruye mentalmente un lexicon y
una gramatica basados en el idioma en cuestion.6 Esta lengua mental es la lengua interna
(lengua-I) de esta persona. La lengua-I de cada hablante es diferente y ademäs cambia
constantemente.7 Hablando de la variation lingüistica esto explica naturalmente la existen-
cia de los ideolectos. Al contrario, la lengua de un grupo de hablantes ο de una comunidad
lingüistica son lenguas externas (lenguas-E). El campo de estudio de la gramatica gene-
rativa son exclusivamente las lenguas-I. El concepto de lengua-I frente a la lengua-E fue
introducido por Chomsky (1986), aunque pertenecia ya a la gramatica generativa desde sus
principios de forma implicita. Naturalmente, sigue existiendo tambien la distincion entre
competencia y actuacion. Estas dicotomias (lengua-I - lengua-E / competencia - actuacion)
se tratan en los apartados siguientes.
Si tenemos varios hablantes de un idioma, llamemoslos h,, h 2 , h 3 , h4, h5, etc., podriamos de-
cir algo asi: sus lenguas tienen algo (por lo general mucho) en comün. El conjunto de las
reglas y palabras de ellos forman la variedad X, por ejemplo, la lengua de la familia F (LF),
la lengua de la zona geogräfica G (LG), de un grupo social S (L s ) o, incluso, si se trata de un
pais Ρ, Lp. Se podria llegar a la description de estas lenguas ο variedades formando la adi-
ciön de las caracteristicas lingüisticas de los hablantes (3a) ο bien la intersection entre ellas
(3b) (ver pägina siguiente):
El problema es que ninguna de estas lenguas existe en la realidad: no estän almacenadas
en ninguna parte; son construcciones hechas por algunos lingüistas, gramäticos ο lexicogra-
fos; y de ninguna forma tienen justification cognitiva: no se encuentran dentro de ningün
hablante, son exteriores y por lo tanto Chomsky las llama lenguas-E. Las lenguas-E no
forman el objeto de estudio del lingüista generativo, que se concentra exclusivamente en las
lenguas-I.
6
La facultad del lenguaje (FL) es el producto de tres componentes (vease Chomsky 2001): (i) carac-
teristicas especificas de la »lengua« con que el nino nace (= lengua en su estado inicial, E 0 ), (ii) ca-
racteristicas determinadas por la necesidad de comunicaciön con los interfaces, (iii) caracteristicas
determinadas por el funcionamento de sistemas orgänicos en general.
7
»FL tiene un estado inicial E 0 , expresiön de los genes. [...] FL experimenta cambios de estado me-
diante disparadores e influencias de formation por parte del entorno. Si la FL de Jones esta en el
estado L, decimos que Jones posee (habla, sabe,...) la lengua(-I) L. [...] Entendemos la gramatica
universal (GU) como la teoria del estado inicial y las gramäticas particulares como teorias de los
estados obtenidos.« (Chomsky 1998; trad, en Chomsky 1999c).
Variation sintäctica, lingüistica de corpus y gramätica generativa 17
(3) a. b.
Este enunciado, en sentido estricto, no es välido para la gramätica generativa. Hay que tener
en cuenta en primer lugar la pregunta siguiente: ^Todas las personas que aparecen en el
corpus usan ambas construcciones ο no? Si es el caso, el primer resultado para la gramätica
generativa es el hecho de que ambas construcciones existen en las lenguas-I de estos ha-
blantes, conclusion que a primera vista parece trivial porque es evidente. La gramätica
generativa tiene que explicar, entonces, los mecanismos puramente sintäcticos que permiten
a estos hablantes generar ambas construcciones. El porcentaje bajo de la construction 1 se
atribuirä a factores ajenos al sistema lingüistico, radicados sobre todo en el sistema con-
ceptual-intencional, y por lo tanto se deben investigar en estudios de pragmätica, dialecto-
logia, sociolingüistica u otros. Volveremos a este problema mäs adelante.
Pongamos entonces, que el corpus muestra que todos los hablantes entrevistados usan
ambas construcciones. El problema siguiente que se le plantea al investigador generativista
es que la investigation no se puede parar alli, entre otras cosas porque, aunque las dos
construcciones sean aparentemente las mismas en todos los hablantes, las razones sintäcti-
cas y sus estructuras no son necesariamente las mismas. Sigamos con nuestro ejemplo ficti-
cio, siempre de forma muy simplificada, y pongamos que las dos construcciones en cues-
tion son las siguientes:
Al detectar que la construccion 2 estä presente en la lengua de todos los hablantes examina-
dos, habrla que comprobar, entonces, si la construccion 3 estä presente tambien, cosa que
seria de esperar. Pero en este momento puede haber varias soluciones de las cuales depen-
derä la estrategia por seguir:
- Caso 1: todos los hablantes usan tambien la construccion 3. Esto confirmaria que el sujeto
inexpresado es el elemento pro.
- Caso 2: hay una parte de los hablantes que no usan en absoluta la construccion 3.' Esto podria
significar varias cosas:
- hay otras propiedades lingüisticas en las lenguas-I de los hablantes de este grupo que im-
piden la inversion de verbo y sujeto, independientes de la existencia ο no-existencia de
pro.
- el sujeto inexpresado de este grupo de personas no corresponde a pro.
Esta es la consecuencia del asi llamado parämetro del sujeto nulo ο »pra-drop«; vease, por ej.
Haegeman (1994:454—457), Müller y Riemer (1998:158-164); para un punto de vista critico cf.
Bondre-Beil (1994). En el minimalismo, este principio tiene probablemente una explication
mucho mas fäcil, quizäs sin tener que recurrir a un parämetro.
Tengase siempre en cuenta que estamos hablando de una lengua ficticia y no de una variedad del
espafiol. Como observö uno de los colegas presentes en mi ponencia en Leipzig, esta situaciön no
seria posible en ninguna variedad del espafiol, hecho muy probablemente cierto.
Variation sintäctico, lingüistica de corpus y gramätica generativa 19
las teorias generativistas sobre la relation entre la existencia de pro y la inversion no son
ciertas y necesitan una revision.
- hay fenomenos de actuation, por ejemplo de indole textual ο socio-lingüistico, los cuales
evitan el uso de la inversion, aunque los hablantes la puedan formar en principio.
Estä claro que la ültima opcion es una posibilidad, y por lo tanto el investigador estä obli-
gado a tener en cuenta los sistemas de actuacion. En este momento, el corpus y los datos
sobre la tipologia discursiva y la information sobre la estratificacion social son necesarios;
y por lo tanto el hecho de haber usado un corpus es un resultado positivo. En todo caso, se
pasarä a entrevistas de los hablantes para llevar a la superficie su competencia lingüistica.
i,Que hay que decir sobre el resultado estadistico inicial de (4)? Estos valores no son signi-
ficativos para la gramätica generativa, puesto que todas las personas usan ambas construc-
ciones y por lo tanto hay que explicar por que ambas son gramaticales para ellos. Como se
ha dicho anteriormente, los factores de uso se dejan a la pragmätica.
Otra situation surge en relation con (4) si no todas las personas usan ambas construccio-
nes, pero el procedimiento es mäs ο menos como el expuesto arriba, es decir, que la eviden-
cia lingüistica guiarä el procedimiento siguiente. Debe haber quedado claro que, a la hora
de analizar un corpus, no se puede partir de un catälogo fijo de construcciones y propieda-
des sintacticas, sino que muchas se conocerän durante el estudio mismo. Debido al con-
cepto de lengua-I, habria que examinar cada hablante por separado.
Tambien debe quedar claro que la estadistica en principio no es relevante. Ante un re-
chazo tal de los recuentos numericos surgen normalmente objeciones, por parte de investi-
gadores en tipologia lingüistica y otros marcos teoricos. Se trata sobre todo de la suposicion
de que una construccion de baja frecuencia puede conducir a que esta construccion desapa-
rezca de las gramäticas de generaciones posteriores de hablantes, ya que a la hora de apren-
der la lengua no tienen evidencia sufkiente para la construccion en cuestion. Este tipo de
objeciones no es välida de entrada, porque se refiere a la diacronia y no a la reconstruction
sincronica de la lengua-I de uno ο varios hablantes. Pero, naturalmente, el cambio sintäctico
es tambien un tema de alto interes para la gramätica generativa. Sin embargo, la cuestion de
si la frecuencia juega un papel en el cambio sintäctico es muy controvertida. En parte, dis-
ponemos de estudios sobre el aprendizaje lingüistico infantil (por ej. Meisel 1995), que
parecen indicar mäs bien lo contrario. Ademäs, la teoria de los parämetros predice mäs bien
que puede ser suficiente para el nino un solo disparador (trigger) en el input para ajustar el
parämetro de forma correcta, donde no es importante con que frecuencia ocurre este dispa-
rador.10
10
Vease Goldbach (2001) y las indicaciones bibliogräficas citadas alii.
20 Guido Mensching
Vamos a prescindir ahora del caso (6a), y nos dirigimos primero hacia los casos enumera-
dos bajo (6b). Veamos algunos ejemplos tornado del Corpus Oral de Referencia del Espa-
nol:
(7) a. Bueno, usted cuentenos de que vamos, y yo... yo voy sacando bolsas. (C.O.,
aconOOla.asc, h i )
b. Si, yo... yo...yo voy a buscarme trabajo. (C.O., acon006c.asc, h i )
c. Pero es que yo... yo te puedo conseguir a alguien ya. Porque en ERASMUS... (C.O.,
acon006c.asc, h2)
d. [...] De pensar que a mi nina le pudieran hacer algo parecido se me ponen los peso <pala-
bra cortada>... pelos de punta. Pero es que esta pobre criaturita, £eh?, tambien Pilar pue-
de colaborar... puede... puede ratificar lo que yo... yo estoy diciendo, esa nina ha es-
ta<(d)>o pidiendo, suplicando; porque el espanto con que esa pobre criatura... [...] (C.O.,
acon009a.asc, h i )
e. <ininteligible>, oye... <ininteligible>>O... yo creo que los... estos paises... los imperios, ο
el del imperio ahora mismo es que tienen... es tridimensional, eh... y... por tanto, me pa-
rece eso de explicar, »Bueno, es que... eh... <vacilacion> esto que parece que es una...
una discusion respecto a la concepcion monolitica y perversa de <ruido>, entonces se ex-
plica en funciön de la... de esa... de la concepcion ma <palabra cortada>. Y yo creo que
las cosas son mucho mäs... sencillas, y es que... (C.O., aconOl la.asc, h2)
f. No, no, pero yo es que_yo... yo... yo es que... yo es que no entiendo una cosa. Al... al prin-
cipio estabais diciendo que si hay que <fatico=duda> que si hay que conocer a la otra...
(C.O., ccon002a.asc, h3)
(8) yo es que>>o... yo... yo es que... yo es que no entiendo una cosa (cf. 7f arriba)
Sin embargo, estos problemas no contradicen la posibilidad de usar los corpus en gra-
mätica generativa. Es un problema que tienen tambien los estudios de la variation sintäcti-
ca, a no ser que se träte de estudios centrados precisamente en estos fenomenos. El proble-
ma consiste mäs bien en reconocer cuäles son fenomenos de actuacion y cuäles no. Este
problema no es trivial. Si decimos, que la repetition del pronombre yo en los enunciados
(7a-f) arriba es un fenomeno de actuacion, lo hacemos normalmente de forma intuitiva, es
decir, que de alguna forma nos lo dice nuestra competencia, cosa que es problemätica si
estamos ante un corpus que no corresponde a nuestra lengua nativa. El concepto de la gra-
mätica universal nos permite, en principio, otro metodo para excluir este fenomeno de la
competencia, por ejemplo a base de (9):
(9) GU: *Repite el mismo constituyente η veces y haz una pausa despues de cada iteration.
Aqui el asterisco indica que esta regia no estä conforme a la gramätica universal. Esta regia
seria, en todo caso, una regia de actuacion, dentro del sistema conceptual-intencional. Aun-
que al investigador generativista no le interesarä esta regia en si, su formulation es litil, ya
que le permitiria distinguir los casos del tipo ejemplificado en (7a-f) de casos como el si-
guiente (sin pausa y con solo una repeticiön):
" Estä claro, sin embargo que la decision depende de la lengua de que se trata. En el frances, al
contrario, en un encunciado analogo a (10) el pronombe yo se expresaria una vez con moi y otra
con je. En cambio, la secuencia je, je ο moi, moi seria mäs bien un problema de actuacion, por lo
menos en el frances eständar.
22 Guido Mensching
Este fenomeno fue interpretado anteriormente como fenomeno de actuacion. Asi, ya Me-
yer-Lübke (1899) opinaba que en tales casos, el hablante inicialmente no tiene ninguna idea
sobre el nümero de los agentes y solo despues de enunciar el verbo le da una forma al su-
jeto, la cual, entonces, no concuerda siempre con el verbo. Sin embargo, llama la atencion
la regularidad sintäctica, es decir, que el sujeto se encuentra regularmente en una position
posverbal. Hay otras lenguas, como por ejemplo el ärabe cläsico, donde esta regularidad es
obligatoria. Esto estä conforme con una observation de Greenberg (1963), que figura como
propiedad universal nümero 33: »When number agreement between the noun and verb is
suspended and the rule is based on order, the case is always one in which the verb precedes
and the verb is in the singular.« En gramätica generativa, esto sigue de GU, para lo cual
existen varias propuestas (Roberts 1993, Van Gelderen 1998, Mensching 1999b, entre
otros). Sin querer entrar ahora en los detalles de la explicacion, es importante senalar que la
gramätica universal predice el orden de palabras observable en los ejemplos, pero no el
orden in verso.12 Todo ello indica que la construccion observada en (11) fue gramatical en
etapas anteriores del espanol, es decir que pertenecia a la competencia de los hablantes
(hipotesis corroborada por el hecho de que los ejemplos se encuentran en la lengua escrita,
supuestamente cuidada).
Para comprobar la existencia de este fenomeno en el espanol actual, hemos consultado el
estudio de Quilis (1983), basado en un corpus del espanol actual hablado, donde aparecen
ejemplos como los siguientes (Quilis 1983:49):
Aqui es precisamente el orden inverso el que aparece con mäs frecuencia. Ademäs, los
hablantes del espanol suelen rechazar el tipo de enunciados bajo (12) tanto si el sujeto es
preverbal ο si es posverbal, lo que confirma el hecho de que los datos ofrecidos por Quilis
son efectos de actuacion. Habria sido fäcil (y tentador) comparar estos ejemplos con los del
espanol antiguo y cläsico, pero, como acabo de mostrar, no son comparables. Normalmente
los estudios de corpus, como los trabajos sobre la »lengua hablada« en general, no distiguen
entre los dos pianos distinguidos aqui, mezclando fenomenos de actuacion y de competen-
cia.
12
Una forma de explicacion sencilla seria postular el siguiente elemento lexico para las lenguas que
conocen esta construccion: 0 : [D], [3a pers.] [sing.] [expl.]. Este elemento seria un pronombre
expletivo sin realization fonolögica, anälogo al expletivo frances il, el cual muestra un
comportamiento parecido aiin hoy en dia: II arrive deux personnes (van Gelderen 1998, Men-
sching 1999b). La teoria de las »sondas« (Chomsky 1998, 1999, 2001) ofrece, a mi parecer, una
explicacion mas natural de este fenomeno, ya que predice el universal greenbergiano en un nivel
mucho mäs general, que incluye tambien los fenomenos de concordancia con el complemento di-
recto y otros mäs.
Variation sintäctica, lingüistica de corpus y gramdtica generativa 23
En esta section, vamos a tratar los casos enumerados bajo el numero (6c) arriba, repetidos
aqui como (13):
Se habia dicho antes que la variation lingüistica en si es una consecuencia lögica de las
suposiciones bäsicas de la gramätica generativa: la lengua-I de cada hablante es diferente.
Esto explica casos como el siguiente:
15
Vease la discusion sobre la aplicacion del metodo de Labov a la sintaxis en Godard (1992),
Serrano (1994) y los trabajos anteriores citados por estos autores.
14
Cf. los trabajos de Boskovic (1998) y Cheng y Rooryck (2000), citados en Adli (en prensa).
24 Guido Mensching
(16)
SISTKMA ( Ο Ν Π ΡΙΙ Μ -
I M I \< ΙΟΝ \ l
t \r \
SISTEMA LINGUISTIC*»
La gramatica generativa no tiene aqui la tarea de explicar por que el hablante quiso marcar
el sujeto como tema, sino solo la forma en que reacciona el sistema lingüistico ante esta
information, en este caso el por que el rasgo ftema] bloquea el movimiento. Vease tambien
la siguiente cita de Chomsky (1995):
Dentro del marco esbozado, tampoco se pueden formular preguntas significativas acerca de por
que se forma una numeration y no otra —ο ninguna de forma que hubiera silencio. Eso seria como
pedirle a la teoria de una operation formal sobre enteros —digamos, suma— que explicara por que
algunos enteros se estän sumando juntos y no otros, ο ninguno. Ο a una teoria de los mecanismos
de vision ο de coordination motriz que explicara por que alguien decide mirar una puesta del sol ο
coger un plätano. La election de action es un problema real y muy misterioso, pero no se suscita
dentro del estrecho estudio de los mecanismos. (Chomsky 1995; trad, en Chomsky 1999b: 166)
15
Chomsky (1995) distingue entre rasgos obligatorios (por ejemplo el genera femenino de casa), los
cuales pertenecen a la entrada lexica, y rasgos opcionales (por ejemplo el rasgo [plural] en casas).
Estos Ultimos se afiaden en algun momenta entre la selection lexica y la insertion de los lexemas
en la estructura.
Variation sintäctica, lingüistica de corpus y gramätica generativa 25
Tambien tenemos que explicar por que (17d) fue gramatical en el espanol antiguo y ya no
lo es hoy en dia a diferencia de otras lenguas, que tienen en comiin las estructuras espanolas
con frases anälogas a (17e), posibles quizäs en lenguas llamadas a nücleo derecho (p. ej.
vasco ο japones), ο por que (17f) quizäs no es gramatical en ninguna lengua humana, aun-
que podria serlo en algiina lengua extraterrestre.
Sin embargo, admito que la cuestiön se complica cuando los hablantes tienen varias op-
ciones sintäcticas, pero pueden preferir una u otra debido a factores sociolingüisticos. En
principio, esta cuestiön tampoco es relevante para la gramätica generativa en sentido es-
tricto, segün lo que hemos dicho anteriormente. Veamos este aspecto con un ejemplo sim-
plificado del periodo hipotetico en espanol segün los resultados de Serrano (1994). En el
corpus, los hablantes de la segunda generaciön en el estrato social nümero 3 usan dos de las
tres variantes sintäcticas posibles para expresar las oraciones hipoteticas reales. Partimos de
la idea idealizada (aunque quizäs equivocada) que la tercera Variante es agramatical para
estos hablantes:
16
Se trata aqui de ilustrar, de una forma muy fäcil, el funcionamento del mecanismo minimalista
basado en el cotejo de rasgos. El anälisis presentado aqui tiene quizäs el problema de que el
sintagma complementante (SC) de la oraciön adverbial es 'opaca', de forma que no deja penetrar
ningün rasgo de la oraciön principal, idea expresada anteriormente con el concepto de las 'barreras'
y recientemente (Chomsky 1999a, 2001) por medio de las 'fases'. Te todas formas, como me
recordö Eva Remberger (comunicaciön personal), estä claro que SC tiene que ser transparente para
algunas Cosas, por ejemplo en estructuras de control, donde parece haber algün cotejo de rasgos
entre PRO y el elemento controlador (vease Mensching 2000:193-194).
26 Guido Mensching
(19)
ST
SC ST
C ST Τ SV
si [hipot.]
[hipot.]
Τ SV D V1
[cond.]
[hipot.] yo
D V
alguier se lo doy
[hipot.: real]
me lo pide
[hipot.: real]
[cond.]
Se trata de una representation simplificada, donde los sujetos y los verbos se encuentran en
sus posiciones de base antes del movimiento. Se muestran solo aquellos rasgos que son
relevantes en nuestro contexto; estos rasgos ademäs son simplificados y pueden representar
otros rasgos ο haces enteros de rasgos.17 La idea principal es que los rasgos mencionados
tienen que ser compatibles entre si. Por ejemplo, la introduction de un rasgo [irreal] llevaria
al fracaso de la derivation. Esto puede ser una consecuencia de la teoria minimalista del
cotejo ο de una condition mäs general sobre la compatibilidad de los rasgos.
El punto importante es la cuestion de como entran los rasgos en la derivation. En el mo-
delo minimalista mäs sencillo, entran desde el lexicon como parte del modulo lingiiistico
del hablante. Vamos a suponer que se trata de una propiedad morfologica, teniendo en
cuenta que los afijos de flexion tambien forman parte de lexicon." Entonces el hablante
»normal« del espanol dispone de entradas lexicas del tipo siguiente:
17
Las ideas bäsicas son estas: 1) La conjuncion si tiene un rasgo [hipot.] y un rasgo [cond.]. 2) Los
nücleos T(iempo) tanto de la oration subordinada como de la principal tienen el rasgo [hipot.]. 3)
Los verbos de ambas oraciones tienen que tener tambien los rasgos [hipot.] y [real] para que los
rasgos de los nudos Τ correspondientes se puedan cotejar. 4) Como se trata de una misma
derivation, los rasgos mencionados de los cinco elementos (C, T l , T2, VI, V2) tienen que ser
compatibles entre si.
'* Este punto de vista se basa en la idea de Chomsky (1992) de que las formas flexivas entran en la
enumeration »plenamente especificadas« (fully specified). Sin embargo, en los trabajos posteriores
de Chomsky queda claro que la cuestion de donde esta situada la morfologia en el sistema
lingiiistico es mucho mäs complicada y no estä del todo decidida. En algunas notas, Chomsky
(1995) baraja la posibilidad de adoptar el modelo de la »morfologia distribuida« (distributed
morphology), el cual supone al menos dos sitios en los cuales se origina y se procesa la
information morfologica, una cerca del lexicon y otra cerca de FF. Para estas cuestiones con
referencia a las lenguas romänicas, vease Pomino (en preparation). Sin embargo, por razones de
ilustracion y simplification, me atengo aqui a la solution mäs sencilla.
Variation sintäctica, lingüistica de corpus y gramätica generativa 27
Nuestro hablante »ideal« de este grupo geogräfico-social tendria, ademas, la entrada si-
guiente para el infinitivo:
Bajo esta perspectiva, la regia variable no es una regia, sino que consiste solamente en que
el hablante tiene dos opciones lexicas, donde la segunda corresponde al infinitivo, que es
solamente posible en la apodosis por faltarle el rasgo [cond.].
En este punto, se podria decir de nuevo que la gramätica generativa pudiera querer igno-
rar todo lo demäs, es decir, la pregunta de por que el hablante escoge una vez una Variante
lexica y otra vez otra. Pero el hecho es que el minimalismo se basa en una parte fundamen-
tal en el lexicon, de forma que necesita una teoria elaborada sobre el lexico mental. Para
integrar el componente sociolingüistico, nos vamos a servir de algunas ideas de la psicolin-
giiistica, que suponen que una entrada lexica puede tener una etiqueta indicando la lengua
de que se trata." Asi, una persona bilingue en alemän y espanol tiene dos entradas lexicas
para el concepto de 'casa':
Si esto es asi para varios idiomas, tambien sera asi para variedades de un mismo idioma, de
modo que podriamos postular, por ejemplo, una etiqueta que indica el hecho de que una
entrada corresponde a la norma:20
(23) - o [sing.] [la pers.] {[pres.] / [hipot.] [real] / [± cond.]} <espafiol, norma>
-s [sing.] [2a pers.] {[pres.] / [hipot.] [real] / [± cond.]} <espafiol, norma>
(24) -r [inf] {[hipot.] [real])} <espanol, sociolectal>
19
Comp. Müller-Lance (2000) y los trabajos citados alii. Dejo abierta la cuestion si hay un lexicon ο
varios en estos casos.
20
Este plantemiento se parece al de Adli (en prensa), quien desarrollo sus teorias independientemen-
te de las mias. Adli usa etiquetas estilisticas como [familiar], [corriente], [cultivado], etc. para
marcar estructuras. Estas etiquetas se interpretan en el interfaz entre la sintaxis y la pragmatica. La
diferencia es que en la propuesta mia, las etiquetas proceden del lexicon.
28 Guido Mensching
mente el elemento PRO21, el cual existe en dos variedades: PRO arbitrario ο -como es el
caso en el ejemplo en cuestion- coindexado con un elemento fiiera de la oracion de infmiti-
vo.22 Son detalles que pertenecen a la gramätica de cualquier hablante y no son sensibles a
variables sociolingüisticas.
Creo que con estas consideraciones hemos llegado al extremo de la interpretation gene-
rativista. El resto simplemente no es su tarea, porque concierne al sistema conceptual. El
sistema conceptual se dedica a elegir una u otra Variante del lexicon, dependiendo, entre
otras cosas, de:
Α lo largo de este articulo, he querido mostrar las metas del programa minimalista y el
punto de vista que tiene este modelo mäs reciente de la gramätica generativa sobre la orga-
nization del lenguaje humano y su interaction con los modulos de actuaciön. He hecho
cierto hincapie en los limites autoimpuestos de la rama chomskyana, limites que se reflejan
tambien en la actitud frente a la lingüistica de corpus. Habrä quedado claro que un corpus
se puede usar en los estudios minimalistas, pero con mucha cautela ante los fenömenos de
actuaciön y con una metodologia diferente, donde la estadistica juega un papel minimo.
Para un anälisis sintäctico, la frecuencia con que ocurre una construction en los corpus, es,
por lo general, irrelevante - volveremos en seguida sobre esta cuestion.
Tambien he intentado demostrar en este articulo que muchos casos explicados anterior-
mente por el concepto de regia variable se pueden reducir a la variacion lexica dentro del
diccionario mental de los hablantes. La actuaciön y la competencia estän enlazados en los
niveles de interfaz, por medio de unos rasgos pragmäticos y semänticos. No voy a entrar en
la cuestion de que significa esto para los estudios de la variacion sintäctica ο para su medi-
21
A diferencia de pro (en minüsculas) mencionado anteriormente.
22
En este caso, parece estar excluido un sujeto explicito (a contrario de otras oraciones de infinitivo,
por ej. Al llegar mi padre, yo estaba trabajando). En la teoria de Mensching (2000), la falta de
sujetos explicitos se puede explicar por el hecho de que la categoria Τ en estas oraciones solo con-
tiene los rasgos [hipot.] y [real], y no una referenda a un tiempo concreto. Es de esperar que este
tipo de Τ debil asigne el caso »nulo« (Chomsky 1995: 119-124) pero no el caso nominativo (cf.
las estructuras parecidas del llamado »infinitivo descriptive« en Mensching 2000: 97-99). La cue-
stion se complica, sin embargo, si se toman en cuenta las estructuras hipoteticas francesas (colo-
quiales) del tipo »La France battre le Bresil, ce serait inconcevable«, donde el infinitivo aparece
exclusivamente en la protasis y aparece con un sujeto explicito (Reuland 1983, Vinet 1985, Men-
sching 2000: 80-82, 171-173). De alguna forma parece que la categoria Τ [-finito] es mäs »fuer-
te« en la protasis que en la apodosis.
Variaciön sintäctica, lingüistica de corpus y gramätica generativa 29
bilidad en un corpus concreto. Dejare esta pregunta abierta para los estudiosos de la rama
laboviana. En cambio, para terminar, quiero relativizar algunos de los puntos expuestos.
Voy a partir de un ejemplo präctico, tomado de mis trabajos sobre las oraciones de infi-
nitivo con sujeto explicito (Mensching 1998, 1999a, 2000). Me centrare en la position
preverbal del sujeto del infinitivo. En el Corpus oral de referenda de la lengua espanola
contemporänea se encontro un solo ejemplo de esta construccion:
(25) i Y no me puedes? por ejemplo, yo vengo £no? y me decis lo que hay y me dais el
pre<palabra cortada> presupuesto que va a ser, para yo saber cuänto dinero me va a costar
antes de arreglarlo. (ccon013b.asc, <H4>)
El hecho de que haya una sola ocurrencia, indica que la construccion aparece con una fre-
cuencia minima. Se podria tratar, entonces, de un simple error reducible a un efecto de
actuation. Sin embargo, el metodo de las encuestas de hablantes demuestra la gramaticali-
dad de esta construccion. Se entrevistaron varias personas de diferentes paises, con el re-
sultado siguiente:23
ESI ES2 ES3 ES4 ES5 ES6 VE1 PE1 AR1 AR2 ME1 ME2 ME3
+ ? ? + + ? + 9 + + ? + +
i,Que ha aportado el corpus en este ejemplo? En primer lugar, nos ha servido para compro-
bar la competencia de los hablantes, es decir, aunque la construccion aparece con una fre-
cuencia minima en el corpus, se ha demostrado que se trata de una construccion que existe
en la realidad; esto es que no se trata de una construccion ficticia - este un reproche que se
hace de vez en cuando a la gramätica generativa. En segundo lugar, la baja frecuencia de la
construccion indica, a mi parecer, que se trata de una construccion muy marcada. De hecho,
el caso no marcado, la construccion finita con para que, es mucho mäs frecuente en el cor-
pus. La frecuencia en el corpus es bajisima tambien en comparacion con aquellas construc-
ciones donde los sujetos de infinitivo son posverbales.24 Como he dicho, estos datos cuanti-
tativos no indican nada sobre la gramaticalidad de las construcciones en cuestion, sino solo
pueden indicar su marcadez.25 Acabo de mostrar que, para la decision sobre la gramaticali-
23
ES = Espafla, VE= Venezuela, PE = Peru, AR = Argentina, ME = Mejico. Los entrevistados
pertenecen al nivel social alto (son intelectuales) menos ESI y ES3 (funcionarios administratives)
y ME3 (fotografo). Se pidio a los entrevistados que marcaran con el simbolo + las frases que les
sonaran perfectamente bien, con un asterisco aquellas que no les suenan en absoluta (es decir que
son agramaticales), y que usaran el signo de interrogaeiön para aquellas frases que no suenan
perfectamente bien pero que se podrian usar, quizäs, en algün contexto.
24
Esto se pudo confirmar en una coleccion de alrededor de 100 ejemplos de infinitivos
preposicionales con sujeto, donde solo 5 ejemplos muestran el sujeto en posicion preverbal. Sin
incluir las preposiciones de y a +articulo (al) porque en estos casos la anteposicion parece ser
agramatical para la mayor parte de los hablantes. Quedan excluidas algunas variedades caribenas,
donde el sujeto preverbal estä generalizado en las construcciones de infinitivo.
25
Sin entrar en detalles, la marcadez juega un cierto papel en la gramätica generativa (cf. p. ej. Rizzi
1982: 92), y por lo tanto los datos cuantitativos pueden ser significativos en este sentido.
30 Guido Mensching
dad, el corpus tiene la utilidad de comprobar la existencia real de una construction. Tam-
bien nos puede ayudar a entender mejor los juicios de los hablantes: en nuestro caso, hemos
tornado la frecuencia baja de la construction como indicio de su marcadez. Esto nos puede
ayudar, quizäs, a interpretar el signo de interrogation que algunos hablantes han puesto en
la entrevista inicial.
La situation es muy diferente a la hora de hablar de las etapas antiguas de una lengua, de
las cuales ya no tenemos hablantes para entrevistar. Asi, en el marco de mis estudios sobre
el infinitivo con sujeto explicito en las lenguas romänicas, presente un anälisis numerico de
la frecuencia con que aparecen los sujetos en position preverbal en comparacion con las
posiciones posverbales a lo largo de la historia de la lengua espanola (Mensching 1999a).
Se muestra que en ciertos tipos de construction, los sujetos preverbales se hacen gradual-
mente menos frecuentes desde la Edad Media hasta el siglo XVI, y a partir de entonces
desaparecen casi totalmente de los textos. La variation diacronica, es decir, la disminucion
de frecuencia en las construcciones examinadas tienen que ver con varios factores, de los
cuales el mäs importante es el cambio de un parämetro que se efectuo en el Siglo de Oro
(cf. Mensching 2000). Pero tambien influyen factores extralingüisticos, como la cuestion
del cultismo y la de la norma. Estas ultimas se refieren a problemas de actuation, y por lo
tanto un estudio de corpus con una metodologia moderna seria util para la interpretation
generativista, porque nos ayudaria, por ejemplo, a separar las cuestiones lingüisticas de las
extralingüisticas. El anälisis muestra, ademäs, que en ciertos casos una evaluation cuantifi-
cativa si puede ser de interes en un marco generativista.
Habria mas puntos que se podrian desarrollar en el contexto que me ha ocupado en este
articulo. Por ejemplo, el concepto de la lengua-I significa, en sentido estricto, que cada
hablante tiene que examinarse por separado. Esto puede ser insatisfactorio para la lingüisti-
ca de una filologia particular, por ej. la espanola, por su falta de generalization. Observese
que las lenguas-I de los hablantes de un grupo geogräfico-social, como se entiende en los
estudios sobre la variation lingüistica, son muy semejantes, de forma que se podria enten-
der la lengua-E de un grupo tal como lengua-I de un hablante-oyente ideal. Este metodo
podria ser, quizäs, preferible al metodo tradicional, en el cual el hablante-oyente ideal es el
investigador mismo. Voy a dejar la elaboration de este concepto para otra ocasiön.
Terminare con una ültima cita de Chomsky:
El lenguaje estä encapsulado entre sistemas de actuation que le permiten que sus expresiones se
utilicen para articular, interpretar, referir, preguntar y otras acciones. Podemos pensar en una DE
[description estructural] como un complejo de instrucciones para esos sistemas de actuation, a los
que proporciona information relevante para sus funciones. Aunque no tiene un sentido claro la
idea de que el lenguaje este »disenado para el uso« ο »bien adaptado a sus funciones«, esperamos
encontrar conexiones entre las propiedades del lenguaje y la manera de usarlo. (Chomsky 1992,
1995; trad, en Chomsky 1999b: 82)
Algunas de estas conexiones las acabo de esbozar en este articulo. Son conexiones tambien
entre las teorias sobre la variation lingüistica y la gramätica generativa, y no cabe duda de
que ambas direcciones se pueden complementar mutuamente.
Variation sintäctica, lingüistica de corpus y gramätica generativa 31
Bibliografia
Fuentes
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Josse De Kock (Katholieke Universiteit Leuven)
(1) Le(s) = lo(s), persona masculina (a-b frente a c-d; para mäs detalles, vease De Kock 1998b)
a. A Cratilo le preocupö el problema de la lengua, (...) CEL 10
b. Ademäs es probable que me faltara a mi la habilidad literaria indispensable para referir-
me a Espafla y a los espanoles sacando/es del contexto de (...) AYA 252
c. Al escritor, al artista, hay que dejar/o en paz. SAL 316
d. Y hay que agregar que a los mismos individuos de la ciudad de Mexico los solicitan uni-
versales de fiiera de la ciudad (...) GAO 485
36 Josse De Kock
Tabla 1: Frecuencia absoluta (F) y relativa (f) de las construcciones pronominales del verbo, con
relation al nümero de ocurrencias (°/oooo) y a ' nümero total de verbos conjugados pronominalmente
(%) por orden de frecuencia decreciente'
v. tr. 47 47 2,90
47 47 3,11
v. intr. 72 73 4,44
72 73 4,77
-regente 50 50 3,08
+regimen 50 50 3,31
+regente 7 7 0,43
+por 7 7 0,46
-regente 2 2 0,12
sin concordancia 2 2 0,13
Puesto que las variaciones de construction gramatical de las formas pronominales del verbo no
son en absoluto las mismas, por un lado, en la tercera persona y, por otro lado, en la primera y la
segunda, y, teniendo en cuenta que la frecuencia relativa de las tres personas puede variar nota-
blemente de un registro a otro, se dan, para facilitar la comparaciön con otros corpus, las cifras pa-
ra las tres personas y las que se refieren a la tercera persona (en negritas y bastardillas) por sepa-
rado.
Corpus, frecuencia y gramaticalidad 37
(2) Le(s) = lo(s), la(s), persona femenina y cosa (a-f frente a g-h; vease De Kock 1998b)
a. Es la imagen (...) que inspira ese »dilatarse mi corazon« que del salmista toma Teresa de
Cepeda, cuando empieza la transformacion que le llevarä a la santidad. ZAM 228
b. (...) las preciosas evitaban decir »ridicule« porque les asustaba el sufijo; CEL 343
c. Pues aunque la vinculacion de todo texto con el corpus literario de su tiempo es siempre
mas intensa que la que le une al contexto, (...) GOY 313
d. No creo que el hecho de no haber retocado los textos que reimprimo (...) les perjudique
demasiado, (,..)GOM 70
e. No significa esto que la mision de la Universidad concluya en formar profesores social-
mente utiles: si se le quiere reducir a eso, (...) LAZ 233
f. (...) al condenar a silencio a las opiniones razonables (...) se les equipara (...) a las opi-
niones irrazonables; PER 145
g. (...) los caballeros de aquel pais no pueden coger dulcemente del brazo a una dama para
ayudarle a cruzar la calle, sino que se ven obligados a agarrarla (asirla fuertemente) CEL
349
h. ϊ,Υ que, si, con achaque de evitar desördenes, se los provoca (...)? UNA 38
i. (...) por eso a la casuistica los Jesuitas la llaman praxis, (...) PER 325
(5) Se, regimen indirecto plural, lo(a)s = se lo(a) (a frente a b; vease De Kock/DeMello 1997f)
a. Bueno, entonces se los comentamos a los viejos pausadamente £no? BA 22.1
b. (...) vende a los turistas. Ella se lo sabe explicar en ingles y en frances (...) BA 29.74
(7) Pronombre relativo, regimen directo, reduplicado (a-b frente a c-d; vease De Kock/DeMello
1997d; De Kock 1998c)
a. Este ültimo es un termino taurino, que, como acabo de aprender/o (...), quiero lucir/o.
UNA 148
b. (...) como alguien a quien le obligasen a mirar por el ojo de una cerradura. FER 144
c. Este termino, que usan todavia en sus ingenuos escritos nuestros casticistas, no significa
(...) ORT 297
d. (...) no deseaba muy instruidos a quienes solo queria esclavos. REY 95
Verbo conjugado pronominalmente con regimen, pero sin regente (a-b frente a c-d; vease
De Kock/Gömez Molina 2002a-b)
a. (...) se les toman sus heroes de guillotina y horca, se los alina y se los transforma en
mascaras heroicas. MAR 444,445
b. Yo no entiendo como se puede llamar reconquista a una cosa que durö ocho siglos. ORT
374
c. se corteja a la mujer, se sonrie a la flor, se trucida el enemigo y se goza del bosque. ORT
439,440
d. Estos modelos abstractos se llaman 'fonemas'; GIL 43
-ra = -Ha, cuatro verbos (a-d frente a e-h; veanse De Sterck 2000; De Kock/DeMello
1997b; De Kock 1994a-b)
a. Y a falta de una poda sabia y consciente, pudiera ser bueno el huracän. MAC 204
b. (»como debieran estar todos los cristianos«, piensa el lector que pensaria Fray Luis)
CAS 563
c. Y puesto que estamos aqui entre profesores (...) quisiera preguntarles tan solo, (...) GOY
68
d. debe entenderse que este apartado hubierapodido llamarse (...) CEL 682
e. Pero no podria llamarse »lost generation« a la de estos poetas (...) GUI 268
f. (...) pero tampoco deberia extrafiarnos demasiado semejante apreciaciön (...) FER 20
g. no querria ofender a nadie (...) LAZ 161
h. (...) la incognita de si la renuncia no habria matado la esencial posibilidad de su ser.
ALA 83
Este, ese, aquel + que (a-c frente a d; veanse De Kock/Gömez Molina/Verdonk 1992; De
Kock et al. 1996; De Kock 1998a)
a. No hay otra tirania sino aquella que se afana y ufana en sofocar la libertad de espiritu.
PER 129
b. (...) no vacila Castro en atribuir la formaciön de eso que hoy entendemos por Espafla a la
convivencia de cristianos, moros yjudios (...) AYA 304
c. sociedades y comunidades (...) dentro de las cuales, esto que llamamos »pensamiento« y
»comportamiento« tradicional es ante todo: BAR 153
d. Creo que ahora se entenderä mejor lo que antes he dicho: ORT 536
Corpus, frecuencia y gramaticalidad 39
(15) Nombre propio geogräfico, regimen directo, sin a (a frente a b; vease De Kock/DeMello
1997e)
a. [los jesuitas que] abarcaron [.] Michoacän y Guadalajara, Puebla y Veracruz, (...) REY
131
b. Pero desde comienzos del siglo XIX se definen (...) zonas rivales: la germanica (...); la
inglesa, que abarca a Inglaterra (...) y α los Estados Unidos; HEN 141
Tabla 2: Prosa informativa. Frecuencia absoluta (F) y relativa (f) en relaciön con el nümero de ocu-
rrencias (°/oooo), por orden decreciente segün la frecuencia relativa en el corpus de 39 textos (197.886
ocurrencias)
F f(0/oooo)
Verbo pronominal, + regimen, - regente 87 44
Le(s) = lo(s), persona masculina 87 44
-ra = -ria, 4 verbos 78 39
Aquel, ese, este + que 48 24
Le(s) = lo(s), la(s), persona femenina y cosa 28 14
-ra = ind. pluscuamperfecto, preterito perfecta simple 15 8
Verbo pronominal + por, complemento agente 11 6
Pronombre relativo, regimen directo, reduplicado 10 5
Quien + antecedente, regente 6 3
Nombre propio geogräfico, regimen directo, -a 6 3
Le = les 3 2
Verbo pronominal sin concordancia 2 1
Lo(s) = le(s) 0 0
La(s) = le(s) 0 0
Se, regimen indirecto plural, lo(a)s = se lo(a) 0 0
Puede ocurrir, sin embargo, que una construction p o c o frecuente en si, alcance, en cambio,
una proportion relativamente elevada en el conjunto de las construcciones que compiten
entre si.2
Tabla 3: Prosa informative. Frecuencia absoluta (F) y relativa (f) en rclaciön con el nümero de opor-
tunidades (%), por orden decreciente segun la frecuencia relativa
* Al contrario de lo que se ha hecho en De Kock (1998b), el cälculo de lo para una cosa in-
cluye aqui los pronombres neutros (»generalizadores«) en funciön de regimen directo.
Por ejemplo, los nombres propios de lugar, regimen directo, sin a constituyen, pese a todo,
el 16% de los nombres en tal funciön. Le(s) en funciön de regimen directo para una persona
femenina ο una cosa, y -ra con valor de indicativo pasado, al contrario, solo se producen,
respectivamente, en tres y uno por ciento de los casos, lo que les hace retroceder conside-
rablemente en la escala de frecuencia relativa. La mayoria de las construcciones de fre-
Corpus, frecuencia y gramaticalidad 41
cuencia baja en relation con la extension del corpus son, sin embargo, igualmente poco
frecuentes en relation con la construction rival.3 (vease tabla 3)
Nos consta que, en el mismo corpus, otras construcciones optativas, plenamente admiti-
das y que nunca se ponen en tela de juicio, alcanzan una frecuencia similar a aquella con
complemento agente cuyo verbo no tiene regente pero si regimen y que otras, que no se
recomiendan ο juzgadas poco recomendables, se colocan a distancia analoga a la que, con
respecto a la mas frecuente, se encuentra la formula pronominal sin concordancia.
Se ve que la construction sin concordancia, con un 1,55% de las oportunidades, se en-
cuentra entre las menos frecuentes, las mäs discutidas, las menos aceptadas y las que mäs
controversias suscitan: se lo(a)s para se lo(a), la(s) para le(s), lo(s) para le(s), ausentes, -ra
con valor de indicativo pasado (0,90), la reduplication de un pronombre relativo, regimen
directo, en el nucleo verbal (1,19), quiert(es) con antecedente en funcion de regente de la
oration relativa (1,78), le para les (2,04), le(s) para lo(s), la(s), cosa ο persona femenina
(2,95). La construction que lleva un regimen pero sin regente (4,88%) y la construction
pronominal con complemento agente (5,47), al contrario, estän cerca de las mäs frecuentes,
las que se admiten sin discusiön: -ra para -ria con haber mäs adjetivo verbal, deber, po-
der, querer (33,62), le(s) para lo(s), persona masculina (32,95), la ausencia de a delante de
un nombre propio geografico en funciön de regimen directo (16,22), pronombres relativos
compuestos con una forma demostrativa (4,21).
Salta a la vista que las construcciones menos frecuentes son las unicas que se ponen en
tela de juicio en la practica, aunque sea desordenadamente. En efecto, hay coincidencia
entre frecuencia baja y duda en cuanto a la gramaticalidad de cada una de ellas. El criterio
de frecuencia relativa permite solucionar con uniformidad las estimaciones de gramaticali-
dad, a menudo variables segün la construction y mäs de una vez contradictorias dentro de
la misma, al estar fundadas en argumentos heterogeneos. Es una pauta de (a)gramaticalidad
en el registro de lengua representado.
3
Conviene tener presente que el nümero de ocurrencias examinado en el mismo corpus puede va-
riar de una construction a otra, y segün se träte de la frecuencia relativa en relation con el nümero
de ocurrencias ο con el nümero de oportunidades para la misma construction. Respecto a la prosa
informativa puede tratarse de 39 ο de 19 textos, respectivamente 197.886 ο 99.058 ocurrencias.
Los motivos son puramente materiales: hacer el inventario de treinta construcciones gramaticales
muy frecuentes y que solo en parte pueden ser identificadas automäticamente en el corpus com-
plete, constituye un trabajo de demasiada envergadura para aquel que no dispone de ayudas de
ningün tipo.
42 Josse De Kock
Mientras que en la lengua escrita un nombre propio geogräfico en funcion de regimen di-
recto estä introducido por α en un 84% de casos, en el habla culta hay un promedio de 72%
sin preposition (vease De Kock/DeMello 1997e)
Tabla 5: Nombres propios geogräficos en funcion de regimen directo con y sin preposition
+a -a
F f F f
Prosa informativa
39 textos 31 83,78 6 16,22
Habla culta
Bogota 10 59 7 41
Buenos Aires 3 12 23 88
Caracas 5 31 11 69
La Habana 9 50 9 50
La Paz 10 63 6 37
Lima 3 7 38 93
Madrid 5 38 8 62
Mexico 6 29 15 71
San Juan 3 43 4 57
Santiago de Chile 3 14 25 86
Sevilla 3 25 9 75
Total 60 28 155 72
Corpus, frecuencia y gramaticalidad 43
Α las diferencias entre registros de lengua se vienen a anadir las que median entre areas
geograficas. El leismo es, como se sabe, propio de la peninsula Iberica: alcanza un 68% de
las oportunidades referido a un ser animado, masculino singular, en la prosa informativa,
mientras que es inhabitual en America: el 15% en iguales condiciones; un 12% frente a un
4% en general (vease De Kock/Gomez Molina 2002). Al contrario, le por les, que no apa-
rece en los textos de autores de origen espanol, se produce hasta en un siete por ciento de
las oportunidades en los escritores americanos (vease De Kock/DeMello 1997c)/
Tabla 7: Le = les
4
Recordemos, sin embargo, que hay menos diferencias entre continentes en el registro escrito de las
que existen entre registros, incluso dentro de un mismo continente. En la prosa informativa solo
son importantes en cuanto al leismo y el empleo de le por les. La distancia entre el empleo de for-
mas en -ra con valor de condicional (un 39% de las posibilidades en Espafla frente a un 32% en
los textos americanos) ο con valor de preterite de indicative (un 0,72% en Espana, un 1,03% en
los autores americanos) es demasiado pequena e insegura para que se pueda subrayar.
44 Josse De Kock
8)5 y de Buenos Aires (segun Barrenechea (ed.) 1987 en tabla 9),6 por ejemplo, se observan
numerosas y grandes diferencias.
Tabla 8: Habla culta de Madrid. Frecuencia absoluta (F) y relativa (f) en relaciön con el nümero de
oportunidades (%), por orden decreciente segün la frecuencia relativa
Tengase en cuenta que el nümero de ocurrencias explorado puede variar de una construccion a
otra. Puede tratarse de todas las encuestas grabadas (110: 540.998 ocurrencias), de las encuestas
publicadas (24: 141.750 ocurrencias) ο de las encuestas en forma de diälogo (8: 44.339 ocurren-
cias). Vease tambien nota 3.
6
Tengase en cuenta que el nümero de ocurrencias explorado puede variar de una construccion a
otra. Puede tratarse de todas las encuestas publicadas (245.463 ocurrencias) ο de siete (21 a 24, 27
a 29: 75.256 ocurrencias). Vease tambien nota 3.
Corpus, frecuencia y gramaticalidad 45
Tabla 9: Habla culta de Buenos Aires. Frecuencia absoluta (F) y relative (f) en relacion con el nume-
ro de oportunidades (%), por orden decreciente segun la frecuencia relativa
les
Verbo pronominal sin concordancia/ 33 enc. 106 10 9,43
con concordancia en plural
Le(s) - lo(s)/ 7 enc. 153 10 6,54
lo(s), persona masculina
Aquel, ese, este + quel 7 enc. 359 22 6,13
el que
Pronombre relativo, regimen directo, 7 enc. 336 16 4,76
reduplicado/pronombre relativo regimen directo
Le(s) = lo(s), la(s / 7 enc. 721 24 3,33
lo(s), la(s), persona femenina y cosa
Verbo pron. + regimen, - regente/ 7 enc. 349 1 0,86
+ regente, de pasiva
Lo(s) = le(s)/ 7 enc. 374 1 0,28
le(s)
Verbo pronominal + por/ 7 enc. 7 0 0,00
adjetivo verbal + por, complemento de agente
La(s) = le(s)/ 7 enc. 239 0 0,00
le(s)
Quien + antecedente, regente/ 7 enc. 225 0 0,00
que (74), el cual (0) + antecedente humano
-ra = ind. pluscuamperf., pret. perf. simple/ 7 enc. 1246 0 0,00
ind. pluscuamperf., pret. perf. simple
Censurar ο recomendar, tolerar ο preferir una u otra construccion se apoya en motivos muy
diversos, no siempre coherentes, a menudo basados en prejuicios, anälisis divergentes, ra-
zonamientos ajenos al funcionamiento de la lengua, rechazos instintivos, una documenta-
46 Josse De Kock
ciön mal calibrada. No son en absoluta ilegitimos cuando se trata de la practica individual,
pero la cuestiön de su »legitimidad« se plantea cuando el objetivo es estudiar la lengua.
No cabe duda de que para una mente amante del orden el recurso exclusivo a lo(s), la(s)
en funcion de regimen directo y a le(s) para el indirecto constituye la mejor solution. Dado
el elevado numero de pronombres relativos puede parecer irrazonable anadir otros mas,
sobre todo si, a primera vista, son prestamos de otras lenguas. Si se reflexiona unicamente
en terminos semänticos, introducir un nombre propio geogräfico en funcion de regimen
directo mediante una preposiciön puede ser una incongruencia. Cuando se considera que la
redundancia en la comunicaciön, lejos de ser natural, es un mal, la reduplication de un pro-
nombre relativo en funcion de regimen tiene que resultar excesiva.
De anälisis gramaticales divergentes surgen evaluaciones de gramaticalidad dispares.
Quien considere »activa« la construccion pronominal sin concordancia entre el verbo y el
unico grupo nominal en plural y otorgue a se la funcion de regente, no puede por menos de
encontrar normal la ausencia de concordancia y absurda la apariciön de un complemento
agente; lo contrario ocurrirä para el que, atribuyendo a j e un estatuto de morfema auxiliar
de conjugation, vea en la construccion un caräcter esencialmente pasivo. Tambien existe
una construccion cuyo unico grupo nominal estä introducido por la preposiciön a, marca
inequivoca de un regimen directo, ο constituido por un pronombre personal regimen. Los
partidarios de la construccion sin concordancia hallan aqui la confirmation de la interpreta-
tion »activa«, pero anteponer una preposiciön ante un nombre de cosa tambien puede, a su
vez, dar lugar a dudas; para sus adversarios la insertion de la preposiciön invalida la falta
de concordancia, incluso si la presencia de un regimen directo pone en entredicho la inter-
pretaciön »pasiva«.
El desden hacia la lengua hablada ο una actitud conservadora ο inmovilista pueden in-
citar a rechazar todo lo que sea caracteristico de esta: las construcciones pronominales sin
concordancia, el loismo y el laismo, se lo(a)s por se lo(a), los pronombres relativos regi-
men reduplicados, los nombres de lugares sin preposiciön en funcion de regimen directo. A
la inversa, estar en contra de la autoridad, el gusto de la novedad, la demagogia, las ganas
de llevar la contraria, pueden arrastrar a promocionar lo oral enfrentändose con la norma
academica.
El que sea de origen peninsular puede tener tendencia a pasar por alto las construcciones
propias del continente americano: le por les, se lo(a)s por se lo(a), mientras que el de ori-
gen americano quizäs no admita los leismos, en general ο los que no se atienen a las reco-
mendaciones de la Academia, y que son caracteristicos de la Peninsula Iberica.
En el extranjero se tiene tendencia a comentar prolijamente algunas de las construccio-
nes propias del espanol, lo que les otorga una especie de estatuto especial que, a su vez, les
confiere implicitamente una gramaticalidad acrecentada ο superior a la que se les concede
por lo general en el pais de origen. Es lo que ocurre con las construcciones pronominales
de verbo sin concordancia, que gozan de aficiön particular, el empleo automätico y sin tasa
de quien para personas, con ο sin antecedente, en funcion de regente ο de regimen, olvi-
dando los otros pronombres, y el recurso a le(s) en lugar de lo(s) que pasa de ser optativo a
preferible cuando no se considera obligatorio.
El conocimiento y el respeto del pasado pueden conducir a pensar que las soluciones
antiguas son mas gramaticales que otras mäs recientes, sin que por ello quede muy claro
cual es el pasado ideal. Se puede leer a veces que lo mejor es utilizar las formas etimolögi-
cas a la hora de elegir un pronombre personal regimen. ^Se puede esgrimir el mismo argu-
Corpus, frecuencia y gramaticalidad 47
Tambien se podria estimar que, por lo que respecta a la gramaticalidad, una construction
que es frecuente solo en un registro ο un area geogräfica no puede ser tenida en cuenta,
incluso si alcanza una frecuencia elevada, ο que la gramaticalidad de una construction au-
menta cuando se reproduce con una frecuencia similar en corpus de origen diverso. No
obstante, de las quince construcciones que se han examinado solo el empleo de las formas
en -ra con valor de condicional es relativamente frecuente en los tres corpus explorados. El
leismo referido a una persona de genero masculino aparece en los tres, pero con indices
muy divergentes. La falta de concordancia con un verbo conjugado pronominalmente es
propia del registro hablado y el empleo de la forma pronominal con regimen y sin regente
lo es del escrito. Le por les asi como se lo(a)s por se lo(a), caracteristicas del continente
americano, no aparecen en la peninsula Iberica; el laismo se limita al habla culta de Madrid.
En ningiin caso es licito recurrir a escalas diferentes para aceptar ο rechazar una cons-
truction y no otra, afin de satisfacer convicciones ο conveniencias personales, teoricas ο
politicas. Intentar determinar en la escala de frecuencia un umbral que delimite las cons-
trucciones gramaticales y agramaticales es una idea tentadora. Sin embargo, no sera posible
establecerlo hasta que no se haya descrito la totalidad de las construcciones que constituyen
el corpus. Cabe pensar que tal umbral - s i es que existe- es movil: probablemente serä mäs
elevado en el registro escrito - m ä s exigente- que en el hablado - m ä s laxista- y diferente en
regiones con gran tradition ο de desarrollo reciente, por ejemplo, ya que depende tanto del
que interpreta la escala de frecuencia como de la organization economica del codigo lin-
güistico. Si se desea que sea un instrumenta gramatical productivo, una construction debe
alcanzar cierta frecuencia de empleo; para que el usuario la pueda adoptar es necesario que
haya sido documentada reiteradamente. La convergencia de estas dos exigencias es lo que
dicta el limite a partir del cual una construction funciona economicamente ο se gramatica-
liza.
Se puede suponer que en cada escala de frecuencia, a altura variable, existe una zona de
incertidumbre, a su vez fluctuante, mäs ο menos extensa e indefinida segün las colectivida-
des, instituciones, clases sociales, los individuos, su pertenencia social, education, etc., de
continuo sometida a perturbaciones desordenadas y contradictorias por el azar, las decisio-
nes humanas y las gramäticas vecinas ο dominantes. La influencia reciproca de los regis-
tros, de las regiones, de los generös (estos ültimos, en este caso, no se han tenido en cuen-
ta), etc. es probablemente el factor perturbardor mäs importante y quizäs el mäs solapado.
La mezcla voluntaria ο inconsciente, sutil en unos casos y burda en otros, de rasgos morfo-
sintäcticos de origen distinto es permanente. Los escritores la cultivan - e s uno de los obje-
tos de la estilistica- (veanse De Kock/Gomez Molina 2002c-d), mientras que la gramätica
normativa intenta excluirla ο canalizarla imponiendole limites.
De todos modos, la gramätica normativa es, a fin de cuentas, la ünica a la que concierne
la cuestion de saber si una construction es gramatical ο no. La lingüistica que se limite a
tener en cuenta unicamente las construcciones verificadas en la production espontänea de
otros -consciente ο inconsciente y que no se haya provocado intencionalmente con objeti-
vos de estudio gramatical- no tiene por que plantearse el dilema. Le basta con tomar en
consideration la frecuencia relativa de cada construction en condiciones determinadas.
Es cierto que la gramätica normativa tiene la obligation de formular reglas que se ajus-
ten al mäximo a la realidad, pero sin olvidar el aspecto präctico: deben ser fäciles de com-
prender, asimilar y aplicar por la gran mayoria de los usuarios, tanto extranjeros como au-
töctonos. Con este fin y en grado diverso, de acuerdo con el destinatario, el tipo de lengua y
Corpus, frecuencia y gramaticalidad 49
el nivel de conocimiento deseado, tiene que escoger, reducir y simplificar. No le queda mäs
remedio que descartar las alternativas en minoria ο proponer como modelo el uso de una
comunidad restringida.
Cada cual, y no solo el gramätico, con mäs ο menos razones y exito, podria elegir una
escala de frecuencia relativa y asignarse un umbral de gramaticalidad que le permitiese
comportarse -admitir ο rechazar tal ο cual construccion- de manera uniforme, sistemätica y
objetiva. No quiere decir esto que cualquiera deba aprovechar esta libertad, pero en todo
intento normativo siempre se deberia estar convencido de la necesidad como tambien de la
relatividad de un punto de referencia de este tipo. Precisemos que sugerir que una gramäti-
ca determinada, la de la prosa informativa, por ejemplo, ο cualquier otra gramätica, consti-
tuya el modelo, no va en menoscabo de las demäs. Recuerdese asimismo que la gramatica
es el resultado de convenciones colectivas que cada cual puede rechazar en todo momento
y con cualquier motivo, de manera ocasional ο sistemätica, sean cuales sean los riesgos de
ser llamado al orden.
Ni que decir tiene que las construcciones examinadas son solo el embrion de una lista
ideal mäs extensa en la que se recogerian todas aquellas construcciones que se ponen en
duda, ο podrian ponerse en duda, ο que se admiten comünmente. Pero es posible, desde ya,
confrontar con la lista existente cualquier construccion cuya gramaticalidad se pone en tela
de juicio, aunque solo sea para sondear la eficacia de dicha lista y, de paso, enriquecerla,
puesto que la (a)gramaticalidad no se define segun criterios ajenos al codigo, heterogeneos
y subjetivos teoricos, logicos, sociales, politicos, didäcticos, präcticos, personales, etc.-,
sino que emana de un criterio ünico, formalmente identificable, que se puede definir con
precision y se desprende de la observation de la lengua en marcha, y por lo tanto aplicable
a todos sus productos.
Bibliografia
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disquete). - Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca (=Gramätica espaflola: Enseflanza e
investigaciön III: Textos 1).
50 Josse De Kock
1. Introduction
piedades estadisticas (de un corpus) del lenguaje y descubrir patrones de relativa polisemia
y acomodaciön. Esta ultima pone en juego por ejemplo la proyecciön mutua de propiedades
semänticas entre predicado verbal y participantes nominales.
Veremos cömo el riesgo de quedar presa de una vision atomistica y composicional de los
datos se explica en parte por el hecho de que las clasificaciones en que estriba la parametri-
zaciön son, forzosamente, de indole categörica. A traves del replanteamiento cn'tico de una
cuestiön que träte en el pasado - l a posiciön del sujeto gramatical-, mostrare cömo la apro-
ximaciön probabilista a una amplia base empirica contribuye a fundamentar y a enriquecer
un marco interpretativo cognoscitivo-funcional, apto para dar cuenta de la interaction entre
significado construccional y lexico asi como entre las construcciones (en el sentido de
»configuraciones sintagmäticas funcionales«) y los paradigmas construccionales corres-
pondientes.
En los apartados 2 y 3 evocare las primeras dos fases para discutir la tercera con mayor
detenimiento en el apartado 4.
2. El planteamiento estadistico
resulta benefico a largo plazo: como la codification exige que se pase una y otra vez por la
observation detallada del conjunto de los datos, el investigador se obliga a tomar plena-
mente conciencia de la complejidad del fenomeno que investiga.
Sin entrar en detalles tecnicos, no esta de menos recordar aqui el inventario de rasgos
pertinentes que entran en la llamada »regia variable« para la posposicion del sujeto y para
su anteposicion, respectivamente. Las afinidades mäs destacadas pueden ser resumidas
sinopticamete como sigue:
el regimen -preposicional ο no, pronominal ο no- precede al verbo, anula la tendencia hacia
la anteposicion caracteristica de las construcciones transitivas en general.
(lc) El sujeto pospuesto a menudo denota un proceso ο una action, y en su relation se-
mantica con el verbo tiende a desempenar los »casos« objetivo ο factitive -en terminologia
de la gramdtica de los casos-. El verbo expresa a menudo una forma de existencia, locali-
zada ο no.
(Id) Desde el punto de vista del discurso, el sujeto pospuesto generalmente no es el topi-
co del enunciado, y tampoco se refiere a algün elemento ya mencionado en el contexto
anterior, sino que introduce algo nuevo.
(2a) Por el contrario, el sintagma sujeto que no contiene forma verbal, que es corto y lle-
va algun morfema introductor, tiende a anteponerse, sobre todo al ser pronominal, excep-
tion hecha del pronombre indefinido. El verbo suele estar seguido del segundo actante: el
regimen, si es transitivo, el complemento preposicional seleccionado por el verbo (Juan
viene a casa), si no lo es.
(2b) El sujeto antepuesto suele ocupar la posicion inicial en la oration; si le precede al-
gun elemento, suele ser un sintagma adverbial corto (a veces, por el contrario); entre sujeto
y verbo solo se intercalan cliticos y adverbios (no). Deträs del SV aparecen los demas ac-
tantes.
(2c) El sujeto antepuesto suele designar un ser animado, un objeto ο una idea, y expresa
un caso subyacente distinto del objetivo ο factitivo; frecuentemente desempena el papel de
agente, instrumento ο experimentador. Las categorias semänticas del verbo mäs propensas a
la anteposicion del sujeto son la expresiön de action, volition, comportamiento y posesion.
(2d) El sujeto antepuesto es topico discursivo -definido como el centro de interes, que
constituye el marco para la predication, sin que el mismo lleve mäs que un minimo de valor
comunicativo-; ademäs, el sujeto antepuesto suele referirse a un elemento ya mencionado.
Hasta aqui la enumeration de los factores que componen la regia variable. Por informa-
tiva que sea, presenta claras limitaciones y su alcance explicativo, al fin y al cabo, resulta
ser minimo. Voy a evocar brevemente algunas de las limitaciones.
Aunque la posposicion aparece claramente como mäs restringida que la anteposicion, las
interrelaciones encontradas distan de ser absolutas. La conjuncion de factores pertinentes,
pertenecientes a distintos niveles de anälisis, lleva por supuesto a correlaciones muy signi-
ficativas. Pero disminuye inevitablemente el campo de aplicacion. En efecto, seria erroneo
suponer que entre los diversos rasgos favorables a la posposicion (la-d), por un lado, y
entre los favorables a la anteposicion (2a-d), por otro lado, existirian relaciones de interde-
pendencia en el sentido estricto de la palabra. Nada es menos cierto: en realidad, es muy
excepcional que se den todas las condiciones »ideales« a la vez. En cambio, suelen co-
ocurrir rasgos que, a primera vista, resultan »conflictivos« por lo que se refiere a la posicion
del sujeto.
En vez de considerar la frecuencia de cada uno de los factores separadamente, es posible
computar la frecuencia de todas las combinaciones posibles de rasgos pertinentes y derivar
de alii el orden resultante mäs probable en todas las posibles condiciones. Esta via analitica
no plantea problemas para la informätica, pero si para la mente humana. Esta sigue otros
caminos para resolver este tipo de problemas; aunque pueda distinguirse la reception de la
production, los procedimientos son probablemente muy semejantes: el interlocutor/lector
busca las claves del orden lineal que encuentra, en el entorno lingüistico y extralingüistico
- a l que no tiene acceso ni la mäquina mejor programada-, establece las relaciones semänti-
El anälisis de corpus al servicio de la gramätica cognoscitiva 55
les faits presentes requierent des explications plurielles. II n'y a pas une seule explication qui suffi-
se pour rendre compte des choix qui se realisent tantot d'une fafon tantöt d'une autre. Le choix lui-
meme est simple, mais les raisons pour lesquelles dans un cas il s'oriente dans un sens tandis que
dans tel autre il s'opere dans un autre sens, sont loin d'etre aussi simples. (Delbecque 1987: 246)
56 Nicole Delbecque
En los anos ochenta resurgio con aun mas vigor que antes la discusiön acerca de la funcio-
nalidad de fenomenos de variation; recuerdese al respecto el famoso articulo de Beatriz
Lavandera (1983, version espanola de 1984). Esto me llevo a replantear ciertos procedi-
mientos y me incito a dar unos pasos mäs en direccion de una aclaracion global.
En efecto, por muy bien cuantificados que se hallen los datos, no dejan de ser »datos«
hasta que no se arroje una luz interpretativa sobre ellos. Para esto, hay que traspasar la
frontera de la pura constataciön y registro de datos. Para que los datos cobren un verdadero
valor anadido, es necesario integrarlos en un marco aclaratorio. Los primeros pasos que di
en esta direccion fueron, por cierto, muy timidos, ya que se atenian todavia al condiciona-
miento matemätico impuesto por el modelo variacionista. Pero gracias al estudio anterior
(Delbecque 1987), pude dar por sentado el anälisis cuantitativo a macronivel y desplazar el
interes para detenerme mäs bien en las relaciones que pudieran existir entre los diversos
parametros acerca de cuyo impacto ya no cabia ninguna duda.
En primer lugar, procedi a una duplication del anälisis parametrizado sobre textos ensa-
yisticos. Al emprender este nuevo anälisis, introduje dos importantes restricciones en
cuanto al diseno de la base de datos y en cuanto a la maquinaria matemätica utilizada.
Por un lado, decidi reducir el anälisis a un ensayo por autor para, en cambio, multiplicar
el niimero de autores tratados (19 en vez de solo 3). La idea era que saldrian tanto mäs
firmemente establecidas las tendencias en juego en la medida en la que se vieran corrobo-
radas en muestras de extension mucho menor y provinieran de un mayor nümero de idio-
lectos diferentes.
Ademäs, desde el punto de vista de la cuantificacion, este anälisis, presentado en Delbec-
que (1991), prescinde de los cälculos probabilisticos mäs sofisticados propios de la elabora-
tion de una regia variable. Tratändose de una coleccion de ensayos, ο sea, un conjunto de
subcorpus relativamente reducidos, puede bastar con mencionar las frecuencias absolutas y
relativas, y proveer representaciones gräficas de la distribution de los factores de los parä-
metros retenidos para obtener una vision comparativa global.
Este anälisis a la vez mäs diversificado en cuanto a idiolectos representados y menos
elaborado - o sea, mäs econömico- en cuanto a estadisticas, ha permitido recalcar un doble
fenomeno: por un lado, se dan explotaciones muy personales de la variaciön sintäctica
estudiada; por otro, por extremas que lleguen a ser a veces las proporciones encontradas, las
correlaciones postuladas -con parämetros supuestamente independientes- no se ven en
absoluta desmentidas, todo lo contrario. Asi he podido hacer constar que fluctuation idio-
El anälisis de corpus al servicio de la gramätica cognoscitiva 57
lectal (intragenerica) y estabilidad del sistema no son nociones incompatibles sino que se
compaginan perfectamente.
Bajo la pluma del autor de un texto ensayistico -cuya extension puede variar entre unas
250 y unas 750 oraciones-, entre el 40% y el 60% de las oraciones lleva un sujeto explicito
en position variable. En los grandes corpus estudiados anteriormente, de unas 2800 oracio-
nes cada uno, se daba la misma oscilaciön de 10% por encima y por debajo del 50%. En
cuanto a la reparticion entre anteposicion y posposicion, para cada seis casos de anteposi-
cion hay cuatro de posposicion. La fluctuation alrededor de este termino medio es menor
en la base de datos compuesta de corpus mäs extensos que en la colecciön de ensayos (19
textos): mientras que en el primer corpus, el sujeto se encuentra pospuesto entre la tercera
parte y la mitad de las veces en que teöricamente existe la option, resulta que en los ensa-
yos surgen algunos casos particulares que rebasan estos märgenes, aunque la mayor parte
de los ensayos encajan dentro de los märgenes previstos y, en su conjunto, el uso variable
se estabiliza alrededor del 40% de sujetos pospuestos y el 60% de antepuestos. Pero esto no
impide desviaciones de 20% tanto en un sentido como en otro. En un texto de Juan Goyti-
solo, por ejemplo, la posposicion se reduce al 20%, ο sea que aparecen dos casos de pospo-
sicion por ocho de anteposicion; al contrario, en un texto de Römulo Gallegos, sube al 60%,
ο sea, que se encuentran seis casos de posposicion por solo cuatro de anteposicion. Si fue-
ran modulaciones caprichosas, atribuibles al estilo individual, esto repercutiria negativa-
mente en las correlaciones relevantes con los parämetros consideradas como variables in-
dependientes. Pero he podido comprobar que no es el caso. Es mäs: la inestabilidad de la
reparticion entre anteposicion y posposicion ha permitido comprobar el impacto relativo de
los parämetros relevantes: el caräcter sistemätico de la variation se verifica en la medida en
que son precisamente los factores favorables a la anteposicion los que resultan ser particu-
larmente frecuentes en los textos caracterizados por una alta proportion de sujetos prever-
bales, y, al reves, en los textos donde el sujeto se encuentra con mayor frecuencia en posi-
ciön posverbal es donde menudean los factores favorables a su posposicion.
Ademäs, los resultados corroboran la idea ya avanzada en la tesis (cf. Delbecque 1987)
de que es acertado considerar la position del sujeto como un fenömeno de variaciön lin-
güistica interna estable. Aunque, al igual que el anterior, este nuevo estudio tampoco for-
mula ninguna hipötesis de partida acerca de posibles diferencias de »significado« debidas a
variaciones lineales, ya aparece, sin embargo, una diferencia importante con respecto al
planteamiento de la tesis. En efecto, se deja de considerar como satisfactorio el estableci-
miento del marco probabilista para la gramätica. Se reconoce explicitamente que el uso
variable de anteposicion y posposicion es un instrumento muy poderoso en manos de los
autores y hablantes en general. Ahora se percibe claramente que anteposicion y posposicion
forman los dos polos fäcilmente identificables de un conglomerado de rasgos concomitan-
tes tanto de un lado como de otro y que en su conjunto llevan a dos configuraciones opues-
tas cuya razön de ser merece ser profundizada en terminos de una interfaz entre las dimen-
siones formales, semänticas y discursivas. La distribuciön cuantitativa sigue sirviendo de
base, pero se ve completada ahora por el anälisis pormenorizado de varios fragmentos y por
una tentativa de jerarquizaciön y combinaciön de parämetros de diversa indole.
En la manera de hacerlo hay aspectos logrados, y otros que lo son menos. Asi, no queda
exenta de cierta ingenuidad la idea de que del anälisis de la progresiön temätica en los
fragmentos analizados se desprenderia sin mäs que las tendencias resenadas bajo a-b-c en el
esquema 1 pueden verse como motivadas en ultimo termino por la cohesion y progresiön
58 Nicole Delbecque
temätica, ο sea, bäsicamente por los factores mencionados bajo d en el mismo esquema.
Este intento de sintesis hace eco al interes suscitado en los anos ochenta por la lingüistica
del texto y el consiguiente exito de nociones como la Perspectiva Funcional de la Oraciön,
heredada de la Escuela de Praga. 1 Dentro del aquel clima era tentador atribuir a la position
preverbal la funcion discursiva de senalar el topico ο »tema«, y a la posposicion la de indi-
car que el sujeto se considera mäs bien »remätico«, ο sea, que no representa el topico. Por
atractiva que pudiera parecer tal formulation, cabe hacer varios reparos, que son tanto de
indole epistemologica como de indole metodologica y heuristica.
Bien es cierto que el sujeto antepuesto tiende a ser mäs bien topical y el pospuesto no.
Paralelamente, el primero tiende a representar un referente ya presente en el contexto inme-
diatamente anterior y el segundo no. Ademäs, hay una relation constante entre los dos
parämetros: en terminos cuantitativos el alcance de la caracterizacion como »(parte del)
topico« es globalmente mayor que la que se desprende de la »presencia en el contexto in-
mediatamente anterior«. De esto se puede inferir que un sujeto topical pospuesto entranarä
un grado de »marcadez« mayor que un sujeto pospuesto cuyo referente ya estä presente
contextualmente. Sin embargo, por reveladoras que sean las convergencias encontradas,
convertir la continuidad discursiva en la panacea universal equivale a confundir parte de los
sintomas de un sindrome con las causas que los generan. En efecto, no se puede perder de
vista que hay textos en los que el nümero de sujetos topicales es superior al de sujetos ante-
puestos mientras que en otros se da la situation contraria, siendo el nümero de sujetos no
topicales el que excede el total de sujetos pospuestos. La discrepancia es aun mayor en
cuanto al grado de »informatividad« se refiere: en casi la mitad de los textos analizados, el
nümero de sujetos pospuestos supera el de sujetos »nuevos«; en cambio, en una tercera
parte de los textos es al reves: el nümero de veces que el sujeto pospuesto se interpreta
como »nuevo« es inferior al nümero total de sujetos pospuestos.
A pesar de estas matizaciones, la equiparacion entre topico del discurso y sujeto ante-
puesto, por un lado, y no-topico y sujeto pospuesto, por otro lado, correspondia a la idea
muy en boga en aquel momento de que existen fenomenos sintäcticos cuya aclaracion reba-
sa el nivel oracional. Al supeditar las correlacions intraoracionales - l o s puntos a-b-c del
esquema 1 - al predominio del nivel de la organization discursiva supraoracional, invoque
ademäs la funcion forzosamente topical del pronombre relativo, el tipico sujeto que no
participa de la variation lineal. Pero con tanta razon se puede objetar que para garantizar la
maxima continuidad topical en el discurso, el espanol simplemente elude el problema del
orden, ya que entonces no expresa abiertamente el sujeto mäs que a nivel de la desinencia
verbal, la cual, por cierto, representa una forma de posposicion mäs que de anteposicion.
Recuerdese que en un texto seguido de cierta extension esta situaciön caracteriza a nada
menos que el 30% de las oraciones.
Si, como lo destaca Lambrecht (1994: 132 ss.), la tendencia a hacer coincidir sujeto y to-
pico deriva del hecho de que el sujeto es el argumenta oracional mäs comün - l a mayor
parte de los predicados tienen como minimo un sujeto-, lo que llama la atencion para el
espanol, en comparacion con otras muchas lenguas, es el hecho de que haya una proportion
tan importante de sujetos que no se identifiquen como topico - e l 39% como termino me-
dio-, de los que buena parte, ademäs, se pospone al verbo.
No es este el lugar para resenar los estudios, en particular tipologicos, anglosajones muchos de
ellos, que hacen hincapie en el valor topical del sujeto antepuesto.
El andlisis de corpus al servicio de la gramatica cognoscitiva 59
Al reparar en esto, cabe pues reconocer que el binomio sujeto-töpico resulta a todas lu-
ces insuficiente para aclarar el alcance de la variation lineal. Para redimirme algun tanto,
quizä valga la pena advertir que ya en el mismo estudio (Delbecque 1991) intente contra-
rrestar la idea de que la imagen prototipica de los sujetos antepuestos y pospuestos pudiera
quedar reducida a este binomio. En efecto, el que se le vean asociados valores probabilistas
sumamente significativos bien pudiera ser en parte un artefacto de la composition hiper-
sencilla del propio parametro, en parte una consecuencia de cierta circularidad en la defini-
tion misma de lo que cuenta como »topico discursivo«. El criterio que consiste en anadir
{en cuanto a /por lo que se refiere a} como indicio de topicalidad no siempre depara re-
sultados inequivocos ni naturales. Por lo cual se puede suponer que la parametrizacion no
queda exenta de cierta inestabilidad, por no decir circularidad. En definitiva, lo menos que
cabe decir es que la distinciön [±töpico] carece a veces de nitidez.
Por eso, y dado el valor probabilista significativo asociado tambien con otros paräme-
tros, me parecio conveniente esbozar una aclaraciön alternativa, que no sonara a reduccio-
nismo, y se basara en una hipötesis global de indole cognoscitivo-funcional. Volviendo
pues la mirada hacia el propio nivel oracional, parti de las tendencias observadas a nivel del
nucleo verbal, ya que este constituye el eje de la construction.
En mi büsqueda de correlaciones sintäctico-scmänticas particulares a nivel de la propia
oration, esquematice las principales caracteristicas sintäcticas y semänticas que diferencian
- a la vez que relacionan- las distintas construcciones verbales entre si.2 Haciendo caso
omiso de las construcciones atributivas y pasivas auxiliadas, podemos decir que los rasgos
de construction verbal son, primordialmente, [±transitivo] y, en segundo lugar, [+pronomi-
nal\. A la distinciön sintäctica entre construcciones transitivas e intransitivas corresponde
una oposiciön semäntica. La construction transitiva expresa prototipicamente la relation
entre un actante agente y un actante paciente, mientras que la construction intransitiva pone
en escena un solo actante, cuya orientation actancial es polivalente, y, de todos modos, no
marcada en cuanto a agentividad. Luego dare un paso mäs para mostrar como esta diferen-
cia puede relacionarse con la tendencia a anteponer el sujeto del verbo transitivo y posponer
el del verbo intransitivo. Pero veamos primero cual es el esquema combinatorio.3
Entre sintaxis transitiva e intransitiva hay modulation posible en la medida en que el mor-
fema se modifica la construction verbal. En el caso de un verbo transitivo, la modification
pronominal equivale a la detransitivizacion de la construction, y entrana la desactivacion
del actante que queda. En cambio, cuando se pronominaliza un predicado intransitivo, no se
obtiene una construction sintäctica distinta -sigue siendo intransitiva-; lo que se da, sin
embargo, es una modification semäntica: en vez de atribuir simplemente el proceso verbal
al participante nominal, se lo muestra como plenamente implicado en el proceso ο evento.
Dicho de otro modo, el vinculo entre el proceso verbal y el actante nominal se vuelve mäs
estrecho, ο sea que se realza su participation en la action expresada por el verbo. Tratändo-
se de un referente animado, un efecto de sentido posible puede ser su activation o, llegado
el caso, su agentivizaciorr, a esto volvere mäs abajo.
En resumen, la posibilidad de pronominalizar entrana una doble Valencia tanto para ver-
bos intransitivos como para verbos transitivos, con la diferencia de que, en el caso de los
intransitivos, la segunda construction - l a pronominal- se distingue de la primera - l a no
pronominal- nada mäs que por el estrechamiento del lazo semäntico entre el verbo y el SN
sujeto, lo que acarrea mayor focalizacion de este, mientras que, en el caso de los transitivos,
la segunda se distingue de la primera por la elimination del primer actante, -es decir, la
entidad nominal sujeto de la construction no pronominal-, y su sustitucion por el segundo
actante de la construction no prominal. La reduction sintäctica se manifiesta en el piano
semäntico por la desactivacion del actante que queda y que cumple la funcion sintäctica de
sujeto. Por desactivacion ο desagentivizacion debe entenderse una menor participation en
la action expresada por el verbo pronominal. Queda claro que el grado de participation y la
relativa (des)activaciön serä variable segün el contexto, el valor referencial del sujeto y la
semäntica del verbo. Este esquema solo pretende situar las alternativas construccionales
unas respecto de otras.
A cada tipo de construction corresponde un orden mayoritario, que propongo llamar or-
den no marcado. A continuation se ilustra esto con un par de ejemplos del corpus; los ηύ-
meros corresponden a las cifras del Esquema 2; las referencias remiten a la edition de De
Kock (1990):
(2) a. Y son precisamente las sociedades en crisis (...) donde se han concebido las ficciones
mäs atrevidas y 'totales(VAR 455)
b. La fräse no es un monumento a la luζ, pero, entre sus nubarrones, se divisa, destellando
flamigera, la espada de la excomunion histörica, del anatema ideolögico. (VAR 706)
(3) a. en ella participan, a veces de manera decisiva, la intuition, el puro instinto (VAR 194)
b. la obra en que cristaliza esa vocation (VAR 587)
(4) a. Barthes se codea con Engels y Karl Mannheim con Medina Echevarria (VAR 288)
b. Rama se equivoca cuando estima que (...) (VAR 483)
El paso siguiente consiste en completar este esquema centrado en el verbo con una tipolo-
gia semäntica de sujeto y verbo, en consonancia con los factores (lc) y (2c) repertoriados
en el esquema 1. Resumo primero las ideas avanzadas en Delbecque (1991: 150 ss.) para
luego situar la hipotesis global dentro de un marco cognoscitivo-funcional mejor fundado.
La idea bäsica es que el orden marcado entrana una interpretation actancial distinta de la
que corresponde al orden no marcado. Ο sea, de por si, anteposicion y posposicion del
sujeto entranan, cada una, una interpretacion preferente opuesta en cuanto a la agentividad
del referente del sujeto. Es una interpretacion que va de menor a mayor agentividad, ο, al
reves, de mayor a menor agentividad, bäsicamente segün el orden y segün dos ejes inter-
pretativos, tambien de indole gradual, uno para el verbo y otro para el sujeto.
Simplificando el proposito, podemos decir que en el eje verbal pueden distinguirse por lo
menos dos posibilidades bien distintas: proceso y action. Esto no quiere decir que sean dos
clases de tipo categorico ni que un verbo dado pertenezca exclusivamente a una de las dos
clases. La interpretacion siempre se deriva del contexto concreto y muchos verbos expresan
a veces mäs bien un proceso, a veces mäs bien una action. Verbos como reclamar, exigir,
pedir, por ejemplo, pueden referir tanto a la accion de 'protestar, expresarse de cierta mane-
ra', como al proceso de 'necesitar, estar en una situacion de necesidad'. Enfrentarse, oponer-
se, competir, luchar pueden significar tanto 'accion' como 'situacion conflictiva'. Segün que
su interpretacion se Oriente mäs bien hacia un polo ο hacia otro, la imagen conceptual glo-
bal de la oracion serä (ligeramente) distinta. Esto queda reflejado en el esquema 3, que da
una vision sinoptica de las condiciones de asociaciön semäntica desde el punto de vista de
la direction actancial -tal como queda establecida en el cuadro tipologico 2 - en terminos
de mayor ο menor agentividad segün el orden lineal y, de arriba abajo, de mayor a menor
prototipicidad.
En el eje nominal que corresponde al sujeto se sitüan, de un lado, los actantes animados,
del otro, los inanimados. Aunque la mayoria de las veces la interpretacion sea univoca, hay
que tener presente que en realidad la conceptualization del caräcter animado de algün refe-
rente, tambien es de tipo gradual en el uso. La posibilidad de pasar de un lado a otro en esta
escala se manifiesta claramente en las personificaciones. Este uso metonimico ο metaförico
no se limita a personajes -la triste figura ο los 'demonios'—, instituciones - l a monarquia ο
la Republica-, y colectividades -el pueblo ο la sociedad-; tambien son susceptibles de
interpretacion fluctuante nombres de regiones, paises, continentes -Espana, Europa-, no-
ciones espaciales y temporales mäs vagas -nuestro tiempo ο el mundo-, y comportamientos
ο pensamientos -la ideologia, el orden publico, el nacionalismo, la vida interior-', incluso
los sucesos pueden remitir a las personas agentes de la accion ο portadoras del proceso -la
62 Nicole Delbecque
Revolution cubana-. Tal deslizamiento semäntico es mayor cuando el verbo expresa una
action.
proceso ±animado ++
accion ianimado +++
proceso +animado ++++
accion +animado — + + + + +
La lectura de los ordenes no marcados ilustrados arriba, viene a ser la siguiente: en (1), se
tiende a dotar la novela de agentividad, a la manera de lo que se suele hacer con un refe-
rente humano. Representor se endende, pues, mäs bien en el sentido de 'dar una representa-
tion', 'mostrar' que de 'ser de representaciön de'. En cambio, en (2) las ficciones mäs atrevi-
dasy 'totales' se perciben como el paciente de la acciön de concebir, vista como un proceso
de creation; en (3), la notion de 'participation' evocada por el verbo intransitivo participan
es mäs cercana a la idea de 'existencia localizada' que de 'actividad'; finalmente, de (4) se
desprende una imagen altamente activa, por mucho que la mention de los nombres de auto-
res considerados como padrinos -dixit Vargas Llosa (VAR 2 8 6 ) - remita mäs bien al idea-
rio vehiculado por sus textos que a las personas de carne y hueso.
Huelga insistir en el caräcter rudimentario de la distinciön bipartita [acciön/proceso] para
la categoria verbal y la tripartita [+animado/+animado/-animado] para la categoria nomi-
nal.4 La realidad del uso es mucho mäs compleja. Esta representaciön elemental del eje
verbal y del eje nominal solo sirve para mostrar que en la Interpretation de la asociacion
entre ambos influye de manera crucial el orden lineal elegido para determinar dönde situar
conceptualmente el evento expresado en terminos de agentividad.
Por lo demäs, cabe anadir que es posible que elementos del contexto inmediato remitan
indirectamente a una fuerza agentiva subyacente (el adjetivo atrevidas en (2), la modifica-
ciön adverbial de manera decisiva en (3)), aun cuando el esquema oracional favorezca la
lectura menos agentiva de la participacion de la entidad nominal sujeto. La presencia de
elementos contextuales susceptibles de debilitar ο infirmar la interpretacion esquemätica
global no me parece un verdadero contra-argumento para el anälisis propuesto; como tam-
poco viene a cuento la presencia de elementos que corroboren la interpretacion oracional
4
En Delbecque (1992) se distinguen nada menos que 13 categorizaciones posibles.
El anälisis de corpus al servicio de la gramätica cognoscitiva 63
Este punto de vista estä emparentado con el abogado ya por Erica Garcia en los anos se-
tenta. Esta autora tambien aborda la pertinencia del rasgo [±animado] bajo el ängulo del
»grado de actividad«. Esto se evidencia claramente en el pasaje donde opone »/. Pedro se
rnatö« a »2. Se matö Pedro« (Garcia 1975: 134). Pero en vez de hablar de 1. focalizacion
frente a 2. desfocalizacion de Pedro, y relacionar la existencia de la alternativa interpretati-
va a particularidades lexicas de ciertos verbos, propongo integrar el fenömeno de variation
lineal dentro de un marco explicativo global, asi como ella lo hace para el sistema prono-
minal. Este marco lo sitiio en el campo de la gramätica discursiva: da una base conceptual
a las interpretaciones preferentes inferidas de las distintas combinatorias sintäctico-
semänticas posibles; va hasta donde pueda ir una aclaracion cognoscitiva de la interaction
entre eslructura oracional, valor referencial y orden lineal, sin que el comentario desborde
los limites de la oration ο suponga algün contexto mäs amplio - a diferencia del parämetro
[± topico] discutido arriba-.
Para fundamentar mejor este intento de rehabilitar el valor de correlaciones formales y
semänticas intraoracionales - e n vez de supeditarlas a imperativos discursivos supraoracio-
nales-, quisiera ahora indicar como mi hipotesis interpretativa se inspira de la tradition
funcional a la vez que la elabora en conexion con la base empirica, por un lado, y con prin-
cipios cognoscitivos generales, por otro lado.
Desde un punto de vista funcionalista, ya hace tiempo que se ha postulado la triple co-
rrespondencia [sujeto-topico-agente].' Al adoptar esta asociacion invocada generalmente
para las lenguas germanicas, hay que adaptarla, ya que en espanol el actante pospuesto
sigue desempenando la funcion sintäctica de sujeto. De ahi que quepa precisar que es al
sujeto antepuesto al que corresponde prototipicamente la funcion discursiva de topico y el
papel semäntico de agente. De modo que como contrapartida para la triple vinculacion
[sujeto antepuesto - topico - agente], cabe anadir la asociacion inversa [sujeto pospuesto -
no topico - no agente]. Esta caracterizacion prototipica no carece de interes, pero si carece
de operatividad al ser en varios respectos insuficiente e inadecuada. En primer lugar, la
binarizacion de las nociones de topicalidad y agentividad sugiere indebidamente que pudie-
ran ser tratadas como conceptos binomicos, categöricos y estables. En segundo lugar, los
tres binomios -anteposicion/posposicion, agente/no agente, topico/no topico- pertenecen a
niveles de anälisis distintos, y distan de recubrirse unos a otros. En tercer lugar, al centrar el
interes exclusivamente en el participante nominal, este tipo de asociacion hace perder de
vista la estructura oracional en su conjunto. Finalmente, se le puede objetar que no integra
la information estadistica y que su manera de invocar principios cognoscitivos es simplista
hasta la caricatura. Queda claro, en efecto, que la evaluation del caräcter marcado ο no
marcado del orden lineal no se define solo a partir de la agentividad atribuible a la entidad
nominal de por si, como tampoco es derivable directamente de su funcion discursiva. ^Cuäl
es entonces la alternativa?
Para un buen entendimiento de los mecanismos en juego, me parece esencial combinar
tres nociones: 'iconicidad', 'transitividad' y 'continuo de agentividad'. Aunque el orden de
los sintagmas no funciona como una »forma«, es decir, no parece ir dictado por algiin signi-
ficado bien definido, esto no implica que la alternancia no merezca ser aclarada en terminos
cognoscitivos mäs matizados y, sobre todo, mäs dinamicos. La cuestion de saber en que
nivel de abstraction conviene situar estos principios aclaratorios depende de nuestra capa-
cidad de encontrar las claves interpretativas a nivel de la unidad gramatical en la que la
alternancia es operativa. En el caso que nos atane, se trata del nivel oracional. Asumiendo
que las estructuras morfologicas y sintäcticas mismas son inherentemente simbolicas, por
encima y mäs allä de las relaciones simbolicas encarnadas en los elementos lexicos que
utilizan (cf. Langacker 1987: 12 ss.), se puede razonablemente postular que la alternancia
entre anteposicion y posposicion del sujeto deberä considerarse como una dimension para-
digmätica de la semäntica oracional y que cada orden conllevarä una conceptualizacion
propia del conjunto.
Partiendo del axioma de que toda oposiciön paradigmätica estä semänticamente motiva-
da en el nivel en que es operativa, hay que atender a la relation predicacional realizada ora
en el orden sujeto-verbo ora en el orden verbo-sujeto, puesto que la conceptualizacion glo-
bal que asociamos con la estructura oracional deriva de la interaccion entre las partes cons-
tituyentes, ο sea: sujeto y verbo forman un conjunto. La permutabilidad de sujeto y verbo
refleja una relation de codification no arbitraria; ofrece un recurso estrategico que explota
la relation iconica entre la alternancia lineal y el funcionamiento cognoscitivo. La configu-
ration lineal corresponde, pues, a un esquema mental en el que cada orden es un hecho
estructural que revela una funcion semiotica distinta.6
En lingüistica cognoscitiva se ha popularizado como esquema prototipico de la transiti-
vidad el modelo llamado de la »bola de biliar«, prestado de la fisica. Refleja el flujo unidi-
rectional de energia que va de la fuente a la meta. En esta conception la entidad sujeto se
concibe como el »generador« (a la vez machinery of decision y source of energy, cf. Bate-
son 1980: 113) de un proceso abierto (open-ended). En virtud del principio de iconicidad, el
orden lineal prototipico refleja la direction en que fluye la energia, es decir, del sujeto, que
representa la fuente, causa u origen, hacia el regimen, que representa la meta, objeto ο pa-
ciente. Significa que si la energia emana claramente del actante sujeto, este se encontrarä en
position preverbal. En cambio, de encontrarse en el punto de llegada del flujo de energia,
su position no marcada sera la posposicion. En caso de que no haya flujo energetico que
afecte a la entidad nominal implicada, ο que no tenga orientation inherente, la ordenacion
permite proyectar la orientation simbolica que se quiera imponer a la escena representada.
Asi se motiva, pues, la hipotesis acerca del orden no marcado, tal como habia surgido ya
del juego combinatorio entre los rasgos construccionales (cf. Esquema 2). Acudiendo ahora
a la notion del continue de agentividad es como en ultimo resorte se puede dar cuenta de
las muchas matizaciones que permite la alternancia lineal. Mas allä de lo que las categori-
zaciones yuxtapuestas de verbo y nombre permiten vislumbrar, los deslizamientos semänti-
cos resultan de la interfaz entre los dos. Nombre y verbo estän a la vez bajo el efecto de uno
y otro y bajo la influencia de la ordenacion lineal. De ahi resulta una Gestalt cuya dinamica
es mucho mas gradual de lo que se pudiera derivar del potencial semäntico de cada uno. Por
matizados que sean, los parämetros que atanen a cada uno por separado siempre qucdarän
cortos. Puesto que la propia linearization forma una dimension constitutiva que engloba la
aportaciön de las partes constituyentes, superponiendose a estas, la conceptualizacion re-
sultante de su combination trasciende por definition la suma de las partes. Como bien
' Esto no significa que estuviera afectado el significado esquemätico del nombre como tal, ni la
estructura semäntica interna del verbo como tal, ο sea aislados y fuera de toda construction.
66 Nicole Delbecque
advirtio Comrie (1981: 55 ss.), una cosa es categorizar una entidad nominal como
[+animado] ο [-animado], otra es especificar su grado de agentividad. Para analizar el papel
semäntico desempenado por la entidad nominal en relacion con el proceso ο la accion, hace
falta acudir a lo que el llama un »continuo de control«. El concepto de agentividad es un
concepto complejo y gradual: incluye nociones como 'fuente', 'punto de partida', 'causa1,
'accion', 'conciencia', 'intention', 'control', 'fuerza', 'efectividad', etc.; ο sea, que abarca un
conjunto de dimensiones del que el tradicional concepto de agente, entendido como el ser
animado realizador de la accion ο productor del proceso, no es mäs que un subconjunto. De
ahi que haga falta una representation dinämica de la inflexion interpretativa del grado de
agentividad segün el tipo de construction y la posicion del sujeto. El esquema 4 representa
una tentativa en esta direction.
Asi se llega a captar mejor el impacto del orden lineal sobre el significado oracional y,
en particular, sobre la relacion entre sujeto y predicado. Aunque el orden lineal deja intac-
tos los respectivos componentes lexicos, gramaticales y categoriales, interviene en los pro-
cesos inferenciales. Por otra parte, necesitamos el marco probabilista para entender el di-
namismo propio de la alternancia lineal y evaluar correctamente el perfil agentivo que cabe
atribuir a la relacion predicacional y su eventual grado de marcadez. Combinando los prin-
cipios cognoscitivos y las tendencias establecidas empiricamente, se obtiene una vision mäs
dinämica del alcance de la variation sintäctica. Puede representarse en forma de diagrama:
en el eje horizontal se proyectan cuatro zonas, definidas en terminos construccionales, a su
vez subdivididas en dos vertientes, segün que el sujeto vaya antepuesto ο pospuesto; en el
eje vertical, se visualiza el continuo de agentividad. A cada construccion se le asocia un
orden no marcado y un nivel de agentividad esperado por defecto. Orden lineal y tipo de
construccion se definen en terminos formales; del grado de agentividad, en cambio, solo se
puede esbozar la posicion relativa. Las flechas deben interpretarse, pues, como una abstrac-
tion. Lo que muestran es que a cada construccion se le asocia por defecto un grado de
agentividad diferente y preferentemente por uno de los dos ordenes posibles: la construc-
cion transitiva prototipica se realiza por el orden sujeto-verbo y conlleva el mäximo grado
de agentividad. Va seguida de la construccion intransitiva pronominalizada (la voz »me-
dia«), cuya realization en el mismo orden entrana un grado de agentividad aün considera-
ble. En cambio, la construccion intransitiva no pronominalizada, cuyo orden preferente
corresponde a la posposicion del sujeto, ocupa una posicion mucho mäs baja en la escala de
agentividad. Finalmente, la construccion transitiva pronominal (la voz »pronominal pasi-
va«) se caracteriza de forma aun mäs extrema por el orden verbo-sujeto y se sitüa en la
extremidad inferior del continuo de agentividad. Para cada una de las construcciones el
efecto de la alternancia lineal en el sentido del orden marcado viene indicado por el sentido
de la flecha. Para los primeros dos tipos de construcciones, el paso del orden sujeto-verbo al
orden verbo-sujeto entrana una consiguiente baja en agentividad. En cambio, para los Ulti-
mos dos tipos de construccion, la alternancia se hace en direcciön opuesta: al anteponerse el
sujeto, sube el grado de agentividad. Asi se ve que el mecanismo es internamente consis-
tente y que la marcadez se define a la vez en terminos cognoscitivos y probabilistas. Pasan-
do de una construccion a otra y de un orden a otro, de la izquierda a la derecha en el es-
quema, se llega a recorrer todo el continuo de agentividad de arriba abajo (juntando simbö-
licamente las cuatro flechas).
El anälisis de corpus al servicio de la gramätica cognoscitiva 67
AGENTIVIDAD
Esta representation sinoptica refleja el hecho de que anteposicion y posposicion del sujeto
se oponen bäsicamente por manifestar esquemas cognoscitivos distintos. Al mismo tiempo,
se hace justicia a la idea de que las construcciones se perfilan con respecto a un solo conti-
nuo de agentividad. En los polos superior e inferior de agentividad, la situation queda mäs
clara que en las zonas intermedias. Estas, por definition, estän mäs sujetas a fluctuation en
una direction u otra. Si, en general, se perfila una clara tendencia a posponer tanto el sujeto
en la construction [-tr -pro] como en la [+tr +pro], el grado de agentividad resulta ser mäs
neutro en la primera que en la ultima, donde suele equivaler a cero, y la construction suele
asemejarse a una intransitiva. El que compartan la misma position preferente del sujeto es
convergente con la induction de un sentido [-agentivo] hasta donde quepa. La pronominali-
zacion, en caso de tratarse de un verbo intransitivo, no tiene, por supuesto, la capacidad de
transitivizar la construction. Pero la tendencia a anteponer el sujeto de la construction [-tr
+pro] hace surgir una analogia con la construction transitiva: al anteponerse el sujeto, se
reproduce el orden preferente de la construction [+tr -pro], por lo cual la entidad nominal
68 Nicole Delbecque
(5) a. las internas contradicciones en que su pensamiento se debate, (...) (AYA 323)
b. el lenguaje cratiliano se resiente cuando se le quiere mecer en cunas que no le son pecu-
liares (CEL 133)
c. En cierto sentido, es fäcil admitir que el habla crece, al tiempo que la lengua se estructu-
ra, en proportion directa a la necesidad de cada hombre (...) y decrece, a la par que la
lengua se anquilosa, en funcion de la no necesidad del individuo de nombrar (...) (CEL
483)
Notese que la anteposicion del sujeto [-animado] en una construccion transitiva no es mar-
cada desde el punto de vista de la gramatica probabilista, pero sigue presente la tendencia a
inferir una interpretation mäs agentiva, debido al proceso cognoscitivo de acomodacion:
se procura siempre amoldar lo que se encuentra al esquema conceptual bäsico que corres-
ponde a la construccion. En este caso, se atribuyen al sujeto antepuesto cuantas propiedades
sea posible -por extension metonimica ο proyeccion metaforica- para aproximarlo en la
medida de lo posible al agente prototipico (6). A veces colaboran a este fin modificadores
adverbiales ο auxiliares modales (van en cursiva en los ejemplos).
(6) a. Sin duda, nuestro tiempo reclama una revision a fondo de (...), y el centelleo genial de
sus ideas IMPARTE desesperadamente senales en tal direction. (AYA 466)
b. Los importantes trabajos incluidos en este volumen DIBUJAN con firmes trazos l a figura
de un historiador del derecho indiano. (CAS 1)
c. (...) lo que el ensayopretende DESCRIBIR, a partir de un caso particular. (VAR 352)
(8) a. convirtio (...) el atajo en camino real, y por el marcho el hombre, con la bandera del len-
guaje en libertad tremolando al viento (CEL 100)
b. Anos antes habia ironizado Jean Wahl sobre los compradores de »El ser y la nada« de
Sartre, a precios de mercado negro, (...) (GAO 358)
El andlisis de corpus al servicio de la gramatica cognoscitiva 69
(9) a. A tal extremo llegaron las cosas, que la opinion püblica en la metropoli maldecia ya
las riquezas del Peru (CAS 270)
b. Y al cabo de los anos, los sucesores y discipulos de aquellos anti-liberales han venido,
aleccionados por la experiencia y, ademäs, por tactica, a pactar con el liberalismo. (...) Y
asi han venido conchabanzas y maridajes inexplicables. (UNA 261)
c. Es porque un novelista escribe no solo con sus 'convicciones' sino tambien con sus 'obse-
siones' que puede surgir una contradiction - a veces tan notoria como la de un Balzac -
entre ambas cosas: (VAR 656)
En (10) se ilustra un caso mas bien raro en el corpus ensayistico. Si bien son escasas las
construcciones pronominales que corresponden a un verbo intransitivo [-tr] [+pro], la ante-
posicion del sujeto, que refleja la tendencia estadistica mayoritaria, no le quita agentividad
al sujeto animado (10a). Su posposicion, en cambio, es marcada tanto desde el punto de
vista probabilista como desde el de la categoria semäntica del sujeto: esto explica que (10b)
conlleve un claro efecto desagentivizador. Notese que este no puede ser debido a la presen-
cia del clitico dativo me, ya que este solo marca la implication involuntaria del yo, y (10a)
contiene un dativo parecido (nos).
(10) a. De ahi que espiritus libres, como Hudson, Almafuerte, Sanchez ο Quiroga (Horacio), se
nos aparezcan como »anarquistas« (...) (MAR296)
b. Ahora se me vienen unos lectores circunstanciales -no de mis habituales (···)- con la em-
bajada de que les exponga que es eso de la fe implicita ο del carbonero (...) (UNA 222)
(11) a. Ya inquieto aquel problema al primer gran virrey de Mexico (...) (CAS 74)
b. Pero me lo aconseja tambien el sentido de la responsabilidad que me dispongo a asumir.
(GAL 219)
c. (...) para aquellos casos en que, (...), asi lo exijan insoslayables intereses de la colectivi-
dad. (GAL 518)
(12) a. Pero muy pronto se darian cuenta los intelectuales de nuestro continente que (...) (CAR
183)
b. Y de que no continue padeciendo nuestro pueblo la falta de asistencia social (...) GAL
440)
c. (...) irritarnos el que tales aprensiones abrigue el sector patronal. GAL 686
(14) a. Dia llegarä en que sea la mäs consciente y suprema aspiration del poeta (MAC 24)
b. la etimologia, con no poca frecuencia, tambien MARCHO por tan pudorosos y artificiales
derroteros (CEL 362)
c. Estas lineas quieren CONTRIBUIR a este fin, corrigiendo las ultimas equivocaciones (...)
(VAR 295)
d. El esplendor de una narrativa PROCEDE, ante todo, de su poder de persuasion (VAR 450)
e. Pero claro que estas experiencias no SURGEN por generation espontdnea ο milagro: una
individualidad no es una campana neumätica. (VAR 665)
(16) a. (...) al mismo tiempo que, (...) otros territorios de la cultura hispanica se iban incorpo-
rando tambien a la obras de las grandes decisiones... (AYA 232)
b. El esencialismo romäntico, expulsado por la puerta, ha vuelto a METERSELE por la venta-
na de su morada vital. (AYA 312)
c. La pintura de nuestro continente comenzaba a manifestarse en una dimension mayor.
(CAR 198)
d. subjetivismo, pasiön e irracionalidad se mezclan fatalmente con mis propositos rationa-
les de censura moral, social ο politico (GOY 53)
e. si la creation fuera obra exclusiva "de la conciencia y la racionalidad", como afxrma Ra-
ma, esas 'incoherencias' no se presentarlan jamäs (VAR 660)
A traves de estos ejemplos muy variados se puede evaluar la hipotesis de que la marcadez
probabilista se explica por una inflexion del papel semäntico del sujeto en el sentido contra-
rio al que va dictado por defecto mediante el orden mayoritario, tipico de la construction
elegida.
El anälisis de corpus al servicio de la gramdtica cognoscitiva 71
Para terminar, queda por mostrar como se pudiera dar un paso suplementario para com-
pletar la aclaracion cognoscitivo-funcional, integrando tambien la dimension probabilista
senalada en el esquema 1, bajo (lb), y (2b). Existe, en efecto, una clara correlation entre la
presencia de un complemento preposicional en position preverbal y la posposicion del
sujeto. A menudo se trata de complementos localizadores, como en (7a), (7b) u (8a). Ahora
bien, si comparamos este orden con el orden sujeto-verbo-complemento, que se da en
(14b), (14d), (15b), (16a) y (16b), a la luz de la diferente interpretation de la relation se-
mäntica entre el actante sujeto y el predicado, no hay ninguna razon para pensar que no
pudiera ser moldeable tambien la aportacion del marco situacional -espacial, temporal u
otro- a la imagen conceptual del evento expresado. Hasta ahora no se ha aplicado el conti-
nuo de agentividad mäs que a la entidad nominal sujeto. Pero si el orden lineal realmente
constituye el recurso iconico por excelencia para reflejar la direction en que se desenvuelve
la dinämica energetica, esto quiere decir que la localizaciön tambien serä movible sobre una
escala participativa y su impacto podrä ser percibido como mäs ο menos fuerte segün que
preceda ο siga al actante nominal sujeto y se vincule mäs ο menos estrechamente con el
predicado verbal. Al colocarse el complemento locativo inmediatamente delante del verbo
y el sujeto deträs del verbo, se podrä atribuir al marco locativo un grado de participation - o
sea, 'agentividad' en un sentido amplio, por supuesto- tanto mäs determinante cuanto que la
agentividad atribuida al propio sujeto pospuesto sea menor (17).
(17) a. (...) en el Juicio de Dios que hoy, como entonces, tiene lugar a orillas del Tajo,
TRJUNFARÄN otra vez los mejores. (MAC 114)
b. En el mundo de Martorell SE CAMBIABAN cartas de desafio para combatir; en el de Tirant
se combate para cambiar cartas de desafio. (VAR 534)
c. en ellas [= estas experiencias] SE REFLEJAN, que duda cabe, la historia, la economia, la
moral, la ideologia de la familia, el grupo, la clase, el pais y la culture ο civilization a
que ese individuo pertenece. (VAR 671)
De anteponerse asi el marco locativo, todo pasa como si este funcionara como punto de
partida y asumiera la (parte de) agentividad-causalidad no asumida por la entidad sujeto y,
sin embargo, necesaria para situar el proceso ο la action expresada por el verbo. En la me-
dida en que por extension metonimica ο proyeccion metaforica sea, ademäs, posible re-
montarse a posibles agentes incluidos en el marco indicado, se encontrarä totalmente rele-
gada a un segundo piano la agentividad que todavia pudiera emanar de la entidad sujeto
pospuesta al verbo.7 En este caso propongo hablar de un »marco participativo«, por oposi-
cion a un marco locativo mäs circunstancial, cuyo vinculo con el predicado verbal es mäs
relajado. Compärense (18a) y (19a) con (20) y (21).
(18) a. en este debate SE ENFRENTAN mis opiniones a las de Rama y de ningün modo Vargas Llo-
sa a Angel Rama (VAR 299-300)
b. Todo eso constituye un progreso y hay posibilidades de que, por una vez, una polemica
literaria tenga 'exito', es decir de que ponga en claro, ante los lectores, la naturaleza
7
De intercalarse el sujeto entre la localizaciön y el verbo, el marco locativo fija el espacio que sirve
de escenario sobre el cual la entidad sujeto tenderä a asumir la maxima agentividad posible, e.g.
(5a), y tambien:
(i) (...) mientras que en la Peninsula esa ideologia nacionalista debta ENFRENTARSE con la obsti-
nada tradition teocratico-autocrätica del viejo Estado. (AYA 112)
72 Nicole Delbecque
exacta de la discrepancia entre los adversarios. Estas lineas quieren contribuir a ese fin,
corrigiendo las ultimas equivocaciones que Rama comete (antes temi que de mala fe y
ahora temo que de buena) en su lectura de Historia de un deicidio. (VAR 291-298)
La formulation que aparece en (18a) da a entender que este debate no es mero telön de
fondo del evento sino que se concibe al mismo tiempo como el escenario que delimita el
enfrentamiento en cuestion; una parafrasis menos velada seria: »este debate enfrenta mis
opiniones a las de Rama«. Notese que el contexto anterior orienta hacia esta interpretation,
no solo la primera parte de la frase citada en (18a) sino tambien las lineas anteriores, repro-
ducidas en (18b). El pasaje recogido en (19) me parece aun mäs ilustrativo al respecto, ya
que aclara la idea avanzada mediante la formula (19a) »en una 'forma' se encarna un tema
dado« analizändola en todas sus articulaciones.
(19) a. una 'forma' solo existe cuando en ella SE ENCARNA un tema dado (VAR 177)
b. los 'temas' no son separables de sus 'formas', que hay entre ambos una interdependencia
irremediable: un 'tema' solo existe encarnado y una 'forma' solo existe cuando en ella se
encarna un tema dado. El verbo 'encarnar' es capcioso, sugiere que un tema podria pre-
existir a su forma y vice-versa. No es asi. Hay una interaction dinamica entre ambos
componentes de la narration: un 'tema' se forma y transforma segün van siendo decidi-
das, elegidas, las palabras y el orden que lo plasman. (VAR 174-182)
La diferencia con (20) y (21) me parece patente: los complementos locativos en position
posverbal, por mucho que se focalicen, no constituyen el filtro a traves del cual se concibe
el evento, sino que aportan sendos terrenos de actualization ο materializaciones, hasta
cierto punto prescindibles.
(20) Rama se equivoca cuando estima que »la disidencia« solo puede rastrearse en la novela a
partir del romanticismo y en la estirpe de los 'malditos' (VAR 484)
(21) Las »teorias«, como las »formas« literarias, solo existen cuando se encarnan en una obra
concreto. (VAR 156)
Esquema 4: Orientaciön 'centrifuga' (marco circunstancial abierto) vs. orientaciön 'centripeta' (marco
participativo cerrado). El circulito central representa la entidad sujeto, el circulo exterior indica la
localization, y el espacio entre ambos evoca el ämbito del proceso verbal.
La idea de que entonces el marco locativo enriquece la estructura semäntica del predicado,
por analogia con lo que hace el primer actante en position preverbal, arroja una luz nueva
sobre una tendencia estadistica para la que el metodo estrictamente cuantitativo no aporta
una verdadera aclaracion, aunque sea necesario para deslindar los rasgos que determinan el
caräcter mäs ο menos marcado de una configuration dada. Pero el propio anälisis de la
marcadez requiere un modelo explicativo.
5. Reflexion final
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Alicia Gonzalez de Sarralde (Instituto »Cervantes«, Madrid)
1. Introduction
Toda tarea referente al estudio del orden de constituyentes de la oracion en espanol se re-
vela como harto ardua. Sirva de boton de muestra la frecuencia con que en las gramäticas se
alude a la »libertad« que existe para colocar las partes de la oracion (cf. Neumann-
Holzschuh 1993).
Esta »pretendida« libertad surge al no existir en espanol reglas de orden sintäctico, tales
como en ingles ο en alemän, que impongan al hablante un orden determinado de los cons-
tituyentes dentro de la oracion: Solo en casos contados es el orden de constituyentes un
indicativo de las funciones actanciales dentro de la oracion (cf. Bossong 1984). La ausencia
de restricciones sintäcticas se hace bien patente en la posicion del sujeto con respecto al
verbo en la oracion, lo que la convierte en el tema mäs estudiado de entre todos los que
abordan el orden de palabras. Estos se pueden dividir en dos grupos principales, depen-
diendo de si el objeto de estudio lo constituye la oracion aislada, ο bien la oracion inmersa
en su contexto de enunciacion. Ambos grupos acentiian de manera diferente el papel de los
factores semänticos, por un lado, y de los factores pragmäticos, por otro. Los trabajos que
operan dentro del marco de la oracion explican el orden por medio de las relaciones es-
tructurales que existen entre los niveles sintäctico-semäntico y pragmätico de la oracion.
Vienen a decir que la estructura informativa de la oracion esta determinada por las caracte-
risticas semänticas del verbo.2 Sin embargo, partir de la semäntica del verbo como el factor
determinante de la posicion del sujeto, resulta insatisfactorio. Esto objetan los trabajos que
dentro de la perspectiva funcional no tienen como objetivo la explicacion de un orden de
palabras no marcado, sino el estudio del orden concreto de un enunciado dentro del con-
texto comunicativo en que estä inmerso. De este modo, podemos decir en pocas palabras
que al hilo de estos dos grupos de estudios nos encontramos ante la plasmacion concreta de
dos concepciones generales del estudio de la lengua: La primera explicaria los fenomenos
de una lengua atendiendo a las caracteristicas gramaticales de esa lengua, entendida como
langue; la segunda, a su vez, explicaria estos mismos fenomenos por medio de las caracte-
risticas que definen al lenguaje humano como instrumenta de comunicacion.
En el presente articulo resumimos algunas de las conclusiones de nuestra tesis doctoral de 2001
(cf. tambien Gonzalez de Sarralde 1999). Agradecemos al profesor Juan Luis Roman del Cerro los
comentarios a nuestro trabajo.
Estos trabajos toman como punto de referencia el excelente e innovador trabajo de Contreras
(1976), que dentro del marco de la GGT incorpora las categorias de tema-rema como categorias
explicativas del orden »bäsico« de las oraciones. Dependiendo de la semäntica del verbo existen
distintos grados de rematicidad de los actantes de la oracion, lo que denomina Contreras jerarquia
rematica.
76 Alicia Gonzätez de Sarralde
En el presente estudio abordaremos la position del sujeto con respecto al verbo (SV =
orden sujeto-verbo; VS = orden verbo-sujeto) desde una perspectiva funcionalista. Previa-
mente, sin embargo, son necesarias las puntualizaciones siguientes respecto a la metodolo-
gia a seguir en relation con los estudios existentes sobre orden de palabras.
En trabajos menos recientes se acomete el estudio del orden de palabras presuponiendo
que las lenguas son en si homogeneas, sin distinciones diasistemäticas. Las bases de datos
analizadas vienen a resultar extremadamente heterogeneas, sin diferenciar entre los distin-
tos tipos de texto. Estudios mäs recientes cuestionan, por el contrario, que se pueda investi-
gar el orden de las palabras independientemente del tipo de texto. Esto lo corrobora el he-
cho de que dependiendo del tipo de texto se obtengan diferentes porcentajes de uno u otro
orden (SV / VS).3 Por tanto, los resultados sobre el orden de palabras obtenidos a partir de
un determinado tipo de texto no se pueden generalizar a todos los demäs. Con esto pierde
peso argumentative -extrapolando estos resultados a otras lenguas- el hablar de un »orden
basico de los constituyentes«, ya que siempre habrä que relativizarlo en funcion del tipo de
texto en cuestion. Ahora bien, a la hora de determinar la estruetura informativa del enun-
ciado, los estudios funcionales existentes se limitan a examinar el contexto inmediato, sin
considerar el texto como un todo orgänico. No existen, por tanto, trabajos que investiguen
la relation entre el orden de las palabras y los rasgos discursivos especificos de un determi-
nado tipo de texto. Sin embargo, resulta obvio que en los diversos tipos de textos la infor-
mation estä organizada de manera diferente, lo que en el nivel del enunciado se plasma,
entre otras cosas, en distintas regularidades que conciernen al orden de palabras. De esta
conception se deriva, por tanto, no solo que las conclusiones extraidas de un tipo de texto
determinado no sean necesariamente extensibles a los demäs tipos de textos, sino que ade-
mäs se haga necesario estudiar el orden en relation con las estrueturas que organizan la
information dentro del tipo de texto que se este estudiando.
Por otro lado, no se ha investigado el orden de las palabras partiendo de un corpus de
textos en los que se tematice el mismo estado de cosas. Es decir, si se investigan articulos
periodisticos, pongo por caso, no se investigan solo aquellos en los que se este contando la
misma noticia. Esto conlleva sus dificultades a la hora de cotejar los resultados y necesa-
riamente pone en duda la legitimidad a la hora de generalizarlos. En el caso de que el cor-
pus del investigador este constituido por datos de la lengua en su modalidad oral, las difi-
cultades son aiin mayores: Si los datos han sido extraidos de cualquier conversation es-
pontänea, el investigador desconoce los dominios del saber que comparten los interlocuto-
res. Asi pues, a la hora de determinar la estruetura informativa de los enunciados se en-
cuentra con que tiene que recurrir a la forma del enunciado, con lo que el siguiente paso de
explicar el orden de los constituyentes recurriendo a la estruetura informativa se convierte
necesariamente en circular. Ahora bien, si los informantes tienen que narrar, por poner un
ejemplo, el mismo estado de cosas, tendrän que hacer referencia a los mismos sucesos y a
los mismos personajes envueltos en ellos, con lo que se elimina en gran parte el problema
del cotejo de los datos. Al mismo tiempo, se obtendrän conclusiones mäs fiables, si los
datos han sido extraidos en las mismas condiciones para todos los informantes.
3
Asi, Neumann-Holzschuh (1997) muestra que en el genero literario el porcentaje de enunciados
con orden VS es del 40%, mientras que en textos juridicos ο periodisticos este porcentaje
disminuye sensiblemente.
Sobre la posicion del sujeto 77
En nuestro estudio partimos del supuesto de que los distintos enunciados que componen
un texto cumplen distintas funciones abocadas al despliegue de la information dentro de
ese texto. Es decir, el orden de palabras dentro de un enunciado concreto podrä ser explica-
do mediante la funcion de ese enunciado dentro del texto en el que se encuentra. Para de-
mostrar este supuesto nos centraremos en el anälisis de la posicion del sujeto en narraciones
en su modalidad oral. Explicaremos la posicion del sujeto en terminos de estrategia narrati-
va, con lo que partimos de un marco de anälisis que contiene un abanico de categories para
la description de la organization de la estructura informativa en narraciones.
En el apartado 2 expondremos dos modelos que acometen el estudio del orden de pala-
bras dentro del marco del texto. En el apartado 3 daremos un somero repaso a las funciones
de la posicion del sujeto que han sido delimitadas en estudios precedentes. En los apartados
4, 5 y 6 veremos respectivamente el tipo de datos, el marco teorico y el metodo de anälisis.
En el apartado 7 expondremos las funciones de la posicion del sujeto que hemos delimitado
a partir del anälisis. Las conclusiones las tratamos en el apartado 8.
Cf. Morales de Walters (1982: 24): »En nuestro anälisis por informacion vieja entendemos
unicamente la que ha sido mencionada con anterioridad, total ο parcialmente.«
5
Silva Corvalän (1982: 105): »Old information was defined as that type of information that the
speaker assumes to be in the consciousness of the addressee at the time of the utterance as a
consequence of having been mentioned or having been clearly implied in the preceding
discourse.«
6
Asi, no son infrecuentes enunciados con sujetos tcmäticos pospuestos ο con sujetos remäticos
antepuestos: Silva Corvalän (1982) encuentra 40% de sujetos clasificados como »old information«
en la posicion deträs del verbo. Por otro lado, el 5% de los sujetos que encierran una informacion
nueva van en el corpus de Morales (1982) en la posicion anteverbal, mientras que el 10% de los
78 Alicia Gonzdlez de Sarralde
tanto, un alto porcentaje de los »ördenes« en los enunciados, pero fallando en porcentajes
nada desdenables. Aparece, por tanto, como un modelo reduccionista de lo que sucede a
nivel cognitivo cuando los hablantes estän construyendo sus enunciados.
Frente al modelo tema-rema, partimos de los supuestos de la Lingüistica Cognitiva y
consideramos que a toda verbalization de un determinado estado de cosas le subyace la
perspectiva desde la que el hablante ha conceptualizado el estado de cosas que ha dado
lugar a su mensaje (cf. Talmy 1988; von Stutterheim 1997). El orden de las palabras seria
un recurso lingüistico que expresaria la perspectiva desde la que se ha conceptualizado un
estado de cosas. Esta conception aparece ya esbozada en sus fundamentos en el estudio de
Meier (1937) y mäs recientemente la encontramos en los trabajos de Delbecque (1991) y
Neumann-Holzschuh (1997).7 Delbecque acentua las implicaciones cognitivas que de esta
conception se derivan, Neumann-Holzschuh las universales.
Para Delbecque los ördenes SV y VS representan dos esquemas cognitivos distintos que
suscitan diferentes procesos inferenciales en el discurso. Mediante el orden SV el sujeto se
interpreta prototipicamente como »agente ο punto de arranque«, mientras que mediante el
orden VS el sujeto se percibe como »receptor ο punto de llegada«. La election de uno u
otro orden dentro de un contexto determinado estä en manos del hablante y depende en gran
medida del grado de agentividad que se quiera asignar al sujeto.
El trabajo de Neumann-Holzschuh se inscribe dentro de los supuestos del modelo tetico-
categorico,s Segün este modelo, existen dos tipos de estructuras informativas, que a su vez
no son dependientes de ninguna lengua, sino que tienen caräcter universal. La primera
recibe el nombre de categorica. Es esta una estructura informativa bimembre; en ella se
dice algo del sujeto. Responde a la pregunta iQue hace / hizo X? La segunda recibe el
nombre de tetica y es unimembre, ya que en ella no se dice nada del sujeto. Esta responde a
la pregunta iQue pasa /paso? Por medio de estas dos estructuras informativas el hablante
persigue distintos objetivos y crea distintas expectativas en el oyente. Dentro de este mo-
delo se parte del supuesto de que en las diferentes lenguas distintos recursos lingüisticos
contribuyen a expresar estos dos tipos de estructura informativa. En algunas lenguas, como
el espanol, uno de estos recursos es el orden de palabras: El orden SV expresaria un enun-
ciado categörico, el orden VS un enunciado tetico.
Resumiendo, por medio del orden el hablante puede acentuar de distinta manera el con-
tenido del enunciado e inducir dos perspectivas diferentes. Mediante la primera (orden SV)
se toma como punto de partida del enunciado al sujeto, mediante la segunda (orden VS) al
verbo. Por medio de un enunciado con orden SV se dice algo del sujeto, se toma por tanto
al sujeto como punto de partida de la predication contenida en el enunciado. Por el contra-
rio, por medio de un enunciado con orden VS se transmite el estado de cosas que ha dado
lugar al mensaje como un »todo compacto«. No se toma la perspectiva del sujeto, que,
sujetos ya conocidos estän situados deträs del verbo. Los distintos porcentajes obtenidos en ambos
estudios se deben en gran medida a las distintas definiciones empleadas para »tema / information
conocida« y »rema / information nueva«.
1
Vease asimismo Wandruszka (1982) y Wehr (1984).
" Vease al respecto Ulrich (1985) y Sasse (1987, 1995).
Sobre la posicion del sujeto 79
3. S V / V S e n n a r r a c i o n e s
Delimitar las fiinciones de uno u otro orden SV y VS dentro de un texto entrana sus difi-
cultades, ya que para la delimitation de la estructura informativa de un enunciado el orden
de las palabras es tan solo un criterio junto a otros de caräcter sintäctico, semäntico y prag-
mätico." Sin embargo, dentro de los estudios funcionales existe consenso en que los orde-
nes SV y VS cumplen distintas funciones dentro del entramado referencial del texto.
El orden SV se encuentra en enunciados con continuidad temätica, es decir, en enuncia-
dos en los que el sujeto es conocido por lo dicho en el contexto anterior. Esto guarda rela-
tion con la estructura informativa de los enunciados con orden SV, en los que, como hemos
apuntado arriba, se dice algo del sujeto. En contraposition, el orden VS se encuentra en
enunciados con funciones muy diversas dentro de la narracion. Por un lado, en enunciados
cuyo sujeto »se presenta«, es decir, se introduce por primera vez en la narracion. Es esta la
llamada funcionpresentativa (cf. Suner 1982):
Por otro lado, si se conoce a un referente del contexto anterior y durante cierto tiempo no se
ha estado hablando de el, se le puede volver a introducir por medio del orden VS (cf. Wehr
1984: Topik-Reintroduktion\ Bledsoe 1988: presence and absence function)·.
(2) Cerrando la retaguardia, y al paso, venian Demetrio y Camila; ella tremula aün, con los la-
bios blancos y secos; el malhumorado por lo insulso de la hazana13
Fernandez Ramirez (1986 /'1951) concede al orden VS un valor icönico, al reflejar, segün
el, el orden objetivo de las percepciones. Otros autores que relacionan el orden VS con la
funcion de la description son Bledsoe (1988: scene-setting function) y Neumann-
Holzschuh (1997).
Asi pues, los distintos enunciados que componen una narration cumplen distintas fiin-
ciones abocadas al despliegue de la information dentro de esa narration. Los distintos am-
bitos de aparicion de los ördenes SV y VS parecen coincidir con las categorias de estructu-
racion de la narration en los niveles de foreground (»the language of the actual story line«)
y background (»the language of the supportive material which does not itself narrate the
main events«) expuestas en Hopper (1979, 1985). Ahora bien, para la definition de fore-
ground y background de Hopper es constitutiva la forma del enunciado, siendo uno de los
parämetros para la definition de background precisamente el orden VS, con lo que explicar
el orden VS por medio de la estructura de background se convertiria en circular.'5 Por esto
se torna imprescindible una definition de los niveles de la estructura informativa del texto
que sea independiente de la forma que reviste el enunciado.
4. Corpus
pelicula, un cortometraje de dibujos animados. Despues se les pidio que narrasen lo que
habian visto en cada episodio del cortometraje. La tarea comunicativa a la que tuvieron que
responder rezaba literalmente: Cuentame que ocurre en los episodios de esta pelicula. La
tarea comunicativa propuesta consistia, por tanto, en la verbalization de sucesos ficticios
que los informantes conocian de la pelicula y se diferencia, por tanto, de una del tipo iQue
hiciste ayer?, en la que tendrian que verbalizar sucesos que ellos mismos han vivido. De
este modo, todos los informantes tenian que hacer referencia a los mismos sucesos y a los
mismos personajes envueltos en estos liltimos.
La pelicula tiene 10 minutos de duration y estä dividida formalmente en cinco episodios.
En ella se desarrolla la historia de un hombrecillo de arena que vaga por varios mundos
hostiles (de arena, de papel, de piedra y de mäquinas) en busca de agua. Durante su errätica
travesia sufre muchas peripecias y acaba siendo aplastado por una mäquina. Su cuerpo, sin
embargo, al juntarse finalmente con el agua, vuelve a formarse de nuevo, con lo que la
historia vuelve a comenzar desde el principio.
5. Marco de analisis
17
En el presente trabajo nos hemos basado en von Stutterheim (1997).
82 Alicia Gonzälez de Sarralde
Asi, una narracion es el resultado al que se llega despues de que una pregunta, una
quaestio narrativa, proyecte una representation mental de la information a narrar. Por
medio de ella se activan en el universo mental del narrador unos contenidos especificos
desde una perspectiva concreta. En esta representation mental de la information a narrar
estän fijados los tipos de informaciones (referentielle Besetzung) que contendrän los domi-
nios referenciales de los enunciados (Referenzdomäne), es decir, las informaciones que
hacen referencia al tiempo, al espacio, a personas u objetos, a la modalidad y a acciones,
sucesos ο cualidades. Asimismo, en esta representation mental de la information a narrar
se fija que informaciones han de ser introducidas, mantenidas de un enunciado a otro, ο han
de servir para concatenar los enunciados (referentielle Bewegung). Asi, en una narracion la
cronologia de los sucesos es la information relevante para concatenar los enunciados: el
suceso que en el eje temporal acaeciö primero serä el primero en ser narrado, seguido del
segundo, etc." La referencia temporal contiene, por tanto, el criterio de alineacion de los
enunciados {Linearisierungskriterium). Estarä constituida por un intervalo dentro del cual
han de especificarse sucesos en el orden de su cronologia. Un ejemplo de ello nos lo ofrece
el comienzo de una narracion extraida de nuestra base de datos:
(4) Teresa:
001 pues un: muneco de: barro *2* estä en una especie de desierto *2* con una botella de
cristal vacia al lado *2*
002 y::: oye el goteo *1* de:: agua posiblemente *1* en algün sitio
003 y: comienza a escarbar en la arena
004 *4* escarba mucho
005 y al final::: *2* pues la arena le absorbe
En los enunciados 002-005 se especifican sucesos en los que se verbalizan acciones que, ο
bien lleva a cabo, ο bien sufre el protagonista de la pelicula, y que siguen la linea cronolo-
gica. Por el contrario, en el enunciado 001 se especifica un estado en el que se localiza al
protagonista, con lo que se estä introduciendo un intervalo en el eje del tiempo, que incluirä
las referencias temporales puntuales de los enunciados que le siguen.
La quaestio narrativa subdivide el texto narrativo en dos niveles de organization llama-
dos respectivamente estructura principal {Hauptstruktur) y estructura secundaria {Ne-
benstruktur): La estructura principal de la narracion estä compuesta por aquellos enuncia-
dos que responden directamente a la quaestio narrativa. Estos constituyen el esqueleto de
la narracion. En estos enunciados se cumplen las directrices de contenido {inhaltliche Vor-
gaben) y de estructura {strukturelle Vorgaben) fijados por la quaestio narrativa para la
narracion. En ellos, por tanto, se especifican sucesos en orden cronolögico, con lo que con-
tendrän verbos cuyas caracteristicas semänticas inherentes permitan ordenar referencias
temporales como puntos alineados en el eje del tiempo.
La estructura secundaria de la narracion estä compuesta ex negativo por todos los demäs
enunciados. Estos no responden directamente a la quaestio narrativa, sino que aportan
informaciones suplementarias con distintas funciones dentro de la narracion. En ellos, por
tanto, se contravienen las directrices de contenido y de estructura que fija la quaestio na-
rrativa para la narracion. Asi, los enunciados que componen la estructura secundaria de la
18
Vease asimismo Feu Guijarro (1993).
Sobre la posicion del sujeto 83
narration son aquellos en los que no se especifican sucesos, sino estados ο cualidades de un
referente y aquellos en los que no se sigue la linea cronologica de los sucesos.
La definition de las categorias de estructura principal y secundaria es, por tanto, inde-
pendiente de la forma qu