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Clase Sobre “Consejos al medico sobre el tratamiento” y “Sobre La Iniciación del

Tratamiento.

I. CONSEJOS AL MÉDICO SOBRE EL TRATAMIENTO.

Complementar la Asociación Libre de Ideas con una atención flotante en la


escucha por parte del analista: La asociación libre de ideas es la regla fundamental del
psicoanálisis Sin embargo, esta regla no cumple su cometido si no es complementada
por parte del médico, en la escucha, con la atención flotante. Si se logra que el paciente
se entregue a la asociación libre y no utilizamos la atención flotante en la escucha, todo
el dispositivo psicoanalítico fracasa.
La atención Flotante le permite al terapeuta poner en juego una escucha libre de
restricciones del pensamiento lógico. No se puede categorizar ni clasificar, sino se
pierde la posibilidad de desorden propia del discurso del paciente. No puede intervenir
el discurso del paciente intentando darle un orden ya que este es un texto sagrado. Esta
atención flotante, a su vez, es una supratención, no se escucha para responder ni para
entender cognitivamente. De esta manera el silencio es un recurso técnico el cual genera
las condiciones para que el paciente se escuche. En esta escucha ni siquiera se debe
buscar una hipótesis diagnostica, criterios, ni taxonomías. Sin embargo, esta escucha tan
abstracta que le permite al terapeuta salir de la exigencia de responder. La cura no pasa
por el deseo de curar, el paciente no se va a curar porque seamos mas empáticos, eso se
busca en el mundo y si es así el tratamiento es solo la repetición del afuera.
Se recomienda dejar que funcione la memoria (memoria inconsciente), la cual
no es cognitiva esencialmente, sino que fundamentalmente inconsciente. Se pone en
juego una memoria como sabiduría vital del terapeuta que sabe de la vida palpitante del
paciente. Para Freud se trata de una memoria que apunta a lo estructural.
En la Atención Flotante se trata de no fijar la atención en ningún punto, o sea
generar una captación inmediata, intuitiva, vital, sobretodo en las primeras sesiones.
Muchas veces, tomar esta solo ayuda a disminuir la angustia de escuchar, que es un
tema contratansferencial. El analista debe dejar cualquier inferencia consciente y su
capacidad de fijarse en la lógica secuencial del pensamiento consciente, este debe
escuchar y no responder ni hablar porque el hablar es pedir por lo tanto el que tiene que
hablar, es el paciente y no nosotros. Además porque es en el efecto del habla en que se
puede producir el tratamiento y su cura ya que es en el dialogo donde surgen los actos
del lenguaje y el lenguaje es la morada del ser, aparecemos cuando hablamos.
La suerte del analista se acerca a la del cirujano. El mejor terapeuta es el que
puede hacer la mejor intervención cortando con su bisturí la menor cantidad de veces.
Entendiendo esta analogía, para el analista el bisturí serán sus palabras. Es por esto que
el terapeuta no debe tratar de ser convincente, no debe tratar que el paciente entienda
cognitivamente.

No se anotar en el contexto terapéutico: Para poder almacenar toda la información el


primer impulso es anotar todo, sin embargo, aunque se debe llevar una ficha clínica, no
debe anotarse. La escritura se lleva a cabo con todas las leyes de la lógica y requiere
clasificar, ordenar, etc. Esto mutila el discurso del paciente, se destruye la espontaneidad
del discurso del paciente. El terapeuta debe hacer como el poeta, solo escribe frases
sugerentes, sacadas de contexto, sin contemplar la historia. Lo que se quiere es captar la
palabra viva en situación de análisis, con toda su frescura, La palabra escrita es agua
estancada.
Análisis Personal: La mejor escuela para ser un psicoanalista es el diván. Es necesario
realizar una terapia como terapeuta.

Supervisión: Todo psicoanalista requiere ser supervisado, aquellos pacientes


entrampados. La supervisión se da con un terapeuta con el que hay mas o menos una
transferencia con otro en el cual ya se ha depositado ciertas confianza. La supervisión es
rendirle cuenta a otro de los problemas que tiene con su paciente, nunca se prescinde del
supervisor, no tiene que ver con la experiencia sino con la necesidad de ser escuchado,
la supervisión se da donde hay mayor dificultad, para saber cuales son los puntos
ciegos, aquellas áreas que por nuestras propias experiencia que no pudimos escuchar de
nuestros pacientes.

No ser transparente con el paciente: Analista no debe ser transparente para el


analizado o sea debe guardarse para sí.

Deseos de Cura: La ambición pedagógica es tan perjudicial como la ambición curativa,


porque en parte ambas son reflejo de nuestro propio narcisismo y este afecta en el
proceso terapéutico.

Intelectualizaciones Excesivas: No generar intelectualizaciones excesivas del paciente,


estas perjudican el proceso terapéutico.

II. SOBRE LA INICIACION DEL TRATAMIENTO.

La selección de pacientes: Indicaciones para la selección de un paciente. Es bueno que


sepamos que no todos los pacientes son psicoanalizables.

a) Psicotico: No se puede establecer una transferencia.


b) Perversiones:

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