INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo haremos un análisis de las teorías que involucran el

desarrollo del hombre en la sociedad, su complejidad como ser humano, el entorno que le
rodea y todo lo implica el estudio sistemático en cada una de sus áreas, así mismo de
que manera estas teorías nos aportan significativas bases en el empleo y desarrollo del
trabajo social.

Esto nos ha permitido ver que la realidad social siempre ha sido abordada en un
enfoque analítico desde diferentes puntos de vista científicos y tienen sus raíces en las
teorías de Comte, Spencer, Marx, Durkheim, Weber, entre otros, respecto a lo
sociológico, también podemos mencionar a Freud, Ericson y Yung, en la teoría
psicoanalítica y a Lhuman, Morgan, Tylor, entre otros, con la teoría antropológica, que
aportaron ideas que aún en nuestros días están vigentes, y son al menos aun tomadas
muy en cuenta.

Sus teorías, a mi entender, son distintas perspectivas acerca de cuál es la forma

que pone en marcha el buen funcionamiento y estabilidad de las sociedades, desde un
punto de vista personalizado y analítico, diferente el uno de los otros, en profundidad y
complejidad.

PATRICIA ROJAS TEORIAS SOCIALES PARA LA

TORRES INTERVENCIÓN PROFESIONAL

SERVICIO SOCIAL PROFESORA:

MODULO A NATHALIE SOTO ACARDI

DIURNO
 TEORÍA SOCIOLÓGICA Y EL TRABAJO SOCIAL

La importancia de estudiar diversas teorías sociológicas nos permite interpretar de

manera sistemática y desde diferentes puntos de vista, temas comunes en cada una de
ellas, así como el de la acción y el orden social.

Si bien una teoría nos sirve para explicar la realidad social, también es cierto que a
través de una teoría estructuramos la realidad. Las diversas teorías sociales y
sociológicas que analizamos nos muestran que si bien el razonamiento teórico tiene una
relativa autonomía respecto de la realidad a partir de la cual se construye, también es
resultado de ella. Esto es, el mundo real que se construye individualmente para cada ser
humano, y que marca tanto un alcance explicativo, problemas centrales y enfoques a
partir del cual se aborda.

La sociedad era la unidad de análisis más importante; se le confería más

importancia que al individuo. Era la sociedad la que creaba al individuo,
fundamentalmente a través del proceso de socialización. Una sociedad se componía de
elementos tales como roles, posiciones, relaciones, estructuras e instituciones. Los
individuos no eran considerados como los protagonistas de esas unidades de la sociedad.

Se creía que las partes de una sociedad estaban interrelacionadas y eran

interdependientes. En efecto, estas interrelaciones constituían la principal base de la
sociedad.
Principalmente las teorías sociológicas involucran el desarrollo de la sociedad, que
cada vez se torna más compleja y si miramos al hombre desde una perspectiva como un
sistema que está interrelacionado con su entorno, esto nos permite conocer como este
hombre se desenvuelve en ella, la relación que tiene este con su entorno y lo importante
que resulta la sociedad, la política, la religión, la familia y el medio ambiente para él como
un componente de esta sociedad.

Partimos de la idea de que las diversas disciplinas sociales, ya sean la sociología

o la ciencia política, tienen una responsabilidad frente a los problemas de una sociedad, si
bien es cierto, tenemos claro que la base fundamental de la sociedad es la familia, por la
importancia que tiene sobre la vida de cada individuo, hemos visto también las diferentes
maneras de cómo se va construyendo poco a poco una sociedad, desde su unidad
básica, como la familia, con su cultura y sus costumbres, que tienen una gran importancia
en cómo este ser humano se relaciona, evoluciona y se adapta junto a una sociedad
formando parte de ella como un todo.

El hombre ha sido motivo de estudio en muchos campos de la ciencia para poder

comprender su forma de vida, el crecimiento personal, poder interpretar al mismo tiempo
su comportamiento, está impulsado por emociones y deseos inconscientes y como la
sociedad ejercerá un control sobre la vida de este hombre en su forma de ser, ya que
marca las pautas dentro de una sociedad determinada.
Explorar y entender diversas interpretaciones de la teoría sociológica no sólo es
importante porque contribuye a enriquecer la visión de una disciplina, sino también porque
permite analizar las implicancias y consecuencias detrás de cada una de aquéllas, tanto
para la vida de una colectividad como para la del individuo en la sociedad permitiendo una
visión más clara en el desarrollo del trabajo social.

Se supone que la introducción de cambios en el sistema social debe realizarse con suma
precaución, ya que un cambio negativo se contempla como una amenaza no sólo para la
sociedad y sus componentes sino también para los individuos de la sociedad.

En consecuencia, los efectos negativos de las estructuras y las instituciones sociales

existentes pueden desembocar probablemente en el desorden social.

Las pequeñas unidades como la familia, el vecindario y los grupos religiosos y

ocupacionales también eran calificados de esenciales para los individuos y la sociedad.
Proporcionaban los entornos íntimos y de interrelación personal que las personas
necesitaban para sobrevivir en las sociedades.

Al hacer un análisis del ser humano desde el punto de vista sociológico

encontramos que desde pequeño, la sociedad juega un rol muy importante en su vida, así
mismo como la familia y su entorno, como ésta va teniendo cierta influencia en su
desarrollo y su forma de ser dentro de una sociedad.
Es por eso que, en el trabajo social, es de suma importancia comprender la
estructura y funcionamiento de una sociedad ya que es en esta área en la cual se basa el
motivo principal y fundamental de intervención de nuestro trabajo como futuros
trabajadores sociales.
 Dado que es necesario utilizar los sistemas en los diferentes campos de
intervención, haciendo uso de los recursos existentes y bien canalizados de las diferentes
redes intermediarias de apoyo en la intervención profesional con los que cuenta un
trabajador social para una acción transformadora, la cual nos provee de las herramientas
necesarias para la promoción de un cambio de una realidad social.
Así mismo al conocer la estructura de una sociedad podemos comprender a través
de la investigación, problemas de índole itergeneracional, por lo cual, esto nos indica que,
por ejemplo, para obtener mejores resultados en la intervención de caso individual debe
ser intervenida la familia como vínculo fundamental de un individuo ya que este no es un
ser aislado sino que forma parte integral de este sistema en la sociedad y todos los
sistemas sociales existentes tales como en la educación, la salud, la justicia y sus
recursos económicos nos proveen de un abanico instrumental para esta intervención .
 TEORÍA PSICOANALÍTICA

Como materia de estudio también nos hemos interiorizado en lo que respecta a las
teorías del Psicoanálisis, a través de los autores Sigmund Freud, Erick Erickson y Carl
Yung, entre otros, que nos permiten obtener una mirada más en profundidad sobre la
conducta, el pensamiento y como el hombre va construyendo su realidad a partir de sus
propias experiencias desde su infancia y con todo lo que involucra para este ser
interrelacionado con su entorno y sus vivencias personales y colectivas.

Cada teoría psicológica se basa en una cosmovisión y en una filosofía del hombre.
Esta tendencia en la Psicología Social tiene como objeto el estudio del desarrollo y
transformación de una realidad, entre formación o estructura social y el pensamiento
inconsciente del sujeto, determinado sobre sus relaciones de necesidad. Establece al
grupo como campo en el que se dará la indagación entre lo psicosocial (grupo interno) y
lo sociodinámico (grupo externo), a través de la observación si enfrentamos una situación
social concreta, no nos interesa solo que la interpretación sea exacta, sino
fundamentalmente, nos interesa que sea adecuada en términos de operación, es decir, de
la posibilidad de promover una modificación creativa o adaptativa según un criterio de
adaptación activa a la realidad.

La intervención profesional del Trabajo Social ha ido desarrollando y aplicando un

conjunto de modelos para afrontar los problemas sociales en su dimensión individual-
familiar o en su dimensión colectiva.

Cierto es que el énfasis se ha ido desplazando de lo intrapersonal a lo

interpersonal y socio-institucional; pero también esto hay que matizarlo: desde el inicio, y
por muy terapéutico que fuese un cierto trabajo social, siempre se comprendió el carácter
social del problema a abordar. De todos modos, parece existir, a escala internacional, una
tendencia general a distanciarse de los modelos basados en la teoría psicoanalítica para
centrarse en otros modelos que integran una pluralidad de sistemas teóricos y de
experiencias prácticas.

Los primeros modelos ponen el acento en la terapia de la persona y la solución de

problemas, están orientados hacia la acción preventiva por medio de la intervención en
momentos de crisis, hacia problemas bien delimitados a través de la modificación de
conducta y el corto plazo planificado centrado en la tarea. En este último caso, la
característica sobresaliente consiste en la adopción de un marco de referencia del
cliente/usuario para determinar el problema y los objetivos.

En un marco de referencia nuevo, que utiliza la teoría de sistemas la teoría de la

comunicación y la teoría psicoanalítica, permite abordar, en otra dimensión la terapia de
pareja y de familia; permite asimismo aproximarse al Trabajo Social de un modo distinto,
matizar las nociones de causalidad y de responsabilidad, al fijar la atención sobre el
proceso, sobre el equilibrio del sistema y el mantenimiento de su estabilidad con el
conocimiento aportado por estas teorías. En la socialización se demuestra finalmente la
necesidad de replantear la práctica del Trabajo Social ante la emergencia de nuevos
problemas sociales en un mundo constantemente en cambio, de lo cual el tratamiento
mezcla de procesos y entrevistas para entender la naturaleza del problema, estructurarlo
y proceder a una intervención transformadora.
 TEORÍA ANTROPOLÓGICA

Principalmente podemos reflexionar acerca de los aportes significativos de una

perspectiva antropológica a la formación e intervención del trabajador social a raíz de los
conocimientos obtenidos a través de estas teorías, principalmente de la Antropología
sociológica que es la cual a nosotros como futuros trabajadores sociales nos compete.

Desde esta ubicación en el que es posible profundizar en temas y abordar que,

aunque surgidos y/o utilizados en el desarrollo de la antropología, son significativos para
la teoría social, y en este sentido, constituyen herramientas teóricas y metodológicas
útiles para los futuros Trabajadores Sociales. Con esta perspectiva, los conceptos son
presentados en su génesis, atendiendo a los fenómenos que pretendieron explicar para,
posteriormente, abordar el análisis e interpretación de las situaciones en las que los
Trabajadores Sociales se encontrarán insertos desde su rol profesional en las
circunstancias actuales.

Este planteo corresponde a una concepción interdisciplinaria en la investigación e

intervención en Ciencias Sociales, que específicamente pretende poner a disposición de
las diferentes disciplinas desarrollos teóricos y temáticas sociales surgidos y desarrollados
en el campo de la Antropología Social.

La aproximación al estudio de la antropología, y a su enseñanza en vínculo al

trabajo social incluye una visión compleja y renovada de sus ámbitos de reflexión, sus
objetos tradicionales de estudio, como las relaciones y grupos de parentesco, las
instituciones políticas y económicas, etc., se manifiestan de manera renovada en los
estudios referidos a los barrios, la violencia en todas sus manifestaciones, la drogadicción,
los estudios de género, el estudio de instituciones (educativas, sanitarias, etc.), las
migraciones, entre otros.

Para desarrollar el Trabajo Social adoptamos la relación entre varias disciplinas

vinculadas en la práctica investigativa, la capacidad para integrarnos, la esperanza, el
entendimiento mutuo, la acción común, todo depende de nosotros mismos, de la
capacidad individual y colectiva, para vivir en un mundo de alternativas.

A través de la necesidad de vincular dos disciplinas investigativas,

la Antropología cultural y el Trabajo Social podemos llegar a conclusiones efectivas, sobre
procesos y fenómenos sociales, partiendo de propuestas y métodos antropológicos,
facilita el mejoramiento o solución de muchos problemas que tienen lugar en nuestro
contexto.

Los actores construyen diariamente la realidad social, con procedimientos y modos

de actuar para dar cuenta de ella, relatarla, interpretarla, y darle sentido es cuestión del
profesional que la investiga.

Con los informantes hay que determinar si saben estar, participar y situarse en el
campo para lograr el diálogo, en el fondo debe existir una sincera curiosidad por
la naturaleza humana y la mirada al interior de las personas, a su actividad cotidiana en
sus contextos múltiples y cercanos.

Los procesos urbanos, las rutinas de las personas, la forma de comunicarse, como en lo
cotidiano dan cuenta de la vida ordinaria y del lenguaje propio de esa vida, que por si solo
habla de práctica y cambios sociales.
 CONCLUSIÓN

En síntesis puedo concluir que, luego de haber hecho un análisis por estas teorías
han permitido tener una claridad mayor frente al tema y de cómo cada una de estas
teorías están directamente relacionadas con el trabajo social, cumpliendo una base
directa de apoyo en la que nos respalda frente a situaciones que tengamos que abordar
en un mundo laboral futuro, dado que el ser humano es un ser complejo que se encuentra
en conexión con todo lo que le rodea y se está permanentemente en cambio.

Cada una de estas teorías son esenciales para el desarrollo del trabajo social,
debemos tener en cuenta que así como estas teorías, existen también otras igualmente
importantes y vinculadas directamente con el trabajo social.

Considerando también que la contribución de la mirada antropológica a la

formación del futuro trabajador social se funda en una mirada sobre el mundo social que
hace énfasis en la diversidad de la experiencia humana y en el reconocimiento de las
cualidades y diálogo constante con el punto de vista del otro, así como en métodos
específicos, que por lo tanto apunta a comprender los fenómenos sociales desde la
perspectiva de los propios sujetos sociales implicados.