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Introducción
Desde sus inicios el hombre siempre ha sido competitivo lo que nos ha llevado hoy en día a
incrementar los niveles de competencia así como sus intensidades. Por esta y por muchas
razones, ha aumentado el porcentaje de lesiones y son muy pocos los que se atreven a
conceptualizar bajo argumentos concisos y claros parámetros teóricos que permitan establecer y
comprobar un método de rehabilitación que disminuya el tiempo de recuperación en las lesiones
deportivas.
Son muchos los autores, trabajos, planes y programas de entrenamiento que rezan sobre el
ligamento cruzado anterior haciendo énfasis sobre los mecanismos de lesión y poco sobre la
rehabilitación; pero es un tema muy amplio y que requiere de mayor estudio, investigación y
revisión bibliográfica que permita establecer parámetros conceptuales con el fin de dar elementos
pertinentes que conlleven a una discusión a cerca de las mejores opciones para la rehabilitación
de este.
Justificación
Cotidianamente nuestros deportistas sufren lesiones que en algunos casos acaban con la vida
deportiva de estos, mientras en otros se aumenta el tiempo de recuperación debido a una
deficiente rehabilitación por parte de quienes dicen saber o conocer del tema. Por este motivo
surgió nuestra iniciativa de ahondar más en el tema de la rehabilitación de lesiones en especial
del ligamento cruzado anterior, que hoy en día es la más común.
Es así pues que con el presente trabajo pretendemos sensibilizar y concientizar a todas aquellas
personas que de una u otra forma intervienen en el campo de la actividad física y el deporte con el
fin de llevar a cabo un buen proceso de rehabilitación, con una intervención en conjunto de un
equipo interdisciplinario que este predispuesto a el mejoramiento a demás de la reparación física
y mental de nuestros deportistas; y no solo de la rehabilitación si no también de la prevención de
estas lesiones llevando a cabalidad y con objetivos claros una buena planificación de su
entrenamiento ajustado a las necesidades individuales de los deportistas.
La lesión del ligamento cruzado anterior, es muy común en nuestros deportistas, queremos
proponer un protocolo post operatorio el cual tiene como objetivo exponer ejercicios que
involucren las capacidades condicionales y la propiocepcion con el fin de rehabilitar lesiones de
este ligamento.
Objetivo general
Realizar una propuesta metodológica mediante ejercicios que involucren las capacidades
condicionales y la propiocepcion con el fin de rehabilitar lesiones del ligamento cruzado anterior.
Objetivos específicos
Marco teórico
Anatomía de la rodilla
El grupo muscular del cuadriceps comprende el recto anterior, vasto externo, vasto intermedio
y vasto interno, y sirve para extender la rodilla. Estos músculos se unen para formar el tendón
cuadricipital, el cual ocupa una posición central en un retináculo semejante a la fascia, situado por
dentro y fuera de la rotula. El genu articulare es una pequeña porción del cuadriceps que
despliega la bolsa rotuliana para evitar que quede pinzada durante el movimiento de la rodilla. La
porción oblicua del vasto interno se inserta, por regla general, aproximadamente por debajo de la
mitad inferior del lado interno de la rotula. A causa de que esta porción de músculo se atrofia con
rapidez después de inmovilización o de una intervención quirúrgica de la rodilla, y se debilita así la
extensión Terminal de la rodilla, se había llegado a considerar que esta parte del cuadriceps era
simplemente responsable de los últimos 15º de la extensión de la rodilla. En la actualidad se ha
demostrado que esta extensión limitada está relacionada con la potencia total del cuadriceps y no
representa una indicación de debilidad selectiva del vasto interno de dirección oblicua.
Por consiguiente, el vasto interno oblicuo desempeña la función de centrar la rotula. En los
miembros amputados, el vasto interno oblicuo solitario no extiende la rodilla, mientras que todos
los componentes largos del cuadriceps (vasto externo, intermedio, interno largo y recto anterior)
efectúan la extensión completa. Normalmente, los últimos 15º de extensión de la rodilla requieren
un 60% más de fuerza que la requerida para la extensión hasta la posición de 15º. Sin embargo,
cuando se añade un peso al vasto interno oblicuo para la fuerza requerida por el vasto externo
para extender la rodilla disminuye en un 13%.
La rotula muestra, por regla general, dos carillas importantes, una voluminosa, externa, y otra
interna, más pequeña. La carilla mas pequeña es la “carilla singular” mas interna de la rotula, en
donde empieza la artrosis. El cartílago articular en el vértice de la rotula, la unión entre las carillas
interna y externa, es el cartílago rotuliano mas grueso. En éste aparecen el reblandamiento
temprano y la condromalacia, a causa de que es tan grueso que es difícil la difusión de los
principios nutritivos hacia sus profundidades. Los ligamentos femororrotuliano, meniscorrotuliano
y tibiorrotuliano se originan en la rotula. Estos ligamentos mantienen sujeta lateralmente la rotula
y pueden seccionarse para aliviar la subluxacion de la rotula y permitir su mejor deslizamiento en
el surco femoral.
El tendón rotuliano va desde el polo distal de la rotula al tubérculo tibial, en donde presenta una
inserción sinuosa. El tubérculo tibial, habitualmente prominente, es la porción en lengüeta de la
epífisis tibial, que eventualmente se fusiona con el resto de la tibia. Existen dos bolsas en esta
región, una situada entre el tendón de la rotula y la tibia inmediatamente antes de la inserción del
tendón en el tubérculo tibial, y una segunda bolsa apoyada en forma subcutánea inmediatamente
por delante del tendón rotuliano. (13)
Tipo de articulación
• Flexión
• Extensión
• rotación externa, cuando realiza la flexión de rodilla
• rotación interna, cuando realiza la extensión
Estabilizadores estáticos
• Capsula articular.
• Meniscos.
• Ligamentos (medial, colateral, anterior y posterior)
Estabilizadores dinámicos
La rodilla esta estabilizada por músculos, pero más que estos son sus terminaciones (tendones)
los que realizan esta acción.
Es un haz de fibras colágenas que discurre entre el fémur y la tibia en sentido oblicuo limitante
primario de la traslación anterior de la tibia en relación con el fémur. Limitante secundario a la
rotación interna de la tibia.
Funciones
De los cuatro ligamentos más importantes de la rodilla, el ligamento cruzado anterior es el que
se lesiona con mayor frecuencia.
Mecanismos de lesión
Según Klevann; Mullin y Stone, citados por Gómez Rodas (1): “Los mecanismos de lesión del
ligamento cruzado anterior se pueden dividir en, lesión por no contacto que son fuerzas externas
de impacto en las cuales la rodilla pierde su estabilidad: 1. Aterrizaje con cambio de dirección, el
deportista aterriza después de un salto deseando cambiar de dirección y se da un estrés en valgo
además de una hiperpronación del pie. 2. Parada y cambio de dirección, un deportista viene
corriendo y desacelera rápidamente para luego girar. 3. Aterrizaje con la rodilla extendida el
deportista aterriza después de un salto y con la rodilla asegura su extensión. 4. Un paso después
de su aterrizaje en extensión, el deportista después de aterrizar de un salto da un paso adelante
con su rodilla extendida provocando del ligamento sea estirado mas allá de sus limites.
Mecanismos de lesión por contactos, este mecanismo de lesión suele denominarse de golpe
directo. El deportista es golpeado en la parte posterior de la rodilla causando que la tibia se
traslade anteriormente o desde la parte lateral.
Según Gómez Rodas, los factores de riesgo para el ligamento cruzado anterior pueden ser
posturales, anatómicos y fisiológicos que son mas comunes en las mujeres deportistas”
Los factores de riesgo potenciales para lesión del LCA se han categorizado como:
• Ambiental
• Anatómico
• Hormonal
• Biomecánicos
Diagnostico
Según Kulund, “la prueba para la integridad del ligamento cruzado anterior se realizaba en otro
tiempo flexionando la rodilla a 90º sentándose sobre el pie y procurando que los músculos
posteriores del muslo estuvieren relajados antes de traccionar la pierna hacia delante. En la
actualidad se recurre a un método mas preciso para confirmar o descartar la presencia de una
subluxación anterior de la meseta tibial, mediante la prueba del tirón (prueba del cajón anterior
con la rodilla en 15º de flexión)”
• Historia y examen físico
• La prueba de Lachman
• Pivot shift
• El cajón anterior
• Prueba de slocum
Tratamiento de la rotura del ligamento cruzado anterior
El ligamento cruzado anterior roto se deshace como el trenzado de una cuerda y no se puede
curar por sí mismo.
Tratamiento no quirúrgico
Tratamiento quirúrgico
Sin cirugía estos pacientes son incapaces de volver a su actividad deportiva debido a la
inestabilidad de su rodilla, y hay riesgo elevado de presentar otras lesiones.
Los estudios realizados sobre la lesión en ligamento cruzado anterior tienen claro la tensión que
se genera en el injerto cuando se ejecuta una acción de extensión de la pierna en una acción de
cadena cinética abierta. Por esta razón, se sugirió retardar su ejecución hasta la semana 20,
cuando la tensión del ligamento después de la necrosis y ligamentacion lo permitiera. Sin
embargo, una vez los sitios de fijación se hayan integrado al tejido, la capacidad de absorción de
la tensión es completa, por eso, la ejecución del ejercicio en extensión de pierna en cadena
cinética abierta, puede realizarse en forma progresiva desde la semana 8 luego de la cirugía. (2)
Tabla 1. Lesiones de la rodilla en deporte (3)
Incidencia
Lesiones
(porcentaje)
Esguinces
Lesiones en el ligamento
17 (47%)
Cruzado anterior
Lesiones en el ligamento
10 (28%)
Colateral medial
Lesiones en el ligamento
2 (5%)
Colateral lateral
Lesiones en el ligamento
1 (3%)
Cruzado posterior
Otros 6 (17%)
La ruptura del ligamento cruzado anterior produce una desaferentacion de los receptores
neuronales del mismo tanto de terminales nerviosas como de los Mecanorreceptores
especializados en responder a estímulos mecánicos, alterando las vías reflejas a los nervios
motores y a los husos musculares, además de la vías consientes e inconscientes de apreciación de
propiocepcion y cinestesia., estas vías son necesarias para el control neuromuscular de feed
forward y feed back, que le dan la estabilización dinámica a la articulación, el nivel de activación
muscular preparatorio o reactivo suministra la estabilización dinámica para el individuo con L.C.A
insuficiente.
Los programas de rehabilitación deben incluir actividades que mejoren el fitness muscular
mientras se estimulan las adaptaciones aferentes, periféricos, los reflejos espinales y los patrones
corticales motores. (2)
La ruptura del L.C.A altera los patrones motores reflejos al musculo, al huso muscular y a los
centros motores superiores disminuyendo la capacidad de estabilización dinámica dejando la
rodilla prácticamente inestable esta desaferentacion parcial produce modificaciones en la
activación y secuencia de reclutamiento muscular observadas en la marcha y en la carrera.
Las actividades diseñadas para restaurar el control neuromuscular después de una lesión de
L.C.A intentan complementa los protocolos de rehabilitación tradicionales quienes recuperan la
fuerza, la resistencia, la flexibilidad. El objetivo de las actividades de control neuromuscular es
integra las sensaciones periféricas relacionadas con la posición articular y procesar estas señales
hacia respuestas motoras eferentes.
En la rodilla lesionada del LCA estos mecanismos dinámicos compensan la falta de estabilidad
mecánica y pueden producir una articulación estable funcionalmente con el uso de posiciones de
vulnerabilidad simuladas que exijan estabilidad muscular reactiva. (2)
Los modelos de trabajos mas recientes han intentado mejorar la actividad neuromuscular,
reduciendo los tiempos de reacción utilizando plataformas inestables y aumentando la velocidad
de los reflejos de estiramiento con resultados alentadores, este entrenamiento puede ayudar a los
deportistas a corregir patrones de activación muscular en forma consiente y a la promoción de
patrones motores específicos funcionales, eventualmente la reordenación de los patrones de
control de la musculatura isquiotibial discriminatoria, puede ayudar al deportista con lesión del
LCA a restablecer la actividad muscular preparatoria y reactiva para la estabilidad articular. (2)
Cuando entrenamos la fuerza durante la rehabilitación del LCA, debemos entrenar todos los
tipos de fibras musculares. Esto nos lleva a aceptar que deberemos llegar a trabajar con cargas
muy intensas si queremos entrenar a las fibras rápidas o blancas tipo 1, las cuales son las más
fuertes y explosivas y, por lo tanto, las que más condicionan el rendimiento en los deportes de
equipo y de velocidad. Por otro lado, recién llegaremos a trabajarlas luego de un largo período de
acondicionamiento, el cual tiene por objetivo adaptar a la articulación, y fundamentalmente al
injerto, al futuro stress al cual se los someterá. (5)
Debemos acordar que los ejercicios de cadena cinemática cerrada (C.C.C.), como la sentadilla,
no ponen en riesgo alguno a la articulación de la rodilla. Como bien señala Brotzman SB (6), los
ejercicios de C.C.C. promueven la cocontracción e incrementan la estabilidad a través de las
cargas compresivas incrementadas en la articulación. La cocontracción minimiza la traslación
anterior de la tibia sobre el fémur que ocurre con cargas compresivas incrementadas, reduciendo
las fuerzas de cizallamiento en la articulación y de tensión en el L.C.A. Debido a la reducción de la
tensión sobre el LCA, los ejercicios de C.C.C. pueden ser incorporados tempranamente en el
programa de rehabilitación para fortalecer a los cuádriceps.
A partir de la segunda semana, la extensión de rodilla se realizará con una carga de 1kg.
Colocada proximalmente. En la tercera semana, el paciente empezará a realizar cuatro veces por
día 3 series de 10 repeticiones (sin carga) de flexiones de rodilla, aducción y abducción de la
cadera; y extensiones de tobillo teniendo como carga a su propio peso corporal. A partir de la 3ra.
Semana, el paciente incrementará la carga para el cuádriceps a 2 kg., y para el resto de los
ejercicios en 1 kg
Dicha planificación deberá señalar las ejercitaciones a ser realizadas, así como los volúmenes y
las intensidades de trabajo.
Las diferentes etapas de la cicatrización del neoligamento, así como el estado general de la
rodilla, serán las que limitarán las diferentes cargas a utilizar.
Los tests de fuerza máxima serán utilizados tanto para evaluar los incrementos de fuerza así
como para la determinación de los diferentes pesos a utilizar. De todos modos, siempre se tendrán
en cuenta a la cicatrización del neoligamento y al estado general de la rodilla al indicar las cargas
de trabajo. Todos los tipos de fibras musculares deben ser entrenados. Por lo tanto, es necesario
llegar a trabajar con cargas muy elevadas.
La planificación de las cargas debe periodizarse. Es tan importante que se fatigue como que se
recupere al paciente. La planificación debe ser individual analizando cada caso en particular.
Muchos autores proponen la rehabilitación del ligamento cruzado anterior, después del periodo
operatorio y lo dividen en fases y estadios que pretenden mejorar la actividad funcional del
mismo.
Primera semana. En este período se deja inmovilizada la rodilla y no se debe hacer apoyo en la
misma. Durante esta semana se deja la férula o rodillera con un rango de movimiento de 10º a la
extensión a 30 º de flexión. Pero se recomienda usar un aparato de movilización pasiva (es decir
que mueve la rodilla sin el atleta intervenir en ello) el cual extiende completamente la rodilla y
luego la flexiona hasta 60º. En este tiempo conforme el paciente vaya tolerando se va
aumentando el grado de flexión, para que vaya dando de sí. Es importante usar hielo aplicado a la
rodilla el mayor tiempo posible para evitar la inflamación y disminuir el dolor de la movilización.
Generalmente se recomienda usar hielo tres veces al día por 30 min, cada vez.
Segunda semana. Se van quitando las muletas según lo vaya tolerando el atleta, normalmente
es alrededor de la segunda semana cuando sucede esto. Se deja de usar el aparato de
movilización pasiva para comenzar con ejercicios que hagan trabajar al músculo cuadriceps e
isquiotibiales. Por ejemplo, se comienza con ejercicios en los cuales sentado se hace extensión de
la rodilla conforme lo vaya soportando el atleta. Para ayudar a los músculos posteriores del muslo,
se acuesta el paciente boca abajo en la orilla de una mesa y se deja caer la pierna con lo que se
obliga a la rodilla a extenderse. Además en la segunda semana deben haberse quitado ya los
puntos de sutura.
Tercera a cuarta semana. Se quita la férula larga que se venía usando y se coloca una rodillera
corta con el rango de movilidad completo y varillas laterales para ayudar al soporte de la misma.
Continuamos con los ejercicios de extensión de la rodilla así como flexión de la misma, además se
comienza con ejercicios de fuerza contra resistencia, por ejemplo, poniendo resistencia con una
mano a la extensión de la rodilla. Además, se comienza con el uso de bicicleta estacionaria sin
resistencia.
Quinta a sexta semana. En este tiempo se pueden ir agregando sentadilla conforme lo tolere el
paciente. Se continúa con la rodillera, además se pueden hacer ejercicios con pesas de poco peso
en la extensión (curl) de la pierna. También aquí podemos empezar con ejercicios de natación sin
llevar a cabo la patada de "rana" (pecho), solamente estilo libre. Se debe trabajar en la educación
de la marcha usando una banda sin fin y comenzamos con un programa para caminar según lo
vaya tolerando el paciente.
Séptima a novena semana. Se deben efectuar ejercicios parecidos al deporte que se practica,
en movimientos controlados, aunque se hagan despacio. Se aumenta en duración e intensidad el
programa de ejercicios. El atleta se debe quitar la rodillera durante la vida diaria y solamente
usarla en situaciones de ejercicios de "riesgo" o bien porque no tengamos confianza todavía en
nuestra rodilla.
Décima semana en adelante. Prácticamente se sigue con el uso de gimnasio y pesas para
seguir fortaleciendo y vamos incrementando los ejercicios específicos de nuestro deporte. Algunos
puntos importantes son:
Primera semana
• Reposo absoluto
• Frío local durante 15 min cada hora
• Electroestimulación muscular del cuadriceps
• Elevación de la pierna con extensión de la rodilla
• Ejercicios activos de extensión de la rodilla (contracción del
cuadriceps isometría)
• Movimientos pasivos de la rodilla (0-90º)
• Desplazamiento mínimo (siempre con muletas)
• Movilización de la rótula
• Reeducación de la marcha
• Marcha sin muletas
• Ejercicios activos de flexión de la rodilla hasta limitación por
dolor
• Bicicleta estática (cuando la flexión de rodilla sea de 100º)
• Ejercicios en piscina
• Estimulación eléctrica muscular
Día 1
• Apoyo de la extremidad:
• Apoyo parcial a tolerancia, uso de muletas cuando se esté de pié.
• La férula debe usarse todo el tiempo, inclusive para dormir.
• La férula se retira solo si se va a utilizar la máquina de movimiento
continuo pasivo.
• Ejercicios y actividades:
• Reposo relativo.
• Polar Care o hielo.
• Elevación de la extremidad por arriba del nivel del corazón.
• Ejercicios isométricos de cuádriceps y músculos de la corva.
Día 2 a 14
• Apoyo de la extremidad:
• Apoyo progresivo a tolerancia, uso de muletas cuando se esté de pié.
• Para el día 14 el paciente debe estar apoyando completamente la
extremidad y deambulando sin muletas.
• La férula solo se retira al realizar la rehabilitación, al bañarse, al
sentarse y al estar descansando.
• La férula se usa por las noches hasta que el paciente tenga y
mantenga una extensión completa.
• El paciente debe de moderar sus actividades para disminuir la
inflamación.
• Ejercicios y actividades:
o Colocar hielo o Polar Care antes de realizar los ejercicios.
o Extensión pasiva de rodilla colocando un alza debajo del talón.
o Estiramientos de gemelos con una toalla.
o Isométricos de cuádriceps con el paciente sentado y la rodilla
completamente extendida con un alza debajo del talón.
o Electroestimulaciones con el paciente sentado y la rodilla
completamente extendida con un alza debajo del talón.
o Deslizamientos en la pared para incrementar la flexión
o Ejercicios de flexión pasiva en el borde de la mesa.
o Movilizaciones de patela en todos los sentidos.
o Estiramiento y fortalecimiento de aductores y abductores de la
cadera a tolerancia.
o Estiramiento y fortalecimiento de los músculos de la corva
excepto en los casos operados con técnica de Semitendinoso.
o Estiramiento y fortalecimiento de gemelos.
• Ejercicios propioceptivos: pararse en la extremidad operada
Semana 2 a 6
• Apoyo de la extremidad:
o Para este tiempo el paciente ya debe estar apoyando
completamente y deambulando sin muletas.
o La férula se puede retirar cuando se esté en la casa, siempre
usarla al salir a la calle.
o Si el paciente tiene una rodillera articulada puede usarla en vez
de la férula.
• Ejercicios y actividades:
• Elevación de la pierna con la rodilla extendida (paciente acostado).
• Sentadilla con las dos piernas flexionando solamente hasta 45°.
• Estiramiento de los músculos de la corva en todos los casos, iniciar
fortalecimiento progresivo contra resistencia excepto en los casos operados
con técnica de Semitendinoso.
• Ejercicios en escalera, iniciar con cuatro escalones y aumentar
progresivamente a seis.
• Escaladora, progresar lentamente.
• Bicicleta estacionaria sin resistencia para mejorar arco de movimiento.
• Ejercicios en alberca: caminata hacia adelante y hacia atrás, nado
utilizando tabla flotadora y patada de delfín o mariposa.
• Estiramiento y fortalecimiento de aductores, abductores y rotadores
de la cadera a tolerancia.
• Ejercicios propioceptivos: usar tabla de equilibrio, primero con las dos
piernas y luego solo con la operada. No realizar ejercicios que involucren
rotación.
Semana 6 a 9
• Apoyo de la extremidad:
• Apoyo completo de la extremidad operada.
• En éste momento se puede retirar permanentemente la férula
• Ejercicios y actividades:
• Ejercicios en alberca: patada de crawl primero en la orilla de la alberca
o con tabla flotadora, después ya sin la tabla.
• Jogging en alberca.
• Caminata en terreno plano.
• Ciclismo en terreno plano, no usar cintas en los pedales, no ciclismo
de montaña.
• Los pacientes operados con técnica de Semitendinoso pueden
comenzar ejercicios de fortalecimiento contra resistencia de los músculos de
la corva.
Semana 9 a 12
• Apoyo de la extremidad:
• Apoyo completo de la extremidad operada.
• Ejercicios y actividades:
• Se puede progresar de caminata a trote ligero en terreno plano.
• Desplantes.
• Ciclismo en cualquier terreno.
• La sentadilla se puede incrementar hasta 60°-90°.
• Salto con dos piernas.
Semana 12
• Ejercicios y actividades:
• Comenzar ejercicios en gimnasio, se puede realizar 'leg press', 'leg
curls' y medias sentadillas, NO realizar 'leg extensión' en los últimos 30°.
• Carrera a ½ - ¾ de velocidad en terreno plano.
• Subir corriendo escaleras y bajarlas caminando.
• Entrenamiento de intervalos o ciclos en la bicicleta.
• Ejercicios propioceptivos: salto en todas direcciones, primero con las
dos piernas y progresar a una pierna. Ejercicios pliométricos: saltar de un
escalón o una caja.
Semana 14 a 16
El paciente puede practicar deportes que no involucren movimientos de pivoteo de la rodilla
(carrera, natación, ciclismo, golf, patinaje) solo si presenta:
6 meses
• Ejercicios y actividades:
o Iniciar trabajo torsional y lateral:
8 segundos: iniciar con 8 segundos largos (40-50 m) e
irlos cerrando gradualmente hasta finalizar con 8 segundos de
5-10 m. Tres series de 10.
Cariocas. Tres series de 10.
Carrera direccional: viendo de frente al entrenador,
correr 10m hacia adelante, hacia los lados y hacia atrás para
formar un cuadrado. Tres series de 10.
Correr y cortar a 90°: correr 20 m a media velocidad y
cortar 90° hacia la derecha, repetir cortando hacia la
izquierda. Tres series de 10 en cada dirección, incrementar
gradualmente la velocidad.
Metodología
Programa de ejecución:
A continuación presentaremos un programa de ejecución para la rehabilitación de esta lesión.
Este programa de ejecución, incluye trabajos de las capacidades condicionales, a demás de un
trabajo propioceptivo.
Características del programa de rehabilitación para deportistas con lesión del LCA
Los trabajos de fuerza y flexibilidad en la cadena cinética superior deberán realizarse igual a lo
planeado en la etapa de entrenamiento en la cual se encuentra el deportista, y en el deporte
específico con el fin de mantener el componente físico. En la cadena cinética media los trabajos de
fortalecimiento deberán realizarse igual, solo cambiaran si la cirugía fue operada con técnica del
semitendinoso.
El componente propioceptivo de las cadenas cinéticas superior y media deberá ser trabajado
con un aumento progresivo de la complejidad durante todo el periodo de rehabilitación.
Componente
Semana Componente físico Recomendaciones
propioceptivo
F: (CCI)
Trabajo isométrico con énfasis en la
Hielo 15 minutos
extensión de los cuádriceps. (Grupo CCI
cada hora con el fin
muscular más atrofiado). Llevar la flexión Básicamente en estas
de disminuir la
de rodilla entre 60 y 90º primeras semanas, se
inflamación.
Frecuencia: 3 veces. trabajara con elementos
Trabajo del
Volumen: 3-4 series, 10 rep. inestables.
componente
1. Intensidad: 6-8 seg. Movimiento articular de
psicológico con el
tobillo con pelotas de
deportista.
E: Estiramiento pasivo de tríceps sural y diferentes tamaños,
Importante en las
músculos dorsiflexores. trabajo de abducción
primeras semanas.
V: 2 series de 3 repeticiones aprisionando pelota.
Participación activa y
I: hasta el punto de dolor GC. (B)
consiente
F: 3 veces
Fotografias
Consideramos importante señalar, que como futuros educadores físicos, debemos comenzar a
profundizar en temas que conciernen cada vez mas en nuestra área; pues tendremos cada vez
mas argumentos lógicos para afrontar situaciones de salud con mayor madurez y solidez,
mejorando así nuestra posición frente a las diferentes ciencias y disciplinas que van de la mano
con el deporte y la prevención o rehabilitación de lesiones.
Consideramos pertinente ahondar mas sobre los temas que tienen que ver con las lesiones
deportivas, debido a que nuestro campo de acción rige a partir de la praxis motriz y que es este
uno de los factores que en cierto modo puede influir como factor secundario de riesgo para llevar
a cabo una lesión grave que conlleve incluso hasta la deserción definitiva de su deporte. En este
trabajo, planteamos todo lo que circunda las lesiones de rodilla en especial, las lesiones del
ligamento cruzado anterior, con su plan de rehabilitación y sus prevenciones.
Esperamos que sea para cada uno de los lectores, un punto de partida para estudiar y proponer
programas de recuperación de lesiones en las diferentes articulaciones del cuerpo y que sea de
gran apoyo académico para quienes lo necesiten.
Bibliografía