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Vistos.

Ponencia del Magistrado Jorge L. Rosell Senhenn.

En fecha 11 de mayo de 1999, el Juzgado Superior Segundo en lo Penal de la


Circunscripción Judicial del Area Metropolitana de Caracas CONDENO al ciudadano
ANGEL ALCIRO CASTILLO, venezolano, mayor de edad y titular de la Cédula de
Identidad Nº 10.454.387, a cumplir la pena de UN AÑO DE PRESIDIO, como autor
responsable del delito de LESIONES PERSONALES GRAVISIMAS EN RIÑA,
previsto y sancionado en el artículo 416 en concordancia con el segundo aparte del
artículo 424 del Código Penal, y de conformidad con los artículos 37 y 74 ordinal 4º
ejusdem, así como también a las accesorias de ley previstas en los artículos 13 y 34
ibídem. Igualmente DECLARO SIN LUGAR la excepción de inadmisibilidad
contenida en el ordinal 2º del artículo 228 del Código de Enjuiciamiento Criminal
derogado, opuesta por la defensora definitiva del imputado de autos. Quedando así
MODIFICADA la sentencia dictada por el Tribunal de Primera Instancia.

Contra dicho fallo anunciaron recurso de casación el defensor definitivo del


imputado, la representante de la parte acusadora y el Fiscal del Ministerio Público.

Recibido el expediente en la extinta Corte Suprema de Justicia, en Sala de


Casación Penal, se designó Ponente al Magistrado Jorge L. Rosell Senhenn, quien
informó a la Sala que el recurso había sido admitido conforme al Código de
Enjuiciamiento Criminal derogado por el Tribunal A-quo.

Dentro del lapso ordinario para la formalización del recurso, el día 15 de junio
de 1999, presentó escrito de forma la apoderada de la parte acusadora, y dentro de la
prórroga del lapso ordinario, el defensor definitivo del imputado.
Recibido en el despacho del suscrito en fecha 17 de febrero de 2000 y cumplidos
como han sido los demás trámites procedimentales, se pasa a dictar sentencia de
conformidad con el contenido del ordinal 2º del artículo 510 del Código Orgánico
Procesal Penal, en los siguientes términos:

PLANTEAMIENTO Y RESOLUCION DEL RECURSO DE CASACION


PRESENTADO POR EL DEFENSOR DEFINITIVO

RECURSO DE FORMA

El recurrente presenta cuatro denuncias de forma, fundamentadas en la violación del


artículo 42 del derogado Código de Enjuiciamiento Criminal, respecto a la expresión de
las razones de hecho y derecho en que se funda la resolución.

Basándose en el ordinal 2º del artículo 330 del derogado Código de


Enjuiciamiento Criminal, se denuncia la infracción del artículo 42 ejusdem, porque la
recurrida: 1) No analizó todas las pruebas de autos, ni estableció los hechos que con
ellos resultan demostrados la comisión del delito atribuido; 2) Sólo se limita a
transcribir el contenido de las declaraciones, sin expresar clara y determinantemente
cuáles son los hechos que el tribunal considera probados, respecto a la culpabilidad del
imputado; 3) Resulta manifiesta contradicción entre los hechos que se dan por
probados; y 4) Porque el fallo dejó de citar los artículos de la ley sustantiva penal o de
la procedimental penal, en que se apoya la sentencia.

La Sala para decidir observa:

Una vez hecha la lectura del fallo recurrido, y por cuanto las denuncias de forma
se refieren todas al vicio de inmotivación, esta Sala por razones de economía procesal
pasa a decidir la denuncias interpuestas bajo una fundamentación común.

El Sentenciador de la recurrida, expone el contenido de las pruebas; las examina y


establece los hechos, que según él, considera probados en relación a la perpetración del
cuerpo del delito, así como también a la participación del sujeto imputado en el hecho
punible que se le atribuye. Las declaraciones de testigos a las cuales alude el recurrente,
y de cuyos testimonios no menciona el contenido, corresponden a las actas que no se
valoran, por cuanto de acuerdo al criterio del Juzgador, ellas no arrojan ningún valor
probatorio ni a favor ni en contra del imputado.

En este sentido la Sala ha dicho, que no toda falta u omisión de índole


probatoria, constituye inmotivación susceptible de producir la anulación del fallo, y que
por el contrario, en materia de pruebas, el juez puede a veces hacer simple mención de
ellas, o bien resumirlas más o menos pormenorizadas, según la importancia y
trascendencia que cada elemento debe tener en el resultado del proceso, y que no es
censurable esta labor discrecional, siempre y cuando no se haya dejado de considerar
una prueba esencial.

No existe tampoco contradicción entre los hechos dados por probados; la


claridad y determinación en cuanto a los hechos admitidos, no ofrecen ninguna duda
razonable que impida la afirmación o negación de un hecho principal e influyente, por
lo tanto la afirmación dada, no afecta la unidad de la sentencia.

Del mismo modo, no está en lo cierto el recurrente cuando alega la falta de cita
de las normas valorativas de prueba, ya que el Sentenciador sí otorga valor probatorio a
las pruebas por las cuales se encuentra fundado el fallo, cumpliendo de esta manera con
lo que disponía el artículo 42 del derogado Código de Enjuiciamiento Criminal.

En consecuencia, por las razones expuestas, esta Sala considera que el presente
recurso de forma debe ser declarado sin lugar, como en efecto, así se declara.

RECURSO DE FONDO:

Unica Denuncia:
Con fundamento en el ordinal 4º del artículo 331 del derogado Código de
Enjuiciamiento Criminal, denuncia el recurrente la infracción del artículo 416 del
Código Penal por indebida aplicación, y la infracción del artículo 417 ejusdem, por falta
de aplicación.
Asimismo alega, que el fallo recurrido incurrió en error de derecho al calificar
los hechos dados por probados como constitutivos del delito de Lesiones Personales
Gravísimas en Riña, cuando es el caso, que los hechos dados por probados en la
sentencia, configuran el delito de Lesiones Personales Graves en Riña.

Luego de transcribir la parte impugnada del fallo recurrido, el recurrente en


apoyo a su denuncia expresa, que de los hechos dados por probados por los jueces del
fallo, “...no evidencian que la lesión padecida por el ciudadano Douglas Enrique
Valiente Aray, le haya ocasionado ninguno de los padecimientos a que se contrae el
artículo 416...”; que “...de acuerdo a los hechos establecidos en el fallo, sólo padeció
una herida en el pabellón auricular izquierdo, que ameritó un tiempo de curación de
treinta días, con igual tiempo de privación a sus ocupaciones habituales,
evidenciándose, como lo establecen los jueces en el fallo, cicatriz que era inherente a la
amputación al borde del pabellón auricular izquierdo...”; que esa lesión, “...no configura
herida que desfiguró a su Persona...”, que la herida que desfigura a una persona “...es
aquella que deforma permanentemente a una persona...”, y no puede legalmente ser
encuadrada dentro de las previsiones del artículo 416 del Código Penal, como así lo
establecieron los jueces sentenciadores...”, que por su naturaleza, “...esa lesión tiene
cabida en el artículo 417 del Código Penal.”.

La Sala para decidir observa:

De la lectura de las actas del expediente se evidencia que la razón no asiste al


recurrente, por cuanto la recurrida una vez analizados y comparados los elementos
probatorios, así como también el reconocimiento médico legal, al momento de dar por
comprobado el cuerpo del delito, estableció los siguientes hechos:

a) Que en el recinto de jinetes, Sala de Masajes del Hipódromo La Rinconada,


observando la repetición de una carrera, se suscitó una discusión entre el ciudadano
Douglas Valiente y otro compañero, quienes se fueron a las manos, resultando
lesionado Douglas Valiente en la oreja izquierda, producto de una mordida.
b) Que las características de la herida en el pabellón auricular izquierdo, fueron
producidas por mordedura humana, la cual ameritó un tiempo de curación de treinta
días, con igual tiempo de curación de privación de ocupaciones habituales;
evidenciándose cicatriz inherente a la amputación del borde inferior del pabellón
auricular izquierdo.

c) Que se suscitó una discusión entre dos jinetes, quienes forcejearon,


resultando lesionado el ciudadano Douglas Valiente, quien presentó amputación del
borde inferior del pabellón auricular izquierdo, producto de una mordedura humana.

Estos hechos fueron subsumidos por el Sentenciador en el artículo 416 del


Código Penal en concordancia con el segundo aparte del artículo 424 ejusdem, que
establecen el delito de Lesiones Personales Gravísimas en Riña, con una pena de
presidio de tres a seis años.

Ahora bien, esta Sala ha dicho que la amputación parcial de una oreja, constituye
una irregularidad física visible y permanente, y por lo tanto, lo común es que la persona
que sufre este tipo de lesión, experimente una desfiguración.

La razón de considerar gravísima la lesión que desfigure a la persona, no tiene


por base un principio anatómico referido sólo al rostro como parte del organismo, sino
que dicha agravante se justifica en un motivo social, pues lo que se protege es la
apariencia de la persona, lo que ésta lleva por lo regular al descubierto. Se trata de una
imperfección física permanente y visible, caracterizada por una alteración corporal
externa, esto es, la producción en la persona a quien se refiere, de cualquier
irregularidad física. Se dice permanente cuando no es previsible que desaparezca la
deformación por medios naturales, no estando el lesionado en la obligación de
someterse a intervenciones quirúrgicas o usar postizos para hacerla desaparecer o para
esconder la deformación. De allí que el hecho delictivo en nada se altera, porque luego
la deformación desaparezca por obra de la cirugía o se disimule con medios artificiosos.

En virtud de lo anteriormente expuesto, y por cuanto el fallo recurrido no


incurrió en error de derecho en la calificación del delito, así como lo apunta el
recurrente, es por lo que esta Sala considera pertinente declarar sin lugar el presente
recurso de fondo, como en efecto así se declara.
PLANTEAMIENTO Y RESOLUCION DEL RECURSO DE FORMA
PRESENTADO POR LA PARTE ACUSADORA.

La representante de la parte acusadora presenta en su escrito tres denuncias de


forma, fundamentadas en la violación del artículo 42 del Código de Enjuiciamiento
Criminal derogado, respecto a la expresión de las razones de hecho y derecho en que se
funda la resolución.

Con base en el ordinal 2º del artículo 330 del Código de Enjuiciamiento


Criminal derogado, denuncia la infracción del artículo 42 ejusdem, porque la recurrida:
1) No estableció los hechos que lo llevaron a concluir en qué se había demostrado la
atenuante de la riña, dejando de analizar cuáles fueron los elementos de hecho y de
derecho que lo condujeron a dicha determinación; 2) Omitió señalar las normas
procedimentales que le permitieron dar valor a todas y cada una de las pruebas que
indicó, para acreditar la culpabilidad del acusado; y 3) Resulta manifiesta contradicción
entre los hechos que se dan por probados, en la parte correspondiente del cuerpo del
delito.

La Sala para decidir observa:

Nuevamente por razones de economía procesal, esta Sala pasa a decidir el


presente recurso de forma apoyado en la falta de motivación, a través de una
fundamentación común, y al respecto se dice:

De la lectura del fallo recurrido se evidencia que el Sentenciador, analizó y


comparó la atenuante referida a la riña, estableciendo para ello las razones de hecho y
derecho. Al respecto se observa que del análisis de las declaraciones hechas y de su
posterior comparación, el Juzgador concluye que uno de los jinetes “...se le fue encima
y ambos se agarraron, como si estuvieran luchando...”, “...que se suscitó una discusión
entre Douglas Valiente y otro compañero, quienes se fueron de las manos...resultando
lesionado Douglas Valiente...”; razón por la cual no existe la falta de motivación
indicada, dado a que la recurrida sí expresa lo que se ha tomado en consideración para
aplicar la atenuación de la pena prevista en el artículo 424 del Código Penal.
Tampoco incurre el Juzgador A-quo, en la falta de cita de las reglas valorativas
de prueba, sí le otorga su correspondiente valor probatorio de acuerdo a las normas
procedimentales penales vigente para ese momento; y en caso de que así fuera,
resultaría inútil casar el fallo, toda vez que las normas relativas a la citación de las
reglas de valoración de las pruebas, dejaron de estar vigentes, y de asistirle la razón a la
recurrente, no podrá ser subsanada la falta de la recurrida por la Corte de Apelaciones
en virtud de la aplicación del artículo 22 del Código Orgánico Procesal Penal.

Del mismo modo se infiere que la contradicción aludida, entre los hechos dados
por probados, no es como lo indica la recurrente. La labor del juez en el establecimiento
de los hechos, se circunscribe al análisis de cada una de las deposiciones, en las que
resulta una circunstancia distinta, y que pudieran no ser contestes con otras
declaraciones, lo cual no significa que eso sea, contradicción entre los hechos dados por
probados; así vemos que, cuando el juzgador aprecia y valora las declaraciones
cursantes en autos, expresa que ellas “...son apreciadas como plena prueba por provenir
de testigos presenciales hábiles, que aún cuando no son contestes en cuanto a quien fue
la persona que dio inicio a la riña, en su conjunto demuestran la ejecución material del
delito investigado...”. Los hechos establecidos no se contraponen, ni son inverosímiles,
al contrario, resultan ser compatibles al momento de determinar el cuerpo del delito.

En consecuencia, por cuanto las denuncias contenidas en el presente recurso de


forma no se corresponden al contenido en el fallo recurrido, esta Sala estima procedente
declarar sin lugar dicho recurso.

A pesar de que, conforme a la ley, se declaran sin lugar los recursos interpuestos,
esta Sala revisó la sentencia impugnada con el fin de constatar que su contenido
coincida con la realización de la justicia por sobre formalidades superfluas, y que, por
otra parte, satisfaga la aplicación del derecho en el establecimiento de un fallo justo,
todo de conformidad con los artículos 257 de la Constitución de la República y 13 del
Código Orgánico Procesal Penal.

DECISION
Por las razones antes expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia en Sala de
Casación Penal, Administrando Justicia en nombre de la República y por Autoridad de
la Ley, DECLARA SIN LUGAR el recurso de forma y de fondo interpuesto por el
defensor definitivo del ciudadano ANGEL ALCIRO CASTILLO, y el recurso de
forma presentado por la representante de la parte acusadora.

Publíquese, regístrese y bájese el expediente.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Audiencias del Tribunal Supremo de


Justicia en Sala de Casación Penal, en Caracas a los 10 días del mes de MAYO de
dos mil. Años: 190º de la Independencia y 141º de la Federación.

Presidente de la Sala

Jorge L. Rosell Senhenn


Ponente

Vice-Presidente Magistrado

Rafael Pérez Perdomo Alejandro Angulo Fontiveros

Secretaria

Linda Monroy de Díaz

JLRS/hnq
Exp. Nº 99-1143

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