Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Durante el año 2006 hasta abril de 2007 se desarrollaron varias etapas para establecer la
información que diera cuenta de los fundamentos, las políticas, las iniciativas y los
indicadores de gestión de la RSU de las instituciones AUSJAL.
Las relaciones que se han venido construyendo han permitido debilitar las vanidades a las
que nos vemos avocados generalmente, para magnificar la acción universitaria interna.
La motivación del trabajo se centró en la urgente necesidad de fortalecer la identidad
común, conocer las diversas experiencias sociales, unir esfuerzos y actuar conjuntamente
en pro de los sectores más vulnerables de América Latina.
Existe una emergencia en la sociedad, con los 222 millones de personas (42,9% aprox.)
en pobreza, y de 96 millones en indigencia, equivalente al (18,6% aprox.).
De la población en indigencia, 52 millones viven en zonas urbanas y 44 millones en las
rurales1. Este panorama amerita sin duda, esmerarnos en fortalecer las iniciativas que
aporten a dignificar la población.
Pogge2 plantea que la pobreza es masiva, extrema y creciente en el mundo; vulnera cada
vez más a la población, confinándola a la explotación, al abuso y a la desigualdad.
1
CEPAL. Objetivos de Desarrollo del Milenio: Una mirada desde América Latina y el
Caribe, Capítulo II: La lucha contra la pobreza y el hambre, Pag. 4. Consulta. Julio 18 de
2006. Disponible en:
http://www.cepal.org/publicaciones/SecretariaEjecutiva/1/LCG2331/capitulo2.pdf
2
Pogge, Thomas, La Pobreza en el mundo y los derechos humano, Paidó, Barcelona
2005..
Puede persistir esta situación, pues no se evidencia la imperiosa necesidad de erradicarla
y por ello hace un llamado a una seria reflexión moral. Justamente las universidades
confiadas a la Compañía de Jesús somos las llamadas, entre otras, a brindar alternativas
de solución serias y eficaces.
La quinta parte del documento, expone algunas iniciativas que fueron seleccionadas para
que sean estudiadas y debatidas por parte de la comunidad de homólogos RSU, con el
propósito de definir proyectos comunes que posibiliten un trabajo a gran escala para
brindar alternativas de solución a algunas de las problemáticas más complejas de los
latinoamericanos.
Conclusiones
La realidad compartida que vivimos en América Latina nos agobia por la crudeza que se
acentúa cada día, agravando los niveles de pobreza, indigencia, desnutrición, desempleo,
acceso a la educación, entre otros graves problemas. Este panorama nos exige como
universidades católicas, emprender acciones conjuntas, pertinentes que mitiguen la
tristeza, la desesperanza y el no futuro de millones de personas.
Los centros del saber, entre las múltiples diferencias frente al sector privado, cumplen
con una labor pública en la construcción y aplicación de conocimiento y no depende de
su naturaleza pública o privada. Su misión en la sociedad siempre será pública. Esta
particularidad evidencia algunos de los problemas del sector educativo en América Latina
y el Caribe. Si se trata de una actividad pública, para la construcción de lo público y para
el cuidado del bien común, es preocupante que la educación se haya convertido en el
privilegio de los sectores mejor posicionados económicamente; igualmente alarmante
resulta la replicación de los fenómenos de discriminación étnica y cultural de las
sociedades en sus centros; así como la falta de implementación de esquemas de rendición
de cuentas y transparencia en todos sus procesos, que además, deberían ser establecidos a
la luz de valores socialmente acordados y movilizados por la ciudadanía, en materia de
acceso, financiación, asignación de becas.
Hay una gran dispersión de acciones, se evidencia un débil registro de las iniciativas, se
desconocen los resultados, falta divulgación y evaluación del impacto real en las
comunidades. A pesar de múltiples esfuerzo por un trabajo conjunto, los ámbitos
académico y social en algunas universidades ejercen acciones separadas.
Todavía se presenta el trabajo social como un aspecto “extracurricular”, hecho que sigue
aumentando la brecha.
Existe gran inquietud con respecto a la formulación de indicadores RSU. Se cuenta con
numerosos documentos teóricos y con diversas metodologías que ya han sido validadas.
Lo importante es lograr que a partir del reconocimiento de la diversidad de los contextos,
del debate, del respeto por la diferencia, se logre acuerdos para establecer como red de
homólogos el mejor procedimiento donde todos puedan participar y crecer como
comunidad cristiana al servicio del bien común.
Se recomienda analizar cuál debe ser la unidad, dependencia o instancia que debe asumir
la motivación y gestión de la Responsabilidad Social Universitaria. Existe ambigüedad al
respecto.
Para continuar en el proceso de reflexión conjunto que se ha iniciado por parte de la Red
de Homólogos RSUAUSJAL, se retoman tres preguntas que pueden contribuir a esa toma
de conciencia social que supere el altruismo:
¿Cuáles serían las características de una cultura universitaria, que distinguiría a una
universidad AUSJAL, responsable socialmente y comprometida con la problemática de
su país?
¿Cuál es la principal incidencia de la universidad como bien social y académico a la
cultura sociopolítica del país?
¿Cómo lograr establecer desde la universidad una relación ética con los sectores políticos
y económicos del país, para lograr dignificar a los más necesitados?