gamos a todos los hermanos que
Al oren por esta obra a realizarse.
Azar
La Entrada, Copán, Honduras
Esta obra continua creciendo tres
personas se han convertido al se-
ñor. Del 10 al 13 de octubre realiza-
mos una campaña y se convirtió al
Señor Marvin Amaya. Posterior-
mente, el 27 de octubre se bautizo
la hermana Trinidad Santos y el 30
de octubre el hermano Cruz More-
no. También agradecemos a los
hermanos Juan Manuel Aguilar,
José Belisle, Misael Ajuchán, Fred-
dy Rivas, Roberto Constanza, Ovi-
dio Aguilar, Pablo Montalvo y Óscar
Villatoro por su apoyo.
El ultimo día colaboraron los herma-
nos Carlos Brand, Sixto Zavala,
Rosadilia Villatoro y Reina Bane-
gas.
Agradecemos a las hermanas Zule-
ma Hernández, Tania Fortín y Gla-
dys Barahona por la preparación de
los alimentos.
Pedimos que oren por esta obra,
los hermanos convertidos y por los
contactos que nos han quedaron.
— Carlos Morgan.
El Triunfo, El Salvador
En este lugar se realizará una cam-
paña evangelística del 28 de no-
viembre al 1 de diciembre. Les ro-
Barrio Sierra Pina, segunda calle, una cuadra de pulpería “La Norteña”. La
Ceiba, Atlántida, Honduras, C. A. E mail: elmensajero34@yahoo.com.
12
— Pablo Montalvo.
Sonsonate y El Flor,
El Salvador
En Sonsonate tendremos una cam-
paña evangelística del 3 al 5 de
diciembre y en El Flor será el 6 y 7
del mismo mes. Esperamos contar
con su apoyo orando por nosotros y
por todos los hermanos.— Ovidio
Aguilar.
Danlí, El Paraíso
En Piedra Ancha se han convertido
ocho personas y pensamos, para el
próximo año, establecer una obra
en ese lugar. Allí tenemos ocho
hermanos: María, Carolina, Santos,
Alexis, Carlos, Romelia, Francisca y
El Mensajero
Mirna. Los hermanos Richard y Tomo 14 Noviembre 2006
César colaboran también en la en-
señanza. — Miguel Martínez.
Teupasenti, El Paraíso
En este municipio se reúnen cinco
hermanos y ahora alquilan un lugar
para congregarse los domingos a
las 2.00 pm y martes a las 4.00 pm.
Los hermanos Miguel Martínez y
Rigoberto Escoto se turnan para
visitarlos.
El Reparto, Tegucigalpa
“Vengan a mí, todos los que
Del 12 al 15 de diciembre serán los están cansados y ago-
estudios para predicadores. Espe- biados, y yo los haré des-
ramos sus oraciones para que Dios cansar”, (Mateo 11.28).
nos ayude a seguir en la fe. -FHR
Escogiendo ¿Quiénes
a nuestros La envidia deben guiar
compañeros la iglesia?

Escogiendo a nuestros
compañeros
(Salmos 119:63)
Introducción:
Es un hecho fundamental en la
vida cristiana porque es impor-
tante escoger con quién nos re-
lacionamos. El salmista David
dice, “compañero soy yo de to-
dos los que le temen y guardan
tus mandamientos”, (Salmos
119:63).
En dónde hay sabiduría sino en
Dios, por lo que David se com-
place en ser compañero de los
que temen y guardan los man-
damientos de Dios.
De la misma manera, los cris-
tianos podemos sentirnos com-
placidos al tener hermanos y
amigos temerosos de Dios. “El
que anda con sabios sabio será;
mas el que se junta con necios
será quebrantado”, (Proverbios
13:20).
¿A quiénes evitar?
Quizá hemos oído el dicho
“dime con quién andas y te diré
quién eres”. Si andamos con
sabios seremos sabios.
A los que están en idolatría.
Las malas relaciones son como
las enfermedades que vienen a
contrarrestar nuestras vidas en
Cristo. Josué, siendo ya viejo,
2 11
hizo un llamado a Israel trayen-
do a la memoria todo lo que
Dios les había dado y les reco-
mienda no mezclarse con las
naciones, (Josué 23:7-12).
El apóstol Pablo dice a la igle-
sia de Corintios que no hay
compañerismo con las tinieblas:
porque qué acuerdo hay entre
Cristo y Satanás, (2 Corintios
6:14-15).
A los necios. En ellos no hay
palabras de ciencias (Proverbios
14:7). Debemos apartar el oído
de los hombres malos y necios.
Se nos dice también que no par-
ticipemos de las obras sin fruto,
no benefician a la vida espiri-
tual, (Efesios 5:11).
Nuestros padres nos recomien-
dan que miremos con quién nos
relacionamos. Pablo dice: “No
os juntéis con los fornicarios”,
y no sólo con ellos, sino con
todos los que no quieren obede-
cer a Cristo. Usted no debe par-
ticipar en sus malas obras (1
Corintios 5:9-10).
Hablamos de escoger a nuestros
compañeros, pero no sabemos
si ellos se alejan porque quizá
andamos desordenadamente, (2
Tesalonicenses 3:6)
Los compañeros a considerar
en estima
Como dijo David y Jesucristo
somos compañeros de los que
que ver con la dirección de la
iglesia. El simple hecho de que
“todos somos la iglesia”, inclu-
yendo mujeres, no autoriza que
las ellas prediquen, dirijan him-
nos y oraciones, repartan la ce-
na del Señor, ni que sean ancia-
nas en la iglesia. El papel de la
mujer en la iglesia no incluye
dirigir.
Material de ayuda: Sermones y artícu-
los de Waney Partaín.
- Ángel Lagos.
La resurrección,
¿una mentira?
El apóstol Pablo declara que es impor-
tante el hecho de que Jesús resucita-
ra, pues, “si Cristo no resucitó, vana
es entonces nuestra predicación, vana
es también vuestra fe... aún estáis en
vuestros pecados. (1 Co. 15:14,17).
En seguida algunas críticas hechas
por los que niegan que Jesús resucitó.
* Jesús sólo se desmayó en la
Cruz, luego despertó en la tumba
fresca y se fue. Esta declaración es
falsa debido a que Jesús tuvo que
haberse desenvuelto de las vendas,
quitar la piedra (que no podía ser qui-
tada por un hombre solo), y luego
haber pasado por los soldados que
estaban afuera. Un hombre que se
había desmayado por la insoportable
crucifixión no hubiera podido efectuar
tales hazañas; además hubiera sido
detenido por los guardias. Aún más,
cuando el soldado romano punzó el
costado de Jesús mientras estaba en
la Cruz, fluyeron agua y sangre dando
mayor evidencia de que estaba muerto.
* Los discípulos robaron el cuerpo
de Jesús y luego mintieron al decir
que había resucitado. Esta declara-
ción es falsa debido a que los discípu-
los no podrían acercarse a la tumba
sin que los guardias se dieran cuenta
(guardias que habían jurado lealtad al
César). La mayoría de los discípulos
murieron después por su creencia de
que Jesús resucitó, ellos no hubieran
muerto para defender una mentira,
sobre todo de la forma que murieron.
* Los romanos o los judíos quitaron
el cuerpo de Jesús de la tumba.
Esta declaración es falsa debido a que
ninguno de estos dos grupos de per-
sonas tenían razón, de hecho, ellos
querían tener un cuerpo en la tumba
para que nadie pudiera decir que Je-
sús había resucitado. Cuando los se-
guidores de Cristo comenzaron a decir
que ellos habían visto a Jesús vivo,
los judíos y los romanos hubieran po-
dido enseñar que lo que decían era
falso mostrando el cuerpo, lo cual
nunca hicieron.
* La historia de que Jesús resucitó
de entre los muertos es otra leyen-
da o mito. Esta declaración es falsa
debido a que los Evangelios fueron
escritos entre 25 y 65 años después
de la crucifixión de Cristo, muy poco
tiempo para que se desarrollara un
mito, ya que testigos oculares de los
eventos todavía vivían y podían con-
testar a cualquier indagación.
- Stacia Mckeever, (Adaptado).
Si algún hermano tiene el
"primer lugar", es porque los
demás se lo han permitido. En
este caso está mal el que ama el
primer lugar, y están mal los
que permiten que ocupe ese pri-
mer lugar. ¿Todos están mal!
Los hermanos fieles (maduros,
espirituales) deben resistir al
hermano agresivo, como tam-
bién a otros que quieran man-
dar.
Deben estar unidos para poder
resistir toda forma de carnali-
dad. Deben hacerlo con armas
espirituales, 2 Corintios.10:3-5.
Es muy importante que no actú-
en como los demás, si se portan
como ellos, entonces todos son
carnales. En tal caso no habría
"hermanos fieles"; todos serían
infieles.
III. ¿Se debe votar en la junta
de varones?
No, porque el votar para saber
lo que "la mayoría" piensa cau-
sa división.
Si un grupo es la "mayoría", los
que quedan son la "minoría", y
la junta (y posiblemente la igle-
sia) queda dividida.
El plan bíblico es que estemos
unánimes en todo. Las palabras
"unidad", "unidos" y "unánime"
se encuentran muchas veces en
el Nuevo Testamento (Efesios.
4:3-6; Filipenses. 4:1-4) como
descripción del pueblo de Dios.
10
El plan de votar no hace ningu-
na distinción entre los espiritua-
les y los carnales, entre los her-
manos de experiencia y los her-
manos nuevos, entre los que
tienen mucho conocimiento bí-
blico y los que casi no saben
nada.
Si hay desacuerdo serio sobre
algún asunto, aunque todos sean
espirituales, y no puedan llegar
a un acuerdo en una sesión, en-
tonces deben posponer el asun-
to hasta otra ocasión, y seguir
juntándose para analizar la
cuestión.
Los hermanos maduros pueden
llegar a un acuerdo en todo. Pe-
ro recuerde que es carnal votar
para imponer la decisión de la
mayoría sobre la minoría. Si
hay amor fraternal y paciencia,
llegarán todos a un acuerdo.
Conclusión.
Hemos visto y leído la palabra
de Dios, los varones están al
frente como líderes para dirigir,
y tomar todas las decisiones de
la iglesia.
De estos datos bíblicos se dedu-
ce que los varones de la iglesia
local deben dirigir hasta que
haya hombres con los requisitos
bíblicos para ser ancianos.
Es cierto que la iglesia la com-
ponen los varones y las muje-
res, todos ellos constituyen la
membresía, pero eso no tiene
guardan la palabra de Dios. De las malas conversaciones co-
esa manera somos bienaventu- rrompen las buenas costumbres
rados, cuando andamos en bue- (1 Corintios 15:33).
nos consejos del Señor, (Salmos
1:1-5). Conclusión:
Los que usan bien la palabra de Hemos visto la importancia de
Dios. Quienes tengan un cora- comprender con quién nos esta-
zón limpio de toda clase de mos relacionando, debemos
cuestiones necias y que sea en evitar malas compañías.
todo espiritual, dice Pablo a la - José Belisle.
iglesia (2 Tesalonicenses).
A los unánimes entre nosotros,
no altivos, para estar siempre en
humildad y no ser sabios en
nuestra propia opinión, sino ser
sociables con todos, (Romanos
12:16).
Hay hermanos que hablan con
gracia y sus palabras edifican.
Pero hay hombres que pareciera
que les pagan por decir palabras
deshonestas. ¿Cómo podría us-
ted mantener una buena rela-
ción con las tinieblas? (Efesios
4:29).
En cierta ocasión trabajé con un
joven que era muy malcriado en
su forma de hablar y siempre
que platicábamos usaba el in-
sulto. Un día le dije: ¡mira!, dis-
La envidia
culpa pero soy cristiano y no Impide el trabajo en equipo
me parece que te expreses así
conmigo. Me dijo: disculpa Jo- La envidia es el malestar, triste-
sé, pero es que no puedo dejar za y pesar que interiormente
de decir malas palabras porque siente una persona por el bien
son medicina para mí. que otro posee, por el triunfo
Solamente Satanás puede decir que alcanza o por el reconoci-
eso. Pablo escribe: “No erréis miento que le es otorgado.
3
El envidioso está revestido de
amargura por el beneficio del
otro y por el resentimiento ante
la incapacidad de alcanzar igual
o superior bien, lo que llena su
alma de odio, rencor y maldad.
Los incentivos individuales: los
reconocimientos personales
cuando la acción ha sido grupal;
la exaltación injusta de las que
no han hecho otro mérito distin-
to al de la adulación hipócrita y
al engaño en los resultados la
lucha por el ascenso, la falta de
desarrollo de una pirámide téc-
nica y no únicamente adminis-
trativa, son los grandes contri-
buyentes al fomento de la envi-
dia y, por lo tanto, de la incapa-
cidad de entender, estimular y
practicar el trabajo en equipo en
los procesos donde sólo el reco-
nocimiento de las diferencias y
la injusticia distributiva hacen
que el bien del otro cause felici-
dad a sus compañeros.
No es envidia la admiración que
sentimos por los bienes perso-
nales, espirituales, físicos y
económicos que posee un com-
pañero.
Tampoco es malo el sano deseo
de llegar a poseer bienes simila-
res cuando no llenamos de
amargura nuestro espíritu.
¿Tiene usted envidia? ¿Está lle-
no su corazón de amargura y
resentimiento porque a cierta
persona todo le resulta bien?
4 9
Consideremos algunos pasa-
jes y apliquémoslos en nues-
tra vida.
Eclesiastés 4:4.
“He visto asimismo que todo
trabajo y toda excelencia de
obras despierta la envidia del
hombre contra su prójimo.
También esto es vanidad y
aflicción de espíritu”.
Mateo 20:15
“¿No me es lícito hacer lo que
quiero con lo mío? ¿O tienes tú
envidia, porque yo soy bueno?”
Romanos 1:29
“Estando atestados de toda in-
justicia, fornicación, perversi-
dad, avaricia, maldad; llenos de
envidia, homicidios, contiendas,
engaños y malignidades”.
2 Corintios 12:20
“Pues me temo que cuando lle-
gue, no os halle tales como
quiero, y yo sea hallado de vo-
sotros cual no queréis; que haya
entre vosotros contiendas, envi-
dias, iras, divisiones, maledi-
cencias, murmuraciones, sober-
bias, desórdenes”.
1 Timoteo 6:4
“Está envanecido, nada sabe, y
delira acerca de cuestiones y
contiendas de palabras, de las
cuales nacen envidias, pleitos,
blasfemias, malas sospechas”.
Tito 3:3
“Porque nosotros también éra-
mos en otro tiempo insensatos,
rebeldes, extraviados, esclavos
La palabra "educación" es muy
relativa. ¿Es buena o mala la
educación? Para contestar debe-
mos hacer otra pregunta:
¿Educado en qué? ¿Qué saben,
o qué aprendieron?
Muchos son educados en cosas
correctas y provechosas, pero
otros son educados en cosas
erróneas y falsas.
Hay la "falsamente llamada
ciencia". Para combatir el abuso
de la educación, los hermanos
fieles deben prepararse con el
conocimiento adecuado de la
palabra de Dios para defender
la verdad, no obstante los títu-
los que tenga el muy educado.
4. Algunas mujeres. Hay her-
manas que tienen el más alto
concepto de sí que el que deben
tener, Romanos. 12:3, 16, y
quieren dirigir la congregación.
Se aprovechan de la propia vo-
luntad. Tales hermanas deben
leer y aceptar 1 Timoteo. 2:11-
15.
El hermano que asiste a la junta
de varones, comisionado por su
esposa u otra mujer, para ejecu-
tar la voluntad de ella (s), debe
reconocer su error y afirmarse
como cabeza de su familia Efe-
sios. 5:22-24, y ser un varón
responsable en la congregación.
5. El más agresivo. En realidad
éste es el miembro más peligro-
so. No importa la causa o la
fuente de su agresividad, éste
hermano es una verdadera ame-
naza para la iglesia.
Posiblemente tenga carácter
agresivo porque al ser mimado
por sus padres siempre se salía
con la suya, y aún en la iglesia
resiste a quienes no se le some-
tan. Porque tiene dinero y el
dinero manda, porque está bien
"educado" y piensa que sola-
mente las ideas de él son bue-
nas, porque él es el "Ministro"
de la iglesia, el "encargado de la
obra", etc. y esto le da el dere-
cho de mandar.
Quizá porque en su trabajo se-
cular él manda a muchas perso-
nas, y, por ende, cree que en la
iglesia se le debe conceder el
mismo derecho (ya que tiene
tanta experiencia).
Por tener más fuerza de pulmo-
nes puede dominar a los demás.
¡Es una maravilla que tantos
hermanos teman a la gritería de
hermanos agresivos y carnales!
¡Qué arma tan potente tienen
tales personas! Lamentable-
mente tienen más fuerza en mu-
chas iglesias porque no hay
quién utilice la espada del Espí-
ritu para callarlos.
Al estudiar el caso de 3 Juan 9,
10, me pregunto "¿qué decían y
qué hacían los miembros de esa
iglesia donde regía Diótrefes?"
Para que algún hermano tenga
tanto poder, es necesario que
los demás se lo concedan.
¿Qué hermanos insisten en diri-
gir hoy en día?
1. Los evangelistas. La conduc-
ta de algunos evangelistas pare-
ce indicar que tienen autoridad
general para dirigir en las igle-
sias. ¿Creerán tal vez que tienen
membresía "general", y que, por
lo tanto, pueden meterse en los
asuntos internos de todas las
iglesias?
Si así piensan, están equivoca-
dos. El evangelista que quiere
"mandar" no entiende el trabajo
que el Señor le ha asignado.
Lo que el evangelista no debe
querer hacer es mandar; es de-
cir, su trabajo es convertir, con-
firmar, edificar y desarrollar a
los hermanos para que sean
fuertes y para que cada congre-
gación sea completamente autó-
noma.
La congregación que todavía
depende de otros (por ejemplo,
evangelistas), es débil e imper-
fecta. Nos falta confirmarla
más. Nuestra obra es corregir lo
deficiente, Tito 1:5. Lo ideal es
que haya ancianos, pero hasta
entonces, puede haber, por lo
menos, un grupo de varones
maduros y responsables que
dirijan provisionalmente.
El evangelista verdadero sale
frecuentemente para trabajar en
otros campos, y los varones de
cada congregación tienen que
ser responsables y cumplidos,
8 5
preparando buenas clases y ser-
mones y manteniendo el buen
orden en la congregación.
El evangelista no es un pastor y
debe trabajar para el desarrollo
de la congregación para que su
presencia no sea tan necesaria.
Pero siempre recuerde que la
iglesia es de Cristo, y solamente
Él manda.
Mientras no hay ancianos, todos
los varones fieles deben partici-
par igualmente en dirigir los
asuntos de la congregación.
2. El más rico. ¡Cuántas veces
el hermano más rico es el
"mandamás" en la congrega-
ción!
En el dinero hay mucho poder.
En verdad, "el dinero sirve para
todo", Eclesiastés 10:19, máxi-
me para mandar.
Por ofrendar más que otros her-
manos se le cumplen al rico sus
deseos. ¡Su dinero habla! Los
hermanos más humildes y po-
bres deben resistir con la pala-
bra de Dios tal actitud. Úsese
con toda fuerza Santiago. 2:1-
13 para combatir tal carnalidad.
3. El más educado. Otro herma-
no que a veces es muy domi-
nante en la congregación es el
de más educación.
Con su mucha educación, él
puede callar a los hermanos me-
nos educados. Sabe la lógica y
Apartado Postal 960, La
razonar, pero a veces sus razo-
Ceiba, Atlántida, Hondu-
namientos no son espirituales.
de concupiscencias y deleites
diversos, viviendo en malicia y
envidia, aborrecibles, y aborre-
ciéndonos unos a otros”.
Proverbios 14:30 y 23:17
“El corazón apacible es vida de
la carne; Mas la envidia es car-
coma de los huesos”.
Gálatas 5:26
“No nos hagamos vanaglorio-
sos, irritándonos unos a otros,
envidiándonos unos a otros”.
Si existe arrogancia, envidia, y
amargura en su vida, jamás po-
drá trabajar en equipo. No po-
dremos ponernos de acuerdo
para solucionar los problemas
espirituales, doctrinales o per-
sonal.
Le animo a despojarnos de las
cosas que producen envidia,
arrogancia y amargura.
Que Dios nos bendiga y ayude
a mantener la unidad espiritual
para que el mundo crea que so-
mos seguidores de Cristo Jesús.
- Carlos Morgan.
Pablo nos recuerda que...
“nosotros también en otro tiempo
éramos necios, desobedientes,
extraviados, esclavos de deleites
y placeres diversos, viviendo en
malicia y envidia, aborrecibles y
odiándonos unos a otros”.
- Tito 3.3
¿Quiénes deben
guiar la iglesia?
Introducción
El estudio de hoy se basa en
esta pregunta formulada por
muchos hermanos y hermanas.
¿A quién ha delegado Dios la
autoridad para tomar las deci-
siones de la iglesia? Cuando
hablo de las decisiones, no me
refiere a determinar lo que de-
bemos ofrecer a Dios como
adoración.
La doctrina de Cristo está esta-
blecida. Ninguna organización,
ni los miembros de la iglesia de
Cristo pueden determinar res-
pecto a la doctrina.
Para comprender este tema ne-
cesitamos dar un vistazo a la
palabra de Dios en el Nuevo
Testamento. Si somos personas
maduras podremos ponernos de
acuerdo con la Escritura y no
con nuestras ideas.
I. Cristo es el dirigente
superior
Jesús es la cabeza por excelen-
cia en la iglesia y nadie puede
quitarle el liderazgo que le per-
tenece, Colosenses 1:18.
Ningún hombre y ninguna mu-
jer dentro de la iglesia de Cristo
tiene el poder de legislar dentro
del cuerpo de Cristo.
Entendiendo esto, que Cristo es
el máximo dirigente de la igle-
sia, entonces después de Él, ¿a
quién le permite dirigir la igle-
sia?
I. A los ancianos
Después de Cristo están los an-
cianos para dirigir y tomar deci-
siones en la iglesia.
Los ancianos tienen la máxima
autoridad para delegar las deci-
siones, 1 Timoteo 5:17; 3:5.
Los miembros deben someterse
a ellos, Hebreos 13:17; 1 Pedro
5:5.
En el panorama del Nuevo Tes-
tamentos encontramos que
cuando se determinaba algo no
estaba toda la iglesia junta
(varones y mujeres) para tomar
decisiones, sino que sólo los
ancianos se reunían para deci-
dir:
• Hechos 14:23, dejaron esta-
blecida la iglesia con ancianos.
• Hechos 20:17, Pablo hizo lla-
6 7
mar a los ancianos.
• Hechos 15:4,6, Pablo y Berna-
bé se reunieron con los ancia-
nos para discutir el asunto y no
con toda la iglesia.
Veamos el cuadro bíblico del
Antiguo Testamento. Quienes
dirigían al pueblo de Dios y re-
solvían los asuntos del pueblo
eran los ancianos:
• Éxodo 3:16, Dios pidió que
Moisés reuniera a los ancianos
y no a todo el pueblo.
• Éxodo 3:18, los ancianos de-
ben estar presentes en las difi-
cultades del pueblo.
Al observar la organización que
Dios tiene para dirigir a su pue-
blo, entonces, si no hay ancia-
nos en una iglesia local,
¿quiénes deber resolver los pro-
blemas de la iglesia y tomar las
decisiones?
II. A los varones
Hechos 14:23. Este texto indica
que había iglesias sin ancianos.
Es decir, existían iglesias y po-
dían funcionar antes de tener
ancianos. Tito 1:5, implica que
las iglesias sin ancianos son de-
ficientes, pero son iglesias que
se gobiernan solas. No son go-
bernadas por otros.
Ejemplos: Éxodo 18.21-26.
2 Timoteo 2.2, de este hecho se
deduce que hasta que existan
ancianos en una congregación,
los varones fieles, miembros de
esa congregación, son quienes
deben dirigir las actividades de
la iglesia local. Es necesario
que haya dirección en el pueblo
de Dios, Proverbios 11:14.
¿Quiénes deben participar en
la junta de varones?
1. Sólo los varones. 1Timoteo
2:12, es claro que la mujer no
tiene parte en las decisiones de
la junta de varones. Ellas no
pueden determinar qué hacer
en las decisiones de la obra lo-
cal, pueden dar ideas pero no
estar presentes en la junta de
varones.
2. No los de afuera. No debe
participar en la junta ninguna
persona que no sea miembro de
la iglesia local.
3. Los hermanos espirituales.
Sólo los hermanos espirituales
deben participar en las juntas
para decidir quienes van a can-
tar, enseñar, orar y recoger la
ofrenda. ¿Cuántos hermanos
ignoran estos requisitos y parti-
cipan en la junta? ¿Cuántos son
contenciosos, iracundos o pen-
dencieros? ¿Cuántos en realidad
son amables y apacibles?
Recordemos que el propósito de
la junta de varones es establecer
y mantener el buen orden, y no
causar desorden ni inquietar a
los otros miembros.
¿Cuál es la función de la junta
de varones?
1. No decidir en cuanto a doc-
trina. Nadie puede legislar res-
pecto a la doctrina: ni los ancia-
nos, menos un grupo de varo-
nes.
2. No imponer opiniones. Tam-
poco puede la junta de varones
imponer opiniones sobre la
iglesia. La Biblia permite a los
miembros tener opiniones pri-
vadas, con tal que no las impon-
gan sobre otros, Romanos 14.
¿Qué hace la junta de varones?
1. Escoge hermanos para encar-
garse de dirigir y llevar a cabo
las actividades de la iglesia.
2. Cuidar del local de reunión,
aseo, reparación, etc.
3. Administrar los fondos. Con-
vienes que hayan dos varones
fieles designados para contar la
ofrenda inmediatamente des-
pués de la reunión. Además,
hacer todo lo posible para que
el dinero de la ofrenda sea de-
positado cuanto antes en el ban-
co. Es muy juicioso que cada
mes se presente un reporte fi-
nanciero (por lo menos escrito)
a la iglesia. Estos pasos se de-
ben tomar para cumplir con 2
Corintios 8:20,21 y 1 Corintios
14:40.
4. La disciplina. En la junta de
varones los problemas que
hayan en la congregación se
analizan y se resuelven a la luz
de las Escrituras.