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LOS INUIT

1 INTRODUCCIÓN

Inuit, también llamados esquimales, pueblo ártico que habita en pequeños


enclaves de las zonas costeras de Groenlandia, de la Norteamérica ártica
(incluidas Canadá y Alaska) y el extremo nororiental de Siberia. El nombre con
el que se denominan a sí mismos es inuit (en siberiano y algunas lenguas de
Alaska, yuit), que significa ‘la gente’. El nombre ‘esquimal’, que se considera
despectivo, significa ‘devoradores de carne cruda’, término con el que de
forma poco exacta les bautizaron los pueblos algonquinos.

Campamento inuit de caza estival


En el pasado, los inuit eran un pueblo esencialmente nómada que sobrevivía de la caza, siguiendo los
movimientos estacionales de sus piezas de caza. Aunque muchos esquimales viven hoy en colonias
establecidas en Nunavut, una región al norte de Canadá, algunos mantienen sus costumbres de caza
tradicionales. En la fotografía, un esquimal junto a su iglú de verano, una tienda hecha de pieles de morsa o
foca.

2 AGRUPAMIENTO REGIONAL

El pueblo inuit muestra una gran adaptación a la climatología ártica. Como


habitantes de un área que cubre más de 5.150 km, disfrutan de un territorio
geográfico mayor que cualquier otro pueblo indígena, a pesar de tener una
menor densidad de población. De forma general, se les puede encuadrar en
las siguientes divisiones geográficas, enumeradas de este a oeste:

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LOS INUIT

(1) los inuit de Groenlandia, que viven en las costas orientales y occidentales
del sur de Groenlandia, han adoptado muchos hábitos europeos y se conocen
como groenlandeses o kalaallitt (kalâtdlit).

(2) los inuit de Labrador, que ocupan la costa desde la otra punta de
Terranova hasta la altura de la bahía de Hudson, con algunos asentamientos
en el sur de la isla de Baffin.

(3) los inuit centrales, que incluyen: los del extremo norte de Groenlandia, los
de Canadá, isla de Baffin y los del oeste de la bahía de Hudson.

(4) los inuit de la isla de Banks, incluyen los habitantes de dicha isla, los de la isla
de Victoria y demás grandes islas frente a la costa ártica central.

(5) los inuit árticos occidentales o inuvialuit, que se encuentran a lo largo de la


costa ártica occidental de Canadá.

(6) los inuit de Alaska.

(7) los yuit de Alaska y (8) los yuit de Siberia.

Región ártica
La región ártica, que abarca Alaska (Estados Unidos) y el norte de Canadá, permaneció deshabitada hasta
el 2000 a.C. aproximadamente, periodo durante el cual los glaciares que componían el paisaje comenzaron
a fundirse. Tras ello, la población fue creciendo muy lentamente, debido a que la dureza del clima y la
escasa luz limitaban las fuentes de alimentación.

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LOS INUIT

3 HISTORIA

A partir de testimonios arqueológicos, lingüísticos y psicológicos, arqueólogos y


antropólogos han llegado a la conclusión de que los inuit emigraron a través
del estrecho de Bering desde Siberia hasta la Norteamérica ártica, mucho
después que la mayoría de los indígenas americanos.

Comparten multitud de rasgos culturales con los pueblos árticos siberianos y


con sus propios parientes más cercanos, los aleutianos. Los yacimientos
arqueológicos más antiguos identificables como inuit en el suroeste de Alaska
y las islas Aleutianas, datan del 2000 a.C. y difieren ligeramente de los
yacimientos inuit posteriores. Hacia el 1800 a.C. surgieron en Siberia y en la
región del estrecho de Bering culturas altamente evolucionadas como la Old
Whaling (Antigua pesca de ballenas) o del mar de Bering, y otras
emparentadas. En el este de Canadá floreció la cultura Old Dorset desde el
1000-800 a.C. hasta el 1000-1300 d.C. El pueblo Dorset fue arrasado por los inuit
Thule que hacia el 1000-1200 d.C. habían llegado a Groenlandia. Allí, la cultura
inuit recibió influencias de los colonos nórdicos medievales y, a partir de 1700,
de los daneses.

4 LENGUA Y LITERATURA

Las lenguas de los pueblos inuit constituyen una subfamilia de la familia


lingüística esquimal-aleutina. En Alaska existe una importante división
lingüística, que depende de que los individuos se denominen a sí mismos inuit
(singular, inuk) o yuit (singular, yuk). La rama oriental de la subfamilia —llamada
generalmente inupiaq en Alaska, pero también inuktitut en Canadá y
kalaallisut (kalâdtlisut) en Groenlandia— se extiende desde el este de Alaska, a
través de Canadá y desde el norte hasta el sur de Groenlandia.

Silabario del idioma Inuit.

Está constituida por varios dialectos, cada uno


de ellos inteligible para los dialectos vecinos,
aunque no para los que son geográficamente
remotos. La rama occidental, denominada yupik,
incluye tres lenguas distintas: el yupik del centro
de Alaska, el yupik del Pacífico y el Golfo, y el
yupik de Siberia, cada uno de ellos a su vez con
varios dialectos. Los dialectos inupiaq cuentan
con más de 40.000 hablantes en Groenlandia y
más de 20.000 en Alaska y Canadá. La lengua yupik la hablan unos 17.000
individuos, incluidos 1.000 en la antigua Unión Soviética.
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LOS INUIT

Estas diferentes lenguas se utilizan durante el primer año escolar en algunas


zonas de Siberia, en la enseñanza religiosa y la educación en escuelas bajo
jurisdicción inuit en Alaska, y en las escuelas y los medios de comunicación en
Canadá y Groenlandia.

La lengua inuit o inupiak pertenece a la familia esquimal-aleutiana, siendo la


oriental de las dos lenguas esquimales; la occidental es la yupik. Entre ambas
existe una continuidad de dialectos si bien hay una línea que divide de forma
brusca los mismos, estando situada la misma en el paralelo 64º en Alaska.

Al sur y al oeste de esta línea se extiende la variante yupik hacia las Aleutianas
y Siberia. La palabra inuit significa gente, siendo el plural de la palabra inuk,
persona.

La literatura en inuit occidental arranca del siglo XVIII con textos religiosos y
actualmente hay una proliferación de periódicos, revistas, novelas y librerías.

La lengua inuit es hablada por unas 60.000 personas, de las cuales 45.000 viven
en Groenlandia, donde la inuit goza de reconocimiento de lengua oficial:
kalaallit oqasii o la "lengua de los groenlandeses". En Canadá la lengua es
hablada por unas 16.000 personas y otras 5.000 en Alaska.

El inuit groenlandés occidental es la lengua de enseñanza en las escuelas en


Groenlandia, lo que significa que el número de hablantes inuit está creciendo,
aunque la mayor parte de los adultos groenlandeses, especialmente los de las
ciudades más grandes, son bilingües en danés e inuit.

La lengua inuit consiste de una cadena ininterrumpida de dialectos que son


mutuamente inteligibles siempre que estén próximos geográficamente, pues
los más extremos entre sí de la cadena son ininteligibles. La cadena se podría
dividir en los siguientes dialectos:

• Inuit ártico oriental.


• Inuttut labrador.
• Inuit alaskeño septentrional.
• Inupiat alaska noroccidental o inuit.
• Esquimal copper.
• Groenlandés.

Para escribir inuit se usa el alfabeto romano; hacia mediados del siglo XIX
Samuel Kleinschmidt normalizó la pronunciación de las palabras groenlandesas
sobre una base etimológica en lugar de una fonética. En 1973 se introdujo una
ortografía más segura.

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LOS INUIT

5 ORGANIZACIÓN SOCIAL

Los hábitos y costumbres de los inuit, al igual que su lengua, son notablemente
uniformes a pesar de su amplia dispersión.

La familia es la unidad social más significativa. En la cultura tradicional, los


matrimonios, aunque pactados en ocasiones, quedan generalmente a la libre
elección del individuo. La monogamia es la costumbre frecuente, pero
también se dan tanto la poliginia como la poliandria. El matrimonio, una
necesidad virtual para la supervivencia física, se basa en una estricta división
del trabajo. Los hombres construyen las casas, cazan y pescan, mientras que
las mujeres cocinan, curten las pieles de animales y fabrican vestimentas.
La ley social básica es la obligación de ayudar a la propia parentela. El
escarnio comunitario constituye el medio más habitual de control social; en
casos extremos, tras prolongadas deliberaciones, un infractor puede ser
condenado al ostracismo social o incluso a muerte.

Al no existir ninguna estructura legal comunitaria, el lesionar a alguien


perteneciente a un grupo distinto pone en peligro al propio grupo de
parentesco (que debe asumir la responsabilidad del delito) y plantea la
posibilidad de un enfrentamiento sangriento. La demostración excesiva de los
sentimientos es objeto de desaprobación. Algunos grupos controlan los
conflictos por medio de combates de lucha libre o de confrontaciones de
canto, en la que los contendientes agraviados exteriorizan cánticos insultantes;
el perdedor puede llegar a ser expulsado de la comunidad.
Las alianzas entre individuos no emparentados se forman y se mantienen a
través del intercambio de regalos y de las muestras de respeto. La forma más
elevada de intercambio de regalos se produce cuando el jefe de una familia
ofrece la oportunidad de mantener una relación sexual temporal con la mujer
adulta de más alta consideración de su familia.

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LOS INUIT

Sin embargo, la mujer conserva el derecho a rechazar dicha relación y, en tal


caso, el respeto se simboliza a través de la ofrenda de algo distinto.

6 PROVISIÓN DE ALIMENTOS

La dieta inuit tradicional se compone de pescado, focas, ballenas y otros


mamíferos marinos, cuya carne se come cocida, desecada o congelada. Las
focas constituyen el principal alimento invernal y su recurso más preciado.
Proporcionan comida para los perros, vestidos y materiales para confeccionar
botas, tiendas de campaña y cuerdas para los arpones, así como combustible
luminoso y calórico. En el verano se cazan los caribús en el interior de Alaska y
Canadá. En menor medida también se proveen de osos polares, zorros, liebres
y pájaros árticos, sobre todo aves marinas. La caza mayor, como la ballena, la
morsa y el caribú exigen expediciones de caza superiores a las que están al
alcance de cualquier grupo de parentesco. Muchas familias observan un ciclo
estacional de caza y pesca que les lleva de un extremo a otro de su territorio
habitual; durante el trayecto, realizan intercambios comerciales con otros
grupos.

7 VIVIENDA, TRANSPORTE Y VESTIDO

Los iglúes (en inuit, iglu ‘casa’) son de dos tipos: tiendas de piel de morsa o de
foca en el verano y chozas o casas durante el invierno. Las viviendas invernales
suelen estar construidas de piedra, sobre un armazón de maderos o barbas de
ballena, con hendiduras y recubierto de musgo o hierbas.

Iglú Aunque mucha gente cree que todas las comunidades inuit viven en iglúes, en realidad sólo las que
habitan las regiones central y oeste de Canadá los utilizan durante la larga temporada de invierno. Casi
todos los inuit construyen tiendas con pieles de animales en el verano y habitan casas hechas con porciones
de césped en el invierno. Los inuit canadienses viven en iglúes durante muchos meses, utilizando lámparas
de sebo como única fuente de calor.

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LOS INUIT

Las formas tradicionales más importantes de desplazamiento son el kayac, el


oomiac y el trineo de perros. El ligero y marinero kayac es un barco de caza,
parecido a la canoa, construido sobre un armazón de madera, totalmente
recubierto con piel de foca, excepto una abertura redonda central en la que
va sentado el único ocupante.

El oomiac, un barco más grande y abierto, de unos 9 m de longitud y 2,4 m de


ancho, y construido también sobre un armazón de madera recubierto de piel
de morsa, se utiliza para las expediciones balleneras y, en ocasiones, para
transportar a las familias y las mercancías.

El trineo, tirado por un conjunto de los llamados perros esquimales adiestrados


para tal fin, es muy común entre todos los inuit excepto los del sur de
Groenlandia. Con la adquisición de hierro mediante intercambios comerciales,
los patines de este metal sustituyeron en gran medida a los construidos con
marfil o barbas de ballena. En esta última mitad del siglo, las motoras y los
trineos a motor han adquirido gran importancia como medios de
desplazamiento.

La vestimenta tradicional de los inuit, tanto para hombres como para mujeres,
está compuesta por botas impermeables, pantalones de doble capa y parka,
un chaquetón ajustado de doble capa con capucha, todo él fabricado en
piel. Una capucha de mayor tamaño forma una cómoda cuna para los recién
nacidos.

8 ARTES Y OFICIOS

Desde los tiempos prehistóricos, los utensilios inuit han sido célebres por su
esmerada fabricación y la artesanía de su ornamentación tallada. El marfil
procedente de las morsas y las ballenas, el material más accesible para
confeccionar tallas, se transforma en figurillas que representan animales y
personas.

La madera de playa y las barbas de ballena se tallan para confeccionar


máscaras ceremoniales, algunas de tamaño tan reducido que se llevan en los
dedos de las mujeres durante las danzas rituales. Tras el contacto iniciado en el
siglo XVIII con los comerciantes europeos, canadienses y estadounidenses, los
inuit también fabricaron, como artículos comerciales, colmillos tallados y
objetos de marfil y de barbas de ballena tales como bastones y tableros de
cribbage.

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LOS INUIT

Talla en marfil de los inuit


La talla en marfil, material que se obtiene sobre todo de animales árticos como la morsa, es una tradición
inuit que data de tiempos prehistóricos. Aún hoy, las tallas son un elemento importante en su cultura y su
economía. Muchos inuit se ganan el sustento vendiendo estas elaboradas figuritas.

A partir de 1950, el gobierno canadiense, preocupado por las presiones que


progresivamente estaban forzando a los inuit hacia una economía dineraria,
fomentó la talla y venta de esculturas muy elaboradas de esteatita.

La escultura y el estampado, comercializados en régimen de cooperativa, se


han convertido en los pilares de la economía de los inuit canadienses y en una
de las facetas más conocidas de su cultura. Las artes teatrales inuit se centran
en los cánticos y danzas ceremoniales. Algunas canciones mágicas se
consideran propiedad personal y pueden ser objeto de venta o intercambio.

El principal instrumento musical es el tambor plano en forma de pandereta que


tocan los chamanes.

9 ADAPTACIÓN AL CAMBIO

A finales del siglo pasado, los inuit comenzaron a formar organizaciones


privadas para defender sus intereses. Estas organizaciones influyeron, por
ejemplo, en la resolución de las reivindicaciones de tierra. La Conferencia
Circumpolar Inuit, fundada en 1977, se reúne cada tres años y proporciona a
los inuit de Groenlandia y de Norteamérica un centro de reunión para debatir
problemas comunes, presionar en favor de la representación inuit en la
planificación del desarrollo económico y promover la conservación del medio
ambiente.

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LOS INUIT

10 LOS PERROS DE LOS INUIT

Los perros de los Inuit (Canis familiaris borealis) han servido durante mucho
tiempo a las culturas aborígenes del Artico como animal de carga,
compañero de caza y animal de tiro.
La cultura de los Inuit y la de sus
predecesores dependía totalmente,
hasta su contacto con los europeos, de
la caza para conseguir alimentos,
vestidos, habitación e instrumentos de
caza.

La presencia de cánidos domésticos


era imprescindible para las actividades
de caza en los parajes árticos. Actualmente continúa utilizándose la recua de
perros Inuit, si bien gran parte han sido sustituidos por vehículos mecánicos
adaptados a la nieve.

La actividad más económicamente significativa para los perros Inuit es la caza


deportiva del oso polar con fines comerciales.

En 1994 -95 la caza ha producido ingresos estimados de 3 millones de dólares


canadienses a las comunidades en las que se ha realizado.

11 LA MITOLOGÍA INUIT

Leyenda del origen del mundo.

En el origen del mundo, tan sólo había un hombre y una mujer, sin ningún
animal. La Mujer pidió a Kaila, el dios del cielo, que poblara la Tierra. Kaila le
ordenó hacer un agujero en el hielo para pescar. Entonces, ella fue sacando
del agujero, uno a uno, todos los animales. El caribú fue el último.

Kaila le dijo que el caribú era su regalo, el más bonito que podría hacerle,
porque alimentaría a su pueblo. El caribú se multiplicó y los hijos de los
humanos pudieron cazarlos, comer su carne, tejer sus vestidos y confeccionar
sus tiendas. Sin embargo, los humanos siempre elegían los caribús más bellos,
los más grandes. Un día, sólo les quedaron los débiles y los enfermos, por lo que
los Inuits no quisieron más. La Mujer se quejó entonces a Kaila. El la reenvió al
hielo y ella pescó el lobo, enviado por Amorak, el espíritu del lobo, para que se
comiera a los animales débiles y enfermos con el fin de mantener a los caribús
con buena salud.

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LOS INUIT

Leyenda de Sedna.

Sedna es una diosa legendaria del pueblo Inuit, y aún hoy es muy conocida,
existiendo tantas versiones como pueblos esquimales. Una joven vivía solitaria
con su padre, viudo. Astutamente, un chamán la sedujo y se caso con él
(según otras versiones, se casó con un hombre-ave o con un perro). Después
de un tiempo en su isla lejana, su padre oyó quejidos más allá del mar: era su
hija que estaba siendo maltratada. Embarcó entonces sobre su kayac para ir a
buscarla y tras recuperarla, se hizo a la mar con ella. Viendo a Sedna huir, su
marido, dotado de poderes sobrenaturales ordenó al mar abrirse. El padre de
Sedna, al ver tan cercana la muerte, la sacrificó echándola al mar, pero ella,
agarrándose al borde, ponía la embarcación en peligro. El padre cortó
entonces los dedos de su hija que se convirtieron en peces, así como los
pulgares y las manos, que se transformaron en focas, ballenas y todos los
animales marinos. Sedna se hundió en el fondo, donde todavía reside como
una diosa del mar, similar a las sirenas. Cuando la caza no es buena o cuando
el mar está agitado, la creencia es que Sedna está furiosa porque sus cabellos
están enmarañados y, al no tener manos, no puede peinarlos. Es entonces
cuando los chamanes, con su magia, logran ir a peinar a Sedna y restauran así
la calma. Esta leyenda enseña que los cazadores viven con la obligación de
tratar al mar y a las mujeres con respeto.

Leyenda de Ijiraq.

En la mitología inuit, el ijiraq es el monstruo que rapta a los niños y los esconde
para siempre. Su nombre significa "el que se esconde". El inukshuk de piedra les
permite a los niños encontrar su camino si logran persuadir el ijiraq a dejarles
irse. La luna de Saturno se llama Ijiraq en referencia a esta criatura.

Malina.

Malina es la diosa del Sol para los Inuit que viven en Groenlandia. La palabra
"Inuit" significa "gente."

Malina y su hermano, el dios de la Luna Anningan vivían juntos. Ellos se


comenzaron a pelear y Malina ensució la cara de su hermano con grasa sucia
y negra.

Temerosa, ella corrió lo más fuerte que pudo hacia el cielo y se convirtió en el
Sol. Anningan la persiguió y se convirtió en la Luna.

Anningan a menudo olvida comer, así es que se pone flaco mientras pasan los
días. Cada mes, la Luna desaparece por tres días mientras que Anningan
come. Luego el regresa a perseguir a su hermana otra vez.

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Esta persecución eterna hace que el Sol alterne en el cielo con la Luna.

12 NUNAVUT

Ningún esquimal te ofrece a su mujer en un iglú. Tampoco le gusta que le


llamen esquimal, palabra despectiva de los indios algonquinos que significa
“comedor de carne cruda”. Ellos son inuit, “los hombres” en su lengua inuktitut.
Suelen practicar el protestantismo y hace tiempo que dejaron de creer en los
espíritus del mar y del viento.

El primero de abril de 1999 los 22.000


inuit del Ártico oriental de Canadá
consiguieron por fin su sueño de ser
una nación.

Con un territorio de 1.426.040 km2 en el paralelo 60 –


que corresponde a un quinto del total de Canadá-,
el país de los inuit (en rosa) sólo alberga 22.000
habitantes.

Se llama Nunavut (“Nuestra Tierra”), y ocupa un espacio zigzagueante y


gigantesco de tundra y archipiélagos helados. Nada menos que 1.426.040 km2
al norte del paralelo 60.

Nunavut satisface un sueño de autonomía


largamente acariciado por los inuit. No
querían ser menos que otros pueblos
indígenas de Canadá. En 1996 oka,
ipperwash y nativos de Gustafsen Lake
habían mantenido fuertes enfrentamientos
con el ejército canadiense.

La familia de Pauloosie Muckpa, con dos hijos propios y dos


adoptados, acampa en una zona de pesca cerca de Artic
Bay en contacto con tierra firme. Representan el deseo del
pueblo inuit de superar los problemas sociales y la pobreza.

Un informe de la Comisión Real sobre pueblos aborígenes de Canadá había


recomendado ir preparando el terreno a la autodeterminación, o en su
defecto, al autogobierno.

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LOS INUIT

Hoy, los inuvialuit, gwichin y shatu dené controlan sus tierras y recursos en el
noroeste. El gobierno canadiense ha acordado 6 concesiones más en el
Yukón.

Y tras ratificarse, en agosto de 1998, el tratado con los indios nisga'a del valle
de Naas se puede hablar de una independencia efectiva de esa etnia cifrada
en 31.000 personas.

Pero Nunavut supone casi un quinto de la superficie de Canadá y se desgaja


de forma pacífica. Sobre el papel es una autonomía generosa. Los inuit tienen
la propiedad directa sobre 350.000 km2 y se les reconocen derechos mineros
por valor de más de 120.000 millones de pesetas a pagar en 14 años.

Dada su escasa población, las perspectivas económicas de Nunavut parecen


halagüeñas. Aún más si se
comparan con la triste situación de
otros indígenas del mundo
desposeídos de sus tierras.

Su carne aporta las proteínas indispensables en


la alimentación y la piel protege del frío. Los
cazadores han capturados tres morsas,
favorecidos por el viento del sur, que provoca la
aparición de estos mamíferos.

De momento, los inuit se sienten a


gusto dentro de Canadá.

No tienen fuerza numérica ni ganas


de plantear aventuras independentistas. Viven en casas donde no faltan
buenos radiadores y televisión por satélite.

En Grise Fiord, la aldea más norteña del Ártico canadiense, llaman por teléfono
con tanta desenvoltura como en Montreal. En la ensenada de Ranldn
navegan por Internet más que en kayak.

Si insistes, igual te construyen un iglú con nieve fresca para darte gusto. Pero los
esquimales modernos prefieren buenas tiendas de campaña en sus partidas
de caza y pesca.

Los inuit de Nunavut poseen una asamblea que se reúne anualmente. En


teoría los esquimales de este nuevo milenio podrán legislar en materia de
sanidad, educación, conservación de fauna.

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LOS INUIT

Administrarán justicia civil y penal.


Incluso podrán dotarse de su propia
ley sobre licores. Hay quien piensa que
no están preparados para gestionar
esa inmensidad ártica de Nunavut.

Los expertos cazadores siguen el rastro del oso polar


durante días hasta que lo encuentran. Para no
desequilibrar la población de esta especie, sólo está
permitido matar 16 piezas al año.

En la sociedad esquimal la mujer


siempre ha sido escuchada y
respetada al margen de los clisés de los viejos tramperos blancos.

Con todo, el esperanzado


nacimiento de Nunavut no
hace olvidar la dureza de la
vida ártica. Durante 2 meses
infernales se extiende una
noche absoluta.

Algunos refugios se construyen de


forma que puedan ser trasladados por
sus dueños por tierra firme o por el
agua. Esta familia se dirige a una zona
de caza de focas con todo el equipo
necesario.

La temperatura media en enero puede ser de hasta -30 ºC. Eso nunca ha
arredrado a los inuit, que han sobrevivido en esos desiertos polares desde hace
más de 4.500 años.

Todavía entre el 40 y el 70 por 100 de su dieta procede de la country food o


comida de campo, curioso nombre en un país sin otras plantas que los musgos
y los líquenes. Por el contrario, Nunavut es un prodigio de fauna.

Se conceden permisos para matar 16 osos polares por año. Cada permiso
cuesta algo más de 1.600.000 pesetas y no siempre vienen cazadores del sur
de Canadá a pagar el capricho. Pero para un esquimal, antiguo o moderno,
la caza es signo de identidad, tal vez el último que le queda.

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LOS INUIT

Por opinga, o primavera, no puede haber nada más glorioso que comer el
hígado crudo de una foca. A ser posible de una natiavinuk, una suculenta
foca fétida de 3 meses.

Lo malo es que empiezan a


lamentar de que las focas
están emponzoñadas. Y los
cetáceos y los peces.

Susie retira con admirable pericia la


papa de grasa de la piel de foca recién
cazada; aprendió a hacerlo cuando era
pequeña, ya que se crió en un
campamento.

Según un reciente estudio


noruego sobre la salud en el
Ártico, el 29 por 100 de las
mujeres inuit han rebasado el
límite de mercurio y cadmio tolerable por el organismo.

El 48 por 100 de las mujeres de la


isla de Baffin consumen
alimentos con excesivos
derivados del cloro.

Degustar carne cruda de foca donada por


los cazadores es una delicia para estas
ancianas, que la han cortado a la manera
tradicional, usando los cuchillos nativos.

Metales pesados, plásticos y pesticidas, dispersados por los vientos y corrientes


árticas, afectan a la cadena alimenticia.

La mayor polución procede del descontrol en el tratamiento de residuos


químicos. En ese y más sentidos, el sueño romántico de Nunavut tiene frágiles
talones.

Los inuit no sólo sufren problemas médicos, sino sociales y educativos. En lqaluit
-a partir de abril, la capital de Nunavut- hay 4.400 habitantes y 2.500 vehículos
entre coches y motonieves. Lo peliagudo es encontrar kematik, trineos unidos
por perros, o esquimales en kayaks.

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LOS INUIT

Esas viejas usanzas son tan aleatorias de ver como el oro que pretendía hallar
ahí Martin Frobisher en 1576. Como mucho, ese explorador inglés, pionero en la
búsqueda del mítico Paso del Noroeste, se llevó pintas, el oro de los locos, y a 3
esquimales que murieron poco
después de llegar a Londres.

Brian Pearson, un inglés con


toda la barba blanca,
nacionalizado canadiense,
vive solo en una casa de
madera de lqaluit. Ha sido su
alcalde durante 16 años.

Todavía hay familias que viven en


campamentos y subsisten básicamente de
la caza y la pesca. El gobierno canadiense
les ofrece, a cambio, un pequeño subsidio.

En 1987 Pearson cambió el


antiguo y colonial nombre de
Frobisher por el de Iqaluit o "lugar de peces". Pearson no tenía pelos en la
lengua sobre la gestación de Nunavut:

"De acuerdo con todo eso de la autonomía que quieren. Pero no todos somos
esquimales. También nosotros, los otros canadienses, tenemos derechos".

El único hospital es el de lqaluit, con 34 camas. Hay 3 hoteles con sus


respectivos bares, llenos pese a los rigurosos horarios. En el centro se alza una
gran iglesia de madera con forma de iglú. Al lado, un parque donde los niños
se lo piensan antes de tirarse por unos gélidos toboganes.

Con sus 4.000 habitantes y 2.500 vehículos, Iqaluit ganó las votaciones que le dieron derecho al título de
capital de Nunavut.

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LOS INUIT

En total, Nunavut cuenta con 28 de estas poblaciones que no pasan de


aldeas. Todas ellas se desperdigan en archipiélagos, de difícil acceso, que
culminan en la Tierra de Ellesmere, punto de partida de las expediciones al
Polo Norte.

Pero lo de menos es el clima bajo cero la mayor parte del año, la falta de luz
solar o su extremo contrario, el sol de medianoche. El mayor problema es la
contradicción entre mundos y culturas. Los inuit no siempre llevan bien los
coletazos de la modernidad. Su esperanza de vida es de 57,6 años, mientras
un canadiense del sur puede alcanzar 74,6 años. Sufren una alta tasa de
suicidios. Drogas duras, alcoholismo, paro y, en general, desorientación cara a
un nuevo mundo, son moneda corriente en Nunavut.

Hasta ahora los qallunaat, no esquimales o blancos, han tomado las


decisiones. Nunavut nace para resolver ese desequilibrio, aunque se necesita
tiempo para ver en qué queda la patria de los hielos.

13 LOS INUIT Y EL CAMBIO CLIMÁTICO

Cuando era niña, Shari Fox Gearheard solía excavar agujeros en la nieve para
dormir cerca de su casa de Ontario (Canadá). Recuerda que eran refugios de
“tranquilidad absoluta”. Ahora, algunos decenios después, vive entre los inuit
de la tribu nunavut que pueblan la zona de Clyde River, en la costa oriental de
la isla de Baffi n (Canadá). Como investigadora de la Administración Nacional
Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, con sede en la Universidad de
Harvard, se dedica a recoger las observaciones de los inuit sobre los cambios
climáticos, documentando así los conocimientos de esta población
autóctona.

Este tipo de tarea es una de las previstas por los programas LINKS y MOST de la
UNESCO, dedicados a la promoción de los conocimientos de las poblaciones
indígenas.

Un día, un anciano dijo a Shari Fox que el tiempo se había vuelto uggianaqtuq,
o sea como “un amigo de toda la vida que empieza a ponerse raro”. Hace 50
años, en invierno, una tempestad de nieve duraba cuatro o cinco días, y luego
volvía el buen tiempo. Ahora, las tormentas sobrevienen inesperadamente y
con mayor frecuencia. Por eso los inuit no saben cuándo pueden salir de caza
sin riesgo. “Algunos hombres de mi tribu han muerto por culpa de una
tempestad repentina”, dice Norman Attungala, un anciano que vive a orillas
del lago Baker, a cientos de kilómetros de la costa.

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LOS INUIT

Además, los cambios en la circulación de los vientos han aumentado los


peligros de la caza. “Con el viento, la nieve se endurece tanto que es
imposible construir un iglú o un refugio”, señala Shari Fox. Cuando hace mal
tiempo, las motonieves que usan hoy la mayoría de los cazadores ofrecen
menos seguridad que los trineos. Para Th omas Qaqimat, un habitante de la
región del lago Baker, “con los perros uno siempre está seguro de poder volver
al campamento, aunque sea de noche y en plena tempestad”.

Según Shari Fox, las observaciones de los inuit pueden complementar los
conocimientos científicos, y viceversa.

“A medida que la teledetección y los modelos climáticos y meteorológicos se


van perfeccionando –agrega– los inuit deben cooperar con los científicos. No
obstante, esa cooperación tiene sus límites, ya que “la ciencia divide todo en
categorías –temperatura, presión, viento, espesor de la nieve, etc.– mientras
para los inuit todos esos aspectos forman un conjunto único”.

Las contradicciones entre las observaciones de los autóctonos y los


descubrimientos de la ciencia son interesantes. Por ejemplo, los inuit creen que
los aniuvat –masas de nieves perpetuas– han existido siempre. Sin embargo, los
análisis de los líquenes de las rocas muestran que, en tiempos que escapan a
la memoria colectiva indígena, los aniuvat no existían. Así, el derretimiento de
esos bloques de hielo “puede que no sea un síntoma de calentamiento del
planeta, sino el indicio de un retorno a su temperatura normal”, dice la
investigadora.

Quizás los inuit no sepan que la temperatura del permafrost (suelo


permanentemente helado) ha aumentado dos grados en los últimos decenios,
pero sí ven que los ríos y lagos se secan y que los caminos, árboles y casas se
inclinan y desploman porque el deshielo ha hecho poroso el suelo. Ahora,
pueden llegar a pie en verano a una isla del lago Baker a la que antes debían
ir en canoa.

Las poblaciones indígenas de América del Norte se están agrupando para


compartir sus experiencias como lo muestra el proyecto de colaboración entre
los inuit de Clyde River (Canadá) y los iñupiat de Barrow (Alaska). Han creado
incluso un grupo de presión para demandar ante los tribunales al gobierno de
Estados Unidos, al que acusan de destruir su modo de vida por permitir la
contaminación, no reducir las emisiones de gases de invernadero y negarse a
firmar el Protocolo de Kyoto.

17
LOS INUIT

14 COSMOGÓNIA DE LOS INUIT

La figura del Chamán.

Para la gente inuit, la cultura, la sabiduría y la vida están interrelacionadas, de


modo que la espiritualidad impregna cualquier aspecto de sus vivencias. Para
poder sobrevivir en este medio tan hostil, han tenido que desarrollar toda una
serie de estrategias de supervivencia y normas de convivencia, entre ellas el
mantenimiento del equilibrio y el respeto hacia el mundo natural y el mundo
espiritual.

Si esto no fuera así, posiblemente no podrían sobrevivir. Para ayudarlos a


alcanzar este equilibrio, estos pueblos han desarrollado una visión metafísica
de la naturaleza, donde la armonía con el espacio es un elemento
fundamental para sobrevivir.

El sistema aborigen espiritual es descrito como chamanístico debido al papel


fundamental desempeñado por los chamanes, llamados «angakut», que
consiguen mediar con fuerzas espirituales para que propicien el éxito en la
caza o recuperen la armonía con el mundo natural y espiritual.

Los chamanes son especialistas en este tipo de religión


considerada «animista», según la cual el mundo está
habitado por muchos seres espirituales. Estos chamanes
inuit son hombres que van más allá del conocimiento
humano y, como tales, son capaces de comunicarse
con la naturaleza y con el mundo sobrenatural, de
forma que gracias a ellos se podría lograr un mayor
equilibrio.

Los chamanes tenían el don de percibir las voces de la


naturaleza y por intuición descifrar los mensajes que
eran transmitidos a través de los mitos, los tabúes, los rituales y la ceremonias u
otras formas de acontecimientos extraordinarios. Estos individuos sabios y
especiales podían viajar libremente en el mundo «no visto» o sobrenatural, y, a
menudo, regresaban con canciones nuevas, tabúes, rituales o ceremonias
para mostraralas al resto.

Los amuletos también fueron elementos muy empleados por los chamanes; a
menudo consistían en partes de animal o pedazos de creaciones terrenales. A
menudo, los chamanes llevaban el amuleto o el bolso de medicina como un
collar o bien cosido en algún sitio sobre la parka.

18
LOS INUIT

Estos sabios chamanes tenían experiencias con espíritus a los que sólo ellos
podían ver y, a veces, estos espíritus bondadosos, que viven en otro mundo y
que son llamados «mishtapeuat», ayudaban a los chamanes a comunicarse
con el mundo sobrenatural. El chamán solía ser un curandero que trataba los
síntomas físicos, psicológicos y espirituales de sus pacientes, ya que con sus
cualidades especiales podía adivinar la causa de la falta de salud o la poca
suerte en la caza.

Según el sistema de creencias inuit, cuando las ofensas de las personas


desequilibraban el Universo, el chamán podía volar al mundo de los espíritus y
servir de mediador con ellos, con el fin de restablecer la armonía. Los
chamanes y los ancianos eran los encargados del ciclo ceremonial. Además,
existían cuatro fiestas al año: la fiesta de las Preguntas ( Petugtaq), la de los
Difuntos (MeFF'aq), la de la Vejiga (Nakaduq) y la de la Invitación (Kelek-
lka'aF).

Respecto a la obtención de información sobre el mundo de los espíritus y de


los animales, la adivinación es una de las vías utilizadas por los inuit para
realizar sus averiguaciones. En cualquier caso, el ritual que se seguía
tradicionalmente debía de desarrollarse en secreto, participando solamente
los miembros de la comunidad aborigen. Otro método empleado, era la
inducción de un estado de trance mediante el cual los cazadores podían
conseguir alguna información.

Por otro lado, para los inuit, los sueños eran y son una fuente vital de
información más o menos veraz sobre el futuro. Las comunicaciones del
mundo espiritual también vienen, aunque de una forma algo embrollada, de
una figura llamada «Matshishkapeu», que intenta comunicarse con los inuit,
aunque no hable muy bien la lengua inuit. Sin embargo, no debemos olvidar
que, si bien es cierto que todos los cazadores tienen algún poder espiritual, los
chamanes tienen más poder porque ellos tienen el acceso directo al mundo
sobrenatural. Podemos concluir señalando que la importancia de la figura del
chamán radica principalmente en su papel de intermediario entre mundo
físico y ordinario y el mundo de los espíritus, ya que mediante sus ceremonias
rituales y cantos son capaces de convocar a los espíritus y hablar su lengua
especial.

El Mundo de Maestros Animales.

Para aquellos inuit que mantienen sus creencias tradicionales los animales son
un elemento muy importante en el equilibrio con la naturaleza, ya que son
fuente de alimento, materia prima para la elaboración de sus tiendas, de su
ropa y otros utensilios, así como fuente de inspiración de creencias espirituales
y valores sociales.

19
LOS INUIT

El mundo animal, según la tradición inuit, se divide en dos grupos: uno, el


europeo, o, dicho de otro modo, el conjunto de animales domesticados, y,
otro, el inuit, es decir, el grupo de animales salvajes. A su vez, los animales
salvajes se agrupan en cinco categorías tradicionales, definidas como cinco
reinos animales, llamados «tipentamun»; estos reinos son: animales
cuadrúpedos, aves acuáticas,
pájaros, peces e insectos.

En esta división en «tipentamun»,


cada reino animal es gobernado por
un espíritu animal, conocido como
«utshimau» que es el jefe, como
«aueshish-utshimau» el maestro de los
animales o como «katipenitak», que
significaría el regulador. Por otro lado,
se puede apreciar una jerarquía en
las relaciones entre los distintos
maestros. Así, por ejemplo, el caribú y
las aves acuáticas suelen ser
considerados como los más
poderosos para muchos inuit de
región de La Romaine.

Ciertos animales representan el


poder, por ejemplo, el oso, el lobo, el
cuervo, el águila y el castor y cada uno posee ciertas características que les
hacen destacar por encima de los demás: el oso destaca por su fuerza, el lobo
por su organización social y el águila por su agudeza visual.

Los inuit creen que para estar especialmente fuerte contra espíritus malignos,
es necesario guardar un equilibrio con la naturaleza y con el mundo espiritual,
y por lo tanto con los animales y con sus maestros espirituales, que residen en el
Mundo de los Espíritus en compañía de otros, que ya hemos mencionado
anteriormente.

A medida que nos trasladamos de una comunidad inuit a otra encontramos


pequeñas variaciones en la idea que tienen sobre estos maestros de los
animales. También podemos encontrar variaciones entre los miembros de una
misma comunidad.

A modo de ejemplo, señalaremos el caso de la comunidad inuit de La


Romaine, que considera que cada especie animal tiene a su propio maestro
animal, entre ellos:

20
LOS INUIT

-Papakashtshihku, maestro del caribú.

-Kakuapeu, maestro del puercoespín.

-Nisk-napeu, maestro del gansos.

-Atshikash-napeu, maestro del visón.

-Uhuapeu, maestro de los búhos.

-Uapineu-napeu, maestro de la perdiz.

-Mashkuapeu, maestro de los osos.

-Amishkuapeu, maestro de los castores.

-Uapishtan-napeu, maestro del martín pescador.

Al mismo tiempo, suele ocurrir que ciertas especies están representadas por un
mismo maestro, atendiendo a semejanzas físicas o rasgos compartidos por
ambas especies. Por ejemplo, Missinaku es el maestro de pescado y muchas
criaturas acuáticas, mientras que Anikapeu es el maestro de ranas y sapos.

Algún inuit de Schefferville sostiene una teoría ligeramente divergente, ya que


consideran que determinadas especies como los ratones y los pájaros
cantarines no tienen ningún maestro. Por el contrario, agrupan a muchos
animales en una de las cuatro clases animales, gobernadas cada cual por un
maestro. Estos maestros animales son:

Missinaku: maestro de las especies acuáticas que incluye a los peces, castor,
nutria, almizclera, sellos, sapos, ranas, y aves acuáticas migratorias, etc.

Mashku: maestro de oso, marmota, mofeta, etc.

Uhuapeu: maestro de puerco espín, liebre, urogallo, cuervo, etc.

Memekueshishkueu: maestro de zorro, martín, el visón, lobos, caracayús, la


ardilla, la comadreja, el lince, etc.

Kanipinikassikueu: maestro del caribú, a pesar de ser considerado el más


importante de todos los maestros, sólo controla al caribú.

21
LOS INUIT

Como conclusión final indicaremos que la riqueza y la diversidad de los mitos


inuit hace prácticamente imposible recogerlos todos en este modesto trabajo.
Por otro lado, no todos los grupos ni todos los miembros de una comunidad
inuit conservan sus tradiciones con la misma intensidad, y, por lo tanto, no
todos los relatos son bien conocidos. La visión práctica que los inuit tienden de
la naturaleza, hace que, en cierto modo, su cosmogonía se centre en un
sentido útil, que les permita comprender la realidad que viven.

15 LA ESPIRITUALIDAD DE LOS INUIT

El sistema de creencias tradicional de los inuit se basa en la existencia de un


mundo natural o visible y un mundo sobrenatural o invisible, centrados en los
animales, la caza y las relaciones con la Tierra. De esta forma podríamos decir
que el inuit plantea una peculiar forma de creencia «animista», según la cual el
mundo es visto como el conteniendo de un gran número de entidades
espirituales, algunas de las cuales son asociadas con seres materiales, como
animales u objetos inanimados, mientras que otros no tienen forma visible
material. Algunas de estas entidades no visibles son más poderosas y
significativas para la humanidad que los elementos visibles, y la mitología inuit
nos habla muchos de ellas.

Del mismo modo, los yupik creen en la existencia


de dos mundos diferentes: el visible y el invisible.
Ambos mundos ocupaban el mismo espacio
físico, aunque los espíritus del segundo rara vez
pueden ser contemplados por los habitantes del
primero. Los espíritus bondadosos o
«mishtapeuat» residen en el «Tshishtashkamuk» o el mundo espiritua similar al
mundo de los inuit, ya que tiene lagos, montañas, y vegetación. Según las
creencias tradicionales de los inuit, su pueblo habitó una vez ese mundo de los
espíritus, pero fue inundado y ahora viven en el mundo que conocemos, que
no es más que una isla conectada al mundo de los espíritus por un puente de
tierra. La frontera entre los dos no suele ser muy permeable, aunque en los
momentos de transición, con los nacimientos, muertes y la pubertad, se hace
algo más transparente. En estas ocasiones, es esencial la armonía o «tunghat»
que se alcanzaba con los rituales adecuados. Según la espiritualidad inuit,
todos los objetos, animados o inanimados, tenían su espíritu, o «yuas», con
forma humana. En el pasado todos los animales tenían la cualidad de
transmutarse según su voluntad.

Con respecto a la estructura del Cosmos, para estos pueblos aborígenes del
Ártico, el Universo se compone de muchas capas diferentes mantenidas en un
frágil equilibrio.

22
LOS INUIT

Las acciones imprudentes de la gente podían ofender a los espíritus y romper


este equilibrio. El resultado podía ser la enfermedad, la falta de caza o las
tormentas. Por lo tanto, una parte fundamental del entrenamiento consistía en
aprender a tener un comportamiento correcto.

Por otro lado, debemos de tener presente que para los inuit, no sólo los seres
humanos están dotados de conciencia, sino también todos los elementos de
la naturaleza. Estos aborígenes viven en un mundo consciente y allí donde
vayan están entre los espíritus de sus antepasados, así como los de animales,
plantas, colinas, vientos, lagos y ríos. De este modo, su sentido de lo sagrado se
centra en una naturaleza práctica, no en la idealización de deidades y la
racionalización teológica. El pragmatismo es la base de sus planteamientos
sagrados. Teniendo en cuenta esta concepción, podemos entender que para
los inuit una de las preocupaciones principales es el mantenimiento de la
armonía en su propio ambiente y en esto nos recuerda la espiritualidad
planteada por los aborígenes australianos. La gente inuit tiene muchos tabúes,
rituales, y ceremonias para respetar y la practicar que significan el
mantenimiento y el respeto hacia una orientación armoniosa ecológica. El
respeto es, por lo tanto, un elemento clave para la espiritualidad inuit; es un
pilar para el mantenimiento de buenas relaciones con el mundo de losespíritus,
y con los elementos naturales (los animales, el agua), así como con los
elementos físicos. Los cazadores pueden obtener la cooperación de los
animales que son su presa, mediante el respeto mostrado a los restos, como
huesos u otros elementos, colocando ofrendas o llevando ropas pintadas con
símbolos especiales. Si los animales no son atendidos y no se sienten
respetados, pueden ofenderse y no colaborar con los inuit. Así, matar sin
causan alguna, es considerada un crimen atroz y el castigo suele ser el
destierro. Como sucede con los aborígenes australianos, la gente inuit fue
advertida para que nunca hiciese el mal o abusase de los animales. Según las
creencias de los inuit, cuando se desprecia la vida de un animal y se le mata
sin sentido, éste ya no regresa de nuevo a la Tierra, ya que la falta de respeto
mostrada haríaque los espíritus no volviesen a nacer y renovar su vida otra vez.
Así es cómo la cultura inuit explica que ciertas plantas y ciertos animales se
hayan extinguido en la Tierra, y muchos otros estén en vías de extinción. Por
otro lado, también se esculpen pequeñas figuras en madera de playa, hueso o
marfil morsa, figuras que representan animales y que pretenden obtener las
cualidades del ser representado. Estos materiales también son empleados para
confeccionar máscaras ceremoniales, algunas de tamaño tan reducido que
se llevan en los dedos de las mujeres durante las danzas rituales.

A modo de resumen, podemos establecer algunos puntos principales de la


espiritualidad inuit, que posiblemente nos recuerden a otros pueblos nativos de
otros continentes como los indios americanos, los aborígenes australianos o,
incluso, los indígenas africanos.
23
LOS INUIT

En primer lugar, los aborígenes han construido estas tradiciones sobre un


sistema de creencias «animista» prehistórico, ya que, como hemos apuntado
anteriormente, se basa en la consideración de que el Mundo de la Naturaleza
está poblado por numerosos seres espirituales, asociados principalmente con
los animales y las fuerzas de naturaleza.

Por otro lado, tiene una base «chamanística», según la cual, la influencia en
ese mundo natural de los espíritus puede lograse gracias a la ayuda de
expertos en rituales, es decir, de los chamanes, que eran hombres y mujeres,
que también tenían habilidades para establecer contacto directo con
entidades sobrenaturales. También podemos apuntar como un rasgo principal
en el sistema de creencias inuit, la integración de la espiritualidad dentro de
actividades diarias, como la caza, y dentro de su vida en el contacto directo
con el ambiente natural. En este sentido, para el inuit el ser humano, está
integrado dentro de la Naturaleza y no es un elemento que permanezca al
margen de ésta. Esto supone la asunción de que la humanidad, la tierra y los
animales están unidos no sólo físicamente, sino también ética y
espiritualmente, ya que todos forman parte del mismo universo moral. Un
último rasgo de la espiritualidad inuit podría ser el mantenimiento de las
tradiciones espirituales del pasado como fuentes de inspiración en la
formación de las expresiones actuales de identidad étnica, en el contexto de
sociedad moderna, multi-cultural del Ártico.

Sin embrago, debemos de aclarar que estas creencias tradicionales de las


poblaciones inuit se mantienen en mayor o menor grado en la actualidad,
dependiendo muchas veces del nivel de dependencia o de vinculación de las
poblaciones con la caza o con actividades de supervivencia. La observancia
y la creencia varían de una comunidad, de una familia o de un individuo a
otro, y se siguen practicando algunas ceremonias. Asimismo, los inuit tienen sus
especialistas en el conocimiento espiritual y tradiciones, por lo cual no todos los
miembros de la comunidad tienen el mismo grado de conocimiento de los
principios de la espiritualidad esquimal.

Algunos mitos inuit relacionados con el origen y la ordenación del Mundo.

En la tradición oral de pueblo inuit encontramos un incontable número de


historias sobre la creación y sobre héroes mitológicos de uno u otro tipo, que
dominan la espiritualidad inuit, o por lo menos, dominaban antes de la llegada
de los misioneros cristianos. Estas historias y leyendas inuit pueden ser divididas
en dos categorías diferentes: por un lado, las llamadas «tipatshimuna», que
vienen a ser relatos de acontecimientos, relatos de experiencias reales y, por
otro lado, los «atanukana», que serían los mitos legendarios y que integrarían
las historias de creación y acontecimientos sagrados.

24
LOS INUIT

La vieja preocupación de los aborígenes por todo lo que les rodea, vivo o
muerto, por los viajes, por la relación de su pueblo con los extranjeros y con
otros pueblos, se refleja en un conjunto de relatos que revelan
acontecimientos que han sido atestiguados o experimentados por los inuit. Al
igual que sucede en otras culturas, pasadas y presentes, los mitos de los inuit
explican la creación y la ordenación del mundo tal y como lo conocemos,
proporcionando el modelo de orden cósmico, así como la justificación de
determinadas normas para el comportamiento humano. Los Atanukana
recuerdan la creación del mundo y los acontecimientos que transcurrieron en
ese periodo de tiempo durante el cual la gente y los animales aún no fueron
diferenciados. También debemos de aclarar que algunos de estos mitos tienen
lugar en Tshishtashkamuku, la tierra de los Mishtapeuat, de los que hablaremos
más tarde, mientras que otros ocurren en la Tierra misma, poblada como está
por los inuit, los animales, y sus espíritus.

Por otro lado, debemos de tener presente que la mitología es un instrumento


pedagógico inestimable que supera el tiempo. Así, los relatos míticos de los
narradores estimulan la imaginación de sus oyentes inuit. Pasado y presente se
unen en la narración. La historia y palabras contienen cierto sentido
epistemológico; a través de las palabras y de la entonación y el énfasis del
narrador, el mensaje tiene un significado especial para el oyente y mediante
esta comunicación recíproca los participantes son transportados hasta el
relato. Al forastero que intenta entender el significado de la experiencia,
puede parecerle una simple historia, pero a la persona introducida en estas
prácticas, esta experiencia le conduce a una orientación espiritual en armonía
con la naturaleza. Este es el conocimiento cualitativo, cuyo final es la felicidad
y una vida larga.

Los mitos inuit presentan problemas importantes culturales como el incesto, el


canibalismo, la necesidad de compartir, y el orgullo excesivo (la arrogancia).
Algunos de ellos no parecen tener ningún significado aparente funcional o
utilidad alguna en absoluto. Sin embargo, un número de antropólogos han
notado que los mitos en general reflejan lo que parece ser una necesidad
humana muy básica y muy simple: la necesidad o deseo de entender el
mundo, incluyendo la naturaleza y la sociedad humana. Como ya hemos
apuntado en otras cosmogonías, y como ha quedado patente a través de
tantos y tantos mitos descritos en este trabajo, uno de los objetivos principales
que debe alcanzar la mitología y otros elementos de la ideología religiosa es el
entendimiento general y lo más completo posible del Universo.

25
LOS INUIT

El "Tiempo Distante" y el Mundo de los Espíritus.

Muchos de los atanukana tienen lugar en un tiempo mitológico, el llamado


«Tiempo Distante» y en un lugar mitológico el Tshishtashkamuku, que es el
Mundo de los Mishtapeu, de los que hablaremos más tarde. En el «Tiempo
Distante» los seres ancestrales sufrieron transformaciones y evolucionaron hacia
formas humanas o hacia formas animales. En este tiempo mítico, cuando la
corteza de la Tierra era fina, era fácil tanto para los seres humanos, como para
los animales comunicarse entre ellos o transformarse unos en otros. Algunas
leyendas hablan de animales y pájaros que llevaban parkas especiales con
capuchas y que cuando necesitaban comunicarse con los seres humanos
todo lo que tenían que hacer, era levantar la capucha, como si de una
máscara se tratase. De alguna forma, debajo habría una cara humana capaz
de comunicarse en la lengua humana. Este tiempo mitológico constituía,
gracias a esta fácil comunicación, un marco ideal para conocer y estudiar a
los animales. Sin embargo, hay un elemento que desde los tiempos ancestrales
ha diferenciado al ser humanos de los animales, y es la conciencia de la
muerte; mientras que los animales carecen de esta conciencia, el hombre
posee este conocimiento fatal. Sin embargo, para la gente inuit la muerte no
es el final, sino más bien una terminación de un ciclo al cual sigue otro. De
hecho, la mayoría no teme a la muerte. El Mundo de los Espíritus está
poblado, además de por los espíritus maestros de los animales, por un buen
número de seres sobrenaturales, entre ellos destacan los siguientes:

Mishtapeu Una clase de gigantes, benévolos, a los que se designa respetuosamente


como «abuelo» o «abuela». Normalmente, estos gigantes amables residen
en otro mundo llamado Tshishtashkamuku, y sólo visitan el mundo de los
inuit en momentos de necesidad;
Matshishkapeu Espíritu poderoso para los inuit y la fuente de gran entretenimiento en las
ocasiones frecuentes en que se comunica con el inuit;
Tshiuetinush Espíritu meteorológico, el espíritu del viento del norte;
Meminiteu Clase de monstruos caníbales de dimensiones humanas que aparecen
con frecuencia en el registro mitológico y que normalmente residen en
Tshishtashkamuku donde emprenden la guerra constante con el
Mishtapeuat;
Atshen Clase de seres gigantescos que una vez fueron humanos, pero que fueron
transformados en caníbales sin labios y sin pelo después de que
consumieran la carne humana;
Katshimetsheshuat Seres espirituales a los que se ha visto o escuchado en la oscuridad o la
niebla, y que arrojan piedras a las tiendas y roban las pertenencias de los
poblados, y en otros tiempos, robaron también a las mujeres;
Tshishikunapeu «El observador meteorológico»;

Memekueshu Seres espirituales que habitan en cuevas;


Utshakanue Maestro de la cola de los caribús;

26
LOS INUIT

Muchos de los espíritus mencionados están todavía presentes en las vidas


diarias de muchos inuit. Por ejemplo, se piensa que Katshimetsheshuat es
responsable de los ruidos en la oscuridad, se dice que lanza piedras a las
tiendas, y roba utensilios de los poblados. A veces, se advierte a los niños que
no se aparten demasiado del campamento o del poblado por miedo a estos
espíritus. Tshiuetinush también disfruta de una existencia contemporánea. Otros
espíritus como Atshen y Memekueshu, no parecen tener una existencia
contemporánea a la de los inuit, sino que más bien aparecen en mitos y
relatos legendarios. Sin embargo, como veremos a continuación son los
Mishtapeu quienes juegan un papel realmente importante en la vida espiritual
de los inuit.

Los Mishtapeu y el Tshishtashkamuku.

Como apuntábamos al principio de este capítulo, en el legendario «Tiempo


Distante», la comunicación entre los seres humanos y los animales y con los
espíritus era fácil, sin embargo en el tiempo presente y en el mundo actual, las
relaciones de los seres humanos con el Mundo de los Espíritus se mantiene
mediante la observancia de tabúes, ceremonias espirituales como la quema
de huesos de escapulario, todas las formas de adivinación, o el llamado
«mukaushan» o banquetes de hueso de tuétano. Entre las prácticas que se
conservan en las creencias inuit para contactar con el reino cosmológico,
también encontramos los sueños, el ritual del Kakushapatak o «movimiento de
la tienda». La importancia del Mishtapeu radica en que esa comunicación con
el mundo sobrenatural se consigue con su presencia o su ayuda, ya que sirve
de intermediario entre el oficiante del ritual y el mundo sobrenatural. Un
Mishtapeu establece la relación con los espíritus principalmente cuando le
llaman para facilitar la comunicación entre ellos y el chamán.

Los Mishtapeu son un conjunto de seres gigantescos, que no son ni totalmente


humanos, ni totalmente animales, que no comen las mismas cosas que la
gente y no defecan u orinan. Estos seres tienen poderes especiales para
predecir el futuro, curar al enfermo, y para llevarlo a la muerte. Además,
parecen estar divididos en dos grupos, los que son de carácter benévolo y los
que son de carácter malévolo que están en permanente lucha entre ellos, y
con otros espíritus. Su jefe, «Utshimau-mishtapeu», parece ser benévolo, y
proteger a los inuit contra los espíritus malos.

El pueblo inuit cree que los Mishtapeu habitan otro mundo llamado
Tshishtashkamuku que se parece al nuestro; este mundo también tiene lagos,
bahías, montañas y la misma vegetación. Sin embargo, está poblado por una
fauna gigantesca y seres inhumanos, y además es considerado un mundo
peligroso donde los seres humanos no pueden vivir.

27
LOS INUIT

En algunos relatos inuit se cuenta que los seres humanos una vez habitaron el
Tshishtashkamuku, pero fueron exterminados por seres hostiles. Es en este
Tshishtashkamuku donde tienen lugar los acontecimientos relatados en los
atanukana.

El contacto con este mundo ha sido mantenido principalmente gracias a los


Mishtapeu que juegan un papel esencial en ciertos rituales inuit, sirviendo de
intermediario con el mundo sobrenatural y funcionando como intérpretes. El
chaman o el inuit debe de confiar por lo tanto en su Mishtapeu para
comunicarse con el mundo espiritual. Así, hay dos responsables en la
comunicación entre los dos mundos: el chamán, que interpreta para los seres
humanos, y el Mishtapeu, que interpreta para los espíritus. El Mishtapeuat, fuera
de los rituales, se comunica con el inuit principalmente por vía de sueños. Sin
embargo, la iniciativa para establecer el contacto, por lo general, es tomada
por el «Mishtapeuat», quien puede indicar a un cazador en un sueño cómo
hacer una ceremonia determinada.

Kuekuatsheu, el «Perro de las Praderas»

Son interesantes las múltiples versiones del mito Kuekuatsheu, porque el perro
de las praderas es una criatura inteligente pero al mismo tiempo representa la
figura absurda del embustero, es el carácter paradójico por excelencia. La
forma general de estos mitos responde estrechamente al conjunto de mitos
sobre personajes embusteros o engañosos, que se desarrollan entre muchos
otros pueblos nativos americanos como puedan ser la tribu de los Cree, la de
los Ojibway, los Assiniboine, los Winnebago, o la tribu de los Tlingit. La figura del
embustero, presenta a un personaje que es al mismo tiempo el creador y el
destructor, el que da y el que quita, el que engaña a otros y el que siempre es
engañado. Este ser, a lo largo de su vida, se siente impulsado a actuar, bajo
estímulos que no controla, y, por lo tanto, no actúa deliberada y
conscientemente. Este ser no es enteramente responsable de sus actos. No
distingue el bien del mal, a pesar de que él es autor de ambas cosas. Además,
no posee ningún tipo de valores morales o sociales y está a merced de sus
pasiones y apetitos, que le obligan a actuar. Esta leyenda intenta comprender
la complejidad de la naturaleza, que crea y destruye, que da y que quita, a
través de un ser paradójico y contradictorio que refleja el carácter
ambivalente de ciertos elementos del Universo. De este modo, este mito, igual
que muchos otros buscan el sentido a lo inexplicable, busca la comprensión
del Mundo.

Cierta versión de un mito sobre Kuekuatsheu, el perro de las praderas o


carcayú, refleja la relación con la tierra de los «Mishtapeuat». Según esta
interpretación, la historia de la formación del mundo inuit comienza con este
perro de las praderas o carcayú, que provino de otro mundo.

28
LOS INUIT

Hace mucho tiempo, Kuekuatsheu construyó un barco grande, y puso toda la


variedad de especies animales en este barco. Cayó una gran trompa de
agua, unas fuertes lluvias, que dejaron a la Tierra inundada; hasta este punto
guarda bastante parecido con el pasaje bíblico del Arca de Noé.
Kuekuatsheu dijo al visón que se zambullese en el agua para recuperar algún
resto de fango y rocas, para poder mezclarlas y construir una isla. Así lo hizo, y
con la tierra y el barro que encontró, levantó una isla, vacía hasta que
Kuekuatsheu la pobló. Kuekuatsheu encontró por casualidad un puente de
tierra a esta isla, ayudado por un Mishtapeu. Según la mitología inuit, esta isla
es el mundo actualmente habitado por el pueblo inuit y otros grupos étnicos y
los animales. Así, nuestro mundo, que es una isla, está separada del
Tshishtashkamuku por un mar inmenso. Sólo un pequeño puente de tierra,
ubicado en el extremo sudoeste de la isla, une este mundo con el
Tshishtashkamuku, la tierra de los Mishtapeu. La gente que intenta cruzar ese
mar para llegar hasta el Tshishtashkamuku, utilizando el barco, corre el riesgo
de ahogamiento en «kupitan», una cascada o un remolino gigantesco.

Kanipinikassikueu, el «Hombre Caribú»

Entre los mitos más conocidos por los inuit está el de Kanipinikassikueu, el
«Hombre Caribú». Este mito es un ejemplo típico de atanukan que habla de
ese tiempo mítico en el que seres legendarios sufrieron la transformación hasta
convertirse en seres humanos o en animales. Existen extensos relatos sobre
episodios múltiples de las vidas de ambos caracteres.

El relato de Kanipinikassikueu, el «Hombre Caribú», nos cuenta cómo un


hombre inuit se fue a vivir con los caribús, se casó con un miembro femenino
de la manada, y se transformó en un caribú él mismo; durante este proceso se
convirtió en Maestro de los Caribús y se encargó de proveer a los inuit de
caribús. Este mito constituye un claro ejemplo de cómo un ser humano en
aquel «Tiempo Distante» podía transformarse en un animal fácilmente.

Los dos hermanos.

Este relato mítico, ambientado en ese «Tiempo Distante», nos habla de dos
hermanos que vivían con su madre y padre. Eran dos muchachos jóvenes que
siempre vagaban juntos de un sitio a otro. Un día los muchachos andaban
entre los árboles cuando descubrieron un nido de pájaros conocidos como
«ladrones de campo». El muchacho más joven dijo a su hermano que esos
pájaros siempre robaban cosas de los poblados y que con un palo afilado iba
a matar a los polluelos. Así lo hizo. Subiendose al árbol y, aprovechando que
los plluelos tenían los picos abiertos, empujó el afilado palo hasta el fondo de
sus gargantas, y los mató. Finalmente, quedó sólo un pajarito y el hermano
mayor obligó al muchacho más joven a dejarlo con vida, salvando un pájaro.

29
LOS INUIT

Cierto invierno, cuando los muchachos iban de excursión descubrieron un


conejo y empezaron a perseguirlo. Los hermanos se separaron y se perdieron.
Entonces, los animales ayudaron a los hermanos a sobrevivir; les alojaron en sus
casas y madrigueras, donde los muchachos fueron alimentados y
resguardados del frío. Llegó el momento de que los hermanos se marchasen y
los animales les pidieron que cuando se fuesen anduviesen un buen trecho
antes de volver la vista atrás. Obedientes, así lo hicieron y tras caminar un rato,
miraron hacia atrás; entonces vieron una casa de castor con dos castores que
nadaban alrededor.

Ambos hermanos regresaron a su casa y cultivaron una vejez placentera y


tranquila. Finalmente el hermano más viejo murió, seguido estrechamente de
su hermano menor. Al llegar al otro mundo, el más joven vió inmediatamente a
su hermano andar hacia él. Rápidamente, pudo ver que su hermano tenía un
corte en el labio y notó que él también tenía un corte similar. El hermano
mayor le explicó que aquel corte era el castigo que merecían por haber
matado a aquellos pájaros sin sentido. Ambos hermanos se preguntaron a
dónde debían ir. Tenían gustos diferentes; mientras que al más viejo le gustaba
la tierra, el más joven prefería tener su casa en el océano. Entonces decidieron
separarse, yendo cada uno al lugar donde más le gustase para vivir. Así, el
hermano más viejo se hizo una liebre, mientras que más joven una foca.

En esta leyenda vemos cómo dos hombres se transforman en animales


después de su muerte. La muerte, como hemos señalado en el punto anterior,
no es vista por el pueblo inuit como una tragedia, sino que es el final de una
fase y el paso a otra. Este relato es un buen ejemplo de esta concepción sobre
la muerte. De hecho la gente inuit está de algún modo concienciada para no
tomarse la vida demasiado trágicamente, sino para adoptar una actitud más
abierta, para saber reírse de sí mismos y para disfrutar de los triunfos de la vida.
La risa y las bromas son una parte necesaria de vida. No importa lo seria que
sea una ceremonia, allí bromearán y se reirán, mientras cantan y bailan.

Algunos orígenes.

Según la cosmogonía inuit, al principio de la existencia del Mundo todos los


seres, tanto los animales, como los humanos o los espíritus, podían hablar el
mismo idioma y también podían transformarse unos en otros fácilmente. Así,
según describe esta leyenda, los humanos adoptaban la forma de animales, y
a su vez los animales, podían adoptar la forma humana. Los relatos que siguen
cuentan el origen de algunos elementos del Mundo. Dentro de la cultura inuit
se reconoce la importancia de la llamada «Ellam Yua» o Fuerza Creativa y, a
menudo, se le dan muestras de gratitud. Los inuit dicen que la Fuerza Creativa
lo sabe y lo puede ver todo.

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LOS INUIT

El origen de las montañas.

Cuando el inuit siguió por vez primera al caribú hacia una tierra nueva,
después de muchas estaciones, encontraron la tierra habitada. En esta tierra
vivían dos tipos de gente; por un lado, la gente pequeña, que era alegre y
que al cogerles podían cantar. Eran tan pequeños que cabían en la palma de
la mano.

Por otro lado, estaban los temibles Tuniqs, que, a veces llegaban a tener 4 y 5
veces el tamaño de un inuit. A este grupo de gigantes les gustaba la guerra y
trataban de capturar a los inuit, para cocinarlos y comerlos. Sin embargo, los
inuit eran más listos y podían emplear su cerebro para hacerles frente.

Un día un cazador volvía a su poblado de una caza fructífera cuando fue visto
por un gigante. El inuit sabía que si era atrapado por el gigante, se convertiría
en su comida. El esquimal dejó caer su caribú y escapó hacia el sur, tan rápido
como pudo. El tuniq le vió y corrió tras él.

Oyendo la conmoción, otro gigante miró alrededor y vió al cazador correr y él


también comenzó a perseguirlo. El inuit era ágil y veloz, pero no lo suficiente
como para esquivar a dos gigantes, de manera que viéndose atrapado, se
detuvo y, girándose, preguntó a los gigantes: « ¿Por qué me perseguís?». A lo
cual cada gigante respondió: «Porque quiero que entres en mi cacerola para
comerte».

El inuit más listo que los tuniqs se mostró sorprendido y contestó: «Soy sólo un
esquimal endeble con poca carne y ustedes son dos enormes Tuniqs; sólo
puedo servir de alimento a uno, ¿quien de los dos me comerá?».

Esto dejó perplejo a los Tuniqs, cada uno se autoproclamaba como vencedor,
cada uno se atribuía el mérito de haber visto primero al inuit y se consideraba
con derecho a comérselo. Finalmente, el inteligente inuit propuso una solución:
«Como ambos me vieron, y sólo puedo alimentar a uno de ustedes, deben
luchar entre los dos y yo mismo saltaré dentro de la cazuela del vencedor».

Entonces tuvo lugar una de las peleas más impresionantes y más conocidas de
la historia; los gigantes empezaron a luchar, lucharon durante varios días y
varias noches, arrojándose de golpe al suelo, ya que ellos tenían la fuerza
poderosa. Con cada golpe, la tierra se moldeaba, inclinándose y
levantándose; así aparecieron valles y colinas. Pero los gigantes lucharon y
lucharon, hasta que quedaron agotados y cesaron en su pelea. Entonces el
inteligente inuit, disparó a los exhaustos gigantes con sus pequeñas flechas,
volvió a recuperar su caribú y regresó con su familia para darles de comer.

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LOS INUIT

Detrás de él quedaron los grandes montones de tierra, huella de la


encarnizada lucha de los dos gigantes.

El origen de la niebla.

Cuando la tierra era joven, los tuniqs y los inuits vivían en la Tierra, pero eran
enemigos. Un día, un cazador fue a pescar para calmar el hambre de su
familia; pero no consiguió nada en todo el día. El cazador miró en todas
direcciones, pero no vió ninguna presa.

Finalmente, vió a un hombre en la lejanía, y a medida que se acercaba a él, la


figura se volvía más grande; se trataba de un Tuniq. Viendo al gigante, el
cazador comprendió que su vida estaba en peligro, y para evitar una muerte
segura, el cazador se tumbó en el suelo y se hizo el muerto.

El gigante alcanzó pronto al cazador y miró hacia el esquimal endeble,


levantándolo para ver si respiraba; pero el cazador sostuvo su aliento. «Está
muerto», pensó el gigante y agarró al cazador llevándolo hasta su casa. El
hombre seguía fingiendo estar muerto.

A lo largo del camino, a medida que el gigante andaba de vuelta a casa, el


inteligente cazador iba sujetando y agarrando árboles y arbustos, de manera
que, sin darse cuenta, el gigante estaba arrastrando una gran cantidad de
peso y, cuando llegó a su casa, estaba exhausto.

El gigante dejó al cazador, al que creía muerto, en un rincón de la mesa, para


comérselo más tarde; y como se sentía tan agotado, tuvo que tumbarse a
descansar.

Finalmente el gigante se quedó dormido y el cazador cogió el hacha del


gigante y se liberó. Empezó a huir, siguiendo sus propios pasos hacia atrás. Pero
la esposa del gigante, que estaba juntando madera para cocinar al cazador,
lo vió intentando escapar y comenzó a perseguirlo.

La esposa rápidamente iba a alcanzar al cazador, entonces éste hizo un corte


profundo en la Tierra y un río brotó con fuerza delante de él. La esposa del
gigante, se detuvo al ver aquel río ante ella y entonces miró al inuit y le
preguntó: «¿Cómo pudiste atravesar este río?».

El inteligente cazador respondió: «Me bebí el agua».

Afanosa, la mujer del gigante comenzó a beber y beber más agua. Cuanto
más bebía, más se hinchaba y más crecía, pero ella seguía bebiendo agua,
porque el río no se agotaba.

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Bebió y bebió hasta que explotó con todo el agua dentro. Con el viento las
gotitas de agua fueron esparcidas por el aire y así es cómo se formó la niebla.
El inuit esperó a que se disipase aquella niebla recién originada y finalmente
pudo escapar del lugar y regresar con su familia sano y salvo.

¿Por qué no hay árboles?

En la mitología inuit ningún chamán es tan conocido como Kiviok, que ofrecía
a los espíritus su luz y calor, por lo cual fue dotado con poderes especiales.
Con estos dones se convirtió en el chamán más poderoso y vivió muchas
aventuras a medida que viajaba por la Tierra.

Cierto día, en uno de sus viajes, Kiviok encontró un lago por casualidad y como
la noche se acercaba, decidió levantar su campamento. Viendo como el
hielo se formaría sobre el agua, Kiviok decidió hacer un gran fuego, para lo
cual sacó su gran hacha y comenzó a cortar árboles como combustible.

Mientras Kiviok cortaba árbol tras árbol, una viruta de madera cayó al agua y
un pez nació. El pescado mirando Kiviok, se burló de él, pero Kiviok no le
prestaba mucha atención.

Kiviok intentaba no hacer caso al pez, pero a medida que las virutas de
madera caían en el agua, éstas se convertían en pescados, y más y más
peces se burlaban de él.

Finalmente, los peces acabaron con la paciencia de Kiviok y este poderoso


chamán enfureció y comenzó a cortar todo. Tal cantidad de virutas y trozos
saltaban por los aires que parecía de noche, aún siendo de día de; cada
viruta que caía en el lago, se convertía en un pez. Cada árbol diferente,
cortado por Kiviok, produjo un tipo de pez diferente, desde la trucha al salmón.
Kiviok siguió cortando y cortando, hasta que finalmente disminuyó su rabia, y
alzó la vista. Al mirar a su alrededor, Kiviok se dió cuenta de que ya no
quedaba ningún árbol. En contra partida, los lagos y los mares estaban
repletos de peces.

El origen de la perdiz blanca.

Hace mucho tiempo, cuando la tierra era joven y los seres podían cambiar de
forma, había una vieja mujer que era conocida como una gran bromista. En
cualquier ocasión, en cuanto tenía oportunidad, la anciana gastaba bromas a
todo el mundo, más para el pesar de la gente que para su entretenimiento.

Un día, la anciana mujer decidió gastar una broma a un pequeño grupo de


niños que se divertían, ensimismados en sus juegos.

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LOS INUIT

La bromista se arrastró silenciosamente hasta colocarse detrás de los niños y de


repente aplaudió tan fuerte como pudo. Los niños se asustaron más allá de lo
que la bromista esperaba. Inmediatamente, los niños se convirtieron en
perdices blancas y echaron a volar. Como eran sólo niños, no sabían la
manera de volver atrás la transformación y recuperar su forma humana; y así
es cómo surgió la raza de la perdiz blanca.

El origen de los mosquitos.

Érase una vez, un poblado inuit que tuvo que pasar tiempos difíciles. Debido a
esas duras circunstancias, no conocían ningún juego, ni tenían peces para
pescar, ni focas para cazar. Lentamente la gente iba desapareciendo, sólo
quedaban dos mujeres mayores.

Estas ancianas habían podido sobrevivir, comiendo los piojos que encontraban
la una en la otra. Cuando eventualmente, un grupo nuevo de inuits llegó al
poblado, encontraron todo muerto y abandonado, excepto las dos mujeres
viejas.

Sospechando que aquellas dos ancianas habían podido sobrevivir


practicando el canibalismo, los inuit recién llegados decidieron matar a las dos
ancianas inmediatamente. Además, les abrieron el estómago, para
comprobar la sospecha. Sin embargo, en su estómago abierto, sólo podían
verse pequeños piojos. Estos piojos asustados desarrollaron alas y salieron
volando. Así es cómo, según la mitología inuit, aparecieron los mosquitos.

El origen del cuervo.

Una vez, dos pájaros estaban juntos y decidieron convertirse en las aves más
hermosas del mundo, más bonitas que ningún otro pájaro. Para ello,
decidieron que tenían que tatuarse el uno al otro, creando diseños y dibujos
sobre su cuerpo queserían la envidia de todos los pájaros. Así, un pájaro
comenzó a pintar al otro; sin embargo, el pájaro que estaba siendo pintado no
podía estarse quieto. Después de regañar en repetidas ocasiones a su
compañero, éste seguía moviéndose. Finalmente, la paciencia del pájaro que
pintaba a su compañero, se agotó y el pintor derramó todo el color negro
sobre el pájaro. De esta manera, apareció el primer cuervo.

¿Por qué el caribú es como es?

Tiempo atrás, cuando los animales y hombres podían cambiar de forma y


todos hablaban una lengua, un espíritu vino y tomó a una mujer humana
como esposa. El espíritu vivió entre la gente, pero no cazaba para alimentarse,
ya que él no necesita ningún alimento.

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LOS INUIT

Otros cazadores trabajan muy duro con tal de conseguir los materiales
necesarios para que sus familias pudiesen sobrevivir y poco a poco empezaron
a enfadase con aquel, que viviendo entre ellos, no cazaba ni salía en busca
de sustento. Los cazadores airados se dirigieron al nuevo vecino y le dijeron
que si no buscaba víveres, sería expulsado del poblado. Con ira, el espíritu
abandonó el poblado y después de caminar varias millas, perforó un agujero
en la tierra, dentro del cual cayó un caribú. Rápidamente, el espíritu mató al
animal atrapado, tras lo cual tapó aquel agujero y regresó al campamento.

Cuando llegó al poblado dijo a los cazadores: «¡He aquí este animal!, que sirve
de alimento y, por lo tanto yo también soy un cazador».

Al día siguiente el espíritu salió nuevamente a cazar, pero esta vez otro
cazador del poblado le siguió a escondidas. Cuando el espíritu se alejó lo
bastante del poblado, volvió a cavar un agujero en el suelo, y, otra vez, un
caribú saltó dentro de la trampa. De nuevo, el espíritu lo mató y cubrió el
agujero. Sin embargo, el espíritu no sabía que alguien le observaba.

Después de que el espíritu abandonase el lugar, el hombre corrió hacia el


agujero y lo destapó, de nuevo otro caribú saltó dentro del agujero asustando
al hombre, que corrió despavorido, dejando el agujero destapado, de forma
que cualquier caribú que cayese, podía volver a escapar.

El espíritu al verlos, corrió hacia los animales que huían y les dió patadas en la
cabeza, aplanando sus frentes y dijo al caribú: «De ahora en adelante,
vosotros siempre deberéis vagar por la tierra y siempre temeréis al ser humano».

Esta leyenda explica porqué el caribú es como es; por qué tiene la cabeza
plana, por qué su color es el de la tierra y porqué se asusta del hombre, ya que
este animal siempre recuerda a un hombre que un día les dio patadas.

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