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Angelino Garzón
Desde el día 15 de septiembre del presente año, cuando se quebró el
Banco “Lehman Brothers “, el cuarto mayor banco de inversión de los
Estados Unidos, las bolsas de valores de todo el mundo, incluyendo la
colombiana, prácticamente no han podido respirar de manera tranquila y
no sabemos a ciencia cierta, si todavía lo peor ya pasó y cuales van a ser
sus efectos económicos y sociales en Colombia.
Es una crisis en el principal centro financiero del mundo y aunque el
Congreso de los Estados Unidos aprobó el pasado viernes 3 de octubre,
autorizar al Gobierno y al Tesoro de ese país una inversión de 700 mil
millones de dólares que es equivalente a 10 veces el presupuesto nacional
de Colombia para salvar el sistema financiero de los Estados Unidos, dicho
plan aún no convence a los mercados internacionales y muestra de ello, es
que el día lunes 6 de octubre, las principales bolsas de valores del mundo
entero se desplomaron, que se registrara una situación de pánico en las
finanzas internacionales y que por consiguiente se evidenciara una
situación de nerviosismo y pesimismo sobre el futuro de la economía a
nivel global.
Algunos Analistas financieros consideran que en ésta crisis ningún país
está blindado incluyendo a Colombia y que en su desarrollo, lo mismo que
en los esfuerzos e iniciativas para superarla, se están presentando hechos
nuevos que no estaban previstos en el inmediato futuro, como es la baja
en los precios del petróleo con un precio del barril por debajo de 90
dólares, la revaluación del dólar con relación a las otras monedas por la
demanda de dólares de los Bancos Centrales de una buena parte de países
del mundo, la consolidación de una política proteccionista en los Estados
Unidos y a que inversiones que iban a hacer empresas de ese país en
varias partes del mundo, incluida Colombia, posiblemente ya no se hagan
y antes por el contrario, que firmas norteamericanas, principalmente las
ligadas al sector financiero, a seguros o fondos de pensiones,
posiblemente van a vender parte de sus activos que tienen en dichos
países a fin de obtener liquidez y poder superar así y en mejores
condiciones la crisis que están viviendo en los Estados Unidos.
No solo los conocedores del tema, sino también el ciudadano y ciudadana
del común se están preguntando de cómo ésta crisis nos va a afectar en
Colombia no solo a nivel económico sino también a nivel social. A ellos
debemos responderles, que ya comenzamos a vivir sus consecuencias de
manera inmediata, por ejemplo, que además de la caída en la bolsa, los
fondos privados de pensiones, tenían depositados 50 mil millones de
pesos y el Banco de la República 2,5 millones de dólares en el Banco “
Lehman Brothers “ que es el mismo que se quebró el pasado 15 de
septiembre. Igualmente que la bajada en los precios del petróleo nos
afecta enormemente y que nuestra tasa de cambio, pesos por dólares y
otras divisas, se ha convertido en la mas volátil e inestable de la región.
En tal sentido, es necesario que el Ministerio de Hacienda y el propio
Banco de la República definan de manera inmediata una política y una
directriz tendiente a proteger nuestras reservas financieras que están
depositadas en Bancos de los Estados Unidos, lo mismo que los depósitos
de cerca de tres millones de afiliados a los fondos privados de pensiones a
fin de que su expectativa de pensión o el pago de sus mesadas
pensiónales no vayan a quedar embolatadas en la quiebra de algunos
bancos de los Estados Unidos o en la crisis del sector financiero
internacional.
A mediano plazo y de no tomarse medidas por parte del Gobierno
Nacional y del Congreso de la República, es probable que las dificultades y
encarecimiento del crédito afecte la producción nacional, el consumo en
los hogares y por consiguiente, se afecte aun mas la economía nacional.
Desafortunadamente, esta crisis se nos presenta en momentos en que
todavía tenemos un alto déficit fiscal nacional, en que se ha bajado el
crecimiento económico del 8,2 en que estaba al cierre del año 2007 a un
promedio del 4 en los primeros ocho meses del año 2008 y en medio de
una tendencia de crecimiento del desempleo.
Esta crisis está demostrando el profundo fracaso del capital especulativo,
del afán de lucro de unos pocos a costa del sacrificio de millones de seres
humanos y que la democracia no se puede construir a partir de la
concepción propia del capitalismo salvaje, que con tal que a mi me vaya
bien no importa que a los demás les vaya mal o vivan en condiciones de
miseria.