Sie sind auf Seite 1von 5

PRRS

El síndrome repro-
ductivo y respiratorio El síndrome
porcino (PRRS) es una
enfermedad viral de reproductivo y
gran impacto econó-
mico dentro de la por- respiratorio porcino
cinocultura. Ana del Cura, Veterinaria
Se caracteriza por
La forma respiratoria afecta, especialmente, a animales jóvenes, muchas
presentar dos for- veces con sintomatología inespecífica. Otras produce síntomas respiratorios,
mas clínicas: la forma principalmente neumonía en cerdos de engorde, y un aumento de la mortalidad
durante la fase de lactación y al destete.
reproductiva que en
las cerdas puede cau- La primera descripción de la enfermedad data de finales de la década de los
80 en los Estados Unidos. En 1990 se dieron los dos primeros brotes en Europa.
sar problemas, sobre En España se detectaron los primeros casos en enero de 1991, en un lote de 300
todo, en el último ter- lechones importados de Alemania que mostraban clínica respiratoria. Su difu-
sión a nivel mundial fue muy rápida, siendo, hoy en día, endémica en la mayoría
cio de la gestación, de los países productores de porcino del mundo, incluyendo el nuestro. 1
provoca aumento en
las repeticiones del Etiología
celo, abortos tardíos,
El agente etiológico del PRRS es un virus ARN de cadena sencilla, con
disminución de la ferti- envoltura y polaridad positiva poliadenilado, que contiene nueve fragmentos
lidad e incremento en de lectura abierta (ORFs) solapantes; éstos se transcriben en la célula infecta-
da como una serie de ARNm subgenómicos. Las dos primeras ORFs (ORF1a y
el número de cerdos ORF1b) representan el 80% del genoma del virus y codifican la polimerasa víri-
momificados, nacidos ca. Las ORFs 2, 3 y 4 codifican proteínas asociadas al virión. La ORF5 codifica la
14

proteína de la envoltura, la ORF6 codifica una proteína de membrana y la ORF7


muertos y débiles. En codifica la proteína que constituye la cápsida del virus. 2
los verracos infectados
Estructura del Arterivirus
aparecen otros signos
clínicos asociados a la Con respecto a su clasificación taxonómica, por su secuencia de nucleó-
tidos, su organización genómica y su estrategia de replicación, el virus se ha
enfermedad reproduc- encuadrado en la familia Arteriviridae. Entre las propiedades de los arterivirus
tiva, como depresión, especialmente importantes desde el punto de vista clínico está su capaci-
dad para: 1) producir infeccio-
anorexia, falta de libi- nes asintomáticas, persistentes,
do y alteraciones en la así como enfermedades graves Proteína M Proteína E Envoltura
y, con frecuencia, mortales; 2) (ORF 6, 19kDa) (ORF 5, 25kDa) lipídica
calidad espermática. replicarse en macrófagos y 3)
mostrar una considerable plas-
ticidad de su genoma.3

Son virus poco estables cuan-


do se exponen a radiación ultra-
violeta, alta temperatura y baja
humedad, por lo que no es proba-
ble que sobrevivan durante perio-
dos prolongados en dichas con-
diciones ambientales. La viabilidad
del virus PRRS está garantizada en
un rango de pH 6,5-7,5 y puede
ser inactivado por tratamiento con
solventes de los lípidos.

Una de sus principales carac-


terísticas es su gran variabilidad.
Actualmente, está aceptada la Hebra única + Proteína N
existencia de dos serotipos distin- RNA común (15kb) (ORF 7, 15kDa)
PRRS

tos, que difieren genética, antigénicamente y en virulencia. Un subgrupo que com-


prende las cepas americanas, y otro que comprende las cepas europeas del virus.

Epidemiología

Los hospedadores naturales del virus del PRRS son el jabalí y el cerdo
doméstico. No obstante, no hay muchos estudios sobre la presentación clínica
de la enfermedad en el jabalí, o sobre su potencial papel en la transmisión del
virus a cerdos domésticos.

Aún teniendo el mismo hospedador, las diferentes formas clínicas de la


infección por PRRS (reproductiva y respiratoria) muestran un comportamiento
epidemiológico distinto. La forma reproductiva presenta más características de
un desarrollo epidémico, con una elevada respuesta inmune; mientras que la
forma respiratoria tiene un patrón de enfermedad endémica, con una pobre res-
puesta inmune y una gran variabilidad en la severidad de los síntomas clínicos.4

A pesar de que el virus es altamente infeccioso, no es muy contagioso. Las


formas de difusión del virus son el contacto directo entre un animal sano y
otro enfermo, la vía aérea, el semen y la sangre; también deben ser considera-
das como una fuente potencial de contaminación, aunque no está claramente
documentado, las heces y la orina de los animales enfermos. Además de estas
vías de transmisión horizontal, el virus es capaz de atravesar la barrera placen-
taria e infectar a los fetos en el útero, pudiendo los animales nacidos eliminar
el virus durante los primeros meses de vida. Las agujas contaminadas, las ropas,
botas y manos del personal pueden transmitir PRRS a cerdos desprotegidos .
Los mosquitos y moscas pueden servir como vectores mecánicos del virus.5

Aunque no existen estimaciones fiables sobre la prevalencia de la infección


en áreas endémicas, se calcula que la cantidad de explotaciones infectadas en
estas zonas supera el 60%. Sin embargo, en áreas con una baja densidad de

15
cerdos, la infección puede extenderse lentamente y, si los movimientos de ani-
males infectados no son significativos, la propagación granja a granja puede ser
controlada y la prevalencia de la enfermedad mantenerse en niveles bajos.6

La persistencia de la actividad viral en las explotaciones puede deberse a


distintos mecanismos:6

1) En la fase aguda de la infección no necesariamente existe seroconversión


en todos los animales de la piara. Y estos animales que no han sido infec-
tados en un primer momento, pueden resultar infectados en exposiciones
posteriores y, de esta forma, contribuir a la presencia del virus.
2) La introducción de nuevos animales susceptibles puede estimular la
actividad viral.
3) La existencia de animales persistentemente infectados, que eliminan
continuamente el virus.
4) La corta duración de la inmunidad pasiva en lechones, que puede
hacerlos susceptibles a reinfección a las 4 -10 semanas de edad.

Patogénesis

La patogénesis del virus PRRS se basa en la infección y replicación dentro


de las células de la estirpe monocito/macrófago. El ARN vírico ha sido aislado
en macrófagos de múltiples tejidos, así como en monocitos, células endoteliales,
células espermatogénicas, células de la musculatura de la boca y fibroblastos.
Sin embargo, las células favoritas para la replicación del virus continúan sien-
do los macrófagos alveolares de animales jóvenes. Los macrófagos alveolares
pulmonares, pertenecientes a animales menores de seis semanas de edad, son
más susceptibles a la infección por el virus. Este hecho puede explicar por qué
la enfermedad es más grave en los animales más jóvenes.7

Los macrófagos que tienen relación con una superficie mucosa son el sitio pri-
mario de replicación; posteriormente, hay una distribución a tejido linfoide regional
PRRS

para luego acceder, tras su distribución sistémica,


a macrófagos y monocitos en múltiples tejidos del
organismo. Se ha descrito que el virus entra en
las células fagocíticas a través de un mecanismo
dependiente de anticuerpos. Este mecanismo se
basa en la unión del complejo antígeno-anticuerpo
a la membrana celular.7 El ciclo de replicación vírica
es rápido y la infección produce lisis de la célula
afectada y una apoptosis inducida por el virus en las
células adyacentes.

Después de la infección de los macrófagos


en diversos tejidos con el PRRS, se desarrollan
lesiones microscópicas; el tipo y grado de infla-
mación dependen de la cepa del virus, la edad del
cerdo, la infección con otros agentes bacterianos
o víricos, las características genéticas del huésped
y los factores de estrés ambientales. La neumonía
intersticial, encefalitis, miocarditis, linfadenopatía
y arteritis caracterizan las lesiones microscópicas
producidas por la infección con este virus.3

Una particular característica del virus del


PRRS es su capacidad para persistir en cerdos
infectados durante varias semanas. Los anticuer-
Una forma de difusión del virus es el pos específicos frente al virus aparecen dos semanas después de la infección,
semen de animales infectados pero la seroneutralización del virus no ocurre hasta las 4 ó 6 semanas pos-
tinfección. Las dos primeras semanas de infección son consideradas la “fase
aguda”, durante la cual se detectan altas titulaciones del virus en todos los
órganos susceptibles. El periodo posterior se denomina “fase persistente” y está
caracterizado por bajos niveles de replicación del virus solamente en ciertos
órganos. La viremia no caracteriza la infección persistente en esta patología. 8
16

Numerosos estudios han confirmado que la PRRS es una infección multisistémi-


ca; el virus ha sido aislado en las fosas nasales, los pulmones, el estómago, el intestino
delgado, el colon, el corazón, la aorta, el cerebro, el riñón, el timo, el bazo, las tonsilas
y los nódulos linfáticos. Se puede sugerir la persistencia del virus cuando es aislado
exclusivamente en las tonsilas, bazo y tejido linfoide, ya que durante esta fase la repli-
cación se restringe a estos tejidos, y no tiene lugar en tejido pulmonar y macrófagos
alveolares. Otros estudios han demostrado que, el 100% de los lechones nacidos de
madres infectadas en el último tercio de gestación (alrededor de los noventa días) y
que sobreviven a los primeros ventiún días de vida, son animales persistentemente
infectados (PI). Los cerdos infectados congénitamente tienden a estar virémicos por
extensos periodos de tiempo, hasta once semanas después del nacimiento.

También los verracos son animales más susceptibles, y es posible aislar el


virus en semen y en las glándulas bulbouretrales varias semanas después de la
fase aguda de la enfermedad. Se ha establecido que existen subpoblaciones de
cerdos PI en muchas piaras con problemas crónicos de PRRS. Estos cerdos sirven
como reservorios del virus, infectando los lechones de camadas, en las que no ha
existido seroconversión, al mezclarse con estos animales una vez destetados.

Sintomatología clínica

Uno de los rasgos más característicos de un brote infeccioso, producido por el


virus del PRRS, es la gran variabilidad de síntomas clínicos que se pueden observar,
incluyendo infecciones subclínicas o inaparentes. Estos signos clínicos están influidos
por la cepa del virus, por el nivel de inmunidad de la piara y por factores de manejo (la
densidad de animales, la calidad del aire, etc.). Además, debemos tener en cuenta que,
normalmente, se producen complicaciones por infecciones secundarias. La enferme-
dad clínica en una piara, inmunológicamente no expuesta, afecta a animales
de todas las edades y, aunque las manifestaciones más frecuentes de la enfer-
medad son inapetencia, fiebre y disnea, cada estadio de producción presenta
características específicas.3
PRRS

Síndrome Reproductivo y respiratorio Porcino. Benfield y Col.

Virus del síndrome Reproductivo y respiratorio porcino

Transmisión por inhalación, ingestión, coito, mordeduras (?) o agujas


Fuente: Enfermedades del Cerdo 8a
edición. Ed. Intermedica 2000.
Replicación en macrófagos de la mucosa, pulmonares o regionales

Gánglios linfáticos regionales y viremia (dentro de las 12 horas posinfección)

Distribución sistémica a células mononucleares y magrófagos tisulares

Enfermedad subclínica Enfermedad clínica (presentación dependiente de la edad)

Cerda aborto o parición prematura

Cerdos nacidos muertos, nacidos vivos y débiles, fetos autolisados


Resolución o infección persistente


Cerdo recien nacido Disnea, signos del SNC,
alta mortalidad

Cerdos en transición/ Aumento de la mortalidad
en crecimiento por infecciones bacterianas
18

o víricas intercurrentes,
fallas de desarrollo
Eliminación del virus por
secreciones orales/faríngeas, Cerdos de acabado Fiebre, disminución en el
sangre, heces, orina. consumo de alimento

Verraco Fiebre, alteraciones del


semen

En cerdas adultas aparecen agalaxia, aumento de celos irregulares, disminución


de la tasa de partos, abortos en el último tercio de gestación, partos prematuros y
nacimiento de camadas anormales (cerdos nacidos débiles, cerdos nacidos muertos,
nacimiento de fetos autolisados y momificados). Los verracos, además de anorexia,
letargia y signos respiratorios, pueden perder la libido y sufrir mermas en la calidad
del semen. En cerdos lactantes, la mortalidad previa al destete puede alcanzar el
100%. Aunque los signos más característicos son disnea y taquipnea, aparecen
también, entre otros, apatía, emaciación, edema periocular y palpebral. En cerdos
de transición o cebo puede cursar con la muerte de los animales afectados,
especialmente en la fase aguda de la infección, pero suelen predominar la ano-
rexia transitoria, que dura de 1 a 5 días, la pirexia, que rara vez supera los 40oC
y afecta al 30 % de los animales, y letargia en animales agudamente enfermos.
Un 50 % muestra hiperemia cutánea o cianosis de las extremidades, que es más
visible en las orejas, hocico, mamas y vulva. Los signos respiratorios, que son los
síntomas que predominan normalmente en los animales más jóvenes, incluyen
la presencia de disnea, taquipnea, estornudos, conjuntivitis y edema palpebral.
Los cerdos afectados no tienen un desarrollo normal, el pelo está áspero y dis-
minuye la ganancia de peso diaria, esto produce una gran variación del tamaño
en cerdos de edades similares.1,3,9

En las explotaciones donde la enfermedad es endémica, los síntomas pre-


dominantes se encuentran en los cerdos en transición y de cebo e incluyen
Nut rición
PRRS

Agentes Etiológicos asociados al Complejo de Enfermedad Respiratoria Porcina


Virus del Circovirus por- Virus de la Streptococcus Mycoplasma Virus de la Actinobacillus Pasterella
Síndrome cino tipo 2 enfermedad de suis hyopneumo- Influenza por- pleuroneumo- multocida
Respiratorio y (PCV2) Aujeszky niae cina (SIV) niae
Reproductivo (ADV)
porcino (PRRSV)
Los complejos de enfermedad comprenden la interacción de muchos microorganismos a la vez, incrementando la severidad o cambiando la manifestación clínica de la
enfermedad.

una disminución del desarrollo, disnea, exacerbación de otras enfermedades y


aumento de la tasa de mortalidad. Con menor frecuencia se encuentra insufi-
ciencia reproductiva en cerdas primerizas susceptibles.3

lesiones

El virus del síndrome reproductivo y respiratorio porcino produce una infec-


ción multisistémica que conlleva una afección de muchos tejidos. Las lesiones
son mucho más evidentes en los animales jóvenes afectados por la forma res-
piratoria, aunque son similares en cerdos de cebo. De forma experimental se han
descrito áreas focales y difusas de consolidación pulmonar y aumento del tamaño
de los nódulos linfáticos (los más evidentes en las regiones cervical, torácica cra-
neal e inguinal), que aparecen con un color pardo. Sin embargo en el campo estas
lesiones se complican a menudo por infecciones concomitantes. El desarrollo de
las lesiones pulmonares macroscópicas parece relacionado con la virulencia de la
cepa implicada. El examen microscópico revela una neumonía intersticial multifocal Es frecuente el nacimiento de lechones
moderada a grave. Se produce un engrosamiento de los tabiques interalveolares por débiles.
infiltración de células mononucleares, hipertrofia e hiperplasia de neumocitos tipo 2
y una marcada acumulación de un exudado inflamatorio y necrótico en los espacios
alveolares. Los tejidos linfoides muestran hiperplasia y focos de necrosis folicular.3
También se ha observado encefalitis, rinitis , miocarditis, lesiones vasculares, endo-

19
metritis y miometritis linfoplasmocítica .9

Bibliografía

1. Fraile Sauce LJ. Neumonía vírica producida por el virus del síndrome reproductor y respiratorio
porcino. http://www.exopol.com
2. Prieto Suárez C. Estado actual del síndrome reproductivo y respiratorio porcino. Producción ani-
mal 2004; 195:20-35.
3. Benfield DA, Collins JE, Dee SA, Halbur PG, Joo HS, Lager KM, Mengeling WL, Murtaugh MP, Rossow KD,
Stevenson GW y Zimmerman JJ. Cap 20. En Straw BE, et al. Enfermedades del cerdo. Ed. Inter.-Médica,
Buenos Aires, República Argentina, 2000.
4. Blaha T. The “colourful” epidemiology of PRRS. Vet. Res. 2000; 31: 77-83.
5. Otake S, Dee S, Rossow K, & Pijoan C. Transmisión de PRRSV por vectores no porcinos: reportes de
investigación recientes. http://www.engormix.com
6. Albina E. Epidemiology of porcine reproductive and respiratory síndrome (PRRS): An overview. Vet.
microbiol. (Amst.).1997; 55: 309-316.
7. Suárez P. Ultrastructural pathogenesis of the PRRS virus. Vet.Res. 2000; 31: 47-55.
8. Van Reeth K. Pathogenesis and clinical aspects of a respiratory porcine reproductive and respira-
tory syndrome virus infection. Vet. Microbiol. (Amst.). 1997; 55: 223-230.
9. Rossow KD. Porcine Reproductive and Respiratory Syndrome. Vet Pathol. 1998; 35: 1-20.
10. Mengeling WL, Lager KM. A brief review of procedures and potencial problems associated with the
diagnosis of porcine reproductive and respiratory syndrome. Vet. Res. 2000; 31: 61-69.
11. Chavez E. Técnicas diagnósticas para el Síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS):
Interpretación. http://www.engormix.com
12. Botner A. Diagnosis of PRRS. Vet. Microbiol. (Amst.). 1997; 55: 295-301.
13. Dee SA, Joo H. Strategies to control PRRS: A summary of field and research experiences. Vet.
Microbiol. (Amst.). 1997; 55: 347-353.
14. Callen A. la problemática del control del PRRS en granjas de reproducción. http://www.exopol.com
15. Meng XJ. Heterogeneity of porcine reproductive and respiratory síndrome virus: implications for
current vaccine efficacy and future vaccine development. Vet. Microbiol. (Amst.). 2000; 74: 309-329.
16. Batista L. Cómo saber si se ha logrado la estabilización del hato reproductor contra el PRRS. http://
www.engormix.com v

Das könnte Ihnen auch gefallen