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Paper
28 Octubre 2011

LA SOCIEDAD COOPERATIVA EUROPEA

Interés Práctico y Medidas de Fomento
EUROPEAN COOPERATIVE SOCIETY SOZIETATE KOOPERATIBO EUROPARRA
Practical Interest and Promotion Measures Interes Praktikoa eta Sustapen Neurriak

1.Son ya ocho los años transcurridos desde la
aprobación del Reglamento de la Sociedad
Cooperativa Europea (en adelante RSCE), y cinco
desde que entró en vigor. Durante este periodo
de tiempo no se han constituido más que
alrededor de veinte cooperativas europeas, y
esta cifra plantea una serie de interrogantes que
se pretenden afrontar en el presente documento:
 ¿Es una figura útil y necesaria para el
cooperativismo y para su actividad
económica?
 ¿Contiene unas características que le
otorgan una ventaja competitiva en
relación a otras figuras cooperativas o
capitalistas?
 ¿Cuáles?
 ¿Cuál debería de ser el esfuerzo y
cuáles las medidas para la promoción y
el fomento de la Sociedad Cooperativa
Europea (en adelante SCE)?
2.No es intención de EKAI evaluar el grado de
éxito o el fracaso de la regulación de la SCE, pero
de cualquier manera, nos encontramos en un
estadio demasiado temprano para que esta
valoración sea lo suficientemente rigurosa. Se
impone de momento un mayor rodaje de la
figura, una profundización en su utilidad, y un
mayor uso además de la implementación de
políticas de promoción que contribuyan a una
mayor expansión. De cualquier forma,
comparando el número de las SCE constituidas
con las Sociedades Europeas (SE) constituidas
durante el mismo periodo de vigencia de la
norma, y teniendo en cuenta la diferente
extensión de una y otra figura en la actividad
socio-económica, no existe diferencia relevante
que haga pensar en que nos hallamos en una
alarmante infrautilización de la figura.
3.En cuanto a las causas para el alumbramiento
del RSCE, la preexistencia de un reglamento de la
SE parece haber sido un percusor de primer
orden, quizás más que otras razones que

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may have a conflict of interest that could affect the objectivity of this report. Investors should consider this report as only a
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pudieran haber estado más cerca de la necesidad
real de esta figura.
VENTAJAS DIFERENCIALES
4.A pesar de que se trata de un tema que ya se
ha abordado en otros working paper que tratan
sobre la SCE, resulta necesario mencionar estos
aspectos diferenciales junto con las medidas de
fomento que se plantean para observar de forma
conjunta tanto estos aspectos como las medidas
de fomento, y ver así el grado de interrelación
existente entre ambas.
5.La SCE se sitúa en un espacio de intersección
de dos planos. Uno de ellos es un plano
horizontal, donde esta figura cooperativa debe
tener especificidades propias que lo hagan
especialmente útil en comparación con otras
figuras cooperativas de cada Estado. Por otro
lado nos encontramos con el plano vertical, en el
que la SCE debería marcar perfil propio respecto
de otras figuras de ámbito europeo, tales como la
SE o la Agrupación Europea de Interés
Económico.
6.Por lo tanto, la SCE debe hallar su espacio en el
lugar de convergencia de estos planos, y la
cuestión es si en ese espacio existe sitio
suficiente para la SCE. Es decir, ¿contiene la SCE
ventajas que la hagan útil en comparación con las
figuras que se hallan en los planos enunciados en
el punto anterior? En cualquier caso, y de existir,
éstas no son claras ni diáfanas, y surgen tan solo
de la combinación de las que se obtienen en cada
plano:
 En el plano horizontal, el de las figuras
cooperativas de cada estado, el
diferencial principal es el de su
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LA SCE EN LAS
POLÍTICAS EUROPEAS
carácter transfronterizo, y todo lo que
ello supone
 En el plano vertical, el de las figuras
jurídicas de ámbito europeo, nos
encontramos que se valoran sobre
todo las características organizativas
de las cooperativas, es decir, su
carácter democrático 2
7.De todas formas, resulta notable que aun
siendo una figura que permite una actuación
transfronteriza en formato cooperativo, éstas no
han hecho una opción decidida por la SCE cuando
se trata de actuaciones en más de un país de la
Unión Europea.
8.El grado de implantación conseguido por la SCE
hasta este momento difiere de un Estado
Miembro a otro. Es en Italia donde ha obtenido
un mayor éxito, esto es, un mayor número de
SCEs constituidas y operativas. Otros países con
tradición y cultura cooperativa, legislación
adecuada y reconocedora del hecho cooperativo,
y un movimiento cooperativo adecuadamente
articulado le siguen de cerca. Este hecho hace
pensar que en estos países pueden llegar a
entender mejor la utilidad de la SCE en
situaciones concretas de necesidad.
9.Es así que las ventajas operativas más
mencionadas son:
 El régimen único para los grupos
cooperativos convergentes de
diferentes Estados.
 Menor dotación de fondos
obligatorios.
 La posibilidad de optar entre la
gobernanza monista o dual

 La imagen europea, y relacionada a
ésta, la interlocución única ante
administraciones diferentes. Esto es,
que no es necesario crear estructuras
propias para cada administración, con
lo que se reduce complejidad a las
estructuras, y en consecuencia a los
procesos de toma de decisiones, y se
economizan recursos.
10.Pero estas cooperativas cuentan también con
una serie de inconvenientes. Uno de ellos es el de
su inscripción y publicidad a través del Registro
Mercantil, que si bien en el momento actual es
un tema ya fijado normativamente, no es un
asunto que sea del todo pacífico. Algunos
sectores del movimiento cooperativo siguen
entendiendo que de este modo se mercantiliza a
las cooperativas, dado que los criterios que se
utilizarán en este registro serán sobre todo el de
las sociedades capitalistas. Por otra parte, hay
quien entiende que el tema registral se ha
solucionado de forma favorable a las
cooperativas puesto que les da una visibilidad
mayor, y las equipara a las sociedades de capital.
11.Otro aspecto desfavorecedor es el de la gran
complejidad normativa y del sistema de fuentes
que se consagra en el RSCE. La constante
remisión a normas de diferente rango dificulta la
comprensión unitaria de la norma, y la hace en
cierta forma volátil. Las explicaciones que
requiere desincentiva su utilización.
12.Por otro lado el proceso de constitución sigue
siendo difícil y complejo. Esto puede achacarse
en estos momentos al hecho de que sea una
figura de nueva implantación, y es de suponer
que el transcurso del tiempo y la toma de una
mayor práctica engrasaran este proceso.
13.Por otro lado, uno de los inconvenientes más
mencionados es el de la falta de conocimiento de
la propia SCE.
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LA SCE EN LAS
POLÍTICAS EUROPEAS
14.Nos encontramos así con que, tal y como se
ha mencionado anteriormente, las propias
cooperativas han dejado de lado la SCE y han
utilizado figuras capitalistas.
15.En definitiva, nos encontramos con que las
ventajas de la SCE son poco relevantes, y los
inconvenientes en cambio si revisten un cierto
peso. Todo ello ha llevado a generalizar una 3
percepción de falta de necesidad real y efectiva
de la SCE.
16.De cualquier modo, no conviene apartar la
vista del hecho de que el RSCE ha supuesto en
realidad la generalización de la legislación
cooperativa a toda la Unión Europea, y esto es
particularmente interesante sobre todo para los
países que carecían de este tipo de leyes.
17.En segundo lugar, tampoco conviene olvidar
que la mera existencia de la SCE puede servir en
un futuro para soluciones cooperativas
impensables en este momento tal y como ha
ocurrido con otras figuras jurídicas del ámbito
socio-económico, y manifestar virtualidades que
por ahora permanecen ocultas
MEDIDAS DE FOMENTO
18.A la vista de todo lo anterior, es decir, de la
poca entidad de las ventajas operativas visibles
en estos momento, el esfuerzo de fomento y
promoción de esta figura debe ser proporcional a
esta realidad. No es conveniente hacer un
esfuerzo de promoción ingente para una figura
jurídica que, hoy por hoy, no parece tener un
ámbito de expansión demasiado grande.
19.Por otro lado, debe tenerse en cuenta cuando
se proponen medidas de fomento de la SCE, que
esta figura no solo es para grandes cooperativas
que pretendan llevar a cabo actuaciones de gran
envergadura a nivel europeo. Se pueden
constituir SCEs exclusivamente con cinco

personas de dos o más países contando con una
unidad productiva en un país y un almacén en
otro. De esta forma, la SCE es una figura que
puede servir a cualquier cooperativa de tamaño
relativamente pequeño.
20.Cuando hablamos de promoción, la propia
SCE se puede convertir en una figura de
promoción cooperativa. Por un lado por ofrecer
una percha regulatoria a las cooperativas en
países donde no existía tal regulación; por otra
parte por ensanchar las posibilidades
organizativas a las cooperativas; y por último, por
ofrecer una figura cooperativa específica a la
actuación internacional –a nivel europeo- de las
cooperativas.
21.Pero al margen de que la SCE pueda
contribuir a la promoción cooperativa, se debe
plantear qué es lo que se debe hacer para el
fomento de la misma, sobre todo habida cuenta
del escaso conocimiento de la figura, recalcada
por el movimiento cooperativo. En este ámbito la
responsabilidad de estas actuaciones de fomento
corresponde tanto a los poderes públicos en
todos sus niveles, como al propio movimiento
cooperativo, en la medida en que también le
corresponden tareas de fomento.
22.Empezando a con los poderes públicos, y
centrándonos en primer lugar a nivel europeo,
las actuaciones encaminadas a dar a conocer y
visibilizar la SCE deben de tener un gran
protagonismo a través del fomento de estudios y
de la transmisión de conocimientos mediante la
organización de encuentros de organizaciones
cooperativas y administraciones encargadas de
asuntos cooperativos, y benchmarking de
experiencias de SCE.
Este esfuerzo para dar a conocer la SCE debe
llegar también a todo el tejido de asesores
empresariales, bancos, notarios, etc. que son
compañeros de viaje en las iniciativas
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LA SCE EN LAS
POLÍTICAS EUROPEAS
cooperativas, y que de no conocer como es
debido todas las posibilidades cooperativas,
entre ellas la SCE, supondrán un obstáculo para
su uso.
Otras vías de actuación a nivel europeo pasan por
incrementar la visibilidad de las cooperativas en
general, y de la SCE en particular a través de
diferentes medios: legales, comunicaciones,
4
mensajes de tono más informal, etc.
Al ser la SCE un instrumento de cooperación
transfronteriza, se deben de promocionar las
operaciones y colaboraciones a nivel europeo
entre cooperativas.
23.Las anteriormente mencionadas son labores
de comunicación y de visibilización de la figura en
sí, y responden sobre todo a la falta de
conocimiento sobre la SCE que es un obstáculo
de gran importancia. Pero otro de los obstáculos
principales de la SCE tiene un cariz técnico
jurídico, y es el de la complejidad del propio
RSCE. Nos encontramos ante una norma confusa
y difusa, con un uso y abuso de la técnica de la
remisión a diferentes niveles (a veces normativa
estatal cooperativa, otras a la mercantil, también
a la autonomía de la voluntad, etc.).
Así pues, debería de imponerse una mayor
sencillez en el sistema de fuentes de la RSCE, y
una simplificación y clarificación de la misma
norma en diferentes sentidos:
 Reforzando la autonomía de la SCE con
una regulación general europea de
carácter más consistente. Es decir, con
una mayor osadía a la hora de regular
más cuestiones y optando así a crear
un modelo cooperativo europeo.
 No renunciando a la remisión
normativa, pero circunscribiendo ésta

tan solo a temas de orden público y de
protección de terceros.
 Una mayor proximidad a los principios
de la Alianza Cooperativa
Internacional.
24.Estamos hablando de un cambio de la norma.
Y al hablar de esta cuestión se manifiesta otra de
las grandes carencias del RSCE, que es el de la
dificultad para su modificación habida cuenta del
larguísimo periodo de gestación de la norma y de
la gran cantidad de remisiones a la legislación de
los Estados Miembro, que manifiesta la gran
dificultad para llegar a consensos por la diversa
realidad cooperativa de los diferentes Estados.
25.La dificultad para la modificación, y por tanto
para la adecuación a las necesidades que
pretende regular, de una norma es un problema
muy grave para su correcta aplicación y su
potencial de ordenación del sector al que va
destinado. Este problema es patente en la
regulación de la SCE, y requiere de una actuación
más decidida por parte de la Comisión Europea
en la línea de lo propuesto en los puntos
anteriores.
26.En cuanto al nivel estatal y autonómico, la
labor de difusión que corresponde a estos
poderes es también crucial, y se debería realizar
en primer lugar con los miembros de la
administración implicados, tales como técnicos
de los Ministerios de Trabajo, técnicos de
comercio exterior, registros, etc. Pero esta labor
de dar a conocer la SCE se debe realizar también
con las cooperativas y las asociaciones de las
mismas, y tal y como se ha mencionado en el
nivel europeo, con los asesore y los agentes que
acompañan a las mismas (abogados, notarios,
economistas, bancos, etc.)
Se hace necesaria también la difusión de las
experiencias positivas de SCEs ya constituidas.
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LA SCE EN LAS
POLÍTICAS EUROPEAS
Otra cuestión ya mencionada, y que puede
convertirse en un instrumento de promoción de
primer orden, es el registral. Si bien está zanjado
normativamente, parece que un mayor consenso
con el movimiento cooperativo que permita un
mejor conocimiento de los registradores del
hecho cooperativo pueda contribuir a aumentar
tanto el conocimiento como la visibilidad de la
SCE. 5
27.El esfuerzo de fomento y promoción de la SCE
por el movimiento cooperativo también
contribuirá a un mayor uso de esta figura
europea. Su labor se debería centrar en una labor
de promoción en diferentes planos:
 Dando a conocer esta figura entre las
cooperativas ya existentes, y sobre
todo sus gestores para que sea tenida
en cuenta en futuros emprendizajes a
nivel transancional.
 Dándolo a conocer entre asesores
externos, bancos, notarios, etc.
 Para algunos miembros del
movimiento cooperativo es también
importante que el propio movimiento
se organice en sus estructuras de
integración utilizando la figura de la
SCE.
 Mediante el benchmarking de la SCE
dando a conocer experiencias
organizativas, soluciones cooperativas
en este formato a problemas
concretos, razones y motivaciones que
han conducido a elegir la SCE, etc.
 Recopilando necesidades de SCEs ya
constituidas sobre el proceso de
constitución y sobre las problemáticas
relativas al funcionamiento.