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2. el 14 de marzo de 1996 (...) solicitó ser oído en versión libre. el 9 de mayo siguiente
a través del apoderado manifestó la intención de comparecer a rendir indagatoria,
para lo cual reclamó la cancelación de la orden de captura y fijación de fecha para la
realización de la diligencia.
así por ejemplo, el artículo 322 del c.p.p. permite la versión libre del imputado en la
investigación previa, en tanto que la indagatoria puede recibirse en las demás fases,
excepto cuando cumple la función de vincular jurídicamente al procesado, caso en el
cual se reservó exclusivamente para la etapa sumarial, constituyendo allí presupuesto
para resolver situación jurídica, cerrar investigación y calificar el mérito del sumario
(art. 352 y ss idem.).
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
sentencia casación
fecha : 04/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d. c.
procesado : silgado rodriguez, carlos alberto
delitos : hurto calificado y agravado
proceso : 14126
publicada : si
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1. bajo el mismo cargo de nulidad y con la pretensión de quebrar la legalidad del fallo,
que asegura fue proferido en un juicio viciado de nulidad por violación del debido
proceso y del derecho de defensa, el demandante afirma la existencia de tres
presuntas irregularidades, mediante las cuales pretende establecer que la imputación
por la tentativa de hurto calificado y agravado fue erigida no sólo omitiendo las fases
regulares del proceso, sino con menoscabo también del ejercicio de la contradicción;
anomalías que la sala pasa a examinar en su realidad y trascendencia.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
que estime pertinentes en relación con los hechos que motivan su vinculación.
por tal razón, y con miras a materializar la indagatoria como un mecanismo de defensa
por excelencia, al tenor del artículo 353 del código de procedimiento penal, quien
tenga noticia sobre la existencia de una actuación en la cual obran acusaciones en su
contra puede solicitar al director del proceso que le reciba injurada; pero además y
complementando esa regulación legal, el artículo 354 ibídem abre compuerta a la
interposición de los recursos ordinarios contra la providencia que niega la vinculación
de autores o partícipes.
"con medida de aseguramiento o sin ella, una vez definida la situación jurídica la
instrucción del proceso continúa sin que haya ninguna norma que diga que si se amplía
la indagatoria es necesario volver a definirla, y realmente una orden en ese sentido
sería absurda desde el punto de vista de la agilidad que debe tener la actuación
sumaria, especialmente si se tiene en cuenta que la etapa de investigación termina
con un nuevo y más riguroso examen de la situación jurídica, en donde no solamente
se evalúan las pruebas recaudadas y se mira lo atinente a la medida de
aseguramiento, sino que si se profiere resolución de acusación se concreta la
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
denominación jurídica de los hechos por los cuales debe el imputado responder en
juicio. el sindicado puede solicitar cuantas ampliaciones de indagatoria considere
necesarias (art. 361 c. de p. p.), pero ese no es un mecanismo que obligue al
funcionario judicial a proferir sendas definiciones de la situación jurídica.
"…en síntesis, lo que se califica a continuación del cierre de la instrucción son los
hechos que fueron objeto de la misma, y sobre los cuales se indagó al sindicado, y
para hacerlo el criterio que se hubiere expuesto en la definición de la situación jurídica
no constituye ninguna limitante, todo lo contrario, si en ese pronunciamiento se
hubiere cometido algún error, es la oportunidad para subsanarlo. dicho de otra
manera, si bien la definición de la situación jurídica es un requisito procesal para poder
cerrar la investigación, su contenido no limita el de la calificación." (sentencia de única
instancia del 31 de julio de 1997, h. m.p., dr. calvete rangel).
sentencia casación
fecha : 04/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d. c.
procesado : rueda huertas, oscar javier
delitos : homicidio agravado, tentativa de hurto calificado y
agravado
proceso : 13896
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
la corte no comparte este criterio. sabido es que a través de la causal tercera solo
pueden ser denunciados errores in procedendo, y dentro del ámbito de la primera,
errores in iudicando. igualmente, que los errores in procedendo, llamados también de
actividad, son vicios de carácter esencialmente procesal, mientras que los errores in
iudicando, también llamados de juicio o de mérito, derivan de equivocaciones en la
declaración o aplicación del derecho material o sustancial.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
en las anotadas condiciones, surge claro que el tribunal, al revisar la pena impuesta,
violó de manera directa, por interpretación errónea, el artículo 60 del código penal, y
consecuencialmente los artículos 31 de la constitución nacional y 17 del código de
procedimiento penal, que prohiben la reforma en peor cuando el condenado es
apelante único, pues no existiendo razón para afirmar la violación del principio de
legalidad de la pena por parte del juez a quo, el superior no podía entrar a modificarla,
para hacerla más gravosa.
sentencia casación
fecha : 04/07/2001
decision : casa parcialmente reduciendo la pena, remite a
juez de
ejec. de penas
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : cucuta
procesado : rangel duran, gustavo de jesus
delitos : homicidio
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
proceso : 11296
publicada : si
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1. lo primero que debe resaltarse es que si las nulidades procesales pueden ser
parciales, en vista de la vigencia de la regla de su carácter de remedio extremo y
alternativo (c. p. p., art. 308-5), en principio un sujeto procesal, concretamente el
defensor, carece de interés para reclamar por los vicios que aparentemente afectan a
otro sujeto procesal de cometidos diferentes a los suyos dentro del proceso penal o a
un procesado que no es su defendido.
ahora bien, por la dinámica de los hechos investigados en este asunto, naturalmente la
defensa de (...) no podía implementarse eficientemente sin alegar la presunta
responsabilidad de su contendiente (...). así entonces, el supuesto perjuicio que como
consecuencia le pudiera acarrear la defensa razonable de (...) a la posición del
procesado (...), no es motivo suficiente para destacar que la investigación y el
juzgamiento conjuntos afectaron las garantías del segundo, pues ello obedece al
connatural juego de pruebas que hace parte de la tensión dialéctica entre imputación y
defensa, más evidente aún en un caso de lucha de contrarios dentro del proceso en el
que los sindicados venían enfrentados desde el mismo momento de los hechos
acaecidos en una riña protagonizada por ellos mismos.
en efecto, estipula el artículo 89 del código de procedimiento penal que los hechos
punibles conexos, sometidos a diversas competencias, serán fallados por el funcionario
de mayor jerarquía. por consiguiente, quedaba a cargo del casacionista demostrar que
el homicidio y las lesiones personales de que trata este asunto no eran delitos
conexos, por no concurrir alguno de los requisitos contemplados en los artículos 87 y
88 ibídem.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
en este evento se constata sin dificultad que el juez de circuito de cereté no asumió
una actitud pasiva, ni parcializada, ni negligente frente a la potestad de recaudar
pruebas. por el contrario, estuvo atento a las que consideró necesario incorporar de
oficio y decretó las solicitadas por los sujetos procesales que estimó pertinentes. sus
autos, apelados por quien ahora demanda en casación, fueron confirmados por el
tribunal superior.
....
lo que hace viable la censura en estos casos es la trascendencia del contenido material
de la prueba invocada, habida consideración de lo que se espera de ella, es decir, de
aquello que quien la depreca o requiere dentro del proceso, afirma que pretende
acreditar con su práctica. sólo a través de un contraste de esta naturaleza puede el
juez de casación sopesar el perjuicio a la garantía y la favorabilidad de lo que se
extraña frente a las finalidades defensivas.
"la primera hipótesis surge cuando el funcionario judicial omite precisar las razones de
orden fáctico y jurídico que sustentan su decisión. la segunda, cuando el análisis que
contiene de estos aspectos es deficiente, al extremo de no permitir su determinación.
la tercera, cuando se sustenta en argumentaciones contradictorias o excluyentes que
impiden conocer su verdadero sentido." (sentencia del 27 de febrero de 2001,
radicación 15402, m.p. dr. fernando arboleda ripoll).
igual que ocurre frente a todas las causales y motivos de casación, en este caso la
censura debe estructurarse lógica y armónicamente con las exigencias del recurso
extraordinario, pues los planteamientos genéricos y excluyentes no satisfacen los
principios de trascendencia y autonomía que deben acatarse al denunciar cualquier
falencia de procedimiento o de juicio, que eventualmente harían posible la ruptura del
fallo.
el error de hecho, camino seguido por el casacionista, puede estar determinado por
falso juicio de existencia, falso juicio de identidad y falso raciocinio.
incurre en error de hecho por falso juicio de existencia el juez que omite apreciar una
prueba legalmente aportada al proceso, o cuando, contrario sensu, infiere
consecuencias valorativas a partir de un medio de convicción que no forma parte del
proceso por no haber sido legal y oportunamente incorporado.
el error de hecho por falso juicio de identidad supone, en cambio, que el juzgador sí
tiene en cuenta el medio probatorio legal y oportunamente practicado; no obstante, al
sopesarlo lo distorsiona, tergiversa, recorta o adiciona en su contenido material, de
suerte que arriba a conclusiones que real y objetivamente no se desprenden de él.
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sentencia casación
fecha : 04/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : montería
procesado : villadiego arteaga, german jose
delitos : lesiones personales, homicidio
proceso : 14048
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
incongruencia de la sentencia
de acuerdo con el sistema procesal imperante el proceso penal se divide en dos etapas
perfectamente deslindadas: de un lado la de investigación y acusación, adelantada por
la fiscalía; y del otro, la de juzgamiento, bajo la dirección del juez competente;
esquema este que ni aún en los estados de excepción puede ser alterado o
desconocido conforme lo impone el artículo 252 de la carta política.
este postulado, entonces, implica que el fallo no puede recaer sobre hechos diferentes
a los que fueron materia de la acusación, ni desconocer la calificación jurídica
predicada de ellos. podrá el juzgador a lo sumo, dado el carácter provisional de esta
última, concretar definitivamente la adecuación típica del hecho punible, acomodando
en la sentencia -si es del caso- la conducta a uno cualquiera de los tipos que integran
el capítulo respectivo, pero sin trascender los límites o parámetros impuestos por el
núcleo central de la acusación, como lo tiene bien definido la jurisprudencia. (cfr.
sentencia de marzo 4 de 1997, rad. 9637). dicho en otros términos, el pronunciamiento
del juez debe versar sobre los cargos elevados en la acusación, absolviendo o
condenando al encausado.
...
pierde de vista una vez más el impugnante que el desacuerdo entre la acusación y el
fallo que transgrede la congruencia lógica del proceso penal para configurar el error de
estructura conceptual demandable en casación, radica en la falta de identidad en los
cargos y no en la forma de apreciar las pruebas, pues de exigirse igual armonía en la
valoración del acervo probatorio se llegaría a la inaceptable definición del proceso de
manera adversa al sindicado desde la resolución acusatoria, toda vez que de acuerdo
con el criterio esbozado por el recurrente, ante la acusación el juzgador no tendría
posibilidad diversa de la condena.
sentencia casación
fecha : 04/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : pereira
no recurrente : lucumi montero, javier
delitos : homicidio culposo
proceso : 16150
publicada : si
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1. el juzgador estimó que (), secretario de hacienda, y (...), jefe de almacén, no estaban
llamados a responder penalmente por el delito en mención, así hubieren existido
irregularidades en el trámite de dicho contrato, ante la ausencia de delegación
expresa, siendo el representante legal del ente territorial quien "debe apersonarse de
la actividad contractual y por consiguiente velar porque el trámite se cumpla con
absoluta observancia de lo previsto en la ley 80 de 1993 y los decretos que la
reglamentan, sin que las equivocaciones o errores de buena o mala fe de sus
subalternos lo releven de responsabilidad en tales eventos".
de tal manera, el representante legal puede delegar la competencia para contratar, sin
que la intervención de diferentes servidores en otras fases requiera de delegación,
como en los casos de desconcentración o participación de miembros de unidades
asesoras o ejecutoras que actúan por mandato legal, o empleados que deban hacerlo
dentro de la distribución de funciones, según lo reglamentado en la entidad, como
concluyó el representante del ministerio público y al contrario de lo argumentado por
el no impugnante.
claro está, de otra parte, que la responsabilidad penal por las conductas punibles en
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que se incurra, sólo puede corresponder a quien las realiza y mal se pretendería
transferirla a una persona ajena al acto doloso y exenta de culpa, todo ello
compaginado con lo dispuesto por el artículo 211 de la constitución, en cuanto la
delegación exime de responsabilidad administrativa al delegante, "la cual
corresponderá exclusivamente al delegatario, cuyos actos o resoluciones podrá
siempre reformar o revocar aquél, reasumiendo la responsabilidad consiguiente", que
no ha de ser la penal, en cuanto ésta atañe exclusivamente al sujeto activo
correspondiente y no como indicaron los juzgadores, el no impugnante y el procurador
delegado, al pretender extender el alcance del precepto a otras materias.
por ello, no se puede tener en cuenta sólo lo previsto en el artículo 1501 del código
civil, que hace referencia al contenido esencial del contrato, porque el convenio estatal
tiene otras exigencias básicas, adicionales a lo que se conoce como elementos
sustanciales del negocio jurídico y el artículo 146 del código penal incluye tres estadios
cardinales de la contratación administrativa, involucrando de tal manera requisitos
legales esenciales en la tramitación, en la celebración y en la liquidación del contrato
estatal.
se observa además que en el trámite del contrato se deben aplicar los principios de
planeación, transparencia y escogencia objetiva. su celebración ha de estar ceñida a la
estricta legalidad, con cumplimiento de los requisitos de existencia y validez. la
liquidación también debe seguir el principio de legalidad y la conmutatividad, pues se
procura dejar resuelta cualquier diferencia económica entre las partes.
de ahí que en el numeral 12 del artículo 25 de la ley 80 de 1993 se establezca que, con
la suficiente antelación a la apertura del procedimiento de selección y a la firma del
contrato, según el caso, se elaboren los estudios, diseños y proyectos requeridos, para
que la administración en tiempo oportuno conozca cada uno de los aspectos del objeto
de la contratación. lo que se pone en juego es la indemnidad de la administración
pública, sin que sea aceptable que al momento de formalizar el contrato subsistan
dudas sobre su necesidad, la calidad de los bienes o servicios y los precios del
mercado, imponiéndose así mismo la objetividad en la selección (art. 29 ib.).
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contrato de venta de activos del ente territorial, no obstante reconocer que hubo
irregularidades durante la actividad contractual; cuando la intervención de subalternos
en el trámite previo no requiere tal delegación y esto es lo imputado, al no cumplir los
requisitos legales esenciales durante la fase precontractual, sin que tales exigencias
estén referidas exclusivamente a la celebración del convenio, al contrario de lo
argumentado por el representante del ministerio público.
sentencia casación
fecha : 10/07/2001
decision : si casa, condena, reconoce tiempo, no condena en
perjuicios, ordena captura.....
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : armenia
procesado : roa restrepo, guillermo antonio
procesado : urrea montoya, alvaro
delitos : celebración indebida de contratos
proceso : 13681
publicada : si
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además, el numeral 2º del artículo 238 del código de procedimiento civil (modificado
por el dec. 2282/89 oct. 7, mod.110), aplicable al proceso penal por integración
(artículo 21 del c.p.p.), ordena al juez fijar plazo al perito para aclarar o complementar
la pericia, en el evento de acceder a la solicitud por considerarla procedente. trámite
que la sala tradicionalmente viene cumpliendo en este tipo de solicitudes.
así entonces, la actuación de la sala estuvo enmarcada en la mas estricta legalidad, sin
que para ello haya sustituido al perito, como lo afirma la defensa, pues solo se
restringió a plasmar las razones que la motivaron a rechazar la petición, sin aclarar o
complementar la pericia.
unica instancia
fecha : 10/07/2001
decision : no revoca providencia que denegó aclaración de
peritaje
procedencia : corte suprema de justicia
ciudad : bogotá d. c.
procesado : del rio mantilla, nohora elisa
proceso : 15100
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
el tribunal que obró como juez de segunda instancia en el presente caso, opone a
dicha garantía, la prevalencia del principio de legalidad, para tomar como pena de
mayor gravedad para efectos del concurso (artículo 26 del c.p.) la del artículo 2 del
decreto 1194 de 1989. igualmente, se le atribuye al juez de segundo grado el
desconocimiento de la prohibición de la reforma en peor por el hecho de haber
confirmado la pena impuesta por el a quo, no obstante que el ad quem absolvió por
dos delitos de tentativa de homicidio y dedujo las agravantes genéricas imputadas en
primera instancia, conforme a los numerales 1 y 4 del artículo 66 del c.p.
la violación denunciada en este caso se hace con base en los dos motivos señalados,
los cuales se responden de manera separada, en razón a la solución jurídica diferente
que ellos imponen.
principio de legalidad.
a este respecto, con ponencia del magistrado dr. carlos eduardo mejía escobar, dijo la
sala**:
"en materia de concurso de hechos punibles, (art. 26 del c.p.) la ley dispone que el
condenado quedará sometido a la disposición que establezca la pena más grave,
aumentada hasta en otro tanto. ello implica entonces, que el fallador, de entre los
varios ilícitos concurrentes, deba seleccionar cuál fue en concreto el hecho punible que
ameritaría pena mayor, y para éste efecto debe proceder a individualizar las distintas
penas, con el fin de escoger la más gravosa y, posteriormente, decidir en cuánto la
incrementa habida consideración del número de delitos concursantes, su gravedad y
sus modalidades específicas".
y, agrega:
"entendidas de ese modo las cosas, cuando concurren delitos cuyas penas mínimas y
máximas difieren, la fijación de cuál es el que tiene establecida la sanción más grave
no puede quedar reducida a la fórmula de seleccionar el de pena mínima más severa o
el de mayor pena máxima. el problema se debe resolver dosificando la pena de cada
hecho punible en el caso concreto conforme a los criterios de individualización del
artículo 61 del c.p., y escogiendo como punto de partida el que resulte con la mayor
sanción; es sobre ésta pena sobre la que opera el incremento autorizado por el
artículo 26 del código penal, y su mayor o menor intensidad depende del número de
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al comparar la pena de los artículos 22 y 324 - 7 del decreto 100 de 1980 (de 8 hasta
22 años y 6 meses de prisión) y la del artículo 2 del decreto 1194 de 1989 (de 10 a 15
años de prisión), no en el plano de la simple previsión del legislador de los mínimos y
máximos, sino específicamente la sanción que ha de corresponder en al caso concreto
al procesado, se aprecia que en el asunto sub examine fue tasada por el a quo en la
cantidad a la que normativamente correspondía. ello es así, porque al tomar como
delito más grave el homicidio como delito contra la vida, partió del mínimo de 8 años,
pero, como lo dijo en la sentencia ya transcrita en lo pertinente, le adicionó cuatro (4)
años por la gravedad y modalidad de los hechos punibles y la presencia dos
circunstancias genéricas de agravación punitiva, para un total de doce (12) años, mas
dos (2) años por el número de hechos punibles (art. 61 in fine), arroja un total de
catorce (14) años, guarismo este que es superior al correspondiente al delito ipificado
en el art. 2º. del decreto 1194 del 89, que establece 10 a 15 años de prisión, más como
no se contemplaron para él circunstancias genéricas de incremento punitivo, la
dosimetría para el caso concreto sería del mínimo (10 años), por consiguiente, hizo
bien el juez de primera instancia al tomar como delito más grave para los efectos del
concurso el triple homicidio imperfecto, agravado, por consiguiente no violó el principio
de legalidad de la pena contenido en el artículo 26 del c.p., en cuanto este dispone que
se debe dosificar la sanción a partir de la pena más grave. por esta razón, por el
concurso, a los catorce (14) años previstos por los tres homicidios tentados aumentó
dos (2) años por lo del decreto 1194 de 1989, para un gran total de dieciséis (16) años
de prisión, pena que efectivamente impuso.
la corrección hecha por el tribunal nacional del error cometido en primera instancia
respetó el principio de legalidad de la pena, principio previsto en protección de los
procesados, la comunidad, el imperio de la ley, la igualdad de tratamiento ante la ley,
y la seguridad jurídica. por consiguiente, la aplicación estricta del principio de legalidad
no conlleva la vulneración de la reformatio in pejus.
3. el artículo 61 del c.p., contempla las pautas generales para la imposición de la pena,
comenzando por la necesidad de atender los límites establecidos en el tipo penal
aplicado, las circunstancias agravantes y atenuantes concurrentes, y, en el concurso,
"el número de hechos punibles".
b) si por las tentativas en concurso el juez regional fijó dos (2) años, con la decisión
del tribunal sólo quedó una concursando con el anterior (la tentativa de homicidio
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por la gravedad, modalidades del hecho y agravantes genéricas el a quo impuso cuatro
(4) años de prisión, pero como el ad quem suprimió las circunstancias de mayor
intensificación punitiva previstas en el artículo 66 -1- 4 del c.p., para la dosimetría sólo
ha de sumar la gravedad y la modalidad del hecho, por lo tanto, por este concepto el
incremento no será de cuatro sino de dos (2) años.
así las cifras dadas por cada uno de los criterios que inciden en la dosimetría e
individualización de la pena, al tenor de lo dispuesto por el artículo 61 del c.p., el total
de la pena principal a imponerse será de doce (12) años y ocho (8) meses de prisión
"sin embargo, razón le asiste al procurador delegado para sugerir la casación parcial y
oficiosa del fallo, en lo que atañe a la determinación de la pena. en verdad, si el fallo
de segunda instancia elimina uno de los cargos por los cuales se emitió la sentencia de
primer grado, en congruencia con la resolución de acusación, resulta desconcertante
que tal reducción de la carga incriminatoria no se haya traducido en una disminución
de la pena principal, máxime si el cargo detraído era el más grave dentro de los
considerados en el pliego acusatorio.
es por lo anterior que la corte casará la sentencia y hará los ajustes referidos,
considerando que el ad-quem incurrió en violación al principio de legalidad de la pena
al equivocar los criterios de su dosificación y así imponer una igual a la fijada por el a-
quo, no obstante haber absuelto al procesado de dos cargos de homicidio agravado en
grado de tentativa y de haber eliminado dos circunstancias genéricas de aquel por el
cual condenó. no llegó a esta dosificación en virtud de la facultad que le concede la ley
por vía de la consulta, sino, se repite, por indebida aplicación del artículo 61 del c.p.,
mediante la cual vulneró de manera directa el 31 de la constitución nacional.
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* c.s.j. sent. de cas. (rad. 13565 del 15-05-01. mg. pon. dr. jorge e. córdoba poveda).
** c.s.j., sala penal, sent. cas. aprobado con acta número 149 del 7 de octubre de 1998, m.p. dr.
carlos eduardo mejia escobar
*** c.s.j., sent. cas, aprobada con acta 147 del 26 -11-1997, mg. pon. dr. jorge anibal gomez
gallego.
sentencia casación
fecha : 10/07/2001
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esa situación precisamente es la que se ha presentado respecto del artículo 558 del
código de procedimiento penal, en el que se enuncian los fundamentos del concepto
de extradición que rinde la corte. la sala, para sustentar el rechazo de las pruebas que
pretendían el estudio sustancial de las que fundamentan el proceso que se adelanta al
requerido en extradición (...) en los estados unidos de américa, hizo cita de la parte
pertinente de la sentencia de constitucionalidad 1106 de 2000 en la que se resolvió
precisamente el problema jurídico de la naturaleza "formal" del estudio de la validez de
la documentación presentada para sustentar el pedido de extradición.
esa expresión fue declarada exequible, en la forma y términos que la corte transcribió
y de la que requerido y defensor se han enterado por el acto de notificación del auto
que ahora se recurre. en tal sentido, resulta improcedente insistir en la práctica de
pruebas que apuntan a discutir la validez sustancial de las pruebas que soportan la
actuación judicial del país requirente, pues tal expresión es precisamente lo contrario a
la validez formal, que es a lo que la norma pertinente obliga a la corte.
no cambia esa situación el hecho de que las pruebas sobre las que se sustenta la
actuación judicial en el país requirente, hayan sido practicadas en el país requerido. el
trámite de extradición no deja de ser un mecanismo de cooperación internacional
encaminado a verificar el cumplimiento de unos requisitos específicos y mínimos, que
una vez acreditados imponen la emisión de un concepto determinado, por el solo
hecho de que las pruebas fueran practicadas en territorio diferente al del país que
solicita la cooperación.
tampoco puede hacerlo para incluir un principio que la constitución contempla como
de las relaciones internacionales, pero que la ley no incluye como requisito del trámite
de la extradición. la corte no puede compartir la tesis del defensor acerca de la
orfandad y desprotección en que se deja la soberanía nacional al deferir al presidente
de la república el estudio y decisión del tema de la reciprocidad. es justamente la
propia constitución la que señala que ese funcionario "simboliza la unidad nacional" y
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en cuanto a los artículos 259 y 260 del código de procedimiento civil, son inaplicables
en el trámite de extradición. la esencia de aquel es asegurar dentro de las relaciones
entre particulares que rige el código civil la autenticidad de los documentos que
presentan las partes dentro del trámite de sus asuntos o que allegan en las
actuaciones procesales ante el estado. en tratándose de relaciones entre estados, que
se regulan por las convenciones diplomáticas y consulares, tales ritualismos son
superados por la naturaleza de las partes intervinientes y el modo específico en que se
formaliza la petición de extradición, que no puede ser sino por vía diplomática y en
casos excepcionales, por la consular o de gobierno a gobierno (artículo 551 del código
de procedimiento penal). el 260 tampoco puede ser integrado al trámite de
extradición. aquí, la traducción ha sido dejada ausente de ritualismos, pues esa es la
única manera de adecuar la exigencia de los documentos mínimos con el principio de
validez formal sobre el que se soporta su análisis. en tal hermenéutica queda excluida
como fuente formal una norma que solo podría ser utilizada como tal en virtud del
principio de integración, esto es en ausencia de regulación expresa, y que de contera
se refiere a la apreciación como prueba de los documentos, algo que tampoco ocurre
dentro del trámite de extradición, pues aquí no se aprecia la prueba, solo se estima su
validez formal.
2. nada nuevo aporta el recurso a la argumentación que se presentó para solicitar las
pruebas que entonces fueron rechazadas y sobre las que ahora se insiste a través del
recurso de reposición. lo que la defensa presenta es un alegato jurídico a través del
cual pretende demostrar la vigencia de la convención de viena sobre estupefacientes
como fuente formal para el trámite de esta extradición, en contra de lo conceptuado
por el ministerio de relaciones exteriores acerca de la ausencia de tratado y que en
consecuencia debe procederse con fundamento en las normas del código de
procedimiento penal.
tal propósito no hace sino demostrar la inconducencia de las pruebas sobre las que se
insiste. los tratados internacionales tienen vigencia interna mediante su adopción a
través de leyes de la república que por tal razón están relevadas de ser probadas. el
que pueda ser un punto de debate al momento de la emisión del concepto de la corte,
no significa que pueda ser objeto de prueba. la naturaleza estrictamente jurídica del
problema, hace que su solución sea de la misma naturaleza, ausente de cualquier
demostración fáctica.
3. persiste la defensa en el mismo error puesto de presente en el auto por medio del
cual se le rechazaron las pruebas encaminadas a demostrar las probables
equivocaciones en que habría incurrido la autoridad del país requirente en la
tipificación del delito por el cual solicita en extradición al ciudadano colombiano (...).
tal error surge patente de la lectura del inciso 1° del artículo 549 del código de
procedimiento penal, en el que se afirma claramente que lo que da lugar a la
extradición es que el hecho que la motiva también esté previsto en colombia como
delito y tenga una represión privativa de la libertad mínima de 4 años. es entonces
frente al acontecimiento fáctico que deben platearse los problemas jurídicos y no
frente a la denominación jurídica que a el se le dé en el país requirente. la unidad de
nominación jurídica entre el estado requirente y el requerido es un tema ajeno a
extradiciones que como esta, se inscriben dentro del sistema de eliminación, contrario
al de lista que si exige tal cosa.
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extradición
fecha : 11/07/2001
decision : no repone auto que negó práctica de pruebas
pais requirente : estados unidos de américa
requerido : bernal madrigal, alejandro
proceso : 16714
publicada : si
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2. como quiera que uno de los fines de la casación es el de restaurar la legalidad del
fallo y toda vez que el artículo 228 del c. de p. penal faculta a la corte para casar
oficiosamente la sentencia, cuando advierta que la misma atenta contra las garantías
fundamentales de cualesquiera de los sujetos procesales, siendo éste uno de esos
casos, así se procederá.
es evidente que la sentencia del tribunal superior de bogotá incurrió en una omisión
sustancial que atenta contra la legalidad de la sanción, al no realizar la disminución
punitiva a que tienen derecho los procesados, no obstante haber reconocido que los
mismos se acogieron al instituto de la sentencia anticipada.
3. cabe acotar que no es atinado sostener que el ostensible desatino en que incurrió el
tribunal es susceptible de ser corregido por el juez de ejecución de penas y medidas de
seguridad, como lo sugiere el agente del ministerio público, toda vez que este
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
4. por último, resulta extraño para la sala que el tribunal no hubiese enmendado su
error al tenor de lo dispuesto en el artículo 211 del c. de p. penal, máxime cuando así
se lo solicitó uno de los sujetos procesales y se trataba de una omisión sustancial que
ameritaba la corrección de la parte resolutiva del fallo.
___________________________________
* ver entre otras casación 9364 mayo 29/97.m.p. dr. carlos e. mejía escobar; casación
13397, diciembre 15/00, m.p. dr. fernando arboleda ripoll y 13049 marzo 7/00, m.p. dr.
carlos a. gálvez argote.
sentencia casación
fecha : 12/07/2001
decision : desestima la demanda, casa oficiosamente
reduciendo la
pena
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d. c.
procesado : maldonado torres, rafael
delitos : porte de armas de defensa personal, homicidio
proceso : 13533
publicada : si
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21
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
ahora bien, si lo pretendido por la censora era acusar que el tribunal al valorar el
mérito de los testimonios y al construir las inferencias indiciarias, vulneró los
postulados de la sana crítica y que este dislate lo llevó a declarar una verdad distinta
de la que revela el proceso, ha debido indicar cuáles fueron las leyes científicas o los
principios lógicos o las reglas de la experiencia quebrantados, de qué manera lo fueron
y cuál su incidencia en la parte dispositiva del fallo, labor que no emprendió.
___________________________________
* ver, entre otras, casación 10761. julio 29 de 1999. m. p. dr. jorge e. córdoba poveda.
sentencia casación
fecha : 12/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d. c.
procesado : delgado hernandez, alexander gustavo
delitos : porte de armas de defensa personal, homicidio agravado
proceso : 13991
publicada : si
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por ello la ley, además de proporcionarle los medios para efectivizar su derecho a
través de la constitución de parte civil en el proceso penal, le otorga facultades para
participar en las diligencias que se realicen, solicitar y aducir pruebas, presentar
alegaciones e interponer recursos, siempre que la actuación esté de acuerdo con su
pretensión, esto es, en procura del reconocimiento de los daños y perjuicios
ocasionados con el delito. no otra cosa puede deducirse del claro contenido del artículo
48 del código de procedimiento penal.
más aún, lo que con entera claridad se concluye del último aparte de dicha norma es
que toda decisión judicial que afecte o pueda llegar a afectar la pretensión resarcitoria
o que incida en la determinación de su monto, legitima a la parte civil para interponer
los recursos previstos por la ley.
22
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
auto casación
fecha : 12/07/2001
decision : inadmite la demanda y declara desierto el recurso
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d. c.
no recurrente : bustos peÑa, bertha
no recurrente : gil, nohora magnolia
delitos : falsedad material de particular en doc. púb.
proceso : 16526
publicada : si
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lo segundo -definitivo para concluir que de ninguna manera el cargo estaba llamado a
prosperar-, porque como lo ha dicho la sala en repetidas oportunidades* , en tanto la
notificación personal sólo es obligatorio hacerla al sindicado detenido y al ministerio
público (artículo 188, código de procedimiento penal), el no envío del telegrama para
esos propósitos no genera irregularidad. adicionalmente, repárese en el hecho de que
los procesados, cuyas capturas fueron ordenadas el 27 de septiembre de 1993 (fl.
224), habían abandonado desde mucho antes del 19 de noviembre de ese año la
población donde vivían y se trasladaron a la ciudad de barranquilla, ignorándose el
lugar de residencia, según la información suministrada por los agentes del cuerpo
técnico de investigaciones de la fiscalía general de la nación que intentaron hacer
efectivas las medidas de aseguramiento (fl. 233). para el 3 de diciembre, fecha del
cierre de investigación (fl. 234), no existía entonces dirección conocida a la que se
hubieran podido remitir los mensajes, conclusión que no desvirtúa la casual
circunstancia anotada por el defensor de haberse recibido las comunicaciones que
informaban sobre la expedición de la resolución acusatoria.
23
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
2. bien se sabe que el error de hecho que da lugar a la violación indirecta de la ley
sustancial, puede obedecer a que el fallador ignore, desconozca u omita reconocer la
presencia de una prueba, o que suponga un hecho porque crea que la prueba obra en
el proceso, eventos en los cuales se habla de falso juicio de existencia por omisión, en
el primer caso, o por suposición, en el segundo. también puede ocurrir que el juez
elabore un falso juicio de identidad y tergiverse o distorsione el hecho que revela la
prueba, porque le quita o le agrega una parte o lo sectoriza, parcela o divide.
finalmente, puede suceder que el juzgador realice una equivocada valoración de los
hechos objetivamente vistos porque desatiende los elementos de la sana crítica, lo que
se conoce como error de raciocinio.
de manera que cuando se reprocha una sentencia porque el fallador ignoró una
prueba, técnicamente se estaría aludiendo a un falso juicio de existencia por omisión
en cuanto no se tuvo en cuenta un específico medio de convicción incorporado
válidamente al proceso. pero si a la prueba se le hace decir algo que ella no revela, el
falso juicio será de identidad. uno y otro deben presentarse al amparo de la causal
primera de casación, cuerpo segundo, porque ambos constituyen errores de hecho que
conducen a la violación indirecta de la ley sustancial.
_______________________
* cfr., entre otras, las sentencias del 12 de mayo de 2000, radicado 11401, m.p. dr.
jorge e, cordoba poveda y del 4 de octubre de 2000, radicado 11769, m.p. dr. carlos e.
mejia escobar
sentencia casación
fecha : 12/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : cartagena
procesado : salinas de avila, moises enrique
procesado : salinas mejia, edgar luis
delitos : homicidio
proceso : 11478
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
las circunstancias del delito, no corresponden a los del pliego de cargos sino que lo
desbordan. se trata simplemente de un ejercicio de confrontación, que en el caso
examinado estuvo lejos de llevar a cabo el casacionista. este, en efecto, al
fundamentar su censura lo único que dejó claro fue su total incomprensión sobre el
contenido y alcances del principio de congruencia, el cual nada tiene que ver con la
eventualidad de que la sentencia no haya comprendido a todos los procesados, que es
en esencia la idea sobre la cual funda el recurrente su confuso ataque.
sentencia casación
fecha : 12/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : valledupar
procesado : aroca brito, dagoberto
delitos : homicidio
proceso : 11288
publicada : si
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con abandono del ámbito señalado para la demostración de la censura, el actor dirige
su argumento a hacer evidente la transgresión de los artículos 282 y 294 del código de
procedimiento penal en tema de apreciación de la prueba, generando la impresión que
el error por el que se decidiera fuera el de derecho y no el de hecho como inicialmente
lo había anunciado, confusión aún más palpable cuando pretendiendo concretar el
objeto sobre el cual hace recaer el yerro, de manera indiscriminada da en ubicarlo en
el contenido inverosímil del testimonio del conductor de taxi víctima, en cuanto se le
otorgó credibilidad con quebrantamiento de la regla de sana crítica de la experiencia,
para luego, en momento posterior, fijarlo en las condiciones personales del declarante,
de quien, dice, el tribunal acogió en su versión sin tomar en cuenta que tenía interés
en el resultado del proceso.
en el primer sentido, era imprescindible que el censor considerara los otros momentos
del suceso narrado por el denunciante en su versión; en particular, las circunstancias
en que los agentes de policía acudieron en su auxilio y dieron captura a los
sentenciados. era, asimismo imperioso que hiciera una nueva valoración de los
25
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
sobre estos supuestos, era imperioso para el impugnante que hubiese dicho en qué
situación quedaban los aspectos de la declaración erróneamente apreciada y que, en
los términos de formulación del reproche, no son objeto de discusión; por qué si
controvierte solo un punto de los que integran el testimonio del denunciante, hay que
negarle total credibilidad. en qué situación quedan los testimonios de los agentes de
policía en cuanto sustentan el sentido condenatorio del fallo aún prescindiendo de la
versión del denunciante. en fin; dígase que la demostración que del error denunciado
se pretende es deficiente desde el punto de vista de los contornos a que él debe
corresponder en casación.
....
deja de tomar en cuenta el impugnante que para efectos del recurso de casación, los
actos centrales del proceso correspondientes a la acusación, la sentencia de primera y
segunda instancia, integran uno solo; de manera tal que alegar desconocimiento de
una prueba existente en el proceso, impone verificar que ciertamente haya sido
ignorada en todas estas decisiones, a partir de la consideración progresiva que del
proceso ha de hacerse.
sentencia casación
fecha : 16/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrirto judicial
ciudad : bogotá d. c.
procesado : martinez diaz, jaime alirio
delitos : hurto calificado y agravado
proceso : 10315
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
en el caso sub judice, el casacionista estructura el ataque sobre la base de que los
juzgadores interpretaron erróneamente el artículo 37 del código penal, que define la
culpa como forma de culpabilidad. dicho planteamiento, en estricto rigor técnico,
implicaría aceptar, acorde con lo que se deja visto, que los juzgadores acertaron en la
selección del precepto, pero que al aplicarlo lo hicieron dentro de un ámbito de
interpretación distinto del que legalmente corresponde. es decir, que la conducta
investigada es de todas formas punible a título de culpa, lo cual, desde luego, no
corresponde a la declaración que el casacionista pretende.
2. no deja de tener razón la delegada cuando sostiene que el censor, muy a pesar de
aducir violación directa de la ley sustancial, y anunciar con insistencia que acepta los
hechos probados en los fallos, termina trasladando la discusión hacia el ámbito
probatorio, con evidente violación de los requerimientos de técnica casacional que
enseñan que cuando se plantea esta clase de infracción, el debate debe centrarse en
el marco de lo estrictamente jurídico, sin desconocer las declaraciones fáctico
probatorias que sustentan la decisión que es objeto de cuestionamiento.
...
esto torna el cargo inestudiable, por dos razones básicas: en primer lugar, porque era
deber del demandante demostrar que aún frente al mencionado supuesto fáctico que
sirvió de sustrato a la decisión impugnada, y que en la demanda se omite, la conducta
del procesado no era punible, por encontrarse dentro de los lindes del riesgo permitido,
tarea que en manera alguna intenta realizar, pues sus conclusiones parten de la sola
consideración de que el procesado tenía el derecho de prelación, y que el taxista no
detuvo la marcha, debiendo hacerlo, al llegar a la intersección.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
del procesado con el deber de cuidado que le era exigible frente a las circunstancias
que hacían prever razonablemente que un vehículo se disponía a cruzar la carrera,
está aludiendo, expresamente, a los aspectos que el actor afirma omitidos.
también ha sostenido que para la procedencia del recurso no basta que el sujeto
procesal haya formalmente apelado la decisión de primera instancia, sino que es
necesario que exista identidad temática entre los motivos que dieron origen a la
apelación, y los que se exponen como fundamento para solicitar la infirmación del fallo
en sede casacional. ¿pero qué debe ser entendido por identidad temática? ¿cuál el
verdadero alcance de este concepto? ¿puede sostenerse, como lo da a entender el
procurador delegado en su escrito, que la unidad sustancial implica absoluta
coincidencia entre las falencias denunciadas en la apelación y los invocados luego en
casación, al extremo de considerar que si un determinado error no fue alegado en la
instancia (verbigracia, la ignorancia de una determinada prueba), no puede ser
invocado en casación? ¿o que si el planteamiento jurídico no fue desarrollado con
suficiencia en la apelación, no puede ser replanteado en sede extraordinaria?
28
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
esta postura resulta extravagante, y contraría los principios de preclusión de los actos
procesales, y de igualdad de las partes en el proceso, que con tanto ahínco la delegada
defiende. los apoderados designados para actuar en un proceso ya iniciado, deben
enfrentarlo en el estado en que se encuentra, y someterse al rito procesal
correspondiente, sin prerrogativas, ni ventajas sobre los demás sujetos procesales.
pretender, por tanto, la repetición de estadios procesales superados, o el otorgamiento
de oportunidades indebidas, a los nuevos apoderados, nuevos fiscales, o nuevos
representantes del ministerio publico, cada vez que son relevados de sus cargos, por el
solo hecho de ser nuevos, y porque debe entenderse que la actuación de sus
antecesores no lo vincula, como lo plantea la delegada, es postura que ab initio debe
rechazarse, por no corresponder a los postulados del proceso debido.
acorde con lo dispuesto en el artículo 3º del decreto 522 de 1988, la cuantía del interés
para recurrir en casación en la fecha de presentación de la demanda (diciembre 18 de
1988), ascendía a $53"790.000.oo. dicho monto, no puede ser confundido con la
cuantía de la demanda, como pareciera que es entendido por los sujetos procesales no
recurrentes, pues mientras el primero se establece, en cada caso concreto, por el
valor de la resolución desfavorable al impugnante, y sirve para determina la
procedencia de la casación; el segundo corresponde al valor de la pretensión, y se
traduce en factor determinante de la competencia, y del trámite de cada proceso.
teniendo en cuenta, entonces, que la cuantía del interés para recurrir se encontraba
fijada en $53"790.000.oo, habría que determinar si en el caso sub judice, el valor de la
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
dígase, también, que cuando en contra de una misma decisión se plantean varios
cargos, que involucran aspectos distintos, el monto del interés para recurrir no se
determina, como lo entiende la delegada, por la pretensión económica que es
perseguida con cada uno de ellos, sino por la suma de todos. por consiguiente, si uno
de los ataques se dirige a cuestionar, verbigracia, el valor de los perjuicios materiales,
y otro el monto de los morales, las pretensiones deberán ser sumadas para efectos de
determinar el interés para recurrir. e igual acontece si, por ejemplo, uno de los ataques
discute el valor del daño emergente, y otro el monto del lucro cesante.
7. por definición legal el tercero civilmente responsable es quien, sin haber participado
en la comisión del hecho punible, tiene la obligación de indemnizar los perjuicios
(artículo 153 c. p. p.).
8. cierto es que las excepciones de fondo, acorde con lo dispuesto en el artículo 304
del código de procedimiento civil, deben ser resueltas en la parte resolutiva de la
sentencia. mas no por la circunstancia de haber sido omitida esta exigencia
(pronunciarse expresamente sobre ellas en la parte dispositiva), puede afirmarse,
como lo hace el casacionista, que se ha incurrido en un vicio de incongruencia por
omisión. para que la informalidad se configure es necesario establecer,
adicionalmente, que en la parte expositiva de la decisión tampoco se haya hecho
referencia a ellas, ya en forma explícita, ora de manera implícita, para acogerlas o
desestimarlas, pues solo frente a dicho supuesto, es dable sostener que los
juzgadores omitieron pronunciarse sobre uno de los extremos de la controversia.
confrontado el contenido de los fallos, se constata, sin mayor esfuerzo, que las últimas
(demostración de los perjuicios y culpa exclusiva de un tercero), fueron objeto de
amplio análisis, por tratarse de aspectos propios del thema decidendum
(responsabilidad penal del procesado en los hechos y cuantificación de los perjuicios
causados), de suerte que, cualquier cuestionamiento que pretenda ser planteado sobre
la base de los juzgadores omitieron su estudio, carece de fundamento.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
sentencia casación
fecha : 16/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d. c.
procesado : triana triviÑo, luis enrique
delitos : lesiones personales culposas, homicidio culposo
proceso : 15488
publicada : si
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1. no obstante que el censor no menciona para nada el numeral 1° del artículo 220 del
código de procedimiento penal, resulta obvio que acude a la causal primera de
casación, en la modalidad de violación directa, cuando se duele de que los hechos
concretados en la sentencia se hayan subsumido en el artículo 356 del código penal,
como delito de estafa, y no en las previsiones del artículo 360 de la misma obra, como
hecho punible de abuso de circunstancias de inferioridad.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
procedimiento penal, pero de tal manera saltaría a la vista una inconsonancia entre
una acusación por el hecho punible de estafa y un fallo finalmente ajustado al delito de
abuso de circunstancias de inferioridad, infracción esta de estructura y proyección
específica diferentes a la primera.
tal como lo observa el procurador delegado, como quiera que la formulación no se hizo
en cargo separado y con énfasis en la subsidiariedad de la propuesta, el discurso
resulta contradictorio, pues el demandante viene de rechazar categóricamente un
cargo por el delito de estafa, porque supuestamente la conducta se ajustaba más al
injusto de abuso de circunstancias de inferioridad, pero ahora sorpresivamente parece
admitirlo a cambio de que se varíe sólo el título de participación en los hechos.
se concluye, de esta manera, que no fueron ignoradas las pruebas resaltadas por el
actor, sino que jamás se infirió de sus contenidos la existencia de una indemnización
parcial que justificara la configuración de la atenuante genérica. es más, admitida en
gracia de discusión la atenuación, el demandante no explica cuál sería su real
influencia en la dosificación de la pena, porque un factor de tal índole implicaría la
imposición del mínimo previsto en la ley, siempre que concurra exclusivamente, pero
ocurre que en este caso los juzgadores también derivaron ingredientes de agravación
genérica y otras circunstancias señaladas en el artículo 61 del código penal para no
partir de dicho límite inferior.
sentencia casación
fecha : 16/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d. c.
procesado : becerra orozco, hernando jose
procesado : becerra orozco, sonia ines
procesado : miranda de gutierrez, elsy cecilia
delitos : estafa agravada
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
proceso : 11090
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de ser así, se habría violado directamente el artículo 445 del código de procedimiento
penal, por falta de aplicación, originada en factores distintos a la errada apreciación
del acervo probatorio; y, entonces, el cargo tenía que estructurarse con fundamento en
el cuerpo primero de la causal primera de casación, esto es, por violación directa de la
ley sustancial, y no como lo hizo el libelista.
esta modalidad de error de hecho, por ser protuberante, suele descubrirse con un
examen sencillo de las actuaciones o con la confrontación directa, física del acopio
probatorio y las motivaciones del fallo. si esto ocurre, vale decir, si se demuestra la
presencia real del dislate, a continuación debe el demandante acreditar que es tan
grave, trascendental e influyente, que de no haberse cometido la sentencia habría sido
distinta.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
sentencia casación
fecha : 16/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d.c.
procesado : caÑon pinilla, juan de jesus
delitos : homicidio
proceso : 10233
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"es verdad que doctrina y jurisprudencia han aceptado que en los casos en que varias
personas proceden en una empresa criminal, con consciente y voluntaria división del
trabajo para la producción del resultado típico, todos los partícipes tienen la calidad de
autores, así su conducta vista aisladamente no permita una directa subsunción en el
tipo, porque todos están unidos en el criminal designio y actúan con conocimiento y
voluntad para la producción del resultado comúnmente querido o, por lo menos,
aceptado como probable…así mismo, si a esa empresa criminal van armados porque
presumen que se les puede oponer resistencia o porque quieren intimidar con el uso
de las armas y como consecuencia de ello se producen lesiones u homicidios, todos
serán coautores de hurto y de la totalidad de los atentados contra la vida y la
integridad personal, aún cuando no todos hayan llevado o utilizado armas, pues
participaron en el común designio, del cual podían surgir estos resultados que, desde
luego, se aceptaron como probables desde el momento mismo en que actuaron en una
empresa de la cual se podían derivar."
34
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
criminal propuesto"** .
3. a pesar de que dice que "acepta y da por probados todos los fundamentos fácticos
que sustentan la sentencia", seguidamente afirma que "lo que no comparte es la
interpretación probatoria que se le dio a los mismos y que culminó con la forma de
culpabilidad que se le dio al homicidio".
sobre la solución de este aparente problema, bastante repetida por la corte, dijo la
sala:***
"no es cierto que la ley 40 de 1993 se refiera exclusivamente al tema del secuestro, o
que el legislador haya pretendido limitar la aplicación de sus artículos 29 y 30 a los
casos en los cuales el homicidio guarde algún nexo con el citado delito contra la
libertad individual".
"cierto es que el proyecto inicial ingresó al congreso sin estas reformas, pero en el
curso de los debates se planteó la necesidad de incluirlas para darle coherencia, como
se desprende del contenido de la ponencia en la cámara, donde se dijo: "en el curso de
la fecunda discusión que esta iniciativa ha tenido en el senado se planteó, no sin razón,
que no podría tratarse punitivamente la conducta del secuestro con mayor severidad
que la del homicidio. ello condujo a que se adoptaran decisiones legislativas,
agravando también las penas para el homicidio que mantuvieran principios universales
de la ´dosimetría penal´ " (gaceta del congreso de nov.18/92)".
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
"4. el texto de los artículos 29, 30 y 32 es de tal claridad que cualquier pretensión
encaminada a limitar o ampliar su sentido resulta un despropósito. la expresión
"quedará así", utilizada sistemáticamente por el legislador para anunciar las nuevas
disposiciones, no permite abrigar dudas sobre la subrogación de los artículos 323, 324
y 355 del código penal, ni la autonomía de los nuevos preceptos".
5. de otra parte, como sin ningún sentido y, por supuesto, sin fundamentación alguna,
el juzgado impuso como pena accesoria a los tres procesados la suspensión de la
patria potestad, durante 15 años, "...si la tuvieren..." -y el tribunal la admitió al
confirmar el fallo en todo lo demás-, la sala, casará la sentencia en cuanto a éste
tópico, de manera oficiosa, con base en el artículo 228 del estatuto procesal penal.
____________________________________
* sentencia del 28 de febrero de 1985. m.p. luis enrique aldana rozo.
** sentencia del 25 de abril de 2000. m.p. jorge enrique córdoba poveda.
*** sentencia del 21 de noviembre de 1995. m.p. carlos augusto gálvez argote
sentencia casación
fecha : 16/07/2001
decision : desestima, casa parc. y of., declara prescrip.,
declara
cesación y ajusta penas
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : ibagué
procesado : hidalgo angulo, juan bautista
procesado : prieto rueda, hernan
procesado : tellez garcia, edgar mauricio
procesado : velez zuluaga, juan carlos
delitos : hurto calificado y agravado, porte de armas de defensa
personal, homicidio agravado
proceso : 10600
****************************
36
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
2. por otra parte, el impugnante toma los diferentes indicios aisladamente, para
aseverar que cada uno no lleva a la certeza sobre la responsabilidad, como cuando
sostiene que la circunstancia de haberse hallado en poder de (...) las placas del
vehículo hurtado y con el cual se cometió el atentado terrorista, no constituye más que
"un indicio grave, no necesario, insuficiente por si para aportar convicción sobre la
responsabilidad del procesado", o cuando con relación al indicio de capacidad moral
dice que carece de lógica y no aporta la certeza requerida por la ley para dictar
sentencia condenatoria "como quiera que entre él y la incógnita no media nexo causal
directo", o cuando manifiesta que no existe relación causal entre la tenencia de armas
de fuego y de municiones por parte del procesado y los hechos que fueron materia de
investigación, desconociendo que la fuerza persuasiva de los indicios emana de su
apreciación conjunta, ya que cada uno, tomado individualmente, salvo que fuera
necesario, carece de suficiencia demostrativa para llevar a la certeza, y sin que el
demandante hubiera asumido la carga de evidenciar que apreciados
mancomunadamente y teniendo en cuenta su articulación, convergencia y
concordancia, no conducían a ella.
________________________________________
* cas. 10949, mayo 6/98, dr. jorge a. gómez g.
sentencia casación
fecha : 16/07/2001
decision : no casa, declara prescrito un delito
procedencia : tribunal nacional
ciudad : bogotá d. c.
procesado : velez cardona, nelson
delitos : hurto calificado y agravado, violación al dto.180/88
proceso : 11754
****************************
por lo anterior, la ley establece los requisitos formales que debe cumplir toda demanda
de casación y, de manera tácita en unos casos y expresa en otros, una serie de
principios que en el desarrollo de la censura forzosamente deben ser observados por el
casacionista. unos y otros, requisitos y principios, han sido precisados por la
jurisprudencia de la corte en el ejercicio de su tarea hermenéutica y, también, con el
37
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
especial cuidado ha de tener el demandante cuando sean varios los cargos que
pretenda hacerle a la sentencia, pues en tal caso resulta indispensable que se
sustenten en capítulos separados y de manera subsidiaria si fueren excluyentes
(numeral 4º., ib.); lo primero, porque sólo de esta manera se puede respetar el
principio de claridad y precisión contenido en el citado numeral 3º. del artículo 225 y
por las diversas consecuencias que se pueden derivar de la prosperidad de la
acusación (artículo 229 del c. de. p. p.); y lo segundo, para no quebrantar, además de
aquel principio, el de no contradicción, que debe ser respetado en "el planteamiento
general del libelo, en el desarrollo de los cargos que formula con base en una
determinada causal y en la presentación de cada cargo en particular" (corte suprema
de justicia, sala de casación penal, auto del 13 de julio de 1990, radicación número
4.649, m. p. jaime giraldo angel).
además, debe también cumplir con el principio de prioridad, pues si uno de los varios
reproches se dirige contra la validez del proceso se impone su formulación en forma
principal, como que el alcance de esta causal, la tercera del artículo 220 del código
procedimental, es mayor que el de las otras dos y esto exige que tanto su selección
por el demandante como la revisión que de ella haga la corte, se realicen en primer
lugar. este principio rige así mismo cuando sean varias las censuras por nulidad, pues
no es viable proponerlas en igualdad de condiciones ni mezclarlas simultáneamente
dentro del mismo cargo, sino que se debe disponer un orden de preferencias de
acuerdo con la mayor cobertura que en cada caso la eventual invalidez de la actuación
implique.
3. respecto del segundo motivo de reproche, debe recordarse que cuando se aduce la
violación del principio de investigación integral es indispensable que el censor no sólo
indique con exactitud la prueba omitida, sino que demuestre su pertinencia, utilidad y
trascendencia, al punto que, de haberse practicado, su valoración conjunta con las
demás pruebas recaudadas haría forzosa una sustancial variación en el sentido de la
decisión.
o, como lo dijo la sala en casación del 21 de abril de 1955, la retractación "…no es por
sí misma causal que destruya de inmediato lo afirmado por el testigo en sus
declaraciones precedentes. en esta materia, como en todo lo que atañe a la
credibilidad del testimonio, hay que emprender un trabajo analítico de comparación y
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
sentencia casación
fecha : 16/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal nacional
ciudad : bogotá d. c.
procesado : murillo ortiz, cristian
procesado : izaquita otero, nestor raul
procesado : delain mendoza, gilberto
delitos : homicidio agravado, concierto para delinquir
proceso : 14223
****************************
sobre este punto es bueno resaltar que el citado artículo 374 estatuía:
"quien puede ser defensor. en los procesos militares el cargo de defensor puede ser
desempeñado por un abogado en ejercicio o por un oficial de las fuerzas militares o de
la policía nacional en servicio activo. los oficiales sólo podrán actuar en los recursos de
casación y revisión cuando sean abogados en ejercicio".
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
no le asiste interés al casacionista para formular esta censura, como quiera que ningún
perjuicio se le causó con la actuación que reprocha. además, porque el cargo lo
fundamenta en que no se acudió a la institución de los impedimentos y recusaciones,
cuando él precisamente estaba facultado para recusar al fiscal militar y no lo hizo, con
lo que no sólo alega a su favor su propia culpa, sino que al no utilizar el medio previsto
para subsanar la irregularidad convalidó la actuación.
___________________________________--
* casación 13813, 15 de abril de 1999. m. p. dr. edgar lombana trujillo
sentencia casación
fecha : 17/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior
ciudad : militar
procesado : ramirez medina, jhon jairo
delitos : peculado culposo, peculado por apropiación
proceso : 12060
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
el artículo 68 del código penal establece como requisito para conceder la condena
condicional que el juez arribe a la conclusión de que el condenado no requiere de
tratamiento penitenciario, después del examen de su personalidad y de la naturaleza y
modalidades del hecho punible. si se tiene en cuenta que la conducta procesal es un
elemento de juicio más en la evaluación de la personalidad del procesado, atender el
planteamiento de la defensa significaría una modificación de la exigencia legal (se
limitarían sus requisitos), y ello -se repite-desbordaría la función jurisdiccional de la
corte.
casación discrecional
fecha : 17/07/2001
decision : no concede el recurso excepcional
procedencia : juzgado 5 p. c.
ciudad : pereira
procesado : soto valencia, ricardo andres
delitos : hurto calificado y agravado
proceso : 16858
publicada : si
****************************
1. las afirmaciones del casacionista en el sentido de que las conclusiones de los fallos
de instancia sobre la autoría del hecho carecen en absoluto de fundamento probatorio,
y solo son producto de la prolija imaginación de los juzgadores, no son ciertas. del
contenido de las sentencias surge con nitidez manifiesta que sus apreciaciones en
torno a este concreto aspecto se sustentan en el dictamen de balística no.4052 de 12
de noviembre de 1993, donde se concluyó, con fundamento en el protocolo de
necropsia (fls.40/2), el diagrama de recorrido del proyectil en el cuerpo de la víctima
(fls.131/1), y los resultados de los análisis físico químicos de sus prendas de vestir
(fls.141 y 142/1), pruebas todas que existen materialmente en el proceso, que el
disparo fue efectuado a una distancia no menor de 1.20 metros de distancia, y que el
occiso no pudo haber accionado el arma en la forma referida por (...).
41
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
2. el error de hecho por omisión se presenta cuando el juzgador ignora una prueba que
obra materialmente en el proceso, no cuando habiéndola analizado resuelve
desestimarla porque considera que no amerita credibilidad, o que carece de aptitud
para dar por demostrado un determinado hecho, como aconteció en el caso sub
judice, donde el tribunal analizó la referida pericia de absorción atómica, pero le negó
el alcance probatorio pretendido por la defensa, pues consideró, con razón, que sus
resultados negativos no necesariamente indicaban que el procesado hubiera dejado de
accionar el disparador del arma.
esta situación fáctico procesal excluía toda posibilidad de intentar un ataque por la vía
del error de hecho por omisión, en cuanto que la prueba supuestamente pretermitida
( de absorción atómica) fue apreciada y valorada por los juzgadores, y en tales
condiciones resultaba improcedente cualquier alegación sustentada en un error de
este tipo, el cual, como ya se explicó, presupone que la prueba obre materialmente en
el proceso, y que los juzgadores hayan ignorado su existencia.
por razones de distinta índole puede suceder que los resultados de presencia de
residuos de disparo en las manos de una persona sean positivos, no obstante no haber
accionado el arma, o negativos a pesar de haberla disparado, dando lugar a lo que
técnicamente en balística se denomina falsos negativos y falsos positivos, aspectos a
los cuales se alude con amplitud en las propias pericias (fls.65 y vto/2), y en el
dictamen aclaratorio de 23 de junio de 1994, donde se insiste sobre el carácter
simplemente corroborativo y/o indiciario de la prueba en mención (fls.146 y 147 /2).
pertinente resulta precisar, sin embargo, que los hechos que la defensa pretendía
acreditar con dicha prueba (agresión previa por parte de la víctima), fueron no solo
acogidos como ciertos por los juzgadores, sino que constituyeron fundamento para el
reconocimiento de la atenuante de la ira e intenso dolor, según se desprende de los
42
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
sentencia casación
fecha : 18/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d.c.
procesado : duque vega, pedro pablo
delitos : homicidio
proceso : 10361
publicada : si
****************************
equivoca la causal que selecciona para denunciar el yerro, pues lo que está afirmando
es que la prueba no ha debido ser considerada por el fallador, por no haber podido se
controvertida, esto es, que fue aducida con violación de los requisitos legales que
condicionaron su validez, por lo que es jurídicamente inexistente, censura que ha
debido enunciar y desarrollar por la causal primera, cuerpo segundo, por error de
derecho por falso juicio de legalidad.
esta censura será desestimada por falta de interés, que es requisito de procedibilidad
43
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
en otras palabras, mal podría alegarse un yerro sobre un tema respecto del que no
hubo pronunciamiento por parte del tribunal.
___________________________________________
* ver, entre otras, casación 11449 abril 20/99, m.p. dr. dídimo páez velandia; 12343
diciembre 14/99, m.p. dr. carlos augusto gálvez argote y 12506, enero 25/01 m.p. dr.
jorge e. córdoba poveda
sentencia casación
fecha : 18/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : cundinamarca
procesado : castiblanco molina, hector julio
delitos : concusión
proceso : 13758
publicada : si
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1. en lo que concierne a la primer cargo, según el cual el fallo de segundo grado habría
incurrido en violación directa del artículo 230 de la carta política "en armonía con el
artículo 180 del c. de p.p.", porque el sentenciador no analizó los alegatos de la
defensa en el recurso de apelación, se impone precisar en primer lugar, como lo hizo el
delegado, que la vía escogida para el planteamiento de este yerro deviene de suyo por
completo equivocada, pues es evidente que la naturaleza del desacierto aducido
corresponde a los denominados errores de actividad, los cuales, por su contenido y
alcance exigen su postulación al amparo de la causal tercera de casación, en la
medida en que, de hallarse probado la corte no podría entrar a dictar fallo de
reemplazo en estricto sentido, sino a declarar la nulidad actuado ordenando reponer lo
actuado a partir de la actuación generadora del vicio, ya que solo de esa manera se
haría posible que la sentencia se profiera previo el cumplimiento de todos los
requisitos antecedentes legales que la viabilizan, es decir, sin que medie para ello el
desconocimiento de las bases fundamentales de la instrucción o el juzgamiento o el
desconocimiento de garantías fundamentales de los sujetos procesales.
2. el segundo cargo, postulado al amparo del cuerpo primero de la causal primera del
artículo 220 del estatuto procesal, esto es, violación directa del artículo 31 de la carta
política, bajo el entendido de que el tribunal hizo más gravosa la situación de su
defendido porque adicionó la decisión de primer grado con la pena principal de multa
en relación con el secuestro y la accesoria de interdicción de derechos y funciones
públicas, tampoco tiene vocación de éxito, pues aparte de que se reduce
prácticamente al mero enunciado, no tiene en cuenta que, por lo menos, en cuanto a
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
cosa distinta es lo que ocurre con la pena principal de multa, la cual, efectivamente ni
siquiera fue tenida en cuenta por el fallador de primera instancia, debiendo el tribunal,
en procura de hacer imperar el respeto al principio de legalidad, adicionar la sentencia
apelada en este aspecto, pues no es de aquellas que quedan a discrecionalidad del
juez, sino que es un imperativo legal concretarla como consecuencia del delito en la
sentencia que declara la responsabilidad del acusado, sin que ello tenga el alcance que
le da en este caso el censor frente al contenido del artículo 31 de la carta política.
3. en el tercer cargo, presentado como violación indirecta de la ley por error de hecho
por falso juicio de existencia, esto es, porque se ignoraron las indagatorias de los
procesados y la versión del conductor del camión con las cuales se demostraba que el
único propósito de aquellos era hurtar y no secuestrar, no deja de ser un lánguido
comentario al margen de cualquier mínima exigencia de la técnica casacional, pues no
indica el demandante cuáles normas sustanciales resultaron mediatamente vulneradas
y cuál su sentido.
...
es que, además, desde ningún punto de vista resulta aceptable la tesis que trae la
defensa con base en lo manifestado por los procesados, pues ni siquiera aplicando
teóricamente cualquiera de las teorías que apenas menciona sobre el concurso de
delitos sería viable una tal conclusión, puesto que parte de un sofisma de petición de
principio, cual es dar por demostrado lo que tenía que acreditar, esto es, que la
inmovilización del conductor del camión integra el momento consumativo del hurto y
que además se dio por circunstancias ajenas a sus autores, tarea prácticamente
imposible de cumplir, si se tiene en cuenta que se trata de dos conductas
perfectamente diferenciables óntica y jurídicamente, lo que pasa es que la segunda, la
retención de benjumea zapata, se comete para poder facilitar el ilícito contra el
patrimonio económico, ya que en este decurso fáctico, olvida el demandante
considerar que la víctima fue privada de su libertad en contra de su voluntad, pues por
la fuerza de las ataduras y la inmovilización de que fue objeto, quedó a merced de sus
vigilantes no solo desde el momento en que logran apoderarse del camión y su carga,
sino hasta el día siguiente, cuando fue abandonaron el lugar dejándolo aún atado al
árbol donde permaneció toda la noche.
4. tal y como lo hizo el procurador, la sala también se ocupará de los cargos cuarto y
quinto de manera conjunta, ya que su planteamiento y desarrollo apuntan a la misma
consecuencia con argumentos bastante similares, pues pretende el demandante el
reconocimiento de la rebaja de pena por confesión aduciendo que lo manifestado por
los sindicados en sus diligencias de indagatoria si se puede calificar de aporte eficaz a
la investigación y además su captura no se dio en situación de flagrancia como lo
pregonó el sentenciador de segundo grado.
siendo pues, esa la propuesta que en uno y otro evento eleva el recurrente por motivo
de la violación directa de la ley por falta de aplicación, lo primero que se impone
reprochar, por desatender en forma ostensible la técnica que regenta este recurso, es
la inconsistencia conceptual que se aprecia entre la proposición del cargo y su
desarrollo, pues lo segundo desdice de lo primero, esto es, que debiendo tener como
punto de partida la conformidad o aceptación de los hechos y las pruebas en la forma
como fueron presentados por el tribunal para, a partir de allí evidenciar, cómo, no
obstante la correcta comprensión de lo fáctico se incurrió en error al aplicar la ley,
inicia el libelista por apartarse de las apreciaciones hechas en la sentencia sobre la
improcedencia de la rebaja de pena por confesión con argumentos opuestos a los que
sirvieron de soporte a este respecto, aduciendo que la versión de los implicados si fue
eficaz y que la captura no ocurrió en flagranacia, cuando si lo que pretendía era
desvirtuar el supuesto de hecho a partir del cual el sentenciador arribó a tales
conclusiones era, entonces, el motivo de violación indirecta el llamado a servir de
fundamento a la censura.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
siendo ello así, para los efectos que se propone este cargo es claro que los procesados
fueron aprehendidos en condiciones calificadas por la jurisprudencia y la doctrina como
cuasi flagrancia, según la descripción legal que de este fenómeno ofrece el artículo
370 del código de procedimiento penal, ya que no solo ocurrió momentos después de
ocurrido el hecho, lo cual es predicable frente a (...), sino con "objetos, instrumentos o
huellas de los cuales aparezca fundadamente que momentos antes ha cometido un
hecho punible o participado en él", que es precisamente lo que aconteció en relación
con (...) y (...), a quienes por haber estado momentos antes comercializando el café y
abandonando el vehículo respectivamente, se les halló en su poder dinero objeto de la
venta de dicho producto.
sentencia casación
fecha : 18/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : ibagué
procesado : cedeÑo diaz, jose herminsul
procesado : polania castrillon, pedro
procesado : cabrera perez, libardo
delitos : hurto calificado y agravado, secuestro simple
proceso : 11689
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
dice el censor que en el examen siquiátrico que se le realizó al procesado debía estar
presente su defensor, en concordancia con lo previsto en el artículo 161 del código de
procedimiento penal. dice dicha norma:
es indudable para la corte que "las diligencias" a las cuales se refiere el precepto son
exclusivamente las que realiza el funcionario judicial (juez o fiscal) como la versión, la
indagatoria y el reconocimiento en fila de personas. es decir, las de carácter judicial. y
el dictamen pericial no lo es.
ahora bien, si se tiene en cuenta que la actividad del perito la desarrolla con sujeción a
los cánones de su especialidad, a reglas científicas en el caso del peritazgo siquiátrico,
sería absurda la exigencia de participación de la defensa en la entrevista realizada por
el siquiatra, pues sólo contribuiría a la generación de un ambiente de contradicción
ilógico y a la desnaturalización del procedimiento científico aplicado, que obviamente
puede ser criticado por las partes, así como los fundamentos y la conclusión del
dictamen, solo que a través de los mecanismos que establece la ley. por conducto de
estos es que se ejerce el derecho de controversia y por ello, como lo recuerda el
procurador, debe notificarse la resolución que pone a disposición de las partes el
peritazgo, bien para que lo objeten por error o soliciten su aclaración, ampliación o
adición.
conviene precisar, por último, que es desacertado el presupuesto del censor, según el
cual la no intervención del apoderado en el examen siquiátrico deja al procesado
"indefenso ante el perito". el principio es que éste actúa profesionalmente, que lo
hace bajo las rigurosidad de su saber científico y en esa medida no es ni enemigo ni
contradictor del examinado, sino que establece con él la relación de médico a
paciente. pero si en un caso concreto se piensa lo contrario, está a disposición de la
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
sentencia casación
fecha : 18/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : manizales
procesado : cardona bedoya, mario
delitos : homicidio
proceso : 12639
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
entre los vecinos del sitio donde cometen todas sus fechorías, quienes a pesar de
conocer plenamente a estos individuos, terminan por callar la verdad a cambio de
salvar sus vidas.
sentencia casación
fecha : 18/07/2001
decision : no casa, declara prescripción de un delito y
cesación de
proc., redosifica pena
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : medellín
procesado : ramirez grajales, ivan mauricio
delitos : hurto calificado y agravado, porte de armas de defensa
personal, homicidio agravado
proceso : 10950
publicada : si
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1. postulado como lo ha sido el libelo y las diversas censuras propuestas, según se dijo,
con respaldo en la normatividad penal militar, debe observarse en relación con la
fuente normativa que se ha aducido, conforme en múltiples oportunidades lo ha
clarificado la sala -básicamente a partir del auto fechado el 16 de septiembre de 1.992,
m.p. ricardo calvete rangel-, que al regular en forma integral y unificada el decreto
2700 de 1.991 los presupuestos de procedencia, requisitos de la demanda, causales y
finalidad de la casación, y haber comprendido dentro de las sentencias de segunda
49
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
instancia impugnables las proferidas entre otros jueces plurales por el tribunal superior
militar (artículo 218), era lo jurídicamente acertado sustentar los diversos reparos al
fallo en los preceptos de 1.991 y sus reformas y no como ha procedido el demandante,
en el citado decreto 2550 de 1.988.
pero si ello es así en relación con este acápite del argumento expuesto, más enfática
debe ser la respuesta negativa respecto de aquel en que atribuye efectos negativos
sobre el debido proceso el hecho de que, en efecto, no hubiese mediado la solución de
la situación jurídica del imputado previa al cierre de la investigación, sencillamente por
cuanto esta exigencia no estaba contemplada en el libro segundo del decreto 2550 de
1.988 atinente a la actuación procesal penal militar y no existiendo de otra parte vacío
legal, no resultaba, como se verá, en este particular aspecto aplicable el decreto 2700
de 1.991.
así, entre nosotros mientras que el procedimiento civil se refiere en forma expresa a
los "vacíos y deficiencias" que pueda tener el código, situación que deberá llenarse con
las normas que regulen casos análogos y a falta de éstas con los principios
constitucionales y los generales del derecho (art.5º), en una evidente reiteración del
marco general de interpretación y aplicación de la ley contenido en la ley 153 de 1.887
(artículo 8º); en el campo laboral, el código de la materia regula también con un
criterio de aplicación analógica aquellos casos no solubles en forma directa con las
disposiciones especiales existentes, mediante normas análogas y en su defecto con el
código de procedimiento civil (artículo 145 código procesal del trabajo); a su turno, el
código contencioso administrativo también envía frente a aspectos no regulados y
siempre y cuando exista compatibilidad dada la naturaleza de los procesos y
actuaciones, al procedimiento civil, ley a la que de la misma forma remite el artículo 21
del código de procedimiento penal y a otros ordenamientos procesales, "siempre y
cuando no se opongan a la naturaleza del procedimiento penal". por último, en el
decreto 2550 de 1.988, código penal militar que en lo procesal reguló este asunto, en
su artículo 302 contempló la aplicación al procedimiento penal militar, en tanto no se
opongan a lo establecido en dicho ordenamiento, las disposiciones de los códigos de
procedimiento penal y civil.
...
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
en realidad, así como no se trata de una exigencia positiva en el proceso penal militar
aplicable en este evento, tampoco es verdad la existencia de vacío legal en dicha
regulación, pues el precepto contenido por el artículo 438 del estatuto procesal penal
tiene su razón de ser dentro del sistema y naturaleza del proceso penal ordinario con
tendencia acusatoria que nos enmarca, distante por el régimen especial de
procesamiento penal militar contenido en el decreto 2550 en cita que, en principio, no
justificaba tal exigencia, caracterizado por la tendencia tradicional de juzgamiento que
enmarcó todos los ordenamientos anteriores a 1.991, esto es, la existencia de un
cuerpo monolítico de instrucción y juzgamiento, que solamente ahora viene a
modificarse en forma parcial a partir del cambio introducido en esta materia por la ley
522 de 1.999, esto es, el nuevo código penal militar que va a completar un año
rigiendo, toda vez que allí se contempla la exigencia de que no pueda decretarse el
cierre de la investigación si no se ha resuelto la situación jurídica al procesado, pero en
razón a que se ha previsto que la calificación del mérito del sumario lo sea por una
autoridad diversa de aquella que tiene el manejo del proceso, esto es, por parte de
fiscales penales militares (art.260 y 553), quienes una vez han valorado las pruebas y
en caso de proferir resolución de acusación, en firme la misma adquirieren la calidad
de sujetos procesales en la etapa del juicio (art. 563).
4. acusa el actor el fallo de haberse proferido en una actuación viciada, por violación
del debido proceso, bajo la afirmación según la cual la sala del tribunal superior militar
que profirió la sentencia y el fiscal que intervino, estaban impedidos para actuar
(artículo 696 del decreto 2550 de 1.988), habida cuenta que se trata de las mismas
autoridades que desataron y conceptuaron, respectivamente, en desarrollo del trámite
del recurso de apelación interpuesto contra el auto fechado el 6 de febrero de 1.995,
mediante el cual el juez de primera instancia denegó la nulidad solicitada por la
defensa, toda vez que dicho pronunciamiento se produjo durante la etapa instructiva,
pues según el actor, el juicio únicamente habría iniciado con la firmeza del auto
fechado el 13 de junio de 1.995, en el que se fija día y hora para la celebración del
consejo verbal de guerra.
efectivamente, el inciso tercero del referido artículo 696 del código penal militar
aplicable en este caso, en relación con el trámite que debe darse a la segunda
instancia de autos interlocutorios, disponía:
supuesto temporal para que opere este impedimento especial, es el hecho de que el
pronunciamiento del tribunal se haya producido durante el período instructivo, esto es,
ciertamente hasta antes de que cobre ejecutoria la resolución de convocatoria del
consejo verbal de guerra, con la cual se inicia el juicio según lo dispone el artículo 659
ibídem.
pues bien, esta censura carece igualmente de todo fundamento, como quiera que la
petición de nulidad hecha por el defensor y los consiguientes pronunciamientos de
primera y segunda instancia en que se negó la misma, se produjeron cuando ya había
cobrado firmeza el pliego de cargos, no siendo por tanto comprensible que frente a
una realidad procesal que suministra los elementos de convicción suficientes para
establecer lo contrario, se afirme que la intervención de los juzgadores en las dos
instancias, lo fue durante la etapa instructiva y que, a partir de una afirmación
semejante se edifique un reproche en casación.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
funcional, pues como bien se comprende, los primeros deben ser valorados dentro del
régimen jurídico de la jurisdicción castrense en tanto que de estos últimos
correspondería conocer a la ordinaria.
no hay duda, pues, en este caso, que para consolidar la materialidad típica del hecho
punible que se ha imputado a (...), preponderante fue el desarrollo de sus funciones en
el cargo por éste desempeñado, existiendo una muy estrecha relación entre el mismo
y el delito por el cual se lo condenó, el cual se habría ejecutado, por tanto, con ocasión
del servicio que prestaba en el ministerio de defensa.
no concurre, desde luego, la errada calificación cuando, como sucede en este caso, el
demandante no sólo reconoce que el delito de falsedad imputado si se tipifica, sino que
advierte que ha sido previsto dentro de un mismo precepto legal. frente a hipótesis
semejantes, si la sanción punitiva también fuera menor, o en aquellas en que no se
desfase el género delictivo, pero concurran diversas modalidades del mismo en forma
separada, es lo correcto acudir a la causal primera mas no a la tercera, por configurar
estos eventos yerros de naturaleza in iudicando pero no in procedendo, en la medida
en que no conllevan ninguna repercusión negativa en la validez de lo actuado.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
7. el reparo que cabe hacer a esta censura y que dado el principio de limitación la
conduce ipso facto a su desestimación, tiene que ver, una vez más, con la causal
escogida, en la medida en que la favorabilidad alegada ha debido también enfocarse
por la causal primera de casación y no por la tercera, toda vez que la vulneración de
este principio así involucre el desconocimiento de una garantía sustancial fundamental
de origen constitucional, configura un típico defecto in iudicando, encontrando
respaldo en dicho motivo y no en la vía de nulidad, conforme ha procedido el actor.
sentencia casación
fecha : 18/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior
ciudad : militar
procesado : guacaneme rojas, jorge enrique
delitos : falsedad
proceso : 11660
publicada : si
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"el que de manera directa o por interpuesta persona obtenga para sí o para otro
incremento patrimonial no justificado, derivado, en una u otra forma, de actividades
delictivas, incurrirá, por ese solo hecho, en prisión de cinco (5) a diez (10) años y multa
equivalente al valor del incremento ilícito logrado".
53
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
familia, una sociedad así formada tiene la protección jurídica a la que semejantemente
se le brinda a la alianza matrimonial", punto sobre el que advirtió tajantemente la
corte que no se está protegiendo "una relación repudiada por la ley ni una vinculación
transitoria que no tenga el propósito de conformar una familia".
y agregó:
"del contexto se desprende que dos son los presupuestos fundamentales para
reconocer como situación jurídica que debe tratarse sin distinciones: la licitud y la
permanencia y estabilidad de la familia, presupuestos que sin ninguna hesitación se
advierten en la familia matrimonial, y que en cuanto aparezcan en la unión marital de
hecho, dan pie para encontrar la familia extramatrimonial que reconoce la carta
política de 1991" (cas. civ., sentencia 130 de 25 de octubre de 1994).
para el censor, (...) está legalmente autorizada a recibir en su patrimonio todo lo que
venga de su compañero (...), dado que el artículo 9 del decreto 2820 de 1974, que
modificó el art. 176 del c.c. les impone a los cónyuges la obligación de ayudarse
mutuamente "en todas las circunstancias de la vida".
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
sentencia casación
fecha : 18/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal nacional
ciudad : bogotá d. c.
procesado : arias diaz, luz stella
delitos : enriquecimiento ilícito de particular
proceso : 15348
publicada : si
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"pero, cuando una persona, como en el caso concreto, es víctima de un hecho punible
y valiéndose de los adelantos científicos, procede a preconstituir la prueba del delito,
para ello de modo alguno necesita de autorización de autoridad competente,
precisamente porque con base en ese documento puede promover las acciones
pertinentes. esto por cuanto quien graba es el destinatario de la llamada.
"con la actual prefiguración constitucional del estado como social de derecho -fundado
en el respeto por la dignidad humana-, la libertad y autonomía individuales cobran
especial relevancia al punto de garantizarse a la persona natural el ejercicio de sus
facultades "sin más limitaciones que las que imponen los derechos de los demás y el
orden jurídico" (art. 16 c. n.).
siendo ello así, mal podría esgrimirse impedimento alguno o exigir autorización
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
judicial para que las personas graben su propia voz o su imagen, o intercepten su línea
telefónica, si estas actividades no se hallan expresamente prohibidas. este aserto
resulta avalado si se tiene en cuenta que quien así actúa es precisamente el afectado
con la conducta ilícita, y por ende, eventualmente vulneradora de sus derechos
fundamentales, por lo que su proceder se constituye en un natural reflejo defensivo.
el fiscal que adelantó la instrucción y la calificó, aclara que de ninguna manera existió
manipulación en lo registrado, ante cuya evidencia el doctor (...) se allanó a admitir
que sí había estado con (...), cuando en fecha anterior había negado de plano
conocerlo, y tampoco pudo explicar razonadamente su presencia y su intervención en
tal sitio, mucho menos anunciando que ya había hecho el favor que le habían pedido,
como se ha venido analizando.
2. indiferente resulta, en los términos en que están probados los actos constrictivos
realizados por (...), con los cuales contribuyó positivamente a compeler a carranza a
prometer pagar determinada cantidad de dinero, que con ellos se hubiese beneficiado
o no, en forma directa o indirecta, de parte de los 15 millones de pesos recibidos por
(...), para predicar su coparticipación criminal.
3. en ese orden de ideas, resulta claro que en el presente proceso concurren debida y
suficientemente acopiados los medios probatorios que conducen a la demostración
ostensible del delito de concusión, por el cual fue convocado a juicio el ex fiscal
regional de bogotá (...), así como su responsabilidad dolosa, requerimientos exigidos
por la ley (art. 247 c. de p. p.), sin que de otra parte puedan admitirse las alegaciones
presentadas por su abogado defensor en el acto público de sustentación oral de este
recurso de apelación, respecto de la inexistencia probatoria de la filmación que se
hiciera durante la noche del 10 de febrero de 1994 en el hotel del llano de
villavicencio, por las razones ya expresadas, ni la supuesta alusión a que a dicha
reunión su defendido hubiera llevado el documento extorsivo, aseveración que no obra
en el proceso ni en la sentencia recurrida.
tampoco ofrece discusión la selección del tipo penal en el cual se encuadró la conducta
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
de los procesados, pues el error de apreciación alegado por la defensa, para invocar la
indebida calificación e insinuar nulidad por la supuesta existencia de un cohecho por
dar u ofrecer y no la concusión que se imputó en el enjuiciamiento, carece de
sustento probatorio.
la diferencia entre la concusión y el cohecho por dar u ofrecer, ha sido delimitada por
esta corporación en reiteradas sentencias, de las cuales puede destacarse el siguiente
aparte:
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
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ahora bien, nada hizo el censor para demostrar que las heridas corresponden a un
disparo de rebote, hizo la aseveración en tal sentido y nada más. para ello era
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
sentencia casación
fecha : 19/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d. c.
procesado : uÑate novoa, mario
delitos : homicidio
proceso : 12623
publicada : si
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en todo caso, cada uno de los cargos debe contener una petición acorde con la
naturaleza de la nulidad invocada, indicando el momento a partir del cual la
invalidación debe decretarse y el señalamiento del funcionario al que habría de
remitirse el proceso para la reposición de lo actuado.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
3. la defensa como unidad, para que pueda entenderse garantía constitucional, debe
ser real, permanente y continua durante la investigación y el juzgamiento, es decir,
durante todo el trámite procesal, ya que sin posibilidades de contradicción no es
posible concebir legítimo hoy día el proceso, pero ello no significa que si ha dejado de
tenerla en un determinado momento, la actuación así cumplida, o la subsiguiente,
advenga por ese solo motivo ineficaz, pues en virtud del principio de trascendencia
que orienta la declaratoria de las nulidades, sólo si la anomalía afecta realmente las
garantías de los sujetos procesales, o desconoce las bases fundamentales de la
instrucción o el juzgamiento, resulta inevitable su declaración.
ello, por cuanto a tenor de lo establecido por los artículos 30, 31 y 32 del decreto 196
de 1971, en casos excepcionales en los procesos penales es posible asegurar la
defensa técnica mediante la designación de egresados o estudiantes de derecho
pertenecientes a consultorios jurídicos de las facultades universitarias reconocidas por
el estado, logrando así la presencia de personas con formación jurídica que garantice
la defensa del los intereses del procesado conforme en tal sentido ha sido declarado
por el juez de constitucionalidad (sentencia c- 037 del 5 de febrero de 1996).
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
es tanto esto, que durante la gestión del defensor de oficio, el aludido estudiante de
derecho se notificó personalmente de la resolución mediante la que se clausuró el ciclo
investigativo, en tal medida presentó alegato precalificatorio solicitando preclusión de
la instrucción a favor de su representada, y posteriormente se notificó personalmente
de la resolución enjuiciatoria, todo lo cual descarta la configuración del motivo
anulatorio que el casacionista postula, pues así no hubiera recurrido esta última
decisión, no debe olvidarse que "los recursos tienen que obedecer a una razón de
inconformidad seria y valedera y no al ejercicio mecánico, abstracto u obligado de una
prerrogativa, cuyo empleo sin argumentos basados en la propia evidencia ninguna
utilidad práctica reportarían en pro del implicado, y acaso devendrían en mecanismos
dilatorios" según ha sido sostenido por la jurisprudencia de la sala (cfr. sent. cas. abril
17 de 2001. m. p. dr. lombana trujillo), y que el recurrente no se ocupa en controvertir.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
con tal manera de proceder, no logra desentrañarse el concreto error probatorio que
respecto de dicho medio pudo haberse cometido y menos su trascendencia en la
declaración de justicia contenida en la parte dispositiva del fallo, todo lo cual torna
inestudiable el cargo en tales condiciones propuesto, pues por virtud del principio de
limitación que rige la casación, la corte no puede escoger entre dos errores
inconciliables el que más corresponda a la naturaleza de la pretensión del
demandante.
sentencia casación
fecha : 19/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d. c.
procesado : pulido de naranjo, maria consuelo
procesado : vanegas robayo, luis alberto
delitos : falsedad material empl. of. en doc. publico
proceso : 13495
publicada : si
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el error de hecho, opción escogida por el actor, está determinado por varios sentidos;
falso juicio de existencia, falso juicio de identidad y falso raciocinio.
incurre en error de hecho por falso juicio de existencia el juez que omite apreciar una
prueba legalmente aportada en el proceso, o cuando infiere consecuencias valorativas
con fundamento en un medio de convicción que no milita en la actuación por no haber
sido legal y oportunamente incorporado.
por su parte, el error de hecho por falso juicio de identidad, supone, en cambio, que el
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
tratándose de error de hecho por falso juicio de identidad, es carga del casacionista
individualizar las pruebas que son objeto de la censura y confrontar lo que la prueba
dice con lo que el juzgador le hizo decir, resultando de ese cotejo el yerro denunciado,
esto es, si se le tergiversó, o fue adicionada ora fue cercenada en su contenido, para
luego demostrar la trascendencia del error en la parte resolutiva del fallo impugnado.
en este sentido, no le asiste razón al censor en la formulación del cargo, toda vez que
del examen de la mencionada diligencia, se constata que el procesado (...), respondió
al interrogante propuesto por el fiscal delegado " sí, yo acepto los cargos formulados
por la señora fiscal " (fl. 812), nótese que el procesado en esta especial diligencia
acepta su responsabilidad en la comisión de los delitos que se le imputan, sin que ello
conlleve, como lo pretende equivocadamente el censor, marginar de la responsabilidad
penal que le asiste a la coprocesada (...).
5. el planteamiento de este cargo resulta insuficiente y confuso, toda vez que no atina
en señalar de manera directa y concreta si la censura versa sobre el hecho indicador o
la inferencia lógica, tal imprecisión resulta inadmisible, habida consideración de que no
se pueden postular yerros de manera indiscriminada hacia uno y otro elemento.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
6. sobre el particular, ha sido reiterativa esta sala de la corte al señalar que la falta de
motivación existe cuando el fallador omite la presentación del soporte fáctico y jurídico
de la sentencia, de tal manera que los argumentos expuestos resultan inconclusos e
impiden conocer el verdadero fundamento de la decisión, resultando insuficiente o
contradictorio, confuso y ambivalente.
al señalarse que la nulidad por falta de motivación entraña un vicio que afecta
únicamente la sentencia, que inicialmente determinaría que, por regla general, se
dicte el fallo de reemplazo, lo procedente en estos casos es decretar la nulidad y
devolver el proceso al tribunal de origen para que de dicte nuevamente con la
exposición clara y razonada del fundamento, pues proceder en forma distinta sería
tanto como omitir una instancia, colocando a los sujetos procesales en la imposibilidad
de controvertirla.
sentencia casación
fecha : 19/07/2001
decision : no casa, no decreta nulidad
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : cali
procesado : gonzalez gil, laura mireya
delitos : falsedad material de particular en doc. púb., estafa,
falsedad en documento privado
proceso : 14823
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
3. acusa interpretación errónea del artículo 21 del c. penal, cuando tal clase de
desatino sólo es posible en la violación directa de la ley sustancial y no en la indirecta,
como aquí se postula.
así también, con respecto a este precepto, y al interior del mismo cargo, reclama
interpretación errónea y aplicación indebida, posturas inconciliables, pues la primera
supone que la norma se aplicó y que se acertó en esa aplicación, ya que era la que
regulaba el caso concreto, pero se le dio un sentido que no tiene, en tanto que cuando
se acusa aplicación indebida se está afirmando que la norma no era la que gobernaba
el caso, esto es, que se erró en su selección.
sentencia casación
fecha : 19/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : ibagué
procesado : barrero rodriguez, jose dolores
delitos : hurto calificado y agravado, tentativa de homicidio
agravado
proceso : 10882
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
la sala no estima que sea necesario discutir si fue o no acertada la decisión del juez de
inadmitir las pruebas, que es en realidad lo que hace el procurador delegado al afirmar
que no se desconoció el principio de oportunidad en su aportación. lo cierto es que fue
adoptada y que la misma se constituyó en una regla del juzgamiento, que
naturalmente traducía para las partes la imposibilidad de contradecir los medios
demostrativos y para las instancias la de sustentar en ellos la sentencia.
ahora bien, dispuesta la exclusión de las pruebas del debate procesal no tenían por
qué ser incorporadas al expediente. pero se allegaron y eso fue lo que permitió que el
tribunal, creyéndolas legales, citara en la sentencia el testimonio de (...) y la
indagatoria de (...).
....
así las cosas, la exclusión de las pruebas ilegales del contenido de la sentencia no
dejan a la misma sin soporte probatorio en cuanto a la declaración de responsabilidad
penal del procesado a título de autor por el cargo de la acusación, por lo que el error
en el cual incurrió el tribunal carece de la trascendencia necesaria para quebrar la
totalidad de sus fundamentos lógicos, lo mismo que los del fallo de primera instancia,
el que aparte de conformar una unidad con el de segunda instancia fue en su
integridad confirmado por el tribunal y en ningún momento tuvo como basamento los
medios de convicción aportados en la audiencia pública por la fiscalía y rechazados en
el acto por el juez.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
sentencia casación
fecha : 19/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : medellín
procesado : aguilar moreno, wilson antonio
delitos : porte de armas de defensa personal, tentativa de
homicidio agravado
proceso : 13647
publicada : si
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en cambio, los recursos son potestativos de los sujetos procesales, están basados en el
interés específico y la competencia por el factor funcional es limitada. las partes
pueden recurrir de acuerdo con su albedrío y el ad quem sólo revisa los aspectos que
son materia de impugnación.
frente a la interpretación exegética del artículo 206 del código de procedimiento penal,
modificado por el artículo 29 de la ley 81 de 1993, que acomoda la conclusión de que
recurrir la providencia consultable deja sin lugar su examen oficioso por el superior, la
corte ha venido sosteniendo como en providencia del 21 de octubre de 1998,
radicación 13.419, m. p. fernando arboleda ripoll:
"la expresión "son consultables cuando contra ellas no se hubiere interpuesto recurso
de apelación", utilizada en normatividades anteriores (ley 17 de 1975, art. 1° y decreto
050 de 1987, art. 210), e incorporada hoy con algunas variantes en el texto del artículo
29 de la ley 81 de 1993, tenía entonces razón de ser porque el recurso de apelación
otorgaba competencia al ad quem para conocer sin limitaciones de la providencia
impugnada (ley 17 de 1975, art. 3° y decreto 050 de 1987, art. 538), tornando por
contera innecesaria la consulta, e imprimiéndole a ésta un verdadero carácter
subsidiario.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
sentencia casación
fecha : 19/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal nacional
ciudad : bogotá d. c.
procesado : soto jimenez, ivan
delitos : conservación ilegal de armas de uso privativo
proceso : 15809
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
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1. ante todo, es necesario precisar que el libelista carece de interés para solicitar la
nulidad de la actuación, por presuntos vicios cometidos con relación a los procesados
de quien no es defensor, sin que valga el argumento consistente en que "la nulidad
que afecta a uno de los procesados, cobija por igual a todos y cada uno de los
cosindicados", ya que además de que no lo demuestra, no se percata que el derecho
de defensa es individual, por lo que se puede quebrantar sólo en lo que atañe a un
acusado, lo que comportará la nulidad parcial, es decir, de lo actuado sólo con respecto
a él, permaneciendo incólume el proceso en lo que concierne a los demás, como lo
preceptúa el artículo 90.3 del código de procedimiento penal y lo ha reiterado la sala*.
2. por otra parte, tampoco le asiste razón a la procuradora delegada cuando asevera
que a pesar de esa falta de legitimidad, se debe examinar el reproche, pues de existir
la irregularidad "la corte ha de declararla oficiosamente", como quiera que como lo ha
dicho la sala, ello no es posible, pues, al tenor del artículo 243 del c. de p. penal, lo que
se extiende a los no recurrentes, según el caso, es la decisión de la casación , que es
un medio de impugnación extraordinario y rogado y no un instrumento oficioso para
controlar la legalidad de los fallos, motivo por el cual la sala únicamente se ocupará de
los cargos relativos a la actuación cumplida frente a (...).
incluso, podrían presentarse cambios, sin que aparezcan nuevas pruebas, simplemente
porque al momento de calificar se tenga una mejor comprensión de lo ocurrido y más
informado criterio para decidir.
5. si se pudiese entender que el actor quiso referirse al error de hecho por falso
raciocinio, cuando pretende demeritar la credibilidad que el juzgador le otorgó a dichos
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
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*casación 9202, marzo 20/96, m.p. dr. dídimo páez velandia
** casaciób 11223, noviembre 23/99, m.p. dr. mario mantilla nougues
*** ver, entre otras, casación 13029, agosto 11/98, m.p. dr. ricardo calvete rangel; casación
10106, septiembre 2/98, m.p. dr. jorge e. córdoba poveda; casación 13074, mayo 23/2001, m.p.
dr. jorge aníbal gómez gallego.
**** ver, entre otras, casación 31 de julio /97, m.p. dr. ricardo calvete rangel; única 10242, junio
9/98 m.p. dr. jorge e. córdoba poveda; casación 12741, septiembvre 5/00, m.p. dr. edgar
lombana trujillo.
sentencia casación
fecha : 19/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal nacional
ciudad : bogotá d. c.
procesado : calle calle, jose fernando
delitos : homicidio agravado, concierto para delinquir
proceso : 13881
publicada : si
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no cabe la menor duda que si alguno de los sujetos procesales manifiesta su deseo de
sustentar oralmente el recurso de apelación interpuesto contra la sentencia, los demás
recurrentes no están obligados a concurrir a la audiencia, y en caso de que hubieren
sustentado el recurso dentro del término para recurrir, su impugnación tiene plena
validez, y en todo caso, recurrentes no orales y no recurrentes pueden hacer llegar sus
alegaciones a la segunda instancia hasta el día inmediatamente anterior a la iniciación
de la audiencia, para que sean conocidos por los demás sujetos procesales y de esta
manera se garantice efectivamente los derechos de éstos.
"b.- que, como es lo más corriente, los sujetos procésales se limiten a notificarse. en
este evento, como se dijo atrás, cumplido el proceso de notificación, el expediente
debe remitirse al superior para efectos de la audiencia con respecto al apelante quien
manifestó su deseo de sustentar oralmente.
"con esta sana y, en parte, nueva hermenéutica, la sala debe decir que resulta injusto
que el apelante oral imponga su voluntad sobre el resto de apelantes que no quisieron
(por el motivo que fuere, y ello pertenece al fuero interno de cada sujeto procesal)
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
en este caso, la sentencia de primera instancia fue apelada por el defensor, quien
manifestó su propósito de sustentar oralmente, y por el apoderado de la parte civil,
que anunció que lo haría "en su debida oportunidad" (fls. 327 y 328). en la providencia
(auto del 18 de septiembre de 1995) que se concedió el recurso interpuesto por el
mandatario del procesado, se dispuso comunicar al otro recurrente para darle
oportunidad de hacer la sustentación ante la segunda instancia, sin embargo, éste hizo
llegar dentro del término al tribunal el escrito respectivo para que fuera conocido por
los demás sujetos procesales (fl. 335 y ss), con lo cual cumplió la obligación legal para
que fueran estudiados los motivos de su inconformidad.
así, pues, se constata que precisamente en este proceso los recursos del apoderado
del procesado y de la parte civil fueron encarados conforme a la copiada jurisprudencia
de la sala. en estas condiciones, el ad quem podía aumentar la pena, pues el defensor
no era apelante único.
sentencia casación
fecha : 19/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : pasto
procesado : jojoa lopez, juan antidio
delitos : homicidio
proceso : 11681
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
delitos : concusión
proceso : 13633
publicada : si
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pese a ello, y siendo este el único tema jurídico propuesto para el debate en casación,
impera precisar que tal situación procesal no comporta irregularidad sustancial con
potencialidad para afectar la validez de la actuación surtida a partir, inclusive, de la
audiencia de juzgamiento, porque tal como lo pone de presente el procurador y lo
concluyó la sala en pretérita oportunidad, la intervención del ministerio público en ese
acto no es obligatoria como lo entiende el defensor del procesado, sino meramente
discrecional.
"es que, y con el fin de clarificarle al censor la confusión en que incurre, necesario es
recordarle, que bajo la expedición de la vigente carta política y de conformidad con el
numeral séptimo del artículo 277, el ministerio público interviene en esta clase de
procesos "cuando sea necesario" en defensa del ordenamiento jurídico, el patrimonio
público y los derechos y garantías fundamentales, norma ésta que reproduce el
artículo 131 del código de procedimiento penal, de conformidad con las cuales es claro
que si bien fue reconocido como sujeto procesal, su intervención no quedó obligatoria,
excepción hecha de aquellas diligencias en las que expresamente así lo determina le
ley, siendo el mismo el que decide hacerlo, bajo su absoluta responsabilidad penal y
disciplinaria, o en fin a la que hubiese lugar, sin que ello signifique que exista etapas
procesales sin ministerio público, sino que permanece reconocido por ley y latente,
vigilante, para materializar su actuación cuando "sea necesario". así, si no estimare
imperativo hacerlo, esto no implica afectación alguna al debido proceso, pues se
insiste, un tal proceder queda bajo su responsabilidad".
sentencia casación
fecha : 19/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : tunja
procesado : rubiano piÑeros, alfonso
delitos : homicidio
proceso : 10532
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
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es preciso reiterar que aunque lo cargos aducidos con base en la causal tercera
permiten alguna amplitud para su proposición y desarrollo, el escrito en que se
postulen no es de libre formulación sino que, como en las demás causales, deben
cumplirse unos insoslayables requisitos, cuya inobservancia impide la admisión de la
demanda.
dentro de ese entendido denuncia que el funcionario judicial que le recibió indagatoria
al procesado carecía de competencia para el efecto, la que correspondía al fiscal
seccional, pero sin que evidencie frente a la constancia dejada por la fiscal local (en el
sentido de que estaba debidamente autorizada y que el demandante transcribe) y a los
artículos 15 y 19 del decreto 2699 de 1991 (al tenor de los cuales los miembros de las
unidades de fiscalía son delegados del fiscal general de la nación y actúan siempre en
representación de la fiscalía general de la nación), y considerando que la sentencia
viene amparada por la doble presunción de acierto y legalidad, que se hubiere
incurrido en tal vicio.
auto casación
fecha : 23/07/2001
decision : inadmite la demanda y declara desierto el recurso
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : antioquia
procesado : castrillon velasquez, demetrio de jesus
delitos : homicidio agravado
proceso : 16964
publicada : si
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1. si bien la causal tercera de casación, vale decir cuando la sentencia se haya dictado
en un juicio viciado de nulidad, aparentemente no exige en su redacción formas
específicas en cuanto su proposición y desarrollo, la demanda no es un escrito de libre
confección, como parece haberse entendido, pues, igual que en las otras causales,
debe ajustarse a ciertos parámetros lógicos de modo que se comprendan con claridad
y precisión los motivos de la nulidad, las irregularidades sustanciales alegadas, la
manera en que se quebranta la estructura del proceso o se afectan las garantías de los
sujetos procesales, y la trascendencia de tales defectos en el fallo.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
declararse impedidos, que les imponía el numeral 12 del artículo 103 del código de
procedimiento penal.
...
ahora bien, en atención a la relevancia jurídica del hecho, tiénese que para el 7 de
marzo de 1995 -cuando se emitió la sentencia impugnada a través del recurso
extraordinario-, y aún para el 12 de junio siguiente, día en que el recurrente presentó
la demanda de casación, el inciso tercero del numeral 12 del artículo 103 del código de
procedimiento penal (decreto 2700 de 1991, modificado por la ley 81 de 1993),
cobraba todos sus efectos al consagrar una situación de excepción a la operancia de
ese impedimento, basada en el número de integrantes de la sala penal de la
corporación ad quem.
"no procederá esta causal de impedimento para el juez de segunda instancia, cuando
se trate de sala Única, o la sala penal del tribunal respectivo tenga un número inferior
a seis (6) magistrados."
no ignora la corte suprema que a partir del 18 de abril de 1996 y por virtud de la
inexequibilidad parcial declarada, la excepción que contemplaba el inciso tercero fue
excluida del ordenamiento jurídico. no obstante, al regir la inconstitucionalidad
exclusivamente hacia el futuro, es claro que para nada altera las situaciones
consolidadas antes de su declaratoria, según lo ratifica el artículo 45 de la ley 270 de
1996, estatutaria de la administración de justicia.
sentencia casación
fecha : 23/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : antioquia
procesado : patiÑo atehortua, dario
delitos : homicidio
proceso : 10792
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
es lo que sucede también con la objeción que a renglón seguido hace el libelista en
cuanto al presunto desconocimiento al debido proceso, porque no se practicaron las
pruebas que, según él, eran favorables a su defendido, como el testimonio de (...) y la
práctica de una inspección ocular en el sitio de los acontecimientos.
repárese por un momento, que si el juicio de reproche acerca de la legalidad del fallo
deviene de un trámite viciado de nulidad porque no se practicaron determinadas
pruebas, es necesario establecer si se conculcaron las garantías del procesado, por
desconocimiento del principio de investigación integral. es decir, que con los nuevos
elementos probatorios era posible obtener información no conocida acerca de los
hechos materia de investigación con incidencia favorable en la situación del encartado.
....
la ley otorga al funcionario, juez o fiscal, como director del proceso, la posibilidad de
75
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
con todo, además del irreparable desacierto en que incurrió el censor al formular el
ataque por la vía equivocada, debe la sala aclarar que conforme al fallo de instancia,
es cierto el tribunal determinó que de las lesiones personales causadas a (...) debían
conocer las autoridades de policía, al tenor de lo normado en el artículo 1º, numeral 9º
de la ley 23 de 1991. lo que no se ajusta a la realidad procesal, es el señalamiento de
que el funcionario de instancia impuso pena privativa de la libertad por este punible y
que por ello se desmejoró la situación del procesado.
y si nos atenemos al enunciado del cargo, tampoco cumple con identificar cuáles
pruebas fueron distorsionadas en su contenido objetivo otorgándoles efectos distintos
a los realmente contenidos en ellas.
"en lo que tiene que ver con la solicitud oficiosa que curiosa e inusitadamente eleva el
delegado, a partir de una serie de postulados teóricos que no logra dinamizar frente al
proceso, y previa la aclaración que como el demandante no desarrolló correctamente
la censura, hará lo propio para, por la vía de la oficiosidad, deprecar de la corte la
nulidad de lo actuado, desbordando en forma, por demás, reprochable la función que
le compete llevar a cabo al ministerio público al rendir el concepto a que se refiere el
artículo 226 del código de procedimiento penal, huelga precisar, como ya lo ha
sostenido en reiteradas oportunidades la sala, que debe contraerse en primer lugar al
estudio de la demanda y solo en relación a los cargos y en los términos en ella
propuesta, pues este sujeto procesal, igual está obligado a respetar el principio de
limitación que rige el recurso de casación, y por lo mismo, no puede pretextar el deber-
facultad a que se contrae el artículo 228 ibídem, para subsanar las deficiencias
técnicas y argumentativas del casacionista, y que se evidencia la existencia de alguna
nulidad, ello puede hacerlo una vez respondida la demanda, pero nunca valiéndose de
los argumentos del casacionista que propuestos por otra vía lo lleve a encuadrarlos de
tal manera que corrigiéndolos posibiliten la petición de invalidez..." (casación del 15 de
octubre de 1999, m. p. dr. carlos augusto gálvez argote, radicación no. 11220).
76
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
sentencia casación
fecha : 23/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : antioquia
procesado : restrepo estrada, jairo alonso
delitos : homicidio
proceso : 11734
publicada : si
publicada : si
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en lo que concierne con la tercera censura, en la que acusa violación del debido
proceso, al haberse aumentado el valor de los perjuicios morales de 800 a 1000
gramos oro, para cada uno de los cuatros hijos y la esposa del occiso, no obstante que
el apoderado de la parte civil no apeló, esto es, que demostró su conformidad con la
decisión de primera instancia, no le asiste interés al casacionista, pues, como lo ha
sostenido la sala, para que éste exista, cuando la demanda tiene por objeto la
indemnización de perjuicios decretados en la sentencia, es necesario que éstos tengan
una determinada cuantía, al tenor de lo dispuesto en el artículo 221 del c. de p. penal y
366 del c. de p. civil, (modificado por el decreto 2282 de 1989), que en este caso no se
cumple, pues la inconformidad tiene un valor total de 1000 gramos oro.
auto casación
fecha : 23/07/2001
decision : inadmite la demanda y declara desierto el recurso
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : armenia
procesado : giraldo muÑoz, hernan
delitos : lesiones personales culposas, homicidio culposo
proceso : 17042
publicada : si
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1. de otra parte, si bien adujo la causal primera de casación, cuerpo segundo, como
motivo para pedir la infirmación del fallo de segunda instancia, en aparte alguno del
libelo determinó el concepto de la violación, y en cuanto al señalamiento de las normas
que estimó infringidas, verificó la cita aislada del artículo 254 del código de
procedimiento penal, perdiendo de vista el carácter estrictamente procesal de la
misma y que tratándose de la acusada violación directa o indirecta de la ley sustancial,
únicamente tienen tal naturaleza aquellas disposiciones que describen un
comportamiento como delictivo y le fijan la pena correspondiente, al igual que las
alusivas a la responsabilidad o a la punibilidad.
77
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
del error de hecho por razón del ámbito que les es propio, pero además, de alegación
incompatible respecto de unos mismos medios de prueba como aquí se hizo,
desaciertos que en todo caso, el recurrente tampoco concretó en uno u otro sentido en
la pretendida sustentación del ataque.
3. así las cosas, concluye la corporación, del examen previo de la demanda surge
ostensible la inobservancia de los requisitos contemplados en el artículo 225 del código
de procedimiento penal, en consecuencia, se impone su inadmisión al tenor del
artículo 226 ibídem, modificado por el 9º de la ley 553 de 2000, no sin advertir ante la
decisión anunciada, que declarada la inexequibilidad del artículo 18 transitorio de la
citada ley por la corte constitucional a través de la sentencia c-252 de 2001, m.p. dr.
carlos gaviria díaz, norma que reservaba la aplicación de las previsiones de aquella a
los procesos en los que se hubiese interpuesto la casación a partir de su vigencia,
resulta forzoso colegir que las nuevas regulaciones en materia del recurso
extraordinario, en cuanto tengan un carácter procesal exclusivamente como es el caso
del primer precepto atrás citado, son entonces de aplicación inmediata.
auto casación
fecha : 23/07/2001
decision : inadmite la demana presentada
procedencia : sala especial de descongestión
ciudad : bogotá d. c.
procesado : graciano torres, jose ignacio
delitos : violación a la ley 30/86, homicidio agravado, concierto
para delinquir
proceso : 17166
publicada : si
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1. la posibilidad de que la corte estudie de fondo las acusaciones que se hacen sobre
la legalidad de la sentencia recurrida depende de si la demanda observó los principios
que gobiernan el recurso extraordinario de casación, como el de autonomía,
limitación, no contradicción, razón suficiente, entre otros, y la técnica que exige el
desarrollo y la demostración del cargo conforme a la causal seleccionada, aspectos con
los cuales debe corresponder con lógica y coherencia la petición que se formule.
el error adquiere importancia para los efectos del recurso de casación, sólo cuando la
irregularidad o el elemento de convicción sobre el cual recae aquel tiene capacidad
para invalidar lo actuado o modificar la decisión impugnada, trascendencia que no se
demostró en ninguno de los reparos aludidos en este acápite.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
señalamiento de las reglas jurídicas omitidas y con las cuales aquel resulta inconforme,
la incidencia del vicio en el desarrollo del proceso o en el resultado final del mismo o
en desmedro de las garantías que la constitución y la ley reconocen a favor del
procesado, además de la indicación respectiva en cuanto a la ausencia de
circunstancias que impiden la convalidación de la nulidad.
invocar que las decisiones de los juzgadores resultaron afectadas con la "prueba
ilegalmente arrimada" al proceso, haciéndose expresa alusión a la declaración de (...) y
al primer testimonio rendido por (...), es una inconformidad que ha debido plantearse a
través de la causal prevista en el numeral primero, cuerpo segundo, del artículo 220
del código de procedimiento penal, por violación indirecta de un precepto sustancial,
originada en error de derecho debido a falso juicio de legalidad, porque el juzgador
habría tomado en consideración los citados testimonios, cuya incorporación alega
haberse efectuado, quebrantando el conducto legal para su allegamiento.
4. el cargo se estructuró con base en un número plural de situaciones que daban lugar
a la nulidad. cuando esto ocurre, cada hipótesis considerada como irregularidad
sustancial por el demandante, por su naturaleza y alcances afectan de manera
diferente el trámite procesal. de ahí que el recurrente debe elegir una como principal
(la que entrañe un mayor retroceso de la actuación para su reparación) y proponer las
demás, al interior del mismo cargo y sujetas a un orden, como subsidiarias de la
primera.
a este respecto, la sala, con ponencia del magistrado doctor carlos mejia escobar* ,
dijo:
"de acuerdo con la técnica casacional, cuando se fracciona una prueba para analizarla,
omitiendo parte de ella, no se incurre en "preterición" (falso juicio de existencia) sino
que se distorsiona su sentido material (falso juicio de identidad), toda vez que por esa
circunstancia no es posible otorgarle el sentido que realmente tiene".
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
7. cuando la sentencia se acusa con base en la causal primera, cuerpo primero, del
artículo 220 del c.p.p., se aceptan los hechos tal como fueron apreciados por el
juzgador. no se cuestionan los elementos de convicción. el desacierto es de selección,
por falta de aplicación o por aplicación indebida de la norma sustancial, o de
interpretación, cuando se acierta en el precepto que debe regular el caso y se aplica,
pero se le da un sentido o alcance que no tiene.
9. el error de hecho puede provenir de un falso raciocinio, una falso juicio de identidad
o de existencia. el primero, se presenta por la vulneración de las reglas aplicables en el
método de la persuasión racional para la apreciación de las pruebas (lógica, técnica,
ciencia). el segundo (error de identidad), se vincula con el contenido material o
expresión literal de la evidencia (tergiversación o distorsión), y el falso juicio de
existencia corresponde a la suposición u omisión de la prueba.
los motivos que conducen a los errores de hecho, por afectar de manera diferente la
prueba, no pueden formularse y desarrollarse bajo un mismo cargo. es menester
hacerlo en capítulo separado. esta exigencia expresa que el legislador consignó en el
artículo 225 del c.p.p. y que constantemente la sala reitera fue desatendida en la
demanda presentada a nombre de (...).
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
11. sobre la técnica que ha de observarse en casación para demandar la ilegalidad del
fallo de segunda instancia con base en la prueba indiciaria, la corte, con ponencia del
honorable magistrado doctor carlos mejia escobar, ha precisado:
"como prueba que es, cuando se alegan en casación defectos en su apreciación como
fundamento de la violación de la ley sustancial, la vía de ataque debe ser la indirecta y
en tal medida es obligación del recurrente señalar el tipo de error en el cual se
incurrió, su modalidad y si el mismo se predica del hecho indicador, de la inferencia
lógica o de la manera como los indicios se articulan entre sí, es decir su convergencia,
concordancia y fuerza de convicción por su análisis conjunto.
"de derecho, porque el juzgador pudo haber admitido y valorado como prueba
fundante del hecho indicador alguna irregularmente aportada al proceso y por lo tanto
inválida. como en ningún caso la prueba indiciaria está dentro del proceso penal
sometida a tarifa legal, es obvio que frente a ella la modalidad de error de derecho
conocida como falso juicio de convicción no es susceptible de ser propuesta a través
del recurso extraordinario de casación.
"ahora bien, cuando el error se predica de la inferencia lógica, ello supone - como
condición lógica del cargo, aceptar la validez de la prueba, del hecho indicador, ya que
si esta es discutida sería un contrasentido plantear al tiempo algún defecto del juicio
valorativo en el marco del mismo ataque. existe la posibilidad no obstante, de refutar
el indicio tanto en la prueba del hecho indicador como en la inferencia lógica, sólo que
en cargos distintos y de manera subsidiaria.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
_________________________________
* c.s.j. sala penal, sent. de cas. m.p. dr. carlos mejia escobar. septiembre dos (2) de mil
novecientos noventa y ocho (1998).
** c.s. de j. sent. de cas. 20-10 de 1999. radicado 11113. mag pon. dr. carlos mejia
escobar
sentencia casación
fecha : 23/07/2001
decision : declara prescripción por unos delitos, redosifica
penas,
no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d. c.
procesado : bernal cocunubo, henry
procesado : vargas perez, jorge
procesado : navarrete mendez, margarita rosa
procesado : vargas cuellar, sixto javier
delitos : peculado por apropiación, falsedad en documento
privado, favorecimiento
proceso : 16695
publicada : si
****************************
en forma reiterada la sala ha precisado que el interés jurídico para recurrir del tercero
civilmente responsable se debe concretar frente a dos aspectos: de una parte, en
relación con la cuantía cuando la casación tiene por objeto exclusivamente la
indemnización de perjuicios, evento en el cual al tenor del artículo 221 del c. de p.p.
está determinada por la prevista en las normas que regulan la casación civil; de la
otra, respecto a lo pretendido a través de la impugnación extraordinaria en los
restantes supuestos.
en el asunto examinado a pesar que el demandante invoca el artículo 221 del código
de procedimiento penal y anuncia que el debate pretendido en la sede extraordinaria
se restringirá a la indemnización de perjuicios, lo cierto es que el apoderado del tercero
civilmente responsable a través de un farragoso escrito y no empece invocar la
violación "directa" de la las disposiciones sustanciales que regulan la responsabilidad
civil extra contractual, deja entrever con claridad que en realidad reclama para el
sindicado el reconocimiento de la legítima defensa, para obtener por esa vía y de
soslayo la exoneración frente la condena indemnizatoria impuesta en el fallo
impugnado, además, en el entendido según señala, que la obligación de reparar el
daño es accesoria a la responsabilidad penal predicada del acusado, quien era su
subordinado en el plano laboral.
así las cosas, el interés jurídico para recurrir del tercero civilmente responsable en el
presente caso no se discierne por la cuantía establecida para la casación civil, sino por
la naturaleza de su pretensión, orientada dentro de las facultades que les son propias,
a desvirtuar la responsabilidad patrimonial deducida en estas diligencias.
auto casación
fecha : 23/07/2001
decision : inadmite la demanda y declara desierto el recurso
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d. c.
82
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****************************
es claro que la función que la ley le asigna al recurso de casación tiene que ver, entre
otros aspectos, con "la reparación de los agravios inferidos a las partes en la sentencia
recurrida", situación ésta que proporciona el interés para impugnar y que está
expresado en el artículo 219 del c.p.p., en concordancia con el artículo 221 ídem.
...
auto casación
fecha : 23/07/2001
decision : inadmite la demanda y declara desierto el recurso
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d. c.
procesado : baquero, maria delfiria
parte civil : castellanos de pinzon, myriam
delitos : homicidio
proceso : 17154
publicada : si
83
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
****************************
pero además y apenas consecuente con esta básica y preliminar exigencia, también es
de cumplimiento riguroso que se deba señalar en forma concreta e individualizada las
irregularidades que se acusan, presupuesto que no solo es inherente a la seriedad
propia de una demanda como la que se espera en casación, dada su extraordinaria
naturaleza, sino que conforma quizá lo más destacado en el orden lógico y en la
metodología de este recurso por la vía expuesta, esto es, que los enunciados de
supuestas irregularidades deben acompañarse de la necesaria argumentación que
según la índole del vicio afirmado debe obedecer a presupuestos propios y lo más
determinante, debe indicarse en forma precisa la trascendencia que tiene para los
intereses del procesado, lo cual viene generalmente determinado por la verdadera
lesión o agravio que se le ha inferido.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
instructiva, siendo exigible en la ley de procedimiento nada más que la prueba se haya
ordenado por previo pronunciamiento del funcionario judicial y que de éste se haya
enterado a las partes, acorde con los medios dispuestos para su difusión.
3. en relación con el testimonio del agente (...), cuya legalidad se cuestiona por no
aparecer en el acta respectiva la firma del funcionario que lo recepcionó, debe decirse
que esta clase de anomalías de configurar algún defecto serio, sería predicable del
medio probatorio directamente mas no del trámite procesal, por la sencilla razón que
el vicio afirmado solamente recaería sobre la legalidad del mismo, sin trascender en
forma alguna a la actuación que se haya cumplido, naturaleza de las cosas que en
técnica casacional indica como conducto acertado para su propuesta la causal primera,
segundo motivo pero no la tercera.
por lo demás, la ausencia de firma por parte de la fiscal en el acta del testimonio
rendido por el agente (...), sólo puede catalogarse de simple irregularidad, pues ello no
significa en manera alguna, que la funcionaria no hubiese concurrido a su práctica,
máxime cuando la propia servidora judicial fundamenta la medida de aseguramiento
en contra del procesado en esa declaración obtenido a instancias suyas dentro de la
investigación a su cargo
5. también es cierto que no se surtió el traslado del dictamen médico legal ordenado
por el art. 270 del c. de p.p., evento en verdad insignificante y por lo mismo inepto de
alterar el procesamiento, dado que la posibilidad de controvertirlo corre hasta antes de
que finalice la audiencia pública y en torno al mismo los defensores guardaron
absoluto silencio, en una indesconocible actitud de conformidad con el resultado del
mismo.
8. pero además, y como quiera que a esta última suelta y genérica réplica se pliega el
delegado con argumentos sustancialmente idénticos valiéndose de la oficiosidad
prevista en el art. 228 del c. de p. p., forzosamente debe advertirse que ni demandante
ni ministerio público atinan a respetar los principios básicos que orientan las nulidades,
esto es, los contenidos en el ya citado art. 308 ibídem, en la medida que salvo la
recurrente afirmación de haberse carecido en forma total de defensa por inactividad
del defensor técnico, de dicha afirmación no se pasa, pues no hay concreción sobre
cuáles actividades han debido gestionarse para atemperar la situación del procesado,
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
o cuáles pruebas se han debido solicitar, o practicar con miras al mismo cometido,
especificando el específico propósito de las mismas, ni qué aporte positivo hubieran
tenido frente a las resultas del proceso la indefinida impugnación de decisiones a que
se refiere, catálogo de inactividades que a la postre no logran hacer trascender frente
a la legalidad del fallo.
no es dable, por ende, acusar la errónea calificación por la vía directa propia de la
causal primera de casación, en la que como bien se sabe es imperativo prescindir de
cualquier debate probatorio, en la medida en que no podría la corte, así advirtiera la
viabilidad del reproche, entrar a proferir fallo de sustitución, pues el mismo quedaría
en desarmonía con el pliego acusatorio.
sentencia casación
fecha : 23/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d. c.
procesado : mantilla caceres, ademir alexis
delitos : tentativa de hurto calificado y agravado, tentativa de
homicidio agravado
proceso : 12955
publicada : si
****************************
por otra parte, como el juzgador puede arribar a tal dislate debido a errores de lógica
jurídica o en el análisis de las pruebas, la sustentación del reproche debe
desenvolverse conforme a la técnica de la causal primera de casación. de ahí,
entonces, que el demandante deba deslindar la forma cómo se produjo la transgresión
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
de la ley sustancial, esto es, si fue por violación directa o indirecta, sin que resulte
viable aducir ambas modalidades de quebranto en forma simultánea por resultar
contradictorias.
en el primer supuesto, sin controversia sobre los hechos y las pruebas conforme fueron
declarados en la sentencia, al impugnante le corresponde acreditar a través de un
debate estrictamente jurídico, la aplicación indebida de un precepto sustancial y,
correlativamente, la falta de aplicación de la norma que debió ser actualizada en el
caso juzgado; y tratándose de la violación mediata, alegar y demostrar la existencia de
errores de hecho o de derecho trascendentes en la valoración probatoria.
3. en lo atinente a tal reparo, la sala debe reiterar que cuando el reproche se postula
por la infracción mediata de la ley sustancial, como aquí acontece, al censor le
corresponde plantear y demostrar la existencia de errores de apreciación probatoria,
de hecho o de derecho, señalando su naturaleza específica; asimismo, acreditar la
trascendencia de tales desaciertos en las conclusiones del fallo, es decir, que de no
mediar, el estado de duda habría sido reconocido por los juzgadores, bien respecto de
la materialidad del delito o en la responsabilidad del procesado, determinando por
consiguiente, una sentencia de carácter absolutorio.
sentencia casación
fecha : 23/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d. c.
procesado : marquez arias, hernando
delitos : peculado por extensión
proceso : 13496
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
****************************
"1.- los artículos 107 y 109 del código de procedimiento penal, establecen los pasos a
seguir en los casos de recusación, los cuales difieren en razón a la aceptación o
rechazo de los hechos en los que se funda aquella. en esta ocasión el análisis se
centrará en la eventualidad referida exclusivamente al caso de los magistrados que no
admiten la recusación, por ser el aspecto que concierne a la situación sub judice.
"2.- el artículo 109 del estatuto procesal señala que "si la recusación versa sobre
magistrado y el recusado no la aceptare, decidirán los restantes magistrados de la
sala", pronunciamiento con el que termina el trámite y respecto del cual no procede
ningún recurso, (art. 117 ibídem).
"3.- cuando la recusación se eleva contra toda la sala de decisión y los magistrados no
la aceptan, el trámite debe surtirse conjuntamente, como lo dispone el artículo 107
ibídem, pues por obvias razones ninguno de los integrantes de la sala cuestionada
puede ocuparse del motivo de la recusación, y en consecuencia le corresponde
resolver a la sala presidida por el magistrado que le sigue en turno, cuya decisión es
inimpugnable.
auto recusación
fecha : 23/07/2001
decision : se abstiene de conocer y devuelve al tribunal
respectivo
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d. c.
procesado : mendoza camacho, alvaro
proceso : 18004
publicada : si
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88
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
impugnado, por afectar garantías de los sujetos procesales o la estructura básica del
proceso.
sin embargo, con dicho planteamiento el demandante pierde de vista, de una parte,
que la asistencia del profesional a esas actuaciones en manera alguna resultaba
obligatoria; de la otra, que la contradicción de la prueba no se materializa,
exclusivamente y como parece entenderlo, a través de la presencia e intervención del
defensor en el proceso de formación de los medios probatorios. además, el censor
dejó este reproche en simples enunciados, pues tampoco precisó los mecanismos de
controversia prescindidos, que de ser desplegados en dicho estadio del trámite,
hubiesen tenido la entidad para determinar un pronunciamiento conclusivo diverso y
favorable al procesado.
...
más aún, así las cosas, nada impide concluir que el sentido impreso así a la solicitud
cuestionada en la demanda obedeció a una estrategia defensiva, que pendía del
propósito perseguido por quien representaba para ese momento al sindicado.
3. el demandante afirma, por último, la transgresión del debido proceso, del derecho
de defensa y de la igualdad entre los sujetos procesales, porque en las sesiones a
través de las cuales se llevó a cabo la audiencia pública, sin que por ello la diligencia
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
pierda su unidad jurídica, intervinieron dos fiscales diferentes. plantea además, que
ese relevo constituyó una vía de hecho pues fue efectuado sin causa justificante.
este otro ataque se muestra también insuficiente, pues el censor omitió acreditar la
trascendencia del supuesto vicio de actividad alegado, como quiera que en el acápite
correspondiente, se limitó a argüir que el relevo del fiscal durante la vista pública se
llevó a cabo con omisión de las formalidades administrativas de rigor, pero sin vincular
tal deficiencia a la afectación real e insalvable de las garantías de los sujetos
procesales, o al quebranto de la estructura básica del juzgamiento.
ahora bien, es cierto que a las dos primeras sesiones de la audiencia, realizadas el 13
de junio y el 16 de julio de 1996, concurrió el fiscal que venía actuando en el juicio,
quien participó en el interrogatorio de los testimonios recibidos en la audiencia, e
intervino en su oportunidad solicitando la absolución del procesado (...) (fs. 139 y 158,
cd. 3). no lo es menos, tampoco, que a la diligencia final, de fecha agosto 1º del mismo
año, acudió en representación de la fiscalía general de la nación, el coordinador de la
unidad de delitos contra la administración pública y de justicia, para suplir en ese
específico acto al inicialmente asignado para el caso, por encontrarse enfermo.
así las cosas, no consulta la realidad el afirmado cambio del fiscal con prescindencia
del procedimiento administrativo pertinente, pues el artículo 20-3º del decreto 2699 de
1991, invocado en la sustentación del reproche, facultaba a dicho funcionario para
efectuar ese cambio, "previa motivación en orden a una pronta y cumplida
administración de justicia", que fue manifestada en la misma audiencia, en presencia
de todos los sujetos procesales y aceptada sin reparos de estos por el juez de la causa,
quien al proceder de este modo, simplemente garantizó la intervención de las partes
en la audiencia en igualdad de condiciones, a la vez que satisfizo la exigencia prevista
por el artículo 452 del c. de p.p.
en este sentido, mediante sentencia del 15 de diciembre de 1999, m.p. dr. fernando
arboleda ripoll, se precisó que "es verdad que la redacción definitiva del inciso 2º del
artículo 222 no fue tan clara en este punto como la del inciso final del artículo 246 del
anteproyecto de 1974; no obstante, la solución jurídica se mantuvo; la referencia que
allí se hace al "inciso anterior", apunta al documento público falso como objeto
material de la conducta, no a la pena allí consagrada, pues que ella se refiere a la bien
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
distinta hipótesis del simple uso de documento público falseado por otro; por manera
que la pena base a la que ha de agregarse el incremento punitivo señalado en el inciso
2º del artículo 222, no puede ser otra que la prevista para la concreta especie de
falsedad documental en que haya incurrido el que ahora usa el documento por él
mismo falsificado (arts. 218 a 220). esta interpretación histórico-sistemática, por lo
demás, resulta mucho más coherente en el ámbito de la punibilidad, que la que se
desprendería de la mera literalidad del texto examinado, pues si remitimos la
agravación punitiva del inciso 2º del artículo 222 a la pena señalada en su inciso
primero, tendríase que quien solamente falsifica documento público sería sancionado
con pena de 3 a 10 años de prisión si fuere empleado oficial o de 2 a 8 años si actuase
como particular, al tiempo que quien además de falsificar el documento público lo usa,
resultaría penado con prisión mínima de un año y un día hasta 8 años y un día, y
máxima de 18 meses a 12 años, sanción esta, en promedio, menor de la prevista para
el solo delito de falsedad documental, lo que resulta ciertamente ilógico".
"la corte, al precisar el sentido y alcance del inciso segundo del artículo 222 del código
penal, ha dicho que el incremento que allí se establece no está referido a la pena
prevista en el inciso primero para la hipótesis del solo uso del documento, sino a la
pena consagrada en la concreta especie de falsedad documental que se juzga, y por
que tanto, cuando el documento es falsificado y usado por quien lo falsificó, se impone
la aplicación de la pena prevista en el tipo penal que describe la conducta falsaria
correspondiente (artículos 218 a 220), aumentada hasta en la mitad, acorde con lo
establecido en el inciso segundo del artículo 222 ejusdem.
"en decisión de 21 de febrero de 1984, con ponencia del magistrado doctor alfonso
reyes echandía, se dijo sobre el particular: "es verdad que la redacción definitiva del
inciso segundo del artículo 222 no fue tan clara en este punto como la del inciso final
del artículo 246 del anteproyecto de 1974; no obstante, la solución jurídica se
mantuvo; la referencia que allí se hace al "inciso anterior", apunta al documento
público falso como objeto material de la conducta, no a la pena allí consagrada, pues
que ella se refiere a la bien distinta hipótesis del simple uso de documento público
falseado por otro; por manera que la pena base a la que ha de agregarse el incremento
punitivo señalado en el inciso segundo del artículo 222, no puede ser otra que la
prevista para la concreta especie de falsedad documental en que haya incurrido el que
ahora usa el documento por él mismo falsificado (artículos 218 a 220). esta
interpretación histórico - sistemática, por lo demás, resulta mucho más coherente en el
ámbito de la punibilidad, que la que se desprendería de la mera literalidad del texto
examinado, pues si remitimos la agravación punitiva del inciso segundo del artículo
222 a la pena señalada en su inciso primero, tendríase que quien solamente falsifica
documento público sería sancionado con pena de 3 a 10 años de prisión si fuere
empleado oficial, o de 2 a 8 años si actuase como particular, a tiempo que quien
además de falsificar el documento público lo usa, resultaría penado con prisión mínima
de un año y un día, hasta 8 años y un día, y máxima de 18 meses a 12 años, sanción
ésta, en promedio, menor de la prevista para el solo delito de falsedad documental, lo
que resulta ciertamente ilógico". (sentencia del 25 de mayo de 2001, m.p. dr. fernando
arboleda ripoll, rad. 11.917).
sentencia casación
fecha : 23/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : cali
procesado : perez carvajal, jesus ernesto
delitos : falsedad material empl. of. en doc. publico
proceso : 13193
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
si alega falta de competencia, el actor debe indicar las razones por las cuales
considera que el funcionario que conoce del proceso no lo es, determinando en
consecuencia quién es el que la ostenta.
en todo caso, el cargo formulado al amparo de esta causal por este motivo debe
contener una petición acorde con la naturaleza de la nulidad invocada, indicando el
momento a partir del cual debe decretarse con el señalamiento del funcionario al cual
se habrá de remitir el proceso.
estos lineamientos, no han sido satisfechos en su totalidad por el libelista, quien si bien
concreta la clase de nulidad que invoca, señala sus fundamentos y las normas que
estima infringidas, en ningún aparte de la demanda especifica la trascendencia de la
irregularidad.
para ese momento -y hasta hoy-, los jueces penales del circuito conocían de delitos
contra el patrimonio económico en cuantía superior a cincuenta (50) salarios mínimos
mensuales, conforme lo dispuesto en los artículos 72-1 (literal c) y 73-1 ibídem, con las
modificaciones introducidas por la ley 81 de 1993, artículos 10 y 11.
según lo anterior, si para el año de 1994 el salario mínimo fue fijado por el gobierno
nacional a través del decreto 2548 de 1993 en la suma de $98.700.oo, significa que la
cuantía que otorgaba la competencia a los juzgados penales del circuito en relación
con delitos contra el patrimonio económico era de $4.935.001.oo.
y como el valor de lo apropiado fue superior a esa suma, resulta claro que en este caso
el fiscal seccional no perdió la facultad de investigar y acusar a los responsables, y el
respectivo juez de circuito mantenía la competencia para adelantar y culminar el juicio.
el censor se vale del incremento anual decretado por el ejecutivo del salario mínimo
mensual, para afirmar que la variación de la competencia opera automáticamente el 1º
de enero cada año, y que, por tanto, en el evento que nos ocupa la fiscalía seccional y
el respectivo juez penal del circuito perdieron la competencia a partir de ese día en
1995, cuando los cincuenta (50) salarios equivalían a la suma de $5.946.675.oo, suma
superior al valor del vehículo hurtado.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
económico fue aumentada de veinte (20) a cincuenta (50) salarios mínimos mensuales,
con lo cual sobrevino la variación de la competencia para el caso específico, pues el
valor de la dos defraudaciones que se imputaban a la procesada era inferior a esta
última cifra.
"la forma en que se redactó este aparte normativo es ambigua pues ella da a pensar
que una vez señalada la cuantía del hecho punible, no es posible volver a modificar la
competencia. ello, sin embargo, carece de toda lógica, porque mal podría el legislador
establecer una prohibición o una limitación para que él mismo, posteriormente, tomara
determinaciones distintas y cambiara las competencias conforme lo aconsejen las
necesidades sociales y la política criminal. evidentemente, se ha de entender que lo
que se fija definitivamente no es la competencia sino la cuantía del delito por el cual se
procede, pues, se reitera, es absurdo que se legisle en una materia en el sentido de
prohibir que se pueda legislar a ese mismo respecto".
sentencia casación
fecha : 23/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : cali
procesado : valencia grisales, cesar augusto
procesado : jimenez ramirez, german gabriel
delitos : hurto calificado y agravado
proceso : 13972
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
en efecto, a través de auto del 20 de marzo del año en curso, se ordenó adecuarlo al
procedimiento establecido en los originales artículos 223 y siguientes del estatuto
procesal penal; sin embargo, en una reconsideración posterior de dicho criterio,
mediante providencia del 3 de abril del mismo año, el tribunal superior de
cundinamarca anuló tal decisión, para quedar regulado el trámite de la casación, en
últimas, con apego a la precitada ley.
frente a la situación así configurada, sea lo primero precisar, que de conformidad con
la doctrina acuñada a partir de la sentencia c-113 de 1993, m.p. dr. jorge arango mejía,
en términos generales, los fallos de inexequibilidad proferidos por la corte
constitucional tienen los efectos que esa misma corporación les fije, ceñidos desde
luego, a los "fines del derecho objetivo, y de la constitución que es parte de él, que son
la justicia y la seguridad jurídica".
ante esta clara y pacífica comprensión, la dificultad se presenta, entonces, frente a las
actuaciones en curso al momento de la declaratoria de inconstitucionalidad de la
norma bajo la cual se venían realizando, en el sentido de si impera adecuar en forma
inmediata el trámite a las disposiciones que por razón del pronunciamiento de control
constitucional recobraron su vigencia, como entendió en un comienzo la magistrada
sustanciadora del presente proceso en el tribunal superior de cundinamarca, o si por el
contrario, resultaba ineludible su agotamiento con sujeción al precepto vigente al
momento en que se iniciaron, conforme predicó finalmente tal corporación.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
ningún precepto regula situaciones como la aquí planteada, que encuentran principio
de solución, en la naturaleza de las decisiones adoptadas en el control constitucional,
revestidas de fuerza de ley, y que corresponden al ejercicio de una función
jurisdiccional, sin duda, empero catalogada en esencia de normativa, porque si bien la
corte constitucional no está facultada para dictar disposiciones jurídicas de carácter
general y abstracto, la declaratoria de inexequibilidad de un precepto, con carácter
vinculante para todos los poderes públicos y determinada por su incompatibilidad con
la constitución, lo retira del ordenamiento jurídico en aras de preservar la jerarquía
normativa de la carta política, es decir, tiene en la práctica los mismos efectos de una
derogatoria de la normatividad existente.
de ahí que se afirme, incluso, que la actividad de los tribunales constitucionales, que
es el caso de nuestra corte constitucional, sea la de un legislador negativo, "en el
sentido de que sus fallos pueden derogar disposiciones aprobadas por el poder
legislativo. en concreto, afirma garcÍa de enterrÍa, el tribunal constitucional no enjuicia
ningún supuesto de hecho singular, sino solo el problema puramente abstracto de
compatibilidad lógica entre el pronunciamiento, también abstracto, de una ley y la
norma de la constitución. no hay una verdadera aplicación de la ley a un caso
concreto...la declaración de inconstitucionalidad tiene eficacia "erga ommes", lo que es
propio de un acto legislativo - "fuerza de ley"- aunque aquí sea de abrogación..."*. más
aún, en algunos sectores de la doctrina se les atribuye también la condición de
legislador positivo y creadora de derecho, pues la anulación da entrada a otra norma
que viene a regular la situación jurídica contemplada, antes de la sentencia de
inexequiblidad, en la disposición cuya inconstitucionalidad se declara.
en este orden de ideas, es decir, si los fallos de inexequibilidad se presentan con fuerza
normativa, sin necesidad de tomar partido en la álgida polémica sobre la naturaleza
del control constitucional, bien pueden trasladarse a dicho ámbito los principios sobre
la vigencia de la ley en el tiempo.
así, tratándose de la norma de carácter puramente procesal, esto es, sin efectos
sustanciales, en cuanto interesa para los actuales fines, como quiera que las
disposiciones que fijaban el trámite de la casación en la ley 553 de 2000, declaradas
inconstitucionales en las sentencias c-252, c-260 y c-261, ostentaban sin duda tal
connotación, de conformidad con el artículo 40 de la ley 153 de 1887, que guarda
cabal armonía con lo regulado en el artículo 5º del código de procedimiento penal, se
concluye que "los términos que hubieren empezado a correr, y las actuaciones y
diligencias que ya estuvieren iniciadas, se regirán por la ley vigente al tiempo de su
iniciación".
ciertamente, el abuso de función pública tiene señalada prisión de uno (1) a dos (2)
años en el artículo 162 del código penal, en tanto que el delito de prevaricato que
propició este procesamiento tuvo ocurrencia antes de comenzar la vigencia de la ley
95
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
190 de 1995, de manera que su represión debe verificarse, en aplicación del principio
de favorabilidad, por las previsiones contenidas en el texto original del artículo 149
ibídem, que consagraba para tal ilícito una pena de prisión de uno (1) a cinco (5) años.
mal puede invocar la defensa el aludido postulado para afirmar de manera inapropiada
la represión del prevaricato objeto de este proceso, retroactivamente, con sujeción al
artículo 28 de la ley 190 de 1995, que establece para ese hecho punible un máximo de
ocho (8) años de prisión, vinculando los supuestos efectos favorables de esa
preceptiva a la procedencia de un recurso de inciertos resultados, y prescindiendo de
la mayor drasticidad señalada en esa norma en punto de la sanción.
por otra parte, afianzando la exclusión que se hace de ese particular entendimiento de
la favorabilidad, téngase presente que el monto de la pena para los fines de la
casación se precisa por el máximo previsto para el delito en concreto, que debe ser
determinado ponderando, desde luego, la norma que ultra o retroactivamente implique
un tratamiento punitivo de mayor benevolencia, máxime que tal principio se erige en
un derecho fundamental del sindicado de conformidad con el artículo 29 de la carta
política.
no sobra añadir, en este aspecto, que de acuerdo con el artículo 18 transitorio de la ley
533 de 2000, de existencia jurídica para la época de formulación del ataque contra la
sentencia de segundo grado, tampoco resulta procedente en el caso examinado la
casación ordinaria, pues de acuerdo con lo que allí se prescribía, las disposiciones
contenidas en la citada ley se aplicaban a los procesos en los cuales se hubiese
interpuesto la casación a partir de su vigencia, que contempla su viabilidad en los
procesos adelantados por delitos con pena privativa de la libertad cuyo máximo
exceda de ocho años, quantum punitivo en modo alguno satisfecho tratándose de los
hechos punibles imputados al procesado.
por las razones anteriores, resulta forzoso colegir que la casación común no procede
en el caso examinado.
ahora bien, en tales eventos resulta necesario que el casacionista fundamente, así sea
en forma sucinta pero clara, los motivos que determinan la interposición del recurso
para que la corporación examine su viabilidad, pues el ejercicio de la discrecionalidad
conferida a la corte exige "el apoyo de un debido fundamento, y ello obliga el
conocimiento anticipado de las razones que a juicio del inconforme hacen de recibo el
recurso, pues no de otra manera podrían ellas descubrirse, ni en modo alguno
perjudica o se opone a la necesidad de que en caso de admisibilidad, la impugnación
extraordinaria se concreta a través de la formal y oportuna demanda de casación (auto
del 28 de octubre de 1992, m.p. dr. juan manuel torres fresneda).
también tiene discernido de antaño la sala, que cuando se propende por la efectividad
de los derechos fundamentales, al libelista le corresponde identificar la garantía objeto
del quebranto denunciado, así como la norma superior que la protege, y vincular su
afectación con las actuaciones del respectivo proceso, esto es, señalar en forma
específica en qué consistió la vulneración alegada, carga procesal que se observa
insatisfecha en el caso de autos.
________________________________
* calvo vidal, felix. la jurisprudencia ¡fuente del derecho?, edit. lex nova, valladolid, 1992, p.202.
auto casación
fecha : 23/07/2001
decision : no admite la demanda y declara desierto el
recurso
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : cundinamarca
procesado : benavides fernandez, jairo reinaldo
delitos : prevaricato por acción, abuso de función pública
96
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
proceso : 18463
publicada : si
****************************
así, entonces señala que el agudo proceso infeccioso padecido por el fallecido "es muy
lógico, muy deducible suponer que, hubo de llegar un momento en el que el lesionado
(...), se descuidó de su salud como imperativamente se lo exigía, seguramente
viviendo esos cinco (5) meses en climas poco apropiados como el de villeta para
obtener mejoría, pues todo lo contrario, su negligencia tal vez el de su familia allegada,
le produjo aquellas "escaras" hasta llegar a una sobreinfección según se detecta en el
diagnóstico de dicho experticio y ya cuando se internó de nuevo en el hospital salazar
fue demasiado tarde pues es obvio, la ineficacia de los antibióticos a esas alturas de
tan grave y letal sobreinfección". semejante argumentación de naturaleza
estrictamente especulativa es inaceptable en casación. aquí es necesario para la
prosperidad del recurso, demostrar la existencia de errores. ese es un proceso
asertivo, de ninguna manera especulativo. la técnica de la casación exige que el error
exista, que el censor sea capaz de demostrarlo y que advierta de su grave incidencia
en la producción del fallo. los ensayos teóricos y las aventuras argumentativas son
propias de las sedes de instancia, pero la desvertebración de un fallo que está
amparado de presunciones de legalidad y acierto, requiere la técnica depurada y la
97
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
precisión y claridad necesaria para demostrar errores de tal entidad que no fueron
advertidos por jueces y magistrados de tribunal que conocieron antes del asunto.
aunque,. tal como lo señala el ministerio público, define el cargo como falso juicio de
identidad, lo que sostiene no tiene nada que ver con una tergiversación de la prueba
como objeto de conocimiento, sino con el mérito probatorio que el juez le asignó a la
prueba. de los testimonios a partir de los cuales la sentencia concluye que la víctima
del homicidio estaba inerme, discute su credibilidad a partir de sus propias
apreciaciones. esa forma de argumentar es incompatible con la técnica de casación. a
semejante sede no se acude para proponer debates propios de las instancias, sino a
señalar errores de juicio o de procedimiento en los que pudo incurrirse con tal entidad
que afecta la estructura del fallo que puso fin al proceso.
los errores sobre la apreciación de las pruebas o sobre el mérito que el funcionario
judicial le asigne a cada una solo pueden ser fundamentados en la violación de los
principios de la sana crítica, pues esa es la medida y el límite de la apreciación en
conjunto a que está obligado el juez. como el censor no pone de presente nada
relacionado con esa temática, el cargo no prospera.
3. la inexistencia de algún precepto que imponga una determinada tarifa legal a cada
medio probatorio hace improcedente este cargo. como no existe esa tarifa legal,
resulta entonces imposible que un juez de la república incurra, como lo alega el
demandante en error de derecho porque, "le negó a dicha prueba {se refiere a 4
testimonios} el valor que la ley le otorga". los testimonios no tienen ninguna aptitud
demostrativa tarifada. su mérito no depende de un previo valor que la ley le haya
asignado, sino de su credibilidad. ella, a su vez, se concluye a partir de los principios
de la sana crítica y teniendo en cuenta lo relativo a la naturaleza del objeto percibido,
al estado de sanidad del sentido o sentidos por los cuales se tuvo la percepción, las
circunstancias de lugar, tiempo y modo en que se percibió, a la personalidad del
declarante, a la forma como hubiere declarado y las singularidades que pueden
observarse en el testimonio. (artículo 294 del código de procedimiento penal).
todos esos elementos son de tipo fáctico, no jurídico, y por ello es que deben ser
demandados como errores de hecho, no de derecho.
para empezar debe señalarse que el único funcionario que ha entendido el memorial
del defensor de (...) como inequívocamente dirigido a someterse a sentencia
anticipada es el señor agente del ministerio público. los demás funcionarios judiciales
(fiscal y juez de primera instancia) y los restantes sujetos procesales (acusado y
defensor) entendieron siempre esa petición como de audiencia especial (artículo 37a
del código de procedimiento penal).
ese entendimiento surge del propio texto de la solicitud en la que la petición era la de
que "se disponga la celebración de la audiencia especial señalada en el artículo 37 del
código de procedimiento penal (...)". allí simultáneamente se solicitaron 3 pruebas.
una testimonial y dos de carácter técnico. (folio 171)
el juez penal del circuito de la palma, resolvió sobre esa petición dentro del auto en el
que ordenó algunas pruebas de oficio, luego del vencimiento del traslado del artículo
446 del código de procedimiento penal. allí señaló que "de otra parte, se anota que el
defensor del acusado, en escrito visible a folio 171, deprecó celebración de la
audiencia especial de conformidad con el artículo 37 del código de procedimiento
penal (debió ser el artículo 37a ibídem) y práctica de pruebas dentro de la misma,
pedimento que fue desechado por la fiscalía seccional ya que no era la instancia
procesal para resolver, dado que la resolución de acusación ya se hallaba rituada
legalmente, y considera el despacho, este pedimento debe formularse hasta antes de
que se clausure la investigación"(folio 181).
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
esa decisión fue notificada a las partes mediante anotación por estado del 23 de
septiembre de 1996 (folio 183) sin que el defensor del procesado (...) y suscriptor de la
petición de audiencia especial, hiciera alguna manifestación en contra de aquella
providencia. tampoco la hizo en la audiencia pública (folio 305), ni en el recurso de
apelación que interpuso en contra de la sentencia de primera instancia. esa actuación
del defensor de confianza - que siempre fue la misma persona - pone de presente su
coincidencia con la identificación que el juez hizo de su petición, como de celebración
de la audiencia especial de que trata el artículo 37a del código de procedimiento penal
y no de sentencia anticipada como la estima el procurador 2° delegado en lo penal.
significa ello igualmente que al estar de acuerdo con la identificación del juez de
instancia de que se trataba de una petición de audiencia especial y haberse promovido
esta con posterioridad al cierre de la investigación, la misma era improcedente,. tal
como lo decidió el juez. en el mismo sentido lo entendió el abogado que asumió el
proceso para efectos de presentar la demanda de casación, pues no se propone ningún
cargo con semejante fundamentación.
sentencia casación
fecha : 23/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : cundinamarca
procesado : perez ramirez, fredy
delitos : porte de armas de defensa personal, homicidio
proceso : 14186
publicada : si
****************************
1. como se dijo, el procesado solicitó la sentencia anticipada y asumió los cargos que le
fueron formulados, por homicidio agravado por el parentesco y porte ilegal de armas.
______________________________________
* en este sentido, cfr. corte suprema de justicia, sal a de casación penal, sentencia del 25 de
octubre de 1999, m.p. carlos eduardo mejía escobar.
** cfr. corte suprema de justicia, sala de casación penal, sentencia del 25 de octubre de 1999,
m.p. carlos eduardo mejía escobar; auto del 27 de julio de 1999, m.p. mario mantilla nougués;
auto del 8 de marzo de 1996, m.p. jorge e. córdoba poveda; sentencia del 4 de marzo de 1996,
99
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
auto casación
fecha : 23/07/2001
decision : inadmite la demanda y declara desierto el recurso
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : medellín
procesado : cossio florez, gabriel de jesus
delitos : porte de armas de defensa personal, homicidio agravado
proceso : 16211
publicada : si
****************************
1. una vez más debe ser precisado que cuando se plantean en casación errores de
apreciación probatoria, derivados de falsos juicios de existencia, falsos juicios
identidad, falsos raciocinios, falsos juicios de legalidad, o falsos juicios de convicción, el
ataque debe ser orientado por la vía de la causal primera, cuerpo segundo, en razón a
la naturaleza del yerro (de juicio o in iudicando), y lo dispuesto en el numeral 1º, inciso
segundo, del artículo 220 del código de procedimiento penal.
obsérvese que la carta no consagra como sanción la nulidad del proceso, sino solo de
la prueba ilegalmente incorporada, y así ha sido entendido de antiguo por la corte al
sostener que la ilegalidad del medio afecta su validez, pero no la eficacia de la
actuación procesal posterior, salvo que se trate de la propia indagatoria, pues si él en
su conceptuación como medio de prueba es excluido, necesariamente se afectará la
validez de la actuación subsiguiente, por tratarse de un presupuesto esencial de la
estructura básica de la instrucción y el juzgamiento, sin el cual no resulta posible
concebir actos procesales como la resolución de la situación jurídica, el cierre de la
investigación, la calificación del sumario, el juicio, y la propia sentencia.
la corte ha sido reiterativa en sostener que no por la circunstancia de ser una prueba
ilegal, la fiscalía queda inhabilitada para indagar sobre los hechos delictivos innegables
100
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
en síntesis, para que la censura fuese correcta, debió haber sido planteada al amparo
de la causal primera de casación, cuerpo segundo, como error de derecho por falso
juicio de legalidad, y su fundamentación orientarse a demostrar los siguientes
aspectos: 1) que la diligencia de allanamiento y registro fue obtenida ilegalmente; 2)
que los efectos reflejos de la prueba ilícita comprometían la validez de otras,
legítimamente obtenidas; y, 3) que las restantes pruebas sobre las cuales se sustentó
el fallo, resultaban insuficientes para mantener la decisión de condena.
sentencia casación
fecha : 23/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : medellín
procesado : moreno hoyos, gonzalo de jesus
delitos : falsedad marcaria, ejer. ilícito de act. monopolística de
arb. rentistico
proceso : 13810
publicada : si
****************************
el artículo 606 de la ley 522 de 1.999, que entró en vigencia el 12 de agosto de 2.000
derogó expresamente el decreto 2550 de 1.988, preceptuando en el artículo 607 que,
"los procesos en los que se hubiese iniciado el juicio se continuarán rituando hasta su
culminación por las normas de competencia y procedimiento establecidas para ello en
el -decreto 2550 de 1.988 y las normas que lo complementan".
valga entonces la anterior precisión para colegir que como el presente asunto se
tramitó en su integridad, es decir, hasta la culminación del juicio, bajo los presupuestos
del anterior código penal militar (decreto 2550/88), tanto que cuando se interpuso el
101
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
siendo ello así, al respecto se tiene que el artículo 83 de la actual codificación penal
militar, al regular lo pertinente al término prescriptivo de la acción penal, señala que:
"la acción penal prescribe en un tiempo igual al máximo de la pena fijada en la ley si
fuere privativa de la libertad, pero en ningún caso será inferior a cinco (5) años ni
excederá de veinte (20). para este efecto se tendrán en cuenta las circunstancias de
atenuación y agravación concurrentes.
en los delitos que tengan señalada otra clase de pena, la acción prescribirá en cinco
(5) años. para el delito de deserción, la acción penal prescribirá en dos años.
casación discrecional
fecha : 23/07/2001
decision : declara prescrita la acción penal, ordena cesar
todo
procedimiento
procedencia : tribunal superior
ciudad : militar
no recurrente : villamil parra, jhon jairo
procurador en lo judicial : 316
delitos : deserción
proceso : 16339
publicada : si
****************************
1. con evidente alejamiento de las exigencias previstas en los numerales 3º. y 4º. del
artículo 225 del código de procedimiento penal, el actor denunció bajo un mismo cargo
dos motivos de nulidad -desconocimiento del derecho de defensa y del debido
proceso-, sin acatar que el primero es un vicio de garantía y el segundo de estructura,
claramente diferenciables, que deben ser postulados, desarrollados y demostrados
autónomamente en sede de casación, indicando y comprobando nítidamente las
irregularidades que son propuestas como principal y secundarias, pues las
consecuencias que dimanan de la eventual existencia de una de ellas pueden afectar
102
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
de otra parte, por aquellos días, la designación de una "persona honorable" para que
acompañara a un imputado en sus descargos se ajustaba en forma cabal a la
normatividad que regía pues tenían plena vigencia el artículo 34 del decreto 196 de
1971 y el inciso 1o. del artículo 148 del código de procedimiento penal, que permitían
encomendar la defensa para la indagatoria a un ciudadano que no fuera servidor
público, cuando no hubiera profesional del derecho que asistiese al imputado.
tal como emana del artículo 45 de la ley 27o de 1996 (estatutaria de la administración
de justicia), las sentencias de constitucionalidad rigen hacia el futuro, a menos que se
diga lo contrario. por eso, el fallo c-o49 de la corte constitucional, del 8 de febrero de
1996 (m. p. fabio morón díaz), que declaró la inexequibilidad de los mencionados
preceptos, produce efectos sólo hacia el devenir, de donde resulta que ninguna
incidencia tiene sobre diligencias practicadas con anterioridad, con la observancia de
las previsiones legales existentes en el momento de su realización.
3. con la aplicación del decreto 264 de 1993 para reducir la pena por colaboración
eficaz, la justicia no violó el principio de favorabilidad. en efecto:
c) precisamente a esta parte hizo alusión el fiscal general cuando motivó su resolución,
pues conocía la declaratoria de inexequibilidad y tenía claro que la profería con
posterioridad al decreto de inconstitucionalidad. pero aplicó la norma por favorabilidad,
conforme con el pensamiento de la corte constitucional.
los motivos y la teleología de esta norma emanan de sus propias consideraciones: "que
en las últimas semanas la situación de orden público en el país...se ha agravado
significativamente en razón de las acciones terroristas de las organizaciones
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
5. como lo señaló el representante del ministerio público, el censor no cumplió con las
exigencias de claridad y precisión en la presentación y desarrollo de este reparo.
inicialmente lo propuso como violación indirecta del artículo 299 del código de
procedimiento penal generado en un falso juicio de existencia y en la sustentación se
desvió hacia una violación directa por interpretación errónea de dicha norma, cuando
señaló que, contrario a lo afirmado por el fallador, la norma indicada no prevé el
requisito de que la confesión sea fundamento de la sentencia, como sí lo consagraba el
artículo 3o1 del código de procedimiento penal de 1987.
sentencia casación
fecha : 23/07/2001
decision : declara unas prescripciones, cesa procedimientos,
redosifica penas, no casa
procedencia : tribunal nacional
ciudad : bogotá d. c.
procesado : posada palacio, jairo leon
delitos : lesiones personales, daño en bien ajeno, terrorismo,
homicidio con fines terroristas, tráfico de armas,
empleo
o lanzam. de sust. u objetos
proceso : 13439
publicada : si
****************************
1. reiterados han sido los pronunciamientos de la sala en los que se ha precisado que
este tipo de situaciones no generan nulidad porque no tienen incidencia en la
estructura del proceso, en consideración a que la carta política y el ordenamiento
jurídico tienen previstos como mecanismos adecuados para tutelar el derecho a la
libertad individual la acción pública del habeas corpus, consagrada como garantía de
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
control de la aprehensión, y la petición de libertad por captura ilegal que puede ser
impetrada, ante el respectivo funcionario judicial una vez el detenido es puesto a
disposición o ante el director del establecimiento carcelario cuando no se ha
formalizado la captura, todo ello sin perjuicio de la responsabilidad penal o disciplinaria
que pueda tener el personal encargado de la retención. además al resolverse la
situación jurídica del imputado se legaliza su captura con la medida de aseguramiento
o dejándolo en libertad, por lo que la actuación se entiende restablecida.
de otra parte, se observa que antes de ser resuelta la situación jurídica de los
inculpados, sus defensores plantearon su inconformidad acerca de la captura ante el
fiscal instructor el cual se pronunció sobre el asunto de manera contraria a sus
pretensiones. (cf. fls 42, 62, 66 y 73 c.).
orientó el demandante todos sus esfuerzos a demostrar que del informativo emergen
dos versiones opuestas, una, la compuesta por los policiales que adelantaron el
operativo que culminó con la aprehensión de los procesados, junto con el informe, el
acta de aprehensión y las declaraciones del padre de la víctima, señor (...), del mismo
plagiado, (...) y de su novia (...).
el censor deja de lado todas estas precisiones técnicas, lo que le permite desarrollar su
alegato de manera poco metodológica, involucrando argumentos que no guardan
ninguna correspondencia. como cuando se refiere a la diligencia de reconocimiento en
fila de personas, para señalar que es una prueba inexistente, porque se realizó cuando
con antelación ya se habían publicado en la prensa local las fotografías de los
individuos a reconocer y además, porque los defensores de los encartados no fueron
avisados de la realización de la diligencia. no hay duda que este planteamiento se
adecua a la especie del error de derecho por falso juicio de legalidad, respecto del cual
no se abordaron las exigencias técnicas requeridas para esta clase de reproches, como
tampoco la demostración del efecto que causa dicha exclusión probatoria en el
resultado de la actuación a la que va ligada esta clase de desaciertos.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
además, es deber del defensor titular estar pendiente de la práctica de las diferentes
diligencias, máxime cuando han sido ordenadas con la debida antelación cuando
apenas se iniciaban las primeras pesquisas.
sentencia casación
fecha : 23/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal nacional
ciudad : bogotá d. c.
procesado : peÑa cardenas, omar alexis
procesado : galvis sanchez, miguel
delitos : tentativa de extorsión, secuestro extorsivo
proceso : 12557
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
acción de revisión
fecha : 23/07/2001
decision : reconoce apoderado, rechaza in límine la
demanda
presentada
procedencia : tribunal nacional
ciudad : bogotá d. c.
condenado : barreto aragon, libardo
delitos : porte de armas de defensa personal, homicidio
proceso : 16785
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
__________________________________
* corte suprema de justicia, sala de casación penal, providencia del 27 de octubre del
año 2000, m.p. jorge aníbal gómez gallego.
** corte suprema de justicia, sala de casación penal, providencia del 26 de junio de
1999. m.p. fernando arboleda ripoll.
casación discrecional
fecha : 23/07/2001
decision : inadmite el recurso excepcional presentado
procedencia : juzgado 2 p. c.
ciudad : neiva
procesado : moreno babilonia, eduardo segundo
delitos : calumnia, injuria
proceso : 17527
publicada : si
****************************
de acuerdo con lo previsto por el artículo 233 del código de procedimiento penal, la
acción de revisión "podrá ser promovida por el defensor, por los titulares de la acción
civil dentro del proceso penal, por el ministerio público o por el fiscal", debiéndose
entender que el procesado también está legitimado para instaurarla, pero como lo
tiene definido la sala, "la correspondiente demanda debe ser presentada por un
defensor, quien dicho sea de paso requiere poder expreso para el efecto aunque
viniere actuando como tal en el proceso" (auto marzo 5/96, rad. 8.336, m. p. carlos e.
109
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
mejía escobar).
por su parte, el artículo 21 de la ley 81 de 1993, que introdujo la norma del 131-a del
código de procedimiento penal, encomienda a los personeros municipales las funciones
del ministerio público "en los asuntos de competencia de los juzgados penales y
promiscuos municipales y de los fiscales delegados ante los jueces del circuito,
municipales y promiscuos", sin perjuicio de que funcionarios de la procuraduría general
de la nación las asuman directamente.
de esta manera, no está dentro de las funciones del personero municipal actuar como
agente del ministerio público ante un tribunal superior de distrito judicial, cuya
cabecera, por cierto,
admitir que quien está facultado para obrar como representante del ministerio público
en los asuntos de competencia de los jueces penales y promiscuos municipales, lo
pueda hacer en procesos a cargo de los jueces penales del circuito en primera
instancia y de los tribunales superiores en segunda, para interponer la acción de
revisión, equivale a alterar la organización procesal.
acción de revisión
fecha : 23/07/2001
decision : rechaza la acción presentada por falta de
legitimidad de
quien la incoa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : pasto
procesado : calzada angulo, cristian
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
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1. al tenor del artículo 68-5º del código de procedimiento penal, subrogado por el 35
de la ley 504 de 1999, la sala está facultada para dirimir el conflicto negativo de
competencias trabado en el presente proceso, porque si bien los dos despachos
judiciales involucrados en el incidente pertenecen a un mismo distrito judicial, uno de
ellos corresponde a la categoría de los jueces penales de circuito especializado,
determinando así la aplicación del citado precepto de acuerdo con el reiterado criterio
de la corporación (autos de febrero 18 de 2000, m.p. dr. jorge aníbal gómez gallego,
radicado no. 16.642 y m.p. dr. carlos augusto gálvez argote, radicado no. 16.628;
marzo 27 de 2000, m.p. dr. carlos e. mejía escobar, radicado no. 16.686; y abril 3 de
2000, m.p. dr. jorge e. córdoba poveda, radicado no. 16.828).
2. en manera alguna puede desconocerse, de otra parte, que el artículo 71 del estatuto
procesal penal, en su numeral 9º, subrogado por la ley 504 de 1999, tratándose de las
conductas previstas en forma alternativa y compuesta en el artículo 33 de la ley 30 de
1986, introdujo el factor de la cantidad de droga para determinar la competencia de
los jueces penales de circuito especializado, y específicamente, en relación con la
cocaína o sustancias a base de ella, les radicó el conocimiento de un determinado
asunto cuando la cantidad exceda de los cinco (5) kilos.
"en efecto, lo que se debe deducir de la reseña jurisprudencial hecha por el funcionario
proponente del conflicto, es que la incautación no es el único medio a través del cual
puede determinarse el volumen de sustancia materia de la conducta punible, tal factor
puede lograrse en concurrencia de otros medios de convicción…" (auto de julio 26 de
2000, m.p. dr. gálvez argote)
111
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
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sin embargo, el así descrito factor a prevención tiene como supuesto necesario el que
los delitos conexos se investiguen y juzguen conjuntamente, valga decir en unidad
procesal, de modo que si ésta, por alguna de las causas legales, llegare a romperse los
efectos del citado elemento de distribución de competencias dejarán de operar; no
otra inferencia se extrae del análisis del inciso final del artículo 90 ídem, pues en
términos de éste "si la ruptura de la unidad no genera cambio de competencia, el
funcionario que la ordenó continuará conociendo por separado del juzgamiento", lo que
significa, contrario sensu, que si el rompimiento de la unidad produce una variación en
el conocimiento del punible respecto del cual se hubiere producido esa fractura, no
podrá seguir a su cargo el funcionario que la dispuso, sino que habrá de remitirlo a
quien, de conformidad con los demás factores, resulte legalmente investido de esa
atribución.
en ese orden, por tanto, si la unidad procesal es supuesto de aplicación del factor a
prevención, su ruptura, que se produce, entre otros eventos, de conformidad con los
artículos 37 b y 90 ibídem, cuando, tratándose de varios procesados o delitos, se
realicen aceptaciones parciales de cargos para sentencia anticipada, o cuando éste, en
consecuencia, no se profiera para todos los delitos o todos los procesados, puede tener
efectos en la competencia, tanto que así lo previó la propia ley en el transcrito inciso.
112
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el inciso 3º del artículo 218 del código de procedimiento penal establece los
parámetros que se deben tener en cuenta para que esta sala determine si es
procedente o no lo solicitado; así, pues, el recurso se dirigió contra un fallo de segunda
instancia por delito cuya pena privativa de la libertad es inferior a seis (6) años, se
presentó dentro de los quince días siguientes a la última notificación de la sentencia de
segunda instancia, existe legitimación para efectuar el pedido por tratarse del defensor
de la señora (...). sin embargo, respecto de la sustentación es pertinente formular dos
objeciones:
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establecidas para la práctica de una en el curso del proceso -artículo 301 del código de
procedimiento civil- a más de contravenir el artículo 83 de la constitución nacional, a
no dudarlo, encajaría en el precepto penal dispuesto para proteger el bien jurídico de
la administración de justicia, denominado falso testimonio … esta misma sala antes y
después del mandato constitucional de 1991 en varios fallos de casación ha precisado
la independencia entre la causa civil y los efectos penales que ellas pueden generar,
como sería el caso del falso testimonio" (negrillas fuera de texto).
finalmente debe advertirse que el texto del artículo 172 del código penal es
suficientemente claro en cuanto se refiere a faltar a la verdad o callarla total o
parcialmente en actuación judicial o administrativa ante autoridad competente, bajo la
gravedad del juramento, frente a lo cual, como lo indica el artículo 27 del código civil,
"cuando el sentido de la ley sea claro, no se desatenderá su tenor literal a pretexto de
consultar su espíritu"; entonces, si de acuerdo con la disposición legal no hay
cobertura para efectuar hermenéuticamente un desarrollo jurisprudencial diverso al ya
planteado a la luz de la carta política, carece de sentido ahondar en ello por
innecesario y superfluo, y por lo tanto no se concede el recurso extraordinario de
casación discrecional propuesto.
casación discrecional
fecha : 23/07/2001
decision : no concede el recurso interpuesto
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : santa rosa de viterbo
procesado : martinez sarmiento, martha teresa
delitos : falso testimonio
proceso : 16888
publicada : si
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para el ministerio público la nulidad alegada sólo tendría razón de ser en el entendido
de que el desplazamiento operado en el funcionario instructor, cuyo sustento es de
origen legal (art. 125-3 del c. de p. penal), no se encuentre autorizado mediante
resolución motivada, autorización de la cual se carece en el proceso. en tal sentido,
casar la sentencia recurrida se torna imperativo, invalidando la actuación desde que el
fiscal delegado ante el tribunal de tunja asumió el conocimiento de la instrucción del
asunto.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
"el artículo 125-3 del código de procedimiento penal, modificado por el 19 de la ley 81
de 1993, confiere a los fiscales delegados ante los tribunales superiores de distrito
judicial la facultad de desplazar a los fiscales delegados ante los juzgados del
respectivo distrito, en la investigación, calificación y acusación de los asuntos a su
cargo, previa resolución motivada que así lo ordene. igual atribución se concede al
fiscal general de la nación y a los fiscales delegados ante la corte y el tribunal nacional
(arts. 121.2, 121.3, 121.5)
"es por esto que la función acusatoria, de llegar a materializarse, debe cumplirse ante
el juez del fiscal que ha sido objeto de remoción, siendo este funcionario, y no el juez
ante el cual cumple ordinariamente funciones el fiscal que hace el desplazamiento, el
llamado a conocer de la etapa del juicio.
"de no ser así, habría que aceptar que a través de una resolución administrativa del
fiscal general, o de sus fiscales delegados ante los tribunales, se puede modifica el
sistema de competencia legalmente establecido, lo cual resulta jurídicamente
insostenible, en cuanto implica el desconocimiento de la normatividad legal reguladora
de la materia y, por contera, de la garantía constitucional del juez natural, sin contar,
además, la usurpación que de la función legislativa por parte del fiscal ello
comportaría.
"en este orden de ideas, se tiene que la segunda instancia no puede resultar afectada
por el simple acto de reasignación del caso a un fiscal delegado de mayor nivel o
jerarquía que el habitualmente de conocimiento, siendo, por tanto, ante el funcionario
que debería conocer de la impugnación si el desplazamiento no se hubiere presentado,
ante quien debe surtirse el recurso. propuesta en sentido distinto no es posible en el
régimen vigente y ha de tenerse como de lege ferenda.
"se exceptúa la hipótesis de desplazamiento por parte del fiscal general de la nación,
en cuanto que sus decisiones no admiten recurso distinto del de reposición (art. 121.2,
modificado por el 17 de la ley 81 de 1993), lo cual resulta explicable si se da en
considerar que es el representante y director supremo del ente acusador, razón por la
cual los fiscales ante la corte, los tribunales y los juzgados, son sus delegados; luego
mal podrían éstos entrar a revisar la legalidad de sus providencias, en una manifiesta
inversión de la operancia del recurso de alzada."
otra cosa es que no aparezca copia en las diligencias de la referida resolución, lo cual
ninguna irregularidad con capacidad invalidante comporta como quiera que por
tratarse de un acto administrativo y no judicial, no tiene necesariamente que ser
incorporada a la actuación, pues ella hace parte del archivo de la respectiva unidad
fiscal. aquella constancia acerca de su existencia dejada en el expediente, basta para
tenerse por conocida por los sujetos procesales.
como se dijera en el pronunciamiento de la sala del 11 de julio del año pasado, como
atrás se indicó, con ponencia de quien aquí funge en similar calidad:
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
y, mal puede argüirse que cuando la corte asumió la investigación habida cuenta del
fuero constitucional que ostentaba el entonces sindicado, anuló la actuación desde la
resolución por medio de la cual la fiscalía de tunja abrió formal investigación porque,
amén de que dicha resolución es un acto administrativo proferido por el ente
competente para producirlo, muy clara fue la corporación al advertir en su auto del 30
de abril de 1993 (fls. 7 del cuaderno nº 2) que la nulidad no cobijaba las pruebas y
diligencias recaudadas, "por haberlo sido con las formalidades legales", quedando por
consiguiente las mismas "incólumes".
como lo dijera la sala en reciente pronunciamiento acerca del tema aquí propuesto por
el actor (fallo de casación de mayo 3 del año en curso, rdo. 13.228, m.p. dr. jorge
aníbal gómez gallego):
"claro que suele ocurrir que la aplicación indebida o la falta de aplicación de una norma
tenga como motivo la errónea interpretación de la misma, al final y al cabo, ésta es
una operación que en la lógica de la decisión judicial precede a la activación del
precepto, pero indudablemente en este caso el error sólo se consuma cuando el
precepto queda excluido de manera evidente o se selecciona el que no corresponda a
la facticidad. la interpretación errónea per se, como sentido de la violación de la ley
sustancial, supone que esta fue bien seleccionada, sólo que se ha trastornado su
comprensión, pero se advierte que el censor no está de acuerdo con la aplicación de
los artículos 2º, 4º y 221 del código penal -en el asunto objeto de examen los artículos
2º, 4º y 138 ibidem, se aclara-, porque estima que no se ha configurado el hecho
punible (falta la antijuridicidad), falta de lesividad de la conducta (…)"
en auto de agosto 27 de 1998, rdo. 13.610, con ponencia de quien aquí cumple el
mismo cometido, dijo la sala sobre la materia:
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
siempre resultará prevalente frente al que realiza el sujeto procesal, a menos que este
demuestre que el raciocinio de aquél está afectado de errores de hecho o de derecho
verdaderamente trascendentes, dada la presunción de acierto y legalidad que ampara
la sentencia y que el casacionista debe desvirtuar.
sentencia casación
fecha : 23/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : tunja
procesado : lopez nieto, pedro vicente
delitos : peculado por extensión
proceso : 15242
publicada : si
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no obstante, la solicitud debe ser motivada y a ella han de acompañarse las pruebas
en que se funda, reza el art. 85 ibidem, carga procesal cuyo cumplimiento no puede
ser soslayado por el postulante y que la corte mal puede suplir, como quiera que es la
propia ley la que le asigna esa obligación de acreditación de los supuestos en que
aquélla se finca.
ahora, en relación con el tema aquí examinado, en auto del 23 de octubre de 1997 con
ponencia de quien aquí cumple similar cometido, tuvo oportunidad la sala de hacer las
siguientes precisiones.
"para una interpretación razonable de los motivos de orden público a los que se refiere
el artículo 83 del código de procedimiento penal, la corte entiende que ha de
establecerse una razón vinculante entre el proceso que ahora se adelanta en (…) y
algunas manifestaciones específicas de perturbación, zozobra e inseguridad
producidas por los hechos a los cuales se concreta aquél. si las dificultades de la
actividad judicial se vinculan genéricamente con el deteriorado orden público reinante
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
cambio de radicación
fecha : 23/07/2001
decision : niega el cambio solicitado
procedencia : juzgado penal del c. e.
ciudad : valledupar
procesado : esquivel cuadrado, john jairo
delitos : secuestro
proceso : 18419
publicada : si
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según lo dispuesto en los acuerdos 54 de 1994, 519 y 567 de 1999, así como en el
artículo 15 transitorio del código de procedimiento penal, por regla general la ejecución
de la sentencia corresponde al juez de ejecución de penas y medidas de seguridad,
cuyo conocimiento, cuando el condenado se halla privado de la libertad, no depende
de la naturaleza del hecho o el lugar donde se cometió o el despacho judicial que dictó
el fallo, sino de un factor personal, relativo al lugar donde se encuentre purgando la
pena.
en el asunto estudiado, la sentencia fue dictada por un juez regional de bogotá, luego
si aquí existe juzgado de ejecución de penas y los condenados no se encuentran
privados de su libertad con ocasión de haberles sido otorgada la libertad condicional,
es éste el competente para conocer de la ejecución de la sanción, más aún, cuando no
hay fundamento jurídico alguno para asignar competencia al juzgado penal del circuito
especializado de villavicencio, pues allí no se dictó la providencia de condena, ni allí se
encuentran recluidos los condenados, y como si fuera poco, el acuerdo 520 del 15 de
junio de 1999 situó en el circuito penitenciario y carcelario de villavicencio 2 juzgados
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casación discrecional
fecha : 24/07/2001
decision : inadmite la demanda discrecional presentada
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d. c.
delitos : falsedad ideológica en documento público, prevaricato
por omisión
proceso : 17475
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
1. es claro para la sala que el derecho de defensa, tanto material como técnica, se ha
desconocido en este proceso, pues, conforme en las últimas orientaciones que la sala
le ha venido imprimiendo, su contenido y sentido impone comprenderlo como el básico
pilar del proceso que no únicamente lo legaliza sino que legitima el contradictorio en
toda su dimensión ritual, esto es, conforme lo dispone la vigente carta política, que
esté garantizado en la instrucción y en el juicio, como que el juzgamiento -en sentido
lato entendido- es uno sólo caracterizado por la dinámica continúa del poder punitivo
del estado en su manifestación persecutoria del delito, quedando deslegitimado en el
momento en que el sujeto pasivo del hecho punible, activo de la acción penal, carezca
de defensa.
esta dinámica de la contradicción es, en últimas, la que hace que de la simple relación
procesal "estado-procesado", se pase a la confrontación demostrativa probatoria que
imponga las reales oportunidades necesarias para que la presunción de inocencia sea
debatida y la declaratoria de responsabilidad o de inocencia, en un debido proceso, se
convierta en la constante guía posibilitadora, tanto de la actividad defensiva como del
deber estatal de investigar en busca de la verdad, previamente autoreconocida al
haberse atribuido el estado, como fin, el imperativo de averiguar "lo favorable y lo
desfavorable al procesado".
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
y, aquí, también debe ser enfatizado, la función del juez es trascendental, ya que
superada la discusión doctrinaria sobre las categorías de las personas intervinientes en
el proceso penal, en el sentido de que ante el contradictorio "acusación-defensa", el
juez, como titular de la jurisdicción, ya no es sujeto procesal primario, ni tercero
imparcial, ni nada parecido, sino el representante del estado, no del gobierno,
designado para que administre justicia, que por tanto, está por encima de los intereses
de las partes, debe, es su imperativo, dirigir el proceso, estar atento a que los
participantes en el mismo, como sujetos procesales propiamente dichos, como
testigos, como auxiliares de la justicia, como asesores, excepción hecha de la parte
civil en aquellos eventos en que su omisión no implique el puro ejercicio de la
pretensión privatista sino en lo que incida en la dinámica procesal, y conminarlos al
cumplimiento de sus funciones, desde luego dentro de los límites en que deba y pueda
hacerlo, recurriendo a los mecanismos que la misma ley le concede para ello, pudiendo
inclusive llegar a las acciones correccionales y disciplinarias o penales, a que haya
lugar, pues su obligación es adelantar un proceso debido, no un conjunto de ritos
procesales carentes de trascendencia jurídica, ilegales e ilegítimos.
la defensa, entonces, debe ser concebida, dentro del proceso, como la postulación de
los supuestos fáctico-jurídicos necesarios para fijar un horizonte de proyección que
logre su concreción en el momento en que, valiéndose de ellos, sea dable proponer
ante el juez, en el momento procesal pertinente, una determinada tesis defensiva, que
no necesaria y exclusivamente debe tender a la absolución de la responsabilidad
penal, sino a hacer lo más benéfica posible la situación jurídico-material del
incriminado, tanto dentro del trámite procesal, como en relación con las decisión
finales y sus consecuencias, ya sean las estrictamente punitivas, como las civiles e
inclusive, las laborales, familiares, políticas, en fin, todas aquellas que, en un
momento dado, se engloben en el fallo penal, siempre y cuando, claro está,
correspondan a las que jurídico-normativamente hablando, correspondan al fallo
penal.
para lograr este fin, entonces, es necesario que exista una actividad postulante en la
que como corolario de la secuencial estrategia defensiva se motive un determinado
pronunciamiento judicial tendiente a beneficiar la situación jurídica del procesado o
que imprescindiblemente lo origine, pues, si bien la diferencia entre la controversia
privatista y la penal, radica básicamente en cuanto se refiere a su trámite judicial en la
iniciativa de su dinámica, ya que mientras en aquella esencialmente nace de las
partes, en éste último es oficioso, ello no significa que deba reconocerse la pasividad,
ni mucho menos la ausencia de defensa, ya que precisamente, lo que legitima esta
clase de juzgamientos es el posible equilibrio entre el sistema penal estatal, que con
toda una gama de medios trata de establecer una verdad delictiva, y el procesado, que
por estar en situación de inferioridad logística y de poder, debe garantizársele la
demostración de "su verdad", en cabeza de la defensa.
3. junto a ella ésta la denominada material, que es la ejercida por el propio procesado,
constituyendo una unidad, razón por la cual, están igualmente garantizadas dentro del
proceso, no solo porque la actividad que pueda desarrollar el defensor, excepción
hecha de aquellos actos en que la propia ley excluye a aquél para que actúe en
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
nombre propio, como la audiencia pública, también la puede cumplir el sindicado, sino
porque su comparencia al proceso, así sea posible tramitarlo con persona ausente, es
no únicamente lo ideal y la aspiración estatal para que sea más expedito el manejo del
contradictorio, sino porque constituye un derecho del incriminado el que sea
escuchado, y, como tal, en ninguna forma puede negársele o obstaculizársele, pues
constituye el acto procesal por excelencia que la constitución política y la ley
reconocen para que el imputado se defienda de la imputación; de ahí que quien sepa
que se sigue un proceso en su contra, puede solicitar sea escuchado en indagatoria y
la jurisdicción de existir mérito para ello, debe recibírsela.
por ello, igualmente se impone tener en cuenta que la primaria necesidad de escuchar
al imputado mediante injurada en el proceso penal, que -como se dijo- es un derecho
de éste, tampoco puede confundirse con los medios autorizados por la ley procesal
para lograrlo, para acceder a la justicia, pues el derecho a pedir su recepción siempre
lo tiene el implicado, cosa distinta son los medios que la misma normatividad ha
preestablecido para que ello sea posible, pues, mientras para delitos de menor
gravedad es impone la puesta en conocimiento de la sindicación al imputado y por
ende, su citación para que concurra con el fin de explicar su conducta objeto de
investigación, para otros de mayor repercusión social o para aquellos cuando no se
atiende el llamado, se deberá acudir a la captura.
sin embargo, y si bien se impone hacer esta distinción, es así mismo incontrovertible
que tanto el derecho a concurrir al proceso para ser escuchado en indagatoria, como el
medio judicial que deba emplearse para obtener esa comparecencia, igualmente, a
parte de estar previamente reconocidos y garantizados en la ley procesal, deben ser
ejecutados con igual garantismo por parte del instructor o del juez, a quien en un caso
dado así deba cumplirlo, haciendo que la función estatal en este sentido sea real y
eficaz, esto es, que entratándose de aquellos eventos en que deba citarse al imputado
para vincularlo legalmente al proceso, los medios utilizados para la correspondiente
citación deben ser los idóneos para ello, y al igual debe suceder cuando se imponga
recurrir a la captura, i8ndividualizaándose al presunto sindicado, suministrando
fidedignamente la información de su posible paradero, para que así, los derechos
hacen de la abstracción y generalidad de la programación normativa para tornarse en
real concreción de ese reconocimiento constitucional y legal.
4. como se ve la utilización de los medios que debe poner en marcha la judicatura para
lograr la vinculación de un imputado al proceso penal, lejos está de ser una cuestión
simplemente formal, por el contrario, deben ser dinamizarlos con el suficiente
conocimiento de que se trata del reconocimiento de un derecho y que como tal, debe
estar rodeado de las suficientes garantías para que sea respetado y así, el juzgamiento
además de ser legal sea legítimo, respetuoso del debido proceso y del derecho de
defensa, imprescindible -como se vio- para que el contradictorio recupere realmente su
característica de base del proceso penal.
aquí, precisamente, estos postulados son los que se han desconocido, ya que si bien
especulativo resulta afirmar que la procesada desconocía que se seguía esta
investigación en su contra, por cuanto ninguna comunicación recibió al respecto,
-excepción hecha del telegrama que se le envió para que se notificara del fallo
condenatorio de primera instancia, en el cual como ya se indicó no se le especificó el
juzgado al cual debía presentarse- pues, como acertadamente lo razonó el tribunal en
la sentencia de segundo grado, no obstante ser cierto que no existió la reclamada
citación a su última dirección, ya que la remitida para que se notificara de la acusación
lo fue a aquella donde ya no residía, y esto se conocía en el proceso, también lo es,
que de conformidad con lo informado por los agentes del f-2 que tramitaron la inicial
orden de captura, ellos concurrieron a chía, a la dirección correcta, y allí si vivía, sólo
que para evitar datos concretos para que fuera localizada, la persona que los atendió
optó por manifestar que allí iba, pero lo hacía en forma esporádica, siendo lo lógico
colegir, que siendo esa su residencia conforme quedó confirmado con la dirección que
manifestó tener al firmar la diligencia de compromiso que se dispuso para garantizar
las obligaciones impuestas como consecuencia del subrogado de la condena
condicional concedido en el fallo del a quo, no era cierto lo del paso transitorio por ese
inmueble, sino que la desinformación dada a los detectives únicamente tenían como
fin evadir la acción de la justicia, y que, por al contrario, tenía pleno conocimiento del
requerimiento judicial por estos hechos.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
sentencia casación
fecha : 24/07/2001
decision : si casa, declara nulidad a partir del auto de cierre
de
investigación
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d. c.
procesado : ruiz olaya, marina
parte civil : .,
delitos : estafa
proceso : 11578
publicada : si
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es bien sabido, por tratarse de una premisa reconocida procesalmente, que las
extensiones o prórrogas ilegales de un plazo perentorio, no evitan, en ningún caso, la
preclusión o vencimiento del mismo, sin que exista bajo este principio, posibilidad
alguna de revivir los términos ya cumplidos, pues precisamente en dichos eventos, así
como se trata de un plazo previsto legalmente en forma expresa, de la misma manera
los efectos que le son inherentes a su incumplimiento operan también por ministerio
de la propia ley.
en relación con este particular, también ha previsto la ley que, entre otros sujetos
procesales, está legitimado para presentar la demanda de casación el defensor, que
debe ser, necesariamente, abogado titulado y a quien atañe el imperativo de adjuntar
el libelo no sólo con el lleno de las exigencias propias de un escrito de esta naturaleza,
sino dentro de la estricta oportunidad legal, término que, se insiste, por estar
expresamente estipulado, no está librado al vaivén o arbitrio de los funcionarios o de
los empleados judiciales, ni de los sujetos intervinientes en el trámite penal y que
como ya se observó, si bien puede ser prorrogado, ello sólo es posible en las
condiciones, momento y por los excepcionales motivos señalados en el estatuto
procesal penal (art. 172).
de ahí que, para la sala, el reproche que emerge por la implícita prórroga de términos
a que condujo el proceder del tribunal, deba hacerse en un doble sentido - sabido
como es que la ley vincula por igual a todos los sujetos procesales y a los funcionarios
judiciales-, siendo susceptible del mismo tanto el magistrado ponente, por la ilegal
extensión del plazo, como el demandante por no verificar de manera directa y personal
la correcta contabilización de los términos, pues esta es a no dudarlo una de las
obligaciones inherentes a su encargo.
ahora bien, las expectativas favorables para el administrado, como uno de los aspectos
en que se sustenta el principio de la confianza legítima, no puede generar efectos
protectores si las condiciones creadas suponen al propio tiempo no sólo el
desconocimiento de los mandatos legales, sino además, el hecho de que la necesaria
verificación de la oportunidad del plazo, como actividad del sujeto interesado, se
abandona por una pretendida confianza en los funcionarios o empleados judiciales,
que, por lo mismo así como no puede entenderse suplida por aquella, tampoco deviene
legítima.
es que, el mismo origen legal y no judicial de los términos perentorios, pemite afirmar
que su vencimiento opera de iure y así como las autoridades no pueden pretermitirlos,
reducirlos o extenderlos sin sujetarse a las posibilidades que el propio ordenamiento
autoriza, cuando el plazo es incumplido, se insiste, la ley conmina a que dicho acto sea
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
auto casación
fecha : 24/07/2001
decision : no repone auto del 19-12-00 que inadmitio la
demanda
de casación
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : cúcuta
procesado : mendoza becerra, gabriel octavio jose
delitos : porte de armas de defensa personal, homicidio
proceso : 17449
publicada : si
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exequatur
1. la constitución nacional:
en los artículos 9°, 224 y 226 la constitución colombiana advierte que sus relaciones
exteriores se fundamentan entre otros en el "reconocimiento de los principios del
derecho internacional aceptados por colombia", dentro de los cuales, en el artículo 226
consagra expresamente los de equidad, reciprocidad y conveniencia nacional, mientras
que en el 224 se exige la aprobación por parte del congreso nacional de los tratados
internacionales.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
dentro de tal filosofía, ese tribunal constitucional señaló que "la ejecución de la
sentencia extranjera en colombia y su relación evidente con los extranjeros o con
nacionales colombianos por adopción o con nacionales colombianos por nacimiento
privados de la libertad o capturados en el exterior y que resulten condenados, supone
un especial trámite garantizador de los derechos fundamentales y de la noción de
debido proceso penal que vincula a los más altos órganos e instituciones de los
poderes ejecutivo y jurisdiccional denominado exequatur. esto implica la posibilidad
del cumplimiento de la pena en colombia y el traslado de los condenados a nuestro
país, inclusive por razones humanitarias y de política de intercambio de presos. se
observa que el artículo 536 del mismo código advierte que en la ejecución de las
sentencias extranjeras se aplicarán los tratados internacionales correspondientes."
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
así, habrá de examinar que la petición de las autoridades extranjeras sea formal
(artículo 533), que haya sido presentada por la vía diplomática (ibídem), que contenga
copia íntegra de la sentencia y constancia de su firmeza y ejecutoria, que provenga de
autoridad legítima, y si se rige por tratado. si en cambio, por no regirse por tratado, se
ha ofrecido reciprocidad en casos análogos, cuáles los términos en que la misma está
prevista en el sistema jurídico del estado requirente (artículo 534).
para ello tendrá la facultad oficiosa de acreditar los requisitos cuya verificación haga
falta, principalmente aquellos que se proyecten en el ámbito interno del ejercicio del
poder público, y de valorarlos. tal el caso de aquellos que tengan que ver con la
acreditación de la calidad de nacional colombiano (cuando ello sea preciso), la
existencia o inexistencia de actuación procesal en curso y/o sentencia de juez nacional
y su ejecutoria, la identidad de hechos, la naturaleza de las penas impuestas y su
correspondencia con las previstas en el capítulo 1 del título iv del código penal y de
manera muy particular que la sentencia no se oponga a la constitución nacional y las
leyes colombianas, es decir, al orden público interno.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
obligatoria, porque la corte emite una orden respecto de la ejecución y, siendo positiva,
adopta el fallo extranjero en el orden jurídico interno para hacerlo ejecutable: por eso
remite la actuación a los jueces de ejecución de penas y medidas de seguridad a fin de
que ejerzan su función como si de un fallo nacional se tratare, de donde surge la
natural conclusión de que la rama ejecutiva no vuelve a tener conocimiento del
exequatur como no sea para prestar la colaboración necesaria a la rama judicial para
el internamiento carcelario del reo, su traslado o cualquier otro efecto, si a ello hubiere
lugar.
exequatur
fecha : 24/07/2001
decision : se abstiene de decidir y remite a minexteriores
procedencia : italia
requerido : rubio salas, german enrique
proceso : 18394
publicada : si
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ocurre sin embargo, que, como se colige del contexto de la resolución definitoria de
situación jurídica, en ningún momento la fiscalía interpretó que la confesión
mencionada por la defensa confiriera a la acusada el beneficio del artículo 299 del
código de procedimiento penal; es más, ni siquiera el mismo defensor llegó a
catalogarla como tal, pues aceptó que junto a esta y con eficacia comprometedora
obraba la prueba documental, que obviamente, había sido recaudada antes de la
confesión. esto explica que en rigor, no hubo error del juzgado ni del tribunal al no
contabilizarla para disminuir la pena, pues su desestimación para ese efecto resultó de
un proceso evaluativo de critica racional que no le permitía otorgar el reclamado
beneficio.
cierto es que el fallador no catalogó como confesión para efectos de rebaja punitiva, la
versión suministrada por la acusada cuando por primera vez compareció a la
investigación. pero cierto también es que, como lo destaca el ministerio publico en su
sugerencia desestimatoria de la censura que conforma la demanda, la confesión de
que habla el casacionista, fue rendida por la procesada cuando ya la investigación
penal se hallaba en curso y militaban pruebas de suficiente envergadura y
contundencia para atribuirle la responsabilidad en los varios delitos de peculado y
hasta se le había librado orden de captura, que si no se alcanzó a materializar fue
porque ella acudió a la diligencia cuando ya era buscada por la autoridad policiva.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
del código de procedimiento penal, para premiar al procesado que guarda silencio ante
la naciente investigación que lo involucra esperando que a través de sus mecanismos
investigativos el estado invierta tiempo y esfuerzo en establecer los hechos y su autor,
para luego concurrir ante el investigador a reiterar lo que ya ha sido probado y de
contera calificándolo con circunstancias tendientes a excluirlo de responsabilidad.
confesión de esa índole, aunque es prueba legalmente autorizada y por tanto sujeta al
régimen de la racional evaluación, no comporta el beneficio de menguar la pena, pues
ni puede servir como fundamento de la sentencia, ni contribuye a clarificar lo sucedido,
demandando en ocasiones incluso, mayor desgaste para la administración de justicia
en el empeño de investigar las aducidas circunstancias calificantes.
el estimulo de la rebaja punitiva por confesión consagrado en el artículo 299 del código
de procedimiento penal opera para el delincuente que colaborando a la investigación,
fuera del estado de flagrancia, ante el funcionario competente, en su primera versión
rendida a la investigación con las formalidades legales y sin calificantes, admite su
delito, de tal manera que las demás pruebas que lleguen a practicarse evidencian su
veracidad al corroborar ese sincero relato; no a la inversa, porque sería, como se ha
dicho, beneficiar una situación que en nada disminuye para el estado la carga de la
prueba y discriminar en contra de los procesados que por cualquier razón se abstiene
de admitir su comportamiento delictual.
sentencia casación
fecha : 24/07/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : medellín
procesado : correa franco, sandra milena
delitos : peculado por apropiación
proceso : 11165
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
militar, disposición que al igual que el artículo 442 del código de procedimiento penal,
impone al funcionario la obligación de precisar el hecho con la calificación del capítulo,
dentro del título correspondiente, lo que indica que dicha calificación es provisional, y
por supuesto, constituye el marco jurídico en que se debate el juicio, por consiguiente
el derrotero que se señala es del género delictivo, atendiendo el título y capítulo
respectivos, así como las circunstancias específicas que permitan singularizar el tipo
penal a que haya lugar.
el primero de ellos, a su vez, puede estar determinado por un falso juicio de existencia,
falso juicio de identidad y falso raciocinio. el falso juicio de existencia se presenta
cuando el juzgador omite apreciar una prueba incorporada legalmente al proceso, o
cuando le infiere consecuencias valorativas a un medio probatorio que materialmente
no existe en el proceso.
el error de hecho por falso juicio de identidad se estructura cuando el juez teniendo en
cuenta una prueba legal y oportunamente practicada, al valorarla lao distorsiona,
tergiversa, cercena o adiciona, llegando a conclusiones que real y objetivamente no se
deducen de ella.
debe señalarse, entonces, que la indagatoria recibida con defensor miembro de las
fuerzas militares o de la policía nacional, antes del pronunciamiento de
inconstitucionalidad de la parte pertinente del artículo 374 del código penal militar, no
necesariamente generan nulidad y que el fallo de la corte constitucional que decretó
tal inexequibilidad, sólo produce efectos hacia el futuro, pues ningún pronunciamiento
hizo sobre una eventual retroactividad, por lo cual no incide sobre diligencias que, con
129
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
de otra parte, para declarar conculcado el derecho de defensa, no basta con señalar
que el apoderado judicial no solicitó pruebas o no interpuso recursos o que no se
notificó personalmente de las decisiones, puesto que, es deber demostrar que con
ocasión a esa inactividad se dejaron de practicar pruebas o de impugnar decisiones
adversas.
"…la defensa técnica que se ejerce mediante abogado, ha entendido la sala que para
afirmarse la vulneración de este derecho no puede identificarse la ausencia de actos
tales como la interposición de recursos, la presentación de alegatos, la solicitud de
pruebas, etc.,, con un absoluto abandono del cargo, pues si bien estas pueden coincidir
con aquellas manifestaciones de la actividad defensiva, no constituyen en estricto
sentido más que eso, es decir que, como sucede en la mayoría de los casos son apenas
aparentes expresiones del ejercicio de la defensa, que no siempre es dable confundir
con el derecho mismo, ya que éste puede frente a eventos particulares presentarse de
distinta manera y específicamente como estrategia defensiva, en modo alguno
comparable con aquella inactividad nugatoria de las posibilidades defensivas, en el
entendido de que en esta última hipótesis si podría estarse frente a una evidente
desatención irresponsable de los compromisos inherentes al defensor."***
_____________________________
* cfr. c.s.j. m.p. dr. lombana trujillo, edgar. cas. mayo 31 de 2001
** cfr. c.s.j. m.p. dr. galvez argote, carlos augusto. 18/12/2000
*** cfr. c.s.j. m.p. dr. galvez argote, carlos augusto, marzo 30 de 2000
sentencia casación
fecha : 24/07/2001
decision : no casa, no decreta nulidad oficiosa
procedencia : tribunal superior
ciudad : militar
procesado : fernandez ramirez, nelson paul
delitos : lesiones personales
proceso : 12324
publicada : si
****************************
la regla del decreto 2700 de 1991 atinente a la obligación del funcionario instructor de
resolver en todos los casos la situación jurídica del procesado (arts. 387 y 438), fue
abandonada por el legislador en el nuevo código de procedimiento penal o ley 600 de
2000. de acuerdo con este la situación jurídica debe ser resuelta solamente en
aquellos casos en los cuales sea procedente la detención preventiva, que es la única
medida de aseguramiento prevista para los imputables y que es susceptible de ser
sustituida por la detención domiciliaria cuando concurran los requisitos previstos en el
artículo 38 de la ley 599 de 2000 o nuevo código penal (arts. 356 y 357 último inciso).
el artículo 357 de la nueva legislación procesal relaciona como eventos en los cuales
es procedente la detención preventiva, cada una de las siguientes alternativas: 1.- que
el delito tenga prevista pena de prisión cuyo mínimo sea o exceda de 4 años; 2.- que
en contra del sindicado esté vigente sentencia condenatoria ejecutoriada por delito
doloso o preterintencional que tenga pena de prisión -a condición de que se proceda
por una conducta punible sancionada con pena privativa de la libertad- o; 3.- que se
proceda por cualquiera de los delitos específicamente catalogados en el numeral 2º de
130
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
la expresión "que el delito tenga prevista pena de prisión cuyo mínimo sea o exceda de
4 años" significa que no se trata únicamente de la consideración del tipo básico, sino
de éste y de las circunstancias que afectan el marco punitivo (es decir las que
permiten la determinación legal de la pena) y por tanto integran el tipo objetivo. no
es, por tanto, lo concerniente a la individualización judicial de la pena y de ahí que no
pueden entenderse dentro de ese concepto las rebajas de pena que son consecuencia
de comportamientos post delictuales como sucede con la confesión, el reintegro, la
indemnización, la rebaja por sentencia anticipada y otros de igual naturaleza.
en los demás casos no procede la resolución de situación jurídica y esto significa que
durante el proceso existe plena garantía del derecho de libertad para el procesado, del
cual únicamente puede ser privado en virtud de la sentencia condenatoria
ejecutoriada.
ahora bien, es claro que el cambio legislativo produce unas consecuencias jurídicas
inmediatas frente al tema examinado que la sala procede a precisar, advirtiendo
naturalmente que pueden quedarse por fuera otras situaciones problemáticas.
2. en todo caso, independientemente del código penal más favorable, los procesados
con medida de aseguramiento vigente tienen derecho al reexamen de su situación
jurídica. y si su caso frente a las nuevas normas es de aquellos en los que no hay lugar
a la resolución de situación jurídica tiene que revocarse la medida de aseguramiento y
disponerse la devolución de la caución que eventualmente haya sido prestada.
"dichos delitos de peculado -dice la acusación-son agravados por superar en cada caso
de $500.000.oo el valor de lo apropiado, de conformidad con el artículo 133 del código
penal, modificado por el artículo 2º inciso 2º de la ley 43/82, cuya aplicación resulta
más favorable que la del artículo 19 de la ley 190 de 1995".
la pena prevista para el delito imputado -basta ver el inciso 2º del tipo penal- es de 4 a
10 años de prisión, por lo que no tiene razón la solicitante en la demanda de libertad
para su representado. la conducta, dada su sanción mínima prevista, es de aquellas
en las que es obligatorio resolver la situación jurídica del procesado y en consecuencia
se denegará la petición elevada.
131
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
unica instancia
fecha : 26/07/2001
decision : no accede a solicitud de libertad
procedencia : corte suprema de justicia
ciudad : bogotá d. c.
procesado : ruiz medina, jairo
delitos : peculado por apropiación
proceso : 7026
publicada : si
****************************
frente a los auxilios no gestionados por él, aunque sí invertidos como presidente de la
asociación rafael uribe uribe, carecía de fuero constitucional y la corte entonces no
contaba con competencia para continuar investigándolo, sencillamente porque frente a
esos hechos actuó como un particular y ya había sido despojado de su investidura
parlamentaria por el consejo de estado. lo que hizo la sala, entonces, fue
simplemente aplicar el artículo 90-1 del código de procedimiento penal de 1991, que
impedía la conservación de la unidad procesal frente a hechos que no correspondieran
a la hipótesis de fuero constitucional. por lo demás -como se anotó en la acusación-
entre unos y otros hechos no existía ningún tipo de conexidad sustancial (fl. 197 c.o.
#4).
132
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
2. otro reclamo que realiza la defensa tiene que ver con la circunstancia de no haberse
corrido el traslado previsto en el artículo 280 del código de procedimiento penal
derogado de los "informes" de los funcionarios del cti de la fiscalía obrantes a partir del
folio 1 y del folio 109 del cuaderno original #4....
se trató de informes, es cierto, aunque debe advertir la sala que no de aquellos a los
cuales hacía referencia el artículo 278 del código de procedimiento penal de 1991, que
son los que se debían poner en conocimiento de las partes por 3 días para solicitar
aclaraciones o complementaciones, según el artículo 280 ibídem. la información de los
funcionarios de la fiscalía se limitó a describir unas actividades, a relacionar unos
documentos con sus valores y fechas, al suministro de unos datos sin la inclusión de
conceptos técnicos o científicos, por lo que el traslado echado de menos por la defensa
no se hacía necesario.
debe señalarse, en primer lugar, que la solicitud de nulidad del procesado fue
propuesta de manera extemporánea. contó con todas las oportunidades de hacerlo en
el curso del proceso y especialmente en desarrollo de la audiencia pública, a la cual se
sustrajo de comparecer renunciando con ello al ejercicio de su derecho de defensa
material. no obstante lo precedente, en atención a que la legalidad del proceso es un
presupuesto de la sentencia, la sala se referirá al asunto planteado y adelanta que no
accederá a la declaración de nulidad invocada.
para cuando tuvo lugar la vinculación procesal del exparlamentario (...), entonces, no
cabe duda que los magistrados auxiliares de la sala podían ser comisionados para la
realización de diligencias de indagatoria. la cuestión es ahora determinar si la
ausencia de un documento procesal en el que explícitamente se haya comisionado a la
doctora (...) para la recepción de injurada al imputado, que la corte admite, tiene el
carácter de irregularidad sustancial y debe remediarse a través de la declaración de
nulidad o se trata de una simple informalidad sin trascendencia.
en lo primero que debe hacerse énfasis es que el auto por medio del cual se dispone
una comisión no hace parte de la estructura básica del proceso. se trata de una
determinación del resorte exclusivo del funcionario judicial autorizado para comisionar,
es de cumplimiento inmediato y aunque lo deseable es que se encuentre documentada
dentro del expediente, la ausencia de la formalidad no necesariamente traduce que la
decisión no haya sido adoptada. el supuesto es al contrario, especialmente en los
procesos de competencia de la corte, en los cuales es usual que los magistrados
titulares comisionen a sus auxiliares, lo cual ha sido una práctica constante en el
despacho del ponente de la presente sentencia. así las cosas, obrante una diligencia
llevada a cabo por un magistrado auxiliar sin que aparezca el documento procesal
disponiendo la comisión, la existencia física de la prueba o diligencia hace inferir que la
delegación tuvo ocurrencia, salvo naturalmente frente al evento de que a partir del
contexto de la actuación se demuestre lo contrario.
133
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
la entrega tardía del dinero, ante la evidencia manifiesta de que el procesado se había
apropiado de él, es asimilable a reintegro del bien público y en dichas condiciones
procede el reconocimiento frente al auxilio examinado de la circunstancia de
atenuación punitiva consignada en el inciso 2º del artículo 139 del código penal de
1980, dado que la conducta tuvo ocurrencia después de la apertura de la instrucción y
antes del proferimiento de la sentencia. se advierte de una vez que dicho código es el
aplicable al presente caso al ser más favorable para el acusado que las leyes 190 de
1995 y 599 de 2000.
134
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
7. tres delitos de peculado por apropiación agravados por la cuantía constituyen los
cargos por los cuales la corte condenará al procesado (...). en consecuencia, es claro
que se trata de un concurso homogéneo de tipos, acudiéndose para la labor de la
dosificación punitiva a las normas del código penal de 1980, cuyo sistema de pena es a
todas luces más favorable al acusado.
resulta indiscutible que el delito más grave del cual se debe partir para fijar la pena es
el relacionado con la apropiación de los recursos pertenecientes a la resolución 9674
de 1991. 98 millones de pesos fue el valor del peculado y de ellos se le reconoce al
acusado haber restituido 18. el artículo 133 del código penal, antes de la modificación
introducida por el artículo 19 de la ley 190 de 1995, que es la norma aplicable al caso
en virtud del principio de favorabilidad como ya fue advertido, fija como sanción de
prisión 4 a 15 años y entre dichos extremos punitivos procede la sala a establecer la
imponible en el caso concreto, acudiendo a los criterios para ello previstos en el
artículo 61 del código penal de 1980.
podría alegarse que el hecho de que se considere agravado el peculado por razón de la
cuantía impide que ésta sea a la vez tomada como circunstancia para determinar la
gravedad del hecho punible. no se trata, sin embargo, de una idea aceptable. que el
atentado contra la administración pública sea superior a $500.000.oo lleva a que
cambien los parámetros de pena señalados en el inciso 1º del artículo 133 del código
penal que se aplica. simplemente. pero una vez hecha la determinación de que la
conducta constituye el delito de peculado en su modalidad agravada, resulta obvio
señalar que para efectos punitivos no pueden ser igualados todos los peculados por
apropiación superiores a $500.000.oo. es de sentido común afirmar que en cuanto
mayor sea la cantidad objeto de la defraudación, mayor será la intensidad del daño
potencial o real ocasionado al interés jurídico tutelado y consecuencialmente más
grave el hecho, como en similar sentido se manifestó la sala en sentencia de casación
del 7 de octubre de 1999 (radicación 11.565).
la personalidad del procesado, por último, junto con los otros dos criterios expuestos,
permite el incremento de 2 años a la pena mínima prevista para el delito más grave,
cuya dosificación se está estableciendo.
si lo que se hace traduce lo que se es, nada impide que los mismos actos por los cuales
se decide condenar se constituyan en pilares fundantes y suficientes del juicio sobre la
personalidad que debe realizarse para graduar la pena en los términos del artículo 61
del código penal anterior.
135
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
"en ese ejercicio debe tener en cuenta no solamente que la pena final no debe exceder
el doble de la individualmente considerada como más grave, sino además que ella no
puede resultar superior a la suma aritmética de las que corresponderían en el evento
de un juzgamiento separado de las distintas infracciones, ni de 60 años de prisión,
siguiendo siempre, en el proceso de dosificación individual de cada una de las penas,
los criterios que sobre el particular ha venido sentando la sala en torno a los factores
modificadores de los límites legales (menor y mayor) previstos para cada delito, y a las
reglas que, a la luz del artículo 61 del c.p., le dan un margen de movilidad racional
dentro de los límites mínimo y máximo así deducidos".
_______________________
* cfr. providencia citada del 7 de octubre de 1999. radicación 11.565
** ibídem. rad. 11.565
*** sentencia de casación del 7 de octubre de 1998. radicación 10.987
****************************
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
el artículo 365, numeral 2º del nuevo código de procedimiento penal prevé, en efecto,
la liberación provisional, garantizada mediante caución prendaria, "cuando en
cualquier estado del proceso hubiere sufrido el sindicado en detención preventiva un
tiempo igual al que mereciere como pena privativa de la libertad por la conducta
punible que se le imputa, habida consideración de la calificación que debería dársele",
señalando además "que ha cumplido la pena, el que lleve en detención preventiva el
tiempo necesario para obtener libertad condicional, siempre que se reúnan los demás
requisitos para otorgarla".
a su vez el artículo 64 del también nuevo código penal, sujeta la liberación condicional
a requisitos tales como: que la pena privativa de libertad impuesta al procesado sea
mayor a tres años; que haya descontado las tres quintas partes de dicha condena y
"que de su buena conducta en el establecimiento carcelario pueda el juez deducir,
motivadamente, que no existe necesidad de continuar con la ejecución de la pena", no
pudiendo negarse tal beneficio pretextando "las circunstancias y antecedentes tenidos
en cuenta para la dosificación de la pena".
además el artículo 480 de la ley 600 de 2.000 exige que a la solicitud se acompañe la
resolución favorable del consejo de disciplina, o en su defecto del director del
respectivo establecimiento carcelario, copia de la cartilla biográfica y de los demás
documentos que demuestren los requerimientos del código penal.
****************************
con la ley 504 del 25 de junio de 1999 fueron creados los juzgados penales del circuito
especializados, que tendrán competencia para conocer de los delitos señalados en el
artículo 5° de la citada ley, cometidos dentro de su respectivo circuito judicial, que será
fijado por el consejo superior de la judicatura, de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 85, numeral 6° de la ley 270 de 1996.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
mediante acuerdo n° 527 del 28 de junio de 1999, la sala administrativa del consejo
superior de la judicatura, creó y organizó los circuitos penales especializados en todo el
territorio nacional, para fijar la competencia territorial de los juzgados penales del
circuito especializados, en cumplimiento a lo establecido en la ley 504 de ese año. al
efecto estableció en el artículo primero, numeral 10.1 el "circuito penal especializado
de cundinamarca, cuya cabecera es la ciudad de santa fe de bogotá, d. c., con
competencia sobre los municipios que conforman el distrito judicial de cundinamarca",
y en el numeral 24.1 del mismo artículo, el "circuito penal especializado de santa fe
bogotá, cuya cabecera es la ciudad del mismo nombre, con competencia sobre los
municipios que conforman el distrito judicial de santa fe de bogotá."
está visto que cuando el lugar de comisión del delito sea incierto, o se haya realizado
en varios sitios o en el extranjero, el artículo 83 del actual estatuto procesal penal (80
anterior), establece que conocerá a prevención el funcionario judicial competente por
la naturaleza del hecho, del territorio en el cual se haya formulado la denuncia, o
donde primero se hubiere proferido resolución de apertura de instrucción. en el asunto
examinado, la denuncia se formuló en el unase rural de cundinamarca y la resolución
de apertura de instrucción la adoptó en su momento la fiscalía regional delegada ante
ese grupo, con campo de actividad sobre el departamento y no en el distrito capital. el
secuestro se había ejecutado en guaduas, cundinamarca, y si bien la perpetración
permanente llevó a que también se verificará en el distrito capital (bosa), a
prevención se impone la competencia originalmente desplegada.
138
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
****************************
el artículo 500 del código de procedimiento penal anterior, dispone que una vez en
firme la sentencia condenatoria, la coordinación de su ejecución corresponde al juez de
ejecución de penas y medidas de seguridad.
como quiera que no han sido creados jueces de ejecución de penas y medidas de
seguridad en todas las ciudades donde funcionan centros carcelarios, la solución a esa
carencia la dispensan los artículos 15 transitorio del código de procedimiento penal
(parágrafo transitorio del artículo 79 de la ley 600 de 2000) y 1° del acuerdo 54 de
1994 del consejo superior de la judicatura, sala administrativa, preceptos que
determinan que en los lugares donde no existan tales funcionarios, dicha atribución
será cumplida por el juez que dictó el fallo de primera instancia.
de lo anterior se infiere que fue acertada la decisión del juez de ejecución de penas y
medidas de seguridad de bogotá al abstenerse de asumir la ejecución de la condena
impuesta por el juzgado sexto ¿penal del circuito de ibagué contra (...), quien disfruta
de libertad condicional otorgada por su homólogo tercero de aquella ciudad.
no son razones de "orden práctico" a las que alude el juez que trabó el incidente las
que inciden en la determinación del funcionario a quien corresponde vigilar el
cumplimiento de la sentencia en este caso; aún así, es de ver que en la ciudad de
ibagué se adelanta el proceso en virtud del cual en la actualidad (...) se encuentra
privado de la libertad y que allí se cumplirían los actos procesales que por mandato de
la ley exigen su presencia.
139
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
****************************
si no se cumplen esos requisitos, la censura no puede tener éxito, toda vez que a la
corte, por virtud del principio de limitación, le está vedado corregir los defectos del
libelo.
lo único ineficaz es ese elemento de convicción, del que no dependen los restantes
aducidos legalmente, ni los demás actos procesales, también legalmente realizados.
140
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
la instrucción y, por ende, que la indagatoria de (...) fue recibida antes de haberse
proferido, se trata de una hipótesis, no siendo la casación la sede adecuada para
formularla, donde sólo es procedente denunciar los errores in iudicando o in
procedendo cometidos por el fallador, al tenor de las causales expresa y taxativamente
señaladas por la ley, demostrarlas y evidenciar su trascendencia. además, se está en
presencia de un documento público, del que se presume no sólo su autenticidad sino
su veracidad, sin que exista acto judicial que desvirtúe tal presunción.
4. confunde el error de hecho por falso juicio de identidad con el de hecho por falso
juicio de existencia por omisión, cuando afirma que se incurrió en el último al
pretermitir la valoración de parte de la prueba, sin percatarse que en éste el medio no
se considera, se ignora, en tanto que en el primero si se tiene en cuenta pero se toma
parcialmente, falseando su expresión fáctica y haciéndole producir efectos que no se
derivan de su contexto.
sin embargo, del desarrollo del cargo se infiere que el impugnante quiso referirse a la
última modalidad.
desconoce que el error de hecho por falso juicio de identidad, consiste en falsear el
contenido material de la prueba, en forma tal que no hay identidad entre lo que ella
materialmente dice y lo que el sentenciador manifiesta que su texto contiene, y no en
discrepar de la credibilidad que le fue otorgada o negada, lo que no configura desatino
demandable en casación, dentro del método de la persuasión racional que nos rige, en
el que el juzgador goza del poder discrecional para valorarla, sólo limitado por los
postulados de la sana crítica, cuya vulneración debe denunciarse y desarrollarse por la
vía del error de hecho por falso raciocinio.
sentencia casación
fecha : 01/08/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : cundinamarca
procesado : hernandez mahecha, ofelia
procesado : hernandez mahecha, marcos
delitos : hurto agravado
proceso : 15756
publicada : si
****************************
tal criterio, no sobra reiterar, parte de la consideración que "en eventos como el
141
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
en este orden de ideas, se tiene que la demanda fue allegada dentro del término que
preveía el artículo 6º de la ley 553 de 2000 por entonces vigente, mediante escrito en
el cual se dedicó un acápite a fundamentar la viabilidad del ataque propuesto y, así las
cosas, ningún reparo surge en cuanto a la satisfacción de los requisitos formales que
condicionan la casación excepcional, pues fue incoada en forma oportuna por sujeto
procesal revestido de interés jurídico, contra fallo de segunda instancia emitido por un
juzgado penal del circuito.
casación discrecional
fecha : 01/08/2001
decision : inadmite la casación excepcional incoada
procedencia : juzgado 2 p. c.
ciudad : honda - tolima
procesado : espinosa gallego, maria elsy
delitos : invasión de tierras o edificios
proceso : 18169
publicada : si
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de ahí que el artículo 87 del código citado exija que el interesado deba motivar la
solicitud y aportar las pruebas en que se funda, so pena de que la petición no
prospere.
142
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
cambio de radicación
fecha : 01/08/2001
decision : niega el cambio solicitado
procedencia : juzgado p. c.
ciudad : magangué - bolivar
procesado : bravo de luis, wilmer enrique
proceso : 18282
publicada : si
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por otra parte, los solicitantes no demostraron cómo esas circunstancias pueden
afectar la imparcialidad y la independencia de los funcionarios judiciales en la etapa de
juzgamiento o las garantías de los sujetos procesales, pues los efectos que le atribuyen
143
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
cambio de radicación
fecha : 01/08/2001
decision : niega el cambio solicitado
procedencia : juzgado p. c. e.
ciudad : pereira
procesado : sanchez salazar, luis eduardo
delitos : secuestro extorsivo
proceso : 18547
publicada : si
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1. los errores en la apreciación probatoria que dan lugar a configurar la causal primera
de casación, apartado segundo, por violación indirecta de la ley sustancial; la
consecuente invalidación del fallo de mérito, y el proferimiento del que deba
reemplazarlo, pueden ser de hecho o de derecho.
cuando la censura se orienta por el falso juicio de existencia por suposición de prueba,
compete al casacionista demostrar mediante la indicación correspondiente del fallo
donde se aluda a dicho medio que materialmente no obra en el proceso; y si lo es por
omisión de ponderar prueba que material y válidamente obra en la actuación, es su
deber concretar en qué parte del expediente se ubica ésta, qué objetivamente se
establece de ella, cuál el mérito que le corresponde siguiendo los postulados de la
sana crítica, y cómo su estimación conjunta con el arsenal probatorio que integra la
actuación, da lugar a variar las conclusiones del fallo, y, por tanto modificar la parte
resolutiva de la sentencia objeto de impugnación extraordinaria.
144
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
debido a ello, en aras de la claridad y precisión que debe regir la fundamentación del
instrumento extraordinario de la casación, compete al actor identificar nítidamente el
tipo de desacierto en que se funda, individualizar el medio o medios de prueba sobre
los que predica el yerro, e indicar de manera objetiva cuál es su contenido, cuál el
mérito atribuido por el juzgador, la incidencia de éste en las conclusiones del fallo, y la
norma de derecho sustancial que indirectamente resultó excluida o indebidamente
aplicada y cómo, de no haber ocurrido el desacierto, el sentido del fallo habría sido
sustancialmente distinto y opuesto al impugnado, integrando de esta manera lo que se
conoce como proposición jurídica del cargo y la formulación completa de éste.
de manera que si el error radica en la apreciación del hecho indicador, dado que
necesariamente éste ha de acreditarse con otro medio de prueba de los legalmente
establecidos, necesario resulta postular si el yerro fue de hecho o de derecho, a qué
expresión corresponde, y cómo alcanza demostración para el caso.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
146
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
sentencia casación
fecha : 02/08/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d. c.
procesado : saavedra valencia, carlos alirio
delitos : homicidio
proceso : 12062
publicada : si
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cosa distinta es lo que acontece con el cargo cuarto atinente al concierto para lavar
dinero, pues esta específica modalidad necesariamente debe complementarse con lo
dispuesto en los artículos 247 a y 247 c (323 y 324 de la ley 599 de 2.000), más aún
cuando el concierto que en estos términos se le imputa tiene que ver con los delitos
previstos y sancionados en el título 18, sección 1956 (a)(1)(a)(7)(b)(i) y (c), esto es
"llevar a cabo e intentar llevar a cabo" transacciones financieras sobre bienes
provenientes de actividades ilícitas, a sabiendas de ello, en los estados unidos, con el
propósito de disfrazar la naturaleza, lugar, fuente, propiedad o control de las ganancias
producto de una actividad específica en la que se involucraban fondos e instrumentos
monetarios, incluyendo moneda de los estados unidos en valor superior a los u.s.
147
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
10.000.
a. en lo que tiene que ver con el primer argumento del apoderado de (...) en el sentido
de que como tal exigencia comporta una garantía de especial envergadura frente a los
derechos del solicitado, es necesario que se trate de un juicio con todas las reglas, es
decir, uno donde se tenga la oportunidad de pedir y controvertir las pruebas, tener un
defensor y en fin, que se aplique el principio de la investigación integral, es evidente
que se parte del equívoco supuesto de esperar una identidad en los sistemas
procedimentales del país solicitado y el requirente, lo cual no se compadece ni con la
naturaleza de la extradición entendida como mecanismo de cooperación internacional
en la lucha contra el crimen, ni con el contenido mismo del numeral 2º del artículo 549
del código de procedimiento penal (511 de la ley 600 de 2.000), el cual hace exclusiva
referencia a una decisión mediante la cual se le hayan definido fáctica y jurídicamente
los cargos a la persona solicitada, esto es, se trata de un presupuesto en donde como
mínimo se debe tener la certeza de que hay mérito para adelantar en su contra un
juicio conforme a las normas del estado solicitante.
b. en lo que tiene que ver con las apreciaciones del representante judicial de (...)
atinentes a que el indictment no es equiparable a la resolución de acusación nuestra
porque no contiene los requisitos señalados en los artículos 441 y 442 del estatuto
procesal anterior, actualmente contenidos en los artículos 397 y 398 de la ley 600 de
2.000, igualmente se advierte un punto de partida sofístico, pues no es posible exigir
una plena correspondencia en tal sentido, precisamente por la diferencia del sistema
procesal del país requirente, sin que sean aceptables las críticas en lo concerniente a
que la sala ha retomado el criterio asumido durante la época en que permaneció
vigente la ley aprobatoria del tratado de extradición entre colombia y los estados
unidos, suscrito en 1.979, pues, por el contrario, la jurisprudencia la sala ha sido
uniforme en tal sentido.
en efecto, aún desde 1.983, fecha anterior a la del concepto que cita la defensa como
aquél en el que se aceptó sin ambagues la explicación que en tal sentido dieran las
autoridades norteamericanas al absolver una consulta elevada por la sala, esta
corporación mantenía el siguiente criterio:
b) g.v.g fue requerido ante el gran jurado y este lo acusó ante el tribunal federal del
distrito sur de florida por ser competente para el asunto y,
sin embargo, para sostener la equivalencia sustancial entre la acusación del gran
jurado y el auto de proceder de la legislación penal colombiana, se advierte, además:
a) que como el auto de enjuiciamiento del derecho colombiano la acusación del gran
jurado es un pliego de cargos que se le formula al procesado para que se defina en el
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
juicio,
c) que esa acusación o pliego de cargos señala de manera suscinta las disposiciones
legales violadas y su ubicación genérica y específica y,
"si a ello se agrega que la legislación procesal de los estados unidos se estructura
sobre el sistema acusatorio, y que el pliego enjuiciatorio lo formula el fiscal o el gran
jurado, según el caso, que en éste la acusación es pliego de cargos en contra del
procesado para que se defienda de ellos en el juicio, que contiene la descripción de la
conducta típica imputada, con las circunstancias que la especifican, el lugar y la fecha
o época de su ocurrencia, y señala las disposiciones sustanciales realizadas y su
ubicación genérica y específica en el código de la materia, y que con dicho acto, como
sucede en la legislación colombiana, se interrumpe por regla general la prescripción de
la acción penal, no queda duda que la persona reclamada en extradición en este caso,
ha sido acusada y llamada a responder en juicio por las autoridades de los estados
unidos de américa".
"de admitirse la tesis que propugna por la no equivalencia del "indictment" con la
resolución de acusación en el sistema colombiano, llevaría a tener que reconocer que
solo es posible conceptuar favorablemente ante los estados que tienen sistemas
procesales idénticos al nuestro, lo cual no resulta acertado dado que precisamente
bajo el entendido de ostentar diferencias, la ley colombiana no establece que deba
existir identidad de presupuestos sustanciales y procesales con la resolución de
acusación prevista por el ordenamiento doméstico, menos aún si se conviene en
aceptar que en contraste con el colombiano en el sistema judicial del país que eleva la
solicitud (estados unidos de américa), el juicio no puede seguir adelante sin la
presencia física del procesado, como para suponer que solamente con base en el fallo
con se le ponga fin habría de ser solicitada la extradición". (concepto del 12 de
diciembre de 2.000, m.p., dr. fernando arboleda ripoll, rad. 16.720).
en efecto, el personal estudio que hace la defensa sobre lo expuesto en el referido fallo
de constitucionalidad sobre los principios de jurisdicción de los estados, da por
descontado que solo por razón del principio de jurisdicción universal sería viable el
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
pedido de extradición en este asunto, lo cual no puede obedecer sino a una errada
lectura de lo expuesto sobre dicho tema por la corte constitucional, pues allí se definió
como el que "atribuye a todos los estados del mundo la facultad de asumir
competencia sobre quienes cometan ciertos delitos que han sido especialmente
cometidos por la comunidad internacional, tales como el genocidio, la tortura o el
terrorismo, siempre que tales personas se encuentren en su territorio nacional, aunque
el hecho no haya sido cometido allí. este principio cuyo carácter consuetudinario no ha
recibido general aceptación, ha sido no obstante, consagrado expresamente en varios
convenios internacionales que vinculan a colombia; por ello, puede afirmarse que, en
este punto del desarrollo del derecho internacional, el principio de jurisdicción
universal opera cuando consta en un tratado" (subraya la corte).
lo anterior, por el contrario, pone de presente que dicho principio no tiene nada que ver
con el presente asunto, pero no por las razones que expone la defensa bajo el
entendido de la única posibilidad de su aplicación en este caso sería ante la existencia
de tratado entre colombia y los estados unidos, sino porque, como claramente se
desprende del texto transcrito, hace relación a una competencia universal en la que
cualquier estado estaría facultado para juzgar a una persona, sin importar su
nacionalidad ni el lugar donde cometió el delito, cuando se trate de conductas cuya
persecución está atribuída a la comunidad internacional.
esa es, precisamente su razón de ser, pues resultaría absurdo que tratándose de una
competencia que se puede arrogar cualquier estado, se condicione su ejercicio a que la
persona se encuentre en su país de origen, de lo que se trata es que, en el evento de
que un individuo que ha cometido esa clase de delitos perseguidos por la comunidad
internacional se encuentre en otro diverso del de su nacionalidad, éste pueda juzgarlo
por ello, así no se haya cometido allí la infracción, o se someta a la persona acusada a
la jurisdicción de un tribunal internacional aceptado y reconocido por los estados parte.
eso es lo que justifica la necesidad de la existencia de tratado, pues lo que se pretende
es una mayor efectividad en la persecución de delitos catalogados como de lesa
humanidad, o de aquellos que atentan contra la paz y seguridad de la comunidad de
naciones; de ahí que, en algunos tratados como la convención internacional sobre la
represión y castigo del apartheid y la convención para la prevención y la sanción del
delito de genocidio, los estados contratantes reconocen la jurisdicción de una corte
internacional como competente para esta clase de juzgamientos.
concepto extradición
fecha : 02/08/2001
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
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por eso, a pesar de anotar que tal designación es sólo para la injurada, la función del
defensor se prolonga hasta la culminación del diligenciamiento. adicionalmente,
aunque la fiscalía se haya equivocado al así escribir, el abogado y la propia entidad
instructora asumieron la continuidad, como debía ser, pues se le notificó la resolución
de la situación jurídica y debió continuar ejerciendo el cargo hasta la asunción por
nuevo defensor, el 13 de marzo de 1996 (fs. 139, 149, 159, 166 y 167).
3. para nada es válido, de otra parte, el reproche sobre la falta de careo, no estando
impedida la contraposición de los relatos opuestos sin necesidad de la obsoleta
presencia frente a frente de los opugnadores. no es el careo un medio de prueba, en
sentido estricto, sino un mecanismo para volver a exponer, dentro de una misma
diligencia, versiones discordantes, que es posible confrontar, replicar y contrastar sin la
presencia física simultánea de los deponentes, resultando sin base acudir al código de
procedimiento civil para revivir una actuación manifiestamente excluida de la ley
procesal penal, según recuerda el representante del ministerio público.
4. debe finalmente observar la sala, que el ajuste punitivo que pudiere derivarse de la
aplicación por favorabilidad de los preceptos respectivos de la ley 599 de 2000, debe
ser considerado por el correspondiente juez de ejecución de penas y medidas de
seguridad (art. 79-7 l.600 de 2000).
sentencia casación
fecha : 02/08/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : medellín
procesado : alban velez, ruben dario
delitos : porte de armas de defensa personal, homicidio agravado
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
proceso : 13811
publicada : si
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ante el juzgado regional de bogotá, el fiscal delegado para ese proceso dentro del
término legal interpuso el recurso de apelación contra la sentencia absolutoria de
primer grado, siendo resuelta por la sala de descongestión adscrita a la sala penal del
tribunal superior de bogotá, empero, tal decisión fue objeto de acción de tutela que lo
dejó sin valor ni efecto por la eventual vulneración al debido proceso.
"8.- la estructura del proceso colombiano impone esta decisión, pues una definición
distinta del problema jurídico la desconocería.
152
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
"8.2.- pero ese fuero constitucional que ampara a los miembros del congreso de la
república cuando los mismos acceden al parlamento, no puede originar el
desconocimiento de las reglas ordinarias de investigación y juzgamiento que en cada
caso particular rigieron mientras se carecía de la protección foral, al punto de limitar el
alcance o la fuerza de las decisiones adoptadas por quienes en su momento actuaron
con jurisdicción y competencia en el asunto. tal inobservancia desconocería las reglas
del debido proceso que como derecho fundamental rige para todo tipo de actuaciones
judiciales y administrativas.
"en este mismo debido proceso incluía la posibilidad de recurrir tal decisión por parte
del denunciante, tal como ocurrió, al punto que se alcanzó a definir el recurso de
reposición en el sentido de mantener la decisión impugnada.
"8.5.- en tal situación, la corte no puede hacer otra cosa que asumir el asunto en el
estado en que lo encuentra y amoldarlo al rito que compone el debido proceso de los
asuntos que aquí se tramitan, sin que pueda desconocer todos aquellos actos
procesales que ocurrieron antes de su conocimiento, en tanto hayan sido adelantados
con competencia.
"8.6.- tal forma de solución no desconoce que algunos actos procesales pueden no
agotar su finalidad, como en este caso concreto la impugnación de la resolución
inhibitoria, que aunque formulada como reposición y apelación, se impidió el
desenvolvimiento del recurso de alzada, pero reconoce la plena vigencia del actio
impugnado y le deja cumplir la finalidad para la que esta destinado: definir la
investigación previa.
__________________________
* c.s.j.m.p. dr. mejia escobar, carlos eduardo, septiembre 29 de 1999.
unica instancia
fecha : 09/08/2001
decision : declara en firme sentencia absolutoria, levanta
medidas
y orden de captura
procedencia : corte suprema de justicia
ciudad : bogotá d. c.
procesado : almario rojas, luis fernando
delitos : enriquecimiento ilícito
proceso : 17308
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
1. sostiene el censor que el tribunal incurrió en errores por falso juicio de identidad
porque al valorar los testimonios de (...) y (...) desconoció las reglas de la sana crítica.
hace coexistir, en consecuencia, en el marco del mismo cargo, los errores de hecho por
falso juicio de identidad y por falso raciocinio, lo cual constituye un contrasentido.
en efecto, es cierto que estos dos tipos de equívocos están referidos a los medios de
prueba, pero cada uno de ellos obedece a diversa naturaleza y acontece en momentos
lógicamente distintos. mientras que el primero (falso juicio de identidad) es de carácter
objetivo, contemplativo, versa sobre la realidad material de la prueba y surge cuando
al apreciarla se falsea su expresión literal poniéndola a decir lo que su texto no reza, el
segundo es de carácter valorativo y ocurre cuando el juzgador no obstante apreciar el
medio de persuasión en su exacta dimensión objetiva, al analizarlo se aparta
manifiestamente de los postulados de la sana crítica.
pero con independencia de ser contradictorio el enunciado del cargo, observa la sala
que el defensor no desplegó ningún esfuerzo argumentativo tendiente a demostrar la
real existencia de uno u otro tipo de yerro, pues no superó el escenario de la simple
discusión sobre la credibilidad otorgada a la prueba testimonial invocada; simplemente
opuso sus conclusiones personales a las de los falladores, al estilo de un escrito de
instancia.
de otra parte, como la misma ley lo dice (artículo 207-1 del código de procedimiento
penal), la infracción debe estar referida a "norma sustancial", característica que no
acompaña al artículo 247 del estatuto procesal anterior. se equivoca entonces el
memorialista cuando se refiere a tal disposición como presuntamente violada pues las
reglas procedimentales, en general, no son "sustanciales", y por lo tanto no son
pasibles de la transgresión mencionada.
2. al integrar las resoluciones de 1º. y 2º. grados proferidas por la fiscalía general de la
nación refulge nítido que la acusación contra los procesados (...) y (...) fue por los
delitos de homicidio agravado (con sevicia y colocando a la víctima en estado de
indefensión) y hurto calificado (por la indefensión de la víctima) y agravado (por
haberse realizado de noche y por dos personas previamente acordadas), de que tratan
los artículos 323 y 324 numerales 6º. y 7º., 349, 350, numeral 2º., y 351 numerales 9º.
y 10º. del código penal. estas imputaciones corresponden integralmente a las
deducidas por los falladores.
olvidó el defensor que las dos partes (motiva y resolutiva) que conforman la resolución
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
sentencia casación
fecha : 09/08/2001
decision : sentencia casación
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : cundinamarca
procesado : guzman leal, oscar adolfo
delitos : hurto calificado y agravado, homicidio agravado
proceso : 14567
publicada : si
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1. importa de antemano precisar que como para ello se vale el apoderado del
requerido de una serie de apreciaciones sobre el debido proceso, el concepto de juez
natural, de territorialidad y soberanía, al igual que de los antecedentes históricos
legislativos y jurisprudenciales sobre los convenios suscritos entre colombia y los
estados unidos en materia de extradición, así como de la naturaleza del concepto del
ministerio de relaciones exteriores, su planteamiento es, en el fondo, contradictorio
con sus demás argumentos, pues mientras todos los anteriores temas le sirven de
fundamento para sostener que no se puede emitir concepto favorable en este caso
porque la normatividad llamada a regular y a dar las pautas del debido proceso en este
trámite es el tratado de extradición de 1.979, según el cual, además, es necesario que
las autoridades judiciales colombianas valoren el contenido de las pruebas
incriminatorias, de otra parte aduce que como esos medios se practicaron en colombia
y con destino a una investigación aquí adelantada, deben apreciarse y calificarse de
nulas y violatorias de los derechos fundamentales del procesado conforme a la
legislación nacional.
sin embargo, y dejando de lado ese dislate conceptual que implican tales
planteamientos de la defensa, en cuanto a lo primero, debe decirse, que la extensa
exposición del abogado de ochoa ruÍz tendiente a demostrar tanto la vigencia, que no
aplicabilidad, del tratado de extradición de 1.979 y consecuencialmente el equívoco
del concepto del ministerio de relaciones exteriores al sostener que como no existe
convenio "aplicable" al caso, procede observar las disposiciones del código de
procedimiento penal sobre la materia, no tiene otra finalidad que la de desconocer su
contenido, lo cual, a no dudarlo, no deja de ser un tema sobre el que ya suficiente y
ampliamente se ha pronunciado la sala en el sentido de que debido a la naturaleza
prevalentemente administrativa del trámite de extradición en nuestro medio, el
gobierno nacional tiene una activa e injerente participación tanto en la etapa previa
como en la posterior a la intervención que en estos asuntos le compete a la corte; de
ahí que, recibida la documentación en el citado ministerio, sea remitida junto con el
concepto sobre la normatividad aplicable al de justicia y del derecho, para que después
de revisarse allí y constatar que se ha perfeccionado, se envíe, a su turno, a esta
corporación para que conceptúe sobre su viabilidad.
desde este punto de vista, resulta claro que es el gobierno nacional el que, como
depositario y director del manejo de las relaciones internacionales la autoridad
competente para fijar en estos asuntos el marco normativo a seguir, lo cual hace por
intermedio del ministerio de relaciones exteriores, por ser la entidad encargada de
gestionar lo relacionado con la firma, canje de esta clase de instrumentos
internacionales, etc., siendo por ende el facultado para determinar en el ordenamiento
interno la vigencia o aplicabilidad de los mismos, escapando por ende, al resorte de la
corte, por el principio de la autonomía de los poderes públicos, la posibilidad de
155
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
sobre este tema, se hace también necesario destacar, que como la defensa de ochoa
ruÍz sostiene que no se satisface esta exigencia porque como los cargos por los que se
acusa al solicitado son de mera conspiración, debe, en primer lugar aclararse, como se
hizo recientemente con ponencia de quien aquí cumple el mismo cometido, respecto
de otro individuo reclamado en extradición capturado también con motivo de la
operación milenio, que:
"en este sentido, importa precisar, que a diferencia de lo expuesto por la defensa en el
sentido de que todos los cargos imputados en la cuarta resolución acusatoria no. 99-
6153 cr-ryskamp (s)(s)(s)(s) a luis fernando rebellon arcila son equiparables en
colombia con el delito de concierto para delinquir, no es ese el criterio de la sala, pues
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
en lo que tiene que ver con los cargos dos y tres, atinentes al concierto para distribuir
y poseer y concierto para importar corresponden a la específica modalidad de
concierto para delinquir relacionado con actividades de narcotráfico prevista en el
código penal colombiano en el inciso tercero del artículo 186 como se anotó en
precedencia.
cosa distinta es lo que acontece con el cargo cuarto atinente al concierto para lavar
dinero, pues esta específica modalidad necesariamente debe complementarse con lo
dispuesto en los artículos 247 a y 247 c (323 y 324 de la ley 599 de 2.000), más aún
cuando el concierto que en estos términos se le imputa tiene que ver con los delitos
previstos y sancionados en el título 18, sección 1956 (a)(1)(a)(7)(b)(i) y (c), esto es
"llevar a cabo e intentar llevar a cabo" transacciones financieras sobre bienes
provenientes de actividades ilícitas, a sabiendas de ello, en los estados unidos, con el
propósito de disfrazar la naturaleza, lugar, fuente, propiedad o control de las ganancias
producto de una actividad específica en la que se involucraban fondos e instrumentos
monetarios, incluyendo moneda de los estados unidos en valor superior a los u.s.
10.000.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
"si a ello se agrega que la legislación procesal de los estados unidos se estructura
sobre el sistema acusatorio, y que el pliego enjuiciatorio lo formula el fiscal o el gran
jurado, según el caso, que en éste la acusación es pliego de cargos en contra del
procesado para que se defienda de ellos en el juicio, que contiene la descripción de la
conducta típica imputada, con las circunstancias que la especifican, el lugar y la fecha
o época de su ocurrencia, y señala las disposiciones sustanciales realizadas y su
ubicación genérica y específica en el código de la materia, y que con dicho acto, como
sucede en la legislación colombiana, se interrumpe por regla general la prescripción de
la acción penal, no queda duda que la persona reclamada en extradición en este caso,
ha sido acusada y llamada a responder en juicio por las autoridades de los estados
unidos" (concepto del 12 de diciembre de 2.000, m.p., dr. fernando arboleda ripoll, rad.
16.720).
concepto extradición
fecha : 09/08/2001
decision : conceptúa favorablemente respecto a cargos dos
y tres
pais requirente : estados unidos de américa
requerido : ochoa ruiz, ricardo pastor
delitos : concierto para delinquir - ley 30/86, lavado de activos
proceso : 16702
publicada : si
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es claro que los recursos son medios concedidos por la ley a los sujetos procesales,
para propiciar la corrección de los yerros en que hayan podido incurrir los servidores
judiciales, de manera que la facultad de interponerlos y el deber de sustentarlos
cabalmente, están radicados en el prudente criterio, idoneidad y responsabilidad del
interesado, que debe ejercer el derecho de impugnación, como toda postulación, al
interior del proceso correspondiente, por cualquiera de los medios autorizados por la
ley; de tal manera, la interposición y la sustentación tienen que hacerse valer ante el
despacho que profirió la providencia, y es con la fecha en que allí se acrediten que se
determinará si lo fueron dentro de los precisos términos instituidos al efecto.
recurso de queja
fecha : 09/08/2001
decision : declara bien denegado por extemporáneo el
recurso de
casación
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : pasto
procesado : angulo arias, milton enrique
delitos : estafa
proceso : 18445
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
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en asunto similar al que hoy aquí se discute, rdo. 17.560, y con ponencia de quien
cumple idéntico cometido, tuvo oportunidad la sala de pronunciarse en proveído del 22
de mayo del año en curso acerca de la materia debatida, cuya regulación en la
legislación derogada la hacía el art. 80, siendo reproducida en los mismos términos por
el artículo 83 del novísimo código de procedimiento penal -ley 600 del 24 de julio del
año 2000-.
"por regla general, el juez competente para conocer de un asunto resulta ser, en virtud
del factor territorial, el del lugar de comisión del hecho. empero, el artículo 80 del c. de
p. penal establece excepciones a dicho principio al regular sobre la competencia a
prevención, disponiendo que en los eventos en que el hecho se haya realizado en
varios sitios, en lugar incierto o en el extranjero -regla que igualmente impera para los
delitos conexos-, conocerá del caso por la naturaleza del hecho el funcionario judicial
del territorio:
en efecto, si bien es cierto que a las víctimas se las arrebató y retuvo en esta ciudad
capital -distrito judicial de bogotá-, también lo es que esa retención se prolongó en el
espacio y en el tiempo al mantenérseles ocultas en lugar diverso a aquél, valga decir,
en jurisdicción del distrito judicial de tunja, pretendiéndose así mismo obtener el
provecho ilícito perseguido con la acción delincuencial -el cobro del rescate- en un
punto geográfico perteneciente al distrito judicial de cundinamarca, distinto a los dos
inicialmente citados. otra cosa es que el agotamiento del comportamiento típico no se
hubiese logrado, por la oportuna intervención de los cuerpos de seguridad del estado
que impidieron que los plagiarios se hicieran al botín reclamado.
ahora, sabiéndose que entre los delitos conexos imputados a los procesados se
encuentra el de porte ilegal de arma de fuego de defensa personal -comportamiento
punible con carácter de conducta permanente-, y que en su huída los plagiarios junto
con las víctimas luego de salir de bogotá irrumpieron en el espacio geográfico de los
distritos judiciales de cundinamarca y boyacá, dichos factores permiten reiterar, sin
hesitación alguna, que la mentada ilicitud se perpetró en varios sitios.
no son pues, "la mayor jerarquía" de uno de los delitos por los cuales se procede en
determinado asunto, que aquí lo sería el secuestro extorsivo, o por esa razón, el lugar
donde se "configuró la afectación del derecho de locomoción", o donde se "ideó,
planeó y ejecutó" la conducta punible, o donde se "fraguó" la misma, los factores que
permitan establecer en cada caso el juez competente que deba conocer de la
correspondiente actuación, como erradamente lo concibe el juez primero penal del
circuito especializado de cundinamarca.
ciertamente, existiendo una regulación legal y taxativa de los eventos en los que es
menester acudir a la aplicación de las reglas que determinan la competencia a
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
prevención, a ellas ha de estarse. por manera que, establecido como se tiene que en
el presente asunto se procede por delitos conexos, y que en relación con las conductas
punibles juzgadas su consumación se produjo en diversas jurisdicciones, la solución al
conflicto planteado no puede ser distinta a la que para estos casos contempla el
artículo 83 del c. de p. penal actualmente vigente, o el 80 de la antigua codificación.
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2. el error de hecho por falso juicio de identidad, ha sido dicho por la corte, se presenta
cuando el juzgador al apreciar una determinada prueba, cercena, adiciona, o altera su
contenido material, haciéndole expresar lo que realmente no dice. es de carácter
objetivo contemplativo, y su demostración supone acreditar que la aprehensión que los
juzgadores hicieron de su contenido en los fallos, no guarda correspondencia con su
verdadera expresión literal.
esta forma de argumentar contraría los principios de técnica que deben ser
observados en sede casacional, y que imponen que cada propuesta de ataque se
presente en forma independiente, con el fin de poder concretar el alcance de la
impugnación, y que en la fundamentación de cargo se haga claridad y precisión sobre
los siguientes aspectos básicos: causal invocada, cargo propuesto, señalamiento y
demostración del error cometido, y determinación de su consecuencias jurídicas.
alegaciones como las presentadas por la casacionista, donde son involucrados dentro
del mismo reparo propuestas incompatibles, y argumentos de índole diversa, propios
de causales distintas, resultan abiertamente contrarias a los requerimientos técnicos
que vienen de ser mencionados, e impiden determinar el verdadero sentido del
reproche. y sabido es que la corte, en virtud del principio de limitación que rige el
recurso, y el carácter rogado y dispositivo del mismo, no puede motu proprio entrar a
revisar toda la actuación procesal con el fin de determinar si se incurrió por parte de
los juzgadores en un vicio de carácter in iudicando o in procedendo, pues hacerlo,
implicaría liberar al demandante de una obligación que por mandato legal le
corresponde, y además, darle a la casación el tratamiento propio de un grado
jurisdiccional de consulta.
sentencia casación
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
fecha : 15/08/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal nacional
ciudad : bogotá d. c.
procesado : astaiza alegria, eider
delitos : porte de armas de defensa personal, secuestro extorsivo
proceso : 15119
publicada : si
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por regla general, es competente para conocer de un determinado asunto, el juez del
lugar de comisión del hecho, en virtud del factor territorial.
sin embargo, cuando ese marco espacial sea incierto, o el delito se haya realizado en
varios sitios, o en el extranjero, resulta aplicable la previsión del artículo 83 del nuevo
código de procedimiento penal, que regula la competencia a prevención, fijándola en
"el funcionario judicial competente por la naturaleza del asunto, del territorio en el cual
se haya formulado primero la denuncia, o donde primero se hubiere avocado la
investigación. si se hubiere iniciado simultáneamente en varios sitios, será competente
el funcionario judicial del lugar en el cual fuere aprehendido el imputado y si fueren
varios los capturados, el del lugar donde se llevó a cabo la primera aprehensión".
atendiendo al sentido del precepto, de manera secuencial debe irse descartando cada
uno de los presupuestos relacionados.
téngase en cuenta para ello que el acta que contiene los cargos para sentencia
anticipada, al igual que el acuerdo de la anterior audiencia especial, son equivalentes a
la resolución de acusación, tal como lo previene el artículo 40-7 del nuevo código de
procedimiento penal (artículo 37b-2 del anterior estatuto procesal).
los procesados en este evento, aceptaron el cargo por el delito de extorsión, y en esa
medida corresponde establecer quien es el juez competente, en los términos del
artículo 81 y ss. del código de procedimiento penal.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
de manera secuencial, la misma norma señala las reglas establecidas para dirimir la
colisión por la naturaleza del hecho, así: territorio dentro del cual se formula la
denuncia, territorio donde primero se asume la investigación, y lugar de la captura o
capturas.
y como la misma, por lo que la actuación refiere, fue formulada en bogotá, pero en la
oficina del gaula rural de cundinamarca, resulta evidente que es el juez 1º penal del
circuito especializado de cundinamarca el competente para conocer del asunto.
bogotá forma parte del territorio de cundinamarca, pues además de ser la capital de la
república, lo es también de este departamento (artículo 322 de la constitución política,
modificado por el acto legislativo no. 1 de 2000), y en esa medida las tareas del gaula
se encuentran delimitadas territorialmente, con lo cual debe entenderse que si la
denuncia se formula en el de cundinamarca, proyecta su competencia por el factor
mencionado a cualquier sitio del territorio, incluida su capital.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
en manera alguna el caso examinado tiene trazas similares a los debatidos en las
sentencias de casación del 15 de octubre de 1991 y del 23 de noviembre de 1995,
porque la actitud del defensor no fue completamente pasiva durante la instrucción, en
vista de que solicitó pruebas relevantes y asumió su posición preparatoria para el juicio
de cara a dichos medios de convicción y a la satisfacción del principio de investigación
integral. por otro lado, el profesional ejerció un control amplio sobre el proceso, a
través de las notificaciones personales, y proyectó la estrategia defensiva sobre la
base de la oposición de grupos de testimonios, inconsistencias y contradicciones de la
prueba de cargo, todo lo cual dejó intacto en la fase de instrucción, sin atreverse a
solicitar ampliaciones que trataran de remover dichas falencias, pues, según su
percepción, sólo al procesado aprovechaban por virtud de los principios de presunción
de inocencia e in dubio pro reo.
sentencia casación
fecha : 16/08/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : buga
procesado : jarvit lasso, cruz
delitos : homicidio culposo
proceso : 13723
publicada : si
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1. el artículo 147 de la ley 65 de 1993, en armonía con el artículo 5º del decreto 1542
de 1997, establece que los directores de los establecimientos carcelarios y
penitenciarios podrán conceder permisos de setenta y dos (72) horas, a los
condenados en única, primera y segunda instancia, o cuyo recurso de casación se
encuentra pendiente, previo el cumplimiento de los requisitos allí señalados.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
2. de acuerdo con el artículo 38 del nuevo código penal, hay lugar a la sustitución de la
prisión por prisión domiciliaria, una vez determinado que el delito por el que se
procede prevé una pena cuyo mínimo no exceda de cinco (5) años, cuando se
establece además que el desempeño personal, laboral, familiar o social del
sentenciado permita al juez deducir seria, fundada y motivadamente que no colocará
en peligro a la comunidad y que no evadirá el cumplimiento de la pena.
"… se cumple a cabalidad el aspecto objetivo, pues ninguno de los delitos que se les
enrostra a los procesados (...) y (...) tiene establecida una pena mínima que supere los
cinco años. tampoco existen circunstancias en el sentido de que su conducta familiar
sea indebida, pero de lo que sí existen constancias en el acerbo probatorio y, que no
puede desconocer esta oficina judicial, es que los sumariados puedan poner en peligro
a la comunidad, pues la conducta ejecutada por ellos y por la cual se les investiga,
tiene mucha repercusión a nivel social.
"tengamos en cuenta que nos encontramos ante unos servidores públicos cuya función
precisamente en velar por el bienestar y la seguridad de la comunidad y no por el
contrario utilizar las facultades inherentes a su cargo para someter a los particulares y
atentar contra el patrimonio económico de los mismos, todo ello encaminado a obtener
un provecho ilícito a través de la ejecución de unos reprochables procederes, que no
acaecieron con ocasión del servicio, sino que por el contrario desde su inicio se
evidencian los torcidos propósitos de éstos, quienes aprovechando su cargo realización
el hecho punible.
"tampoco podemos olvidar que los sumariados en ningún momento han aceptado su
participación en los hechos materia de investigación, sino que por el contrario han
tratado por todos los medios de desdibujar la realidad y eludir la acción de la justicia,
llegando a incurrir incluso en otras actividades delictivas en su afán de salir avantes de
esta situación".
si bien la sala, por razón de la solicitud que ahora impetra el procesado ortiz portela,
165
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
tiene que efectuar un nuevo examen de la situación, no puede pasar por alto el
pronóstico, razonable en lo sustancial, que en su momento adelantó la fiscalía sobre
las condiciones subjetivas exigidas para conceder la detención domiciliaria.
166
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
frente a esta realidad, la buena conducta observada por el procesado al interior del
centro carcelario y la conformación de su núcleo familiar, no logran infundir a la sala la
tranquilidad necesaria de que se abstendrá de cometer nuevos hechos punibles al
regresar al seno de la comunidad, así sea al restringido ambiente de su hogar, y que al
tiempo no evadirá el cumplimiento de la pena.
****************************
(...), por lo que se tiene de la lectura del expediente, hacía parte de la organización
delicuencial, que aparte de haberse establecido en la capital antioqueña proyectó sus
actividades a varias ciudades del país, estableciendo nexos entre adulteradores,
apostadores y cobradores de los distintos sorteos que fueron manipulados por
miembros de la criminal asociación.
esa circunstancia determina un vínculo necesario entre la actividad desplegada por (...)
y los otros procesados que fueron cobijados por el cierre parcial de la investigación,
entre ellos (...), en tanto que los delitos imputados a estos (estafa en el grado de
tentativa, fraude procesal y tráfico de influencias) siguen conectados al punible de
concierto para delinquir atribuido a aquél, bien de manera consecuencial o procesal,
con lo que surge el imperativo de juzgar los mismos de manera conjunta.
en tales condiciones, si la nueva unidad generada como consecuencia del cierre parcial
de la investigación conservó un elemento común, el delito de concierto para delinquir,
167
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
alrededor del cual giran los otros hechos delictivos, resulta claro que era improcedente
el rompimiento de dicha unidad procesal con el pretexto que en el departamento del
quindío y en la ciudad de ibagué se ejecutaron labores específicas de la empresa
criminal.
en vigencia del decreto 2700 de 1991, cuando como en este caso los hechos punibles
se realizaron en diferentes lugares y se trata de delitos conexos, en orden a
determinar la competencia debía tenerse en cuenta la preceptiva del artículo 80, de
acuerdo con la cual, cuando se trate de delitos conexos realizados en varios sitios, en
lugar incierto o en el extranjero "conocerá el funcionario judicial competente por la
naturaleza del hecho, del territorio en el cual se haya formulado primero la denuncia, o
donde se hubiere proferido resolución de apertura de la instrucción. si se hubiere
iniciado simultáneamente en varios sitios, será competente el funcionario del lugar en
el cual fuere aprehendido el imputado y si fueren varios los capturados, el del lugar
donde se llevó a cabo la primera aprehensión".
****************************
168
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
ahora bien, de conformidad con lo normado por los artículos 34, 36 y 38 de la ley 599
de 2.000 dentro de las diversas clases de penas la prisión domiciliaria tiene el carácter
de sustitutiva de la de prisión, la que se define como el cumplimiento de la ejecución
de la sanción privativa de la libertad en el lugar de residencia o morada del
sentenciado o en su defecto en el que el juez determine, castigo que sólo será
impuesto cuando concurran los siguientes presupuestos:
que la sentencia se imponga por conducta punible cuya pena mínima prevista en la ley
sea de cinco años de prisión o menos.
que el desempeño personal, laboral, familiar o social del sentenciado permita al juez
deducir seria, fundada y motivadamente que no colocará en peligro a la comunidad y
que no evadirá el cumplimento de la pena.
atendiendo a que la prisión domiciliaria es una pena sustitutiva creada por el nuevo
código penal para que los condenados a penas de prisión las purguen en su residencia
o morada y no en un centro de reclusión, es obvia su aplicación inmediata por
favorabilidad siempre y cuando se reúnan cabalmente los requisitos legales que hacen
viable su reconocimiento.
así entonces, la sala no tiene reparo que hacer al elemento objetivo como quiera que
la dra. (...) fue condenada por el concurso de los delitos de prevaricato por acción y por
omisión, cuya pena mínima prevista en el código penal es inferior a 5 años de prisión.
****************************
1. dice que la corte debe suspender el presente trámite hasta tanto la fiscalía general
de la nación certifique sobre el lugar de ocurrencia de los hechos por los cuales el
169
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
al respecto se dijo:
"lo anterior, no significa, como parece entenderlo el memorialista, que la actuación que
le corresponde adelantar a la corte en esta clase de asuntos quede supeditada a que
previamente se determine si los hechos que dan origen a la solicitud de extradición
ocurrieron o no en territorio colombiano, pues, como se señaló en precedencia, ese no
es tema del que le corresponda ocuparse a efectos de emitir el concepto que según el
artículo 558 del código de procedimiento penal se exige de esta corporación; más aún
cuando la intervención de esta corte no es de carácter judicial y mucho menos
decisoria, toda vez que es el ejecutivo el que definitivamente resuelve si accede o no
al requerimiento del país extranjero -en caso de que el concepto sea favorable- y, por
ende, es allí donde adquieren plena validez e injerencia los resultados y
determinaciones que al respecto emita el ente investigador.
"la sala ha señalado que la supuesta falta de jurisdicción del país requirente para
juzgar al solicitado, trasciende la tarea que ha de cumplir la corte en orden a lo
previsto en el artículo 558 del c.p.p., además que un tal proceder desconocería la
soberanía del estado reclamante y la competencia de las autoridades judiciales".
170
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
las disposiciones sobre derecho internacional humanitario y con las normas penales
internas del estado extranjero". (concepto del 24 de enero de 2.001, rad. 16.176)"* .
por consiguiente, la solicitud de suspensión del presente trámite no puede ser atendida
por ser improcedente. igualmente, en lo que atañe a que la corte emita concepto
desfavorable por carecer de los requisitos constitucionalmente exigidos para el
ejercicio de su competencia, además de que el planteamiento no aparece coherente,
no le asiste razón,
2. sostiene el defensor que de acuerdo con los hechos narrados por el agente de la
d.e.a., señor paul k. craine, se abre el camino para que a través de la supuesta
conspiración se pueda juzgar a su defendido por actos cometidos por otras personas,
máxime cuando la organización la coordinaba alejandro bernal madrigal. igualmente,
asevera que el mismo agente, a lo largo de su versión, de manera injustificada, trata
de implicar a fabio ochoa vásquez en los hechos de la llamada "operación milenio",
apoyado, para el efecto, en grabaciones que, a su juicio, carecen de consistencia, en
razón a que no se sabe a qué persona se refiere cuando nombra a un "ochoa".
3. igualmente, estima que uno de los controles que tiene que ejercer la corte en el
presente trámite, es el de establecer el lugar donde se cometieron los hechos objeto
de la petición, toda vez que, conforme al precepto constitucional, la extradición de
nacionales colombianos por nacimiento sólo procede por delitos cometidos en el
exterior, lo que implica que, al tenor de los artículos 13, 14 y 15 del decreto 100 de
1980, se debe establecer el ámbito de validez espacial de la norma penal.
171
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
"en este sentido, importa, entonces, recordar que ya la corte constitucional tuvo
oportunidad de pronunciarse sobre la conformidad existente entre la referida
preceptiva legal con el texto superior, pues:
"la carta política, en sus artículos 4 y 95, inciso 2, ordena a quienes se encuentren en
territorio colombiano, sean nacionales o extranjeros, cumplir con las leyes de la
república; es decir, toda persona que se encuentre dentro de los límites territoriales a
los cuales se refiere el artículo 101 superior, está sometida a las normas prescritas por
el legislador nacional. en este sentido, el principio de territorialidad es la regla general
a aplicar. ahora bien, la misma carta política, en su artículo 9, recoge los principios
generales del derecho internacional, entre los cuales se encuentran los que delimitan
el ejercicio de la jurisdicción, arriba enumerados. por lo mismo, también encuentran
sustento constitucional los principios de extraterritorialidad, siempre y cuando se
apliquen de conformidad con los mandatos de reciprocidad, equidad y respeto por la
soberanía foránea".
"por su parte, la ley criminal colombiana recoge dichos principios en los artículos 13 y
15 del código penal (hoy artículos 14 y 16 de la ley 599 de 2000), que deben leerse de
manera conjunta por cuanto conforman un sistema. en efecto, el artículo 13 consagra
el principio de territorialidad como norma general, pero admite, que a la luz de las
normas internacionales, existan ciertas excepciones, en virtud de las cuales se justifica
tanto la extensión de la ley colombiana a actos, situaciones o personas que se
encuentran en el extranjero, como la aplicación de la ley extranjera, en ciertos casos,
en el territorio colombiano. en forma consecuente, el artículo 15 enumera las hipótesis
aceptables de "extraterritorialdad", incluyendo tanto los principios internacionales
reseñados, como algunas ampliaciones domésticas de los mismos: allí se enumeran el
principio "real" o "de protección (numeral 1), las inmunidades diplomáticas y estatales
(numeral 2), el principio de nacionalidad activa (numeral 4) y el de nacionalidad pasiva
(numeral 5), entre otros". (sentencia c-1189 del 13 de septiembre de 2.000).
172
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
por lo tanto, teniendo en cuenta que la solicitud de extradición de (...) se hizo por la
vía diplomática y que en la expedición y trámite de los mencionados documentos, así
como en su traducción, se cumplieron todos los ritos formales de legalización
prescritos por las normas de los estados unidos de américa, y ante la carencia de
fundamento en el reparo expuesto por la defensa, la corte los tendrá como aptos para
servir de prueba en este asunto.
"... debe, en primer lugar aclararse, como se hizo recientemente con ponencia de
quien aquí cumple el mismo cometido, respecto de otro individuo reclamado en
extradición capturado también con motivo de la operación milenio, que:
"en este sentido, importa precisar, que a diferencia de lo expuesto por la defensa en el
sentido de que todos los cargos imputados en la cuarta resolución acusatoria no. 99-
6153 cr-ryskamp (s)(s)(s)(s) a luis fernando rebellon arcila son equiparables en
colombia con el delito de concierto para delinquir, no es ese el criterio de la sala, pues
en lo que tiene que ver con los cargos dos y tres, atinentes al concierto para distribuir
y poseer y concierto para importar corresponden a la específica modalidad de
concierto para delinquir relacionado con actividades de narcotráfico prevista en el
código penal colombiano en el inciso tercero del artículo 186 como se anotó en
precedencia.
"cosa distinta es lo que acontece con el cargo cuarto atinente al concierto para lavar
dinero, pues esta específica modalidad necesariamente debe complementarse con lo
dispuesto en los artículos 247 a y 247 c (323 y 324 de la ley 599 de 2.000), más aún
cuando el concierto que en estos términos se le imputa tiene que ver con los delitos
previstos y sancionados en el título 18, sección 1956 (a)(1)(a)(7)(b)(i) y (c), esto es,
"llevar a cabo e intentar llevar a cabo" transacciones financieras sobre bienes
provenientes de actividades ilícitas, a sabiendas de ello, en los estados unidos, con el
propósito de disfrazar la naturaleza, lugar, fuente, propiedad o control de las ganancias
producto de una actividad específica en la que se involucraban fondos e instrumentos
monetarios, incluyendo moneda de los estados unidos en valor superior a los u.s.
10.000.
173
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
requisitos para conceder u ofrecer la extradición "que el hecho que la motiva también
esté previsto como delito en colombia" (resalta la corte), cosa distinta es que a un
mismo modelo comportamental las diferentes legislaciones de los países intervinientes
en asuntos de esta naturaleza le otorguen denominaciones jurídicas diversas.
"de ahí que, ningún aporte hace la referencia del apoderado de ochoa ruÍz cuando
pretende corroborar sus afirmaciones acudiendo a otras tipificaciones propias del
derecho norteamericano, pues, se insiste, lo que resulta apto y suficiente para este
cometido son los hechos objeto de investigación en el extranjero, lo cual guarda
coherencia armónica con lo dispuesto en el artículo 551 del desaparecido decreto
2.700 de 1.991, reproducido de manera exacta en el 513.2 del nuevo código de
procedimiento penal, al señalar dentro de los documentos necesarios que debe aportar
el estado solicitante de la extradición, la "indicación exacta de los actos que
determinaron la solicitud de extradición y del lugar y fecha en que fueron ejecutados"
(destaca la sala)"**** .
__________________________
* extradición no.16724, 2° de febrero de 2001, m.p. dr. carlos augusto gálvez argote
** concepto del 8 de agosto de 2000, m.p. dr. fernando arboleda ripoll
***extradición no.16724, 2° de febrero de 2001, m.p. dr. carlos augusto gálvez argote
**** ver, entre otras, extradición 16515, concepto del 8 de octubre de 2000, m.p. dr. fernando
arboleda ripoll; extradiciones 16724 y 16702, conceptos del 2 y 9 de agosto de 2001, m.p. dr.
carlos augusto gálvez argote
concepto extradición
fecha : 22/08/2001
decision : conceptúa favorablemente respecto a dos cargos
pais requirente : estados unidos de américa
requerido : ochoa vasquez, fabio
delitos : concierto para delinquir - ley 30/86
proceso : 16715
publicada : si
****************************
concepto extradición
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
fecha : 22/08/2001
decision : conceptúa favorablemente
pais requirente : estados unidos de américa
delitos : violación a la ley 30/86, concierto para delinquir - ley
30/86, lavado de activos
proceso : 16711
publicada : si
****************************
dígase, de otra parte, que a pesar de que los funcionarios judiciales expusieron y
explicaron las razones de su negativa especialmente centrados en las pruebas visibles
en el expediente, el actor no dedicó tiempo y espacio a demostrar por qué estaban
equivocados. la defensa, simplemente insistió e insistió en que debía ser realizada la
prueba. y nada más.
175
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
siendo así, el casacionista asume una tarea impropia para efectos de la casación,
consistente en presentar a la corte su apreciación de las cosas, sus valoraciones y su
propia subjetividad, con independencia de la concatenación probatoria confeccionada
por los funcionarios judiciales, con lo cual persigue solamente que la sala compare y
adopte el mejor parecer. esta labor no le compete a la corte, no porque sea extraña a
los anhelos de justicia, sino porque constitucional y legalmente se le ha encomendado
una tarea que no coincide con el estudio de planteamientos similares a aquellos que
suelen ser blandidos en las dos instancias que conforman el proceso penal. como
muchas veces se ha dicho, a la corte en casación se le tiene prohibido actuar como
juez de instancia, motivo suficiente para concluir que si no le comprueban yerros debe
abstenerse de penetrar en el fondo del asunto salvo, claro está, que sean fácilmente
perceptibles infracciones a los derechos y garantías ciudadanos.
mientras tanto, los servidores de la justicia tuvieron bastante claro, desde el inicio de
la investigación, lo sucedido: los agresores iban a "asaltar" el establecimiento austin
reed, en la ruta delictiva se interpuso el vigilante del local, le dispararon al punto que
luego se produjo su fallecimiento, se apoderaron del arma de fuego que portaba dada
su calidad de celador y ante la presencia de la policía usaron armas de fuego. herido
uno de ellos, posteriormente llegó la vinculación.
sentencia casación
fecha : 22/08/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : pereira
procesado : bernal londoÑo, jhon fredy
delitos : hurto calificado, porte de armas de defensa personal,
homicidio agravado
proceso : 13850
publicada : si
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176
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
la petición de libertad que hace el procesado (...), aunque no alude a las causales que
el código de procedimiento penal contempla, se sustenta en la supuesta aplicación
indebida de una norma jurídica.
el artículo 188 del código de procedimiento penal señala en su inciso 2° que "si se
niega la suspensión condicional de la ejecución de la pena , la captura solo podrá
ordenarse cuando se encuentre en firme la sentencia, salvo que durante la actuación
procesal se hubiere proferido medida de aseguramiento de detención preventiva". la
anterior norma procesal (198) agregaba "sin excarcelación".
al doctor (...) se le definió situación jurídica el 19 de mayo de 1998 (folio 65, cuaderno
1) con imposición de medida de aseguramiento de detención preventiva por el
concurso de los delitos de prevaricato por acción, prevaricato por omisión y cohecho
propio y se le negó la excarcelación. así las cosas, el tránsito legislativo resulta
irrelevante para efectos de una supuesta favorabilidad, pues tanto en una como en
otra hipótesis normativa, al habérsele negado la suspensión condicional de la ejecución
de la pena la captura debía ordenarse sin que fuera necesario esperar a que la
sentencia se hallare en firme.
en conclusión, al tribunal ordenar la captura inmediata del procesado (...) no hizo otra
cosa que cumplir con un mandato legal, por lo que resulta improcedente la petición
nominada de libertad.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
cohecho propio
tiene previsto el artículo 122 de la constitución que no puede haber empleo público sin
funciones detalladas en ley o reglamento, siendo posible, en criterio de la corte
constitucional (sentencia c-447 de septiembre 19/96, m. p. carlos gaviria díaz), que esa
reglamentación provenga "...del presidente de la república, del jefe de la entidad
respectiva, e inclusive de los jefes inmediatos o de cualquiera otra autoridad
competente del mismo organismo... siempre y cuando no se desconozcan los
lineamientos generales señalados en el manual general de funciones y no se
desvirtúen los objetivos de la institución y la finalidad para la cual se creó el empleo".
mal podrían entonces las autoridades de carmen de viboral, cuyos deberes incluían
velar por el cumplimiento de la reglamentación establecida en el código nacional de
tránsito terrestre, disponer válidamente que sus agentes anularan o destruyeran los
partes impuestos a los infractores, o no los entregaran "en el término de las doce (12)
horas siguientes al funcionario competente", según lo estatuido por el parágrafo del
artículo 238 del mencionado código, a cuyo tenor acude la señora representante del
ministerio público, pues estarían socavando el objetivo institucional y vulnerando las
normas cuya guarda les encomendó dicho estatuto.
que hubiera sido impartida una "orden" en aquel sentido, es tan sólo una conjetura del
censor, sobre un punto que, contrario a lo que afirma, no es aceptado por el tribunal.
dentro de tal posición, tendría que haberse ocupado de demostrar la existencia de esa
"orden" y su desconocimiento por el fallador, en forma que desbordaría su
planteamiento de violación directa de la ley sustancial, para ubicar la discrepancia
dentro de la vía indirecta, por tratarse de controvertir la apreciación probatoria.
en todo caso, no es válido reconocer que quien así haya actuado, obrase en
cumplimiento de deberes oficiales, como pretende el censor, porque resulta contrario a
la constitución y la ley, en cuanto desnaturaliza la función encomendada al servidor
público y resquebraja el principio esencial de autoridad, que tiene origen en la carta
fundamental, cuya integridad juró defender el procesado en el momento de su
posesión, la cual establece que las autoridades de la república están instituidas para
proteger a las personas en su vida, honra, bienes y creencias y "para asegurar el
cumplimiento de los deberes sociales del estado y de los particulares" (segundo inciso
del artículo 2°).
sentencia casación
fecha : 23/08/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : antioquia
procesado : rodriguez rojas, hector
delitos : cohecho propio, cohecho por dar u ofrecer
proceso : 13890
publicada : si
178
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
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unica instancia
fecha : 31/08/2001
decision : sustituye pena privativa por prisión domiciliaria,
fija
caución, se abstiene ...
procedencia : corte suprema de justicia
ciudad : bogotá d. c.
condenado : llerena roca, maria del carmen
delitos : prevaricato por acción
proceso : 15003
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
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1. la demanda formula tres cargos, uno de nulidad, uno de violación indirecta y uno de
violación indirecta, todos dentro del mismo escrito, sin señalar ninguno como principal
o como subsidiario, y con elementos comunes de sustentación.
si pretendía alegar que hubo una falta absoluta de motivación, así debió plantearlo y
demostrarlo. probando además la incidencia que ese tipo de error tuvo en el
desarrollo del proceso. si como lo advierte al final de la demanda, la falta de
motivación dificultó su derecho de defensa, ha debido comprobarlo y en consecuencia
desplazar el cargo de nulidad, a la causal 3ª como error de garantía, abandonando la
2ª, que corresponde a errores de estructura, dentro del artículo procesal
correspondiente.
la confusión la genera el censor no solo por dedicar la mayor parte del tiempo a criticar
la resolución de acusación, sino porque lo que anuncia como un defecto de falta de
motivación, lo convierte en un supuesto error de falta de motivación suficiente. ello
desvirtúa el carácter objetivo del error demandable en casación pues hace derivar el
aparente yerro de la mera opinión del censor, que se manifiesta no sobre lo que ocurrió
180
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
- sí hubo motivación - sino sobre lo que a su juicio debió ocurrir - que esa motivación
no fue suficiente.
auto casación
fecha : 31/08/2001
decision : inadmite la demanda y declara desierto el recurso
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d. c.
procesado : garzon guillen, ricardo
delitos : hurto calificado y agravado, estafa, concierto para
delinquir
proceso : 15734
publicada : si
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1. ciertamente, como lo exige el numeral 4º. del artículo 180 del código de
procedimiento penal anterior, reproducido en idéntico numeral del artículo 170 del
actual, la sentencia debe contener "el análisis de los alegatos y la valoración jurídica
de las pruebas en que ha de fundarse la decisión", garantía que es a la vez -además de
freno contra la arbitrariedad judicial- consecuencia y motor del derecho de
contradicción, en cuanto la expresión de las razones del fallo no sólo son respuesta a
los planteamientos expuestos por los sujetos procesales en el ejercicio dialéctico del
proceso, que es por esencia controversia, sino que constituyen también el marco de
referencia dentro del cual debe actuar quien resulte desfavorecido con la decisión para
atacar la providencia mediante el ejercicio de los recursos que consagra la ley.
en tanto vulneración del debido proceso por constituir una irregularidad sustancial que
afecta toda la estructura del contradictorio, la inobservancia de este requisito debe
acusarse en casación a través de la causal tercera en procura de que se invalide la
actuación, porque la sentencia carece en absoluto de motivación pues no se expresan
las razones de orden probatorio y jurídico que la sustentan, o porque ésta es
181
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
pues bien, la confrontación del cargo respecto de cada uno de los medios de
convicción examinados por el demandante con las sentencias de primera y segunda
instancia que, como se sabe, conforman una inescindible unidad jurídica en todo
aquello que haya sido implícita o explícitamente objeto de confirmación, le permite
concluir a la sala que el cargo no está llamado a prosperar
sentencia casación
fecha : 31/08/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d. c.
procesado : cuadrado rodriguez, jose danilo
delitos : homicidio culposo
proceso : 15745
publicada : si
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182
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
por disposición del artículo 32 de la ley 190 de 1995 (estatuto anticorrupción), que en
tal sentido modificó el precepto transcrito, en casos de delitos distintos a los
mencionados en dicha ley (este es uno de ellos), la pena de multa oscilará entre diez
(10) y cincuenta (50) salarios mínimos legales mensuales.
queda así demostrada, de una vez, la antijuridicidad tanto formal como material de la
conducta examinada.
2. conforme con el artículo 476 de la ley 599 de 2000 (nuevo código penal), este
estatuto entrará a regir un año después de su promulgación, lograda con su inserción
el diario oficial número 44.097 del 24 de julio del citado año. el acto de promulgación,
de acuerdo con la artículo 60 de la ley 4ª de 1913, quedó consumado a la medianoche
del día indicado, lo cual significa que al comenzar el día 25 de julio de 2001 se inició la
vigencia del nuevo ordenamiento sustantivo (es igual la previsión del artículo 536 de la
ley 600 de 2000).
3. con el fin de determinar cuál es la ley más favorable, resulta indispensable partir de
la definición de favorabilidad en materia sustantiva que trae el artículo 6° del nuevo
código penal, en los siguientes términos:
...
183
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
así pues, en el caso de las penas principales concurrentes, como quiera que cada una
de ellas tiene su regulación general, sus propios fines y el respectivo ámbito de
aplicación que depende solamente del cumplimiento de la condición que significa el
supuesto de hecho, en hipótesis (justificable sólo para determinar la ley más favorable)
sería factible conformar una norma con cada una de ellas y el presupuesto común. es
decir, para el caso del artículo 408 del nuevo código penal, analíticamente podrían
advertirse tres (3) normas, porque la prisión de 4 a 12 años se prevé para la conducta
de contratar con violación del régimen legal de inhabilidades e incompatibilidades, y
por igual comportamiento también se disponen sucesiva y concurrentemente las
consecuencias de multa entre 50 y 200 salarios mínimos legales mensuales e
inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas entre 5 y 12 años. de
modo que, en cada caso concreto, será necesario predecir racionalmente entre las dos
legislaciones que se suceden en el tiempo, cuál de ellas contiene la disposición más
favorable en materia de pena privativa de la libertad, multa e inhabilitación,
individualmente consideradas, porque si bien las tres consecuencias están previstas
como concurrentes en un solo tipo penal, en su aplicación resultan perfectamente
separables como normas individuales.
igual ocurre con las penas accesorias porque ellas también ostentan su propio
régimen, finalidad y ámbito de aplicación característicos, según se prevé en la parte
general y en el tipo correspondiente de la parte especial, y, no obstante que accedan a
las sanciones principales, de todas maneras no depende primeramente de éstas su
aplicación sino de la satisfacción del supuesto de hecho.
de modo que en este caso, como quiera que es igual la pena privativa de la libertad
dispuesta en el artículo 144 del anterior código y en el 408 del vigente, no se
presentaría por ese aspecto discusión de favorabilidad. en cambio, sí es más benigna
la sanción de multa señalada en el estatuto derogado (entre 10 y 50 salarios mínimos
legales mensuales).
por otra parte, el artículo 58, numeral 3° de la ley 80 de 1993, norma complementaria
del código penal de 1980, preveía como pena principal la inhabilitación para ejercer
cargos públicos y proponer y celebrar contratos con entidades estatales por diez (10)
años, pero dicha norma fue tácitamente derogada por el artículo 408 del nuevo código
penal, en vista de que éste no la previó sino que dispuso otra de distinto alcance, cual
es la inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas entre 5 y 12
años. si uno de los propósitos de la nueva regulación penal era el de recoger e
integrar la legislación punitiva dispersa en estatutos de distinta naturaleza, en materia
de mandatos, prohibiciones y obviamente de consecuencias penales, lo obvio será
comprender la mencionada derogación implícita, máxime que la primera norma fijaba
la inhabilitación en el ejercicio de cargos públicos, mientras que la nueva abarca el
más amplio espectro del ejercicio de derechos y funciones públicas (ley 153 de 1887,
art. 3° y c. c., arts. 71 y 72).
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
quienes piensan que la favorabilidad sólo puede preverse en relación con el código, ley
o tipo complejo como sistemas o instituciones, y así, verbigracia, aplicarían
integralmente el nuevo estatuto porque consagra una pena privativa de la libertad más
benigna, no obstante contemplar una sanción pecuniaria más grave que la del anterior
ordenamiento, sencillamente han dejado de aplicar la favorabilidad en esa última
materia, a pesar de ser ésta perfectamente deslindable en su concepción teórica y
práctica, aunque haga parte de un todo orgánico; o, en otras palabras, le han puesto
restricciones a un instituto que el legislador quiere que los jueces desplieguen
generosamente, siempre y cuando el precepto conserve su identidad y sentido
jurídicos, por más que en su aplicación concreta deba relacionarse con otras normas.
adicionalmente, quienes de esa manera proceden, han puesto a depender la identidad
y concreción de la pena de multa (o de la accesoria, en su caso) de la sanción privativa
de la libertad, y no de la realización del supuesto de hecho, como debe ser.
pues bien, como quiera que no han sido reconocidos factores reales que modifiquen el
marco punitivo genérico (4 a 12 años de prisión), se mantendrá éste como ámbito
punitivo de movilidad para dividirlo en cuatro cuartos, de conformidad con los artículos
59, 60 y 61 del nuevo código penal.
de acuerdo con el inciso 2° del artículo 61 del nuevo código penal, el sentenciador
deberá moverse dentro de los cuartos medios cuando concurran circunstancias de
atenuación y agravación punitiva, como en este caso, lo cual implica que la pena
privativa de la libertad no podrá ser inferior a 72 meses y un día de prisión ni superior
a 120.
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ahora bien, conforme con el inciso 3° del mencionado artículo 61, habrá que considerar
que sólo se ha perfilado una circunstancia genérica de agravación, de cierta manera
compensada con la única de atenuación, y como ello ya se hizo valer para superar el
primer cuarto y desplazarse a los medios, no ameritaría un nuevo incremento más allá
del límite inferior de 72 meses y un día. sin embargo, no es posible desconocer que
existe una mayor intensidad del dolo en una persona que ostenta la preparación y
experiencia del condenado, porque el objeto de averiguación era algo estrictamente
relacionado con esas calidades especiales (celebración de contratos y estimación de
inhabilidades), y además porque el delito fue culminación de una cadena de actos
encaminados a favorecer a la secretaria privada o a su familia, lo cual hacía más
ostensible la conciencia de la prohibición. por este ítem, la pena se incrementaría en
dos (2) meses para un total de 74 meses de prisión, sin más adiciones, dado que
ningún elemento comportamental hace más o menos grave la conducta frente a las de
su especie.
por otro lado, será más benigno aplicar como pena accesoria la interdicción de
derechos y funciones públicas por un período igual al de la sanción principal (52
meses), en vista de la previsión del artículo 52 del código penal de 1980, pues dicha
consecuencia resulta más leve que la inhabilitación de derechos y funciones públicas
entre 5 y 12 años, prevista como principal en el artículo 408 del estatuto sustantivo
vigente, no sólo por la cantidad sino también por la calidad.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
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clarificado, que la ausencia de notificación del auto por medio se declaró cerrada la
investigación a la personera municipal carece de razón por faltar a la verdad procesal,
pues como también no advierte la delegada, contrario a lo afirmado por el recurrente,
el misma día de su proferimiento se cumplió con ella; e igualmente, que -en relación
con el traslado del artículo 446 íbidem, no existe ninguna razón para exigir que se le
debía notificar a la personera, aquí no se trata de auto alguno, pues ni la ley así lo
dispone expresamente ni de su texto puede llegar a una tal conclusión, sino de un
trámite que debe darlo el secretario, sin orden previa del juez,- siendo aspecto
distinto, que la representante de la sociedad no haya estado atenta a ello o de haberlo
estado, haya considerado, bajo su responsabilidad, no hacer uso de esta oportunidad
procesal, necesario es precisar lo relacionado con el traslado a los sujetos no
impugnantes para cuando el apoderado de la parte civil apeló del fallo absolutorio de
primera instancia, ya que efectivamente, el secretario a quo no cumplió con este
trámite, y en ello le asiste razón al demandante, pero si bien esto es así, también lo
es, que de suyo una tal omisión no significa, necesariamente y como postulado
general, la invalidez de la decisión de segundo grado, pues todo depende de las
circunstancias procesales en que se presentó la irregularidad y su real trascendencia
frente al fallo objeto de la casación. en efecto:
como reiteradamente lo ha sostenido la sala, -de conformidad con lo dispuesto por los
artículos 277.7 de la constitución política y el 131 del c. de p.p., la intervención en el
proceso penal es potestativa del ministerio público, y bajo su plena responsabilidad,
siendo, por tanto, su deber concurrir, estar plenamente atento a su trámite, presentar
en forma oportuna las peticiones que considere procedentes, solicitar la práctica de
pruebas, ejercer el derecho a la impugnación cuando sea del caso, oponerse a las
impertinentes, exigir las notificaciones del caso, en fin, actuar como un pleno sujeto
procesal, consciente, además, que por su calidad de servidor público, puede ser sujeto
activo de conductas prevaricadoras, activas u omisivas, o violatorias del régimen
disciplinario.-
....
sin embargo, aquí no sucede lo mismo, ya que dando por descontado que en cuanto se
refiere al ministerio público -conforme quedó expuesto -, su no alegación queda dentro
de su órbita funcional y bajo su responsabilidad, y no siendo imprescindible que lo
hubiese hecho para que el juez del circuito pudiere decidir la apelación, es clara la
improsperidad del reproche, pues a igual conclusión se impone llegar respecto a la
situación del procesado y del defensor, ya que advertido por ellos el irregular trámite
secretarial, era lo pertinente buscar el mecanismo jurídico más viable para que sin
187
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sin embargo, así como no es de imperativo rigor, que deban acopiarse los alegatos
previos a la valoración de las pruebas, la circunstancia de no pronunciarse el
funcionario judicial en relación con los mismos, no puede elevarse a la categoría de
irregularidad sustancial lesiva del debido proceso o el derecho de defensa que de al
traste con el proceso, dado que no se trata de la única oportunidad que la ley de
procedimiento ha señalado para ejercer el contradictorio o proponer la tesis jurídica
que a bien convenga en pro de los intereses de cada sujeto procesal.
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2. lo primero que cabe observar en relación con este reproche es que, conforme igual
sucediera frente al anterior, no hace cosa distinta el demandante que limitarse a
destacar la pretendida irregularidad, sin explicar en forma clara y pormenorizada, en
qué consiste o radica concretamente la afección de las garantías del procesado, dando
por supuesto que basta con evidenciar la preterición de la solicitud de control de
legalidad, para que por este sólo hecho surja en forma contundente la viabilidad del
vicio sustento de la solicitud anulatoria correspondiente.
siendo ello así, desde luego que la censura se torna precaria e incompleta, habida
cuenta que en casación no resultan admisibles argumentaciones implícitas o dejar a
buena cuenta de la corte deducir tácitos efectos de trámites procesales -cumplidos u
omitidos- puestos de presente por los casacionistas, en la medida en que es
inexcusable obligación del demandante por esta vía señalar los concretos efectos que
el acusado vicio ha producido sobre la actuación, como también, según se ha indicado
con insistencia, de qué forma la irregularidad denunciada menguó y en qué aspecto y
medida los derechos del procesado.
en todo caso, como bien lo acota la procuradora delegada, imperativo resulta insistir
en que las nulidades se rigen en nuestro derecho positivo, entre otros, por el principio
de convalidación (artículo 308.4º del decreto 2700/91 y artículo 310.4º de la ley
600/00), de conformidad con el cual, como lo ha acotado la sala en fallo de casación de
27 de abril de 2.000 con ponencia del magistrado dr. fernando arboleda ripoll, "cuando
el vicio compromete un acto de postulación discrecional de los sujetos procesales, sus
efectos invalidatorios dependerán no solo de su trascendencia, sino de la circunstancia
de no haber sido saneado con motivo de la actitud procesal asumida por la parte
afectada, pues si guarda silencio frente a la informalidad, o concita la prosecución del
trámite procesal haciendo caso omiso de ella, habrá de entenderse que dispone del
derecho que le fue socavado, renunciando a su eventual ejercicio, y que el vicio, por
tanto, ha sido convalidado" (cas. de 27 abril de 2.000).
sin embargo, como lo señala el ministerio público, el defensor del imputado, "en modo
alguno demostró su inconformismo para con la renuencia del funcionario de instrucción
que nada dijo en torno de su pretensión encaminada a someter al control de legalidad
la medida de aseguramiento adoptada en su contra, como quiera que además de los
dos escritos (fols. 141 y 144 c.o. no.1), en los que deprecó una pronta solución a ese
requerimiento, una vez que el fiscal se pronunció obviando cualquier referencia a ese
mecanismo procesal (fols. 145 y s.s. c.id.), in integrum centró su actividad defensiva
en la réplica al rechazo de la hipótesis de incompetencia cifrada en sus memoriales, al
extremo que interpuso recurso de apelación contra la determinación adoptada (fols.
152 y s.s. c.id.), sin que hubiese hecho la mas mínima alusión a aquella irregularidad,
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no se está queriendo significar, desde luego, pues tal no era el contenido del artículo
414a del c. de p.p. aplicable, como tampoco una disposición semejante contempla el
artículo 392 del nuevo estatuto, que además de la petición motivada del interesado
radicada ante el funcionario judicial que viene conociendo del proceso, sea exigible
iterar con insistencia en la misma para que se le deba dar el trámite pertinente, lo que
sucede es que frente a actos cuyo patrocinio es eminentemente discrecional de la
parte, si por cualquier motivo se omite diligenciarlos, dado que no constituyen
supuesto procesal de una subsiguiente actuación, la eventual irregularidad se entiende
saneada a través de la conducta procesal que ha asumido la parte, cuando no obstante
presentar la solicitud, hace silencio frente a la falta de impulso de la misma.
sentencia casación
fecha : 04/09/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal nacional
ciudad : bogotá d. c.
procesado : ortega hernandez, ricardo
delitos : hurto calificado, secuestro extorsivo
proceso : 14606
publicada : si
****************************
sin embargo, la pretensión del recurrente es otra. lo que busca es extender la nulidad
parcial del proceso, a fin de que ella cubra la condena contra su patrocinado por el
hecho punible conexo. y lo hace bajo la consideración de que al no haber procedido
así, el ad quem privó a su patrocinado de un juzgamiento que preservando el principio
de unidad procesal no lo expusiera a una eventual nueva condena, ni a una
acumulación material de penas, ni a enfrentar la posibilidad de sentencias
contradictorias, si acaso fuere absuelto, todo ello bajo el supuesto, como premisa, de
que la resolución acusatoria en su contra era por un solo hecho punible pero que el
acervo probatorio era el mismo para los dos hechos punibles.
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de ahí que concluya que el tribunal debió haber anulado toda la sentencia de primera
instancia, y no debió haberlo hecho parcialmente, pues que con ello - aduce - "el señor
parra garcía tendría la oportunidad legal de ejercer su derecho de defensa por medio
de la injurada y demás prerrogativas legales, en un proceso acomodado a las
instancias judiciales".
no obstante ser este el argumento basilar, culmina pretendiendo que ahora se anule lo
actuado desde la resolución acusatoria, por haberse "pretermitido la instancia procesal
oportuna", no sin quejarse de que con la decisión del fallador de segunda instancia se
vieron favorecidos los procesados distintos a su mandante, mientras que él resultó
seriamente afectado
2. para la corte está claro que la demanda no puede prosperar. porque cuando se
acude a la casación es exigencia formal del libelo que en este se indiquen de manera
clara y precisa los fundamentos de la causal aducida, citando las normas que el
recurrente estime infringidas, de manera que no es posible invocar la nulidad
prescindiendo del régimen jurídico que la regula.
en esta medida, el censor pasa por alto varios de los principios que orientan la
declaratoria de las nulidades y fundamentalmente que la ley le impone la carga de
demostrar que la irregularidad que denuncia es sustancial, que afecta una
determinada garantía o garantías, o que desconoce las bases fundamentales de la
instrucción o el juzgamiento, así como la trascendencia del vicio y la ausencia de otro
mecanismo procesal que la subsane.
realmente lo que hizo el casacionista fue protestar contra una decisión que no le
satisface y enunciar efectos derivados de la compulsación de copias contra su
defendido, sin acreditar que la actuación que culminó con condena, precisamente por
un hecho diverso, cometido en persona diversa, hubiese estado viciada.
para peor, lo que alega es que tales efectos contrarían lo que él supone que constituye
la adecuada economía de las actuaciones penales, y que se expone a su representado
a una acumulación de penas o que pueden presentarse sentencias contradictorias.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
decisión anulatoria por parte del tribunal en el momento procesal de dictar sentencia,
precisamente para deshacer el entuerto generado por la juez de primera instancia en
tanto dejó sin fallo ni pronunciamiento alguno, la situación jurídica del mismo. además
el poder -deber de la corte para ejercer facultades anulatorias, no se extiende
ilimitadamente a toda la actuación procesal, sino que está determinada por los
términos en que la propia ley regula sus competencias como juez de casación, cuya
primera frontera la trazan indefectiblemente, la persona del recurrente y el principio
de extensión cuando la demanda prospera respecto del mismo.
sentencia casacion
fecha : 04/09/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : pereira
procesado : parra garcia, william
delitos : homicidio
proceso : 11632
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
el señor (...) fue condenado a la pena principal de 8 años y 7 meses como autor de los
delitos de homicidio previsto en el artículo 323 del código penal derogado, modificado
por el artículo 29 de la ley 40 de 1.993 que traía como sanción prisión de 25 a 40 años;
conducta realizada en estado de ira según el artículo 60 ibídem que disminuye el
castigo en no más de la mitad del máximo ni menos de la tercera parte del mínimo
señalado en la respectiva disposición; y de porte ilegal de arma de fuego de defensa
personal al tenor del artículo 201 del código penal, modificado por el artículo 1º del
decreto 3664 de 1.986, sancionado con prisión de 1 a 4 años y el decomiso del arma.
la ley 599 de 2.000 en el artículo 103 disminuyó el castigo para el homicidio simple de
13 a 25 años de prisión, el estado de ira - artículo 57- reduce la pena a no menos de
una sexta parte del mínimo, ni mas allá de la mitad del máximo de la pena señalada en
la respectiva disposición, en tanto que el porte ilegal de arma de fuego de defensa
personal del artículo 365 mantuvo la represión de 1 a 4 años de prisión.
el cotejo del conjunto de normas evidencia que las disposiciones del nuevo código
penal por reportar mayores ventajas al convicto deben ser aplicadas retroactivamente
a este caso, por lo tanto la sala entrará a efectuar la redosificación de la pena teniendo
en cuenta los lineamientos trazados por la sentencia condenatoria.
teniendo en cuenta la regulación que trae el nuevo código penal para individualizar la
pena, a los extremos punitivos previstos para el homicidio en el artículo 103 (13 y 25
años), se le descuentan las fracciones previstas en el artículo 57 que regula la ira, (no
menos de la sexta parte del mínimo ni mayor de la mitad del máximo), operación que
arroja como límites 26 meses, 12 años y 6 meses.
como el mínimo de la pena equivale a 780 días, se obtienen los siguientes resultados
sumando 930 al último día de cada cuarto:
en consideración a que la sala le impuso al señor (...) la pena mínima por concurrir en
su favor sólo circunstancias de atenuación punitiva, igual ahora le impondrá el monto
menor previsto en el cuarto mínimo, esto es, 26 meses de prisión a que equivalen los
780 días, fracción a la que se adicionan 3 meses tal como se hizo en la sentencia por el
porte ilegal de arma de fuego de defensa personal, obteniéndose como pena total 29
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
meses de prisión.
unica instancia
fecha : 05/09/2001
decision : redosifica la pena, declara purgad la totalidad de
la
pena, devuelve caución
procedencia : corte suprema de justicia
ciudad : bogotá d.c.
procesado : serrano prada, rafael
delitos : porte de armas de defensa personal, homicidio
proceso : 10189
publicada : si
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3. si el censor elige la causal primera de casación, vale decir violación directa de la ley
sustancial, acepta los hechos, las pruebas y la valoración que de ellas se hizo en las
instancias. no le es factible discutir cuestiones de facto, toda vez que toda la
impugnación es de estricto orden jurídico y recae sobre la ley sustancial por una de
estas razones:
194
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
por ejemplo cuando el juez estime, y así provea, que las agravantes específicas de un
ilícito se aplican bajo ciertas circunstancias que la norma no establece
4. el núcleo del reproche consiste en que se impuso al procesado una pena superior al
mínimo previsto en el artículo 33 de la ley 30 de 1986, que para el caso, en
consideración a las cantidades de estupefaciente incautado, era de cuatro años de
prisión, a pesar de que únicamente concurrían circunstancias de atenuación; es decir,
como lo entiende el defensor, el tribunal vulneró el artículo 67 del código penal vigente
al tiempo de los hechos, cuyo texto reza:
"criterios para fijar la pena. dentro de los límites señalados por la ley, el juez aplicará la
pena según la gravedad y las modalidades del hecho punible, el grado de culpabilidad,
las circunstancias de atenuación o agravación y la personalidad del agente."
el análisis ponderado de los dos preceptos transcritos conduce, entre otras, a las
siguientes inferencias, que en esta oportunidad la sala reitera, pues el tema ya ha sido
abordado, como puede confrontarse, por ejemplo, en los siguientes fallos de casación:
sentencia del 7 de octubre de 1999, radicación 11.556, m.p. dr. carlos e. mejía
escobar; sentencia del 7 de diciembre de 1999, radicación 15.458, m.p. dr. jorge aníbal
gómez gallego; y sentencia del 31 de mayo de 2001, radicación 13765, m.p. dr. carlos
augusto gálvez argote:
de este modo el juez determina los topes mínimo y máximo de pena entre los cuales
podrá moverse para dosificarla en la sentencia.
una vez el juez establezca los extremos punitivos, mínimo y máximo, que surgen al
desarrollar el ejercicio de adecuación mencionado en los puntos anteriores, debe
imprescindiblemente pasar a evaluar los criterios para fijar la pena consagrados en el
artículo 61 del código penal, los cuales le sugerirán el grado de movilidad entre tales
extremos, movilidad que le es permitida por la ley y que deja a su discreción en sana
crítica.
nótese que en el artículo 61 "la gravedad y modalidades del hecho punible" no son la
misma cosa, ni coinciden indefectiblemente con "las circunstancias de atenuación o
agravación". otro tanto ocurre con "el grado de culpabilidad" y con "la personalidad del
agente".
de ahí que existan y puedan existir otros criterios para fijar la pena que autorizan a
dosificarla por encima del tope mínimo (derivados de la gravedad y modalidades del
hecho punible, del grado de culpabilidad y de la personalidad del agente), que difieren
de las circunstancias específicas o genéricas de agravación y que no coinciden con
ellas.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
en el anterior orden de ideas, aunque el artículo 67 del código penal (decreto 100 de
1080) establece que sólo podrá imponerse el mínimo de la pena cuando concurran
exclusivamente circunstancias de atenuación, "sin perjuicio de lo dispuesto en el
artículo 61", el juez no está compelido a imponer el mínimo de la sanción, cuando, a su
juicio sean aplicables los otros criterios que permiten aumentar la pena y que dimanan
de ésta norma.
6. cabe anotar que en punto de la favorabilidad las decisiones que esta prerrogativa
implique deben ser adoptadas exclusivamente por el funcionario competente, de
acuerdo con la fase o etapa en que se encuentre cada proceso.
en ese orden de ideas, pueden presentarse, entre otras, las siguientes posibilidades:
que el examen sobre favorabilidad deba llevarse a cabo durante la ejecutoria del fallo
de segunda instancia. en esta hipótesis pueden ocurrir dos alternativas:
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
que el examen sobre favorabilidad deba llevarse a cabo mientras el proceso surte la
segunda instancia del juez de ejecución de penas.
en esta hipótesis, las solicitudes sobre favorabilidad las resuelve el ad-quem a través
de auto interlocutorio y de manera definitiva; salvo, claro está que se hubiese
interpuesto el recurso extraordinario de casación en los eventos que fuere aplicable la
ley 553 de 2000, y que la corte al casar redosifique la pena.
por supuesto, contra el auto que resuelve en segunda instancia los asuntos inherentes
a la favorabilidad, en ningún caso procede el recurso extraordinario de casación.
sentencia casación
fecha : 05/09/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : cali
procesado : gamboa balanta, jorge eliecer
delitos : violación a la ley 30/86
proceso : 13000
publicada : si
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de este criterio participa la corte, puesto que si bien resulta cierto que el delito de
tráfico ilícito de estupefacientes no figura contemplado dentro del acuerdo bolivariano
sobre extradición suscrito en 1911 como de aquellos hechos punibles que ameritan la
medida, también aparece claro que "la producción, la fabricación, la extracción, la
preparación, la oferta, la oferta para la venta, la distribución, la venta, la entrega en
cualquiera condiciones, el corretaje, el envío, el envío en tránsito, el transporte, la
importación o la exportación de cualquier estupefaciente o sustancia sicotrópica...", y
"la posesión o la adquisición de cualquier estupefaciente o sustancia sicotrópica" con el
objeto de realizar cualquiera de estas actividades, constituyen delito que da "lugar a
extradición en todo tratado vigente entre las partes", a voces de los artículos 3 y 6 de
la convención de las naciones unidas contra el tráfico ilícito de estupefacientes y
sustancias sicotrópicas de 1988.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
del mismo modo, la ley 67 de 1993 (mediante la cual se aprueba la convención de las
naciones unidas contra el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas,
suscrita en viena el 20 de diciembre de 1988), establece en el párrafo 5o. del artículo 6
que "la extradición estará sujeta a las condiciones previstas por la legislación de la
parte requerida o por los tratados de extradición aplicables, incluidos los motivos por
los que la parte requerida puede denegar la extradición."
2. revisada la documentación allegada a la corte, se tiene que ella se presentó por vía
diplomática, y, por virtud de lo previsto por el tratado sobre ejecución de actos
extranjeros, suscrito en caracas el 18 de julio de 1911 y aprobado en colombia por la
ley 16 de 1913, no requiere del requisito de autenticación o legalización.
4. según el artículo viii del acuerdo bolivariano sobre extradición suscrito en caracas en
1911 -aplicable en este evento concreto, tal como quedó establecido-, "en ningún caso
tendrá efecto la extradición si el hecho similar no es punible por la ley de la nación
requerida", y de conformidad con el art. v ejusdem, la medida no procede "si con
arreglo a las leyes de uno u otro estado no excede de seis meses de privación de
libertad el máximun de la pena aplicable a la participación que se imputa a la persona
reclamada, en el hecho por el cual se solicita la extradición".
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
en este punto del concepto y para responder la inquietud en tal sentido planteada por
la defensa, conviene advertir, como con tino es destacado por el delegado de la
procuraduría, que "la única exigencia acordada por las partes para la solicitud de
extradición cuando el prófugo no hubiese sido condenado, es el auto de detención
dictado por el tribunal competente, razón por la cual se hace inaplicable la disposición
referida del código de procedimiento para este caso, y ha de entenderse que el inciso
en que se advierte que la extradición de los prófugos se hará de conformidad con las
leyes de extradición del estado al cual se haga la demanda, hace referencia a los
aspectos formales propios del trámite de extradición.
"así las cosas, según los términos del tratado de extradición aplicable en este asunto,
no se requiere que el país reclamante haya proferido una providencia equivalente a
nuestra resolución de acusación porque basta el "auto de detención", que entre
nosotros equivaldría a la resolución que resuelve la situación jurídica de un procesado",
como aquí acontece con la copia autenticada y debidamente legalizada, del auto del
16 de octubre de 1998 proferido por el juzgado penal especializado en delitos de
tráfico ilícito de drogas con sede en iquitos.
según el citado acuerdo multilateral, la extradición procede por alguno de los delitos a
que se refiere el artículo 2.
en este sentido, ya fue dicho por la corte que si bien resulta cierto que el delito de
tráfico ilícito de estupefacientes no figura contemplado dentro del acuerdo bolivariano
sobre extradición suscrito en 1911 como de aquellos hechos punibles que ameritan la
medida, también aparece claro que "la producción, la fabricación, la extracción, la
preparación, la oferta, la oferta para la venta, la distribución, la venta, la entrega en
cualquiera condiciones, el corretaje, el envío, el envío en tránsito, el transporte, la
importación o la exportación de cualquier estupefaciente o sustancia sicotrópica...", y
"la posesión o la adquisición de cualquier estupefaciente o sustancia sicotrópica" con el
objeto de realizar cualquiera de estas actividades, constituyen delito que da "lugar a
extradición en todo tratado vigente entre las partes", de acuerdo con los artículos 3 y 6
de la convención de las naciones unidas contra el tráfico ilícito de estupefacientes y
sustancias sicotrópicas de 1988, integrándose de esta manera los dos instrumentos
internacionales invocados por el estado solicitante, de donde surge que el presupuesto
en mención se cumple a cabalidad.
la conducta que se le imputa a (...) como realizada en el perú, nada tiene que ver con
esta categoría de hechos punibles en la legislación nacional, lo cual indica el
cumplimiento en este caso del presupuesto de procedencia que se enuncia.
7. el artículo 5-b del acuerdo sobre extradición, prevé que ésta procede siempre y
cuando la acción ni la pena se encuentren prescritas, de conformidad con la legislación
del estado al cual se hace la solicitud.
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la conducta que las autoridades del perú le imputan a (...), tuvo realización el 1º de
octubre de 1998. según prevé el artículo 83 del código penal colombiano, la acción
penal prescribe cuando ha transcurrido un término igual o superior al máximo de la
pena privativa de la libertad señalada en el tipo realizado.
en este punto, se advierte que la acción penal no se encuentra prescrita, pues la ley
que actualmente rige prevé un máximo de veinticuatro años de prisión para el
concierto para delinquir respecto de "quienes organicen, fomenten, promuevan, dirijan,
encabecen, constituyan o financien el concierto o la asociación para delinquir" y de
veinte para el tráfico de estupefacientes, los que aún no se han cumplido, con lo cual
se satisface el requisito en mención.
se hace especial énfasis sobre el tema de la ley vigente en la actualidad, para indicar
que la corte expresamente reitera que la legislación a tener en cuenta para emitir el
concepto que le compete, es la que rija al momento de la petición u ofrecimiento de la
extradición, pues, a tenor de su jurisprudencia al respecto, "una cosa es el proceso
penal que le corresponde a las autoridades extranjeras adelantarlo conforme a su
legislación y otro muy distinto es el trámite especial de extradición que se surte en
nuestro país, conforme al cual la corte de manera objetiva examina la procedencia con
base en la documentación aportada por el estado requirente y en la normativa vigente
al momento de la petición u ofrecimiento." (cfr. concepto de extradición, feb.15/95,
m.p. dr. edgar saavedra rojas, rad. no. 9509).
9. y respecto de lo alegado por el defensor, en el sentido que por haber estado privado
de su libertad en colombia, (....) física y síquicamente estaba imposibilitado para
cometer delito alguno en territorio del perú, debe decirse que estos aspectos sólo
pueden ser valorados por el juez competente que en este caso concreto lo es el del
estado requirente, quien tiene a su cargo analizar las consecuencias jurídicas que
tendría la demostración de que el requerido estaba detenido por cuenta de
autoridades colombianas para la época de incautación de la sustancia estupefaciente,
pues, como ha sido suficientemente expuesto por la jurisprudencia, "dentro del trámite
que finaliza con la emisión del concepto por parte de la corte, lo que se analiza de la
documentación remitida por el gobierno requirente, es su validez formal, es decir que
conforme a las cláusulas de los convenios bilaterales o multilaterales sobre la materia,
o en su defecto a las del artículo 551 del código de procedimiento penal (art. 520 de la
ley 600 de 2000), hayan sido agregados por la vía diplomática y contengan el mínimo
de información necesaria -conforme al tratado o a la ley- para el estudio del asunto y
decisión del concepto respectivo. deviene de lo anterior la inhibición de la corte para
adentrarse en el contenido material de la documentación o, peor aún, para discutir el
contenido de la justicia material de las decisiones del estado extranjero".
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concepto extradición
fecha : 05/09/2001
decision : con aclaraciones conceptúa favorablemnte
pais requirente : perú
requerido : cardenas guzman, carlos enrique
delitos : violación a la ley 30/86, concierto para delinquir - ley
30/86
proceso : 17794
publicada : si
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1. por haberse culminado este asunto por los ritos de la sentencia anticipada regulada
en el artículo 37 del derogado decreto 2.700 de 1.991 y estar enderezado el único
cargo de la demanda a conseguir el otorgamiento de la condena de ejecución
condicional, es claro que le asiste interés al libelista para recurrir extraordinariamente
el fallo de segundo grado.
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tiene adscritas sus propias consecuencias jurídicas. tanto es esto, que si la causal
planteada es la primera o la segunda, la corte, debe dictar fallo de sustitución, pero si
es la tercera, y el vicio trasciende la sentencia, la solución será indefectiblemente la
nulidad de la actuación en todo o parte (art. 229 c. de p. p.)"(auto del19 de diciembre
de 2.000, rad. 15.986, m.p., dr. fernando arboleda ripoll).
3. de otra parte, esto es, en lo que concierne a la presunta violación directa del artículo
68 del drogado código penal de 1.980, superlativo es el desatino del demandante, ya
que, como se puntualizó en precedencia un tal planteamiento no corresponde a la
causal invocada, y aparte de ello, de haberse propuesto como una censura
independiente igualmente sería errada la posición del libelista, si se tiene en cuenta
que al haberse negado en la sentencia el subrogado de la condena de ejecución
condicional, no es posible desde ningún punto de vista concretar el supuesto yerro del
fallador en la interpretación errónea de la ley y mucho menos que como consecuencia
de ello se haya aplicado indebidamente, pues ni lo uno ni lo otro son compatibles con
la lógica casacional.
4. al respecto, y solo para que no quede latente cualquier inquietud que pueda suscitar
una tal apreciación del censor, debe destacarse que previo a la formulación de los
cargos el fiscal hizo un recuento de los hechos en que se originó este proceso, esto es,
que por haberse recibido información telefónica acerca de la comercialización de
drogas en la casa donde fue capturado (...), se llevó a cabo una diligencia de
allanamiento con los resultados conocidos y en ese sentido se le preguntó si "acepta
ser autor de la infracción a la ley 30 de 1.986, aquí investigada, la cual se le acaba de
leer y conforme a las circunstancias de tiempo, modo y lugar que se le acaba de leer?",
habiendo manifestado éste: "si acepto, ya que había recibido esa droga, tal y como lo
dije en la diligencia en la fiscalía", por eso, como la conducta desarrollada por éste se
concretó en la modalidad de conservar, conforme a ello, como se dijo atrás, se dosificó
la pena, cosa distinta es que esas circunstancias del hecho, como así lo precisó el
tribunal, permitan, además, inferir que no se trata de la simple conservación de un
consumidor, sino de un "mayorista en estos quehaceres", como así se deduce de la
cantidad hallada, las grameras, la balanza, los papeles de envoltura o empaque y de
los plásticos para la preparación de óvulos.
sentencia casación
fecha : 06/09/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : armenia
procesado : carrillo culma, jose olmedo
delitos : violación a la ley 30/86
proceso : 13244
publicada : si
****************************
202
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
2. tampoco le asiste razón a la libelista, pues si bien es cierto que la citada experticia
se allegó cuando ya se encontraba clausurada la fase sumarial y no se corrió el
traslado de que trataba el numeral 2° del artículo 270 del c. de p. penal vigente para la
época de los hechos, con el fin de que los sujetos procesales solicitaran su aclaración,
ampliación o adición y, por supuesto, al tenor del artículo 271 de la misma obra, la
objetaran, no obstante, como atinadamente lo señaló el juzgado de primera instancia y
lo conceptúa el procurador delegado, en la etapa del juicio se contó con todas las
posibilidades previstas en los precedentes artículos para que la defensa ejerciera el
contradictorio, máxime cuando la última de las normas citadas permite la objeción
hasta antes de que finalice la audiencia pública.
cabe agregar que en el juicio, el juez, mediante auto del 27 de noviembre de 1996, con
fundamento en las normas pertinentes, ordenó el respectivo traslado de los múltiples
dictámenes periciales obrantes en el diligenciamiento, dentro del cual los sujetos
procesales guardaron silencio, lo que evidencia su conformidad frente a los resultados
que arrojaron.
ahora bien, si lo pretendido era acusar que el tribunal al valorar el mérito de las
pruebas en precedencia enlistadas, vulneró los postulados de la sana crítica y que este
dislate lo llevó a declarar una verdad distinta de la que revela el proceso, ha debido
orientar el reproche por la vía del error de hecho por falso raciocinio, indicando cuáles
fueron las leyes científicas o los principios lógicos o las reglas de la experiencia
quebrantados, de qué manera lo fueron y cuál su incidencia en la parte dispositiva del
fallo, labor que no emprendió.
203
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
5. en lo que hace relación a la aplicación del principio de favorabilidad, por razón del
tránsito de legislación, toda vez que el pasado 25 de julio entró en vigencia la ley 599
de 2000, mediante la cual se expidió el nuevo código penal, su análisis y eventual
reconocimiento le corresponde al juez de ejecución de penas y medidas de seguridad,
al tenor de lo dispuesto en el numeral 7° del artículo 79 de nuevo código de
procedimiento penal (ley 600 de 2000).
sentencia casación
fecha : 06/09/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d. c.
procesado : ortiz soba, jose miguel
delitos : porte de armas de defensa personal, homicidio agravado
proceso : 14587
publicada : si
****************************
1. el capitán (...) declaró ante la policía judicial, se le preguntaron las razones para
allanar el inmueble mencionado y señaló:
no lo hizo así sin embargo. le bastó enfatizar que "las labores de inteligencia" daban
cuenta de la realización de hechos al margen de la ley y que ello quedó corroborado
con los demás medios probatorios allegados al proceso. de una parte el fiscal concluye,
entonces, que el informe y la ratificación de él indicaban la procedencia ilícita del
incremento patrimonial de los procesados y categóricamente, de otra, que de haberse
considerado conjuntamente con "otros elementos de convicción no analizados o
tergiversados", otra hubiera sido la orientación del fallo.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
el informe del oficial de enlace del comando del ejército fechado en cali el 23 de marzo
de 1994 (fl. 1 c.o. #6) fue en realidad una solicitud de allanamiento al inmueble
ubicado en la calle 22 #5 a 79 y 5 a 75, piso 4º del edificio veneto, lugar de ubicación
de constructora roma e inversiones maquilon & maquilon. la razón de la petición se
concretó en que "…según informaciones, dentro de dichos inmuebles se adelantan
actividades delictivas, relacionadas con la ley 30 de 1986…". el mismo día el oficial del
ejército se ratificó en lo dicho ante el fiscal regional de cali. "el compareciente -dice el
acta-manifiesta que se ratifica de todo lo afirmado en el informe por él suscrito el día
23 de marzo de 1994, por cuanto este se fundamenta en labores de inteligencia
debidamente verificadas" (fl. 4 c.o. #6).
en todos los procesos en los que obren varios dictámenes periciales y orienten hacia
cierta conclusión, entonces, el juzgador estaría obligado a reivindicarla, según la
máxima que propone el casacionista y que la corte no puede admitir como tal,
simplemente porque constituiría una regla de tarifa legal.
"debe señalar la sala -se dijo recientemente-* que no existe una norma que le imponga
al funcionario judicial otorgarle algún valor específico a la prueba pericial. como los
demás medios demostrativos autorizados por la ley está sujeta a la apreciación que de
ella haga el juzgador, quien en la tarea sólo se encuentra limitado por la observancia
de las reglas de la sana crítica, de conformidad con el sistema de persuasión racional
que rige en el procedimiento penal colombiano.
"es claro, entonces, que el juez no está atado a los términos y conclusiones del
peritazgo. se trata de un medio de prueba que somete a crítica como cualquier otro y
le otorga los alcances que estime pertinentes, naturalmente sin perder de vista los
demás elementos probatorios. es lo que hace en ejercicio de su soberanía en la
apreciación de las pruebas que, se reitera, tiene como único límite la sana crítica. y
como solamente su desbordamiento es atacable en casación, esto le impone a la parte
que acude al medio de impugnación precisar cuál fue la regla transgredida y
determinarla en cuanto a si fue de ciencia, lógica o experiencia, lo mismo que
demostrar que otro hubiera sido el sentido del fallo de no haberse incurrido en la
irregularidad, lo que necesariamente implica la confrontación de los términos de la
sentencia".
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
(...) señaló como origen de los 630 millones de pesos amnistiados en 1990 los negocios
de ganado y en particular los llevados a cabo con (...) y (...). estos no lo contradijeron
en ello pero no concordaron en el tiempo en que tuvieron existencia las sociedades de
hecho con el procesado. para el tribunal se trató, dado el tiempo transcurrido, de una
inconsistencia "nimia y razonable". y según el censor "no puede considerarse
intrascendente" ese señalamiento de épocas diferentes, especialmente cuando rafaela
rodriguez ni siquiera alude a que su cónyuge hubiera estado asociado con gutierrez.
las reglas de la experiencia que el fiscal recurrente postula como violadas por el
tribunal, como ha sucedido en los eventos precedentes, no son tales, sino otra
perspectiva apreciación probatoria. no es una máxima de la experiencia que todas las
esposas conozcan de todos los negocios que hacen sus esposos con quienes conviven.
ocurre en algunos casos que éstos les ocultan esas actividades y entonces no se puede
elevar a la categoría de regla una circunstancia que depende siempre del tipo de
relación entre los esposos, de la comunicación que tengan, de la confianza, etc.
tampoco es una regla de experiencia que en todos los casos en que una persona le
entregue su dinero a otra para que lo invierta, deba dejarse una constancia
documental. puede resultar extraña tanta confianza pero no imposible y en
consecuencia mal puede aceptarse una máxima de experiencia como esa, pues se
llegaría al absurdo -de hacerlo-de desconocer el principio de la buena fe y sospechar
siempre la maldad cuando se produzca un negocio sin soporte documental. expresar
las reglas de esta manera, o con éstos alcances, sería tanto como convertir la regla de
experiencia en un axioma, es decir, como verdad evidente por sí misma.
5. la fiscalía, eso se sabe, es sujeto procesal en la fase del juzgamiento y aunque para
ese momento ha ejercido su función acusadora, no necesariamente está obligada a
sostenerla en la audiencia pública. esto por la sencilla razón de que el fiscal se
encuentra autorizado para solicitar en su marco sentencia absolutoria. pero con
independencia del tipo de fallo que solicite, lo cierto es que interviene
obligatoriamente en la audiencia pública. y esta intervención es la que permite a juicio
de la sala derivar si en un caso concreto la fiscalía cuenta o no con interés para recurrir
en casación. si la pretensión del fiscal es satisfecha por el juez es claro que como
parte que es no cuenta con interés para impugnar esa decisión. pero si es al contrario,
como en el presente caso donde el fiscal especializado actuó acusando en la audiencia
y demandó sentencia condenatoria, es claro que contaba con interés para recurrir en
casación al resultar adversa la sentencia a la pretensión planteada en representación
del organismo investigador. y como cualquier sujeto procesal a lo único que se
encontraba sujeto el fiscal para lograr la intervención de la corte era a la presentación
de una demanda en forma desde el punto de vista lógico, lo que no logró como quedó
explicado a lo largo de las consideraciones de esta providencia.
___________________________
* providencia del 14 de marzo de 2001. casación 15.493
sentencia casación
fecha : 06/09/2001
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d. c.
no recurrente : maquillon amaya, luis alfonso
no recurrente : rodriguez orejuela, rafaela
delitos : enriquecimiento ilícito de particular
proceso : 17167
publicada : si
****************************
207
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
el artículo 5° prevé los requisitos que debe observar toda petición de extradición, así:
3. de conformidad con lo establecido por los artículos 528 y 530 del código de
procedimiento penal, las determinaciones sobre captura y libertad de la persona
requerida en extradición, son de competencia del fiscal general de la nación.
extradición
fecha : 06/09/2001
decision : no accede a lo solicitado, corre traslado por 5 días
pais frequirente : brasil
requerido : machado, ney
proceso : 18481
publicada : si
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el reproche así propuesto se apartó de las reglas mínimas que surgen del deber de
formular los cargos en forma clara, precisa, fundamentada y autónoma (numerales 3º.
208
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
y 4º. del artículo 212 del código de procedimiento penal), con indicación y
comprobación nítida de las irregularidades que son propuestas como principal y
secundarias, pues las consecuencias que dimanan de la eventual existencia de una de
ellas pueden afectar de manera diferente y desde distinta oportunidad el trámite del
proceso.
olvidó que la nulidad como remedio procesal no opera por el simple señalamiento de
una supuesta irregularidad y, por lo tanto, que no basta la formal y aparente
reprobación de un acto que se califica de injurídico. es menester, como es apenas
obvio, precisar puntual y fundadamente la lesión o menoscabo producido con la
actuación al proceso o a las garantías de los diversos sujetos que en él intervienen.
salvo lo relacionado con la prescripción de la acción penal, todos los demás motivos de
invalidación invocados se quedaron en su mero enunciado.
3. a pesar que la demanda gira en torno a la errónea calificación jurídica impartida por
los falladores al comportamiento atribuido al señor tenorio lazo, el casacionista no
desplegó ningún esfuerzo argumentativo para demostrar el yerro judicial. si bien eligió
la vía de la nulidad, no expresó cómo se llegó a la falencia, si por ejemplo debido a
errores de lógica jurídica en la aplicación del derecho al caso concreto o como
consecuencia de desaciertos en materia probatoria. con otras palabras, omitió indicar
cómo se produjo la transgresión de la ley sustancial, si por violación directa o indirecta,
y cuál la incidencia de ese error en la estructura del proceso. se limitó a presentar un
escrito de libre factura a la manera de un trabajo de instancia, consignando
apreciaciones subjetivas y genéricas sobre los hechos, al estilo de, vgr., "las pruebas
recaudadas no daban para condenar por estafa sino por abuso de circunstancias de
inferioridad", en abierto disentimiento con la sentencia impugnada, pero sin plantear ni
demostrar, remotamente siquiera, la existencia en ella de un desacierto en la selección
o aplicación de la norma sustancial y, menos aún, en la apreciación probatoria.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
sentencia casación
fecha : 06/09/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : cali
procesado : tenorio lazo, jaime antonio
delitos : estafa agravada
proceso : 13903
publicada : si
****************************
extradicion/ inexequibilidad
en particular, como el inciso segundo del artículo 508 del nuevo código de
procedimiento penal declarado inexequible " además, la extradición de los
colombianos por nacimiento se concederá por los delitos cometidos en el exterior,
considerados como tales en la legislación penal colombiana", no estaba contenido
expresamente en el anterior ordenamiento procesal penal, dicho condicionamiento
seguirá regulado por el artículo 35 superior.
en punto al artículo 509 se aplicará la parte pertinente del artículo 547 del anterior
código de procedimiento penal, toda vez que su redacción es idéntica.
y el artículo 565 del anterior código procesal penal operará en reemplazo del declarado
inexequible artículo 527 de la ley 600 de 2.000.
extradición
fecha : 06/09/2001
decision : no repone providencia que negó suspender el
trámite
pais requirente : estados unidos de américa
requerido : tascon aguirre, alfredo
proceso : 16726
210
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
publicada : si
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se aparta de la vía directa escogida, en la que hay que aceptar los hechos tal como
fueron plasmados y las pruebas tal como fueron apreciadas por el juzgador, para
irrumpir en la indirecta, cuando pretende que la conducta no es grave por haber sido
cambiada la cocaína por una sustancia inocua y cuando asevera que los agentes
controlaron la operación, frente a lo considerado por el tribunal.
211
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
no debe olvidarse que para llegar a ese quantum, el tribunal tuvo en cuenta no sólo la
cantidad de la droga incautada (150 kilos de cocaína), sino que se sacó del país,
afectándose el buen nombre del mismo, que se realizaron varias de las conductas
alternativas previstas en el artículo 33 de la ley 30 de 1986, la intensidad del dolo, el
haber programado el plan delictivo para el envío del alcaloide, y la pluralidad de bienes
jurídicos puestos en peligro.
en el mismo sentido, ha dicho la sala, con relación a la inteligencia que debía darse al
mentado artículo 67 del decreto 100 de 1980, que el juez no estaba obligado a
imponer el mínimo de la sanción, así concurrieran solamente circunstancias de
atenuación, "porque el análisis del caso conforme al artículo 61 puede hacer
aconsejable la aplicación de pena mayor ... como se desprende de la expresión "sin
perjuicio de lo dispuesto en el artículo 61" que aparece al final de la norma
comentada** ".
a lo que si estaba y está obligado el fallador es a respetar los límites mínimo y máximo
de la sanción, pues si los desconociera infringiría el principio de legalidad, y a expresar
las razones por las cuales incrementa la pena.
____________________________
* casación 24 de agosto de 1994, m.p. dr. dídimo páez velandia; sentencia de segunda
instancia, julio 12/99, rad. 15458, m.p. dr. jorge aníbal gómez gallego; casación 11565,
octubre 7/99, m.p. dr. carlos e. mejía escobar; y casación 14534 del 26 de octubre/00,
m.p. dr. jorge e. córdoba poveda, entre otras.
** ver, entre otras casación 16765, mayo 31/01. m.p. dr. carlos augusto gálvez argote.
sentencia casación
fecha : 06/09/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal nacional
ciudad : bogotá d. c.
procesado : rojas renteria, carlos arturo
delitos : violación a la ley 30/86
proceso : 12691
publicada : si
****************************
212
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
por otra parte, se ha precisado reiteradamente por la sala que la violación indirecta de
la ley por falso juicio de legalidad implica tanto la transgresión del método legal de
formación y aducción de las pruebas o, lo que es lo mismo, el debido proceso
probatorio, como la posterior ponderación de las que han sido ilegalmente
incorporadas al proceso, o la falta de exclusión expresa de las no aducidas en legal
forma, hipótesis esta que difiere del error de hecho como falso juicio de identidad por
agregados o supresiones de la prueba, pues de lo que allí se trata es de la apreciación
de la prueba que de antemano debe ser excluida, no de la estimación material
distorsionada del medio de convicción, bajo la consideración de que ella no reúne los
presupuestos de validez que exige la ley para su presentación.
3. ha sido insistente la corte en sostener que el error de hecho como falso juicio de
213
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
existencia por omisión o preterición, se presenta cuando los juzgadores al apreciar los
elementos de prueba que obran legalmente aportados al proceso, ignoran la existencia
material de alguno o algunos de ellos de manera absoluta, dando lugar a una visión
distinta de los hechos, que incide en el sentido de la decisión o en la aplicación de sus
consecuencias jurídicas.
tal modalidad de error impone un doble esfuerzo al sujeto procesal que la plantea, el
cual involucra tanto la clara enumeración de los medios de prueba que legalmente
allegados resultaron omitidos en la evaluación que precedió la declaración de justicia,
como la demostración a través de una evaluación probatoria de conjunto que los
incluya, para ver de comprobar con fundamento en ella, que de haberse considerado el
dato o los datos supuestamente revelados por aquéllos, el sentido de la decisión
hubiera sido diverso y en todo caso favorable al impugnante.
sentencia casación
fecha : 06/09/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal nacional
ciudad : bogotá d. c.
procesado : gonzalez garcia, beatriz eugenia
delitos : testaferrato
proceso : 14967
publicada : si
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"la extradición se podrá solicitar, conceder u ofrecer de acuerdo con los tratados
públicos y, en su defecto con la ley.
de modo que, acorde con las previsiones de los incisos 1° y 2° del precepto transcrito,
la extradición activa o pasiva debe sujetarse a los tratados públicos vigentes entre los
estados comprometidos y, en relación con aquello que tales instrumentos no regulen,
se procederá conforme con la ley.
ocurre que, revisado el tratado vigente en materia de extradición entre las repúblicas
de panamá y colombia (ley 57 de 1928), se advierte el señalamiento de condiciones,
requisitos formales y prohibiciones, pero no indica la competencia y el trámite que
debe cumplirse, razón por la cual esto último se sujetará a lo dispuesto en el código de
procedimiento penal. es decir, en este caso la extradición puede concederla o negarla
el gobierno nacional, previo concepto de la corte suprema de justicia (artículos 508 y
214
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
siguientes).
extradición
fecha : 06/09/2001
decision : niega pruebas solicitadas, corre traslado
pais requirente : panamá
requerido : ibarra, hector jaime, o,
requerido : velez, jaime alberto, o,
proceso : 18248
publicada : si
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"2. cada uno de los delitos a los que se aplica el presente artículo se considerará
incluido entre los delitos que den lugar a extradición en todo tratado de extradición
vigente entre las partes. las partes se comprometen a incluir tales delitos como casos
de extradición en todo tratado de extradición que concierten entre sí".
"la extradición de los prófugos, en virtud de las estipulaciones del presente tratado, se
verificará de conformidad con las leyes de extradición del estado al cual se haga la
demanda".
dos aclaraciones concita el texto: la primera, debe distinguirse entre condiciones para
conceder o negar la extradición y trámite de la misma; y la segunda, el inciso
destacado remite a las leyes del estado requerido sólo para el trámite y no para las
215
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
condiciones, pues con razón aclara inicialmente que "la extradición de prófugos, en
virtud de las estipulaciones del presente tratado, se verificará…". es decir, las
condiciones o estipulaciones de la extradición están en el tratado y el trámite de la
misma corresponde al que señala la legislación del país requerido.
en este orden de ideas, como en este caso el estado colombiano fue requerido por el
gobierno del perú para la concesión de la extradición del ciudadano (...), significa que
el trámite se sujeta a las disposiciones del código de procedimiento penal (arts. 508 y
siguientes de la ley 600 de 2000 o arts. 546 y siguientes decreto 2700 de 1991).
como en este caso se trata de una solicitud de extradición pasiva, los cómputos de
prescripción de la acción penal deben hacerse conforme con las leyes de colombia,
como país requerido.
de acuerdo con el artículo 83 del código penal, la acción penal prescribirá en un tiempo
igual al máximo de la pena fijada en la ley, si fuere privativa de la libertad, pero en
ningún caso será inferior a cinco (5) años, ni excederá de veinte (20), salvo para los
delitos de genocidio, desaparición forzada, tortura y desplazamiento forzado, que se
fija en treinta (30) años.
en el caso del lavado de activos, como concurre una circunstancia de agravación por
realizarse con organización delictiva, el tiempo ordinario de prescripción de la acción
penal sería de veinte (20) años (arts. 323 y 324). sin embargo, como dicho término se
entiende interrumpido por la ejecutoria de la acusación, como lo prevé el artículo 86,
empezará a correr de nuevo por un lapso igual a la mitad (10 años), tiempo que en
manera alguna se habría alcanzado si se tiene en cuenta que la acusación está
fechada el 5 de mayo de 1997 (fs. 644).
3. el defensor estima que nada existe para discutir sobre los requisitos formales que
deben examinarse en torno a la solicitud de extradición, pero de igual manera se
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
siente inhibido para pronunciarse sobre unas exigencias legales que apenas tienden a
darle un halo de legitimidad a una actuación extraña a la perspectiva axiológica del
estado de derecho, pues no comparte el adelantamiento de los trámites de extradición
ni de los procesos en ausencia del procesado, dado que no concibe una adecuada
defensa sin la comunicación personal con su defendido.
pues bien, el sólo reparo de que el impulso del trámite de extradición, sin la presencia
del requerido, contraviene la axiología del estado de derecho, constituye un acto
defensivo de gran proyección, si se tiene en cuenta que sería una manera de entender
que la contradicción y la defensa exigen la presencia física del inculpado. sin
embargo, en relación con el juzgamiento o cualquier otro rito en contumacia, la corte
constitucional perfiló su constitucionalidad en las siguientes expresiones insertas en la
sentencia c-040 de 1997:
por último, hoy se reitera lo dicho en el auto del 25 de abril del año en curso,
correspondiente a esta misma actuación, en el sentido de que la captura o presencia
del solicitado en extradición no constituye un requisito de validez del concepto o de la
concesión o negación de la extradición, sino apenas un elemento para su eficacia,
como se desprende de la lectura armónica de los artículos 524 y 528 del código de
procedimiento penal, según los cuales la captura del extraditable puede ordenarse
antes de formalizar la solicitud de extradición, en su curso o como colofón de la
decisión administrativa final.
concepto extradición
fecha : 06/09/2001
decision : conceptúa favorablemente
pais requirente : perú
requerido : rios lastra, antonio modesto
delitos : lavado de activos, tráfico, fabricación o porte de
estuperf., tráfico de sustancias para proc. de
nacóticos
proceso : 16800
publicada : si
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217
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
pues bien, atendiendo al hecho que la casación fue interpuesta el día 21 de enero de
2000, en principio podría sostenerse que el procedimiento casacional aplicable es el
previsto en la nueva ley de casación, hoy parcialmente declarada inexequible por la
corte constitucional a través de las sentencias c-252, c-260 y c-261 de 2001 (pero con
efectos a futuro), pues el artículo 18 transitorio de la misma dispone:
"esta ley sólo se aplicará a los procesos en que se interponga la casación a partir de su
vigencia, salvo lo relativo a la respuesta inmediata y al desistimiento, que se aplicarán
también para los procesos que actualmente se encuentran en curso en la sala de
casación penal de la corte suprema de justicia" (en negrillas, fuera de texto).
sin embargo, esa disposición no resulta aplicable al caso en virtud de la regla básica
prevista en el artículo 40 de la ley 153 de 1887, que el tribunal desconoció de manera
manifiesta.
de acuerdo con esta fuente normativa se establece que los términos, actuaciones, y
diligencias que hayan sido iniciadas en vigencia de la ley anterior, deben seguir
rigiéndose conforme a ella.
en tratándose del régimen de casación establecido por la ley 553 de 2000, entonces,
en principio debe ser aplicada a todos los procesos en los cuales se interpuso a partir
del 15 de enero de ese año, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 40 de la ley 153
de 1887, en relación con las actuaciones, términos o diligencias iniciadas en vigencia
de la normatividad anterior, que deben continuar aplicándose conforme a ella.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
"así entonces, bien porque se entiende que una actuación se haya iniciado con el fallo
de segunda instancia, en vigencia de las normas anteriores (como dice la ley 153 de
1887), ora porque el recurso se haya interpuesto
también en vigor de los mismos preceptos precedentes (como lo dice el artículo 699
del c. p.c.), serán tales disposiciones derogadas las que rijan el caso".
por otra parte, frente a la legislación anterior, por el factor punitivo, la casación común
era procedente, pero ante las regulaciones de la ley 553, ello no es posible en
consideración a que el delito de homicidio culposo tiene prevista pena privativa de la
libertad de 2 a 6 años de prisión (artículos 329 del decreto 100 de 1980 y 109 de la ley
509 de 2000), por lo que resulta obvio que el caso debía seguir rigiéndose con
fundamento en la legislación derogada.
"el artículo 1º de la ley 553 del 2000 exige como requisito para poder acceder a la
casación, que el delito por el que se proceda tenga señalada pena privativa de la
libertad cuyo máximo exceda de ocho (8) años. la normatividad anterior (artículo 218
del código de procedimiento penal, modificado por el 35 de la ley 81 de 1993), exigía,
para los mismos efectos, un tope igual o superior de seis (6) años.
"pues bien ¿qué ocurre cuando la norma que venía regulando el caso permitía la
interposición de la casación, por tener señalado el delito investigado pena privativa de
la libertad igual o superior a seis (6) años, pero frente a las nuevas disposiciones
resulta improcedente por no exceder el límite de ocho años requerido por ellas? en
relación con esta concreta situación, plurales han sido los pronunciamientos de la corte
en los cuales ha sido sostenido que la posibilidad de impugnar una decisión debe
regirse por la ley bajo cuyo imperio fue pronunciada, como quiera que es a partir de
ese momento que surge el derecho a hacerlo, y que la ley posterior no puede suprimir
a la parte su ejercicio cuando al momento de dictarse el fallo la ley vigente lo
reconocía (cfr. autos de julio 12 y 26 de 1994, magistrado ponente doctor guillermo
duque ruiz, y 30 de agosto del mismo año, magistrado ponente doctor edgar saavedra
rojas, entre otras).
así entonces, sin entrar en consideraciones relativas a la ley más favorable, en tal
evento, como sucede con el caso que concita la atención de la sala, será la ley
derogada la que se siga aplicando a todos aquellos supuestos fácticos que cumplan la
exigencia de haberse iniciado el trámite de notificación de la sentencia durante su
vigencia.
219
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
en ese orden de ideas, la sala considera que el tribunal de instancia erró al negar la
casación con fundamento en los artículos 1 y 18 transitorio de la ley 553 de 2000, pues
no tuvo en cuenta lo dispuesto en el artículo 40 de la ley 153 de 1887 respecto al
término iniciado en vigencia de la ley anterior.
recurso de hecho
fecha : 12/09/2001
decision : concede el recurso de casación denegado,
comunica al
tribunal
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : bogotá d. c.
procesado : gomez gonzalez, julio daniel
delitos : homicidio culposo
proceso : 18503
publicada : si
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lo primero que debe precisar la sala es si en verdad, como parece entenderlo el señor
juez penal del circuito en su confusa providencia, se trata de hechos que no
encuentran descripción típica en el nuevo código penal por manera que han perdido el
carácter ilícito que el artículo 39 de la ley 30 de 1986 permitía atribuirles, caso en el
cual ciertamente la decisión que así lo declare deberá ser expedida por el juez que
venía conociendo del proceso; o si por el contrario, como lo expresa la señora juez
penal del circuito especializado, los hechos se adecuan a lo normado por los artículos
414 y 415 de la ley 599 de 2000, evento en el cual la competencia debe fijarse de
acuerdo con las normas pertinentes del código de procedimiento penal expedido
mediante la ley 600 de 2000.
si el delito de prevaricato por omisión consiste -según el artículo 150 del anterior
código penal, que corresponde al 414 del actual- en la conducta del servidor público
"que omita, retarde, rehuse o deniegue un acto propio de sus funciones", o, dicho en
otros términos, en el consciente y voluntario incumplimiento de sus deberes por parte
del servidor público, es evidente que la diferencia entre ambos tipos penales se reduce
a la especificidad o generalidad de su contenido, que implica que en todos los casos
relacionados con el tráfico de estupefaciente, dada la coexistencia de ambos, se
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
pues bien: aunque el código penal de 2000, que pretendió reunir toda la dispersa
legislación penal, no reprodujo el artículo 39 de la ley 30 de 1986, sí consagró en el
artículo 414 el prevaricato por omisión y en el artículo 415, como circunstancia de
agravación punitiva, que la conducta se realice en actuaciones judiciales o
administrativas que se adelanten, entre otros, por delitos de narcotráfico.
lo que sí debe aclararse es que la forma culposa contemplada en el segundo inciso del
artículo 39 no encuentra acomodo en la nueva legislación, por cuanto el prevaricato
sólo admite comisión por dolo.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
procedencia : juzgado 5 p. c. e.
ciudad : bogotá d.: c.
procesado : moreno bernal, jose omar
procesado : arias lara, cesar augusto
procesado : luna mendoza, jairo isidro
procesado : villamarin avella, moises
procesado : suarez caicedo, leonardo
delitos : violación a la ley 30/86
proceso : 18695
publicada : si
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es, por ende, en el fallo de segunda instancia donde habrá de decidirse si, de
mantenerse la condena a prisión, ésta puede sustituirse por domiciliaria.
dentro del expediente obra constancia de haber estado (...) detenido domiciliariamente
entre el 7 de diciembre de 1998 (f. 101 cd. 2) y el 3 de agosto de 1999 (f. 138 cd. 4),
cuando el tribunal le concedió libertad provisional por vencimiento de términos, es
decir que ha descontado 7 meses y 27 días, pero a pesar de haberse comprometido,
para disfrutar de la libertad provisional, a presentarse ante la autoridad competente
cada vez que ésta lo requiriera (f. 137 ib.), una vez enterado de la sentencia
condenatoria y de la revocatoria de su liberación provisional, en la sustentación del
recurso de apelación dejó constancia de su no sometimiento inmediato al fallo
impugnado por considerarlo injusto (f. 420 ib.) y, en efecto, no aparece información de
que haya comparecido.
esa expresa renuencia a presentarse ante el a quo para hacer efectiva la prisión
impuesta, en actitud de abierto incumplimiento de su obligación, no otorga a esta sala
fundamento para inferir que (...) concurrirá al cumplimiento de la sanción y, en
222
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
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223
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
2. la delegada desborda los límites del concepto que le es propio en la casación, pues
sin examinar el cargo presentado por el demandante en los términos consignados en el
libelo, elabora su propia propuesta del error en la denominación jurídica del secuestro.
en otros términos, perdió de vista, conforme al reiterado criterio de la sala, que "la
tarea del ministerio público dentro del trámite de la casación, si bien no se encuentra
limitada a emitir concepto sobre las pretensiones que se formulen en la demanda, sino
que, al tenor de lo dispuesto en el artículo 228 del código de procedimiento penal,
podrá sugerir a la corte la invalidación de lo actuado cuando advierta la existencia de
violaciones ostensibles de las garantías fundamentales de los sujetos procesales,
pudiendo, por lo tanto, plantear posiciones jurídicas en ese sentido, no le es permitido,
so pretexto de su quebrantamiento complementar o enmendar el libelo objeto del
concepto, ni formular sus propios cargos, pues se estaría atribuyendo la calidad de
impugnante de la que carece y desnaturalizando la razón de ser del traslado"
(sentencia del 24 de enero de 2001, m.p. dr. jorge e. córdoba poveda).
sentencia casación
fecha : 13/09/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal nacional
ciudad : bogotá d. c.
procesado : santrich contreras, roxana de jesus
procesado : santrich contreras, carlos jose
delitos : homicidio, secuestro extorsivo
proceso : 12754
publicada : si
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por conformar una unidad inescindible las sentencias de primera y segunda instancia,
en aquella temática en que, como sucede en el presente caso, existe plenitud de
argumentaciones y coincidencia en el criterio jurídico por parte de los dos juzgadores,
preciso es observar, en primer término, que al propósito de realizar el cálculo punitivo,
el juez del circuito advirtió en principio que si bien el imputado carece de antecedentes
judiciales y policivos y registra buena conducta anterior, además de buen nombre
social y familiar, la culpa en que habría incurrido, entraña mayor responsabilidad y por
ende se hace susceptible de mayor represión, máxime cuando conforme con el artículo
61 del c.p. para este cometido tiene particular incidencia la gravedad del hecho
punible, así como la modalidad y el grado de culpabilidad.
avalando en términos generales el criterio del a quo, mas aún cuando los argumentos
del apelante condicionados por el interés para recurrir resultaron ser sustancialmente
los mismos a aquellos que se han propuesto por la vía extraordinaria, el tribunal
preciso que las circunstancias de atenuación y agravación genéricas tenían muy poca
incidencia frente a los delitos culposos, resaltándose frente a ellos el mayor o menor
grado imprudencia, negligencia, etc., o el mayor o menor grado de representación del
evento dañoso, aspectos estos últimos que por adquirir en el caso concreto especial
relevancia, determinan el máximo grado de culpabilidad y de ahí la pena a imponer en
cinco años de prisión, con la reducción pertinente por ser el fallo anticipado.
pues bien, lejos de desbordar el sentido y alcance de los preceptos 61 y 67 del c.p. se
muestra la interpretación que de los mismos hicieron los juzgadores y por el contrario,
la discrecionalidad en el manejo y valoración de los distintos factores llamados a
determinar la cuantificación de la pena en el caso concreto, no admite ningún reparo.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
de ahí que, sobre este particular, pertinente encuentre la sala recordar, conforme lo
señalara en sentencia del pasado 31 de mayo del año en curso con ponencia de quien
igual cometido cumple en este caso que:
obtenido después de dicha constatación el marco de la pena dentro de los límites que
la incidencia de todos esos factores tienen sobre la concreta sanción a imponer,
adquieren fundamental importancia los elementos atinentes a la gravedad y
modalidades del delito, el grado de culpabilidad y la personalidad del agente, cuya
deducción es auspiciada en la ley precisamente a partir de la concesión al juez de un
criterio de discrecionalidad y razonabilidad, con sujeción a los cuales finalmente debe
determinar la pena deducible.
de este modo, los extremos punitivos, como se sabe, están demarcados por el
perentorio mandato de conformidad con el cual "sólo podrá imponerse el máximo de la
pena cuando concurran únicamente circunstancias de agravación punitiva y el mínimo,
cuando concurran exclusivamente de atenuación", sin que el específico cálculo de la
pena, frente a la presencia de circunstancias como las referidas que son de privativa
valoración judicial, esté supeditado por fórmula alguna ni por porcentajes previos.
por el contrario, el correcto entendimiento del dicha norma indica "que sólo se pueden
aplicar el mínimo previsto en los casos en que concurran solamente circunstancias de
atenuación, pero ese sólo hecho, la concurrencia exclusiva de circunstancias de
atenuación, no conlleva la obligación para el juez de imponer el mínimo, porque el
análisis del caso conforme al artículo 61 puede hacer aconsejable la aplicación de pena
mayor, tal conclusión se desprende de la expresión "sin perjuicio de lo dispuesto en el
artículo 61" que aparece al final de la norma comentada" (art.67) (cas. 25 de marzo de
1.987), mojones a partir de los cuales goza el juez de plena autonomía en la imposición
de la sanción, pues la valoración de los demás factores incidentes le corresponde por
mandato legal y para ello no ha establecido el ordenamiento sobre la materia una
camisa de fuerza cuantitativa exacta que por anticipado le indique los resultados de
una operación semejante.
225
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
(casación 13.765).
sentencia casación
fecha : 14/09/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : san gil
procesado : cortes torres, jose luis
delitos : homicidio culposo
proceso : 13241
publicada : si
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2. de otra parte, debe advertirse que, como lo señala el libelista, con la expedición de
la ley 599/2000, el delito de concusión pasó a tener una pena mínima de 6 años de
prisión, lo que llevaría a pensar que la figura de la detención domiciliaria de que trata
el parágrafo del artículo 357 del c. de p. p., que remite al artículo 38 del c.p., no sería
procedente en este caso, al reclamar en su aspecto objetivo una pena mínima de 5
años de prisión o menos. sin embargo, por virtud del principio de favorabilidad, no
habría reparo alguno frente a este presupuesto objetivo, por cuanto la pena que se
tendrá en cuenta es la señalada en el artículo 140 del decreto 100/80, con un mínimo
de 4 años, norma vigente para la época de los sucesos.
226
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
en efecto, ésta fue instituida para los punibles menos graves, que merecen un menor
reproche, pues lo contrario sería premiar a quien con su comportamiento ha causado
gran perjuicio a la comunidad.
esa personalidad proclive al delito, que puso el afán de lucro por encima de la altísima
misión de administrar justicia y a quien no le importó afectar la credibilidad de los
asociados en la administración pública y en las instituciones y que las personas se
sientan desamparadas y víctimas de la impunidad, lleva a la sala a concluir que la
prevención especial y la reinserción social, solo se hacen posibles mediante la
detención intramural.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
entre las normas que han regulado sucesivamente la cuestión sustancial en el curso de
este proceso, la del artículo 11 de la ley 66 de 1968, reformada por el artículo 6° del
decreto 2610 de 1979, realmente no sólo es la ley previa sino la más favorable, porque
prevé en el inciso primero una pena máxima de prisión de seis (6) años, dado que la
procesada no sólo carecía de permiso sino también de registro para anunciarse como
urbanizadora y recolectar dineros entre el público; mientras que el artículo 2° de la ley
308 de 1996 estipula un máximo de sanción de siete (7) años de prisión,
posteriormente reiterado por el artículo 318 de la ley 599 de 2000. significa entonces
que la prescripción correría de nuevo por el término de tres (3) años, pero legalmente
no puede ser inferior a cinco (5).
ahora bien, ante el fenómeno del desistimiento del recurso de apelación, la fiscalía
debió dictar una providencia interlocutoria que lo evaluara respecto de su legitimación
y oportunidad y consecuentemente lo aceptara para declarar ejecutoriada la
acusación, conforme con el artículo 212 del código de procedimiento penal de 1991 o
como dispone hoy el artículo 199 de la ley 600 de 2000 (nuevo código de
procedimiento penal), que provee en igual sentido. sin embargo, como así no se hizo,
la única fecha cierta para contar el nuevo término de prescripción sería la del
desistimiento de la impugnación (10 de octubre de 1995), momento a partir del cual se
registró el curso de cinco (5) años hasta el 10 de octubre de 2000, cuando el asunto se
hallaba en procuraduría para el respectivo concepto.
en vista de la vigencia del nuevo código penal (ley 599 de 2000), cuyo artículo 318
prácticamente reproduce la disposición del artículo 2° de la ley 308 de 1996, con la
sola diferencia de que en el inciso 2° retoma un apartado del artículo 6° del decreto
2610 de 1979, relativo a la responsabilidad penal que asumen los representantes
legales y miembros de la junta directiva de la persona jurídica que haya participado en
la decisión, la corte esta vez volverá sobre el tema, con el propósito de profundizar
algunas referencias anteriores.
así entonces, debe recordarse que, de acuerdo con el artículo 3° de la ley 153 de 1887,
la derogatoria de normas se entiende en los siguientes términos:
"estímase insubsistente una disposición legal por declaración expresa del legislador, o
por incompatibilidad con disposiciones especiales posteriores, o por existir una nueva
ley que regule íntegramente la materia a la que la anterior disposición se refería".
"es expresa, cuando la nueva ley dice expresamente que deroga la antigua.
"es tácita, cuando la nueva ley contiene disposiciones que no pueden conciliarse con
las de la ley anterior.
"la derogación de una ley puede ser total o parcial" (lo destacado es original del texto).
"la derogación tácita deja vigente en las leyes anteriores, aunque versen sobre la
misma materia, todo aquello que no pugna con las disposiciones de la nueva ley".
ocurre que, conforme con el artículo 3° de la ley 308 de 1996 (agosto 5), ella regía a
partir de su publicación y "deroga todas las disposiciones que le sean contrarias". es
decir, a tono con las definiciones invocadas, la hipótesis que debe examinarse es la de
228
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
sin embargo, para efectos de la derogatoria tácita, será necesario buscar las
incompatibilidades, las contrariedades o expresiones que no puedan conciliarse en
ambas leyes sucesivas, o la regulación diferente de la misma materia en la ley nueva,
todo lo cual supone lógicamente una comparación cuidadosa de sus contenidos
normativos previamente reconocidos.
como se ve, el tipo penal sanciona alternativamente y con la misma pena las
conductas de "anunciar" o "desarrollar" actividades de enajenación legalmente
definidas, así la segunda conducta (desarrollar) comporte un resultado material y la
primera (anunciar) apenas cree el riesgo de que se produzca, porque se propuso el
legislador atacar eficaz e integralmente el fenómeno de las urbanizaciones ilegales,
mediante la conminación de todos los segmentos comportamentales de quienes la
practican. de modo que la conducta no sólo quedaba consumada con el cumplimiento
("desarrollo") de una transferencia del dominio de inmuebles resultantes de la división
de predios, adecuación de terrenos para construir vivienda, edificación de la misma o
negociación de la ya existente, sino que también se anticipaba jurídicamente el
resultado por el hecho de que la persona "se anunciara" y estableciera relaciones
intersubjetivas como urbanizador, con el fin de transferir el dominio de unidades
habitacionales, sin haber obtenido previamente el registro y permiso de las
autoridades municipales correspondientes. adicionalmente, debe notarse que la
norma ataca todos los sectores en los que se desenvuelve la actividad ilegal, de modo
que el anuncio o desarrollo de transferencias de dominio o de promesas de venta o
recaudo de dineros o cualquier otra conducta que comporte recibirlos, pueden hacerse
para la división material de predios o la adecuación de los mismos, para construir
viviendas, la edificación de las mismas en unidades independientes o mediante el
régimen de propiedad horizontal, o si ya existen éstas, simplemente para negociarlas o
entregarlas siempre a título oneroso.
por su parte, el artículo 2° de la ley 308 de 1996, que introdujo el nuevo artículo 367a
en el código penal de 1980, dispuso:
pero en lo que atañe a la configuración de las conductas rectoras, no hay duda de que
fueron recogidas las anteriores y también notoriamente ampliadas en el nuevo texto,
pues se pasó de simplemente "anunciar o desarrollar" a las de "adelantar, desarrollar,
promover (que en cierta acepción significa anunciar), patrocinar, inducir, financiar,
facilitar, tolerar, colaborar o permitir".
229
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
lo dicho es exactamente igual a lo que ocurría con la interpretación del artículo 6° del
decreto 2610 de 1979, pues la frase rectora era la de "anunciar o desarrollar la
transferencia del dominio" de inmuebles resultantes de la división de terrenos,
adecuación de los mismos, construcción de viviendas o la negociación a título oneroso
de los ya existentes, pertenecientes al sistema individual o al régimen de propiedad
horizontal, sólo que la disposición de la ley 308 extiende la protección a otras ocho (8)
acciones rectoras iniciales y se refiere más adecuadamente a "inmuebles", para no
tocar casuísticamente los predios y viviendas. de igual manera, la nueva ley incluye
las conductas posteriores de "parcelar" y "urbanizar", en cuyo contenido se
comprenden todas las hipótesis del artículo 6° (adecuar terrenos o fragmentar
inmuebles para transferir a título oneroso en cantidades no inferiores a cinco (5)
unidades, por ejemplo).
de modo que el artículo 2° de la ley 308 de 1996 contiene un dispositivo complejo, que
involucra y equipara punitivamente conductas de resultado material, como la de
desarrollar la división, parcelación, urbanización o construcción de inmuebles; o de
mera conducta como las de promover o inducir las mismas actividades posteriores y
de tendencia anímica de dividir, parcelar, urbanizar o construir inmuebles, siempre sin
el lleno de los requisitos legales. por ello, con el fin de indicar la construcción en parte
de un delito de simple conducta peligro, la norma señala que se incurrirá en la pena
prevista "por este solo hecho".
"en no pocas oportunidades, los aportantes de cuotas para los expresados fines
resultan defraudados y se encuentran impotentes para reclamar el cumplimiento o
para obtener la devolución de sus recursos económicos, dada la inexistencia de
registros oficiales sobre las personas responsables de la actividad urbanizadora
prometida y las inmensas dificultades para su localización, precisamente por no haber
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
cumplido ellas los requisitos de ley, que habría hecho posible la vigilancia y el control
estatal sobre su gestión y responsabilidades" (énfasis agregado).
igual propósito de regulación integral debieron advertir los redactores del nuevo código
penal (ley 599 de 2000), porque ellos simplemente reprodujeron el artículo 2° de la ley
308 de 1996 en el artículo 318 del estatuto, con el agregado del inciso 2° referente a
las condiciones de responsabilidad de los directores o gestores de la persona jurídica
comprometidos en las actividades de urbanización ilegal, pero éste a su vez no es más
que una transliteración del inciso 3° del artículo 6° del decreto 2610 de 1979. en esta
forma de proceder, los hacedores del nuevo ordenamiento sustantivo reflejaron el
propósito de unificación de la legislación dispersa, de tal manera que llegara a tener
cumplida vigencia la norma del artículo 474, según la cual quedaba derogado "el
decreto 100 de 1980 y demás normas que lo modifican y complementan, en lo que
tiene que ver con la consagración de prohibiciones y mandatos penales".
de modo que, por regla general, los efectos de la derogación son ex nunc o pro futuro,
porque deben respetarse las situaciones que se hayan consolidado al amparo de la
norma derogada, supuesto que no se juzga la validez de ésta, salvo el efecto
constitucional y legal de la ley posterior favorable.
de acuerdo con el artículo 29 del código de procedimiento penal de 1991, vigente para
la época de los hechos, y el artículo 31 del actual estatuto procesal penal, la querella y
la petición especial son requisitos de procesabilidad de la acción penal, de modo que
sin ellas no puede iniciarse ésta, pero basta que quien tiene derecho a formularlas
presente la respectiva denuncia bajo la gravedad del juramento y con las demás
formalidades y facultades exigidas en la ley. de ahí en adelante, el proceso se
desenvuelve como si fuera de acción oficiosa.
así las cosas, no se ve cuál sería el efecto retroactivo favorable de la querella, como
para desconocer todos los actos de investigación, de prueba y de decisión cumplidos
cuando la acción penal no era querellable, de modo que sería irrazonable exigir ahora
a los afectados la consecuencia de una querella y caducidad que la ley entonces no les
requería, cuando el proceso ya estaba en curso y casi culminado, menos aún si se
determina que la querella sí existió porque hubo una denuncia instaurada por los
afectados con la urbanización ilegal.
231
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
al respecto, según sentencia de casación del 13 de junio del año en curso, la corte hizo
la discriminación entre los efectos simplemente procesales y los sustanciales de la
querella, con el fin de determinar que los primeros eran irremovibles por haber sido
agotados en vigencia de la ley anterior válida, pero que respecto de los últimos era
aplicable de manera inmediata la ley posterior más favorable (m. p. herman galán
castellanos). de igual manera, lo discrimina el artículo 6° del nuevo código de
procedimiento penal.
sentencia casación
fecha : 18/09/2001
decision : se declara prescripción por unos hechos,
redosifica pena,
rev. pago , no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : armenia
procesado : buitrago perez, alba stella
procesado : ramirez arboleda, eulises
delitos : violación de la ley 66 de 1968
proceso : 15988
publicada : si
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el artículo 34 del nuevo código penal (ley 599 de 2000) distingue entre penas
principales, sustitutivas y accesorias privativas de otros derechos cuando no obren
como principales.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
desde la misma discusión del proyecto del nuevo código penal se advirtió que el
instituto debía aplicarse a aquellos casos que merecieren menor reproche y no
significaran dejar desprotegida a la comunidad (cfr. gaceta del congreso no. 189,
agosto 6/98).
1. que la sentencia se imponga por conducta punible cuya pena mínima prevista en la
ley sea de cinco (5) años de prisión o menos;
2. que el desempeño personal, laboral, familiar o social del sentenciado permita al juez
deducir seria, fundada y motivadamente que no colocará en peligro a la comunidad y
que no evadirá el cumplimiento de la pena.
este último presupuesto, obliga realizar un análisis objetivo sobre el entorno laboral,
personal, familiar o social del sentenciado, en orden a producir un diagnóstico-
pronóstico sobre las condiciones en que se desenvolverá el condenado en caso de
posibilitarse que la ejecución de la pena continúe en el lugar de su residencia.
en esa materia el nuevo código penal adoptó en el artículo 4º una imbricación de las
teorías de la unión (inciso 1º) y unificadora preventiva (inciso 2º). las primeras buscan
conciliar las teorías absolutas y relativas, teniendo aquéllas la retribución como
fundamento, y éstas a la prevención.
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
si bien sus rendimientos empíricos pueden ser discutidos al entrar en tensión con los
límites propios de la prevención especial, son los de mayor grado de probabilidad en su
realización, lo cual permite colocar en primer plano la idea de la prevención general
positiva en la fase de ejecución de las penas, por encima de la prevención especial, sin
que
desde luego deje de ser exigible la resolución de la antinomia que con ésta se plantea,
entendiendo que esta última no puede desembocar en una visión del crimen como
comportamiento deseable a efectos de resocializar una sociedad que se cataloga
desajustada.
todo lo anterior para sostener que, en un adecuado sistema de política criminal, habrá
de optarse desde bases de razonabilidad por la prevalencia de una u otra de las
funciones, resolviendo en cada caso las antinomias que entre ellas se presentan.
en esa medida, entonces, el pronóstico que debe realizarse en cada evento a partir de
las condiciones laborales, personales, familiares o sociales del sentenciado, debe
armonizar básicamente esas funciones de la pena, de tal manera que la definición del
asunto responda a la idea según la cual, al tiempo que se propende por la
resocialización del sentenciado, no se impida la estabilización del ordenamiento
jurídico por la sensación de desprotección e incertidumbre que una errada decisión
generaría en la comunidad.
ningún servicio a los fines del derecho penal se presta, si pretextando la resocialización
del condenado, se permite su regreso a la sede domiciliaria, así sea al restringido
ambiente de su hogar, pues los asociados verían con asombro cómo resultaría
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
premiado quien, no obstante haber sido elegido para servir a la comunidad, terminó
poniendo la administración al servicio de intereses particulares.
unica instancia
fecha : 18/09/2001
decision : reconoce apoderado, niega prisión domiciliaria
sustitutiva de la pena de prisión
procedencia : corte suprema de justicia
ciudad : bogotá d. c.
condenado : gnecco cerchar, lucas
delitos : constreñimiento al elector
proceso : 15610
publicada : si
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de otra parte, y sin tener como punto de referencia las apreciaciones del fallo sobre la
legalidad de esta prueba, en cuanto admitió que si bien el fiscal omitió solicitarle a la
testigo que previamente describiera al sujeto por reconocer y que manifestara si lo
reconocía de antes, ello "no alcanza a crear inexistencia de la diligencia o nulidad de la
misma, si se tiene en cuenta que el reconocimiento como lo ha señalado la honorable
corte suprema de justicia no es más que una manifestación de la prueba testimonial,
en la que se verifica por el funcionario judicial que en realidad el testigo identifica al
individuo que incrimina, siendo lo importante que aquellos intervengan en la diligencia,
con asistencia del defensor del sindicado, que puede dejar constancias de lo ocurrido
en el acto procesal, y señala la honorable corte que en este procedimiento "el
procesado funge más de objeto de prueba que de protagonista de ella" (casación
penal. septiembre 29/97. magistrado ponente: dr. jorge anÍbal gÓmez gallego)".
indica lo anterior que si bien se omitió interrogar a la testigo sobre las características
del sindicado, lo que se buscaba era que en la diligencia de fila de personas
manifestara si quien ella señalaba era el que incriminaba como uno de los autores del
hecho, y ello frente a la restante prueba, debe valorarse en su conjunto, para
235
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
sentencia casación
fecha : 18/09/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : cúcuta
procesado : urbina barrientos, jaime
delitos : porte de armas de defensa personal, homicidio
agravado, tentativa de homicidio agravado
proceso : 14431
publicada : si
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1. la dogmática casacional enseña que el error de hecho por falso juicio de identidad se
presenta cuando el juzgador, al apreciar una determinada prueba, distorsiona su
contenido fáctico, poniéndola a decir lo que materialmente no expresa, bien porque
hace una lectura equivocada de su texto, como cuando transmuta una negación en
una afirmación, o una dubitación en un aserto, o porque altera una determinada
expresión gramatical (verbigracia inhumar por exhumar, o inyectar por eyectar), ora
cuando omite apreciar apartes relevantes de ella (distorsión por supresión), o cuando
los supone (distorsión por adición), tergiversando su contexto.
236
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
y si lo alegado es que las personas a ser reconocidas debieron estar con el rostro
cubierto, porque así cometieron los delitos, basta decir que el planteamiento no solo
resulta absurdo, sino carente de fundamento. lo primero, porque no se entiende de
qué manera podría lograrse la identificación de una persona con el rostro cubierto, ni
qué sentido podría tener la realización de una prueba en tales condiciones. lo segundo,
porque, como lo destaca la procuradora delegada en su concepto, los autores del
hecho solo utilizaron "capuchas" esporádicamente, según surge del contexto de la
declaración de las víctimas.
también omite tener en cuenta que la norma cuya violación se afirma autoriza la
designación de un defensor de oficio cuando el titular no asistiere, o no se hallare en
dicho momento, y en el presente caso resulta claro que el titular tenía conocimiento de
la realización de la diligencia, y no obstante ello dejó de concurrir, pues la fecha para
su práctica fue fijada en la resolución de apertura de la investigación (fls.23), y antes
de ser llevada a cabo el defensor tuvo acceso al expediente, y asistió a los procesados
en indagatoria (fls.26 y 30).
la conducta típica, constitutiva del delito de secuestro simple, la derivó el tribunal del
hecho de haber sido (...) retenido contra su voluntad por los victimarios durante algo
más de una hora, después de consumado el hurto, mientras accedían carnalmente a
(...), y de la circunstancia de haber permanecido vigilado y custodiado durante ese
tiempo.
sentencia casación
fecha : 18/09/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : ibagué
procesado : posada marin, faunier
delitos : acceso carnal violento, hurto calificado y agravado,
secuestro simple
proceso : 13249
publicada : si
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
tanto la omisión probatoria como la no verificación de las citas hechas por el sindicado,
deben tener efectos sustanciales en favor del procesado, bien porque apunten a
desvirtuar el grado de su participación en la conducta punible, o a fundamentar la
exoneración o atenuación de su responsabilidad penal.
....
de otra parte, y en ello le asiste razón al ministerio público, la prueba pericial, en los
términos sugeridos, no tiene incidencia alguna para desvirtuar la falsedad ideológica
en documento privado atribuida al sindicado, pues al establecerse el manejo y los
soportes de las cuentas que se incorporaron al libro mayor y de balances, no pone en
duda la autoría y responsabilidad imputada al procesado por el no registro de los
movimientos en dinero, bienes y servicios y que para efectos de los hechos
investigados se han denominado operaciones de "triangulación".
238
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
el aspecto central de la censura se fincó en el hecho de que fue usual en las campañas
de (...), que tanto los ingresos, como los egresos por el sistema de triangulación, así
como el monto correspondiente a caja menor, no se registraran contablemente. por lo
tanto, para el recurrente, era indispensable verificar la afirmación del procesado con
aquéllas personas e igualmente con (...), por ser éstos quienes le dieron esa
información.
no bastan afirmaciones generales sobre una supuesta inactividad probatoria para que
la actuación deba ser invalidada por violación a la investigación integral. tampoco es
suficiente enumerar o inventariar las que se echan de menos en el cargo (27
declaraciones). era menester que el demandante demostrara en qué forma esas
pruebas podían desvirtuar cada uno de los motivos expuestos en la sentencia, entre
ellos, por citar un ejemplo, con qué razones se podía desvirtuar la aceptación que el
propio procesado hizo en el sentido de no haber registrado en la contabilidad de la
asociación colombia moderna algunos ingresos que se invirtieron en la campaña
electoral que eligió al doctor (...) como presidente de colombia, hecho éste que
constituyó el supuesto de la condena por el delito de falsedad ideológica en
documento privado. en estas condiciones, la argumentación así sugerida por el
demandante no deja de ser especulativa y por lo tanto no impide su rechazo, dado
que tales testimonios carecerían de la capacidad suficiente para modificar la
orientación del fallo, quedando huérfana de comprobación la trascendencia del cargo.
239
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
5. subraya el demandante que como los funcionarios que conocieron del proceso no
resolvieron los recursos interpuestos contra la providencia del 16 de enero de 1996,
se desconoció el principio de la doble instancia.
la ley procesal penal vigente al trámite de la causa autorizaba a los sujetos procesales
a solicitar las nulidades no resueltas y originadas en la "instrucción".pudo la defensa
haberlas solicitado e impugnar la providencia que hubiere sido desfavorable a su
petición. pero no lo hizo.
________________________
* c.s.j., sent. de cas. del 27-04-00. radicación 13378. m.p. dr. nilson elias pinilla pinilla.
** c.s.j., sent de cas. del 27-04-00. radicado 12.029. m.p. dr. fernando arboleda ripoll
sentencia casación
fecha : 18/09/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal nacional
ciudad : bogotá d. c.
240
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
****************************
1. conviene reiterar que la casación tiene un contenido lógico que emerge de una serie
de requisitos coherentes, congruentes y exclusivos que son los que le imprimen el
carácter de recurso no ordinario, vale decir, extraordinario.
su "telos" comprende el juicio a una sentencia que puede tener, al culminar una
segunda instancia, el carácter de definitiva y que está amparada por la doble
presunción de legalidad y acierto. como este recurso no constituye una tercera
instancia no es posible entonces sustentarlo sobre el debate agotado en las dos
primeras, reabriendo un nuevo examen probatorio o jurídico que debió agotarse a lo
largo del proceso.
no persigue, por consiguiente, un nuevo intento de sacar avante una pretensión sobre
las que en el proceso le fueron adversas, no propende, pues, por la prevalencia de las
tesis del recurrente conforme a sus propósitos particulares sino a quebrantar las bases
de dicha sentencia demostrando de ella un yerro ("in iudicando") o un error de
actividad en el trámite que la precedió, ("in procedendo") ambos trascendentes, por
supuesto, con base en causales taxativamente señaladas en la ley y con sujeción a la
metodología y técnica que conforman su debido proceso.
es por demás evidente que a lo largo de las instancias y desde la misma etapa
instructiva, el debate transcurrió sobre la pretendida prescripción de la acción penal,
constantemente alegada en favor del abogado procesado. ese debate, ya cumplido,
no puede reproducirse en la casación, menos aún con las mismas consideraciones que
la defensa, como sujeto procesal, opuso a las expuestas por los juzgadores de primera
y segunda instancia.
241
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
dinero al abogado porque, sostiene el ad quem, ese acto no fue conocido por el
ofendido ramÍrez arias sino tiempo después, el tres (3) de mayo de 1994, cuando
realmente se percató de la entrega de los dineros al abogado. en ese orden de ideas,
al momento de calificarse el mérito del sumario la acción no había prescrito, por lo
cual, de conformidad con el artículo 84 del código penal anterior, interrumpida la
prescripción, debería comenzar un nuevo término, igual a la mitad del señalado en el
artículo 80 ibídem.
_______________________________
* c.s.j. auto de fe. 21/96. rad.10899. m.p. fernando arboleda ripoll.
****************************
242
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
la cabeza con la tabla fue apenas un "roce", entendible como algo de "poca
importancia", concepción que resulta consecuente con los hechos que admitió como
probados el fallo de segunda instancia.
el aspecto central del comportamiento ajeno que a su vez determinó el aval del
concepto de la procuraduría delegada, lo constituye la siguiente frase utilizada por el
tribunal de medellín en la sentencia: "reacción violenta ante una nimiedad". con base
en esta referencia se sostiene que la provocación a que se hizo alusión en el numeral
3.2. de esta providencia fue "insignificante" para el ad quem, lo que resulta contrario a
la naturaleza de las condiciones normativas exigidas para la conducta por el artículo 60
del c.p..
establecido, como lo admitió el tribunal, que el móvil del comportamiento que dio
origen a la presente actuación no fue grave ni injusto, dada su nimiedad, la sala debe
casar parcialmente la sentencia recurrida, para sustituirla en lo pertinente, imponiendo
la pena que corresponda a un delito de homicidio simple, considerando que el ad
quem eliminó las circunstancias de agravación imputadas en la resolución de
acusación, sin que ello hubiere sido objeto de la casación.
2. para dosificar la pena ha de tenerse en cuenta, las precisiones que al respecto hizo
el juzgador de segunda instancia en cuanto a que debían aplicarse los mínimos por no
concurrir circunstancias de mayor punibilidad, aspecto que no fue cuestionado en
casación. también, debe considerarse el principio de favorabilidad en relación con el
delito de homicidio simple que impone sancionar al procesado con base en la
retroactividad de la ley 599 de 2000, artículo 103, más benigna frente a este reato al
establecer una pena que oscila entre 13 y 25 años de prisión, en tanto que la ley 40
de 1993, vigente para el momento de la ocurrencia de los hechos, la pena prevista era
de 25 a 40 años de prisión.
243
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
"c) si el censor pretende formular cargos contra la sentencia respecto del tema penal,
y también en materia exclusivamente de indemnización de perjuicios puede hacerlo en
la misma demanda en capítulos separados, pero respecto de cada uno de los tópicos
que pretende cuestionar se deben reunir sus respectivos requisitos, es decir, para lo
primero la pena máxima prevista, y para lo segundo la cuantía que en ese momento se
exija en casación civil".
la función que la ley le asigna al recurso de casación tiene que ver, entre otros
aspectos, con la reparación de los agravios inferidos a las partes en la sentencia
recurrida, pero esta situación en casación sólo proporciona interés para impugnar, si la
cuantía del agravio corresponde a la establecida en las "normas que regulan la
casación civil" (artículo 221 del decreto 2700 de 1991, subrogado por el artículo 208
de la ley 600 de 2000).
la cuantía para recurrir en casación en materia civil, para los efectos del asunto acá
examinado, se rige por el decreto 522 de 1988 en concordancia con el decreto 2282
de 1989, por lo que para el bienio comprendido entre el 1 de enero de 1996 y el 31 de
diciembre de 1997 la cuantía era de $38. 420.000.
d. por último, se debe aclarar que ante un número plural de perjudicados, como en
este caso ocurre, ellos pueden reclamar la indemnización conjunta o separadamente
dentro del proceso penal o ante la jurisdicción civil, lo cual no quiere decir que todos
estén obligados a acudir la misma acción judicial. la razón de ser de esta situación
obedece a la calidad de litis consorte voluntarios o facultativos que les corresponde en
la relación jurídica sustancial, de ahí que en la actuación procesal para cada uno de
ellos deba demostrarse la existencia del perjuicio y su cuantía. en consecuencia será
este monto el que determine el interés para recurrir si la reclamación se presenta
individualmente, pues cuando se hace conjuntamente y mediante la acumulación de
pretensiones, se debe examinar aquél por el monto de la mayor de éstas.
"esa suma de pretensiones que ensaya el actor para calcular la cuantía para recurrir,
sólo sería posible en un evento de litisconsorcio necesario, que se presenta cuando la
relación jurídica entre la pluralidad de personas que integran la parte, la naturaleza del
asunto o la ley conducen imperativamente al accionar unificado,
244
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
subrayado).
ha sido voluntad del legislador que quien no ha recibido una desmejora con la decisión
de segunda instancia en proporción igual a la cuantía exigida para recurrir en casación,
carece de interés para interponerlo, situación que se presenta con el cargo examinado,
por esta razón, la sala queda relevada de hacer cualquier otra consideración para
efectos de inhibirse de examinar de fondo este cargo que, por consiguiente, no
prospera.
_________________________
* mg. ponente dr. ricardo calvete rangel
** auto del 30 de septiembre de 1997, ponente doctor jorge aníbal gómez gallego
sentencia casación
fecha : 24/09/2001
decision : casa parcialmente, redosifica la pena impuesta
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : medellín
procesado : cabrera castillo, jorge luis
delitos : porte de armas de defensa personal, homicidio
proceso : 14037
publicada : si
****************************
en efecto, en desarrollo de la audiencia publica llevada acabo dentro de las tres causas
acumuladas, el procesado (...) y el defensor de (...) solicitaron que se resolviera la
solicitud de sentencia anticipada que había sido formulada desde la misma
indagatoria, y que no había sido atendida por los distintos funcionarios que conocieron
del proceso. la juez de la causa negó la petición en proveído de octubre trece (13) de
dos mil (2000) ante lo cual los defensores interpusieron el recurso de apelación, y una
sala de decisión penal del tribunal superior de bogotá revocó la decisión, ordenando al
juzgado de conocimiento que le diera curso a la petición.
en razón a que los citados procesados aceptaron su responsabilidad por los delitos de
hurto calificado y agravado, y porte ilegal de armas de fuego de defensa personal, el
juzgado 46 penal del circuito ordenó la ruptura de la unidad procesal y la remisión de
las copias pertinentes al juzgado 1º penal del circuito de girardot.
245
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
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para la etapa de juzgamiento, que en el presente asunto se inició bajo el imperio del
decreto 2700 de 1991, se preveía la posibilidad de solicitar las pruebas conducentes en
el término de 30 días estipulado en su artículo 446. excepcionalmente, según el
artículo 448, si de las pruebas practicadas dentro de la audiencia "surgieren otras
necesarias para el esclarecimiento de los hechos deberán ser solicitadas y practicadas
antes de que finalice la audiencia pública".
246
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
publicada : si
****************************
el artículo 12 del tratado en comento refiere que la extradición será solicitada por los
agentes diplomáticos, y a falta de éstos, por los consulares, o directamente de
gobierno a gobierno, y estará acompañada de lo siguiente:
"a) copia o transcripción auténtica de la sentencia firme cuando el prófugo hubiere sido
condenado, y cuando se trata de un procesado o perseguido, copia del auto de
detención dictado por autoridad competente.
b) indicación exacta de los actos que determinan la solicitud de extradición y del lugar
y la fecha de su ejecución, cuando esto pudiere precisarse.
c) todos los datos que posee el estado requirente y que sirvan para establecer la
identidad de la persona cuya extradición se solicita.
los documentos de que aquí se trata serán expedidos en la forma prescrita por la
legislación del estado reclamante."
sentadas estas premisas, es de ver que el decreto y práctica de pruebas dentro del
trámite previo al concepto de extradición a cargo de esta corporación, condiciona su
expedición a la conducencia que guarden con las precisas exigencias que se deben
cotejar para determinar la viabilidad o no de la entrega solicitada por el estado
extranjero.
quedó visto que las pruebas pedidas o las decretadas en el trámite de extradición
regulado por un tratado público, deben estar orientadas a la demostración de los
presupuestos a que alude la convención, sobre los cuales versará el concepto
encomendado a la sala de casación de la corte suprema de justicia, de manera que
aquéllas que no ofrezcan conducencia, pertinencia o eficacia a esos propósitos, o sean
superfluas, se han de negar.
...
247
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
extradición
fecha : 25/09/2001
decision : niega pruebas pedidas, corre traslado por 5 días
pais requirente : panamá
requerido : diaz rangel, pedro
proceso : 18177
publicada : si
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248
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
respectivo concepto, deberá expresar si los hechos por los que se solicita en
extradición están previstos como delito en colombia y sancionados como una pena
privativa de la libertad cuyo mínimo no sea inferior a 4 años (art. 511 y 520 del c. de p.
p.).
extradición
fecha : 26/09/2001
decision : niega las prruebas pedidas por la defensa,
dispone otra
de oficio, devuelve doc.
pais requirente : estados unidos de américa
procesado : botero arroyave, hector fabio
proceso : 17224
publicada : si
****************************
este entendimiento, desde luego, no significa que dentro del curso del proceso el
ministerio público pueda en un momento dado o frente a situaciones fácticas o
jurídicas determinadas variar su criterio, como es dable que suceda y lo pueda hacer
cualquiera de los sujetos procesales, pues esta es precisamente la dinámica de la
investigación penal, pero una tal dialéctica no implica ni confundir la institución del
ministerio público con el interés personal de quien en un momento dado lo representa
ni el desconocimiento de la unidad de criterio que se impone conservar respecto de
determinados actos procesales, como el presente, pues resulta abiertamente
contradictorio el hecho de que un mismo sujeto procesal impetre un determinado
pronunciamiento del juez y no obstante ser acogido, se impugne la misma para que el
superior revoque la decisión que así lo determinó, ya que de esto pasar, como aquí ha
sucedido, la carencia de interés se torna evidente.
249
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
sin embargo, ante una nueva revisión del tema, debe ahora la corporación precisar su
integral reconocimiento probatorio, como que una tal restricción no resulta la más
coherente frente a la naturaleza y relievancia procesal que dentro de la propia
dinámica investigativa le otorga esta normatividad, pues la conclusión opuesta o la
limitada, resulta a la postre nugatoria de la razón de ser propia de su recepción, ya que
jurídicamente y, en forma concreta desde un punto de vista probatorio, no resultaría
explicable ni que únicamente se haya establecido para cuando el imputado quiera
confesar ni que al no disponerlo así la ley, se autorice su aducción para luego no
reconocerle efecto alguno.
3. dentro de la estructura del proceso penal regulada tanto en el código de 1.991 como
en el de 2.000, cuatro son las etapas objetivamente distinguibles y diferenciales
durante el trámite de la acción penal: una preprocesal, denominada legalmente como
investigación previa, la instrucción, el juicio y la posprocesal o de ejecución de la
sentencia, entre las cuales, no obstante que cada una está instituida con un objetivo
específico, lo que resulta incuestionable es que en cuanto se refiere a los medios de
250
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
prueba, éstos imprescindiblemente son los mismos para todo el proceso, incluyendo
bajo este concepto dada la estructura que del mismo determina la ley procesal, tanto
la etapa previa como la de ejecución del fallo; así un testimonio recepcionado durante
la investigación previa, seguirá siendo testimonio durante la instrucción, la causa y la
ejecución de la sentencia, al igual en tratándose de un documento, o en fin, de
cualquier otro medio probatorio, sin que tampoco puedan variar los principios rectores
de su valoración, esto es, los que guían la apreciación racional de la prueba, siendo
fenómeno distinto la relevancia procesal que les corresponda de acuerdo a la etapa y
clase de decisión al que vayan a ser aplicados, bien por la exigencia legal que se haga
respecto a cada uno de ellos o por la naturaleza de la determinación a tomar, se trate,
por ejemplo, -y por referirnos a las decisiones importantes del proceso- de la apertura
de investigación, o del proferimiento de medida de aseguramiento o resolución
acusatoria o fallo.
y, siendo que la previsión según la cual también constituyen medio probatorio aquellas
pruebas "no previstas en este código", está referida a las no relacionadas literalmente
en el inciso primero del referido artículo 248, sin que ello signifique que en el mismo
estatuto no puedan estar reconocidos otros medios de prueba, además de aquellos
admitidos en otros ordenamientos positivos, siempre que sean "semejantes" a aquellos
y no resulten desconocedores de los derechos humanos, de acuerdo con el prudente
juicio del juez, se impone colegir, que para reconocer a la versión del imputado como
medio probatorio no se torna imperativa su "asimilación" con la indagatoria, así
ostente características que la hagan semejante con ésta, pues la etapa procesal en
que se recibe cada uno de estas pruebas las tornan autónomas, apreciables cada una
de ellas de acuerdo con los postulados que gobiernan la sana crítica, sin que sea óbice
para ello, su no mención en el listado del inciso primero del artículo 248 del c. de p. p.
de 1.991 en cita, que como quedó demostrado con la extensión prevista en el inciso
segundo de la misma norma, no los agota.
lo contrario, esto es, admitir que la referida versión no constituye medio probatorio o
que únicamente es reconocido como tal cuando hay en ella confesión, implicaría llegar
a un contrasentido legal y jurídico, ya que carecería de explicación en el campo del
derecho, entender que la ley procesal posibilite al instructor allegarla y al imputado
solicitar su recepción, si ningún valor va a tener ni para la consiguiente decisión a
251
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
para el primer caso, la sanción a imponer será de multa de dos a cinco salarios
mínimos mensuales, que debe hacerse mediante resolución motivada, "previa solicitud
de informe al empleado o particular"; en el segundo evento, cuya sanción es de arresto
inconmutable hasta por cinco días, previo a la resolución "será necesario acreditar la
falta con certificación de un empleado de la oficina que haya presenciado el hecho,
252
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
prueba testimonial o con copia del escrito respectivo", que son los procedimientos
previos establecidos en la norma y que por interpretación lógica y sistemática se han
de hacer extensivos al caso que trata el numeral 5º, pues para los restantes la sanción
consiste simplemente en devolver un escrito irrespetuoso o una expulsión del sitio de
la práctica de una diligencia.
para que pueda hacerse efectiva esta facultad, el artículo 59 ibídem, dispone que "el
magistrado o juez hará saber al infractor que su conducta acarrea la correspondiente
sanción y de inmediato oirá las explicaciones que éste quiera suministrar en su
defensa. si éstas no fueren satisfactorias, procederá a señalar la sanción en resolución
motivada contra la cual solamente procede el recurso de reposición interpuesto en el
momento de la notificación. el sancionado dispone de veinticuatro horas para
sustentar y el funcionario de un tiempo igual para resolverlo".
****************************
para una adecuada solución del conflicto es preciso, ante todo, tener en cuenta que
ninguno de los funcionarios colisionantes le da un entendimiento acertado al numeral
5° del artículo 5° transitorio de la ley 600 de 2000.
dice la citada disposición:
"art. 5° competencia de los jueces penales del circuito especializados. los jueces
penales del circuito especializados conocen, en primera instancia:
por su parte, el juez 54 penal del circuito de bogotá considera que bastaba que la
norma se refiriera a la fabricación y tráfico y señalara el artículo del c. penal, para
entender que quedan involucradas todas las conductas contempladas en el artículo
253
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
366, citado, es decir, que de todas ellas, incluido el porte de armas de uso privativo de
las fuerzas armadas, conoce el juez penal del circuito especializado.
por otra parte, basta leer en su integridad el mentado artículo 5° para percatarse que
cuando el legislador quiso que de todas las conductas o delitos comprendidos en un
solo precepto, conociera el juez penal del circuito especializado, así lo expresó, tal
como aparece en los numerales 8°, 9°, 10° y 11°, en los que se indica que conocerá
"de los delitos señalados en el artículo .... del código penal".
sin embargo, tampoco resulta acertado aseverar, como lo hace el juez especializado,
que de todos los comportamientos sólo se le asignó el conocimiento de la fabricación y
tráfico de armas de fuego y municiones, pues se tendría que colegir que conductas tan
graves como esas, como son las de importación, conservación, suministro, etc, no
serían de competencia de los jueces del circuito especializados, creados,
precisamente, para juzgar comportamientos de particular gravedad.
una atenta lectura de la manera como fueron titulados los artículos 365 y 366, en los
que, según transcripción ya hecha, se incluye no solo la fabricación y el tráfico, sino el
"porte" y del numeral 5° del artículo 5° transitorio, tantas veces mencionado, en el
que no se incluye el porte, con relación a ninguna de las dos normas citadas, ni la
fabricación y tráfico de armas de defensa personal, de que trata el artículo 365, lleva a
concluir que de los comportamientos a que se refiere esta última disposición, no son
del conocimiento del juez especializado el porte de armas de fuego de defensa
personal, el porte de municiones (para armas de fuego de defensa personal), ni el de
explosivos, ni la fabricación ni el tráfico de armas de fuego de defensa personal; y que
de las conductas señaladas en el 366, no son del conocimiento del juez especializado,
el porte de armas de fuego y de municiones de uso privativo de las fuerzas armadas.
de las conductas a que se refiere el artículo 366, ibidem, son de competencia del juez
penal del circuito especializado, la fabricación y el tráfico de armas de fuego de uso
privativo de las fuerzas militares y de municiones para las mismas, entendiendo en la
expresión "tráfico", la importación, la reparación, el almacenamiento, la conservación,
la adquisición y el suministro.
y son de competencia del juez del circuito, el porte de armas de uso privativo de las
fuerzas armadas y de municiones para las mismas.
254
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
1.- la fabricación y tráfico de armas de fuego de uso privativo de las fuerzas armadas.
2.- la fabricación y tráfico de municiones para armas de fuego de uso privativo de las
fuerzas armadas.
3.- la fabricación y tráfico de municiones para armas de fuego de defensa personal.
4.- la fabricación y tráfico de explosivos.
como en este caso se imputó a los procesados el porte de un arma de uso privativo de
las fuerzas armadas, la competencia le corresponde al juez 54 penal del circuito de
bogotá.
****************************
a la entrada en vigencia de la ley 504 de 1999, que creó los jueces penales del circuito
especializados y fijó su competencia,
correspondía a los nuevos despachos conocer (art. 5-5), "de los delitos de fabricación y
tráfico de municiones o explosivos (d. 2266/91, art. 1°); fabricación y tráfico de armas
de fuego y municiones de uso privativo de las fuerzas armadas (d. 3664/86, art. 2°,
declarado legislación permanente por el d. 2266/91, art. 1°)", de modo que a partir del
1° de julio de 1999 no solamente el simple porte sino todo lo atinente a armas de
fuego de defensa personal quedó adscrito a los jueces penales del circuito.
el artículo 5-5 transitorio de la ley 600 de 2000, que entró a regir el pasado 25 de julio,
le asignó a los jueces penales del circuito especializados el conocimiento "de los delitos
de fabricación y tráfico de municiones o explosivos (c. p., art. 365); fabricación y tráfico
de armas de fuego y municiones de uso privativo de las fuerzas armadas (c. p., art.
366)".
"art. 365.- fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones. el que sin
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art. 366.- fabricación, tráfico y porte de armas y municiones de uso privativo de las
fuerzas armadas. el que sin permiso de autoridad competente importe, trafique,
fabrique, repare, almacene, conserve, adquiera, suministre o porte armas o
municiones de uso privativo de las fuerzas armadas, ..."
se aprecia que con el mismo criterio de las normas sustantivas anteriores, la ley 599
de 2000 conserva la descripción independiente de las conductas relacionadas con
"armas de fuego de defensa personal, municiones o explosivos" (art. 365) y de
aquéllas que tienen que ver con armas y municiones "de uso privativo de las fuerzas
armadas" (art. 366).
desde ese punto de vista, tiene razón el juez 4° penal del circuito especializado, en la
medida que la conducta reprochada es el simple porte de un arma, para el caso de uso
privativo de las fuerzas armadas, que le corresponde conocer al juez común.
poco antes había considerado, así mismo, que "el contenido fundamental de la acción,
esto es, la voluntad del sujeto agente, en cuanto se refiere al porte del arma y de las
municiones distintas a su carga normal, recurriendo para ello a todos los elementos
probatorios que permitan determinar las circunstancias temporo-espaciales,
anteriores, concomitantes y posteriores al hecho, la cantidad, clase e identificación de
las municiones y del arma, para así colegir si concurren inequívocamente dos acciones
óntica y jurídicamente separables o a contrario sensu, se elimina esa posibilidad por
surgir en forma clara la integración del necesario y normal aprovisionamiento del
arma, que no ha estado dirigido a un fin diverso que el de abastecerla" (auto de julio
19/96, rad. 11.896, m. p. carlos augusto gálvez argote).
"así, el número de cartuchos incautados en el asunto que se analiza, alto prima facie,
guarda proporción con la naturaleza del arma portada y las circunstancias que
rodearon el hecho investigado, hasta el punto de ameritar un tratamiento integral con
la pistola. la munición destinada a una sola arma de fuego, la misma llevada consigo
en el asunto concreto, forma parte integrante de ella en su concepción jurídica y la
tenencia del conjunto implica unidad de acción y no un concurso efectivo de tipos
penales, por lo cual no se imputan dos posibles delitos sino uno sólo, consistente en el
simple porte de arma, para el caso de defensa personal, y no el de llevar consigo
munición que, se repite, no se estaba transportando en sí misma sino como
complemento del arma."
256
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
****************************
en efecto, si llegare a prosperar el primer cargo, señalado por el censor como principal,
la decisión por él mismo reclamada para restañar el agravio infligido sería "anular el
proceso desde la sentencia condenatoria de primera instancia"; lo que obviamente
implicaría dejar intacta la actuación precedente, valga decir, el trámite atinente a la
carga procesal de sustentación de la impugnación del fallo de primer grado, que de
acuerdo con el reproche subsidiario también deviene ilegal y para cuya reparación, de
fructificar esta segunda censura, en palabras del propio demandante, resulta menester
"declarar la nulidad del proceso desde el acta de la diligencia de sustentación de la
apelación oral de la sentencia condenatoria." -subraya la corte-.
admitir una tal inconsistencia, implicaría dejar por fuera del examen correspondiente la
irregularidad cuyos efectos se irradian a un mayor tramo procesal, aunque
condicionado su estudio al supuesto no cumplido de que el cargo planteado como
principal no hubiere prosperado.
257
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
2. si, como viene de verse, el demandante con su silencio contribuyó a la ejecución del
acto presuntamente irregular y consintió en él, mal puede ahora alegar la nulidad
como motivo de casación, estando probado que al procesado no se le han violado sus
garantías constitucionales fundamentales, pues, no sólo contó con la asistencia de
defensor letrado, sino que también en su propio nombre ejerció el derecho de defensa
material.
de ahí que la omisión del juzgador de primera instancia en proferir el auto por cuyo
medio debió declarar desierta la impugnación del defensor, deviene en irregularidad
intrascendente, como quiera que de una tal falencia mal puede sacar partido
pretextando falta de oportunidad para justificar su comportamiento negligente -no
allegar el correspondiente escrito de sustentación-, si de lo dicho con antelación
perfectamente cabe colegir que la causa de su incuria no fue precisamente el
desconocimiento que supuestamente tuvo de la fecha de realización de la audiencia de
sustentación oral, como quiere aparentarlo.
otra faceta del principio de protección, aplicable al caso, consiste en que, si el defensor
había anunciado su compromiso de sustentar por escrito, una conducta cuidadosa que
no contribuyera a acentuar la irregularidad, lo obligaba pedir justificadamente la
prórroga del término, antes de su vencimiento, o a manifestar su propósito de cambiar
de opinión para acogerse a la dinámica de la sustentación oral.
por consiguiente, ignorándose de qué manera se violaron en este evento las garantías
de los sujetos procesales, o en qué forma se desquiciaron las bases fundamentales de
la instrucción o el juzgamiento -principio de trascendencia-, la nulidad invocada no es
más que un enunciado genérico, ayuno de demostración en los autos.
es claro que dar las razones por las cuales se comparten o no las alegaciones de las
partes, tiene dicho la corte, es un requisito formal que se relaciona con la debida
motivación de la providencia, cuya omisión entraña nulidad de lo actuado si con ello
resulta vulnerado el derecho de contradicción, el cual en ese sentido asiste al derecho
de defensa, siendo ambos elementos estructurales de la garantía fundamental del
debido proceso.
ha dicho la corporación:
"si el sujeto procesal tiene la carga de sustentar, se logra el equilibrio con la imposición
al estado de escucharlo, analizar lo que dice y ofrecerle una respuesta motivada. la
258
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
técnica de la casación, por otro lado, no se explica sino en concordancia con estas
exigencias. una sentencia inmotivada dificulta hasta hacer imposible, la crítica clara y
la impugnación precisa de sus premisas y conclusiones. los falladores deben
comprometerse con el contenido del proceso para que sus análisis puedan luego ser
debatidos en el recurso extraordinario dado que este demanda atacar sus
fundamentos y demostrar la inconsistencia de los juicios de valor allí formulados…"
(sentencia de casación de marzo 25 de 1999, rdo. 11.279, m.p. carlos eduardo mejía
escobar).
en este caso, el tribunal no atinó a invocar al procesado como apelante, al igual que el
ministerio público, sin embargo de lo cual materialmente existe en el texto de la
sentencia una respuesta suficientemente motivada a las dos inquietudes sobre
defensa putativa o error concreto de prohibición y legítima defensa que planteaba el
acusado. de modo que, no obstante la falta de referencia expresa al otro sujeto
procesal impugnante, el fallo contiene la requerida justificación para facilitar su control
por medio de las impugnaciones posteriores, hasta el punto de que el defensor en
hipótesis pudo haber atacado en casación los razonamientos probatorios del juzgador
para negar el supuesto fáctico de la legítima defensa ("injusta agresión actual o
inminente"), siempre y cuando adicionalmente satisficiera los requerimientos del error
de hecho o de derecho.
ahora bien, aunque el fallo ciertamente no citó el artículo 29-4 del código penal
derogado, regulador de la legítima defensa, lo cierto es que materialmente fue
discutido y definido su presupuesto configurante (agresión injusta), de modo que la
omisión de la cita normativa no oscureció ni dificultó el ejercicio dialéctico, máxime
que se trataba de evaluar una causal excluyente de la responsabilidad y no de un
elemento para formular la acusación.
sentencia casación
fecha : 28/09/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal superior del distrito judicial
ciudad : cali
procesado : paladines argote, william edinson
delitos : porte de armas de defensa personal, homicidio
proceso : 15997
publicada : si
****************************
1. en vigencia del decreto 2700 de 1991, la sala en repetidas oportunidades realizó las
precisiones de rigor cuando de reclamar perjuicios en sede de casación se trata,
consideraciones que en lo pertinente hoy mantienen su vigencia frente a las
regulaciones que acerca de la misma materia consagra el nuevo código de
procedimiento penal. en una de ellas dijo la sala* :
259
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
"c) si el censor pretende formular cargos contra la sentencia respecto del tema penal,
y también en materia exclusivamente de indemnización de perjuicios puede hacerlo en
la misma demanda en capítulos separados, pero respecto de cada uno de los tópicos
que pretende cuestionar se deben reunir sus respectivos requisitos, es decir, para lo
primero la pena máxima prevista, y para lo segundo la cuantía que en ese momento se
exija en casación civil".
cierto es que la casación tiene como uno de sus fines procurar la reparación de los
agravios inferidos a las partes con la sentencia recurrida, empero, para poder acceder
a este extraordinario medio de impugnación, es menester que quien la promueva se
encuentre legitimado, valga decir, que se trate de un sujeto procesal a quien la ley
faculta para impugnar, y que tenga interés, el cual se manifiesta con el perjuicio
irrogado en la decisión atacada. conforme con las preceptivas contenidas en el artículo
221 del decreto 2700 de 1991, subrogado por el artículo 208 de la ley 600 de 2000,
ese interés surge cuando la cuantía del agravio argüido corresponde a la establecida
en las normas que regulan la casación civil.
a tal efecto, en relación con el primer aspecto ningún problema resulta como quiera
que se trata del reclamo instaurado por el apoderado de la parte civil, sujeto procesal
habilitado por la ley para impugnar en casación la sentencia proferida por un tribunal
de distrito judicial que, en su sentir, le irroga daño. respecto del segundo punto, es
necesario precisar ante todo que la cuantía para recurrir en casación en materia civil
en la actualidad se rige por la ley 592 del 12 de julio del año 2000, art. 1º; dicho
precepto estatuye que la impugnación extraordinaria procede contra las sentencias allí
relacionadas, "cuando el valor actual de la resolución desfavorable al recurrente sea o
exceda de cuatrocientos veinticinco (425) salarios mínimos legales mensuales
vigentes.
2. como de acuerdo con el criterio que la sala tiene sentado sobre el tema, el perjuicio
ha de estimarse al momento de proferirse la decisión, el valor de las pretensiones
consignadas en la demanda de constitución de parte civil ascendían a la suma de cien
(100) millones de pesos, 40 por perjuicios morales y 60 por los materiales (fls. 72 a 88
y 99 fte. y vto. del cuaderno nº 1), porque, como también lo ha especificado la corte,
los hechos y las pretensiones de la demanda de constitución de parte civil deben estar
en consonancia con el pronunciamiento del juez que la decide, toda vez que:
260
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
para el año 2000, el salario mínimo legal mensual ascendía a la suma de $260.100, lo
que multiplicado por 425 arroja un valor de $110"542.500, cuantía en la que, conforme
a lo establecido en el art. 1º de la ley 592 de 2000, se hallaba establecido el interés
patrimonial para recurrir en casación.
así las cosas y probado como se tiene que para la fecha en que se profirió la sentencia
causante del supuesto agravio, éste comportaba un menor valor ($100"000.000) que
el requerido para tener interés en la impugnación extraordinaria para dicho momento
($110"542.500), la pretensión del recurrente debe ser desestimada.
en punto a la falta de interés, tiene dicho la sala que cuando aquélla sólo se hace
ostensible en el instante de entrar a proveer de fondo, el libelo habrá de desestimarse,
"pues siendo que la decisión que correspondería es la del fallo para decidir sobre las
pretensiones del casacionista y para ello tiene que haberse cumplido las exigencias
sustantivas y procesales previstas por la ley como supuestos, la subsistencia
generador del vicio lo impide, ya que como sucede en casos como el presente, la falta
de interés para recurrir por parte del demandante para formular un ataque como el
que ha presentado, continúa produciendo, material y jurídicamente, los mismos
efectos negativos atribuibles desde el momento en que se recurrió el fallo del tribunal,
no quedándole otra alternativa a la corte que la de desestimar oficiosamente la
demanda, pues la simple inadvertencia de la causa a la hora de concederse el recurso
o de admitirse la demanda no hace que el vicio pierda eficacia, sino que lo que era
causa de rechazo o inadmisión se convierta en causa de desestimación, ya que todo
depende de la fase procesal en que se tome la decisión, pues el auto de admisión
erróneamente proferido, no obliga a tomar decisión alguna de fondo al estudiar los
reparos hechos a la sentencia del tribunal y determinar el vicio o la índole de la
pretensión, dado que carece de fuerza vinculante no porque se estime ilegal, sino
porque carece de efecto, y pensar en atribuirle capacidad saneadora al auto de
admisibilidad equivaldría, como se ha dicho, a comprometer a la corte en el nuevo
error de asumir una competencia de que carece, la cual queda limitada
exclusivamente a tomar esta decisión, dado que el objeto de fallo, como es la
demanda, no puede proferirse ante su ineptitud."***
________________________________
* casación del 30 de julio de 1996. m.p. ricardo calvete rangel.
** casación del 18 de febrero de 2000. m.p. carlos eduardo mejía escobar
*** casación del 20 de abril de 1999. m.p. carlos agusto gálvez argote
sentencia casación
fecha : 28/09/2001
decision : desestima la demanda presentada por la parte
civil
procedencia : tribunal superior del istrito judicial
ciudad : cali
parte civil : inversiones velar s.a.
no recurrente : hernandez gaitan, fernando
delitos : estafa
proceso : 18075
publicada : si
****************************
261
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
distinguen de las lesiones personales realizadas con sevicia. de ahí que la convención
interamericana para prevenir y sancionar la tortura incluye los fines de investigación
criminal, el carácter intimidatorio, el castigo personal, la realización como medida
preventiva, como pena o cualquier otro fin, y los métodos tendientes a la anulación de
la personalidad de la víctima o a la disminución de su capacidad física y mental como
elementos definitorios de la tortura, lo que resulta razonable si se repara en que con
ella se ofende la dignidad de la persona.
"torturas. el que someta a otra persona a tortura física o síquica, incurrirá en prisión
de 5 a 10 años, siempre que el hecho no constituya delito sancionado con pena
mayor".
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
con la expedición del decreto 2266 de 1991, entonces, surgen dos nuevos elementos
en el análisis que hace la sala. el primero es la desconexión de la nueva normatividad
de las causas que originaron la declaración del estado de sitio en 1984, al expedirse
con fundamento en el artículo 8º transitorio de la constitución política. este cambio de
fuente formal de validez, a pesar de haber pasado idéntica una disposición del decreto
180 al decreto 2266, hace las normas diferentes. simplemente porque la del decreto
180 tiene que ser interpretada con relación a las causas que propiciaron la expedición
del decreto 1038 de 1984, lo que no sucede con la del decreto 2266, en cuanto su
fuente es la constitución de 1991.
estas consideraciones son las que han permitido que la corte constitucional se haya
pronunciado sobre la constitucionalidad de las normas acogidas como legislación
permanente (confrontándolas con la constitución de 1991), a pesar de haberse ejercido
en su momento sobre las mismas el respectivo control constitucional por parte de la
corte suprema de justicia (el cual se verificó frente a la constitución de 1886 y frente a
los términos del decreto de estado de sitio de 1984).
"ahora bien, la norma del código penal está vigente, por cuanto, la corte suprema de
justicia ya tiene establecido que todos los tipos penales que hacen parte de esos
decretos de estado de sitio, han de entenderse aplicables únicamente para aquellos
casos en los cuales las conductas se cometen con fines terroristas, aunque el tipo
penal expresamente no lo diga así. si así no fuera, la tortura que un marido infiere a
su mujer por una venganza pasional, sería de conocimiento de los jueces regionales
-antiguos jueces de orden público-y tendría una pena de 5 a 10 años de prisión. por
eso, la única interpretación razonable es la que permite la coexistencia de los dos tipos
penales, aplicando de preferencia el del código penal, que hace parte de la legislación
ordinaria, y sólo excepcionalmente, cuando se trata de delitos vinculados con
intenciones terroristas, se debe aplicar el tipo penal de tortura contemplado en la
legislación de orden público".
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
"el artículo 279 del código penal, que consagra el tipo penal de tortura con sujeto
activo indeterminado, se ajusta a la constitución nacional por cuanto la fuerza
vinculante de los derechos constitucionales no limita su alcance a deberes de
abstención por parte del estado; por el contrario, esos derechos, entre los cuales está
el derecho a no ser torturado, son susceptibles de violación por parte tanto del estado
como de los particulares.
"de otra parte, ni siquiera los instrumentos internacionales sobre derechos humanos en
general, y sobre la tortura en particular, permiten afirmar que se trata de una conducta
susceptible de ser realizada únicamente por agentes estatales, pues contienen, como
quedó visto, un concepto amplio de la referida conducta.
"por último, la redacción del tipo penal de tortura tampoco vulnera el principio de
tipicidad y el de legalidad consagrados en la constitución, por las razones expuestas
por la honorable corte suprema de justicia , y que esta corte considera del todo
ajustadas a la nueva constitución".
264
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con la misma directriz el nuevo código penal (ley 599/2000) contempla un solo tipo
penal de tortura en el artículo 178, previéndose como sanción para la persona que lo
cometa, independientemente del fin, prisión de 8 a 15 años y erigiéndose como causal
de agravación punitiva la circunstancia de que "el agente sea integrante del grupo
familiar de la víctima" (art. 179-1). el nuevo código de procedimiento penal (ley
600/2000), a su turno, le atribuyó el conocimiento del delito a los jueces especializados
(art. 5º-1 transitorio), lo cual es demostrativo de la orientación legislativa de reprimir
especialmente esa conducta delictiva y de confiarla a jueces especiales, dada la
gravedad que reviste y que no es menor por el hecho de que el torturador sea pariente
de la víctima.
no cabe duda para la sala, en conclusión, que el decreto 2266 de 1991 derogó el
artículo 279 del código penal, que a partir de su vigencia quedó unificado el tipo penal
de tortura y que en tal medida no tienen razón los censores ni la procuraduría al
sostener que el cargo que se le imputó a los procesados fue equivocado al carecer la
conducta de contenido terrorista.
así las cosas, no se incurrió en la irregularidad denunciada. los actos atribuidos a los
exfuncionarios del das fueron típicos de tortura, sucedieron en vigencia del decreto
2266 de 1991, la única adecuación legal posible era a la norma pertinente del mismo y
el delito -según el artículo 71 del código de procedimiento penal-era competencia de
los jueces regionales.
....
sentencia casación
fecha : 28/09/2001
decision : no casa
procedencia : tribunal nacional
ciudad : bogotá d. c.
procesado : benavides melo, oscar
procesado : rodriguez daza, pablino
procesado : pedraza roa, lelio antonio
procesado : torres, jose edilberto
delitos : tortura
proceso : 13310
publicada : si
****************************
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tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
careo 143
cargos excluyentes-error de hecho y de derecho sobre una misma prueba 56
casacion discrecional 96
casacion discrecional-desarrollo de la jurisprudencia 107, 135
casacion discrecional-desarrollo de la jurisprudencia-falso testimonio 107
casacion discrecional-garantías fundamentales 103
casacion discrecional-ley 553 de 2000-reforma al trámite 113, 135
casacion discrecional-procedencia 113
casacion discrecional-requisitos 229
casacion discrecional-requisitos antes de la ley 553 de 2000 107
casacion discrecional-sustentación 89, 135
casacion-en su trámite no existe período probatorio 62
casacion-finalidades 19
casacion-indemnización de perjuicios-interés por la cuantía 25
casacion-interés para recurrir-apelación 1, 79
casacion-interés para recurrir-apelación-identidad temática 25
casacion-interés-identidad sustancial en el objeto de la impugnación 41
casacion-no es una tercera instancia 229
casacion-principio de limitación 152
casacion-principio de prioridad 244
casacion-procedencia, decisiones interlocutorias 181
casacion-sentencia de segunda instancia 31
casacion-sentencias de constitucionalidad: ley 553 89, 135
caucion juratoria 170
caucion prendaria-se hace efectiva 211
celebracion de contrato sin cumplimiento de requisitos legales-bien jurídico protegido 10
celebracion de contrato sin cumplimiento de requisitos legales-delegación 10
celebracion de contrato sin cumplimiento de requisitos legales-requisitos 10
cierre de investigacion-presupuestos 71
circunstancias de agravacion 166
circunstancias de agravacion punitiva 10, 200, 209
coautoria 52, 171
coautoria impropia-concepto 32
cohecho 52
cohecho propio 169
colaboracion eficaz-decreto 264 y ley 40 de 1993 97
colision de competencia 106, 112, 130, 132, 151, 154, 159, 209, 233
colision de competencia-juzgado ordinario y especializado de un mismo distrito judicial 105
colision de competencia-porte ilegal de armas de uso privativo de las fuerzas armadas 241,
267
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242
competencia 87, 181, 241, 242
competencia a prevencion 106, 130, 151, 154
competencia funcional 109
competencia funcional-fiscalía 109
competencia por conexidad 159
competencia-congresista 125
competencia-delitos conexos 6
concierto para delinquir 140, 147, 161, 187
concurso 14, 125
concurso-comunidad de designio criminal 29
concusion-diferencia con el cohecho por dar u ofrecer 52
condena de ejecucion condicional 41, 168, 191, 213
condena de ejecucion condicional-facultad reglada del juzgador 38
confesion-reducción de pena 121
confesion-técnica para alegar su desconocimiento 97
congresista 144
congruencia 146
congruencia-acusación y sentencia 23
consejo verbal de guerra 122
consulta 14, 63
control de legalidad 179
coparticipacion 32, 52, 171
corte suprema de justicia 181
corte suprema de justicia-indagatoria-facultad de comisionar a los magistrados auxiliares
125
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273
tercer trimestre de 2001 relatoría sala de casación penal
parte civil 79
parte civil-interés para recurrir 247
parte civil-interés para recurrir en caso de absolución 21
parte civil-notificación admisión 80
peculado por apropiacion 125
peculado por extension-administración o custodia 82
pena 14, 125, 184, 200, 213
pena accesoria 42
pena accesoria-debida motivación 32
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pena de multa 42
pena principal 221
pena-redosificacion 183
peritazgo 39
perito 44
perjuicios 25, 230, 247
perjuicios morales-personas jurídicas 10
perjuicios-interés para recurrir 73
permiso administrativo 156
persona juridica 10
personalidad del procesado 45
personero municipal-límites 104
poderes disciplinarios del juez 237
porte ilegal de armas de defensa personal 241, 242
porte ilegal de armas de uso privativo de las fuerzas militares 241, 242
porte ilegal de armas-munición, carga natural 242
prescripcion 35, 74, 96, 181, 198, 229
prescripcion-empleado oficial 52
prescripcion-fecha que se tiene en cuenta cuando se desiste del recurso de apelación y el
funcionario no se pronunció 216
prevaricato por omision 209
principio de integracion 47
principio de legalidad 4, 42, 171, 173
prision domiciliaria-sustitutiva de la prisión: requisitos 156, 160, 170, 173, 211, 221
proceso penal-principio de progresividad-etapas procesales 237
prorroga de competencia 216
providencias 62
providencias-fundamentada en prueba legal y oportunamente allegada 62, 234
prueba 62, 204, 234
prueba pericial-apreciación probatoria 194
prueba pericial-armas y relación con proyectiles 55
prueba-absorción atómica 39, 192
prueba-apreciación 24
prueba-contradicción probatoria 226
prueba-ilegal 95
querella 216
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