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LECTURAS

APOCALIPSIS DE UNA NOCHE DE VERANO, DE RODOLFO HINOSTROZA

Teatralidad e ideología
La obra del poeta y ✎ FERNANDO DE DIEGO PÉREZ
gastrónomo Profesor de la Universidad
de Ottawa, CanadÆ
Rodolfo Hinostroza
se ve enriquecida
A
POCALIPSIS de una noche
de verano (1983) pertene-
por su intensa ce cronológicamente a una
producción década en la que el teatro de au-
dramatúrgica, de la tor pierde una gran parte de su im-
portancia frente a los espectáculos
cual rescatamos un colectivos en el Perú. Es, además,
apropiado análisis como señala Hugo Salazar del Al-
cázar, un período en el que la vio-
de una pieza suya, lencia en todos sus aspectos inun-
Apocalipsis de una da esta nación, tanto en las ciuda-
noche de verano, en la des y sus calles, como en los luga-
res más recónditos de su geogra-
que se combinan fía. El teatro no deja de reflejar es-
elementos te aspecto social y político que ha-
bía venido gestándose desde la
paródicos y rasgos década de 1960; y que en esta for-
de la tradición ma cultural encuentra su guía en
teatral que las preceptivas dramáticas de Pao-
lo Freire y Augusto Boal1, que pro-
concluyen en una ponían al teatro como instrumen-
hibridación de to de educación y de toma de con-
ciencia. Hinostroza, por su parte, ya en aquella época eligió un ca- formar el sueño en Apocalipsis, va entender cualquier autoridad esta- sentación escénica, defiende el res-
textualidades. parece saldar con ella una deuda mino más cercano a la postura más allá de la sustitución literaria blecida cuando afirma que existe peto por parte del director de la fi-
con sus compañeros Javier Heraud borgiana en la que se reivindica un o de la aparente intertextualidad en dicha sociedad “una negativa delidad textual y la fastuosidad del
y Edgardo Tello, que le acompaña- modo de ser latinoamericano defi- que el título contiene. Es el mode- generalizada a aceptar cualquier espectáculo, haciendo hincapié en
ron a Cuba en los se- nido por la dualidad de estar fuera lo shakespeariano al completo que tipo de autoridad precisa”. la ampulosidad de los rituales ins-
• Rodolfo Hinostroza. senta y que eligie- y dentro del mundo occidental, re- se utiliza para crear una forma de La obra de Hinostroza, por su critos en la obra. Ruptura, pues,
ron la guerrilla curre en esta pieza a un modelo teatralidad auténtica y peruana parte, no ataca a una autoridad es- con las prácticas costumbristas y
como forma de esencial para su construcción dra- por parte del autor de Consejero tablecida ni a la violencia peruana: comerciales. Las influencias de An-
lucha para la mática: el teatro isabelino inglés, y del lobo. Además, debemos consi- su temática es más universal. La tonin Artaud e incluso de Bertold
libera- en particular uno de los autores derar que ya la dramaturgia del in- violencia como sinónimo de Apo- Brecht se notan en la extrema co-
ción que más respeta, William Shakes- glés contiene toda una serie de calipsis se refiere en la pieza a to- dificación de las formas de actuar,
de Améri- peare. Como explica Ricardo Gon- elementos carnavalescos en los da una sociedad universal, aun ba- propuestas por Hinostroza, en lo
ca Latina. Hi- zález Vigil en su prólogo a la última que se hace patente una hibrida- jo los efectos de la guerra fría y la que de nuevo paradójicamente
nostroza, que edición de Consejero del ción cultural y que la actual crítica amenaza de una guerra nuclear. coincide con los colectivos como
lobo, Hinostroza, en su anglosajona está estudiando tanto Yuyachkani o Cuatrotablas.
poema “Horacio”, dedi- en Europa como en América. Ro- Seriedad y comicidad Podemos situar Apocalipsis…
cado al dramaturgo bert Weimann2 se plantea la posi- dentro de una teatralidad que con-
británico y cuyo epí- bilidad de que la tradición cultural Rodolfo Hinostroza, en una entre- fiere al teatro una autonomía de
grafe es “The rest is si- asimile una totalidad de elemen- vista concedida con motivo de la género en la que se mezclan la se-
lence”, invierte el conse- tos diversos entre los que se inclu- publicación de Apocalipsis… a Ca- riedad del texto dramático como
jo de Hamlet para situar yen lo clásico tradicional conjuga- retas4, adopta una postura eclécti- escritura con una forma de repre-
la voz poético-consejera en do con registros cortesanos y ma- ca y paradójica en la que apuesta, sentación que debe mucho a la fa-
Horacio y de esta forma teriales humanísticos para consti- por un lado, por una obra de crea- rándula, a lo gracioso, a lo cómico
“quedarse para contar la his- tuir y formar parte de una síntesis ción de autor frente a las piezas de e incluso a los rituales carnavales-
toria”, en lugar de luchar por estética importante en el concepto escritura colectiva y, por otro, una cos con su lenguaje procaz y sus
el “amor” (guerrilla) en pa- de cultura dominante. ruptura entre cuerpo y texto propia representaciones obscenas. Hinos-
labras del propio Hinostro- Lo anterior llevará a Michael de una dramaturgia más cercana a troza subvierte el canon del teatro
za. El recurso a Sueño de Bristol3 a afirmar que ya en la épo- la colectiva que estaba muy vigen- isabelino mediante el uso de la pa-
una noche verano y su pos- ca isabelina lo carnavalesco con- te en ese momento en el teatro pe- rodia. En realidad, Apocalipsis se
terior parodización, al trans- sistía en negarse rotundamente a ruano. En lo referente a la repre- inscribe dentro de la farsa carna-

10 I Lima, lunes 9 de mayo de 2005


LECTURAS

• Ernesto “Che” Guevara


valesca con todo lo que ésta con- y Fidel Castro.
lleva de subversivo e ideológico.
Asimismo, la escritura dramá-
tica de los poetas debe mucho al Notas:
concepto estético que subyace a
sus obras en verso5. Es difícil cam- [1] Véase “Teatro
biar una concepción de la escritu- peruano” en Hueso
ra cuando se cambia de género. En Húmero, No. 31, pp. 11-
el caso de Hinostroza, y en una en- 50. Recordemos que,
según Luis Peirano en un
trevista que le fue realizada en IN- artículo aparecido en
TI 6 el mismo año que escribe Apo- Hueso Húmero, Boal
calipsis..., el autor describe la con- estuvo en Perú para
cepción de la obra poética como ALFIN “ que fue la
“una dispersión” que le permite campaña de
alfabetización, la cual
dominar varias formas de expre- tuvo al teatro como
sión. Y es esa quizás la clave para instrumento
empezar un análisis de Apocalip- fundamental…” (HH.
sis. Si el teatro conlleva una multi- 24), y que concepción
plicidad de registros discursivos y del teatro como incitador
un espesor de signos desde sus de la acción política
llevó a la creación, según
orígenes, la obra poética de Hinos- el propio Peirano, de
troza, deudora de Góngora y Ma- cerca de 400 grupos de
llarmé, al menos así la describía en teatro colectivo que
1988, contiene en su texto un gran empezaron la promoción
número de réplicas y parlamentos de la Reforma Agraria en
cuyos referentes literarios van des- las zonas rurales.
de la poesía barroca a la actual. [2] Robert Weimann:
Frente a registros cultos aparecen Shakespeare and the
otros claramente coloquiales, deu- Popular Tradition in the
dores de un lenguaje soez y blas- Theater: Studies in the
fematorio que forman el contraste Social Dimension of
Dramatic Form and
y acentúan la dispersión propues- Function. Ed. Robert
ta por el autor. Y no sólo eso, sino tan una parodia delirante de la nuestra compañía ha sido desig- fragmentación y la dispersión en Schwartz. Baltimore:
que en ella los géneros tradiciona- guerra fría, en la que enuncian to- La obra de Hinostroza nada para representar una senci- sus distintas formas componen el John Hopkins UP, 1978.
les de la literatura canónica dilu- dos los clichés que puedan encon- no ataca a una lla obra de teatro, para solaz de tejido textual. Nos encontramos,
[3] Michael Bristol.
yen sus márgenes para entremez- trarse en un diccionario sobre el autoridad establecida los pobladores de la región, y pues, con lo que podríamos lla-
Carnival and Theater:
clarse y constituir una pieza en la tema, y citan al viejo Mao Tse Tung miembros del ejército incluidos. mar el carácter ideológico de la
que el canon literario tradicional intercalando su pensamiento con
ni a la violencia ¡Nuestro Servicio de Propaganda parodia, según Linda Hutcheon,
Plebian Culture and the
desaparece en lo que tuvo de se- la petición de marihuana al habér- peruana: su temática ha seleccionado, a este efecto, un cuando afirma que toda inversión
Structure of Authority in
Renaissance England.
cular y normativo. seles acabado el suministro. es más universal. La clásico de la cultura americana, irónica es característica de cual- New York: Methuen,
La ruptura del decoro dramáti- Si regresamos al artículo cita- violencia como que ha sido adaptado a las cir- quier parodia y que a menudo 1985.
co clásico en los parlamentos de do en el que Hinostroza proponía sinónimo de cunstancias de la ofensiva ideoló- –este es el caso en la obra que
[4] Rodolfo Hinostroza,
los personajes, elemento central su poética, el autor peruano sigue gica que a partir de hoy comienza nos ocupa– el aspecto ideológico
del proceso de parodiar, se acom- definiéndola como:“un objeto cul-
Apocalipsis se refiere en todos los frentes! Se trata del es el objetivo final de todo proce-
“Apocalíptico
en la pieza a toda una Hinostroza”, Caretas 29
paña de una fragmentación de la tural no por eso desprovisto de vi- magnífico drama americano so de parodización. de agosto de 1988.
acción, representada primero por da, quiero decir que no es un obje- sociedad universal. Moby Dick, la ballena roja, que to- En definitiva, la violencia
la situación espacial de carácter to frío, lo cultural es un acto que dos ustedes deben haber visto en que Hugo Salazar define como [5] En casos anteriores a
vertical de los personajes. Los dio- me lleva a sembrar camotes o es- ción constante de su descomunal el cine, con Gregory Peck. ¿Alguna elemento fundamental del tea- Hinostroza y quizás
también en otra parte de
ses pueden moverse en un espacio cribir poesía, es el mismo impulso miembro viril, sino en el uso de un observación?” (63). tro peruano de los años 80, la cultura hispánica, me
superior y son invisibles para los que me lleva a cocinar, a hacer el lenguaje que provoca a las “bue- La novela de Hermann Melvi- aunque esté presente en la refiero a España, poetas
humanos, mientras los militares no amor, a la pornografía, la inventivi- nas conciencias” y desahucia toda lle se transforma en película de pieza, se desmarca del am- como Alberti, Salinas o
pueden despegarse de la tierra y, dad erótica son actos básicamente posibilidad catártica de la pieza. Hollywood, la ballena se convierte biente estrictamente peruano Miguel Hernández
en segundo lugar, por la incomuni- culturales (…)”. Podemos consta- en símbolo del comunismo y los para alcanzar con la denuncia también escribieron
cación –salvo dos o tres excepcio- tar que, salvo el elemento culina- personajes hispanizan sus apelli- de las guerras un carácter más teatro. La relación entre
Parodias metateatrales poemarios y obras
nes– entre ambos grupos. La fron- rio, tan querido a Hinostroza, to- dos subvirtiendo en forma paródi- universal. La obra consigue, al dramáticas es explícita
tera entre el mundo de las hadas y dos aparecen en Apocalipsis. La obra es una comedia, o al me- ca la obra original, con fines de menos en su lectura, uno de en casos como en el de
el de la guerra se mantiene imper- La estética poética se convier- nos así la define el propio autor. “propaganda”, como nos advierte los principios básicos del tea- Alberti, de forma
meable durante casi toda la obra, te de esta manera en una farsa Para lograr quizás el clímax de lo el personaje. Todos estos elemen- tro: divertir al público lector en meridiana. Sobre los
lo que permite a los dioses opinar donde lo escatológico se une a lo cómico grotesco, Hinostroza recu- tos confieren a este metateatro un este caso. La riqueza de proce- ángeles crea o al menos
sobre el mundo terrestre y a la voz sexual, confiriéndole un carácter rre al metateatro. En el acto segun- carácter ideológico propio de este dimientos discursivos, la frag- subyace en El hombre
deshabitado, y A la
de Hinostroza como autor implíci- subversivo que se ataca tanto a la do el ejército de invasión america- tipo de parodia. mentación del espacio textual pintura en Noche de
to expresarse en la pieza. Los dio- razón como a la moral imperante. no decide montar una versión de Podemos señalar, como con- y teatral, y la presencia de un guerra en el museo del
ses son los espectadores de un Los ecos del carnaval bajtiniano una obra literaria: clusión provisional, que Hinostro- metateatro inmerso en la farsa Prado.
mundo con el que, salvo al final, florecen en toda la obra, no sólo “SARGENTO CASS za recurre a toda una serie de re- bajtianiana son, entre otros,
no comparten ningún aspecto de en la indumentaria de los persona- (…) Para celebrar el Día de cursos dramáticos que forman elementos fundamentales de [6] INTI. Nos. 26-27
su sistema de valores. Mientras los jes o en la desnudez de sus miem- Gracias, y en el marco de la guerra parte de nuestra modernidad pa- esta obra cuya modernidad, o (otoño 1987-primavera
guerrilleros y los militares interpre- bros, recordemos a Silvio en erec- ideológica contra el enemigo, ra conseguir una obra en la que la quizás posmodernidad, nadie 1988), pp. 151-164.

Lima, lunes 9 de mayo de 2005 I 11

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