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Recuerdo que cuando era niña me ponía a saltar desde una barda del balcón
que daba al jardín de la casa de mi abuela hasta el piso. La altura era poco
menos de un metro y lo hacía una y otra vez con la esperanza de que en
alguna de ellas quedara suspendida en el aire y pudiera, entonces,
lanzarme a volar. No recuerdo haberlo logrado… Tiempo después, bastantes
años después, soñé que volaba. Fue la primera y última vez que tuve un
sueño así. Podía volar, sin alas, sin batir los brazos; me elevaba con tan sólo
pensarlo. Pero una vez emprendía el vuelo, alcanzaba muchísima velocidad
y la trayectoria era incontrolable. No podía detenerme a voluntad, a menos
que topara con alguna pared, un poste o algo que disminuyera el impulso y
me permitiera ir descendiendo sin estamparme.
SPABS28867/5 PER-069778
“movimiento rápido del ojo” (REM). Aquí, todas las experiencias se unen y
se diluyen, hasta llegar a ser una masa de conciencia indiferenciada
( M a n d u k y a V ) .
Para la tradición hindú, existe todavía un tercer nivel sutil más profundo
que el anterior, al que se le llama simplemente “el cuarto”, si contamos
desde la vigilia. Se trata de ese estado de conciencia en el que sólo subsiste
el Ser; es, propiamente, la dimensión espiritual, la que está más allá de la
dimensión psíquica y mental, pero que sin embargo subyace en todas las
dimensiones de la existencia. (Mandukya, VI)
Es en el ámbito sutil, pues, donde puede suceder el “viaje imaginario” que
nos describe Bachelard: "le plus réel de tous, celui qui engage notre
substance psychique, celui qui signe d’une marque profonde notre devenir
psychique substantiel." Dicho viaje imaginario puede ser un vuelo poético,
un vuelo mágico y hasta un vuelo místico.
Para volar hay que elevarse; para elevarse hay que hacerse ligero (la
poética del vuelo onírico de la que nos habla Bachelard es ya una
manifestación de esa ligereza); y para hacerse ligero hay muchas y variadas
técnicas en la sabiduría de las culturas del mundo, en las que podemos
encontrar elementos similares. En todas, o en la mayoría, el cielo es el
símbolo o arquetipo de lo sutil. Hay que viajar por muchos cielos antes de
llegar al Último Cielo. (Eliade, Yoga e inmortalidad, FCE, p.237) Cada cielo
simboliza un grado de profundidad en la meditación, “y simultáneamente,
‘pasos’ hacia la liberación final”; así es al menos en el budismo y el
hinduismo; (Ibid, p.238) Se trata, evidentemente, de la operación espiritual
ascensional que provoca la plasmación de la experiencia de vuelo en
imágenes poéticas, en metáforas, en intuiciones reveladas y reveladoras.
Aquí, la idea de que nuestro corazón, pesado por las penas del día, se cura
durante la noche por la facilidad y dulzura del vuelo onírico, como dice
Bachelard (L'air et les Songes, Livre de Poche, p.45) se invierte
completamente. No es el vuelo lo que aligera el corazón, sino que es un
corazón ligero lo que permite el vuelo. El vuelo onírico producido por los
mecanismos del inconsciente bajo una pesantez no resuelta en la vigilia, no
es más que un impulso de voluptuosidad, o un sueño que representa la
realización de un deseo reprimido, como diría el psicoanálisis. Pero el vuelo
onírico, poético, mágico, lúcido, es un vuelo resultado de la búsqueda por la
trascendencia; por el intento de elevarse y ver el mundo desde “arriba”.
Es por esto que la experiencia del vuelo auténtico sólo puede darse en el
ámbito de lo sutil pues, aun en el caso de la levitación, ésta no sucede si
antes el cuerpo denso no es transmutado en un cuerpo ligero,
interpenetrado por las fuerzas sutiles, ajenas a la gravedad, capaces de
elevarlo.
Todos tenemos contacto con el mundo sutil a través del estado de sueño. Sin
embargo, el vuelo onírico sin más es distinto al vuelo onírico lúcido. La
lucidez de un vuelo onírico se caracteriza por el hecho de sentir que se
vuela sabiendo que se está en el ámbito sutil. La mayoría, cuando soñamos,
lo vivimos como si estuviéramos en la vigilia, sentimos y creemos que
e s t a m o s d e s p i e r t o s . La dificultad de distinguir el estado de
sueño del de vigilia es lo que ha llevado, tanto a filósofos orientales como a
poetas occidentales, a afirmar que la vida es sueño, en otras palabras, que
la realidad es una ilusión. La filosofía oriental, además, agrega el hecho de
que los “despiertos” consideren que la realidad es sólo el mundo físico,
cuando eso significa estar verdaderamente dormidos en su conciencia, al ser
incapaces de ver la realidad del ámbito sutil o, puesto inversamente, la
ilusoriedad del ámbito d e l a v i g i l i a .
Curiosamente, aquellos que tienen sueños lúcidos dicen que una forma de
saber que se está soñando es dar un salto. Si uno cae al piso quiere decir
que se está en la vigilia, pero si se queda flotando el cuerpo (¡volando!)
quiere decir que lo que se está viviendo es un sueño. “Al comienzo [del
sueño] yo hacía una comprobación. Me apoyaba con las dos manos en el
aire, como en una tabla invisible, y me impulsaba. Si ascendía era porque
estaba soñando.” (Jodorowsky, Psicomagia, p. 76) Comienza así la
experiencia de un sueño lúcido, en el que uno puede, entonces, comenzar a
volar hacia donde uno quiera, sin estamparse con las cosas o adquirir una
Sin embargo, para que se nos pueda ocurrir saltar en nuestro sueño y
comprobar si estamos dormidos o no, debemos practicar algunos ejercicios
durante la vigilia. Lo primero que se necesita es realizar el acto de
comprobación varias veces al día (en la tradición tibetana se dice que un
mínimo de veintiún veces), de tal manera que se cree el hábito del “test”
en el subconsciente y entonces pueda presentarse dicho acto en el sueño. El
“test de realidad” no sólo consiste en saltar para ver si uno se queda
suspendido, sino que también se puede corroborar el estado tratando de
traspasar paredes o continuamente durante la vigilia formularse la pregunta
“¿Es esto un sueño?” Hay personas que lo único que necesitan para tener un
sueño lúcido es proponérselo. Yo no soy una de ellas…
Sin embargo creo que, de acuerdo con lo dicho, es fácil intuir y comprender
que el soñar lúcidamente implica hacer uso consciente de nuestro cuerpo
sutil, al que se suele llamar cuerpo astral. "Quel souvenir il doit laissez dans
une âme qui sait lier sa vie nocturne avec la rêverie poétique du jour! (¡que
el recuerdo debe permitir dentro de un alma que sabe unir su vida nocturna
con la ensoñación poética del día!)" expresaba asombrado Bachelard. ¿Será
el recuerdo de un mundo olvidado y negado por el reino de la vigilia
materialista en el que vivimos; el recuerdo de facultades del alma y de
nuestro cuerpo dormidas y atrofiadas por elsistema educativo de nuestro tiempo?
El sueño lúcido, más aún, el vuelo onírico lúcido, es un vuelo poético: Uno
se vuelve el artista de su propio sueño, de su propio vuelo, que luego puede
ser vertido en poemas, novelas, relatos místicos, de ascensión y, sobre todo,
en un estado espiritual capaz de estar despierto a las múltiples dimensiones
de la realidad.
FRANCISCO DE ATRIZ
INTRODUCCIÓN
El mismo Octavio Paz advierte que las imágenes actúan de diferente manera
expresando la realidad: algunas descubren las semejanzas entre los
elementos (y términos) de que está hecha la realidad; otras producen una
nueva realidad acercando realidades contrarias o divergentes; y otras
producen una contradicción insuperable o un sin-sentido absoluto que delata
la absurdidad del mundo. Y, finalmente, existen otras imágenes que revelan
la pluralidad e interdependencia de lo real. En todo caso, las imágenes
realizan las nupcias de los contrarios, transgrediendo la lógica y la
lingüística, llegando el poema a decir de esta manera lo que el lenguaje
normal o gramatical no alcanza a decir, pues el lenguaje sólo podía decir
“esto o aquello”; en el poema, en cambio, “esto es aquello”. Es así cómo,
en el poema, desaparece la distancia entre las palabras y las cosas: son lo
mismo; pudiéndose afirmar que la poesía es la plena libertad, porque en
Por consiguiente, ritmo e imagen son los elementos básicos que le dan a la
poesía el carácter universal o universalista en cuanto abarca todas las cosas
por boca del poeta; quien siendo el elemento natural palabrante o parlante
hace que la naturaleza se diga, se cante y se cuente a sí misma. Según
Octavio Paz, el poema es el producto del encuentro del hombre con la
naturaleza, o del hombre con la poesía amorfa1; así el poema o poesía
elaborada es la exaltación de la vivencia personal del encuentro del hombre
con las cosas, con el mundo; es la exteriorización de lo interiorizado. De
manera que nos encontramos con que el poema expresa el movimiento
cósmico, de abrazo e intercambio de las cosas entre sí, en el que coexisten
dos movimientos o sentidos: uno hacia abajo, hacia dentro, de
introspección, de retorno a lo íntimo; otro hacia arriba, hacia fuera, de
exteriorización, de sublimación. Es decir, en la poesía se da un movimiento
de vuelo descendente y ascendente.
1
Sin forma regular o bien determinada. (WordReference. Dictionary de la Lengua Española)
HOMBRE-NATURALEZA
Hay una belleza en el mundo -afirma Tagore-, que nunca va contra nuestra
libertad, nunca levanta siquiera sea un dedillo para hacernos acatar su
soberanía. Podemos ignorarla en absoluto y sin embargo, no recibir castigo
en consecuencia. Es una llamada para nosotros, pero no un mandato. Busca
amor en nosotros, y el amor nunca puede ser conseguido por la fuerza. Lo
obligado no es, en verdad, la apelación final para el hombre, sino la alegría.
Y la alegría está en todas partes; está en el verde tapete de yerba de la
tierra; en la azul serenidad del cielo; en la desenfrenada exuberancia de la
primavera; en la serena abstinencia del invierno gris; en la carne viva que
anima nuestra envoltura física; en el perfecto equilibrio de la figura
humana; en el vivir; en el ejercicio de todas nuestras facultades; en la
adquisición del saber (...) La alegría es la realización de la verdad de la
unidad, la unidad de nuestra alma con el mundo y la del alma del mundo
con la del supremo Amante.[9]
Esa Alegría, esa experiencia del alma, ese sentimiento, esa vivencia erótica
alcanza una bella expresión en el arte. Siendo la poesía la expresión
artística en que se compendian las demás artes; pues la pintura o la música
son artes porque son poéticas. El poeta con la palabra escancia de las cosas
su ser oculto, la voz de las cosas, su música, su refulgencia interna; y en ese
contacto de percepción anímica, la alegría embarga el corazón del poeta;
quien a través del poema vierte su goce a los semejantes, comparte con los
demás hombres su alegría, su gozo. La unión del hombre con el universo es
una unión libre que no viola nuestra libertad, no la obstruye, sino que, por
el contrario, la estimula. Porque, paradójicamente, “obliga” al hombre a
manifestar su alegría de alguna manera, su experiencia vital, personal,
íntima, posibilitando en él su capacidad creativa, siendo las artes una forma
de manifestación de esa alegría. Por lo tanto, la poesía, o mejor, el poema,
es un producto del deleite interior del hombre, del individuo; es la
liberación del arrobamiento que produce ese enlace con la naturaleza, es la
exteriorización exultante de la conmoción interior; el poema es, en fin, la
sublimación de la vivencia de la copulación cósmica entre el hombre y la
naturaleza. Al respecto, afirma Tagore: “La alegría del que canta se expresa
en la forma de una canción, la del poeta en la forma de un poema. El
hombre en su papel de creador está siempre creando formas, y estas surgen
de su abundante alegría”.[10]
Por otra parte, podemos afirmar que el encuentro del hombre con la
naturaleza es el encuentro del poeta con la poesía esencial o poesía amorfa,
al decir de Octavio Paz, de donde resulta el poema. En efecto, sostiene el
poeta mejicano que la Poesía es la naturaleza misma antes de ser
procesada por el poeta en una obra concreta o poema. Es decir, hay poesía
aunque no haya poema; lo cual es en sí lo poético o poesía en estado
amorfo, siendo el poeta el intermediario y ordenador que canaliza ese
contenido poético inmerso en la naturaleza, para transformarlo en poesía de
forma concreta: el poema. De ahí que, como afirma Octavio Paz, poesía y
poema son dos estratos diferentes, habiendo poesía sin poemas y poemas sin
poesía, pues no todo poema es poesía.
No todo poema –o para ser exactos, no toda obra construida bajo las leyes
del metro- contiene poesía (...) Un soneto no es un poema, sino una forma
literaria, excepto cuando ese mecanismo retórico –estrofas, metros y rimas-
ha sido tocado por la poesía. Hay máquinas de rimar pero no de poetizar.
Por otra parte, hay poesía sin poemas: paisajes, personas, hechos suelen ser
poéticos: son poesía sin ser poemas (...) Cuando –pasivo o activo, despierto
o sonámbulo- el poeta es el hilo conductor y transformador de la corriente
poética, estamos en presencia de algo radicalmente distinto: una obra. Un
poema es una obra. La poesía se polariza, se congrega y aísla en un
producto humano: cuadro, canción, tragedia. Lo poético es poesía en estado
amorfo; el poema es creación, poesía erguida. Sólo en el poema la poesía se
aísla y se revela plenamente (...) El poema no es una forma literaria, sino el
lugar de encuentro entre la poesía y el hombre.[12]
“Cada palabra –dice Octavio Paz- encierra una pluralidad de sentidos. Así, la
actividad del prosista se ejerce contra la naturaleza misma de la palabra
(...) Este trabajo implica reflexión y análisis (...) Esta operación es de
carácter analítico y no se realiza sin violencia, ya que la palabra posee
varios significados latentes, es una cierta potencialidad de direcciones y
sentidos”.[13]
... qué misterio se nos revela al contacto con su palabra hecha de esencias,
cuál es esa música antes de él inaudible en la poesía colombiana que nos
hace partícipes de un mundo de desnudez adánica? (...) El tema del paisaje
nunca antes hollado, donde no existen caminos, crea un ámbito de libertad
agreste que la palabra de Aurelio Arturo dignifica, dándole un tono de
idílica, de adánica conversación en un habla vegetal.[18]
Pero como la imagen, que convoca las cosas y las conjuga en una fantasía
sinfónica, es una manifestación del ritmo universal, es el ritmo el que
determina la poesía de Aurelio Arturo, que le otorga todo el derecho y la
autoridad para decir de sí mismo: “Yo soy el cantor, // el hombre que canta
a los cuatro vientos, // de ritmos prestidigitador”. [22]
Bachelard considera que así como para la vida en nuestro planeta el aire es
lo fundamental, para la poesía el tema-elemento envolvente y generador de
poesía es el aire, en la medida en que es el ámbito de la ensoñación y la
creación imaginaria del poeta pues, sostiene Bachelard que la posible
clasificación de los poetas según sus imágenes sean preponderantemente,
del aire, del fuego, de la tierra o del agua, depende de un particular
tratamiento que se le confiera al aire, cuya imagen delatora es el cielo azul;
o sea que, los cuatro grupos de poetas (del agua, del fuego, de la tierra y
del aire) responden de cómo consideren al “cielo azul”:
- Los que ven en el cielo inmóvil un líquido fluido que se anima con la menor
nube [poetas del agua].
- Los que viven el cielo azul como una llama inmensa... [poetas del fuego].
De esa verticalidad del vuelo onírico, poético, que como acabamos de ver
tiene dos direcciones, abajo y arriba, consideraremos seguidamente la
Ascensión para resaltar la elevación y el vuelo propiamente aéreo, con el
objeto de centrarnos en unos elementos fundamentales para una
interpretación de la poesía de Aurelio Arturo; dejamos el vuelo hacia abajo
“Si en el cielo las imágenes son pobres, en cambio los movimientos son
libres. Ahora bien, la impresión de libertad, sola, proyecta más imágenes
Como podemos ver, Nietzsche dice que lo más alto (la sublimación poética)
surge del mar, o sea, del movimiento o imaginación dinámica. En efecto, el
producto poético es la sublimación, exteriorización de lo bajo, de lo
interno, como afirma Bachelard recordando a Desoille: “[Desoille] lejos de
considerar la sublimación como una ilusión que cubre y compensa un
instinto inconfesable, una pasión frustrada, demuestra que dicha
sublimación es la salida normal, feliz, deseable, hacia una vida nueva”.[43]
La poética, dice Durand, ha heredado “el complejo de Jacob”. Con ello está
significando cómo la poesía es un acto de exaltación, engrandecimiento,
trascendentalismo que aplica la noción de Verticalidad, siendo este eje
vertical de la cruz el “eje estable de las cosas” y que está “en relación con
la postura erguida del hombre”. Esa verticalidad ascensional obedece a un
esquema axiomático, porque –dice Durand-, los símbolos virtualizantes son
Las aves, que por antonomasia son símbolo del vuelo hacia arriba, llegan a
una connotación de “angelismo” o pureza, como es el caso de la paloma o
vocera de la palabra sabia del Espíritu Santo, es decir, la palabra alta,
siendo por consiguiente, el ángel una personificación de la ascensión; pero
el ángel como las aves es también referente de poder; las aves como el
águila en el mundo de Europa y Norteamérica, y el cóndor en Suramérica,
son símbolos patrios de poder, y en la mitología cristiana los ángeles siempre
son poderosos, son los que derrotan al mal, como por ejemplo el Arcángel
San Miguel que en la representación aparece aplastando a Satanás, pues él
es quien comanda “los ejércitos celestiales”.
“Ese ascenso del ave o flecha alcanza en el ángel su más alta expresión,
pues ya no se trata simplemente de un algo que flota, ni siquiera de un
animal que vuela, sino de un ser humano que es más que humano, que está
sobre sí mismo, es decir, que es sobrehumano: “... se puede decir, en última
instancia, que el arquetipo profundo de la ensoñación del vuelo no es el ave
Durand observa que por antonomasia4 el sol ha sido tomado como símbolo
deifico (o deiforme), no solo por el cristianismo primitivo sino también, por
otros credos de pueblos antiguos como en Egipto y Persia, por ejemplo. Los
cristianos –según alusión que de san Eusebio de Alejandría retoma Durand-
hasta el siglo V “adoraban al sol levante”, y que además en la tradición
medieval Cristo era “comparado constantemente al sol” siendo llamado “sol
salutis”, “sol invictus”. Pero lo más interesante, es que el sol naciente es
comparado con un ave:
2
isomorfo, fa adj. MINER. Que tiene la misma forma, referido especialmente a los
cuerpos de diferente composición química e igual forma cristalina y que pueden
cristalizar asociados, como el espato de Islandia y la giobertita, que forman la dolomía:
minerales isomorfos.
3
hipóstasis
1. f. TEOL. Cada una de las tres personas que componen la Santísima Trinidad:
el Espíritu Santo es una de las hipóstasis de la divinidad.
2. BIOL. Inhibición de la acción de un gen por otro gen no alelo.
3. GRAM. Paso de una palabra de una clase gramatical a otra:
la sustantivación es un tipo de hipóstasis.
♦ No varía en pl.
4
antonomasia
1. f. RET. Sinécdoque que consiste en poner el nombre apelativo por el propio, o viceversa:
"El Apóstol" por "san Pablo", o "un Nerón" por "un hombre cruel", son dos ejemplos de
antonomasia.
2. por antonomasia loc. adv. Se usa para denotar que a una persona o cosa le conviene el
nombre apelativo con que se la designa por ser, entre todas las de su clase, la más
importante, conocida o característica:
la Real Academia Española de la Lengua se llama por antonomasia "Española" por ser la más
antigua de las Academias Reales.
Pero ese vuelo hacia arriba, ese ascenso de la flecha lanzada por el guerrero
o arquero no es total y definitivo, no obstante que, como dice Durand, “la
meta del arquero, como la intención del vuelo, es siempre la ascensión”, ya
que después de subir se presenta la posibilidad del descenso o caída. Ya
Bachelard hablaba de la dialéctica en la dinámica imaginaria cuando afirma
que “no hay subida eterna, no hay una elevación definitiva” y que la
verticalidad pone en nosotros a la vez lo alto y lo bajo, lo cual estaba
perfectamente identificado por Nietzsche cuando “el demonio de la
pesadez” se burla de Zaratustra recordándole el inexorable destino de la
caída: “¡Oh, Zaratustra... piedra de la sabiduría! Te has lanzado en el aire,
¡pero toda piedra arrojada debe caer de nuevo! ¡Oh Zaratustra, piedra de la
sabiduría, piedra lanzada, destructor de estrellas! Es a ti mismo a quien has
lanzado tan alto, pero toda piedra lanzada debe caer de nuevo!”[56]
“La casa, como el fuego, como el agua, nos permitirá evocar... fulgores de
ensoñación que iluminan la síntesis de lo inmemorial y del recuerdo. En esta
región lejana, memoria e imaginación no permiten que se las disocie. Una y
otra trabajan en su profundización mutua. Una y otra constituyen, en el
orden de los valores, una comunidad del recuerdo y de la imagen. Así la casa
no se vive solamente al día, al hilo de una historia, en el relato de nuestra
historia. Por los sueños las diversas moradas de nuestra vida se compenetran
y guardan los tesoros de los días antiguos. Cuando vuelven, en la nueva
casa, los recuerdos de las antiguas moradas, vamos al país de la Infancia
Inmóvil, inmóvil como lo Inmemorial. Nos reconfortamos viviendo recuerdos
dejándoles sus valores de imágenes. Los recuerdos del mundo exterior no
Pues bien, ese movimiento imaginario, que el poeta experimenta con mayor
intensidad que cualquier humano, de compenetrarse con las cosas, con el
mundo que le rodea, de sublimar esas vivencias, de volar en la dinámica
imaginaria después de descender a su interioridad, a su intimidad o punto
sur, de donde emerge como fluido vital, corriente espiritual, viento de
intimidad, viento del sur evocando el paraíso; todo eso, trataremos de
evidenciar en la producción poética de Aurelio Arturo.
http://www.xexus.com.co/
VOLAR EN SUEÑOS
Tengo una técnica de vuelo en sueños poco vistosa, ya que aleteo e incluso
vuelo a “braza” o a “perrito”, al igual que se nada. Reconozco que no es
muy estético ni sirve para escapar de monstruos voladores terribles, pero
ves paisajes con tranquilidad y despegas y aterrizas sin problemas. Tampoco
necesitas mucho espacio, lo que permite escapar de amenazas terrestres,
que en mi caso son casi el cien por cien. En términos darwinistas se puede
decir que estoy adaptado al medio. En términos de transporte funciono
como un helicóptero muy chungo o una especie de autogiro personal, viva
De la Cierva, viva España.
SUEÑOS LÚCIDOS
Los vinos dejan una serie de sensaciones justo después de catarlos. El Don
Simón o el Castillo de Gredos generan, por ejemplo, todo un festival de los
sentidos que puede hasta hacer que perdamos la campanilla de puro
retrogusto, que así se llama de forma técnica. Con los sueños pasa lo mismo.
No me refiero a lo que se siente al despertar. El sueño estaba ahí al lado y
resulta lógico que puedas sentirte inquieto o hasta lleno de pánico si
soñabas que volvías al colegio y para colmo con examen sorpresa el primer
día y el “Pimiento” de tutor. Hablo de cómo sobreviene otra vez el
saborcillo del sueño cuando te acuestas la siguiente vez. Se pone uno en la
siesta los tapones para no oír cómo la madre histérica de abajo regaña a su
hijo cani (qué manía la de los padres de ahora por encauzar el camino de
sus retoños, cuando antaño se les dejaba, con todo el amor del mundo pero
con honradez y respeto a la tradición y al prójimo, en manos del caballo en
cualquier portal) y vuelve el aula del sueño de la noche anterior, el olor a
goma Milán 250 y tiza, y el miedo a vivir nueve meses sentado en el pupitre
mientras te enseñan el diagrama de Venn. Afortunadamente llega el sueño y
una nueva pesadilla sustituirá a la anterior.
SUEÑOS HÚMEDOS
SUEÑOS RECURRENTES
DIARIO DE SUEÑOS
Comparemos:
Querido diario:
Querido diario:
Reconozco que a veces he estado tentado de hacer ese diario de sueños. Por
fortuna mi pereza limita mucho mi genialidad, incluso hasta hacerla
desaparecer. Así que no recuerdo lo que he soñado hoy, puede que para
mal…
Según algunos expertos –de nuevo aquí los expertos-, ese diario es uno de
los cimientos para controlar y provocar la lucidez en los sueños. Recordar los
sueños, apuntarlos y pensar antes de dormir en lo que queremos hacer una
vez nos “despertemos” en el sueño forman la base sobre la que descansa la
única probabilidad que tenemos de pasar una noche de lujuria con Mónica
Belucci. Quizá valga la pena intentarlo, con la esperanza de escribir un día:
Querido diario:
Comments
Aitor wrote:
No liberé poluciones.
Xispo wrote:
Yo, por desgracia soy uno de esos infraseres marginales que nunca han
soñado que vuelan. Como mucho conduzco algún vehículo…
Aitor wrote:
Por cierto, yo soy de los que prefieren dar grandes saltos (Hasta de varios
cientos de metros).
Al irnos a dormir, hay una primera fase del sueño que se llama "sueño
Hipnagógico" en el que se suceden imágenes muy rápidas y en el que
hacemos una revisión del día. En esta fase el lado izquierdo del cerebro
racional está desconectando y el derecho analógico en cambio despierta.
Justo después es cuando el cuerpo astral suele despegarse, y en ocasiones lo
hace tan rápido que el racional aún no ha desconectado del todo y trata de
tomar de nuevo el control, con el correspondiente respingo en la cama. La
sensación es como si nos hubiéramos caído de algún sitio.
El objetivo del estudio de los sueños que tenemos cada noche es adquirir
información precisa de todas las memorias que tenemos activas, de las
grabaciones parentales, de todos los pequeños “yoes” que viven en nuestra
personalidad y que dificultan el camino; de lo que nos negamos en la vida,
de lo que no creemos merecer; del camino que hemos recorrido y el que nos
queda por recorrer. Pero también, ayudan a recuperar talentos ocultos,
ensayar nuevas formas de creatividad, reprogramar en positivo todo lo que
de negativo albergamos, buscar soluciones, encontrar la raíz de los
problemas que nos acucian, en definitiva, conocernos mejor para volar de
nuevo en libertad.
Por otra parte, las pirámides estaban rodeadas por un foso de agua o por un
muro que recordaba por su forma el signo jeroglífico del agua. Todo esto de
YOGA Y PSICOLOGÍA
INTRODUCCIÓN
Para conocer la relación que el Yoga tiene con la mente primero vamos a
explicar qué es la Psicología Transpersonal y ubicar esta disciplina dentro de
un contexto más general, la Psicología Convencional
S. Grof afirma que "La conciencia también existe fuera de nuestra vida
individual, es independiente de nosotros y no se halla intrínsecamente
ligada a la materia. Es independiente de nuestros sentidos físicos, aunque se
halle mediatizada por ellos en nuestra percepción cotidiana de la vida.
Psicología y psicoterapia
Trabajos empíricos
Las meta-necesidades
Experiencias cumbre
Terapias transpersonales
Algunas Técnicas:
La meditación
Respiración holotrópica
La meditación
Símbolo psíquico
Imágenes subconscientes
Yoga nidra
La resolución o Sankalpa
El Yoga Nidra logra un estado de relajación más profundo que el sueño, nos
prepara para la investigación de los profundos niveles de la mente
inconciente, nos desconectamos de la consciencia extrovertida. El ego cesa
de censurar los impulsos que surgen de la mente inconsciente. Se da
expresión a estos deseos y frustraciones de manera que se reduzca la
tensión y energía que está detrás de ellos y sean liberados.
Definición de la sugestión
Freud se "rebeló" contra el criterio, según el cual "la sugestión que todo lo
explica, no tendría necesidad de ser explicada".
De tal manera, la noción de Ahimsa que tanto intriga al leer los textos de
Patanjali, se aclara por el deseo de matar de Freud, por qué para los yoguis
un pensamiento malo equivale a un asesinato. Dos mil años más tarde, el
psicoanálisis dará la explicación.
Las líneas que siguen que podrían ser firmadas por Patanjali son la
traducción de la Ahimsa al lenguaje de Freud:
El sentimiento de culpabilidad
El autocastigo
Las fieras percibirán el tranquilo inconsciente que surge del corazón sin
pecado. Ningún enemigo interior combatirá a favor del enemigo exterior. Así
se comprende mejor el milagro de los santos que, en los circos romanos eran
respetados por los leones, que no los devoraban.
Esto hace imaginar que el hombre ideal es un mecanismo tan bien regulado
que evita automáticamente, en un cuarto de segundo, la enfermedad y
hasta el accidente.
Los yoguis han extraído de este sentimiento de culpabilidad una ley para el
pensamiento, una regla de higiene intelectual, una ética de la creación
superior.
El super yo freudismo
5
Aforismo, adagio, moraleja.
El Uno incognoscible
Una vez más Freud declara inaccesible el análisis a este psiquismo superior
que equivale al Uno o Yo Supremo de los yoguis .Sostiene que éste escapa al
conocimiento, que la censura es en esto total.
Inconsciente colectivo
1) Todas las representaciones del hombre, luego del sujeto mismo, luego del
padre, luego de Dios.
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
5-Revista En Plenitud
solefm@y
ahoo.com
A la Argentina fue traído por C.E. Cárcamo que aprendió la técnica con
Desoille (1951) y la combinó con la técnica psicoanalítica. El método, como
el psicoanálisis, excluye en principio toda acción sugestiva o pedagógica,
sólo intenta facilitar la expresión y movilización terapéutica del mundo
interior a través de la imaginación creadora. Haciendo conciente lo
inconciente y permitiendo a la vez, el contacto con el Ser Interior. La
imagen completa, esa porción de vacío que la palabra y el pensar no
abarcan. Esa porción de vacío ¿es lo sagrado dentro de lo humano? ¿Es Dios?
¿Es el Misterio? ¿La nada?
"Chuang Tsu soñó que era una mariposa y no sabía, al despertar, si era Tsu
que había soñado que era una mariposa o una mariposa que ahora soñaba
ser Tsu.."
Chuang Tsu
¿Qué misterios se nos revelan a través de los sueños? Qué de los secretos
que se esconden en los sonidos del silencio interior...Podemos estar
deprimidos, sentirnos vacíos o sin rumbo, podemos haber perdido nuestra
capacidad de crear y disfrutar de este mundo. Es verdad que hay otros
mundos...pero están en este mundo: nosotros.
"Ayer soñé con los ojos de Walt Disney, sus ojos azules parecían mares donde
yo me sumergía... cielos donde comenzaba a flotar... entonces sentí unas
manos alrededor de la cintura y vI desde lo alto una cordillera..." Ahora lo
cuento pero estas palabras no alcanzan, no abarcan ni traducen mi sueño.
Sin embargo, ésta soy yo.
BIBLIOGRAFIA
Bachelard, Gastón: "El Aire y los Sueños", Cap. "los trabajos de Robert
Desoille",1970, París.
Tal vez para algunos sea descubrir que existe un mundo interior.
Ahora, ¿es hacia afuera desde adentro o desde la superficie? ¿Por qué no
experimentar nuestro inconmensurable ser y no sólo su cara externa? ¿Qué
es el mundo interior? ¿Qué es el universo oculto del que hablan las escrituras
Dentro de los ojos cerrados, cerrar aún más los ojos... Ahí la vida cobra
vida.
¿Por qué esto sería importante? Para mí ése es el único lugar donde podemos
echar el ancla, es el centro desde donde abrimos los ojos al mundo sin
perdernos en él sino entrando en este juego divino al que fuimos invitados.
No siempre, ni todo el tiempo, se capta este centro.
De esto último trata el Sueño Despierto, una herramienta que nos permite
acceder a otros niveles de conciencia y de pensamiento, el pensamiento
abierto y múltiple de las imágenes, "la imagen es capaz de poner en libertad
algo que se encuentra atrapado en sí mismo", algo que se encuentra oculto
detrás de las palabras.
(*) Freud
(1) Jung
(2) Heidegger
La terapia no se trata sólo del encuentro con lo reprimido sino también con
lo sublime, lo sagrado que habita en cada uno y en el universo en que
vivimos. El paciente en su alteración mental desconoce esta parte de su
psiquismo, pero allí está. El papel del terapeuta consiste en señalar esta
parte que trasciende la crisis captando la vida en toda su dimensión, esta
vida que fluye debajo del miedo, debajo del disfraz que se ha puesto, luego
de las experiencias dolorosas que tuvo que atravesar en su vida. De alguna
manera, a través del sueño despierto propiamente dicho, (en las sesiones de
comentarios predomina otro trabajo más racional y de ligadura) nos
conectamos más directamente con el Proceso Primario, hacemos una
regresión accediendo a niveles más cercanos a lo preverbal, a niveles de
conciencia donde se desdibujan las fronteras entre el adentro y el afuera, lo
que es yo del no-yo.
También cabe señalar la intimidad que estos sueños crean entre paciente y
terapeuta. En el sueño despierto, el paciente enfrenta situaciones difíciles y
dolorosas, que resuelve con la ayuda (aunque solo sea como presencia) del
terapeuta. Imaginen el alivio de poder enfrentar con alguien una
experiencia que resultó, en su momento, imposible de asimilar. Una de las
necesidades y pedidos (en general no formulado) de un paciente que viene a
análisis: que estemos ahí como testigos, que lo acompañemos en su
búsqueda de sí mismo.
Un niño necesita del otro para pensar. Si se encuentra solo frente a una
experiencia emocional intensa, desarrollará un estado de vigilancia respecto
a todos los estímulos, creándose un cortocircuito (vacío representacional)
en el trabajo de elaboración psíquica que va aprendiendo. Si comenzamos a
poner imágenes y palabras, permitiremos digerir y movilizar aquello que
quedó rígido y carente de representación; éste es el trabajo que comienza
con el sueño y se consolida durante las sesiones de comentarios. Entonces,
el equipo necesario para bucear en lo profundo es esta relación de confianza
La cura se realiza por lo general con una sesión semanal de una hora o más
de duración y habitualmente cada sesión de Sueño Despierto insume varias
sesiones de comentarios.