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N. La letra "N" es usada por Lu- del ser, ya que, como afirmaba Par- también aquí muchos de los hilos
kasiewicz para representar la conec- ménides (y los eleatas), sólo el ser proporcionados por la filosoíáa grie-
tiva 'no' o negación (VÉASE), que es, y el no ser no es; a diferencia ga, pero, a diferencia de la mayor
nosotros simbolizamos por ' — '. 'N' de Gorgias se declara aquí que el parte de las manifestaciones de ésta,
se antepone, como " ~ ', a la fórmula, no ser no se puede ni conocer ni tendió a considerar la noción de
de modo que ' — p ' se escribe en siquiera enunciar. Ello implicaba en nada como una noción "positiva". La
la notación de Lukasiewicz 'N p'. ciertos casos (como sucedió entre sustitución del principio según el
NAASENOS. Véase GNOSTICISMO. los megáricos) que solamente se ad- cual nada adviene de la nada (ex
NADA. Bergson ha declarado que mitieran como proposiciones que po- nihilo nihil fit [v.]) por el principio
la idea de la nada ha sido con fre- seían sentido aquellas que se referían según el cual de la nada advierte el
cuencia el invisible motor de la es- a algo existente; las proposiciones ser creado (ex nihilo fit ens creatum),
peculación filosófica. En todo caso, sobre lo que no es no son, propia- es decir, la concepción según la cual
pocas son las grandes filosofías que mente hablando, proposiciones. Mu- Dios ha creado el mundo de la nada,
han dejado de considerar la nada chos pensadores griegos se atuvieron transformaron por entero las bases
como un problema. Ello se advierte a la tesis de que de la nada nada de la especulación filosófica. La nada
ya en numerosos sistemas de la fi- adviene; afirmar lo contrario equival- ya no es entonces pura privación del
losofía griega. Se ha alegado a veces dría, como puso de relieve Lucrecio ente, aunque no sea tampoco aque-
(É. Gilson) que la idea de la nada no (De rerum natura, I, 150-210) a des- llo con lo cual simplemente se hace
se halla, ni puede hallarse, en la filo- truir la noción de causalidad, a ad- el ente. Esta concepción ha ejercido
sofía griega; se ha puesto de relieve mitir que de cualquier cosa podría gran influencia sobre la filosofía mo-
(X. Zubiri) que la filosofía griega ha surgir cualquier otra cosa, a suponer derna. Ahora bien, en el curso de
sido fundamentalmente una "filosofía que las cosas podrían surgir del azar ésta se ha dado no solamente una
desde el ser", a diferencia de la filo- y en sazones impropias. Otros pen- concepción de la nada (o un filo-
sofía cristiana, desde San Agustín a sadores, sin poner en tela de juicio el sofar desde ella o teniendo a la nada
Hegel, que puede caracterizarse como principio del ex nihilo nihil fit, trata- en cuenta), sino también una serie
una "filosofía desde la nada". Pero ron de ver cuál es la función que una de análisis de su concepto. Procede-
aunque la idea de la nada haya sido "participación en la nada" puede remos a continuación a referirnos a
menos importante en la filosofía grie- desempeñar en la concepción de los los más significados de entre ellos.
ga y, en todo caso, no haya sido fun- entes que son. Ejemplo al respecto El análisis kantiano de la idea de
damento del pensar filosófico, ha sido lo encontramos en Platón (Cfr. espe- la nada tiende a completar, según
cuando menos un problema" (É. cialmente Parménides, 162 A.) Aris- sus propias palabras, el sistema de
Bréhier ). tóteles declaraba que, aunque puede la analítica trascendental. Kant señala
De varias maneras surgió en la fi- hablarse de privación y de negación, que el concepto supremo del que
losofía griega el problema de la nada: éstas se dan dentro del contexto de suele partir una filosofía trascenden-
como problema de la negación del afirmaciones, ya que aun del no ser tal es la división entre lo posible y
ser, como problema de la imposibi- puede afirmarse que es. En general, lo imposible. Como toda división su-
lidad de afirmar la nada, como pro- pues, los filósofos griegos afrontaron pone, empero, un concepto dividido,
blema del espacio, del vacío, etc. el problema de la nada desde el hay que remontarse a éste; es, pres-
Común a muchos pensadores fue se- punto de vista del ser. Pero el he- cindiendo de que se trate de un
guir la idea más común: la nada es cho de que se plantearan la cues- algo o de una nada, el concepto
negación del ser: lo que hay, por lo tión del no ser confirma, como de objeto en general. Kant aplica
pronto, es el ser (o un ser) y sólo apuntamos, su preocupación por el así los conceptos categoriales a este
cuando se niega éste "aparece" la problema. Por lo demás, la "positi- objeto en general; de ahí surge la
nada. Ciertos filósofos (como Gor- vidad" de la nada emergió en diver- nada como un concepto vacío sin
gias) sostuvieron que nada existe, sas ocasiones, por ejemplo cuando objeto (ens rationís), como un géne-
que si algo existe es incognoscible se suscitó el problema de la materia ro sin individuo, al modo de los
y que si es cognoscible es inexpre- (VÉASE) en tanto que pura indeter- noúmeno, que no pueden figurar en-
sable, pero no sabemos aún si se tra- minación y cuando se hizo servir tre las posibilidades, aun cuando no
ta de tesis filosóficas o de ejercicios esta indeterminación para constituir puedan ser tampoco excluidos como
retóricos. Otros mantuvieron que so- lo determinado. imposibles, o al modo de aquellas
lamente puede hablarse con sentido El pensamiento cristiano recogió fuerzas naturales que pueden pen-
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NAD NAD NAD
sarse sin contradicciones, pero de las tente no puede concebirse como no en la transposición al plano especu-
que no hay ejemplos procedentes de existente. El segundo rechaza toda lativo de la actitud vital, hecha par»
la experiencia. Esta nada corresponde posibilidad de un pensamiento de la la acción. Al tener toda acción su·
a la categoría de la cantidad; la de nada. Bergson señala, en efecto, motivo en una insatisfacción, se pien-
cualidad da origen a una idea de la que la metafísica ha rechazado siem- sa esta insatisfacción como una nada
nada como objeto vacío sin concepto pre la duración y la existencia como de algo que debería ser o, cuando·
(nihil privativum), como simple ne- fundamentos del ser por creerlas menos, que podría ser. Por eso la
gación y ausencia de una cualidad; contingentes. De ahí la adscripción negación no tiene más contenido que
la de relación, a una nada que es al ser de un carácter lógico-ma- el del juicio afirmativo juzgado: la
una intuición vacía sin objeto (ens temático y los intentos, siempre fra- nada es, por consiguiente, ausencia de
imaginarium), como el espacio puro casados, de deducir la existencia a un ser parcial que es suplantado por
y el tiempo puro; finalmente, la de partir de la esencia. Esta dificultad otro y abolición de un juicio y no
modalidad da origen a la idea de la queda solucionada, según Bergson, de una cosa. Al suprimirse por Berg-
nada como objeto vacío sin concepto cuando se demuestra que la idea de son la posibilidad de un pensamiento
(nihil negativum), como lo contra- la nada es una pseudo-idea, cuando de la nada se suprime, por lo tanto,
dictorio e imposible, tal como una se advierte que no se puede ni ima- la posibilidad de su experiencia o,
figura rectilínea de dos lados. El ginar ni pensar, y que el pensar úni- mejor dicho, es la imposibilidad
primero se distingue del cuarto en camente suprime una parte del todo de esta última la que elimina la po-
que es algo que no puede figurar y no el todo mismo, es decir, única- sibilidad de un pensamiento. Esto ha
entre las posibilidades, aun cuando mente suplanta un ser por otro ser. sido puesto en duda por varios filó-
no sea contradictorio, mientras que el Siendo, como mostró Kant, igual la sofos. Ya Lachelier señalaba, sin dis-
último se anula a sí mismo. En cam- representación de un objeto a su re- cutir el rigor de la argumentación·
bio, el segundo y el tercero son, como presentación como existente, la repre- bergsoniana, que es imposible supri-
dice Kant, datos vacíos para los con- sentación del objeto como inexistente mir la idea de la nada y al mismo·
ceptos (K. r. V., A 290-293/B 346- no consiste, debido a tal igualdad, en tiempo sostener la libertad de un
350). El sentido ontológico de la retirar de la idea del objeto la idea espíritu que, por ser libre, puede
privación y de la negación es reco- del atributo "existencia". La repre- precisamente negarse a afirmar la
gido, y aun acentuado, por Hegel sentación de dicho objeto como in- existencia de un ser cualquiera.
cuando, en los comienzos mismos de existente agrega, pues, algo a la idea Distinta de la de Bergson es tam-
la Lógica, manifiesta que el ser y la del objeto; le agrega la idea de ex- bién la meditación de Heidegger so-
nada son igualmente indeterminados: clusión. Al pensar un objeto como bre la nada. Mientras Bergson trata
en efecto, "el ser, lo inmediatamente inexistente se piensa el objeto y lue- de explicar por qué se afirma que hay
determinado es, en realidad, nada", go algo incompatible con su existen- una nada, Heidegger se pregunta por
y "la nada tiene la misma determi- cia. Pero el hecho de que pensemos qué no la hay, es decir, se formula la
nación o, mejor dicho, la misma fal- en la exclusión más bien que en la misma célebre pregunta de Leibniz:
ta de determinación que el ser". Tal causa de la misma no elimina ésta; "¿Por qué hay algo y no más bien
identificación es posible, según He- como dice Bergson, el acto mediante nada?" Heidegger no tropieza, pues,
gel, porque el ser ha sido vaciado el cual se declara irreal un objeto con la ausencia de lo que busca; ade-
previamente, con el fin de alcanzar "pone" (véase PONER, POSICIÓN) la más, no busca un ente — lo que, por
su absoluta pureza, de toda referen- existencia de lo real en general. En lo demás, cambia la dirección misma
cia; así purificado, del ser se dice lo otros términos, representarse un obje- de "la pregunta leibniziana". La
mismo que del no ser, y, de consi- to como irreal no puede consistir en nada no es para Heidegger la nega-
guiente, el ser y la nada son lo mismo. privarle de toda especie de existencia, ción de un ente, sino aquello que po-
La absoluta inmediatez del ser lo co- pues la representación de un objeto es sibilita el no y la negación (VÉASE).
loca en el mismo plano que su nega- necesariamente la representación de La nada sería en este caso el "elemen-
ción, y sólo el devenir podrá surgir este objeto como existente. De ahí que to" dentro del cual flota, braceando
como un movimiento capaz de tras- haya más y no menos en la idea de un por sostenerse, la Existencia. Esta nada
cender la identificación de la tesis y objeto concebido como inexistente, que es descubierta por un fenómeno pri-
de la antítesis. Esta concepción de en la del objeto concebido como exis- mordial de índole existencial: la an-
Hegel ha sido muy criticada; se ha tente. Mejor aun: no basta poner una gustia (VÉASE). Así, la nada es lo
alegado que la identificación del ser realidad total y luego suprimirla con que hace posible el trascender del
con la nada ha tenido lugar por ha- un "no". Afirmación y negación no ser, es lo que "implica" —en sentido
ber usado antes un concepto deter- son operaciones de la misma índole; ontológico y no lógico— el ser. Por
minado de la abstracción (VÉASE), en vez de ser esta última un "no" eso hay una "patencia" de la nada sin
por haber entendido el procedimien- agregado a un "sí", es el hecho de la cual no habría mismidad ni li-
to abstractivo en un sentido pura- afirmar algo de una afirmación que, bertad. Esta concepción ha sido vi-
mente nominal-total y no en un sen- a su vez, afirma algo de un objeto. gorosamente criticada por quienes,
tido formal, como una parte de la Por eso la negación no es el acto desde un punto de vista lógico-ana-
escolástica la había aceptado. De de un puro espíritu desligado de todo lítico, han considerado tales "propo-
modo muy distinto han pensado al móvil y enfrentado con los objetos siciones" sobre la nada como pseudo-
respecto Spencer y Bergson. El pri- en cuanto objetos. Bergson encuen- proposiciones. El análisis de Carnap
mero declara que un objeto no exis- tra la raíz de la idea de la nada es el más conocido ejemplo; decir,
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NAD ΝΑΕ NAG
señala Carnap, que "la nada ano- Nothing, 1918. — É. Bréhier, "L'idée significados de Verdad', y los análisis
nada" significa lógicamente lo mismo de néant et le problème de l'origine del problema del valor. En lo que toca
que decir "la lluvia llueve". Así, tales radicale dans le néoplatonisme grec". a los primeros, Naess se ha preocu-
tesis acerca de la nada serían, como Revue de Métaphysique et de Mo- pado sobre todo de investigar, me-
dice Russell, un ejemplo de "mala rale, XXVI (1919), 448-75, reimp. diante cuestionarios, distintos modos
en la obra del autor, Études de philo-
gramática", una insumisión a las re- sophie antique, 1955, págs. 248-83. de concebir la verdad, y estos modos
glas sintácticas del lenguaje. Ahora — Martin Heidegger, Was ist Meta- han sido considerados como otros tan-
bien, lo característico de la tesis de physik?, 1919 (ver las traducciones en tos "comportamientos". En lo que se
Heidegger es que no pretende ser el artículo sobre Heidegger; la crítica refiere a los segundos, Naess ha in-
una "proposición" acerca de la nada. del análisis de la nada, por Heidegger, vestigado asimismo reacciones ante
La concepción de Jean-Paul Sartre se halla en R. Carnap," Ueberwindung diversos tipos de actos de preferencia
pone nuevamente de relieve esta ca- der Metaphysik durch logische Analy- y rechazo. Los estudios de Naess se
racterística. Admitiendo en principio se der Sprache", Erkenntnis, II [1931], hallan orientados en lo que podría ca-
219-41). — Louis Vialle, Le désir du
la descripción heideggeriana de la néant. Contribution à la psychologie lificarse de "positivismo behaviorista".
nada, Sartre la corrige y pone de du divertissement, 1933. — Kurt Stern- Escritos principales: Erkenntnis und
relieve que en vez de decirse de la berg, Die Geburt des Etwas aus dem wissenschaftliches Verhalten, 1936
nada que es, hay que contentarse Nichts, 1933. — Hans Pichler, "Vom (Conocimiento y comportamiento cien-
con declarar que "es sida". Lo mismo Wesen der Verneinung und das Un- tífico). — "Über die Funktion der
wesen des Nichtseins", Blätter für Verallgemeinerung", Erkenntnis, VII
acontece con el anonadar de la nada. (1937-1938), 198-210 ("Sobre la fun-
La nada, dice Sartre, no se anonada; deutsche Philosophie, VIII (1934).
— Jean-Paul Sartre, L'Être et le ción de la generalización"). — 'Truth'
la nada "es anonadada". Por eso el as Conceived by Those who are not
ser por el cual la nada viene al mun- Néant. Essai d'ontologie phénoméno-
logique, 1943 (trad, esp.: El ser y la Professional Philosophers, 1939. —
do debe ser, señala Sartre, su propia nada, 1950). — H. Kühn, An Έη- Noen verditeoretiske standpunkter,
nada. Es probable que para dichos counter with Nothingness, 1949 (trad, 1948 (Algunos puntos de vista sobre
autores sólo la libertad radical del esp. Encuentro con la nada, 1953) teoría de los calores). — Interpreta-
hombre permita enunciar significa- [sobre los existencialistas]. — B. Fabi, tion and Preciseness. I. A Survey of
tivamente tales "proposiciones". Sar- U Tutto e U Nulla, 1952. — E. Pa- Basic Concepts, 1949. — An Empiri-
cí, II nulla e il problema dett'uomo, cal Study of thé Expressions 'True',
tre lo reconoce explícitamente al de- 'Perfectly Certain and 'Extremely
cir que el problema de la libertad 1950. — Eugen Fink, Alles und
Nichts. Ein Umweg zur Philosophie, Probable'", 1953. — Filosofiens his-
condiciona la aparición del problema torie. Een innföring i filosofiske pro-
1959. — G. Siegmund, Sein oder
de la nada, por lo menos en la me- Nichtsein, 1961. — Las observaciones blemer, 1953 (Historia de la filosofía.
dida en que la libertad es entendida de Spencer se hallan en First Princi- Introducción a los problemas filosó-
como algo que precede la esencia del pies, II, 4; los análisis de Bergson, en ficos) .
hombre y la hace posible, es decir, L'Évolution créatrice; las observacio- NAGEL (ERNEST) nac. (1901) en
en la medida en que la esencia del nes de Lachelier, en el Vocabulaire de Novemesto (Checoslovaquia); se tras-
ser humano se halla suspendida en su Lalande. — Además de los textos clá- ladó en 1911 a Estados Unidos. Ha
libertad. En este autor habría, por sicos a que se ha hecho referencia sido profesor ayudante (1931-1937),
consiguiente, como en Heidegger, un y que pueden completarse con los "profesor asociado" (1937-1939) y
supuesto último: el de la "impoten- conocidos pasajes de las Pensées de profesor titular (1939-1946) en la
Pascal, es curioso comprobar la exis-
cia" de la lógica para afrontar se- tencia de algunos tratados filosóficos Universidad de Columbia (Nueva
mejante problema, pues la "lógica" sobre la nada; así el de Martinus York), y desde 1946 es "Dewey Pro-
aparecería solamente en el instante Schookus, del año 1601, titulado Trac- fessor" de filosofía en la misma uni-
en que hubiese un ser enunciador tatus philosophicus de nihilo, con un versidad.
que se haría posible justamente por Poema de nihilo, por loannes Pas- Puede considerarse a Nagel como
haber trascendido la nada. Una con- serati. Leibniz (Textes, ed. G. Grúa, naturalista con ciertas tendencias ins-
ciliación del punto de vista existen- pág. 364) cita (en 1965) una obra trumentalistas e influencias recibidas
cial con el punto de vista lógico- de Passentius titulada De nihilo. del positivismo lógico. El título de
Agreguemos, a guisa de ejemplo, un
analítico parece, pues, totalmente escrito De substancia nihili et tene- una de sus colecciones de trabajos
imposible. Se trata, en efecto, de su- brarum, debida a Fridugisio de Tours —'"La razón soberana" (Cfr. biblio-
puestos últimos que son justamente (véase Concettina Gennaro, Fridugiso grafía)— puede asimismo caracteri-
los que permiten otorgar una signi- di Tours e il De substantia nihili et zar su pensamiento. Nagel se ha con-
ficación determinada a las ulteriores tenebrarum, 1963). sagrado especialmente a los estudios
proposiciones. En todo caso, la perió- NAESS (ARNE [DEKKE EIDE]) de filosofía de la ciencia, y con parti-
dica reaparición del problema de la nac. ( 1912 ) en Oslo, es profesor en la cular detalle al estudio de la natura-
nada en el área de la especulación Universidad de Oslo desde 1939. leza y formas de la explicación cien-
filosófica parece confirmar lo que se Miembro destacado del llamado "gru- tífica, de los problemas planteados
había dicho al comienzo de este ar- po de Oslo", estrechamente relaciona- por los intentos de reducción (VÉASE)
tículo: que se trata de un motor do con la Escuela de Uppsala (VÉASE), de determinadas teorías a otras teo-
invisible de la meditación filosófica Naess ha trabajado en sentido positi- rías y cuestiones similares. En el exa-
y que es improbable que en el futuro vista o, mejor, neopositivista y anti- men de todas estas cuestiones ha ma-
deje de funcionar como tal. metafísico. Sus dos más importantes nifestado una constante confianza en
G. R. Malkam, The Problem of contribuciones son: los estudios de los el poder de la razón; la razón es, en
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NAG NAT NAT
efecto, "soberana", pero esta razón no cional de México. Cuaderno 6). — interpretado, sin embargo, como la
es para Nagel especulativa, sino esen- The Structure of Science: Problems expresión conceptual de los hechos,
cialmente crítica. Contra los filósofos in the Logic of Scientific Explanation, sino como una norma sin la cual los
que reducen la filosofía a un análisis 1961 [esta obra es el vol. I de The hechos carecerían de sentido. Así,
Structure of Science; vol. Il en pre- tanto la idea de la conciencia como
de expresiones lingüísticas, Nagel ha paración] .
manifestado que la filosofía no debe la de la voluntad y la de la refle-
NATIVÍSIMO. Véase INNATISMO. xión se hallan dominadas por una
renunciar a "una amplia visión de las
N A T O R P (PAUL) (1854-1924) concepción normativa o, si se quiere,
cosas"; la filosofía es "comentario crí- nació en Düsseldorf, estudió en Ber-
tico sobre la existencia". El filósofo por una concepción que en vez de
lín, en Bonn (con Hermann Usener), detenerse en el sujeto o en el objeto,
debe, pues, poseer amplitud de miras
en Estrasburgo, y en Marburgo, don- en el término o en su predicado,
e imaginación, si bien esta última de-
de se "habilitó" (1881) junto con aspira de continuo a encontrar una
be estar siempre disciplinada. Carac-
Hermann Cohen. De 1885 a 1892 fue razón que permite hasta cierto punto
terístico del modo de pensar de Nagel
"profesor extraordinario" en Marbur- engendrarlos. 'Engendrar' significa
es el rigor lógico en el análisis de los
problemas y a la vez la consideración go, y desde 1892 profesor titular en aquí crear las condiciones necesarias
de cada problema dentro de un con- la misma Universidad. A partir de para la inteligibilidad de lo real y,
texto filosófico más general. Nagel 1887 dirigió los Philosophische Mo- de consiguiente, para que lo real
estima que este contexto puede pro- natshefte. pueda ser objeto de reflexión y de
porcionarlo el naturalismo siempre que Natorp ha sido uno de los más emi- ciencia. La lógica de Natorp tiene,
éste no sea dogmático, sino crítico. nentes representantes de la dirección pues, por objeto aquello que para
Nos hemos referido más detallada- neokantiana conocida con el nombre Natorp son las ideas platónicas: no
mente a algunas de las ideas de Nagel de "Escuela de Marburgo" (v. ) y ca- entidades metafísicas, sino "puras po-
en otros artículos de la presente obra; pitaneada por Hermann Cohen (v.). siciones del pensar", hipótesis, lo-
como ejemplos, véanse EXPLICACIÓN El método filosófico de Natorp ha goi. Sólo desde este ángulo podrá
y REDUCCIÓN. sido, pues, el "método crítico". Pero, comprenderse en efecto, la tesis fun-
Nagel ha escrito numerosos traba- aunque importante, la metodología es damental del idealismo; la identidad
jos para revistas (Journal of Philoso- insuficiente para caracterizar su pen- del pensamiento y del ser. Y sólo
phy; Erkenntnis; Philosophy of Scien- samiento filosófico. Ante todo, porque desde este ángulo, además, podrá
ce; Philosophy and Phenomenological el contenido desborda con frecuencia establecerse una relación entre pen-
Research; Philosophical Review, etc.) la forma del pensar, pero también sar y "legalizar". El análisis de Na-
y ha colaborado en varios volúmenes torp sobre las ciencias exactas estaba
colectivos; gran parte de estos escritos porque sus intereses filosóficos no se
han sido recogidos en los dos volúme- han limitado en ningún caso a un ya destinado a mostrar de un modo
nes citados infra, o incorporados, con análisis epistemológico de la estruc- efectivo y concreto el modo de opera-
algunos cambios, a algunas de sus tura lógica de las ciencias naturales, ción propio del pensar que sólo visto
obras mayores. De los libros publica- especialmente de las físico-matemáti- desde su cara puramente formal
dos mencionamos: An Introduction to cas. En rigor, la actividad filosófica puede ser calificado de lógico. No
Logic and Scientific Method, 1934 de Natorp se ha iniciado con inves- menos confirmadas resultaban, a su
[en colaboración con Morris R. Co- tigaciones de carácter psicológico y, entender, las mencionadas tesis cuan-
hén]. — Principies of the Theory of do eran aplicadas al examen del su-
Probability, 1939 [International Έη- sobre todo, bajo la inspiración de
Pestalozzi, de pedagogía social, in- jeto tal como se da en los actos tra-
cyclopedia of Unified Science, I, 6].
— Sovereipn Reason, 1954 [colección cluyendo en esta última el problema dicionalmente estudiados por la psi-
de escritos; de ellos destacamos "So- de la función de la religión en la cología. De ahí el continuo y cons-
vereign Reason", antes publicado en comunidad humana. Ahora bien, la tante acercamiento de todos los tér-
el volumen Freedom and Expérience, pedagogía social no es accesoria para minos aparentemente opuestos en la
1947, ed. Sidney Hook]. — Logic la comprensión del pensamiento pro- unidad trascendental de la síntesis.
Without Metaphysics, and Other Stu- piamente filosófico y metodológico En primer lugar, la lógica es para
dies in the Philosophy of Science, de Natorp; en ella se nos muestra, Natorp una especie de ontología, ya
1956 [colección de trabajos; de ellos por el contrario, una de las condi- que su aprioridad no puede ser el
destacamos "Naturalism Reconside- resultado de una previa formaliza-
red", antes publicado en Proceedings ciones fundamentales de la estructu-
ra de la conciencia, la cual no es, ción. En segundo término, la psicolo-
and Addresses of The American Phi- gía es una especie de teoría del
losophical Association, XXVIII, 1954- según Natorp, una mera substancia
1955; "Logic Without Ontology", an- individual ni tampoco el simple re- conocimiento, pues el sujeto por ella
tes publicado en el volumen Natura- flejo pasivo de la sociedad, sino el estudiado es el núcleo de toda posi-
lism and the Human Spirit, 1944, ed. producto dinámico de una correla- ble objetivación y el "lugar" donde
Y. H. Krikorian] (trad. esp. de la ción incesante. En verdad, es un ra- se da la experiencia transformable.
obra: La lógica sin metafísica, 1962; dical funcionalismo el que penetra, Ahora bien, la unidad sintética de
y de uno de los trabajos: "Lógica sin de punta a punta, toda la filosofía de los actos de la conciencia, así como
ontología", en Antología semántica, Natorp y el que puede permitir ha- la unidad sintética de todo pensa-
1960, ed. Mario Runge). — Gödel's llar un denominador común en la miento, son únicamente aspectos de
Proof, 1958 [en colaboración con Ja-
mes R. Newman] (trad, esp.: La multiplicidad de intereses y aun de la más última y radical unidad: la
prueba de Gödel, 1959 (Centro de orientaciones que se manifiestan en del pensamiento y de la acción, la de
Estudios Filosóficos. Universidad Na- ella. Este funcionalismo no debe ser la filosofía teórica y la práctica. El
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combate contra la interpretación uni- del alemán. II. La edad del espíritu). el primero de los citados textos el
lateral del idealismo como doctrina — Sozialidealismus, 1920 (Idealismo Estagirita había distinguido, en la
puramente especulativa es llevado a social). — Der Deutsche und sein φύσις, entre el crecer de lo que crece,
cabo por Natorp cuando ve justa- Staat, 1924 (El alemán y su Estado). y lo crecido. En la versión averroísta
mente en su propio idealismo la — Vorlesungen über praktische Phi- de tal texto se utilizaron las expre-
losophie, 1925 (Lecciones sobre filo-
única posibilidad de realizar una sofía práctica). — Autoexposición en siones: esse artifici (in actu) per artem
práctica que sea al mismo tiempo Die Philosophie der Gegenwart in y esse naturati per naturam. Y en
una norma, de forjar una ley que Selbstdarsteltungen, t. I, 1921. — el comentario de Averroes en versión
sea a la vez un pensamiento. Pues Philosophische Systematik. Aus dem latina (Comm, ad Ar. Phys., II 1, 11,
la síntesis en que se resume todo Nachlass, 1958. Ed. Hans Natorp, int. Venetiis 1553) aparecieron las ex-
lo real de la realidad no es para y notas por H. Knittermayer. —· presiones: Necesse enim est, ut ini-
Natorp el producto de una dialéctica Véase J. Volkelt, Natorps Einleitung tium medicinandi sit ex medicina et
meramente intelectual ni de una ope- in die Psychologie, 1905. — Friedrich non inducit al medicinam, et non est
Meyerhols, Erkenntnisbegriff und Er- talis dispositio naturae apud naturam;
ración meramente activa: es el lugar kenntniserwerb. Eine Natorpstudie,
en que se asienta primaria e inevita- 1908. — E. Weck, Der Erkenntnisbe- ser naturatum [ φυόμ,ενον ] ab aliquo ad
blemente todo lo que engendra el griff bei P. Natorp, 1914 (Dis.). — J. aliquid venit, et naturatur aliquid;
ser como ser. Gräfe, Das Problem des menschlichen ipsum igitur naturari aliquid non est
Obras principales: Descartes' Er- Seins in der Philosophie P. Natorps, illud ex quo incipit sed illud ad quod
kenntnistheorie. Eine Studie zur Vor- 1933. _ H. Gschwind, Die philoso- venit. Este texto se comentó intro-
geschichte des Kritizismus, 1882 (La phischen Grundlagen von Natorps duciéndose explicaciones sobre la con-
teoría cartesiana del conocimiento. Sozialpädagogik, 1920. — M. Ficht- traposición de naturari (en tanto que
Estudio sobre la prehistoria del cri- ner, Transzendentalphilosophie und producir o engendrar algo) y natu-
ticismo). — Einleitung in die Psy- Lebensphilosophie in der Begrün- ratum (en tanto que aquello que es
chologie nach kritischer Methode, dung von Natorps Pädagogik, 1933 producido o engendrado). En el se-
1888 (Introducción a la psicología (Dis.). — Hans Schneider, Die Ein-
según el método crítico): 2* ed. con gundo de los mencionados textos, el
heit als Grundprinzip der Philosophie
el título Allgemeine Psychologie nach P. Natorps, 1936 (Dis.). — J. Estagirita habla (al modo pitagóri-
kritischer Methode. — Die Religion Klein, Die Grundlegung der Ethik in co) de que el número 3 y la tríada
innerhalb der Grenzen der Huma- der Philosophie P. Natorps, 1942 determinan la estructura de lo real,
nität. Ein Kapitel zur Grundlegung (Dis.). — Miguel Bueno, Natorp y la y de que, después de haber tomado
der Sozialpädagogik, 1894 (hay trad, idea estética, 1958 [mesa redonda]. el número 3 de la Naturaleza, lo apli-
esp.: Religión y Humanidad, 1914). NATURA NATURANS y NATU- camos para la adoración de los dio-
— Sozialpädagogik. Theorie der RA NATURATA. Estos términos son ses. Al comentar este pasaje Averroes
Willenserziehung auf der Grundlage conocidos sobre todo por el uso que (Comm, ad De coelo, I I ) introdujo
der Gemeinschaft, 1899 (trad, esp.: la expresión natura naturata, la cual
Pedagogía social, 1915). — Herbart, de ellos hizo Spinoza. Sin embargo,
Pestalozzi und die heutigen Aufga- como lo han mostrado H. Denifle, designaba el mundo en tanto que pro-
ben der Erziehungslehre, 1899 (Her- J. E. Erdmann y, sobre todo, Her- ducido y especialmente en tanto que
bart, Pestalozzi υ los temas actua- mann Siebeck, son expresiones que obra relacionada con la producción.
les de la doctrina de la educa- tienen una larga historia, y hasta una Estos conceptos fueron también des-
ción). — Platons Ideenlehre. Ein- prehistoria. Dentro de esta última arrollados por Averroes en su Des-
führung in den Idealismus, 1903 pueden incluirse los conceptos de trucción de la destrucción (disp. 5,
(trad, esp.: La teoría de las ideas, •παράγον —lo que conduce a la exis- dub. 5) al distinguir en la naturale-
de Platón, 1948). — Gesammelte za entre la causa primera (equiva-
Abhandlugen zur Sozialpädagogik, tencia— y de τιαραγόμενον —lo con-
ducido a la existencia—, los cuales lente a la natura naturans) y lo pri-
1907 (Ensayos reunidos sobre pe-
dagogía social). — Philosophie und fueron usados por Proclo en sus Ele- mero causado (equivalente a la natu-
Pädagogik. Unterschungen auf ihrem mentos de Teología. En efecto, ra naturata). Desde entonces las
Grenzgebiet, 1909 (Filosofía y peda- χαράγον y -τυαραγόμ,ενον designan res- expresiones natura naturans y natura
gogía. Investigaciones sobre sus limi- pectivamente la entidad creadora y naturata se extendieron entre los esco-
tes fronterizos). — Pestalozzi, sein la entidad creada por la primera. lásticos (como había indicado ya G.
Leben und seine Ideen, 1909 (trad, Los mismos conceptos, y con signi- J. Vossius en De vitiis sermonas et
esp.: Pestalozzi, 1931). — Die lo-
gischen Grundlagen der exakten Wis- ficaciones parecidas, hallamos en el glossematis latini-barbaris libri IV
senschaften, 1910 (trad, esp.: Los Pseudo-Dionisio (De div. nomini- (Amsterdam, 1645), cap. xiv, pág.
fundamentos lógicos de las ciencias bus, I X ) , de quien Juan Escoto Eri- 716). También fueron usadas por al-
exactas, 1948). — Philosophie, ihr gena tomó su noción de la divina gunos místicos y por varios pensado-
Problem und ihre Probleme, 1911 natura quae créât et creatur (De di- res del Renacimiento. La diferencia
(Filosofía, su problema y sus pro- visione naturae, I, 13). Ahora bien, entre natura naturans y natura natu-
blemas). — "Kant und' die Mar- la historia de los conceptos de natura rata fue entendida como la diferen-
burger Schule", Kantstudien, XVII naturans y natura naturata se inicia cia entre Dios en tanto que natura-
(1912) (trad, esp.: Kant y la escuela
filosófica de Marburgo, 1915). — propiamente sólo cuando se desarro- leza formadora de las cosas naturales
Deutscher Weltberuf, 2 vols., 1918: llan algunos conceptos aristotélicos, o ley del conjunto de estas cosas o
I. Die Seele der Deutschen; II. Das especialmente los que se encuentran ser total y unitario frente a lo crea-
Weltalter des Geistes (La misión en la Physica (II 1, 193 b 12) y en do, y lo creado que encuentra su
universal de Alemania. I. El alma De coelo (I 1, 268 a 13 sigs.). En unidad en Dios. Muchos ejemplos
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pueden darse. Los más conocidos son La expresión natura naturans fue NOMBRE). También se discutió —y
el de San Buenaventura (in Sent., usada, en sentido distinto de los ante- se ha seguido discutiendo hasta el
III dist. 8 dub. 2) al indicar que riores, por Francis Bacon en Novum presente— si las "leyes" en cuanto
[con lo anteriormente dilucidado] no Organum (Lib. II, aph. 1). Bacon "leyes de una sociedad" o la "consti-
quiere decir [el maestro] que la ge- indica que la tarea propia de la cien- tución" (de una comunidad) derivan
neración del Hijo tenga lugar supra cia consiste en descubrir naturae For- de un modo, o modos de ser, previos,
naturam aeternam (que es la natura ntam, sive differentiam veram, sive o son resultado de un pacto o "con-
naturans), sino super naturam créala naturam naturantem, sive fontem trato social" (VÉASE). En todas estas
(que se acuerda llamar natura natu- emanationis. La natura naturans es discusiones la noción de "ser por na-
rata}; el de Vicente de Beauvais aquí la causa productora de efectos turaleza" estaba cerca de la noción de
(Spec. quad., XV, 4) al indicar que (naturales); la ciencia consiste en des- "tener algo propio de sí y por sí".
la Naturaleza puede decirse de dos cubrir tal causa, porque, según Bacon, Ahora bien, esta última noción no es
modos, uno la natura naturans (la veré scire, esse per Causas scire ( o p . ajena al modo como Aristóteles pro-
misma suma ley de la Naturaleza que cit., Lib. II, aph. 2). puso sus influyentes definiciones de
es Dios) y otro la natura naturata; Hermann Siebeck, "Ueber die Ent- 'naturaleza'. Dicho filósofo escribió
el del Maestro Eckhart, con sus con- stehung der Termini: Natura natu- que hay varios sentidos de 'naturale-
ceptos de ungenatûrten nature y ge- rans und Natura naturata", Archiv za' (φύσις): la generación de lo que
natûrten nature. Algo análogo ocurre für die Geschichte der Philosophie, crece ( φύεσθαι ) ; el elemento primero
en autores como Giordano Bruno y III (1890), 370-78. de donde emerge lo que crece; el
Nicolás de Cusa. Ahora bien, se ha NATURAE SIMPLICES. Véase principio del primer movimiento in-
planteado el problema de hasta qué DESCARTES, NATURALEZAS SIMPLES. manente en cada uno de los seres
punto el uso de los términos en cues- NATURALEZA. Como el término naturales en virtud de su propia ín-
tión roza tendencias panteístas. En griego φύσις (transcrito: physis) ha dole; el elemento primario del que
efecto, algunos autores interpretaron sido traducido con frecuencia por 'na- está hecho un objeto o del cual pro-
la natura naturans como una fuerza turaleza' —correspondiendo al voca- viene; la realidad primaria de las co-
y la natura naturata como el resulta- blo latino natura— consideramos que sas (Met., Δ 4, 1014 b 16 - 1015 a
do de ella, o, mejor dicho, como la el artículo Physis (VÉASE) es una in- 12). Según estas definiciones, puede
misma fuerza bajo otro aspecto. Pue- troducción al presente. En éste trata- darse el nombre de "naturaleza" a
de decirse que aunque la interpre- remos del concepto de "naturaleza" muchas cosas o a muchos procesos: a
tación panteísta no es forzosa (como en dos sentidos, por lo demás no siem- un principio de ser, a un principio de
no lo fue en los autores medievales pre independientes entre sí: el senti- movimiento, a un elemento compo-
citados), los conceptos en cuestión do de 'naturaleza' principalmente co- nente, al elemento del cual están he-
se prestaban a ser usados por una mo la llamada "naturaleza de un ser" chos todos los cuerpos, etc. Pero el
concepción panteísta. Es lo que su- y el sentido de 'naturaleza' como "la propio Aristóteles indica que todas
cedió con Spinoza, quien entiende Naturaleza". En este último caso pro- estas definiciones tienen algo de co-
por natura naturans la Substancia in- pendemos a escribir el término con mún: la naturaleza es "la esencia de
finita, el Deus sive Natura como el mayúscula, pero no será siempre fá- los seres que poseen en sí mismos y
principio creador o la unidad vivifi- cil seguir esta convención, por cuan- en cuanto tales el principio de su mo-
cadora de la natura naturata, de to a veces "la Naturaleza" ha sido vimiento" (ibid., 4, 1015 a 13). Fot
lo que se encuentra en Dios, pero entendida por analogía con aquello eso se puede llamar "naturaleza" a la
en tanto que conjunto de los modos que tiene por sí mismo "naturaleza". materia, pero sólo en cuanto es capaz
de la Substancia. Toda la natura La cuestión se complica, además, por- de recibir dicho principio de su pro-
naturata se halla así, según Spinoza, que a veces se ha entendido "lo que pio movimiento; o también al cambio
en el seno de la natura naturans, la es por naturaleza" como contrapuesto y al crecimiento, pero sólo en cuanto
cual es esencia, principio y funda- a "lo que es por convención", y a son movimientos procedentes de tal
mento de aquélla. O, como dice veces se ha tratado de "Naturaleza" principio. "Naturaleza" es, así, "un
Spinoza, "ha de entenderse por natu- en contraste con "Arte", con "Espí- principio y una causa de movimiento
ra naturans lo que es en sí y por ritu", con "lo sobrenatural", etc. y de reposo para la cosa en la cual
sí es concebido, es decir, los atri- El contraste entre "lo que es por reside inmediatamente por sí y no
butos de la substancia que expresan naturaleza" y "lo que es por conven- por accidente (Phys., II, 1, 192 b 20).
una esencia eterna e infinita, esto es, ción" fue tratado por los sofistas (y De todo ello se desprende que la
Dios en tanto que se le considera luego por Platón y otros autores) para "naturaleza" de una cosa —y aun,
como causa libre. Por natura naturata distinguir entre aquello que tiene un podría decirse, la "naturaleza" de to-
entiendo, en cambio, todo lo que modo de ser que le es propio y que das las cosas en cuanto "cosas natu-
se sigue de la necesidad de la natu- hay que conocer tal como efectiva y rales"— es lo que hace que la cosa, o
raleza de Dios o la que se sigue "naturalmente" es, y aquello cuyo ser, las cosas, posean un ser y, por consi-
de cada uno de sus atributos, o todos o modo de ser, ha sido determinado guiente, un llegar a ser o "movimien-
los modos de los atributos de Dios de acuerdo con un propósito (huma- to" que les es propio. Por eso lo que
en tanto son considerados como cosas no). Así, por ejemplo, se discutió si existe por naturaleza se contrapone a
que son en Dios y no pueden sin los vocablos del lenguaje, y especial- lo que existe por otras causas, por
Dios ser ni ser concebidas" (Eth., mente los nombres son "naturales" o ejemplo, por el arte, τέχνη (Phys., II,
I, prop. xxix, schol. ). "convencionales" (véase LENGUAJE; 192 b, 18). Una cosa que no posea
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el principio del movimiento —y, po- cuales, como veremos luego, 'natura- es un concepto de la "física" o, si se
dríamos decir, más generalmente, del leza* ha sido entendida con frecuencia quiere, de la "ontología de la reali-
"comportamiento"— que le hace des- como "el conjunto de las cosas natu- dad corporal" y, más específicamente,
envolverse y actuar de acuerdo con rales". Ello no quiere decir que los de la "ontología de la realidad corpo-
lo que es, no tiene esa "substancia" autores para quienes 'naturaleza' era ral-orgánica". En el segundo caso, el
que se llama "naturaleza". La natu- sobre todo un principio de movimien- concepto de naturaleza está co-rela-
raleza es, pues, a la vez substancia y to de ciertas cosas no trataran tam- cionado con conceptos tales como los
causa — y la causa es a la vez efi- bién del "todo de la Naturaleza" de hipóstasis, substancia, persona, su-
ciente y final. — admitiesen o no otras "cosas", ade- puesto, etc., etc., es decir, conceptos
La noción aristotélica de 'naturale- más de semejante "todo". Lo que su- metafísicos o, si se quiere, de "filoso-
za' es más compleja de lo arriba indi- cede es que en algunos casos el con- fía primera". En el tercer caso el
cado, porque dentro de lo que llama- cepto de Naturaleza como "un todo" concepto de Naturaleza es un con-
mos "mundo natural", "mundo de las fue dilucidado usando otros nombres cepto análogo al de "mundo" (VÉASE)
cosas naturales" o, simplemente, "Na- que 'Naturaleza' — nombres tales co- o de ciertos aspectos del "mundo".
turaleza", hay acontecimientos que no mo "el cosmos", "el universo", "el No podemos detenernos en cada uno
son producidos por "el arte" y, sin todo", "la realidad sublunar", etc., etc. de estos significados, pero señalare-
embargo, son de algún modo "contra- Buen número de escolásticos, espe- mos que cada uno de ellos puede en-
rios a la naturaleza". Tal sucede con cialmente desde Alberto Magno y tenderse mejor si lo contrastamos con
los llamados "movimientos violentos", Santo Tomás, emplearon el término algún otro. Así, por ejemplo, si toma-
a diferencia de los "movimientos na- natura en sentidos parecidos, y a ve- mos el concepto de natura en la se-
turales". El estudio de la diferencia ces idénticos, a los de Aristóteles, pero gunda significación, podemos ver me-
entre estos dos tipos de movimiento no sólo en ellos. Así, por ejemplo, el jor lo que se ha entendido por natura
fue muy importante no sólo en la An- vocablo natura tiene en Santo Tomás con relación a lo que se ha entendido
tigüedad, sino también en la Edad muy diversas significaciones. Por lo por persona (v.). La natura aquí
Media y en los comienzos de la época pronto, natura puede entenderse de equivale al "qué" de una cosa, lo que
moderna, cuando se establecieron los cuatro modos: 1. Como generación de una cosa es, el sistere o lo que se tie-
fundamentos de la llamada "física un ser viviente, por cuanto normen ne en los distintos modos en que pue-
(v.) clásica". Pero, además, el ser naturae a nascendo est dictum. 2. Co- de tenerse, mientras la persona equi-
"contrario a la naturaleza" podía dar- mo principio intrínseco [inmanente] vale al "quién" — cualquiera que sea
se en cuerpos naturales y en sus mo- de un movimiento, principium intrin- el supuesto (v.) que constituya este
vimientos. Así, por ejemplo, se podía secum motos. 3. Como forma y mate- "quién" de acuerdo con los distintos
decir que un "monstruo" es algo con- ria de un ser corporal. 4. Como entes. Los escolásticos señalan que el
trario a la naturaleza. Ello no con- essentía, forma, quidditas, de una cosa supuesto se dice esse ut quod. La
vertía al "monstruo" en un ser "arti- (Cfr. S. theol, I, y. X a 1). Pero se naturaleza, en cambio, se dice esse ut
ficial". Pero con el fin de aclarar en llama también, según Santo Tomás, quo. El supuesto es entonces lo que
qué sentido se podía decir que hay natura cualquier cosa del mundo, sea tiene natura, y la natura es aquello
"cosas naturales" que son "contra na- substancia o sea accidente; la subs- por lo cual el supuesto se constituye
tura", hubo que poner en juego los tancia dicha en cierto modo; el con- en su especie. Por eso natura se dice
conceptos fundamentales de la filoso- junto de las cosas reales en cuanto también de aquello en lo cual actúa
fía, de la "física", de la cosmología, siguen un cierto orden, el ordo natu- el supuesto. Y el supuesto es aquello
etc. Así, mientras algunos autores (y rae. El término natura aparece en un por lo que se es (natura ut quo).
Aristóteles entre ellos) afrontaban el número considerable de expresiones, El término natura puede aplicarse
problema subrayando, entre las cau- tales como natura intellectiva, natura a toda clase de entes: creados, increa-
sas, las causas finales —lo que les sensibilis, natura completa, natura dos, finitos, infinitos, etc. o, mejor
obligaba, por lo demás, a reducir con- corrupta, natura spiritualis, etc., etc. dicho, este término puede adjetivarse
siderablemente el ámbito de "lo natu- Se puede preguntar, en vista de ello, de muy distintas maneras. Pero fue
ral" como "natural", en el cual no ca- si hay o no algunas significaciones muy común, cuando se trató de la
ben "movimientos violentos", "mons- predominantes. Estimamos que las natura (Naturaleza) como el conjun-
truos", "despropósitos", etc.—, otros hay y que son tres: natura como prin- to de "las cosas naturales", "de aquí
autores (entre ellos, sobre todo, los cipio intrínseco de movimiento; natu- abajo", "intramundanas", etc., etc.,
atomistas, pero también muchos estoi- ra como esencia, forma, índole, etc., aplicar a este conjunto, más que a
cos) lo afrontaban subrayando o bien de una cosa, y natura como lo que se cualquier otro, el término natura. Por
las causas puramente eficientes, o el llamó en la Edad Media el complc- ser este conjunto natura, se podía ha-
carácter fundamentalmente "mecáni- xum omnium substanciarum — lo que blar de lo que cada uno de sus ele-
co" de los fenómenos naturales, o bien nosotros llamamos "Naturaleza" en mentos tiene de natura. Ahora bien,
"la unidad de la Naturaleza" como cuanto cosmos o universo. En el pri- en uno de tales "elementos" el con-
un "todo", del cual nada puede que- mer caso, el sentido de natura es el cepto de natura pareció sobremanera
dar excluido. de un modo de ser propio de ciertas importante: en el hombre. Hemos di-
Al referirnos a "la unidad de la entidades. En el segundo caso, es o cho antes que se han manifestado va-
Naturaleza" como un "todo" apunta- lo que constituye ciertas entidades o rias "contraposiciones" en las que ha
mos a ideas acerca de la "Naturaleza" parte de ciertas entidades. En el pri- intervenido el concepto de Naturale-
más cercanas a las modernas, en las mer caso, el concepto de naturaleza za: Naturaleza y Arte, etc. Una de
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ellas es la contraposición entre la Na- mológico". En la época moderna no un intento de resolver la contraposi-
turaleza como lo creado y Dios. Otra, se abandonó por entero el sentido ción "Naturaleza-Espíritu". Otros pre-
de alguna manera derivada de la an- "teológico" de "naturaleza" —o, si se fieren hablar de una complementa-
terior, es la contraposición de natura- quiere, de natura—, como lo prueba ción recíproca, según la cual, y de
leza y gracia. el que durante un tiempo estuvieron modo análogo a lo que se había dicho
Esta contraposición no es en la ma- muy vivas las discusiones acerca del con respecto a natura y gratta, la li-
yor parte de los casos una mutua ex- concepto de gracia (v. ) y, por tanto, bertad, la cultura, el espíritu, etc., no
clusión; por el contrario, casi todos acerca de las distintas "relaciones" po- se oponen propiamente a la Natura-
los autores cristianos, empezando por sibles entre natura y gratta. Pero es leza, sino que la complementan o
San Agustín, estimaron que la natura característico de buena parte del pen- completan.
no es mala por sí misma. En rigor, en samiento moderno el afrontar otras Las indicaciones anteriores acerca
cuanto creada por Dios la natura es "contraposiciones". Durante los dos de varios modos de concebir 'Natu-
fundamentalmente buena. Así, la na- últimos siglos especialmente, las si- raleza' en la época moderna son ex-
tura no es una potencia mala que se guientes "contraposiciones" han sido tremadamente esquemáticas, porque
opondría a una potencia buena. Lo objeto de múltiples debate?: natura- justamente en el curso de dicha época
malo en la natura ha surgido a conse- leza (en cuanto conjunto de fenóme- se han dado centenares de definicio-
cuencia del pecado, el cual puede ser nos naturales que se suponen deter- nes del término 'naturaleza' y ello,
interpretado, metafísicamente, como minados por leyes) y libertad; natu- además, en diversos terrenos: en las
un "movimiento de alejamiento de la raleza y arte; naturaleza y espíritu; ciencias positivas, en la jurispruden-
fuente creadora". Con el fin de redi- naturaleza y cultura. cia, en la ética, en la teología, en la
mir la natura así corrompida, es nece- Hemos tratado de algunos de los estética, etc., etc. Parece ser, pues, lo
saria la gracia. De ahí que la gracia problemas que han suscitado las men- más razonable concluir que no hay en
no elimine la naturaleza, sino que la cionadas "contraposiciones" en varios la modernidad ningún concepto co-
perfeccione. San Agustín llegó a decir artículos (por ejemplo, CULTURA; ES- mún de 'naturaleza'. Aun reduciendo
que la natura es una gracia común y PÍRITU, ESPIRITUAL; LIBERTAD). Ade- tal concepto a lo que hemos llamado
universal; sobre esta gracia hay otra, más, hemos tratado algo in extenso "concepto cosmológico", es decir, a la
que es aquella por la cual algunos del "concepto cosmológico" de "Na- idea de la Naturaleza como el con-
hombres son elegidos. Se observará turaleza" en el artículo FILOSOFÍA junto de los "cuerpos naturales", de
que aquí el concepto de natura está NATURAL, que consideramos un com- los "fenómenos naturales", etc., etc.,
muy próximo al concepto de criatura, plemento del presente. Recordemos tenemos durante la época moderna
es decir, de lo creado, y hasta puede ahora que las "contraposiciones" de varios conceptos básicos muy distin-
decirse que se identifica con ella. La que hemos hablado —las cuales no tos entre sí. Así, por ejemplo, tenemos
natura no es, o no es sólo, aquello por son, como podría imaginarse, entera- el concepto de Naturaleza como lo
lo cual una cosa posee una índole mente nuevas, puesto que ya en la que podríamos llamar "una región del
propia suya, sino que es la índole pro- Antigüedad (por ejemplo, entre los ser" (o de "la realidad"), región ca-
pia de toda cosa en cuanto creada sofistas) se había tratado ampliamen- racterizada por determinaciones espa-
por Dios. Por eso la natura es cada te de "Naturaleza" y "Cultura", bajo cio-temporales y por categorías tales
cosa y además todas las cosas en la forma de la indicada contraposi- como la causalidad; como un orden
cuanto creadas. En las direcciones a ción entre "lo natural" y "lo conven- que se manifiesta mediante leyes ( de-
las que aludimos ahora, las cosas crea- cional"— han suscitado muy diversas terminísticas o estadísticas); como "lo
das lo han sido de acuerdo con las doctrinas. Para resumir muy a la ca- que está ahí" o "lo nacido por sí", el
ideas residentes en el seno de Dios. rrera algunas de ellas, mencionaremos "ser-otro" o "exterioridad" del Espíri-
Desde este punto de vista se puede simplemente varias "posiciones" adop- tu, de la Idea, etc., etc.; como un
decir que la natura misma no es inte- tadas. Según algunos, ninguna de es- modo de ver la realidad, o parte de la
ligible, sino sensible, pero que parti- tas "contraposiciones" es legítima, realidad, que se ha dado en el curso
cipa de lo inteligible — sin el cual, puesto que "lo que hay" es simple- de la historia y, por tanto, engendra
por lo demás, no se podría decir que mente "la Naturaleza", a la cual debe un "concepto histórico" o "idea de la
"es". No hay duda de que, filosófi- reducirse todo (véase NATURALISMO). Naturaleza como historia", etc., etc.
camente hablando, hay mucho en esta Según otros, la Naturaleza está subor- En suma, no parece haber, ni siquiera
concepción de platónico o, si se quie- dinada o a la libertad, o la cultura, o dentro de límites previamente fijados,
re, de neoplatónico. Pero en virtud de al espíritu, cada uno de los cuales, "un concepto de Naturaleza", sino va-
los iiltimos supuestos cristianos, no o todos ellos a un tiempo, terminarán rios, y posiblemente, muchos concep-
puede equipararse la contraposición por "absorber" la Naturaleza. Según tos de Naturaleza distintos entre sí y
mencionada entre natura y creador, otros, cada uno de los términos de posiblemente incompatibles entre sí.
natura y gracia, etc., con la contrapo- cualquiera de estas contraposiciones Ello plantea a la filosofía actual el
sición platónica y neoplatónica entre excluye al otro sólo en cuanto no se problema de ver si se puede elaborar
lo sensible y lo inteligible. tiene en cuenta la posibilidad de un "un concepto de Naturaleza" y de
En todo caso, el concepto de "na- "tercer término", que sería como una averiguar cuál es, o puede ser, este
turaleza" dentro del pensamiento cris- "síntesis". Observemos que este enfo- concepto. A tal elaboración y averi-
tiano es básicamente comprensible co- que "sintético" ha sido muy común guación pueden contribuir varias dis-
mo concepto "teológico" y sólo por desde el idealismo alemán, que en ciplinas filosóficas, pero sugerimos
derivación adquiere un sentido "eos- gran parte puede caracterizarse como que las investigaciones correspondien-
255
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tes pueden unificarse mediante una re, 1905, 2* edición con apéndices, I960. — Walter Ehrlich, Grundlinien
"Ontología de la Naturaleza". Tarea 1908. — Hugo Dingler, Die Grund- einer Naturphilosophie, 1960.—Fran-
principal de esta ontología es diluci- lagen der Naturphilosophie, 1913. — cis J. Collingwood, Philosophy of Na-
dar las cuestiones siguientes: ( 1 ) De- Erich Becher, Naturphilosophie, 1914. ture, 1961. — Historia de la filosofía
terminar si hay un concepto de Natu- — Joseph Geyser, Allgemeine Phi- de la naturaleza: A. de Margerie, La
raleza al que convengan diversos losophie des Seins und der Natur, philosophie de la nature dans l'antiqui-
1915. — J. Schwertschlager, Philo- té, 1901. — Ch. Huit, La philosophie
modos de tratar la Naturaleza; (2) sophie der Natur, 2 vols., 1921. — de la nature chez les anciens, 1901.
Precisar qué relación hay, o puede Theodor Ziehen, Grundlage der Na- — Hugo Dingler, Geschichte der Na-
haber, entre el concepto de Naturale- turphilosophie, 1922. — Theodor turphilosophie, 1932. — W. Bur-
za y conceptos ontológicos fundamen- Haering, Philosophie der Naturwis- kamp, Naturphilosophie der Gegen-
tales tales como el de "ser", "reali- senschaft, 1923. — Moritz Schlick, wart, 1930. — Carl Friedrich von
dad", etc.; ( 3 ) Determinar qué ca- Naturphilosophie, 1925. — id., id., Weizsäcker, Die Geschichte der Na-
racterísticas más generales tiene el Gnmdriss der Naturphilosophie (de tur, 1948 (trad, esp.: Historia de la
concepto en cuestión; ( 4 ) Establecer las obras postumas, ed. Walther Naturaleza, 1962). — Gerhard Hen-
Hollitscher y Josef Rauscher), 1948. nemann, Naturphilosophie im XIX.
qué relaciones hay, o puede haber, Jahrhundert, 1959 [12 ensayos sobre
— Hans Driesch, Metaphysik der
entre el concepto de Naturaleza y Natur, 1927. — Hermann Weyl, historia de los problemas de la física
otros conceptos tales como los de es- Philosophie der Mathematik und der en el siglo xix]. — Sobre los proble-
píritu, cultura, historia, etc. Una vez Naturwissenschaft, 1927 (trad, in- mas de la ciencia natural: Kristian
llevada a cabo esta serie de investi- glesa, modificada y ampliada: Phi- Kroman, Vor Naturerkendelse. Bidrag
gaciones ontológicas es necesario to- losophy of Mathematics and Natural il en Mathematikens of Fysikens
davía proceder a un análisis de con- Science, 1949). — Hans Reichen- Theori, 1883 (trad, alemana: Unsere
ceptos que pueden relacionarse con el bach, Ziele und Wege der heutigen Naturerkenntnis, 1883). — Erich Be-
Naturphilosophie, 1931. — E. Lip- cher, Philosophische Voraussentzun-
de Naturaleza — conceptos tales co-
sius y K. Sapper, Filosofía natural gen der exakten Naturwissenschaften,
mo los de "orden", "ley", "necesi- 1907.—Bernhard Bavink, Die Haupt-
dad", "observabilidad", "fenomenali- (trad, esp., 1931). — Ernst von
Aster, Naturphilosophie, 1932. — fragen der heutigen Naturwissenschaft,
dad", etc., etc. A. Joussain, Esquisse d'une philo- 2 vols., 1927-28. Id., id., Ergebnisse
Para el concepto de φιίιι; y tam- sophie de la nature, 1932. — W. Du- und Probleme der Naturwissenschaft,
bién de "naturaleza" en general entre bislav, Naturphilosophie, 1933. — 4* ed., 1930, 9» ed., 1948. — Id., id.,
los griegos, véase el artículo sobre este yacques Maritain, La philosophie de Das Weltbild der heutigen Naturwis-
término. Sobre el concepto de Natu- la Nature. Essai critique sur ses senschaften und seine Beziehungen
raleza: Hans Driesch, Naturbegriffe frontières et son objet, 1936 (trad, zu Philosophie und Religion, 1947. —
und Natururteile. Analytische Unter- esp.: La filosofía de la Naturaleza, A. Wenzl, Das naturwissenschaftliche
suchungen zur reinen und empirischen 1945). — Othmar Spann, Naturphi- Weltbild der Gegenwart, 1929. —
Naturwissenschaft, 1904. — A. N. losophie, 1937. — Georges Matisse, Werner Heisenberg, Wandlungen in
Whitehead, The Concept of Nature, La philosophie de la nature: I. Iden- den Grundlagen der Naturwisssen-
1920. — F. J. E. Woodbridge, An tité du monde et de la connaissance, schaften, 1935. — E. Krieck, Natur
Essay on Nature, 1940. — R. G. Co- 1937; II. Le primat du phénomène und Naturwissenschaft, 1942. — A.
llingwood, The Idea of Nature, 1935 dans la connaissance, 1938; III. G. Van Meisen, Natuurwetenschap en
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1950). — Alfred Holländer, Vom prit, 1938. — M. Hartmann, Philo- Filosofía délia natura inorgánica,
Wesen der Natur, 1948. — Raimun- sophie der Naturwissenschaften, 1937. 1949. _ p. H. Van Laer, Philosophi-
do Paniker, El concepto de Naturale- — E. W. Beth, Naturphilosophie, co-scientific Problems, 1953. — So-
za, 1951. — Hedwig Conrad-Martius, 1948. — Eduard May, Kleiner Grun- bre el sentimiento de la naturaleza:
Der Selbstaufbau der Natur. Entele- driss der Naturphilosophie, 1949 A. Biese, Die Entwickltmg des Na-
chien und Energien, 2* ed., 1961. —· (trad, esp.: Filosofía natural, 1954). turgefühls bei den Griechen, 1882.
Sobre naturaleza y hombre: Paul A. G. van Meisen, The Philosophy of — Id., id., Die Entwicklung des
Weiss, Nature and Man, 1947 (ade- Nature, 1953. — M. Bense, Der Naturgefühls bei den Römern, 1884.
más, la bibliografía de los artículos Begriff der Naturphilosophie, 1953. — Id., id., Die Entwicklung des
ANTROPOLOGÍA y HOMBRE). — Sobre — W. Brüning, "Naturwissenschaft Naturgefühls im Mittelalter und der
razón y naturaleza: Morris R. Cohén, und Naturphilosophie", Philosophia Neuzeit, 1892. — Sobre los diversos
Reason and Nature, 1931 (trad, esp.: naturalis, III (1955), 361-82. — significados en que ha sido usado el
Razón y Naturaleza, 1956). — Sobre O. A. Ghirardi, Tres clases de in- término 'naturaleza', véase el apéndi-
naturaleza y cultura, y naturaleza y troducción a la filosofía de la Na- ce de la obra de A. O. Lovejov y G.
espíritu, véase la bibliografía de los turaleza, s/f. (1955). — E. Hunger, Boas, Primitivism and Related Ideas
artículos CULTURA y ESPÍRITU, ESPI- Die naturwissenschaftliche Erkennt- in Antiquity ( 1935 ) Ahilado "Some
RITUAL; además: F. J. E. Woodbridge, nis. Einführung und QueUensamm- Meanings of 'Nature' ".
Nature and Mind, 1937. Hans Pichler, lung. I: Begriff und Methode, 1955. NATURALEZAS SIMPLES. En el
Das Geistvolle in der Natur, 1939. — — A. Wenzl, Die philosophischen artículo sobre Descartes hemos he-
Sobre filosofía de la naturaleza (ade- Grundfragen der modernen Naturwis- cho referencia a la concepción de las
más de la obra de Whitehead antes senschaft, 1956. — J. de Tonquédec, naturalezas simples propuesta por
mencionada y de algunas de las que S. J., La philosophie de la nature, este filósofo. Tal concepción —o
figuran en la bibliografía de los artícu- fascículos l y 2, 1956-1958. — J. G. cuando menos la expresión de la
los FÍSICA y MATERIA): Tilmann Bennet, The Dramatic Universe. I:
Pesch, S. J., Philosophie der Natur, The Foundations of Natural Philoso- misma mediante la fórmula naturae
1883 y sigs'., 3» edición, 1907. — Car- phy, 1957. — Michel Ambacher, Mé- simplices— se halla casi exclusiva-
veth Read, The Metaphysics of Natu- thode de la philosophie de la nature, mente limitada a las Regulae ad
256
NAT NAT NAT
directionem ingentt (Reglas VI y enumeradas en la Regla XII deba dicho a veces que el aristotelismo es
XII). En el artículo citado hemos ser el único posible. Por si fuese naturalista, que son naturalistas los
reproducido algunos pasajes perti- poco, se plantea la cuestión de la re- estoicos, los atomistas, etc. Hay algo
nentes de la Regla VI, pero hemos lación entre las naturalezas simples de verdad en ello, pero sólo en cuanto
empleado tanto la interpretación on- —cuando menos en el sentido epis- aceptemos en cada caso una cierta
tológica (o real) como la interpre- temológico— y las nociones comunes idea de "Naturaleza". Pero como ello
tación epistemológica (cognoscitiva) o las verdades eternas. En vista de llevaría a largas dilucidaciones, y de
de las naturalezas simples. Ahora esto parece tener que concluirse que ellas resultaría posiblemente que la
bien, es usual considerar que mien- Descartes no estaba perfectamente en idea de Naturaleza en Aristóteles es
tras en la Regla VI predomina la claro respecto a la índole de sus na- muy distinta de la idea de Naturaleza
primera interpretación, especialmente turalezas simples, o bien que hubo en los estoicos y más aun en los ato-
en la definición cartesiana que dice: en su pensamiento una evolución al mistas, es más razonable restringir el
"Llamo 'absoluto' a todo lo que con- respecto. Lo único cierto es que Des- término 'naturalismo' a ciertas tenden-
tiene en sí la naturaleza pura y sim- cartes piensa siempre en la posibili- cias filosóficas modernas, y en parti-
ple de que se trata, y así todo lo que dad de descomponer la realidad en cular a ciertas tendencias filosóficas
es considerado como independiente, ciertos elementos comprendidos me- manifestadas durante los siglos xvm,
causa, simple, universal, uno, igual, diante la intuición o "simple inspec- xix y xx. Puede decirse entonces que
semejante, derecho u otras cosas de ción de la mente" y en la posibilidad el materialismo es naturalista — aun
este género", en la Regla XII pre- también de reconstruir estos elemen- cuando la inversa no es siempre cier-
domina la segunda interpretación, en tos sintéticamente, con lo cual es ta, es decir, se puede ser naturalista
particular cuando nos fijamos en la plausible afirmar que hay en su pen- sin ser materialista. Puede decirse
frase: "Decimos que las cosas que samiento la idea de una cierta corre- también que el mecanicismo es natu-
con relación a nuestro sentimiento lación entre elementos simples en la ralista — aun cuando la inversa no sea
[subrayado por nosotros] son llama- realidad y elementos simples en las tampoco cierta, es decir, se puede ser
das simples, son o puramente espi- mentes sin lo cual el mundo de Des- naturalista sin ser mecanicista. Con
rituales, o puramente materiales, o cartes carecería de esa "transparen- esto vemos ya que, aunque restringido
mixtas." Todo esto ha suscitado mu- cia" que el filósofo quería donde- a ciertas tendencias filosóficas, el na-
chas discusiones entre los comenta- quiera imponer. turalismo ofrece variantes. A ellas nos
ristas de Descartes. Para unos, las J. M. Le Blond, "Les natures sim- referiremos luego con más detalle.
naturalezas simples son realidades úl- ples chez Descartes", Archives de Por lo pronto, volvamos a la cuestión
timas, que deben ser capturadas por Philosophie, XIII (1937), 244-60. — de si es posible definir 'naturalismo*
Id., id., "De naturis simplicibus apud en forma que sea a la vez suficiente-
nuestro entendimiento si queremos Cartesium", en Acta Secundi Con-
entender la estructura de lo que hay. mente precisa y no demasiado es-
gressus Thomistici Internationalis
Para otros, son entidades mentales (1937), págs. 535-42. — J. Hartland- trecha.
por medio de las cuales entendemos Swann, "Descartes' 'Simple Natures'", Se ha indicado a veces que el natu-
la realidad. Para otros, hay una co- Philosophy, XXII (1947), 139-52. — ralismo aparece como una negación
rrespondencia completa entra las na- L. J. Beck, The Method of Descartes. de lo que podríamos llamar "sobre-
turalezas simples ontológicas y las A Study of the Regulae, 1952, págs. naturalismo", entendiendo por este úl-
naturalezas simples epistemológicas. 66-74. — A. Boyce-Gibson, Studies in timo no la afirmación de que todo lo
the Cartesian Philosophy, 1902, y The que hay es sobrenatural, sino simple-
Aun entre los que se adhieren a la Philosophy of Descartes, págs. 154-
segunda opinión hay diversidad de 63. — También el libro de Hamelin mente la afirmación de que hay, o
pareceres: las naturalezas simples car- mencionado en la bibliografía de DES- puede haber, además de lo natural
tesianas pueden ser o conceptos o CABTES. —de lo que a veces se ha llamado
proposiciones o símbolos o —como NATURALISMO. Puede definirse "este mundo", en contraposición con
decía Hamelin— "átomos de eviden- 'naturalismo' como la actitud filosófi- "el otro mundo"—, algo sobrenatural.
cia". El asunto se complica cuando ca, o la doctrina filosófica, o ambas a Si aceptamos esta versión del natura-
prestamos atención a las diferentes un tiempo, que estiman la Naturaleza, lismo, concluiremos que aunque esta
clasificaciones que presenta Descar- y las cosas en ella, como las únicas tendencia niegue lo sobrenatural, no
tes. Es cierto que, por un lado, las realidades existentes. Aunque esta de- es forzoso que niegue ciertas realida-
naturalezas simples son ciertos "tér- finición es todavía demasiado amplia, des, tales como "el espíritu", "la ra-
minos absolutos" y que, por el otro, puede notarse en ella una serie de zón", "las ideas", etc. En efecto, estas
son "naturalezas" (materiales, o es- restricciones; en efecto, excluye lla- "realidades no son, o no necesitan ser,
pirituales, o mixtas), con lo cual pa- mar "naturalismo" a la doctrina según propiamente hablando "sobrenatura-
rece claro que la misma expresión la cual el órgano propio del conoci- les". Desde este punto de vista el na-
designa en un caso algo ontológico miento es la razón natural, y también turalismo sería decididamente "anti-
y en el otro algo epistemológico. a la doctrina que defiende el primado teológico", pero no, por ejemplo,
Pero como en las Meditaciones y en del Derecho natural, o jusnaturalismo "anti-espiritualista" o "anti-platónico".
los Principios habla Descartes de (VÉASE). Ahora bien, estimamos que tanto Dil-
Dios, el pensamiento y la extensión La definición en cuestión es toda- they como Dewey tuvieron razón al
como últimos constitutivos ontológi- vía, sin embargo, demasiado amplia, intentar poner restricciones al signifi-
cos de lo real, parece difícil afirmar porque no queda claro en ella lo que cado de 'naturalismo'. Para Dilthey el
que el tipo de las naturalezas simples se entiende por 'Naturaleza'. Se ha naturalismo es una concepción del
257
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mundo (v.) —muy ligada al mate- de uno de los representantes más des- gran parte de Dewey y acepta implí-
rialismo, por no decir identificada a tacados del naturalismo en sentido es- citamente gran parte de las restriccio-
menudo con ella— en la cual no cabe tricto, sino también por haberse ocu- nes impuestas por Dewey al natura-
ningún reino "ideal". Por eso Dilthey pado con frecuencia de la cuestión de lismo. Sin embargo, podría acusar a
contrapone el naturalismo a las con- la índole del naturalismo como doc- Dewey de desembocar, sin quererlo,
cepciones que llama "idealismo obje- trina filosófica. Hemos indicado antes en una posición dentro de la cual la
tivo" e "idealismo de la libertad". que las restricciones impuestas por actitud naturalista se hallaría incómo-
Para Dewey, es impropio considerar Dewey (y antes, desde un punto de da. En efecto, aunque en su "prácti-
que el esplritualismo metafísico, el vista muy distinto, por Dilthey) al ca filosófica" Dewey no fue "reduc-
idealismo y otras doctrinas afines son, naturalismo son necesarias con el fin cionista", parecía postular un "reduc-
o pueden ser, naturalistas. Estas doc- de no diluir excesivamente el signifi- cionismo" en su "programa filosófico":
trinas pueden ser, si se quiere, "anti- cado de 'naturalismo'. Ahora bien, la "reducción" constante de todo lo
sobrenaturalistas", pero no son por ello no quiere decir que el naturalis- no-natural (o aparentemente no-natu-
ello todavía, según Dewey, naturalis- mo sea necesariamente una posición ral) a lo natural. Pero esta reducción
tas. Son más bien, dice Dewey, "una filosófica dogmática; en verdad, tie- es practicable solamente por medio
herencia histórica del sobrenaturalismo ne más de "actitud" que de "doctri- de la razón — que es, como trató de
puro y simple" o "una versión filosó- na". Tampoco quiere decir que no mostrar Meyerson, "naturalmente
fica diluida del sobrenaturalismo his- haya variantes en el naturalismo, aun reduccionista". Con ello el natura-
tórico". Según esto, "lo espiritual", restringido en la forma antedicha. Dos lismo se convertiría en un neo-racio-
"lo ideal", etc., no son réductibles a lo de estas variantes son dignas de nalismo y, por tanto, en un pseudo-
"natural". Y si se considera que son mención. naturalismo. Para evitar estas conse-
réductibles a lo "natural", entonces es Por un lado, hay un naturalismo cuencias, los neo-naturalistas aludidos
mejor decir que son realidades "na- que podemos llamar "reduccionista"; han tratado de ampliar el marco del
turales" de tipo "no material". Afir- éste consiste en sostener que todo lo naturalismo. En algunos casos, la
mar que hay un reino "platónico" de que hay es "natural", es decir, que "ampliación" de referencia ha sido
ideas, valores, etc., es para Dewey todas las entidades existentes son "en- muy prudente. Pero en otros ha sido
equivalente a afirmar que hay una tidades naturales" o, si se quiere, per- bastante radical. Así, por ejemplo,
realidad no natural; se trata, en suma, tenecientes al complejo (y al orden) William R. Dennes, uno de los cola-
indica dicho autor, de un "sobrenatu- de la Naturaleza. Pero, además, y so- boradores del antedicho volumen,
ralismo racionalista". bre todo, consiste en sostener que afirma que mientras las viejas inter-
Es interesante observar que Dewey todo lo que no parezca entidad natu- pretaciones naturalistas pensaban en
fundamenta el naturalismo, y la con- ral deberá "reducirse" a una entidad términos de materia, movimiento y
traposición entre naturalismo y las di- natural o explicarse mediante una en- energía, o inclusive en términos de
versas formas de sobrenaturalismo, en tidad natural. Las entidades naturales substancia y atributo (por tanto, en
una idea del hombre. Dewey sostiene de que ahora hablamos no deben ser términos racionalistas y "estáticos), las
que todas las formas de pretendido confundidas con los objetos de que se nuevas concepciones piensan en tér-
anaturalismo y antinaturalismo espiri- ocupan las ciencias naturales. Pueden minos de "acontecimientos", cualida-
tualistas o racionalistas se basan en la ser, y son con frecuencia, entidades des y relaciones, o de proceso y ca-
idea de que el hombre es un ser de- de que se ocupan las ciencias "huma- rácter, esencia y flujo (op. cit., pág.
pravado que necesita alguna especie nísticas" y las ciencias sociales, y tam- 270). Por tanto, el naturalista con-
de salvación. Lo que hacen, pues, ta- bién entidades que son objeto de la temporáneo cree "(1) que las tres cate-
les pseudo-naturalismos es afirmar experiencia cotidiana. gorías básicas que emplea [proceso,
que la "salvación" en cuestión se halla Por otro lado, hay un naturalismo cualidad, relaciones] designan aspectos
en la contemplación de un mundo que sin negar que cuanto exista es de seres existentes que son efectiva-
inteligible, en la incorporación a la "Naturaleza", y tratando a toda costa mente dados en la experiencia"; que
razón universal, etc. En tal caso, es de mantener la continuidad de lo real "(2) ningún ejemplo de muchos de
decir, si se admite la premisa indica- como una "continuidad natural", se estos aspectos existe aparte de ejem-
da, es más razonable adherirse a un resiste a practicar un reduccionismo plos de otros aspectos, aun cuando los
franco sobrenaturalismo, el cual tiene como el indicado. Este naturalismo aspectos puedan distinguirse por una
por lo menos la ventaja de que expli- antirreduccionista se ha manifestado 'distinción de razón' "; y que ( 3)
ca la "salvación" por la "redención" en diversas ocasiones dentro del natu- pueden darse ejemplos de los aspec-
y centra el reino de lo no natural en ralismo, pero se ha presentado como tos significados por sus términos ca-
lo personal divino. "programa filosófico" sólo hacia me- tegoriales a cualquiera que desee una
Es también interesante advertir que diados del presente siglo bajo los aus- definición de estos términos" (pág.
Dewey contrapone el naturalismo al picios de un grupo de pensadores 283). Sterling P. Lamprecht dice que
positivismo científico (o, mejor dicho, norteamericanos que han colaborado "la existencia de Dios en el sentido de
"cientificista" ), el cual no sería, se- en el volumen titulado Naturalism una persona es una posibilidad abier-
gún dicho autor, más que una de las and the Human Spirit (1944, ed. Y. ta" (pág. 31) y John Hermán Randall,
variedades del pseudo-naturalismo ra- H. Krikorian). Jr., manifiesta inclusive que el natu-
cionalista. Este último naturalismo —que pue- ralismo "debe asimilar los valores au-
Nos hemos detenido en las opinio- de llamarse, y ha sido llamado a ve- ténticos de las filosofías personalistas
nes de Dewey, porque se trata no sólo ces "neo-naturalismo"— procede en y teístas dentro de su propio pensa-
258
NAT NAT NAU
miento y actitud científicos, acep- (y sobre todo en la que hemos men- vin Farber, Naturalism and Subjectí-
tando lo que es efectivamente válido cionado antes) el método es deter- vism, 1959 [American Lecture Series.
en la Vida espiritual' de las grandes minante y, por lo tanto, no se consi- Bannerstone Division of American
visiones religiosas" (pág. 376). Con lo dera del mismo modo un naturalismo Lectures in Philosophy, ed. M. Far-
cual este neo-naturalismo, al radica- con método racionalista u otro con ber]. — G. P. Conger, Synoptic Na-
lizar su positivismo, llega a conside- método preponderantemente funcio- turalism, 1960 [del mismo autor: À
World of Epitomizations, 1931]. —
rar como positivos muchos elementos nal. Estas nuevas formas de natura- W. R. Dennes, Some Dilemmas of
que el naturalismo, ahora ya tradi- lismo han sido apoyadas, por lo de- Naturalism, 1960 [F. J. Woodbridge
cional, estimaba inexistentes en virtud más, por los resultados del evolucio- Lectures, 6]. — E. M. Adams, Ethical
o de su irreductibilidad a "natura- nismo (VÉASE) emergentista, cuya Naturalism and the Modern World-
leza" o a causa de su supuesta no más sobresaliente característica es View, 1960 [varias formas de natura-
positividad. La única reducción ad- precisamente el intento de no salir lismo en ética: clásico, emotivo, lógi-
mitida por el nuevo naturalismo es, del marco de la Naturaleza, pero a co]. — Giovanni di Crescenzo, Na-
pues, la reducción de lo sobrenatural la vez de admitir inclusive las irre- turalismo e ipotesi metafísica, 1962.
— Además, el volumen colectivo edi-
a lo natural. ductibilidades ontológicas no estáti- tado por Y. H. Krikorian mencionado
Es justo hacer constar que no todos cas o dadas de una vez para siempre. en el texto del artículo. — Los traba-
los colaboradores del volumen en La aproximación del naturalismo al jos de Ernest Nagel a que nos hemos
cuestión van tan lejos como los citados evolucionismo emergentista ha sido, referido supra son: "Naturalism Re-
en su rechazo del "naturalismo tradi- así, completada con su tendencia al considered", en Proceedings and Ad-
cional". Así, por ejemplo, Ernest Na- empleo de métodos funcionales que dresses of The American Philosophical
gel —considerado como uno de los le han permitido, a su entender, en- Association, XXVIII (1954-1955) y
"neo-naturalistas"— ha puesto de re- contrar una posición intermediaria "Are Naturaliste Materialists?", The
Journal of Philosophy, XLII (1945),
lieve en trabajos publicados posterior- entre el extremo realismo de las ambos reimpresos en el libro del mis-
mente a la aparición del volumen de esencias y de los valores y el puro mo autor: Logic Wíthout Metaphy-
referencia que si bien una de las tesis terminismo de muchos de los posi- sics, and Other Studies in the Philo-
principales del naturalismo es la de tivistas lógicos. En todo caso, realis- sophy of Science, 1956, págs. 3-18 y
que hay en el Universo (como una mo y terminismo tienen en el nue- 19-38 respectivamente.
de sus características) una "manifies- vo naturalismo las características de NAUFRAGIO. El término 'naufra-
ta pluralidad y variedad de cosas, de ser simplemente métodos. Ahora bien, gio' ha sido empleado por Ortega y
sus cualidades y de sus funciones", y si las nuevas corrientes naturalistas Gasset numerosas veces para descri-
que tal pluralidad y variedad no son rechazan, como hemos visto, el re- bir uno de los modos de ser de la
meras "apariencias", otra de las tesis duccionismo, una distinción entre na- vida humana — lo que podríamos lla-
es la del "primado existencial y causal turalismo y no-naturalismo no es ya mar "categorías vitales". Entre los
de la materia organizada en el orden tan radical como Dewey supone. muchos textos al efecto elegimos el si-
ejecutivo de la Naturaleza", de modo En todos habría un intento de supera- guiente, que procede de su trabajo
que parece postularse aquí un "re- ción del racionalismo tradicional, con- "Pidiendo un Goethe desde dentro"
duccionismo". A diferencia del reduc- siderado, según indica J. B. Pratt, (1932), reimp. en Obras completa»,
cionismo "tradicional", sin embargo, como investigación del mundo de IV, 395-420: "La vida es en sí mis-
Nagel indica que no hay que fiarse esencias a diferencia de la investiga- ma y siempre un naufragio. Naufra-
exclusivamente de los supuestos pode- ción del mundo de las existencias gar no es ahogarse. El pobre huma-
res de la razón, ya que aunque "el (Naturalism, 1939, pág. 17). Todo el no, sintiendo que se sumerge en el
orden y conexión de las cosas son to- "neonaturalismo" podría ser conside- abismo, agita los brazos para mante-
dos accesibles a la investigación racio- rado, para emplear el vocabulario de nerse a flote. Esa agitación de los
nal, estos órdenes y conexiones no son Gilson, como una de las reacciones brazos con que reacciona ante su pro-
todos derivables mediante métodos contemporáneas de "la existencia con- pia perdición, es la cultura — un mo-
deductivos de ninguna serie de pre- tra la esencia", en particular la "esen- vimiento natatorio. . . La conciencia
misas que la razón deductiva pueda cia" tal como fue defendida por to- del naufragio, al ser la verdad de la
certificar". dos los que intentaron reducir la vida, es ya la salvación."
Otras tendencias del naturalismo realidad a razón. La idea de la vida como naufragio,
contemporáneo se han basado en las J. Ward, Naturalism and Agnos- y en particular la idea de que la cul-
ciencias naturales, que han tomado ticism, 1899. — W. R. Sorley, The
Ethics of Naturalism, 1904. — André tura es algo que el hombre hace para
como modelo para su interpretación Cresson, Les bases de la philosophie sostenerse a flote, aparece ya en Or-
filosófica. Ya en el naturalismo del naturaliste, 1906. — W. Dilthey, Die tega en 1914 (O.G., I, 354-6). Lue-
siglo xix se manifestaban diversas Typen der Weltanschauung, 1911 go ha sido reiterada, y precisada, er»
variedades de acuerdo con la orien- (Gesammelte Schriften, VIII, 1931). diversas ocasiones; así, además del
tación hacia el tipo de conocimiento — Roy Wood Seilars, Evolutionary texto citado, tenemos: O.G., IV, 321
físico-matemático o el tipo de cono- Naturalism. 1922. — James Bissett (1930); V, 472 (1932); V, 24 (1933);
cimiento biológico-social. Sin embar- Pratt, op. cit. — P. Romanell, Verso IV, 254 (1950). Hay otros pasajes,
go, el método utilizado —el de la un naturalismo critico; riflessioni sulla
recente filosofía americana, 1953 (en pero consideramos éstos suficientes.
reducción— no quedaba sensible- trad, esp.: El neo-naturalismo norte- La idea orteguiana del "naufragio"
mente modificado. En cambio, en las americano, 1956). — Id., id., Toward ofrece cuando menos dos aspectos es-
más recientes tendencias naturalistas a Critical Naturalism, 1957. — Mar- trechamente relacionados entre sí: (1)
259
NAU NAU NEC
Una noción que podríamos llamar "vi- cosas y sus relaciones parecían algo tió a Epicuro noticias de las doctrinas
tal" de la cultura, es decir, la noción arbitrario y sobrante; todo, incluyendo pirrónicas, que interesaban grande-
de que la cultura no se basta a sí el propio Roquentin, le parecía a éste mente al filósofo atomista. Nausifa-
misma, sino que se justifica solamente sobrante. Lo cual era "absurdo". Pe- nes defendió como ideal ético la lla-
en cuanto sostiene vitalmente al hom- ro en este absurdo se encontraba "la mada acataplexia o imperturbabilidad,
bre. Por eso la cultura puede ser "ner- clave de la Existencia, la clave de mis muy semejante a la ataraxia (VÉASE)
viosa" o "adiposa", "auténtica" o "in- Náuseas, de mi propia vida". Era ab- pirrónica.
auténtica". (2) Una noción de la vida surdo, porque no se explicaba. El Noticias sobre N. en Diog. L. 64,
humana como un estar originariamen- mundo de las explicaciones era distin- 69, 102. — Véase S. Sudhaus, "Nau-
te perdido o, mejor dicho, como el to del de la existencia. Un círculo se siphanes", Rheinisches Museum,
problema de sí misma. La vida hu- explica, pero no existe. Esa raíz que XLVIII (1893), 321-41. — Id., id.,
mana busca un saber que es prima- yo veo, en cambio, existe en la me- "Exkurse zu Philodem", Philologus,
dida en que no puede explicarse. "Lo LIV (1895), 80-92, especialmente
riamente el "saber a qué atenerse", y
88-92.
con este saber se entreteje la cultura esencial —escribe Roquentin— es la
o, si se quiere, este saber es radical- contingencia. Quiero decir que, por NECESIDAD. Examinamos en este
mente hablando la cultura misma. definición, la existencia no es la ne- artículo el concepto de necesidad
Karl Jaspers ha usado el término cesidad . . . Ningún ser necesario pue- principalmente desde el punto de
Scheitern (Philosophie, III, págs. 219 de explicar la existencia; la contin- vista ontológico y metafísico. Refe-
y sigs.), que en la versión española gencia no es un falso semblante, una rencias más precisas a la necesidad
{Filosofía, tomo II, págs. 603 y sigs.) apariencia que se puede disipar; es lo en sentido lógico se encuentran en
ha sido traducido por 'fracaso', pero absoluto y, por tanto, la perfecta gra- Modalidad (VÉASE). Algunas de las
que podría traducirse por 'naufragio'. tuidad. Todo es gratuito; este jardín, cuestiones planteadas por la necesi-
En efecto, el Scheitern de que habla esta ciudad y yo mismo. Cuando uno dad en sentido real se encuentran
Jaspers es un "término último"; no acaba por darse cuenta de ello, el en Determinismo (v. ).
es, pues, creemos, propiamente un corazón queda oprimido y todo em- Tanto algunos presocráticos (por
"fracaso", sino más bien una "frus- pieza a flotar.. . : he aquí la náusea." ejemplo, Anaxágoras, Demócrito) co-
tración" y un "naufragio". Jaspers in- Como Sartre trata sólo brevemente mo Platón emplearon el concepto de
dica que el mundo "naufraga" como de la náusea en El ser y la nada necesidad. Pero sólo Aristóteles dio
realidad empírica en la "orientación (L'Être et le Néant [1943] ), y como, sobre él precisiones suficientes. Un
en el mundo"; que el "ser-sí-mismo- además, en esta última obra se refie- pasaje particularmente iluminativo al
en-sí" de la existencia naufraga en la re a la náusea específicamente como respecto se encuentra en Met., Λ VII
"sclaración existencial"; que el pensa- "náusea corporal" (o del "En-sí" en 1072 b sigs. Según el Estagirita, el
miento naufraga en la trascendencia. cuanto cuerpo), se ha dicho a veces concepto de lo necesario tiene los si-
Que hay aquí un naufragio (y una que se trata de una simple manifes- guientes sentidos: (1) la necesidad re-
frustración) más bien que un fracaso tación literaria del pensamiento exis- sulta de la coacción; ( 2 ) la necesidad
propiamente dicho, se advierte en tencialista sartriano. Hay en ello algo es la condición del Bien; (3) es nece-
otras expresiones usadas por Jaspers de cierto por lo menos en un punto: sario lo que no puede ser de otro mo-
para describir los modos de ser de en que no se puede reducir dicho pen- do y lo que, por consiguiente, existe
las diversas "realidades"; entre estas samiento al "sentimiento fundamental solamente de un modo. El sentido ( 3 )
expresiones destaca la de "no poder de la náusea" (y de lo absurdo), por es el más pertinente para nuestro pro-
sostenerse por sí mismo", y ello obvia- razones análogas por las que no se pósito y el que ha ejercido más larga
mente es algo que corresponde al mo- puede reducir el pensamiento de Hei- influencia. Mediante el mismo pode-
do de ser que es el naufragar. degger (inclusive sólo el del "primer mos distinguir entre la necesidad,
NÁUSEA. En su novela La náusea Heidegger") al "sentimiento funda- ανάγκη, y el destino (ν.), ειμαρμένη,
(La nausee [1938] ) Jean-Paul Sartre mental de la angustia" revelador de así como entre lo que sucede por ne-
introdujo una descripción de "la náu- la nada, o al "sentimiento fundamen- cesidad, κατ'ανάγκην, y lo que tiene
sea" de la que se ha hecho uso fre- tal del aburrimiento profundo" reve- lugar por accidente, κατά συμβεβηχός.
cuente para caracterizar el exietencia- lador del ser. Sin embargo, "la náu- Ahora bien, aun reducida al sentido
lismo en general y la filosofía existen- sea" desempeña un papel fundamen- (3), la noción de necesidad puede en-
cíalista de Sartre en particular. El tal por ser uno de los modos como el tenderse de dos maneras: (a) como ne-
principal personaje de dicha novela, "En-sí" reacciona ante el descubri- cesidad ideal y (b) como necesidad
ïloquentin, escribe que ha tenido "una miento de la "esencial contingencia" real, (a) expresa encadenamiento de
iluminación" y que ésta consiste en del mundo y de sí mismo. ideas; ( b ) , de causas y efectos.
descubrir lo que quiere decir 'exis- NAUSIFANES DE TEO (//. ca. Es frecuente en muchos filósofos
tir*. Antes había pensado (o supues- 300 antes de J.C) ha sido considera- pasar de la necesidad ideal a la real
*o) que la existencia era algo vacío do durante un tiempo como un filó- y viceversa. En el primer caso se
que se añadía a las cosas desde fue- sofo de tendencia atomista que fue supone que hay una razón que rige
ra. Ahora comprende que lu existen- maestro de Epicuro, pero ello se es- el universo. En el segundo, que el
cia no es ninguna categoría abstracta, tima hoy harto improbable; lo que riguroso encadenamiento causal pue-
sino "la masa" de la cual están hechas parece cierto es que Nausifanes de de expresarse en términos de necesi-
las cosas. Las cosas mismas se desva- Teo fue uno de los primeros discípu- dad ideal. Para evitar estas confu-
necen para desvelar It existencia. Las los de Pirrón (VÉASE) y que transmi- siones, los escolásticos propusieron
260
NEC NEC NEC
confrontar la noción de necesidad una vez puestos, los principios y las gico) destaca Nicolai Hartmann. Dis-
con otras nociones modales (enten- consecuencias. En Spinoza, lo nece- tingue este filósofo (Cfr. Möglichkeit·
didas en sentido ontológico) y dis- sario es forzosamente, porque es con- und Wirklichkeit, 1938, págs. 42 y
tinguir entre varios tipos de necesi- tradictorio su no ser. De ahí su defi- sigs.) entre los siguientes tipos de ne-
dad. En lo que toca al primer punto nición de 'necesario': necessarium est cesidad: ( A ) La necesidad lógica, que
afirmaron que la necesidad incluye la id quod nulla rationae causa datur, tiene la forma del "si-entonces", aun
posibilidad (v. ), es contradictoria quae impendit, quominiis existât (Eth., cuando el "si" sea incondicionado.
con la contingencia (v.), y es con- I, prop. XI), definición tautológica (B) La necesidad esencial, que se
traria a la imposibilidad. En lo que sólo si no se tiene en cuenta que la de- refiere a todo el dominio del ser
se refiere al segundo punto, propu- finición del campo ideal se superpone ideal, donde la estructura lógica for-
sieron varias distinciones en el con- exactamente en dicho autor con lo mal representa un mero "corte". Esta
cepto de lo necesario — definido que ocurre en el campo real. En su necesidad esencial se opone a lo ac- ·
como lo que es y no puede no ser, intento de fundir las concepciones cidental, pues aunque arraiga en el.
quod est et non potest non esse. En modernas con las distinciones anti- ser ideal no se limita a él, sino que
primer lugar, hay la necesidad lógica, guas, Leibniz distingue más bien en- se extiende por el orbe de lo real.
la física y la metafísica. En segundo tre los conceptos de necesidad meta- Pero también vale para esta necesi-
lugar, hay la necesidad absoluta (lo física o absoluta; lógica, matemática dad la independencia del último fun-
necesario simpliciter, άναγχ.3ίον άτυλώς) o geométrica; física o hipotética, y damento. (C) La necesidad cognosci-
y la necesidad relativa, condicionada moral o teleológica. La primera nece- tiva, que depende de la lógica, aun
O hipotética ( άναγκαϊον εξ υποθέσεως ). sidad lo es por sí; la segunda lo es cuando no consiste en una "necesidad
En tercer lugar, hay la necesidad porque lo contrario implica contra- de la intelección", sino en la "intelec- ·
coactiva y la necesidad teleológica. dicción; la tercera, porque hay rigu- ción de la necesidad". Por eso tal
Finalmente, hay la necesidad determi- roso encadenamiento causal condicio- necesidad es tratada como una cate- ·
nada por el principio mismo de que nado por un supuesto dado; la última, goría modal especial. (D) La necesi-
lo necesario deriva: de la forma, de la porque el acto necesario se deriva de dad real, a veces identificada con la
materia, etc. Con lo cual se establece la previa posición de fines. No hace causal, aun cuando ésta sea sók>'
una gradación entre formas de necesi- falta decir que la escuela de Wolff una manifestación de aquélla. En
dad que van de lo absoluto a lo más intentó reducir también aquí las di- efecto, hay entre las cosas otras co-:
condicionado, y aun que permiten in- versas acepciones al concepto racio- nexiones reales además de las físicas
clusive comprender la necesidad con- nal, y la definición de lo necesario, (las orgánicas, las estructurales, etc.). :
dicionada como una atenuación de la tanto absoluto como condicionado, a Sin embargo, el propio Hartmann re- ·
absoluta. En verdad, sólo de Dios se aquello cuyo contrario implica con- conoce que desde el punto de vista
suele decir que no puede ser que no tradicción (Wolff, Ontología, § 279). ontológico son fundamentales única-
sea, mas ese non potest non esse Por otro lado, las tendencias llamadas mente —por ser "modos de ser"
se refiere a algo más que a su cons- empiristas descubrieron en la nece- primarios— la necesidad real y la
titución formal. Pues los principios sidad algo muy distinto tanto de un esencial.
y las verdades eternas son tam- concepto abstracto como de un prin- O. Liebmann, "Drei Arten der Not-
bién —cuando menos para las di- cipio ontológico; como toda idea, la wendigkeit", en el tomo Gedanken
recciones "intelectualistas"— necesa- necesidad tiene que surgir de una und Thatsachen, I, 1883, págs. 1-45,
rios; aun cuando sean para las direc- impresión, de una representación, y — Jacques Chevalier, La notion A*
ciones más voluntaristas dependientes de ahí que para Hume la necesidad nécessaire chez Aristote et ses prédé-
cesseurs, 1915. — Guy Jalbert, O. F.
de la "arbitrariedad" divina (véase sea resuelta últimamente en una cos- I., Nécessité et contingence chez saint
Dios). tumbre. Kant intenta mediar entre Thomas d'Aquin et chez ses prédéces-
Por lo general, la época moderna estos opuestos con su teoría de la seurs, 1961. — C. J. Ducasse, Causa/-
entiende la necesidad en un sentido necesidad como categoría de la mo- tion and thé Types of Neccessity,
preponderantemente ideal-racionalis- dalidad, procedente de los juicios 1924. — G. Stammler, Notwendig-
ta, de tal modo que, más bien que apodícticos; la necesidad se opone keit in Natur- und Kulturwissen-
distinguir entre la necesidad absoluta entonces a la contingencia y es "aque- schaft, 1926. — Nicolai Hartmann,
y la condicionada, distingue entre la llo en que la conformidad con lo real Zur Grundlegung der Ontologie,
1935. — Jean Laporte, L'idée de né-
ideal y la real, y atribuye a la pri- está determinada según las condicio- cessité, 1941. — Albert Hofstadter,
mera un carácter absoluto (primero nes generales de la experiencia". Des- "Six Neccesities", The Journal of Phi-
para la mente, y luego para la cosa pués de Kant, en cambio, y sobre losophie, LIV (1957), págs. 597-6I3:
misma). En Descartes, esto se hace todo en el curso del idealismo ale- [conceptos de necesidad lógica, lin-
posible por haber situado previamen- mán, el problema de la necesidad güística, óntica, física del imperativo
te a Dios fuera de la esfera de la ha sido tratado más bien al hilo del hipotético y del imperativo catégorie,
necesidad propiamente dicha: Dios problema de la libertad: lo que en co]. — Para la noción de necesidad
no hace lo que hace por concordar el artículo correspondiente se ha di- en lógica véase la bibliografía de MO-
consigo mismo, sino porque su hacer cho sobre ésta puede examinarse para DALIDAD.
libérrimo crea el ámbito de cualquier comprender aquélla. NECESITARISMO. Se ha dado a
posible concordancia. Así, la necesi- Entre los filósofos contemporáneos veces este nombre —más usado o*
dad es, en último término, la trama que se han ocupado del problema inglés (Necessitarianism) que en es-
ideal dentro de la cual son dados, de la necesidad (en sentido ontoló- pañol o en otras lenguas— para desig-
361
NEG NEG NEG
mar las doctrinas según las cuales todo
No es el caso que Sócrates sea ja- pula. Este es, dicho sea de paso,
ïo que acontece, acontece necesaria- ponés. uno de los motivos que nos han im-
mente no habiendo margen para el Algunos autores proponen como pelido a escribir dos artículos dis-
azar. Los partidarios del necesitaris-
signo ' — ', también antepuesto a la tintos sobre un tema por lo demás
mo pueden ser llamados "necesitaris- fórmula o fórmulas que son negadas similar.
tas", o también "necesitarios" — esteasí, por ejemplo: ' — p '. Otros uti- Entre los signos usados en la ló-
último vocablo, en contraste con "li-lizan ' — ' sobrepuesto a las letras gica hay dos que reciben los nom-
bertarios" cuando 'libertarios' se usa
sentencíales que son negadas; así, bres de negación conjunta y negación
no para referirse a los anarquistas, si-
por ejemplo: 'pVq'(noponoq}o alternativa. El primero de tales sig-
no a los partidarios de cualquier sis-
a toda la fórmula; así, por ejemplo: nos es ' 4- '; el segundo ' | '. Remiti-
tema en el cual no sólo se admite la 'pVq' (no ρ ο q). Algunas (pocas) mos a lo dicho sobre ellos en el ar-
libertad (o el libre albedrío), sino que
veces se ha empleado un acento, ' ' ', tículo Conectiva; allí hemos indicado
se otorga a la libertad (o, según loa después de la letra; así, por ejemplo: su modo de leerlos, ejemplos de los
casos, al libre albedrío) un puesto cen-
'p ''. En la notación de Lukasiewicz, mismos y diversos modos de definir
tral en el correspondiente sistema. ' — ' e s representado por la letra 'N' mediante ellos otras conectivas.
El necesitarismo puede adoptar di-antepuesta a las fórmulas; así, ' — p ' Volvamos ahora a la conectiva ' ~ '.
versas formas. Una de ellas es el fa-se escribe 'Np', Observemos que en Ésta figura, ya sea como signo pri-
talismo (VÉASE), cuando la necesidad la notación de Hilbert-Ackermann mitivo, ya como signo definido, en
es identificada con el fatum, hado o ' — ' e s usado como signo de equi- la mayor parte de los cálculos lógi-
destino. Otra de ellas es el determi-valencia. cos. Pero hay ciertos cálculos de los
nismo (v. ), cuando la necesidad es ' — ' sobrepuesto a las letras o sím- que '~' ha sido excluido. El ejem-
identificada con la determinación, y bolos que representan clases, es usa- plo más eminente de ellos lo tenemos
muy especialmente con la determina- do como signo del complemento (o en la lógica intuicionista (véase IN-
ción de índole causal. En rigor, el negación) de tales clases. El mismo TUICIONISMO). Según ella, una enti-
vocablo 'necesitarismo' puede em- signo sobrepuesto a las letras o sím- dad matemática existe sólo cuando
plearse con ventaja para referirse a bolos que representan relaciones, es puede ser (intelectualmente) cons-
cualesquiera sistemas en los que se da
usado como signo del complemento truida. Las proposiciones sobre enti-
una importancia capital, y hasta ex- (o negación) de tales relaciones. Véa- dades matemáticas no existentes ca-
clusiva, a la noción de necesidad para
se COMPLEMENTO. recen, pues, de sentido. Por eso di-
la explicación de todos los fenómenos, En la lógica sentencial la doble cen los intuicionistas que la nega-
naturales o no naturales, pudíendo lue-
negación se escribe yuxtaponiendo ción no es una actividad matemática,
go especificarse en qué sentido se en-
a un signo ' — ' otro signo ' — '. Así, sino pre-matemática. Ello no signi-
tiende 'necesidad' y usarse entonces la ley de doble negación, que es una fica que el intuicionista desarrolle su
otros nombres como variantes del ne- de las leyes de la lógica sentencial actividad matemática en una forma
cesitarismo. se formula: 'p =~~p'. En la ló- azarosa, abierta siempre inesperada-
NEGACIÓN. En el artículo Nega- gica de clases y relaciones se sobre- mente a la posibilidad de construir
tivo (VÉASE) nos hemos referido al ponen dos rayas horizontales encima entidades matemáticas antes exclui-
uso de este término en las expresio-del símbolo o símbolos; por ejemplo: das (o simplemente no tratadas);
nes 'proposición negativa" y 'juicioĀ, Ī, etc. cuando se deriva una contradicción
negativo', tan corrientes en la lógica Como hemos visto en el artículo de la suposición de que una propo-
tradicional. Aquí trataremos en gene-
sobre las Tablas de verdad, la tabla sición matemática es verdadera, hay
ral del concepto de negación. Aun- de verdad en la lógica bivalente para que eliminar tal proposición. La ex-
que tal análisis será primariamente ' — p ' da efe si el valor de verdad 'p' clusión intuicionista de la negación
lógico, mencionaremos también, como ha sido indicado por ve, y ve si el está, pues, ligada a un cierto modo
complemento a lo dicho en el artículo
valor de verdad de 'p' ha sido in- de interpretar la noción de existen-
Nada (v.), algunas de las cuestiones dicado por efe. Para la tabla de ver- cia de las entidades matemáticas.
metafísicas (o, según algunos autores,
dad de ' — p' en una lógica trivalen- Notemos, sin embargo, que la ac-
"pre-lógicas") suscitadas por dicho te, véase POLIVALENTE. titud de los intuicionistas frente al
concepto. El lector habrá observado ya que problema de la negación, aunque ba-
Negación es, ante todo, el nombrehay una diferencia entre el modo co- sada siempre en las ideas fundamen-
que recibe la conectiva singular 'no'.
mo se ha introducido aquí la nega- tales antes expuestas (y debidas prin-
Esta conectiva es simbolizada por ción lógica y el modo como se ha cipalmente a Brouwer), es diversa-
' ~ ', de modo que descrito en el artículo Negativo. En mente matizada. En algunos casos la
~p efecto, en el presente artículo la ne- actitud adoptada parece ser todavía
se lee: gación se expresa mediante un signo más "radical" que la antes indicada;
no p antepuesto a una fórmula y que pue- en otros, en cambio, menos "radical".
y puede tener como ejemplo: de traducirse por la expresión 'No es Ejemplo de lo primero es la matemá-
el caso que' antepuesta a cualquier tica intuicionista sin negación elabo-
Sócrates no es japonés,
enunciado de cualquier parte de la rada por G. F. C. Griss. Según este
forma idiomática de las expresiones: lógica: sentencial, cuantificacional, autor, la construcción a la cual se
No (Sócrates es japonés) etc. En el artículo aludido, en cam- refiere Brouwer debe ser efectiva. No
bio, la negación se refiere a la có- debemos suponer, pues, ninguna de-
262
NEG NEG NEG
terminada entidad matemática para seología de la lógica"), sino que apa- sin embargo, una relación significati-
luego excluirla si su construcción con- rece ya en su forma primaria en la va y no una relación entitatíva.
duce a contradicción. La matemática "esfera pre-predicativa de la expe- (6) La negación es una relación cons-
intuicionista sin negación, de Griss, riencia receptiva", con lo cual la tructiva primitiva, implicada en toda
admite una entidad matemática sólo negación puede ser definida como determinación. (7) La negación es
si ha sido construida; únicamente "una modificación de la conciencia" indispensable para una mente finita.
cuando hay un ejemplo de un con- — siempre que no entendamos 'con- (8) La función de la negación es la
cepto matemático puede admitirse tal ciencia' en un sentido meramente separación. (9) La separación es ne-
concepto. Como consecuencia de ello, psicológico. gación lógica y pre-lógica. ( 10) La
en el sistema de Griss sólo tienen En una teoría de sentido más me- negación carece de significación si se
sentido las proposiciones verdaderas. tafísico, Jean Guitton ha indicado refiere solamente a "alteridad" o a
Ejemplo de lo segundo es el concep- que la negación puede ser examina- diferencia, pero es plenamente signi-
to de "expectación" elaborado por da bajo la forma de la privación. ficativa con auxilio de las leyes de
Heyting, un concepto íntimamente li- Se trata, a su entender, de una ope- contradicción y del tercio excluso (o
gado con el de confirmación, pues ración que sólo aparentemente tiene su generalización).
adquiere sentido en vista de la con- un carácter lógico o un carácter psi- Según Eric Toms, hay cuatro con-
firmación o no confirmación de una cológico. En rigor, cuando supone- cepciones fundamentales de la nega-
proposición matemática propuesta. mos un acto de negación por parte ción: (1) Proposición negada o po-
Las nociones hasta aquí analizadas de un ente, le atribuimos la condi- sibilidad negada; (2) Oposición; (3)
son de Índole lógica y matemática. ción humana y espiritual, por no de- Diferencia; (4) No existencia, o no
No deben ser consideradas en nin- cir que tal condición puede ser de- ser [lo que hemos llamado más bien
gún caso como fundadas en una teo- terminada muchas veces justamente "Nada" (VÉASE) ]. Dicho autor indica
ría general filosófica o metafísica de mediante el acto de la negación, es que ninguna de estas concepciones
la negación. Junto a ellas se han pre- decir, de la suposición de la priva- puede dar cuenta adecuadamente de
sentado con frecuencia doctrinas que ción ontológica de una realidad que la naturaleza de la negación. Sólo la
pretenden tener un alcance comple- es sustituida imaginativamente por última concepción parece capaz de
tamente general. Nos hemos referido otras realidades consideradas como hacerlo, pero ello es una ilusión, pues
a varias de ellas en el artículo sobre "habiendo sido posibles". Por eso lle- tan pronto como entendemos la nega-
el concepto de Nada (VÉASE); he- ga a decir Guitton que "lo propio ción como "no existencia" o "no ser"
mos visto allí que hay inclusive al- del espíritu es ese poder que posee surgen las "paradojas de la negación",
gunos pensadores (Heidegger) que de suponer la inexistencia o la pre- y especialmente la paradoja que con-
denuncian la "lógica" como impoten- sencia de otra realidad distinta de siste en explicar, o intentar explicar,
te para decir algo acerca de la nada, la que está presente", lo cual su- la negación por "algo" que "no es".
pues la nada sería anterior al "no" pone la percepción inteligible del Finalmente, A. J. Ayer ha llevado
y a la negación. Completemos ahora "modelo ontológico" que hace resal- a cabo un análisis de la negación
aquella exposición con la referencia tar en las presencias las ausencias, y que, aunque basada principalmente
a ciertas doctrinas que aspiran a for- en las existencias ontológicas las ca- en los usos de las expresiones ne-
mular una teoría general de la ne- rencias de la misma índole. gativas (o supuestamente negativas)
gación. F. Heinemann ha elaborado una en el lenguaje ordinario y en las for-
Una de estas doctrinas es la ela- doctrina general de la negación a mulaciones de la lógica, tiene asimis-
borada por varias escuelas de la An- base de una crítica de diversas po- mo un alcance general. Ayer procura
tigüedad, principalmente por los elea- siciones contemporáneas sobre el pro- definir o delimitar la clase de los
tas y los megáricos. Según la mis- blema. Los resultados principales de enunciados negativos. Esta delimita-
ma, todo lo que es, es actual y, por tal doctrina son los siguientes: (1) Los ción ha sido intentada por varios
lo tanto, toda proposición que no se términos por medio de los cuales se pensadores o escuelas, pero sin ha-
refiere a lo que es o que se refiere expresa la negación —'no' como res- ber llegado a resultados satisfactorios.
a lo que no es (como las proposiciones puesta negativa a una pregunta, 'no' En efecto, ya comienza por resultar
negativas) carece de sentido. Nos he- como expresión negativa; Ίο negati- difícil la distinción entre enunciados
mos extendido sobre este punto en los vo' y 'la nada'— son símbolos incom- negativos y enunciados positivos, por
artículos Acto (v.) y Posibilidad (v.). pletos (en el sentido de Russell). cuanto un enunciado como 'Pancra-
Señalemos aquí que, así como en la (2) 'No' (en las dos formas antes cio es el hombre más rico de Badajoz*
matemática aludida de Griss sólo las mencionadas) es un signo operacio- puede considerarse como equivalente
proposiciones matemáticas verdaderas nal, esto es, un signo que expresa al enunciado 'No hay nadie en Ba-
tienen sentido, en la doctrina referida substracción; se halla, pues, en el ni- dajoz que sea tan rico como Pancra-
sólo tienen sentido en general todas vel pre-lógico, concentrándose en la cio'. Ni el punto de vista sintáctico,
las proposiciones verdaderas. lógica en el acto de la eliminación. ni el psicológico ni el semántico re-
Otra doctrina es la presentada por (3) Lo negativo —no-Α; no ser; no suelven, según Ayer, la cuestión de
Husserl. Este filósofo ha señalado que existencia; nada— son ficciones inevi- un modo completo. Pero, además, nin-
no hay que buscar el origen de la tables. (4) La negación no es una guno de estos puntos de vista puede
negación en el primario juzgar pre- categoría y no es anterior a la cate- responder todavía a la cuestión acer-
dicativo (el cual constituye, a su en- goría de relación, porque ella misma ca de lo que es un enunciado negati-
tender, el tema central de la "gno- es una relación. (5) La negación es, vo. Las diversas doctrinas forjadas
263
NEG NEG NEG
para responder a esta última cuestión LVI (1953), Ser A, 162-3. — A. posición, las proposiciones negativas
tampoco pueden ser admitidas. Algu- Heyting, "G. F. C. Griss and His son una de las clases en que se sub-
nos, en efecto, han argüido que cuan- Negationless Intuitionistic Mathema- dividen las proposiciones simples ( ca-
do se formula una expresión negativa tics", Synthèse, IX, 2, N' 2, págs. 91- tegóricas, predicativas o atributivas)
no se predica nada de nada, ni se 6. — Aplicación de las teorías de por razón de la forma o modo de
adscribe ninguna relación a nada, ni Griss: N. Dequoy, Axiomatique intui-
tionniste sans négation de Ία géométrie unión del predicado y el sujeto por
se caracteriza de ninguna manera nin- projective, 1955. — Veli Valpola, Ein medio del enunciado del juicio. El
guna realidad. Pero, como advierte System der Negationslosen Logik mit esquema tradicional más usado para
Ayer, decir de algo que no es algo ausschliesslich realisierbaren Prädika- representar las proposiciones negati-
determinado, no es simplemente su- ten, 1955 [Acta Philosophica Fennica, vas es 'S no es P', cuyo ejemplo
primir toda información sobre este 9], — Para la tesis de Heidegger, puede ser 'La rosa no es roja". Con
algo: "decir que una descripción no obra mencionada en el artículo NADA frecuencia las proposiciones negati-
proporciona gran información no es (ver también el resto de este artículo
y su bibliografía). — Para Husserl, vas son definidas como una de las
decir que no es en manera alguna clases en las que se subdividen las
una descripción". Ayer concluye, en Erfahrung und Urteil, 1939, ed. L.
Landgrebe 5 21 a (la teoría referida proposiciones por razón de la cuali-
vista de todo ello, que la diferencia sobre el juicio predicativo en Fórmale dad (VÉASE), pero hay que advertir
entre enunciados afirmativos y enun- und transzentale Logik, 1929, § 1, del que casi siempre las expresiones 'ra-
ciados negativos depende del modo mismo autor). — Las tesis de J. Guit- zón de la forma' y 'razón de la cua-
como se acentúen cada uno de tales ton, en L'Existence temporelle, 1949, lidad' tienen el mismo significado. Lo
enunciados. Así, "un enunciado es especialmente págs. 23 y sigs. (trad, dicho de la proposión negativa puede
negativo si indica que un objeto ca- esp. : La existencia temporal, 1955).
— Para Eric Toms, Being, Negation, afirmarse también del juicio negativo.
rece de una cierta propiedad más Se ha discutido varias veces si la
bien que indicar la propiedad com- and Logic, 1962. Parte I, cap. iv. —
Para A. J. Ayer, "Negation", The negación de una proposición es o no
plementaria; un enunciado es nega- Journal of Philosophy, XLIX (1952), posterior a la afirmación de la mis-
tivo si indica que cierta propiedad 797-815, reimp. en la obra del mismo ma proposición. Algunos autores se
no es ejemplificada, más bien que autor, Phüosophical Essays, 1954, inclinan por sostener que se puede
indicar que la propiedad complemen- págs. 36-65. — Otros trabajos sobre hablar de proposición negativa sólo
taria es ejemplificada umversalmen- el problema de la negación: J. J. Bo- en tanto que se trata de la negación
te". En última instancia, pues, la base relius, Ueber den Satz des Wider- de una proposición afirmativa; lo ne-
de la distinción radica en lo que el spruchs und die Bedeutung der Nega- gativo sería en este caso posterior
mencionado autor llama los grados tion, 181. — Nicolaus Petrescu, Die
Denkfunktion der Verneinung: eine (lógica, no psicológicamente) a lo
de especificidad. De este modo, la afirmativo. Otros autores mantienen
distinción entre enunciados afirmati- kritische Untersuchung, 1914. — O.
Becker, "Mathematische Existenz", que la afirmación tiene lugar sobre
vos y negativos en términos de gra- Jahrbuch für Philosophie und phäno- un fondo de negación; nos hemos re-
dos de especificidad permite decir menologische Forschung, VIII (1927), ferido a este punto en el artículo
algo acerca de la clase de los enun- págs. 496 y sigs, [también en edición Nada. Otros, finalmente, señalan que
ciados negativos y, de consiguiente, separada]. — Hans Pichler, "Vom hay coordinación entre proposiciones
acerca del problema de la negación. Wesen der Verneinung und das Un- negativas y proposiciones afirmativas.
Y aunque esta solución ofrece asi- wesen des Nichtseins", Blätter fût Este último punto de vista es el más
mismo varias dificultades, no son, se- deutsche Philosophie, VIII (1934). —
Gestrud Kahl-Fuhrtmann, Das Pro- difundido.
gún Ayer, tan considerables como las Ciertos filósofos (por ejemplo,
planteadas por la mayor parte de blem des Nicht; kritisch-historische
und systematische Untersuchungen, Kant) suponen que por razón de la
las teorías hasta ahora formuladas. cualidad las proposiciones (o los jui-
1934. — Karl Dürr, "Die Bedeutung
Sobre el uso de la negación en der Negation. Grundzüge der empiri- cios) pueden ser no solamente afir-
lógica, véanse los tratados menciona- schen Logik", Erkenntnis V (1935), mativos y negativos, sino también "in-
dos en las bibliografías de LÓGICA y 205-27. — B. K. Mallik, The Real finitos", "indefinidos" o "limitativos".
LOGÍSTICA. Para la negación en la ma- and the Negative, 1940. — Adhar
temática intuicionista, véase la biblio- En tales proposiciones el sujeto es
Chandra Das, Negative Fací, Nega- excluido de la clase de los predica-
grafía de INTUICIONISMO. Para la teo- tion, and Truth, 1943. — Ed. Morot-
ría de Griss especialmente: G. F. C. Sir, La pensée négative, 1947. — A. dos a los cuales la proposición se
Griss, "Negatieloze intuitionistische N. Prior, "Negative Quantifiers", The refiere. Esquema de dichas propo-
wiskunde", Verslagen Ned. Ak. v. Australasian Journal of Philosophy siciones es: 'S es no-P', que Kant y
Wetens, LUÍ (1944), 261-8. — Id., XXXI (1953), 107-23. — G. H. von otros (véase CUALIDAD) suponen ser
id., "Negationless Intuitionistic Ma- Wright, On the Logic of Negation, una proposición de forma distinta a
thematics", Proceedings Kon. Ned. 1959 (Societas Scientiarum Fennica. 'S no es P'. Otros filósofos, en cam-
Ak. v. Wetens, IL (1946), 1127- Commentationes Physico- Mathemati- bio (entre ellos Aristóteles) rechazan
33, LUI (1950), 456-63, LIV (1951), cae, XII, 4). que haya proposiciones "indefinidas";
452-71. — Id., id., "Logic of Ne- NEGACIÓN ALTERNATIVA.
gationless Intuitionistic Mathematic", a su modo de ver, en el esquema
Véase CONECTIVA, NEGACIÓN. 'S es no-P' hay una afirmación y no
ibid., LIV ( 1 9 5 1 ) . — P. C. Gil-
more, "The Effect of Griss' Criti- NEGACIÓN CONJUNTA. Véase una negación.
cism of the i n t u i t i o n i s t i c Logic CONECTIVA, NEGACIÓN. Para el concepto general de nega-
on Deductive Theories formalized NEGATIVO. Según hemos visto en ción y los problemas que plantea
within the Intuitionistic Logic", ibid., el artículo sobre la noción de pro- tanto en lógica como en metafísica,
264
NEL NEL NEL
véase NEGACIÓN. El término 'negati- supone justamente los "principios bá- son establece una serie de postulados
vo' es usado asimismo en la expresión sicos" buscados), ni por medio de la destinados a fundamentar todas las
'teología negativa' a la cual nos he- intuición (pues tales principios no leyes prácticas y a constituir la so-
mos referido en TEOLOGÍA. pueden presentarse como verdades ciedad según bases jurídicas científi-
NELSON ( L E O N A R D ) (1882- evidentes por sí mismas). En vista de cas y no meramente arbitrarias.
1927) nació en Berlín, se "habilitó" estas dificultades, Nelson postuló el Obras principales: "Die kritische
en Göttinga y fue, a partir de 1919, método de un "regreso reflexivo" so- Methode und das Verhältnis der Psy-
"profesor extraordinario" en la Uni- bre los supuestos lógicos de los jui- chologie zur Philosophie", Abhand-
versidad de Göttinga. Nelson fue el cios corrientes. Tras esto, hay que lungen der Fries'schen Schule, N. F.,
promotor de la llamada "escuela neo- examinar su verdad. A tal fin Nelson I ( 1904 ) ( "El método crítico y la re-
friesiana", que aspiraba a continuar se sirvió del método de Fries, en el lación entre la psicología y la filoso-
fía"). — "Ueber die nichteuklidische
y desarrollar la labor filosófica inicia- cual se postula un conocimiento inme- Geometrie und den Ursprung der
da por Fries (VÉASE) y la "escuela diato (pero no intuitivo). Puede re- geometrischen Gewissheit", ibid., I
friesiana", especialmente a través del currirse, además, a la psicología para (1904) ("Sobre la geometría no eucli-
órgano de la escuela: los Abhandlun- la "deducción" de los principios me- diana y el origen de la certidumbre
gen der Fries'schen Schule. La pri- tafísicos, y entonces tenemos lo que geométrica"). — "Ist metaphysikfreie
mera serie de estos Abhandlungen se Nelson llamó "deducción psicológi- Naturwissenschaft möglich?", ibid., I
publicó de 1847 a 1849, bajo la di- ca", distinta de la lógica, aunque no (1904) ("¿Es posible la ciencia natu-
rección de E. F. Apelt, M. J. Schlei- incompatible con ella. ral sin metafísica?"). — "Über das
den y otros filósofos, discípulos de Para Nelson, el conocimiento no es sogenannte Erkenntnisproblem", ibid.,
I (1904) ("Sobre el^llamado proble-
Fríes (reimp. en l vol., 1962). La propiamente hablando un problema: ma del conocimiento"). — "Die Un-
nueva serie fue dirigida por Nelson es un hecho; por eso la psicología möglichkeit der Erkenntnistheorie",
y apareció de 1904 a 1918. Colabo- puede, y debe, dar cuenta de él. El ibid., III (1905) ("La imposibilidad
radores de esta serie fueron, además conocimiento al cual se refiere Nelson de la teoría del conocimiento"). —
de Nelson, varios filósofos y psicólo- no es, por lo demás, solamente el co- "Die Theorie des Interesses", ibid.,
gos a los cuales nos hemos referido al nocimiento de la realidad; es también, IV (1905) ("La teoría del interés").
final del artículo FRIES; a ellos pue- y a veces sobre todo, el conocimiento — "Die kritische Ethik bei Kant,
den agregarse filósofos y matemáti- de principios de naturaleza ética, po- Schiller und Fries. Eine Revision ihrer
lítica, jurídica, etc. En la ética, por Prinzipien", ibid., IV (1905) "La éti-
cos como J. Bernays, A. Fraenkel, Ju- ca crítica en K., S. y F. Revisión de
lius Kraft, etc. Julius Kraft (nac. ejemplo, sucede lo mismo que en el sus principios"). — Kant und die
1898: Die Methode der Rechtstheorie conocimiento de la realidad natural. nichteuklidische Geometrie, 1906
in der Schule von Kant und Fries, Tratar de averiguar cuáles son los (Kant y la geometría no-euclidiana).
1924. — Die "Wiedergeburt" des principios éticos supremos conduce a — Ethische Methodenlehre, 1915
Naturrechts, 1932. — Von Husserl zu círculos viciosos que solamente se (Metodología ética). — Vorlesungen
Heidegger. Kritik der phänomenologi- rompen, o resuelven, en la medida en über die Grundlagen der Ethik. I.
que se obtiene un conocimiento "in- Kritik der praktischen Vernunft, 1917
schen Philosophie, 1934, 2» ed., 1959. (Lecciones sobre los fundamentos de
— Die Unmöglichkeit der Geistewis- mediato", y de carácter "psicológico", la ética, I. Crítica de la razón prácti-
senschaft, 1934, 2' ed., 1959 [véase de tales principios. El contenido de ca). — Die Rechtswissenschaft ohne
ESPÍRITU, ESPIRITUAL]. — Erkenntnis la ética son las acciones humanas, y Rech. Kritische Betrachtungen über
und Glauben, 1937) continuó la la ética debe examinar si tales accio- die Grundlagen des Staats- und Völ-
orientación de Nelson y fundó en nes se conforman o no al deber. Aho- kerrechts, insbesondere über die Lehre
1937 una continuación de la nueva ra bien, este deber no es una forma von der Souveränität, 1917 (La cien-
universal vacía, sino una "forma par- cia del Derecho sin Derecho. Conside-
serie de los Abhandlungen: la revista ciones críticas sobre los fundamentos
Ratio. ticular"; la unión del realismo con el del Derecho público t/ del Estado, es-
Lo más característico del pensa- idealismo, que en la "teoría del cono- pecialmente sobre la doctrina de la so-
miento de Nelson es su examen del cimiento" estaba ya insinuada, queda beranía). — Die neue Reformation.
problema del conocimiento y del pun- confirmada en la ética y más todavía I. Die Reformation der Gesinnung.
to de partida y método de la filosofía. en la filosofía política y del Derecho. Die Erziehung zum Selbstvertrauen;
Según Nelson, es difícil, si no impo- Nelson mezcla aquí, siguiendo las II. Die Reformation der Philosophie
sible, saber cuáles son dichos puntos inspiraciones de Fries, los problemas durch die Kritik der Vernunft, 1918
de la fundamentación apriórica con (La nueva reforma. I. La reforma de
de partida y método a causa de los la actitud. La educación hacia la au-
"círculos viciosos" que se producen. el examen de los complexos psicológi- toconfianza. II. La reforma de la filo-
Supongamos, en efecto, que la filoso- cos, pero se trata de vina mezcla que sofía mediante la crítica de la razón).
fía sea una busca racional de princi- en vez de conducir a la afirmación — Vom Beruf der Philosophie un-
pios básicos —o supuestos principios del carácter sintético de ciertos jui- serer Zeit für die Erneuerung des
básicos— destinados a explicar la na- cios aprióricos, consigue destacar cada öffentlichen Lebens, 1918 (De la mi-
turaleza de la realidad. Estos princi- vez más la diferencia entre lo ana- sión de la filosofía de nuestro tiempo
pios no podrán obtenerse por medio lítico y lo sintético. De este modo se para la renovación de la vida pú-
inclina por la fundamentación axio- blica). — öffentliches Leben, 1918
de una inferencia deductiva (ya que (Vida pública). — Demokratie und
entonces no serían básicos) ni tam- mática, cuando menos de la parte Führerschaft, 1920 (Democracia y
poco por medio de una inferencia in- formal de la filosofía del Derecho. En caudillismo). — System der philoso-
ductiva (ya que esta inferencia pre- lo que toca a la parte material, Nel- phischen Rechtslehre, 1920 (Sistema
265
NEM NEO NEO
de la doctrina jurídica filosófica). — teoría platónica de la preexistencia de de las escuelas de Badén y Marburgo.
Ethischer Realismus, 1921 (Realismo las almas, y a las doctrinas aristotéli- En este último caso se ha usado a
ético). — Vorlesungen über die cas sobre las facultades del alma), menudo 'neocriticismo' para designar
Grundlagen der Ethik, 3 vols., 1924 rechazando otras por estimarlas in- todo el movimiento neokantiano, tan-
(Lecciones sobre los fundamentos de compatibles con los dogmas cristia- to el alemán como el italiano, el fran-
la ética). — Die bessere Sicherheit.
Ketzereien eines revolutionären Revi- nos. Nemesio presenta al hombre co- cés, el inglés, etc. Algunos han llama-
sionisten, 1927 (La mejor seguri- mo un ser que media entre el mundo do "neocriticismo" al neokantismo fue-
dad. Herejías de un revolucionario sensible y el mundo inteligible, parti- ra de Alemania. Otros han llamado
revisionista). cipando de ambos en la forma de una "neocriticismo" específicamente al
Hay ed. de obras: Sämtliche Wer- especie de "planta celeste". kantismo o neokantismo francés e ita-
ke, incluyendo escritos postumos, va- La obra de Nemesio ejerció bastan- liano. Los kantianos y neokantianos
rios de ellos ed. por Julius Kraft. —· te influencia en la Edad Media, sien- franceses e italianos se han calificado
Véase también el volumen Beiträge do traducida al latín dos veces, y otras a sí mismos muchas veces de "neo-
•zur Philosophie der Logik und Mathe- criticistas". También se ha equipara-
matik, 1959, con prefacios y Botas por dos durante el Renacimiento. Entre
W. Ackermann, P. Bernays, D. Hil- los autores en quienes ejerció influen- do "neocriticismo" a la llamada "crí-
bert [reimp. de varios trabajos de L. cia se cuenta San Juan Damasceno. tica filosófica" en el sentido de
N., incluyendo las "Bemerkungen Ediciones: De natura hominis, ed. Renouvier y otros autores franceses
über die nicht-Euklidische Geome- C. F. Marthae, Halae, 1802; ed. C. de la época.
trie" (véase supra)]. Holzinger, Lipsiae, Pragae, 1887, y Como puede verse, 'neocriticismo'
Véase A. Kronfeld, "Zum Gedächt- C. J. Burkhard, Vind., 1891, 1892, es un vocablo que ha sido usado, y
nis L. Nelsons", Abhandlungen der 1896, 1901, 1902. — También Mig- sigue siendo usado, para designar di-
Fries'schen Schule, N. F. 5. — B. ne, Patrología Graeca, XL, 504-817.
— Véase M. Evangelides, N. und versas tendencias filosóficas más o
von Selchow, L. N., ein Bild seines menos afectas a la renovación del kan-
Lebens, 1938, ed. W. Eichler y M. seine Quellen, 1882 (Dis.). — B.
Hart. — O. W. von Tegelen, L. Nel- Domanski, Die Lehre des Nemesios tismo o por lo menos interesadas en
sons Rechts- und Staatslehre, 1958 über das Wesen der Seele, 1887 tratar problemas suscitados por vez
[Schriften zur Rechtsl. und Politik, (Dis.). — Id., id., Die Psychologie des primera por las "Críticas" kantianas,
13]. — Véase en el artículo sobre N. von E., 1900 [Beiträge zur Ge- y especialmente por la Crítica de la
Fries la bibliografía sobre la escuela schichte der Philosophie der Mittelal- razón pura. En vista de esta diversi-
neofriesiana. ters, III]. — D. Bender, Untersuchun. dad de significados, conviene indicar
gen zu N. von Emesa, 1898 (Dis.).
NEMESIO (fl. 400), obispo de W. Jaeger, N. von Emesa. Quellen- en cada caso a qué tipo de criticis-
Emesa (Fenicia), uno de los Padres forschungen zum Neuplatonismus und mo, kantismo o neokantismo se refie-
griegos y uno de los filósofos de la seinem Anfänge bei Poseldonios, re el vocablo 'neocriticismo", o bien
llamada escuela de Alejandría (VÉA- 1914. — H. A. Koch, Quellenuntersu- emplear simplemente 'neocriticismo'
SE) del neoplatonismo (v.), apro- chungen zu N. von Emesa, 1921. — en un sentido muy general para de-
vechó muchos conceptos de esta ten- F. Lammert, "Hellenistische Medizin signar todo el movimiento neokantia-
dencia para la elaboración de un pen- bei Ptolemais und Nemesios. Ein no desde mediados del siglo xrx hasta
samiento neoplatónico-cristiano en el Beitrag zur Geschichte der christli- la fecha, y especialmente desde 1870
chen Anthropologie", Philologus, hasta comienzos de la primera guerra
cual, sin embargo, se rechazaban to- XCIV (1940), 125;141. — E. Skard,
dos aquellos rasgos (por ejemplo, el "Nemesios-Studien", Sumbolae Oslo- mundial.
emanatismo), incompatibles con las enses, XV/XVI (1936), 23-43; XVII NEOESCOLÂSTICA. El movimien-
creencias. Nemesio se ocupó sobre NEMOHONCE. (VÉASE); to llamado "neoescolástica", o "neo-
todo de antropología filosófica en sen- HIPOLITUS OLEJNIZAK. escolasticismo", es decir, la renovación
tido cristiano en su obra Sobre la na- - de la escolástica (VÉASE) dentro del
turaleza del hombre, Περί φύσεως άν- pensamiento moderno, y especialmen-
θρώχου, una obra que tiene, al pare- te durante los siglos xrx y xx, puede
cer, antecedentes en la tradición del NEOCONFUCIONISMO. Véase ser considerado como un movimiento
estoicismo medio, así como de los CONFUCIONISMO, FILOSOFÍA CHEMA.
más amplio que el llamado "neoto-
conceptos de destino y providencia. NEOCRITICISMO. Ha sido fre- mismo", si bien este último dio ori-
Estos últimos fueron tratados por cuente llamar a la filosofía de Kant, gen a la neoescolástica y ha consti-
Nemesio en un sentido parecido al "filosofía crítica" y también "criticis- tuido hasta el presente la parte más
de Hierocles de Alejandría —cuyo mo" (v.). Estos dos últimos nombres central e importante de ella. En el
tratado sobre el mismo asunto parece se han usado asimismo para designar artículo NEOTOMISMO tratamos de la
haber utilizado—, con insistencia so- el kantismo (v.) y también la "acti- renovación de la escolástica en la for-
bre el predominio del segundo sobre tud crítica" propia de ciertas tenden- ma del tomismo; en el presente ar-
el primero, pues la providencia co- cias en la época moderna. El término tículo trataremos sobre todo de los
rresponde al carácter personal de 'neocriticismo' ha sido usado a veces problemas suscitados por la neoesco-
Dios mientras que el destino es enti- como equivalente a "neokantismo". A lástica, de las actitudes adoptadas
dad impersonal. Nemesio discute en veces se ha restringido el uso de 'neo- frente a ella, de las posiciones de los
su obra las opiniones de muchos filó- kantismo' para designar el neokantis- neoescolásticos en general frente a la
sofos antiguos sobre el hombre y su mo alemán, desde el movimiento "filosofía moderna" y de diversas ten-
puesto en el universo, y se adhiere a llamado "vuelta a Kant" (Otto Lieb- dencias neoescolásticas.
algunas de ellas (por ejemplo, a la mann y otros) hasta el neokantismo Durante mucho tiempo hubo gran
266
NEO NEO NEO
divergencia de opiniones respecto al sólo por el instante que de ellas pa- pudiesen disolver la tradición misma
valor de una renovación escolástica, rece haber quedado descartada la — así, y principalmente, de no recaer
así como respecto a la posición de la actitud extrema de un rechazo glo- en el nominalismo o el realismo ex-
neoescolástica frente al pensamiento bal de la filosofía moderna y que, tremos, lo que, dicho sea de paso,
moderno — y también respecto al por consiguiente, aun los más puros condujo una vez más al realismo mo-
puesto que la tradición escolástica ha defensores del movimiento escolástico derado y a la preponderante influen-
tenido en el pensamiento moderno. y neoescolástico no se han creído cia del tomismo. Por otro lado, era
Muchos autores modernos o, en todo dispensados, sino todo lo contrario, el tomismo, bajo la forma del neo-
caso, no escolásticos han negado todo de un estudio atento de las manifes- tomismo (VÉASE), lo que con mayor
valor a la tradición escolástica y han taciones de tal filosofía. ahinco e insistencia se predicaba por
considerado todo intento de resurrec- Ateniéndonos ahora al problema parte ya de quienes más se empeña-
ción o revalorización de la misma co- de la estructura interna del movi- ban en la renovación neoescolástica.
mo una "detención" en la marca del miento neoescolástico, señalemos lo Cierto que inclusive algunos neoto-
"progreso" filosófico. Muchos autores que constituye, a nuestro entender, mistas, como M. de Wulf, pusieron
neoescolásticos, por otro lado, han los principales caracteres comunes de de relieve la necesidad de no escin-
afirmado que la filosofía moderna ha la tendencia. dir demasiado pronto el movimiento
sido un "error" y hasta una especie (1) Ante todo, el intento de revalo- neoescolástico. "Pues el neotomismo
de "degeneración" en el desarrollo rizar para un presente el contenido de —dice de Wulf—, como también la
armónico de una philosophia peren- la tradición filosófica y teológica, des- expresión neoescotismo, o cualquier
nis. Pero estas posiciones extremas pués de un parcial olvido de sus ri- otro vocablo que recuerde a un gran
fueron luego abandonadas en favor quezas. Esta revalorización era tam- filósofo medieval, ofrece el defecto
de una mayor inteligencia mutua. En bién ambicionada por otros. En efecto, de asimilar demasiado estrechamente
efecto, mientras muchos neoescolásti- filosofías cada vez más influyentes la filosofía nueva con el modo de
cos han encontrado en la filosofía mo- atacaban por doquiera el escepticismo pensar de un determinado personaje."
derna y contemporánea elementos empirista, tanto mediante el recurso al Pero aun dentro de quienes, a causa
coincidentes que no se pueden fácil- "sentido común" como por la acen- de su mayor atención por las comple-
mente desdeñar, muchos filósofos no tuación del valor de la vida interior y jas ramificaciones de la filosofía me-
escolásticos, a su vez, han redescubier- del esplritualismo. Pero estas corrien- dieval, rechazaban una definición de-
to tras su propia meditación elemen- tes o pertenecían decisivamente a las masiado angosta de la neoescolástica,
tos de la escolástica. El interés históri- "doctrinas modernas" o bien se "des- la tendencia a la vía tomista era
co-filosófico ha trabajado también en viaban" pronto hacia un racionalismo notable. Así ocurre con la obra de
favor de la moderación. Más todavía: o hacia un sensualismo. El cruce sobre reconstrucción de una serie de tra-
diversas investigaciones han acentua- el abismo abierto entre la fe y la ra- tadistas que son ya clásicos dentro
do el importante papel desempeñado zón sólo parecía poder lograrse, pues, del movimiento y que, aunque no
por la escolástica clásica en el ori- mediante la justificación de ambas por todos estrictamente tomistas (y aun
gen y desenvolvimiento de la filosofía medio de un cuerpo de doctrina orgá- como muchos jesuítas, predicando y
moderna, tendiéndose de este modo nica y, por lo tanto, mediante un pen- restableciendo el suarismo), no son
un puente entre dos períodos que en sar que evitara por igual los escollos tampoco ni mucho menos ajenos al
los siglos xvra y xrx se solían con- del racionalismo y del tradicionalismo, paralelo desarrollo del neotomismo
siderar como completamente separa- del ontologismo y del fideísmo. La dentro de la neoescolástica. Para no
dos. La filosofía escolástica clásica no atención a la escolástica clásica pare- mencionar sino algunos (a que nos
ha sido ya desde entonces un "extra- ció entonces inevitable. Ahora bien, hemos referido también en parte en
ño interludio". Y, por lo tanto, la dos tendencias pugnaban por impo- el artículo sobre el NEOTOMISMO),
neoescolástica no ha podido ser con- nerse. Por un lado, se predicaba una nos limitaremos a señalar los nombres
siderada tampoco como una mera re- renovación que tendiese a apaciguar de L. Taparelli d'Azeglio (1793-1862
viviscencia de lo definitivamente pa- las diferencias internas y a presentar- [v.]), M. Liberatore (1810-1892 [v.],
sado. El estudio de la influencia de se ante el movimiento moderno y ante Gaetano Sanseverino (1811-1865 [v.]),
la escolástica sobre Locke (Küppers, las doctrinas consideradas como hete- Salvatore Tongiorgi (1820-1865), Do-
Jaspers), sobre Spinoza ( Freudenthal), rodoxas o posiblemente heterodoxas menico Palmieri (1829-1909), Alber-
sobre Descartes (Gilson, Koyré, Hert- como algo esencialmente armónico y to Lepidi (1838-1922), T. M. Ziglia-
ling), sobre Gassendi (Pendzig), so- compacto. Las razones de tal "armo- ra (1833-1893), etc., en Italia; Rosset
bre Leibniz (Rintelen) y otros auto- nismo" eran obvias. A la altura desde (t 1892), Grandclaude (t 1900), Al-
res ha contribuido notablemente a la cual se contempla la tradición, po- bert Farges (1848-1926), en Francia;
esta mutua comprensión. A su vez, día aparecer, en efecto, como mezqui- Franz Jakob Clemens (1815-1862),
los filósofos neoescolásticos han teni- na la insistencia en la división de las Mathias Schneid (1840-1893), Paul
do que enfrentarse con el "problema" escuelas clásicas. Tomismo, escotismo, Haffner (1829-1899), F. von de
de la filosofía moderna y estudiar a occamismo, suarismo —para limitar- Morgott (1829-1900), Albert Stöckl
fondo el contenido y significación nos a cuatro de las grandes "vías"— (1823-1895), Joseph Kleutgen (1811-
de esta filosofía. En el artículo acerca no desaparecían completamente, pero 1883 [v.], A. Lehmann (1847-1910),
de la Escolástica hemos intentado podían absorberse en una unidad de Tilmann Pesch (1836-1899) Georg
definir brevemente las tres posiciones carácter ecléctico, que se preocupase Freiherr von Hertling (1843-1919),
típicas asumidas al respecto. Digamos tan sólo de no caer en extremos que Konstantin Gut beriet (1837-1928),
267
NEO NEO NEO
Heinrich Denifle (1844-1905), Jo- filosofía moderna ha sido, en cierto demo. (c) Una neoescolástica que
seph Gredt (1863-1940 [v.]), Martin modo, un constante tanteo de rutas puede llamarse creadora y que si en
Grabmann (1875-1949 [v.]), Johann que han tenido luego que ser aban- algunos consiste en la elaboración
Georg Hagemann (1837-1903), R. donadas. No es extraño, por consi- independiente de los temas centrales
Stölzle (1856-1921), en Alemania; el guiente, que quienes se mantuvieron escolásticos, en otros va encaminada
Cardenal Mercier (v.) y la Escuela de alejados de ellas estimen tal aleja- a la erección de una "metafísica cris-
Lovaina (VÉASE) en Bélgica; Jaime miento como una notable ventaja. tiana". Algunas corrientes no propia-
Balmes (v.) —considerado como pre- Por otro lado, la neoescolástica ha mente neoescolásticas, como la filo-
cursor—, Ceferino González (1831- conservado, con los problemas tradi- sofía de la acción de Blondel, man-
1894 [v.]), Juan Manuel Ortí y Lara cionales de la filosofía y aun con su tienen la más estrecha relación con
(1826-1904), Xarrié ( t 1866), J. T. formulación tradicional, la concien- este último punto de vista. Lo mismo
González de Arintero ( t 1928), Ca- cia de una cierta dimensión de pro- puede decirse del agustinismo y de
sajoana (t 1889), Juan José Urrábu- fundidad de que muchas veces han varias de las formas asumidas por
ru (1844-1904), A. Cornelias y Cluet carecido las filosofías moderna y el personalismo. A su vez, Bochenski
(1832-1884), en España; Thomas contemporánea. Si a esto se añade (Europäische Philosophie der Ge-
M. Harper (1821-1893), John Ricka- el disfrutar de la ventaja de un voca- genwart, 1947, pág. 238) señala que
by (1847-1927), en Inglaterra, etc., bulario muy afinado y de una gran las escuelas más importantes de la
etc., etc. ordenación mental, no habrá de sor- filosofía católica actual son, por un
(2) La mencionada obra de re- prender la seguridad con que la lado el agustinismo, de tendencia
construcción desembocó, ya desde el neoescolástica ha terciado en las co- intuicionista, actualista y hasta con
último tercio del siglo xrx, en un am- mentes contemporáneas de la filoso- frecuencia pragmatista, tal como ha
plio movimiento. En la época que tra- fía. Sus dificultades quedan compen- sido defendido por Peter Wust o
tamos la reconstrucción estuvo deter- sadas con sus seguridades, hasta el Johannes Hessen (aunque debe ad-
minada de un modo decisivo por la punto de que son estas últimas las vertirse, en lo que toca a este último
Encíclica Aeterna Patris (1879) del que con gran frecuencia le han sido autor, que personalmente pretende
Papa León XIII —en la redacción de reprochadas. una armonía entre agustinismo y to-
la cual colaboró Kleutgen—, impor- Procederemos acto seguido a seña- mismo), y por el otro la neoesco-
tante tanto para la neoescolástica co- lar cuáles son los caracteres centrales lástica, de tendencia intelectualista.
mo para el neotomismo. En efecto, esta del movimiento neoescolástico en lo Esta última se subdivide, según Bo-
Encíclica propugna no sólo el restable- que toca al contenido mismo de la chenski, en las siguientes tendencias:
cimiento de la filosofía tradicional doctrina. Desde luego, se opone en (I) Escotismo, defendido sobre todo
frente a los errores modernos, sino casi todos sus puntos al idealismo por la escuela franciscana. (II) Sua-
también la atención preponderante moderno; frente a él sostiene el ya rismo, defendido, entre otros, por
hacia el tomismo. Pero el predominio citado realismo gnoseológico —que Pedro Descoqs, L. Futscher, etc.
del tomismo no excluye la posibilidad ha hecho aproximar muchas veces la (3) Tomismo o neotomismo, subdivi-
de otras "vías". Así, la neoescolástica gnoseología neoescolástica al neo- dido en: (a) un grupo que intenta
se diversifica tanto en tendencias co- realismo, al realismo crítico de unir el tomismo con direcciones mo-
mo en diversos intereses filosóficos. ascendencia kantiana y a las pri- dernas no escolásticas (J. Maréchal,
Y, sin embargo, procura dondequiera meras fases de la fenomenología—, Pierre Rousselot, J. Geyser); (b) un
mantener una fundamental unidad. así como al objetivismo de los valo- grupo molinista, cuyas preocupacio-
(3) Esta unidad es precisamente res. Frente al positivismo sostiene la nes son preferentemente teológicas,
otra de las características del movi- necesidad y la posibilidad de la me- y (c) el tomismo en sentido riguroso
miento. Por lo pronto, aparece sólo en tafísica; contra el relativismo y el o neotomismo, que sería, tal vez ex-
una forma negativa como oposición a subjetivismo extremos, la objetividad ceptuando Alemania, el grupo más
los "errores modernos". Pero sus ca- del conocimiento del ser y del valer; numeroso. Otras clasificaciones de
racteres positivos son inmediatamente contra el individualismo atomista, el tendencias son posibles. Pero todas
destacados. Por ejemplo, la posición personalismo; contra toda filosofía ellas están determinadas por dos fac-
realista, que ha hecho "coincidir" la del devenir, la filosofía del ser. Las tores capitales: uno, la adhesión o
posición escolástica con el realismo varias tendencias se mueven, pues, aproximación a una de las vías tradi-
subyacente en la mayor parte de las dentro de este ámbito. Precisemos cionales (tomismo, escotismo, etc.);
corrientes contemporáneas, pero que algunas de ellas. Según E. Przywara otra, la actitud adoptada respecto a
la neoescolástica ha conservado sin ("Die Problematik der Neuscholastik", la filosofía moderna y contemporá-
necesidad de "rehacer el camino". Lo Kantstudien, XXXIII, [1928]), la neo- nea y en particular respecto a cier-
mismo podría decirse de gran parte escolástica actual se escinde en tres tas partes de tal filosofía.
de los problemas fundamentales de direcciones predominantes: (a) El Además de los textos citados en
la filosofía, y especialmente del pro- tomismo y el neotomismo puros, de- el artículo y de la bibliografía del
blema del ser; el "despertar" onto- fendidos sobre todo por los domini- artículo NEOTOMISMO, véase: Denifle,
lógico y el primado de la ontología cos, (b) Las investigaciones sobre la Grabmann, Geyer, Gilson, M. de
Wulf, Introduction à la philosophie
sobre la gnoseología, en que desde filosofía medieval, que implican en néo-scolastique, 1904. — Joseph
varios lugares se ha insistido en los parte considerable, según hemos vis- Louis Perrier, The Revival of Scho-
últimos tiempos, bastan para mostrar- to, el estudio de las influencias de lastic Philosophy in thé Nineteenth
lo. Pues no se puede negar que la la misma sobre el pensamiento mo- Century, 1909. " — Juan Zaragüeta
268
NEO NEO NEO
Bengoechea, Una introducción mo- se entiende, en general, la influencia fue completada con la efectuada por
derna a la filosofía escolástica (1946). directa o indirecta de Kant sobre la especulación contra la cual se
— Edward Lowyck, Substantiaíe el pensamiento moderno y contempo- dirigió primitivamente el neokantis-
Veränderung en Hylemorphisme. Een ráneo; por 'neokantismo', un intento mo; la especulación de los postkan-
Kritische Studie over de Neo-sco- de superar tanto el positivismo y el tianos, que dio por resultado la for-
lastik, 1948. — Para la influencia
de la escolástica sobre la filosofía materialismo como el constructivis- mación sucesiva de una tendencia
moderna, véanse los títulos citados mo de la filosofía romántica me- neofichtiana y, sobre todo, de una
en la bibliografía del artículo ESCO- diante una consideración crítica de tendencia neohegeliana, particular-
LÁSTICA. — Entre las revistas que si- las ciencias y una fundamentación mente importante en la escuela de
guen y reseñan el movimiento neo- gnoseológica del saber. En los orí- Badén. El neokantismo influyó asi-
escolástico, y especialmente neotc- genes del neokantismo alemán se mismo en la teología protestante (es-
mista, señalamos: la Revue Thomis- hallan, en primer lugar, la impulsión cuela de Ritschl) y aun en la cató-
te (París, desde 1893), los Archives dada al estudio de Kant por la ex- lica. En filosofía del Derecho, la
de Philosophie (publicados en Vals-
près-Le Puy, Haute-Loire, desde posición de la doctrina kantiana en figura capital del neokantismo es
1923), la Revue néo-scolastique de la Historia de la filosofía moderna, Rudolf Stammler (1856-1938). Una
Philosophie (1894-1945; desde 1946 de Kuno Fischer (desde 1860), por dirección particular fue la represen-
se titula Revue philosophique de la Historia del materialismo, de F. A. tada por Franz Staudinger y Karl
Louvain), el Divus Thomas (de Fri- Lange (1866) y por el libro de Otto Vorländer (1860-1928), que intenta-
burgo, Suiza, 1886 y siguientes). Liebmann, Kant y los epígonos ron aproximar el kantismo y el mar-
Divus Thomas (Piacenza) Criterio» (1860), alegato en favor de Kant xismo. En Francia, la renovación de
(de Barcelona), el Angelicum (de contra los románticos postkantianos
Roma), la Revue des sciences philo- Kant se desarrolló de un modo in-
sophiques et théologiques (de Paris), y cuyos capítulos terminaban todos dependiente y a bastante distancia
el Tijdschrift voor philosophie, de con la frase: "Y, además, creo que del contenido del neokantismo ale-
Lovaina, el Antonianum (de Roma), hay que volver a Kant." Este movi- mán. Lo que haya de kantismo en
Scholastik (Eupen, Bélgica), Wis- miento llamado de la "vuelta a Lachelier, así como en Renouvier
senschaft und Weisheit (de Fribur- Kant" fue apoyado en parte por al- y en sus discípulos, muestra de ma-
go i. B.), Ciencia Tomista (de Sa- gunos científicos, como Hermann nera s u f i c i e n t e que 'neokantismo'
lamanca), Razón y Fe (de Madrid), Helmholtz (1821-1894) y J. K. F.
Estudis Franciscans (de Barcelo- puede decirse de varios modos. Una
Zöllner (1834-1882), cuya epistemo- particular importancia y amplitud al-
na), The Thomist (Washington),
The Modem Schoolman (S. Louis), logía coincidía en algunos puntos canzó la renovación kantiana en Ita-
Rivista di Filosofía Neoscolastica con la gnoseología kantiana. El mo- lia y en Inglaterra. En lo que toca
(Milán), los cuadernos Philosophie: vimiento tomó inmediatamente gran al primero de los citados países, los
Études et Recherches (publicados auge en Alemania, donde por una precedentes de Alfonso Testa ( 1764-
por el Collège Dominicain de Ot- parte el retorno a Kant fue inter- 1860: Della critica délia ragione pura,
tawa), Pensamiento: Revista Trimes- pretado desde un punto de vista fi- 3 vols., 1841-1849; Del male dello
tral de Investigaciones e información lológico, como un mero comentario
filosófica (de Madrid), Sapiente: scetticismo trascendentale e del suo
Revista tomista de filosofía (La Pla- y crítica a las obras del filósofo; rimedio, 1840) fueron seguidos por
ta-Buenos Aires), en parte el Gior- por otra, desde el punto de vista de diversos autores; nos limitaremos aquí
nale di Metafísica (de Turin, desde una vuelta a la posición estricta a señalar los nombres de Cario Can-
1946) y Phílosophia (de Mendoza). de Kant, y, finalmente, en su direc- toni (1840-1906: Corso elementare
No todas, por lo demás, son estric- ción predominante, como una verda- di filosofía, 1896; E. Kant. I. La
tamente neoescolásticas y menos aun dera renovación del kantismo, como filosofía teórica. II. La filosofía prat-
estrictamente neotomistas: los Archi- una profundización de Kant por me- tica. III. La filosofía religiosa, la cri-
ves de Philosophie o Pensamiento se dio de su recta comprensión. Repre-
inclinan, por ejemplo, mucho al sua- tica del giudizio e le dottrine minori,
rismo; la información más amplia se sentantes de esta última tendencia, 1879-1884); Filippo Masci(1844-1923:
encontrará en las colecciones de la que es a la que se puede llamar con Una polémica su Kant, l'Estetica
Revue de Lovaina y de la Rivista di más propiedad neokantiana, han sido trascendentale e le Antinomie, 1872;
filosofía neoscolastica. las escuelas de Badén y Marburgo Le forme dell'intuizione, 1881; Cos-
NEOESTOICISMO y NEOESTOI- (VÉANSE), cuyas considerables dife- cienza, volonté, liberta. Studi di
COS. Véase ESTOICOS. rencias mutuas no anulan el hecho psicología morale, 1884; SuZ senso
NEOFRIESIANISMO. Véase FUTES de haber entendido ambas la filosofía, del tempo, 1890; SuZ concetto del
(JAKOB FMEDWECH), NELSON (LEO- sobre todo, como teoría del conoci- movimento, 1892; Pensiero e co-
NARD). miento, y de haber objetivado, por noscenza, 1922, etc.); Giacomo Bar-
NEOHEGELIANISMO. Véase HE- así decirlo, hasta un límite extremo zellotti (1844-1917: La ntiova scuola
GELIANISMO. el idealismo trascendental. Aparte del Kant e la filosofía scientifica
NEOKANTISMO. El neokantismo estas escuelas y sus representantes contemporánea in Germania, 1880;
—que surgió en Alemania aproxi- (Cohén, Natorp, Cassirer, Windel- L'opéra storica délia filosofía, 1917).
madamente a partir de 1860— debe band, Rickert, etc.), el neokantismo Testa se distinguió sobre todo por
ser distinguido del kantismo en sen- influyó en diversas corrientes positi- su gran exposición y crítica del kan-
tido estricto, no sólo por la fecha vistas, que a su vez penetraron de tismo, el cual intentó valorizar frente
de su desarrollo, sino también por su un modo muy profundo en la direc- a las corrientes filosóficas predomi-
contenido e intención. Por "kantismo" ción neokantiana. Esta penetración nantes en la Italia de la época y,
259
NEO NEO NEO
por lo tanto, no sólo frente al onto- modo, el neokantismo y sus princi- cia durante los tres siglos subsi-
logismo, sino también frente al sen- pales direcciones, las escuelas de guientes. Esta renovación recibe el
sualismo. Cantoni opuso el kantismo Badén y de Marburgo, han ido per- nombre de neopitagorismo. Ahora
al positivismo y al mecanicismo, in- diendo el predominio que tuvieron bien, aunque los neopitagóricos —o
capaces, a su entender, de explicar especialmente en Alemania hasta filósofos influidos por ellos— siguie-
no sólo ciertas realidades, sino hasta 1914 aproximadamente; la irrupción ran considerando a Pitágoras como el
las bases de su propio pensamiento. de la fenomenología, los trabajos fundador de la escuela y proclama-
Masci se inclinó en parte a un subje- para la constitución de una ontología ran en varias ocasiones que lo que
tivismo dinamicista, que subrayaba la y los intentos metafísicos más recien- pretendían era hacer revivir las doc-
cualidad y que resolvía el problema tes, así como, en general, cuanto for- trinas pitagóricas originales, lo cierto
de la relación entre el pensamiento ma parte de la crisis filosófica abierta es que se trata de un movimiento en
y la experiencia, haciendo de esta desde comienzos de siglo, han arrin- muchos respectos diferente del pi-
última algo no enteramente indepen- conado al neokantismo, pero, al mis- tagorismo clásico. En rigor, es una
diente del pensamiento, pero a la vez mo tiempo, han conservado de él los mezela de doctrinas pitagóricas, pla-
no reducible al pensamiento. Su pun- elementos más sólidos y definitivos. tónicas, aristotélicas, estoicas y, en
to de vista se inclinó cada vez más Véase la bibliografía de los artícu- alguna proporción, de origen próximo-
hacia la interpretación idealista críti- los KANTISMO, BADÉN (ESCUELA DE), oriental, posiblemente judaicc-alejan-
ca del kantismo. En lo que toca a MABBURGO (ESCUELA DE), así como, drinas. Por ese motivo algunos histo-
Inglaterra, la renovación kantiana, y sobre todo, la colección de los riadores de la filosofía consideran el
defendida por Edward Caird (1835- Kantstudien, revista fundada por Hans neopitagorismo como una de las for-
Vaihinger en 1896 (primera serie: mas del eclecticismo y del sincretis-
1908: The Critical Philosophy of I. 1896-1936; segunda serie: 1942-1944;
Kant, 2 vols., 1889) entre otros, se tercera serie: 1954 y sigs.), y en los mo antiguos.
convirtió en seguida en un idealismo Ergänzungshefte de los Kantstudien, En vista de estas variadas fuentes
y en un neohegelianismo. En térmi- iniciados en 1906 (Vols. I-XLIV, de las tendencias neopitagóricas, es
nos generales, el movimiento neokan- 1906-1936; Vols. XLV y sigs., 1953 y difícil reducirlas a un sistema único.
tiano puede ser considerado ante todo siguientes). Además: Raffaelo Maria- Ya entre los antiguos (por ejemplo,
como una reacción vigorosa contra el no, II ritomo a Kant e i neokantiani, en Sexto Empírico) se encuentra la
positivismo y el romanticismo, reac- 1887. — Johannes Hessen, Die Reli- observación de que hay muchas for-
gionsphilosophie des Neukantianismus,
ción que no ha dejado nunca de estar 1919, 2* ed., 1924. — A. Liebert, Die mas de neopitagorismo. Sin embargo,
influida a su vez por las corrientes Krise des Idealismus, 1936. — Varios hay algunas tesis que son comunes a
combatidas. El neokantismo acentúa autores, Eine Sammlung von Beiträ- todos los pensadores neopitagóricos.
la importancia de la teoría del cono- gen aus der Weh des Neukantiani- Las principales son: la idea de que
cimiento en la filosofía; tanto en su smus, ed. F. Myrho, 1926. — E. la realidad suprema es una unidad
dirección idealista (escuela de Mar- Keller, Das Problem des Irrationalem (de la cual la unidad numérica es
burgo) como en sus manifestaciones im wertphilosophischen Idealismus der una manifestación); de que esta uni-
realistas (Riehl, Külpe, Volkelt, Mes- Gegenwart, 1931. — Kurt Sternberg, dad engendra por medio de un movi-
Neukantische Aufgaben, 1931. — A.
ser, etc.). Lo mismo en quienes recha- Willmson, Zur Kritik des logischen miento que luego será concebido co-
zan la metafísica como en los que Transzendentalismus, 1935. — T. mo una emanación ( v. ) las realidades
defienden una metafísica inductiva o Yura, Geisteswissenschaft und Wil- restantes; de que la unidad es ab-
hacen de la "cosa en sí" la puerta lensgesetz. Kritische Untersuchung solutamente pura y trascendente. A
natural de escape para todo afán der Methodenlehre der Geisteswis- ello se agregan varios rasgos de ín-
trascendente, la teoría del conoci- senschaften in der Badischen, Mar- dole moral, como la tendencia a la
miento constituye la disciplina fun- burger und Dilthey-Schule, 1938. purificación ascética, y de índole
damental, el campo propio de la filo- (Dis.). — Mariano Campo, Schizzo práctico-religiosa, como la creencia
storico délia esegesi e critica kantiana.
sofía y lo único que puede evitar la Dal "ritorno a Kant" alla fine dell'Ot- en la posibilidad de la teurgia (v.),
disolución de ésta en un materialis- tocento, 1959 [sobre O. Liebmann> y la concepción de la existencia de
mo dogmático o en una especulación F. A. Lange, H. von Helmholtz, H, una jerarquía de espíritus. Se ha sub-
completamente alejada de las cien- Cohen, A. Riehl, H. Vaihinger, W. rayado algunas veces que las concep-
cias positivas. Por una de sus partes Windelband, A. Adickes et al.]. ciones neopitagóricas se hallan en
esenciales el neokantismo se enla- NEOEPICUREÍSMO y NEOEPI- estrecha relación con las ideas ma-
za con el naturalismo; su encuen- CÜREOS. Véase EPICÚREOS. nifestadas en los Oráculos caldeos (v.)
tro con el positivismo y especialmen- NEOPELAGIANISMO. Véase PE- y en el Corpus Hermeticum (v.).
te con cierta clase de positivismo LAGIANISMO. Entre los más destacados neopi-
crítico es, por lo tanto, una conse- NEOPITAGORISMO. En el ar- tagóricos figuran Nicómaco de Gera-
cuencia natural de su ontofobia. Por tículo sobre el pitagorismo (VÉASE) sa y Numenio de Apamea. Como
otra, sin embargo, el neokantismo se nos hemos referido a lo que se ha este último es estimado a veces como
ha ido aproximando a varias otras llamado a veces la escuela pitagórica un precursor del neoplatonismo, se
direcciones de la filosofía, como es clásica y a las investigaciones cien- establece con frecuencia una relación
el caso en quienes han llegado des- tíficas llevadas a cabo por miembros entre el neopitagorismo y el neopla-
de el campo neokantiano a la fenome- de la misma. El pitagorismo fue re- tonismo o, cuando menos, entre el
nología, a la filosofía del espíritu o a novado a partir del siglo i antes de neopitagorismo y el llamado plato-
la teoría de los valores. De este J. C. y ejerció considerable influen- nismo medio. No es apenas necesario
370
NEO NEO NEO
apuntar que las especulaciones mís- ron o lo siguieron mezclaron el neo- Macrobio y Boecio. El neoplatonismo,
tico-numéricas eran frecuentes entre platonismo (un neoplatonismo su- que en cuanto religión se hallaba en
los neopitagóricos y que en este res- puestamente "puro") con otras ten- la más violenta oposición al cristianis-
pecto influyó sobre ellos la interpre- dencias. En tal caso se llega a iden- mo, pareció desaparecer temporalmen-
tación de la doctrina platónica de tificar el neoplatonismo con el plo- te con la victoria cristiana, pero la
las ideas como ideas-números. Tam- tinismo. A nuestro entender, esta posterior evolución del cristianismo
bién se cuenta entre los neopitagóri- identificación es injustificada. Por un condujo a las diversas síntesis helé-
cos a Apolonio de Tiana y a Nigi- lado, no hay un "neoplatonismo pu- nico-cristianas que "culminaron" en
dio Figulo. ro"; el propio Plotino fue tanto un San Agustín, por el cual penetró
Th. Gärtner, Neopythagoreorum de platónico como un aristotélico y en principalmente el neoplatonismo en
beata vita et virtute doctrina eiusque ocasiones hasta un estoico. Por otro la mística de la Edad Media y se
fontes, 1877 (Dis.). — H. Jülg, Stu- lado, las diferencias entre Plotino o desenvolvió no sólo en el sistema de
dien zur neupythagorischen Philoso- los autores más plotinianos, y otros Escoto Erigena, sino en gran parte
phie, 1891 (publicado en 1892 con filósofos a quienes se califica asimis- de los filósofos medievales hasta el
el título Neupi/thagorische Studien). mo de neoplatónicos, no logran bo- siglo xm, en que consiguió impo-
— Erich Frank, Plato und die soge-
nannten Pythagoreer, 1923. — F. Bö- rrar ciertos caracteres comunes a to- nerse la corriente aristotélica. El he-
mer, Der lateinische Neuplatonismui dos ellos. Hubo, así, neoplatónicos cho del neoplatonismo como cons-
und Neupythagorismus und C. Ma- que se inclinaron más hacia lo mís- tante en la historia de la filosofía
menus in Sprache und Philosophie. tico que hacia lo intelectual y otros queda confirmado tanto en esta pe-
1936. que tomaron el camino inverso, neo- netración a través de la Edad Media,
NEOPLATONISMO es, por una platónicos que acogieron con simpatía como en su irrupción, en el mismo
parte, la renovación del platonismo todo lo "oriental" y otros que lo con- umbral del Renacimiento y de la
en diversas épocas de la historia de sideraron con cierta sospecha. Entre modernidad, en diversas direcciones:
la filosofía, y, por otra, una corriente estos últimos figura, por cierto, el por un lado, la Academia platónica
particular, que, originada en la últi- propio Plotino al insistir repetidamen- florentina, vinculada a la tradición
ma fase pitagorizante de la filosofía te en que su meditación nada tiene bizantina transmitida sobre todo por
platónica, atraviesa como una cons- que ver con las invasiones orientali- Psellos; por otro, en la filosofía natu-
tante la historia del pensamiento de zantes. Tal oposición se advierte par- ral de Bruno; finalmente, en el inna-
Occidente, y llega, a través de múl- ticularmente en el tratado contra tismo que, procedente directamente
tiples vicisitudes y transformaciones, los gnósticos. Si éstos hablan de de las tendencias platónico-agustinia-
hasta la época actual. En este último "destierros", de "huellas", de "arre- nas, dio origen a la escuela de
sentido el neoplatonismo se halla ya pentimientos", Plotino pregunta, con Cambridge. Prescindiendo de las di-
preformado en la antigua Academia actitud rigurosamente filosófica y recciones que confiesan formalmente
platónica, cuando Espeusipo y Jenó- pulcramente intelectual, si por arre- su dependencia del neoplatonismo en
crates funden la idea platónica del pentimiento designan las afecciones la filosofía moderna, tal corriente se
Bien con la idea pitagórica de lo del alma que se arrepiente; si por inserta del modo más profundo en
Uno, o bien subordinan la primera huellas designan lo que está en el el idealismo romántico y en particu-
a la segunda. Esta subordinación, alma cuando contempla las imágenes lar en la filosofía de Schelling, cuyo
característica del neoplatonismo, con- de los seres o bien los seres mismos. Absoluto indiferenciado es en mu-
siste en la atribución a lo Uno de la "Son —escribe— palabras vacías de chos respectos similar a la concepción
suprema perfección y realidad, y en sentido que emplean para forjarse del êv en que neoplatónicos y neo-
la derivación de todo lo existente a una doctrina propia. Son invenciones pitagóricos veían la expresión más
partir de esta unidad orginaria. El de gentes que no se vinculan a la propia del fundamento de toda di-
neoplatonismo se enlaza de esta antigua cultura helénica. Los grie- versidad.
suerte con el neopitagorismo y agre- gos tenían ideas claras..." (Enn., C. Meiners, Betrachtungen über die
ga a la especulación pitagórica sobre II, ix, 6). neuplatonische Philosophie, 1782. —
el número los conceptos de hipóstasis Suelen considerarse neoplatónicas I. H. Fichte, De philosophiae novae
y emanación. El tránsito entre Pla- las escuelas siguientes: la escuela de Platon. Origine, 1818. — J. Mater,
tón y Plotino es cumplido por una Siria (VÉASE), representada por Jám- Essai historique sur Îécole £ Alexan-
serie de pensadores más o menos blico; la escuela de Atenas (v. ), en drie, 1820. — K. Vogt, Neuplatonis-
relacionados con las tradiciones orien- la que figuran Proclo, Plutarco, Da- mus und Christentum, 1836. — Jules
Simon, Histoire de Îécole d'Alexan-
tales y en donde aparecen corrientes mascio y Simplicio; la llamada escue- drie, 2 vols., 1843-1845. — E. Vache-
judaico-alejandrinas que culminan en la de Pérgamo (v.), derivada de rot, Histoire critique de l'école d'Ale-
Filón. A partir de Plotino, y sin que Jámblico, pero fundada por su discí- xandrie, 3 vols. (I, 1846; II, III,
deba ser olvidado su maestro Am- pulo Edesio y proseguida por Euse- 1851).—Robert Hamerling, Ein Wort
monio Saccas, el neoplatonismo es bio, Máximo y Juliano el Apóstata; la über den Neuplatonismus mit Ueber-
representado por los discípulos de escuela de Alejandría (v.), que cuen- setzungsproben aus Platin, 1858.—H.
Plotino, Amelio y Porfirio y por di- ta entre sus adhérentes a Hipatía, Si- Kellner, Hellenismus und Christentum
nesio, Ammonio y Olimpiodoro; fi- oder die geistige Reaktion des anti-
versas corrientes. A veces se conside- ken Heidentums gegen das Christen-
ra que sólo Plotino fue propiamente nalmente, los neoplatónicos latinos, tum, 1866. — Franz Hipler, Neupla-
un neoplatónico y que los otros au- muchos de ellos íntimamente relacio- tontsche Studien, 1868. — F. Miche-
tores mencionados que lo precedie- nados con el estoicismo: Calcidio, lis, Ueber die Bedeutung des Neupla-
371
NEO NEO NEO
tonismos für die Entwicklung der tículos EMPIRISMO [5] y POSITIVISMO. ción fenomenológica, que han defen-
christlichen Spekulation, 1885. — M. Nos limitaremos a indicar que se han dido una "filosofía abierta" — es de-
J. Monrad, "Ueber den sachlichen Zu- considerado como neopositivistas a los cir, "abierta a lo real tal como se da y
sammenhang der neuplatonischen Phi- positivistas lógicos y empiristas lógi- en el modo como se da".
losophie mit vorhergehenden Denk-
richtungen, besonders mit dem Skep- cos en general, así como a los miem- También puede calificarse de "neo-
tizismus", Philosophische Monatshef- bros del Círculo de Viena, del Círcu- racionalista" la actitud de algunos
te, XXIV (1888). — Th. Whittaker, lo de Varsovia y muchos de los filóso- pensadores que se han opuesto a las
The Neo-Platonists, a Study in the fos ligados al Grupo de Helsinki y a corrientes irracionalistas, intuicionis-
History of Hellenism, 1901,' 2" ed., la Escuela de Uppsala. Entre los filó- tas, etc. contemporáneas. Sucede esto
1928, 'reimp., 1961. — K. Praechter, sofos que se suele mencionar en rela- con algunos autores marxistas —y,
Richtungen und Schulen im Neupla- ción con el neopositivismo figuran generalmente, marxistas no completa-
tonismus, 1910. — Charles Elsee, Rudolf Carnap, Hans Reichenbach, mente "ortodoxos" (cuando menos en
Neoplatonism in Relation to Chris- Philipp Frank, Viktor Kraft, Otto el sentido soviético de Ortodoxo')—
tianity, 1908. — W. Jaeger, Ne-
mesios von Emesa. Quellenforschun- Neurath, Hans Hahn, en parte A. J. como Georg Lukács y algunos otros
gen zum Neuplatonismus und seinen Ayer y otros. Hemos dedicado artícu- (acaso Gramsci [v.] y Banfi [1.]).
Anfängen bei Poseidonios, 1914. — los especiales a las mencionadas co- También pueden considerarse como
F. Heinemann, "Ammonios Sakkas rrientes, grupos y escuelas, así como a "neo-racionalistas" los pensadores de
und der Ursprung des Neuplatonis- la mayor parte de los filósofos neopo- tendencia analítica, en tanto que se
mus", Hermes, LXI (1926), 1-27. — sitivistas. En lo que toca a cuestiones oponen a las tendencias meramente
E. R. Dodds, "The Parmenides of debatidas por los autores neopositivis- "especulativas". Bertrand Russell, en
Plato and the Origin of the Neoplato- tas en general, mencionaremos los todo caso, se ha visto a sí mismo co-
nic One'", Classical Quarterly, XXII problemas de la significación (v.), mo un "neo-racionalista", como un
(1928), 129-42. — W. Theiier, Die de la verificación (v.) y de la natura- restaurador de la "orientación racio-
Vorbereitung des Neuplatonismus,
1930 (Problemata, Heft, 1). — R. E. leza de lo intersubjetivo (v.). Entre nal" y aun "racionalista" moderna tal
Witt, Albinus and the History of las tendencias que se han abierto paso como, por ejemplo, se ha manifestado
Middle Platonism, 1937. — S. Cara- dentro del neopositivismo nos limita- en los siglos XVH y xvm. A veces se
mella, Plotino e U neoplatonismo, mos a mencionar el convencionalismo ha calificado también al positivismo
1940. — P. V. Pistorius, Plotinus and (v.), el fisicalismo (v.), el operacio- lógico o empirismo lógico de "neo-
Neoplatonism: An Introductory Study, nalismo (v.) y el reísmo (v.), pero racionalista". Curiosamente, en su crí-
1952. — Ph. Merlan, From Platonism hay que tener en cuenta que algunas tica de este positivismo y de la filoso-
to Neoplatonism, 1953. — Para el neo- de estas tendencias se han manifesta- fía analítica en general, Brand Blan-
platonismo latino: F. Borner, Der latei- do asimismo en autores no estricta- shard tiene conciencia de que defien-
nische Neuplatonismus und Neupytha-
goreismus und Claudianus Mamertus mente neopositivistas. Es también de "la razón" y de que es algo asi
in Sprache und Philosophie, 1936. — importante dentro del neopositivismo como un "neo-racionalista".
Para el neoplatonismo renacentista: en general el llamado "emotivismo" Explícitamente se han considerado
Nesca A. Robb, Neoplatonism of the (VÉASE). a sí mismo como "neo-racionalistas"
Italian Renaissance, 1935. — Para el Véanse las bibliografías de los ar- una serie de pensadores italianos de
neoplatonismo en relación con San tículos a los que nos hemos referido tendencia empirista, positivista y ana-
Agustín: Charles Boyer, Christianisme en el texto. lítica; el que más ha insistido en el
et néoplatonisme dans la formation de ΝΕΟ-RACIONALISMO. Este tér- aspecto "neo-racionalista" ha sido Lu-
Saint Augustin, 1920. — Régis Joli- mino no es de uso muy corriente en dovico Geymonat (nac. 1908) en sus
vet, Saint Augustin et le néoplatonis- la literatura filosófica, pero puede em- obras Studi per un nuovo razionali-
me chrétien, 1932 (trad, esp.: Son plearse para designar ciertas tenden- smo (1945), Snggi di filosofía neo-
Agustín y el neoplatonismo cristiano,
1941). _ Bruno Switalski, Neopla- cias o movimientos de los cuales des- razionalistica (1953); para Geymonat,
tonism and the Ethics of St. Augus- tacaremos aquí algunos. próximo al Círculo de Viena (VÉASE),
tine, 1, 1946. Puede calificarse de "neo-raciona- el neo-racionalismo es un neopositi-
NEOPOSITIVISMO. Con el fin de lismo" —con el fin de distinguirlo del vismo y un anti-neoidealismo. En un
distinguir entre el positivismo del si- "racionalismo moderno", que ofrece sentido parecido han trabajado auto-
glo χιχ —en particular el positivismo ya la figura de un "racionalismo clá- res como Paolo Filiasi-Carcano (nac.
de Comte— y el positivismo que ha sico"— la dirección filosófica ejempli- 1912: Antimetafisica e sperimenta-
florecido durante el presente siglo, se ficada en pensadores como André lismo, 1941; Problemática della filoso-
ha usado a menudo para designar este Lalande, Léon Brunschvicg y, en ge- fía odierna, 1953); Giulio Preti (nac.
último el término 'neopositivismo'. El neral, todos los autores a los que se ha 1911: La crisi dell'uso dogmático del-
neopositivismo se ha caracterizado poi referido Sartre como "asimilacionis- la ragione, 1953); Ugo Scarpelli; Sil-
una fuerte tendencia al empirismo y, tas", es decir, "englutidores de lo vio Ceccato; F. Rossi-Landi, y algunos
dentro de éste, al sensacionismo del real" en la unidad de la razón y de otros — bien que no todos ellos acep-
tipo de Hume y de Mach, unido a un sus categorías. En este sentido, los tarían el calificado de "neorraciona-
interés considerable por la llamada "neo-racionalistas" aparecen como fi- lista".
"nueva lógica" (lógica matemática, lósofos que han defendido una "filo- Pueden asimismo c a l i f i c a r s e de
lógica simbólica). No describiremos sofía cerrada" (de ascendencia kan- "neorracionalistas" los filósofos que
aquí otras características del neoposi- tiana principalmente), a diferencia de han seguido las inspiraciones de Leo-
tivismo por haberlo hecho en los ar- los filósofos de orientación o inspira- nard Nelson (VÉASE) y de la "escuela
272
NEO NEO NEO
neofriesiana" ( así, por ejemplo, Julius (v. ) y otros están asimismo incluidos Calkins (véase PERSONALISMO), G.
Kraft) y los filósofos de la llamada en esta tendencia, que ha desarrolla- T. Ladd (1842-1921), N. M. Butler
"Escuela de Zürich" (VÉASE). do, entre otros, los problemas relativos (1862-1947), G. H. Palmer (1842-
ΝΕΟ-REALISMO. Como hemos a la percepción. En el artículo consa- 1933), Ch. C. Everett (1829-1900),
visto en el artículo Realismo, pue- grado a ésta hemos analizado algunos Hocking, y, sobre todo, Bowne y
den llamarse neo-realistas casi todas de los citados problemas. Limitémonos Royce. Aunque en algunos de ellos
las tendencias del realismo contem- ahora a señalar que la cuestión de la haya implicaciones realistas y, en ri-
poráneo y no sólo las que adoptan relación entre el sujeto y la realidad gor, algunos puedan ser considerados
explícitamente el nombre de neo- ha desencadenado dentro del realis- como realistas sin saberlo, la tenden-
realistas. Esto sería, por lo demás, mo inglés múltiples discusiones. Unos cia realista no era jamás sostenida.
conveniente con el fin de distinguir suponen, en efecto, que debe supri- Surgió, por lo pronto, la "revuelta de
desde el punto de vista histórico el mirse el sujeto y el objeto en tanto los pragmatistas" (James y Dewey
realismo citado de todos los que que subsistentes; a ello se inclinaba principalmente), y en 1910 seis pro-
lo han precedido y, por lo tanto, no Russell en la fase "neutralista" de fesores de filosofía formaron un gru-
sólo del realismo como una posición su pensamiento. Otros separan los po para defender una filosofía realis-
adoptada en el problema de los uni- dos, como lo hace el realismo dualis- ta: R. B. Perry (v.) y E. B. Holt
versales, sino también como una ac- ta de Alexander, convirtiendo, por lo (nac. 1873), de Harvard; W. T. Mar-
titud gnoseológica que tiene o no, tanto, las impresiones en elementos vin (1872-1944) y E. G. Spaulding
según los casos, implicaciones meta- objetivos elegidos por el sujeto me- (nac. 1873), de Princeton; W. P. Pit-
físicas. Así, la filosofía de pensa- diante una especie de perspectivismo kin (1878-1949), y W. P. Montague
dores tales como Külpe, Messer, de la percepción, cercano al de (v.), de Columbia. Aun cuando había
Volkelt, Dilthey, Scheler, Rehmke, Bergson. Otros interponen los sensa entre ellos considerables diferencias
Nicolai Hartmann, en parte Husserl, y hacen de ellos, como Moore y el en otras esferas, todos concordaban,
etc., podría ser llamada neo-realista. realismo llamado fenomenalista, los según afirma Montague, en los siguien-
Sin embargo, se suele reservar este objetos mismos. Otros (como Broad) tes puntos: (1) Los filósofos tendrían
nombre para algunas de las tenden- hacen de los sensa realidades de los que seguir el ejemplo de los científi-
cias de la filosofía actual inglesa y objetos, que surgen en el curso de cos y trabajar en cooperación; (2) los
norteamericana, inclusive de aquella una "emergencia". Otros, finalmente, filósofos tendrían que seguir el ejem-
que ha precedido o seguido al mo- llegan a atribuir espontaneidad no plo de los científicos aislando sus pro-
vimiento neo-realista propiamente di- sólo selectiva, mas también forma- blemas y atacándolos uno tras otro;
cho. Esto puede tener una razón su- dora al sujeto; aunque éste sea de- (3) por lo menos algunos de los
ficiente en el hecho de que mientras finido como un "acontecimiento per- particulares de que tenemos con-
en los filósofos citados de la Europa cipiente" es natural que esta posición ciencia existen cuando no tenemos
continental el realismo no es muchas haya desencadenado posiciones neo- conciencia de ellos — realismo par-
veces una posición realmente central idealistas (Turner, Ewing, etc.). ticularista o existencial; (4) por lo
en su pensamiento, en los pensado- Aunque vinculado en parte conside- menos algunas de las esencias o uni-
res ingleses y norteamericanos parece rable al realismo inglés, especialmen- versales de que tenemos conciencia
que constituya el verdadero punto te al de Moore, otros, en cambio, subsisten cuando no tenemos con-
de partida. Esto es cierto en Ingla- son los temas capitales y, sobre todo, ciencia de ellos — realismo subsis-
terra ya con los que se consideran los principales supuestos del neo- tencial; ( 5 ) por lo menos algunos
precursores del realismo o neo-realis- realismo norteamericano. Según seña- de los particulares y universales rea-
mo de G. E. Moore y sus discípulos: la William P. Montague, al histo- les son aprehendidos más bien directa
Hogdson (v.), Adamson (v.) y Thomas riarlo, el momento en que apareció que indirectamente por medio de
Case (1884-1925). Mas la reacción an- esta tendencia no hacía prever su flo- copias o imágenes mentales — realis-
tiideah'sta, el regreso al empirismo y recimiento; el realismo de Peirce no mo presentativo de Reid a diferencia
al naturalismo y la orientación pre- había llamado grandemente la aten- del realismo representativo o dualis-
dominante hacia el realismo se ma- ción, y no habían tampoco influido mo epistemológico de Descartes y
nifiestan sobre todo a partir de Moore los elementos realistas de algunos Locke. Pronto, sin embargo, se mar-
(VÉASE) y en parte de B. Russell, pensadores como Paul Carus ( 1852- caron las diferencias entre los neo-
desde quienes el realismo influye y 1919). Por otro lado, se habían des- realistas, inclusive en algunos puntos
penetra en casi todas las direcciones vanecido las doctrinas de la escuela de epistemología y, según Monta-
posteriores, incluyendo el analitismo escocesa defendidas por McCosh gue, se centraron principalmente en
de la Escuela de Cambridge (VÉA- (1811-1894) Dominaba, pues, el idea- dos cuestiones: respecto a la natu-
SE). Lo mismo ocurre con los evo- lismo en todas sus formas: grupo de raleza "behaviorista" de la conciencia
lucionistas y neo-evolucionistas y en los hegelianos de Saint Louis (Wi- y respecto al estado "relativista",
particular con Alexander y Lloyd liam T. Harris, 1835-1909, y el Jour- pero existencial, de los objetos de
Morgan, cuyas filosofías se conside- nal of Spéculative Philosophy), idea- ilusión y error. De ahí el tránsito
ran muchas veces como manifesta- lismo pluralista de Howison y de Tho- inmediato de algunos realistas a po-
ciones del neo-realismo. Autores como mas Davidson (1840-1900), enseñan- siciones sostenidas por otras escuelas:
John Laird (1887-1946), C. D. Broad zas de James Edwin Creighton (1861- el intento de solucionar el problema
(v.), C. E. M. Joad (1891-1953), T. 1924), A. T. Ormond (1847-1915), tradicional del dualismo de lo físico
P. Nunn (18TO-1944), H. H. Pries G. S. Fullerton (1859-1925), M. W. y de lo psíquico condujo a la afirma-
273
NEO NEO NEO
ción de la "neutralidad" de las enti- rry, Towards a Dimensional Realism, el neotomismo surgió en el "Collegio
dades estudiadas por la ciencia; las 1939. — L. Boman, Criticism and Alberoni", de Piacenza, donde estu-
"entidades neutrales" fueron así mo- Construction in thé Philosophy of thé diaron Bubbetti y Testa, pudiendo ha-
dos de explicación de lo real, hablán- American New Realism, 1955. — blarse a este respecto de "los albero-
dose precisamente de las realidades H. W. Schneider, A History of Ame- nianos". Según Rossi, uno de los maes-
rican Philosophy, 2* ed., 1963, Cap.
como de complejos de tales entidades. IX. — El artículo de Montague, "The tros de Buzzetti en el "Collegio Albe-
Llegóse, pues, a una situación en que Story of American Realism", fue pu- roni" fue Bartolomeo Bianchi, el cual
el 'neo-realismo' califica sólo muy im- blicado primero en Philosophy, XII profesó en el "Collegio" de 1793 a
perfectamente las verdaderas actitu- (1937), 140-61, y recogido en el libro 1810, impartiendo enseñanzas escolás-
des adoptadas por los neo-realistas, The Ways of Things, 1940 (trad, esp.: tico-tomistas iniciadas en el "Colle-
situación muy parecida a la que se Los caminos de las cosas, 1948). — gio" hacia 1751 por Francesco Grassi.
produjo posteriormente con los rea- Bibliografía: Victor E. Harlow, A Bi- En el "Prefacio" a la obra de G. F.
listas críticos. Éstos formaron un gru- biography and Genetic Study of Ame- Rossi (Cfr. bibliografía) sobre la filo-
rican Realism, 1931.
po que incluía a George Santayana sofía en el "Collegio Alberoni", Cor-
(v.), C. A, Strong (1862-1940), Du- NEOTOMISMO. Se ha identificado nelio Fabro concluye diciendo que "el
rant Drake (nac. 1878), A. O. Lo- a veces el neotomismo con la neoes- neotomismo tuvo su comienzo en el
vejoy (v.), J. B. Pratt (1875-1914), colástica (v.) a causa de la impor- 'Collegio Alberoni' en la segunda mi-
A. K. Rogers (nac. 1868) y R. W. tancia central que el primero tiene tad del siglo xvni. Buzzetti no fue un
Sellars (v.). En 1920 se propusieron dentro de la segunda. Nosotros consi- tomista autodidacto". Ello no quiere
completar, en su obra colectiva, Essays deramos el neotomismo como una par- decir que desde este momento el neo-
in Critical Realism, las tendencias neo- te, bien que la parte más importante, tomismo se desarrollara de un modo
realistas, que hallaban insuficientes e de la neoescolástica (o neoescolasti- continuo, extendiéndose desde Italia a
ingenuas. Todos estos pensadores coin- cismo). Su importancia se manifiesta otros países. En la propia Italia tene-
cidían sólo, sin embargo, en el supues- no solamente en el hecho de que la mos lo que podrían llamarse "renaci-
to gnoseológico, difiriendo grande- mayor parte de los filósofos neoesco- mientos neotomistas". Uno de ellos es
lásticos han sido, y siguen siendo, el que tiene su origen en Gaetano
mente entre sí por sus orientaciones
neotomistas, sino también en el he- Sanseverino (VÉASE) y sobre todo en
restantes, principalmente metafísicas
cho de que el neotomismo se halla en el grupo de filósofos que publicaron
(naturalismo o realismo físico de Sel-
el origen del movimiento neoescolás- la revista quincenal La Civiltà Catto-
lars; dualismo y realismo personal de
tico. lica, que se inició en Ñapóles en
Pratt; temporalismo e historicismo de
Se ha debatido durante un tiempo
Lovejoy, etc. ). Por eso el realismo crí- 1850, por los esfuerzos de Cario Ma-
cuáles fueron los orígenes del neoto-
tico quedó, lo mismo que el anterior ria Curci, S. J. (1809-1891), pasó el
mismo — y, por lo indicado antes, de mismo año a Roma y se publicó de
neorrealismo, disuelto en muy varia- la neoescolástica. Algunos conside-
das tendencias para las cuales son casi 1871 a 1897 en Florencia. Entre los
raron que el precursor del neotomis- autores que contribuyeron a este "re-
siempre otras instancias y no las del
mo fue Balmes (v.); otros, que fue- nacimiento neotomista" —una especie
realismo guoseológico el motor cen-
ron los pensadores italianos agrupados de "neo-neotomismo"— figuran Luigi
tral del pensamiento.
en torno a la Civiltà Cattolica (véase Taparelli d'Azeglio, Matteo Liberato-
El volumen colectivo de los seis
neo-realistas norteamericanos se titu- infra) y mencionan a tal efecto nom- re, Gaetano Sanseverino y algunos
la: New Realism. Studies in Philo- bres como los de Luigi Taparelli otros. El otro, y más definitivo "rena-
sophy, 1912. — Además de las obras d'Azeglio, Matteo Liberatore y otros. cimiento" fue el oficialmente inaugu-
de los autores citados en el texto y Es muy posible que haya habido inci- rado por la Encíclica Actcrna Patris
de algunos de los libros señalados pientes movimientos neotomistas en (1879), del Papa León XIII, y va aso-
en la bibliografía del artículo REA- varios países europeos a finales del
LISMO, véase: René Kramer, Le néo- ciado, entre otros nombres, al de Jo-
réalisme américain, 1920. — Id., id., siglo xvni y a principios del siglo xix, seph Kleutgen (VÉASE). En dicha
La théorie de la connaissance chez movimientos en muchos casos ligados Encíclica se llama la atención sobre
les néo-réalistes anglais, 1928. — a la lucha contra el idealismo, el sen- la importancia de la obra del Divus
Raymond P. Hawes, The Logic of sualismo y otras diversas corrientes. (Santo Tomás) para el pensamiento
Contemporary Realism, 1923. — P. Pero parece bastante probable que el católico. Aunque no se excluían, pues,
S. Zulen, Del neohegelianismo al neo- primer movimiento neotomista apare- otras "vías", la del tomismo adquiría
realismo, 1924. — Mary Verda, New ciera en Italia. Ahora bien, ha habido
Realism in thé Light of Scholasticism una significación central. Esta impor-
1926. — D. L. Evans, New Realism al respecto dos opiniones. Según una, tancia aumentó cuando se crearon en
and OU Reality, 1928. — Arthur O. defendida por Monseñor Amato Mas- diversos lugares centros de difusión
Lovejoy, The Revolt against Dualism; novo, el neotomismo, cuando menos y de irradiación de la doctrina, ade-
an Inquiry Concerning thé Existence el "neotomismo italiano", surgió por más de los ya existentes. La Escuela
of Ideas, 1930. — Roy Wood Sellars, vez primera con las enseñanzas del de Lovaina (VÉASE), con el Institut
The Philosophy of Physical Realism, canónigo Vincenzo Buzzetti (VÉASE), Supérieur de Philosophie, fundado
1932. — Binayendranath Ray, Cons- el cual influyó sobre varios autores por el Cardenal Mercier, lia sido, des-
ciousness in Neo-realism, 1935. — — por ejemplo, B a l t a s a r Masdeu de luego, uno de los mayores. Pero
J. B. Pratt, Personal Realism, 1937.
— G. Dawes Hicks, Critical Realism. (1741-1820), pero sobre todo Angelo han sido asimismo centros sobrema-
Studies in thé Philosophy of Mind Testa (1788-1873). Según la otra, de- nera destacados los del Instituto Ca-
and Nature, 1938. — Charles M. Pe- fendida por Giovanni Felice Rossi, tólico de París, de la Universidad Ca-
274
NEO NEO NEO
tólica de Milán y de la llamada Es- ciones sistemáticas que no son ya pro- sis" que son comunes a todos los auto^
cuela de Milán (VÉASE), de la Uni- piamente tomistas, pero el caso ha res neotomistas, cualesquiera que sean
versidad de Friburgo (Suiza), del An- sido poco frecuente. Muchos otros to- los "matices". Tal ocurre en lo que·
gelicum romano, etc., etc. La mayor mistas, sin descuidar los aspectos his- toca a la teoría del ser, una teoría
parte de las Universidades católicas tóricos, se han interesado más por que no es, como a veces se supone,
extendidas por Europa y América desarrollar sistemáticamente las posi- una defensa del ser estático", sino·
pueden ser consideradas también co- ciones tomistas, o bien otras posicio- más bien la acentuación de la actua-
mo centros de difusión del neotomis- nes que han estimado perfectamente lidad del ser que se manifiesta era
mo, siempre que no se olvide la pro- conciliables con el tomismo, sobre to- la existencia. La analogía del ser en
fesión de otras "vías" en algunos casos do cuando se entiende éste último en lógica y ontología, la distinción en-
y, desde luego, el movimiento de un sentido suficientemente amplio. tre devenir y actividad, la doctrina
difusión del suarismo por parte de Una lista de autores neotomistas, es- de la substancia, el hilemorfismo, la
muchos jesuítas. Lo mismo, y a ma- pecialmente si hubiese de comprender concepción inmaterial del espíritu, el
yor abundamiento, podría decirse de diversos matices, sería larga. Bastará realismo gnoseológico, la tesis de la
las "Sociedades tomistas", cuyas dis- citar, como ejemplos, nombres como posibilidad de una abstracción tras-
cusiones y symposia de los últimos los de D. Mercier (v.), J. Maritain cendental, la concepción de Dios
decenios han sido particularmente (v.), A. D. Sertillanges (v.), Régis como acto puro y fuente de la ver-
importantes para la cuestión de la re- Jolivet (nac. 1891), Ambroise Gar- dad, la doctrina de la premoción físi-
lación entre la neoescolástica y, en deil (v.), Aimé Forest (nac. 1898), ca, la ética objetiva de los fines, el
general, el pensamiento filosófico ca- Léon Noël (1878-1955), Charles Sen- personalismo, pueden ser considera-
tólico, y la filosofía contemporánea, troul (1876-1933), Josef Pieper (nac. dos como algunos de estos rasgos. Se
especialmente las direcciones más 1904), R. Garrigou-Lagrange (v.), puede decir, pues, como escribe Geor-
resonantes, tales como la fenomenolo- M. G. Roland-Gosselin (v.), Joseph ges Van Riet, que la problemática
gía, el neopositivismo y el existen- de Tonquédec (v. ), Georges van Riet fundamental del tomismo nuevo está
cialismo. Cierto que aun dentro del (nac. 1916), L. de Raeymaeker (nac. definida por lo menos en sus líneas-
propio neotomismo ha habido consi- 1895), Désiré Nys (1859-1917), Sán- esenciales después de cien años de
derables discusiones acerca de lo que dor Horváth (1884-1956), Göttlieb esfuerzo en la comprensión, profun-
constituye la parte central del pensa- Söhngen (nac. 1892), Gallus Manser dización y comparación con otras fi-
miento del Divus. La cuestión de las (1866-1950), Augustin Mansión (nac. losofías, del pensamiento de Santo
"tesis tomistas" ha sido por ello uno 1882), Joseph Mausbach (1861- Tomás. Y se puede decir, por lo tan-
de sus problemas esenciales. Esta 1931), Joseph Gredt (v.), Thomas to, como dicho autor señala, que han·
cuestión fue zanjada en considerable Greenwood (nac. 1901), Leslie J. quedado cumplidas las condiciones;
medida desde el instante en que se Walker (nac. 1877), Peter Coffey que hacia 1850 se habían impuesto·
reconoció un núcleo fundamental en (nac. 1876), Albert Farges (1848- a los pensadores cristianos que em-
la doctrina de Santo Tomás. La re- 1926), Adolf Dyroff (1866-1943), prendieron la restauración de la filo-
dacción por algunos profesores de 24 Viktor Cathrein (1845-1931), Kons- sofía tomista: "aprender a conocer
tesis que fueron sometidas a la Sa- tantin Gutberiet (1837-1928), J. G. a Santo Tomás mismo, situarlo en su
grada Congregación de Estudios, y la Hagemann (1837-1903), Agostino Ge- medio, comprender sus preocupacio-
respuesta por ésta, por orden del melli (v.), Santiago Ramírez (nac. nes; desglosar de sus obras los ele-
Papa Pío X (27 de julio de 1914), 1891), Octavio Nicolás Derisi, M. C. mentos esenciales para una síntesis
de que dichas tesis contienen la doc- D'Arcy, etc. Hemos citado nombres filosófica; y satisfacer las nuevas
trina del Santo en sus líneas esencia- un poco al azar, sin pretender ser ni exigencias del pensamiento moder- .
les, siendo por consiguiente tutae nor- medianamente completos ni seguir no" (L'Êpistémologie thomiste, 194θ, ;
mae directivae es, por lo tanto, un ningún orden determinado (cronoló- Avant-Propos, pág. V ) .
acontecimiento particularmente signi- gico o por "escuelas", tales como las Sobre historia del neotomismo: A.
ficativo para el desarrollo del neoto- de Lovaina, Milán, etc.). El propósi- Viel, "Mouvement thomiste au XIXe
mismo. Los debates internos entre to- siècle, aperçu d'après ses historiens",, j
to principal que nos ha movido a ello Revue Thomiste, XVII (1909), 733-
mistas "ortodoxos" y tomistas "con- ha sido simplemente poner de relieve 46; XVIII (1910), 95-108. — G.
ciliadores" no han solido traspasar los qué tipo de pensadores son estimados Saitta, Le origine del neotomismo ne\
límites indicados. Por eso el tomismo como neotomistas en sentido más o secólo XIX, 1912. — Amato Masnovo,
(o neotomismo) ofrece diversos mati- menos amplio. Hay ciertos autores II neotomismo in Italia, 1923 [del'
ces, pero es un movimiento "unitario". que son considerados a veces como mismo autor, artículos complementa-
Algunos neotomistas se han distin- neotomistas, o como tomistas, pero rios en Rivista di filosofía neoscolasti-
guido grandemente en el cultivo de que no es siempre fácil filiar de este ca]. — Paolo Dezza, Alle origine del
la historia de la filosofía medieval; tal modo; tal es el caso, para dar algunos neotomismo, 1940. — P. Naddeo, Le
sucede con autores como Maurire de ejemplos, de Francesco Olgiati (v.), origini del neotomismo e la scuola na-
Wulf (v.), P. Mandonnet (1858- Juan Zaragüeta (v.), y hasta de Jo- poletana di G. Snnseverino, 1940. —-
M. Batllori, "M. Masdeu y el neoes-
1936), Martin Grabmann (v.), Etien- seph Maréchal (v.), Pierre Rousselot colasticismo italiano", Analecta Sacra
ne Gilson (v.), C. Baeumker (v.), P. (v.), Otto Willman (1839-1920), Jo- Tarraconensia (1942), 171-202;(1943),
Vignaux, etc. Algunos de ellos, como seph Geyser (v.). 241-94. — L. Foucher, La philosophie
Gilson, han llegado, en gran parte a En lo que toca al contenido doctri- catholique en France au XIXe siècle
través de estudios históricos, a posi- nal del neotomismo, hay ciertas "te- avant la renaissance thomiste et dans
275
NEO NEO NEU
son rapport avec elle (1830-1880), en el cuerpo del artículo y a al- lógico a los problemas sociales. Influi-
1955. — Giovanni Felice Rossi, C. gunos de los cuales se han dedica- do por las tesis económicas marxistas
M., La filosofía nel Collegio Alberoni do, por lo demás, artículos especia- —pero rechazando la epistemología
e il neotomismo, 1959. les). Las obras en las que se estudia marxista y cuanto hubiese en el mar-
Sobre el movimiento neotomista: M. la influencia de la escolástica sobre
de Wulf, "Le mouvement thomiste", el pensamiento moderno han sido ci- xismo de "metafísico"—, Neurath tra-
Revue néoscolastiquc de philosophie, tadas en la bibliografía del artículo tó la sociología como un "behavioris-
VIII (1901). — M. Aináiz, O. S. A., ESCOLÁSTICA: en lo que toca especial- mo social" y como una rama de la
"La neoescolástica al comenzar el si- mente al tomismo, véase el libro de "ciencia unificada" fundada en el fi-
glo xx", La Ciudad de Dios, LVII Octavio Nicolás Derisi, Filosofía mo- sicalismo. Según Neurath, la sociolo-
(1902), 53-64, 197-209. — C. Besse, derna y filosofía tomista, 1941. Véase gía debe desprenderse de toda "meta-
Deux centres du mouvement thomiste: asimismo la bibliografía del artículo física" y también de toda implicación
Rome et Louvain, 1902. — G. Garcia, NEOESCOLÁSTICA, en la que se han de carácter "ético". El punto de vista
O. P., Tomismo y neo-tomismo, 1903, indicado las principales revistas neo- fisicalista implica, para Neurath, el
nueva ed., 1906. — F. Picavet, La escolásticas y, entre ellas, las neo-
restauration thomiste au XIXe siècle, tomistas. Para bibliografía tomista rechazo de toda relación de los enun-
1905, 2» ed., 1907. — Id., id., "Le (comprendiendo también, y sobre ciados a "experiencias" o al "mundo",
mouvement néo-thomiste", Revue phi- todo, obras sobre Santo Tomás y su pues el lenguaje fisicalista no puede
losophique, XXXIII (1908), 281-309; influencia ) : P. Mandonnet y J. Des- admitir "duplicaciones sin significa-
XXXV (1909), 394-442. — J. L. Pe- trez, Bibliographie thomiste, 1921, ción".
nier, The Revival of Scholasiic Philo- continuada en el Bulletin Thomiste, Neurath fue el más activo organi-
soph^ in thé Nineteenth Century, 1924 y siguientes; y Divus Thomas, zador del llamado "Movimiento para
1909. — L. Noël, "Le mouvement 1925 y siguientes. — Véase también la ciencia unificada", y el principal
néo-scolastique", Revue néo-scolasti- J. Bourke, Thomistic Bibliography
que de philosophie, XVI (1909), 119- promotor de los Congresos pro Uni-
(1920-1940), 1943 (suplemento al
28, 282-90; XVII (1910), 93-103. — vol. XXI de The Modem School- dad de la Ciencia (1929-1939) y de
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sófica, III (1911), 497-519. — Roger Bibliographische Einführungen in das Obras: Ludwig H. Wolframs Le-
Aubcrt, "Aspects divers du néo-tho- Studium der Philosophie, ed. I. M. ben, 1906 (La vida de L. H. W.).
misrne sous le pontificat de Léon Bochenski, 13/14 y 15/16 respectiva- —Antike Wirtschaftsgeschichte, 1909,
XIII", en Aspetti délia cultura catto- mente]. — Crítica de Louis Rougier 3» ed., 1923 (Historia de la economía
lica nell' Età di Leone XIII, 1961, en La Scolastique et le Thomisme, antigua ). — Wesen und Weg der So-
págs. 133-227 [Atti del Convegno te- 1925, y réplica de Pedro Descoqs, S. zialisierung, 1919 (Naturaleza y ca-
nuto a Bologna Dec. I960]. ]., en Thomisme et Scolastique. A mino de la socialización}. — Voïïso-
Para algunas obras sistemáticas so- propos de M. Routier, 1927 [Archi- zialisierung, 1920 (Socialización to-
bre el conjunto de la doctrina tomista ves de Philosophie, V, I]. — Crítica tal) . — Antispengler, 1920. — Leben-
o alguna parte muy principal, véanse: neoescotista del neotomismo por Jean sgestaltung und Klassenkampf, 1928
Gallus Maria Manser, Das Wesen des Compagnion, La philosophie scolasti- (Estructuración de la vida y lucha de
Thomismus, 1917, 3" ed., 1948 (trad, que au XXe siècle, 1916. clases). — Empirische Soziologie. Der
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1945 (trad, esp.: La síntesis to- tivos, Neurath desarrolló la tesis, aná- 1939. — Foundations of thé Social
mista, 1947). — G. Van R i e t , loga a la de Carnap, que eran ellos Science, 1944 [International Encyclo-
L'Epistémologie thomiste. Recherches mismos intersubjetivos. Neurath se pedia of Unified Science, II, 1J. —
sur le problème de la connaissance adhirió, pues, al fisicalismo (v. ). En Neurath publicó numerosos artículos
dans l'école thomiste contemporaine, el problema de la verdad, Neurath en varias revistas: Archiv für syste-
1946. — A estos títulos hay que matische Philosophie (1909, 1910);
agregar, desde luego, los manuales defendió la llamada "doctrina de la Erkenntnis (1930-1931; 1931-1932;
de autores n e o t o m i s t a s (así, por verdad como coherencia". Ahora bien, 1932-1933; 1934; 1935; 1937-1938);
ejemplo, Zigliara, Urráburu, Mercier, el interés principal de Neurath fue el Sctentia (1931); The Monist (1931);
Maritain, Jolivet, Gredt, Collin, etc. de aplicar los ideales del positivismo Theoria ( 1936) ; Philosophy of Seien-
276
NEU NEU NEW
ce ( 1937 ) ; Proceedings of thé Aristo- xrx y primeros años del siglo xx: en la neutralización de referencia. Si
telian Society (1940-1941). Oe ellos doctrinas como las de Ernst Mach dicha actitud es una actitud ante
destacamos: "Soziologie im Physika- (v.), Richard Avenarius (v.), Wilhelm ideas, nociones, "posiciones™, etc., no
lismus" (Erkenntnis, I, 1931-1932); Schuppe (v.), Richard Schubert-Sol- parece inconveniente admitir la posi-
"Protokolsätze" (ibid., III, 1932- dern (v.) y otros — entre los cuales
1933); "Radikaler Physikalismus und bilidad de una neulralización. Si, en
Wirkliche Welt'" (ibid., IV, 1934). cabe incluir una etapa temprana en cambio, se refiere a "situaciones bási-
el pensamiento de Bertrand Russell. cas", la neutralización parece difícil,
NEUTRAL, NEUTRALISMO,
NEUTRALIZACIÓN. En ciertas filo- Las doctrinas neutralistas suelen ser si no imposible.
al mismo tiempo perspectivistas, cuan- En nuestra opinión, la neutralidad
sofías se admite que hay una sola es-
do menos en un sentido: en el de que con respecto a todo supuesto de ca-
pecie de realidad y aun una sola reali-
lo físico y lo psíquico son presentados rácter ontológico no es sólo posible,
dad: son las filosofías monistas (véase
MONISMO). En otras filosofías se ad- como "perspectivas" de una sola rea- sino que es indispensable para que se
lidad, la cual no es ella misma ni fí- ponga en marcha el pensamiento filo-
miten dos realidades fundamentales
—que suelen ser (cuando menos "in- sica ni psíquica. Estas doctrinas son sófico. En efecto, éste no sería filosó-
a menudo "sensacionistas" en cuan- fico si no comenzara desde las "raí-
tramundanamente" ) lo físico y lo psí-
quico—; son las filosofías dualistas to que, como en Ernst Mach sobre ces", es decir, si no descartara todo
(véase DUALISMO). En otras filoso- todo, consideran la sensación como el supuesto (ontológico) que se presen-
elemento fundamental neutral respec- ta ante él con pretensión de verdad.
fías, finalmente, se admite que hay
to a lo físico y a lo psíquico, pero no Pero la "neutralidad ontológica" en
una multiplicidad de especies de rea-
es necesario que el neutralismo sea cuestión es sólo la condición indispen-
lidad: son las filosofías pluralistas
(véase PLURALISMO). Ahora bien, hay siempre e invariablemente un sensa- sable para que haya un verdadero
cionismo. punto de partida ontológico, el cual
algunas filosofías que pueden ser mo-
El concepto de neutralidad, y el de este modo no será simplemente
nistas pero que no pueden ser en
"neutralismo" resultante, puede usar- dado, sino "asumido" en la forma de
principio dualistas: son las que pode-
se también en otro sentido: en el de "ser radicalmente pensado". En otros
mos llamar "filosofías neutralistas".
la "ausencia de supuestos" (la Vo- términos, el pensamiento filosófico es
Característico de las mismas es la neutral sólo en cuanto que, al empezar
raussetzunglosigkeit a que se han re-
afirmación de que lo físico y lo psí-
ferido muchos filósofos alemanes). En a funcionar, deja de serlo. Ello dis-
quico (o cualquier otra realidad) son tingue el pensamiento filosófico del
este caso la neutralidad se refiere no
a lo sumo dos aspectos o caras de una a la constitución de la realidad, sino científico, en el cual es en principio
misma realidad, la cual es neutral con a las doctrinas o ideas sobre la mis- imposible la neutralidad en el sentido
respecto a lo físico y a lo psíquico ( o ma. En este sentido Husserl ha habla- aquí indicado.
a cualquier otra realidad). La cues- do de neutralidad en cuanto neutrali- NEWMAN (JOHN HENRY) (1801-
tión de si alguna de estas filosofías zación (Neutralisierung), o sea en 1890) nació en Londres. De 1817 a
puede ser a la vez neutralista y plu- cuanto "modificación de neutralidad" 1820 estudió en Oxford; en 1822 fue
ralista depende del significado que se (Neutralitätsmodifikation ). Consiste nombrado "Fellow" en Oriel College
dé a 'pluralismo'. Si por este último ésta en el acto de "desconectar" toda y vicario de la Iglesia (anglicana) de
se entiende la doctrina según la cual tesis relativa al mundo natural y co- San Clemente. Adherido al "tracta-
no hay más que una especie de reali- locarla entre paréntesis (VÉASE), ha- rianismo" (véase OXFORD) y tras de-
dad, si bien hay, o puede haber, mu- ciéndola de esta manera "neutral" con fender, con E. B. Pusey, en los Tracts
chas substancias, entonces el neutra- respecto a cualquier supuesto y hasta for thé Times, opiniones cercanas a
lismo puede ser pluralista. No puede con respecto a cualquier afirmación las de la Iglesia romana, manifestó
serlo, en cambio, si 'pluralidad' equi- (Ideen, § 31). La "modificación de en el Tract 90 la completa conformi-
vale a 'diferentes especies de substan- neutralidad" es, según Husserl, aquel dad con ella. En 1845 fue bautizado;
cias'. La cuestión de hasta qué punto tipo de modalidad que descarta toda en 1847, ordenado sacerdote católico;
alguna de las filosofías neutralistas es "modalidad doxal" a la cual se refie- en 1879, nombrado Cardenal po»
a la vez monista, depende asimismo re, pero en forma completamente dis- León XIII.
del significado de 'monismo'. Si por tinta de la mera negación, la cual es Principal representante del llamado
este último se entiende una doctrina positiva y no "neutralizante". La mo- "movimiento de Oxford", y apologista
que reduce toda realidad (o supuesta dificación en cuestión no suprime del catolicismo, la obra de Newman
realidad) a una realidad única, y afir- nada ni "hace nada": es sólo, dice no pertenece enteramente a la filoso-
ma que ésta es materia o espíritu o Husserl, la contraparte consciente de fía, aunque tiene en ésta algunos
cualquier otro ser, entonces el neutra- toda ejecución o acto, es decir, su de sus más profundos fundamen-
lismo no puede ser monista. Puede "neutralización" ( ibid., § 109). tos. Así ocurre, ante todo, con su
serlo, en cambio, si se niega a pro- Se ha discutido a este respecto (y doctrina del asentimiento (VÉASE).
nunciarse sobre el carácter físico, psí- en otros respectos) hasta qué punto Newman establece, por lo pronto,
quiso o cualquier otro de la realidad es posible una completa neutraliza- una diferencia entre dos modos de
estimada como básica. ción frente a toda "posición" o "ne- acción mental que parecen confun-
Ejemplos de filosofías neutralistas gación". Es común estimar que tal dirse, pero que son, cuando los con-
son la de Spinoza, y más especial- neutralización es impracticable, pero sideramos desde el punto de vista de
mente el grupo de doctrinas que pro- hay que tener en cuenta a qué se re- su tendencia última, completamente
liferaron en los últimos años del siglo fiere la "actitud neutral" implicada distintos y aun opuestos. Estos modos
277
NEW NEW NEW
de.:·acción mental son formas de como ocurrió con el modernismo 1933. — Antonio Alvarez de Linera,
aprehensión y pueden ser llamados (VÉASE), a una subjetivación de lo El problema de la certeza en New-
también asentimientos a proposicio- dado, ni a una reducción de los pro- man, 1943. — Charles Frederick
nes, en tanto que actos de asentir cesos de inferencia y deducción al Harrold, John Henry Newman. An
a algo que es propuesto a la mente. material empírico, ni a un "sentimen- Exposition and Critical Study of His
Mind, Thought and Art, 1945. —
Ahora bien, el asentimiento puede talismo religioso", ni, finalmente, a J. Moody, /. H. Newman, 1946. —
ser entendido como nocional y como un activismo pragmatista: la prima- Maurice Nédoncelle, La philosophie
real. En el artículo sobre dicho vo- ria reducción de lo objetivo a lo sub- religieuse de J. H. Newman, 1946.
cablo liemos señalado las definiciones jetivo no es más que el primer paso — J. A. Lutz, Kardinal J. H. New-
dadas por Newman a cada una de para alcanzar un nuevo concepto de man, 1948. — Robert Sencour, The
éstas formas de asentimiento y los la objetividad como algo que incluye Life of Newman, 1948. — Heinrich
distintos modos bajo los cuales puede como elemento suyo, y no ciertamen- Fries y Werner Becker, Newman-
ser entendido el asentimiento nocio- te el menos importante, el sujeto que Studien. Erste Folge, 1948. — L.
Bouyer, Newman. Sa vie. Sa spiritua-
nal. Digamos ahora solamente que capta lo real, y, por lo tanto, un es- lité, 1952. — H. Fries, Die Religions-
mientras el mundo de la aprehen- fuerzo para crear el ámbito o la situa- philosophie Newmans, 1953. — A.
sión conceptual y del correspondiente ción desde la cual puede darse J. Boekraad, The Personal Conquest
asentimiento se acerca, en su extremo cualquier demostración mediante una of Truth according to J. H. New-
último, al mundo de la indiferencia inferencia nocional. Objetividad y man, 1955. — J. H. Walgrave, N. Le
y de la razón lógica, el mundo de la subjetividad serían, así, filosófica- développement du dogme, 1957. —
aprehensión real tiende a abarcar algo mente, dos aspectos de una misma Varios autores, Newman-Studien, 3
más que lo cognoscitivo o, si se quie- realidad completa, sólo falsificada vols., 1957. — A. T. Boekraad, The
Personal Conquest of Truth according
re, comprende lo intelectual solamen- cuando se atendiera separada y ex- to Cardinal Newman, 1959.
te como uno de sus momentos o ele- clusivamente a uno de ellos. NEWTON (ISAAC) (Sir Isaac
mentos. Voluntad y emoción parti- Obras filosóficas principales: An Newton desde 1705) (1642-1727)
cipan, por así decirlo, en el asenti- Essay on thé Development of Chris-
tian 'Doctrine, 1845. — The Idea of nació en Woolsthorpe, cerca de Gran-
miento real, de modo que la respues- tham ( Lincolnshire ). Cursó sus estu-
ta a lo dado puede ser ya completa. a University, 1852. — An Essai/ in
Aid of a Grammar of Assent, 1870. — dios (1661-1665) en Trinity Collège,
De ahí la tendencia a la unicidad del Hay que mencionar aquí también la de Cambridge, y en 1667 fue nom-
asentimiento real frente a las grada- Apología pro vita sua, 1864. Edición brado "Fellow" en el mismo College.
ciones del asentimiento nocional. Y de obras: Collected Works, 36 vols., De 1669 a 1701 profesó matemáticas
de ahí también que el asentimiento 1868-1881; nueva edición, desde en Trinity. En 1695 Lord Halifax le
verdadero y total excluya por princi- 1947. Edición de Essays and Sket- encargó la dirección del "Mint" ("Ca-
pio la duda, pues ha eliminado de ches, 3 vols., 1948. —' Ed. de Ser-
mons and Discourses por Ch. F. Ha- sa de la Moneda") y en 1703 fue
aquel anterior mundo de la indiferen- nombrado presidente de la "Royal
cia todas las posibilidades por las rold, 2 vols., 1949. — Leiters of J.
H. Newman, 1957 [con parte de ma- Socieyt".
cuales la afirmación de algo puede terial hasta entonces inédito]. — Tex- Los escritos de Newton son abun-
ser efectivamente indiferente para el to hasta ahora inédito de N. sobre dantes; además de varios informes
que la establece. El asentimiento real prueba de la existencia de Dios en compuestos como director del "Mint",
no puede entonces ser objeto de una Cap. IV de Adrián J. Boekraad y Newton escribió sobre asuntos teoló-
simple operación de naturaleza lógi- Henry Tristam, The argument from gicos (sobre las profecías de Daniel
ca. Ahora bien, el asentimiento real conscience to thé Existence of God
according to J. H. IV., 1961. — Lei- y el Apocalipsis de San Juan) y hasta
no supone una subjetivación arbitraria se ha dicho que se interesaba, en el
de la situación a la cual asiente, sino ters and Diaries of J. H. N., Il vols,
(ed. C. S. Dessdin). — En trad, esp., fondo, más por la teología que por la
el hecho de que únicamente para un El sentimiento religioso. Ensayo sobre matemática y la física. Sin embargo,
espíritu limitado al aspecto intelectual los motivos racionales de la fe, 1960. fue en estos últimos campos donde
o contraído a lo meramente nocional, — Antología. Selección de sus princi- escribió sus obras más importantes e
existe la posibilidad del error o de pales obras en prosa, 1946. — Véase influyentes (véase bibliografía). No
la duda. El asentimiento real es, A. M. Rae, Die religiöse Gewissheit nos ocuparemos aquí del contenido
así, la potenciación hasta lo máximo bei J. H. Newman, 1809 (Dis.). — propiamente científico de los trabajos
de la objetividad en virtud de haber Lucie Félix Faure, Newman, sa vie et
ses oeuvres, 1901. — Thureau-Dan- de Newton, que damos por conocido
hecho radicar en ésta todos los ele- y sobre el que el lector puede infor-
gin, Newman, catolique, d'après des
mentos y no sólo los intelectuales y documents nouveaux, 1912. — W. marse en lugares más pertinentes. Nos
cognoscitivos. Newman se aproxima Ward, The Life of J. H. Cardinal limitaremos a recordar sus contribu-
con ello a los intentos realizados des- Newman, 2 vols. 1912. — Floris ciones en el campo de la matemática
de diversos ángulos para ampliar la Delattre, La pensée de J. H. New- (especialmente su "método de 'fluxio-
objetividad de la verdad, y en parti- man, 1914. — Th. Haeckner, Kar- nes'" [véase INFINITO]) y en la física
cular de la verdad religiosa, pues el dinal Newmans Glaubens-philoso- (desarrollo y sistematización de la me-
mentado asentimiento se produce a phie, 1920. — Erich Przywara, Re- cánica, con las leyes del movimiento
su entender de un modo perfecto con ligionsbegründung. Max Scheler - }.
H. Newman, 1923. — Id. id., New- [v.] y el 'sistema del mundo' con la
las verdades de fe del catolicismo. El man Synthesis, 1931. — Jean Guit- teoría de la gravitación universal;
combate contra la mera objetividad ton, La philosophie de Newman: desarrollo de las leyes de refracción y
intelectual no equivale, sin embargo, essai sur l'idée de développement, reflexión de la luz y teoría corpuscu-
278
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lar de la luz). La mecánica de New- losofía experimental" deben ser "in- Tiempo, es justamente uno de los te-
ton, en particular, llamada hoy "me- feridas de los fenómenos y generali- mas del debate Leibniz-Clarke.
cánica clásica", constituyó la primera zadas mediante inducción." Obras principales: Phüosophiae na-
gran exposición y sistematización de El método de la "filosofía natural" turalis principia mathematica [citado
la física moderna y, en calidad de tal, consiste, pues, como Newton indica a menudo: Principia], 1687, 2* ed.,
ejerció una influencia considerable so- en la Óptica, en "hacer experimentos ed. R. Cotes, 1703, 3' ed., ed. Pem-
berton, 1726. — Opticks, or a Trea-
bre la ciencia y la filosofía. Casi todos y observaciones y en derivar conclu- tise on thé Reflection and Colours of
los grandes filósofos desde Newton siones generales de las mismas me- Light [citado a menudo: Opticks],
tuvieron en cuenta la mecánica new- diante inducción, y en no admitir 1704, 2' ed., amp., 1717, 3* ed.,
toniana, casi siempre para celebrarla objeciones contra las conclusiones ex- amp., 1721. — En 1665 Newton com-
y aceptarla (Locke, Voltaire, etc.), cepto las que proceden de experi- puso su Analysis per aequationes nu-
algunas veces para someter ciertos mentos o de ciertas otras verdades". mero terminomm infinitas; hacia 1668
conceptos básicos a crítica (Berkeley, Una vez llevadas a cabo estas opera- compuso el Tractatus de quadratura
Leibniz); otras veces para partir de ciones, que constituyen el análisis, curvarum y en 1671 compuso el Me-
thodus fluxionum et serierum infinita-
ella como la ciencia o, mejor dicho, hay que proceder a la síntesis, la cual rum, cum eiusdem applicatione ad
"el factum de la ciencia", que se tra- consiste en "asumir las causas descu- curvarum geometriam, pero estos es-
taba de justificar y fundamentar gno- biertas y los principios establecidos, critos matemáticos fueron publicados
seológicamente ( Kant ). y explicar mediante ellos los fenóme- bastante después de su composición:
Desde el punto de vista filosófico nos que proceden de ellos, y demos- el citado Tractatus fue publicado co-
interesan en Newton varios aspectos trar las explicaciones". Se ha discutido mo apéndice a la Opticks [Cfr. su-
que mencionaremos rápidamente. En mucho a este respecto si Newton fue pra]; en 1712 se publicó el Analysis,
primer lugar, el "método" usado en la o no fiel a las propias reglas del mé- y sólo en 1736 el Methodus fluxio-
num. En 1774 se publicaron una serie
exposición de "los principios mecáni- todo, ya que no sólo la noción de de Opúsculo. — Entre los escritos
cos de la filosofía" (de la "filosofía "corpúsculo" —con sus "cualidades teológicos de Newton destacan sus
natural" o "física"), consistente en primarias": dureza, impenetrabilidad, Observations on thé Prophecies of Da-
"investigar, a partir de los fenómenos movilidad, etc., y con la suposición de niel and thé Apocalypse of St. John,
del movimiento, las fuerzas de la Na- que poseen una vis inertiae—, sino publicadas en 1733.
turaleza, y pasar a demostrar los de- también la teoría de la gravitación Edición de obras: Opera quae
más fenómenos a base de estas fuer- universal —con el supuesto de la exstant omnia, 5 vols., 1779-1785, ed.
zas". Ejemplo eminente del método es adió al distans— parecen ser "hipó- S. Hornsley, reimp., 1963 y sigs. —
tesis" no derivables de ningún expe- Véase también: Papers and Leiters on
la exposición del "sistema del mun- Natural Philosophy and Related Do-
do", en el tercer libro de los Principia, rimento y de ninguna proposición cuments, 1958, ed. I. B. Cohen, con
pues "mediante las proposiciones ma- obtenida inductivamente. Debe adver- la colaboración de R. E. Schofield
temáticamente demostradas en los li- tirse, al respecto, sin embargo, que al [no incluye ni Principia ni Opticks].
bros anteriores, derivamos de los hablar de las "hipótesis" Newton se — Importantes para el conocimiento
fenómenos celestes las fuerzas de gra- refería a cierto género de hipótesis, de N. son las siguientes ediciones de
vedad mediante las cuales los cuerpos especialmente a las que consisten en textos, en su mayor parte procaden-
tienden hacia el Sol y los demás pla- suponer "cualidades ocultas" en los tes de la importante colección, aún no
netas. Y luego, a partir de estas fuer- cuerpos. De este punto hemos trata- enteramente publicada, de manuscri-
zas, y mediante otras proposiciones do en el artículo HIPÓTESIS. tos de N., o relativos a N., que se
Filosóficamente es importante asi- halla en la Universidad de Cambridge
que son también matemáticas, dedu- (la "Portsmouth Collection" ) : Uncol-
cimos los movimientos de los planetas, mismo la concepción newtoniana del lected Scientific Papers of I. N., 1962,
de los cometas, la Luna y el mar", espacio, tiempo y movimiento "abso- ed. A. R. Hall y M. B. Hall. — The
con la aspiración a deducir "el resto lutos" — ya sea que tales concepcio- Correspondent of I. N., 3 vols.: I
de los fenómenos de la Naturaleza nes sean "reales" o meramente "ope- (1661-1675), 1959; Π (1676-1687),
por el mismo tipo de razonamiento a racionales". No pocas de las ideas 1960; III (1688-1694), 1961, ed. H.
partir de principios mecánicos". En filosóficas presupuestas por Newton o W. Turnbull [cartas de Newton y a
otros artículos de la presente obra derivables de sus "Principios" y "Re- Newton, a Collins. Oldenburg, Huy-
(véanse, por ejemplo, ESPACIO, HIPÓ- glas" fueron objeto de debate entre gens, etc.]. — Selección de escritos
TESIS, INERCIA, MOVIMIENTO, TIEM- "newtonianos" y "leibnizianos", y es- teológicos: Sir I. N.: Theological Ma-
nuscripts, 1950, ed. H. McLachlan.
PO) hemos tratado con más detalle de pecialmente entre Samuel Clarke (v.) Vida: David Brewster, N., 1831.
algunos de los conceptos fundamenta- y el propio Leibniz. Aunque Newton — íd., id., Memoirs of the Life, Writ-
les usados por Newton. Estos concep- indicó que "discurrir acerca de Dios ings, and Discoveries of Sir I. N., 2
tos son para Newton conceptos de lo a base de las apariencias de las cosas vols., 1855, 2» ed., 1860. — A. de
que llama "filosofía experimental", la [los "fenómenos"]" no compete a la Morgan, Essays on the Life and Work
cual se rige por varias "reglas de ra- "filosofía natural", puso de relieve of N., 1914, ed. F. E. B. Jourdain. —
zonamiento en filosofía", de las cua- que el sistema del universo no podía L. T. More, I. Ν. Α Biography, 1934.
les destacamos la regla según la cual proceder sino "del consejo y dominio — F. Dessauer, Weltfahrt "der Er-
kenntnis. Leben und Werk I. New-
el "argumento por inducción" "no de un Ser inteligente y poderoso". tons, 1945. — Cortes Pía, Ι. Ν., 1945.
debe ser evadido por hipótesis". Por En qué relación se hallan ciertos — E. N. da C. Andrade, Sir L N.,
eso Newton proclamó: "No f r a g u o "atributos" de Dios con ciertos "con- 1954.
hipótesis." Las proposiciones en "fi- ceptos absolutos" como Espacio y De los escritos sobre la obra de N.,
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destacamos: K. Snell, N. und die me- nexo "lógico" y como nexo "real". las filosofías llamadas "funcionalistas",
chanische Naturwissenschaft, 1843.— Ejemplo del primero es el nexo que a diferencia de las filosofías de ca-
A. Struve, Newtons naturphilosophi- puede establecerse entre dos o más rácter primariamente "substancialis-
sche Ansichten, 1869. — C. Neu- proposiciones, especialmente dentro ta". En algunas de estas filosofías
mann, Über die Prinzipien der gali- "funcionalistas" las realidades son des-
leischnewtonsche Theorie, 1870. — I. de una cadena deductiva. Ejemplo del
Rosenberger, N. und seine physikali- segundo es el que se llama a veces critas como "conexiones estructura-
sche Prinzipien, 1893. — P.' Volk- "nexo causal" o, simplemente, causa- les". Uno de los autores que más
mann, Über Newtons Philosophia Na- lidad. insistió en la idea del nexo como co-
turalis, 1898. — L. Bloch, La philo- Aristóteles se planteó el problema nexión estructural fue Dilthey. Este
sophie de N., 1908. — H. G. Stein- de la naturalexa del "nexo", αυμχλοχή autor describe a menudo "nexos"
mann, Über den Einfluss Newtons auf y en particular se planteó el problema (psíquicos, históricos, etc.) en las
die Erkenntnistheorie seiner Zeit, de si el nexo es real (pertenece a las mencionadas conexiones estructurales
1913. — A. J. Snow, Matter and Gra- (Zusammenhänge) y habla a veces de
vity in Newion's Phi/sical Philosophy, cosas) o "lógico" (pertenece al dis-
1926. — Hélène Metzger, Attraction curso). Dicho filósofo concluyó que tipos fundamentales de nexos estruc-
universelle et religion naturelle, 1938. pertenece al discurso (Met., E, 4, 1027 turales — como, por ejemplo, el nexo
— Stephen Toulmin, "Criticism in b 30). Esto significa, o puede signi- estructural como tal y la conexión
the History of Science: Newton on ficar, que las relaciones entre entida- temporal (Psychologie, VIII).
Absolute Space, Time, and Motion", des no pertenecen a las entidades sino El examen de la idea de nexo está
The Philosophical Review, LXVIII al modo de considerarlas o ligarlas. en relación estrecha con el análisis de
(1959), 1-29, 203-27. Se puede decir entonces que las re- los todos y sus partes (véase TODO) y
Todas las obras sobre los orígenes con las diferencias a veces estableci-
de la ciencia moderna y sobre la his- laciones son "externas". En cambio,
toria de la teoría del conocimiento cuando se afirma que el nexo perte- das entre un todo como estructura y
moderna se ocupan de Newton; des- nece a las cosas, se mantiene la lla- un todo como suma. Muchos de los
tacamos: E. A. Burtt, The Metaphysi- mada "doctrina de las relaciones como autores que han insistido en la impor-
cal Foundations of Modern Physical relaciones internas". Otros filósofos se tancia del nexo han mantenido que
Science, 1925, ed. rev., 1932 v la obra preguntaron por la naturaleza del los todos son estructuras y no, para
Das Erkenntnisproblem, de E. Cassi- nexo entre diversas entidades: entre usar expresiones de Hegel, Und-Ver-
rer (Cfr. bibliografía de CASSIBER las cosas naturales entre sí; entre el btngunden o blasse Kopulation.
[ERNST]). — También: E. W. Strong, Observemos que Whitehead ha uti-
Procédures and Metaphysics: A Study alma y las cosas (por lo menos en
in the Philosophy of Mathematical tanto que conocidas); entre Dios y lizado el vocablo 'nexo' (nexus) como
Physical Science in the Sixteenth and las criaturas; entre las diversas Per- término técnico, cuya significación es,
Seventeenth Centuries, 1936. — En- sonas de la Trinidad; entre las ideas según el autor, distinta de la tradicio-
tre las obras sobre la relación entre y las realidades, etc., etc. Diversas nal, de forma que 'nexo' está en el
Newton y otros, mencionamos: J. doctrinas formuladas acerca del modo pensamiento de Whitehead en una si-
Durdik, Leibniz und N., 1869. — K. como las entidades están relacionadas tuación análoga a la que están expre-
Dieterich, Kant und N., 1877. — H. con su principio o sus principios, co- siones como 'entidad actual [efectiva,
McLachlan, The Religious Opinions mo están relacionadas entre sí, etc., real]', 'prehensión' (VÍASE) y 'princi-
of Milton, Locke, and Newton, 1941. pueden ser mejor comprendidas cuan- pio ontológico'. Grosso modo, el nexo
— E. T. Whittaker, Anstaue, Newton, es en Whitehead el modo peculiar
Einstein, 1942. — Para los desarrollos do analizamos la naturaleza del nexo
considerado — por ejemplo, cuando como los "acontecimientos" están
anteriores a Newton (además de
Burtt, Cassirer cit. supra) : Herbert tratamos de averiguar si el nexo es el agrupados. El nexo no es siempre, ni
Butterfield, The Origins of Modern que se establece entre un modelo y lo frecuentemente, un "nexo universal";
Science 1300-1800, 1950. — Para la imitado, o entre una causa y un efec- es más a menudo un nexo particular
influencia de Newton (además de H. to, etc. En casi todos los sistemas filo- de un determinado grupo de aconte-
G. Steinmann, Cassirer et al., cit. su- sóficos es importante el modo de con- cimientos con otro determinado grupo
pra): Pierre Brunet, L'introduction cebir el nexo (o, según los casos, los de acontecimientos. Según Whitehead,
des théories de N. cn France au diversos tipos de nexo), pero en algu- una entidad percipiente puede perci-
XVIIIe siècle (avant 1738), 1931. bir, mediante "sensibilidad percep-
nos sistemas la cuestión de la índole
NEXO. En la doctrina de las rela- del nexo, o nexos, es fundamental. Tal tual", nexos particulares. Últimamen-
ciones (véase RELACIÓN), sobre todo ocurre, por ejemplo, en Spinoza, en te, el mundo efectivo de una "enti-
si se entiende a la vez lógica y onto- cuya filosofía la idea de nexo como dad actual" puede ser concebido como
lógicamente, se pueden plantear pro- orden, ordo, y conexión, connexio, de un nexo "cuya objetivación constituye
blemas relativos al tipo de relación las ideas y de las cosas (Eth., II, prop. la unidad completa de un dato obje-
que liga dos o más entidades entre sí. vii), desempeña un papel capital. Tal tivo para la sensibilidad física de tal
Puede hablarse entonces de muchas ocurre asimismo en Hegel, a causa de entidad actual", de suerte que "esta
clases de relación, tales como la unión, la importancia básica del nexo como entidad actual es el percipiente origi-
la fusión, la mezcla, la cohesión, etc., "nexo dialéctico". En algunas doctri- nario de aquel nexo". Así, "cada mun-
etc. Uno de los vocablos que pueden nas filosóficas la idea de nexo en do actual [efectivo, real] es un nexo
usarse para designar cualesquiera ti- cuanto conexión estructural parece (nexus) que en este sentido es inde-
pos de relación es el vocablo 'nexo'. ser más básica que la de las cosas, pendiente de su percipiente origina-
En principio se puede considerar el entidades, términos, etc. conexiona- rio". Todo nexo, además, es "un nexo
nexo desde dos puntos de vista: como dos. Tal sucede en la mayor parte de componente, primero realizado en al-
280
NIC NIC NIC
guna fase ulterior de concrescencia dad del ser del hombre; de este es- mientras Hume niega no sólo que la
(concrescente] de una entidad actual" tudio se desprenden, entre otros re- relación causa-efecto sea analítica
(Process and Reality, Parte III, Cap. sultados, la erección de una ley de sino que pueda ser dada en la expe-
I, sección ix). herencia histórica por la cual se hace riencia inmediata, Nicolás de Autre-
NICÉFORO CHUMNO (1261- posible la salvación de la verdad en court rechaza sólo el carácter analí-
1321), uno de los más destacados e la ley reguladora de producción de tico de esta relación. En cambio,
influyentes filósofos bizantinos, es con- las verdades. La tercera consiste en puede afirmarse la procedencia de
siderado como un antiplatónico y una investigación de la salvación un efecto y su vinculación a la causa
antineoplatónico por su constante opo- de la verdad antes de la ciencia, lo por la inmediata experiencia, única
sición a todo realismo. Según este fi- cual implica una teoría del conoci- que proporciona el saber al lado del
lósofo, las ideas (o formas) no existen miento como re-conocimiento, y la criterio supremo de la contradicción.
sino con los cuerpos. Ello le llevó en afirmación de que el objeto se cons- Lo mismo ocurre, según Nicolás de
ocasiones a una posición claramente tituye como tal no en la relación dual Autrecourt, con la idea de la subs-
nominalista, la cual tenía como fun- sujeto-objeto, sino en la apófansis ver- tancia y la relación substancia-acci-
damento un supuesto teológico: el de bal por la cual dos sujetos identifi- dente. En uno y otro caso puede con-
que Dios está por encima de toda can el ente como realidad común. cluirse de una cosa a otra, pero esta
realidad y, por tanto, no está en nin- La cuarta se revela en una afirmación relación no es necesaria; la relación
gún modo ligado a ideas eternas (opi- de la evidencia inmediata y apodíc- causal y la substancial pueden afir-
nión similar a la de muchos nomina- tica del otro (el prójimo) como ser marse sólo, pues, con seguridad den-
listas de la escuela occamista). Sin de la expresión. Con ello se superan, tro de los límites de la experiencia,
embargo, en otras ocasiones se inclinó según Nicol, las posiciones opuestas y su ampliación es meramente algo
hacia un conceptualismo de tipo aris- del realismo y del idealismo; además, probable. De ahí la reducción de las
totélico. El nominalismo (o concep- ello permite fundamentar una onto- evidencias a lo existente experimen-
tualismo) de Nicéforo Chumno no le logía de lo humano. La expresión tado y aun la negación de la substan-
impedía, sin embargo, seguir algunas resulta ser así el carácter ontológico cia en su sentido tradicional, pues lo
de las opiniones platónicas, especial- primario (y constitutivo) del hombre substancial se halla meramente en lo
mente en lo que toca a la naturaleza a partir del cual derivan fenómeno- que es experimentado. La crítica de
del alma, su simplicidad, inmortali- lógicamente los otros caracteres, de Nicolás de Autrecourt pasa asimismo
dad, etc. En alguna medida, Nicéforo tal suerte que la propia ciencia pue- al terreno de la teología construida a
Chumno se manifestó ecléctico res- de ser considerada como una ex- base de la filosofía aristotélica, pero
pecto a Platón y a Aristóteles, los dos presión. ante la improbabilidad de las afirma-
autores que tuvo constantemente en Obras: Psicología de las situacio- ciones concernientes a lo inexperi-
cuenta en sus tratados. nes vitales, 2» ed., 1963.—La idea del mentable o que no pueden deducirse
Nicéforo Chumno escribió tratados hombre, 1946. — Historicismo y exie- del principio supremo de contradic-
Sobre la materia, Sobre las ideas y tencialismo. La temporalidad del ser ción se remite a la revelación admi-
Sobre el alma sensible y vegetativa. y la razón, 1950. — La vocación hu- tida por la mayor probabilidad ads-
Escribió también una serie de cartas mana, 1953. — Metafísica de la ex- crita a la fe.
de índole filosófica y teológica. — presión, 1957. —El problema de la Las cartas de Nicolás d'Autrecourt
Véase F. Boissonade, Anécdota Grae- filosofía hispánica, 1961. a Bernardo de Arezzo han sido pu-
ca, I, 293-312; II, 137-87; III, 356- NICOLÁS DE AUTRECOURT, blicadas con otros textos; las tesis
408; V, 183-50, y Anécdota Nova, Ultricuria o Autricuria (t ca. 1350), condenadas en 1347 fueron impresas
1-201. Para escritos teológicos, Migne, en varias ediciones de las sentencias
P. G., CXL, 1397-1526. — Véase estudió artes y teología en París,
desempeñando el cargo de maestro de Pedro Lombardo. La más reciente
también B. Tatakis, La philosophie y completa edición de escritos, con
byzantine, 1949, págs. 247-49. de artes hasta que le fue prohibida comentario y exposición de su filoso-
'NICOL (EDUARDO) nac. (1907) la enseñanza en virtud de la conde- fía, en J. Lappe, Nicolaus von Autre*
en Barcelona, ha sido secretario ge- nación, en 1347, de un considerable court. Sein Leben, seine Philosophie,
neral de la Fundació Bernât Metge número de sus tesis. Siguiendo los seine Schriften, 1908 [Beiträge zur
y es actualmente profesor titular de precedentes de Occam y en clara Geschichte der Philosophie des Mitte-
carrera en la Universidad Nacional oposición al aristotelismo, Nicolás de lalters, VI, 2]. — Véase, además:
Autrecourt admite solamente como Paul Vignaux, art. Nicolas d'Autre-
de México. Nicol ha trabajado so- court, en Dictionnaire de théologie
bre todo acerca del tema de la ex- verdaderas las proposiciones resultan-
catholique, de Vacant - Mangenot -
presión. Varias fases son perceptibles tes de la experiencia inmediata y las Amann, t. XI, cols. 562-587. — J.
en su pensamiento al respecto. La que pueden remontarse al principio Reginald O'Donnell, "Nicholas of
primera está representada por un aná- de contradicción. Ahora bien, tal afir- Autrecourt" (Medioeval Studies, t. I,
lisis fenomenológico del hombre en mación supone la limitación del co- 1939; contiene edición del tratado
sus situaciones vitales (véase SITUA- nocimiento al hecho de que una cosa Satis exigit ordo executionis). — E.
CIÓN), del cual resulta una teoría sea, pero no de que haya otra cosa A. Moody, "Ockham, Buridan, and
del hombre como ser determinado derivada de ella. La inmediata con- Nicholas of Autrecourt", 1947 [Fran-
secuencia de tal supuesto es una crí- ciscan Studies, 7], págs. 113-46. —
por la temporalidad y la espaciali- J. R. Weinberg, Nicolaus of Autre-
dad, y de la vida como acción (ex- tica de la causalidad y la substancia court. A Study in Fourteenth Century
presión). La segunda se manifiesta que ha hecho de Nicolás de Autre- Thought, 1948. — M. del Pra, Nicola
mediante un estudio de la historici- court un predecesor de Hume. Pero di Autrecourt, 1951.
281
NIC NIC NIC
NICOLAS DE CUSA (1401-1464) la contemplación intuitiva, que, al Ello es posible, según Nicolás de
Nicolaus Cusanus, Nicolaus Chrypffs llevar el alma a la presencia de Dios, Cusa, tanto más cuanto que el hom-
o Krebs (llamado a veces "el Cusa- alcanza el conocimiento de la unidad bre es, en realidad, una imagen de lo
no"), nació en Cues (Cusa). Después de los contrarios. En cierto modo, el divino, un microcosmo en el cual se
de estudiar en Heidelberg y Padua, conocimiento de Dios es un conoci- refleja, disminuido, pero omnipresen-
se trasladó a Roma, y de allí a Colo- miento por vía negativa, pues es el te, el macrocosmo de la totalidad.
-nia para seguir estudios eclesiásticos. que se obtiene cuando se descartan Obras: De concordantia catholica
En 1426 se ordenó sacerdote. Secre- todos los demás conocimientos. Pero (1433). — De reparaíione Calendara
tario durante un tiempo del legado en cierto modo es un conocimiento (1436). — De docta ignorantia (1440).
del Papa en Alemania, Orsini, y ami- positivo, por cuanto es saber lo que De coniecturis (1440). — De quae-
go de muchos humanistas, así como constituye Dios en su realidad infi- rendo Deum (1445). — De filiatione
de Gutenberg, contribuyó a la impre- nita. Dei ( 1445 ). — De dato patris lumi-
num (1446). — De Genest (1447).
sión de manuscritos, especialmente de Para Nicolás de Cusa, la menciona- — Apología doctae ignorantiae (1449).
manuscritos griegos. En 1432 Nicolás da "unidad de los contrarios", o la — Idiota ( 1450, con De sapientia dia-
de Cusa participó en el Concilio de "unidad suprema", es el propio Dios. logi dúo, De mente, De staticis expe-
Basilea, representando primero el lla- Es coincidentia oppositorum, porque rimentis). — De novissimis diebus
mado "partido conciliar", y luego el es, por decirlo así, "el lugar" en el (1453). — De cisione Dei (1453). —
llamado "partido papal". Como repre- cual tiene asiento la verdad suprema De pace seu concordantia fidei (1454).
sentante de la Santa Sede intervino como superación de toda contradic- — Complementum theologicum, fi-
en diversas negociaciones esclesiásti- ción. Dios es para Nicolás de Cusa la guratum in complementis mathemati-
cis (1454). — De beryllo (1458).
cas, incluyendo la que contribuyó a posibilidad de todas las cosas y, a la — De passest (1460). — De criba-
la incorporación por un tiempo de la vez, su realidad; es el passest, esto es, tione Álchorani (1461). — De non
Iglesia oriental a Roma. En 1448 Ni- el poder ser que ha llegado a ser de aliud ( 1462 ). — De venatione sa-
colás de Cusa fue nombrado Carde- un modo real y absoluto. Pero esta su- pientiae (1463). — De ápice theo-
nal. En 1450 fue nombrado obispo de ma potencia y sumo ser no le convier- riae, De ludo globi (1464). — Com-
Brixen y durante los años 1451 y te sólo en un máximo, en una eleva- pendium ( 1464 ).
1452 fue legado del Papa en Ale- ción a la potencia infinita de la finitud Ediciones de obras: Estrasburgo
mania. (1488) [reimp. de la misma en prep.
del mundo; por hallarse en todo es por Paul Wilpert, en Miscellania Me-
Familiarizado con la tradición neo- también un mínimo. De la misma ma- dievalia, 5]; Paris (1514); Basilea
platónica, agustiniana y mística de la nera que en las figuras geométricas (1565). — Edición crítica al cuidado
Edad Media, sin por ello descartar que tienden a un límite, este límite es de la "Heidelberger Akademie der
totalmente la tradición aristotélico- la unidad de él mismo y de la figura, Wissenschaften. Phil.-Hist. Klasse" y
tomista, y con la influencia de ciertos así Dios es el punto en donde coinci- bajo el cuidado de E. Hoffmann, R.
autores nominalistas, Nicolás de Cusa de toda oposición de figuras, el ver- Klibansky, J. Koch et al.: Nicolaus de
parece ser, visto superficialmente, un Cusa Opera Omnia iussu et auctorita-
dadero y auténtico infinito actual. te Academiae Litterarum Heidelber-
filósofo y teólogo "ecléctico". Esta Nicolás de Cusa se vale de ejemplos gensis ad Codicum Fidem édita. — El
apariencia tiene algo de verdad en extraídos de los problemas matemá- plan de publicación de las obras
cuanto que Nicolás de Cusa aspira a ticos de límite para ilustrar sus con- (muchas ya aparecidas ) es : /. De doc-
completar armónicamente el pensa- cepciones acerca de la divinidad y ta ignorantia; H. Apología; II. Apolo-
miento de otros autores. Sin embargo, del mundo: el arco de una cuerda gía doctae ignorantiae; III. De coniec-
hay en su pensamiento, y sobre todo coincide con ésta cuando el arco es turis; IV. De filiatione Dei, De Genesi;
en el modo de expresar su pensamien- máximo; la curva coincide con la V. Idiota de sapientia, De mente, de
staticis cxperimentis; VI. De cisione
to, mucho que en su época era "nue- recta cuando la circunferencia crece Die; VIL De pace fidei; VIII. Criba-
vo ' y que ha sido calificado de "mo- hasta el infinito. El mundo es mani- tio Álchorani; IX. De ludo globi; X,
derno" o de "pre-modcrno". Desde el festación de Dios y en él posee el Compendium, De passest; XL De
punto de vista filosófico —o filosófi- principio de su unidad y orden; es, beryllo, De dato patris luminum, De
co-teológico— interesan en Nicolás de por así decirlo, "el máximo concreto quàerendo Deum; XII. De venatione
Cusa especialmente el modo como y compuesto". Mas para aspirar al sapientiae, De ápice theoriae; XIII
afrontó dos cuestiones, para él, por lo saber de la unidad suprema es ne- y XIV. De concordantia catholica. En
demás, íntimamente relacionadas en- cesario que el hombre se sumerja la publicación el plan ha sido algo
tre sí: la cuestión del conocimiento o, cambiado; por ejemplo, el t. XIII
en un espíritu de ausencia de deter- (aparecido en 1944) incluye Direc-
más adecuadamente, del acceso a la minaciones positivas, de renuncia a tio speculantis seu de non aliud; el
realidad; y la cuestión de la naturale- toda afirmación. Tal estado de espí- t. XIV el Libro I de De concordan-
za de Dios y de la relación entre Dios ritu, en el cual el alma se desprende tia catholica (aparecido en 1939). —
y el mundo, o Dios y las criaturas. del conocimiento de los contrarios y En trad, esp.: La docta ignorancia,
En lo que toca a la "cuestión del se aproxima al conocimiento por la 1957 (trad., prólogo y notas de Ma-
conocimiento", Nicolás de Cusa dis- razón especulativa o intuición inte- nuel Fuentes Benet).
tinguió cuatro grados del conocer: los lectual, es la verdadera docta igno- Eduard Zellinger, Cusanus-Konkor-
rantia (véase DOCTA IGNORANCIA), la danz. Unter Zugrundlegung der phi-
sentidos, que proporcionan imágenes losophischen und der bedeutendsten
confusas e incoherentes; la razón, que "sabiduría" y no la "ciencia", la igno- theologischen Werke, 1960 [basada
las diversifica y ordena; el intelecto o rancia que se hace consciente de la en ediciones críticas, ed. de París de
razón especulativa, que las unifica; y impotencia de todo saber racional. 1514 y varios manuscritos]. — Una
282
NIC NIC NIC
Cusanus-Gesellschaft publica desde y Aristón de Alejandría, se dedicó in- cripción matemática de procesos físi-
1961 Mitteilungen und Forschungsbei- tensamente a la recopilación y a la cos. Su influencia al respecto fue con-
träge, en forma de anuario. Hay, en investigación: resultado de ello es siderable; según hemos indicado en el
la Universidad de Maguncia, un Ins- una descripción de las plantas, toda- artículo sobre los mertonianos, mu-
titut für Ciisanus-Forschung, fundado vía conservada. Nicolás de Damasco chos autores influidos por éstos fueron
por Rudolf Haubst en I960.
Véase F. A. Scharpff, Der Kardina] escribió también numerosos comenta- asimismo influidos por Nicolás de
N. von Cues, 1843. — Id., id., rios filosóficos, que abarcaban prác- Oresme, por lo menos en cuanto usa-
Der Kardinal und Bishof N. von Cues ticamente todos los campos del sa- ron su famoso "método gráfico".
als Reformator in Kirche, Reich und ber —desde la metafísica y teología Este método consiste esencialmente
Philosophie des 15. Jahrh., 1871. — hasta la meteorología—, pero de mu- en el uso de figuras bidimensionales
R. Falckenberg, Grundzüge der Phi- chos de ellos solamente se han con- con el fin de representar variaciones
losophie des N. Cusanus mit besonde- servado fragmentos y de algunos úni- en cualidades y en movimientos de
rer Berücksichtigung der Lehre vom camente los títulos. En una obra los cuerpos. Para la representación de
Erkennen, 1880. —'j. Uebinger, Phi-
losophie des N. Cusanus, 1881. — Id., titulada Sobre Aristóteles, Περί τί,ς'Αρι movimientos, Nicolás de Oresme usó
id., Die Gotteslehre des N. C., 1888 στ ο τ έλο^ις , Nicolás de Damasco pare- una línea para representar el tiempo
(con edición del texto hasta entonces ce haber escrito una introducción sis- y otra para representar las llamadas
inédito: De non aliad}. (Otros escri- temática al estudio del Estagirita. "velocidades instantáneas". Para la
tos de Uebinger sobre las obras de Nicolás fue consejero de Heredes representación de cantidades de una
Cusa en el Zeitschrift für Philoso- el Grande. cualidad, usó una línea para represen-
phie, Philosophisches Jahrbuch e Textos: Th. Roeper, Nie. Dam. de tar extensión de la cualidad en un
Historisches Jahrbuch, 1893-1894). — Aristotelis philosophia librorum reli- sujeto y otra línea para representar
G. Grüning, Wesen und Aufgabe des quiae (Lectiones Abulpharagianae), las diversas cualidades intensivas. Ni-
Erkennens nach N. Cusa, 1902. — 1844. — Hay fragmentos de una
Max Jacobi, Das Weltgebäude des colás de Oresme dio también una
traducción siria de la obra sobre prueba muy influyente del teorema
Kardinals N. von Cues, 1904. — Ch. Aristóteles en un manuscrito canta-
Schmidt, Kardinal N. Cusanus, 1907. brigiense. — E. H. F. Meyer, Nie. de la velocidad media y desarrolló la
— K. P. Hasse, Nikolaus von Kues, Damas, de plantis libri dúo, 1841. — noción de la "cantidad de velocidad",
1913. — Edmund Vansteenberghe, K. Müller, Fragmenta historicorum haciendo progresar grandemente el
Le Cardinal M. de Cues: L'action. La Graecorum, III, 348 y sigs. — Véase análisis y descripción matemática del
pensée, 1920, reimp., 1963 [con bi- C. Trieber, Quaestionae Laconicae, movimiento uniformemente acelerado
bliografía; el mismo autor publicó, en pars I: De N. Dam. Laconicis, 1866. de los cuerpos.
1910, el texto hasta entonces inédito: NICOLÁS DE ORESME ( t 1362) Los más importantes escritos físicos
"De ignota literatura" de Juan Wenck
de Herrenberg contra Nicolás de Cu- nació en un lugar (según algunos, y matemáticos de Nicolás de Oresme
sa]. — Ernst Cassirer, Individuum Allemagne) del obispado de Bayeux, son: Tractatus de configurationibus
und Kosmos in der Philosophie dei en una zona ocupada hoy por el de- formarum. — De unifonnitate et dif-
Renaissance, 1927 (trad, esp.: Indivi- partamento de Calvados, en Norman- formitate intentionum. —· Cuestiones
duo y cosmos en la filosofía del Re- super geometriam Euclides. — De ve-
día (Francia). Estudió teología en locitate motus alterationis. — De pro-
nacimiento, 1951). — J. Ritter, Docta París y fue gran maestro del Colegio
Ignorantia. Die Theorie des Nichtwis- portionibus velocitatum in motibus. —
de Navarra, de la Universidad de Pa- Álgorismus proportionum. — De pro-
sens bei Nicolaus Cusanus, 1927. —
Paolo Rotta, II Cardinale Nicolo di rís, en 1356. En 1377 fue nombrado portionibus proportionum. Algunos de
Cusa, la vita ed il pensiero, 1928. — obispo de Lisieux. estos tratados fueron publicados a fi-
E. Hoffmann, "Cusanus-Studien. I. Nicolás de Oresme es considerado nales del siglo xv y comienzos del si-
Das Universum des N. von Cues" como un precursor del tipo del uomo glo xvi (generalmente con otros tex-
(Sitzungsberiche der Heidelb. Akade- universale renacentista a causa de la tos); otros han permanecido inéditos
mie der Wissenschaften, Phil-Hist. hasta el presente; de otros se han pu-
amplitud de sus intereses intelectua- blicado fragmentos (P. Duhem, M.
Klasse, 1929/1930. — P. Mennicken, les. En efecto, se ocupó de filosofía,
N. von Cues, 1932. — H. Bett, N. of Clagett, L. Thorndike, A. Maier, etc.).
Cusa, 1932. — H. Rogner, Die Bewe- física, matemáticas, astronomía, astro- Las más abundantes y exactas refe-
gung des Erkennens und das Sein in logía y economía (su tratado sobre las rencias a las ideas físicas y matemáti-
der Philosophie des Nikolaus von monedas es uno de los primeros, si no cas de Nicolás de Oresme se encuen-
Kues, 1937. — H. Kunkel, Schickal el primero, sobre la cuestión en la tran en los escritos de los historiadores
und Liebe des Nikolas von Cusa, última Edad Media y comienzos de la mencionados en el paréntesis anterior
1949. — R. Schultz, Die Staatsphilo- a que hemos hecho referencia en de-
época moderna). Es considerado asi- talle en las bibliografías de MERTO-
sophie des N. con Kues, 1948. — G. mismo como uno de los precursores
Saitta, N. Gusano e l'umanesimo ita- NIANOS y PABÍS (ESCUELA DE). — De
liano, 1957. — Karl Volkmann- de la física (y especialmente de la los escritos astronómicos destacan:
Schluck, N. C. Die Philosophie im cinemática) moderna. Habitualmente Cuestiones super de celo. — Libre du
Übergang vom Mittelalter zur Neu- se incluye a Nicolás de Oresme entre ciel et du monde. De este último hay
zeit, 1957. — C. Hummel, N. C. Das los físicos de la llamada "Escuela de ed. por A. D. Menut y A. J. Denony,
Individualitätsprinzip in seiner Philo- París" (VÉASE), pero debe tenerse en en Medioeval Studies, III y IV ( 1941-
sophie, 1961. cuenta que en muchos respectos Ni- 1943); Cfr. de dichos autores: "Nico-
colás de Oresme trató de cuestiones las Oresme: Le Libre du Ciel et du
NICOLÁS DE DAMASCO (nac. Monde", Franciscan Studies, VII
ca. 64 antes de J. C. ) fue uno de físicas en formas que se acercan a las (1947), 113-46. — Su tratado sobre
los más destacados peripatéticos de de los mertonianos (v. ) y, en todo la moneda se titula Traicté de la pre-
la época. Como Andrónico de Rodas caso, insistió más que otros en la des- mière invention des monnaies (y, en
283
NIC NIC NIC
latin: De mutationes monetarum, o haciendo reservas "de hecho" —la fa- también un Essai sur le moyen de
también De maneta; véase al efecto mosa distinción entre la "cuestión de conserver la paix avec les hommes; un
Émile Bridey, Ν. Ο. Étude d'histoire derecho" y la "cuestión de hecho" en Traité de la grâce générale, en 2 vols.;
des doctrines et des faits économiques. el curso de la polémica jansenista se una Réfutation des principales erreurs
La théorie de la monnaie au XlVe des quiétistes, y De ^éducation d'un
siècle, 1906, y Ch. Johnson, The De debía justamente a Nicole—, Nicole prince (para el primogénito de Vic-
Moneta of N.de O., 1957. — De sus se retiró de las querellas jansenistas y torio Amadeo II de Saboya).
escritos astrológicos es importante so- se consagró en gran parte a la com- Edición de obras por C. Jourdain
bre todo el Livre des divinations; ed., posición de varias obras de carácter (Paris, 1844). — Véase Reinhold
trad, y notas en G. W. Coopland, IV. ético, educativo y teológico. En las Schenk, Die Verstandes- und Urted-
O. and the Astrologers; A Study of últimas combatió las tendencias quie- sbildung in ihrer Bedeutung für die
His Livre de Divinacions, 1952 [in- tistas (véase QUIETISMO) y protestan- Erziehung bei N., 1908. — E. Thou-
cluye porciones del De falsis Prophe- tes, y desarrolló un sistema de la gra- verez, P. N., 1926. — Le Breton
tis, de Pedro de Ailly, y texto del Grand-Maison, P. N. ou la civilité
latino Tractatus contra Judicarios As- cia en oposición a muchas ideas de su
chrétienne, 1946. — Véase también
trónomos, de Nicolas de Oresme]. —· antiguo amigo y colaborador, Arnauld. bibliografía de JANSENISMO y PORT-
Se deben asimismo a Nicolás de Ores- Nicole subrayó en sus últimas obras ROYAL (LÓGICA DE).
me paráfrasis francesas de la Política "la debilidad del espíritu humano" NICOLETTO DA UDINE (PAO-
u de la Oeconomica de Aristóteles contra los que pensaban haber descu- LO). Véase PABLO DE VENECIA.
(Aristotelis Política et Oeconomica bierto de una vez por siempre los NICÓMACO DE GERASA (Ara-
cum glossematibus gaïïice versa principios de las ciencias. Ello ha he- bia) (fl. 140) desarrolló las tenden-
[I486], así como comentarios a la cho pensar a algunos que Nicole se
Ethica Nicomachea (ed. por A. D. cias neopitagóricas en el sentido de
Menut, 1940). dejó llevar por el pirronismo, pero de- una mística numérica en su Introduc-
Sobre N. de O. véanse obras de P. be tenerse en cuenta que los ataques ción a la aritmética, Αριθμητική ει-
Duhem, M. Clagett, L. Thorndike, A. de Nicole contra las pretensiones de σαγωγή. Según Nicómaco, los núme-
Maier antes referidas; además: Ernst los filósofos a alcanzar verdades abso- ros han pre-existido al mundo y han
Bochert, Die Lehre von der Bewegung lutas no lo conducían a negar la posi- constituido el modelo según el cual
bei N. O., 1934 (Dis.). — Sobre el bilidad de demostrar verdades tales éste ha sido forjado. El neopitagoris-
"método gráfico", obras de M. Clagett como la existencia de Dios y la in- mo se combinaba, pues, en Nicóma-
[que ha ed. fragmentos] y H. Wieleit- mortalidad del alma siempre que la co con el platonismo (del Timeo),
ner, "Über den Funktionsbegriff und demostración no fuese puramente es-
die graphische Darstellung bei Ores- con típicas concepciones neoplatóni-
me", Bibliotheca Mathematica, 3 Fol- peculativa y se atuviese a la conside- cas según las cuales los números
ge, XIV (1914), 193-248. ración racional del orden del mundo. constituyen la realidad de las ideas,
NICOLE (PIERRE) (1625-1695) Característico del pensamiento de Ni- y con concepciones filónicas según
nació en Chartres, de donde salió en cole en muchos de sus escritos no las cuales las ideas (o números) es-
1642 hacia París para estudiar en el polémicos es la actitud del moralista, tán en la mente de Dios como prin-
Collège d'Harcourt, siendo recibido con la aplicación del "espíritu de fi- cipios. Por lo demás, los números eran
de maestro de Artes en 1644. Su fre- nura" a los problemas del "conoci- interpretados como representando ta-
cuentación de la casa de Port-Royal miento del hombre" y de la relación les principios (así, el Uno o, mejor,
de París y sus conversaciones con Ar- entre los hombres en la sociedad. lo Uno es la divinidad o la razón; el
nauld (v. ) lo llevaron al jansenismo Además de la Logique de Port- dos o, mejor, la diada, la materia)
(v.). Nicole profesó en Port-Royal de Royal, de los escritos en los cuales co-
laboró y de las mencionadas Lettres en forma que recuerda las especula-
París (1646-1650) mientras obtenía ciones, a base de oposiciones, de los
sur l'hérésie imaginaire, se deben a
el grado de bachiller en 1649 pero Nicole: Essais de morale, una vasta miembros de la Academia antigua.
renunciaba a seguir la carrera ecle- colección de volúmenes diversos, cuyo Nicomachi Geraseni Pytliagorei in-
siástica que había iniciado. En 1650 primer tomo apareció en 1671 bajo el troductionis aríthmeticae libri II, ed.
pasó a Port-Royal-des-Champs, donde pseudónimo de Mombrigny. En la R. Hoche, Lipsiae, 1866. Hay comen-
compuso con Arnauld la Lógica de forma en que fueron impresos en tarios y escolios a la obra por Jám-
Port-Royal (véase PORT-ROYAL [LÓ- 1744, los Essais de morale de Nicole blico (ed. H. Pistelli, Lipsiae, 1894),
GICA DE] ), y colaboró en la redacción comprenden: Divers opuscules de mo- y por Juan Filopón (ed. R. Hoche,
de multitud de tratados, cartas y apo- rale (6 vols.); Lettres sur différents Wesel, 1864-1865 y^ 1867). — La In-
sujets (3 vols.); Réflexions morales troducción de Nicómaco fue tradu-
logías jansenistas y antimolinistas, in- cida al latín por Apuleyo y Boecio y,
sur les Epîtres et Évangiles (5 vols.);
cluyendo, según se dice, las Provincia- Vie de Nicole, tirée de ses écrits, por como indica A. J. Festugière (La
les de Pascal, de las cuales bosquejó el Abate Goujet ( l vol. ) ; Instructions Révélation d'Hermès Trímégiste, I,
algunas, retocó otras y tradujo todas théologiques et morales sur les sacre- 1944, pág. 2), sirvió en esta forma
al latín con un comentario que lleva- ments (2 vols.); Instructions théolo- como manual de estudio todavía du-
ba el pseudónimo de Guillermo Wend- giques et morales sur le Symbole (2 rante los siglos xn y xni.
rock, doctor en teología en Salzburgo. vols.); Instructions théologiques et NICÓSTRATO (fl. 160 a 170) fue
Hacia 1664-1665 compuso unas Car- morales sur le Décalogue (2 vols.); más fiel a la ortodoxia platónica y
tas sobre la herejía imaginaria (Lettres Instructions théologiques et morales menos inclinado al eclecticismo que
sur l'Oraison dominicale (1 vol.);
sur l'hérésie imaginaire). Después de Traité de la prière (2 vols.); L'es- la mayor parte de los autores plato-
la llamada "paz clementina", es decir, pirit de Nicole, ou Instructions ti- nizantes de su época. Su importancia
cuando el Papa Clemente IX accedió rées de ses ouvrages, por el Abate en la historia de la filosofía se debe
a que se firmara el célebre formulario Cerveau ( l vol.). — Nicole escribió al minucioso comentario que hizo de
284
NIE NIE NIE
las Categorías de Aristóteles, comen- filosófica tres períodos más o menos y, sobre todo, de la identificación
tario que fue ampliamente usado por definidos: el primero, que va desde hegeliana de lo real con lo racional,
varios filósofos neoplatónicos (Ploti- sus estudios en Leipzig hasta 1878, tiene como natural consecuencia una
no, Porfirio) y que ha valido du- se caracteriza por sus primeros tra- aguda crítica del filisteísmo cultural,
rante muchos siglos como expresión bajos de interpretación y crítica de que Nietzsche ve representado ante
de la actitud "ortodoxa" frente a esta la cultura y por su devoción scho- todo en David F. Strauss y que ex-
parte de la doctrina aristotélica. Ni- penhaueriana y wagneriana; es la tiende a la cultura burguesa y sa-
cóstrato pretendía hallar numerosas época de El origen de la tragedia tisfecha, a la vida que no se resigna
aporías en la doctrina aristotélica; en el espíritu de la música (1872), a "vivir en peligro". Genialidad esté-
casi todas ellas se derivaban, a su de La filosofía en la época trágica de tica y espíritu trágico, música y des-
entender, de la tendencia de Aristó- los griegos (1874), de las Conside- mesura son las categorías con las
teles a considerar lo sensible y lo raciones intempestivas (1873-1876). El cuales construye Nietzsche el primer
inteligible como especies de un mis- segundo período, donde rinde home- andamio de su sistema, en el cual no
mo género en vez de mantenerlos naje a la cultura y al espíritu libres, puede quedar excluida, sino integra-
separados. en un sentido semejante al de la da, la aparente fase contradictoria del
Fragmentos del comentario de Ni- Ilustración francesa, es representado amor al iluminismo volteriano,'por-
cóstrato han sido conservados en los por Humano, demasiado humano que éste no es entendido como un
comentarios de Simplicio. Véase K. (1876-1880), Aurora (1881) y La Gaya optimismo filisteo sobre el progreso,
Praechter, "Nikostrat, der Platoniker", Scienza (1882). E1 tercero y último, sino, siguiendo las tendencias de los
Hermes, LVII (1922), 481-517. el llamado período de Zaratustra o moralistas franceses del setecientos,
NIETZSCHE (FRIEDRICH) (1844- de la "voluntad de poder", compren- como una verdadera y profunda com-
1900), nació en Röcken y estudió de: Así habló Zaratustra (1883), Más prensión del alma humana, de su
en la Universidad de Bonn con O. allá del bien y del mal (1889), Ge- valor tanto como de su incurable es-
Jahn y F. Ritschl, pasando en 1865 nealogía de la moral (1887), El caso tupidez. El supuesto iluminismo de
a Leipzig, donde cursó filología y Wagner (1888), El ocaso de los Nietzsche es, consiguientemente, sólo
comenzó a entusiasmarse con Scho- ídolos (1889), los diversos planes una preparación para su posterior e
penhauer y la música. Allí trabó para la Inversión de todos los valores, incisiva crítica de la cultura europea,
amistad con Erwin Rohde y luego con El Anticristo, El Inmoralista, la para la elaboración de su propia
con Richard Wagner. Nombrado el Crítica de la filosofía, y, finalmente, filosofía, en donde el radical prag-
año 1870 profesor ordinario de fi- su obra capital, La Voluntad de po- matismo vitalista y aun biológico no
lología clásica en Basilea, donde se der, Ensayo de una trasmutación logra desvirtuar su descubrimiento
relacionó con J. J. Bachofen y Jakob de todos los valores, ejecutado en del elemento en que reposa necesa-
Burckhardt, abandonó el cargo en parte fragmentariamente, ampliación riamente la cultura: la creación del
1878 por grave enfermedad, después y realización de los planes anterio- valor.
de haber roto con Wagner. Hasta res, con las tesis sobre El nihilismo Este descubrimiento de los valores,
1889, aproximadamente, y justamen- europeo, la Crítica de todos los valo- realizado al hilo de una constante
te durante el período de su mayor res, los Principios de una nueva ta- polémica contra la moral, por la cual
actividad literaria, pasó una gran bla de valores y los aforismos defi- entiende Nietzsche casi siempre lo
parte de los veranos en Sils-María, nitivos sobre El eterno retomo. Sin que llama "moralina", es el resultado
en la Engadina, y el resto del tiem- embargo, a través de estos períodos, de un análisis apasionado y hondo de
po en la Riviera y en diversas ciu- en apariencia tan distintos, late en los valores de la cultura europea,
dades de Italia y de Alemania, casi Nietzsche una perfecta unidad y, valores que ve encarnados en el cris-
siempre solitario, y sufriendo múlti- para decirlo con Pfänder, un sistema. tianismo, el socialismo y el igualita-
ples recaídas, rodeado a veces de sus Este sistema resulta más compren- rismo democrático. Nietzsche susten-
escasos amigos y discípulos. Final- sible desde su última fase, donde ta que semejantes ideales no son sino
mente, la profunda depresión ner- quedan englobados los momentos formas de una moral que debe ser
viosa que sufría desde hacía años le anteriores, desde la época scho- superada mediante un punto de vista
produjo un súbito oscurecimiento penhaueriana y la distinción entre situado más allá del bien y del mal,
mental y, por último, le sobrevino el espíritu apolíneo y el espíritu dio- manifestaciones de una vitalidad des-
una parálisis, teniendo que ser tras- nisiaco, hasta los intentos para esta- cendente, de un ascetismo al cual
ladado a la clínica psiquiátrica de blecer una nueva tabla de valores. opone como valor supremo la vitali-
la Universidad de Jena y pasando el La distinción entre lo apolíneo y lo dad ascendente, la voluntad de vivir
resto de su vida en Naumburg y dionisíaco en la cultura griega y, a y, en última instancia, la voluntad de
Weimar con su madre y su hermana. través de ella, en toda la cultura occi- poder. La lucha contra los valores
La doctrina filosófica de Nietzsche, dental, es resuelta por Nietzsche me- vigentes hasta la fecha implica, cier-
cuyo carácter poético y personal ha diante una acentuación del elemento tamente, la demostración de su se-
sido muy insistentemente subrayado, último, entendido como una afirma- creta llaga, la evidencia tanto de la
es también, en cierto modo, como la ción de la vida, como una voluntad falsedad radical del pretendido obje-
de Kierkegaard, una filosofía exis- de vivir. Esta voluntad, que ofrece, tivismo del hombre de ciencia como
tencial, pero de un "existencialismo" en su concepción, caracteres ahistó- del espíritu decadente del cristiano,
de muy distinto sentido y contenido. ricos, que significa una negación de, en el cual ve Nietzsche una mani-
Suelen distinguirse en su evolución toda la cultura alemana de su época festación del resentimiento moral.
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Frente a estos valores, Nietzsche de la cultura presente, pues la cul- sehe ha contribuido a la multiplicidad
acentúa lo que llama, con término tura que ha abrazado una falsa tabla de interpretaciones, no sólo por la na-
no siempre unívoco, la vida. Ésta es de valores debe desembocar necesa- turaleza a la vez ambigua y "sugesti-
la norma y el valor supremos, al cual riamente en el hundimiento y en la va" de los aforismos, sino también
deben someterse los restantes, pues decadencia, debe quedar sepultada porque el modo de interpretarlos de-
la voluntad de vivir es el mayor por la marea que avanza impetuosa pende grandemente de la manera co-
desmentido posible a la objetivi- y de la cual sólo se salvarán los que mo han sido ordenados. En nuestra
dad, al igualitarismo, a la piedad y sientan como propia la necesidad de exposición nos hemos atenido a lo que
compasión cristianas. Pero la volun- superación del hombre. La filosofía nos parecía que resaltaba más en el
tad de vivir, que es voluntad de de Nietzsche está enteramente ex- pensamiento de Nietzsche en sus di-
poder y de dominio, exige, junto presada en los principios de su nueva versas "etapas", pero un estudio más
con la crítica de dichos falsos valores, valoración, que comprende la subor- detallado de Nietzsche debe tener en
la erección de un nuevo ideal del dinación del conocimiento a la nece- cuenta los cambios que puede intro-
Superhombre, que es "el sentido de sidad vital e inclusive biológica, la ducir una distinta ordenación de afo-
la Tierra", pues "el hombre es algo formación de una lógica para la vida, rismos y, sobre todo, una distinta or-
que debe ser superado". El Super- el establecimiento de un criterio de denación de los fragmentos publica-
hombre es aquel en quien la volun- verdad según la elevación del senti- dos en las ediciones más conocidas
tad de dominio se revela en toda su miento de dominio, la negación de con el nombre de "La voluntad de do-
fuerza; es el que está situado verda- lo universal y necesario, la lucha con- minio" o "La voluntad de poder" (Der
deramente más allá de la moral, el tra todo lo metafísico y absoluto. Wille zur Macht). Hay que hacer
que tiene el valor de afirmar frente Crítica e inversión de los valores que constar a este respecto que la inter-
a la moral la virtú en el sentido del exige a la vez una destrucción de la vención de la hermana de Nietzsche,
Renacimiento italiano. El Superhom- filosofía y de su historia; en lugar Elisabeth Förster-Nietzsche, en los es-
bre es el que vive en constante pe- de los valores morales aparecen los critos del filósofo, ha introducido no
ligro, el que, por haberse desprendido valores naturales; en lugar de la so- pocas confusiones y malas interpreta-
de los productos de una cultura de- ciología, la doctrina de las formas ciones de su pensamiento. Con el fin
cadente, hace de su vida un esfuerzo de dominio (o de poder); en lugar de de despejar las primeras y rectificar
y una lucha. Si el Superhombre tiene la teoría del conocimiento, una jerar- las segundas Karl Schlechta ha pre-
alguna moral, es la moral del señor, quía de los afectos estructurada de sentado su edición de "Obras" en 3
opuesta a la moral del esclavo y del acuerdo con el principio de la volun- vols, a la que nos referimos en la bi-
rebaño y, por lo tanto, opuesta a la tad de poder; en lugar de la metafísi- bliografía; importante en esta edición
moral de la compasión, de la piedad, ca y de la religión, la doctrina del es la distinta ordenación de los frag-
de la dulzura femenina y cristiana. eterno retorno. Esta última doctrina, mentos de Nietzsche, especialmente
La idea del Superhombre, con su que desempeña acaso el papel culmi- los conocidos con el citado nombre
moral del dominador y del fuerte, es nante en la filosofía de Nietzsche, que de "La voluntad de dominio" o "La
ya la primera inversión de los valores, hace de ésta una mítica y una filo- voluntad de poder".
pues éstos adquieren una jerarquía sofía de la salvación, es llamada por Títulos originales y fechas de las
contraria cuando son contemplados Nietzsche "una profecía"; su demos- primeras ediciones: Die Geburt der
desde su punto de vista. Obje- tración científica no oculta su esen- Tragödie aus dem Geiste der Musik,
tividad, bondad, humildad, satisfac- cial motivo, ese motivo que Unamu- 1872. — Unzeitgemässe Betrachtun-
ción, piedad, amor al prójimo son no ha visto en la sed de inmortalidad gen, en 4 partes, I, 1873; Π, 1874;
valores inferiores; están en un rango y que el propio Nietzsche ha consi- III, 1874; IV, 1876 (abarcan: David
distinto del que supone el esclavo, derado desde un punto de vista mo- Strauss, der Bekenner und der Schrif-
ral, dando a cada uno de los momen- steller; Vom Nutzen und Nachteil der
pues la vida y su afirmación, el poder Historie für das Leben; Schopenhauer
y su afirmación son infinitamente tos de la existencia un valor infinito als Erzieher; Richard Wagner in
superiores a ellos y exigen la creación por la forzosidad de su repetición Bayreuth), 2» edición, 2 vols., 1893.
de una nueva tabla estimativa, de la eterna. El medio para sobrellevar esta — Menschliches, Allzumenschliches
tabla en donde la objetividad es sus- doctrina es justamente la transmuta- Ein Buch für freie Geister, 1878. —
tituida por la personalidad creadora, ción de todos los valores; sólo por Der Wanderer und sein Schatten,
la bondad por la virtú, la humildad ella cobra el eterno retorno una sig- complemento a la obra anterior, 1880
por el orgullo, la satisfacción por el nificación adecuada y sólo por ella (edición total de la obra y sus apén-
dices y prefacio: 2 vols., 1886). —
riesgo, la piedad por la crueldad y puede ser entendido el mundo, ya en Morgenröte. Gedanken über morali-
el amor al prójimo por el amor a lo un sentido plenamente metafísico, sche Vorurteile, 1881. — Die fröhli-
lejano. Estos son los valores de la vida como la manifestación de la voluntad sche Wissenschaft, 1882, 2* edición,
ascendente, los valores que la cultura de dominio, como la voluntad de ampliada, 1887. — Also sprach Za-
europea ha rechazado, desembocan- dominio misma, como "algo que debo rathustra, partes I a III; I, 1883; II,
do por ello en su estado actual, en repetirse eternamente, como un de- 1883; III, 1884; Parte 4, 1891. —
el nihilismo que se anuncia y para venir que no conoce satisfacción, Jenseits von Gut und Böse. Vorspiel
aburrimiento ni fatiga". zu einer Philosophie der Zukunft,
cuya música "todos los oídos están 1886. — Zur Genealogie der Mo-
aguzados". El profetismo de Nietz- La filosofía de Nietzsche ha sido ral, 1887. — Der Fall Wagner, 1888
sche es pura y simplemente una con- interpretada muy diversamente. El (edición de 1900 con el escrito:
secuencia de su crítica de los valores modo aforístico de escribir de Nietz- Nietzsche contra Wagner). — Die
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Götzendämmerung, 1889. — Ge- presa). Trad, de Epistolario por L. Le pessimisme esthétique de N., 1921.
dichte und Sprüche, ed. Elisabeth López-Ballesteros, 2' ed., 1932; nueva — id., id., N. et le transformisme in-
Förster-Nietzsche, 1898. — Ecce trad, de "Correspondencia" por Feli- tellectualiste, 1922. — Id., id., La ma-
Homo, ed. R. Richter, 1908. Otras pe González Vicen. turité de N., 1928. — Id., id., La
obras —tales como los fragmentos Para bibliografía: Herbert W. Rei- dernière philosophie de N., 1930. —
sobre La voluntad de poder (Der chert y Karl Schlechta, International H. Römer, N., 2 vols., 1921. — Ch.
Wille zur Macht. Versuch einer N. Bibliography, 1960 [North Caroli- Schremps, F. N., 1922. — R. Reinin-
Umwertung aller Werte)— aparecie- na Studies in Comparative Literatu- ger, F. Nietzsches Kampf um den
ron sólo en las ediciones de obras re, 29]. Sinn des Lebens. Der Ertrag seiner
completas. — La correspondencia Mencionamos aquí los libros biográ- Philosophie für die Ethik, 1922. — K.
fue editada en varios volúmenes: ficos o, según Schlechta, "pseudo- Hildebrandt, Nietzsches Wettkampf
Gesammelte Briefe, ed. E. Förster- biográficos" escritos por Elisabeth mit Sokrates und Plato, 1922. — Id.,
Nietzsche y P. Gast, I, 1900; II, 1 Förster-Nietzsche: Das Leben F. id., N. als Richter unserer Zeit, 1923.
y 2, 1902; III, 1, 2, 1904-1905; IV, Nietzsches, 3 vols., 1805-1904 (I, — Id., id., Wagner und N. Ihr Kampf
1908, 1909. — Nueva edición de 1805; Π, 1897; III, 1904). — Der gegen das 19. Jahrhundert, 1924. —
correspondencia por R. Oehler, 1911. junge N., 1912. — Der einsame N., Id., id., Gesundheit und Krankheit in
También está incluida en las grandes 1913. De la amiga de N., Lou An- Nietzsches Leben und Werk, 1926.
ediciones ulteriormente mencionadas. dreas-Salomé, se menciona: F. N. in — Id., id., "Ueber Deutung und
Éstas se han basado en parte en los seinen Werken, 1894. — Biografía por Einordnung von Nietzsches 'System'"
papeles y obras postumas proporcio- D. Halevy, La vie de F. N., 1909 Kantstudien, XLI ( 1936). — A. Pfän-
nados por el Nietzsche-Archiv, de (trad, esp.: La vida de N., 1943). der, N. (Colección Los Grandes Pen-
Weimar, a cargo de la hermana de De la abundante bibliografía nietz- sadores, t. II, trad, esp.: 1925). —
Nietzsche, Elisabeth Förster-Nietz- scheana, destacamos: Hugo Kaatz, Ludwig Klages, Die psychologischen
sche [sobre el Archiv véase: P. Kühn, Die Weltanschauung F. Nietzsches, Errungenschaften Nietzsches, 1926.—
Der Nietzsche-Archiv, 1904. — E. 1892. — W. Weigand, F. N. Ein psy- A. H. J. Knight, Sowie Aspects of the
Förster-Nietzsche, Der Nietzsche Ar- chologischer Versuch, 1893. — Alois Life and Work of N., and particularly
chiv, seine Freunde und seine Fein- Riehl, F. N., der Künstler und der of His Connection with Greek Litera-
de, 1907. — A. Oehler, Nietzsches Denker, 1897. — E. Zoccoli, F. N. ture and Thought, 1933. — E. Em-
Werke und der Nietzsche Archiv, La filosofía religiosa. La morale. L'e- merich, Wahrheit und Wahrhaftigkeit
1910]. — La primera edición de stetica, 1898. — Henri Lichtenberger, in der Philosophie Nietzsche, 1935
obras de Nietzsche, por Peter La philosophie de N., 1898 (trad, (Dis.). — Karl faspers, N. Einführung
Gast, quedó incompleta (5 vols., esp.: La filosofía de N., 1899). — in das Verständnis seines Philosophie-
1892-1893). Después de ella apareció Theobald Ziegler, F. N., 1900. — E. rens, 1936 (trad, esp.: N., 1963). —
Horneffer, Vorträge über N. Versuch Id., id., 2V. und das Christentum, 1946
la Grossoktavausgabe, 20 vols., 1899- einer Wiedergabe seiner Gedanken,
1912; la Kleinoktavausgabe, 16 vo- (trad, esp.: IV. y el cristianismo, 1955).
1900. — Paul Deussen, Erinnerungen — W. Schlegel, Nietzsches Geschicht-
lúmenes, 1899 y siguientes; la Ta- an F. N., 1901. — Rudolf Eisler, sauffassung, 1937. — U. Steiff, F.
schenausgabe, 11 vols., 1906 y si- Nietzsches Erkenntnistheorie und Me- Nietzsches Philosophie des Triebes,
guientes; la "Neue Ausgabe", 19 taphysik, 1902. — Hans Vaihinger, 1940. — C. Brinton, IV., 1941 (trad,
vols., 1905-1913; la Musarion-Ausga- N. als Philosoph, 1902. — Francesco
be, 21 vols, y 2 vols, de índices, esp., 1947). — F. Copleston, N., Phi-
Orestano, Le idee fondamentali di losopher of Culture, 1942. — P. Quin-
1920-1929; la Dünndruckausgabe, 6 F. N. nel loro progressive svolgimen-
vols., y 2 complementarios, 1930 y tin Pérez, S. J., N., 1943. — Otto
siguientes; la Historisch-kritische Ge- to. Esposizione e critica, 1903. — O. Flake, N. Rückblick auf eine Philoso-
samtausgabe, 1933 y sigs. — La edi- Ewald, Nietzsches Lehren in ihren phie, 1946. — Ezequiel Martínez Es-
ción de escritos de N. por Karl Schlec- Grundbegriffen, die ewige Wieder- trada, IV., 1947. — H. A. Reyburn
ta a que nos referimos en el texto del kehr des Gleichen und der Sinn des (en colaboración con H. E. Hinderks
artículo es: Werke, 3 vols., 1956. Im- U ebermenschen, 1903. (Sobre el con- y J. G. Taylor), N., the Story of a
portantes en esta edición son las si- cepto del eterno retorno véase tam- Human Philosopher, 1948. — G. Thi-
guientes secciones del volumen III: bién la bibliografía de este artículo.) bon, IV. et le déclin de l'esprit, 1947
"Autobiographisches aus den Jahren — R. Richter, F. N., sein Leben und (trad, esp.: N. o el declinar del espí-
1856-1869" (págs. 7-154); "Aus dem sein Werk, 1903. — Arthur Drews, ritu, 1951). — Fr. G. Jünger, IV.,
Nachlass der Achtzigerjahre" (págs. Nietzsches Philosophie, 1904. — J. de 1949. — W. A. Kaufmann, IV. Philo-
415-925); "Briefe" (págs. 927-1352) Gaultier, N. et la réforme philosophi- sopher, Psychologist, Antichrist, 1950.
y los apéndices (apéndice filológico, que, 1904. — Rudolf Willy, N. Eine — A. Mittasch, F. N. als Naturphilo-
págs. 1383-1432; y apéndice general Gesamtschilderung, 1904. — Karl soph, 1952. — R. Blunck, F. N. Kind-
sobre la edición, págs. 1433-1452). Jöel, N. und die Romantik, 1905. — heid und Jugend, 1953. — Karl
En la "Zeit- und Lebenstafel" (págs. Georg Simmel, Schopenhauer und N., Schlechta, Nietzsches grosser Mittag,
1359-1382), Schlechta pone de relie- 1906 (trad, esp., 1915). — G. Dwel- 1954. _ Id., id., Der Fall N., 1958
ve las "falsificaciones de cartas" per- shauvers, La philosophie de N., 1909. [véanse también de K. Schlechta las
petradas por Elisabeth Förster-Nietz- — E. Seillière, N. et Rohde s/f. notas a su edición cit. supra]. — Hans
sche. — Véase también ed. crítica de (1910). — S. Friedländer, F. N. Eine M. Wolff, F. N. Der Weg zum Nichts,
textos a base de los manuscritos de intellektuelle Biographie, 1911. — P. 1956 [Sammlung Dalp, 83], — Ange-
varias obras de la última época (IV. Eimer More, N., 1912. -— R. M. Me- les Kremer-Marietti, 'Thèmes et struc-
contra Wagner; Der Antichrist; Ecce yer, Nietzsches Leben und Werk, tures dans l'oeuvre de N., 1957. —
homo, Dionysos-Dithyramben ), por E. 1913. — G. Brandes, F. N., 1914. — Martin Heidegger, N., 2 vols., 1960.
F. Podach: N. Werke des Zusammen- E. Bertram, N. Versuch einer Mytho- — Jean Wahl, La pensée philosophé
bruchs. Authentische Texte, 1962. logie, 1918. — Charles Andler,' Les que de N. des années 1885-1888,1960
Trad, al esp. de obras de N. por E. précurseurs de N., 1920. — Id., id., [Cursos de la Sorbona; mimeog.]. —
Ovejero y Maury, 1932 y sigs, (reim- La jeunesse de N., 1920. — Id., id., Eugen Fink, Nietzsches Philosophie,
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NIF NIH NIH
I960. — Giles Deleuze, N. et la phi- liquide, ed. A. Swoboda, Pragae, 1889 rasa sobre la cual no hay nada escrito,
losophie, 1962. — E. Heftrich, Nietz- [comprende fragmentos eruditos e como lo muestra el hecho de que al
sches Philosophie. Identität von Welt históricos, los únicos que han sido principio estamos sólo en potencia
und Nichts, 1962. — K. Schlechte et conservados]. — M. Herzt, De P. frente al entendimiento y sólo luego
al., N. Von der verborgenen Anfän- N. F. studiis caque operibtts, 1845. podamos efectivamente entender
gen seines Philosophierens, 19Θ2. — — J. Klein, Quaestiones Nigidianae,
Para N. en los países hispánicos: Udo 1861 (Dis.). — A. Swoboda, Quaes- — por lo cual se puede decir que el
Rukser, N. in der Hispania, 1962. tiones Nigidianae, 1890 (Dis.). — entendimiento es "una potencia pasi-
NIFO ( A G O S T I N O ) ( 1463-ca. A. Gianola, P. Ñ. F. astrólogo et va". En efecto, el entendimiento ocu-
1546) nació en Sessa (y llamado por mago, 1905. — Abbé L. Legrand, pa un ínfimo lugar en el orden de los
ello "Suessanus" ), y profesó en diver- Publius Nigidius Figulus, philosophe entendimientos y es el que está más
néopythagoricien orphique, 1931. lejos de la perfección del intelecto di-
sas ciudades (Ñapóles, Padua, Pisa,
Bolonia y Roma entre otras). Discí- NIHIL EST IN INTELLECTU vino (S. theo., 1, q. LXXIX, 2 ad 3).
pulo de Nicoletto Vernia (VÉASE), si- QUOD PRIUS NON FUERIT IN Pero ello no significa que las cosas
guió por un tiempo las opiniones filo- SENSU = "Nada hay en el entendi- existan en el alma "materialmente";
sóficas de éste, siendo considerado miento (o intelecto) que no estuviese una vez más: nada hay en el entendi-
como uno de los averroístas de la lla- antes en los sentidos". Esta frase ex- miento que no estuviera antes en los
mada "Escuela de Padua" (v. ). Es- presa un principio introducido por sentidos, pero el entendimiento mis-
pecialmente importantes fueron en es- muchos autores escolásticos, especial- mo no está en los sentidos, pues es
te sentido sus investigaciones acerca mente los de tendencia aristotélica. distinto de éstos. Esta opinión es muy
de los métodos de conocimiento de la Aristóteles había considerado que en parecida a la muy conocida de Leib-
Naturaleza. Nifo defendió y elaboró los sentidos —en la sensación: α'ίσθη- niz cuando, al referirse a quienes man-
la doctrina de Averroes sobre la nece- σις— se hallan los gérmenes del co- tienen (como Locke) que "el alma es
sidad del uso de los dos métodos nocimiento. Algunos autores acentúan una tabla rasa, horra de caracteres y
—del efecto al descubrimiento de la el carácter radicalmente empirista de sin ninguna idea", dice que esta tabla
causa; de la causa al efecto— tratan- esta opinión y manifiestan que en rasa es una ficción. "Se me objetará
do de probar que este uso no envuel- Aristóteles el entendimiento se reduce ese axioma aceptado por los filósofos,
ve ningún círculo vicioso. En su es- de un modo o de otro a las impresio- de que nada hay en el alma que no
crito contra Pomponazzi, Nifo se nes sensibles. Otros autores, en cam- proceda de los sentidos. Pero hay que
opuso a la idea de que el alma no es bio, estiman que aunque Aristóteles exceptuar de ello la propia alma y sus
individualizable ni puede actuar sin el "empezaba" con los sentidos (o las afecciones. Nihil est in intellectu, quod
percepciones sensibles) no derivaba non fuerit in sensu, excipe: nisi ipse
cuerpo. Nifo se inclinó a las opiniones
simplemente el conocimiento de los intellectus" (Nouveaux Essais, II, i,
de Sigerio de Brabante en lo que toca sentidos, sino que lo explicaba como § 2), es decir: "Nada hay en el en-
al problema de la naturaleza del inte- resultado de las operaciones del en- tendimiento que no estuviera en los
lecto. tendimiento sobre los contenidos sen- sentidos, salvo el propio entendi-
Obras principales: De intellectu et sibles. El entendimiento abstrae de miento."
daemoníbus, 1942. — De infinítate
primi motoris, 1504. — Tractatus de tales contenidos las formas; sin el en- En cambio, los autores más decidi-
immortalitate animae comtra Pompo- tendimiento no habría, pues, formas damente empiristas entienden el prin-
natium, 1518 (Pomponazzi respondió y, por tanto, universales, pero éstos cipio en cuestión como equivalente a
a Nifo en su Defensorium contra no han sido impuestos o sobrepuestos la afirmación de que los sentidos son
Nyphum). — De pulchro et amóte, a la realidad sensible, sino extraídos las únicas causas de las ideas. En al-
1531. — Opúsculo moralia, 2 vols., (y abstraídos) de tal realidad. Los gunos casos ello se debe a suponerse
1643. — Además: comentarios a Aris- escolásticos a los cuales nos referimos que el órgano del conocimiento no
tóteles (14 vols., 1654), en particular siguen por lo común esta segunda in- está, como decía Lucrecio, alojado en
comentarios a la Phi/sica, ya publica- terpretación de Aristóteles. Tal sucede ninguna otra parte que en el propio
dos antes; por ejemplo, en Exposi- con Santo Tomás, el cual arguye con- "cuerpo vital" (De rerum natura, III,
tio. . .de phi/sico auditu, 1522).
De Nifo tratan la mayor parte de tra los que estiman que el entendi- 98-100). En otros casos se debe a que
las obras sobre AVERROÍSMO y PADUA miento y los sentidos son lo mismo: se rechazan las ideas innatas, o el in-
(ESCUELA DE). contra ponentes intellectum et sensum natismo (v.), cual ocurre con Locke,
NIGIDIO FIGULO (PUBLIUS esse idem ( C . Gent. II, 66), mani- si bien puede discutirse si este últi-
NIGIDIUS FIGULUS) (t 45 antes festando que si no fueran distintos no mo autor es tan radicalmente empi-
de J. C.), pretor en 58 fue, según habría diferencia entre los animales y rista como los filósofos declaradamen-
Cicerón, amigo suyo, uno de los neo- el hombre. Por lo demás, el sentido te "sensacionistas" o, como se les
pitagóricos de la época — de hecho solamente conoce las cosas singulares llama también, "sensualistas". Entre
el primero de los neopitagóricos. En (sensus non est cognitivus nisi singu- los últimos figuran pensadores del
su obra Sobre los dioses (De dis) ma- larium) y ningún sentido se conoce a tipo de Condillac, el cual sostiene que
nifestó tendencias místicas, astrológi- sí mismo (nullus sensus seipsum cog- '"no poseemos ideas que no procedan
cas y mágicas, a la vez que una ten- noscit). (Cfr. también S. Theol, I, q. del sentido" (Essai sur l'origine des
dencia a la erudición que era más LXXXIV, 2 ad 3). Es cierto que, co- connaissances humaines. I, i, § 8)
propia de la época que de las doc- mo había dicho Aristóteles (De an., — aunque agrega que sólo habla "del
trinas sustentadas. III, 4, 430 a 1), el entendimiento estado en que nos hallamos después
Véase P. Nigidii Figuli operum re- (intelecto) es como una tabla (v.) del pecado". "Todos nuestros cono-
288
NIH NIH NIR
cimientos y todas nuestras facultades El nihilismo se ha expresado a ve- Ivanovith Pisarév (nac. en Znamens-
—escribe también Condillac— proce- ces en forma de una "concepción del koé: 1840-1868), el cual escribió que
den de los sentidos o, para hablar más mundo". Ésta puede ser la concep- "todo lo que pueda romperse, hay que
exactamente, de las sensaciones" ción del mundo del que adopta un romperlo; lo que aguante el golpe,
(Traité des sensations. Introducción pesimismo radical, o bien la del que será bueno; lo que estalle, será bueno
titulada "Extrait raisonné du Traité adopta un punto de vista totalmente sólo para la basura. En todo caso,
des sensations"). En esta última afir- "aniquilacionista". En este último sen- hay que dar golpes a derecha y a iz-
mación se destaca claramente el "sen- tido se ha expresado el nihilismo por quierda: de ello no puede resultar
sualismo" de Condillac, pues sostiene boca de Mefistófeles, en el Fausto, nada malo".
que proceden de los sentidos los co- de Goethe, al decir: E. Benz, Westlicher und östlicher
nocimientos y todas nuestras facul- Ich bin der Geist, der stets verneint! Nihilismus in christlicher Sicht, s/f.
tades. Und das mit Rech; denn alles, was (ap. 1919). — Armand Coquart, Di-
Al tratar de colocarse en una posi- mitrí Pisaren (1840-1868) et l'idéolo-
entsteht gie du nihilisme russe, 1946. — Ma-
ción que superara a la vez el empi- Ist wert, das es zugrunde geht;
rismo sensualista y el racionalismo nuel de Diéguez, De l'absurde. Essai
Drum besser war's, dass nichts sur le nihilisme, 1948. — M. Cioran,
innatista, Kant admitió al comienzo entstünde. Précis de décomposition, 1948. — Îd.,
de la Crítica de la razón pura el prin- id., La tentation d'exister, 1956. —
(Soy el espíritu que siempre niega.
cipio de que aquí hablamos —o lo Sigmund Fries, Nihilismus. Die Ge-
Y ello con razón, pues todo lo que
que él significa o dice—, pero del fahr unserer Zeit, 1949. — Helmut
modo como dicho autor ataca el pro- nace Thielicke, Der Nihilismus. Entste-
no vale más que para perecer. hung, Wesen, Überwindung, 1950. —
blema del conocimiento se desprende
Por eso sería mejor que nada surgiera). Ernst Mayer, Kritik des Nihilismus,
que el principio Nihil est intellectu
quod príus non fuerit in sensu es El último verso puede relacionarse 1958, ed. Robert Oboussier. — René
aceptable en lo que toca al origen del con manifestaciones tales como los Cannoc, Netchaiev. Du nihilisme au
dos célebres versos que Calderón po- terrorisme, 1961.
conocimiento (o explicación genética
del conocimiento), pero no en lo que ne en boca de Segismundo, en La NIRVANA. En el artículo Budis-
toca a la validez del conocimiento (o vida es sueño: mo (VÉASE) nos hemos referido a la
explicación de la "constitución" del Pues el delito mayor noción central budista del Nirvana.
conocimiento). Parece, pues, haber del hombre es haber nacido Damos aquí algunas precisiones com-
una cierta semejanza entre la posición plementarias sobre la misma.
y con similares manifestaciones de Hay que observar, ante todo, que
adoptada al respecto por Kant y la poetas, que se remontan (en Occi-
antes reseñada de Leibniz. Sin em- el Nirvana no representa para el bu-
dente) hasta Teognis, pero debe ad-
bargo, hay una diferencia fundamen- dismo, como tantas veces se afirma,
vertirse que en Calderón por lo menos
tal entre el modo como Leibniz en- la nada, sino el verdadero ser, el
no se trata de nihilismo, sino de senti-
tendía "el alma" (o "el entendimien- cual aparece solamente cuando se ha
miento radical de "criaturidad".
to") y el modo como Kant entiende logrado apartar y destruir el engaño
En su aspecto "práctico" o "apli- de la individualidad. El significado
el proceso de constitución del objeto cado", el nihilismo se refiere casi
como objeto de conocimiento. En siempre a la moral y es, como Nietz- más aproximado de Nirvana es "ex-
efecto, el entendimiento no es para sche dice, "la desvalorización de los tinción" (como cuando se habla de
Kant tanto una facultad como una valores superiores", la colocación de la extinción de una llama). En efec-
función, o conjunto de funciones. los distintos valores en lugares que to, lo que parece real, según los bu-
NIHILISMO. Como tendencia a la no corresponden a su jerarquía y distas, no es real, sino meramente
negación absoluta, a la aniquilación, rango. Según Nietzsche, el nihilismo "hinchado". Al reducirse y última-
el nihilismo puede ofrecer un aspec- moral es la consecuencia de la inter- mente suprimirse esta hinchazón apa-
to teórico y un aspecto práctico apa- pretación de la existencia dada por rece desde fuera algo vacío. Desde
rentemente independientes, pero de la Europa cristiana y moderna. El dentro, en cambio, no aparece algo
hecho íntimamente vinculados. Se ca- nihilismo se presenta de esta forma vacío. Tampoco puede decirse que
lifica habituabnente de nihilistas a como una negación de la vida, como aparece algo lleno. En rigor, los con-
todas las doctrinas que niegan la el término final del pesimismo, del ceptos que responden a las expre-
posibilidad del conocimiento de un historicismo, del afán de compren- siones 'estar vacío' y 'estar lleno' son
modo radical; el nihilismo sería la derlo todo, de la tendencia a sobre- conceptos valederos únicamente cuan-
dogmatización del escepticismo, el estimar los juicios morales de valor. do se está sumergido en el engaño
hecho, subrayado por Pascal, de que Una importancia particular dentro de la existencia individual. Suprimi-
"pocos hablen dudando del pirronis- de la historia del nihilismo moderno da la individualidad por medio de la
mo"; pero este nihilismo se halla posee el nihilismo ruso, el cual tiene contemplación desaparecen todas las
fundado en una previa negación de en parte raices psicológicas, raíces dificultades y todas las contradiccio-
la posibilidad de existencia de algo sociales y raíces religiosas. Una ex- nes lógicas. Las definiciones que los
permanente dentro de la multiplici- presión radical del nihilismo se halla budistas dan del Nirvana pretenden
dad y del cambio. En este sentido en Bakunin (v.), quien afirmaba que ser, pues, solamente aproximaciones.
(pero sólo en este sentido) se habla sólo la destrucción es creadora. Pero Desde este punto de vista se com-
del nihilismo de Gorgias (ν.) ο del la fórmula más radical de este nihilis- prende que el Nirvana pueda ser de-
nihilismo de Pirrón (v.). mo se encuentra acaso en Dimitrí finido tanto negativamente ("el vacío
389
NO NOC NOC
que aparece al suprimirse lo hincha- mismo y se constituye a sí mismo pa- en el espíritu", "designio", pero mien-
do") como positivamente ("el sólo- rece ser el principio y el fin de toda tras έννοια fue empleado por muchos
Espíritu", "la sola-Conciencia", etc.). realidad. Para evitar esta "inmovili- autores griegos en el significado de
NO REFLEXIVIDAD. Véase RE- dad" (metafísica) —que sería, por lo "idea" (en general), πρόληψις fue em-
LACIÓN. demás, contraria a la realidad esen- pleado por estoicos y epicúreos en el
NO SIMETRÍA. Véase RELACIÓN. cialmente "ponente" del Yo— debe significado de una "idea" o "imagen"
NO TRANSITIVIDAD. Véase RE- pasarse a otra proposición, que en su anticipadas que se forma el espíritu
LACIÓN. forma general y "abstracta" tiene la de un objeto. Por este motivo se ha
NO-YO. En las filosofías idealistas, forma "No-Α es no A", y que, "tra- traducido πρόληψις por "anticipación"
y en particular en las filosofías idea- ducida" al lenguaje trascendental, o (VÉASE). En el sentido de "pensa-
listas extremas o radicales, el "objeto" al lenguaje del Yo trascendental, da miento", "idea", "concepto" y otros
o el "mundo" son descritos o, más lugar a la inclusión del no-Yo en el vocablos análogos, el término 'noción'
exactamente, "puestos" como lo "con- Yo. Si se quiere, en la conciencia ha sido, y sigue siendo empleado de
tra-puesto" al Yo, entendiendo éste, "autoposicional" del Yo hay un no- un modo muy general; se llama "no-
por lo pronto, como Yo trascendental. Yo, el cual no se deriva del "objeto" ción" a la idea o concepto que se tie-
Por consiguiente, lo primario es el Yo o del "mundo", sino del Yo mismo. ne de algo, y más específicamente a
(v.) y sólo a partir de éste puede "de- Al poner el no-Yo como constitutivo una idea o concepto suficientemente
ducirse" el no-Yo. del Yo, el Yo se limita a sí mismo. básico. La noción se distingue de la
Tal sucede sobre todo en el pensa- Pero esta limitación es resultado de idea propiamente dicha por cuan-
miento de Fichte. Este filósofo co- una auto-determinación y, por tanto, to mientras esta última puede ser (se-
mienza con una proposición absoluta: es un acto de libertad. De no admi- gún ciertos filósofos) el principio de
la proposición "A = A". Ésta parece tirse este acto, arguye Fichte, habría una realidad, la primera solamente
ser una proposición "vacía". Pero deja que abrazar una posición no idealista, puede ser el principio del conocimien-
de serlo cuando consideramos que el en la cual el Yo aparecería simple- to de una realidad. Cuando las nocio-
"A" de que se habla al decir "A = A" mente como resultado de un "mun- nes consideradas son suficientemente
no es primariamente cualquier objeto do". Cuando el mundo, en cambio, básicas, equivalen a los principios, lla-
(pues entonces no habría razón para surge como una autolimitación del Yo, mándose "nociones comunes" (VÉASE)
decir que es idéntico a sí mismo), el mundo no es determinante, sino a los principios que se supone son, o
sino el Yo, cuya realidad consiste jus- determinado. deben ser, admitidos por todo sujeto
tamente en su identidad consigo mis- Si consideramos que el Yo es el su- racional. La noción se distingue asi-
mo, es decir, en el hecho de ponerse jeto de conciencia —la ouíoconcien- mismo de la concepción por cuanto
a sí mismo. Así, la proposición de re- cia— y llamamos "Mí mismo" al mientras esta última puede ser la pro-
ferencia adquiere sentido y, podría- objeto de conciencia —la autoconcíen- ducción de una realidad, la primera
mos añadir, "plenitud en cuanto es vis- cia— aparecerá más claro el proceso es simplemente la recepción y el re-
ta como la proposición "Yo = Yo". La de posición del no-Yo por el Yo en conocimiento de la idea de una reali-
diferencia entre "A = A" y "Yo = Yo" Fichte. En efecto, entonces podrá dad. Muchos autores, en todo caso,
consiste en que mientras en la prime- comprenderse que la realidad absoluta han usado el término 'noción' como
ra proposición no se "pone" nada (o, es el Yo que pone a la vez el mí mis- equivalente a la representación men-
si se "pone", se "pone" arbitrariamen- mo y el no-mí mismo. Cada uno de tal de un objeto. Esta representación
te, asumiendo que existe el "A" de estos últimos determina el otro, y en mental puede ser el acto mismo de la
que se habla), en la segunda proposi- el curso de esta determinación mutua representación o lo representado en el
ción, es decir, en "Yo = Yo", el Yo se se engendra la limitación que hace acto — una diferencia aproximada-
pone a sí mismo. La validez de la posible el "objeto". El "mundo ' apa- mente igual a la que hay entre el con-
proposición "Yo = Yo" no es una va- rece entonces como el "objeto" en cepto objetivo y el concepto formal
lidez puramente formal. Tampoco es tanto que "contra-puesto". En el sis- en el vocabulario de muchos escolás-
una validez condicionada. Es una va- tema de Fichte el Yo se pone a sí ticos.
lidez real y al mismo tiempo incondi- mismo como determinado por el no- En la actualidad el vocablo 'no-
cionada y absoluta, por cuanto el Yo Yo y es esta autodeterminación de sí ción' es usado en español sin un sig-
se pone a sí mismo, y se identifica mismo la que engendra justamente la nificado muy preciso, como equiva-
consigo mismo, necesariamente — su libertad. Debe observarse a este res- lente a "representación ( m e n t a l ) " ,
realidad consiste justamente en tal pecto que esta libertad es en último "concepto", "idea", etc. También es
autoposición. El Yo "ponente" y el término una libertad "práctica" ("mo- usado como equivalente a "noticia".
Yo "puesto" son, en suma, la misma ral" ) y no "teórica", y que para Fich- De emplearse como vocablo "técni-
realidad. No hay ninguna mediación, te sólo en la "práctica" pueden resol- co", convendría precisar en cada caso
como la habría en una relación sujeto- verse las antinomias que se plantean su significado preciso.
objeto; el "Yo que se pone a sí mismo en la pura teoría de la posición del NOCIONES COMUNES. Crisipo y
en la identidad 'Yo = Yo' " es identi- no-Yo por el Yo. otros estoicos usaron con frecuencia
dad de sujeto y objeto de modo in- NOCIÓN. Cicerón (Tópica, VII, la expresión κοιναί ivvotai, traducida
mediato. 31) introdujo el vocablo notio ( = " n o - al latín con los vocablos notiones
Pero de la proposición "Yo = Yo" ción) para traducir los términos grie- communes. Con ella daban a enten-
no se deriva ningún movimiento; el gos Ivvota y πρόληψις. Ambos signifi- der una serie de ideas o nociones
acto por el cual el Yo se pone a sí can "pensamiento", "idea", "imagen básicas que la mente reconoce como
290
NOE NOE NOE
adecuadas y fundamentales para cual- mata], noemas puede traducirse por "intuir". Algo es objeto de vo s ív cuan-
quier ulterior desarrollo del conoci- "pensamientos". El noema es en este do se lo aprehende directa e infalible-
miento. Muchos escolásticos adopta- sentido el término, más específica- mente tal cual es. Para Parménides,
ron la tesis de las notiones commu- mente, el objeto intencional, de la esta aprehensión directa e infalible
nes, si bien transformándola en di- noesis como intelección o pensar; los de lo que es como es y en cuanto es
versos sentidos y sin adherirse a los noemas son simplemente las ideas, las se identifica con el ser, según se ex-
supuestos ontológicos generales pro- nociones, el contenido de lo pensado presa en la famosa tesis: το γα? αυτΐ>
pugnados por los viejos estoicos. En- — o, en el vocabulario posterior, el νοείν έοτίν τε καΐ είναι, que se tradu-
tre las manifestaciones modernas de objeto formal. Es frecuente inter- ce a menudo: "es lo mismo el pensar
la doctrina de las nociones comunes pretar los noemas como significacio- y el ser". Para que algo sea objeto de
puede mencionarse la escuela esco- nes; en este caso puede llamarse tam- νοείν es, pues, preciso que sea inteli-
cesa (VÉASE) y, en general, las fi- bién "significativo" a lo noemático gible. El sustantivo correspondiente a
losofías basadas en el sentido común como lo que corresponde al noema o νοείν es νους , nous, término al cual
(VÉASE). Todas ellas estimaron que a los noemas, es decir, como la ca- hemos dedicado un artículo.
es menester admitir en principio una racterística de todo noema. El acto por medio del cual se lleva
serie de nociones comunes si se quie- El vocablo 'noema' ha sido usado a cabo la operación del vo:tv es la
ren evitar los escollos del escepti- por Husserl ante todo como un "sen- νοησις, noesis, y el término de la noe-
cismo. tido" o una "significación" a la cual sis es el νόημα, noema (VÉASE). La
Las nociones comunes no deben apunta el acto "tético" o "posicional" noesis es una "intelección" o "intui-
confundirse con las ideas innatas. Ad- de la noesis. Según Husserl, al conte- ción" —especialmente "intuición inte-
mitir nociones comunes no equivale nido noético (véase NOESIS, NOÉTICO ligible", que se distingue de la διάν-
todavía a adherirse al innatismo (VÉA- γ NOÉTICA) corresponde punto por οια , dianoia (v. ) o "discurso". Lo
SE) en la teoría del conocimiento. punto un contenido noemático, es de- que pertenece a la noesis, o posee
Puede suponerse que tales nociones cir, hay una correlación entre noesis noesis, es algo noético, νοητό; ο νοητι-
han sido adquiridas, pero siempre que y noema. El noema no es propiamen- κός . Desde Parménides, y especial-
se agregue que su adquisición, en te el objeto —en el sentido corriente mente desde Platón, ha sido muy co-
el curso del desarrollo individual o de esta palabra— porque el noema rriente, inclusive entre filósofos que
a lo largo del desenvolvimiento cul- sigue siendo "inmanente" a la corrien- no la han aceptado, hablar de una
tural o histórico, no equivale a su te intencional. El noema es como el diferencia entre "las cosas noéticas" o
relativización. Innatas o adquirida?, "blanco" de la intencionalidad noéti- "los objetos noéticos", νοητϋ, y "las
las nociones comunes siguen siendo ca. El noema posee también una cier- cosas sensibles" o "los objetos sensi-
nociones básicas, de las que no cabe ta "materia", el llamado "núcleo noe- bles", αισθητά — que es la distinción
dudar, porque sin ellas el conoci- mático", pero no se trata de la "capa entre lo inteligible y lo sensible, o
miento no sería posible. Tampoco hilética" (véase HILÉTICO), sino de entre el κόσμος νοητός , mundus in-
debe confundirse una noción común una especie de "contenido ideal" telligibilis, y el κόσμις αισθητός , mun-
con un "hecho primitivo", del tipo (Ideen, § 133). dus sensibilis (véase INTELIGIBLE).
del Cogito o del fait primitif buscado Según Joaquín Xirau (La filosofía La noesis como un pensar tiene por
por Maine de Biran y otros autores. de Husserl [1941], pág. 142), es in- objeto lo noético ( tiene, podríamos
Finalmente, no deben confundirse las teresante notar la diferencia que hay decir, lo noético como noema); como
nociones comunes con las "eviden- en Husserl al respecto entre las ideas puro pensar puede decirse que tiene
cias" de tipo lógico o matemático propuestas en las Investigaciones ló- por objeto el pensar mismo: es la idea
que durante mucho tiempo fueron gicas y las desarrolladas en las Ideas. de la νοτσ>ς νοήσεως , del "pensar del
calificadas do axiomas (véase AXIO- Mientras en la primera obra Husserl pensar", característica del acto puro o
MA) . Las nociones comunes son siem- "distingue todavía, a la manera 'rea- primer motor aristotélico.
pre plurales; además, constituyen una lista', entre la conciencia y el objeto Los conceptos de noesis y noético
base para el conocimiento de la rea- independiente de ella", en las Ideas -—así como de noema y noemático
lidad. La mayor parte de los autores el objeto "se incorpora al noema, y (véase NOEMA, NOEMÁTICO)— desem-
que se adhieren a la doctrina de las éste no es sino el objeto mismo en peñan un papel importante en la fe-
nociones comunes consideran, ade- tanto que es dado a la conciencia en nomenología (v.) de Husserl (v.).
más, que éstas son (para emplear el una forma determinada". Por eso el Nos hemos referido a la idea husser-
vocabulario k a n t i a n o ) constitutivas noema aparece en la última obra co- liana de lo noético en el artículo HI-
y no regulativas: no son, al entender mo un núcleo o materia de cualidades LÉTICO, al hablar de la diferencia en-
de ellos, meras reglas para el cono- predicativas; es, por así decirlo, una tre hilético y noético, especialmente
cer, sino ideas que denotan realida- "significación significada". como diferencia entre una capa mate-
des sobre las cuales esté edificado NOESIS, NOÉTICO y NOÉTICA. rial o hilética y una capa noética en
todo conocimiento. El verbo griego νοέω (infinitivo,νο- el "flujo de lo vivido". Recordemos, o
NOEIN. Véase NOESIS, NOÉTICO Y είν ) s i g n i f i c a "ver discerniendo" agreguemos, aquí para Husserl (Cfr.,
NOÉTICA. —a diferencia del mero "ver"—, y, sobre todo, Ideen, §§ 87-102), la noe-
NOEMA, NOEMÁTICO. El voca- de ahí, "pensar". Entre los filósofos sis es aquella fase en la corriente del
blo griego νόημα, noema, s i g n i f i c a griegos fue común usar νοείν para de- ser intencional (véase INTENCIÓN, IN-
"pensamiento" en tanto que objeto signar un "ver inteligible" o "ver pen- TENCIONAL, INTENCIONALIDAD) que
del pensar; en plural νοήματα [noe- sante", que es al mismo tiempo un forma o conforma los materiales en
291
ΝΟΗ NOL NOM
experiencias intencionales, dando, por cípulos de Dilthey. Inspirado por éste la noluntad es positiva o negativa.
así decirlo, "sentido" (Sinn) al flujo se consagró principalmente a trabajos Wolff estimaba que lo que llamaba
de lo vivido. La noesis es una síntesis de estética y examinó el problema de nolitio es una acción positiva; en su
conformadora. La noesis se constituye los estilos, y de diversos estilos artísti- Philosophia practica universalis man-
en la conciencia interna del tiempo, cos, a la luz de la "teoría de las con- tenía que la nolitio no es una pura
pero no es un puro acto unitario, pues cepciones del mundo". Según Nohl, pérdida (amissio) de la volición, pues
admite, como indica Husserl, modifi- un estilo artístico no es nunca una en tal caso sería simplemente nega-
caciones, las cuales son de naturaleza pura expresión formal, ni tampoco ción de voluntad. Un sentido todavía
"atencional". Las noesis pueden ser, una manifestación del carácter psico- más "positivo" de la noluntad lo tene-
además, de diversos tipos, habiendo lógico puro y simple del artista; en el mos en autores como Schopenhauer,
tantas clases de noesis como clases de estilo se reflejan motivos muy diversos Renouvier y Unamuno. De acuerdo
"síntesis noéticas" o de "posiciones". -—formales, psicológicos, históricos, con una de sus tesis fundamentales,
La fase noética en la experiencia co- etc.— unificados por una "actitud" Schopenhauer estima que cuando la
rresponde a lo intencional en la expe- radical frente al mundo y a la vida. Voluntad ha llegado al estadio en el
riencia, pero a la vez a lo "subjetivo" Nohl se interesó también por cuestio- cual se conoce a sí misma completa-
— siempre que por 'subjetivo' no se nes pedagógicas y caracterológicas. mente, se transforma en renuncia vo-
entienda simplemente lo "psicológica- Obras: Sokrates und die Ethic, luntaria; al negarse a sí misma como
mente subjetivo", ya que estamos en 1904. — Die Weltanschauungen der Voluntad, se cambia entonces en No-
el terreno de la descripción fenome- Malerei, 1908 (Las concepciones del luntad. Para Renouvier, la noluntad
nológica, previa a lo p s i c o l ó g i c o . mundo de la pintura). — Pädagogi- es el poder de no querer, y como este
Para llegar a lo "objetivo", es menes- sche und politische, Aufsätze, 1919, poder es característico del hombre, la
2* ed., 1930 (Artículos pedagógicos y
ter atender al correlato de la noesis. políticos). — SíiZ und Weltanschau- noluntad es realmente una voluntad.
Este correlato es el noema, al que nos ung, 1920 (Estilo y concepción del Unamuno ha descrito la noluntad co-
referimos en el correspondiente artícu- mundo). — Einführung in die Philo- mo un voluntarioso no querer; la no-
lo, donde hablamos de nuevo sobre sophie, 1935, 4» ed., 1948 (Introduc- luntad no es entonces el reverso de la
la correlación noesis-noema en Hus- ción a la filosofía). — Die ästhetische voluntad, y menos todavía lo opuesto
serl. Wirklichkeit; eine Einführung, 1935, a la voluntad, sino un acto de vo-
El término "noética" puede em- 2' ed., 1954, 3» ed., 1961 (La reali- luntad.
plearse para designar todo lo que se dad estética. Una introducción). —
Charakter und Schicksal. Eine päda- NOMBRE. I. Evoca antigua y me-
refiere al pensar, especialmente al gogische Menschenkunde, 1938, 2* dieval. La cuestión de la naturaleza
pensar "objetivo" y también "inteligi- ed., 1940 (trad, esp.: Antropología del nombre, όνομα fue abundante-
ble". Husserl ha hablado de "noética" pedagógica, 1954 [Breviarios, 21]). mente discutida por los sofistas. Se
(Noëtik) para designar "la fenomeno- — Oie sittlichen Grunderfahrungen. trataba de saber ante todo si el nom-
logía de la razón" (op. cit., § 145) Eine Einführung in die Ethik, 1939 bre es una pura convención (indivi-
como conciencia racional; esta "noéti- (trad, esp.: Introducción a la ética, dual o social) o si las cosas tienen
ca" presupone la fenomenología gene- 1953). — F. Schiller. Eine Vorlesung, sus nombres justos, es decir, si el
ral, ya que, como escribe dicho autor, 1954.
Nohl escribió también varios traba- nombre es justo por naturaleza. La
"es un hecho fenomenológico que.. . cuestión del nombre era, pues, la
jos para la Deutsche Vierteljahrschrift
toda conciencia tética ["posicional"] für Literaturwissenschaft und Geiste- minalista de Hermógenes. Pero la
está sometida a ciertas normas". Tam- sgeschichte (1923, 1924, 1928). — La primera de las citadas opiniones
bién se ha usado el término 'noética' Se le debe la edición de los escritos fue con mucho la predominante entre
para designar la ciencia de las leyes juveniles de Hegel: Hegels theologi- los sofistas, y contra ella se dirigió
del pensar (leyes lógicas sobre todo); sche Jugendschriften ( 1907 ) y la del Platón al comienzo del Cratilo, al
tal ocurre en Hamilton (Noetic). volumen de Dilthey: Von deutscher combatir la tesis completamente no-
Georg Hagemann ha usado el término Dichtung und Musik (1933). minaksta de Hermógenes. Pero la
noética' para designar la ciencia del NOLUNTAD. El no querer (nolle) opinión —defendida por Cratilo— de
pensar en general, a la cual se halla puede ser considerado como acto (ne- que los nombres son justos por na-
subordinada la propia lógica (Logik gativo) de la voluntad, como acto de turaleza no es, según Platón, más
und Noetik, 1873). Se habla a veces una voluntad negativa, o como acto aceptable que la anterior. Así, la tesis
de "la noética de Aristóteles" para de lo que puede llamarse "noluntad" platónica en dicho diálogo parece
significar su doctrina de la inteligen- (noluntas). Santo Tomás decía que ecléctica: los nombres son a la vez
cia (del intelecto, del entendimiento) nolle fieri es lo mismo que velle non arbitrarios y constantes. Ahora bien,
[véase ENTENDIMIENTO; INTELECTO]. fien, y definía el nolle o noluntas co- este eclecticismo está siempre subor-
NOHL (HERMANN) (1879-1960) mo una huida del mal, de suerte que dinado al supuesto de que, puesto que
nació en Berlín, donde fue discípulo mientras la voluntad (voluntas) con- las cosas tienen su naturaleza fija
de Wilhelm Dilthey. En 1908 se "ha- cierne al bien, la noluntad (noluntas) —su esencia—, la misión del nombre
bilitó" en la Universidad de Jena, concierne al mal (S. theol., I-IP, q. y de las oraciones que contienen los
donde fue "profesor extraordinario" VIII, a 1, ad 1). Ello no quiere decir nombres es expresar la verdad esen-
de 1919 a 1920. Desde 1920 fue pro- que la noluntad tenga propiamente cial de las cosas. Así, el problema
fesor titular en la Universidad de por objeto el mal; quiere decir que del nombre es para Platón un pro-
Göttinga. no tiene por objeto el bien. blema a la vez ontológico y epistemo-
Nohl fue uno de los más fieles dis- Algunos filósofos han discutido si lógico; en modo alguno es solamente
292
NOM NOM NOM
un problema retórico o filológico. El gramática, y otras —como las de los figura accidental o gramatical (XVIII)
nombre es, como escribió el filósofo nombres abstractos y concretos— a y caso (XIX). La mezcla de los ele-
griego, un órgano {Crat., 338 A) — se la lógica, si bien la lógica podía en mentos gramaticales y lógicos está
entiende, un órgano para pensar el principio asumir todas estas distin- aquí muy acentuada. Sin embargo,
ser de la realidad. ciones y reducirlas a sus propios tér- esta confusión, perturbadora para la
Aristóteles llamaba nombre a un minos. La multiplicidad de tipos de lógica, puede resultar iluminadora
sonido vocal que posee una significa- nombres puede verse claramente en para dilucidar muchas cuestiones de
ción convencional, sin referirse al la clasificación establecida por L. la semántica (v.). En cuanto a los
tiempo —como el verbo (v. )— y Schütz en su Thomas-Lexikon ( 1895, terministas, desarrollaron ampliamen-
sin que ninguna de sus partes tenga s. v. "Nomen"). Se indican allí 55 te la teoría de los nombres, pero
significación cuando se toma separa- acepciones de nomen cuando se consi- como muchas veces usaron el voca-
damente — a diferencia del discur- dera esta voz en un sentido análogo blo 'término', expondremos esta doc-
so (v.) (De int., I, 1 a 19 ss.). Esta al de Aristóteles en De interpreta- trina en el artículo sobre este con-
última condición debe interpretarse tione, y prescindiendo de algunas cepto. En efecto, la conocida división
del siguiente modo: una palabra com- otras significaciones, como las que de Occam (Lógica, I, xi) de los nom-
puesta de dos partes tiene una sig- tiene dicho vocablo al referirse a la bres en nombres de primera imposi-
nificación propia que no posee nin- concepción del intelecto acerca de ción [v.] (que se aplican a cosas) y
guna de las dos partes aun cuan- una cosa significada por el nombre. de segunda imposición (que se apli-
do, tomadas éstas separadamente, Sin embargo, todas las definiciones can a palabras, aunque no forzosa-
signifiquen algo. Un ejemplo dado parten de supuestos parecidos, y la mente a nombres de nombres, pues
por el Estagirita hará comprender dificultad principal consiste en que por 'palabras' se entienden pronom-
mejor su definición: έπαχτροκελης, que no siempre se distingue entre el nom- bres, conjunciones, etc.) es paralela a
significa bajel pirata, contiene el vo- bre y otros vocablos, tales como el la doctrina de los términos. Lo mismo
cablo χέλης , que quiere decir bajel término (v.), la locución y la dic- ocurre con la división de los nom-
(rápido). Sin embargo, el vocablo ción. bres en nombres de primera y de
κέλης no significa nada por sí mis- Dentro de la escolástica fueron los segunda intención (v.) y de las fre-
mo (sí pensamos en el compuesto), gramáticos especulativos (v. GRAMÁ- cuentes divisiones de los nombres en
sino que significa algo sólo en el TICA ESPECULATIVA) y los terminis- abstractos, concretos, universales, par-
compuesto. tas quienes más interés mostraron por ticulares, etc., etc.
La concepción aristotélica del nom- el problema del nombre. Los prime- II. Época moderna. Durante la
bre ofrece aspectos a la vez lógicos ros se preocuparon sobre todo por época moderna el vocablo "nombre"
y gramaticales, siendo difícil un des- los diversos modos de significar el fue usado en sentidos menos técnicos
linde completo entre ellos. Lo mismo nombre, distinguiendo entre un modo y precisos que en la filosofía aristo-
ocurre con las concepciones medieva- esencial generalísimo de significar y télica o durante la escolástica. Los
les. La definición del vocablo no- modos de significar subalternos que que más se ocuparon del problema
men se daba en la lógica dentro de iban de una mayor a menor genera- de los "modos de significar" el nom-
la doctrina de los términos. Pero esta lidad. Según Tomás de Erfurt en su bre fueron los autores nominalistas
doctrina, que incluía el estudio de las Gramática especulativa (trad. esp. o empiristas, y éstos no hicieron, en
diferentes clases de voces, era parale- Luis Farré, 1947), "el modo esencial muchos casos, sino reelaborar con-
la a la gramática. Los filósofos se generalísimo de significar del nom- cepciones medievales (terministas) o
referían en esta cuestión tanto al ci- bre es un modo de significar en darles un sentido psicológico-episte-
tado texto de Aristóteles como a la cuanto ente y una aprehensión de- mológico. Es el caso en cuatro auto-
Gramática (Ars Grammatica) de Do- terminada. Se distingue al respecto res al respecto significativos: Hobbes,
nato (fl. 333), el maestro de San Je- entre un modo del ente —permanen- Locke, John Stuart Mill y Taine. El
rónimo. Ahora bien, como el nombre te— y un modo de existir — o modo primero definió el nombre en su
podría ser considerado de tres ma- de fluidez y sucesión (Caps. VIII Computation or Logic, Parte I, Cap.
neras: (1) como una voz significa- y IX). En cuanto a los modos esen- ii (Works, ed. W. Molesworth, 1839,
tiva, (2) como una "idea", (3) como ciales subalternos generales del nom- págs. 13-28), diciendo que es "una
un jlatus vocis, la cuestión de la na- bre, las distinciones son de natura- palabra tomada arbitrariamente, que
turaleza del nombre implicaba la de leza a la vez lógica y gramatical: sirve como marca que puede suscitar
los universales (v.). Muchos de los nombres propios y nombres comu- en nuestra mente un pensamiento pa-
problemas que se presentaron al res- nes que son especiales con relación recido a algunas otras cosas que ha-
pecto fueron solucionados, de acuerdo al modo generalísimo y generales res- bíamos tenido antes, y que, al ser
con las normas escolásticas, mediante pecto a los otros modos. Las clasi- pronunciado por otros, puede conver-
distinciones precisas. En el curso de ficaciones que siguen contienen otros tirse para ellos en signo de qué pen-
las mismas se advirtió que el para- modos generales de significar e in- samiento tenía en sus mientes el es-
lelismo entre gramática y lógica no cluyen análisis de diversos tipos pectador". Esta larga definición es la
podía ser llevado demasiado lejos. En de adjetivos, pronombres, cognomina clara expresión de una actitud termi-
efecto, el nombre podía dividirse en (Caps. X a XIII), modos accidenta- nista con respecto al nombre. Los
varias clases. Algunas de ellas —como les del nombre en común (XIV), nombres pueden ser, según Hobbes,
las de los nombres substantivos y especie accidental (XV), género ac- positivos y negativos; contradictorios;
adjetivos— parecen pertenecer a la tual (XVI), número accidental (XVII), comunes; de primera y de segunda
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intención; universales, particulares, in- modidad de su uso. Los nombres pue- e implican un atributo) y no conno-
dividuales e indefinidos; unívocos y den ser propios (nombres de ciu- tativos (que significan sólo un suje-
equívocos; absolutos y relativos; sim- dades, de ríos, etc.) y comunes to o un atributo, por lo que pueden
ples y compuestos. En todos los casos (formados por abstracción nominal) también llamarse absolutos). Según
los nombres son marcas arbitrarias con (Essay, III, iii). En general, los nom- Mili, todos los nombres concretos son
las cuales nos hacemos entender de bres son comprendidos en función de connotativos (P. I, cap. ii, § 1 sigs.).
los otros —o entendemos a los otros— las ideas que designan. Así, puede Finalmente, Mill dividió los nombres
en virtud de ciertas convenciones que haber nombres de ideas simples, de en positivos y negativos, relativos y
no necesitan ser establecidas conscien- ideas completas, de modos mixtos y no relativos (o que expresan o no
temente, sino que pueden estar fun- de substancias (aunque estos últimos relaciones). La doctrina de los nom-
dadas en la naturaleza de nuestra son dudosos). bres en Mill equivale, pues, a una
psique. Hobbes habla asimismo, si- Actitudes parecidas a las de Hob- doctrina general de los términos y de
guiendo a Occam, de la posibilidad bes y Locke adoptaron los filósofos los diversos modos de significar éstos.
de tomar los nombres en primera y de las escuelas sensualistas, así como En cuanto a Taine, concibió los
segunda intención: los primeros se muchos ideólogos y pensadores per- nombres como una especie de signos
refieren a cosas; los segundos, a tenecientes a la llamada "filosofía (De l'Intelligence, P. I, I, ii). Los
ciertos nombres ( como 'general', 'par- del sentido común". Sin embargo, nombres designan cosas particulares
ticular', 'silogismo', etc. ). Por lo tanto, todos ellos acentuaron considerable- o complejos de cosas particulares. En
los nombres son, como había dicho mente el aspecto psicológico del pro- ambos casos sustituyen a imágenes
ya Francis Bacon, puntos de referen- blema. Los nombres eran para mu- (ibid., iii). Para Taine, pues (como
cia en medio del constante fluir de chos de tales pensadores nombres de para los sensualistas), el aspecto psi-
los "pensamientos" (las cogitationes). ideas y no de cosas o de otros nom- cológico en la concepción del nombre
La importancia de la tesis hobbesiana bres. Una vuelta a la concepción priva sobre el lógico, a diferencia
sobre el nombre es, sin embargo, epistemológica del nombre —sin ol- de lo que ocurría en Hobbes —quien
mayor de lo que resalta de los ante- vidar las implicaciones lógicas y psi- poseía una aguda comprensión para
riores pasajes. En Leviathan (I. c. cológicas— la ofreció John Stuart el problema del status lógico del nom-
4) Hobbes, después de clasificar a Mili. Su doctrina de los nombres está bre—, en Locke (quien pareció fun-
los nombres —que pueden, según él. expuesta en su System of Logic: la damentar su concepción en una pecu-
estar expresados mediante una o más Parte I trata enteramente de los nom- liar mezcla de lo lógico y lo psico-
palabras— en propios y comunes, y bres, pero también la Parte IV con- lógico) y en J. S. Mill (quien aten-
de indicar que los únicos universales tiene algunas indicaciones al respec- dió principalmente a lo epistemoló-
que hay en el mundo son los nom- to. Al entender de J. Stuart Mili, gico).
bres comunes, concede a éstos mayor nombrar constituye una función (psi- III. Época contemporánea. El pro-
y menor extensión (por ejemplo, cológica o psicológico-epistemológica) blema del nombre ha sido tratado
'cuerpo' tiene mayor extensión que con alcance lógico (P. IV, c. iii, 5 1). principalmente por tres direcciones:
"hombre"), de modo que llega a Esta función se refiere a las cosas mis- la neoescolástica, la fenomenología y
concebir "la agrupación de conse- mas y no a las ideas de las cosas. Así, la lógica matemática (principalmen-
cuencias de las cosas imaginadas en Mill rechazó la concepción de los te en las investigaciones semánticas).
la mente" como "agrupación de las sensualistas por considerarla "meta- La neoescolástica ha desarrollado
consecuencias de sus designaciones". física" y adoptó la tesis según la cual y refinado la doctrina tradicional. La
Con esto usa los nombres en un sen- un nombre dado es el nombre de una fenomenología —en la fase husser-
tido puramente denotativo-extensio- cosa y no de nuestra idea de ella liana de las Investigaciones lógicas—
nal, análogo al que ha sido propues- ('el sol' es el nombre del sol y no de ha tratado la cuestión desde varios
to por varios lógicos contemporáneos. nuestra idea del sol). Ahora bien, la puntos de vista. Señalamos dos. El
Así, por ejemplo, las expresiones 'un clasificación de los "nombres de las primer punto de vista es el fundado
hombre es una criatura viva' y 'si cosas" sigue las leyes propias de los en la distinción entre notificación
es un hombre, es una criatura viva' nombres, no las leyes de las cosas. (Kundgabe) y nominación (Nennung).
son de tal índole, que si 'criatura vi- De acuerdo con la tradición escolás- Husserl indica (op cit., Investigación
va" significa todo lo que significa tica, Mill dividía los nombres en sin- primera, § 25, trad. García Morente-
'hombre', la afirmación o consecuen- categoremáticos (como 'a', 'con', etc.) Gaos) que las expresiones pueden ser
cia es cierta; de lo contrario, es fal- y categoremáticos (como 'hombre', o sobre objetos nombrados o sobre vi-
sa. Ello es posible, porque Hobbes 'mesa', etc.). Los adjetivos plantean vencias psíquicas. En el primer caso
usa implícitamente un concepto se- un problema. Por un lado, parecen son expresiones del objeto que nom-
mántico del predicado 'es verdadero" no poseer subsistencia por sí mismos. bran y a la vez notifican. En el segun-
(v. VERDAD): verdad y falsedad, dice, Por otro lado, son nombres de cier- do, son expresiones donde el contenido
"son atributos del lenguaje, no de tas expresiones, cuando menos si se nombrado (gennantes) y el notificado
las cosas" (loc. cit.). hacen explícitos (así, 'el blanco es lo mismo. El segundo punto de vista
Para Locke no es cierto que cada agradable'). Junto a la mencionada —complementario del anterior— es
cosa pueda tener un nombre; a la división Mill introdujo otra: los nom- el que presenta el nombre como algo
vez, cuando pueden designarse varias bres son generales e individuales (o no enunciativo, pero que puede fun-
cosas mediante un nombre, éste se singulares), abstractos y concretos, cionar como un enunciado (op. cit.,
justifica pragmáticamente, por la co- connotativos (que denotan un sujeto Inv. 5», § 34).
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La lógica matemática ha tratado método de la "relación de nombre". tión de los universales es compleja, de
el asunto con frecuencia. A Frege se NOMINALISMO. En la llamada suerte que no es fácil adscribir dicho
debe ya la famosa distinción entre "disputa de los universales" (véase autor determinadamente a una posi-
el sentido (Sinn) y lo denominado o UNIVERSALES) durante la Edad Me- ción nominalista stricto sensu.
nominatum (Bedeutung), con la in- dia, el nominalismo, posición nomina- Desde el punto de vista filosófico,
dicación de que puede haber más lista o "vía nominal" consistió grosso el nominalismo medieval tiene antece-
de una denominación para el mismo modo en afirmar lo siguiente: las es- dentes en posiciones adoptadas por
sentido. Nos hemos referido a este pecies y los géneros y, en general, los filósofos antiguos. Así, algunos auto-
punto en varios artículos (véase prin- universales no son realidades anterio- res escépticos pueden ser considera-
cipalmente CONNOTACIÓN, DENOTA- res a las cosas, según sostenía el rea- dos como nominalistas. Además, en el
CIÓN). En la literatura lógica con- lismo (v.) o "platonismo", ni realida- modo como Porfirio planteó para la
temporánea es usual introducir la des en las cosas, según mantuvieron Edad Media la cuestión de los uni-
doctrina del nombre en relación con los llamados oportunamente "concep- versales (v.), se ve claramente que
la distinción entre el uso y la men- tualismo" (v.) y "realismo modera- una de las posiciones posibles era la
ción. Nos hemos referido a este pun- do", o "aristotelismo", sino que son luego llamada "nominalista" o por lo
to no sólo en mención (v. ), sino solamente nombres ( nomina ) o térmi- menos "conceptualista": es la posición
también en metalenguaje (v.). Esta nos, vocablos (voces) por medio de que Porfirio describe al decir que los
doctrina tiene un precedente en la los cuales se designan colecciones de géneros y las especies pueden ser pre-
teoría escolástica de las suppositio- individuos. Según el nominalismo, por sentados como "simples concepciones
nes (V. SUPOSICIÓN), con la diferen- tanto, solamente existen entidades in- del espíritu". Sin embargo, sólo en la
cia de que en la doctrina medie- dividuales; los universales no son en- Edad Media y luego en las épocas
val la jerarquía de lenguajes no era tidades existentes, sino únicamente moderna y contemporánea el nomina-
infinita. términos en el lenguaje. lismo ha ocupado un lugar central en
Entre los lógicos y semánticos que Esta descripción de la posición no- la serie de actitudes posibles acerca
han estudiado el problema del nom- minalista no tiene en cuenta los diver- de la naturaleza de los universales.
bre merece especial mención Rudolf sos matices de la "vía nominal" du- A los nominalistas se opusieron so-
Carnap. En Meaning and Necessity rante la Edad Media ni tampoco las bre todo los realistas, como San An-
(Cap. III), dicho autor ha analizado razones por las cuales algunos filóso- selmo, que calificaba a los primeros
el método de la "relación de nom- fos adoptaron dicha "vía". En gene- de "dialécticos de nuestra época". En
bre". Se trata, a su entender, de un ral, suele hablarse de dos períodos de efecto, los realistas no podían admitir
método alternativo de análisis semán- florecimiento del nominalismo en la que un universal fuera solamente una
tico más usual que el método de la Edad Media: uno, en el siglo xi, en el vox, y que ésta pudiera ser definida,
extensión y la intensión. Tal método que se distinguió Roscelino de Coni- según hizo Hoecio, como sonus et per-
consiste en considerar expresiones co- piègne, y otro, en el siglo xiv, en el cussio aerís sensibilis, como un "soni-
mo nombres de entidades (concretas que se distinguió Occam. En ambos do y percusión sensible del aire". No
o abstractas) según tres principios: casos, la posición nominalista tenía podían admitir, en suma, que un uni-
(1) cada nombre tiene exactamente raíces filosóficas. En los dos casos, versal fuera solamente un flatus vocis,
un nominatum; (2) Cualquier enun- además, pero especialmente en el úl- un "soplo" (de la voz), un "sonido
ciado (o, mejor, sentencia) habla timo, se adoptaba esta posición por- proferido". En rigor, si un universal
acerca de los nombres que aparecen que se suponía que admitir universa- fuera únicamente lo indicado, sería
en él; (3) Si un nombre que aparece les (ideas) en la mente de Dios era una realidad física. En tal caso, los
en una sentencia verdadera es susti- limitar de algún modo la omnipoten- nombres serían un "algo", una "cosa",
tuido por otro nombre con el mismo cia divina, y admitir universales (ideas, res, y como tal habría que decir algo
nominatum, la sentencia sigue siendo formas) en las cosas era suponer que de ella. Lo que pudiera decirse de los
verdadera. Carnap analiza los proble- las cosas tienen, o pueden tener, ideas sonidos como res sería dicho por me-
mas que ofrece la duplicación inne- o modelos propios, con lo cual tam- dio de un "universal", el cual estaría
cesaria de los nombres manifestada bién se limita la omnipotencia divina. por lo menos "en los sonidos" en
en algunos sistemas donde se usan Pero dentro de estas analogías hay cuanto "instituciones de la naturale-
nombres distintos para propiedades diferencias. Dilthey ha indicado que za". Con ello el nominalismo carece-
y para las correspondientes clases. la diferencia principal entre las dos ría de base. Estas objeciones (o, más
Según dicho autor, un nombre para corrientes nominalistas medievales exactamente, este tipo de objeciones)
la propiedad Humano y un nombre consiste en que en Occam el nomina- de autores realistas o, por lo menos,
distinto para la clase Humano no lismo está vivificado por el volunta- no nominalistas, obligaron a los parti-
sólo tienen la misma extensión, sino rismo, cosa que, según dicho autor, darios de la vía nominal a precisar el
también la misma intensión. Un nom- no sucede en Roscelino. Algunos au- significado de su posición. No pode-
bre para una clase debe, pues, ser tores, por lo demás (como Paul Vig- mos extendernos aquí sobre las sutiles
introducido mediante una regla que naux), manifiestan que el primer cla- distinciones presentadas al efecto, y
se refiera exactamente a una propie- ro tipo de nominalismo medieval no menos todavía sobre las razones —con
dad. Según Carnap, la distinción de se halla en Roscelino, sino en Abelar- frecuencia, extrafilosóficas— que lle-
Frege antes apuntada entre el sen- do 1.), pero ya hemos visto en el varon a unos u a otros a adoptar tal
tido y lo denominado o nominatum artículo correspondiente que la posi- o cual versión de la posición nomina-
es una forma particular del citado ción de Abelardo respecto a la cues- lista. Indicaremos simplemente lo si-
295
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guíente: con el fin de mantenerse en limitan a significarlas. Pero pueden entidades abstractas (ideas, universa-
sus posiciones, el nominalista tiene admitirse otras versiones del nomina- les), y que sólo existen entidades
que poner en claro lo que entiende lismo de la Edad Media y, sobre to- concretas (individuos). Las diferen-
por nomen, vox, etc. Si insiste en que do, puede acentuarse más o menos, cias aparecen cuando se trata de in-
un nomen es una realidad física, en- en el nominalismo, el convencionalis- dicar qué función tienen las supuestas
tonces tiene que adoptar una posición mo, el terminismo, etc. entidades abstractas.
que se dio oportunamente con el Es frecuente leer que la filosofía Varias tendencias filosóficas con-
nombre de "terminismo" (v. ) y que moderna ha sido fundamentalmente temporáneas han sido explícitamente
se ha manifestado contemporánea- nominalista. Así, por ejemplo, Jac- nominalistas. Tal ha sucedido, por
mente bajo el nombre de "inscripcio- ques Maritain ha escrito que una gran ejemplo, con diversas formas de neo-
nismo" ( v. ). Pero entonces se plantea cantidad de tendencias —neokantia- positivismo (v.) y también con varias
la cuestión de cómo reconocer bajo nos, neopositivistas, idealistas, prag- especies de intuicionismo e "irracio-
diversos términos o "inscripciones" el matistas, neospinozistas, neomísticos, nalismo". Nos limitaremos aquí a al-
mismo nombre. Algunos autores han etc., etc.— son nominalistas y "desco- gunos ejemplos.
hablado al efecto de "similaridad" o nocen a fondo el valor de lo abstracto, Ernst von Aster (1880-1948) ha
"semejanza", pero otros han indicado de esa inmaterialidad más dura que defendido el nominalismo (Cfr. obra
que un nombre o voz puede expre- las cosas, aunque impalpable e inima- en bibliografía) en oposición a la teo-
sarse (oralmente o por escrito) en di- ginable, que el espíritu busca en el ría de los universales de Husserl. Este
ferentes tiempos y espacios y seguir corazón de las cosas", de modo que autor mantenía que las teorías sobre
siendo, sin embargo, el mismo nombre abrazan el nominalismo porque "te- los objetos universales han estado do-
o voz a causa de la permanencia de niendo el gusto de lo real, carecen del minadas por tres falsas concepciones:
su significación. Para un nominalista sentido del ser" (Degrés du savoir, primero, por la hipóstasis metafísica
esta significación no puede derivarse 5 2). Maritain se funda para ello en de lo universal (realismo en sentido
de las cosas, como si ellas mismas lle- la idea de que la mayor parte de los tradicional); segundo, por la hipósta-
varan su significación; deberá origi- filósofos modernos se adhieren a una sis psicológica de lo universal (rea-
narse, pues, por medio de una "con- cierta teoría de la abstracción (véase lismo psicologista ) ; tercero, por el
vención". Pero, en todo caso, no es lo ABSTRACCIÓN Y ABSTRACTO). Aunque equívoco del nominalismo, "que en
mismo ser un nominalista de tipo ter- hay algo de verdad en esta tesis de sus diferentes formas cree poder in-
minista o inscripcionista que ser un Maritain, estimamos que es excesiva- terpretar lo universal por lo que res-
nominalista del tipo que podríamos mente general. En efecto, si nos ate- pecta al objeto y al acto mental,
llamar "conceptualista" ( admitiendo nemos a una concepción un poco es- convirtiéndolo en particular". Áster
que lo que caracteriza por lo pronto a tricta del nominalismo, no podremos rechaza estas críticas de Husserl y
un concepto es su significación). En decir que la filosofía moderna (o mo- mantiene que la universalidad concre-
todos los casos los nominalistas afir- derna y contemporánea) haya sido ta de las esencias de que Husserl ha-
man que los nombres no se hallan fundamentalmente nominalista. Es bla es sólo una ficción. Nelson Good-
extra animam (ya sea en las cosas harto dudoso, por ejemplo, que hayan man (v.) y W. van Quine (v.) han
mismas, ya en un universo indepen- sido nominalistas autores como Spino- defendido lo que han llamado un
diente de nombres y significaciones), za o Hegel. Desde luego, no lo ha "nominalismo constructivo". Estos au-
sino ín anima. Pero el matiz de nomi- sido Husserl. El propio Locke no fue tores manifiestan "no creer en entida-
nalismo adoptado depende del modo nominalista, sino más bien conceptua- des abstractas", pero reconocen que
como se entienda este estar in anima. lista y hasta realista moderado. No- esta declaración de principios es de-
Esto explica que, como ya indicaba minalistas han sido, en cambio, auto- masiado vaga y es menester precisar-
Victor Cousin en su introducción a su res como Hobbes, Berkeley y Con- la. Nelson Goodman sobre todo ha
edición de escritos de Abelardo (1936, dillac, aun cuando cada uno de ellos precisado y elaborado la mencionada
pág. clxxxii), el nominalismo —por lo lo haya sido en diversa proporción y doctrina como doctrina según la cual
menos el medieval— haya oscilado por motivos distintos. Así, Hobbes y "el mundo es un mundo de indivi-
de continuo entre un conceptualismo Condillac fueron prácticamente "ins- duos". "El nominalismo, tal como lo
(que, a su vez, se aproxima al realis- cripcionistas", en tanto que Berkeley concibo —ha escrito—.. . no equi-
mo moderado) y un terminismo o no- negaba que pudiera hablarse con sen- vale a la exclusión de entidades abs-
minalismo stricto sensu. Al final de la tido de ideas abstractas, pero admitía tractas, espíritus, insinuaciones de
Edad Media el nominalismo que se las "ideas generales". Por otro lado, inmortalidad o nada de este tipo; re-
impuso fue el expresado por Occam Hobbes y Condillac basaban su no- quiere únicamente que cuanto es
(véase GUILLERMO DE OCCAM), lla- minalismo en una cierta idea de la admitido como una entidad, sea con-
mado por ello el princeps nominalium, ciencia y del lenguaje científico, en cebido como un individuo. Un deter-
y por la schola nominalium, llamada tanto que Berkeley fundaba su nomi- minado filósofo, nominalista o no,
asimismo "terminismo". Este nomina- nalismo en supuestos teológicos simi- puede imponer requisitos muy estric-
lismo consiste grosso modo en soste- lares a los de Occam. Según hemos tos sobre lo que va a admitir como
ner que los signos tienen como fun- indicado en el artículo UNIVERSALES, entidad. Mas por razonables que sean,
ción el supponere pro, es decir, el puede hablarse de un nominalismo y por más íntimamente ligados que
"estar en el lugar de" las cosas desig- moderado, de uno exagerado y de uno se hallen al nominalismo tradicional,
nadas, de modo que los signos no son absoluto. Todas estas especies de no- los citados requisitos son, a mi en-
propiamente de las cosas, sino que se minalismo afirman que no existen tender, enteramente independientes
296
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del nominalismo. Tal como lo descri- zar ninguna verdad absoluta y, de Theories of Fallacy), 1962 [Wijsgeri-
bo, el nominalismo exige sólo que to- consiguiente, permite la tolerancia. ge teksten en studies, ed. C. J. de
das las entidades admitidas, sean lo De este modo, Pribram interpreta la Vogel y K. Kuypers, 6]. — Sobre el
que fueren, sean tratadas como indi- crisis de la cultura occidental no nominalismo moderno: H. Spitzer,
viduos" (véase art. de N. Goodman Nominalismus und Realismus in der
como una "falta de fe", sino como neusten deutschen Philosophie mit
en op. cit. infra, pág. 17). Ello signi- un "exceso de fe". Todo dogmatis- Berücksichtigung ihres Verhältnis zur
fica negarse a concebir nada como mo es, así, enemigo del nomina- modernen Naturwissenschaft, 1876.—
una clase, y también negar que dos lismo, el cual representa la forma A. von Meinong, tomo I (Zur Ge-
entidades distintas estén hechas de de pensar correspondiente al empi- chichte und Kritik des modernen No-
las mismas entidades. "En el mundo rismo, al antiabsolutismo y, de un minalismus, 1877), de los Hume-Stu-
del nominalismo, si comenzamos con modo general, a la aspiración a la dien. — K. Grube, Ueber den Nomi-
cualesquiera dos entidades distintas y libertad. nalismus in der neueren englischen
seccionamos cada una de ellas tanto Las formas de nominalismo antes und französischen Philosophie, 1890
como queramos (tomando partes, par- descritas son por lo común de carácter (Dis.) (y el libro antes citado de A.
tes de partes, etc.) llegamos siempre "epistemológico"; se refieren a juicios Kühtmann). — El libro de E. von
a alguna entidad que se halla conte- de carácter cognoscitivo más bien que Aster a que se ha hecho referencia en
nida en una, pero no en otra de nues- el texto del artículo es: Prinzipien der
a juicios de carácter valorativo. Sin Erkenntnislehre. Versuch einer Neu-
tras dos entidades originales. En el embargo, estos últimos están asimismo begründung des Nominalismus, 1913.
mundo del platónico, por el contrario, de algún modo implicados en toda — El articulo de Nelson Goodman y
hay por lo menos dos distintas entida- concepción nominalista. Puede, de to- W. van Quine es: "Steps towards a
des que podemos seccionar del modo dos modos, hablarse de un nominalis- Constructive Nominalism", The Jour-
indicado (tomando miembros, miem- mo relativo a valores que Scheler ha nal of Symbolic Logic, XII (1947),
bros de miembros, etc.) de modo que llamado "nominalismo ético": es el 105-22. — El de Nelson Goodman
lleguemos exactamente a las mismas nominalismo expresado, por ejemplo, es: "A World of Individuais", en I.
entidades" (op. cit., pág. 19). El en el emotivismo (v. ). Contra tal M. Bochenski, A. Church, N. Good-
"principio del nominalismo" puede man, The Problem of Universals. A.
nominalismo —especialmente en la Symposium, 1956, págs. 15-31. —
ser por ello: "ninguna distinción de forma que ha adoptado en el relati- Véase, además, Uuno Saarnio, Unter-
entidades sin distinción de conteni- vismo ético— se dirige Scheler (Der suchungen zur symbolischen Logik.
do"; es decir, "para un sistema nomi- Formalismus in der Ethik, Parte II, Kritik des Nominalismus und Grund-
nalista no hay dos cosas distintas que cap. l, § 2), alegando que supone, a legung der logistischen Zeichentheorie
tengan los mismos átomos; cosas dis- su entender erróneamente, que no hay (Symbologie), 1935 [Acta Philosophi-
tintas pueden ser engendradas sólo a experiencias morales peculiares y que ca Fennica]. — R. M. Martin, "A
base de diferentes átomos; todas las todo juicio de valor es una mera apre- Note on Nominalistic Syntax", Jour-
no identidades entre cosas, son réduc- nal of Symbolic Logic, XIV (1949),
ciación "subjetiva" incapaz de apre- 266-87. — Id., id.. "A Note on No-
tibles a no identidades entre sus áto- hender nada en la realidad moral. minalism and Recursive Functions",
mos" [entendiendo por 'átomo' algo Sobre el nominalismo medieval: Journal of Symbolic Logic, XIV
así como "elemento constitutivo"] (op. Paul Vignaux, art. "Nominalisme", en (1949), 27-31'. — Para la concepción
cit., pág. 21). El nominalismo sigue el Dictionnaire de Théologie catholi- nominalista del mundo: K. Pribram,
por ello estrictamente la regla entia que, de Vacant-Mangenot-Amann, ConflictíngPattems of Thought, 1950.
non sunt multiplicando praeter neces- t. XI, col. 717-784; del mismo Vig- NOMOLOGÍA, NOMOLÓGICO.
naux, el opúsculo Nominalisme au
sitatem, a diferencia del platonismo XlVe siècle, 1948 [Conférence Al- Algunas veces se ha usado 'nomología'
(realismo), que multiplica, o tiende a bert Le Grand]. — Giulio Canella, II para designar la ciencia de las leyes
multiplicar, las entidades prodigiosa- nominalismo e Guglielmo d'Occam, —en el sentido jurídico de 'leyes'—;
mente, y, en rigor, ad infinitum. 1908. — J. Heiners, Der Nominalis- "nomología" equivale en este caso a
Una explícita concepción nomina- mus in der Frühscholastik, 1910. —- "ciencia del Derecho" y especialmen-
lista del mundo ha sido defendida A. Kühtmann, Zur Geschichte des te a la parte más general de tal cien-
vigorosamente por Karl Pribram en Terminismus, 1911 [Occam, Condil- cia. Ardigo (v.) distinguió entre "no-
el libro mencionado en la bibliogra- lac, Helmholtz, F. Mauthner]. —· mología" y "nomogonía", entendien-
fía de este artículo. Pribram afirma, Paul Honigsheim, "Zur Soziologie do por la primera la ciencia de las
der mittelalterlichen Scholastik. Die
en efecto, que hay cuatro grandes soziologische Bedeutung des Nomina- leyes morales, y por la segunda la
concepciones del mundo o, mejor lismus' (en Hauptprobleme der So- ciencia del origen o génesis de dichas
dicho, cuatro grandes "formas de ziologie. Erinnerungsaufgabe für Max leyes. Husserl empleó en las Logische
pensamiento". Éstas son: la concep- Weber, ed. W. Palyi, vol. II, 1923). Untersuchungen el término 'noología'
ción universalista (del tipo de los — Meyrick H. Carré, Realists arid y específicamente la expresión 'noolo-
escolásticos medievales); la concep- Nominalists, 1946. — H. Veatch, gía aritmética' para designar la mate-
ción dialéctica (del tipo de los mar- Realism and Nominalism, 1954. — mática general o universal. El mismo
xistas); la concepción intuitivista (del Heiko A. Oberman, The Harvest of autor usó en Formale und transzen-
tipo de los fascistas o, en general, Medieval Theology: Gabriel Biel and dentale Logik las expresiones 'ciencias
Late Medieval Nominalism, 1963. —·
de los irracionalistas) y la concep- Textos de lógica medieval: L. M. de nomológicas' y 'sistema nomológico"
ción nominalista. Según Pribram, sólo Rijk, Lógica Modernorum. A. Contri- para designar respectivamente las
esta última corresponde a una so- bution to the History of Early Termi- ciencias y el sistema de índole deduc-
ciedad libre, pues no pretende alean- nist Logic, I (On thé Twelfth Century tiva. Según Husserl, los matemáticos
297
NOM NON NOO
tratan de definir "formas de multipli- criptivas — que es, a la postre, el el sentido de Calovius es parecida a
cidad"; la ciencia más general de es- paralelo de los saberes nomotéticos la ontosofía en el sentido de Cara-
tas formas de multiplicidad es una y de los saberes idiográficos. Las dos muel de Lobkowitz, a la ontosofía y
"nomología" o "ciencia nomológica". dificultades principales que plantea ontología en el sentido de Clauberg y
Un sentido de 'nomología' y 'nomoló- esta clasificación son: ( 1 ) el hecho a lo que a veces Calovius llamó tam-
gico' semejante al de Husserl aparece de que los aspectos nomotético e bién "ontología" (véase ONTOLOGÍA).
en la obra de |ean Cavaillès, Sur la idiográfico se hallan con frecuencia J. Michaelius usó asimismo el nombre
logique et la théorie de la science (2* mezclados en las diversas ciencias; 'nología' como equivalente a archeo-
ed., pág. 70). (2) la dificultad de aplicar la lógica logia (véase supra) y como una de
Ninguno de los usos anteriores ha a un cierto número de ciencias. Es- las diversas disciplinas metafísicas: la
prevalecido. En cambio, sigue usán- tos dos problemas son resueltos por que trata de los "primeros principios"
dose (bien que no a menudo) 'nomo- Windelband mediante la introducción en cuanto principios habidos y formu-
lógico' como equivalente a "todo lo de la noción de forma y de la noción lados por el entendimiento o espíritu
que concierne a una ley" o "todo lo de valor —que son, a su entender, (nous).
que concierne a leyes". La ley o leyes los "tipos" característicos de la rea- Siguiendo en parte a los autores
en cuestión pueden ser naturales o lidad histórica y humana—, y me- mencionados, Crusius consideraba la
sociales (sociales y jurídicas) o am- diante el postulado de una "nueva noología como una "ciencia del espí-
bas a un tiempo. En escritos episte- lógica", capaz de manejar estas nor- ritu" (Geisteslehre). Se trataba en
mológicos, las expresiones 'nomología' mas y valores y no solamente las le- parte de una ciencia del espíritu como
y 'nomológico' suelen referirse a leyes yes científico-naturales. entendimiento (o sujeto cognoscente)
en tanto que leyes naturales. Si se in- NON CAUSA PRO CAUSA. Véase en cuanto posee principios del saber,
cluyen dentro de las leyes las "nor- SOFISMA. y en parte de una ciencia de los prin-
mas", entonces las ciencias nomológi- NOOLOG1A, NOOLÓGICO. En la cipios mismos del conocimiento. Era,
cas son al mismo tiempo ciencias nor- obra de Abraham Calovius (Calov) pues, algo así como una "psicología"
mativas (véase NORMATIVO). titulada Desumptae Exercitationes unida a una "gnoseología".
NOMOTÉTICO. En la Crítica de (1666), publicada junto con la obra Kant empleó el término 'noologista'
la razón pura (A 424 / B 452) Kant de Georg Gutke, Habitus primorum para significar en un caso "racionalis-
principiorum seu intelligentiae, se in- ta" (el neologismo de Platón frente al
escribe que "la antinomia que se re-
troduce el vocablo latino de raíz grie- empirismo de Aristóteles). Ampère
vela en la aplicación de las leyes es,
ga Noologia. Calovius había usado ya (v.) llamó "ciencias noológicas" a las
para nuestra sabiduría limitada, la
dicho vocablo en escritos publicados que se ocupan del espíritu y de sus
mejor piedra de toque de la nomo-
anteriormente ( Scripta philosophica, producciones; estas ciencias se divi-
tética; gracias a ella, la razón que,
1654), pero en la obra mencionada den, según Ampère, en ciencias noo-
en la especulación abstracta, no per- describe con particular detalle cuál es, lógicas en sentido estricto y ciencias
cibe fácilmente sus pasos en falso,
a su entender, el contenido de la noo- sociales. La significación del tér-
prestará más atención a los momentos logía. La noología equivale, según mino experimenta, pues, desde sus
de la determinación de sus princi- Calovius, a la archeologia, es decir, a comienzos considerables variaciones.
pios". La nomotética es entendida la ciencia de los principios (supre- Para algunos, lo noológico se refiere
aquí, pues, en un sentido casi ente- mos). Estos principios son primaria- a la estricta razón en su sentido más
ramente calcado sobre el etimológico, mente principios del conocimiento de objetivo. Para otros, la noología abar-
como un conjunto de proposiciones la realidad, es decir, principios sub ca el estudio de los principios ra-
que expresan leyes; la nomotética se ratione formale. . .in habitu intclligen- cionales, tanto en su misma constitu-
distingue así de la tética y de la tiae ( o p . cit., pág. 286). La noología ción como en las posibilidades de su
antitética, términos asimismo usados trata, pues, de complexis cognosccndi aprehensión, y por eso —como sucede
por Kant (véase TESIS). principiis (pág. 285). En algún senti- con Hamilton — la noología se con-
Windelband contrapone el pensar do la noología es igual a la metafísi- vierte en estudio de lo noético. Para
nomotético —origen de las ciencias ca, ya que "todos los axiomas verda- otros (como H. Gomperz), la noolo-
nomotéticas—· al pensar idiográfico deramente metafísicos son axiomas de gía se ocupa de los problemas plan-
— origen de las ciencias idiográfi- la noología" (loc. cit.}. Sin embargo, teados por la relación entre los pen-
cas. El pensar nomotético es el que en otro sentido, la noología se distin- samientos subjetivos y los objetivos.
busca las leyes; el idiográfico es el gue claramente de la metafísica; en Para otros, finalmente, lo noológico
que se propone la descripción de los efecto, la noología es anterior a la me- concierne a lo racional en su sentido
acontecimientos o hechos particula- tafísica, porque trata de principios de más subjetivo. Rudolf Eucken, que
res. El primero es el que se halla los cuales la metafísica deduce las ha vuelto a utilizar el término como
en la base de las ciencias naturales; conclusiones (op. cit., pág. 286). Así, la expresión más característica de la
el segundo el que se encuentra en los principios de que tratan la noolo- orientación fundamental de su pen-
la base de las ciencias del espíritu. gía y la metafísica pueden ser los mis- samiento, ha intentado superar las
La división de las ciencias en cientí- mos (y son para Calovius, como para mentadas dificultades señalando que
fico-naturales y científico-espirituales otros autores de su época, principios a la ciencia noológica trata siempre del
es, pues, para Windelband, menos la vez "lógicos" y "metafísicos"), espíritu concebido como lo creador,
fundamental que su propia división pero el modo de tratarlos es distinto a diferencia de la vida anímica y
en ciencias legales y ciencias des- en cada caso. Por eso la noología en psíquica. Lo noológico es para este
298
NOR NOR NOR
filósofo irreductible a todo análisis la disciplina que mostraría el modo contestó a Norris (y a Malebranche)
psicológico tradicional, y a toda ex- como debemos comportarnos, a di- en el escrito "Observaciones acerca
plicación naturalista, que acaso pue- ferencia del modo como efectivamen- de algunos de los libros de Mr. No-
dan resultar efectivas en la vida te solemos conducirnos; también aquí rris". Norris tradujo y comentó a Pla-
psíquica y anímica, pero no en la habría un primer intento de supera- tón, especialmente la teoría del amor
propiamente espiritual. El método ción del relativismo moral, supe- platónico, que interpretó en el sentido
noológico permite, a su entender, ración que sólo alcanza su plenitud de la contemplación de Dios. En su
una aprehensión directa del espíritu cuando la ética se funda en la teoría obra capital, el Ensmjo hacia la teoría
sin el velo que interpone la meca- de los valores, más allá de todo nor- del mundo ideal o inteligible (véase
nización naturalista, y por eso tal mativismo. Algo parecido, y por mo- bibliografía) Norris distinguió entre el
método se aproxima a la compren- tivos análogos, ocurriría en la esté- estado de cosas natural y el estado de
sión (VÉASE) de lo espiritual y a una tica. Por eso las direcciones más re- cosas ideal. El primero, proclamó, ha
hermenéutica (VÉASE) que luego se cientes de las tres disciplinas han sido investigado por muchos autores,
aplicará, subdividiéndose, al reino del procurado no sólo superar las difi- pero del segundo no tenemos, pese a
espíritu subjetivo y al del espíritu cultades que opone el relativismo Platón, Filón, Plotino, San Agustín,
objetivo. Por eso dice Eucken que psicologista, sino también las deriva- Tomás de Aquino, Marsilio Ficino, y
solamente la "vida del espíritu", di- das del normativismo. Esto se ad- otros, más que ideas sumamente con-
recta e inmediatamente captada por vierte sobre todo en la lógica y den- fusas. Sin embargo, es el estado de
la existencia humana, puede propor- tro de ella en la forma como ha cosas f u n d a m e n t a l , pues se trata
cionar a ésta la estabilidad de que intentado superar ambas direcciones de ese estado en el cual la realidad es
ahora carece. "Una tal participación la fenomenología de Husserl. Éste no sólo preexistente a todo lo que
del hombre en la vida del espíritu indica que la ciencia normativa ha hay, sino que contiene de un modo
—ha escrito Eucken (Geistige Strö- de fundarse en la ciencia teorética. eminente todo lo que hay en el mun-
mungen der Gegenwart, A, l, g)— Pues mientras las disciplinas norma- do natural. El estado de cosas ideal o
transforma todo su ser. Y como esta tivas, determinadas esencialmente por "mundo ideal" es un mundo eterno,
participación no es posible si no es la norma fundamental o idea de lo necesario e inmutable (Essay, I, i, 8).
más allá de la existencia inmediata, que debe ser en cada caso el "bien", Norris trata de demostrar que el mun-
su vida adquiere una más profunda acaban en un relativismo de carácter do ideal o inteligible es más cierto y
base espiritual." De ahí la posibilidad hedónico, en las disciplinas teoréticas evidente que el mundo natural, pues
de la "consideración noológica" que "falta esta referencia central de todas aquél es el mundo de las verdades
tiene como objeto la base espiri- las investigaciones a una valoración eternas desde el cual todas las demás
tual del hombre, a diferencia de la fundamental, como fuente de un in- verdades son vistas. Norris examinó
mera "consideración empírico-psico- terés predominante de la normación". con detalle el modo, o modos, como
lógica" que trata de los hechos in- Entonces "la unidad de sus investi- "entendemos", y concluyó que sólo
mediatos de la vida psíquica. gaciones y la coordinación de sus entendemos los objetos materiales y
El término 'noología' ha sido em- conocimientos están determinadas ex- acaso la mayor parte de los espiritua-
pleado asimismo como equivalente a clusivamente por el interés teorético, les por la mediación de las "Ideas"
"teoría de la inteligencia", especial- que se dirige a la investigación de (ibid., II, vi, 1), y que éstas no son
mente desde el punto de vista de la lo que se implica objetivamente (esto perfecciones o modalidades de nues-
llamada "clasificación de la inteligen- es, teoréticamente, por virtud de las tras propias almas, sino que están en
cia" o de "tipos de inteligencia". Tal leyes inmanentes a los objetos) y Dios, de suerte que "lo vemos todo
sucede en François Mentré (Espèces debe, por tanto, investigarse en su en Dios". Las "ideas divinas" son las
et varietés d'intelligence. Éléments de implicación" ( Investigaciones lógicas, ideas "por medio de las cuales enten-
Noologie, 1920). trad. García Morente-Gaos, I, § 14). demos" (ibid., II, xii, 12).
NORMATIVO. Como ciencias nor- Lo cual en modo alguno supone que El título completo del Ensai/o es:
mativas se han definido a veces la exista un abismo entre lo teórico y lo AJÍ Essay Towards the Thcory of the
lógica, la ética y la estética: la pri- normativo; los mismos esfuerzos para Ideal or Intelligible World, Design'd
relacionar el ser con el valor contribu- for Two Purts, the First Considering
mera sería entonces la disciplina que it Absolutelí/ in it self, and the Second
mostraría, no cómo son en sí mismos yen a vincular ambos tipos de cien-
cia, pues del hecho de que una in Relation to Human Understanding,
los pensamientos de acuerdo con la 2 partes, 2 vols., 1701, 3* ed., 1722
estructura peculiar de la esfera lógi- ciencia sea teórica no se deduce
que no puedan derivarse de ella [la segunda parte lleva el subtítulo:
ca (VÉASE), sino cómo deben ser, a Being the Relative Part of it. Wherein
diferencia de cómo efectivamente normas o que en el tratamiento de the Intelligible World is considera
ocurren en la conciencia psicológica. sus objetos no pueda referirse a with relation to Human Understand-
La dirección normativista de la ló- normas. ing, Whereof some Account is here
gica se opondría, así, a la dirección NORRIS (JOHN) (1657-1711) na- attempsted and proposed]. — Se de-
psicologista, y equivaldría a un pri- ció en Collingbourne-Kingston, en el ben también a Norris: An Idea of
condado de Wiltshire, y fue rector en Happiness, 1683. — Reason and Re-
mer intento de superación del rela- ligión, or the Ground and Mensures
tivismo a que conduce esta última. Bemerton, cerca de Sarum. Norris es of Dévotion Considered from the Na-
La lógica, se ha dicho, estudia no considerado como uno de los partida- ture of God and the Nature of Man,
cómo pensamos, sino cómo debemos rios de Malebrance (v. ) y como uno 1Θ89. — Cursor!/ Réélection, 1690. —
pensar. La segunda —la ética— sería de los adversarios de Locke, el cual Upon the Conduct of Human Life
299
NOR NOT
with Référence to thé Study of Learn- phical Anthropology and Practical Po-
ing and Knowledge, 2 vols., 1690- litics, 1960. — Man, Nature, and
1691. — An Account of Reason and God, 1962. — Véase José Gaos, Un
Faith in Révélation to thé Mysteries método para resolver los problemas de
of Christianity, 1697 [contra John nuestro tiempo (La filosofía del profe-
Toland]. — À Philosophical Discour- sor Northrop), 1948.
se Concerning thé Natural Immortali- NOTA. El vocablo latino nota ha
ty of thé Soûl, 1708. sido usado por muchos autores esco-
Véase F. I. McKinnon, The Philo- lásticos en el significado de notio
sophy of J. N., 1910. (véase NOCIÓN). Con mucha frecuen-
NORTHROP (F. S. C.) nac. (1893) cia se ha entendido por nota lo que
en Janesville, Wisconsin (EE.UU.), también significa todavía en español
profesor en la Universidad de Yale, 'nota', es decir, "marca", "señal", "ca-
ha trabajado sobre todo en dos cam- racterística". En este último sentido
pos: en la epistemología y filosofía se puede entender por nota: ( 1 ) una
de las ciencias, y en la interpreta- característica de un ente, cosa u obje-
ción de las culturas, incluyendo las to; (2) una característica de un con-
iberoamericanas y orientales. En lo cepto. Aunque se puede seguir ha-
que toca al primero, Northrop ha des- blando de "las notas de una cosa", ha
tacado la necesidad de no atenerse sido, y sigue siendo, más común refe-
a un solo método que se imponga ar- rirse a las notas de un concepto, si
bitrariamente sobre las diversas cien- bien en la medida en que el concepto
cias; no solamente es necesario exami- es concepto de una cosa —y en parti-
nar cuidadosamente la naturaleza de cular de una clase de cosas—, las
los diferentes métodos, sino también notas de un concepto son también de
tener en cuenta la evolución de cada algún modo notas de la cosa —o, más
método y la estructura que adopta bien, clase de cosas— denotada por el
de acuerdo con el correspondiente concepto. Se habla entonces de notas
estadio de la investigación. Esto no comunes, notas esenciales, notas acci-
conduce, sin embargo, al relativismo. dentales, notas individualizadoras, etc.
Todo lo contrario, la comprensión Las notas determinan la comprensión
adecuada de la complejidad de los (VÉASE) de un concepto, de tal suerte
métodos hace posible averiguar sus que cuanto mayor es el número de
relaciones mutuas; sobre todo, per- notas admitidas mayor es la compren-
mite entender cómo las ciencias na- sión (y menor la extensión [v.]) del
turales y las ciencias sociales y las
concepto. En otras palabras, las notas
distintas fases de desenvolvimiento de de un concepto connotan (con-notan)
cada una de ellas en las grandes cul-
el concepto (véase CONNOTACIÓN).
turas se articulan en una unidad, que
Para el significado de la fórmula
es la unidad normativa. El problema
Nota notae est nota reí ipsius, répug-
de lo normativo se sitúa, así, en el
nons notae répugnât reí ipsi (abre-
centro de toda investigación metodo-
viado a menudo: Nota notae), véase
lógica y epistemológica. En lo que
DlCTUM DE OMNI, DICTUM DE NULLI.
toca al segundo campo, Northrop ha
Para el vocablo latino nota en la
examinado la cuestión de los contac-
expresión per se nota, véase PER SE
tos de culturas, haciendo ver que la NOTA.
ceguera ante las culturas no situadas
estrictamente dentro de ciertos límites NOTACIÓN SIMBÓLICA. Resumi-
del "Occidente" es la causa de mu- remos aquí los signos empleados en
chas incomprensiones que es necesario buena parte de los artículos lógicos
urgentemente eliminar. de este Diccionario. Junto al uso por
Obras: Science and First Princi- nosotros adoptado, y que, basándose
pies, 1931. — The Meeting of East en la notación de Principia Mathema-
and West, 1946 (trad, esp.: El en- tica, corresponde al de la mayoría
cuentro de Oriente y Occidente, de los textos actuales relativos a la
1948). — The Logic of the Sciences lógica formal simbólica (en español
and the Humanities, 1947. — Ideolo- usualmente llamada logística), men-
gical Différences and World Order: cionaremos algunos otros usos más o
Studies in the Philosophy and Science menos extendidos.
of World's Culture, 1949. — The
Taming of the Nations, 1952. — The Puesto que los signos son mencio-
Comptent!/ of Legal and Ethical Ex- nados, los colocaremos entre semi co-
périence: Studies in the Method of millas de acuerdo con lo establecido
Normative Subjects, 1959. ·— Philoso- en el artículo Mención (VÉASE). Se
300
NOTIFICACIÓN. Véase SIGNO.
NOTITIA. Este término ha sido
empleado, sobre todo por autores es-
colásticos, en los sentidos de "idea",
"noción", "conocimiento" y "ciencia"
(scientia). Estos dos últimos sentidos
han sido los predominantes, pero no-
titia ha sido empleado, además, en un
sentido más específico, como "modo
de conocimiento" en tanto que ligado
al "objeto conocido".
Varios han sido los modos como se
ha entendido la notitia. Santo Tomás
decía que hay cuatro modos principa-
les: según la naturaleza cognoscitiva;
según la potencia cognoscitiva; según
el hábito cognoscitivo y según el acto
cognoscitivo o acto mismo de conoci-
miento (Quod. 7, 1, 4 c). Además,
puede hablarse de varios tipos de no-
titia: real o efectiva; de aprobación o
simple; de visión; completa; arquitec-
tónica (que es lo mismo que princi-
pativa o notitia de principios; experi-
mental; sensible; mental; natural, etc.
(S. theol, I, q. XXXIV, 1 ad 2).
Occam distinguía entre notitia com-
pleja (sobre enunciados o demostra-
ciones ) y notitia no compleja ( incom-
plexa) o sobre términos o cosas signi-
ficadas por ellos. Importante es en
Occam, y autores i n f l u i d o s por
Occam, la noción de notitia intuitiva,
o conocimiento de que una cosa existe
cuando existe o de que no existe cuan-
do no existe (Quaestiones in. . .IV
Sententiarum, II, q. 15 E). Esta noti-
tia se distingue de la notitia abstrac-
tiva, la cual no permite conocer de
modo evidente si una cosa (contin-
gente) existe o no existe.
La principal discusión acerca del
concepto de notitia entre los escolásti-
cos versó acerca de si hay o no notitia
directa posible de cosas existentes.
Cuando se sostiene que la hay, se
concluye que se puede tener conoci-
miento directo de lo individual. Cuan-
do se afirma que no la hay, el cono-
NOT NOU NOU
cimiento de lo individual no es cono- mientras que si postulo cosas que sean objetos de la experiencia. Es, por cier-
cimiento directo, sino indirecto (por meros objetos del entendimiento y to, indudable que hay entidades inte-
abstracción, interposición de species, que, sin embargo, pueden ser dadas ligibles que corresponden a las sensi-
etcétera). como tales a una intuición, bien que bles. Puede haber asimismo entidades
Siendo la notifia un conocimiento, no a una intuición sensible —por tanto, inteligibles con las que nada tenga
puede predicarse de la notitia todo lo dadas coram intuitu intellectualis—, que ver nuestra facultad de intuición
que puede predicarse del conocimien- tales cosas podrían ser llamadas noú- sensible. Pero como nuestros conceptos
to o, mejor dicho, de las diversas for- menos [noúmeno] (intelligibilia)". La del entendimiento son meras formas
mas de conocimiento. Así, además de distinción en cuestión puede enten- de pensamiento para nuestra intuición
los tipos de notitia antes indicados, derse de varios modos: ( 1 ) Suponien- sensible, no puede en modo alguno
puede hablarse de notitia clara, dis- do que 'noúmeno' es el nombre me- aplicarse a ellos. Por lo tanto, lo que
tinta, perfecta, imperfecta, especulati- diante el cual se designa la cosa en si llamamos 'noúmeno' debe entenderse
va, práctica, etc., etc. o, si se quiere, el concepto de la cosa como tal sólo en sentido negativo"
NOTUM. Véase PER SE NOTA. en sí (de modo parecido a como 'fe- (ibid., Β 308/309). Pero en este caso el
NOÚMENO. El término 'noúmeno' nómeno' puede ser el nombre median- significado de 'noúmeno positivo' y de
(más propiamente, aunque escasamen- te el cual se designa la apariencia o, 'cosa en sí' son equivalentes, mientras
te usado en español, 'noumenon') sig- si se quiere, el concepto de aparien- que no lo son el de 'noúmeno negati-
nifica "lo que es pensado"; en el cia). ( 2 ) Suponiendo que mientras la vo' y 'cosa en sí'.
plural 'noúmenos' (más propiamente, cosa en sí es una pura X —vina incóg- Las mismas razones que llevaron a
'noumena'), "las cosas que son pen- nita (lo que Kant llama a veces, algunos filósofos postkantianos a echar
sadas". Como 'ser pensado' es enten- harto imprecisamente, dado el uso téc- por la borda la noción de cosa en sí,
dido aquí en el sentido de "lo que es nico de 'trascendental' [VÉASE], "obje- los indujeron a prescindir del concep-
pensado por medio de la razón" (o to trascendental")—, el noúmeno es el to de noúmeno. Para la interpretación
por medio de una intuición intelec- otro aspecto, por supuesto incognosci- de Kant es fundamental precisar el
tual), se suele equiparar 'noúmeno' a ble, del fenómeno. (3) Suponiendo papel que desempeña este último con-
Ίο inteligible'. El mundo de los noú- que mientras el concepto de cosa en sí cepto en su sistema. Si se tiende a su
menos es, así, el mundus intelligibilis, no puede tener ningún empleo, el de eliminación, o se considera que el
contrapuesto, desde Platón, al mundus noúmeno tiene por lo menos un em- noúmeno en cuanto concepto-límite es
sensibilis o mundo de los fenómenos. pleo regulativo. (3) es menos plausi- una pura "declaración de principios"
Dentro de la llamada (vagamente) ble que ( 1 ) o ( 2 ) s i s e admite, como sin ningún efecto ulterior en la cons-
"tradición racionalista" (y, por lo co- Kant hace a veces, un doble concepto titución crítica del saber, la teoría del
mún, también realista), se admite que de noúmeno: el positivo, tal como es conocimiento de Kant adquiere un
el mundo nouménico o noumenal admitido por los "racionalistas" y filó- fuerte tinte fenomenista. En cambio,
constituye la realidad última o reali- sofos "especulativos" y el negativo. si se pone de relieve la importancia
dad metafísica, y que no sólo esta "Si por 'noúmeno' —escribe Kant— del concepto de noúmeno, la teoría
realidad es cognoscible, sino que es la queremos decir una cosa en tanto que del conocimiento de Kant se inclina
única plenamente cognoscible — sólo no es un objeto de nuestra intuición fuertemente hacia el idealismo — bien
tal realidad es objeto de saber en vez sensible, y abstraída de nuestra mane- que a un idealismo trascendental y no
de ser meramente objeto de opinión ra de intuirlo, se trata de un noúmeno a un idealismo absoluto o dogmáti-
(v. ). Puede suceder que este saber en el sentido negativo de la palabra. co. En todo caso, la distinción entre
no se alcance nunca, pero si hay co- Pero si entendemos por 'noúmeno' un fenómeno y noúmeno es importante
nocimiento verdadero tiene que ser, objeto de una intuición no sensible, en la filosofía kantiana. Un ejemplo al
según dicha tradición, conocimiento presuponemos con ello una manera respecto lo hallamos en la presenta-
del mundo nouménico e inteligible. especial de intuición, esto es, la intui- ción y discusión de las antinomias
'Noúmeno' es un vocablo técnico en ción intelectual, que no poseemos, y (véase ANTINOMIA) en la "Dialéctica
la filosofía de Kant. Con frecuencia de la que no podemos entender ni si- trascendental", especialmente en la
es difícil distinguir en Kant entre el quiera su posibilidad. Esto sería el presentación y discusión de las antino-
concepto de noúmeno y el de cosa en 'noúmeno' en el sentido positivo de la mias tercera y cuarta. En estas anti-
sí ( v. ). 'Noúmenos' y "cosas en sí' son palabra" (K. r. V., Β 307). En este nomias, las antítesis se refieren al
expresiones que designan lo que se caso, el significado de 'noúmeno posi- mundo fenoménico; las tesis, al mun-
halla fuera del marco de la experien- tivo y de 'cosa en sí' serían equivalen- do nouménico.
cia posible tal como ha sido trazado tes. "Si, por consiguiente, intentamos Véase la bibliografía de los artícu-
en la "Estética trascendental" y en la aplicar las categorías a objetos no con- los COSA EN sí y FENÓMENO. Además,
"Analítica trascendental" de la Crítica siderados como apariencias, tendremos Franz Staudinger, Noúmeno. Die
de la razón pura. Sin embargo, Kant que postular una intuición distinta de "transzendentalen" Grundgedanken
und "die Widerlegung des Ideali-
introdujo asimismo la noción de noú- la sensible, y el objeto será entonces smus", 1884. — G. Dawes Hicks, Die
meno como distinta de la cosa en sí. un noúmeno en sentido positivo. Pero Begriffe Phänomenon und Noumenon
En K. r. V., A 249 escribió que "las como esta forma de intuición, la in- in ihrem Verhältnis zueinander bei
apariencias (véase APARIENCIA) en tuición intelectual, no es parte de Kant. Ein Beitrag zur Auslegung und
tanto que son pensadas como objetos nuestra facultad de conocimiento, se Kritik der Transzendentalphilosophie,
según la unidad de las categorías se sigue que el empleo de las categorías 1897 (Dis.).
llaman fenómenos [phaenomena], no puede ampliarse más que a los NOUS. Por la frecuencia con que
303
NOU NOV NOV
se usa en textos filosóficos el término Post-Parmenidean Period", ibid., XLI aquí tratamos principalmente es, pues,
griego νους y su transcripción Nous, (1946), 12-34. — J. H. M. Loenen, la novedad que procede de algo pre-
daremos aquí algunas precisiones que De nous in het System van Plato's existente. Cierto que si hay algo que
completen las que figuran en el ar- philosophie, 1951 (Dis.) [resúmenes ahora existe y que antes no existía, se
en inglés, págs. 269-76 y en francés puede decir que este "algo" no estaba
tículo Espíritu (VÉASE). Nous es 277-84]. — W. Biehl, Ueber den Be-
empleado en griego en varios senti- griff νους bei Aristoteles, 1864. — en ninguna parte y, por consiguiente,
dos: ( 1 ) como facultad del pensar, A. Bullinger, Aristoteles' Nus-Lehre, estaba in nihilo, y, por tanto, viene
inteligencia, espíritu, memoria y a 1882. — W. Andres, Die Lehre des también ex nihilo. Pero el sentido de
veces (como en la Odisea, VI, 320), Aristoteles vom νους, 1906. — O. Per- "nada" —o, mejor, de advenir de la
sabiduría; (2) como el pensamiento ler, Der Nus bei Platin und das Ver- nada— en el caso de la creación es
objetivo, la inteligencia objetiva; (3) bum bei Augustinus als vorbildliche mucho más radical que en el caso de
como una entidad (penetrada de in- Ursache der Welt, 1913. — Para el lo que podemos llamar simplemente
teligencia) que rige todos los pro- Nous como entendimiento (activo y "producción", "formación", etc. Por
pasivo), véase la bibliografía de EN-
cesos del universo. El sentido (1) es TENDIMIENTO; para el Nous como es- consiguiente, seguiremos hablando
frecuente en Aristóteles, quien con- píritu, véase la bibliografía de ESPÍ- aquí de novedad relativa en cuanto
cibe el nous como la parte superior RITU. — En un sentido ligado a la novedad que procede de algo preexis-
del alma, ψυχή. Siendo, empero, esta "filosofía del espíritu" francesa, véase tente y que constituye justamente el
parte común a todos los seres inteli- la doctrina del nous de G. Madinier fundamento, la causa, la razón, etc.
gentes, se objetiva hasta convertirse en su libro Conscience et Amour. de tal novedad.
en el entendimiento (v.) agente y Essai sur le "Nous", 1938, 3' ed., 1962. En ciertos casos puede admitirse
pon ello adquiere la significación (2). — Una doctrina más poética que fi- que la novedad de que se trata es la
losófica acerca del concepto de Nous
En esta conexión se ha traducido con en E. Oribe, Teoría del Nous, 1943. novedad de "cosas", "substancias",
frecuencia νους por intellectus, y "entidades", etc. En otros casos, en
NOVEDAD. El concepto de nove-
se ha definido como un hábito (v.) cambio, se trata, o se trata principal-
dad es filosóficamente interesante en
del alma y a veces como la propia mente, de la novedad de cualidades,
cuanto que es uno de los conceptos
alma en tanto que unidad de todas propiedades, etc. La mayor parte de
básicos implicados en la cuestión si-
sus actividades. En algunas ocasio- los filósofos han admitido, explícita-
guiente: "¿Hay nunca algo que no
nes (como en San Agustín), el nous mente o no, que hay novedad; lo úni-
representa la vida interna del espíri- hubiese de algún modo preexistido?"
Esta cuestión se descompone a su vez co que se trata de hacer es explicar
tu, y en este sentido equivale a la cómo ha surgido o puede surgir. Aho-
Viens. El sentido ( 3 ) es el propio de en diversas otras cuestiones, tales co-
mo: "¿Hay nunca alguna propiedad o ra bien, desde el momento en que se
Anaxágoras (V. ANAXÁGORAS y ES- intenta dar una explicación de la no-
PÍRITU). La combinación del sentido cualidad que no hubiese preexistido?";
"Dadas dos entidades, ¿puede surgir vedad, se pasa con frecuencia a la
(3) con el (2) se halla con frecuen- negación de la novedad. En efecto, si
cia en los neoplatónicos. Así lo vemos de su combinación algo distinto, espe-
"lo nuevo" es completamente nuevo,
en Plotino, para quien el νους es la cialmente alguna cualidad o propie-
aun cuando sea completamente nuevo
segunda hipóstasis (v.), emanada de dad distinta de lo que se halla en las
en sentido relativo y no algo surgido
lo Uno y emanadora del Alma del entidades mismas?"; "¿Es posible con-
de la nada, no parece que pueda ex-
Mundo. El nous plotiniano es, pues, cebir la existencia de algo que no
plicarse en qué consiste su supuesta
el acto primero del Bien, y es a lo existía antes, de una cualidad que
novedad sin referirse a algo que no es
Uno como el círculo es al centro del no existía antes", etc., etc. Si se con- nuevo, y, por tanto, sin reducirlo a
círculo. El nous es concebido enton- testa a estas preguntas, o a alguna algo preexistente. En otras palabras,
pes con frecuencia como la visión de ellas, afirmativamente, se supone la explicación lleva a la reducción
(inteligible) del principio, de lo Uno, que hay "novedad", es decir, algo (v.), la cual puede ser real o concep-
constantemente vuelta hacia él. No "nuevo", o que puede concebirse la tual, o ambas a un tiempo. Si se da
es, sin embargo, pura forma: el nous existencia de una "novedad" o de algo un rodeo a la cuestión y se dice que
tiene materia y forma, aunque su "nuevo". no se trata de explicar lo nuevo, sino
materia es también de carácter in- Dentro de una doctrina como la de solamente de describirlo, el problema
teligible. Para algunos neopitagóricos la creación de algo a partir de la nada seguirá en pie; en efecto, si la des-
el νους es la unidad de las ideas (y (véase CREACIÓN), no sólo se admite cripción de algo nuevo es inteligible,
de los números) ; así, según Numenio que hay novedad, sino también que tendrá que llevarse a cabo a partir de
de Apamea el νους es la "divinidad la novedad es absoluta. Si, en efecto, la descripción de algo que no es nue-
segunda" que unifica la diversidad adviene algo de la nada, este "algo", vo. Etc., etc. Y si se dice que lo nue-
numérica e ideal. sea lo que fuere, tendrá que ser radi- vo preexistía, pero en estado sólo la-
Sobre el Nous en varios pensado- calmente nuevo. Si se supone, en cam- tente, de modo que la novedad es la
res, R. Schottlaender, "Nus aïs Ter- bio, que de la nada no adviene nada manifestación, o presencia, de algo
minus", Hermes, LXIV (1929), 228- (véase Ex NIHILO Nmn, FIT) podrá potencial, habrá que explicar de qué
42. — K. von Fritz, "ΝΟΥΣ, NOEIN no admitirse novedad relativa. En modo hay en lo potencial algo que no
and Their Derivatives in Presocratic efecto, decir que de la nada no advie-
Philosophy ( excluding Anaxágoras ). hay (todavía) en él. Parece, así, que
I. From thé Beginnings to Parmeni- ne nada no significa todavía decir la novedad no es explicable, ni des-
des", Classical Philology, XI (1945), que si hay algo nuevo tiene que ad- cribible, ni concebible y que hay que
223-42. — Id., id., "Ibid., II. The venir de la nada. La novedad de que declarar que es "irracional".
304
NOV NUM NUM
Y, sin embargo, se admite que hay (siglo n) es considerado por unos co- Plutarco. Esta serie ontológica termi-
de hecho cosas nuevas y sobre todo mo un neopitagórico, por otros como naba en la materia primordial, último
propiedades nuevas; que, por ejemplo, un platónico y por otros, finalmente, eslabón de la cadena del ser. Pero
hay "todos" (véase TODO) que exhi- como un neoplatónico y hasta (según entre esta materia y las divinidades
ben propiedades que no son deriva- la opinión de K. S. Guthrie) como inferiores había todavía el alma hu-
bles de la suma de las propiedades el padre del neoplatonismo. Todas mana, el cuerpo animado y dirigido
exhibidas por sus partes; que hay estas opiniones tienen su fundamento. por el alma, y la naturaleza inorgá-
cambios de cantidad que producen En efecto, Numenio mezcló las es- nica. La doctrina del alma y de su
cambios de cualidad; que hay una peculaciones pitagóricas con las del salvación mediante el ejercicio ascé-
distinción entre cambios de grado y último Platón (a quien consideró tico y la identificación extática con
cambios de naturaleza, etc., etc. La como un Moisés que hablaba en la fuente primera del ser constituían,
cuestión está en ver si puede relacio- lengua ática), con las de Filón, y junto con la teología, las partes más
narse la citada admisión de hecho con con ideas teológicas de origen orien- desarrolladas del sistema de Numenio.
un principio o principios. El asunto tal, especialmente las procedentes de Según cuenta Porfirio (Vit. Plot.,
es suficientemente complejo para que los misterios egipcios de Serapis y 3), Amelio, el amigo y discípulo de
aquí nos sea permitido simplemente las que habían dado origen a varias Plotino, puso por escrito las opinio-
enunciar el problema. Diremos, sin tendencias gnóstícas, al parecer va- nes de Numenio, de las cuales hizo
embargo, que el problema es de tal lentinianas. De las obras de Numenio un resumen. Este es uno de los he-
índole que está presente en todos los —que versaban sobre el bien, sobre chos que hacen considerar a algunos
sistemas filosóficos, los cuales pueden las enseñanzas de los misterios por a Numenio como el verdadero origi-
examinarse desde el punto de vista Platón, sobre la incorruptibilidad del nador del neoplatonismo, opinión que
de su actitud respecto al concepto de alma, sobre el espacio y sobre los ya algunos habían manifestado en
novedad y de las nociones que han números— nos quedan solamente al- la Antigüedad y contra la cual se ma-
elaborado con el fin de dar cuenta de gunos fragmentos, la mayor parte de nifestó Amelio al escribir su tratado
la "novedad". ellos procedentes del diálogo sobre acerca de la diferencia entre las doc-
Ello no quiere decir que en todas el bien. El problema capital de Nu- trinas de Plotino y las de Numenio.
las filosofías encontremos explícita- menio era el de la naturaleza de la Ediciones de fragmentos: F. The-
mente el concepto de novedad y me- divinidad primera y su relación con dinga, De Numenio philosopha Pla-
nos todavía que haya en ellas el las otras realidades. Como la divi- tónico, 1875 (Cfr. también, del mismo
término 'novedad' — o términos sinó- nidad primera era, a su entender, autor, textos complementarios en
nimos. En rigor, este término ha unidad absoluta y completa trascen- Hermes, 1917, 1919 y 1922). — K.
S. Guthrie, NumenÍus of Apamea,
sido introducido, como término técni- dencia, y el resto era multiplicidad the Father of Neo-Platonism, 1917
co en la filosofía, solamente por auto- (no poseyendo existencia real, aun- (con biografía y comentario). — E.
res como los que han elaborado la que sí un movimiento propio), se A. Leemans, Studie over den wisgeer
doctrina de la llamada "evolución hacía necesario introducir realidades NumenÍus van Apamea met uitgave
emergente" (véase EMERGENTE), así intermediarias. La más fundamental der fragmenten, 1937 [Mém. Ac. Bel-
como por autores como Bergson y de ellas eran las ideas platónicas (y gique, 37]. — Sobre Numenio: C. E.
Whitehead. Este último autor ha los números pitagóricos, identificados Ruelle, "Le philosophe Numenius et
introducido el término 'novedad' (no- con tales ideas), que representaban son prétendu traité de la matière",
velty) para designar una de las cate- los modelos de las cosas. Ahora bien, Revue de philosophie, XX ( 1896), 3Θ
y sigs. — B. Domanski, Die Psycho-
gorías incluidas en su "esquema catc- estas ideas no eran solamente mode- logie des Nemesius, 1900 (se refiere
gorial". Whitehead llama "creativi- los o arquetipos, sino que tenían, también a Numenio). — H. Ch. Puech,
dad" al principio de la novedad. según Numenio, una unidad propia: "Numenius d'Apamée et les théologies
"Una ocasión actual [real, efectiva] la de la divinidad segunda. Esta orientales au Ile siècle", Mélanges
es una entidad nueva distinta de cual- divinidad era la creadora del mundo Biffez, 1934, págs. 745-78. — G. Mar-
quier entidad en los 'muchos' que según las formas contenidas en su rano, Numenio di Apamea, 1941.
unifica." La noción de novedad aquí, seno, el verdadero demiurgo. Por eso NÚMERO. Muchos pensadores grie-
y en otros autores, no sería posible sin la divinidad segunda era el principio gos se ocuparon de dos problemas
la noción de potencialidad y, en últi- del devenir, a diferencia de la divini- en relación con el concepto de nú-
mo término, si hubiese que mencionar dad primera, definida como el prin- mero: el problema de la estructura
un autor en el cual se planteó con to- cipio del ser. Resultado de su crea- de los números; el problema de la
da agudeza la cuestión de la existen- ción era la tercera divinidad, la divi- relación entre los números y la reali-
cia de algo nuevo junto con la necesi- nidad legisladora, que contenía el dad. En algunos casos estos dos pro-
dad de explicar por qué y cómo surge Alma del Mundo y la Providencia. blemas se fundieron en uno solo. Es
y en qué consiste, habría que mencio- En el seno de esta divinidad Nu- el caso de los pitagóricos. La conoci-
nar a Aristóteles, algunas de cuyas menio introdujo, además, una serie da proposición de Filolao, según la
nociones filosóficas f u n d a m e n t a l e s de dioses inferiores, algunos de ellos cual todas las cosas poseen un nú-
(Potencia, Acto, etc.) parecen haber identificados con figuras de la antigua mero, ha sido entendida de diversas
sido formadas para afrontar el proble- mitología griega, otros con divini- maneras. Una de ellas consiste en re-
ma planteado por el concepto de no- dades orientales y otros con demonios conocer que al principio los pitagó-
vedad. análogos a los descritos por los plató- ricos concebían los números como
NUMENIO DE APAMEA (Siria) nicos eclécticos, especialmente por elementos directamente representati-
305
NUM NUM NUM
vos de la realidad o, mejor dicho, de duciéndose así el concepto de idea acerca de la formación del concepto
las formas (geométricas) de la reali- monádica, idea diádica, etc. de número. Dos opiniones extremas
dad. Así, había, a su entender, nú- Junto a las teorías pitagóricas, pla- se contrapusieron: la de quienes esti-
meros sólidos (como los números cú- tónicas, neopitagóricas y neoplatóni- maban que el concepto de número se
bicos), números tetraédricos, etc. La cas acerca de los números y de su obtenía empíricamente, por abstrac-
base de esta concepción era la idea relación con la realidad, la más in- ción de las cosas particulares, y la
de que el número era análogo a una fluyente concepción del número en de quienes consideraban que el con-
especie de unidad material cuya or- la edad antigua fue la de Aristóteles. cepto de número era enteramente
ganización en el espacio daba lugar Este autor está de acuerdo en no apriórico. Ahora bien, las reflexiones
a una figura según la cantidad de concebir la unidad como un número, epistemológicas implicaban con fre-
puntos usados y la disposición dada "pues la unidad de medida no es cuencia supuestos ontológicos. Así, los
a los mismos. Relacionada con la una pluralidad de medidas, sino que empiristas suponían muchas veces que
idea anterior se halla la concepción la unidad de medida y lo uno son el número carece de toda realidad ex-
de que los cuerpos elementales igualmente principios" (Met., N l, tramental; los racionalistas aprioristas,
están representados numéricamente. 1088 a 4-7). El número es definido que tiene alguna forma de realidad —
De todo ello podía llegarse fácilmen- como la multitud medida, y como la aunque sea la realidad "ideal". Es di-
te a otra idea, que constituye otra de multitud (o multiplicidad) de las fícil, sin embargo, encontrar represen-
las interpretaciones del pitagorismo: medidas: πλήθος μεμετρημένον χαΐ πλή- tantes puros de cualquiera de las dos
los números son la esencia de las θος μέτρων . Esta concepción influyó tendencias; aun el más extremado de
cosas; una vez desnudadas éstas de grandemente entre los escolásticos. los empiristas, como John Stuart Mili,
todas sus cualidades accidentales po- Fue retomada especialmente por San- roza a veces posiciones conceptualis-
demos descubrir mediante la razón to Tomás, el cual concibió el núme- tas. Lo mismo, y a mayor abunda-
sus esenciales propiedades numéricas. ro como multitude mensurata per miento, sucede en autores como Loc-
A su vez, estas propiedades pueden nnum (S. theol, I, y. 7, 4 c). Este ke, el cual estima que el número es
combinarse; junto a la tabla pitagó- número es, empero, el numeras nu- una representación simple y que,
rica de las oposiciones (véase PITÁ- meratus, el cual se distingue del aunque pertenece a las cualidades
GORAS, PITAGÓRICOS) y en correspon- numéros numeran«, que es considera- primarias, está tejido con las nocio-
dencia con ella, la reflexión sobre los do abstractamente y que concierne nes proporcionadas por la represen-
números naturales produce resultados a la enumeración. Los escolásticos, tación. Un claro intento de mediación
que los pitagóricos consideraban pun- por lo demás, trataban siempre de se halla en Kant y en los neokantia-
to menos que maravillosos. Así ocurre, distinguir diversos conceptos de nú- nos. Según Kant, el número es el
por ejemplo, con la suma de los cua- mero. Así, por ejemplo, Duns Escoto esquema (v. ) puro de la cantidad
tro primeros números naturales, que distinguía entre el número esencial, (v. ), es decir, "la unidad de la sín-
da por resultado el número sagrado obtenido por división de la primera tesis de lo diverso de una intuición
10; o con 1, que no es propiamente unidad divina, el número natural o homogénea en general, al introducir
un número, pero que engendra la formal, y el número accidental; este yo el tiempo mismo en la aprehensión
pluralidad numérica. Consecuente- último es el propiamente matemático. de la intuición" (K. r. V., A 142/B
mente desarrolladas estas ideas dieron En lo que toca al número como ob- 182). El concepto de número queda
origen a la aritmetología metafísica jeto de la matemática, las ideas de los colocado de este modo en el plano
en que se complacieron muchos neo- escolásticos no diferían, por lo demás, trascendental (v.), y en algunos au-
pitagóricos (por ejemplo, Nicómaco grandemente, de la clásica defini- tores influidos por Kant (Renouvier,
de Gerasa) y algunos neoplatónicos. ción de número que encontramos en Hamelin) llega a convertirse en una
Estas dos tendencias se basaron no Euclides (Elem., VII) y que puede categoría (v.).
solamente en las especulaciones de parangonarse con la aristotélica: el Los problemas epistemológicos no
los pitagóricos, sino también en las numero es το εκ μονάδων συγκείμενον han sido abandonados en época más
de Platón, en la medida en que éste πλήθος. reciente, pero el antiguo problema
fue influido por las doctrinas de Pi- Durante el Renacimiento imperó de la "forma de realidad" del nú-
tágoras. En efecto, no solamente Pla- en muchas mentes la simbología nu- mero se ha colocado de nuevo en
tón usó de los conceptos de unidad mérica de carácter platónico-pitagó- primer plano. Dos grandes contribu-
y de pluralidad en algunas partes de rico. Esta simbología no fue, empero, ciones pueden mencionarse al res-
su doctrina de las ideas, sino que, totalmente infecunda; cuando menos, pecto. Una de ellas es la fenomeno-
además, parece haber llegado a una dio alas a la idea de que la realidad logía de Husserl y su teoría de la
teoría de las ideas como ideas-núme- puede ser representada matemática- objetividad ideal (v.). Otra —más
ros, por lo menos si nos atenemos a mente y, por consiguiente, insufló influyente entre los matemáticos—
ciertos pasajes de Aristóteles (que los ideales de panmatematización de es la investigación lógica realizada en
algunos autores, empero, consideran lo real en que han sido pródigos la línea Frege-Peano-Russell y auto-
referidos a los miembros de la Aca- el pensamiento y la ciencia moder- res más recientes. Describiremos esta
demia platónica). Estas ideas-núme- nos. Ahora bien, los filósofos mo- última con más detalle antes de pro-
ros no son ya, sin embargo, los nú- dernos propiamente dichos se inte- ceder a mencionar los diferentes tipos
meros en tanto que ideas, sino, como resaron más por la epistemología que de números admitidos por los mate-
ha indicado W. D. Ross, el resultado por la ontología del número. Se dis- máticos y las principales posiciones
de asignar números a las ideas, pro- cutieron así sobre todo las cuestiones que todavía parecen posibles en lo
306

Ï
NUM NUM
que toca a la concepción del número. (IV) El sistema de los números
El intento de fundamentación ló- reales, que comprende los anteriores
gica del concepto de número se halla y, además, los números irracionales,
ya en Dedekind cuando escribe que tales como ( 2)1/ 2, i.
"si examinamos exactamente lo que La serie (III) es llamada com-
hacemos cuando contamos un grupo pacta; la serie ( I V ) , continua.
o colección de cosas, nos vemos con- ( V ) El sistema de los números
ducidos a considerar el poder del es- complejos, en el cual se introducen
píritu para relacionar una cosa con nuevos símbolos indefinidos. Una
otra, para hacer que una cosa corres- clase importante de números comple-
ponda a otra, que una copie a la otra, jos son los números imaginarios, de
como una capacidad en general sin los que suele darse como ejemplo
la cual el pensamiento es imposible. Y-l.
Sobre esta base única, pero comple- Las posiciones todavía discutidas
tamente inevitable, debe erigirse toda respecto al problema del número son
la ciencia del número". La operación sensiblemente las mismas que hay
de correlación surge asimismo en la ea la filosofía de la matemática
teoría cantoriana de los conjuntos (VÉASE). En efecto, es posible defen-
(V. CONJUNTO, INFINITO). Pero se ha- der una posición formalista, una lo-
lla sólo claramente en Frege (1884) gicista y una intuicionista. La adop-
y (descubierta con independencia de ción de una de las posiciones es im-
éste) en Russell (1901). Usaremos portante no solamente por las diferen-
aquí de preferencia las formulaciones tes interpretaciones que tenemos en
de este autor. Según Russell, el núme- cada caso acerca del concepto de
ro resulta en principio del modo de número, sino también por las modi-
agrupar ciertas clases. Así, por ejem- ficaciones que introducen en la pre-
plo, todas las clases compuestas de sentación de los diferentes sistemas
cuatro miembros son agrupadas bajo numéricos. Estas posiciones pueden
el número 4. Pero como no puede ser llamadas (latamente) ontológi-
presuponerse que se cuenten las clases cas. A ellas se agregan las posiciones
sin saber del número, es mejor esta- predominantemente epistemológicas;
blecer si dos clases, A y B, tienen entre estas últimas destacaremos la
el mismo número de miembros. Se radicalmente empirista, la apriorista
establece esto mediante la correla- y la conceptualista. Es común que los
ción uno a uno de cada miembro de dos tipos de posiciones se combinen.
una clase con cada miembro de otra Es también frecuente que se adop-
clase similar. Dos clases finitas tienen ten posiciones intermedias o bien que
el mismo número de miembros si son se elijan algunas de ellas a modo de
similares, es decir, si hay entre los necesaria convención.
miembros de cada clase una relación Exposiciones del concepto de nú-
biunívoca. Por ejemplo, O es el nú- mero y teorías acerca del número:
mero de las clases que no tienen nin- E. Husserl, Ueber den Begriff der
gún miembro (clase nula); 1 es el Zahl, 1877. — G. Frege, Die Grund-
número de las clases que tienen un lagen der Arithmetik, eine logisch-
solo miembro; 2, de las clases que mathematische Untersuchung über
tienen 2 miembros, y así sucesivamen- den Begriff del Zahl, 1884. — Id.,
te. En general, el número de una id., Grundgesetze der Arithmetik be-
clase es la clase de todas las clases griffschriftlich abgeleitet, 2 vols.,
similares a la misma. O, si se quiere, 1893-1903. — R. Dedekind, Was
sind und was sollen die Zahlen?,
el número es "algo que es el número 1888. — Giuseppe Peano, "Sul con-
de alguna clase". Esta definición pa- cetto di numero", Rivista ai Matemá-
rece circular pero no lo es; en efecto, tica, I (1899). — Peano y otros au-
puede definirse 'número de una clase' tores, Formulaire des Mathématiques,
sin usar de la noción de número en 1894-1908, especialmente vol. I. —
general. No se parte, pues, del nú- Β. Russell, The Principies of Mathe-
mero para "aplicarlo" a una colección, matica, I, 1903, 2' ed., 1938 (trad,
sino de la correlación uno a uno en esp.: Los principios de las matemáti-
cas, 1951). — Id., id., Introduction to
dos colecciones similares para extraer Mathematical Philosopha, 1919, Caps.
el correspondiente número. De este I y II. — Whitehead-Russell, Princi-
modo los números y las operaciones pia Mathematica, t. I, 1910, 2* ed.,
con los mismos pueden ser expresados 1925. — E. Cassirer, Substanzbegriff
simbólicamente. Suelen usarse a tal und Funktionsbegriff, 1910. — H.
NUM NYA NYA
Rickert, "Das Eine, die Einheir und NYÄYA es el nombre de uno de decidir lo que cabe hacer frente a
die Eins. Bemerkungen zur Logik des los seis sistemas (véase DARSANA) ella.
Zahlbegriffs", Logos, II (1911-1912), ortodoxos (ästika) de la filosofía india Nos limitaremos a destacar algunos
págs. 26-78. — F. Waismann, Ein- (v. ). Su fundación se atribuye a Gau- elementos fundamentales de la doc-
führung in das mathematische Den- trina. Aunque aplicada al conjunto
ken. Die Begriffsbildung der moder- tama (Gotama o Aksapâda), siendo
el texto básico de la escuela el Nyâya- de la realidad, establece un cierto
nen Mathematik, 1936. — R. Poirier, número de temas (padartha) que cir-
Le nombre, 1938. — R. Wavre, sütra, de Gautama, pero ha sido ela-
L'imagination du réel. L'invention borado y modificado en el curso de cunscriben "aquello de que se trata".
et la découverte dans la science des los siglos por muchos autores: Vätsyä- Hay dieciséis padartha: ( 1 ) modos
nombres, 1948. — R. Dubish, The yana, Uddyotakara, Vàcaspati, Uda- de conocimiento (a veces se habla
Nature of Numbcr, 1952. — Kurt Rei- yana, Jayanta, Gangesa, Navadvïpa, de "pruebas" o "evidencias"); (2)
demeister, Raum und Zahl, 1957. — etc., etc. Hay tres formas fundamen- objetos de conocimiento (o lo que
B. Goussinsky, Continuity and Num- se prueba); (3) duda; (4) finalidad
ber, 1959. — P. Greco, J. B. Grize, tales de la doctrina: la antigua (Brá-
cinä-nyäya), la moderna (Navya-nya- de la operación; (5) hecho seguro;
S. Papert, J. Piaget, Problèmes de la (6) doctrina cierta; (7) proposiciones
construction du nombre, 1960. — ya) —esta última a partir de Gange-
Georges Bénézé, Le nombre dans les sa— y la sincrética (que es una com- que forman la inferencia; (8) argu-
sciences expérimentales, 1961. — Véa- binación del sistema Nyaya con el mento hipotético; (9) obtención de
se asimismo algunas de las obras lógi- Vaisesika, en muchos respectos simi- la verdad; (10) discusión en vista
cas citadas en la bibliografía del ar- lares, de modo que es frecuente, ya de la obtención de la verdad; (11)
tículo LOGÍSTICA. — Para el concepto desde el siglo xvn, presentarlos con- discusión puramente verbal; (12) crí-
de número y el infinito: A. Raymond, juntamente bajo el nombre de Nya- tica meramente negativa; (13) so-
Logique et Mathématiques. Essai his- fismas en la inferencia; (14) ambi-
torique et critique sur le nombre in- ya-Vaisesika). N o s o t r o s excluiremos
esta última forma de presentación güedad; ( 15 ) objeción innecesaria
fini, 1908. — H. Bergmann, Dos
Unendliche und die Zahl, 1913. — y nos atenderemos al sistema Nyaya y ( 16 ) admisión de que el adversa-
Obras históricas: F. C. Endres, Die aislado, con particular atención a las rio ha probado lo contrario de lo
Zahl, in Mystik und Glauben der formas "clásicas" del mismo. que uno había defendido. Debe ob-
Kulturvölker', 1935. — F. Vera, Evo- Es habitual leer en tratados sobre servarse que no se trata solamente de
lución del concepto de número, 1929. la filosofía india que el sistema Nyá- problemas a debatir, sino también de
— K. Joël, Zur Geschichte der Zahl- ya es exclusivamente de índole lógica modos mediante los cuales está ar-
prinzipien in der griechischen Philoso- ticulada la realidad. Se ha dicho por
phie, 1890. — H. Zitscher, Philosophi- o metodológica. Ello se debe a dos
motivos: a que el término Nyaya ello que la doctrina Nyaya puede ser
sche Untersuchunger über die Zahl, calificada —en términos de la filo-
1910 (Dis.). — F. A. Weber, Die puede traducirse por 'lógica' o 'mé-
genetische Entwicklung der Zahl- und todo', y a que en la forma moderna sofía occidental— de "realismo ló-
Raumbegriffe in der griechischen Phi- (Navya-nyäya) la lógica formal ha gico". En la doctrina Nyaya clásica
losophie bis Aristoteles und der Begriff llegado a tener tal predominio sobre por lo menos, la lógica no es sólo
der Unendlichkeit, 1895.—G. Mühle, las demás partes, que ha podido jus- un lenguaje elegido para hablar acer-
Ein Beitrag zur Lehre von den pytha- tificarse la identificación de Nyaya ca de la realidad, sino la realidad
gorischen Zahlen, 1913 (véanse, ade- misma en tanto que es objeto de aná-
más, las obras sobre el concepto pita- con 'escuela de lógica'. Como hemos
visto en el artículo Lógica, además, la lisis lógico (y metodológico). En
górico de número citadas en la biblio- todo caso, lo que se prueba se da por
grafía del artículo PITÁGORAS, agregan- escuela Navya-nyäya ha percibido tan
do: Vermehren, Die pythagorischen claramente las exigencias de la for- supuesto como verdadero en vez de
Zahlen, 1863, y Milhaud, "Le concept malización lógica que ha podido ela- preguntarse por las condiciones de
du nombre cliez les Pythagoriciens et borar algunos problemas en forma toda verdad en cuanto verdad.
les Éléates", Reçue de Métaphysique traducible al moderno lenguaje sim- La padartha ( 1 ) es objeto de muy
et de Morale, I (1893), 140-56."— L. bólico. Sin embargo, tomada en con- detenido examen. Varios tipos de co-
Robin, La théorie platonicienne des nocer son examinados: percepción,
idées et des nombres d'après Aristote. junto, la doctrina Nyaya no es sólo ló-
gica y metodológica: incluye una ela- inferencia, comparación y testimonio.
Étude historique et critique, 1908. — Cada uno de estos tipos de conocer
E. Frank, Plato und die sogenannten borada teoría del conocer, una teo-
Pythagoreer, 1923. — J. Stenzel, Zahl ría sobre el universo físico y una es clasificado a su vez en múltiples
und Gestalt bei Platon und Aristote- teoría sobre la divinidad, todo ello formas, analizándose su validez o
les, 1924, 2» ed., 1933, 3» ed., rev., basado en un propósito último: el falta de validez. Particular atención
1959. — K. Staehle, Die Zahlenmystik de la liberación (véase MOKSA). Lo se presta a la inferencia, a sus funda-
bei Philon von Alexandreia, 1931. — único que ocurre es que el punto de mentos y a sus falacias; se elabora
R. Achsel, Ueber den Zahlbegriff hei vista adoptado sobre este conjunto al respecto una compleja doctrina ló-
Leibniz, 1905. — G. Stammler, Der gica, que incluye un estudio de la
Zeitbegriff seit Gauss, 1926. — G. es predominantemente lógico-metodo-
Martin, Klassische Ontologie der Zahl, lógico; se trata de elaborar desde este estructura de diversos razonamientos
1956 [Kantstudien. Ergänzungshefte ángulo (y usando, por lo demás, un y de los motivos que hacen acepta-
70]. concepto más amplio de 'lógica' y ble un razonamiento en virtud de su
NUMINOSO. Véase OTTO (RU- 'método' del que suele emplearse en mera forma.
DOLF), SANTO. las filosofías occidentales, especial- La padartha (2) distribuye los ob-
NÜNEZ VELA (PEDRO). Véase mente las modernas) lo que puede jetos del conocimiento y señala las
RAMÉE (PIERRE DE LA). saberse acerca de la realidad para articulaciones reales del universo. Su
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NYA NYA NYA
contenido es una cosmología, pero gorías y una ontología: problemas da en el sistema Nyaya con la doc-
entendiendo ésta en un sentido muy como los de la naturaleza de los trina del yo; por lo demás, el siste-
amplio, pues incluye —y examina con atributos, de los universales, de la in- ma se ocupa menos de la descripción
más atención que ningún otro obje- dividualidad, de las relaciones reales, de la naturaleza de la divinidad que
to— un estudio del yo y de sus ac- etc., son temas de preocupación por del estudio de los diferentes argumen-
tividades. El yo es concebido de un parte de los pensadores de la doctri- tos para probar su existencia.
modo substancial, pero su substancia na Nyáya, si bien ea las partes más Véase bibliografía de FILOSOFÍA IN-
no es del mismo tipo que el de las DIA. — Manikana, A Navya-Nyaya
"clásicas" de la doctrina aparecen Manual, I960. Ed. (con trad, inglesa)
realidades meramente físicas, tales
como la tierra, el agua, el aire, el con frecuencia sólo insinuados; de por E. R. Sreekrishna Sarma. — So-
fuego, el espacio, el tiempo, etc., que hecho, el estudio de las categorías bre la teoría del conocimiento del sis-
son asimismo substancias, pero con generales de lo real fue emprendido tema Nyâya: S. C. Chatterjee, The
con detalle sólo por la doctrina Vaí- Nyaya Theory of Knowledge, 1950.
cualidades perceptibles por los sen- — Sobre la lógica Nacya-nyäya: D. H.
tidos. La distribución de los objetos sesíka, y luego por el sistema eclécti- H. Ingalls, Materials for tfie Study of
del conocimiento implica algo muy co Nyâya-Vaisesika. En cuanto a la Navya-nyaya Logic, 1951 [Harvard
semejante a una doctrina de las cate- doctrina de la divinidad, está enlaza- Oriental Series, 40].

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