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El Gran Debate

SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

¿Es el Concepto de Dios


un Fruto de la Ignorancia, el Temor,
la Superstición o el Fanatismo
-- O ES UNA REALIDAD INNEGABLE?

POR ARMANDO ORTEGA M.


Y DANIEL V. CARRILLO
2006
Versión 1.0
Copyright (C) 2006, Derechos Reservados 2006 por Armando Ortega M.
Publicado por Armando Ortega M.
PARA RECIBIR LA SIGUIENTE VERSION ENVIE UN MAIL A
armandortega@yahoo.com
APARTADO POSTAL 345
CHIHUAHUA, CHIHUAHUA., MEXICO.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

INTRODUCCION
Dedico esta obra a mis amigos y miembros del grupo de Yahoo
llamado ATEISMOHISPANO.

...

A fecha de 9 de julio, 2006, parece que este debate ha sido sus-


pendido por Daniel.

En la siguiente versión incluiré un capítulo sobre el argumento


inicial que Daniel no presentó con claridad, según sus principa-
les proponentes, así como mis consideraciones sobre el mismo
(El Big Bang).

También estoy preparando dos capitulos adicionales sobre ‘‘El


problema del mal’’.

Y un capítulo adicional contendrá un amplio listado de los mejo-


res sitios de internet donde se trata el tema, desde ambos puntos
de vista.

.....

Cordialmente,

Armando Ortega

CONTENIDO ACTUAL:
PRIMERA AFIRMATIVA DE DANIEL
PRIMERA NEGATIVA DE ARMANDO
SEGUNDA AFIRMATIVA DE DANIEL
SEGUNDA NEGATIVA DE ARMANDO.

Chihuahua, México., a 9 de Julio de 2006.


EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

PRIMERA AFIRMATIVA DE
DANIEL
21 Abril, 2006.
Primer turno Message List
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DANIEL.

Pese a que no me ofrecéis garantías, consumiré mi turno sin


entretenerme más, en muestra de buena fe.

EL DIOS DE LA BIBLIA EXISTE.

Axiomas:

1) Se acepta la Navaja de Ockham (“Entia non sunt


multiplicanda praeter necessitatem”) como criterio científico
para juzgar la validez o mayor ideoneidad de una hipótesis
explicativa.

2) Por la misma llegamos al Principio de la identidad de los


indiscernibles, pues, si dos entes son idénticos en todos los
aspectos, la hipótesis más simple es la que afirma que se trata del
mismo ente. “Sensu contrario”, dos entes distintos no son nunca
el mismo ente, aunque compartan nombre y de ordinario resulten
intercambiables como sujetos en un sistema de proposiciones
verdaderas.

3) Podemos inferir un tercer eje dialéctico a partir de los


anteriores (mayor simplicidad e identidad de los indiscernibles).
Su formulación es como sigue: “De las mismas condiciones se
obtienen siempre los mismos resultados”. Así, si se reúnen las
condiciones bastantes para generar un fenómeno y ningunas
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

otras lo impiden, será suficiente con que se repita su


concurrencia de forma indiferenciable para dar lugar
exactamente al mismo fenómeno.

4) Nada que requiera causa es su propia causa.

Definiciones:

1) Dios es un ser eterno, inmaterial, omnipotente, libre y


sumamente bueno, creador del universo.

2) El universo es una composición temporal de materia y fuerza.

3) El tiempo es una sucesión de momentos cuyos estados de


cosas difieren entre sí (por el segundo axioma, ya que si no
hablaríamos del mismo momento y, en consecuencia, no habría
sucesión ni tiempo; o procedería en círculos, lo que se excluye
por el cuarto axioma).

Primera proposición:

El universo, en su devenir temporal, no es el mismo ente


unitario, sino tantos como momentos queramos tomar en su
existencia.

Demostración:

Se sigue de la segunda y la tercera definición.

Corolario:

El universo tiene un comienzo temporal.

Demuéstrase. Ante la posibilidad de dos infinitos, uno en


potencia (un universo sin fin) y otro en acto (un universo sin
inicio), se aprecia que el primero presupone un número finito de
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

momentos acontecidos, mientras que el segundo los contiene en


cantidad infinita. En éste, pues, hay infinitamente más entes que
en aquél.

Ahora bien, según el primer axioma, procede admitir la hipótesis


más simple, es decir, el infinito en potencia de un universo con
comienzo temporal.

Segunda proposición:

El universo tiene un comienzo causal.

Demostración:

Pese a ser el surgimiento “ex nihilo” la hipótesis aparentemente


más simple, se prueba que no es así en realidad.

Si el universo se generó de la nada (de manera acausal), no se


exigió ninguna condición para generar el universo. En positivo:
hicieron falta cero condiciones para que el universo se produjera.
Y, en tanto que su realidad derivó de una instancia irreal, no
pudo estar negativamente condicionada por cualesquiera otros
factores mensurables.

Ahora bien, por el tercer axioma, de condiciones idénticas se


derivan resultados simétricos. Luego, cuando se den cero
condiciones en orden a obtener un nuevo universo, éste brotará
de forma espontánea y será indistinguible del anterior. Sin em-
bargo, tal cosa no puede concebirse de modo coherente. Pues,
habiéndose generado en dos momentos distintos, no es posible
(por la tercera definición) que dos universos sean el mismo. Ni
siquiera suponiendo que en el mismo acto de re-creación uno de
ellos se aniquilara y fuese sustituido por el otro.

Ergo, la hipótesis que parecía más simple queda descartada por


ser mucho más compleja que la que en principio se desestimó y,
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

a la postre, ilógica. Se obtiene la contraria por “reductio ad ab-


surdum” según la ley del tercio excluso.

Tercera proposición:

La causa primera o primer agente del universo es Dios.

Demostración:

Acaba de probarse que el universo debe comenzar en algún


instante y que no tiene a la nada por origen. Si no procede de la
nada, procede de algo. Éste elemento precursor no es ni el
universo (en virtud del axioma cuarto) ni otro universo, so pena
de regresión al infinito.

Ahora bien, por el segundo axioma y en base a la segunda


definición, el primer agente no puede ser una composición de
materia y fuerza, salvo que se quiera que sea “causa sui”, lo que
también viola el axioma mencionado en cuarto lugar.

Ha de ser, entonces, o sólo materia, o sólo fuerza, o ninguno de


los dos, sea lo que fuere.

Por el principio de parsimonia (primer axioma) se prefiere la


postulación de lo conocido a la de lo desconocido, con lo que se
destruye la opción última.

Por eliminación:

. Si el primer agente es sólo material, y por ende extenso y


mutable, estará en el tiempo como infinito en acto (sin causa),
siendo -por el corolario de la proposición primera- razón de
infinitos entes.

. Si el primer agente es sólo fuerza, a saber, inextenso e


inmutable
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

(separado de la materia), estará o no estará en el tiempo. En base


a la tercera definición, no puede estarlo, ya que ello implicaría
mutación y materialidad.

Se concluye por el axioma primero que el primer agente es sólo


fuerza y no está en el tiempo.

Como no está en el tiempo, no empieza ni termina nunca: es


eterno; como no guarda contacto con la materia, carece de
límites: lo puede todo; como crea el universo sin necesidad, es
libre; como, además, crea el mejor de los mundos posibles (*),
posee bondad en grado máximo.

Luego, por la primera definición, es Dios. Que es lo que había


que demostrar.

(*) Extremo cuya prueba reservo a una intervención ulterior.

Saludos,

Daniel.

http://justicia.bitacoras.com
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

PRIMERA NEGATIVA DE
ARMANDO
Primer turno Message List
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Debate Armando Primera Negativa

PRIMERA NEGATIVA
DE LA PROPOSICION “EL DIOS DE LA BIBLIA EXISTE”,
POR ARMANDO ORTEGA.

Que bueno que Daniel se animó a debatir. Deseo que ese ánimo
continúe hasta el final de nuestro compromiso. Espero que el in-
tercambio nos enseñe cosas valiosas a ambos.

La obligación del afirmante es presentar sus argumentos


probatorios y demostrar que son falsos o insuficientes los argu-
mentos en contra. La obligación del que niega la proposición es
analizar los argumentos afirmativos y rebatirlos o aceptarlos,
además de presentar hechos, argumentos, pruebas e indicios de
que la afirmación es falsa.

INCOHERENTE EL CONCEPTO DE DIOS


Todo debate debe empezar por la definición de la proposición en
cada uno de sus términos. En este caso “Dios”, “Biblia” y “existe
o existencia”. Esto no lo hace Daniel, excepto, parcialmente.

Daniel y yo nos parecemos mucho: él no cree en la existencia de


los dioses de las religiones “paganas”. Yo no creo en el dios o
dioses de las religiones cristianas, como no creo que existen
los dioses de las religiones “paganas”. De los CIEN DIOSES que
ha inventado el hombre, Daniel no cree en 97 (solamente en el
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo); y yo no creo en los 100.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

Uso 100 como una cifra “redonda” solamente.

Quiero dejar clara mi intención de que no busco involucrarme en


una discusión bizantina. No quierosaber cuántos ángeles caben
en la punta de una aguja. Este es el tipo de debates en que los
“doctores de la Iglesia” perdían el tiempo mientras el ejército
del Papa ejecutaba una sangrienta guerra de exterminio, en tie-
rras ajenas, matando a miles de musulmanes.

Vayamos a la definición de Daniel: “Dios es un ser eterno, inma-


terial, omnipotente, libre y sumamente bueno, creador del uni-
verso”.

El problema principal con nuestro tema en debate es el concepto


mismo de “dios”. No es posible definir a una “persona” que no
se puede ver, tocar o percibir con los sentidos. Y un “ser” que
no “es”, como nosotros “somos”, no pasa de ser una quimera.
¿Quién puede probar que existe un “espíritu”, un “gran espíritu”,
un “fantasma” o“un gran fantasma”. Nadie que comprenda el
tiempo puede concebir a un “ser personal” sin tiempo. Nadie que
comprenda la material puede concebir, racionalmente, a un “ser
inmaterial”. Nadie que comprenda la fuerza puede concebir una
“fuerza infinita”.

Si no puede probarse la existencia de los unicornios rosas, los


duendes, el dios Wiki o el dios Hank, mucho menos puede pro-
barse la existencia de un “ser eterno, inmaterial, omnipotente,
libre y sumamente bueno, creador del universo”.

Los atributos mismos que se le atribuyen a ese “dios”: eternidad


(sin principio ni fin), omnipotencia (no hay nada que no pueda
hacer), inmaterialidad (no está formado por un solo átomo, neu-
trón, protón o electrón), omnipresencia (está presente en todos
los lugares del universo, fuera del universo y dentro de cada par-
tícula de materia y fuerza existentes), omniciencia (conoce, sabe
y es consciente de cada bit de información del universo actual –y
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

de fuera del universo- tanto del presente como del pasado y


del futuro) y omnibenevolencia (“sumamente bueno”), todos es-
tos atributos no solamente se contradicen sino que no se ven, no
se perciben por la mente humana.

Lo que no existe o el que no existe, simplemente no existe. Y si


existe, y sus cualidades no pueden ser percibidas, disfrutadas o
aprovechadas por el hombre, estamos hablando de un dios inútil.
Es decir, si nuestro mundo existe y funciona como si no hubiera
dios, bien podría no haberlo y seguiríamos viviendo la misma
experiencia humana.

Un dios con los atributos enlistados arriba, simplemente se vol-


vería loco, estando en todas partes y más allá, en todo el pasado
y todo el futuro, al mismo tiempo, con todo el poder de hacer
todo lo bueno y útil, y a la vez imposibilitado “moralmente” para
impedir todos los males de la naturaleza y los males de “Sata-
nás” y su ejército de espíritus malignos. Si yo fuera ese “dios”,
yo mismo aniquilaría mi propia existencia, o por lo menos des-
aparecería a los teólogos quem con sus teorías estúpidas, me im-
piden hacer todas las cosas buenas que el mundo necesita e im-
pedir todas y cada una de las cosas malas que hacen sufrir a las
criaturas de mi universo. Un dios así ni siquiera podría pensar.

Imagínate: un televisor por el que, al mismo tiempo, entran todos


los canales (el sonido, la información, las imágenes), y cuando
digo “todos” me refiero a un número infinito de canales; y cuan-
do digo televisor me refiero a una super-mente; ese número
infnito de bits de información harían estallar el cerebro de la su-
per-mente. Dios se volvería un de-mente.

En palabras de Clarence Darrow: “Pienso que es imposible para


la mente humana creer en un objeto o cosa a menos que pueda
formarse un cuadro mental de tal objeto o cosa. Puesto que el
hombre ha dejado de adorar abiertamente a un Dios
antropomórfico y ha hablado vagamente y no inteligiblemente
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

acerca de cierta fuerza en el universo, no puede decirse que


cree en Dios. Uno no puede creer en una fuerza excepto como
una fuerza que penetra la materia y no es una entidad indivi-
dual”.

Por ello, MI PRIMER CONTRA-ARGUMENTO, hace referen-


cia a la imposibilidad de concebir el concepto mismo de un
“dios”. Sobre todo, del dios de Daniel. Este contra-argumento se
refiere a la definición misma del “ser” en cuestión. Es responsa-
bilidad de Daniel demostrarnos que su concepto de “dios” es co-
herente.

Sin embargo, para seguir con el debate, hagamos como que el


concepto de “dios” es inteligible, y como que sabemos de que
estamos hablando.

Antes de presentar otras cuestiones y argumentos en contra,


atendamos al argumento de Daniel.

UNA KALAM-IDAD DE ARGUMENTACION

DANIEL.
EL DIOS DE LA BIBLIA EXISTE.
Axiomas: 1) Se acepta la Navaja de Ockham … como criterio
científico para juzgar la validez o mayor ideoneidad de una hipó-
tesis explicativa.

ARMANDO
Hay que tener cuidado con las navajas, porque nos podemos cor-
tar. La “navaja” de William de Ockham es solamente una guía
para que los pensadores decidan cuál es la explicación más pro-
bable de un hecho. Dice “No inventes entidades innecesarias
para explicar algo”, o más precisamente “La pluralidad no debe
ser supuesta sin necesidad”. Algunos han traducido la idea para
significar que, ante dos o mas explicaciones posibles, la respues-
ta más sencilla es usualmente la mejor o verdadera. Pero imagí-
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

nate la “navaja” en las manos de un ignorante, un crédulo, un su-


persticioso, o un fanático: mira a su alrededor y contempla la
“perfección” de este mundo y concluye: “Esto debe haberlo he-
cho un Dios eterno, inmaterial, omnipotente, libre y sumamente
bueno”. Si, según Ockham, debe preferirse la explicación más
sencilla que se acomoda a todos los hechos, estos hombres pri-
mitivos tenían muy pocos hechos disponibles (hoy tenemos más;
pero seguramente no los tenemos todos, apenas los estamos des-
cubriendo). La fe es celosa y casi nunca le da cabida a la razón.

Otro ejemplo: dos personas están sentadas en una habitación ho-


gareña, y escuchan el rechinido de una puerta. Una de ellas pien-
sa “tal vez esta casa tiene fantasmas”. La otra piensa: “si no es
una persona o un animal que movió la puerta, es el aire”. La
primera está utilizando bien la “navaja de Ockham” porque está
recurriendo a la explicación natural, mientras no se presente evi-
dencia en contrario.

La no utilización de esta herramienta de la razón fue,


seguramente, lo que en el pasado dio origen al
espiritualismo, a la creencia en espíritus, fantasmas, dioses y de-
monios. El sentido común era, y sigue siendo, el menos común
de los sentidos. Sin que lo siguiente sea un argumento, acabo de
leer un interesante artículo en la Biblioteca Pública de la
Ciencia (ver www.teoria-evolucion.blogspot.com) donde se
muestra que los adultos de los USA están en el lugar 34 de los
países que aceptan la Teoría de la Evolución (solamente superan-
do a Turkía). La tradición religiosa impide que sus mentes razo-
nen.

Usemos, Daniel, de la mejor manera posible, la “navaja de


Ockham”.

DANIEL
2) Por la misma llegamos al Principio de la identidad de los
indiscernibles, pues, si dos entes son idénticos en todos los as-
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

pectos, la hipótesis más simple es la que afirma que se trata del


mismo ente. «Sensu contrario», dos entes distintos no son nunca
el mismo ente, aunque compartan nombre y de ordinario resulten
intercambiables como sujetos en un sistema de proposiciones
verdaderas.

ARMANDO
“El principio de la identidad de los indiscernibles” fue creado
por Leibnitz para llegar a conclusiones que nada tienen que ver
(como aquí lo haces tu, Daniel), el cual, si lo aplicamos al DIOS
DE LA BIBLIA, entonces ya no le gusta a los creyentes. Las
mónadas de Leibnitz no han llegado a ser mas que monadas filo-
sóficas.

Dices que “si dos entes son idénticos en todos los aspectos, la
hipótesis más simple es la que afirma que se trata del mismo
ente”. Contéstame: ¿Son “entes” el Padre, el Hijo y el Espíritu
Santo?”. Si lo son, ¿Se trata del mismo ente?. Si se trata del mis-
mo ente, ¿No cae la Biblia en contradicciones?. Si no son el mis-
mo ente, ¿Enseña la Biblia que existen TRES DIOSES?,

Luis Vignolo tiene razón cuando anota: “Este principio está mal
expresado. Por más “idénticos” que sean no pueden ser “el mis-
mo ente”, a lo sumo serán “dos entes **distintos** pero igua-
les”.

DANIEL
3) Podemos inferir un tercer eje dialéctico a partir de los
anteriores (mayor simplicidad e identidad de los indiscernibles).
Su formulación es como sigue: «De las mismas condiciones se
obtienen siempre los mismos resultados». Así, si se reúnen las
condiciones bastantes para generar un fenómeno y ningunas
otras lo impiden, será suficiente con que se repita su concurren-
cia de forma indiferenciable para dar lugar exactamente al mis-
mo fenómeno.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO
Puede ser cierto que “De las mismas condiciones se obtienen
siempre los mismos resultados”; pero esto NO se infiere de los
principios de la mayor simplicidad y de la identidad de los
indiscernibles.

Voy a esperar para ver QUE es lo que deduces de ese axioma;


porque hay quienes lo usan para probar la reencarnación.

Por otro lado estoy listo a aceptarlo si me dejas aplicarlo a la


muerte de Jesús de Belén y la imposibilidad de su resurrección
corporal. Pablo estaría de mi parte en 1 Corintios 15. “Lo que se
siembra NO es lo mismo que lo que se levanta”.

DANIEL
4) Nada que requiera causa es su propia causa.

ARMANDO
Solamente tienes que probar que (1) Dios no requiere causa y
que (2) El Universo si requiere causa.

Contéstame: (1) ¿Cómo sabes que algo requiere causa o que no


la requiere?, y (2) ¿No es necesario primero probar que Dios
existe y luego empezar a investigar si requiere causa o no?

Para empezar a entendernos, enlístame las características de las


causas y las características de los efectos.

¿Admites la posibilidad de que en un caso de singularidad ocu-


rrieran al mismo tiempo las causas y los efectos?

¿Esto de que “nada que requiera causa es su propia causa” se


aplica también al “mundo espiritual”, o solamente al “universo
material”?
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL ACEPTA LA EXISTENCIA DE ALA,


EL DIOS DEL CORAN
Enseguida expones el famoso “Argumento Kalam” que “prueba”
la existencia de “Dios”. Este argumento fue elaborado por los
teólogos musulmanes para probar la existencia de su dios Alá y
por tanto la veracidad del Corán y la legitimidad de su profeta
Mahoma. Y si el argumento prueba algo, no prueba la existencia
del dios Jehová de la Biblia. ¿Aceptas la existencia de Alá?.
Cualquiera podríamos usarlo, con la misma fuerza, para probar
la existencia de Hank, o del dios Wiki, o de Quetzalcoatl, incluso
de Zeus u Osiris.

DANIEL
Definiciones: 1) Dios es un ser eterno, inmaterial, omnipotente,
libre y sumamente bueno, creador del universo.

ARMANDO
El dios de la Biblia es solamente uno de los muchos Elohim que
se mencionan en el Antiguo Testamento; es material (tiene espal-
da, manos, etc.); puede algunas cosas, pero no todo; es libertino;
es ignorante; es irresponsable; fomenta la ignorancia, la creduli-
dad, la superstición, el fanatismo, el exterminio étnico, el aborto,
el asesinato y otros males como la discrimiación sexual y la es-
clavitud; es sumamente rencoroso, celoso y vengativo; es un dios
tribal; tiene una moral condenable por cualquier estándar huma-
nista de valores; y va a quemar en el infierno al 99.9 % de la hu-
manidad.

El dios de la Biblia no existe y tampoco el otro dios que trata de


definir Daniel.

Preguntas a Daniel:
(1) ¿Es eterno el Padre? ¿Es eterno el Hijo? ¿Es eterno el Espíri-
tu Santo?
(2) ¿Son estos ellos un solo ser o tres seres?
(3) ¿Son ellos tres dioses?
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

(4) ¿Puede alguien dar lo que no tiene? ¿Puede un “ser inmate-


rial” crear un “universo material”? ¿Cómo?
(5) ¿Qué tanto sirve la omnipotencia si quien la tiene no puede
usarla?
(6) ¿Puedes mencionar diez cosas que harías, Daniel, si tuvieras
omnipotencia? ¿Por qué las harías tú y dios no puede hacerlas?
(7) Si dios intervino para crear el universo, ¿no podría intervenir
para darle una “arregladita”?
(8) ¿Qué tan libre es dios? (atención: veremos: cómo la Teología
es capaz de partir un pelo en tres).
(9) ¿Cómo se concilia la existencia del limbo, del purgatorio y
del infierno con el carácter sumamente bueno de dios?
(10) ¿Qué tan sana lógica es la lógica divina al afirmar que si al-
guien “no cree a Moisés y a los profetas”, tampoco se arrepentirá
aunque alguno se levantara de los muertos? ¿Se le permiten a
dios las falacias lógicas?.
(11) Si fueras dios, ¿cómo revelarías tu existencia a los seres hu-
manos?.
(12) ¿Quién es el amo, señor y gobernante del mundo?
(14) ¿Quién es el responsable del mal y la adversidad que hay en
el mundo?
(15) ¿Quién es el principal cómplice del “Gran Tentador”?
(16) ¿Puede un ser divino ser “sumamente bueno y misericordio-
so” y a la vez ser justo?
(17) ¿Era Judas y su traición parte del plan de dios? ¿Qué pasa-
ría si Judas se negara a traicionar a Jesús? ¿Tenía libertad de ha-
cerlo?
(18) ¿Tienen los angeles libertad para desobedecer a dios?
(19) ¿Tienen los demonios libertad para arrepentirse y “salvar-
se”?
(20) ¿Son los angeles y demonios infinitos?
(21) ¿Quién ganaría una partida de ajedrez entre el Padre y el
Hijo?
(22) ¿Cómo deben los cristianos tratar a los herejes?
(23) ¿Dónde está la moralidad de las conversiones forzadas que
los conquistadores realizaron en América?
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

(24) ¿Cómo deben los creyentes en dios tratar a las brujas y a los
adivinos?
(25) ¿Puede el Diablo crear algo material –tal como un sistema
planetario?
(26) ¿Puede estar un “demonio” en dos lugares a la vez?
(27) ¿Es moral y razonable la doctrina del pecado original?
(28) ¿Es justa y razonable la doctrina de la redención?
(29) ¿Es cierto que, como dios “inspiró” a Lucas a escribir –ca-
pítulo 3- que hubo solamente 61 generaciones entre Adán y Cris-
to?
(30) ¿Probarían algo los errores de la Biblia con respecto a la
existencia del dios de la Biblia?

DANIEL
2) El universo es una composición temporal de materia y fuerza.

ARMANDO

El infierno es una composición temporal de materia y fuerza.

Dios es una invención de la imaginación humana, por sus igno-


rancia y sus temores. Los hombres crearon a los dioses.

Con “composición temporal”, ¿te refieres solamente al origen o


también al destino? Eclesiastés 1:4 dice que “la tierra permanece
para siempre”.

Si es una referencia al origen, ¿existía dios antes del acto de la


creación?.

No hay pruebas de que “el universo es una composición tempo-


ral de materia y fuerza”.

DANIEL
3) El tiempo es una sucesión de momentos cuyos estados de co-
sas difieren entre sí (por el segundo axioma, ya que si no habla-
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ríamos del mismo momento y, en consecuencia, no habría suce-


sión ni tiempo; o procedería en círculos, lo que se excluye por el
cuarto axioma).

Primera proposición: El universo, en su devenir temporal, no es


el mismo ente unitario, sino tantos como momentos queramos
tomar en su existencia.

Demostración: Se sigue de la segunda y la tercera definición.

Corolario: El universo tiene un comienzo temporal.

ARMANDO

El corolario no se sigue necesariamente de la primera proposi-


ción.

Dios, en su devenir atemporal, no es el mismo ente unitario, sino


tantos como momentos queramos tomar en su existencia. Corola-
rio: Dios tiene un comienzo atemporal.

Daniel, ¿Tienen los angeles y demonios un comienzo temporal o


atemporal?.

DANIEL
Demuéstrase. Ante la posibilidad de dos infinitos, uno en poten-
cia (un universo sin fin) y otro en acto (un universo sin inicio),
se aprecia que el primero presupone un número finito de momen-
tos acontecidos, mientras que el segundo los contiene en canti-
dad infinita. En éste, pues, hay infinitamente más entes que en
aquél.

Ahora bien, según el primer axioma, procede admitir la hipótesis


más simple, es decir, el infinito en potencia de un universo con
comienzo temporal.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO
Daniel, espero una exposición más clara del argumento para con-
testarlo. La existencia del universo es evidente. No la de dios.
Tienes que demostrar la existencia de un ser que no existe en el
tiempo, o que existe fuera del tiempo, y no solamente creó la ma-
teria y la energía, sino que también creó el tiempo.

Luis, anota: “Ante la disyuntiva de un universo material increado


yu eterno, que existe y es perceptible por todos, y creer en un
dios creador que nadie puede percibir más allá de la imaginación
y ni aún definir y estudiar en su naturaleza y esencia, la hipótesis
más simple, realista y concreta es la de que ese universo material
es el ser y no otro”.

Por otro lado, no puedo permitirte hacer distinciones donde no


existen, solamente para armar una realidad inexistente. Si le per-
mitimos a alguien construir toda una estructura de suposiciones,
bien podemos aceptar como una realidad la reencarnación (ten-
dríamos que conceder la existencia del alma, para empezar).
Ilustremos con las detalladas pruebas de la reencarnación
presentadas en www.editorialbitacora.com/
bitacora/reencarnacion/reencarnacion.htm;
www.tharpa-es.com/background/pruebas-reencarnacion.htm;
www.plenitud.com.ar/material/pruebasree.html;
www.lo-inexplicable.com.ar/fantasmas/elreino_delas_almas.htm;
www.thaisyjosef.com/seresluzytierra/ reencarnacion/
reencarnacion.htm.

DANIEL
Segunda proposición: El universo tiene un comienzo causal.

Demostración: Pese a ser el surgimiento «ex nihilo» la hipótesis


aparentemente más simple, se prueba que no es así en realidad.

Si el universo se generó de la nada (de manera acausal), no se


exigió ninguna condición para generar el universo. En positivo:
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

hicieron falta cero condiciones para que el universo se produjera.


Y, en tanto que su realidad derivó de una instancia irreal, no
pudo estar negativamente condicionada por cualesquiera otros
factores mensurables.

Ahora bien, por el tercer axioma, de condiciones idénticas se


derivan resultados simétricos. Luego, cuando se den cero condi-
ciones en orden a obtener un nuevo universo, éste brotará de for-
ma espontánea y será indistinguible del anterior. Sin embargo, tal
cosa no puede concebirse de modo coherente. Pues, habiéndose
generado en dos momentos distintos, no es posible (por la terce-
ra definición) que dos universos sean el mismo. Ni siquiera su-
poniendo que en el mismo acto de re-creación uno de ellos se
aniquilara y fuese sustituido por el otro.

Ergo, la hipótesis que parecía más simple queda descartada por


ser mucho más compleja que la que en principio se desestimó y,
a la postre, ilógica. Se obtiene la contraria por «reductio ad
absurdum» según la ley del tercio excluso.

ARMANDO

Daniel, ¿Por qué no aplicas a dios los mismos axiomas,


proposiciones, corolarios y demostraciones que aplicas al
universo? ¿Por qué no aplicas esas hipótesis a los tres dioses de
la Biblia –llegarías a conclusiones absurdas (a pesar de ciertos
textos bíblicos)?

La posible existencia de universos múltiples, adelantada por los


físicos modernos, y aun en estudio, puede ser más compleja que
la existencia de un solo universo; pero eso no significa que sea
ilógica o absurda.

No se permite hablar de dos infinitos, uno en potencia y otro ac-


tual. De otra manera, contéstame, ¿la infinitud de dios es actual o
potencial?
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL

Tercera proposición:
La causa primera o primer agente del universo es Dios.

ARMANDO

¿Y quién o qué fue la causa de dios? Si dios puede existir sin


causa, el universo puede existir sin causa.

Además es irracional afirmar que una cosa puede tener efecto en


otra de naturaleza completamente distinta. Una cosa “espiritual”
no puede crear ni sostener a una cosa “material”. Y todo lo que
sabemos, de cierto, es la existencia de este mundo material.

DANIEL

Demostración: Acaba de probarse que el universo debe


comenzar en algún instante y que no tiene a la nada por origen.
Si no procede de la nada, procede de algo. Éste elemento precur-
sor no es ni el universo (en virtud del axioma cuarto) ni otro uni-
verso, so pena de regresión al infinito.

Ahora bien, por el segundo axioma y en base a la segunda


definición, el primer agente no puede ser una composición de
materia y fuerza, salvo que se quiera que sea «causa sui», lo que
también viola el axioma mencionado en cuarto lugar.

Ha de ser, entonces, o sólo materia, o sólo fuerza, o ninguno de


los dos, sea lo que fuere.

Por el principio de parsimonia (primer axioma) se prefiere la


postulación de lo conocido a la de lo desconocido, con lo que se
destruye la opción última.

Por eliminación:
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

Si el primer agente es sólo material, y por ende extenso y


mutable, estará en el tiempo como infinito en acto (sin causa),
siendo -por el corolario de la proposición primera- razón de
infinitos entes.

Si el primer agente es sólo fuerza, a saber, inextenso e inmutable


(separado de la materia), estará o no estará en el tiempo. En base
a la tercera definición, no puede estarlo, ya que ello implicaría
mutación y materialidad.

Se concluye por el axioma primero que el primer agente es sólo


fuerza y no está en el tiempo.

ARMANDO

Si no está en el tiempo, no existe. Si está en todas partes, es ex-


tenso. Si produjo un mundo material, es un ser material, porque
“las especies producen según su género”.

Por otro lado, si inicialmente definiste el tiempo como una “su-


cesión de momentos, cuyos estados de cosas difieren entre si” y
luego dices que dios no está en el tiempo, se sigue, necesaria-
mente que no hay tiempo en el “mundo espiritual”, o de que en
el mundo espiritual todo ocurre instantáneamente en el infinito, o
de que no podemos distinguir bajo la lupa del tiempo eventos
distintos tales como (Evento 1: la creación de los ángeles; y
Evento 2: la rebelión de Satanás y sus huestes; y Evento 3: la
creación del infierno; y Evento 4: la decisión de crear el univer-
so). Explícanos cómo podría haber mutación en un mundo
inmaterial o espiritual; y si, en realidad, la falta de mutación im-
plica inexistencia del tiempo.

Adicionalmente, si la creación es un proceso temporal, como me


parece que afirmas, X-DIOS no puede causar que Y-UNIVERSO
llegue a ser, a menos que X-DIOS haya existido temporalmente
previo a Y-UNIVERSO, por lo que dios es un ser temporal.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL

Como no está en el tiempo, no empieza ni termina nunca: es eter-


no; como no guarda contacto con la materia, carece de límites: lo
puede todo; como crea el universo sin necesidad, es libre; como,
además, crea el mejor de los mundos posibles (*), posee bondad
en grado máximo.… (*) Extremo cuya prueba reservo a una in-
tervención ulterior.

ARMANDO
Nada de lo que concluyes puede ser verificado; y las verificacio-
nes que los científicos están logrando cada día, apuntan hacia
una naturaleza material de todas las cosas. Nadie ha probado la
existencia de algo tan aparentemente simple y cercano como
“el espíritu” o “el alma” del hombre, o su “naturaleza espiritual”,
o “las almas de los muertos”, y mucho menos la intervención
divina en el mundo que EVIDENCIE su existencia.

Cuando el hombre ya no pudo justificar su ambición excesiva


por el poder, el dinero y el sexo, inventó a los dioses y a la
Teología para dar un respaldo a sus acciones. Solamente “dios”
pudo inspirar masacres como la del 11 de septiembre de 1857
(La Masacre de Mountains Meadow), o la del 11 de septiembre
del 2001 (las Torres Gemelas), o la matanza de la noche de San
Bartolomé, o las torturas de la Santa Inquisición.

Daniel, ¿Creó dios el universo en un punto del tiempo, es decir,


en una millonésima de segundo, o en seis días, o todavía lo está
creando?

Si dios “lo puede todo”, ¿por qué no puede hacerse evidente a


cada generación y a cada persona? ¿Por qué tenemos los huma-
nos que creer a ojos cerrados? ¿No tenemos derecho siquiera a
saber si ese dios es Alá, o Shitala, o Hank o Jehová o Quetzal-
coatl? ¿No tiene un hijo el derecho natural a saber quién es su
padre? ¿o su madre, si se trata de una diosa y no de un dios?.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

EL MEJOR DE LOS MUNDOS POSIBLES


Y mientras llegan tus pruebas de que al crear el universo, dios
“creó el mejor de los mundos posibles”, creo que estás equivoca-
do: habría sido mejor un mundo con el doble de especies de
moscas, ácaros, piojos, chirriscuices (son unos animalitos que
tienen los piojos en la cabeza), alacranes, viruses, bacterias, y
bichos dañinos; con el doble de fallas en las capas tectónicas
para que hubiera más desastres y muriera más gente; y en vez de
una tierra donde el 75% es superficie de mar, con el 2 o 3% de
area continental hubiera sido mucho mejor. Y creo que el 1% de
agua potable es demasiado: hubiera sido suficiente un porcentaje
de .001%. Y si hubiera creado un demonio para cada ser humano
habría sido mejor. Y si dios se tardó 1,000 años en escribir la Bi-
blia, bien podría haberse tomado 5,000 ¿Cuál es el problema?. Y
en vez de crear un millón de billones de astros inhabitables e in-
habitados, podría haber creado un trillón de billones de astros
inútiles. Eso sí que sería “el mejor de los mundos posibles”. ¿Y
en vez de un millar de enfermedades, qué tal un millón?.

Antes de presentar la negativa de la proposición, no puedo sino


asegurar, que, de existir, el dios de la Biblia privilegia la creduli-
dad incondicional sobre el raciocinio (comparemos el sacrificio
de Isaac contra la incredulidad de Tomás), la superstición sobre
el análisis crítico, la ignorancia sobre el conocimiento, la irracio-
nalidad sobre la racionalidad (ejemplos: serpientes, burros y ár-
boles que hablan – y no me refiero a las Fábulas de Esopo). Es el
ignorante y el necio quien pensando que piensa, afirma que “dios
existe”. Pregunto: “¿por qué creó dios a seres humanos tan igno-
rantes que entre más cierran sus ojos y sus oidos, más están se-
guros de que existe dios?”. “¿Por qué la lucha eterna de la iglesia
ha sido mantener a las masas en la ignorancia en vez de ser la
mayor promotora de la educación y el método científico?”.

Si Ockham hubiera aceptado su propia “navaja”, hubiera con-


cluido que dios no existe, que el universo material es todo lo que
existe.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

Newton expresó el mismo principio con estas palabras: «No te-


nemos que aceptar otras causas de los fenómenos naturales que
no sean aquellas que son a la vez verdaderas y suficientes para
explicarlas».

Lo que si no puedo decidir en este momento es la aceptación del


corolario de Hanlon a la navaja de Ockham: “Nunca atribuyas a
la malicia lo que pueda ser explicado por la estupidez». (Citado
por “tormentasdearena”).

UN DIOS BUENO CREA Y SOSTIENE


UN MUNDO LLENO DE MALES

¿Cuántos hombres y mujeres pudieron perecer en el Diluvio,


apenas 9 generaciones desde Adán? Unos cuantos miles. Luego
Jehová hizo la promesa del 9/11 (Génesis 9;11) “No exterminaré
ya mas toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más diluvio
para destruir la tierra”. Pero dios no tiene obligación moral de
cumplir su palabra. Compare los muertos en el diluvio con el
cuarto de millón de muertos de la inundación del Tsunami el 26
de diciembre del 2004. Otro tsunami en China, hace algunos
cientos de años se llevó 800,000 vidas.

Aunque hace más de 2,300 años Protágoras dijo que “en cuanto
a los dioses, no tengo forma de saber si existen o no existen”.
Unos 100 años después Epicuro reflexionó que, si el mal existe
(y existe) y dios es infinitamente bueno (en caso que exista),
entonces dios quisiera quitar el mal pero no puede, o simplemen-
te diso no existe.

En vez de presentar esta contra-propuesta en forma de silogismo,


prefiero, por ahora citar la reflexión de Steven Carr, quien escri-
be: http://stevencarrwork.blogspot.com

“Hay sufrimiento. Algo de este sufrimiento puede reducirse.


Por ejemplo, si alguien está enfermo, curar a esa persona reduci-
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

rá su sufrimiento. La gente trata de reducir el sufrimiento de la


gente que ama, y algunas veces pueden hacerlo.

“Dios nos ama. Por lo tanto, Dios también tratará de reducir


nuestro sufrimiento, y él puede hacer mucho más de lo que la
gente puede hacer.

“Por lo tanto, si hay sufrimiento que puede ser reducido, y


podemos ver que no es reducido, podemos concluir que no
hay un ser omnipotente que quiera reducir nuestro sufrimiento.

“Quizás un ejemplo bíblico nos ayudará. En la parábola del


Buen Samaritano, un hombre es atacado y sufre. Un sacerdote y
un levita pasan por el otro lado y no hacen nada para aliviar su
sufrimiento. Sin embargo, un Samaritano no pasa de largo sino
que ayuda al hombre atacado. ¿Podemos concluir que el sacerdo-
te y el levita no fueron omnibenevolentes? Esa es una de las mo-
ralejas de la historia.

“De la misma forma, si uno de nuestros hijos es atacado por la


leucemia, los doctores y enfermeras no pasarán de largo. Ni los
padres. Solamente Dios pasa de largo. El niño vivirá o morirá,
pero solamente el padre terrenal se encargará del hospital y de
las visitas a cirugía con la esperanza de una cura.

“El Padre Celestial no curará al niño, aunque todo lo que se


requeriría de trabajo sería un movimiento suyo. Tal vez no
ocurre la sanidad porque no hay Padre Celestial que ame al
niño más de lo que lo ama el padre terrenal, y que quiera que
el niño se cure más aún de lo que lo quiere el padre terrenal.

“En su libro El Milagro del Teísmo, JL Mackie concedió que


podría haber algunos males que un dios podría permitir, así
como nosotros nos permitimos molestias menores al visitar al
dentista para evitar mucho mayor sufrimiento después. Mackie
llamó a estos males “males absorbidos” porque llevan a un bien
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

mayor. Sin embargo muchos males no llevan a un bien mayor y


en realidad llevan a un mal mayor. Si hay hambre y sequía, la
gente peleará una con otra por los recursos sobrantes. Si un Dios
todo-amor quisiera prevenir la guerra, un buen comienzo sería
abolir el hambre y la sequía. Mackie sostuvo que frente a estos
males gratuitos, era positivamente irracional creer en un Dios
poderoso que nos ama tanto que movería cielo y tierra para li-
brarnos del sufrimiento innecesario”.

Y cierro el argumento descriptivo citando, de la revista Time,


a Steven Pinker, actualmente profesor en Harvard: «Our own
bodies are riddled with quirks that no competent engineer
would have planned but that disclose a history of trial-and-error
tinkering: a retina installed backward, a seminal duct that hooks
over the ureter like a garden hose snagged on a tree, goose
bumps that uselessly try to warm us by fluffing up long-gone fur.
The moral design of nature is as bungled as its engineering de-
sign. What twisted sadist would have invented a parasite that
blinds millions of people or a gene that covers babies with ex-
cruciating blisters? To adapt a Yiddish expression about God: If
an intelligent designer lived on Earth, people would break his
windows.”

Y esto es lo que dice Ferney Yesyd Rodriguez, en


www.sindioses.org “Durante siglos los judíos oraron a Yahvé pi-
diendo erradicar la viruela de sus aldeas, pero nada ocurrió; los
cristianos durante la Edad Media le pedían lo mismo a Jesucristo
y la virgen María, pero nunca erradicaron la peste; los hindúes
hicieron lo mismo con Shitala Mata. En el México de la conquis-
ta, el misionero español Jerónimo de Mendieta predicó que los
indígenas, quienes morían por miles (al no haber desarrollado
resistencia a la viruela), eran erradicados por “voluntad de
Dios”. Pero aún si los indígenas abrazasen el catolicismo y reza-
sen a Jesucristo, no funcionaba. El físico Carl Sagan dijo respec-
to a las oraciones y los rezos: “Si quieres salvar a tu hijo del po-
lio, puedes rezar o vacunarlo... aplica la ciencia”
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

“Pero el problema respecto a dios (o dioses) no se limita al he-


cho de que estos sólo sean útiles para explicarnos lo desconoci-
do, pues su omnipotencia también queda en entredicho. Supon-
gamos que una noche, mientras regresa a su casa, Ud. ve como
unos malhechores intentan violar a una niña de 3 años. ¿Intenta-
ría Ud. hacer algo para salvarla?. Supongamos que Ud. posee
una pistola y es campeón nacional de tiro, por lo que podría pa-
ralizar al agresor sin temor a herir a la inocente víctima
¿intentaría Ud. hacer algo para salvarla? ¿Y si Ud. fuese Todopo-
deroso, intentaría hacer algo para salvarla? ¡Obviamente de no
hacerlo, sería culpable de la violación por omisión!. Lo mismo
opino respecto a la existencia de un dios (o dioses). ¿Por qué
Dios no hizo nada para evitar que millones de judíos murieran en
los campos de concentración nazi de Auschwitz-Birkenau,
Natzweiler, entre otros, si muchos de los prisioneros le oraban
con lágrimas en sus ojos? ¿No sintió nada por los cientos de ni-
ños muertos por la viruela con sus terribles fiebres y dolores?
¿No son estos casos similares a los de Shitala Mata en cuanto a
lo absurdo de la fe y las explicaciones religiosas?.

CONSIDERACIONES Y PREGUNTAS FINALES

Como escribió Calrence Darrow: “El temor de Dios no es el


principio de la sabiduría. El temor de Dios es la muerte de la sa-
biduría. El escepticismo y la duda llevan al estudio y la investi-
gación, y la investigación es el principio de la sabiduría”.

La misma Biblia prueba que su dios es un dios inútil. Es un dios


parcial, no un dios de la humanidad. Es un dios tribal que toma
preferencias. No es un dios digno de la humanidad.

Este dios, como la misma historia de Abraham lo confirma, es un


dios alcahuete porque hace tratos con alcahuetes. ¿Recuerdas
que Abraham “usaba” a Sara como “gancho” sexual con los
hombres ricos y poderosos? Además, era un ignorante supersti-
cioso con posibles desviaciones mentales (escuchaba voces
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

y creía que le hablaba Dios, y era tan ignorante que fue capaz de
obedecer a esa voz que le daba la órden antinatural de matar a su
propio hijo).

Esta conducta de Abraham es común entre los desequilibrados


mentales. Hace tres años conocimos, por los reportes de prensa
del caso de la señora Deanna Laney, en Tyler, Texas USA, una
devota creyente en el dios de la Biblia, quien mató a su hijo
Josué de 8 años y Lucas de 6 años y dejó herido seriamente a
Aarón de 2 años.

Deanna, de 39 años, dijo que había escuchado la voz de Dios


quien le había ordenado romper el cráneo de sus hijos con rocas.
“Fueron órdenes de Dios”, dijo Deanna. Con toda sangre fría
Deanna cumplió las órdenes del creador del universo el día de
las madres del año 2003.

Su abogado defensor Tonda Curry presentó pruebas de que


Deanna era una mujer profundamente religiosa. Los psiquiatras
testificaron que Deanna creía que ella era escogida divinamente,
así como María había sido escogida por Dios para tener a Cristo,
y que Dios la había escogido para matar a sus hijos como una
prueba de su fe y para servir como testiga del fin del mundo. El
jurado la declaró inocente declarando que era una enferma men-
tal.

Debes de saber, Daniel, por supuesto, que el dios de la Biblia es-


tuvo presente en la matazón y no movió ni un dedo para impedir-
la. ¿Qué se puede esperar de un dios que ordena en la Biblia que
se tome a niños inocentes y se les golpee hasta morir contra las
rocas?

Además, ¿cómo puedes creer lo que dice la Biblia, un libro que


está lleno de tradiciones, ignorancia, mitología, errores, contra-
dicciones y enseñanzas dañinas a la humanidad y contrarias a los
derechos humanos?
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

Adicionalmente: Los que dicen que creen en dios, en realidad no


creen.

Yo me fijo en lo que hacen los “creyentes”, no en lo que dicen.


Platón dijo algo muy certero que es relevante a nuestra discu-
sión:

“Ya hemos establecido sumariamente cuál debe ser el castigo


para los que roban el templo, sea que lo hagan abierta o secreta-
mente. Pero los castigos para las varias clases de insolencia de
palabra o de hecho con respecto a los dioses, los cuales un hom-
bre puede mostrar de palabra o hecho, tienen que ser proclama-
dos después de que proveamos un exordio. Y que sea este:
“Nadie que cree, como lo prescriben las leyes, en la existencia de
los dioses ha realizado aun una acción impía voluntariamente, o
ha dicho una palabra fuera de la ley. Cualquier persona que actúe
de esa manera está en una de tres condiciones: o, primero, no
cree en la proposición citada; o, segundo, el cree que aunque
los dioses existen ellos no tienen interés alguno en los hombres;
o, tercero, el cree que ellos, los dioses, pueden ser ganados fácil-
mente con el soborno de la oración y el sacrificio”.(LAS LE-
YES).

Toma un papel y enlista a 10 amigos que son creyentes en el dios


de la Biblia y medita sobre sus vidas, sus acciones, sus malda-
des, y entenderás plenamente a Platón.

Fue el hombre quien creo a los dioses. La verdad descubierta por


tantos estudiosos de la religión, la filosofía, la psicología, la his-
toria y otras especialidades, es que desde el principio de los
tiempos –hace miles de años, muchos más de los 6,000 que su-
giere la Biblia- el hombre encontró la solución a los misterios de
la naturaleza creando un misterio mayor, los dioses. Jehová es
creación de los judíos. Y, como tu comprenderás, todos los pue-
blos ignorantes se creen el pueblo elegido de sus dioses. Aquí en
México “los verdaderos mexicanos”, según ellos, se creen elegi-
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

dos por la santísima virgen de Guadalupe.

El dios de la Biblia es un creador de cobardes, resignados, etc.


“Es la voluntad de Dios” es la explicación que dan los mediocres
e ignorantes ante los hechos desagradables, dolorosos e inexpli-
cables de la vida. Las enfermedades, los accidentes, las ocurren-
cias felices, todo se deja a “la voluntad de Dios”. Una posible
excepción de cobardía eres tu porque has aceptado un debate se-
rio, formal, extenso, sobre un tema central. Ten la seguridad que
el 99% de los líderes religiosos que dirigen las iglesias de tu ciu-
dad NO ACEPTARIAN UN DEBATE NUNCA. “Les vale”
1 de Pedro 3:15.

La religión es una experiencia puramente subjetiva. Es decir,


existe solamente en tu mente e imaginación. ¿Cómo sabes, que
tu dios te escucha y te responde?. Debes saber que también a los
paganos sus dioses los escuchan y responden (a pesar de que
tampoco existen).

Todas las religiones prosperan en la presencia de la ignorancia, y


propician la superstición, el fanatismo y la intolerancia. ¿Te has
fijado que los pueblos más pobres, ignorantes y supersticiosos
son a la vez los más religiosos? ¿Te has fijado con qué facilidad
se creen las mentiras de los curas y pastores, las mentiras de las
revelaciones, las apariciones, los milagros, etc.?

La ignorancia es tanta que acá en Chihuahua está la Iglesia de


San Jorge, donde se venera la imagen de San Jorge y el Dragón.
Según la Enciclopedia Católica, San Jorge MATO A UN DRA-
GON que asolaba la comarca. Todo suena muy bonito hasta
que PIENSAS UN POCO, solamente un poquitín, y te das cuenta
que NO HAY DRAGONES y nunca los hubo. Y los curas viven
de esa ignorancia, comen de esa ignorancia, y como se dice aquí
entre los pocos intelectuales, tienen los mejores carros, las mejo-
res casas, los mejores vinos, los mejores viajes, los adolescentes
más guapos y las mejores “viejas”.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

Lee la “Apología de la intolerancia religiosa”, para que veas de


lo que son capaces los negadores de la mente y abusadores de la
fe. ¿Por qué crees que América Latina se ha mantenido en el
atraso generalizado? Pues porque así les conviene a los líderes
religiosos amafiados con los líderes políticos.

¿Y dime que fue la tragedia de las Torres Gemelas de Manhattan


sino una demostración clara del fanatismo religioso?

Los líderes religiosos son motivados por las ansias de dinero, po-
der, y sexo. Cuántas historias te podría contar para que reconoz-
cas que las vidas humanas, la integridad del hombre, los valores
supremos de humanidad, son lo que MENOS importa a los
líderes religiosos.

Pero aquí tienes una que se publicó en los periódicos en 2003: se


trata de la institución llamada Incarnation, de Nueva York. Allí
los dueños, líderes religiosos, consintieron en que las millonarias
empresas farmacéuticas hicieran peligrosos experimentos, duran-
te más de 10 años, con más de un centenar de niños HISPANOS
y NEGROS, inyectando potentes cocteles de químicos y radioac-
tivos para descubrir curas del Sida. Los religiosos se han presta-
do siempre a todo lo que huela a dinero.

¿No has leído el libro secreto de los Jesuitas? Contiene valiosas


técnicas para esquilmar a las viejitas beatas y hacerlas que hagan
testamento a favor de la Santa Iglesia. Si no lo tienes te mando
una copia.

¿Y las historias de la Santa Inquisición? Ahora combina esto con


el punto previo y te explicas claramente un suceso como el que
sigue: Acá en en Delicias, Chihuahua, en México, trabajaba un
sacerdote católico llamado Fernando que era homosexual y tuvo
relaciones con un jovencito menor de edad, y con muchos más.
La iglesia lo defendió y ocultó de las autoridades; y las autorida-
des cómplices cerraron el expediente. Luego la Iglesia inició la
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

campaña para “lavar el nombre” del cura, pegando engomados


en losautomóviles con la frase “Estamos Contigo Padre
Fernando”. Nomás les faltó añadirle “Tu Síguele”. Yo he visto
esos engomados.

Además, ese dios de la Biblia en que crees ha sido abogado, au-


tor intelectual y muchas veces ejecutor directo de la más extrema
violencia que pueda haber testificado la humanidad. Ya tendre-
mos tiempo de examinar el diluvio, el exterminio de los
Amalequitas, etc. Es un dios al que la humanidad debería llevar a
juicio. Y, como sabes, le encantan el aplauso, los cánticos de ala-
banza, que se le hinquen, y después te digo qué más le gusta.

Además, el dios de la Biblia es un dios estúpido porque premia


la ignorancia y castiga el uso de la razón. Exige fe ciega y con-
dena la ciencia y el progreso.

Quisiera saber de un solo caso en que un solo líder religioso, de


cualquiera de las más de 10,000 religiones, le ha enseñado a sus
feligreses a tener la mente abierta, a no creer cualquier cosa (sin
importar quien la dice) y a leer los libros y considerar las eviden-
cias que se han publicado en contra de esa religión.

Al contrario, los líderes Mormones enseñan que no se deben leer


escritos en contra de su fe; lo mismo hacen los líderes Católicos,
Adventistas, Testigos de Jehová, Aaronistas, etc. ¿Cuál es el mie-
do?

Está comprobado que la religión ha hecho MAS MAL QUE


BIEN a la humanidad. Todas las grandes barbaries se han hecho
“en el nombre de Dios” y muchísimas de ellas han contado con
la bendición de los líderes religiosos. ¿Recuerdas LAS CRUZA-
DAS y sus atrocidades durante más de 500 años?

La religión desequilibra mentalmente a las personas.


EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

La religión los desprende de la realidad y los envía a un mundo


fantasioso donde los pastores pueden manipularlos a su antojo.
Mira la televisión de los domingos y escucha los programas reli-
giosos de la radio todos los días y te darás cuenta que lo que
impera es la charlatanería y la manipulación psicológica.

Un ejercicio excelente de análisis que te recomiendo hacer es


que asistas a las asambleas de por lo menos 10 religiones distin-
tas y seas un observador desapasionado e imparcial. Te asombra-
rás de lo que se dice en nombre del dios de la Biblia.

PREGUNTAS FINALES PARA DANIEL

Daniel tiene la responsabilidad –este es un debate, no un diálogo


de sordos- de responder estas preguntas:

(1) Los hindús y chinos tienen sus dioses, ¿Quién creó esos dio-
ses?.

(2) ¿Hay errores en la Biblia?.

(3) ¿Puede una persona de inteligencia normal entender la Biblia


y creer en ella o se requiere de intervención supernatural en su
mente, o de un intérprete oficial, para que la persona entienda y
crea?.

(4) ¿Qué pasará con las personas que no creen en el dios de la


Biblia?

(5) ¿En cuál dios creerías si hubieras nacido en China?.

(6) ¿Tienen los ángeles libertad de pensamiento y acción?.

(7) Si el dios de la Biblia es un dios real, seguramente puede pre-


decir el futuro. ¿Puedes probar un solo caso verificable de cum-
plimiento de una profecía bíblica?.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

(8) Si el dios de la Biblia es el mas poderoso de todos, segura-


mente no perderia ninguna batalla. ¿Sabias que en varias ocasio-
nes otros dioses de la region le ganaron al de los judios?

(9) ¿Quién creó a Satanás?

(10) ¿Quién en más poderoso, según los hechos de la historia, el


dios de la Biblia o Satanás?

(11) ¿Es el dios de la Biblia moralmente perfecto?.

(12) ¿Qué significa, exactamente, la omnipotencia del dios de la


Biblia?.

(13) ¿Quién es el creador de los alacranes, los virus, los micro-


bios patógenos, las cobras, los piojos, eclipses, enfermedades,
terremotos?

(14) ¿A quién hay que atender cuando hay contradicción entre


las ciencias y la Biblia?.

(15) ¿Qué harías en este mundo si fueras tu, personalmente, el


dios de la Biblia?.

(16) ¿Cómo sabes que los dioses de los egipcios, mahometanos,


mormones, hindús, chinos y japoneses, no existen?.

(17) ¿Hacia donde voltea dios cuando los inocentes sufren, se


enferman o son torturados?.

(18) ¿Piensas que el Diablo puede hacer algo bueno o usar su


poder para bien de algunas personas?.

(19) ¿Puedes enlistar diez cosas buenas que ha hecho el dios de


la Biblia en este mundo en los últimos 12 meses?.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

(20) Supón por un momento que el dios de la Biblia no existe,


¿cómo te imaginas que el hombre se imaginó por primera vez
que debe haber un dios?.

Preguntas adicionales de David Galeano en


http://www.geocities.com/incredulo666/princip.htm

(21) Si es omnipotente ¿qué le costaría acabar con el hambre


mundial?

(22) ¿Por qué, si dio la vida por nosotros, y es tan misericordio-


so, ahora no hace nada por la mitad del mundo que se está mu-
riendo de hambre?

(23) Si él es tan bueno ¿por qué se lava las manos diciendo que
el mundo está así por nuestra culpa y que para eso nos dio todo?

(24) ¿Por qué nunca escucha las oraciones de los niños de la ca-
lle, de las familias pobres, de los secuestrados, etc... de los millo-
nes de gente que lo necesitan? Según la religión, él si las escucha
pero que todavía no es la hora de cumplirles sus peticiones ¿En-
tonces cuando es la hora? ¿Cuándo la gente se muera de deses-
peración?

Saludos, Armando Ortega.


EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

SEGUNDA AFIRMATIVA DE
DANIEL
MAYO 6, 2006.
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Segundo turno

PROEMIO A ARMANDO

No estimo que hayas logrado impugnar mi argumento, mostrán-


dolo falso. Pero, aunque así fuera, te quedaría la tarea de
rebatirlo, esto es, de probar la contraria. Ni lo uno ni lo otro ha
estado a tu alcance en el primer turno, a mi modo de ver. En este
segundo turno aportaré nuevos argumentos que sustenten mi
tesis, junto con respuestas que debiliten tus objeciones.

Siguen cinco apartados argumentativos (algunos publicados en


su momento fuera de este debate) y un sexto mucho más extenso
para las réplicas a vuelapluma.

I. QUE EL MUNDO ES CREADO POR DIOS

Por lo que se expone:

1) Lo posible es infinitamente mayor que lo existente. Esto vale


tanto si lo existente es finito, infinito o infinito potencial.

2) Todo lo que existe es posible, y en la posibilidad reside su


esencia.

3) Ergo, por 1) y por 2), lo posible no se deriva de lo existente,


pues no hay manera de concebir que lo menor origine a lo mayor
(en términos absolutos), ni se ve de qué modo podría lo real-
efectivo causar su propia condición de posibilidad.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

4) Por la misma razón, en base a 2), lo existente no se deriva de


lo existente.

5) Luego lo existente proviene de Dios -lo no existente- de modo


absoluto. Luego hay Creación.

II. QUE DIOS ES EL AUTOR DEL MEJOR DE LOS MUNDOS

Se prueba:

1. Toda proposición es congruente o absurda.

1.1. Una proposición absurda equivale a una pura contradicción


(por ejemplo, “A = no A”).

1.2. Toda proposición congruente es verdadera o falsa.

1.2.1. Defino “verdad” como no contradicción (“mi madre es


vieja”), y “falsedad” como contradicción parcial ([“mi madre me
dio a luz” + “mi madre aún no ha nacido”] = “mi madre aún no
ha nacido”).

1.3. La más simple de las proposiciones congruentes es la


tautología, que muestra la adecuación entre un sujeto y un
predicado (digamos, “A = A”).

1.3.1. Una tautología siempre es verdadera.

1.4. Por otro lado, las proposiciones no tautológicas expresan la


relación entre las mismas proposiciones (proposiciones
gramaticales) o entre los distintos sucesos en el mundo
(proposiciones fácticas).

1.4.1. Las proposiciones gramaticales sólo afectan al lenguaje, y


no son ni verdaderas ni falsas. Siendo meramente consensuales,
no requieren razón alguna.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

1.4.2. Las proposiciones fácticas afectan a la realidad y son


descritas como verdaderas o falsas.

1.4.2.0.1. Defino “realidad” como la posibilidad de ser, esto es,


como inteligibilidad.

1.4.2.1. Una proposición fáctica puede ser contradictoria o no


contradictoria.

1.4.2.1.1. Toda proposición contradictoria, en tanto que


congruente, es parcialmente ininteligible. Luego es más falsa que
verdadera.

1.4.2.1.2. Toda proposición no contradictoria es inteligible.


Luego es más verdadera que falsa.

1.4.2.2. Una proposición verdadera puede ser actual o inactual.

1.4.2.2.1. Defino “actual” como “existente en este mundo, aquí y


ahora”, e “inactual” como “inexistente en este mundo, aquí y
ahora”.

1.4.2.2.2. En ese caso: ¿Cómo podemos conocer ciertas


proposiciones inactuales si no están en este mundo?

Afirmo que las conocemos porque comparten el mismo estatus


lógico. Es más, dos proposiciones pueden ser igualmente fácticas
y verdaderas y sólo una de ellas ser postulada “a posteriori”
como proposición actual. Sin embargo, no podemos saber “a
priori” por qué esa proposición es actual en lugar de inactual:
Para alcanzar una certeza al respecto, debemos indagar la razón.

Y éste es un buen argumento para dar fe a una Mente Suprema


que, mediante el Principio de Razón Suficiente (PRS), hace que
sólo lo mejor (i.e., lo que implica una mayor racionalidad)
devenga actual. Ahora bien, dado que el PRS no es mejorable,
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

tampoco lo será el mundo que derive de él sin tolerar


excepciones.

Ergo, si Dios hubiera querido evitar completamente el mal,


tendría que haber interactuado constantemente con Su creación
(lo cual probaría que no es la mejor posible) o debería haber
cambiado las reglas, sacrificando el Principio de Razón
Suficiente y, por lo tanto, perdiendo el mejor de los mundos
posibles.

III. QUE LA TRINIDAD ES UNA DOCTRINA VERDADERA

Véase:

A.
Baso mi noción de la Trinidad en tres axiomas:

1) No hay pensamiento sin sujeto pensante, y viceversa, no hay


sujeto pensante sin pensamiento.

2) Nadie puede ser su propio pensamiento, ya que ello conlleva-


ría una contradicción entre el sujeto y el objeto. El sujeto debe
ser siempre mayor que el objeto para comprenderlo.

3) Nada es sin una actividad.

E infiero lo siguiente:

a) Aceptando como autoevidente que “la verdad es la verdad” es


la primera verdad, sabemos que no puede ser deducida a partir
de otra; de donde se sigue que tiene el ser pleno por sí misma, lo
cual implica la existencia.

b) Ahora bien, no puede existir sin una actividad, de modo que


debe pensar y/o ser pensada por alguien.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

c) Es pensada por el Padre, y dicha verdad es el Hijo.

d) El Padre es mayor que el Hijo. Sin embargo, son la misma


realidad, puesto que no hay pensamiento sin sujeto pensante ni
sujeto pensante sin pensamiento.

e) El acto mismo de pensar (distinto a lo pensado y al que


piensa) es el Espíritu Santo.

f) El Hijo hace todo lo que el Padre hace. Luego entiendo la


Trinidad como “El sujeto pensante (Padre) en el acto de pensar y
dejarse pensar (Espíritu Santo) por el pensamiento (Hijo)”.

B.

“‘La verdad es la verdad’ es verdad” forma parte del conjunto de


verdades, en tanto que es verdad, pero sólo de un modo
tangencial, pues no necesita ninguna otra verdad como
fundamento y existe de forma necesaria.

Para que la existencia sea verdad, la verdad debe ser existente.


Lo mismo vale para todas las cualidades. La verdad, entonces, es
lo que es, la suma de lo pensable, “concordantia oppositorum”.

También debe ser eterna. La eternidad es la coherencia entre el


pasado, el presente y el futuro. Dicha coherencia no es ni
pretérita, ni actual, ni venidera: es eterna y es verdad.

Toda verdad debe cumplir tres propiedades: 1) no contradecirse


consigo misma, 2) no contradecirse con las demás verdades y 3)
inferirse de las demás verdades. Dios sólo cumple 1) y 2). De ahí
que esté y no esté en el conjunto de las verdades.

Me inclino a pensar que Dios carece de fundamento. Si Dios


tuviera un fundamento, habría algo lógicamente previo a Dios,
más simple que él, más básico, y por consiguiente, mayor. La
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

verdad es abstractiva, es decir, negativa. Lo más compuesto co-


incide con lo más contingente, con lo innecesario o superfluo.

C.

La Trinidad resuelve el problema de cómo es posible la “creatio


ex nihilo” de lo material desde la plenitud divina, inmaterial.

Los gnósticos proponían una prolación o degradación de Dios


hacia lo material. Antes de ésta, se habrían dado un Silencio y un
Abismo insalvables entre el Creador y la criatura.

La ortodoxia católica objeta a esa concepción la coeternidad de


la Palabra, engendrada de la misma substancia de Dios antes de
todo tiempo. El Verbo divino es, antes de su encarnación,la
Imagen invisible del Creador, pero también es la imagen invis-
ible o racional de todas las criaturas. Ejerce de mediador entre
ambas realidades.

La verdad sería inactiva y no podría crear si no fuese, al mismo


tiempo, expansiva. La verdad autosuficiente, pues, también
implica lo verdadero. En resumen, la Trinidad puede
condensarse en el siguiente aserto: “Que la verdad (Padre) es la
verdad (Hijo) es verdad (Espíritu Santo)”. No existe una forma
más simple de expresar la primera de las proposiciones
verdaderas, fundamento infundado del resto.

Si el Islam o los unitaristas niegan que esa proposición sea


cierta, entonces el se equivocan e incurren en falsedad, lo cual
sólo puede atribuirse a doctrinas de hombres, no a Dios. Si creen
que hay un modo más simple de expresar esa primera
proposición verdadera, muéstrenlo sin demora.

D.
1) Dios no creó el mundo arbitrariamente, sino conforme a ideas
sustentadas en la Verdad.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

2) Dios Padre, sin embargo, no se identifica plenamente con las


ideas coeternas, ya que éstas presuponen un fin creador y un
orden vinculante. Pero el fin de la Creación es accidental con
respecto a la potencia eterna de Dios, inengendrada y
autosubsistente.

Asimismo, la providencia creadora de Dios depende de su


voluntad, no su voluntad de la providencia.

Por último, las ideas son por naturaleza concebibles, mientras


que Dios es absolutamente inconcebible.

3) Cristo es la suma de todas las ideas que tienden a la Creación,


y es también su fundamento engendrado: el Bien, la Verdad, la
Vida.

Dios, empero, es el fundamento de Cristo.

4) Dios, potencia totalmente indeterminada, engendra la Verdad,


potencia absolutamente determinada. Ésta, a su vez, engendra al
Espíritu, que es el acto infinito absolutamente determinado, en
tanto es conforme con la Verdad.

IV. QUE EL ALMA HUMANA ES INMORTAL

La realidad empíricamente considerada -según el dogma


positivista-no se obtiene por derivación de ningún principio
lógico superior que la comprenda. Ése es el motivo por el que no
se la puede definir, sino, a lo sumo, describir. La palabra
“realidad” es un término tan vacío como “ozingobru” si no se
refiere a esta o aquella realidad contemplada. Por eso no sirve
como fundamento de ningún sistema, ya que ella misma, dada su
inconsistencia ontológica, requiere de él.

Somos capaces de abstraer las características generales de los


objetos para aplicarlas a una pluralidad de ellos. Ahora bien,
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

como no hay muchas realidades, sólo una, no es pensable


siquiera una definición de realidad que pueda extrapolarse a
varias. “Perro” viene a ser un vocablo apto a los efectos de una
definición a priori; “realidad” no. No hay nada común con
carácter necesario en dos situaciones reales distintas, pues las
variables tiempo y espacio también son relativas a los estados de
cosas.

Los duros materialistas han esgrimido ese espantajo, la realidad


fenoménica, frente a cualquier conceptualización que escapase
de ella. Sin embargo, a pesar de existir en cuanto tal (“real”
y “existente” son sinónimos), la realidad carece de significación
propia. No puede oponerse a “lo irreal”, porque no hay
impedimento absoluto para que lo que hoy no existe sí exista
mañana. Ergo, no hay “realidad” ni “irrealidad” a priori, sólo
convenciones descriptivas, que es lo que se quería demostrar.

Además, todo ente contiene en su causa formal (para Leibniz es


la mónada) las potencialidades que le llevarán a ser lo que es. Si
algo pudiera llegar a manifestar lo que no es, lo incomposible y
carente de dirección interna, habría de predicarse en ello alguna
cualidad oculta.

Yendo más al fondo: Una mónada no puede cambiar en su ser,


pero sí en lo que es accidental en ella, léase el grado de deseo,
percepción o apercepción. ¿Y qué es el ser de la mónada?. Es el
principio activo (también llamado “voluntad” o “conato”) en la
correlación determinada de percepciones y pensamientos que le
sucederán desde su creación hasta el fin, suponiendo que alguna
vez termine. Es decir, en su ser está la razón suficiente de su
cambio, descompuesta en las cuatro causas aristotélicas.

¿Qué es, pues, la materia? Entre sus propiedades inherentes


están la resistencia, la extensión, la energía, el movimiento y la
diversidad. Afirmar que la propiedad esencial de la materia es el
volumen es un error de bulto. Por un lado, es posible un universo
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

en dos dimensiones. Por el otro, las representaciones abstractas


de no volúmenes son materiales.

Si en lugar de “volumen” se hubiera dicho “extensión”, sería


más cierto, pero no totalmente cierto. Ésta es una de las
características de la materia. Sin embargo, no es la principal, a
saber, la impenetrabilidad o resistencia, que permite que el
movimiento pasivo exista y evita que la materia flote en el vacío.
En definitiva, lo único real en la materia es esta “materialidad” o
cualidad impenetrable que encontramos por doquier.

Ahora bien, la extensión es siempre extensión de algo. No


puedes decir que la extensión se extiende, porque es un absurdo.
¿Qué se extiende, entonces? Lo impenetrable. Luego hay algo
impenetrable e inextenso, con un sitio pero carente de forma, que
es capaz de causar o de actuar en armonía con fenómenos;
fenómenos que como tales ocupan un espacio y un tiempo.

La materia no es una substancia, si definimos esta noción como


lo que puede entenderse por sí mismo. Habida cuenta de que la
materia, es decir, cualquier cuerpo, remite a una infinidad de
cuerpos adyacentes, no puede considerarse substancial.

Por lo demás, de acuerdo con añadir a la definición los


conceptos de energía, movimiento y diversidad, inherentes a la
materia.

Después de leer estas líneas del texto leibniziano procedepregun-


tarse cómo puede ser impenetrable algo inextenso. Y uno se topa
con la siguiente paradoja: Las mónadas son materia, ya que están
en todas partes; no hay ni una mínima porción de extensión sin
mónadas. Las mónadas son, pues, el lleno absoluto, y no ob-
stante son inextensas. Pero ello no significa que sean, por su
función, nulas (dado que proyectan fuerza); ni, por el lugar,
inmateriales (puesto que acompañan a la materia); ni, por la
naturaleza, materiales (habida cuenta de que no interactúan con
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

nada físico).

La materialidad extensa consistiría en la cualidad de impen-


etrable de lo inextenso -la mónada, sin puertas ni ventanas-
transmitida pasivamente a razón de sucesiones de movimientos
que, junto con la percepción y la apercepción, integran el
proceder activo. Ahora bien, la mónada no puede permanecer
ubicada en lo que ella hipotéticamente genera, la extensión
misma, antes del acto generador, acaecido en el tiempo. De
manera que extensión y mónada coexisten acausalmente y por
creación intemporal, pese a vincularse de forma recíproca según
las apariencias.

En resumen, se afirma que la materia es extensa, pero no sólo


extensa. Está formada de mónadas inextensas. Luego ¿es extensa
e inextensa? No, ya que la función de la mónada es constituir la
materia, sin que pueda decirse que ésta sea nada en concreto. La
clave es saltar de la afirmación “la materia es h o es b” a la
negación rotunda: “la materia no es”.

En Física la materia es la característica compartida por los


objetos que constituyen el Universo observable. Tiene cinco
propiedades que juntas la definen y son: la resistencia, el
movimiento, la extensión, la energía, y la diversidad. Las tres
primeras no se atribuyen exclusivamente a la materia; sí las dos
últimas. Por ejemplo, se da resistencia sin materia en los campos
de fuerza; movimiento sin materia en la imaginación; y
extensión sin materia en las líneas geométricas. En cambio, sólo
puede hablarse de energía y de diversidad (al menos de
diversidad observable) si se presupone a aquélla.

Para más detalles, ver el artículo “Monadología” en la


Wikipedia, firmado por mí a día de hoy.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

V. QUE EL DOGMA CRISTIANO ES HASTA CIERTO


PUNTO VERIFICABLE Y SE DEBE RECHAZAR EL
ATEÍSMO

V.1. La fe cristiana es racional.

A los que esgrimen que la fe cristiana no es racional podría


contestarse que el monoteísmo estricto tampoco exige fe, sino
aplicar la razón como lo hicieron los filósofos griegos,
fundadores de la teología. Y, de hecho, el cristianismo -con sus
sobreañadidos mistéricos o revelados- requiere menos fe de la
que pensamos, entendiendo ésta como un salto en el vacío. La fe
simple, el símbolo apostólico o credo, se limita a resumir la
verdad del destino del hombre en sencillas aseveraciones al
alcance de cualquier creyente, al tiempo que la resguarda de
ateos y profanos.

Así, vemos que:

1) Existe una diferencia de naturaleza y no de grado entre el


politeísmo y el monoteísmo. Aquél multiplica sin razón las
causas primeras, divide el universo y, o bien niega la
omnipotencia al hacer dioses equipotentes, o bien se invalida al
obligarlos a descender de otros dioses, negándoles su carácter
primario e inmaterial. Luego, “sensu contrario”, sólo podemos
dar por buenas las hipótesis monoteísta y atea.

2) El dogma de la Creación por un agente espiritual con las


características de Dios es acorde a la Navaja de Ockham y a la
relación entre el conjunto de verdades posibles y el conjunto de
verdades efectivas. Con lo que se excluye la hipótesis
materialista.

3) El dogma de la Encarnación en vistas a redimir nuestra


naturaleza pecaminosa (ya discutida) se sigue de la infinita
bondad de Dios, postulada necesariamente en tanto que es autor
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

del mejor de los mundos. Esto elimina la creencias musulmana y


maniquea.

4) La posible divinidad de un hombre, de la “comunicación de


lenguajes” y de la mayor plausibilidad del dogma trinitario según
la definición del Ser Supremo. Lo cual acaba con la fe unitarista.

5) La divinidad efectiva de Jesús, pese a no ser


demostrativamente cierta, se infiere con certeza moral tanto de la
autenticidad de su doctrina como de la coherencia de su vida
pública, narrada por testigos fiables; y, en particular, del milagro
de su autorresurrección. Ello refuta a la secta ebionita y al
judaísmo en general.

6) Otros dogmas como el de la eucaristía son translaciones


atípicas (para nuestro modo de entender), pero aceptables “a
priori”, de la multilocación de los cuerpos y el principio de
organicidad. Cae derrotado el zwingliano.

7) La gracia es verdadera, pues todo ser finito necesita una


infusión de ciencia o clarividencia, por pequeña que sea, para
anhelar el fundamento indeducible de lo que ignora. Y ello no
puede venir ni de lo empírico aconceptual, ni de sí mismo ni de
los miembros de su especie en idénticas condiciones. Se rechaza,
pues, la tesis pelagiana.

8) La inmortalidad y libertad del alma viene dada por la teoría


monadológica. Quedan fuera saduceos y luteranos.

9) La fe en la resurrección de los muertos tampoco contradice


ninguna ley, ya que toda máquina es reparable.Se vence así al
naturalismo y al buddhismo.

10) Por último, el cielo y el infierno, bien entendidos,


presuponen la transformación del universo y la subordinación de
las causas eficientes a las finales en los seres libres y salvos (que
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

sólo desearán lo que razonen), y la inversa para los réprobos


(que sólo razonarán lo que deseen). Lo cual conviene a la
justicia y no es imposible para el Creador de todo.

Con lo que el ateísmo, herejía de herejías, cede en todos los


puntos.

V.2. La fe atea es irracional.

El agnosticismo no es una creencia, sino un estado de búsqueda.


Éste, a su vez, se desdobla en dos actitudes: el que busca porque
quiere encontrar y el que lo hace para confirmarse en su ateísmo.
El primero es creyente, aunque a un nivel bajo (presupone la
posible existencia de lo que busca, luego conserva la esperanza
de encontrar), y el segundo es ateo.

Aunque a menudo se presente con ciertas ínfulas intelectuales, el


ateísmo no es más racional que cualquier otra creencia. Y no es
que el ateísmo sea una creencia más, sino que, como demostraré,
es una inconsecuente y ridícula amalgama de creencias
anteriores. Dichas creencias, no declaradas y fundidas en vistas
al objetivo anacrónico de acabar con la doctrina oficial de la
Iglesia, integran lo que nos viene a las mientes cuando hablamos
de “pensamiento ateo”, “cosmovisión atea” o “ideología atea”.
Ésta se concibe a sí misma como una especie de internaciona-
lismo antiespiritual, cuyo cometido más destacable es calumniar
todo lo que huela a beato, asociándolo con la estupidez y los más
bajos instintos del ser humano. Obviamente el ateo es un santo.
Más aún, alguien autosantificado, ya que de ordinario no
reconoce instancias superiores. Sin embargo, el conjunto de no
ateos, sus enemigos naturales, son eternos sospechosos de
traición a no se sabe muy bien qué.

Los grandes espíritus que se distinguieron por su defensa de la fe


y la religión fueron, según nos narran estos nuevos iluminados,
fanáticos y opresores, malvados e hipócritas, absurdos e
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ignorantes o, siendo comprensivos, pobres infelices que erraron


necesariamente al no haber podido vivir en los tiempos de la
Ilustración. Pues bien, me dispongo a acabar con tanta palabrería
y a romper una lanza en favor de los creyentes, de los acosados
por usar “erróneamente” su libertad de pensamiento.

Seré breve. El ateísmo se remonta a muchas y muy contradic-


torias fuentes. Resulta instructivo, pues, condensarlas en un solo
párrafo a fin de apreciar el grado de solidez de una doctrina que
se base en todas ellas al mismo tiempo. El ateo está acostum-
brado a juzgar, pero poco o nada a ser interrogado por sus
creencias, en teoría inexistentes. Procedamos acto seguido a
diseccionar esta falacia de la “no creencia”:

1) La primera fuente de la que bebe el ateísmo es el buddhismo,


cuya noción principal, el Dharma o Vacío Absoluto, impregna
todas aquellas consideraciones que podrían incluirse en una
corriente mayor: el nihilismo, la negación radical de la
trascendencia. Sólo existe una diferencia en la formulación de la
misma por parte del ateo, pues en vez de afirmarse, como haría
un buddhista, que la Nada Absoluta es la Verdad, se afirma que
nada es una verdad absoluta, lo cual conlleva decir
prácticamente lo mismo pero con un énfasis atenuado.

2) Otro afluente de la profesión de fe atea es el luteranismo, es


decir, la asociación de la verdad objetiva con la certeza
subjetiva, excluyéndose mediadores entre el perceptor y la cosa
en sí. Todas las consecuencias del libre examen se aplican a la
concepción que el ateo tiene de la verdad: “mi creencia es la
correcta, en tanto que sólo yo sé lo que me conviene [pero nadie
habla sólo por sí mismo], mi interpretación de la Biblia es la más
veraz, mi visión de la historia es la más aproximada, mi
concepción del mundo es la más realista, etc.”. Pero este punto 2
se contradice abiertamente con el 1, ya que se pasa de afirmar la
nulidad de todos los puntos de vista parciales a hipostasiarlos y
tomarlos como absolutos.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

3) El siguiente movimiento a tener en cuenta es el difuso


escepticismo o agnosticismo, que normalmente se expresa en
estos términos: la verdad absoluta es absolutamente extrínseca al
hombre, ser relativo e histórico (noumenismo). Este punto 3 se
contradice con el 2, ya que de afirmar la preeminencia de
nuestras convicciones por encima de las de los demás pasamos a
relativizarlas completamente en aras de una cosa en sí
inaccesible.

4) Un nuevo credo a añadir a los ya citados sería el del


maniqueísmo, cuya máxima vendría a ser: “El mundo es
imperfecto, en tanto que nos causa sufrimientos. Luego el mundo
no puede haber sido creado por un Dios perfecto y bueno, sino
más bien por un Dios malvado o imperfecto. Nosotros, los per-
fectos, no somos de este mundo”. Pero hete aquí que hallamos
una contradicción más. Este punto 4 choca frontalmente con el 3,
ya que dejamos de asociar la verdad con la cosa en sí para
predicarla del sujeto, al que se atribuyen los sufrimientos.

5) Sigo aún con el recuento. El próximo factor a considerar es el


hedonismo o positivismo. La tesis principal de éste es que la
verdad está en el mundo, y que todo lo que lo trascienda es
forzosamente falso, pues los hombres viven en el mundo. Huelga
decir que se da una nueva contradicción del punto 5 con el ante-
rior, el punto 4, de modo que lo que antes se ha vinculado con el
mal absoluto (el mundo, fuente de dolor) ahora es la verdad
absoluta, y lo que antes tenía el valor de verdad (el anhelo de
una felicidad perfecta) es ahora una parte del mundo.

6) Finalizo la retahíla refiriéndome al cinismo, doctrina que


sostiene que los valores establecidos son malos y han perdido su
vigencia, por lo que, para cambiar el mundo, debemos
trascenderlos y rebelarnos contra lo dado. El punto 6, en efecto,
vuelve a chocar con su precedente, el 5, recobrándose la
trascendencia frente a la inmanencia.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

El ateísmo también tiene su ortodoxia. Un ateo que no creyera en


Dios pero sostuviese el orden inmejorable del mundo, la
mediocridad del placer sensible, la universalidad de la justicia y
la inmortalidad del alma, ese tal sería un cristiano práctico y
acabaría sufriendo el recelo de sus camaradas, que muy
probablemente, por más que jurase y perjurase, no lo iban a tener
por uno de los suyos.

Conclusión: el ateísmo es una religión de religiones que,


saltando de oca en oca, se permite ejercer una crítica implacable
sobre todas las demás. La incongruencia es, sin duda, un valor en
alza.

VI. SOBRE TUS AFIRMACIONES

ARMANDO:

> El problema principal con nuestro tema en debate


> es el concepto mismo de “dios”. No es posible
> definir a una “persona” que no se puede ver,
> tocar o percibir con los sentidos. Y un “ser” que
> no “es”, como nosotros “somos”, no pasa de
> ser una quimera. ¿Quién puede probar que existe
> un “espíritu”, un “gran espíritu”, un “fantasma” o
> “un gran fantasma”. Nadie que comprenda el tiempo
> puede concebir a un “ser personal” sin tiempo.
> Nadie que comprenda la material puede concebir,
> racionalmente, a un “ser inmaterial”. Nadie que
> comprenda la fuerza puede concebir una “fuerza infinita”.

DANIEL:

No es necesario que sigas. Estoy de acuerdo contigo: Dios es


incomprensible, pero no contiene incongruencias. Sólo puede
vislumbrarse su noción negativamente, suprimiendo toda
limitación en sus atributos. Dios es la autoforma.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> Un dios con los atributos enlistados arriba, simplemente


> se volvería loco,

DANIEL:

Es un “non sequitur”.

ARMANDO:

> En palabras de Clarence Darrow: “Pienso que es


> imposible para la mente humana creer en un objeto
> o cosa a menos que pueda formarse un cuadro mental
> de tal objeto o cosa. Puesto que el hombre ha dejado
> de adorar abiertamente a un Dios antropomórfico

DANIEL:

¿Como los dioses que se vuelven locos?

ARMANDO:

> y ha hablado vagamente y no inteligiblemente acerca


> de cierta fuerza en el universo, no puede decirse que
> cree en Dios. Uno no puede creer en una fuerza excepto
> como una fuerza que penetra la materia y no es una
> entidad individual”.

DANIEL:

¿Por qué no?


EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> Por ello, MI PRIMER CONTRA-ARGUMENTO,


> hace referencia a la imposibilidad de concebir el
> concepto mismo de un “dios”. Sobre todo, del dios de
> Daniel. Este contra-argumento se refiere a la definición
> misma del “ser” en cuestión. Es responsabilidad de
> Daniel demostrarnos que su concepto de “dios” es coherente.

DANIEL:

Toda la teología cristiana y yo te lo concedemos sin rechistar:


Dios no puede concebirse.

ARMANDO:

> Sin embargo, para seguir con el debate, hagamos


> como que el concepto de “dios” es inteligible, y
> como que sabemos de que estamos hablando.

DANIEL:

Hay que matizar: Dios es parcialmente ininteligible.

ARMANDO:

> Hay que tener cuidado con las navajas, porque nos
> podemos cortar.

DANIEL:

Procura que no me corte yo y sangres tú.

ARMANDO:

> La “navaja” de William de Ockham


EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

> es solamente una guía para que los pensadores decidan


> cuál es la explicación más probable de un hecho.

DANIEL:

No sólo eso: es un principio básico del conocimiento. Pero, si


tan liviana os parece ahora, renunciad a ella para cercenar la
ontología, ya que es manifiesto que no está de vuestra parte.

De todos modos, yo sí la considero una piedra de toque


irrenunciable: la de la razón suficiente. Decir que determinados
sucesos ocurren sin razón, o multiplicar las razones de forma
arbitraria (sin base lógica o empírica), es negar la posibilidad de
ciencia, hacerla inútil.

ARMANDO:

> Pero imagínate la “navaja” en las


> manos de un ignorante, un crédulo, un supersticioso,
> o un fanático: mira a su alrededor y contempla la
> “perfección” de este mundo y concluye: “Esto debe
> haberlo hecho un Dios eterno, inmaterial, omnipotente,
> libre y sumamente bueno”.

DANIEL:

¿Y cómo decidimos que es “un ignorante, un crédulo, un


supersticioso o un fanático” si no es porque aplicamos antes la
Navaja?

ARMANDO:

> Si, según Ockham, debe


> preferirse la explicación más sencilla que se acomoda
> a todos los hechos, estos hombres primitivos tenían
> muy pocos hechos disponibles (hoy tenemos más;
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

> pero seguramente no los tenemos todos, apenas los


> estamos descubriendo). La fe es celosa y casi
> nunca le da cabida a la razón.

DANIEL:

Que hoy dispongamos de más hechos analizables que en el


pasado no implica que éstos nos permitan llegar a una certeza en
dicho punto esencial.

ARMANDO:

> Dices que “si dos entes son idénticos en todos los
> aspectos, la hipótesis más simple es la que afirma
> que se trata del mismo ente”. Contéstame: ¿Son
> “entes” el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo?”.
> Si lo son, ¿Se trata del mismo ente?. Si se trata
> del mismo ente, ¿No cae la Biblia en
> contradicciones?. Si no son el mismo ente,
> ¿Enseña la Biblia que existen TRES DIOSES?,

DANIEL:

Estás contestado en la sección III de este segundo turno.

ARMANDO:

> Luis Vignolo tiene razón cuando anota: “Este


> principio está mal expresado. Por más “idénticos”
> que sean no pueden ser “el mismo ente”, a lo
> sumo serán “dos entes **distintos** pero iguales”.

DANIEL:

Si dos elementos son idénticos y, no obstante, no son el mismo,


es que presupones al menos en uno de ellos alguna cualidad
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

oculta. Porque el mero hecho de estar en lugares y en tiempos


distintos no puede ser factor de diferenciación, como vio Leibniz
y, siglos más tarde, Einstein.

ARMANDO:

> Contéstame: (1) ¿Cómo sabes que algo requiere


> causa o que no la requiere?, y

DANIEL:

Basta con saber si es o no lógicamente necesario. Si no lo es, de


su no existencia no se sigue una contradicción, por lo que su
existencia ha de deberse a un elemento extra-lógico, “a poste-
riori”, como son las causas.

ARMANDO:

> (2) ¿No es necesario


> primero probar que Dios existe y luego empezar
> a investigar si requiere causa o no?

DANIEL:

Si definimos a Dios como la razón primera, la razón pura


autosostenida y autocontenida, es absurdo hacerse esa pregunta.

ARMANDO:

> ¿Admites la posibilidad de que en un caso de


> singularidad ocurrieran al mismo tiempo
> las causas y los efectos?

DANIEL:

No. El tiempo es el orden sucesivo de las causas, así como el


EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

espacio es su orden extensivo. Si A ocurriese siempre al mismo


tiempo que B, es decir, si un proceso “causal” se desarrollara en
un tiempo nulo, no habría causación, sino simultaneidad y
armonía preestablecida entre sus elementos, cuya correlación no
dependería de ellos mismos.

ARMANDO:

> ¿Esto de que “nada que requiera causa es su


> propia causa” se aplica también al “mundo espiritual”,
> o solamente al “universo material”?

DANIEL:

A absolutamente todo el universo, e incluso al propio Dios.

ARMANDO:

> El dios de la Biblia es solamente uno de los muchos


> Elohim que se mencionan en el Antiguo Testamento;
> es material (tiene espalda, manos, etc.);

DANIEL:

Eso son figuras retóricas.

ARMANDO:

> puede
> algunas cosas, pero no todo;

DANIEL:

Puede todo lo posible para cualquier sujeto activo. Lo imposible


en sí, como es obvio, no lo puede.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> es libertino; es
> ignorante; es irresponsable; fomenta la ignorancia,
> la credulidad, la superstición, el fanatismo, el
> exterminio étnico, el aborto, el asesinato y otros
> males como la discrimiación sexual y la esclavitud;

DANIEL:

Todo esto son suposiciones de tu particular interpretación de la


Biblia que, como sabes, no es la única; y, como sospechas,
tampoco es la más coherente a partir de la hermenéutica del
sentido oculto de las palabras, siguiendo un criterio sistemático.

ARMANDO:

> es sumamente rencoroso, celoso y vengativo; es


> un dios tribal; tiene una moral condenable por
> cualquier estándar humanista de valores; y va a
> quemar en el infierno al 99.9 % de la humanidad.

DANIEL:

Dime, ¿alguien puede hacerse merecedor de la vida?

No, porque para ser merecedor o sujeto de derechos hay que


existir. Y, si no vives, no existes. Si no existes, no eres
merecedor de nada, ergo tampoco de la vida.

Luego la vida es un regalo para los que la adquieren. No


tenemos derechos sobre ella, salvo el derecho natural frente al
resto de criaturas, ya sea a engendrarlas o a defendernos de ellas;
pero jamás frente al Creador que nos la ha dado en términos
absolutos.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

Respecto a la orden divina de cometer homicidio, decir que Dios


puede modular o incluso suspender sus preceptos cuando así
conviene a la Providencia, de la misma manera que a veces es
más atinado interpretar una ley casuísticamente que aplicarla con
todo su rigor literal, puesto que en el último caso se frustraría su
objeto.

De lo que se sigue que Dios no puede dictar preceptos injustos.


Sin embargo, Dios puede quitarnos la vida, u ordenar por decreto
que se nos quite, y continuar siendo justo.

Es más, si presuponemos que él es el Ser justo por antonomasia,


será preciso concluir que con ello se evitan males mayores.

En lo tocante a las penas eternas, ya he sentado en otra parte por


qué Dios debe juzgarnos una sola vez y no muchas. Supongamos
a un Dios que prorrogase en una ocasión la posibilidad de
enmienda de los hombres. ¿Qué le impediría hacerlo infinitas
veces más? ¿Qué premura tendríamos para convertirnos en ese
caso? ¿Y qué garantía de que los que han escapado al castigo lo
han hecho por perseguir la virtud y no por miedo a que les
atormenten, o por simple aburrimiento ante la insistencia
redentora proyectándose en la eternidad?

ARMANDO:

> Preguntas a Daniel:


> (1) ¿Es eterno el Padre? ¿Es eterno el Hijo?
> ¿Es eterno el Espíritu Santo?
> (2) ¿Son estos ellos un solo ser o tres seres?
> (3) ¿Son ellos tres dioses?

DANIEL:

Como se ha dicho, quedan contestadas en el apartado III.


EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> (4) ¿Puede alguien dar lo que no tiene? ¿Puede


> un “ser inmaterial” crear un “universo material”? ¿Cómo?

DANIEL:

La materia es sólo una tensión externa o ex-tensión de la fuerza.


No posee ser en sí misma, no es nada que no esté ya en la fuerza
de modo singular y formal. Es, en fin, la repetición espacial y
fenoménica de la mónada mediante sus acciones (contrástese con
lo establecido en el apartado IV de este turno).

ARMANDO:

> (5) ¿Qué tanto sirve la omnipotencia si quien


> la tiene no puede usarla?

DANIEL:

Que Dios no la use con el mundo –salvo en el momento de la


Creación- no significa que no la utilice con otros objetos (Dios
mismo) o que no pueda usarla.

ARMANDO:

> (6) ¿Puedes mencionar diez cosas que harías,


> Daniel, si tuvieras omnipotencia? ¿Por qué las
> harías tú y dios no puede hacerlas?

DANIEL:

Yo podría tener omnipotencia y carecer de infinita sabiduría y


bondad. Entonces sería un monstruo.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> (7) Si dios intervino para crear el universo,


> ¿no podría intervenir para darle una “arregladita”?

DANIEL:

No, según he mostrado en el apartado II.

ARMANDO:

> (8) ¿Qué tan libre es dios? (atención: veremos:


> cómo la Teología es capaz de partir un pelo en tres).

DANIEL:

La máxima libertad consiste en actuar sabia e


irreprochablemente de manera espontánea.

ARMANDO:

> (9) ¿Cómo se concilia la existencia del limbo,


> del purgatorio y del infierno con el carácter
> sumamente bueno de dios?

DANIEL:

He dado satisfacción a esta duda escasas líneas más arriba.

ARMANDO:

> (10) ¿Qué tan sana lógica es la lógica divina


> al afirmar que si alguien “no cree a Moisés y
> a los profetas”, tampoco se arrepentirá aunque
> alguno se levantara de los muertos?
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

> ¿Se le permiten a dios las falacias lógicas?.

DANIEL:

Ídem.

ARMANDO:

> (11) Si fueras dios, ¿cómo revelarías tu


> existencia a los seres humanos?.

DANIEL:

No soy Dios, luego carezco de la sabiduría necesaria para


contestar.

ARMANDO:

> (12) ¿Quién es el amo, señor y gobernante del mundo?

DANIEL:

Dios lo es de pleno derecho, aunque lo ceda en precario a sus


criaturas.

ARMANDO:

> (14) ¿Quién es el responsable del mal y la adversidad


> que hay en el mundo?

DANIEL:

Todo aquel que, pudiendo actuar de otra manera, introduce


imperfección y desorden en lo creado.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> (15) ¿Quién es el principal cómplice del “Gran Tentador”?

DANIEL:

Cualquier criatura que acepte ser tentada y sucumba.

ARMANDO:

> (16) ¿Puede un ser divino ser “sumamente bueno


> y misericordioso” y a la vez ser justo?

DANIEL:

Sí, si por misericordia se entiende: 1) sostener gratuitamente la


Creación; 2) remitir por méritos ajenos los pecados propios; 3)
tardar en castigar a los malos, ofreciéndoles tiempo para su
conversión, y 4) tras la muerte, dar a los buenos más de lo que se
merecen.

En resumen: no puede haber injusticia donde no hay perjuicio


arbitrario y donde el beneficio favorece al conjunto total.

ARMANDO:

> (17) ¿Era Judas y su traición parte del plan de dios?

DANIEL:

Obviamente.

ARMANDO:

> ¿Qué pasaría si Judas se negara a traicionar a Jesús?


> ¿Tenía libertad de hacerlo?
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

Sí. Y Dios ya había previsto cómo se decantaría dicha libertad.

ARMANDO:

> (18) ¿Tienen los angeles libertad para desobedecer a dios?

DANIEL:

¿Tiene el sabio libertad para decir necedades? Sí, pero no la usa


nunca, salvo que se vuelva loco.

ARMANDO:

> (19) ¿Tienen los demonios libertad para arrepentirse


> y “salvarse”?

DANIEL:

No, los demonios ya están condenados. Conociendo a Dios, han


optado por despreciar su autoridad y arrogársela para sí. No hay
que esperar al Juicio, puesto que en ellos ha operado ya “motu
proprio”, o tal vez por decreto divino, la desnaturalización que
sucederá a los réprobos tras levantarse de entre los muertos.
Sólo se puede explicar esta actitud de una manera: están locos,
aunque sus desvaríos sean dentro de lo que cabe racionales y
premeditados. No es de extrañar que los posesos cometan
insensateces por influjo suyo; o que los ateos acusen a Dios y
jamás al Diablo.

ARMANDO:

> (20) ¿Son los angeles y demonios infinitos?


EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

No lo sé, pero me parece una cuestión de escasa relevancia.

ARMANDO:

> (21) ¿Quién ganaría una partida de ajedrez


> entre el Padre y el Hijo?

DANIEL:

Planteárselo es una estupidez. La sabiduría no puede combatir


contra sí misma.

ARMANDO:

> (22) ¿Cómo deben los cristianos tratar a los herejes?

DANIEL:

En primer lugar, reconveniéndolos e instándoles a seguir la


tradición. En segundo lugar, si persisten, refutando sus
novedades con razones y con la Escritura. En tercer lugar,
cuando no haya más remedio, promoviendo su excomunión y
separación del resto de fieles, si el Papa lo estima oportuno.

ARMANDO:

> (23) ¿Dónde está la moralidad de las conversiones


> forzadas que los conquistadores realizaron en América?

DANIEL:

No hay moralidad en las conversiones forzosas: es doctrina


católica. Pero no todas fueron así, ni siquiera la mayoría.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> (24) ¿Cómo deben los creyentes en dios tratar


> a las brujas y a los adivinos?

DANIEL:

Como a dementes o mentirosos, salvo que invoquen al Diablo.


En este caso, deben evitar su contacto y rezar por ellos.

ARMANDO:

> (25) ¿Puede el Diablo crear algo material


> –tal como un sistema planetario?

DANIEL:

Nadie salvo Dios puede crear un solo átomo.

ARMANDO:

> (26) ¿Puede estar un “demonio” en dos lugares a la vez?

DANIEL:

Todos los cuerpos pueden estar en infinitos lugares a la vez. Y


los demonios tienen cuerpo, aunque sutil.

ARMANDO:

> (27) ¿Es moral y razonable la doctrina del pecado original?

DANIEL:

Absolutamente, lo cual demuestra una vez más la falsedad del


Islam. Lo probaré en otro momento, si quieres.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> (28) ¿Es justa y razonable la doctrina de la redención?

DANIEL:

Sí, ya he hablado de ella.

ARMANDO:

> (29) ¿Es cierto que, como dios “inspiró” a Lucas


> a escribir –capítulo 3- que hubo solamente 61
> generaciones entre Adán y Cristo?

DANIEL:

Si Adán existió y no se trata sólo de una alegoría (yo me inclino


por este partido), está claro que no puede ser el primer hombre.

La genealogía de Cristo tiene dos funciones: hacer descender a


Cristo de Abraham, por su condición de Mesías, y vincularlo a
todo el género humano mediante Adán. En su composición se
utilizaron los conocimientos de la época. La revelación en vida
debe ser parcial para que la inteligencia no se aletargue y
aprenda a indagar por su cuenta.

ARMANDO:

> (30) ¿Probarían algo los errores de la Biblia


> con respecto a la existencia del dios de la Biblia?

DANIEL:

Depende de la clase de error. Si un dogma se demostrara falso,


habría que redefinir al Dios del credo actual.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> Dios es una invención de la imaginación humana,


> por sus ignorancia y sus temores. Los hombres
> crearon a los dioses.

DANIEL:

Por “su ignorancia y sus temores” el hombre inventó la ciencia


médica y la política. Las prácticas religiosas también tuvieron
este origen desde un prisma antropológico que rechace la
revelación. Pero, con todo, incluir a ambas en la historia –
revelación e ignorancia- no es nada indigno.

ARMANDO:

> Con “composición temporal”, ¿te refieres


> solamente al origen o también al destino?
> Eclesiastés 1:4 dice que “la tierra permanece
> para siempre”.

DANIEL:

Me refiero al origen y al presente. El Eclesiastés dice bien.

ARMANDO:

> Si es una referencia al origen, ¿existía dios


> antes del acto de la creación?.

DANIEL:

Dios existe siempre.


EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> Dios, en su devenir atemporal, no es el mismo


> ente unitario, sino tantos como momentos
> queramos tomar en su existencia. Corolario:
> Dios tiene un comienzo atemporal.

DANIEL:

“Devenir atemporal” es un oxímoron, lo ve un niño. No hace


falta examinar el resto.

ARMANDO:

> ¿Tienen los angeles y demonios


> un comienzo temporal o atemporal?.

DANIEL:

El comienzo sólo puede ser temporal. En el orden atemporal sólo


podemos hablar de prioridad lógica.

ARMANDO:

> Daniel, espero una exposición más clara del


> argumento para contestarlo. La existencia del
> universo es evidente. No la de dios.

DANIEL:

Tampoco la del universo eterno que, como la hipótesis de Dios,


es parcialmente ininteligible. Pero aquélla, además, es
antieconómica e inelegante.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> Luis, anota: “Ante la disyuntiva de un universo


> material increado y eterno, que existe y es
> perceptible por todos, y creer en un dios creador
> que nadie puede percibir más allá de la imaginación
> y ni aún definir y estudiar en su naturaleza y
> esencia, la hipótesis más simple, realista y concreta
> es la de que ese universo material es el ser y no otro”.

DANIEL:

Luis anota mal. La eternidad del universo no puede ser percibida


por todos. Si se da, ningún hombre la percibe: es una mera
suposición.

ARMANDO:

> Daniel, ¿Por qué no aplicas a dios los mismos axiomas,


> proposiciones, corolarios y demostraciones que aplicas al
> universo?

DANIEL:

Porque son objetos heterogéneos. Hay un límite en el escrutinio


racional. Puedes preguntar “¿por qué?”, pero no está permitido
que inquieras “¿por qué `por qué’?”. Observa que la pregunta sin
fin es la táctica que utilizan muchos niños para no darse por
vencidos en una discusión. Así también los ateos.

ARMANDO:

> La posible existencia de universos múltiples, adelantada


> por los físicos modernos, y aun en estudio, puede ser más
> compleja que la existencia de un solo universo; pero eso
> no significa que sea ilógica o absurda.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

No es ilógica por implicar varios mundos, si se demuestra su


necesidad. Pero es que tal cosa no es posible. ¿Qué separaría a
esos mundos? ¿El espacio? ¿Acaso el tiempo? Alguien se ha
tomado a Hume demasiado en serio. Al lado de estos fabuladores
los presocráticos parecen los más juiciosos entre los hombres.

ARMANDO:

> No se permite hablar de dos infinitos, uno en potencia


> y otro actual. De otra manera, contéstame, ¿la infinitud
> de dios es actual o potencial?

DANIEL:

Actual, dado que todo lo puede.

ARMANDO:

> ¿Y quién o qué fue la causa de dios? Si dios puede


> existir sin causa, el universo puede existir sin causa.

DANIEL:

Otro “non sequitur”. Dios, al postularse como lógicamente


necesario, no requiere causa.

ARMANDO:

> Además es irracional afirmar que una cosa puede tener


> efecto en otra de naturaleza completamente distinta.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

Un punto (inextenso) desplazándose da lugar a una línea


(extensa). ¿Te resulta irracional? En el caso de la Creación yo
diría que es suprarracional, porque no podemos saber cómo
sucede. Pero tu axioma se ha mostrado falso.

ARMANDO:

> Una cosa “espiritual” no puede crear ni sostener a una


> cosa “material”. Y todo lo que sabemos, de cierto, es la
> existencia de este mundo material.

DANIEL:

Siendo falso tu axioma, no se ve la veracidad de las conclusiones


que de él derives.

ARMANDO:

> Si no está en el tiempo, no existe.

DANIEL:

Sólo si defines “existir” como “estar en el tiempo”. Pero hay otra


definición complementaria: poseer capacidad inmediata de
actuar. Así, cuando afirmamos que alguien “ya no existe” porque
ha muerto, no estamos significando que su cuerpo haya salido de
la dimensión temporal.

ARMANDO:

> Si está en todas partes,


> es extenso.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

Pascal definió a Dios como un punto que se mueve a velocidad


infinita a través del universo. Eso responde a tu equivocada
objeción.

ARMANDO:

> Si produjo un mundo material, es un ser material,


> porque “las especies producen según su género”.

DANIEL:

Éste es el axioma que se ha probado falso o no universal. Y no


sólo puede refutarse geométricamente. También aritméticamente
(lo singular engendra a lo plural) o, según creen algunos,
biológicamente (lo muerto engendra a lo vivo).

ARMANDO:

> se sigue, necesariamente que no hay tiempo en el “mundo


> espiritual”, o de que en el mundo espiritual todo ocurre
> instantáneamente en el infinito, o de que no podemos
> distinguir bajo la lupa del tiempo eventos distintos tales
> como (Evento 1: la creación de los ángeles; y Evento 2:
> la rebelión de Satanás y sus huestes; y Evento 3: la creación
> del infierno; y Evento 4: la decisión de crear el universo).
> Explícanos cómo podría haber mutación en un mundo
> inmaterial o espiritual; y si, en realidad, la falta de
> mutación implica inexistencia del tiempo.

DANIEL:

Jamás he defendido que estos eventos que narras ocurrieran en


un “no-lugar” inespacial e intemporal.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> Adicionalmente, si la creación es un proceso temporal,


> como me parece que afirmas, X-DIOS no puede causar
> que Y-UNIVERSO llegue a ser, a menos que X-DIOS
> haya existido temporalmente previo a Y-UNIVERSO,
> por lo que dios es un ser temporal.

DANIEL:

Esta dificultad es clásica y motivó a los platónicos a hablar de un


demiurgo que, siendo inmaterial y todopoderoso, tiene contacto
con lo real. Los cristianos adoptaron esta teología, como se
aprecia en Pablo, en referencia a Jesucristo: “Todas las cosas
fueron hechas por Él, y sin Él no se hizo nada de cuanto ha sido
hecho”. Comparte la substancia con el Dios Padre, pero sus
funciones son distintas (ver apartado III).

ARMANDO:

> Nada de lo que concluyes puede ser verificado; y las


verificaciones
> que los científicos están logrando cada día, apuntan hacia una
> naturaleza material de todas las cosas.

DANIEL:

Eso es sencillamente falso. Sucede más bien que todas las


propiedades de lo inmaterial, como la fuerza, la inercia o la
unidad, se integran en lo material, donde se manifiestan.

El siguiente texto el positivista Schlick ofrece un ejemplo de tipo


psicológico (Teoría general del conocimiento):

“Ahora parece que disponemos de un hecho en el que


detenernos. Es más primario que cualquier duda, más primario
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

que cualquier pensamiento. Descansa en la base de todos los


procesos mentales, está dado directamente, es un presupuesto
que se cumple siempre en la conciencia. Es el hecho trivial y
ordinario que designamos como la unidad de la conciencia.

(...)

Si tengo un sentimiento o sensación en un determinado momento


en el tiempo y otra persona tiene un sentimiento o sensación al
mismo tiempo -por ejemplo, doy un apretón de manos a alguien
y simultáneamente experienciamos ciertas sensaciones táctiles al
encontrarse nuestras manos- hay en ese caso una coexistencia o
adición de datos mentales. Estos datos, sin embargo, carecen de
esa conectividad que no puede ser definida con más precisión,
sino que sólo puede ser experimentada. Expresamos esta
carencia mediante el juicio de que estos procesos físicos no
pertenecen a la misma conciencia, y sí en cambio a dos distintas.
Además, la continuidad de una conciencia no consiste
meramente en una secuencia ininterrumpida de experiencias; por
el contrario, las experiencias deben figurar unidas por un tipo
bastante especial de conexión si han de contar como la
experiencia de una y la misma conciencia. Para reparar en la
verdad de este apunte sólo necesitamos imaginar las
sensaciones que configuran una secuencia indivisa siendo
distribuidas entre individuos distintos.

La peculiar situación que existe en general con respecto a la


continuidad de la conciencia puede imaginarse mejor de la
siguiente manera. Supongamos que una sensacción aislada se
manifiesta durante un breve intervalo - omito deliberadamente
decir “en la conciencia”. Supongamos que se manifiesta y a
continuación desaparece sin dejar rastro. Una nueva sensación
surge acto seguido (la misma u otra distinta, pero sin que sea
posible decidir de cuál de ellas se trata, si asumimos que ambas
sensaciones están completamente aisladas), y después de esta
sensación sigue otra, también a intervalos o inmediatamente,
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

pero siempre de modo tal que cada nuevo elemento hace su


aparición como si los precedentes no hubieran sucedido. Ahora
nos preguntamos: ¿Tendría algún sentido decir de estos
elementos, que poseen meramente una relación secuencial
recíproca, que pertenecen a una y la misma conciencia?
Obviamente no hay ninguna base o justificación para algo así,
puesto que estos elementos no tienen nada en común entre ellos.
En su lugar, diríamos que hay tantas conciencias como
elementos distinguimos. Cuando quiera que un nuevo elemento
apareciese, una nueva conciencia empezaría, la cual no tendría
nada que ver con aquellas que la precedieron ni con las que la
siguieron. Lo que faltaría sería precisamente el hecho que
constituye la unidad de la conciencia.

(...)

La conciencia no es a las ideas como el estómago a los alimentos


que contiene y digiere. De hecho, son las ideas las que
constituyen la conciencia. No necesitan ser percibidas antes por
algún acto especial; su misma existencia como datos de la
conciencia es idéntica con su ser percibido. Para ellas, “esse” es
lo mismo que “percipi”. Luego no hay ninguna necesidad de
postular una capacidad específica de percibir los contenidos de
la conciencia, y por lo tanto tampoco es necesaria una garantía
especial para no ser engañados en relación a esa percepción. No
hay nada en mi conciencia de lo que no esté al corriente; las dos
expresiones dicen lo mismo en distintas palabras. Los datos de la
conciencia no son percibidos como distintos; son distintos”.

Entonces, me pregunto: Si la conciencia no es las ideas mismas


que procesa, ya que éstas necesitan un hilo conductor que las
ligue a una conciencia, ni es por otro lado nada que las preceda,
puesto que dichas ideas no existen como fenómenos captables
por los sentidos o almacenables en la memoria, independientes
de ellos, sino que operan como un “en sí” para nuestro
entendimiento, ¿a qué llamamos conciencia? Ha de ser
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

forzosamente algo inmaterial, simultáneo e inmanente a las


ideas, pero distinto a ellas, canalizándolas bajo un
determinado punto de vista. Esto es, la capacidad innata y
actualizándose de inteligirlas en un sujeto. Schlick, quizá sin
pretenderlo, ha dado un fundamento positivista (inductivo) a la
Monadología.

También puedo citarte a Gödel, pero creo que no vale la pena. Lo


reservo para el futuro, por si quisieras reincidir sobre este
extremo.

ARMANDO:

> Nadie ha probado la


> existencia de algo tan aparentemente simple y cercano como
> “el espíritu” o “el alma” del hombre, o su “naturaleza
espiritual”,
> o “las almas de los muertos”, y mucho menos la intervención
> divina en el mundo que EVIDENCIE su existencia.

DANIEL:

Nadie será capaz de probártelo, porque nunca serán capaces de


impedirte que barajes otras opciones. Si no estás dispuesto a
creer en algo, la razón suficiente no basta: encontrarás “razones”
adicionales. Pocas cosas son tan absurdas como para que no
puedan ser creidas.

ARMANDO:

> ¿Creó dios el universo en un punto del tiempo, es


> decir, en una millonésima de segundo, o en seis días,
> o todavía lo está creando?
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

Dios creó el mundo en un tiempo cero y sigue creándolo a cada


instante, pero sólo en el sentido de mantener su existencia dentro
de los quicios lógicos (la ausencia de los cuales condujo a
Nietzsche al eterno retorno y quizá a la locura).

ARMANDO:

> Si dios “lo puede todo”, ¿por qué no puede hacerse evidente
> a cada generación y a cada persona?

DANIEL:

Sí puede, pero es terriblemente modesto.

ARMANDO:

> ¿Por qué tenemos los


> humanos que creer a ojos cerrados?

DANIEL:

Nos ha dado luz suficiente para verle. La prueba es que yo le


veo. La ceguera no refuta a la vista.

ARMANDO:

> ¿No tenemos derecho


> siquiera a saber si ese dios es Alá, o Shitala, o Hank o Jehová
> o Quetzalcoatl? ¿No tiene un hijo el derecho natural a saber
> quién es su padre? ¿o su madre, si se trata de una diosa
> y no de un dios?.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

Vuelve al apartado V al comienzo de esta discusión, dentro de


este mismo turno.

ARMANDO:

> EL MEJOR DE LOS MUNDOS POSIBLES


> Antes de presentar la negativa de la proposición, no puedo sino
> asegurar, que, de existir, el dios de la Biblia privilegia la
> credulidad incondicional sobre el raciocinio (comparemos el
> sacrificio de Isaac contra la incredulidad de Tomás)

DANIEL:

¿Fue irracional Tomás por aceptar como cierta la señal que


pedía? ¿Lo fue Abraham por obedecer a Dios, que es la razón
misma?

ARMANDO:

> la superstición sobre el análisis crítico, la ignorancia sobre el


> conocimiento

DANIEL:

No olvides que la Biblia se escribió también –y sobre todo- para


supersticiosos e ignorantes. Pero en ella encuentra recreo el
sabio.

ARMANDO:

> “¿Por qué la lucha eterna de la iglesia ha sido mantener


> a las masas en la ignorancia en vez de ser la mayor promotora
> de la educación y el método científico?”.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

Es una calumnia que no me molestaré en contestar.

ARMANDO:

> Si Ockham hubiera aceptado su propia “navaja”,


> hubiera concluido que dios no existe, que el universo
> material es todo lo que existe.

DANIEL:

Veamos si es así. Cito a Ockham:

“La totalidad de las cosas que son causadas es dependiente, pero


no respecto a algo que es parte de esta totalidad; de lo contrario,
algo sería dependiente de sí mismo.

De no ser así, una infinidad de causas esencialmente ordenadas


ingresaría en la existencia al mismo tiempo, ya que todas las
causas esencialmente ordenadas cooperan para la causación; si,
entonces, hubiera una infinidad de causas, se sigue un absurdo,
etc.”.

Y a continuación:

“Lo anterior es lo más próximo al primer principio; luego donde


no hay primer principio, nada es esencialmente anterior. Una
causa superior es más perfecta en su modo de causar; luego una
causa infinitamente superior es infinitamente más perfecta; tal
causa, sin embargo, no es causada en virtud de otra; luego, etc.”.

Para terminar:

“De no ser así, una infinidad de causas accidentalmente


ordenadas sería imposible; dado que una tal infinidad no puede
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

existir simultáneamente, sino sólo sucesivamente, una cosa tras


la otra, de manera que la causa segunda es causada por la causa
primera (...)”.

Hasta aquí Ockham. Es decir, si el universo fuera infinito en acto


(eterno, sin comienzo) carecería en absoluto de orden causal. Sin
embargo, hay un orden causal, pues no ocurre todo al mismo
tiempo, dado que hoy estoy vivo y mañana estaré muerto, pero
no estoy vivo y muerto a la par. En consecuencia, el universo no
es infinito en acto y cabe hablar de un comienzo en él.

ARMANDO:

> Newton expresó el mismo principio con estas palabras:


> “No tenemos que aceptar otras causas de los fenómenos
> naturales que no sean aquellas que son a la vez verdaderas
> y suficientes para explicarlas”.

DANIEL:

Estoy de acuerdo con el principio. Pero Newton (por cierto,


estudioso de la Biblia) no se abstuvo de acudir a causas
sobrenaturales para cerrar su sistema, aunque equivocadamente.

ARMANDO:

> UN DIOS BUENO CREA Y SOSTIENE


> UN MUNDO LLENO DE MALES
> ¿Cuántos hombres y mujeres pudieron perecer en el Diluvio,
> apenas 9 generaciones desde Adán? Unos cuantos miles.
> Luego Jehová hizo la promesa del 9/11 (Génesis 9;11) “No
> exterminaré ya mas toda carne con aguas de diluvio, ni habrá
> más diluvio para destruir la tierra”. Pero dios no tiene
obligación
> moral de cumplir su palabra. Compare los muertos en el
diluvio
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

> con el cuarto de millón de muertos de la inundación del Tsu-


nami
> el 26 de diciembre del 2004.

DANIEL:

Dios sí debe guardar su palabra. La diferencia entre el Diluvio y


el Tsunami es que aquél se produjo para castigar
extraordinariamente los pecados de los hombres, y éste forma
parte del mal intrínseco a la Creación, que redunda siempre en
un bien mayor.

ARMANDO:

> Aunque hace más de 2,300 años Protágoras dijo que “en
cuanto
> a los dioses, no tengo forma de saber si existen o no existen”.
> Unos 100 años después Epicuro reflexionó que, si el mal existe
> (y existe) y dios es infinitamente bueno (en caso que exista),
> entonces dios quisiera quitar el mal pero no puede,
> o simplemente dios no existe.

DANIEL:

Epicuro fue convenientemente refutado por Leibniz en el


Apéndice de su Teodicea.

ARMANDO:

> “Por lo tanto, si hay sufrimiento que puede ser reducido, y


> podemos ver que no es reducido, podemos concluir que no
> hay un ser omnipotente que quiera reducir nuestro sufrimiento.
> (Steven Carr)
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

Llevando al absurdo esta argumentación: Si experimento el más


mínimo dolor, como podría ser el causado por una espinilla en la
cara, entonces Dios no existe. Un Dios infinitamente bueno ha
de crear un mundo sin sufrimiento y, por tanto, sin espinillas.

Para colmo de sinsentidos, aquí se presupone -como hacían los


maniqueos y como hacía Buddha- que el sufrimiento es siempre
malo. Yo niego la mayor. Ahora bien, cuando no somos capaces
de encontrar la utilidad al mal, ni siquiera para hacernos mejores
frente al mismo, hemos de confiar en la Providencia.

No es atinado juzgar el mundo como si girase en torno a


nosotros. Es lo que hacen aquellos que esgrimen el “principio
antrópico”. ¿Por qué les combatís si empleáis sus mismas tretas
al analizar el “problema del mal”?

ARMANDO:

> Y cierro el argumento descriptivo citando, de la revista Time,


> a Steven Pinker, actualmente profesor en Harvard: “Our own
> bodies are riddled with quirks that no competent engineer
> would have planned but that disclose a history of trial-and-
error
> tinkering: a retina installed backward, a seminal duct that
> hooks over the ureter like a garden hose snagged on a tree,
> goose bumps that uselessly try to warm us by fluffing up
> long-gone fur. The moral design of nature is as bungled as
> its engineering design. What twisted sadist would have
> invented a parasite that blinds millions of people or a gene
> that covers babies with excruciating blisters? To adapt a
> Yiddish expression about God: If an intelligent designer
> lived on Earth, people would break his windows.”
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

Excelente. Te contestará Leibniz:

“Hay una especie de geometría que M. Jungius, de Hamburgo,


uno de los hombres más excelentes de su tiempo, llamaba
empírica. Esta geometría se sirve de experiencias demostrativas,
y prueba muchas proposiciones de Euclides, particularmente las
relativas a la igualdad de las dos figuras, dividiendo la una en
partes y uniendo estas partes para formar la otra. De esta manera,
dividiendo, como es debido, en partes los cuadrados de los dos
catetos del triángulo rectángulo, y acomodando estas partes
como es menester, se forma el cuadrado de la hipotenusa; lo cual
es demostrar empíricamente la proposición 47 del 1. I de
Euclides. Ahora bien, si suponemos que algunas de estas partes
tomadas de los dos cuadrados menores se pierden, faltará algo al
cuadrado mayor que debe formarse; y este compuesto
defectuoso, lejos de agradar, presentará una fealdad
chocante. Y si las partes que han quedado, y que componen el
compuesto defectuoso, se las tomara sueltas, sin pensar en el
cuadrado mayor que deben contribuir a formar, se las ordenaría
de otra manera en relación las unas con las otras, para formar un
compuesto pasadero. Pero desde el momento en que las partes
extraviadas se encuentren, y que con ellas se llene el vacío del
compuesto defectuoso, resultará una cosa bella y regular, que es
el gran cuadrado entero; y este compuesto completo será mucho
más bello que el compuesto pasadero, que se había hecho sólo
con las piezas que no se habían perdido. El compuesto completo
corresponde al universo todo y entero, y el compuesto defec-
tuoso, que es una parte del compuesto completo, corresponde a
aquella parte del universo, en que encontramos defectos que el
autor de las cosas ha permitido; porque de otra manera, si
hubiera querido reformar esta parte defectuosa y hacer un
compuesto pasadero, el todo no hubiera sido tan bello; porque
las partes del compuesto defectuoso, colocadas mejor para
formar un compuesto pasadero, no hubieran podido ser
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

empleadas para formar el compuesto total y perfecto”.

Y en otro lugar el mismo autor escribe:

“No ha tres días que conocéis el mundo; no veis en él más allá


de vuestras narices, y encontráis materia para censurar”.

Añado:

La superstición es el peor enemigo de la imperturbabilidad


estoica, basada en presupuestos racionalistas. En las Cuestiones
naturales Séneca aplica la navaja de Ockham a todos aquellos
fenómenos tenidos en su tiempo por grandiosos e inexplicables y
que tradicionalmente solían imputarse al capricho de las
deidades paganas, que operaban como fuerzas sobrenaturales u
ocultas. El filósofo sale al paso: cualquier efecto que sea
corpóreo ha de tener también una causa corpórea adecuada, y
aunque los elementos parezcan luchar entre sí, carecen de
voluntad y se limitan a obedecer como el más pequeño de
los seres aquellas razones que son su condición de existencia y
señalan invariablemente el curso de su devenir. El milagro ya no
es algo monstruoso, arbitrario y sin fin aparente, sino que reside
en el orden mismo, siempre regular y homogéneo, en la
conjunción suprema de los estados de cosas, que apunta hacia un
demiurgo anterior a todo lo que vemos y sentimos.

El “problema del mal”, que los maniqueos tomaron del


pesimismo pagano y hoy adoptan los deístas y los ateos de
manera risible, parte todavía de la perplejidad acientífica de ver
al mundo “luchando consigo mismo”, entregado a pasiones
caóticas y valorando éstas con el rasero del hombre por única
medida. Es el argumento antrópico al revés. La naturaleza se
comporta como si actuase contra nosotros, luego -llega a
concluirse- Dios no se preocupa del hombre.

Pero para Séneca una es la acción de Dios, inconmovible,


EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

plasmada de una vez en el orbe creado por él, y otra la de la


criatura humana, fruto de su percepción parcial, libre en esencia,
aunque sujeta a miedos y falacias. Esta forma de demostrar la
íntima trabazón de los sucesos le permite distinguir lo necesario
de lo voluntario, es decir, aquello que no debemos temer, ya que
es inevitable, y aquello a lo que hemos de aplicarnos, pues nos
afecta y queda a nuestro albur su reforma. El conocimiento viene
a ser la fuente de la tranquilidad y la virtud. Mas toda teoría
tiene una antítesis que la define. Su opuesto, el discurso del mal
universal, de la materia sin entelequia, acuñado desde Epicuro y
transmitido por una larga sucesión de filósofos nihilistas, sirve al
cometido contrario: convertir el conocimiento en poder y
manipulación; negar el albedrío y la providencia; destruir los
fundamentos teleológicos de la ética con tal de sensualizarla.

ARMANDO:

> “Pero el problema respecto a dios (o dioses) no se limita


> al hecho de que estos sólo sean útiles para explicarnos
> lo desconocido, pues su omnipotencia también queda
> en entredicho. Supongamos que una noche, mientras
> regresa a su casa, Ud. ve como unos malhechores intentan
> violar a una niña de 3 años. ¿Intentaría Ud. hacer algo
> para salvarla?.

DANIEL:

Dios obra milagros constantemente. Y los obra con toda


humildad, a través de sus instrumentos: los hombres. Para mí no
hay nada más milagroso que un hombre -un ser, pues, inclinado
al egoísmo por su naturaleza animal y a la maldad por su
sobrenaturaleza pecaminosa- haciendo el bien de manera
desinteresada.

Si Dios permite la injusticia es para que el hombre aprenda a


amar la justicia y no espere salvaciones “ex machina”. Para que
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

luche en esta vida, como luchó Cristo apurando el cáliz, y espere


la gloria en la futura.

Sea como fuere, la muerte es inevitable. Desde la perspectiva


atea, toda vida es una tragedia disfrazada de orgía.

ARMANDO:

> CONSIDERACIONES Y PREGUNTAS FINALES


> Como escribió Calrence Darrow: “El temor de Dios
> no es el principio de la sabiduría. El temor de Dios es
> la muerte de la sabiduría. El escepticismo y la duda
> llevan al estudio y la investigación, y la investigación
> es el principio de la sabiduría”.

DANIEL:

Si el escepticismo no cesa nunca en ningún terreno, no es más


que un bello nombre para la obstinada ignorancia.

ARMANDO:

> La misma Biblia prueba que su dios es un dios inútil.


> Es un dios parcial, no un dios de la humanidad.
> Es un dios tribal que toma preferencias. No es un
> dios digno de la humanidad.

DANIEL:

La Revolución Francesa surgió obviamente en Francia. Pero los


progresos sociales que conllevó (o que dicen que conllevó) se
extendieron a todo el mundo. Algo similar acontece con la
Alianza de Dios con su pueblo elegido, renovada tras la venida
de Cristo. Te recomiendo el escrito de Lessing: “La religión
como educación del género humano”.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> Esta conducta de Abraham es común entre los


> desequilibrados mentales. Hace tres años conocimos,
> por los reportes de prensa del caso de la señora Deanna
> Laney, en Tyler, Texas USA, una devota creyente en el
> dios de la Biblia, quien mató a su hijo Josué de 8 años
> y Lucas de 6 años y dejó herido seriamente a Aarón de 2 años.

DANIEL:

Dios usó a Abraham para probar su fe, que serviría de ejemplo a


las generaciones posteriores. Él mismo lo dijo. Dios no tiene
necesidad de tentar a nadie más con idéntica prueba. Quien
obedece a algo así después de Abraham, o delira o sirve a
demonios.

ARMANDO:

> Debes de saber, Daniel, por supuesto, que el dios de la


> Biblia estuvo presente en la matazón y no movió
> ni un dedo para impedirla. ¿Qué se puede esperar de
> un dios que ordena en la Biblia que se tome a niños
> inocentes y se les golpee hasta morir contra las rocas?

DANIEL:

Dios, dada su omnisciencia, podía saber que esos infantes


habrían causado males más graves de quedar con vida, actuando
como vengadores de sus padres.

Sobre la transmisión de la culpa a los descendientes, escribe el


platónico Plutarco (De la tardanza de la divinidad en castigar):

“Por ejemplo, ¿Por qué se aconseja a los hijos de los fallecidos


de tisis o hidropesía sentarse con los pies en el agua hasta que el
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

cadáver queda reducido a cenizas? Porque se cree que así la


enfermedad no se transmite ni se les contagia. O con otro caso,
¿por qué, cuando una cabra coge un cardo borriquero en la boca,
se queda quieto el rebaño entero hasta que llega el cabrero y se
lo quita?. Otras fuerzas con capacidad de contagio y de
transmisión increíble pasan por su rapidez y amplitud de unos a
otros. Pero nosotros nos asombramos de los intervalos de
tiempo, no de los de espacio. Y sin embargo, ¿es más asombroso
que la peste originada en Etiopía invadiera Atenas y Pericles
muriese y Tucídides enfermara o que el castigo diferido de los
delfios y sibaritas culpables alcanzase a sus hijos? Pues estas
fuerzas poseen ciertas recurrencias y conexiones desde el final
hasta el principio y sus causas, aunque nosotros las
desconozcamos, cumplen en silencio su misión.

Sin embargo la cólera divina contra las ciudades en su totalidad


se justifica fácilmente. La ciudad, en efecto, como un ser vivo, es
una sola cosa, dotada de continuidad y no se transforma con los
cambios de la edad ni con el tiempo se hace otra, sino que
guarda en sí iguales sentimientos y propiedades. Asume toda
acusación o gratitud por lo que hace o hizo en comunidad,
mientras esa comunidad, que la hace y la ata con sus lazos,
mantiene su unidad. El hacer muchas ciudades, o más bien
infinitas, por su división a lo largo del tiempo se parece al hacer
de un solo hombre muchos porque ahora es anciano, antes fue
joven y antes todavía un muchachito. Más bien se asemeja
enteramente a los versos del Epicarmo, de los que surgió
el ‘argumento del crecimiento’ de los sofistas. De este modo,
quien contrajo una deuda hace tiempo ahora no debe nada,
porque se ha vuelto otro y el que ayer fue invitado a una cena
llega hoy sin invitación, pues es una persona diferente.

Con todo, el paso de la edad genera mayores cambios en cada


uno de nosotros que en las ciudades colectivamente. Quien
hubiera visto Atenas hace treinta años podría reconocerla ahora.
Sus costumbres actuales, su movimiento, sus diversiones, sus
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

preocupaciones, los favores y las cóleras del pueblo se parecen


muchísimo a las antiguas. En cambio, cualquier familiar o
amigo, al encontrar a otro al cabo del tiempo, con dificultad
podría reconocerlo por su aspecto, y las mudanzas de carácter,
ocurridas fácilmente por cualquier razón, por un sufrimiento,
pasión o costumbre, provocan extrañeza y asombro incluso en el
que convive permanentemente. Sin embargo, se dice que un
hombre es uno solo desde su nacimiento a su muerte. Y también
creemos que una ciudad, que permanece idéntica del mismo
modo, debe estar sometida a las faltas de sus antepasados con
la misma justicia por la cual participa de su gloria y poder. O nos
olvidaremos arrojando todo al río de Heráclito, donde, según
afirmaba, no se entra dos veces, porque la naturaleza con sus
transformaciones todo lo mueve y altera.

Pero si una ciudad es una sola cosa, dotada de continuidad, lo es


también, sin duda, la familia, ligada a un único origen por la
transmisión de una cierta fuerza y comunidad renovada a lo largo
del tiempo. Y al ser engendrado no puede, como la obra del
artesano, separarse de su engendrador. Pues ha nacido de él, no
por él, de modo que posee y lleva consigo una parte suya, bien
sea castigado justamente bien reciba honores. Pero si no
pareciera bromear, yo afirmaría que la estatua de Casandro,
fundida en bronce por los atenienses, ha padecido mayores
injurias, y el cuerpo de Dionisio [el Viejo] después de su muerte,
al ser expulsado por los siracusanos de sus fronteras, que sus
descendientes cuando pagaron sus culpas. Pues en la estatua
nada hay de la naturaleza de Casandro y el alma de Dionisio
había abandonado su cadáver. Pero en Niseo, en Apolócrates, en
Antípatro, en Filipo e igualmente en los demás hijos de hombres
culpables se ha desarrollado y permanece la parte dominante de
sus padres, ni inactiva ni ociosa. Al contrario, viven de ella y con
ella se alimentan, habitan y piensan. Y nada tremendo o extraño
es que, si son sus hijos, tengan su mismo destino. Por
decirlo de un modo general, en medicina, por ejemplo, lo útil es
también justo y resulta ridículo quien afirma que es injusto
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

cauterizar el dedo gordo de los enfermos de la cadera, o cortar el


epigastrio cuando el hígado supura, o si se trata de los bueyes,
untar con aceite el extremo de los cuernos cuando se les
reblandecen las pezuñas. De igual modo, quien, respecto a los
castigos, considera justo algo diferente de curar la maldad y se
irrita si alguien por medio de unos procura la curación de otros,
como los que seccionan la vena para aliviar la oftalmía, no
parecen ver más allá de sus sentidos. Tampoco se acuerda de que
un maestro, al pegar a uno solo de sus alumnos, reprende a los
otros, o que un general, al diezmar su ejército, contiene a todos.
Así no solo de un miembro mediante otro, sino de un alma
mediante otra alma se transmiten ciertas disposiciones,
corrupciones y rectificaciones más que de un cuerpo a otro. Pues
allí, al parecer, deben producirse necesariamente el mismo
padecimiento y la misma transformación. En cambio, el alma,
llevada por su imaginación a sentir confianza o temor, se hace
peor o mejor gracias a una fuerza innata”.

ARMANDO:

> Además, ¿cómo puedes creer lo que dice la Biblia,


> un libro que está lleno de tradiciones, ignorancia,
> mitología, errores, contradicciones y enseñanzas
> dañinas a la humanidad y contrarias a los derechos
> humanos?

DANIEL:

No hay nada en los preceptos de Dios recogidos por la Biblia


que sea contrario al derecho natural (el cual no siempre concidirá
con la Declaración actual de Derechos Humanos). Sí puede
haberlo entre sus decretos. Ahora bien, los decretos son a los
preceptos como la jurisprudencia a la ley, como el caso límite al
caso claro y como la excepción a la regla. Valen para la situación
concreta en que resultan de aplicabilidad y no condicionan la
validez general de una norma.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> Toma un papel y enlista a 10 amigos que son creyentes


> en el dios de la Biblia y medita sobre sus vidas, sus
> acciones, sus maldades, y entenderás plenamente a Platón.

DANIEL:

La imperfección de los cristianos, incluso de los esforzados,


muestra la perfección del cristianismo como ideal.

ARMANDO:

> La religión es una experiencia puramente subjetiva.


> Es decir, existe solamente en tu mente e imaginación.
> ¿Cómo sabes, que tu dios te escucha y te responde?.
> Debes saber que también a los paganos sus dioses
> los escuchan y responden (a pesar de que tampoco existen).

DANIEL:

Yo no espero que Dios me hable. Confío en el Dios de la Biblia y


en la Verdad, que también es Dios.

ARMANDO:

> Todas las religiones prosperan en la presencia de


> la ignorancia, y propician la superstición, el fanatismo
> y la intolerancia. ¿Te has fijado que los pueblos más
> pobres, ignorantes y supersticiosos son a la vez los
> más religiosos? ¿Te has fijado con qué facilidad se
> creen las mentiras de los curas y pastores, las mentiras
> de las revelaciones, las apariciones, los milagros, etc.?
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

Aunque lo que afirmas sea una patraña (la propia tolerancia tiene
una justificación religiosa; existen pueblos prósperos y
religiosos, etc.), hay un fondo innegable en lo que dices, y es que
la riqueza y la comodidad acostumbran al hombre a la injusticia
y al autoengaño. Todo ello es caldo de cultivo para
posicionamientos relativistas o – tanto monta- reduccionistas.

ARMANDO:

> La ignorancia es tanta que acá en Chihuahua está


> la Iglesia de San Jorge, donde se venera la imagen
> de San Jorge y el Dragón. Según la Enciclopedia
> Católica, San Jorge MATO A UN DRAGON que
> asolaba la comarca.

DANIEL:

El Dragón en la cultura Occidental es un símbolo del caos y de


Satanás. No imagines conspiraciones: el populacho cree lo que
quiere.

ARMANDO:

> Lee la “Apología de la intolerancia religiosa”, para


> que veas de lo que son capaces los negadores de la
> mente y abusadores de la fe. ¿Por qué crees que
> América Latina se ha mantenido en el atraso
> generalizado? Pues porque así les conviene a
> los líderes religiosos amafiados con los líderes políticos.

DANIEL:

Basta con que los ciudadanos crean en Dios para que el Producto
Interior Bruto caiga en picado. ¿Intentas decirme eso?
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> ¿Y dime que fue la tragedia de las Torres Gemelas


> de Manhattan sino una demostración clara del
> fanatismo religioso?

DANIEL:

Es indeseable todo fanatismo, religioso o irreligioso.

ARMANDO:

> Los religiosos se


> han prestado siempre a todo lo que huela a dinero.

DANIEL:

Yo soy católico. Por consiguiente, defenderé sólo a la Iglesia


Católica, asumiendo críticas cuando sean constructivas. Este tipo
de estigmas, sean anticristianos o antisemitas, no se prestan a
una discusión racional.

ARMANDO:

> ¿Y las historias de la Santa Inquisición?

DANIEL:

Fue, con toda su miseria, precursora de los Derechos Humanos


que antes alababas.

ARMANDO:
> Además, ese dios de la Biblia en que crees ha sido
> abogado, autor intelectual y muchas veces ejecutor
> directo de la más extrema violencia que pueda haber
> testificado la humanidad.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

La violencia más extrema y baja no la encontrarás en la Biblia,


sino en los telediarios. Material cien por cien humano.

ARMANDO:

> Además, el dios de la Biblia es un dios estúpido


> porque premia la ignorancia y castiga el uso de la
> razón. Exige fe ciega y condena la ciencia y el progreso.

DANIEL:

No es cierto. Sois vosotros, relativistas, los que idolatráis el


medio (la razón instrumental) sin tomar en cuenta los fines (la
moral o utilidad pública). Convertís los fines en medios para
otros medios, “ad infinitum”. Y no es que desee calumniaros: lo
que digo está en Maquiavelo, que pensaba más o menos igual
que tú sobre las religiones.

ARMANDO:

> Quisiera saber de un solo caso en que un solo


> líder religioso, de cualquiera de las más de 10,000
> religiones, le ha enseñado a sus feligreses a tener
> la mente abierta, a no creer cualquier cosa (sin
> importar quien la dice) y a leer los libros y
> considerar las evidencias que se han publicado
> en contra de esa religión.

DANIEL:

Si fueras un buscador solícito no te haría falta escrutar


demasiado.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> Está comprobado que la religión ha hecho


> MAS MAL QUE BIEN a la humanidad.

DANIEL:

¿Comprobado por quién? Yo veo que la humanidad sigue, a


pesar de las políticas pro-aborto, pro-eutanasia, de los
matrimonios de descendencia imposible y de la equiparación
jurídica de la vida humana y la simiesca (si no eres español y no
estás muy al corriente de la actualidad internacional puede que
no entiendas esto último).

Gracias a la religión han florecido en Europa las artes, que son la


máxima expresión de lo humano. ¿Y qué sería de la ciencia
moderna de la tardoescolástica? Todo está relacionado.

ARMANDO:

> Todas las


> grandes barbaries se han hecho “en el nombre de Dios”
> y muchísimas de ellas han contado con la bendición
> de los líderes religiosos.

DANIEL:

Hoy matamos en Iraq en nombre de la democracia. Nada es tan


santo que no pueda ser corrompido por un uso bastardo.

ARMANDO:

> ¿Recuerdas LAS CRUZADAS


> y sus atrocidades durante más de 500 años?
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

En todas las guerras se cometen atrocidades, pero las Cruzadas


en sí no lo fueron. Al contrario, supusieron un gran progreso y –
como señala Balmes- avanzaron la decadencia del feudalismo.
Otra cosa es que puedan aceptarse desde la obediencia al Evan-
gelio. En mi opinión y en la de los grandes internacionalistas,
sólo si son guerras defensivas o por la libertad religiosa.

ARMANDO:

> La religión desequilibra mentalmente a las personas.

DANIEL:

Si eso es cierto, debe serlo siempre. Pero los grandes genios de


la historia nos demuestran que es falso.

ARMANDO:

> La religión los desprende de la realidad y los envía


> a un mundo fantasioso donde los pastores pueden
> manipularlos a su antojo.

DANIEL:

No la religión, sino la credulidad y la desidia. Dios hostiga la


idolatría. No la promueve.

ARMANDO:

> PREGUNTAS FINALES PARA DANIEL


> Daniel tiene la responsabilidad –este es un debate,
> no un diálogo de sordos- de responder estas preguntas:
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

> (1) Los hindús y chinos tienen sus dioses, > ¿Quién creó esos
dioses?.

DANIEL:

Está escrito: “Los dioses de los paganos son demonios”. Pero en


la teología natural China, según supo ver Leibniz, hay
importantes puntos de conexión con el monoteísmo.

ARMANDO:

> (2) ¿Hay errores en la Biblia?.

DANIEL:

Todo negocio en el que participe el hombre está sujeto a error.


Pero Dios, copartícipe del texto sagrado, no permite que cuajen
falsas doctrinas.

ARMANDO:

> (3) ¿Puede una persona de inteligencia normal


> entender la Biblia y creer en ella o se requiere
> de intervención supernatural en su mente, o de un
> intérprete oficial, para que la persona entienda y crea?.

DANIEL:

Debe prestar atención, mantener un espíritu crítico e inquisitivo


(pero no de rechazo, desprecio o desconfianza) y acudir a tantas
ayudas como estime oportunas.

ARMANDO:

> (4) ¿Qué pasará con las personas que no creen


> en el dios de la Biblia?
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

Si adoran a aquel que creen ser Dios y lo hacen con recta


intención y buenas obras, deben salvarse. Pero si, conociendo la
verdad y la mentira, optan por la senda fácil de la hipocresía y se
empecinan en ella, perecerán eternamente, aunque sean por lo
demás seres pacíficos y benéficos. Ello, al ser externo y hueco,
no pesa ante Dios, que sondea el corazón y los riñones.

ARMANDO:

> (5) ¿En cuál dios creerías si hubieras nacido en China?.

DANIEL:

No lo puedo saber.

ARMANDO:

> (6) ¿Tienen los ángeles libertad de pensamiento y acción?.

DANIEL:

Cómo no.

ARMANDO:

> (7) Si el dios de la Biblia es un dios real, seguramente


> puede predecir el futuro. ¿Puedes probar un solo caso
> verificable de cumplimiento de una profecía bíblica?.

DANIEL:

El caso de Cristo es paradigmático: en él se cumplieron las


profecías que lo anunciaban y por él se hicieron realidad las que
vaticinó.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> (8) Si el dios de la Biblia es el mas poderoso de todos,


> seguramente no perderia ninguna batalla. ¿Sabias que
> en varias ocasiones otros dioses de la region le
> ganaron al de los judios?

DANIEL:

Esto es sólo una forma de hablar.

ARMANDO:

> (9) ¿Quién creó a Satanás?

DANIEL:

Dios.

ARMANDO:

> (10) ¿Quién en más poderoso, según los hechos


> de la historia, el dios de la Biblia o Satanás?

DANIEL:

Dios.

ARMANDO:

> (11) ¿Es el dios de la Biblia moralmente perfecto?.

DANIEL:

Completamente perfecto.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> (12) ¿Qué significa, exactamente, la omnipotencia


> del dios de la Biblia?.

DANIEL:

Lo he dicho más arriba: poder hacer todo lo posible para


cualquier sujeto activo capaz de concebirse, existente o no.

ARMANDO:

> (13) ¿Quién es el creador de los alacranes, los virus,


> los microbios patógenos, las cobras, los piojos,
> eclipses, enfermedades, terremotos?

DANIEL:

Dios y cien veces Dios.

ARMANDO:

> (14) ¿A quién hay que atender cuando hay


> contradicción entre las ciencias y la Biblia?.

DANIEL:

Si es un error de detalle, a las ciencias. Si es un error de base, a


la verdad. Pero en la Biblia no se da esa clase de errores.

ARMANDO:

> (15) ¿Qué harías en este mundo si fueras tu,


> personalmente, el dios de la Biblia?.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

Hay que ser Dios para contestar a esta pregunta, bastante ridícula
por cierto.

ARMANDO:

> (16) ¿Cómo sabes que los dioses de los egipcios,


> mahometanos, mormones, hindús, chinos y
> japoneses, no existen?.

DANIEL:

Ver apartado V.

ARMANDO:

> (17) ¿Hacia donde voltea dios cuando los


> inocentes sufren, se enferman o son torturados?.

DANIEL:

Hacia su Hijo.

ARMANDO:

> (18) ¿Piensas que el Diablo puede hacer algo bueno


> o usar su poder para bien de algunas personas?.

DANIEL:

No está en su naturaleza hacer el bien. Puede, pero no querrá.

ARMANDO:

> (19) ¿Puedes enlistar diez cosas buenas que ha


EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

> hecho el dios de la Biblia en este mundo en los


> últimos 12 meses?.

DANIEL:

Mantenernos respirando a ti y a mí. Con esta tengo bastante, usa


la imaginación para el resto.

ARMANDO:

> (20) Supón por un momento que el dios de la


> Biblia no existe, ¿cómo te imaginas que el hombre
> se imaginó por primera vez que debe haber un dios?.

DANIEL:

El Dios monoteísta no puede surgir por imaginación, ya que


carece de imagen física.

ARMANDO:

> (21) Si es omnipotente ¿qué le costaría acabar


> con el hambre mundial?

DANIEL:

Y con las espinillas. Ver apartado II.

ARMANDO:
> ¿Entonces cuando es la hora?
> ¿Cuándo la gente se muera de desesperación?

DANIEL:
Cuando sea la hora será demasiado tarde para los ateos.
Recordadlo.
Saludos. Daniel Vicente http://justicia.bitacoras.com
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

SEGUNDA NEGATIVA DE
ARMANDO
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DEBATE DIOS SEGUNDA NEGATIVA

DEBATE EXISTENCIA DE DIOS


SEGUNDO TURNO NEGATIVA
-ARMANDO ORTEGA

En tu mail del 20 de abril 2006 escribiste, Daniel: “Porque me he


topado con quien alega sin despeinarse que en lógica «se puede
demostrar todo». Y no es mi intención exponerme al público ri-
dículo por tratar de convencer a un sofista”.

Al revisar tus discursos y argumentos, caes en los razonamientos


engañosos propios de un sofista. Usas trampas dialécticas para
probar la existencia de dios, del infierno, de la trinidad y de la
inmortalidad del alma. Por medio de analogías y suposiciones
armas todo un tinglado que se deshace ante cualquier razona-
miento crítico.

Este tipo de argumentación es tradicional en el cristianismo des-


de el inicio. San Ireneo, por ejemplo, prueba que los evangelios
deberían ser cuatro, así: “No es posible que los Evangelios sean
de un número mayor o menor de lo que son. Porque, puesto que
hay cuatro zonas del mundo en el cual vivimos, y cuatro vientos
principales, mientras la Iglesia está esparcida por todo el mundo
y el pilar y apoyo de la Iglesia es el Evangelio y el espíritu de
vida, es conveniente que ella tenga cuatro pilares, respirando in-
mortalidad por todos lados, y revivificando a los hombres”. Y
luego añade que los querubines del arca eran cuatro y eran
tipología de la dispensación cristiana, y añade otras analogías,
sistema por el cual se puede demostrar cualquier cosa.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

Así que, Daniel, si no quieres ver a un sofista, no te acerques a


un espejo.

Por otro lado, no me asombra el amor cristiano que reboza en tu


segundo turno. Sí la riqueza de tus adjetivos. Y la confianza que
no te hará abandonar el debate. Creo que deberías haber nacido
en los gloriosos tiempos de los Reyes Católicos y habrías servido
mejor a la causa de dios.

Mi objetivo en este debate es analizar la defensa de Daniel de la


proposición “El Dios De La Biblia Existe”, mostrar que sus ar-
gumentos no constituyen prueba y, adicionalmente, mostrar a los
lectores la irracionalidad de la fe en ese o en cualquier dios.

Mostraré que los conceptos claros de ignorancia, miedo,


credulidad, superstición y fanatismo se aplican correctamente a
los creyentes, no a los ateos. También mostraré, una vez más,
porque Daniel no dio una respuesta, que la realidad del mal es
lógicamente incompatible con la “realidad” de un dios infinita-
mente bueno e inmensamente poderoso. Cuando ponemos frente
a frente los hechos ante las ilusiones podemos empezar a aban-
donar las creencias irrazonables. Llega un momento en el desa-
rrollo de la madurez intelectual en que tenemos que dejar de
creer en Santa Claus.

Además, nuestro debate seguramente se centrará en razonamien-


tos. Por mi parte yo, habitante del siglo 21, o que lo fuera del si-
glo 15, jamás recurriría a la intimidación, el uso de la fuerza pú-
blica, la tortura o el asesinato para hacer prevalecer mi punto de
vista. Este debate es mi apuesta por la integridad intelectual, la
cual, por ninguna causa, debe de ser crucificada.

EL PRIMER ARGUMENTO DE DANIEL

Dices, Daniel, que “No estimo que hayas logrado impugnar mi


argumento, mostrándolo falso”. Tu argumento no está debida-
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

mente presentado. No me pidas que yo lo presente. Cuando lo


esté, lo contesto a fondo. Aun así, analizaré aquí uno de sus as-
pectos, el de la CAUSA.

DIOS NO PUDO SER LA CAUSA.

En tu primer turno dijiste: “(1) El universo, en su devenir tempo-


ral, no es el mismo ente unitario, etc… (2) El universo tiene un
comienzo causal;… (3) La causa primera o primer agente del
universo es Dios”.

En primer lugar, si eso fuera cierto, no se trataría del dios de la


Biblia, si nos atenemos al relato de Génesis. No es lo mismo 6
días que 14,000 millones de años. Un dios omnipotente puede
crear el universo en un segundo. “Y de la nada”, añadiría San
Agustín.

Para entendernos, te pedí que me enlistaras las características de


las causas y no lo hiciste. Propongo, pues, el concepto de
CAUSALIDAD que usan los estudiosos para decidir si hay rela-
ción de causalidad entre dos eventos. La definición válida de
causalidad debe incluir (1) Prioridad en tiempo. (2) Contiguidad
en espacio y en tiempo; (3) Conjunción constante entre la causa
y el efecto, con la subyacencia de alguna ley física. En los cuatro
requisitos no cabe el evento de la decisión de dios de crear el
universo relacionado con el evento del principio o arranque del
universo.

(1) Si dios es atemporal, el universo no podría haber empezado a


existir porque no podría haber tiempo previo en el que la causa
pudiera ocurrir. Los eventos ddivinos fuera del tiempo no pueden
tener efecto alguno dentro del tiempo. A menos que dios exista
en el tiempo y que Daniel acepte que dios existe infinitamente
dentro del tiempo y no solamente fuera del tiempo.

(2) Una definición adecuada de causalidad requiere que el even-


EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

to causal esté espacialmente en contacto o junto al efecto. La vo-


luntad o decisión divina, que no es física, no puede tocar o estar
en la vecindad espacial del universo material, porque la volición
divina no tiene coordenadas espaciales. Las causas no pueden
operar a través de dos categorías distintas de realidad.

(3) Cada causa de cierto tipo produce un efecto del mismo tipo, y
siempre relacionada con alguna ley física. Esta condición
nomológica de lo que es una causa excluye por necesidad una
causa divina, pues dios no está gobernado por leyes físicas y no
puede haber contiguidad espacio-temporal entre dios tomando
decisiones y el universo empezando. En un mundo material están
excluidas, automáticamente, las causas sobrenaturales.

Esta teoría de la Causalidad, demuestra, pues, que no hay rela-


ción entre la decisión de dios de crear el universo y el evento co-
nocido como el inicio del universo. El argumento de Daniel,
pues no prueba la existencia de dios.

La causalidad no es, por cierto, lo fuerte del cristianismo. Jesús,


ignorando el concepto de causalidad le quiso pedir peras al olmo
cuando, enojado, quería higos cuando no era tiempo de higos y
secó una higuera. Cuando, en la edad negra, ocurrían desastres o
azotaban pestes, los curas aprovechaban la ignorancia para en-
contrar la causa de sus males en los judíos o en los protestantes y
azuzaban a la gente para exterminar las “causas”. Lo mismo con
las “posesiones demoníacas” y la “brujería”. Y no se diga con
algo tan simple como el calendario de lluvias. En mi pueblo los
curas organizaban una procesión por las tierras de siembra, la
tarde del 15 de mayo, para rezarle a San Isidro Labrador que
mandara la lluvia, oración que siempre era contestada (simple-
mente porque, en el ciclo natural, hoy 15 es el primer día de llu-
vias).
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

FALTA DEFINIR TERMINOS.

Aparte de definir los términos de la proposición, debes definir


claramente cada término importante que introduces al debate.
“Ente”, por ejemplo, porque lo usas de varias maneras. También
“causa”, “existencia”, y otros términos que usas. Atendiendo el
consejo de Montesquieu, “En todas las leyes, decretos y estatutos
(añado “y proposiciones o argumentos de debate”) las palabras
se deben tomar e interpretarse en su aceptación más común y li-
teral”.

¿Qué tan importante es la definición de términos? Ignoraste el


hecho de que el término “dios” es incoherente, y su concepto in-
consistente. Si lo fuera, ni siquiera habría el debate de si “dios”
existe. No se puede debatir si existen los duendes, o los
unicornios, o los fantasmas. El que sepa que existen solamente
tiene que traernos uno y se acabará el debate. Lo mismo con
“dios”. Y así la respuesta humana ya no sería de saber o no saber
que dios existe; ni de creer o no creer; sino simplemente de ser o
no ser obediente y adorador.

La coherencia del concepto de “dios” es tan importante que el


mismo héroe de Daniel, G. W. Leibniz reconoció que se debe de-
mostrar la coherencia del concepto de dios como un “ser lógica-
mente necesario”.

Pero la coherencia no es el fuerte del cristianismo católico que


defiende Daniel. Nomás recordemos la doctrina de la
transubstanciación (tan importante que el rechazo de la misma
por cientos de herejes les ocasionó el achicharramiento en la ho-
guera). Es una doctrina que no tiene sentido, no tiene coherencia
(los accidentes del pan y del vino siguen siendo los mismos;
pero las sustancias de los elementos han sido cambiados en el
cuerpo y la sangre de Jesús). ¿Cómo podría identificarse una
sustancia si no es por referencia a sus características que la defi-
nen?.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

No hay evidencia o pruebas de la realidad de dios. Es supersti-


cioso creer en el dios de la Biblia y en cualquier otro. Dios no
puede ser visto o percibido por ninguno de los sentidos, no pue-
de ser identificado. No puede decirse “este es” y “este no es”.
¿Cómo podríamos comprobar que es dios o que no es. Si te lo
topas, no vas a reconocerlo. Bien podría ser Zeus, o Thor, o Pele,
o el diablo.

No sabemos de qué estamos hablando cuando usamos la palabra.


No podemos usar un concepto etéreo para decir “Dios te ama” o
“Dios te va a atormentar eternamente en el infierno”.

Decir que “dios” es un “misterio” es multiplicar el problema de


comprensión. Un término como “dios” no puede usarse en una
premisa comprensiblemente. Apelar a la “fe” tampoco ayuda
porque para creer algo o en algo debe haber una comprensión
mínima de lo que se está hablando. Tampoco puedes decir que
“nadie puede ver a dios y vivir”, porque hasta ahorita nadie se ha
muerto por ver a dios; ni siquiera tú. Los conceptos mismos de
“persona” o “individuo” no pueden aplicarse coherentemente a
un individuo infinito presente en cada átomo del universo. Un
calorcito en el pecho o un arrebato de euforia no son dios o el
espíritu santo. Los sentimientos y emociones de una experiencia
mística tampoco son dios o prueba de su existencia.

La simple afirmación que “dios existe” es una afirmación absur-


da. La frase no tiene significado en ningún idioma de este mun-
do.

Es tan importante la definición de términos que cuando definiste


a “dios” dejaste fuera dos de las características cristianas que son
“omnipresente” (que está en todas partes) y “omnisciente” (que
lo sabe todo). Cuando hayas presentado la definición de términos
mostraré que es imposible que exista un ser semejante.

Pero la coherencia no es el fuerte del cristianismo católico que


EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

defiende Daniel. Nomás recordemos la doctrina de la


transubstanciación (tan importante que el rechazo de la misma
por cientos de herejes les ocasionó el achicharramiento en la ho-
guera). Es una doctrina que no tiene sentido, no tiene coherencia
(los accidentes del pan y del vino siguen siendo los mismos;
pero las sustancias de los elementos han sido cambiados en el
cuerpo y la sangre de Jesús). ¿Cómo podría identificarse una
sustancia si no es por referencia a sus características que la defi-
nen?.

TIEMPOS Y TAMAÑOS.

Propongo que nuestras presentaciones no pasen de las 14,000


palabras. Tu primer turno fue de casi mil palabras; el mío de
7,000 pasadas; tu segundo de más de 14,000, y si seguimos
así cada turno va a ser de un libro, dificultando el seguimiento de
los argumentos. En cuanto al tiempo de respuesta, yo trataré de
que no se pasen los 15 días, a pesar de mi tiempo limitado. Espe-
ro algo semejante de tu parte. Quedamos en 8 turnos para cada
uno de los 4 debates.

Presentas 5 argumentos adicionales que analizaré al final.

ADMITISTE ESTO

1.- “Dios es incomprensible, pero no contiene incongruencias.


Sólo puede vislumbrarse su noción negativamente, suprimiendo
toda limitación en sus atributos. Dios es la autoforma”. Mostraré
que el concepto de dios es incongruente cuando lo definas.
“Autoforma” es un concepto vacío. En todo caso lo que nos
muestras es COMO CREAR UN DIOS (ponle todos los “omnis”
bonitos que encuentres y ponle una serie de “in’s” a todos los
limitativos, “infinito”, “inefable”, “inextenso”, inequis).

2.- “Toda la teología cristiana y yo te lo concedemos sin rechis-


tar: Dios no puede concebirse”. Pero puede inventarse. De he-
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

cho, el hombre ha inventado cientos de dioses. ¿Cómo puede de-


batirse la existencia de algo que no puede “concebirse”?-

3.- DIOS NO EXISTE: Tus palabras “Luego lo existente provie-


ne de DIOS – LO NO EXISTENTE- de modo absoluto”. A con-
fesión de parte, relevo de pruebas.

4.- El relato de Génesis (creación, Edén, Adán, etc) es una alego-


ría, dice Daniel. Lo que nunca podrás contestar es ¿Cómo sabes
cuáles partes de la Biblia son alegoría y cuáles son literales?.
(Ninguno de los Padres y Doctores de la iglesia considera al Gé-
nesis como alegoría). Pregunto: Si dios puso unos querubines
con espadas flameantes a la entrada del Edén para que no entra-
ran AyE, ¿por qué no aprovechó a los mismos para que no saliera
la serpiente?.

5.- QUE DIOS NO EXISTE. En una parte me contestas que


“Dios es parcialmente ininteligible”, mientras que en otra asegu-
ras “1.4.2.1.1. Toda proposición contradictoria, en tanto que con-
gruente, ES PARCIALMENTE ININTELIGIBLE. LUEGO ES
MAS FALSA que verdadera”. Si dios es parcialmente ininteligi-
ble, la proposición de que existe es más falsa que verdadera.
Concedes el debate.

6.- CONTRADICCION. Por un lado dices que “no hay manera


de concebir que lo menor origine a lo mayor”(I.3), mientras que
en otro lado aseguras que “Dios carece de fundamento. Si Dios
tuviera un fundamento, habría algo lógicamente previo a Dios,
más simple que él, más básico, y por consiguiente, mayor”
(III:B).

Tus cinco argumentos adicionales muestran que como prestidigi-


tador de palabras y conceptos caes inmediatamente en contradic-
ciones.

7.- LA MONADAS. En un mismo párrafo te contradices al afir-


EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

mar que “las mónadas son materia YA QUE ESTAN EN TODAS


PARTES” y cuatro renglones abajo aseguras que NO son “por
naturaleza, materiales (HABIDA CUENTA QUE NO
INTERACTUAN CON NADA FISICO)”. En fin, con tantas
contradicciones no se con quien estoy debatiendo,
con Daniel A o con Daniel B.

NO CONTESTASTE.

1.- No demostraste que el concepto de “dios” es coherente y que


sus características son congruentes.

2. Tampoco explicaste cómo se puede justificar tanto mal en el


mundo, si es que de veras, hay un dios como el que defiendes.

RESPUESTAS DE DANIEL

En II.D.2 añades que “Dios es absolutamente inconcebible”. Pre-


gunto: Si dios es incomprensible, ¿cómo se atreven algunos a
convertirse en los intérpretes de dios; en sus mensajeros; en sus
vicarios infalibles?. No se puede juzgar la congruencia o incon-
gruencia de lo que es incomprensible.

Cuando digo que “Un dios con los atributos enlistados arriba,
simplemente se volvería loco”, contestas que “Es un «non
sequitur». Digo que no tanto: se volvería loco de puro aburri-
miento. Imagínate: poderlo todo, estar en todas partes, saberlo
todo, ninguna sorpresa, ningún reto, ningún descubrimiento,
ningún aprendizaje, ninguna emoción, ninguna necesidad, nin-
gún deseo; y además está volviendo loco al diablo: se deja pegar
todos los golpes, ganar todas las batallas, meter todos los goles.
Y si todavía tienes dudas de su locura, recuerda la frase de
Pascal que tu mismo citas: “DIOS ES UN PUNTO QUE SE
MUEVE A VELOCIDAD INFINITA A TRAVES DEL UNIVER-
SO”. O sea que dios puede traspasar la velocidad de la luz.
Vuelvo a preguntar: Si está en todas partes, ¿para qué
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

necesita moverse?.

DANIEL (refiriéndose a la Navaja):

Yo sí la considero una piedra de toque irrenunciable: la de la ra-


zón suficiente. Decir que determinados sucesos ocurren sin ra-
zón, o multiplicar las razones de forma arbitraria (sin base lógica
o empírica), es negar la posibilidad de ciencia, hacerla inútil.

ARMANDO:

Es el creyente el que multiplica las razones en forma arbitraria,


hasta donde le conviene, porque dice que dios creó el universo y
cuando se le pregunta “¿Y quién creó a Dios?” se niega a aplicar
el principio de la razón suficiente. Un ser como dios no puede
ser su propia causa.

ARMANDO:
> Pero imagínate la «navaja» en las
> manos de un ignorante, un crédulo, un supersticioso,
> o un fanático: mira a su alrededor y contempla la
> «perfección» de este mundo y concluye: «Esto debe
> haberlo hecho un Dios eterno, inmaterial, omnipotente,
> libre y sumamente bueno».

DANIEL:
¿Y cómo decidimos que es «un ignorante, un crédulo, un supers-
ticioso o un fanático» si no es porque aplicamos antes la Navaja?

ARMANDO:

Bien dicho. Es un I-C-S-F porque no investiga y no conoce, por-


que se cree cualquier tontería de la tradición, porque le teme a un
ser inexistente y está dispuesto a desaparecer o matar a los que
no piensan igual. Quien se niega a usar la razón y se guía por la
fe, incurre en pensamientos y actos irracionales. Contesta, Da-
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

niel: Cuando la fe y la razón se contradicen, ¿a cuál hay que se-


guir?. Y, de pasada, ¿qué se requeriría para que dejaras de creer
en dios?.

Vuelvo a preguntar (porque no hubo respuesta razonable):


> ¿Son «entes» el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo?».
> Si lo son, ¿Se trata del mismo ente?. Si se trata
> del mismo ente, ¿No cae la Biblia en
> contradicciones?. Si no son el mismo ente,
> ¿Enseña la Biblia que existen TRES DIOSES?,

DANIEL:
Estás contestado en la sección III de este segundo turno.

DANIEL:
Si dos elementos son idénticos y, no obstante, no son el mismo,
es que presupones al menos en uno de ellos alguna cualidad
oculta. Porque el mero hecho de estar en lugares y en tiempos
distintos no puede ser factor de diferenciación.

ARMANDO:
Mejor tiramos la Navaja de Ockham.

ARMANDO:
> ¿Admites la posibilidad de que en un caso de
> singularidad ocurrieran al mismo tiempo
> las causas y los efectos?

DANIEL:
No. El tiempo es el orden sucesivo de las causas, así como el
espacio es su orden extensivo. Si A ocurriese siempre al mismo
tiempo que B, es decir, si un proceso «causal» se desarrollara en
un tiempo nulo, no habría causación, sino simultaneidad y armo-
nía preestablecida entre sus elementos, cuya correlación no de-
pendería de ellos mismos.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

Es una lástima, porque deberías contestar que SI. Lo vas a nece-


sitar después.

ARMANDO:

> ¿Esto de que «nada que requiera causa es su


> propia causa» se aplica también al «mundo espiritual»,
> o solamente al «universo material»?

DANIEL:

A absolutamente todo el universo, e incluso al propio Dios.

ARMANDO:

El problema es que tu frase “nada que requiera causa es su pro-


pia causa” implica algo que todavía no pruebas: que hay causas
que no requieren causa. Además, si le piensas, “nada que NO re-
quiera causa es su propia causa”. Por lo tanto, dios requiere cau-
sa. ¿No sería más derecho y honesto postular que “Todo
lo que requiere causa, la tiene, o no es su propia causa”. Al pare-
cer los teólogos prefieren el camino de la opacidad en vez del de
la transparencia.

ARMANDO:

> El dios de la Biblia es solamente uno de los muchos


> Elohim que se mencionan en el Antiguo Testamento;
> es material (tiene espalda, manos, etc.);

DANIEL:

Eso son figuras retóricas.


EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO: Adán y Eva lo vieron caminando por el paraíso.


Moisés pidió verlo y Jehová le mostró su espalda. Pobre Moisés.
Jehová se le apareció a Abram (Genesis 12:7 y Exodo 6:3).
Jacobo luchó con él. El antropomorfismo está en toda la Biblia.
Los ángeles aparecen y desaparecen; tienen relaciones sexuales
con mujeres; el propio Espíritu Santo eyacula, insemina y junta
su DNA con el óvulo de una virgen. ¿No sería bueno que aplica-
ras la Navaja de Ockham al dogma de la concepción
inmaculada? (las otras concepciones son “maculadas”, mancha-
das o sucias, debido a “la mediocridad del placer sensible”). Per-
dón: por menos que eso habría caído en las mazmorras de la
SANTA inquisición hace 500 años. Como lo dijo un gran Papa,
“los herejes merecen morir”. Y como lo escribió Daniel en su
segundo turno “la muerte es inevitable”.

Elohim de Génesis 1 es la prueba de que el judaísmo (y su secta


cristiana) empezaron creyendo en varios dioses y después se vol-
vieron monoteístas; aunque los cristianos volvieron al tri-
monoteismo (que es politeísmo con disfraz).

ARMANDO:

> (dios) es libertino; es


> ignorante; es irresponsable; fomenta la ignorancia,
> la credulidad, la superstición, el fanatismo, el
> exterminio étnico, el aborto, el asesinato y otros
> males como la discriminación sexual y la esclavitud;

DANIEL:

Todo esto son suposiciones de tu particular interpretación de la


Biblia que, como sabes, no es la única; y, como sospechas, tam-
poco es la más coherente a partir de la hermenéutica del sentido
oculto de las palabras, siguiendo un criterio sistemático.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO: Como siempre, todo es justificable para Daniel.


Para escapar a cualquier barbaridad de la Biblia solamente tienes
que mencionar “la hermenéutica del sentido oculto de las pala-
bras”.

Tengo conmigo el libro de texto de Hermenéutica del profesor D.


R. Dungan, y en ninguna parte se equipara el arte de la exégesis
o interpretación con “el sentido oculto de las palabras”. Por el
contrario, Dungan dice que “No hay diferencia esencial entre el
estudio de las Escrituras y el estudio de cualquier otro tema” (pá-
gina 16). Cuando hablas del “sentido oculto” estás recurriendo al
gnosticismo.

Si se requiere ser un iniciado para entender la Biblia, me confir-


mas en mi convicción de que el dios de la Biblia es un dios in-
útil. Y evidentemente los Padres y Doctores de la iglesia no eran
iniciados porque interpretaban en forma contraria muchos pasa-
jes bíblicos, lo cual veremos en detalle en nuestro debate
sobre la Biblia.

¿Qué puede tener de sentido oculto un mandamiento de Jehová


como este: “Ve y destruye a Amalec, y destruye todo lo que tie-
ne, y no te apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños y aún
los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos”?. No lo hubo para
los judíos, quienes pasaron a cuchillo a docenas de miles de
hombres, mujeres y bebitos.

¿Qué puede tener de sentido oculto el etiquetar la menstruación


como inmundicia (Levítico 15) y el dar Jehová instrucciones so-
bre cómo deberían realizarse los abortos o cómo deberían de tra-
tarse a los esclavos o a las vírgenes obtenidas como botín de
guerra? No hay un libro que promueva la inmoralidad al grado
que lo hace la Biblia.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

FANATISMO DE DANIEL JUSTIFICA CUALQUIER ATRO-


CIDAD

Nótense con detalle cada palabra y frase de Daniel y entendere-


mos por qué la Santa iglesia se cree dueña de vidas y haciendas.
También entenderemos dogmas tales como el esclavismo, la dis-
criminación contra la mujer, las conversiones a fuerza, la domi-
nación sexual, la fabricación y venta de armas, las Cruzadas, el
Tribunal del Santo Oficio (Ave Rattzinger) y las matanzas de
protestantes, ateos y herejes. Veamos una joya de la Teología
Católica, y preguntémonos ¿dónde quedó el tan cacareado “dere-
cho a la vida”? (Estimados lectores, le quitas la mercadotecnia a
la iglesia y esta es la cruda realidad que queda).

DANIEL:

Dime, ¿alguien puede hacerse merecedor de la vida? No, porque


para ser merecedor o sujeto de derechos hay que existir. Y, si no
vives, no existes. Si no existes, no eres merecedor de nada, ergo
tampoco de la vida. Luego la vida es un regalo para los que la
adquieren. No tenemos derechos sobre ella, salvo el derecho na-
tural frente al resto de criaturas, ya sea a engendrarlas o a defen-
dernos de ellas; pero jamás frente al Creador que nos la ha dado
en términos absolutos.

Respecto a la orden divina de cometer homicidio, decir que Dios


puede modular o incluso suspender sus preceptos cuando así
conviene a la Providencia, de la misma manera que a veces es
más atinado interpretar una ley casuísticamente que aplicarla con
todo su rigor literal, puesto que en el último caso se frustraría su
objeto.

De lo que se sigue que Dios no puede dictar preceptos injustos.


Sin embargo, Dios puede quitarnos la vida, u ordenar por decreto
que se nos quite, y continuar siendo justo.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

Es más, si presuponemos que él es el Ser justo por antonomasia,


será preciso concluir que con ello se evitan males mayores.

En lo tocante a las penas eternas, ya he sentado en otra parte por


qué Dios debe juzgarnos una sola vez y no muchas. Supongamos
a un Dios que prorrogase en una ocasión la posibilidad de en-
mienda de los hombres. ¿Qué le impediría hacerlo infinitas veces
más? ¿Qué premura tendríamos para convertirnos en ese caso?
¿Y qué garantía de que los que han escapado al castigo lo han
hecho por perseguir la virtud y no por miedo a que les atormen-
ten, o por simple aburrimiento ante la insistencia redentora
proyectándose en la eternidad?

ARMANDO:

Daniel, si existiera un dios así, si hubiera pruebas de que existe,


yo aceptaría que existe; pero me negaría a adorar a este engendro
del demonio.

ARMANDO:
> Preguntas a Daniel:
> (1) ¿Es eterno el Padre? ¿Es eterno el Hijo?
> ¿Es eterno el Espíritu Santo?
> (2) ¿Son estos ellos un solo ser o tres seres?
> (3) ¿Son ellos tres dioses?

DANIEL:

Como se ha dicho, quedan contestadas en el apartado III.

ARMANDO: Respuesta insuficiente.

ARMANDO:
> (4) ¿Puede alguien dar lo que no tiene? ¿Puede
> un «ser inmaterial» crear un «universo material»? ¿Cómo?
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

La materia es sólo una tensión externa o ex-tensión de la fuerza.


No posee ser en sí misma, no es nada que no esté ya en la fuerza
de modo singular y formal. Es, en fin, la repetición espacial y
fenoménica de la mónada mediante sus acciones (contrástese con
lo establecido en el apartado IV de este turno).

ARMANDO: Fuerza y materia son lo mismo y son algo físico.


La “fuerza espiritual” no existe. Es un invento. Es imposible cru-
zar la frontera entre un “universo espiritual”, si existiera, y un
“universo material”.

ARMANDO:

> (5) ¿Qué tanto sirve la omnipotencia si quien


> la tiene no puede usarla?

DANIEL:

Que Dios no la use con el mundo –salvo en el momento de la


Creación- no significa que no la utilice con otros objetos (Dios
mismo) o que no pueda usarla.

ARMANDO: si puede usar la omnipotencia; pero no quiere (que


habilidad enorme de Daniel de SABER lo que un dios inconcebi-
ble e ininteligible quiere y no quiere), es como si no la tuviera.
Repito, estamos ante un dios inútil y tonto. ¿Cómo llamaríamos
al millonario que vive como mendigo?.

ARMANDO:
> (6) ¿Puedes mencionar diez cosas que harías,
> Daniel, si tuvieras omnipotencia? ¿Por qué las
> harías tú y dios no puede hacerlas?
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

Yo podría tener omnipotencia y carecer de infinita sabiduría y


bondad. Entonces sería un monstruo.

ARMANDO: Si dios tiene omnipotencia y no la usa, ¿dónde


queda su bondad? ¿Le interesa complacer a los teólogos y no
echarles a perder sus elucubraciones, en vez de hacer tanto bien
que se necesita en el mundo?

Si Daniel no puede, o puede y no quiere (para imitar a su dios),


yo si voy a enlistar diez cosas que haría si tuviera omnipotencia:
(1) Quitaría la salinidad de los mares o la reduciría al mínimo;
(2) Destruiría en una millonésima de segundo a todos los virus y
bacterias patógenas; (3) Impediría, directa o indirectamente, to-
dos los crímenes, especialmente aquellos que atentan contra la
integridad de la vida; (4) Paralizaría a miles y miles de charlata-
nes que hablan en mi nombre; (5) Aumentaría la proporción de
tierra continental frente a los mares; (6) Intervendría todos los
canales de televisión del mundo, radio, internet, etc., y daría un
mensaje inteligible a la humanidad; (7) Declararía la libertad del
alma humana; (8) Quitaría a la iglesia toda su riqueza y la
repartiría entre los pobres, y lo mismo haría con toda la riqueza
mal habida bajo la sombra del poder político y religioso; (9 y 10)
Se me agotaron las ideas. Es que no soy dios.

ARMANDO:

> (7) Si dios intervino para crear el universo,


> ¿no podría intervenir para darle una «arregladita»?

DANIEL:

No, según he mostrado en el apartado II.


EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO: Daniel se contradice pues en una respuesta poste-


rior dice que dios sigue creando al mundo.

ARMANDO:

> (8) ¿Qué tan libre es dios? (atención: veremos:


> cómo la Teología es capaz de partir un pelo en tres).

DANIEL:

La máxima libertad consiste en actuar sabia e


irreprochablemente de manera espontánea.

ARMANDO: Nadie, excepto los teólogos, reprocharía a dios que


interviniera y le diera una arregladita al universo. Lo considera-
ríamos un acto de sabiduría ya que es de sabios corregir.

ARMANDO:
> (9) ¿Cómo se concilia la existencia del limbo,
> del purgatorio y del infierno con el carácter
> sumamente bueno de dios?

DANIEL:

He dado satisfacción a esta duda escasas líneas más arriba.

ARMANDO: Ninguna satisfacción a las mentes racionales; y


ninguna a la incongruencia del carácter de omnipotencia y
omnibenevolencia que se le atribuyen a dios. Si justificas el Pur-
gatorio (al Concilio que lo fundó se le olvidó decirnos dónde
está el Purgatorio), seguramente justificas que se paguen
misas para que un purgador salga más pronto del Purgatorio y se
vaya al cielo. ¿Estoy en lo cierto?. Además, ¿cómo se dieron
cuenta los obispos, cardenales y papas que hay un purgatorio?
¿O es otra conclusión en base a los axiomas y corolarios de los
teólogos?. ¿No sería más fácil y sabio que el dios de la
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

Biblia lo hubiera dicho en algún versículo. Podría haber cancela-


do una de las genealogías y explicado todo esto del más allá.

ARMANDO:

> (11) Si fueras dios, ¿cómo revelarías tu


> existencia a los seres humanos?.

DANIEL:
No soy Dios, luego carezco de la sabiduría necesaria para con-
testar.

ARMANDO: No te abstengas de usar tus neuronas; de algo te


pueden servir.

ARMANDO:

> (12) ¿Quién es el amo, señor y gobernante del mundo?

DANIEL:

Dios lo es de pleno derecho, aunque lo ceda en precario a sus


criaturas.

ARMANDO: Si el 99.9% de la gente está bajo la potestad de Sa-


tanás, “el príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora
opera en los hijos de desobediencia (Efesios 2:2), “el gobernador
de las tinieblas de este mundo” (Efesios 6:12), el que tiene “el
imperio de la muerte” (Hebreos 2:14) (y ver todo el Apocalipsis),
qué dios tan irresponsable al conceder todo el poder al diablo,
quien es, para todo los fines prácticos, el amo, señor y gobernan-
te de este mundo. ¿Por qué diablos no mandó dios a Satanás a
los infiernos? Tal vez porque le hacía falta a su esquema eterno
de la “redención”. El cristianismo es una mesa que descansa en 4
patas: Padre, Hijo, Espíritu Santo y El Diablo. Si le quitamos una
pata se cae la mesa. Para armar el cuadro los teólogos tuvieron
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

que inventar no solamente a dios sino también al Diablo. “Por-


que de tal manera odió dios al mundo que envió a su hijo
diablito para que todo aquel que le obedezca no se salve sino que
se vaya al infierno eterno” (Juan 3:16 interpretado conforma a la
realidad). ¿Quién nos salvará del dios de la Biblia?.

ARMANDO:

> (14) ¿Quién es el responsable del mal y la adversidad


> que hay en el mundo?

DANIEL:

Todo aquel que, pudiendo actuar de otra manera, introduce


imperfección y desorden en lo creado.

ARMANDO: La historia de Job nos muestra que dios es el res-


ponsable; porque “pudiendo actuar de otra manera”, NO LO
HACE. Es responsable el que pudiendo impedir, PERMITE. El
que pudiendo ayudar, ESTORBA. El que pudiendo salvar,
voltea la cara para otro lado. ¿Puede decirnos alguien qué es lo
que le falta a dios para meter en cintura al diablo?.

ARMANDO:

> (15) ¿Quién es el principal cómplice del «Gran Tentador»?

DANIEL:

Cualquier criatura que acepte ser tentada y sucumba.

ARMANDO: Así que dios se “lava las manos” como Pilatos. So-
lamente hay que leer los primeros dos capítulos de Job para dar-
nos cuenta que dios es el principal cómplice de Satanás y que la
enormidad de dolor y maldad que hay en el mundo se la debe-
mos más a dios que al diablo. Dios entregó a Job en las manos de
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

Satanás. Y lego el cobarde dios LE ECHA LA CULPA A SATA-


NAS: “TU ME INCITASTE CONTRA EL PARA QUE LO
ARRUINARA SIN SIN SIN SIN (OJO DANIEL) SIN CAUSA”.
Este diocesito no tiene madre. En Apocalipsis 20 se habla de un
período de mil años en el cual dios atará al diablo “para que no
engañe a la gente”. ¿No podría atarlo un millón de años, desde el
principio hasta la extinción de la especie humana?. Ajá, esta es
otra cosa que yo haría (9) Ataría de inmediato al diablo y
lo arrojaría y encerraría en el fondo del abismo; además de que
(10) Resucitaría a los millones de seres humanos muertos a mano
de los cristianos, para que tuvieran otra oportunidad de vida, a
salvo de las ordas fanáticas.

ARMANDO:

> (16) ¿Puede un ser divino ser «sumamente bueno


> y misericordioso» y a la vez ser justo?

DANIEL:

Sí, si por misericordia se entiende: 1) sostener gratuitamente la


Creación; 2) remitir por méritos ajenos los pecados propios; 3)
tardar en castigar a los malos, ofreciéndoles tiempo para su
conversión, y 4) tras la muerte, dar a los buenos más de lo que se
merecen. En resumen: no puede haber injusticia donde no hay
perjuicio arbitrario y donde el beneficio favorece al conjunto to-
tal.

ARMANDO: No, donde no puede haber justicia es en castigar


“pecados” temporales con castigos eternos.

ARMANDO:

> (17) ¿Era Judas y su traición parte del plan de dios?


EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

Obviamente.

ARMANDO: Entonces Judas no es el único culpable. Estaba si-


guiendo un “script” que él no había escrito y no tenía libertad
para cambiar el guión. Lucas 22:3 dice claramente “Y ENTRO
SATANAS EN JUDAS”. ¿Quién le dio permiso?. ¿Podía Judas
haberse resistido al plan de dios? Tal parece que el papel de Ju-
das en nuestra redención no ha sido apreciado lo suficiente. Si
una sola alma es tan valiosa, no puede un dios sin escrúpulos
echarla a perder “para lograr un bien mayor”.

Además el diablo no es tan diablo, porque si realmente fuera li-


bre, podría haberse SALIDO DEL SCRIPT y haber frustrado el
plan divino para la redención de la humanidad.

ARMANDO:

> ¿Qué pasaría si Judas se negara a traicionar a Jesús?


> ¿Tenía libertad de hacerlo?

DANIEL:

Sí. Y Dios ya había previsto cómo se decantaría dicha libertad.

ARMANDO: Eso es como ver una película otra vez, o un partido


de futbol en video, para ver si ahora si entra el gol. Los persona-
jes de una novela no tienen la libertad para actuar de manera di-
ferente a lo que decide el escritor. Una libertad que no puede
cambiarse no es libertad. Por ello la cualidad de la
“omnisciencia” de dios es una de las características incoherentes
del concepto. Si dios sabía, por ejemplo, que el diablo se iba a
revelar contra él, ¿por qué insistió en crearlo? ¿Si sabía que se
van a condenar el 99.9% de los humanos, por qué no crear sola-
mente al .1% que iban a ser creyentes?.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> (18) ¿Tienen los ángeles libertad para desobedecer a dios?

DANIEL:

¿Tiene el sabio libertad para decir necedades? Sí, pero no la usa


nunca, salvo que se vuelva loco.

ARMANDO: ¿Cuál es el mérito de los ángeles “libres” si están


predestinados por dios hacia la obediencia y no hacia la desobe-
diencia? El sabio, Daniel, tiene libertad para decir lo que quiera,
y no necesita volverse loco para usar su libertad.

ARMANDO:

> (19) ¿Tienen los demonios libertad para arrepentirse


> y «salvarse»?

DANIEL:

No, los demonios ya están condenados. Conociendo a Dios, han


optado por despreciar su autoridad y arrogársela para sí. No hay
que esperar al Juicio, puesto que en ellos ha operado ya «motu
proprio», o tal vez por decreto divino, la desnaturalización que
sucederá a los réprobos tras levantarse de entre los muertos.

Sólo se puede explicar esta actitud de una manera: están locos,


aunque sus desvaríos sean dentro de lo que cabe racionales y
premeditados. No es de extrañar que los posesos cometan insen-
sateces por influjo suyo; o que los ateos acusen a Dios y jamás al
Diablo.

ARMANDO: Es fabulosa la comprensión que Daniel tiene de los


designios de dios. Ahora resulta que no los diablos son libres.
Nomás falta que digas que el diablo ha poseído a los ateos para
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

que “acusen a Dios”. No se puede acusar a quien se


limita a seguir un “guión”; y como, en el relato de Job, “No tiene
la culpa el indio sino el que lo hace compadre”.

Es asombroso también que Daniel use casi 20 veces las frases


“tal vez”, “presuponemos”, “a-priori”, etc., para armar su teolo-
gía y tratar de probar su argumento.

ARMANDO:

> (20) ¿Son los ángeles y demonios infinitos?

DANIEL:

No lo sé, pero me parece una cuestión de escasa relevancia.

ARMANDO: Cambiémosla por otra más sencilla: ¿es dios infi-


nito en el tiempo o solamente infinito fuera del tiempo?.

ARMANDO:

> (21) ¿Quién ganaría una partida de ajedrez


> entre el Padre y el Hijo?

DANIEL:

Planteárselo es una estupidez. La sabiduría no puede combatir


contra sí misma.

ARMANDO: ¿Y unas damas chinas?.

ARMANDO:

> (22) ¿Cómo deben los cristianos tratar a los herejes?


EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

En primer lugar, reconveniéndolos e instándoles a seguir la


tradición. En segundo lugar, si persisten, refutando sus noveda-
des con razones y con la Escritura. En tercer lugar, cuando no
haya más remedio, promoviendo su excomunión y separación del
resto de fieles, si el Papa lo estima oportuno.

ARMANDO: … y cuarto lugar, mandándolos matar, desollar o


quemar en la hoguera. En la próxima te cuento las aventuras de
San Cirilo.

ARMANDO:

> (23) ¿Dónde está la moralidad de las conversiones


> forzadas que los conquistadores realizaron en América?

DANIEL:
No hay moralidad en las conversiones forzosas: es doctrina cató-
lica. Pero no todas fueron así, ni siquiera la mayoría.

ARMANDO: No has leído los escritos de Fray Bartolomé de las


Casas. Ni la historia del reinado de Los Reyes Católicos. “Eres
judío: así que o te bautizas o te mueres, eres libre de elegir. Y, si
te bautizas, como premio, te vamos a decir: MARRANO”. Da-
niel, si no hay moralidad en las conversiones forzosas, ¿por
qué las ha practicado la iglesia?.

ARMANDO:

> (24) ¿Cómo deben los creyentes en dios tratar


> a las brujas y a los adivinos?

DANIEL:
Como a dementes o mentirosos, salvo que invoquen al Diablo.
En este caso, deben evitar su contacto y rezar por ellos.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO: La Biblia dice que hay que matarlos. Y la iglesia


ha cumplido el mandamiento. En la próxima te incluyo porciones
del “manual de operaciones” para el tratamiento de los brujos
que usa la iglesia.

ARMANDO:

> (26) ¿Puede estar un «demonio» en dos lugares a la vez?

DANIEL:

Todos los cuerpos pueden estar en infinitos lugares a la vez. Y


los demonios tienen cuerpo, aunque sutil.

ARMANDO: ¿Todos los cuerpos pueden estar en infinitos luga-


res a la vez? ¿Son omnipresentes? ¿Estás hablando en serio o
desvariando?. Eso de “cuerpo sutil” debe ser una sutileza, ¿no?.
¿Qué tan sutil era el cuerpo del Espíritu Santo cuando concibió a
Jesús?.

ARMANDO:

> (27) ¿Es moral y razonable la doctrina del pecado original?

DANIEL:
Absolutamente, lo cual demuestra una vez más la falsedad del
Islam. Lo probaré en otro momento, si quieres.

ARMANDO: Mientras lo pruebas lee: “El intento del corazón


del hombre es malo DESDE su juventud” (Génesis 8:21); “Vues-
tros hijos no saben lo bueno ni lo malo” (Deuteronomio 1:39);
“Dios hizo al hombre recto” (Eclesiastés 7:29).

ARMANDO:
> (28) ¿Es justa y razonable la doctrina de la redención?
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

Sí, ya he hablado de ella.

ARMANDO (ahora): No es justo ni razonable que otra persona


pague lo que no hizo.

ARMANDO:

> (29) ¿Es cierto que, como dios «inspiró» a Lucas


> a escribir –capítulo 3- que hubo solamente 61
> generaciones entre Adán y Cristo?

DANIEL:

Si Adán existió y no se trata sólo de una alegoría (yo me inclino


por este partido), está claro que no puede ser el primer hombre.
La genealogía de Cristo tiene dos funciones: hacer descender a
Cristo de Abraham, por su condición de Mesías, y vincularlo a
todo el género humano mediante Adán. En su composición se
utilizaron los conocimientos de la época. La revelación en vida
debe ser parcial para que la inteligencia no se aletargue y apren-
da a indagar por su cuenta.

ARMANDO: Lo dicho, la Biblia es el producto de “los conoci-


mientos de la época” en que se escribió; y no es la obra inspirada
por un dios todopoderoso. ¿Y no puede ser Adán el primer hom-
bre? Al menos Pablo no pensó que era una historieta: “Y fue he-
cho el primer hombre Adán” (1 Corintios 15:23).

ARMANDO:

> (30) ¿Probarían algo los errores de la Biblia


> con respecto a la existencia del dios de la Biblia?
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

Depende de la clase de error. Si un dogma se demostrara falso,


habría que redefinir al Dios del credo actual.

ARMANDO: La Biblia tiene de toda clase de errores y de eso


trataremos en nuestro debate planeado sobre la Biblia. Veremos
que esos errores nos impulsan a pensar que es una obra humana
cien por ciento y para nada tuvo “intervención
divina”.

ARMANDO:
> Dios es una invención de la imaginación humana,
> por su ignorancia y sus temores. Los hombres
> crearon a los dioses.

DANIEL:
Por «su ignorancia y sus temores» el hombre inventó la ciencia
médica y la política.

ARMANDO: La religión perpetúa la ignorancia y los temores.


La ciencia los disipa.

ARMANDO:

> Dios, en su devenir atemporal, no es el mismo


> ente unitario, sino tantos como momentos
> queramos tomar en su existencia. Corolario:
> Dios tiene un comienzo atemporal.

DANIEL:

«Devenir atemporal» es un oxímoron, lo ve un niño. No hace fal-


ta examinar el resto.

ARMANDO: La frase “devenir temporal” fue tomada de tu pri-


EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

mera proposición y solamente la estoy aplicando al “mundo espi-


ritual” ya que tu la limitas al “mundo material”. Si el hecho de
que haya “momentos” temporales significa que el universo tiene
comienzo temporal, los “momentos atemporales” probarían lo
mismo en dios.

ARMANDO:

> Daniel, espero una exposición más clara del


> argumento para contestarlo. La existencia del
> universo es evidente. No la de dios.

DANIEL:

Tampoco la del universo eterno que, como la hipótesis de Dios,


es parcialmente ininteligible. Pero aquélla, además, es
antieconómica e inelegante.

ARMANDO: Eterno o no eterno, la existencia del universo es


evidente. No la de dios.

ARMANDO:

> Daniel, ¿Por qué no aplicas a dios los mismos axiomas,


> proposiciones, corolarios y demostraciones que aplicas al
> universo?

DANIEL:

Porque son objetos heterogéneos. Hay un límite en el escrutinio


racional. Puedes preguntar «¿por qué?», pero no está permitido
que inquieras «¿por qué `por qué’?».

ARMANDO: Entonces no puedes tomar las conclusiones de un


tipo de objetos para meter, contra la Navaja de Ockham, objetos
que pertenecen a otra categoría. No puedes brincarte de la línea
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

material a la espiritual. ¿Y los límites? Los teólogos los ponen


donde les conviene.

ARMANDO:

> No se permite hablar de dos infinitos, uno en potencia


> y otro actual. De otra manera, contéstame, ¿la infinitud
> de dios es actual o potencial?

DANIEL:

Actual, dado que todo lo puede.

ARMANDO (ahora): Y esa infinitud, ¿dirías que está en el espa-


cio, fuera del espacio o en ambos? ¿Está en el tiempo, fuera del
tiempo o en ambos?.

ARMANDO:
> ¿Y quién o qué fue la causa de dios? Si dios puede
> existir sin causa, el universo puede existir sin causa.

DANIEL:
Otro «non sequitur». Dios, al postularse como lógicamente nece-
sario, no requiere causa.

ARMANDO: Yo lo postulo como lógicamente innecesario, si-


guiendo la Navaja de Ockham. Así que, ¿Quién o qué fue la cau-
sa de dios?. Si dios puede existir sin causa, suponiendo sin con-
ceder, entonces el universo, concediendo sin suponer, puede
existir sin causa.

ARMANDO:

> Además es irracional afirmar que una cosa puede tener


> efecto en otra de naturaleza completamente distinta.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

Un punto (inextenso) desplazándose da lugar a una línea (exten-


sa). ¿Te resulta irracional? En el caso de la Creación yo diría que
es suprarracional, porque no podemos saber cómo sucede. Pero
tu axioma se ha mostrado falso.

ARMANDO: Si un punto es inextenso, la línea es inextensa. Si


un punto es extenso, la línea que forma al moverse es extensa.
Suprarracional es otro término sin significado. Sigue siendo irra-
cional afirmar que una cosa puede tener efecto en otra de natura-
leza completamente distinta. (Hablo de causas y efectos materia-
les o espirituales).

ARMANDO:

> Una cosa «espiritual» no puede crear ni sostener a una


> cosa «material». Y todo lo que sabemos, de cierto, es la
> existencia de este mundo material.

DANIEL:

Siendo falso tu axioma, no se ve la veracidad de las conclusiones


que de él derives.

ARMANDO: Intenta contestar otra vez.

ARMANDO:

> Si no está en el tiempo, no existe.

DANIEL:

Sólo si defines «existir» como «estar en el tiempo». Pero hay


otra definición complementaria: poseer capacidad inmediata de
actuar. Así, cuando afirmamos que alguien «ya no existe» porque
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ha muerto, no estamos significando que su cuerpo haya salido de


la dimensión temporal.

ARMANDO: Un cuerpo muerto no es “alguien”. El cuerpo como


cuerpo existe; la persona no. Tu definición complementaria le
concedería la existencia solamente a lo que o a quienes “poseen
capacidad inmediata de actuar”, por lo que tu definición es defi-
ciente.

ARMANDO:

> Si está en todas partes,


> es extenso.

DANIEL:

Pascal definió a Dios como un punto que se mueve a velocidad


infinita a través del universo. Eso responde a tu equivocada
objeción.

ARMANDO. Entonces dios es inextenso y aún así está en todas


partes. ¿A dónde nos quieres llevar? ¿A esa altísima velocidad
que se mueve dios, no estaría en peligro de salirse del universo?
Cuando lo vuelvas a ver, ¿le preguntas qué hay más allá del uni-
verso?.

ARMANDO:

> Si produjo un mundo material, es un ser material,


> porque «las especies producen según su género».

DANIEL:

Éste es el axioma que se ha probado falso o no universal. Y no


sólo puede refutarse geométricamente. También aritméticamente
(lo singular engendra a lo plural) o, según creen algunos,
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

biológicamente (lo muerto engendra a lo vivo).

ARMANDO. Disculpa es que me dejé llevar por la alegoría del


Génesis: “Produzca la tierra hierba verde, hierba que de semilla;
árbol de fruto que de fruto según su género”.

ARMANDO:

> se sigue, necesariamente que no hay tiempo en el «mundo


> espiritual», o de que en el mundo espiritual todo ocurre
> instantáneamente en el infinito, o de que no podemos
> distinguir bajo la lupa del tiempo eventos distintos tales
> como (Evento 1: la creación de los ángeles; y Evento 2:
> la rebelión de Satanás y sus huestes; y Evento 3: la creación
> del infierno; y Evento 4: la decisión de crear el universo).
> Explícanos cómo podría haber mutación en un mundo
> inmaterial o espiritual; y si, en realidad, la falta de
> mutación implica inexistencia del tiempo.

DANIEL:

Jamás he defendido que estos eventos que narras ocurrieran en


un «no-lugar» inespacial e intemporal.

ARMANDO: Y el engendramiento del Hijo, que mencionas en


otra parte, ¿ocurrió en el espacio-tiempo o fuera del espacio-
tiempo?.

ARMANDO:

> Adicionalmente, si la creación es un proceso temporal,


> como me parece que afirmas, X-DIOS no puede causar
> que Y-UNIVERSO llegue a ser, a menos que X-DIOS
> haya existido temporalmente previo a Y-UNIVERSO,
> por lo que dios es un ser temporal.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

Esta dificultad es clásica y motivó a los platónicos a hablar de un


demiurgo que, siendo inmaterial y todopoderoso, tiene contacto
con lo real. Los cristianos adoptaron esta teología…

ARMANDO: Pues resuelve la dificultad y acepta que X-DIOS


tuvo que haber existido temporalmente previo al comienzo de Y-
UNIVERSO.

ARMANDO:

> Nada de lo que concluyes puede ser verificado; y las


> verificaciones que los científicos están logrando cada día,
apuntan hacia una
> naturaleza material de todas las cosas.

DANIEL:

Eso es sencillamente falso. Sucede más bien que todas las


propiedades de lo inmaterial, como la fuerza, la inercia o la
unidad, se integran en lo material, donde se manifiestan.

ARMANDO: Lo inmaterial no tiene fuerza, ni inercia ni unidad,


ni manifestación alguna porque no existe. El texto de Schlick no
prueba la unidad de la conciencia, o que la conciencia sea inde-
pendiente del mundo físico. Dice que las ideas constituyen la
conciencia; pero no hay ideas fuera del cerebro humano, excepto
que el hombre las haya anotado en un código entendible por
otros (escritura, video, digitalización, etc.).

Dices, Daniel, que la conciencia “ha de ser forzosamente algo


inmaterial, simultáneo e inmanente a las ideas, pero distinto a
ellas”; pero estás equivocado. Bien podrías mejor haber usado la
telepatía para probar la existencia de un mundo inmaterial.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

Y no me cites a Gödel; mejor preséntanos un buen argumento


que pruebe el mundo espiritual.

ARMANDO:

> Nadie ha probado la


> existencia de algo tan aparentemente simple y cercano como
> «el espíritu» o «el alma» del hombre, o su «naturaleza
espiritual»,
> o «las almas de los muertos», y mucho menos la intervención
> divina en el mundo que EVIDENCIE su existencia.

DANIEL:

Nadie será capaz de probártelo, porque nunca serán capaces de


impedirte que barajes otras opciones.

ARMANDO: Si piensas que yo soy incapaz de aceptar una prue-


ba, de todos modos preséntala. Le hará bien a nuestros lectores.

DANIEL:

Si no estás dispuesto a creer


en algo, la razón suficiente no basta: encontrarás «razones»
adicionales.

ARMANDO: No estoy dispuesto a creer en nada. Que te crean


los ignorantes, los crédulos, los supersticiosos y los fanáticos.
Ellos se creen todo: esa ha sido la gran fuerza de la iglesia.

DANIEL:

Pocas cosas son tan absurdas como para que no puedan


ser creídas.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO: Y entre más absurdas, más las creen. Ejemplos:


que los sacerdotes perdonan pecados; que Jesús no tuvo padre;
que la virgen María subió al cielo en cuerpo y alma; que el Papa
es infalible; que la virgen se aparece; que los santos escuchan las
oraciones; que en la hostia están la sustancia del cuerpo y la
sangre de Cristo; que las reliquias son milagrosas; que el agua
bendita no contiene bacterias; que los curas y las monjas “no se
calientan”; que hay una sola iglesia verdadera; que los niños que
no se bautizan no pueden ir al cielo; que se pueden redimir las
almas del purgatorio pagándole al sacerdote; que hubo un dilu-
vio universal; que se abrieron las aguas del Mar Rojo; que el dia-
blo se posesiona de las personas y se requiere de un exorcismo;
etc.

ARMANDO:

> ¿Creó dios el universo en un punto del tiempo, es


> decir, en una millonésima de segundo, o en seis días,
> o todavía lo está creando?

DANIEL:

Dios creó el mundo en un tiempo cero y sigue creándolo a cada


instante, pero sólo en el sentido de mantener su existencia dentro
de los quicios lógicos …

ARMANDO: Ya vimos al principio que no hay relación de


causalidad entre dios queriendo empezar el universo y el evento
mismo del arranque del universo. Y, si dios existe y en este ins-
tante abandonara el mundo, todo seguiría igual. ¿Qué pruebas
tienes, Daniel, de que el sol se apagaría u oscurecería, de que la
luna no daría su resplandor o de que las estrellas caerían de cie-
lo, y las potencias de los cielos serán conmovidas?.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> Si dios «lo puede todo», ¿por qué no puede hacerse evidente
> a cada generación y a cada persona?

DANIEL:

Sí puede, pero es terriblemente modesto.

ARMANDO: Oh.

ARMANDO:

> ¿Por qué tenemos los


> humanos que creer a ojos cerrados?

DANIEL:
Nos ha dado luz suficiente para verle. La prueba es que yo le
veo. La ceguera no refuta a la vista.

ARMANDO: Al fin aquí tenemos la prueba innegable de la exis-


tencia de dios, DANIEL VE A DIOS!!. Y no me parece que Da-
niel está hablando alegóricamente. ¿Puedes darnos detalles?
¿Cómo es? ¿Cuándo lo ves? ¿Podrías grabarnos un video
la próxima vez que lo veas, para que nosotros también podamos
verlo?. Thomas Hobbes, en su Leviathán, capítulo 32, dice: “Si
un hombre pretendiera ante mi que Dios le ha hablado
sobrenaturalmente, e inmediatamente, y yo lo dudara, no
puedo percibir fácilmente qué argumento podría producir él, que
me obligara a creerlo… si dijera que Dios le ha hablado a él en
un sueño, no sería más que decir que él soñó que Dios le habla-
ba”.

Todos los religiosos, de todas las religiones del mundo tienen ex-
periencias místicas; pero eso no prueba que sus dioses existen. Y
la “prueba” de ellos no es menos que la tuya.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> ¿No tenemos derecho


> siquiera a saber si ese dios es Alá, o Shitala, o Hank o Jehová
> o Quetzalcoatl? ¿No tiene un hijo el derecho natural a saber
> quién es su padre? ¿o su madre, si se trata de una diosa
> y no de un dios?.

DANIEL:

Vuelve al apartado V al comienzo de esta discusión, dentro de


este mismo turno.

ARMANDO: No hay nada en ese apartado V que me haga re-


nunciar a mi derecho a saber.

ARMANDO:

> «¿Por qué la lucha eterna de la iglesia ha sido mantener


> a las masas en la ignorancia en vez de ser la mayor promotora
> de la educación y el método científico?».

DANIEL:

Es una calumnia que no me molestaré en contestar.

ARMANDO: Vayamos a los hechos, a uno solo de muestra: en


Chihahua, los indios tarahumaras han estado bajo la tutela edu-
cativa de la SMICAR exclusivamente durante MAS DE 300
AÑOS y todo lo que los curas y monjitas han podido formar es
un ejército de “korimeros”, es decir, de mendigos profesionales.
Nuestros indios no saben leer, no han aprendido a ser producti-
vos: todo lo que saben hacer es pedir dinero por las calles y por
las casas. No se trata de ninguna calumnia. Son los hechos. La
gente ignorante y pobre es más fácil de mantener en la
esclavitud.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> Si Ockham hubiera aceptado su propia «navaja»,


> hubiera concluido que dios no existe, que el universo
> material es todo lo que existe.

DANIEL:

Veamos si es así. Cito a Ockham: «La totalidad de las cosas que


son causadas es dependiente, pero no respecto a algo que es par-
te de esta totalidad; de lo contrario, algo sería dependiente de sí
mismo”, etc.

ARMANDO: Mira, si Ockham tuviera pruebas que dios existe


las presentaría (para ser congruente con su Navaja) y no necesi-
taría toda esa argumentación. Pero en mi siguiente turno desme-
nuzaré sus afirmaciones.

ARMANDO:

> UN DIOS BUENO CREA Y SOSTIENE


> UN MUNDO LLENO DE MALES
> ¿Cuántos hombres y mujeres pudieron perecer en el Diluvio,
> apenas 9 generaciones desde Adán? Unos cuantos miles.
> Luego Jehová hizo la promesa del 9/11 (Génesis 9;11)”, etc.

DANIEL:

Dios sí debe guardar su palabra. La diferencia entre el Diluvio y


el Tsunami es que aquél se produjo para castigar extraordinaria-
mente los pecados de los hombres, y éste forma parte del mal in-
trínseco a la Creación, que redunda siempre en un bien mayor.

ARMANDO: ¿Extraordinariamente? Y todavía les falta el Infier-


no. Si el Tsunami “forma parte del mal intrínseco a la Creación”,
¿Quién es el responsable de la Creación? Y si, como dijiste an-
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

tes, dios todavía está creando el universo, ¿por qué no intervino


en el Tsunami?. Para mi que el causante del Tsunami fue dios
mismo!!. Y si todo el dolor causado por el Tsunami “redunda
siempre en un bien mayor”, pues démosle un aplauso a dios y pi-
dámosle que nos mande una docena más.

ARMANDO:

> Aunque hace más de 2,300 años Protágoras dijo que «en cuan-
to
> a los dioses, no tengo forma de saber si existen o no existen».
> Unos 100 años después Epicuro reflexionó que, si el mal existe
> (y existe) y dios es infinitamente bueno (en caso que exista),
> entonces dios quisiera quitar el mal pero no puede,
> o simplemente dios no existe.

DANIEL:

Epicuro fue convenientemente refutado por Leibniz.

ARMANDO: Otra vez te digo que no estoy debatiendo con


Leibniz. La refutación de Leibniz está llena de agujeros. Contés-
tame directamente: (1) ¿Es dios omnipotente?; (2) ¿Es dios infi-
nitamente bueno?; (3) ¿Hay mal en el mundo?; (4) ¿Puede dios
quitar el mal del mundo?; (5) ¿Quiere dios quitar el mal del
mundo?; (6) ¿Quiere pero no puede?; (7) ¿Puede pero no quie-
re?; (8) ¿Cómo sería diferente el mundo si el mal no existiera?;
(9) ¿Cómo sería diferente el mundo si dios no existiera?; (10)
¿Hizo bien dios en entregar a Job a las manos de Satanás?.

ARMANDO:

> «Por lo tanto, si hay sufrimiento que puede ser reducido, y


> podemos ver que no es reducido, podemos concluir que no
> hay un ser omnipotente que quiera reducir nuestro sufrimiento.
> (Steven Carr)
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

Llevando al absurdo esta argumentación: Si experimento el más


mínimo dolor, como podría ser el causado por una espinilla en la
cara, entonces Dios no existe. Un Dios infinitamente bueno ha
de crear un mundo sin sufrimiento y, por tanto, sin espinillas.

ARMANDO: Las espinillas son infecciones causadas por bichos


creados por dios. Y no estoy usando ninguna “treta” para anali-
zar el problema del mal. Las tretas las usan quienes cierran sus
ojos ante el mal, lo justifican, le buscan “utilidad” (el bien sería
mil veces más útil), lo consideran causante de un bien mayor y
finalmente nos piden “confiar en la Providencia”. En vez de lle-
var al absurdo la argumentación de Steven Carr, contéstala. Di-
nos si es cierto como lo es, que hay mal o dolor que podría ser
reducido. Dinos si es cierto como lo es, que vemos que el mal y
el dolor NO es reducido. Dinos si hay un ser omnipotente
que quiere reducir nuestro sufrimiento.

ARMANDO:

> Y cierro el argumento descriptivo citando, de la revista Time,


> a Steven Pinker, actualmente profesor en Harvard: «Our own
> bodies are riddled with quirks that no competent engineer
> would have planned.... etc.

DANIEL:

Excelente. Te contestará Leibniz:

ARMANDO: En la larga cita de Leibniz resalta esto: “DEFEC-


TOS QUE EL AUTOR DE LAS COSAS HA PERMITIDO”. Es
precisamente mi argumento, que si dios existe es el causante,
permitidor y responsable de esos “defectos”. ¿Por qué me critica
Leibniz porque hablo de los defectos del universo, si él mismo
reconoce que defectos los hay y de que dios es el que los ha per-
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

mitido por no se qué teológicas razones?.

DANIEL:

La superstición es el peor enemigo de la imperturbabilidad… y


la cita de Séneca, etc.

ARMANDO: La larga cita de Séneca no prueba que “Dios se


preocupa por el hombre”. Aquí le voy a mostrar a Daniel y a los
lectores que hay una persona notablemente más buena que dios.
Les presento al científico humanista R, al virus M y al dios J.
Aquí le doy en una probeta sellada el virus M al científico
R. El virus M es capaz de matar a 20 millones de personas en
tres meses, más de 200,000 personas diarias. ¿Y qué es lo que
hace el científico R?: DESTRUYE EL VIRUS!!. ¿Cómo es posi-
ble, está destruyendo una creación divina?. Mejor le doy
en virus M al dios J. ¿Y qué hace el dios J con el virus M?. LO
SUELTA!!. Y el virus de la influenza española mata a 20 millo-
nes de personas de septiembre a noviembre de 1919 en el mun-
do. Seguramente lo hizo para que aprendamos a amar la
justicia, o para alcanzar un bien mayor. Sospecho que el inventor
del refrán “no hay mal que por bien no venga” lo inventó un teó-
logo.

ARMANDO:

> «Pero el problema respecto a dios (o dioses) no se limita


> al hecho de que estos sólo sean útiles para explicarnos
> lo desconocido, pues su omnipotencia también queda
> en entredicho. Supongamos que una noche, mientras
> regresa a su casa, Ud. ve como unos malhechores intentan
> violar a una niña de 3 años. ¿Intentaría Ud. hacer algo
> para salvarla?.

DANIEL:
Dios obra milagros constantemente.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO: Pues no ha salvado a ninguna de estas víctimas


hasta ahora. ¿Así que donde está dios y los milagros cuando se
les necesita?

DANIEL:

Y los obra con toda humildad, a través de sus instrumentos: los


hombres. Para mí no hay nada más milagroso que un hombre -un
ser, pues, inclinado al egoísmo por su naturaleza animal y a la
maldad por su sobre naturaleza pecaminosa- haciendo el bien de
manera desinteresada.

ARMANDO: Las cosas buenas que hacen los hombres NO son


milagros de dios.

DANIEL:

Si Dios permite la injusticia es para que el hombre aprenda a


amar la justicia y no espere salvaciones «ex machina». Para que
luche en esta vida, como luchó Cristo apurando el cáliz, y espere
la gloria en la futura.

ARMANDO: O sea que el pastel está más allá. ¿Qué tan retorci-
da puede estar una mente para que asegure que “Dios permite la
injusticia para que el hombre aprenda a amar la justicia”?.

DANIEL:

Sea como fuere, la muerte es inevitable.

ARMANDO:

Pues si, y es justificable matar gente en nombre de dios.


EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

Desde la perspectiva atea, toda vida es una tragedia disfrazada


de orgía.

ARMANDO: Te equivocas, los ateos no usamos disfraces; y


nuestra vida dista de ser una tragedia. Ni tragedia ni orgía; sim-
plemente vida plena, valiosa, feliz, productiva y llena de propó-
sito, sin esperar en la lotería del más allá.

PREGUNTAS FINALES

DANIEL:

Si el escepticismo no cesa nunca en ningún terreno, no es más


que un bello nombre para la obstinada ignorancia.

ARMANDO: Otra vez Darrow: “El escepticismo y la duda lle-


van al estudio y la investigación”. El estudio y la investigación
son el polo opuesto de la obstinada ignorancia.

ARMANDO:

> Esta conducta de Abraham es común entre los


> desequilibrados mentales. Hace tres años conocimos,
> por los reportes de prensa del caso de la señora Deanna
> Laney, en Tyler, Texas USA, una devota creyente en el
> dios de la Biblia, quien mató a su hijo Josué de 8 años
> y Lucas de 6 años y dejó herido seriamente a Aarón de 2 años.

DANIEL:

Dios usó a Abraham para probar su fe, que serviría de ejemplo a


las generaciones posteriores. Él mismo lo dijo. Dios no tiene ne-
cesidad de tentar a nadie más con idéntica prueba. Quien obede-
ce a algo así después de Abraham, o delira o sirve a demonios.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> Debes de saber, Daniel, por supuesto, que el dios de la


> Biblia estuvo presente en la matazón y no movió
> ni un dedo para impedirla. ¿Qué se puede esperar de
> un dios que ordena en la Biblia que se tome a niños
> inocentes y se les golpee hasta morir contra las rocas?

DANIEL:
Dios, dada su omnisciencia, podía saber que esos infantes ha-
brían causado males más graves de quedar con vida, actuando
como vengadores de sus padres.

ARMANDO: Es lo que digo, Jehová es el dios del exterminio


total y no el dios de amor que tanto nos predican. Dios y la igle-
sia saben arrancar los males de raíz. (¿Traes una arma? No, pero
traes dinero para comprar una arma, ¿verdad?). No, si la
omnisciencia es algo maravilloso. ¿Cómo le hacemos para que
no se extienda el protestantismo, o las herejías, o los musulma-
nes, o los ateos? Pues matándolos a todos, sencillísimo. Si elimi-
nas la semilla no nacerán los árboles. ¿Quién dijo que dios es
cruel?. OSEAS 13:14 dice “Caerán a espada; sus hijos
serán estrellados, y sus mujeres en cintas serán abiertas”.

DANIEL:

Sobre la transmisión de la culpa a los descendientes, escribe el


platónico Plutarco (De la tardanza de la divinidad en castigar):
“…Sin embargo la cólera divina contra las ciudades en su totali-
dad se justifica fácilmente “Pero en Niseo, en Apolócrates, en
Antípatro, en Filipo e igualmente en los demás hijos de hombres
culpables se ha desarrollado y permanece la parte dominante de
sus padres, ni inactiva ni ociosa. Al contrario, viven de ella y con
ella se alimentan, habitan y piensan. Y nada tremendo o extraño
es que, si son sus hijos, tengan su mismo destino”.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO: “El hijo NO llevará el pecado del padre, ni el pa-


dre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y
la impiedad del impío será sobre él” (Ezequiel 18:20). Así que,
Daniel, dile adiós a tu Plutarco y a tu dogma del “pecado origi-
nal”.

ARMANDO:

> Además, ¿cómo puedes creer lo que dice la Biblia,


> un libro que está lleno de tradiciones, ignorancia,
> mitología, errores, contradicciones y enseñanzas
> dañinas a la humanidad y contrarias a los derechos
> humanos?

DANIEL:

No hay nada en los preceptos de Dios recogidos por la Biblia


que sea contrario al derecho natural (el cual no siempre coincidi-
rá con la Declaración actual de Derechos Humanos). Sí puede
haberlo entre sus decretos.

ARMANDO: Distinguir entre preceptos y decretos es otra forma


de dejar abierta la puerta para escapar a una dificultad. Los rato-
nes de la teología han tenido dos mil años para hacer los aguje-
ros necesarios para evadir al sentido común. Así, la esclavitud,
recomendada, tolerada y reglamentada en la Biblia es un decreto
pero no es un precepto y no es contraria al derecho natural, ¿ver-
dad?.

Pero ya lo dijo Daniel antes, los humanos no tenemos derecho


alguno, ni siquiera a la vida, menos a la protección divina ( así
que la niña a punto de ser violada ni se le ocurra rezarle a dios
para pedirle auxilio; además, todos nos tenemos que morir de
algo).
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> Toma un papel y enlista a 10 amigos que son creyentes


> en el dios de la Biblia y medita sobre sus vidas, sus
> acciones, sus maldades, y entenderás plenamente a Platón.

DANIEL:

La imperfección de los cristianos, incluso de los esforzados,


muestra la perfección del cristianismo como ideal.

ARMANDO: Otra vez la teología es la “Chapulina Colorada”


que salva a Daniel. Los teólogos son capaces de tomar a los se-
res y conceptos más dispares in contradictorios y hacerlos que
parezcan hermanos gemelos.

ARMANDO:

> La religión es una experiencia puramente subjetiva.


> Es decir, existe solamente en tu mente e imaginación.
> ¿Cómo sabes, que tu dios te escucha y te responde?.
> Debes saber que también a los paganos sus dioses
> los escuchan y responden (a pesar de que tampoco existen).

DANIEL:

Yo no espero que Dios me hable. Confío en el Dios de la Biblia y


en la Verdad, que también es Dios.

ARMANDO: Con verlo te conformas.

ARMANDO:

> Todas las religiones prosperan en la presencia de


> la ignorancia, y propician la superstición, el fanatismo
> y la intolerancia. ¿Te has fijado que los pueblos más
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

> pobres, ignorantes y supersticiosos son a la vez los


> más religiosos? ¿Te has fijado con qué facilidad se
> creen las mentiras de los curas y pastores, las mentiras
> de las revelaciones, las apariciones, los milagros, etc.?

DANIEL:

“… hay un fondo innegable en lo que dices”.

ARMANDO: Al fin estamos de acuerdo en algo.

ARMANDO:

> La ignorancia es tanta que acá en Chihuahua está


> la Iglesia de San Jorge, donde se venera la imagen
> de San Jorge y el Dragón. Según la Enciclopedia
> Católica, San Jorge MATO A UN DRAGON que
> asolaba la comarca.

DANIEL:

El Dragón en la cultura Occidental es un símbolo del caos y de


Satanás. No imagines conspiraciones: el populacho cree lo que
quiere.

ARMANDO: ¿Y quién está más listo que un cerillo para aprove-


char la credulidad del populacho?. Al final de este turno copio,
sin permiso, lo que la Catholic Enciclopedia dice de San Jorge,
para que se ilustren nuestros lectores. Le recuerdo a Daniel que
los dragones no existen. Tampoco dios.

ARMANDO:

> ¿Y dime que fue la tragedia de las Torres Gemelas


> de Manhattan sino una demostración clara del
> fanatismo religioso?
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

Es indeseable todo fanatismo, religioso o irreligioso.

ARMANDO: Segunda cosa en que coincidimos.

ARMANDO:

> ¿Y las historias de la Santa Inquisición?

DANIEL:
Fue, con toda su miseria, precursora de los Derechos Humanos
que antes alababas.

ARMANDO: Ya tendremos un debate sobre la Inquisición y ve-


remos cómo califica el Tribunal del Santo Oficio en la escala de
la justicia. El acusado ni siquiera tenía derecho a saber de qué se
le acusaba y mucho menos quién era el acusador o cuáles eran
las pruebas. El acusado era mantenido incomunicado. Y con
todo, Daniel la considera “precursora de los Derechos Huma-
nos”.

Para que se registre, Will Durant da estas cifras de la Inquisición


Española en su obra “The Story of Civilization”, Tomo VI: (1)
En tiempos pre-inquisitoriales, en 1328 los sermones de un fraile
Franciscano empujó a los cristianos de Estella, en Navarra, a ma-
sacrar a 5,000 judíos y quemar sus casas; (2) En 1391 los sermo-
nes de Fernán Martínez sublevaron al populacho en los principa-
les centros de España para que masacraran a todos los judíos dis-
ponibles que rehusaran bautizarse; (3) En varios casos hombres
muertos fueron acusados de herejía, juzgados post-morten y su
riqueza confiscada a los herederos; (4) En el primer acto de fe, el
6 de febrero de 1481, se celebró con la quema de 6 hombres
y mujeres; (5) Para el 4 de noviembre de ese año ya se habían
quemado a 298 personas, y 79 habían recibido cadena perpetua;
(6) Llorente estimó que de 1480 a 1488, fueron quemadas 8,800
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

personas en España, y 96,494 castigadas; (7) O contando desde


1480 a 1808, se quemaron a 31,912 y se castigaron severamente
a 291,450; (8) Otro historiador católico reconoce solamente
4,000 quemados en la hoguera entre 1480 y 1758; (9) Zurita, un
secretario de la Inquisición se gloriaba de haber quemado a
4,000 personas solamente en Sevilla.

ARMANDO:

> Todas las


> grandes barbaries se han hecho «en el nombre de Dios»
> y muchísimas de ellas han contado con la bendición
> de los líderes religiosos.

DANIEL:

Hoy matamos en Iraq en nombre de la democracia. Nada es tan


santo que no pueda ser corrompido por un uso bastardo.

ARMANDO: Tercera cosa en que concordamos.

ARMANDO:
> ¿Recuerdas LAS CRUZADAS
> y sus atrocidades durante más de 500 años?

DANIEL:

En todas las guerras se cometen atrocidades, pero las Cruzadas


en sí no lo fueron. Al contrario, supusieron un gran progreso y –
como señala Balmes- avanzaron la decadencia del feudalismo.
Otra cosa es que puedan aceptarse desde la obediencia al Evan-
gelio. En mi opinión y en la de los grandes internacionalistas,
sólo si son guerras defensivas o por la libertad religiosa.

ARMANDO: Las Cruzadas fueron guerras de invasión, no en


defensa propia. De sus atrocidades hablaré después. ¿Cómo es
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

posible que la edad de oro del cristianismo haya sido la edad más
oscura de la humanidad?.

PREGUNTAS FINALES PARA DANIEL


Cambio la numeración –de (1) a (31), etc.- para facilitar las refe-
rencias.
> (1) o (31) Los hindús y chinos tienen sus dioses,
> ¿Quién creó esos dioses?.

DANIEL:

Está escrito: «Los dioses de los paganos son demonios».

ARMANDO: Si son demonios entonces fueron creados por


Jehová.

ARMANDO:
> (32) ¿Hay errores en la Biblia?.

DANIEL:
Todo negocio en el que participe el hombre está sujeto a error.
Pero Dios, copartícipe del texto sagrado, no permite que cuajen
falsas doctrinas.

ARMANDO: ¿Entonces por qué “cuajaron” las falsas doctrinas


de la mediación de María y de los Santos, la superioridad de Ma-
ría sobre Jesús (estoy leyendo “Las Glorias de María”, de San
Alfonso M de Ligorio), la infalibilidad papal, la transubs-
tanciación, la resurrección de Jesús y tantas otras?

ARMANDO:

> (33) ¿Puede una persona de inteligencia normal


> entender la Biblia y creer en ella o se requiere
> de intervención supernatural en su mente, o de un
> intérprete oficial, para que la persona entienda y crea?.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

Debe prestar atención, mantener un espíritu crítico e inquisitivo


(pero no de rechazo, desprecio o desconfianza) y acudir a tantas
ayudas como estime oportunas.

ARMANDO: Buena respuesta y estamos de acuerdo, aunque no


es la doctrina oficial de la iglesia y se opone a los decretos del
Concilio de Trento.

ARMANDO:

> (34) ¿Qué pasará con las personas que no creen


> en el dios de la Biblia?

DANIEL:

Si adoran a aquel que creen ser Dios y lo hacen con recta inten-
ción y buenas obras, deben salvarse.

ARMANDO: Respuesta buena; tampoco la doctrina oficial. Ni


tampoco la doctrina bíblica, “El que no creyere será condenado”
(Marcos 16:16); “Nadie viene al padre sino por mi” (Juan 14:6).

ARMANDO:

> (35) ¿En cuál dios creerías si hubieras nacido en China?.

DANIEL:

No lo puedo saber.

ARMANDO: En el que creen la mayoría de los chinos.


EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ARMANDO:

> (37) Si el dios de la Biblia es un dios real, seguramente


> puede predecir el futuro. ¿Puedes probar un solo caso
> verificable de cumplimiento de una profecía bíblica?.

DANIEL:

El caso de Cristo es paradigmático: en él se cumplieron las


profecías que lo anunciaban y por él se hicieron realidad las que
vaticinó.

ARMANDO: No hay una sola profecía que vaticinara la venida


de Cristo –Si la encuentras inclúyela en tu siguiente turno. Y no
hay una sola que él haya hecho y se cumpliera. Sin ir tan lejos,
lee Mateo 24. Allí predice Jesús el fin del mundo y asegura: “De
cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que
todo esto acontezca” (v34).

ARMANDO:

> (38) Si el dios de la Biblia es el mas poderoso de todos,


> seguramente no perdería ninguna batalla. ¿Sabías que
> en varias ocasiones otros dioses de la región le
> ganaron al de los judíos?

DANIEL:

Esto es sólo una forma de hablar.

ARMANDO: Ni tanto: lee Josué 1:1-5; Josué 13:1-6 y Jueces


3:1-5.

ARMANDO:
> (40) ¿Quién en más poderoso, según los hechos
> de la historia, el dios de la Biblia o Satanás?
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

Dios.

ARMANDO: Para que hablemos de “hechos” cambio la pregun-


ta: ¿Quién ha conquistado más almas, dios o Satanás?. ¿Dónde
habrá más almas humanas, en el cielo o en el infierno?.

ARMANDO:

> (41) ¿Es el dios de la Biblia moralmente perfecto?.

DANIEL:

Completamente perfecto.

ARMANDO: Yo digo que es inmoral el permiso que le dio


Jehová a Satanás para partirle la vida a Job. No se le puede per-
mitir esa inmoralidad a un ser completamente perfecto.

ARMANDO:

> (43) ¿Quién es el creador de los alacranes, los virus,


> los microbios patógenos, las cobras, los piojos,
> eclipses, enfermedades, terremotos?

DANIEL:

Dios y cien veces Dios.

ARMANDO: Y no solamente eso, sino que también tenemos que


agradecerle las cuadriplegias, alergias, enfermedad e Alzheimer,
amnesia, anemia, aneurismas, el ántrax, la apoplejía, la artritis, la
asfixia infantil, el asma, el albinismo, autismo, avalanchas, tras-
torno bipolar, beriberi, cáncer, astigmatismo, dolores de espalda,
defectos de nacimiento, infecciones, botulismo, bronquitis,
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

arritmias, viruela, clamidia, paladar hendido, parálisis cerebral,


varicela, daltonismo, conjuntivitis, convulsiones, mal del
Parkinson, epilepsia, ciclones, animales y plantas peligrosas, sor-
dera, ceguera, deformidades, delirio, demencia, desprendimiento
de retinas, difteria, tétanos, tos ferina, diabetes, leucemia,
disentería, dislexia, síndrome de Down, elefantiasis, enfisema,
encefalitis, epidemias, endometriosis, pancreatitis, fibrilaciones,
pies planos, gangrenas, gastroenteritis, hemofilia, fiebre
hemorrágica, hepatitis, inundaciones, gérmenes, alta presión san-
guínea, sida, hidrocefalia, hipotiroidismo, infertilidad, lepra,
lupus, degeneración macular, locura, meningitis, abortos espon-
táneos, parálisis, tuberculosis, malaria, jaquecas, calambres, es-
clerosis múltiple, distrofia muscular, neuritis, miopía, neurosis,
osteoporosis, otitis, peritonitis, parasitosis, paranoia, plagas, neu-
monías, poliomielitis, psicosis, rabia, envenenamientos, retinitis,
tinitus, salmonella, fiebre reumática, reumatismo, gota, artritis,
rubéola, sarcomas, esquizofrenia, hepatitis, septicemia, mudez,
espina bífida, infartos, toxemia, triquinosis, tumores, tifoidea,
úlceras, tsunamis, etc.

ARMANDO:

> (45) ¿Qué harías en este mundo si fueras tu,


> personalmente, el dios de la Biblia?.

DANIEL:

Hay que ser Dios para contestar a esta pregunta, bastante ridícula
por cierto.

ARMANDO: Ya contesté la pregunta por ti más arriba, y no soy


dios.

ARMANDO:
> (47) ¿Hacia donde voltea dios cuando los
> inocentes sufren, se enferman o son torturados?.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

DANIEL:

Hacia su Hijo.

ARMANDO: Y le dice, “hay que se frieguen, que no cuenten


con nosotros”.

ARMANDO:

> (48) ¿Piensas que el Diablo puede hacer algo bueno


> o usar su poder para bien de algunas personas?.

DANIEL:

No está en su naturaleza hacer el bien. Puede, pero no querrá.

ARMANDO: Pues que epidemia. Se ve que fue hecho a la ima-


gen de dios.

ARMANDO:

> (49) ¿Puedes enlistar diez cosas buenas que ha


> hecho el dios de la Biblia en este mundo en los
> últimos 12 meses?.

DANIEL:

Mantenernos respirando a ti y a mí. Con esta tengo bastante, usa


la imaginación para el resto.

ARMANDO: Daniel, aquí están 10 cosas buenas que hizo: (1)


Bajó a los túneles y les dio la bendición a los mineros sepultados
en Sabinas Coahuila; (2) Recibió en su seno a los ahogados por
el huracán Katrina; (3) Platicó con Bush y le dio instrucciones
para acabar con las armas de destrucción masiva de los iraquíes;
(4) Le hizo una fiesta de recepción a los que se fueron en el
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

tsunami; (5) Perdonó a los curas pedófilos; (6) Instaló como su


vicario al jefe del Tribunal del Santo Oficio o Doctrina de la Fe;
(7) Le dio poder al fallecido Juan Pablo II para hacer unos
milagritos que le hagan merecer la santidad express; (8)
Agravó la cuadriplejia de Stephen Hawking; (9) — pon lo que te
acuerdes—, y (10) Mantuvo respirando a Daniel.

ARMANDO:

> (51) Si es omnipotente ¿qué le costaría acabar


> con el hambre mundial?

DANIEL:

Y con las espinillas.

ARMANDO: Si, y con las espinillas, ¿qué le costaría hacer am-


bas cosas?. ¿O no quiere hacer quedar mal a los teólogos?.

ARMANDO:

> ¿Entonces cuando es la hora?


> ¿Cuándo la gente se muera de desesperación?

DANIEL:

Cuando sea la hora será demasiado tarde para los ateos.

ARMANDO: Si hubiera dios, los ateos serían los únicos que me-
recerían su respeto.

OTROS 5 ARGUMENTOS DE DANIEL

Dice Daniel: “I. QUE EL MUNDO ES CREADO POR DIOS”.

Ya vimos al principio que no se ha probado la existencia de dios


EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

ni su intervención para crear el universo. El argumento de Daniel


es una serie de manipulación de conceptos que llevan, en el me-
jor de los casos, a conclusiones como esta, en sus propias pala-
bras: “Luego lo existente proviene de Dios –lo no existente- de
modo absoluto”.

Y luego afirma, por ejemplo, “Lo existente no se deriva de lo


existente”, cuando le veremos contradecirlo en breve con frases
como “la vida proviene de la vida, etc.”.

Y empieza con una joya de la teología: “Lo posible es infinita-


mente mayor que lo existente. Esto vale tanto si lo existente es
finito, INFINITO o infinito potencial”. Los axiomas y corolarios
teológicos son absurdos.

Además, contéstame Daniel, ¿Es dios infinito en el tiempo o so-


lamente infinito fuera del tiempo?.

DANIEL:

1) Lo posible es infinitamente mayor que lo existente. Esto vale


tanto si lo existente es finito, infinito o infinito potencial.

ARMANDO: Quita la frase “lo existente” y pon la palabra


“dios”, a ver que dice. Tu argumento no prueba nada de lo que
quieres probar.

DANIEL:
II. QUE DIOS ES EL AUTOR DEL MEJOR DE LOS MUNDOS

ARMANDO: De la 1 a la 1.4.2.2.2 Daniel hace 16 afirmaciones


completamente irrelevantes al título de su argumento. Si este es
el mejor de los mundos, que mal parado se queda dios.

Dice Daniel al final de su argumento que “este mundo no es me-


jorable”, y que “si Dios hubiera querido evitar completamente el
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

mal” tendría que haber sacrificado “el Principio de Razón Sufi-


ciente”. No hombre, cómo vamos a pedirle a dios que sacrifique
ese principio tan sagrado, y nomás porque sus criaturas se
la pasen bien y no sufran, pues no. Básteles saber que dios está
en todas partes, es omnipresente: está en cada átomo de hierro
del cuchillo asesino, en cada gota de sangre inocente, en cada
molécula del virus letal, en cada micropartícula de heces fecales.
Además, a dios no le está permitido interactuar constantemente
con su creación, porque no puede cambiar las reglas. ¿No es un
dios maravilloso? La verdad, Daniel, por lo que pasa y hay en el
mundo hoy, parece que el creador y mantenedor del mundo fuera
Satanás y no dios.

DANIEL:
III. QUE LA TRINIDAD ES UNA DOCTRINA VERDADERA

ARMANDO: Aquí Daniel presenta tres axiomas, seis


inferencias, y 17 párrafos explicativos que dan como resultado:
la Trinidad existe. Un análisis detallado nos podría llevar a la
conclusión de que la historia de Blancanieves es verdadera.

Daniel, si el Hijo es el pensamiento del Padre, ¿Cada vez que el


padre piensa tiene un hijo?. Si el Espíritu Santo inseminó a Ma-
ría, ¿Cuál de los dos es el padre?. ¿Tienen las mismas caracterís-
ticas el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo: omnipotencia,
omnisciencia, omnibenevolencia, eternidad?.

Defines a la Trinidad así: “El sujeto pensante (Padre) en el acto


de pensar y dejarse pensar (Espíritu Santo) por el pensamiento
(Hijo)”. Dime Daniel, ¿cuáles son las patas y cuál es la cabeza?.
Te dije: ese dios se va a volver loco. Si la Palabra fue engendra-
da de la misma sustancia de Dios antes de todo tiempo, o
como dice la doctrina, “engendrado, no creado”, ¿cómo armoni-
zas eso con tu definición de la Trinidad?.

Luego Daniel se atreve a pedir a los unitaristas que lo refuten.


EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

Luego dices en “D” que Dios es el fundamento de Cristo, cuando


en “B” habías dicho que “Dios carece de fundamento. Si Dios
tuviera un fundamento, habría algo lógicamente previo a Dios”.
Luego, si Cristo tiene un fundamento, hay algo lógicamente
previo a Cristo, por tanto Cristo no es coeterno con dios. En fin,
Daniel, yo buscaba pruebas y encontré palabras huecas.

La única prueba de la Trinidad es un texto espurio escrito en I


Juan 5:7, “Porque tres con los que dan testimonio en el cielo: el
Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno”. Lo que
los creyentes no comprenden es que cada texto de la Biblia fue
escrito por alguien tratando de justificar alguna “jalada mental”,
bajo el manto de la santidad. Sin falsificaciones y mentiras sería
imposible entender el desarrollo del cristianismo primitivo.

INTENTA PROBAR DANIEL QUE “ IV. QUE EL ALMA HU-


MANA ES INMORTAL”.

El único camino que le queda a Daniel, para poder meter a la


discusión un “mundo espiritual” o “mundo de las almas”, es ne-
gar que EXISTE UNA REALIDAD y que esta realidad es mate-
rial. Tanto que desprecia a los Gnósticos y ahora usa
de sus armas.

Al afirmar que no hay realidad sino solamente “convenciones


descriptivas”, Daniel abre el camino para las almas, los espíritus,
los dioses y los demonios.

Lo mismo hace Leibniz. Estoy leyendo su tratado sobre las


MONADAS y veo que de sus 90 puntos, apenas llega al número
4 cuando DA POR SENTADO, sin pruebas, la existencia de un
mundo sobrenatural. Si lo dejamos pasar de allí, puede probar
lo que le de la gana. Yo puedo hacer lo mismo con Daniel: si me
aceptas que crees en un mundo que está atrás del espejo, yo te
llevo con Alicia al País de las Maravillas.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

Daniel debe darse cuenta, (en otro apartado dice que el dilema de
la existencia del mal ya lo refutó debidamente Leibniz), que yo
no estoy debatiendo con Leibniz. Las mónadas, no importa que
tan delgadas las rebane Leibniz, no dejan de ser mónadas para
convertirse en espíritus. Así que ni las contorsiones verbales de
Leibniz prueban la existencia e inmortalidad del alma.

Al citar a Aristóteles, Daniel dice que “es posible un universo de


dos dimensiones”, algo que le veremos contradecir en los turnos
venideros.

Total de que ni en Daniel ni en Leibniz vemos una sola prueba


de la existencia e inmortalidad del alma. A lo más que llegan sus
descripciones es a la suposición de una “mónada inextensa” que
viene a ser el alma de todo el mundo material, no del hombre.

En su punto 66, por ejemplo, dice Leibniz que “de esto podemos
ver que hay un mundo de criaturas –de cosas vivas y animales,
entelequias y almas- en el fragmento más pequeño de materia”.

QUINTO ARGUMENTO DE DANIEL:

“V. QUE EL DOGMA CRISTIANO ES …VERIFICABLE Y SE


DEBE RECHAZAR EL ATEÍSMO. La
fe cristiana es racional.”.

ARMANDO: Veamos la racionalidad de un Daniel que se decla-


ra a favor del monoteísmo mientras CREE EN TRES DIOSES,
tres “dioses equipolentes”, dos de los cuales “descienden” del
primero. Afirma la creación del mundo por un “agente
espiritual”, sin probar siquiera que hay un “mundo espiritual”.
Apela a la “Navaja de Ockham” cuando no se necesita para nada
un “mundo espiritual” para explicar el universo. Recordemos
que el propio Ockham hizo mal uso de su “navaja”, añadiendo
causas y explicaciones no necesarias.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

Habla Daniel de “nuestra naturaleza pecaminosa”, cuando EL


PECADO NO EXISTE. Es un invento de los líderes religiosos
para crear, agrandar y explotar los sentimientos de culpabilidad
de la gente. Habla de la “redención” y la “infinita bondad de
Dios” cuando, si la Biblia está en lo cierto, en el infierno serán
atormentados eternamente el 99.9% de los seres humanos. Y es
patentemente ridícula su afirmación de que este es “el mejor de
los mundos” posibles. Si dios no pudo hacer un mundo mejor
que este, es un dios inútil. Cualquier diosecillo de barriada le po-
dría enmendar la plana.

Daniel infiere muchas otras doctrinas cuya base única es el ser


invenciones teológicas. Las inferencias de Daniel y el cristianis-
mo no tienen más valor que las inferencias de las otras religiones
del mundo. Las “certezas morales” que aduce Daniel son un in-
sulto a la racionalidad. Les llama “testigos fiables” a los escrito-
res de los 4 evangelios, de lo cual trataremos en su momento,
cuando terminemos este debate y entremos al de la Biblia. Baste
afirmar que ninguno de los 4 evangelios fue escrito por Mateo,
Marcos, Lucas o Juan. Y en cuanto a la “autoresurrección” de
Jesús, esos “testigos fiables” caen en tantas contradicciones que
en cualquier buen jurado se les declararía mentirosos (Recuerden
la frase: “Como Jonás estuvo en el vientre del pez tres días y tres
noches, así el hijo del hombre, estará en el corazón de la tierra
tres días y tres noches” Mateo 12:40. Si el resto de los relatos
son ciertos, Jesús estuvo muerto menos de 24 horas).

Luego hace razonable la eucaristía “a priori”, es decir, sin prue-


bas, lo cual no puede ser razonable. Un ejemplo nos puede ilus-
trar, el duelo entre Moisés y Aarón contra los magos del Faraón.
(Exodo 7-11). Echó Aarón su vara delante del Faraón y se con-
virtió en culebra; hicieron lo mismo los magos con sus varas que
con sus encantamientos se convirtieron en serpientes; tocó Aarón
el agua con su vara y se convirtió en sangre, y lo mismo hicieron
los magos del Faraón. OK. Imaginemos a los magos echando sus
varas y éstas quedando iguales, o tocando el agua y esta siguien-
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

do igual. Podrían decirle al Faraón que comprendiera la


multilocación de los cuerpos y aplicara el principio de la
organicidad: estas son serpientes ahora aunque todavía se ven
como varas; esta agua ahora es sangre en sustancia aunque por
sus accidentes se vea como agua. Es lo que ocurre en la
Eucaristía: el pan se ve como pan, pero en realidad es el cuerpo
de Cristo; el vino se ve y sabe como vino pero en realidad es la
sangre misma de Cristo. –Y Daniel habla de que el dogma
cristiano es verificable y racional.

El dogma de la “gracia” es un galimatías que ni los teólogos en-


tienden. Luego postula Daniel la inmortalidad y libertad del alma
y luego escribe que la “la resurrección de los muertos” NO
CONTRADICE NINGUNA LEY!!. Entre lo poco que
aprendí de Biología en la escuela es que los seres vivos “nacen,
crecen, se reproducen y mueren”; pero nunca nos hablaron de la
resurrección o de la reencarnación; o de que en el cielo también
vamos a procrear hijos. Y eso de que “toda máquina es repara-
ble”, ¿incluye la máquina de hacer hijos?.

En el próximo turno abundaré sobre la “racionalidad” del infier-


no para los réprobos. Baste recordar aquella obra donde Jehová
dice: “¿Y te he contado el origen del infierno? Creo que no. Pues
resulta que le encargué la administración del mundo a los teólo-
gos por unos mil años y cuando regresé ya habían creado el
infierno”.

Y cierra triunfante Daniel “Con lo que el ateísmo, herejía de he-


rejías, cede en todos los puntos”. Lo que no se fija Daniel es que
el unitarismo, islamismo, maniqueísmo, pelagianismo, luteranis-
mo, ebionismo, judaísmo, zwinglianismo y budismo, son
“ismos” CREYENTES, que tienen tanta razón en sus afirmacio-
nes como el cristianismo. ¿Cómo puede Daniel, honestamente,
relacionarlos con personas que ni siquiera creen que hay un
dios?.
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

LA DIATRIBA CONTRA LOS ATEOS SE REVIERTE.

Daniel anota que “V.2. La fe atea es irracional”. Y luego hace un


ataque 100% cristiano contra el ateísmo comparándolo o arrai-
gando su origen en el budismo, el luteranismo, y otros ismos. Lo
que hace Daniel es erigir 6 hombres de paja y encenderles fuego.
Daniel no puede creer que el ateo carezca de fe. Ser ateo
simplemente significa la falta de fe en dios y nada mas. Los
hindús dirían que Daniel es ateo simplemente porque no tiene fe
en la existencia de los dioses del hinduismo.

Lo que tiene que darse cuenta Daniel es que TODA FE ES


IRRACIONAL, porque la creencia no se basa en evidencia sino
en hacer a un lado la razón y simplemente creer en algo. “Es,
pues, la fe, la CERTEZA de lo que se espera, LA CONVICCION
DE LO QUE NO SE VE” (Hebreos 11:1). Eso que se llama fe
existe en la mente de los practicantes de las religiones, no en la
mente del ateo. La mente débil y humillada del creyente no pue-
de aceptar que este es un mundo material y que en la muerte se le
acaba todo. No hay espíritu sobreviviente. No hay “Mas Allá”.
Todo está de este lado. Daniel está contra “la búsqueda” y habla
contra “las consecuencias del libre examen” y el pensamiento
libre, con lo que se pone a favor del “borreguismo”.

Joseph Campbell, en El Poder del Mito, dice: “Todos los hom-


bres son capaces de razonar… y por ello, no tienes que tener una
autoridad especial, o una revelación especial que te diga que esta
es la forma en que tienen que ser las cosas”.

Habla Daniel de “la mediocridad del placer sensible”, mientras


el Papa concede un puesto privilegiado en Roma al cardenal de
Chicago, Low, protector cómplice de los curas pedofílicos de los
Estados Unidos.

La conclusión de que “el ateísmo es una religión de religiones”


es absurda. Religión es “un sistema que nos une a dios”; por lo
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

que un ateo es una persona que no tiene y no necesita religión


para vivir o para morir.

Finalmente, St. George


(Catholic Encyclopedia).

Martyr, patron of England, suffered at or near Lydda, also known


as Diospolis, in Palestine, probably before the time of
Constantine. According to the very careful investigation of the
whole question recently instituted by Father Delehaye, the
Bollandist, in the light of modern sources of information, the
above statement sums up all that can safely be affirmed about St.
George, despite his early cultus and pre-eminent renown both in
East and West (see Delehaye, “Saints Militaires”, 1909, pp.45-
76).

Earlier studies of the subject have generally been based upon an


attempt to determine which of the various sets of legendary
“Acts” was most likely to preserve traces of a primitive and au-
thentic record. Delehaye rightly points out that the earliest narra-
tive known to us, even though fragments of it may be read
in a palimpsest of the fifth century, is full beyond belief of ex-
travagances and of quite incredible marvels. Three times is
George put to death-chopped into small pieces, buried deep in
the earth and consumed by fire-but each time he is resuscitated
by the power of God. Besides this we have dead men brought to
life to be baptized, wholesale conversions, including that of “the
Empress Alexandra”, armies and idols destroyed instantaneously,
beams of timber suddenly bursting into leaf, and finally milk
flowing instead of blood from the martyr’s severed head. There
is, it is true, a mitigated form of the story, which the older
Bollandists have in a measure taken under their protection (see
Act. SS., 23 Ap., no. 159). But even this abounds both in
marvels and in historical contradictions, while modern critics,
like Amelineau and Delehaye, though approaching the question
from very different standpoints, are agreed in thinking that this
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

mitigated version has been derived from the more extravagant by


a process of elimination and rationalization, not vice versa. Re-
membering the unscrupulous freedom with which any wild story,
even when pagan in origin, was appropriated by the early
hagiographers to the honour of a popular saint (see, for example,
the case of St. Procopius as detailed in Delehaye, “Legends”, ch.
v) we are fairly safe in assuming that the Acts of St. George,
though ancient in date and preserved to us (with endless varia-
tions) in many different languages, afford absolutely no indica-
tion at all for arriving at the saint’s authentic history. This, how-
ever, by no means implies that the martyr St. George never ex-
isted. An ancient cultus, going back to a very early epoch and
connected with a definite locality, in itself constitutes a strong
historical argument. Such we have in the case of St. George. The
narratives of the early pilgrims, Theodosius, Antoninus, and
Arculphus, from the sixth to the eighth century, all speak of
Lydda or Diospolis as the seat of the veneration of St. George,
and as the resting-place of his remains (Geyer, “Itinera
Hierosol.”, 139, 176, 288). The early date of the dedications to
the saint is attested by existing inscriptions of ruined churches in
Syria, Mesopotamia, and Egypt, and the church of St. George at
Thessalonica is also considered by some authorities to belong to
the fourth century. Further the famous decree “De Libris
recipiendis”, attributed to Pope Gelasius in 495, attests that cer-
tain apocryphal Acts of St. George were already in existence, but
includes him among those saints “whose names are justly rever-
enced among men, but whose actions are only known to God”.

There seems, therefore, no ground for doubting the historical ex-


istence of St. George, even though he is not commemorated in
the Syrian, or in the primitive Hieronymian Martyrologium, but
no faith can be placed in the attempts that have been made to fill
up any of the details of his history. For example, it is now
generally admitted that St. George cannot safely be identified by
the nameless martyr spoken of by Eusebius (Hist. Eccles., VIII,
v), who tore down Diocletian’s edict of persecution at
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

Nicomedia. The version of the legend in which Diocletian ap-


pears as persecutor is not primitive. Diocletian is only a
rationalized form of the name Dadianus. Moreover, the connec-
tion of the saint’s name with Nicomedia is inconsistent with the
early cultus at Diospolis.

Still less is St. George to be considered, as suggested by Gibbon,


Vetter, and others, a legendary double of the disreputable bishop,
George of Cappadocia, the Arian opponent of St. Athanasius.
“This odious stranger”, says Gibbon, in a famous passage, “dis-
guising every circumstance of time and place, assumed the
mask of a martyr, a saint, and a Christian hero, and the infamous
George of Cappadocia has been transformed into the renowned
St. George of England, the patron of arms, of chivalry, and of the
Garter.” “But this theory, says Professor Bury, Gibbon’s latest
editor, “has nothing to be said for it.” The cultus of St. George is
too ancient to allow of such an identification, though it is not
improbable that the apocryphal Acts have borrowed some inci-
dents from the story of the Arian bishop. Again, as Bury points
out, “the connection of St. George with a dragon-slaying legend
does not relegate him to the region of the myth, for over against
the fabulous Christian dragon-slayer Theodore of the Bithynian
Heraclaea, we can set Agapetus of Synnada and Arsacius, who
though celebrated as dragon-slayers, were historical persons”.
This episode of the dragon is in fact a very late development,
which cannot be traced further back than the twelfth or thirteenth
century. It is found in the Golden Legend (Historia Lombardic of
James de Voragine and to this circumstance it probably owes its
wide diffusion. It may have been derived from an allegorization
of the tyrant Diocletian or Dadianus, who is sometimes called
a dragon (ho bythios drakon) in the older text, but despite the re-
searches of Vetter (Reinbot von Durne, pp.lxxv-cix) the origin of
the dragon story remains very obscure. In any case the late oc-
currence of this development refutes the attempts made to derive
it from pagan sources. Hence it is certainly not true, as stated by
Hartland, that in George’s person “the Church has converted and
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

baptized the pagan hero Perseus” (The Legend of Perseus, iii,


38). In the East, St. George (ho megalomartyr), has from the
beginning been classed among the greatest of the martyrs. In the
West also his cultus is very early. Apart from the ancient origin
of St. George in Velabro at Rome, Clovis (c. 512) built a monas-
tery at Baralle in his honour (Kurth, Clovis, II, 177). Arculphus
and Adamnan probably made him well known in Britain early in
the eighth century. His Acts were translated into Anglo-Saxon,
and English churches were dedicated to him before the Norman
Conquest, for example one at Doncaster, in 1061. The crusades
no doubt added to his popularity. William of Malmesbury tells us
that Saints George and Demetrius, “the martyr knights”, were
seen assisting the Franks at the battle of Antioch, 1098 (Gesta
Regum, II, 420). It is conjectured, but not proved, that the “arms
of St. George “ (argent, a cross, gules) were introduced about the
time of Richard Coeur de Lion. What is certain is that in 1284 in
the official seal of Lyme Regis a ship is represented with a plain
flag bearing a cross. The large red St. George’s cross on a white
ground remains still the “white ensign” of the British Navy and it
is also one of the elements which go to make up the Union Jack.
Anyway, in the fourteenth century, “St. George’s arms” became a
sort of uniform for English soldiers and sailors. We find, for ex-
ample, in the wardrobe accounts of 1345-49, at the time of the
battle of Crecy, that a charge is made for 86 penoncells of the
arms of St. George intended for the king’s ship, and for 800 oth-
ers for the men-at-arms (Archaeologia, XXXI, 119). A little
later, in the Ordinances of Richard II to the English army invad-
ing Scotland, every man is ordered to wear “a signe of the arms
of St. George” both before and behind, while the pain of death is
threatened against any of the enemy’s soldiers “who do bear the
same crosse or token of Saint George, even if they be prisoners”.
Somewhat earlier than this Edward III had founded (c. 1347) the
Order of the Garter, an order of knighthood of which St. George
was the principal patron. The chapel dedicated to St. George in
Windsor Caste was built to be the official sanctuary of the order,
and a badge or jewel of St. George slaying the dragon was
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

adopted as part of the insignia. In this way the cross of St.


George has in a manner become identified with the idea of
knighthood, and even in Elizabeth’s days, Spenser, at the
beginning of his Faerie Queene, tells us of his hero, the Red
Cross Knight:

But on his breast a bloody Cross he bore,


The dear remembrance of his dying Lord,
For whose sweet sake that glorious badge we wore
And dead (as living) ever he adored.
We are told also that the hero thought continually of wreaking
vengeance:
Upon his foe, a dragon horrible and stern.

Ecclesiastically speaking, St. George’s day, 23 April, was or-


dered to be kept as a lesser holiday as early as 1222, in the na-
tional synod of Oxford. In 1415, the Constitution of Archbishop
Chichele raised St. George’s day to the rank of one of the great-
est feasts and ordered it to be observed like Christmas day.
During the seventeenth and eighteenth centuries St. George’s day
remained a holiday of obligation for English Catholics. Since
1778, it has been kept, like many of these older holidays, as a
simple feast of devotion, though it ranks liturgically as a double
of the first class with an octave.

SAINT GEORGE AND THE DRAGON

The best known form of the legend of St. George and the Dragon
is that made popular by the “Legenda Aurea”, and translated into
English by Caxton. According to this, a terrible dragon had rav-
aged all the country round a city of Libya, called Selena, making
its lair in a marshy swamp. Its breath caused pestilence
whenever it approached the town, so the people gave the mon-
ster two sheep every day to satisfy its hunger, but, when the
sheep failed, a human victim was necessary and lots were drawn
to determine the victim. On one occasion the lot fell to the king’s
EL GRAN DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS

little daughter. The king offered all his wealth to purchase


a substitute, but the people had pledged themselves that no sub-
stitutes should be allowed, and so the maiden, dressed as a bride,
was led to the marsh. There St. George chanced to ride by, and
asked the maiden what she did, but she bade him leave her lest
he also might perish. The good knight stayed, however, and,
when the dragon appeared, St. George, making the sign of the
cross, bravely attacked it and transfixed it with his lance. Then
asking the maiden for her girdle (an incident in the story which
may possibly have something to do with St. George’s selection
as patron of the Order of the Garter), he bound it round the neck
of the monster, and thereupon the princess was able to lead it
like a lamb. They then returned to the city, where St. George
bade the people have no fear but only be baptized, after which he
cut off the dragon’s head and the townsfolk were all converted.
The king would have given George half his kingdom, but the
saint replied that he must ride on, bidding the king meanwhile
take good care of God’s churches, honour the clergy, and have
pity on the poor. The earliest reference to any such episode in art
is probably to be found in an old Roman tombstone at
Conisborough in Yorkshire, considered to belong to the first half
of the twelfth century. Here the princess is depicted as already in
the dragon’s clutches, while an abbot stands by and blesses the
rescuer.
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Yahoo! Messenger with Voice. PC-to-Phone calls for ridicu-
lously low rates.

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