30 PIERRE KLOSSOWSKI
a expensas de la unidad individual, como en la esfera externa
del objeco fabricado.
En el estado pulsional, la busqueda de un equivalence del
fantasma obedece a sw propia obligatoriedad; la unidad or
ginica que la experimenta como goce irresistible tiende a ser
satisfecha, pues responsable de esta obsesién estéril, tuvo en
consideracién la especifica solidaridad de las unidades entre si.
A nivel de la unidad orginica, todo equivalente representa
en consecuencia una doble sanciéns la de la coactién interna y
Jade la afirmacién de si, externa; de abi el dilema: grea sin afir-
‘arte, 0 aftrmate sin gozar tan slo para subsist.
‘Sélo ¢s posible dar cuenta de ambas sanciones a condicién
de formar un equivalente ya no de la coactidn interna, sino del
renunciamiento ala misma. Las condiciones del trabajo y el es
pecifico acto de fabricar estin fundados en el equivalente de
este renunciamiento,
Sisegin la defnicién de Keynes la “denwilidad”['] dl trae
bajo es (subjecivamente hablando) la apitud a contratiar una
“necesidad’, 0 fuera asimismo “el placer de no hacer nada’ esta
tinica palabra reviste toda la tensién entre goce estéril y la deci-
sién de fabricar objetos.
La nocién de desutilidad (aqui invertimos l sentido keyne-
siano dado por un eminence comentador, M. de Largentaye)
mide aquella parte de intelgibilidad en el acto de fabricar ob-
jetos propios a un uso y el cardcter originalmence inintelgible
de la coaccién “fantasmitica’ Pero el equivalente que expresa-
tia el acto de fabricar, 0 sea satisfacer una o varias necesidades
y asi admitir un uso determinado pero sin ninguna relacién
(on lo que se renuncia, se efecria en forma proporcional a la
contrariedad obsesiva: el “placer de no hacer nada” en sentido
He mantenido el neologismo désilité wild por Piete Klosowei,
que busca aqui claramence distingiclo del téemino “inasilidad! (Note del
“raductor).
LA MONEDA VIVIENTE 15
sregaria de la unidad individual, a la fancién procreadora del
individu, y se propene en su intensidad como lo no intercambia-
dle, es dect, aquello fuera de precio. Y aunque la unidad de un
individuo logre complerarse fsiolégicamente, en su apariencia
corporal, ésta es dealgiin modo intercambiada por el fantasma,
bajo cuya coaccién ahora se encuentra en forma exclusiva,
No existe una economia propiamente dicha de la volup-
tuosidad que beneficie 2 los medios industriales ~como lo
pretendian los moralistas, que como tal la denunciaban a los
guardianes de las instcuciones. Por el contrario, lo opuesto es