Instructivo para desarrollar la jornada de

anuncio de la Palabra y promoción parroquial.

Secretaria de Viveros de Encuentros Conyugales, Monte Tabor..

Introducción
“La Iglesia que celebra la fe, anuncia la Palabra, catequiza a sus fieles y sirve al prójimo con
radicalidad, se convierte en evangelizadora, pues su misma existencia comunica la presencia de
Cristo Resucitado”.1

Evangelizar es hablarle a alguien acerca de las maravillosas enseñanzas que encierra el Evangelio del
Señor, es anunciar la Buena Nueva, que el Reino de Dios ha llegado hasta nosotros.

El objetivo del presente documento es describir los elementos mínimos para llevar a cabo La Jornada
de la Evangelización Familiar. Una jornada que no es mas que hacer realidad el mandato de nuestro
Señor Jesucristo: “Vayan por todo el mundo y proclamen la buena noticia a toda criatura.” Mc 16,15.
Ya es tiempo de que como miembros del Movimiento de Encuentros Conyugales, y más aún como
Cristianos, retomemos esta tarea la cual ha sido encomendada a nosotros y la que solo requiere del
compromiso de las piedras vivas de la iglesia: Usted!!! . Este compromiso deberá materializarse
mediante tres elementos que nos permitan prepararnos:

1. La oración permanente a Dios

2. El estudio sistemático de las Escrituras
3. Un testimonio de vida cristiana

Tres elementos contundentes que pueden llevar la diferencia a esos pasajes y colonias aledañas a la
Parroquia, donde aun hay familias esclavas de este mundo en donde aún no ha llegado la luz salvadora
de nuestro Señor.

Debemos recordar que el éxito de este trabajo no depende única y exclusivamente de nuestras propias
fuerzas humanas, sino que lo podremos hacer confiando en la providencia del Señor, motivando este
sueño y transmitiéndolo a los demás, de manera que ya no será un sueño, sino el sueño de muchos en
la Iglesia y que al final es el sueño de Jesús. Manos a la obra hermanos, que el Señor estará
acompañándonos a cada momento (Mt 28, 18-20).

Motivando para la Jornada

La urgencia del anuncio de la Palabra en una forma personal
Todos vivimos a diario la realidad de la sociedad salvadoreña: Situación económica complicada,
violencia extrema, familias desintegradas, bombardeo de los medios hacia el consumismo, etc., todo
esto que genera malestar, descontento, desesperanza, infelicidad, falta de sentido para nuestras vidas,
lo que nos hunde en una profunda frustración.

Los textos evangélicos nos demuestran que Jesús no fue indiferente ante los problemas humanos como
el dolor, la pobreza, el abandono, la enfermedad, etc., fueron cosas que el siempre denunció y corrigió.
Como cristianos, debemos de seguir el ejemplo del Maestro e imitarle en ese sentido, no ser apáticos e
interesarnos por los demás.

Los que como miembros del MEC, hemos tenido un encuentro con el Señor Jesucristo, hemos
descubierto un nuevo mundo, una nueva forma de vivir como familia, que a pesar de la adversidad, la
esperanza reina a en nosotros porque es Jesucristo vivo quien esta con nosotros, y es todo eso lo que
debemos compartir con todos estos hermanos que aun no lo han experimentado. Nuestra tarea es ir a
todos los rincones, como lo recomendó el Señor a sus discípulos: “Recibiréis poder, cuando haya

1
“El verdadero Israel, testigo del Dios Liberador”, Fracesc Ramis Darder, pag. 234.

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venido sobre vosotros el Espíritu Santo… (Hechos 1,8. La misión de los cristianos es promover el
evangelio y expandir la iglesia. “Los que fueron esparcidos, iban por todas partes anunciando el
evangelio” (Hechos 8,4), no se quedaban esperando que las personas llegaran a ellos. Iban por ellas.
Este es el momento de retomar esas prácticas.

Es el momento que YO como CRISTIANO, haga algo que transforme, no necesariamente el mundo,
pero si las personas que conozco y que tienen la necesidad de conocer al Señor.

Es necesario que YO vaya en busca de esas personas sedientas de Dios que no conocen su mensaje
transformador. ¿Dónde? En las calles, en el trabajo, nuestros vecinos, familiares, etc. No podemos
continuar amparándonos en la comodidad y esperando que otros lo hagan.

¿Por que YO debo hacer esto?

Una de las mayores victorias de Satanás ha sido institucionalizar el cristianismo, a través de la mal
entendida “organización” donde se asignan funciones “especiales” a ciertos grupos, llámese
ministerios, secretarias, etc. Hemos llegado a acomodarnos que nuestro rol como cristiano se limita a
ir a misa, confesarnos, comulgar, participar en procesiones, o ser parte de un movimiento, en donde
llegamos a sentarnos a calentar sillas en asambleas o grupos de crecimiento.

Por ejemplo:
• Creemos que los encargados de anunciar la Palabra y evangelizar son los sacerdotes, los dirigentes
de la secretaria, o como sucede en el MEC, que esta es labor únicamente de la Secretaria de
Viveros.
• Creemos que los encargados de realizar obras de caridad son los miembros del ministerio de
Misericordia, o los que deben de orar por los enfermos son los miembros del Ministerio de
Intercesión… Entonces ¿cual es nuestro rol?, ¿acudir únicamente a los grupos de crecimiento?,
¿asistir a la asamblea y oír la predica de los viernes?, ¿acudir a misa del sábado por que esa es la
misa asignada al MEC?, ¿recibir todos los retiros del MEC?.

Las escrituras nos explican y sustentan el porque la Iglesia debe salir y anunciar la buena nueva: “Que
ha llegado el Reino de Dios”.

Debemos de ir a nuestros hermanos y compartir el amor de Dios, ese amor que va en dos direcciones:
Que es capaz de transformas vidas y mostrarles un mundo lleno de esperanza y alegría. Esta es la
razón principal por la cual YO debo de involucrarme en estas tareas.

Otras razones puntuales adicionales que sustenta de manera bíblica el argumento anteriormente
expuesto:
1. Por que es una instrucción del Señor para los creyentes. (Mc 16,15-16),
2. Porque el Señor Jesucristo nos acompaña en esta tarea de proclamar el evangelio (Mc 16, 20),
3. La decisión de anunciar la Buena Nueva es personal, sin embargo esta tendrá implicaciones (Ez
3,17-21),
4. Al predicar el evangelio, testimoniamos al mundo que Dios ha “Resucitado” de la muerte en la
que nos encontrábamos y nos ha brindado una nueva oportunidad (Jn 12,9),
5. Cuando se predica la Palabra, se libera poder transformador (Is 10,11),
6. Si se rechaza la Palabra, no nos rechazan a nosotros, sino a Dios (Mt 10,14-15),
7. Quien nos capacita para la tarea es Dios mismo (Mt 4,18-20).

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Trabajando en la Planificación de la Jornada

Una de las formas en que el anuncio de la palabra puede desarrollarse como una labor colectiva de
parte de un movimiento, grupo o parroquia, es a través de Jornadas, en las cuales los miembros salen a
las calles a invitar a las personas a que se incorporen activamente a la vida eclesial. Esta labor requiere
de cierta organización según detallemos a continuación:

1.1. JORNADA DE AVANZADA.

Consiste en visitar el lugar previsto para las actividades y tomar nota del número de casas,
determinar si hay negocios comerciales, iglesias, teatros, etc. Se deberá elaborar un croquis
del lugar. Paralelamente, se debe realizar una evaluación de riesgos: vigilancia, seguridad,
existencia de maras o pandillas, etc. para determinar la forma de abordar estos lugares.
Responsable: Secretaria de Viveros

1.2. ESTABLECER LA ESTRATEGIA DE LA JORNADA.

Con la información obtenida en el paso anterior se promoverá a realizar estrategias; instalar
una plataforma desde donde hablar o recorrer las calles tocando de casa en casa, calcular la
papelería a entregar, etc.

Es recomendable que el grupo realice oración días antes de la Jornada. Es importante que
todos estemos unidos con clamor delante de Dios por este proyecto.
Responsable: Secretaria de Viveros

1.3. DETERMINAR Y ASIGNAR TAREAS.

Previo a la realización de la Jornada es importante delegar algunas tareas al grupo con el
propósito de que todos asuman su compromiso y que todos participen como:
a) Distribución del material a entregar, tarjeta de invitación,
b) Elaborar grupos y asignar los encargados y miembros de estos,
c) Orar mientras se cumple la Jornada,
d) Identificar las personas que realizarán labor de consejería para quienes solicitan este
servicio (Generalmente escoger a quienes tienen experiencia en la búsqueda y aplicación
de principios bíblicos).
Responsable: Secretaria de Viveros

Durante la Jornada
2. PREVIO AL INICIO DE LA JORNADA.
2.1. LLENARSE DE AMOR Y COMPASIÓN.
Recordemos como era nuestra vida antes de encontrarnos con Jesús. Una vida vacía y triste,
sin esperanza, infeliz. Esa es la realidad de la gente que no conoce a Cristo. Esa es la realidad
que enfrentaremos, por lo que debemos sentir amor y compasión por estos hermanos para
enfrentarlos y llevarles el anuncio de la Buena Nueva del Evangelio. El sentir como Jesús
sintió, el sentir esa compasión por esas personas que son “Como ovejas sin pastor”.

Luego podemos hacer lo que Jesús hizo. Pero primero, debemos llenarnos de ese amor y
compasión por el prójimo.

2.2. EL PASO PRINCIPAL: ORAR (Ef 6,18-20).

Es importante orar a Dios que abra las puertas. Esto nos asegura llegar el día indicado, al sitio
apropiado y en el instante oportuno. Tenemos ganas, entusiasmo y deseos de anunciar la

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palabra y evangelizar. Pero encontramos inconvenientes. Se levantan obstáculos frente a

nosotros… ¿Qué hacer?... Orar para que nuestro Padre abra puertas. El es quien nos asiste en
el momento de compartir la Palabra. Si Dios abre las puertas, encontraremos oportunidades y
circunstancias favorables para evangelizar. La oración siempre es eficaz.

3. DURANTE LA JORNADA.
Algunas cosas que debemos evitar son las siguientes:
01. Presionar a las personas para que tomen una decisión de fe por el Señor Jesús,
02. Envolvernos en discusiones polémicas de carácter teológico,
03. Hacer énfasis en aspectos propios de nuestra religión Católica o en cualquiera de sus
movimientos (MEC, Renovación Carismática, Movimiento Neocatecumenal, Cristo
Joven, etc.)
04. Visitas demasiado largas. El tiempo no debe exceder de 10 minutos. En el caso de que la
persona muestre interés por el tema, se debe de tomar datos y establecer una fecha de
visita más amplia, si es necesario.

Ilustrando el proceso del Anuncio de la Buena Nueva.

Vamos a reflexionar el relato de Felipe y el funcionario etiope que regresaba de Jerusalén, el
cual se encuentra en Hechos 8,26-40. Allí encontramos algunas pautas vigentes aun para
nuestro tiempo:
• Debemos ser sensibles a la voz de Dios.
Los planes de Felipe diferían de los del Señor. Pero cuando nuestras vidas están en Sus
manos como instrumentos, El se mueve con poder y reorienta nuestros proyectos. Felipe
escucho claramente la voz de Dios, no actuó movido bajo sus emociones. Cuando el
Señor nos envía a una misión debemos confiar que lo tiene todo cuidadosamente
calculado.
• Obediencia a los planes de Dios.
Quien se involucre en la evangelización ya sea masiva o personal debe ser no solo sensible
sino obediente a la voz de Dios, como ocurrió con Felipe en la 1ª parte del versículo 27.
• Esperar el momento oportuno.
El evangelista se acerco en el momento que Dios le indico. Es con prudencia que abrimos
las puertas. Felipe no obliga al etiope a tomar una decisión por Jesucristo. Le presento el
mensaje, y Dios hizo el resto.
• Presentación sencilla del evangelio.
Es importante reconocer el papel que juegan las palabras y los gestos que utilicemos. Lo
importante es no buscar términos ni palabras rebuscadas, al contrario debe ser expuesta lo
más sencilla posible.

Consejos varios.
¿Qué hacer si la persona no manifiesta deseo, en primera instancia, de tomar una opción por
Jesucristo? Viene una segunda estrategia que es sugerirlo. Explicarle la necesidad que el ser
humano tiene del Señor Jesús.

¿Y si persiste en eludir su compromiso? No insista en el lugar. Dígale que las puertas para
que tome esa decisión están abiertas. En privado ore por esa persona, que Dios con su poder
toque su vida.

¿Qué hacer si la persona no quiere recibir el mensaje? Nunca presione a la persona, lo

aconsejable en estos casos es decir algo como: “Esta bien, se que será en otra ocasión que
podamos abordar el tema. Pero quiero decirle por ultimo que Jesucristo le ama y estará atento
a ayudarle en cualquier dificultad que pudiera enfrentar.

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El mensaje que usted sembró es una semilla que germinará en el momento oportuno.” Ver
Isaías 55,11.

¿Que hacer si la persona busca polémicas religiosas? Con frecuencia, nos podrán hacer
preguntas como: ¿Y si Dios nos ama porque hay tanta maldad?, ¿Por qué veneran a la virgen
Maria?, ¿Por qué se confiesan con los sacerdotes?... Lo más conveniente es no entrar en
detalle y entrar en polémicas religiosas. Con mucho tacto eluda esas preguntas. (Recuerde que
el objetivo es anunciar la Buena Nueva, y no mostrar que nuestra religión tiene la razón).

3.1 El Abordamiento.
Inicialmente aborde un tema neutral tal como lo muestran las lecturas bíblicas de Hc 8,30-31 y
Hc 17,22-25

Un aspecto equilibrado puede ser una alusión al estado del tiempo, comentar algún
acontecimiento reciente que ocupe los titulares en periódicos, noticias de televisión, o algo de
interés común. (Imitar como Felipe en la lectura aborda al etíope y no necesariamente inicia
el dialogo refiriéndose a aspectos bíblicos).

Quizás al principio tengamos tropiezos pero progresivamente podremos lograrlo. Dios nos
ayuda en este propósito.

Recomendaciones en esta fase:

• La actitud es fundamental para dar solidez al dialogo,
• Es recomendable mirar a los ojos a la persona que abordamos,
• Demuestre serenidad y compostura (Aun cuando la persona quiera llevarlo a un debate),
• Maneje la situación. (Evada con prudencia el debate),
• No olvide evidenciar seguridad, no solo en lo que creemos, sino en lo que decimos.

3.2 La Transición.
Es la etapa siguiente después del abordamiento, y consiste en orientar la conversación hacia el
tema específico de Jesucristo y su mensaje transformador. Esta transición debe realizarse con
prudencia, evitando ser bruscos, para evitar que la persona se sienta incomoda y decida
romper la comunicación. Un buen ejemplo seria hablar de la violencia en la sociedad
salvadoreña, que se ha salido de las manos de las autoridades, y que solo Dios nos puede
ayudar, etc.… Todo dependerá de las circunstancias en la que nos encontremos.

Recomendaciones para esta fase:

• No permita que le desvíen el tema. (Una forma común es haciéndole preguntas que lo
aparte del enfoque inicial). En estos casos dígale con amabilidad que al final le aclarara su
interrogante,
• Sea claro. Importante es observar prudencia, utilizar términos sencillos.

3.3 El Anuncio de la Buena Nueva.

Una vez orientada la conversación y si hay tiempo, pueden lanzarse preguntas para formular
algún diagnostico.

¿Quien es Jesucristo? La respuesta a esta pregunta nos indicara que terreno estamos pisando y
que significado tiene Jesús para el (ella).

El contenido del anuncio que llevaremos a las personas no es lo que se nos ocurre. “Es la
propuesta de que Dios quiere tomar posesión de nuestras vidas; no como dueño y señor, por
las buenas o por las malas, sino respetuosamente, salvadoramente, graciosamente,

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haciéndonos en Jesús sus hijos queridos. Pero esto no acontece sacándonos de este mundo
pecador, salvándonos del mundo, incluso liberándonos de nuestro cuerpo material y
corruptible, sino entrando él a nuestro mundo, acompañándonos en esta nuestra condición
para transfigurarla desde dentro....quienes acogen a Dios no sólo se dejan transformar por
esta presencia salvadora, sino que ponen su vida en la salvación del mundo. Éste es el
contenido insoslayable de la misión”.2

Este es un mensaje que lleva un contenido que transforma por dentro, pero que también
requiere de volverse praxis. Y el primer lugar donde el evangelio se convierte en práctica es en
la familia. Ya la misión prepascual que narran los evangelios en Lc 9,1-6, Mt 10, 5-15, Mc 6,
7-13, tiene como destino a las “casas”, a las familias, no una plaza, no un templo, no al aire
libre. En los hogares, ya que la familia en ese tiempo era la célula social primaria del pueblo
de Israel. Todavía en nuestro tiempo la familia tiene ese rol tan importante en nuestra
sociedad.

3.4 La invitación.
Una vez entregado el anuncio, ha llegado el momento de despedirnos. Al finalizar debemos
hacer una invitación, lo ideal es entregar una tarjeta de invitación para integrarse la vida
eclesial a través de cualquiera de los movimientos o grupos de la parroquia, una hoja
informativa de los servicios que la parroquia brinda, recomendar algunas lecturas bíblicas, etc.

No olvide que servimos a Cristo, por lo que si alguien termina visitando otra iglesia, otra
parroquia o integrándose a otro movimiento, no habremos perdido el tiempo, por el contrario
habremos contribuido a la propagación de la Buena Nueva.

Es importante tomar los datos de aquellas personas que mostraron interés, para que
posteriormente se les haga una llamada telefónica, o se les visite para compartir alguna lectura
bíblica o recibir consejera por parte del personal con experiencia.

Posterior a la Jornada
4.1 Seguimiento a las personas que mostraron interés.
Durante la jornada, probablemente se habrán identificado personas que estaban interesadas en
contactar a personas de los diferentes movimientos que funcionan en la parroquia. Es
fundamental dar seguimiento a estas personas con el propósito de afianzarles en su
determinación de caminar en los senderos del Señor Jesús, y particularmente de incorporarse
activamente a la vida eclesial.

4.2 Evaluación del Evento.

Siempre es recomendable evaluar lo que hicimos, con el propósito de encontrar áreas de
mejora. Esta evaluación no es para encontrar culpables, es para identificar “lecciones
aprendidas” que serán incorporadas a la estrategia, la planificación, la programación o el
desarrollo de actividades de una próxima jornada de anuncio de la palabra.

Este material se encuentra disponible en formato electrónico en el sitio WEB:

http://mecmontetabor.blogspot.com

2
“La misión en la Iglesia Latinoamericana Actual”, Pedro Trigo, artículo publicado en la revista
latinoamericana de Teología No. 68, Pag. 187.