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LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO EN EL PAÍS

VASCO. INVISIBILIDAD Y ESTIGMA.


UNA MIRADA DESDE LA ANTROPOLOGÍA.

EL AUTOR

Jesús Prieto Mendaza nace el 8 de marzo de1957 en Vitoria.


Diplomado en Magisterio por la Escuela Universitaria de Álava U.P.V.
y Licenciado en Antropología por la universidad de Deusto. Es
reconocido en este campo su libro El furtivismo en la montaña
Alavesa. Algo más que pícaros o burladores. 2005. Vitoria. Edit.
Diputación Foral de Álava.

Ejerce su labor educadora durante 25 años en el Colegio Samaniego


de Vitoria, siendo fundador del Grupo Por la Paz Samaniego, grupo pionero en nuestra ciudad
en el ámbito de la Educación para la No Violencia y los Derechos Humanos.
Colaborador de Gesto por la Paz, Bakeaz, Bakea Orain y diversos organismos de corte pacifista
y social. Ha sido autor de la Unidad Didáctica Historias que nos marcan .Las víctimas del
terrorismo en la educación para la Paz. 2006. Bilbao. Edit. Bakeaz

Ha impartido cursos de verano sobre antropología y movimientos migratorios en la U.P.V. y


desde hace cuatro años desarrolla su labor docente como profesor colaborador de Educación
Intercultural en la Universidad de Deusto de Bilbao. Colabora como profesor relator de la
ponencia de víctimas en los cursos de Verano del Instituto Internacional de Sociología Jurídica
de la U.P.V. en Oñate.
Conferenciante reconocido, tertuliano habitual tanto en EukalTelebista como en Radio
Vitoria, se prodiga como articulista en los diarios El Correo y Diario de Noticias de Álava, así
como en diversas revistas de etnografía y antropología.

En estos momentos ultima su tesis doctoral sobre Agrupamientos de población de origen


inmigrante y guetización en Vitoria-Gasteiz.

Teléfono: 605702331

Correo electrónico: prietomusitu@euskalnet.net

1
ÍNDICE

1.-INTRODUCCIÓN………….…….…..pág. 3

2.-APUNTES HISTÓRICOS…….….......pág. 5

2.1.- DESDE LOS ORÍGENES…..…......pág. 5

2.2.- DÉCADA DE POSGUERRA.


DECEPCIÓN Y SILENCIO…….…pág. 8

2.3.- DÉCADA 60/ 70. LA CALLE COMO


ELEMENTO DE REIVINDICACIÓN… pág. 10

2.4.- DESDE 1976 HASTA 1990………pág. 12

2.5.- DESDE LOS AÑOS 90 HASTA EL S XXI. EL


MISMO PUEBLO PERMANECE……….pág. 16

3.- INTERVENCIÓN DE LAS VÍCTIMAS EN


LOS PROCESOS. PASADO Y PRESENTE
DE SU TESTIMONIO……………….…...pág. 22

3.1.- LA ESTIGMATIZACIÓN………….pág. 24

4.- EN CLAVE DE FUTURO……………pág. 27

4.1.- EL PERDÓN……..…………………pág. 28

4.2.- ¿DEBEN LAS VÍCTIMAS PARTICIPAR


ACTIVAMENTE EN LOS PROCESOS
POLÍTICOS?............................................pág. 31

5.- CONCLUSIONES……………………..pág. 33

6.- BIBLIOGRAFÍA……………………….pág. 35

7.- ANEXOS……………………………….pág. 37

2
1.- INTRODUCCIÓN

El presente ensayo pretende ser un acercamiento, desde su relato protagonista, a


las víctimas del terrorismo en el País Vasco. Víctimas inocentes, pues
independientemente de su condición, el haber sido asesinadas o heridas por un grupo de
fanáticos terroristas les convierte automáticamente, sin ellas desearlo, en integrantes de
esa categoría. Víctimas, hombres, mujeres y niños, que durante décadas de horror no
han existido en el imaginario colectivo vasco. Gentes que han sido olvidadas y
deliberadamente borradas de la historia por el miedo que la organización ETA y sus
adláteres han inoculado durante demasiados años en esta sociedad.
Es desde la aparición de la Coordinadora Gesto Por la Paz de Euskal Herria en 1986 1 y
fundamentalmente desde las movilizaciones posteriores al asesinato de Miguel Angel
Blanco, hecho este del que cumplimos diez años, cuando la reivindicación de la voz de
las víctimas cobra fuerza.
Si bien es cierto que en este momento las víctimas del terrorismo ven reconocido su
sufrimiento, en este sentido incluso el propio Gobierno de Euskadi con su lehendakari al
frente han hecho gestos significativos, no es menos cierto que todavía determinados
sectores, minoritarios pero significativos, de la ciudadanía vasca e incluso del
denominado nacionalismo democrático pretenden compaginar ese reconocimiento a su
condición de víctimas con cierta justificación de los victimarios al categorizarlos como
agentes contextualizados en un supuesto conflicto político con el Estado Español.
Deseo por lo tanto conducirles a ustedes, intentando movernos en un espacio lo más
objetivo posible, al centro de lo que durante muchos años ha sido un auténtico horror en
el País Vasco y reivindicar el sufrimiento y la marginación a los que han estado
sometidas tantas víctimas de la violencia terrorista en aquellas tierras donde tan sólo el
odio ha podido desarrollarse libremente. 2

Antes de comenzar a desarrollar la tesis que nos ocupa en el presente trabajo, si


desearía aclarar tres puntos que considero de vital importancia en esta fase
introductoria:

1.- En la presente investigación no podemos olvidar los diversos grados de afectación


de la violencia terrorista en el País Vasco, pero tampoco esta decidida apuesta a favor de
los Derechos Humanos ha de olvidar la enorme cantidad de sangre y sufrimiento
vertidos por las víctimas inocentes de la organización Euskadi Ta Askatasuna 3
Evidentemente quienes más afectados quedan por el ejercicio de la barbarie asesina son,
las víctimas de la misma. Víctimas que hemos de reconocer son variadas y en absoluto
monocolores. En Euskal Herria es obvio que la organización terrorista E.T.A. ha
causado un número muy superior de muertos, heridos, secuestrados y extorsionados que
otras organizaciones asociadas a la denominada violencia de estado o terrorismo de
estado, pero la raíz de este análisis no pretende ser meramente estadística o aritmética,
sino apoyarse en la ética y desde la misma concluir condenando toda conculcación de
los derechos fundamentales.

1
En un principio fueron la Coordinadora Gesto Por La Paz y la Asociación Por la Paz en Gipuzkoa hasta
su posterior fusión en 1989.
2
Sería interesante la lectura del artículo Para que no se exilie el amor. Anexo 1.
3
Euskadi y libertad es la siniestra traducción de las siglas ETA.

3
La sociedad vasca debe definitivamente abandonar esa solidaridad maniquea en la que
ha estado instalada durante décadas que le ha hecho condenar los crímenes de los míos y
callar ante los de los otros. Que nadie pueda decir más, parafraseando a Primo Levi4 que
los vascos nos comportamos con poca valentía o con indignidad ante el horror; que el
conocido concepto de la zona gris no vuelva a señalarnos acusador.

2.- El fenómeno de la mundialización o globalización también afecta al terrorismo. La


profesora Gema Martín Muñoz y el profesor Fernando Reinares (2006) han presentado
en infinidad de ocasiones la deslocalización del terror en su vertiente integrista
islámica, y por supuesto como esta violencia genera una nueva categoría de víctimas
que podríamos categorizar como víctimas globalizadas. Si bien es cierto que pueden
presentar características específicas, dependiendo de las zonas del mundo en conflicto
de las que provengan, no es menos cierto que todas las víctimas presentan también
rasgos comunes sea en Bilbao, en New York, en Madrid, en Bogotá o en Belfast.
Después del 11S y de la experiencia vivida en España tras el llamado 11M, el contacto
con un terror desconocido para nosotros no hizo sino verificar aún más si cabe que el
integrismo y el fanatismo tienen unas funestas consecuencias lleven los ejecutores
turbante o txapela, y que la condición de víctima, tristemente, iguala a todos
independientemente de la nacionalidad o el lugar del mundo donde tiene lugar un
atentado. La única realidad es el hecho irrefutable de que toda vivencia traumática tiene
unas consecuencias irreparables, y que además del daño físico las víctimas del
terrorismo arrastran un profundo perjuicio psicológico.
Muchos de los síntomas experimentados por las víctimas, como pueden ser los
sentimientos de indefensión y pérdida de control, temor por la propia vida o la de sus
familiares, sensación de humillación, dolor íntimo, sentimiento de culpa, etc. son en este
primer decenio del siglo XXI expresiones de dolor universales. 5

3.-Las víctimas de cualquier conflicto son quienes mueren, quienes ven destrozada su
familia, quienes deben superar difíciles procesos de duelo (en el País Vasco en muchas
ocasiones en situaciones de sangrante impunidad por parte de los causantes del horror) y
quienes, llegado el momento, han de afrontar procesos de reconciliación e incluso de
perdón para con sus victimarios. Lamentablemente, y dependiendo de conveniencias
económicas o políticas, son los parias olvidados de innumerables conflictos a lo largo y
ancho de nuestro castigado planeta, y en este caso las víctimas de ETA en Euskadi han
sido durante décadas invisibles para toda una sociedad.
La conclusión es clara. Desde Vasconia, no debemos permitir que esto ocurra.
Cualquiera que sea el proceso que se nos abra en el futuro, este habrá de evitar que la
memoria de las víctimas, repito una vez más sean de ETA o de los GAL, caiga en el
profundo pozo del olvido. Para ello en necesario reivindicar la recuperación de su
memoria, la dignidad a través de sus narrativas será el mejor antídoto contra la
repetición futura, si es que realmente termina la presente, de la barbarie asesina en el
País Vasco.

4
Levi Primo (1989) Los hundidos y los salvados. Barcelona. Muchnik editores.
5
Sería recomendable la lectura del siguiente texto de Enrique Echeburua (2004) Superar un trauma. El
tratamiento de las víctimas de sucesos violentos. Madrid. Ediciones Pirámide.

4
2.-APUNTES HISTORICOS

Antes de hacer un ejercicio de reflexión sobre las causas que han conducido al
olvido de las víctimas del terrorismo durante casi tres décadas, creo que es pertinente
realizar un recorrido histórico, un viaje a través de las experiencias más destacadas de
esta sociedad en épocas anteriores, recorrido que nos permita contextualizar el hecho de
la aparición del terrorismo como elemento de lucha, supuestamente política, en el País
Vasco. Es con este objetivo con el que paso a recordar, de forma breve, determinados
acontecimientos que, a mí entender, tienen relevancia en nuestra historia pasada y
reciente. Es un ejercicio que, fundamentalmente de cara a los alumnos que no conocen
la realidad vasca, puede ayudar a situar lo que ETA ha sido y todavía hoy es, en cuanto
a factor generador de opresión, muerte y miedo6 en Euskadi.
Hoy mismo, cuando escribo estas líneas, veo con horror como en las fiestas del
municipio vizcaíno de Getxo una pancarta preside el recinto festivo. En ella la siguiente
frase. Ertzainak. ETA mátalos.

2.1. - DESDE LOS ORIGENES.

Muy poco podemos decir con exactitud de los primeros pobladores del País Vasco,
como apuntan Jesús Altuna y Telesforo Aranzadi, suponemos que eran cazadores
recolectores, pero a medida que aparecen las transformaciones económicas y técnicas
del Neolítico (3.500 a.c.) tenemos más datos sobre aquellos nuestros antepasados que
comienzan a establecerse fuera de cuevas y pasan a ser pastores y agricultores.
Desde la edad de los metales (2.000a.c.) muchos son los acontecimientos que
han tenido especial relevancia en el devenir de nuestro pueblo, sería del todo imposible
resumirlos en este trabajo, pues todos, absolutamente todos, inciden en los cambios que
va a experimentar una sociedad, en este caso la vasca. Por todo ello, nos limitaremos a
mencionar los que consideramos más importantes.

100 (a.c) ROMANIZACION. Después del contacto con los celtas, la


romanización en Vasconia fue a todas luces desigual, dándose la mayor influencia en las
tierras llanas de Álava y Navarra. Ya desde el siglo I pertenecían a la provincia de
Tarraconensis y la calzada Astorga – Burdeos fue de capital importancia en los cambios
que experimentan estas sociedades.
824 – Iñigo Ximenez Aritza. Formación y engrandecimiento del Reino de
Navarra. Luchas contra francos y árabes, pero existe una muy buena relación con la
Dinastía árabe de los Benu Cassin.

Edad Media. Marcada por luchas y contiendas. El Reino de Navarra se


desintegra poco a poco, francos por un lado y Castilla y Aragón por otro lo
desmiembran. En el año 1200 Gipuzkoa se incorpora al Reino de Castilla, primero en
Poitiers, luego en las Navas de Tolosa, importante fue la participación vasca junto a
Sancho El Fuerte unido ya a los pendones Castellano-aragoneses (1212).
D. Diego López de Haro funda Bilbao en 1300.

6
Creo conveniente, de cara a valorar el poder del miedo en la sociedad vasca, leer el artículo Me tortura
la idea de ser cobarde. Anexo 2

5
En el 1332 se consuma la voluntaria entrega de Álava a Castilla. Desaparece el
poder de la llamada la cofradía de Arriaga.
En 1452 recopilación del fuero viejo de Vizcaya. Luchas de bandos (Andikis)
siglos XIV y XV.

1492. Comienza la colonización de América. Marineros, expedicionarios y


misioneros vascos tendrán gran influencia (recordemos que ya en 1372 los balleneros
vascos parece que llegaron a Terranova). Como ejemplo citaremos a: Francisco de
Garay, P. Ursua, Lope de Aguirre, Sebastián Elcano, López de Legazpi, P. Anchieta, y
un largo etc.
Repercusiones económicas del descubrimiento. El maíz, supone una revolución
en los caseríos. La indaba sustituye a la bababeltza7.
Extensión de vascos por toda Castilla como canteros, escribanos en la corte,
etc....
Creación de la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas, así como numerosos
astilleros y relaciones comerciales.

1761 Fundación de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del país.


Un grupo de ilustrados vascos pretenden la modernización, desde las ideas de la
razón pero en consonancia con sus tradiciones, del País Vasco.

1789 – Revolución francesa.


En muchos ámbitos de Vasconia se vivió como una peligrosa amenaza para las
tradiciones forales vascas, tanto en los territorios españoles como en los franceses.

1808/14 Invasión de las tropas Napoleónicas.


Napoleón fue rechazado, pero las ideas de la ilustración quedaron en el alma de
muchos españoles y así ocurrió también con los vascos. Esto dio origen a dos
tendencias: los absolutistas (carlistas) y los liberales (isabelinos).
Había un precedente; la constitución liberal de Cádiz, que había levantado
grandes protestas en toda Vasconia por su carácter antiforal.

1833/39. 1ª Guerra Carlista.


Zumalacárregui derrota a los generales liberales sucesivamente con su ejército
de 20.000 hombres, hasta su muerte en el cerco a Bilbao.
El abrazo de Bergara entre Maroto y Espartero cierra esta contienda.
(En el año 1841 Navarra acuerda la Ley paccionada)

1853. José Mª de Iparaguirre famoso bardo vasco canta por primera vez el
que será considerado por muchos el himno vasco más popular el
Gernikako arbola.

1865. Nace Sabino Arana y Goiri. Fundador del Nacionalismo Bizkaitarra.

1872/76. 2ª Guerra Carlista.


Los sucesivos recortes a los fueros vascos dieron origen a esta 2ª
contienda, que se salda con otra derrota. Destacaremos en ella las crueles y
polémicas actuaciones del integrista Cura Santa Cruz.

7
La indaba es en euskera la alubia y la baba es el haba

6
1876. Canovas del Castillo aprueba la ley derogatoria de los fueros vascos.

La pérdida de los fueros sirvió de revulsivo a muchas conciencias del país; y les
empujó a la toma de conciencia de la realidad vasca. L’Abadie en Iparralde, A.
Campión en Navarra, J. Manterola en Guipúzcoa, F. Herrán en Álava y F.
Sagarminaga en Vizcaya. Por supuesto Sabino Arana tuvo una importantísima
participación en este renacimiento cultural.
(Corcuera Atienza Javier. 1993)

1894. Se funda el primer Batzoki 8y aparece por primera vez la Ikurriña.

1897. Comienza a destacar con fuerza, sobretodo en Bizkaia, el P.S.O.E. cuya


primera organización nació en 1886.

1898 – Desastre colonial español.

1903. Muere Sabino Arana en Sukarrieta, pero el Partido Nacionalista Vasco,


no deja de crecer. (En las elecciones de 1918 se obtienen siete diputados).
El conde de Romanones se muestra favorable a
escuchar a los vascos. Se crean Eusko Ikaskuntza y
Euskaltzaindia, contando con la presencia de Alfonso
XIII, pero los trágicos sucesos de Barcelona y la
presidencia de Maura dan al traste con las ilusiones de
autogobierno.

1914. Explota la 1ª Guerra mundial – La neutralidad española favorece el auge


de la industria vasca.

1917. Revolución Bolchevique en Rusia.

1918. Finaliza la 1ª Guerra mundial.

1923/1930. Dictadura de Primo de Rivera.


Durante este período el Nacionalismo vasco pasa a la clandestinidad.

1931. 2ª República Española.


El 15 de junio de 1931 en Lizarra–Estella, la asamblea de municipios vascos
aprueba el estatuto, que con modificaciones posteriores (eliminando citas a Dios y a las
relaciones con el Vaticano) fue aprobado en 1932 en las tres provincias vascas, pero no
así en Navarra donde la derecha había hecho campaña en su contra.

1936. El 18 de julio las tropas rebeldes del General Franco se alzan en armas
contra el poder legal republicano.
La guerra civil en el País Vasco-Navarro, fue vivida como una lucha de patrias y
una rivalidad de nacionalismos. Realmente, al igual que ocurrió en toda España, fue un
combate fratricida, que sellaría por muchos años la endémica división de la comunidad
vasca.

8
Denominación de las sedes del PNV.

7
1939. Finalizada la contienda civil, el Gobierno Vasco, con el lehendakari José
A. Aguirre a la cabeza, se instala en París junto a 200.000 exiliados. Mientas tanto
comienza en Euskadi una feroz represión. Fusilamientos y cárcel para nacionalistas,
socialistas y cuantos vascos lucharon en el bando republicano.

2.2. - DÉCADA DE POSGUERRA. DECEPCIÓN Y SILENCIO.

¿Por qué durante el período franquista la conciencia nacional vasca no


desaparece con la represión, sino que se extiende a zonas del país tradicionalmente no
nacionalistas?
Hago aquí una doble constatación:
Por un parte, de una realidad vivida: el funcionamiento sociopolítico del
régimen franquista.
Por otra, de una impresión empírica: la extensión e intensificación del código
de funcionamiento nacionalista vasco durante este lúgubre período histórico, que
transcurre desde el final de la guerra civil hasta la muerte del dictador que dio nombre
a esta época.
(Gurrutxaga Abad Ander. 1996)

Después de los desastres de la guerra civil, el país vasco sufre una cruel
represión sobre todo lo que signifique exaltación de su identidad.
(Prohibición del euskera, derogación de los fueros para las provincias traidoras
de Vizcaya y Guipúzcoa. Fusilamientos, cárcel y exilio para muchos vascos.)

1.939-45. 2ª guerra mundial. La política de no intervención (ahí estuvo la


División Azul ¿no fue eso intervención?) favorece un cierto resurgir industrial en
Bizkaia y Guipúzcoa, pero la amenaza nazi obliga a emigrar a América a numerosos
exiliados, en suelo francés fundamentalmente.
La población en estos primeros años de posguerra era en el país vasco la
siguiente:
Álava 104.206 habitantes
Guipúzcoa 302.329 habitantes
Navarra 345.885 habitantes
Vizcaya 485.295 habitantes

1947. Huelga General convocada por las centrales en la clandestinidad (CNT,


ELA y UGT) con la aprobación del Gobierno Vasco en el exilio. Más de 6.000 personas
son detenidas en Bizkaia.

1952. Nace dentro del nacionalismo vasco, el grupo de jóvenes Ekin un grupo
escindido de EGI, las juventudes del PNV.

1953. Tratado con Estados Unidos y con la Santa Sede (en 1955 ingresaría
España en la O.N.U.). El anticomunismo de Truman da un fuerte revés al Gobierno
Vasco y al exilio español en general. Con indisimulada frustración acoge la resistencia

8
vasca estos hechos que dan al traste con la ilusión de que la comunidad internacional
puede hacer caer en breve al régimen franquista.
Los vegetales de la democracia clásica han caído en la trampa oportunista,
pensando que para combatir la tiranía hay que apoyarse en ciertos tiranos. Lo único
importante para ellos es el color de las libreas de los déspotas.
(Fco. Javier de Landaburu)

1957. Gobierno español, dominado por los llamados tecnócratas (López Rodó,
López Bravo, etc.). Se da el paso de la precariedad a la institucionalización definitiva
del régimen franquista y del subdesarrollo a la industrialización y la urbanización
(hechos estos de gran importancia en Euskadi).

Las causas del nacimiento de Ekin hay que buscarlas en: el fracaso de la
política pro-aliada del Gobierno Vasco, el escepticismo generalizado de la generación
de la guerra en la política de espera del P.N.V. y las profundas transformaciones
sociales operadas en Euskadi.
(Alvarez Enparantza Txilardegi)9

Las diferencias entre los jóvenes de Ekin (recordemos que significa ekin, es decir,
hacer) y los de E.G.I.10 los llevan a la ruptura.

La industrialización trae numerosos inmigrantes a esta tierra. Además de grandes


cambios demográficos, esto origina enormes cambios sociales.

Población en 1955.

Álava 118.112 habitantes


Guipúzcoa 375.129 habitantes
Navarra 382.992 habitantes
Vizcaya 569.343 habitantes

1959. Los disidentes de Ekin Taldea-EGI después de la salida de J. Mª Benito


del Valle, Julen Madariaga y José Luis Álvarez Emparantza crean el 31 de julio en
Bilbao la organización Euskadi ta Askatasuna.
Hasta que no se empiecen a incorporar elementos marxistas, su concepción será
espiritual y humanista
(Fco Letamendia Ortzi)11

1960. Muere en el exilio Don J. A. de Aguirre. Es sustituido por el lehendakari


J. M. Leizaola.

Finaliza aquí una etapa en la que el nacionalismo (y otras fuerzas


antifranquistas) se mueven en el silencio. Un silencio organizado que se opone al país
vasco que se quiere vender oficialmente por los portavoces de la dictadura. Un silencio
que se oye, silencio de la clandestinidad pero no de la inactividad.

9
Conocido lingüista y escritor en euskera, para muchos ideólogo de ETA.
10
EGI son las siglas que identifican a las juventudes del PNV.
11
Quien luego fue militante activo de Herri Batasuna.

9
2.3. - DÉCADA 60/76.
LA CALLE COMO ELEMENTO DE REIVINDICACIÓN.

E.T.A. representa en esta década la respuesta, desde los espacios del silencio, a
la situación socio-política del país vasco oficial.
(Gurrutxaga Abad Ander. 1985)

Muchos de los políticos en activo, profesores, y conocidos artistas e intelectuales


de este país han tenido en su juventud alguna relación con E.T.A. El peso que en estos
años va a tener la organización (ya en estos años armada para unos, terrorista para otros)
en la socialización de la juventud vasca, es superior al del nacionalismo tradicional. Uno
de estos intelectuales es, al igual que Mario Onaindia, Mikel Azurmendi, Jon Juaristi,
Kepa Aulestia y un largo etcétera, Juan Aranzadi.
Nacer español en este siglo, como toda desgracia, puede ser metafísicamente
fecundo; sentirse vasco, como toda tragedia, ayuda a vislumbrar los huecos de la
telaraña social. Del asombro provocado por el doloroso cruce de esa tragedia y esa
desgracia ha nacido el presente volumen.
(Aranzadi Juan. 1981: p. 25)
Es en esta década donde surgen otros movimientos más centrados en un discurso
cultural cuyo eje vertebrador será el euskera. Surgen las ikastolas, comienzan las
campañas de alfabetización, literatura, el grupo Ez Dok Amairu inicia la canción vasca,
aparece el euskera Batua12... La cultura vasca, la recuperación de esa identidad
prohibida por la dictadura, surge con una fuerza inusitada.

En el aspecto económico, sigue el creciente movimiento industrial.


Los planes de Desarrollo, fomentados desde el régimen, tienen incluso para sus
detractores (Ramón Tamames es el más destacado) una indudable influencia.
El afamado profesor Fuentes Quintana los definía así:
El turismo, la inversión extranjera y la emigración; serán los tres ejes de ese
crecimiento económico.
(Quintana Fuentes. 1993)
1962. Carrero Blanco, se confirma como hombre fuerte del régimen y posible
sucesor. (A pesar de que está a punto de aprobarse la ley de sucesión, que prevé un
regreso a la monarquía representado no en D. Juan sino en su hijo D. Juan Carlos de
Borbón).
En este año E.T.A. celebra su primera asamblea y se define como organización
revolucionaria.
1965. El hombre llega a la luna.
1966. Manuel Fraga Iribarne, a la sazón ministro de Información y Turismo,
promueve la Ley de Prensa (aperturista para los sectores más cerrados del régimen y
una censura encubierta para la oposición antifranquista).
Este año E.T.A. celebra la V asamblea y sus disidentes (komunistak) forman E.M.K.

1968. La revolución estudiantil en las calles de París marca toda la década.


Salto cualitativo en la estrategia de E.T.A. Muere el guardia José Pardines (primera

12
Euskera Batua, significa unido, es decir una lengua identificable por todos los vascos
independientemente de que hablen el dialecto vizcaíno, guipuzcoano, navarro, lapurtino, suletino, etc…

10
víctima mortal de la organización) a manos de Txabi Etxebarrieta. (Este sería
posteriormente abatido en una supuesta operación de venganza de la Guardia Civil). El
2 de agosto era asesinado el conocido comisario, supuesto torturador, Melitón
Manzanas.
He leído unas reflexiones de Txabi Etxebarrieta. Tuve unas ganas enormes de
llorar y lo hice. Tiene mérito este tipo, pero ¿Es tan grave el problema para llegar a
esto? Tiene que serlo cuando a tanta gente no le importa la cárcel o las torturas
franquistas, ni siquiera morir.
Debe serlo, pero... no estoy convencida de ello.
(Maria Dolores González Cataraín Yoyes)

1970. Como consecuencia del desarrollo industrial (los planes de desarrollo


parecen funcionar) la renta per cápita en toda España experimenta un gran incremento,
especialmente en el País Vasco, Madrid, Cataluña y Valencia.

La renta per cápita es en Bizkaia de:

Año 1960 315 dólares


Año 1967 639 dólares
Año 1970 800 dólares

Dentro de un ambiente económico favorable, siguen desarrollándose los


movimientos en torno a la cultura e identidad vascas.
Del silencio de la posguerra se da el salto a la expresión en la calle.
Es en este ámbito donde se va a manifestar ahora el deseo de recuperación de libertades
de los vascos. Con motivo del Proceso de Burgos, en el que son condenados a muerte 6
militantes vascos (serían finalmente indultados y extrañados) se suceden las
movilizaciones en toda España, que a pesar del estado de excepción y de la represión
policial, son de una gran importancia.

1973. 20 de Diciembre. Cuando las fuerzas antifranquistas estaban pendientes


del proceso 1.001 atentado en Madrid. Muere asesinado el General Carrero Blanco.
E.T.A. es tomada en consideración por toda la oposición antifranquista y movimientos
izquierdistas de toda España, que antes la habían subestimado. (A pesar del miedo a los
Guerrilleros de Cristo Rey (de Mariano Sánchez Covisa) en Euskadi es imparable el
ansia de libertad y esto es manifiesto en las calles. Las cuadrillas, los grupos de
montañeros, el clero, los grupos de danzas, la iglesia (tiene poder pero la
secularización de la juventud vasca avanza inexorablemente), las sociedades
gastronómicas... se convierten en elementos dinamizadores (a veces en la
clandestinidad) de la cultura euskaldun.

1974. La represión franquista no cesa. Muere fusilado el anarquista Puig


Antich.
Arias Navarro, presidente del gobierno español, anuncia el llamado espíritu del
12 de febrero, un tímido intento aperturista teniendo en cuenta la quebrada salud del
dictador y del propio régimen.

1975. Se crea la plataforma democrática (P.S.O.E., Izquierda Democrática


Cristiana, P.N.V., O.R.T., M.C.E....). El régimen franquista agoniza con su
representante máximo, pero da sus últimos coletazos de una forma cruel.

11
El 27 de septiembre de 1975 caen bajo las balas del pelotón de fusilamiento los
miembros de ETA Txiki y Otaegi junto a varios militantes del FRAP.

Huelgas Generales y movilizaciones por toda España, fundamentalmente en


Euskadi. La huelga se convierte en una herramienta eficaz para los militantes vascos.

La población en este año 1975 es en el País Vasco:

Álava 238.353 habitantes


Guipúzcoa 682.517 habitantes
Navarra 483.867 habitantes
Vizcaya 1.151.680 habitantes

Esta es la situación del país cuando llega la noticia.


El 20 de Noviembre muere el dictador. Se abren los horizontes de libertades
políticas en todo el estado, a pesar del denominado “bunker” y los grupos ultras-
derechistas.

1976. Suárez presidente del gobierno. A pesar de las intenciones de apertura, la


democracia es muy débil y debe enfrentarse a enemigos poderosos, ETA se demostrará
uno de ellos.

Siendo ministro de gobernación Fraga, son asesinados en Vitoria 5 trabajadores


el 3 de Marzo. La Iglesia de San Francisco se tiñe de sangre y Euskadi entera,
fundamentalmente las clases trabajadoras, se moviliza sobrecogida.

Para el gobierno de Arias Navarro, Vitoria, ni siquiera existía. Los


“partes” de radio o el telediario no hacían mención a la prolongada
lucha de los obreros de esta ciudad.
Por la mañana algunos elementos de los “grises” habían utilizado fuego
real, la gente salía a la calle con miedo pero... para el país entero nada
parecía perturbar la paz legada por Franco”.
(Lasheras Amparo. 2001: p. 32)

2.4. - DESDE EL AÑO 1976 AL 1990. LIBERTAD.

1977 – El mundo entero se ve sacudido por la crisis económica conocida como la crisis
del petróleo.

Euskadi, sus fiestas y manifestaciones culturales vibran con un grito unánime.


¡Amnistia ta askatasuna! (Amnistía y libertad)

El final de la dictadura anima a los jóvenes militantes vascos desde el


nacionalismo moderado, socialismo, centro derecha hasta la izquierda comunista o
Euskadiko Ezkerra que irrumpe con fuerza, les ilusiona poder sentir la cercanía de la tan
ansiada libertad.

12
17 de junio – primeras elecciones parlamentarias en España. Victoria de la Unión de
Centro Democrático de Adolfo Suárez. En Euskadi el partido más votado será E.A.J. –
P.N.V., en Vizcaya y Guipúzcoa, U.C.D. en Álava y en Navarra.

15 de octubre – Como consecuencia de la amnistía, todos los presos vascos salen de


las cárceles.

1978 – El 17 de febrero se constituye el Consejo General Vasco bajo la presidencia de


Ramón Rubial Cavia (P.S.O.E.). Está en marcha, de esta forma, el embrión del futuro
gobierno vasco.

6 de diciembre – Referéndum para la aprobación de la constitución española.

P.N.V., M.C. y P.T. propugnan la abstención.


HASI, A.N.V., E.S.B., L.A.I.A. y A.P. propugnan el NO.
O.R.T., P.S.O.E., P.C., U.C.D. y D.C.V. propugnan el SI.

Los resultados arrojan este balance:

SI NO ABSTENCION

GUIPÚZCOA 27‟75 % 12‟95 % 56‟56 %


VIZCAYA 30‟93 % 9,41 % 55‟44 %
ALAVA 42‟33 % 11‟38 % 40‟71 %
NAVARRA 50‟38 % 11‟29 % 33‟42 %

(Fuente: De Ugalde Martín. 1984)

1979 – Euskadi no es ajena a la crisis económica. Comienza en nuestra sociedad un


problema que era desconocido desde hace décadas: el paro.

20 de marzo – Carlos Garaikoetxea nuevo presidente del Consejo General Vasco.

18 de diciembre se aprueba el Estatuto de Gernika.

1980 – Este año la actividad de la organización E.T.A. produce 91 víctimas.

31 de marzo – Comienza su andadura el Parlamento Vasco.

9 de abril - Se crea el Gobierno Vasco y es su presidente D. Carlos Garaikoetxea.

1981. 23 de febrero - Intento de Golpe de Estado de Antonio Tejero. (En el fondo


tendrá cierta trascendencia política, las aspiraciones de los nacionalismos llamados
periféricos se verán seriamente afectadas).

Agosto – Ley del divorcio.

13
1982. Julio – Mundial de fútbol en España. Comienzan a escucharse las voces, no
solamente en el entorno de la izquierda radical sino también dentro del nacionalismo
democrático, que piden una selección oficial vasca.

30 de septiembre – E.T.A. p.m. anuncia su renuncia a la lucha armada y su


participación en la política vasca. Un proceso de reflexión interna y las conversaciones
entre el ministro Rosón y los dirigentes de Euskadiko Ezkerra, llevan al convencimiento
a sus militantes de que no tiene sentido la lucha armada.
Las secuencias televisivas de aquellos hombres quitándose las capuchas, serán un
revulsivo en muchas conciencias; sin duda este hecho, junto con la desaparición a cargo
de sus ex compañeros de Moreno Bergareche Pertur, marcan un antes y un después en
el apoyo ciudadano a E.T.A.

29 de octubre – Felipe González (P.S.O.E.) logra la presidencia del Gobierno Español.

1983. 9 de enero – Primeras emisiones de Euskal Telebista.

Comienzan sus acciones violentas los G.A.L. Todo el mundo en el País Vasco
sospecha de sus vinculaciones con los aparatos del Estado Español. (Ya son 7 los
miembros de E.T.A. asesinados en Iparralde).

1984 - Atentados sangrientos. Escalada de E.T.A. con gran número de víctimas. La


opinión pública, hasta ahora atenazada por el miedo o la complicidad, comienza a
mostrar públicamente su rechazo.
(Aparecen las críticas en el seno de grupos parroquiales, estudiantiles,
sindicales,... aparecen tímidos intentos pacifistas como Artesanos por la Paz).

1985 – Mijail Gorbachov, comienza a preparar su perestroika.

Aprobada la ley del aborto. Para muchas jóvenes ya no será necesario tomar el
ferry hacia Londres. El movimiento feminista no deja de avanzar.

Desde la muerte de Rock Hudson, las noticias sobre el S.I.D.A., una nueva
enfermedad desconocida hasta ahora, comienzan a expandirse de forma alarmante.

1986 – Es asesinada en Ordizia, su pueblo, Yoyes. Un escalofrío recorre a quienes


fueron militantes y compañeros de Mª Dolores González Catarain.

A miles de km. de distancia se produce una catástrofe de enormes dimensiones.


Se produce el desastre radioactivo de Chernobil.

1987 – Los atentamos masivos de ETA sacuden a la opinión pública vasca y española.
(Hipercor 19 junio).
Las acciones de E.T.A. comienzan a ser vistas cada vez por más ciudadanos
vascos como crímenes. Es en esta época cuando comienza a ampliarse la nómina de
personas relevantes y conocidas que se posicionan claramente en su contra.
(Aranzadi Juan. 2001)

14
1988. 12 de enero se firma el conocido Pacto de Ajuria Enea bajo los auspicios del
lehendakari José Antonio Ardanza.

19 de octubre. La Audiencia Nacional procesa a los policías Amedo y Domínguez por


su implicación en la guerra sucia.

1989. 8 de enero. Tregua de E.T.A.


Conversaciones de Argel entre la organización y el gobierno español en manos
del P.S.O.E.

5 de junio – Matanza de Tiananmen en China.

10 de noviembre – Cae el muro de Berlín.

24 de noviembre - Muere asesinado en Madrid Josu Muguruza, a cargo de un grupo


de ultraderechistas. El conocido abogado y miembro de H.B. Iñaki Esnaola resulta
herido grave.

26 de diciembre – Revolución en Rumanía. Ceaucescu y su mujer son ejecutados.


1990. La década de los 90 comienza con la caída del muro de Berlín, se unen gentes de
ambos lados de Alemania.

Aquí, en Euskadi, lejos de estar unidos los vascos parecen cada vez más distantes y
enfrentados.
¿Por qué? ¿La violencia tendrá parte en esto?
A pesar de que han aparecido ya movimientos pacifistas, a pesar de que comienzan a
escucharse voces valientes contra el terrorismo… la crueldad de este, y de quienes lo
justifican, no parece tener límites.

Eran días de viento sur aquellos en que Txabi Etxebarrieta pensaba en el perfecto e
íntimo equilibrio del universo.
De eso hace ya veintisiete años y todavía siguen visitándonos días que enrarecen el
ánimo.
Sin embargo, los días de viento sur también despejan el horizonte.
(Kepa Aulestia.1993)

15
2.5. - DESDE LOS AÑOS 90 HASTA EL SIGLO XXI
EL MISMO PUEBLO QUE PERMANECE.

1991. Junto con la desintegración de la Europa del este, comienza la guerra en la ex


Yugoslavia.
Al mismo tiempo E.E.U.U. plasta a Irak en la Guerra del Golfo.
Boris Yelsin arrebata el poder a Mihail Gorbachov.

Conflicto por la autovía de Leizarán. Surge la Coordinadora Lurraldea y se


reproducen las estrategias anteriormente utilizadas contra la central de Lemoiz.

1992. Holocausto en Bosnia – Herzegovina.


Las imágenes de la limpieza étnica horrorizan al mundo y en especial a la
Comunidad Europea. Muchos intelectuales vascos comienzan a observar las
consecuencias del nacionalismo exacerbado en el espejo de los Balcanes.

Dos acontecimientos presiden este año la expo de Sevilla y los juegos olímpicos de
Barcelona.
Detención de la cúpula de E.T.A. en Bidart.

Bill Clinton presidente de E.E.U.U.

El lazo rojo en la solapa como muestra de solidaridad para con los enfermos de
S.I.D.A.

1993. Movimientos pacifistas como GESTO POR LA PAZ DE EUSKALHERRIA,


van tomando cada vez más importancia. (Hemos de tener en cuenta también que
asociaciones tradicionalmente favorables a la lucha de ETA como Gestoras Proamnistía,
Senideak, etc. mantienen un alto nivel de movilización entorno a los llamados presos
políticos).
13 de junio. Cuarta investidura como presidente del estado español de Felipe
González.

El secuestro de Julio Iglesias Zamora es respondido en la calle y por los trabajadores de


la empresa Ikusi, con una fuerza que no era habitual hasta ahora.

1994. El ejército zapatista se levanta en armas en el estado mexinado de Chiapas.

En todo el Estado y con especial fuerza en Euskadi se suceden las acampadas del
colectivo “0’70% y más”.

Antimilitarismo.
Pasan del 10.800 el número de insumisos en toda España. El movimiento tiene
notable fuerza entre los jóvenes vascos.

1995. Francois Mitterand abandona la arena política.

16
23 de enero. E.T.A. asesina al concejal de San Sebastián Gregorio Ordoñez (P.P.).
Desde el M.L.N.V. surgen voces críticas con la deriva que está tomando la
organización. Así: Begoña Garmendia (H.B.) y el histórico militante de ETA Julen
Madariaga.

22 de marzo. Aparecen los cadáveres de Lasa y Zabala; torturados salvajemente y


asesinados por los G.A.L. El horror de los detalles sacude a todo el país vasco. El 29 de
julio el juez Baltasar Garzón imputa a Felipe González en el sumario de los G.A.L.

Francia se paraliza en diciembre por las huelgas en contra de la política social de


Jacques Chirac.

E.T.A. secuestra a Juan María Aldaya.

Miguel Indurain gana su 5º tour de Francia. Los seguidores vascos llenan de ikurriñas
las carreteras de los pirineos.

1996. Un episodio que ha generado escalofríos entre los ciudadanos.


Caso G.A.L., caso Lasa – Zabala.
Siguen las investigaciones, y a pesar de que los vascos en general no confian en
su resolución favorable, el general Rodríguez Galindo supuesto responsable de la
organización, debe ingresar en la cárcel.

Marzo. José María Aznar gana las elecciones, pero necesita apoyo para gobernar pues
no logra la mayoría absoluta. La organización terrorista ETA ofrece una breve tregua al
nuevo gobierno del P.P.

14 de abril. Después de 341 días J.Mª Aldaya es liberado. Las movilizaciones


convocadas por Gesto por la Paz, se ven contestadas por otros grupos similares, pero de
distinto signo, que piden la excarcelación o el acercamiento de los presos vascos a
prisiones vascas. Gestoras, Senideak, gurasoak,.. Surgen las llamadas
contramanifestaciones radicales.
Surge la idea de portar el lazo azul.

1997. El parlamento vasco, pide el acercamiento de los presos de E.T.A. a cárceles


próximas a sus familias. El gobierno español realiza algunos acercamientos.

La mesa de H.B., encarcelada por mostrar un vídeo en el que aparecen unos militantes
de E.T.A.

2 de julio. Es liberado por la Guardia Civil el funcionario de prisiones secuestrado José


Antonio Ortega Lara.

14 de julio. Asesinato de Miguel Ángel Blanco.


Las movilizaciones que precedieron y que fundamentalmente siguieron a este asesinato
puede que estuvieran manipuladas en cierto grado, pero creo que no sería inteligente
obviar lo que de espontáneo y de hartazgo social hubo en lo que conocemos como
Espíritu de Ermua.

17
(Segura Joseba. 1999)

19 de octubre. Se inaugura el Museo Guggenheim.

Lionel Jospin gana as elecciones en Francia.

1998. Año en que tendremos un nuevo lehendakari: Juan José Ibarretxe.

Acuerdo de Stormont en el Ulster. Euskadi se mira en el espejo irlandés.

E.T.A. declara una tregua indefinida. Se producen conversaciones entre


representantes del gobierno y miembros de la banda.

13 de septiembre. Los partidos abertzales junto con I.U. conforman el llamado Pacto
de Lizarra. Un intento de avance en clave soberanista y con un objetivo claro: la
autodeterminación.

1999. Durante el período de distensión creado por la tregua de E.T.A, surgen


iniciativas que aúnan los trabajos en clave soberanista, así Udalbitza (Asamblea de
Municipios vascos).
En contra se posicionan partidos de corte constitucional. El distanciamiento
entre estos y los nacionalistas, se hace cada vez mayor.

29 de septiembre. E.T.A rompe la tregua.


Decepción entre la ciudadanía vasca, Las acusaciones enfrentan más aun a
constitucionalistas y nacionalistas.

1 de diciembre. Las manifestaciones contra la Cumbre de Seattle, ponen de


manifiesto la contestación existente en oposición a la Globalización de la O.M.C. y
F.M.I.

2000. Febrero. Después de la ilusión de la tregua, la violencia vuelve a estar presente


en la vida vasca, Nuevas víctimas de un coche bomba, Fernando Buesa y su escolta, el
joven Jorge Díez. La manifestación posterior a su muerte fue manipulada de forma
descarada por el PNV que llamó a sus bases a secundar y arropar al lehendakari
Ibarretxe. La larga sombra de aquella indecente manifestación no se ha borrado de la
memoria de muchísimos alaveses, entre los que me encuentro.13 A día de hoy el Partido
Nacionalista Vasco no ha pedido perdón a los alaveses por aquella afrenta.
13 de marzo. José María Aznar gana las elecciones logrando una amplia mayoría.
Seguirá como presidente del gobierno español otra legislatura. Los desencantos con el
gobierno vasco van en aumento.

2001. La situación en Euskadi está muy crispada.


Es seguro que no será con manifestaciones como se acabará con el terrorismo. Aunque
es muy posible que entre el terrorismo, las manifestaciones proterroristas y las
manifestaciones antiterroristas lo probables es que terminemos pronto con la
democracia representativa.
(Aranzadi Juan. 2001)

13
Sería conveniente la lectura del artículo La tarde más triste. Anexo 3.

18
La precampaña electoral será durísima y los enfrentamientos entre los llamados
bloques constitucional y bloque abertzale son constantes.

13 de mayo elecciones en Euskadi.

Elecciones al Parlamento Vasco.


Vence la coalición PNV – EA al obtener el 42,7% de los votos, en segundo lugar queda
el PP con el 23% y EH se desmorona perdiendo la mitad de sus 14 escaños. La
participación fue del 79,9% del censo, la máxima en unos comicios autonómicos.

2001 1998
Nº VOTOS % ESCAÑOS Nº VOTOS % ESCAÑOS
EAJ-PNV/EA 599.746 42.7 33 458.957 36.7 27
PP 323.918 23.0 19 267.481 21.3 18
PSE-EE/PSOE 250.919 17.8 13 220.052 17.6 14
EH 142.784 10.1 7 224.001 17.3 14
EB-IU 78.448 5.5 3 71.064 5.6 2

% Abstención 20.1 %
% Escrutado 100.0 %
Fuente: Gobierno Vasco

El lehendakari Ibarretxe y sus socios de gobierno, apuntan que el estatuto y la dinámica


del Gobierno Vasco no son compatibles.
El estatuto, según sus cálculos, está superado y ya no es punto de encuentro sino de
desencuentro entre ciudadanos vascos.
Los partidos de influencia constitucionalista piensan que el estatuto sigue siendo una
herramienta válida para unir las distintas sensibilidades políticas del País Vasco y estas
con España.

Durante el franquismo se nos engañó con la falacia de que solo existía una única
cultura española; igual y semejante, flamenco y toros, desde Cádiz hasta Irún.
Ahora se nos quiere hacer ver que nuestra cultura vasca, nuestro hecho diferencial, son
totalmente ajenos al latir de los demás pueblos de España.
¡Pues no señores!
Mintieron aquellos y mienten estos, falseando siglos y siglos de diferencias y, a
la par, de lazos comunes.
Desde los años de la transición hasta nuestros días, el pueblo vasco ha logrado
convivir y ser apreciado (consideración que la violencia terrorista ha dilapidado casi
por completo) por el resto de las nacionalidades o autonomías del Estado Español, con
mejores o peores momentos, con disgustos y desavenencias como en toda familia, pero
avanzando juntos, lo que no significa necesariamente revueltos, por los caminos de
Europa.
Y en este avance han tenido indudable importancia, en nuestra opinión y en la
de otros muchos conciudadanos, Constitución y Estatuto de Autonomía. Si algo nos
duele sobremanera, es constatar como aquellos a quienes, muchos de nosotros,
hemos votado durante casi dos décadas, firman el acta de defunción del Estatuto de
Gernika.

19
Su actitud se asemeja mucho a la de un marido que abandona a su esposa después de
años de afecto y cuidados, o a la de un empresario que despide a un trabajador que le
ha servido con lealtad y ahínco para colocar en su lugar una fría máquina.
Crueldad insensible, la de quien se sirve de algo para luego arrojarlo, sin reconocer su
valor, al mas oscuro rincón de la desmemoria.
Esta actitud es profundamente injusta y quizás el “romper aguas “ que algunos
políticos nos anuncian, termine por ahogarnos a todos…

Se pretende un nuevo marco en el que la tolerancia hacia el estatutista (la


tolerancia como actitud pasiva, como un simple te aguanto pero no me mezclo contigo,
se aleja del concepto de piedad activa de la filósofa María Zambrano) sea un soportar
sin agredir o asesinar, a una gran minoría de esta sociedad por parte de una pequeña
mayoría autodeterminista…

No es así como se construye una sociedad de ciudadanos libres. Podremos


recuperar el tubalismo de Garibay o Zaldibia, y pensar que descendemos directamente
del hijo de Noé; o resucitar el antimaketismo de Sabino Arana para abjurar de la raza
impía que nos somete y esclaviza. Todo esto es factible, e incluso lo es más que una
sociedad sometida desde más de tres décadas a dosis de horror difícilmente
soportables por colectividad alguna, acepte cualquier plan que prometa un “orden
nuevo” que termine con el drama vivido. Pero esto no resta ni un ápice de ingratitud
a la indecorosa, por deseada, eliminación de nuestro texto estatutario.
(Prieto Mendaza Jesús. 2003. Diario El Correo: p. 46)

2004. ETA anuncia una tregua, fin de acciones en su lenguaje, para el territorio de
Cataluña.
Surge la polémica al saberse que miembros de la banda se reunieron en Perpignan con
el conseiler J. Luis Carod Rovira.

11 de Marzo. A partir de las 7,37 horas varias bombas explotan entre la Estación de
Atocha y el corredor del Henares en Madrid. El terrorismo Islamista deja 191 muertos y
más de 1.500 heridos. Es el mayor atentado de la historia de España.
La comunidad internacional ayuda y apoya al estado Español en su lucha contra el
terrorismo.

Todos los analistas, tanto españoles como internacionales, apuntan en la misma


dirección. En está situación, con una opinión internacional contraria al terrorismo
globalizado ETA deberá asumir que su apuesta por la violencia está condenada al
fracaso.

Tan sólo tres días después, el 14 M, se celebran las Elecciones Generales. El PSOE
gana las mismas. José Luis Rodríguez Zapatero es el nuevo presidente del Gobierno.

20
2005. El resultado de las Elecciones Autonómicas en Euskadi arroja el siguiente
resultado.

RESULTADOS ELECCIONES AUTONÓMICAS 2005


Nº Parlamentarios
PNV-EA 29
PP 15
PSE-EE 18
PCTV 9
IU-EB 3
ARALAR 1

2006. El 22 de marzo de este año la organización terrorista ETA anuncia un alto el


fuego permanente en todos sus frentes. Se producen contactos entre los terroristas (al
parecer liderados por el famoso Josu Ternera) y enviados del gobierno español
representados por el conocido socialista vasco Jesús Eguiguren.
En la sociedad vasca, y en la española en general, se instala la esperanza de conseguir
por fin la tan ansiada paz
El 30 de diciembre un artefacto de gran potencia explota en la terminal de carga de la
T4 en el Aeropuerto de Barajas causando la muerte de dos trabajadores ecuatorianos.
Con este atentado la banda da por finalizado su alto el fuego y comunica la vuelta a las
acciones armadas a partir del 6 de junio de 2007.

ELECCIONES MUNICIPALES Y FORALES 2007 en el País Vasco.

Las alcaldías de las capitales vascas se reparten así:


Bilbao. Iñaki Azkuna (PNV)
San Sebastián. Odon Elorza (PSE-EE)
Vitoria. Patxi Lazcoz (PSE-EE)

En cuanto a las Diputaciones Forales, los resultados en cuanto al número de junteros


queda como sigue.

RESULTADOS TOTALES A JUNTAS GENERALES


Nº de junteros
PNV 320.000
PSE-EE 246.035
PP 160.308
EB-ARALAR 88.178
EA 70.000
EAE-ANV 28.198

El PNV se hace con las diputaciones de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa. En la Diputación


alavesa la incertidumbre se prolonga hasta finales de julio, después de múltiples
conversaciones Xabier Aguirre (a pesar de ser la tercera fuerza en número de votos), un

21
destacado miembro del sector afín a Joseba Egibar y Xabier Arzallus se hace con el
puesto de Diputado General gracias a los votos de EA y a la abstención de Aralar.

3.- INTERVENCIÓN DE LAS VÍCTIMAS EN LOS


PROCESOS. PASADO Y PRESENTE DE SU
TESTIMONIO.

Toda víctima del terrorismo puede hoy en día remitir su denuncia a los
organismos o tribunales europeos e internacionales. Si bien esto es cierto en la teoría, la
impunidad de la que a día de hoy gozan determinados genocidas vinculados con
horribles masacres realizadas en Bosnia-Hezgorbina durante la guerra en la
exYugoslavia o en poblados campesinos de Colombia, nos hacen pensar en la dificultad
real de justicia para las víctimas, enfrentada esta a los espacios de impunidad de sus
victimarios.
En este sentido se puede hablar del gran peligro (también de la perversa trampa moral
que esta teoría ha tejido durante más de tres décadas en el País Vasco) que engendra
toda violencia: su contextualización en una situación de conflicto político como
justificadora de la conculcación de libertades y Derechos Humanos.
Así el asesinato en un determinado contexto, es menos condenable, se podría decir que
es menos asesinato que el cometido por un delincuente común. Podríamos definir dos
contextos fundamentales en los que a lo largo de la historia se han realizado estos tipos
de justificaciones:

 Un contexto revolucionario. La violencia revolucionaria del pueblo justifica el


ajusticiamiento de los denominados enemigos del mismo. En esta situación toda
violación de los elementales derechos del hombre estaría justificada en aras de
un bien superior: la revolución. De esta forma se asesinó, violó y encarceló a
millones de seres en la Alemania nazi, durante el Stalinismo, en Camboya,
Ruanda y otras muchas zonas del globo.

 Un contexto de necesidad de Estado. La salvaguarda de los valores patrios, o la


pervivencia misma del estado ante una situación de extrema gravedad pueden
justificar determinadas acciones conculcadoras de derechos. Podríamos hablar
aquí, recuperando determinados eufemismos utilizados, de poderes de
intervención hipertrofiados (torturas) o de relajación de los estándares de la
prueba (disminución de las garantías legales o procesales). Hemos de pensar en
lo injustificable de este tipo de atajos en una legítima lucha contra el terrorismo
por parte del estado. Utilizando el mismo se cometieron las barbaridades de las
dictaduras chilena y argentina, o surgió la guerra sucia de grupos tristemente
conocidos como los GAL.

22
Las víctimas del terrorismo, no pueden ni deben ver olvidadas sus pretensiones
de justicia o, como se pide por parte de las mismas Asociaciones de Víctimas de:
reparación, reconocimiento y reconciliación, en aras de un determinado contexto
político o por la inconveniencia de molestar a los grupos sociales que sustentan
ideológicamente a los verdugos. No comparto la teoría, tan extendida, de matización (en
determinados momentos no logro discernir la frontera entre adjetivación o justificación)
del asesinato dentro de una situación de conflicto, que sin hacer apología del mismo
recalque y subraye el origen político de tales acciones. En este sentido me cuesta un
gran trabajo digerir algunas de las afirmaciones que habitualmente publicita el actual
consejero de Justicia del Gobierno Vasco Sr. D. Joseba Azkarraga.
Sostengo, y deseo ser extremadamente cauto y prudente en este punto, que la
catalogación de violencia política que se adjudica en incontables ocasiones al horror
producido por los pistoleros etarras, es además contraproducente pues invalida de facto
el ejercicio de la política 14.
¿La familia de Eugenio Olaciregi, como otras tantas, debe de asumir acaso que el
asesinato del mismo fue una acción política?

Eugenio Olaciregi era empleado de una tienda de bicicletas. Casado y padre de


dos hijas, amante del ciclismo, integrado en su barrio, apolítico y afiliado al sindicato
nacionalista ELA. Un hombre despreocupado de todo lo que no tuviera que ver con su
familia y amigos, así como con el trabajo y la bicicleta
¿Y a este por qué? ETA, en su comunicado de reivindicación del 19 de febrero, dice que
responsabiliza a Olaciregi de la detención del etara Valentín Lasarte por la Ertzaintza
y que con su ayuda se organizó el operativo que culminó con la detención de este.
Desde el primer momento se especuló con la posibilidad de que Eugenio fuera el que
llamara a la Ertzaintza para denunciar la presencia de Valentín Lasarte en la zona.
Amigos y conocidos, a preguntas de los periodistas dijeron: “Ha tenido que ser una
equivocación”.
Valentín Lasarte quizá comprara una bicicleta en la tienda donde trabajaba Eugenio,
quizá este mismo le ayudara a meterla en el coche el mismo día de su detención.
Valentín Lasarte tenía que vengarse de alguién y, ya encerrado, hacer valer su poder
mortífero. Eugenio fue la cabeza de turco de una venganza programada. Nunca
sabremos si Eugenio llamó o no a la ertzaintza. Es poco probable, dado su carácter
despistado y despreocupado.
Alguién de la zona llamó y propició la detención. ETA no estaba acostumbrada a la
colaboración ciudadana en Euskadi y Eugenio pagó por ello.
(Cuesta Cristina. 2000: p. 63/68)

Si la palabra política se mezcla con el terror y la sangre, creo yo, estamos prostituyendo
sine die el noble ejercicio de la política en manos de sus legítimos ejecutores: los
representantes democráticamente elegidos para tal fin. Otra cosa es reconocer y dibujar
el mapa en el que se ha gestado esa violencia, con objeto de estudiarla, combatirla o
superarla; nunca con la deliberada intención de crear espacios de impunidad asociados
al contexto.

Se ha debatido mucho en los últimos meses, y no precisamente con el rigor


académico que caracteriza a foros como este curso, sobre si debe haber vencedores y

14
Ver en anexo 4 el artículo Pornografías de la violencia.

23
vencidos en un proceso superador del conflicto. Considero que el tema es
extraordinariamente serio como para hacer afirmaciones frívolas y no suficientemente
pensadas. Desde la perspectiva de las víctimas (y vuelvo a recalcar que no podemos
olvidar a ninguna víctima, pues víctima fue Miguel Ángel Blanco y también lo fueron
Lasa y Zabala) será indudablemente duro pensar que en un futuro a corto, medio o largo
plazo han de pasear por las mismas calles con sus victimarios.
No sé si se debe hablar de vencedores y vencidos, pero si desearía destacar aquí
las palabras pronunciadas por el presidente del Euskadi Buru Batzar del PNV Josu Jon
Imaz a un diario vasco: ...no se si debe haber vencedores o vencidos, pero si creo que
debe haber ideas vencedoras e ideas vencidas. En este sentido la pretensión de
implantar un proyecto totalitario por el terror en este país debe ser, claramente, una
idea vencida...

Recuerden, queridos lectores, que me estoy moviendo en el campo de la ética más que
en el de la política. Campo este que tan bien conoce el profesor de la Universidad de
Deusto Xavier Etxeberria 15 cuando afirma: ... lo que se debe pretender es, por un lado,
que las víctimas lleven una vida digna y vean satisfechos sus legítimos derechos como
personas agredidas. Por otro lado, es deseable que puedan recordar lo ocurrido de
forma que esta memoria se convierta en fuerza para vivir el futuro, que recupere, si la
habían perdido, la confianza en la sociedad y en la convivencia, y que participen y
disfruten con satisfacción de una sociedad en paz.
(Etxeberria X. 2005: p. 47)

En este sentido debemos recordar que las víctimas de la violencia en el País Vasco (este
aspecto del tema si presenta diferencias con respecto de los efectos de la violencia en
Colombia o Irlanda) jamás han tomado las armas o han iniciado un proceso de violencia
de respuesta. Su comportamiento ha sido en todo momento ejemplar. Tan solo casos
aislados como el del conocido ultraderechista Sáenz de Ynestrillas o el del empresario,
ya fallecido, Sr. Olarra, han podido romper esta dinámica. El ejemplo de la gran
mayoría de las víctimas ha sido modélico, tal es así que monseñor Blázquez siendo
obispo de Bilbao, reconoció en unas declaraciones, que esta ausencia de violencia a
pesar del dolor sufrido solo podía ser fruto de un milagro pues en otras sociedades se ha
producido de forma constante e irremediable.

3.1. LA ESTIGMATIZACIÓN.

Las víctimas, ahora me refiero a las víctimas de ETA, han sufrido su proceso de
duelo en el ámbito privado, en silencio y en la mayoría de ocasiones marcadas por el
estigma.

A mi marido lo mataron de un tiro, solía tomar unos vinos en un bar con unos amigos
que eran policías. Muy pocos me ayudaron. La gente, los vecinos empezaron a huir de
mí. A veces fue peor…sentí mucho vacio.
Nadie se ha acordado de mí, nadie. Ni la iglesia, ni el gobierno vasco, ni los
compañeros de mi marido. Nadie.

15
Etxeberria Xavier/ Bilbao Galo (2005) La presencia de las víctimas del terrorismo en la educación para
la paz en el País Vasco. Bilbao. Bakeaz

24
Es muy fuerte cuando ves a los familiares de los presos etarras chillando y
manifestándose y yo…no puedo decir nada, yo no puedo decir que mataron a mi marido
como a un perro.
¿Qué derechos tiene mi marido?
(Cuesta Cristina. 2000: p. 187/ 190)

No han sido agentes sociales públicos, pues no convenía a las dinámicas de


socialización del país. Las víctimas han sido categorizadas durante décadas como seres
desviados, no eran del grupo, por lo tanto se reducían a seres devaluados o
menospreciados. Su actividad, fundamentalmente su llanto, debía reducirse a los
ámbitos privados pero nunca podía ser público.

Existe también la tentación de pasar página en el peor sentido de la palabra. No de que


esto se acabe, sino de cerrar el libro. Para muchos el deseo de que ETA desaparezca va
unido al deseo de poder pensar que ETA nunca ha existido.
A veces tengo la sensación de que en determinados momentos y en determinadas
circunstancias las víctimas y sus familiares, estorban.
La sensación sería que estorban.
(Arregi Joseba. 2006: p.36/37)

El estigma, como nos recuerda Goffman, 16 producía en los demás un amplio descrédito,
y el individuo estigmatizado debía pasar de su status social real a vivir un status social
virtual.

Construimos una ideología para explicar su inferioridad y dar cuenta del peligro que
representan, racionalizando a veces una animosidad que se basa en otras diferencias,
como por ejemplo, la de clase social.
El estigma implica, no tanto un conjunto de individuos separados en dos grupos
(estigmatizados y normales) como un proceso social de dos roles en el cual cada
individuo participa en ambos, al menos en ciertas fases de su vida.
(E.Goffman, 2003:p.1)

Son muchas las formas de ejercer violencia. Pueden ser explícitas, y estas son sin duda
las que más llegan a la ciudadanía, pero también implícitas a pesar de que no parezcan
realmente que lo son. Entre todas ellas, creo que la estigmatización es una de las formas
más crueles e ignominiosa de ejercer la violencia.
Según Erving Goffman, se pueden mencionar tres tipos de estigmas fundamentalmente:

1- Las abominaciones del cuerpo.


2- Las fallas del carácter.
3- Las condiciones sociales o religiosas.

Es evidente que la situación de exclusión violenta sufrida por las víctimas del terrorismo
en el País Vasco se puede encuadrar en el tercer supuesto, no obstante en todos se

16
Sería muy recommendable la lectura de las reflexiones que sobre la estigmatización social realiza este
autor. Goffman Erving ( 2003)

25
encuentran los mismos rasgos sociológicos; esto es que los individuos que podían
fácilmente haber sido aceptados por el grupo, poseen un rasgo distintivo que se impone
de forma negativa a todos los demás, anulando así los atributos que se suponían
positivos En la situación de estigmatización de Euskadi, la conclusión para mí es fácil:
las víctimas no pertenecen al grupo de los elegidos para conducir a la patria a la supuesta
Arcadia feliz, por lo tanto pertenecen a los otros, a los enemigos del grupo. Como
resultado de esta reflexión, muy común para numerosos militantes e ideólogos de la
denominada Izquierda Abertzale, las víctimas son portadoras de unos símbolos de
estigma mientras que los verdugos presentan un indudable símbolo de prestigio.

Sirva como ejemplo la actuación de los parlamentarios vascos cuando se cerró el


Diario Egunkaria. Una gran mayoría de parlamentarios aparecieron en sus asientos
leyendo ese periódico en solidaridad con los trabajadores. Pero no nos engañemos, no
hicieron lo mismo con el Diario Vasco cuando mataron a Oleaga o con El Mundo
cuando asesinaron a López de Lacalle. Les afectó más, se sintieron más cercanos con el
cierre de un periódico que con el asesinato de dos personas.
(Josu Elespe. 2007: p. 46)
En no pocas ocasiones, un atributo que sirve para estigmatizar a un tipo
concreto de poseedor puede confirmar la más absoluta normalidad en otro.
Así el hijo de un periodista asesinado por ETA puede sufrir risas, insultos o desprecio
de sus compañeros de clase. Por el contrario el terrorista que asesinó a su padre será
alabado en los comentarios de recreo como un héroe, su fotografía adornará las
pancartas que se cuelguen en las fiestas y al regresar al pueblo será recibido con vítores
y nombrado hijo predilecto.
Esta ha sido, me duele decirlo 17, la cruda realidad de las víctimas en Euskadi durante
casi treinta años.

He aquí el gran cambio producido en la sociedad vasca desde la irrupción de


asociaciones como Gesto por la Paz de Euskal Herria, Denon Artean, Bakea Orain,
Elkarri, etc... Las víctimas ahora no se contentan con quedar sumidas en un ámbito
estrictamente privado. Las víctimas se han visto ayudadas, reconocidas, han creado sus
asociaciones y se han dotado de cierta estructura. En este momento han dado el salto de
la clandestinidad más absoluta al ámbito público. Y además este proceso se ha visto
acompañado de una revolución en la sociedad vasca que ha propiciado un significativo
grado de empatía para con lo que las víctimas representan. A pesar de que quedan
reductos afines a los terroristas, el apoyo de todo tipo y la consideración social,
superadora de anteriores estigmas, para con las víctimas del terrorismo sería impensable
hace tan solo dos décadas.

17
Yo mismo, durante muchos años, he callado presa del miedo. Ver artículo en anexo 5.

26
4.- EN CLAVE DE FUTURO

Cuando hablamos de deber de memoria en sentido fuerte, como imperativo, es


porque lo relacionamos con deber de justicia: recordar que se considera momento y
medio de realización de justicia con aquellos a quienes se recuerda y a veces a quienes
tienen determinados lazos con ellos. En el caso de las víctimas está claro que tenemos
un debre de memoria para con ellas porque sólo a través de la memoria se les podrá
hacer justicia.
(Xabier Etxeberria Mauleon. 2007: P. 86)

Las víctimas ahora se nos han hecho visibles, y no solo eso, su visibilidad nos
señala en muchos casos acusadora. Su dolor lejos de quedar reducido al espacio privado
ha irrumpido con fuerza en los espacios públicos.
Las víctimas ya no callan, hablan y sus narrativas tienen una gran fuerza pues conjugan
dialéctica y ejemplo. Las narrativas de las víctimas son las que han logrado romper la
cadena de silencio que se imponía en este país.
Recientemente, en Barcelona y en el marco del aniversario de la masacre de Hipercor,
Maixabel Lasa leía una declaración del Lehendakari Juan José Ibarretxe, en la cual se
pedía perdón a las víctimas por tantos años de olvido y de falta de solidaridad explícita.
Esta petición de quien es el primer ciudadano de Euskadi, me consta personalmente a
través de los comentarios de muchas de ellas, ha sido agradecida por una gran mayoría
de víctimas, que, a pesar de la fragmentación y división que en estos momentos
experimentan sus colectivos, ha sido valorada como un gesto altamente positivo y con
una importante carga simbólica.
De una u otra forma se podría decir que se está intentando romper con la injusticia
cometida anteriormente. Después de casi tres décadas de ignominia, las estructuras
político- administrativas del País Vasco, sin duda espoleadas por las dinámicas de la
ciudadanía, se ven obligadas a este reconocimiento del dolor causado y a la entonación
de un cierto mea culpa por las omisiones de tantos años.

El Dr. Reyes Mate (2006) suele comentar que con las víctimas se han cometido muchas
injusticias, que él reduce a tres:

1. Injusticia personal. Se les ha arrebatado la vida, la posibilidad de ser una familia,


la libertad y si han sobrevivido se les ha condenado a una muerte social.

2. Injusticia política. El asesinado, el secuestrado, el exilado son eliminados por no


compartir un determinado proyecto político, son excluidos de la sociedad por no
participar de un ideario.

3. Injusticia social. Se priva a la sociedad de una víctima (muerta físicamente o


eliminada reduciéndola al espacio privado) y de un victimario (que será
encarcelado por un periodo prolongado y por lo tanto será inválido como agente
social).

27
4.1.- EL PERDÓN.

Es más que evidente el daño causado por la violencia en el tejido social vasco.
Por ello y como elemento superador, casi como si de una palabra totémica se tratara, se
ha repetido por parte de todos esta misma: perdón.
El perdón planteado como solución reparadora de la fractura social, o mejor dicho de
las múltiples y variadas fracturas sociales. El perdón como bálsamo curativo de las antes
mencionadas tres injusticias cometidas para con las víctimas. Quizás la sociedad vasca
no esté por ahora madura para afrontar una reconciliación a través del perdón, quizás
sería preferible hablar por ahora de exigencia de convivencia.

Cada víctima del terrorismo es un mundo diferente, con opiniones diferentes, con
duelos diferentes, con caracteres diferentes. Plantearse una reconciliación global entre
víctima y victimario o verdugo me parece un error y un imposible. Y lo digo así porque
la decisión de una víctima de reconciliarse con su victimario es una decisión
completamente personal y cada uno lo hará, si lo hace, a su ritmo y a su tiempo.
(Elespe Josu.18 2007: p. 43)

El terrorista porta una capucha, ésta no solamente es física sino también simbólica. Las
víctimas se han hecho visibles, pero el victimario sigue siendo invisible a causa de la
capucha que le oculta. De esta forma es imposible que pueda pedir perdón a aquellos a
quienes causó tanto dolor. Es necesario pues despojarse, también en sentido figurado, de
la capucha que oculta el rostro. Mientras los miembros de la organización terrorista
ETA no lo hagan, mientras no aparezcan a cara descubierta como lo hicieron los
miembros de ETA pm al anunciar su apuesta por la actividad política, su violencia y sus
mentiras justificadoras seguirán ocultándose bajo la capucha del verdugo.

Si efectuáramos una reflexión de futuro, entonces si podríamos plantearnos el ejercicio


liberador del perdón.
Liberador para la víctima que aleja los fantasmas del sufrimiento por el ser querido
arrebatado y liberador también para el victimario, pues éste al verse perdonado por la
víctima se ve libre del remordimiento por el daño causado, y no deberá torturarse más
por el mismo.
En este punto surge inevitablemente la dicotomía víctima y victimario.
Recordemos, parafraseando a Xabier Etxebarria, que un victimario, por muy execrable
que pueda ser su crimen, puede convertirse a su vez en víctima. Pongamos por ejemplo
el de un terrorista de E.T.A. que sufre torturas o malos tratos en una dependencia
policial; a su condición de verdugo hemos de añadir ahora la de víctima, desde el
mismo momento en que han sido violados sus derechos constitucionales.
Si bien hemos de respetar el dolor de todas las víctimas, no conviene confundir unas y
otras vulneraciones de los derechos humanos en un totum revolutum que no genere sino
confusión en su tratamiento específico. A menudo Javier Elzo 19 nos habla de que estas
faltas de clarificación pueden favorecer la denominada trampa de la reciprocidad,
creando espacios de impunidad para los victimarios.

Son los victimarios quienes han de dar el primer paso. Los victimarios, ETA y el mundo
del denominado MLNV deben reconocer el daño causado. Es insoslayable. Sin ese
18
Josu es hijo de Froilán Elespe concejal del PSE-EE en Lasarte asesinado por ETA el 20-3-2001.
19
Profesor de Sociología en la Univ. De Deusto y director del Forum de Debate Deusto.

28
paso no hay reconciliación posible. Y no sirve que arguyan que otros victimarios nunca
lo hicieron. El mal de unos no justifica el mal de los otros. Incluso les une el daño
causado y, al final, los equipara.
(Elzo Javier. 2007: p. 14)

Es evidente que en un proceso de paz han de contemplarse medidas excepcionales como


pueden ser excarcelaciones, beneficios penitenciarios o quizás amnistía. 20 Pero
también, para que este proceso no suponga una humillación para con las víctimas,
pueden pedirse ciertas condiciones a los victimarios:

1. Reconocimiento del daño causado por parte del verdugo.


2. Petición de perdón a las víctimas y si no es posible declaración expresa de
convivencia no violenta con ellas.
3. Confirmación de no volver a utilizar la violencia terrorista en lo sucesivo.

De esta forma pueden minimizarse las dudas o reticencias que albergan muchos
colectivos de víctimas con respecto a la consecución de este denominado proceso de
paz; dudas fundamentalmente en cuanto a la proporcionalidad de la aplicación de los
beneficios penitenciarios. Así, de producirse el tan deseado perdón, se haría sobre la
base de la ya mencionada trilogía de verdad, justicia y reparación. Sería en definitiva un
perdón que sin vocación de impunidad, se trataría de la mínima reparación ética exigible
para poder contemplar medidas de gracia.

El perdón como un don que se otorga a quien se hace merecedor de él, desde, no lo
olvidemos, la generosidad inmensa de las víctimas y los familiares de la violencia
asesina de ETA.

Los asesinos, sobre una moto, depositaron la bomba lapa sobre el coche del general
Rafael Garrido Gil, gobernador militar de Guipúzcoa. La explosión, en pleno
Boulevard donostiarra, acabó con su vida, la de su mujer Daniela Velasco, la de su hijo
de 21 años Daniel y la de una mujer que transitaba cerca del atentado: María Teixeira.

Quedaban más hijos, quizá el más conocido por sus proezas como montañero es
Fernando Garrido, destrozados por la barbarie. ¿Por qué? Rafael era militar.

Una familia destrozada, conmoción social, heridos, destrozos materiales y mucho


silencio. En el aula Magna de la Facultad de Filosofía de Zorroaga, durante mucho,
muchísimo tiempo, una gran pintada presidía los actos públicos y privados que allí se
celebraban: “La familia Garrido se fue como el humo de las velas”.
Frente a la puerta lateral mirar aquel espanto era contemplar un monumento a la
ignominia. No bastaba con haber matado, con haber permanecido impasibles ante la
brutal desaparición de tres miembros de una misma familia y de una humilde
trabajadora. Era necesario reírse del dolor ajeno, siempre del ajeno.
Esa pintada y el grito de “Ordóñez devuélvenos la bala” han sido de las expresiones de
odio más espeluznantes que han circulado contra la dignidad de las víctimas.
(Cuesta Cristina. 2000: p. 29/34)

20
No olvidemos la amnistía proclamada en 1977. No quedó un preso de E.T.A. en las cárceles y a pesar
de ello la violencia de este grupo terrorista conoció sus días más crueles y sangrientos en las décadas
siguientes.

29
Silverio Velasco cuñado, hermano y tío de las víctimas no puede odiar.
Su testimonio es un hermoso canto de amor.
Vivo en el País Vasco desde hace muchos años. Llevaba once años residiendo en esta
tierra cuando asesinaron a mi hermana y su familia.
En el coche viajaba también el chofer, avisado por los gritos de mi cuñado pudo
salir y salvó la vida. Estuvo muy grave pero se libró de la muerte.
Rafael vivía muy tranquilo, no exteriorizaba miedo. Sabía que corría peligro,
claro. Habían sufrido muchas pintadas. ETA había matado al anterior
Gobernador Militar, Gonzalo Vallés, junto a su mujer, paseando por La
Concha.
(Cristina Cuesta. 2000: p. 31)

Mi madre, a pesar de estar destrozada, nos dijo: No es de cristianos la revancha.


Lo cuento con orgullo porque esa fue la reacción de mi madre el mismo día del
atentado.
Yo daba clases en un instituto, tenía alumnos de Jarrai y si que vi gestos de risa
e incluso cortes de manga.
Me sorprendió y me indignó también, porque era lo último que me esperaba de
los alumnos.
No me encontraba bien, no podía soportar la idea de dar clase a gente que fuera
tan poco sensible con el dolor ajeno.
Estuve muy mal, tuve hemorragias nasales durante un mes...terminé el trimestre
y me dieron una comisión de servicios fuera del País Vasco.
Pero siempre tuve claro que quería regresar, amo profundamente esta tierra.
(Cuesta Cristina. 2000: p. 33)

En una entrevista publicada en un diario de Zaragoza Fernando Garrido, el hijo


que se ha convertido en el portavoz de los hermanos
(Además del asesinado Daniel, son cinco hermanos más) afirma:
No queremos odiar. Mis hermanos son valientes y generosos, desean perdonar. Al
principio necesitaron ayuda psicológica, pero ahora creo que están bien.
Fernando recibe la tregua de ETA de forma muy positiva. Aunque de forma
fría, la aplaude. Será necesario ser generosos con quienes han ejercido la
violencia. Desearía poder contar a mi hija cómo murieron sus abuelos y tío.
Con naturalidad, como algo triste que pasó. Desearía relatárselo como algo
viejo que pasó a la historia, como ocurre cuando se cuenta a las nuevas
generaciones que hubo una guerra civil en España. Sin odio, porque el odio no
me interesa. Todo esto significaría que el terrorismo habría pasado a la historia
y que era un problema ya superado en nuestro país.
(Cuesta Cristina. 2000: p.34)

Ni Silverio ni sus sobrinos desean venganza, no guardan un ápice de odio


en su corazón. Su sufrimiento fue demasiado grande para poder acercarnos a
poder comprenderlo, a pesar de ello demuestran una generosidad sin límites y
están abiertos al perdón hacia los asesinos.

30
4.2. ¿DEBEN LAS VÍCTIMAS PARTICIPAR ACTIVAMENTE EN EL
PROCESO POLÍTICO?

Si damos por supuesto que el denominado proceso de paz no ha finalizado, así


como la posibilidad de creación de una mesa de partidos; esto significa que el proceso y
sus tiempos van a ser gestionados por nuestros representantes políticos. Es por lo tanto a
ellos a quien corresponde esta labor.

Las víctimas, y fundamentalmente el espacio de historia que ellas representan, son


fundamentales agentes activos de cara al futuro. Ellas demandan justicia, y ésta a ha de
ser la base fundamental sobre la que ha de erigirse una sociedad en paz.
Las víctimas han de estar vigilantes, en gran medida ellas han de ser garantes de la
limpieza de un proceso que no finalice, como ya hemos mencionado el punto anterior,
exculpando a los victimarios en una especie de ley de punto final. Pero este ejercicio
fundamental no ha de decidirse necesariamente dentro de parámetros exclusivamente
políticos.
Si las víctimas actuaran como agentes políticos en el proceso superador del conflicto,
podrían sin duda ser objeto de manipulación por las distintas opciones en juego. Y de
esta forma podrían perder la honestidad de su testimonio, hecho este que ha calado
profundamente en la sociedad vasca, además de perder una cierta carga de sinceridad en
sus narrativas y ahondar posiblemente en la triste fractura que ya se evidencia entre unas
y otras víctimas.

El que estemos afirmando la conveniencia de que se mantengan alejadas de la


confrontación política, no significa en absoluto que deban de renunciar a su actual
espacio público y en definitiva a reivindicar sus derechos, resumidos de esta forma:

 La víctima tiene derecho a normalizar su condición de ser humano y de


ciudadano en su sociedad.
 La víctima tiene derecho a superar definitivamente su proceso de duelo.
 La víctima tiene derecho a perder su condición de víctima para renacer en el
momento anterior a los hechos que consumaron su victimación.

Sí que las ayudas institucionales, las ayudas económicas, la inauguración de


monumentos, etc. son importantes. Pero créanme, nada tan cicatrizador como el cariño
solidario de sus propios conciudadanos, y esto les ha sido negado, hasta hace
relativamente poco, a la gran mayoría de las víctimas vascas

Se ha dicho que algunas víctimas no desean el proceso de paz. A pesar de que se


observan intentos de manipulación sobre determinadas asociaciones de víctimas, creo
que esto es radicalmente falso. No puedo creer que ninguna víctima desee prolongar el
horror vivido, no puedo aceptar que ninguna desee que continúe la violencia; pero sí es
cierto que existen dudas, reticencias o incredulidades, muchas veces más unidas con
comportamientos sufridos en el pasado que con situaciones actuales.
La víctima, es lógico después de lo pasado, habla más desde del corazón que desde un
ejercicio de razonamiento o reflexión profunda, y en este sentido el dolor puede marcar
muchas de sus actuaciones.

31
Esto es lo que entre todos hemos de superar, nosotros hemos de ser la pócima
que cure las heridas y llagas de las manos. Solo entonces éstas podrán estrecharse entre
sí, y de esta forma lograr una solución inclusiva e integradora.
En Euskadi, al igual que en Colombia o Irlanda del Norte hemos vivido lo que Paul
Ricoeur denomina acontecimientos límite, estos son así definidos debido
fundamentalmente a la fortísima victimación que conllevan y por lo tanto esto exige una
reasunción crítica de la memoria.21
En este sentido es necesario cubrir esta significativa laguna que hasta hace poco ha
denotado falta de empatía para con las víctimas, confusión teórica, miseria moral o
simplemente miedo. Hemos de reconocer la grave enfermedad moral que ha aquejado
a la sociedad vasca, para poner remedio y acometer su sanación.

Para llegar al océano de la paz debemos recorrerel río de la justicia, que tiene muchos
afluentes: la sanción legal y humana a través de un proceso respetuoso de las garantías
que exigen los Derechos Humanos, el perdón generoso, el agradecimiento a las
Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado que llevan a cabo un trabajo
imprescindible y arriesgado, la asistencia global a las víctimas; y desde el comienzo
distinguir las acciones que son delictivas de las situaciones-estructuras más o menos
injustas, que no eximen de pena a los terroristas ni a sus verdaderos y graves cómplices.

(Beristain Antonio. 1998: p. 143)

En este camino estamos muchos desde el País Vasco, conscientes de que con la ayuda
de todos los pueblos de España, podremos recuperar un espacio mínimo de respeto y
convivencia con el discrepante que hoy por hoy (la presión de los militantes hoy
agrupados bajo las siglas de ANV es muy fuerte en amplias zonas de Bizkaia y
Gipuzkoa) todavía no existe en Euskadi.

Tan solo así podremos avanzar hacia una sociedad realmente pacífica, pacificada y
pacificadora. Quizás de esta forma en un futuro, no tan remoto, podamos plantearnos así
acciones tendentes a la reconciliación y al perdón. Iniciativas que, por el momento, son
de difícil solución en esta tierra aunque pequeños pasos se están dando. De cualquier
forma, como tantas veces se apunta desde la Coordinadora Gesto por la Paz de
EuskalHerria, si la sociedad vasca lograra simplemente convivir con el diferente eso ya
sería un gran paso.
Estoy de acuerdo con todos aquellos que mantienen la condición indivisible de todos los
Derechos Humanos, pero coincido con Xabier Etxebarria en que para ello es necesario
que se respete el derecho a la vida y a la libertad. Derecho fundamental, sin el cual los
demás mueren por añadidura.

21
No debieran obviarse estas dos obras del mencionado autor, extraordinariamente significativas en
cuanto a la comprensión de este tema. Ricoeur Paul. (1999) La lectura del tiempo pasado: memoria y
olvido. Madrid. Arrecife UAM y (2003) La memoria, la historia y el olvido. Madrid. Trotta.

32
5.- CONCLUSIONES.

Hemos de ser conscientes de la perversa trampa moral que el terrorismo de ETA


ha tejido con si discurso en el País Vasco: La violencia es legítima pues el Estado
Español nos oprime e impide ser libres e independientes.
Este razonamiento ha calado como una auténtica reificación de la lucha armada, en el
sentido marxista del término, durante décadas en Euskadi. Como consecuencia de ello y
del apoyo social que ETA ha tenido en el pasado las víctimas fueron deliberadamente
olvidadas. Los asesinados, secuestrados o extorsionados, lo eran pues se suponía que
formaban parte de la identidad española y por lo tanto, al ser portadores de ese estigma,
algo habrían hecho para merecer tal castigo.
Durante muchos años esa fue la cruel realidad de las víctimas del terrorismo etarra en el
País Vasco y Navarra. Las víctimas fueron tratadas como apestados, como parias que no
merecían ser nombrados. Fueron muertos invisibles y silenciados en una sociedad rica,
opulenta y orgullosa de su grado de bienestar y de desarrollo.

Las historias de la victimación son llamadas a revisar nuestra responsabilidad, con


frecuencia y sobre todo, por haber tenido conductas inhibidas que objetivamente han
supuesto refuerzos para los violentos.
(Prieto Mendaza J/ Harillo S. y Arana R. 2006: p. 6)

Mi análisis en ningún momento ha pretendido ser político. Si algo deseo dejar


meridianamente claro es el carácter prepolítico de mí ensayo. Es en la ética y en la
justicia donde he fundamentado estas líneas que intentan reconocer la profunda
injusticia que se ha construido, con multitud de omisiones por parte de amplios sectores
políticos y sociales del tejido vasco, para con las víctimas del terrorismo durante
muchos años. Las víctimas, a través de sus narrativas nos hablan de superación del
dolor y de deseos de justicia, entendida ésta en su sentido plenamente democrático. Se
trataría de recuperar algo preciado como es la dignidad de las víctimas, dignidad que al
ser recuperada no hace sino evidenciar la indignidad de los victimarios.

Al hablar de dignidad, no hago otra cosa que recuperar el eje vertebrador de la


idea misma de Derechos Humanos.
La base sobre la que se construye la noción de Derechos Humanos es la
dignidad inherente a todo ser humano. Dignidad que, antes de tener una necesaria
formulación jurídica o política, es una condición o cualidad moral inherente a todo ser
humano sin ningún tipo de distinción. Es, en otras palabras, el mínimo inexcusable de
justicia y humanidad.
(Etxeberria Xabier. Citado en Martínez de Bringas A.2006: p.23)

Es cierto que deseo terminar con un cierto tono de optimismo. Aunque la


amenaza violenta persiste, no podemos ocultar el profundo cambio experimentado por
la sociedad vasca en los últimos años (fundamentalmente desde el asesinato de M.
Ángel Blanco Garrido). Puedo afirmar que los apoyos de la violencia asesina en estos
momentos son muy pocos, incluso en el seno del denominado MLNV han surgido voces
discrepantes con el terror, ahí tenemos el ejemplo de la nueva formación política
conocida como ARALAR. Este hecho, sin ser necesariamente definitivo, ha de ser

33
conocido por los terroristas que saber a ciencia cierta que una escalada macabra de sus
acciones supondrá la movilización general, ya era hora, de toda la ciudadanía vasca.
Ese es realmente su miedo. Ver al pueblo, que tantas veces han dicho representar,
manifestándoles su repulsa y hastío.
No lo es todo, pero es un paso de gigante en una sociedad amedrentada, y es el
comienzo, como ha sido así a lo largo de la historia, de la caída de los tiranos.
La dictadura de ETA, como toda dictadura, tiene los días contados. Podrá hacernos
daño, podrá causarnos (y de hecho lo está intentando estos días) dolor, pero su razón de
existir, el oxigeno que le ha permitido respirar durante tantos años, es decir el apoyo
social de sus afines y el miedo de sus discrepantes, se está agotando.

Este es en definitiva mi diagnóstico, y también, no se lo oculto a ustedes, mi más íntimo


deseo para toda la sociedad española, incluida la vasca.

Espero que todos, en un futuro no muy lejano, podamos disfrutarlo.

Vitoria-Gasteiz 30 de julio de 2007-08-01

Jesús Prieto Mendaza

34
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36
ANEXO

Anexo 1
pArtículo de opinión ublicado en el diario El Correo. 22 febrero de 2002.

PARA QUE NO SE EXILIE EL AMOR

Se acerca el 22 de febrero. Una fecha, una marca en el calendario, un recuerdo


sin duda doloroso para el Valle de Arana y especialmente cruel para todos aquellos que
querían a Jorge.
Remembranza de toda la crueldad y locura de la que, desgraciadamente, se es capaz en
este dolorido país. Barbarie atroz que dibujó sus negros trazos sobre Jorge Díez Elorza
y Fernando Buesa Blanco.
Pero... ¿Qué se puede hacer?
¿Cómo y de qué manera puede ser superada esta letal situación?
¿Hasta cuando podrá aguantar nuestra sociedad la actual tensión, sin explotar en mil
pedazos?
Muchas y variadas han sido las opiniones, estrategias y planteamientos.
Muchas e importantes, las personalidades que han manifestado sus planes, soluciones
o tratamientos.
Sí. Pero aquí estamos. Igual o peor que siempre o... igual o peor que nunca.

Quizás el desenlace a esta historia de sangre y horror, no ha de venir


necesariamente de doctos profesores, ni de eminentes expertos internacionales.
Pudiera ser que, el modelo a seguir para encontrar la tan ansiada paz, estuviera cerca; en
lo cotidiano, en lo cercano. Algo que por familiar, no valorásemos; como no lo hacemos
al respirar, al ver, al besar o al levantarnos todas las mañanas del lecho.

Posiblemente Jorge nos apuntaría en una dirección: el Valle de Arana.

Efectivamente amigos, este hermoso y desconocido valle alavés que le vio


corretear por las calles de San Vicente, podría muy bien ser ejemplo para todos.
No negaré que en Arana hay conflictos. Estos son el alma de toda colectividad, incluso
el motor de su desarrollo. Sabemos que rencillas, peleas o discrepancias entre vecinos
son consustanciales al latir de toda comunidad, bien sea esta rural o urbana.
Pero ante lo importante, ante lo verdaderamente primordial, ante la enfermedad, la
muerte, la desgracia, ante la necesidad de ayuda, este grupo humano se junta como una
auténtica piña.
Su forma de organizarse, de responder a las necesidades vecinales, su identificación con
el lugar que les vio nacer o del que proceden y del que se sienten orgullosos, se
manifiesta en sus fiestas, en la romería de Sta. Teodosia, en el alzado del mayo, en sus
trabajos comunitarios de vereda o auzolan.

37
No importan las filiaciones políticas, sino los sentimientos. Conviven en el pueblo, en
las labores del campo, en la taberna, hombres y mujeres de todas las ideologías y
partidos de nuestro abanico político. Y lo hacen sin agredirse y sin desearse mal alguno.
Se respetan, se aprecian, se invitan, se ayudan...en definitiva, se quieren. Se podría decir
que existe una representación o conciencia colectiva (el Valle) que lleva a superar
diferencias y a sentirse necesarios y solidarios para con el vecino.
“Amor, afecto y solidaridad como sentimientos sociales que nos hacen
verdaderamente libres y no esclavos de impulsos netamente animales” diría
E. Durkheim.
Amor. Este es el gran tesoro que el valle de Arana guarda, no enterrado en un viejo
cofre, sino entre sus gentes.
Amor. Un auténtico ejemplo de convivencia. Un modelo que bien podría ser exportado
a todo el mundo, después de ponerlo en práctica en nuestro lacerado país.
Amor. ¿Es que esto que aquí se consigue con naturalidad, es imposible de lograr en el
resto de Vasconia?

Hace muchos años que un amigo, interesado en el estudio del movimiento


cooperativo, me contó una historia vivida por él en un kibbutz israelí.
Un chico judío se enamoró de una joven palestina. Llevaron su relación en secreto
durante largo tiempo, pero al final fueron descubiertos.
La muchacha fue asesinada por sus compatriotas árabes. Había sido una traidora a la
causa. El joven tuvo que abandonar el kibbutz ante el rechazo y la incomprensión de
sus moradores.
Al final me comentaba, con resignada tristeza:
Allí solo el odio puede vivir. El amor ha de exiliarse si quiere seguir existiendo.

Por todo esto, la lección de los hombres y mujeres del Valle de Arana es una clase
práctica de respeto y convivencia diaria. Desde lo cercano, desde lo más básico ellos
han cursado un master de democracia y... funciona.

Gracias Jorge. Gracias por indicarnos el camino correcto.

Para que siga entre nosotros.

Para que no se exilie también, el amor.

Jesus Prieto Mendaza

Antropólogo y profesor colaborador de la


Universidad de Deusto

38
Anexo 2.
Publicado en el diario El Correo.8 de Julio de 2000

ME TORTURA LA IDEA DE SER COBARDE

Muchas son las frases que me han impresionado- difícil en una sociedad en la
que el terror actúa como un bálsamo anestésico sobre nuestra capacidad de sentir- en los
últimos días, pero de la cruel y sangrienta actualidad hay unas que se me antojan
sobrecogedoras a la vez que reales.
Se las debemos al profesor Mikel Azurmendi. …excepto un 15% de los vascos que está
clara y sinceramente con el verdugo, el resto ha tomado una decisión con respecto a
cómo situarse ante el miedo…y la mayoría ha decidido…seguir callando.
Convendrán conmigo que esta idea es demoledora. Pero ¿Es real? ¿No ha
experimentado nuestra sociedad avances significativos en ese campo?
Mucho me temo, y espero de todo corazón estar equivocado, que el profesor Azurmendi
ha acertado en su diagnóstico.

Varias han sido las organizaciones pacifistas, que desde hace casi dos décadas, han
reavivado entre nosotros una nueva conciencia social. Nunca desde el odio, siempre
desde el respeto, han logrado que una gran parte de la ciudadanía perdiese el miedo y
reivindicase en la calle algo tan elemental –triste comunidad la que en los albores del
siglo XXI debe pedir ese derecho- como el respeto a la vida y las ideas.
El efecto multiplicador que comenzó Cristina Cuesta con una pequeña organización, se
ha traducido en infinidad de grupos de trabajo por la Paz y los Derechos Humanos:
Gesto por la Paz, Denon artean, Bakea Orain, Asociación pro Derechos Humanos de
Euskadi, Jóvenes contra la Intolerancia, Elkarri, etc…
Desde mi cercanía a muchas de ellas, debo estar de acuerdo en que la cultura de paz se
ha desarrollado muchísimo en Euskadi. Pero todo puede irse al traste si aparece el
miedo.
Miedo. De hecho, una concentración pacifista en la Plaza de Correos de Vitoria
integrada por unas trescientas personas alrededor de una pancarta, se vio reducida la
semana siguiente a diez, cuando las contramanifestaciones radicales comenzaron a
lanzar piedras, insultar, agredir y seguir a los no violentos.
Esto, nos guste o no, es así. Es esta una realidad palpable. La ciudadanía está en contra
del terror, pero no dará pasos que pongan en peligro su integridad, la de su familia o la
de una cómoda posición social lograda después de años de arduo trabajo.
He aquí la gran victoria del terror.
Miedo. Yo mismo puedo ser un ejemplo de ello.

Tenía menos de veinte años cuando comencé a tocar el txistu en mi cuadrilla de


Blusas, recuerdo aquel voló, voló Carrero voló…hasta el tejado subió. Algo en mi fuero
interno me decía que no estaba bien regodearse de ninguna muerte. Pero…seguía
tocando, no fuera que mis compañeros Blusas pensasen mal de mí.
Cuando mataron al policía Antonio Recio, yo callé, no fueran a enterarse mis amigos de
que su viuda estaba emparentada con mi familia.
Cuando en el euskaltegi se nos pasaban determinadas hojas y propaganda, yo no decía
nada. Bajaba la cabeza y en silencio seguía con los ejercicios.

39
Cuando veía entrar a los concejales socialistas en los plenos municipales de Lazcano, yo
no hacía nada para evitar la lluvia de insultos hacia ellos de mis compañeros de
barnategi. Podrían descubrir que no pensaba como ellos y eso me horrorizaba.
Cuando mi nombre apareció pintado en las paredes del colegio, mi participación en
colectivos pacifistas dando la cara se fue reduciendo. Tenía miedo.
Cuando tuve el primer insulto en la calle por portar el lazo azul, lo guardé en el bolsillo
y solo en determinados lugares osé mostrarlo en mi solapa.
Cuando en Ordizia asesinaron a Isidro Usabiaga, presencié cómo las charangas tocaban
y se mofaban delante de su casa. Pero… no me atreví ni siquiera a hacer un comentario
de reprobación.
Al encontrarme el otro día con la esposa de un compañero docente amenazado por ETA
y contemplar su llanto, únicamente pude darle palabras de ánimo. Pero no le anuncié
que fuera a participar con él, codo con codo, de su proyecto, que le ayudaría estuviera
donde estuviera para hacer efectiva aquella vieja máxima de no opino como tú, pero
daría la vida para que puedas defender tus ideas.
No. Las imágenes de mi mujer y de mis hijos, de lo que podrían sufrir si yo diera ese
paso me lo impidieron.
Miedo. Creo que soy cobarde, esta idea me tortura y debo pedir perdón por
muchas cobardías más, consciente de que nuestra falta de reacción ante el miedo que
nos atenaza puede provocar más muerte y dolor, más viudas, huérfanos, muchas
ilusiones truncadas. Sí. ¡Lo sé! Pero… miro a mi alrededor y veo la misma cobardía. De
nuevo pienso: el terror va a ganar.

Hay pacifistas en Euskadi. Sí, ¿pero cuántos son?, ¿Hasta dónde están
dispuestos a llegar?, ¿Cómo se puede convencer a los verdugos para que dejen de
asesinar?
Gandhi no logró doblegar al imperio británico con su especial personalidad y la
ayuda de su mujer. No amigos. Repasemos lo que nos cuentan sus biógrafos. El gran
pacifista de este siglo llevó a la India hasta donde la llevó porque arrastraba a millones y
millones de personas. De igual forma una organización cuya crueldad ha sobrepasado
hace tiempo todos los límites, no va a dejarse amedrentar por un pacifismo de calidad
demostrada, pero que no pueda movilizar a miles y miles de ciudadanos.
La cantidad de hombres y mujeres que se impliquen en la acción diaria por y para la
paz, es importante. En este caso –las manifestaciones populares que dieron nombre a lo
que conocemos como espíritu de Ermua lo demostraron- , la cantidad, lo queramos o no,
es vital. Únicamente una inmensa mayoría que clame por la paz puede llegar al frío
corazón de los asesinos. De lo demás se han reído, se ríen y se reirán sin pudor alguno,
mientras nuestros representantes políticos cruzan acusaciones o denuncias y la
ciudadanía se divide entre el fútbol o el gran Hermano.
Miedo. Así el terror va a ganar.
Ningún pueblo, ningún proyecto, puede construirse sobre los cimientos del miedo.

Jesús Prieto Mendaza


Profesor y director del Grupo por la Paz Samaniego.

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Anexo 3.

Publicado en el Diario El Correo. 28 de febrero de 2000.

LA TARDE MÁS TRISTE.

Llovía, suavemente sobre la ciudad francesa de Angouleme, el cielo plomizo de


aquella mañana de diciembre de 1986 dibujaba un paisaje triste sobre los adoquines de
aquel acogedor enclave de la Charante.
Los integrantes del grupo vitoriano que representaba a Vitoria, nos disponíamos
a salir de nuestro hospedaje felices, cantando, contentos de nuestra acogida. Pronto nos
percatamos de que algo iba mal; nuestros acompañantes, alguno de ellos lloroso, los
ciudadanos por la calle, toda la cuidad... todos estaban sobrecogidos, tristes, realmente
impresionados.
¿Qué ocurre? Preguntamos. La respuesta llegó entre palabras entrecortadas: En el curso
de las movilizaciones estudiantiles de aquellos días por toda Francia, un estudiante
había muerto en París. Un ser humano, solamente uno, solamente él, había muerto.
Aquello era suficiente para que toda una sociedad llorase, doliente, por aquel cruel
hecho.
¿Y nosotros? ¿Y nuestros chicos y chicas? Seguíamos felices y contentos, bromeando,
riendo y cantando.
Una muerte, una sola muerte... ¿Era motivo suficiente para entristecerse así?
Nosotros, la representación gasteiztarra, estábamos tan habituados a noticias como
aquella- el terrorismo era especialmente cruel aquellos años- que no podíamos
conmovernos por un cadáver. Nos habíamos acostumbrado al terror; sin quererlo
fornicábamos con él, prostituyendo de este modo lo más sagrado de una sociedad sana
desde una perspectiva ética. SU CAPACIDAD DE CONMOVERSE Y LLORAR
ANTE EL HORROR.

Aquellas reflexiones, junto con la acertada celebración en Vitoria-Gasteiz del


Congreso de educadores para la paz, fueron el embrión de un incipiente movimiento en
las aulas de nuestra ciudad: LA EDUCACIÓN PARA LA PAZ Y EN LOS
DERECHOS HUMANOS.
Educadores de distintos niveles docentes, administración, ayuntamiento, iglesia,
Asociaciones de padres, etc. hemos intentado durante estos años participar en cuantas
iniciativas pacifistas han surgido en nuestra comunidad. Hemos procurado, dejando en
ello los mejores años de nuestra vida, aportar desde la escuela nuestro grano de arena
convencidos de nuestra aportación a la construcción de una sociedad más respetuosa y
tolerante. Pero... después de pensar, con grandes dosis de ingenuidad seguramente, que
algo se estaba logrando... nos encontramos doloridos, aturdidos y profundamente
confundidos en la tarde del sábado 26 de febrero del año 2000.Año internacional de la
educación para la paz.
Había quedado con mis compañeros de GESTO POR LA PAZ en la plaza de la
Constitución a las 4,30 de la tarde. Después de días de frenética actividad y visible

41
nerviosismo observando que desde la coordinadora no se podría lograr una unidad de
acción en la manifestación contra el asesinato de Jorge y Fernando mi única ilusión
estaba en lograr el milagro en el último momento.
En las proximidades de la Avenida de Gasteiz, me di cuenta de que algo extraño se
estaba gestando aquella soleada tarde de febrero.
Los autocares vomitaban gentes con ikurriñas y carteles de apoyo al lehendakari, la
estética de los manifestantes me llevo a pensar en un principio en una
contramanifestación de corte radical, pero estaba equivocado eran los simpatizantes del
partido en el gobierno.
A la altura de la cafetería Aitzgorri, un grupo de manifestantes jeltzales comentaban es
euskera: Vamos a dar una lección a estos alaveses españolistas. Mi incredulidad inicial
estaba rozando la indignación. No sin dificultades, llegué a la plaza de la Constitución
Observando a un grupo reducido, en esos momentos, de personas con el lema BASTA
YA. Francamente me dieron mucha lástima.
Al llegar al punto de concentración de Gesto por la paz, aprecié los hechos
posteriores demostraron mi equivocación –que no había voluntad de unir las dos
manifestaciones o cuando menos hacer un gesto significativo. Por eso decidí que mi
obligación como habitante de esta ciudad era acudir con la familia de las víctimas.
Ese, y no otro, era el objetivo de aquella movilización.
Pedí un cartel de Basta Ya a un joven conocido, y me instalé entre la gente que
contemplaba el paso, casi militar, de los manifestantes que apoyaban con sus gritos al
primer ciudadano de Euskadi. Sus miradas hacia nosotros, el menosprecio reflejado en
sus rostros, los carteles de Ibarretxe aurrera golpeando nuestras caras... en unas
décimas de segundo pasaron por mi cabeza todos los acontecimientos dramáticos
vividos en este país en las últimas dos décadas.
Cuando el presidente del Gobierno Vasco y las autoridades del P.N.V. pasaron
por allí, varias personas gritaron ¡LIBERTAD! La respuesta de los portadores de las
enseñas vascas -mi bandera también- fue horrible, inenarrable.
Visiblemente nervioso y asqueado me alejé de allí. Solo al cabo de media hora y cuando
tuve noticias de que mis compañeros habían logrado hacerse un sitio aquella tarde, me
integré entre las gentes que caminaban con gesto por la paz.
Pero... no me fui. Me quedé en la plaza de la Virgen Blanca. Quería, necesitaba
ver a la viuda e hijos de Fernando Buesa, no era curiosidad morbosa, no; era un
imperativo, un ejercicio de solidaridad indispensable para mí aquella tarde.
Observé a los manifestantes llegar en silencio, solo roto por aplausos, sin odio ni
acritud; solo algunas palabras pronunciadas por Javier Rojo - palabras que en unas
circunstancias tales todos debemos perdonar, como hemos perdonado otras en distintas
circunstancias- se me antojaron un exceso.
La plaza comenzó a vaciarse lentamente, miradas tristes, silencio y seguramente
una no desdeñable dosis de decepción.
Después de 15 años de lucha pacífica, de aguantar estoicamente agresiones, insultos y
escupitajos... ¿Qué tenemos? ¿Qué país dejamos como herencia a nuestros hijos?
El cielo azul, la temperatura cálida y el sol que había brillado en la tarde del
sábado no podían sacarme del triste, frío y nauseabundo pozo en el que me habían
sumido.
¿Quiénes?
Vds. y yo lo sabemos.

Jesús Prieto Mendaza


Profesor y pacifista

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Anexo 4.

Publicado en el diario El Correo el 26 de julio de 2007.

Pornografías de la violencia
Jesús Prieto Mendaza

En numerosas ocasiones las grandes incógnitas de la teoría social se ven


explicadas de forma magistral por personas sencillas y en situaciones de absoluta
cotidianidad.

Después de años de reflexión sobre la situación de violencia que padecemos, y tras


tormentosos acontecimientos que no acaban de fijar cuál ha de ser el rol que las
víctimas del terrorismo han de tener en el futuro más inmediato, una anécdota personal
reciente me ha mostrado los déficits que, a día de hoy, anidan fuertemente arraigados en
algunas de nuestras estructuras de poder y también, por qué no decirlo, en un sector
nada desdeñable de la ciudadanía vasca.

Paseábamos con los perros por un parque, la noche era cálida, extraordinariamente
cálida en este fresco verano vitoriano. Debajo de un árbol, sobre la hierba una pareja se
entregaba con efusividad a la llamada del amor. Mi acompañante visiblemente molesto
y enfadado me evidenció su desaprobación ante estas manifestaciones carnales en los
espacios ciudadanos comunes; según él estos jóvenes, auténticos guarros degenerados,
debieran ser encarcelados por escándalo público y sus padres multados e investigados
acerca del tipo de educación que están dando a sus hijos.

Recordé entonces la conversación que nos ocupó, hace ahora dos años, también en uno
de esos paseos cuyo objetivo es que los canes hagan sus necesidades, pero que
invariablemente finalizan filosofando sobre los problemas del mundo.

Se encontraba en aquel momento preocupado porque un sobrino suyo había sido


detenido en el marco de una operación antiterrorista; parece ser que estaba implicado en
algún asunto relacionado con pasar información sobre posibles objetivos de la banda a
un comando y también con acciones de kale borroka. Despotricaba mi interlocutor
contra la justicia que encarcela por tonterías a un joven vasco y defendía la teoría de la
justa lucha de estos jóvenes contra la tiranía del Estado opresor. Nuestros jóvenes,
decía, no tienen acceso a la vivienda, no pueden desarrollar sus proyectos e ideas, se
encuentran absolutamente explotados, por lo tanto no tienen más remedio que recurrir a
la lucha armada.

Lo realmente pornográfico según él, en este País Vasco que ha soportado de la mano del
terrorismo una de las mayores vergüenzas de la Europa contemporánea durante varias
décadas, no es el hecho objetivo de poder ser colaborador en un asesinato, sino ser visto
por los vecinos, embriagado por Afrodita, tras los arbustos del Parque de Arriaga y en
brazos de Cupido. ¡Eso sí que avergüenza a la familia!

Pierre Bourdieu hablaba de las pornografías de la violencia. De cómo las situaciones


violentas vividas en los barrios periféricos de Francia eran pervertidas por los medios de

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comunicación a interés del poder y de los buenos franceses. Interesaba magnificar en la
prensa el hecho de un pequeño hurto por parte de un joven de origen magrebí, pero no
convenía mencionar la gran violencia ejercida por las clases dirigentes o por los jóvenes
afines al Frente Nacional; pues estos últimos son de los nuestros, pertenecen a nuestras
esencias, son por lo tanto jóvenes franceses.

Algo similar ha ocurrido y está ocurriendo en Euskadi. Estamos utilizando de


nuevo de forma inmoral „la otredad‟ para reafirmar nuestra identidad como vascos,
estamos estigmatizando al diferente, „al ajeno al país‟, al español, para justificar lo
injustificable.

Confundimos la necesaria reivindicación de los derechos humanos para los presos por
delitos de terrorismo, con el apoyo a la ideología que justifica su actuación delictiva.

Equivocamos la necesaria explicación, desde la investigación social, de las raíces que


pueden explicarnos el origen de la violencia en Euskadi, con la justificación de ese
fenómeno al categorizarlo como „violencia política o expresión de un conflicto‟.

Nunca un conflicto debe ser satanizado, es cierto, pero jamás se puede reivindicar su
solución mediante el horror y la sangre. Si esto fuera así, estaríamos sentando las bases
para justificar a los agresores sexuales, a quienes infringen malos tratos a sus
compañeras, al policía torturador, o al descerebrado miembro de Ultrasur que la
emprende a golpes con su bate de béisbol contra los inmigrantes subsaharianos que
viajan en metro. Estaríamos justificando todas las deplorables violencias a las que he
aludido, y muchas más, en aras de un supuesto conflicto sufrido (sea este afectivo-
sexual, familiar, de orden público o deportivo) por los agresores y en el que olvidamos,
una vez más a las víctimas que sufren la agresión. De esta forma arrojaríamos al más
profundo pozo del olvido la dignidad, anterior a toda forma de regulación social,
inherente a todo ser humano.

Puedo decirlo más alto, pero no más claro. En este país, algunos confunden la
reivindicación de los derechos humanos, de la libertad de expresión, de la raíz política
de alguno de nuestros problemas, con la creación de espacios de impunidad para los
victimarios.

José Saramago parece que estuviera pensando en nosotros cuando escribió:


“Aquel que antes fue explotado y perdió la memoria de haberlo sido, acabará
explotando a otro, aquel que antes fue despreciado y finge haberlo olvidado refinará su
propia capacidad de despreciar. Aquel a quien humillaron humillará con más rencor si
cabe”.

Sé que no todo se dibuja en blanco y negro, es evidente que existen zonas con una
amplia gama de grises, pero todavía a pesar de homenajes, monumentos y
reconocimientos públicos, un sector importante del poder y también grupos
significativos de ciudadanos prefieren la proximidad de los causantes del horror, si son
vascos, a la de quienes lo han sufrido pues o bien „son de fuera‟ o „deben estar
manipulados desde fuera‟, es decir son portadores del estigma.

Quienes así se sientan deben ocultar sus marcadores identitarios, pues existen símbolos
de prestigio y por el contrario símbolos de estigma; en conclusión deben de sufrir así

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una real desposesión simbólica. Todo aquello que no puede ser visibilizado, en realidad
no existe. Fórmase entonces, como explicaba en vida Michael Foucault, toda una
política de coerciones, una manipulación calculada de los gestos, de los
comportamientos y de los cuerpos. Una anatomía política que no es sino una mecánica
de poder para conseguir que los otros no hagan lo que desean y hagan lo que se desea.
Se fabrican así personas sometidas, lo que él denominaba “cuerpos dóciles”.
Se construye, de forma perversa, toda una ideología para explicar su inferioridad y dar
cuenta del peligro que representan, racionalizando una animosidad que tiene por base la
diferencia.
En esta situación es preferible, por si acaso, abrazar la identidad aceptada públicamente,
quedarse en el regazo de la comunidad.

La comunidad de identidad es percibida como un salvoconducto ante el ostracismo, la


marginalidad o la clandestinidad. Para muchos vascos es un lugar cálido, una fogata
ante la que calentar sus manos en un día helado. Es un „lugar refugio‟ donde sentirse
seguros. Fuera de ella, para quien ose cuestionar nuestras formas de vida ancestrales,
acechan todo tipo de peligros.
En Euskadi incluso la muerte.

Jesús Prieto Mendaza, es antropólogo y miembro de Bakeaz.

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Anexo 5.

Artículo publicado en el Diario de Noticias de Álava el 7 de enero de 2007.

ASESINOS DE ESPERANZAS
Hay noches en las que es difícil conciliar el sueño. Esta es una de ellas.
Las imágenes de lo ocurrido en la T4 de Barajas, el dolor de los familiares de
estos dos jóvenes ecuatorianos, no ha hecho sino retrotraerme al sábado 16 de diciembre
y recordarme, una vez más, la injusticia que supone convertirse en víctima de la
violencia y el fanatismo. Esto ha sido, y no otro sentimiento, lo que me ha levantado
del lecho y me ha empujado hacia el escritorio.

Aquel día acudí acompañando a la familia del ertzaina asesinado Jorge Díez
Elorza al Palacio De Montehermoso, donde la Diputación Foral de Álava y el
Ayuntamiento de Vitoria –Gasteiz brindaron un esperado homenaje a las víctimas del
Terrorismo en nuestro territorio histórico. Fue, como esperaba, un día intenso y con una
fuerte carga emotiva.
El alcalde Alfonso Alonso dirigió una calurosa y sincera bienvenida a todas las
víctimas y sus familiares, muchos de ellos exiliados a miles de kilómetros de distancia.
A continuación, reconozco que me emocioné, la presidenta de las Juntas Generales,
María Teresa Rodríguez Barahona y el Diputado General, Ramón Rabanera,
reprimiendo a duras penas las lágrimas, pidieron perdón y resaltaron la deuda que esta
sociedad tenía contraída con cada uno de aquellos cuarenta y seis asesinados por ETA.
Angel Altuna, José A. Ustaran y Natividad Rodríguez, viuda de Fernando Buesa,
consiguieron con las narrativas de su victimación que los pelos se nos pusieran como
escarpias a todos los allí presentes.
A través de un sencillo vídeo los ausentes fueron apareciendo uno a uno, quienes ya no
pueden estar entre nosotros se mostraron ante el auditorio logrando así la visibilizarían
pública que quisieron hurtarles sus asesinos. El llanto en estos momentos, créanme, fue
imposible de reprimir para muchos de los allí presentes. No había sentido esa emoción
desde que, hace un año, asistí completamente solo – en una ciudad, Vitoria-Gasteiz, de
más de doscientos mil habitantes- en la sala de proyecciones, al visionado de Trece
entre mil, esa extraordinaria película de Iñaki Arteta.

Fue impresionante observar como madres y padres, de avanzada edad y que a duras
penas podían andar, deseaban estar allí presentes y recoger ese sincero homenaje,
aunque tardío, a sus hijos muertos.
Indiqué a dos jovencitas sevillanas dónde se encontraba determinada calle de Vitoria.
Querían pasear por el lugar donde su padre murió asesinado.
-Allí exhaló su último aliento papá, sabe usted, queremos conocer ese lugar. Muchas
gracias por orientarnos, la gente de aquí sois muy amables… deme un abrazo y feliz
navidad.
¡Dios! Aquellos brazos me encogieron el alma.

Silverio Velasco, cuñado del general Garrido, quien fue asesinado junto a varios
miembros de su familia en Donostia, me hizo partícipe de varias confidencias.

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-En la capilla ardiente de los asesinados algunos familiares clamaron contra los
asesinos. La madre, contando entonces casi noventa años, les recriminó su actitud. No
es de cristianos la venganza hijos, pido expresamente que si les detienen sean tratados
correctamente... Mis sobrinos sufrieron muchísimo, nadie lo puede imaginar...pero son
muy generosos, desean justicia pero nunca venganza. Ellos están dispuestos a
perdonar.
¡Que extraordinario alegato de amor y a la vez que ejemplar contundencia contra el
odio, la revancha o la tortura!
Recordemos que entre las víctimas de ETA no han existido casos de respuestas
violentas (tan solo puedo recordar en estos momentos el repudiable caso del conocido
ultraderechista Saenz de Ynestrillas) y los familiares de los asesinados o mutilados tan
solo han pedido justicia, verdad y memoria por métodos pacíficos.

Cuántas frases más golpearon mi conciencia durante esa mañana.


-Me considero una mujer fuerte pero...nos fuimos a Córdoba. Soy de Miranda de Ebro,
pero he rehecho mi vida allí. Mira estos son mis hijos...se parecen a su padre.

-Le enterramos casi solos... Ni nuestros amigos se atrevieron a venir. Después...sin


despedidas, sin nada... nos fuimos a vivir a Madrid.

-Habían matado a mi padre...y a los pocos días me insultaban en el patio de mi colegio...


hijo de txakurra me decían.

-A veces pienso que he sido una cobarde por coger a mis hijos y llevármelos lejos...pero
aquí el ambiente se me hacía irrespirable.

-Dios...nadie sabe lo que pude sufrir. En lo único que pensé durante muchos años fue
en quitarme la vida. Éramos tan jóvenes, él era tan buena persona...perdona... ¿Qué
hizo de malo? Lo único que hacía era regular el tráfico en una carrera ciclista...nadie
me ayudó, me encontré sola...recién casada y sola...no podía quedarme, no
podía...dicen que incluso un cura estaba implicado... ¡por Dios!

Cuarenta y seis asesinados en Álava, muchos más en todo Euskadi y una cifra cercana al
millar en toda España, cientos de familias y de proyectos de futuro truncados.
Bien, a pesar de todo su dolor no escuché una palabra de reprobación contra Euskadi ni
contra la sociedad vasca, todo lo contrario sus palabras fueron de agradecimiento y de
afecto. No percibí ningún alegato a favor de la venganza, sino ejemplos encomiables de
disposición al perdón (un perdón que como apunta acertadamente el profesor de la
Universidad de Deusto Xavier Etxeberria, no excluye en ningún momento la demanda
de justicia), a la generosidad y con la esperanza puesta en que el horror sufrido por
ellos no volviera a repetirse en ninguna otra persona.
...deseamos de todo corazón que nuestras esperanzas de paz no se vean
frustradas...creo que está vez se logrará, parece que esto ya es definitivo...que alegría
que todo el horror que yo sufrí no lo padezcan más personas, esa posibilidad supone
una gran alegría para nosotros.

Disimuladamente tuve que retirarme al servicio, allí después de refrescarme la


cara – como si la vergüenza pudiera eliminarse con agua- observe mi rostro en el espejo
y no pude sino espetarme airado:
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¡Maldito cabrón! ¿Dónde estabas tú aquellos años de plomo? ¿Qué hiciste salvo
estudiar, divertirte de fiesta en fiesta y mirar para otro lado cuando todos ellos se
convertían en víctimas del fanatismo que asesinaba en tu nombre?
Quizás si te hubieras movilizado antes, la lista del horror en Álava no hubiera llegado
hasta estos, casualmente todos varones, cuarenta y seis hijos de nuestro miedo y de
nuestra pasividad. Quizás el número de féretros tanto en Euskadi como en el resto del
territorio español no hubiera sido tan elevado si nos hubiéramos plantado ante tanta
sinrazón.
Hubiera deseado pedirles perdón uno a uno. Perdón por mi miedo y por mi falta de
decisión ante el fascismo vasco. Perdón por haberme encontrado rehén de lo que yo
pensaba equivocadamente que era el amor por la cultura y lengua vascas, por la patria,
por la ikurriña, por los derechos colectivos...sin darme cuenta que me estaba
comportando exactamente igual que los miles de alemanes que conocían la existencia de
los campos de exterminio.
Tardé mucho tiempo en darme cuenta del terrible sentido que tomaban para mí las
famosas palabras de Simone Weil: A una colectividad sea la que sea, patria, familia,
bandera... no se le debe respeto por sí misma, sino como alimento ético para los seres
humanos.

Comenzamos el año 2007 con el terrible mazazo de lo ocurrido en el aeropuerto


madrileño. Hemos tomado las uvas y una copa de cava con el amargor de pensar en que
el dolor de esas cuarenta y seis víctimas alavesas se verá reproducido ahora en dos
familias centroamericanas, pero sobre todo quienes han sido asesinadas en este trágico
fin de año han sido las esperanzas de paz de una sociedad que confiaba, de una vez por
todas, en alcanzar una ciudadanía libre y normalizada; que deseaba con todas sus
fuerzas dejar de ser el único tumor maligno que queda en la Unión Europea.

Los terroristas han sido, sobre cualquier otra consideración política, asesinos de
esperanzas.

Jesús Prieto Mendaza


Antropólogo y profesor colaborador de la Universidad de Deusto y Bakeaz

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