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Estas formas en bronce y jade muestran por primera vez uno de los principios
esenciales del arte chino: la síntesis entre el espíritu creador artístico y la función
social y jerárquica a la que estaban destinados desde su concepción. El primero
de ellos se mostraba en la exquisitez de las formas, en el origen de los temas
decorativos tomando como paradigma las fuerzas de la naturaleza y su acción
sobre el espíritu humano, y en el gran conocimiento técnico de los materiales que
ha caracterizado todas las formas artísticas.
Es cierto que la poesía, pintura y caligrafía representan todas ellas a través del
pincel, la esencia misma del pensamiento artístico taoísta, pero no hay que olvidar
que incluso estas artes sublimes tuvieron su función social, su jerarquización y en
consecuencia participaron del pensamiento confuciano.
Estas eran el arte con mayúsculas, reservado a una clase intelectual formada en
los clásicos, y la tradición, donde se reconocía y valoraba al artista y la obra de
arte en su unidad y no como producto social. Desde la primera escritura tratada
artísticamente y convertida en arte de la caligrafía por Wang Xizhi en el siglo IV
d.C. hasta los últimos heterodoxos de la Dinastía Qing, los pintores Zhuda y
Shitao, la caligrafía, pintura y poesía han estado unidas en unos mismos principios
técnicos y estéticos.
A partir del reinado de Qin Shi Huang la cerámica, cuyas primeras formas
aparecieron en el Neolítico sirviendo en muchos casos de referencia a las formas
en bronce, adquiere un mayor valor al realizarse con ella la reproducción del gran
ejército imperial con el que el emperador quiso proteger bajo tierra su mausoleo.
A partir de entonces, la cerámica (arcilla, terracota, gres y porcelana) se vuelve,
gracias a la capacidad de organización laboral de los centros alfareros, las
innovaciones técnicas y la habilidad de los artesanos en el material más versátil y
polisemántico de todos.
Desde la sencillez del barro cocido y pintado el alfarero chino ha sido capaz
mediante la aplicación de vidriados y técnicas decorativas y el control de la
cocción una inmensa variedad formal y tipológica, capaz de satisfacer todos los
gustos y necesidades.
La carestía de otros materiales (bronce, jade), hizo que a través de los barnices se
intentará buscar los efectos cromáticos y plásticos de otros materiales. Así el
barniz de óxido de hierro tratado en atmósfera reductora, producía una gama
cromática del verde-oliva al azul lavanda con la que se pretendía imitar el aspecto
del jade. Esta técnica decorativa conocida en China desde la Dinastía Han perduró
hasta el siglo XX, siendo rebautizado el color verde de estas piezas por los
europeos con el nombre de celadón.
Para esto los Chinos hicieron espectaculares esculturas que hoy en día nos
impactan
Pero la escultura tuvo también fines religiosos ligados a la difusión del budismo en
China. Las grutas de Yungang, Longmen y Dunhuang, muestran el trabajo en
piedra, ladrillo y estuco, que dio forma al panteón budista. En ellos se aprecia la
influencia extranjera y su transformación o adaptación al gusto y estética chinos,
como una de las mayores aportaciones de los intercambios producidos en la Ruta
de la Seda.
Por ello, tampoco fue considerada como un arte creativo sino como una labor de
artesanos, especialmente carpinteros y decoradores, donde no tenían cabida
innovaciones en el diseño o en la técnica de construcción.
Arquitectura China
Historia
El arte chino ha tenido una evolución más uniforme que el occidental, con un
trasfondo cultural y estético común a las sucesivas etapas artísticas, marcadas por
sus dinastías reinantes. Como la mayoría del arte oriental tiene una importante
carga religiosa (principalmente taoísmo, confucianismo y budismo) y de comunión
con la naturaleza. Al contrario que en Occidente, los chinos valoraban por igual la
caligrafía, la cerámica, la seda o la porcelana, que la arquitectura, la pintura o la
escultura, a la vez que el arte está plenamente integrado en su filosofía y cultura.
• Dinastía Qin (221-206 a.C.): unificada China bajo el reinado de Qin Shi
Huang, se construyó la Gran Muralla para evitar invasiones exteriores, con
2.400 kilómetros de longitud y una media de 9 metros de altura, con torres
de guardia de 12 metros de altura. Destaca el gran hallazgo arqueológico
del Ejército de terracota de Xian (210 a. C.), situado en el interior del
Mausoleo de Qin Shi Huang. Está compuesto por cientos de estatuas de
terracota de guerreros a medida natural, incluidos varios caballos y carros,
con gran naturalismo y precisión en la fisonomía y los detalles.
• (618-907): este fue uno de los periodos más florecientes del arte chino,
destacando por su escultura y sus célebres figuras de cerámica. La figura
más representada siguió siendo Buda, así como los bodhisattvas (místicos
budistas), destacando la estatua en madera policromada de Guan Yin (o
Bodhisattva de la Misericordia), de 2,41 metros de altura. En arquitectura la
tipología principal fue la pagoda (Hua-yen, Hsiangchi). En pintura apareció
el paisaje, género inicialmente de signo elitista, destinado a reducidos
círculos culturales. Desafortunadamente, los paisajes Tang no han llegado
hasta nuestros días, y sólo se conocen por copias, como Templo budista en
las colinas después de la lluvia, de Li Cheng (siglo X).