Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Graciela Lombardi
Buenos Aires, 1991
Antes de responder a este interrogante debemos reconocer que siempre que se trata de educar, de curar o
de prevenir estas tareas tienen sustento en una representación más o menos explícita o consciente,
acerca de lo que es el hombre, la sociedad, la naturaleza y sus relaciones; derivados de estas
representaciones, surgen los conceptos de SALUD y EDUCACION.
Abordar una definición de la tarea que le cabe a la escuela en relación con el problema de la
drogadependencia reclama como paso previo una explicitación de que entendemos por Salud, por Educación
y por Prevención
Hasta no hace mucho en nuestro medio las concepciones hegemónicas de Salud y Educación respondían a
supuestos positivistas de fines del siglo XIX. Tales supuestos desembocaron en una concepción biologicista e
individualista de la Salud, según la cual estar sano implica ausencia de enfermedad, y estar enfermo se
explica por una causalidad de tipo biológica (casi siempre externa) que excluye los factores socio-históricos.
Por eso para esta concepción el cuidado de la salud es una cuestión vinculada a la responsabilidad
exclusivamente individual
Una escuela que sólo ve la homogeneidad, ocultando las diferencias, no puede más que responsabilizar al
alumno cuando los resultados son heterogéneos.
De ambos modos de concebir Salud y Escuela, se desprende que la prevención consista en detectar al
“distinto”, al “anormal” y derivarlos a instituciones creadas a tal fin (instituciones terapéuticas o educativas
especiales).
Consecuentemente con esta manera de ver las cosas, quedan excluidas las responsabilidades grupales, los
valores de la cooperación y la solidaridad, el contexto histórico y social como alternativas valiosas para la
prevención del uso indebido de drogas. La escuela debería, entonces, detectar, aislar y derivar al distinto, al
sospechoso de ser adicto, marginándolo aun más.
Creemos que la alarmante y creciente extensión del uso y abuso de drogas en jóvenes y adultos de nuestra
sociedad constituyen una denuncia de la inadecuación de las concepciones positivas acerca del Hombre - La
Sociedad - La Salud y La Educación para dar cuenta de los problemas centrales de nuestro tiempo.
Precisamente las múltiples fracturas de los modelos hegemónicos del siglo pasado vienen dando lugar a
modelos alternativos construidos desde prácticas sociales participativas.
Los desafíos que plantean problemas como el S.I.D.A. y la drogadependencia han requerido nuevas
concepciones que den cabida a explicaciones alternativas más integrales. Así la Salud no puede excluir de su
arquitectura los factores sociales, históricos, psíquicos y biológicos, como tampoco puede negar el conflicto
como parte constitutiva de la naturaleza humana y social. Dice el Dr. GALLI: “La salud es un estado relativo
de equilibrio e integración de los elementos conflictivos, constitutivos del sujeto, de la cultura y de los
grupos - equilibrio e integración progresivos, con crisis previsibles e imprevisibles, registrables subjetiva u
objetivamente - en el que las personas o los grupos participan alternativamente en sus propios cambios y en
el entorno social”.
1
Escuela y Prevención de Adicciones
Esta manera de encarar la Salud instala la responsabilidad de su cuidado tanto en los individuos como en los
grupos; identifica a la enfermedad como un desequilibrio multicausado; reconoce manifestaciones tanto
biológicas como psíquicas e incluye el contexto histórico - social como marco indispensable,
tanto para mejorar la comprensión como para la elaboración de estrategias de promoción de salud.
Esta concepción del rol de la escuela comporta un desafío para la creatividad y la solidaridad comunitaria y
grupal. Creatividad para inventar nuevos caminos de ensenar y aprender; para crear instancias grupales de
reflexión, de trabajo y de recreación; para tejer vínculos con otras instituciones de la comunidad.
La escuela tiene un vasto campo a desarrollar en materia de prevención inespecífica y podrá compartir con
otras instituciones tareas encuadradas en la prevención específica.
Las instituciones educativas, junto con la familia y otras instituciones de la comunidad pueden ejercer un rol
fundamental en la promoción de la salud individual y comunitaria.
Su capacidad para crear espacios para la discusión e intercambio de ideas, para el análisis de experiencias
reales vividas en el contexto propio, para conceptualizar y reflexionar sobre situaciones concretas, la
convierten en una institución apta para el desarrollo de acciones preventivas del uso indebido de drogas.
Para ello será indispensable que tanto docentes como alumnos puedan comprender que el uso indebido de
drogas es un síntoma social que denuncia el fracaso de una cultura consumista que valora más el tener que el
ser, que antepone la competitividad a la solidaridad, que margina al distinto.
Deberán asimismo comprender que el adicto no es un ser feliz que elige “la fácil”, sino todo lo contrario: que
es una persona que sufre, que está enferma y que su mayor problema es que ha perdido la libertad y la
capacidad de elegir, la capacidad para tener proyectos de vida.
Por ello una de las tareas fundamentales de la escuela consiste en otorgar posibilidades a los niños y jóvenes
para crecer en libertad desarrollando tanto la capacidad de elegir como la de hacerse responsables de sus
elecciones y acciones (individuales y grupales).
En tal sentido, ofrecer un proyecto educativo significativo para niños y jóvenes, y que vincule docentes y
alumnos en actividades con sentido vital para ambos, implica desarrollar procesos de enseñanza-aprendizaje
que impriman matices sociales saludables en niños y jóvenes.
La acción preventiva que puede y debe desarrollar la escuela más que inculcar el miedo y el rechazo hacia
las prácticas adictivas, deberá promover conductas positivas hacia la vida y experiencias de aprendizaje que
combinen el placer, la recreación, la responsabilidad y el respeto al trabajo.
2
Escuela y Prevención de Adicciones
Una acción preventiva en la escuela implica el desarrollo de actividades múltiples1: desde brindar
información específica a través del desarrollo curricular del área de educación para la salud, promover la
organización de actividades escolares y comunitarias vinculadas al tema, hasta el análisis y el replanteo de
las pautas de convivencia institucional, la normativa que regula esa convivencia y la elaboración responsable
y compartida de proyectos institucionales de convivencia escolar.
Finalmente una acción preventiva en la escuela es el resultado de un proyecto elegido y protagonizado por
personas adultas (los docentes) y en crecimiento (los alumnos), no puede ser por lo tanto, sólo el resultado
del cumplimiento de una nueva disposición curricular de los funcionarios de la gestión educativa.
En síntesis, la educación preventiva es tal en la medida que involucre a los docentes y los alumnos en
actividades significativas y responsablemente asumida por todos.
Todos nosotros consumimos alguna vez alguna droga; lo importante es distinguir con que intención y bajo
qué circunstancias se la consume.
Entendemos por DROGA cualquier sustancia natural o artificial que por su naturaleza química altera alguna
función o aspecto del organismo. En tal sentido, el problema que debe ocuparnos no es tanto la droga como
el uso y la intención que se le dé al consumo de las drogas.
Es la utilización que se le da a las drogas lo que las convierte en una práctica dañina.
Uno de los criterios para clasificar a las drogas es el grado de aceptación social de su uso. Así por ejemplo, el
consumo de alcohol y de cigarrillos esta aceptado en nuestra cultura no así el de la cocaína y el hachis;
existen otras culturas que aprueban la cocaína y no el alcohol.
Otro de los criterios para clasificar drogas son: las propiedades farmacológicas de cada sustancia, su grado
de toxicidad y el tipo de dependencia física o psicológica que producen.
En tal sentido, han sido declaradas de curso ilícito, y son las que se distribuyen en el mercado ilegal del
narcotráfico.
El hecho de que existan drogas lícitas e ilícitas no quita peligrosidad a las primeras. Y por otra parte, las
drogas aceptadas socialmente no son inofensivas. Por eso es importante distinguir cuándo, cómo y cuánto se
las consume.
Para ello los especialistas distinguen entre uso, abuso y dependencia de drogas.
Uso de drogas: es la utilización ocasional de alguna sustancia psicoactiva en situaciones esporádicas, como
alcohol en una fiesta, anfetamina ante un examen o marihuana en un recital de rock.
Abuso de drogas: es la utilización frecuente con un objetivo determinado y ante situaciones determinadas.
Por ejemplo: sedantes para dormir, tabaco para aliviar tensiones, anoréxicos para adelgazar, alcohol para
enfrentar situaciones sociales.
Dependencia: es la necesidad de consumir la droga, no para el logro de objetivos sino para acabar con el
sufrimiento que produce su falta.
Tanto el abuso como la dependencia de drogas son síntomas de que algo muy serio y muy profundo ocurre
dentro de la persona.
Las adicciones son la expresión sintomática de la angustia que padecen algunas personas que no logran
descubrir caminos aptos para resolver sus problemas y que buscan calmar esa angustia a través del
consumo de drogas.
1
Este artículo fue escrito en 1990, previo a la sanción de la Ley Federal de Educación y al proceso de
Transformación Educativa de la República Argentina, y no ha sido actualizado en función de los Acuerdos
Federales de Organización de la Educación General Básica relativos a la nueva Estructura Institucional y a
los CBC.
3
Escuela y Prevención de Adicciones
¿Por qué algunas personas se inician en el uso indebido de drogas? Las causas son muchas y siempre van
asociadas más de dos o tres.
Entre las múltiples causas algunos factores generales podrían enunciarse así:
Son personas que:
- carecen de estímulos u oportunidades para utilizar adecuadamente el tiempo libre.
- desconocen otras opciones de acción socialmente productivas.
- se identifican con figuran o personajes que directa o indirectamente prestigian el consumo de drogas o
alcohol.
- han sufrido procesos de separación o pérdida de su entorno ( por ejemplo, han migrado de zonas rurales a
las ciudades.
- viven conflictos permanentes en su núcleo familiar o carecen de él.
Si bien algunos de estos factores suelen influir en el fenómeno del uso y abuso de drogas, es importante
reconocer las connotaciones peculiares que influyen en cada lugar, en cada grupo, en cada persona, el tipo de
droga, los motivos de su uso, la forma de uso que se le da en cada contexto. De esa caracterización se
derivaran distintas modalidades de acción preventiva.
La familia aporta los primeros y más importantes modelos de vida para el individuo, como así también
aporta la primera red de sostén de afecto. Por eso las disfunciones familiares pueden constituir otra fuente de
factores intervinientes:
La escuela es la segunda institución proveedora de modelos y vínculos afectivos, y en tal sentido, es co-
responsable de la formación y crecimiento libre y responsable de los niños y jóvenes. Sus disfunciones
aportan factores al problema del uso indebido de drogas:
- Ausencia de un proyecto educativo que favorezca el desarrollo de los valores éticos de la solidaridad,
respeto, libertad, responsabilidad, tolerancia.
- Actividades de enseñanza que sólo ponen énfasis en la adquisición de la información.
- Falta de gratificación y motivación de los docentes.
4
Escuela y Prevención de Adicciones
Factores vinculados con los modelos sociales y culturales que ofrece el entorno
Hemos enunciado una serie de factores que aisladamente no explican el fenómeno de la drogadependencia,
pero que asociados pueden influir en su aparición. Por último, es necesario señalar que no existen conductas
individuales o grupales que se extiendan en una sociedad si no existe algún modelo cultural previo que las
codifique. Es decir, la alarmante extensión del uso indebido de drogas en nuestras sociedades indica que
existe un modelo cultural que alienta las conductas adictivas. Es el modelo consumista que crea la ilusión de
que el gran avance tecnológico le permite al hombre resolver absolutamente todo, y que para cada problema
existe un objeto - aparato - cosa que permite resolverlo.
Este modelo cultural premia al “exitoso”, y margina a quien no “triunfa”, y valora la competitividad e ignora
la solidaridad, exalta el individualismo y descarta la cooperación, enfatiza los valores materiales y olvida los
valores éticos, es la cultura del tener y no la de ser.
A través de la poderosa influencia de la publicidad, se codifican mensajes que imprimen la ilusión de que
“Todo va mejor con ... “ algún objeto al alcance del consumo.
La ilusión de encontrar el éxito en la respuesta fácil y rápida a través del consumo de “algo” constituye una
matriz cultural sobre la cual algunas personas o grupos inscriben sus conductas adictivas buscando resolver
inmediatamente sus angustias cotidianas a través del consumo de ciertas sustancias.
El otro elemento que cierra este circuito es, obviamente, la disponibilidad de la droga.
Si bien la disponibilidad de drogas varia de lugar en lugar y de época en época, resulta importante conocer
que un estudio realizado en diez países de América indica que los consumos más frecuentes recaen en drogas
lícitas (alcohol, tabaco, tranquilizantes) y en marihuana. En segundo orden de importancia aparece el
consumo de solventes orgánicos, anfetaminas y cocaína. El alcohol es el más importante problema, y su
consumo acompaña el de otras sustancias.2
Síntesis
▪El uso indebido de drogas es el resultado de interrelación de múltiples factores: el individuo, su historia
familiar y escolar, las condiciones sociales peculiares que lo rodean y el acceso a la droga en sí.
▪El problema se constituye como tal esencialmente cuando el individuo no logra encontrar caminos aptos
para resolver sus necesidades insatisfechas, y busca en el consumo de drogas la manera de aliviar la angustia
que sufre por su frustración e insatisfacción.
▪La drogadependencia es una expresión del fracaso individual para crecer en libertad como así del fracaso
de una comunidad y una cultura en ofrecer modelos sólidos de referencia para el crecimiento saludable de
sus miembros.
▪La drogadependencia es un problema cuya resolución está en las manos de todos, y no sólo de los
especialistas y los adictos.
El Plan Nacional de Prevención de la Drogadicción de Colombia define la Prevención como “un proceso
activo de implementación de planes o programas informativos, de capacitación de presentación de
alternativas que promuevan la creación de condiciones que reduzcan al mínimo posible la incidencia o
prevalencia de problemas socialmente relevantes (en este caso el uso indebido de drogas pero puede referirse
a otros como la violencia doméstica, la delincuencia, enfermedades, prostitución, etc.) y que además
estimulen cambios de actitudes, valores y comportamientos en las áreas afectiva, intelectual, recreacional, de
acción comunitaria, de sentido de pertenencia social, de organización y de metas”.
2
Esta información corresponde a fines de los 80. No se actualizó la tendencia a fines de los 90.
5
Escuela y Prevención de Adicciones
Prevenir implica por lo tanto, reducir al máximo o eliminar las posibilidades de que un problema se extienda
o aparezca.
Para ello es necesario conocer el problema, las causas de su aparición y las condiciones en que se desarrolla
o extiende. Es necesario identificar a quiénes amenaza el problema o son más vulnerables y por qué
Todo lo cual requiere obtener información y capacitación sobre el problema; cumplido lo cual, es necesario
desarrollar acciones que transformen, eviten, modifiquen los factores que determinan la aparición y
extensión del problema.
El desarrollo de esas acciones convocará a distintos actores sociales y reclama el compromiso conjunto de la
comunidad. Las mismas se dirigen tanto a los grupos o sectores de la población que ya se hallan afectados
por el problema como a aquellos grupos que aunque no lo están aún, corran riesgo de estarlo en algún
momento.
Dado que el desarrollo de acciones preventivas es sumamente amplio y abarcativo y requiere atender el
problema en los distintos momentos de su desarrollo: antes de que aparezca, cuando empieza a constituirse y
cuando ya se instaló como problema o enfermedad, se distinguen tres niveles de prevención:
Prevención primaria: incluye formas de acción social, comunitaria e interpersonal destinadas a disminuir la
incidencia del problema, es decir, la aparición de nuevos casos. En este nivel lo importante es actuar sobre el
mejoramiento de las condiciones ambientales y personales que aseguren la promoción de la salud individual,
familiar y social.
En este nivel se ubican las acciones que - entre otras instituciones - debe desarrollar la escuela la cual debe
proponerse educar para la vida, para el futuro, para elegir en libertad.
Prevención secundaria: incluye formas de acción que apuntan a evitar el desarrollo del problema una vez
que aparece. Implica el diagnóstico precoz y la asistencia para evitar la cronicidad y las secuelas de la
enfermedad o del problema.
Prevención terciaria: implica el desarrollo de acciones asistenciales de rehabilitación, apuntando a potenciar
los aspectos no dañados o alterados de las personas afectadas para favorecer su reinserción social - familiar -
comunitaria.
Las acciones de prevención deben diseñarse a la medida de cada país, de cada región, de cada grupo o
subcultura. No existe ningún modelo único generalizable a cualquier contexto.
En el campo de educación el tipo de acciones a emprender dependerá de la característica del sistema
educativo en el cual se desarrolla; del tipo de educación (formal o no formal); del nivel y edad de los
alumnos (primario, secundario o terciario); del tipo de establecimiento (escuela, centro educativo, cursos
para adultos.
Así mismo conviene destacar que las acciones de carácter preventivo requieren de un abordaje
multidisciplinario, que superan la simple información sobre el problema y que deberían abordarse desde
distintas perspectivas: educación para la salud, educación ambiental, ciencias sociales, educación cívica,
psicología, en síntesis, desde todos los aportes disciplinarios.3
Según materiales que resumen experiencias realizadas en distintos países, la UNESCO estableció una
tipología de las distintas estrategias en la prevención del uso indebido de drogas en el campo educativo.
E. Brunswic así las sintetiza:
”...Se distinguen, en particular, tres enfoques para la implementación de actividades en educación:
3
A partir de los Acuerdos Federales de Educación acerca de los Contenidos Básico Comunes, estas temáticas
están previstas en los Bloques de Educación Ética y Ciudadana, y/o en el tratamiento de temas transversales.
6
Escuela y Prevención de Adicciones
Se basa en la concepción de que el joven o el estudiante en riesgo debe ser ayudado y requiere una activa
cooperación entre las diversas personas vinculadas con la acción educativa, la escuela, la familia y la
comunidad en particular.
Estos tres enfoques no se excluyen entre sí, sino que se complementan y se refuerzan el uno al otro; el
tercero, en particular, en fundamento esencial para los otros dos.
Se pueden señalar diversas formas y maneras de implementar cada uno de estos enfoques. Las diferentes
posibilidades son particularmente significativas en el caso del enfoque directo, ya que suelen reflejar
distintos métodos de enseñanza:
- un curso especial sobre la naturaleza efectos de las drogas.
- sensibilización e información específica sobre las drogas incluidas en el curriculum de salud, higiene y
nutrición.
- enseñanza sobre los efectos del uso indebido de drogas en el curriculum de educación moral, religiosa o
cívica.
- un curso que incorpore conceptos vinculados con el tema drogas en forma progresiva, sistemática y
multidisciplinaria en el contexto de varias asignaturas, tales como lengua, literatura, historia, geografía,
química, biología, arte, etc.
- un curso multidisciplinario sobre calidad de vida con el propósito de crear actitudes positivas hacia
ciertos problemas sociales, tales como los de población, del medio, del uso indebido de drogas.
- actividades extracurriculares y periescolares, e informes (visitas a hospitales o centros de tratamiento de
adictos), clubes de salud, campamentos.
- información sobre la naturaleza y efectos de las drogas dentro de actividades de educación de adultos
(cursos literarios, orientación vocacional). La O.I.T. apoya muchas actividades en este campo,
especialmente como parte de la lucha contra el alcoholismo en las industrias.
Reducir los factores de riesgo y proponer actividades para reemplazar el consumo de drogas son funciones
importantes de los programas preventivos para jóvenes habitantes de las grandes urbes especialmente de
aquellas que se expanden con celeridad.
En lo que se refiere al enfoque indirecto, contamos con escasa información, aparte de algunos ejemplos de
folletos y revistas dedicados a informar y alertar.
7
Escuela y Prevención de Adicciones
Entre los diferentes tipos de actividades de enseñanza, es importante destacar el rol de los métodos de
aprendizaje por descubrimiento, investigaciones, discusiones y dramatización. Estas actividades apuntan al
fortalecimiento de la autonomía y cultivan la expresión personal y la responsabilidad; se basan, a menudo,
en materiales diseñados para provocar reacciones o estimular la discusión, como las películas, los videos y
los medios masivos.
Por último, ciertos materiales de enseñanza pueden ser producidos por los maestros en la escuela.
8
Escuela y Prevención de Adicciones
Desde esta concepción educativa resulta posible abordar objetivos de prevención del uso indebido de drogas,
a través de las actividades sistemáticas de desarrollo curricular.
Según cual sea la estructura curricular en vigencia los docentes podrán desarrollar actividades de prevención
en el área de educación para la salud; o a través de la implementación de talleres de aprendizaje que aborden
problemas de educación cívica, educación ambiental, o problemas sociales relevantes en el contexto
comunitario de la escuela.
Estas alternativas, así como otras que los docentes de cada región o nivel podrán proponer, son caminos
adecuados para el desarrollo de actividades significativas que den cumplimiento a objetivos de Educación
Preventiva.
En todos los casos se trata de abordar el problema del uso indebido de drogas desde una perspectiva
interdisciplinaria e integradora.
¿Por qué interdisciplinaria? Porque el problema de la drogadependencia es multicausado, es decir, tiene una
etiología policausal y no puede, por lo tanto, comprenderse desde un abordaje aislado. Existen aspectos
psicológicos familiares, legales, socioambientales, socioeconómicos, culturales, etc, que se asocian para la
ocurrencia del problema. Respetar esa policausalidad constituye el eje central que conduce a la prevención;
parcializar el abordaje puede producir efectos contrarios a los objetivos de la prevención primaria.
¿Por qué integradora? Porque el problema de la drogadependencia está fuertemente vinculado al problema
del aislamiento y de la marginación social en el seno de una sociedad individualista. Por eso el modelo
preventivo es aquel que destaca las ligazones, las relacione entre los factores sociales, individuales y
culturales; es aquel que integra ahí donde el modelo consumista aislao discrimina. Estos rasgos de cualquier
acción preventiva deben tener su correlato en las acciones educativas; por ello el logro de objetivos de
prevención debe estar integrado al logro de objetivos educativos generales. De ahí que las actividades de
enseñanza orientadas a la prevención del uso indebido de drogas deban formar parte de un conjunto de
acciones educativas que respondan a un proyecto significativo para docentes y alumnos.
De poco sirve la clase informativa sobre los peligros de drogadicción o la conferencia del especialista en el
tema, si esa clase o esa conferencia no constituyen una parte de un conjunto significativo de actividades
escolares. Dar información aislada sobre adicciones (como sobre cualquier tema problemático) es tan
iatrogénico como aislar y marginar al individuo o grupo que desarrolla prácticas abusivas de sustancias
psicoactivas o alcohol.
9
Escuela y Prevención de Adicciones
Hace mucho que se han evaluado los efectos contraproducentes que comportan las prácticas educativas que
se circunscriben a brindar información acerca de cuán perjudicial es fumar o beber y cuán benéfico es hacer
deporte y comer comida sana. Ningún consumidor ocasional o abusivo desconoce que el tabaco o el alcohol
son perjudiciales, pero ignora por qué fuma o bebe cada vez más.
➤ Investigar las representaciones acerca de que es salud en los miembros adultos de la familia, del
barrio, de la escuela, otros niños.
➤ Analizar y comparar definiciones de SALUD obtenidas de distintas fuentes: libros de texto, refranes
populares, revistas de divulgación, etc.
➤ Reconocer las actividades básicas del hombre y vincularlas con el concepto de salud.
➤ Diferenciar las diversas necesidades que se relacionan con los estados de salud y la supervivencia.
➤ Relacionar las diferentes representaciones de salud obtenidas de los miembros de la comunidad con
los conceptos de necesidad y deseo.
➤ Identificar prácticas sociales que favorecen la salud personal y comunitaria en el uso del tiempo
libre.
10
Escuela y Prevención de Adicciones
➤ Investigar qué representaciones tiene el grupo de alumnos acerca del uso indebido de drogas.
➤ Analizar los factores individuales, familiares y sociales que se vinculan al uso indebido de drogas.
➤ Investigar qué representaciones tienen los adultos (padres, docentes, miembros de la comunidad,
médicos, abogados, etc.) acerca del uso indebido de drogas.
➤ Buscar información sobre cuáles son las drogas aceptadas socialmente que producen mayor
cantidad de enfermedades y muertes (en su ciudad, provincia, o país)
➤ Indicar los efectos que pueden producir en el individuo el uso/abuso de drogas (alcohol, tabaco, etc.
➤ Analizar desde una perspectiva multidisciplinaria o situaciones concretas que preocupen al grupo
de alumnos a propósito de este problema.
➤ Investigar cuáles son los problemas comunitarios que más preocupan a los alumnos/los padres/los
docentes.
➤ Investigar cuáles son las formas organizativas de la comunidad /el barrio/la escuela/la iglesia/el
club, etc. a través de las cuales se atienden los problemas que preocupan a la mayoría.
➤ Identificar los aspectos que son responsabilidad social y comunitaria en el cuidado de la salud.
➤ Promover un desempeño critico y activo ante las propuestas de los medios masivos.
➤ Analizar el mensaje explícito y oculto de diferentes propagandas televisivas, radiales y gráficas, que
promocionan cigarrillos, alcohol, medicamentos, golosinas.
➤ Identificar los componentes del modelo consumista de algunos mensajes y vincularlo con las
conductas abusivas y dependientes
➤ Investigar qué planes y programas de Salud Pública atienden el problema del uso indebido de
drogas.
11
Escuela y Prevención de Adicciones
➤ Elaborar un listado con direcciones y teléfonos útiles para recurrir en caso de necesitar asistencia
médico-psicológica.
➤ Analizar críticamente las decisiones preventivas en relación con los problemas sociales como la
drogadicción y el alcoholismo.
➤ Investigar el marco jurídico-legal (nacional, provincial, o comunal) que regula las prácticas de
prevención y asistencia de la drogadependencia y el alcoholismo.
➤ Buscar información acerca del narcotráfico y el marco jurídico-legal que nos protege del trafico
ilegal de drogas.
Los objetivos elaborados ofrecen una enumeración de posibles caminos de abordaje curricular deseable en un
proyecto de educación preventiva; los mismos podrán agruparse entre si en unidades o proyectos didácticos
(ver punto 4), o bien podrán integrarse a unidades didácticas de distintas áreas: ciencias naturales, ciencias
sociales, lengua, educación cívica, etc.
Ha de ser cada establecimiento y cada equipo docente los que podrán tomar decisiones acerca de cómo
utilizar estos materiales en el planeamiento didáctico de la tarea pedagógica del año escolar o del ciclo.
Las actividades a desarrollar deberán tener en cuenta al grupo de alumnos, sus intereses, las características
del contexto escolar y comunitario, el tipo de información/desinformación que posean, los saberes familiares
y comunitarios que vienen dando respuesta a los problemas de la salud y en particular al de las adicciones.
Es por ello que se propone muchos objetivos apuntando a que tanto el docente como el alumno identifiquen
qué representaciones acerca de la salud, la droga, la participación comunitaria, el rol de los medios masivos,
etc. operan como saberes en los niños y en los adultos, antes de ofrecer información sobre cualquiera de estos
conceptos.
Las prácticas de enseñanza que se basan en brindar información valiosa acerca de lo que es saludable o no y
lo que es perjudicial o deseable, sin indagar y hacer conscientes que representaciones operan previamente
acerca de las personas precisando lo saludable y lo deseable, corren el riesgo de aislar esa valiosa
información en “el discurso para decir en la escuela” o “lo que hay que escribir en el examen”, y no
transformar los saberes previos que orientan las prácticas sociales.
Todos los actores sociales construyen saberes acerca de lo que es bueno, sano, aconsejable, etc. través de la
interacción social con los otros. Las representaciones son construcciones simbólicas acerca de objetos
personas o valores sociales que contienen un alto grado de subjetividad individual o grupal, es decir, que no
constituyen una imagen “fotográfica” del objeto o situación representada, sino que tal imagen o
representación simbólica depende en buena parte de los modos de percepción subjetiva de las personas o
grupos.
Generar prácticas sociales saludables desde la escuela implica, por lo tanto, no sólo informar acerca de lo
saludable, sino fundamentalmente influir en los modos de percepción de la realidad que poseen los
individuos y los grupos.
Indagar las representaciones de las personas tomar conciencia de ellas, buscar y analizar información, y
confrontar todos estos saberes, requiere una actitud tolerante frente a la heterogeneidad de las visiones que
indague; invita, también, a desarrollar experiencias grupales de respeto y tolerancia individual en vistas a
una convivencia social saludable.
¿Cómo se indaga desde el aula las representaciones acerca de qué es la salud, por qué hay adicciones o
adictos, etc.? Existen muchas maneras de hacerlo basándose en métodos propios de la investigación en
ciencias sociales.
Algunas de las actividades más sencillas para hacer propuestas a alumnos de sexto y séptimo grado pueden
ser:
➥ elaboración, aplicación y análisis de encuestas a determinados grupos o sectores (padres, docentes,
alumnos) sobre el concepto que se desee indagar.
12
Escuela y Prevención de Adicciones
➥ elaboración, aplicación y análisis de entrevistas a personas seleccionadas por algún criterio definido
(médicos, sacerdotes, especialistas, etc.).
➥ juegos de simulacro (jugamos a ser periodistas; si yo fuera policía...; si yo fuera padre...; si yo fuera
médico...; si yo fuera intendente ... diría que...).
➥ actividades que propongan situaciones hipotéticas o imaginarias (le escribo a un amigo que consume
drogas; confesiones de un adolescente adicto; si tuviera la oportunidad de pedir lo que necesito para ser
feliz, pediría...; si naufragara, para sobrevivir, en el bote trataría de llevar ...).
Una vez que docentes y alumnos concluyan la tarea de indagación de las representaciones, es indispensable
agrupar las respuestas encontradas en coincidentes y opuestas, buscar información objetiva sobre el tema,
confrontar y sacar conclusiones.
➦ elaborar afiches para promover la salud en la escuela, en el barrio, entre los jóvenes, etc.
➦ elaborar un “menú” de refranes que promocionen prácticas saludables.
➦ elaborar afiches para una campaña de prevención del uso indebido de drogas, participar de la
organización de una campaña de prevención del uso indebido de drogas.
➦ organizar debates coordinados por los propios alumnos, con asistencia del docente, acerca del o los
temas que preocupan.
➦ analizar el mensaje de las canciones populares más escuchadas por el grupo.
➦ escribir la letra de una canción que promueva los valores de la salud, la participación, la recreación,
prácticas sociales solidarias, tolerantes, etc.
➦ diseñar estrategias de acción posible sobre la base de situaciones hipotéticas: “en el grado uno de los
chicos consume drogas ilícitas/alcohol/medicamentos/etc”.
➦ investigar acerca del problema del alcoholismo en la Argentina y las alternativas terapéuticas.
Alcohólicos anónimos grupos de autoayuda, etc.
➦ investigar sobre el uso de la coca en el norte argentino y su significación cultural entre los aborígenes.
➦ analizar artículos periodísticos o de divulgación científica referidos a la drogadependencia, la salud, los
aspectos legales, el narcotráfico, etc.
La lista de actividades pueden engrosarse según cuales sean las posibilidades que encuentren los docentes de
integrar o vincular el logro de estos objetivos con el desarrollo de otras áreas curriculares.
4. La familia y la comunidad, ¿qué tienen que ver con el problema de los adictos?
Salud individual, familiar y comunitaria: sus interrelaciones.
Responsabilidades individual y social en el cuidado de la salud.
Servicios que atienden la salud en nuestra comunidad.
13
Escuela y Prevención de Adicciones
5. ¿Qué dicen y qué ocultan los medios masivos de comunicación acerca de la salud?
El rol de los medios de comunicación masivos.
El modelo cultural consumista.
Recepción pasiva y recepción crítica de los mensajes masivos.
El desarrollo de estos contenidos responde a los objetivos planteados en el punto 2, y pueden alcanzarse a
través de las actividades sugeridas en el punto 3.
La identificación de estas dimensiones en las conductas del alumnado permitirá al docente dar orientación a
sus intervenciones, elaborar la secuencia de actividades mas
adecuadas y seleccionar los materiales más oportunos.
Una de las dificultades más frecuente que tienen los docentes en la etapa de evaluación del proceso es la del
registro de las dimensiones señaladas. La elaboración de fichas individuales de registro puede ayudar en esta
tarea.
EVALUACION DE PROCESO
ALUMNO:
UNIDAD:
Logros en: Dificultades en:
- Habilidad en el manejo de
procedimientos o métodos de
estudio
14
Escuela y Prevención de Adicciones
La evaluación final es la que se lleva a cabo una vez terminada la unidad o el proyecto didáctico. En la
misma el docente deberá tener en cuenta si desea apreciar el logro de objetivos relativos a la adquisición de
conceptos, a las habilidades para manejar procedimientos y métodos de estudio, u objetivos relativos a
actitudes y valores.
Por ejemplo, decidirá si quiere comprobar:
- si los alumnos manejan los conceptos de uso, abuso y dependencia.
- si tienen habilidad para elaborar una encuesta o para analizar la estructura de los mensajes de los medios
masivos.
- si los alumnos manifiestan actitudes de tolerancia en un debate acerca del uso indebido de drogas.
- si demuestran solidaridad entre sí al realizar trabajos en equipo.
La forma y las dimensiones a tener en cuenta en la evaluación final dependen directamente de las
características de los resultados de la evaluación inicial y del proceso de enseñanza-aprendizaje. ¿De dónde
partí? (evaluación inicial) ¿Qué hicimos? (actividades de desarrollo) ¿A dónde llegué? (evaluación final) .
Estos interrogantes guiarán al docente en la toma de decisiones respecto de la acreditación de los
aprendizajes.
Dado que el proceso de la evaluación esta íntimamente ligado al de enseñanza-aprendizaje, resulta imposible
proponer instrumentos generales para la evaluación final.
Pueden proponerse algunas sugerencias a manera de criterios consecuentes con el enfoque propuesto en la
fundamentación.
El docente podría proponer actividades que planteen cuestiones o problemas que para ser resueltos exijan
establecer relaciones entre informaciones de diversas fuentes. Por ejemplo comparar y sacar conclusiones de
la opinión de un especialista y los resultados de una encuesta; el concepto de salud de la Organización
Mundial de la Salud y algunos refranes populares; dos reportajes acerca de las causas de la drogadicción: a
un consumidor ocasional y a un médico.
Podría asimismo, plantear cuestiones o problemas hipotéticos que exijan justificar o fundamentar una toma
de decisiones. Por ejemplo, “que podrían hacer los alumnos de séptimo “b” para ayudar a ...”; “que le
pedirían los chicos de ese barrio a ... (los padres, el intendente, la TV, los médicos, etc.) para promover la
salud y el bienestar de los jóvenes”.
Otra manera de encarar la evaluación puede consistir en utilizar el mismo instrumento de la evaluación
inicial al finalizar el proceso, y solicitar a los propios alumnos que comparen los resultados iniciales con los
actuales y que identifiquen y fundamenten los cambios que hubiere.
A través de estas u otras actividades es posible comprobar el logro de objetivos tanto en el área de los
conocimientos y habilidades como así también apreciar si hubo modificaciones en las actitudes o
valoraciones de los alumnos.
15
Escuela y Prevención de Adicciones
La emergencia de la drogadependencia debe rastrearse en las vicisitudes sufridas por las personas en los
vínculos interpersonales con familiares, amigos, compañeros, en sus vínculos con los objetos, con el
ambiente, con el trabajo, y en sus vínculos consigo mismo.
Si esto es así, prevenir ha de significar crear situaciones sociales e institucionales saludables para que niños
y jóvenes puedan establecer buenos vínculos entre sí, con los adultos, con sus tareas, con su medio ambiental
y social.
La escuela tiene una oportunidad y un compromiso insoslayables para generar ámbitos saludables para la
formación y el crecimiento moral y físico de sus alumnos.
Esta afirmación es incuestionable como parte del discurso pedagógico que integra el ideario educativo, desde
los albores del surgimiento de las escuelas como instituciones organizadas que cumplen el mandato social de
educar a las nuevas generaciones.
Cabe preguntarse si, más acá del discurso, cada escuela es en la realidad cotidiana, un ámbito saludable para
docentes y alumnos. Las respuestas están en boca de los protagonistas, y más allá de la inmensa variedad de
respuestas posibles, es frecuente escuchar el malestar de los docentes por las condiciones en que deben
desarrollar su labor. La indisciplina y el desinterés de los alumnos, el exceso de contenidos a enseñar, la
falta de claridad en torno a qué espera la sociedad de las escuelas, son conflictos vividos angustiosamente
por los docentes.
¿Se puede promocionar calidad de vida desde este malestar? ¿Es la escuela un ámbito saludable? ¿Qué es
una institución saludable?
Una institución saludable es aquella que contribuye a afrontar y a solucionar los conflictos que la atraviesan.
La salud institucional depende de:
• el nivel de comunicación que existe entre sus miembros.
• el grado de significación del servicio que brinda (para quienes lo dan y para quienes lo reciben).
• la participación colectiva en las decisiones que afectan al conjunto.
• el grado de permeabilidad a las necesidades de sus miembros.
• la capacidad para movilizar recursos para afrontar los conflictos.
Es posible hacer educación preventiva en la escuela sin renunciar a la función pedagógica especifica, sin
agregar nuevos contenidos pero transformando algunas cuestiones. Por ejemplo:
• Recuperar el protagonismo de los docentes en el diseño y planificación de la tarea escolar.
16
Escuela y Prevención de Adicciones
• Recuperar la relación humana con los colegas los alumnos y los padres, como alternativa ética frente al
individualismo de la sociedad de consumo.
• Crear y defender espacios al interior de cada escuela para planificar y evaluar grupalmente la tarea
escolar.
• Elaborar proyectos con la participación de alumnos, y en una perspectiva de integración
interdisciplinaria.
• Inventar formas organizativas que posibiliten la concreción de los proyectos.
El desafío es recuperar el sentido de la tarea en un esfuerzo de construcción grupal que no excluya a las
personas: directores, maestros, alumnos, padres.
La puesta en marcha de propuestas tendientes a mejorar los vínculos y a recuperar el valor de lo cotidiano, lo
grupal, lo pasado, lo futuro, a través del aquí y ahora constituyen formas saludables de enseñar y aprender.
4
Esta Institución desarrolló estas actividades entre 1984 y 1996.
5
En 1999, se publicó una versión actualizada de Aprender con los chicos, a cargo de los autores.
17
Escuela y Prevención de Adicciones
Por ejemplo, cómo realizar una encuesta? Cómo transmitir un mensaje? Cómo organizar una campana
de prevención? (Ver el Cuaderno-taller “Para crecer no depender”, de Julieta Imberti,
publicado por Editorial Troquel, pag. 33, 34, 35, 39, 40, 50, 51, 52, 55, 56).
Los Libros del Quirquincho a través de la colección Vida y Salud tematizan algunos interrogantes esenciales
para la educación para la salud, dan respuestas claras y accesibles a niños y adolescentes y proponen
actividades para resolver entre padres e hijos, docentes y alumnos.
Una propuesta o sugerencia final: armar una carpeta con recortes periodísticos sobre temas vinculados a
estos problemas; armar otra carpeta con trabajos, opiniones, encuestas realizadas por los propios alumnos.
STOLKINER, Alicia Supuestos epistemológicos comunes las prácticas de salud y educación, en ELICHIRY,
N. El niño y la escuela. Ed. Nueva Visión 1987
BRUNSWIC, Etienne L'Education el les drogues: prevenir, UNESCO, 1987.
OEA La oportunidad de crecer: Educación y abuso de drogas. Set. 1985.
MIGUEZ, H. Epidemiología de la fármaco-dependencia juvenil, en Instituto Interamericano del Niño. Nro.
223, enero-junio 1985.
KLAINER, LOPEZ, PIERA. Aprender con los chicos. Ed. MEDH. 1989.
LIBROS DEL QUIRQUINCHO. "Salud y Vida".
1 ¿Qué es vivir?
2 ¿Cómo se hacen los bebes?
3 Las necesidades de todos.
4 Estamos creciendo.
5 ¿Quién soy?
6 Varones, mujeres y el amor.
7- ¿Qué es depender? (o cómo prevenir la drogadicción)
8 ¡Salud!!
9 Cuidar es querer.
10 ¡Con cuidado! (prevención de accidentes).
11 Cuando el ambiente se enferma.
12 ¿Para qué comemos?
FRENKEL, M. Cuidar y cuidarse (como prevenir accidentes en la escuela) MCBA. Dirección de Curriculo.
1990
PROEDIS. Taller-Aula-Taller. Fundacion Kapeluz, 1990
OLIEVENSTEIN, C. No hay drogados felices. Editorial Grijalbo, 1979
BITAR DE FERNANDEZ, V. Adolescencia y droga. Fundación Cedro. Nro. 1, 1989
FUNDACIÓN CEDRO. Serie información, números 1, 2, 3, 4, 5.
18