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Las Dos Culturas de/en la Psicología Vol. XIV, Nº 2: Pág. 189-208.

2005

Las Dos Culturas de/en la Psicología

The Two Cultures and Psychology´s Two Cultures


Carlos Cornejo A.*

Resumen
El recurrente diagnóstico que la psicología es una ciencia en crisis puede ser anali-
zado como la pugna entre dos concepciones de psicología: la cientificista y la com-
prensiva. Ambas coexisten desde los inicios de la disciplina, definiendo objetos y
métodos de estudio divergentes y constituyendo hoy culturas antagónicas. El análi-
sis historiográfico muestra que ambas culturas corresponden a una expresión
intradisciplinaria de la dicotomía de las culturas científica y humanista en la socie-
dad occidental. El análisis muestra también que el reconocimiento de las múltiples
dimensiones implicadas en el fenómeno de estudio psicológico apela a la integra-
ción de la precisión metodológica de la cultura cientificista y de la adecuación objetal
de la cultura comprensiva.
Palabras clave: Dos culturas, psicología científica, psicología hermenéutica

Abstract
The usual affirmation that psychology is in crisis can be understood as the conflict
between two divergent conceptions whitin the discipline: the scientificist and the
comprehensive: Both of them coexist since the very origin of the psychological science,
defining different objects of knowledge as well as methods. Nowadays they constitute
antagonist cultures. Historiographic analysis shows that both cultures are the
intradisciplinary expression of the broader anthropological dichotomy in occiden-
tal societies between the scientific culture and the literary-humanist culture. The
analysis shows in addition that recognizing the multiple dimensions involved in
the complex object studied by the psychology afford the integration of both the
methodological precision of scientificist culture and the appropriated definition of
the object of knowledge characteristic of the comprehensive culture.
Key words: Two cultures, scientific psychology, hermeneutic psychology

* Psicólogo, PhD, Escuela de Psicología, Pont. Universidad Católica de Chile. email: cca@uc.cl

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Revista de Psicología de la Universidad de Chile

1. Introducción: La crisis (permanente) dibujan ya tempranamente en su historia y


de la Psicología y la Tesis de las Dos cuyo desarrollo atraviesa en paralelo todo el
Culturas siglo veinte, hasta la actualidad. Una de esas
posiciones entiende que, sea cual fuere el
A lo largo de todo el Siglo XX muchos objeto de estudio de la psicología, éste debe
nombres importantes de la historia de la psi- ser investigado mediante el método científi-
cología han señalado que la psicología vive co tradicional proveniente originalmente de
una crisis: Willy (1899); Bühler (1927); James las ciencias naturales –paradigmáticamente,
(1892); Kendler (1981); Koch (1981); Vygotsky la física–, basado en la formulación de hipó-
(1926); Wittgenstein (1953); Maslow (1966); tesis y el posterior contraste empírico que
Staats (1983). La recurrencia del diagnóstico permite verificar (o falsear) la(s) hipótesis. En
de ‘ciencia en crisis’ ha conducido a algunos esta concepción de psicología es central el
autores a hablar de ‘crisis permanente’ de la cuidado del método para preservar la
psicología (p.e. Jüttemann, 1992). Si bien los cientificidad del conocimiento. La prescrip-
argumentos difieren, los lineamientos gene- ción de conservación del método científico
rales del diagnóstico de ‘crisis’ tienen que ver clásico propio de las ciencias naturales es
con el cuestionamiento del status científico precisamente la razón por la cual se identifi-
de la disciplina y la inadecuación de la me- ca como ‘científica’ o ‘cientificista’ a esta tra-
todología característica de las ciencias natu- dición (Groeben, 1997)1 . Los inicios de la
rales al objeto de conocimiento de la psicolo- concepción cientificista se remontan a los
gía. Así por ejemplo, Wittgenstein (1953) orígenes de la disciplina hacia mediados del
concluye las Investigaciones Filosóficas con la siglo 19, cuando desde ámbitos diferentes –
siguiente afirmación: en particular desde la (neuro-)fisiología, la
psicofísica, la medicina clínica y la
La confusión y lo baldío de la psicología psicometría– converge y cristaliza la idea de
no pueden ser explicados apelando a que introducir métodos experimentales y la
ella sería una ‘ciencia joven’; su estado no cuantificación para el abordaje de fenóme-
es comparable con el de, por ejemplo, la nos psíquicos.
física en sus años tempranos [...] Porque
existe en la psicología métodos experi- En clara oposición a esta visión, durante
mentales y confusión conceptual [...] La la segunda mitad del siglo XIX se constituye
existencia de métodos experimentales nos una concepción de psicología que propugna
hace creer que disponemos de la herra- el carácter particular del objeto de estudio de
mienta para liberarnos de los problemas la psicología, distinguiéndolo estrictamente
que nos inquietan; aún cuando problema de los objetos de estudio de ciencias natura-
y método pasen de largo entre sí les como la física y la química. En considera-
(Wittgenstein, 1953/1997, 580) [Cursiva ción de la especificidad de los fenómenos
en el original; traducción del autor] psíquicos, esta concepción de psicología sos-
tendrá la necesidad de crear metodologías
El debate sobre el objeto de conocimiento alternativas a las científicas (naturales) para
y sobre el método más apropiado para su generar conocimiento adecuado al objeto de
estudio ha dividido característicamente a la conocimiento. De esta forma, la reflexión so-
psicología en dos grandes posiciones, que se bre las características distintivas del objeto

1 Preferiré en adelante el adjetivo ‘cientificista’ al de ‘científica’ para nominar a esta concepción, pues,
como discutiré más adelante, no es apropiado confundir los términos ‘ciencia’ y ‘científico/a’ con una
concepción particular de ciencia.

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de estudio adquiere prioridad, por sobre la En el presente artículo realizo una breve
aplicación del método científico. En este sen- reconstrucción histórica de la constitución
tido, cobran importancia característicamen- del programa dual de la psicología, en base
te la historicidad de los fenómenos psíqui- a autores fundamentales de la historia de la
cos, su contextualización sociocultural, y por psicología (sección 2). Seguidamente, pre-
sobre todo, la consideración de la dimensión sento los supuestos metodológicos y
de sentido/significado de todo acto psíqui- antropológicos de ambas concepciones, par-
co. Esta concepción de la psicología ha sido tiendo por la psicología cientificista (sección
denominada ‘hermenéutico-comprensiva’ 3.1) y continuando con la psicología com-
(Groeben, 1997). prensiva (sección 3.2). En la sección 4 argu-
mento que la división de la psicología se
Ambas concepciones de psicología – enmarca dentro de la aún más amplia divi-
cientificista y hermenéutica– se desarrollan sión dicotómica de la sociedad occidental
paralela y antagónicamente durante toda la contemporánea, diagnosticada originalmen-
historia de la disciplina, configurando dos te por Snow (1959): la cultura científica y la
paradigmas –en todos los múltiples sentidos cultura literaria-humanista. Esta
descritos por Kuhn (1962)–, de carácter exclu- contextualización macrosocial de la inves-
yente (Boring, 1950; Chaplin & Krawiec, 1974; tigación psicológica permite evidenciar que
Groeben, 1986; Lück, 1996; Wertheimer, 1972). las dos culturas de la psicología son, al mis-
Una de las consecuencias de la progresiva mo tiempo, la expresión de las dos culturas
separación y polarización de ambas concep- sociales en la psicología. Finalmente (sección
ciones es la progresiva conformación de dos 5) extraigo algunas conclusiones argumen-
culturas distintas dentro de una misma disci- tando a favor de la integración complemen-
plina. Así el ‘programa dual’ de la psicología taria de las dos culturas psicológicas a la luz
(Toulmin & Leary, 1985) conduce a la forma- de teorías contemporáneas de la teoría de
ción de dos aproximaciones excluyentes so- la ciencia.
bre el objeto de conocimiento de la psicología
y de su método de investigación.
2. Historiografía de las Dos Culturas
El diagnóstico de crisis (permanente) ha de la Psicología
sido concomitante con la progresiva estabi-
lización del programa de la psicología Hacia la segunda mitad del siglo XIX,
cientificista como el paradigma dominante: la investigación científica gozaba de plena
primero en la psicología norteamericana y legitimación social, después de dos siglos
luego, particularmente después de la segun- de existencia, durante los cuales había lo-
da guerra mundial, en la psicología europea. grado generar ostensibles avances teóricos
En este sentido, todos los citados diagnósti- y tecnológicos, los que a su vez habían mo-
cos de crisis en la psicología sitúan el origen dificado sustancialmente las estructuras so-
de la crisis en problemas de definición del ciales de los países de Europa del Norte y
objeto de estudio y los problemas Norteamérica. Es precisamente en esta at-
metodológicos derivados. La ‘crisis (perma- mósfera cultural que comienza a materia-
nente) de la psicología’ aparece entonces vin- lizarse la idea de utilizar en las ciencias hu-
culada a la crítica –muchas veces, aunque no manas la exitosa metodología
siempre, provenientes de la concepción her- implementada en las ciencias naturales.
menéutica– a la psicología cientificista, y en Ejemplo paradigmático de este proceso so-
particular a su empeño por imponer una cial lo constituye la apología de Comte del
metodología inapropiada al objeto de estu- positivismo como único método para el
dio de la psicología. progreso de las ciencias sociales. En el con-
texto de la naciente ‘nueva psicología’, este

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movimiento cultural se tradujo en la intro- mento y en la teoría que lo guiaba (usual-


ducción de la metodología de las ciencias mente los participantes eran los propios
naturales fundamentalmente a través de alumnos de Wundt (Lück, 1996)). La
dos corrientes independientes: (1) la psi- cuantificación constitía en reportar frecuen-
cología fisiológica; y (2) la psicometría. cias, gráficos de relaciones y, a lo sumo, la
Dentro de la primera corriente, se cuentan modelación matemática de las relaciones re-
los primeros estudios experimentales en sultantes. Los procedimientos estadísticos
neurofisiología –implementados en los tra- como correlaciones y regresiones, que im-
bajos de E. Weber, Von Helmholtz, entre plicaban mediciones de colectivos numero-
otros-, la psicofísica de Gustav Fechner, y sos (en base a cuestionarios, encuestas y
primordialmente la psicología experimen- tests), fue un desarrollo posterior, impulsa-
tal fisiológica de W. Wundt. Dentro de la do inicialmente por los estudios de ‘cuali-
segunda corriente, se cuenta la incorpora- dades psicológicas’ de colectivos humanos
ción de metodologías estadísticas al servi- (inteligencia, primordialmente). A diferen-
cio de la medición de la inteligencia, aso- cia de la psicología fisiológica experimen-
ciada a los nombres de Galton y Spearman. tal, de clara raigambre germánica, esta for-
Ambas corrientes –psicología experimen- ma colectivista de cuantificación se
tal y psicometría- constituyen los movi- desarrolló en el ambiente académico
mientos teóricos fundacionales de la psi- darwiniano anglosajón, y constituye por
cología científica. tanto una rama cientificista diferente a la
experimental2 . Cronbach (1957) las llamará
Es interesante subrayar que ya en el ori- las “dos disciplinas de la psicología cientí-
gen de la nueva psicología se dibujan dos fica”, quejándose de la inexistencia de diá-
formas diferentes de implementar el ideal logo entre ambas, pero subrayando el carác-
cientificista al estudio de los fenómenos ter estrictamente “científico” de ambas: “La
mentales. Por una parte la psicología expe- psicología científica es todavía muy joven y
rimental, que extendía la investigación con- existe un rápido desarrollo de nuestros in-
trolada de laboratorio propia de la tereses, nuestras técnicas experimentales y
neurofisiología de la época a la indagación nuestros tests. Pero nuestros métodos de in-
de procesos psicológicos básicos estrecha- vestigación han llegado a estabilizarse y son
mente vinculados con el funcionamiento del estos métodos los que nos cualifican como cien-
sistema nervioso (característicamente, los tíficos más que como filósofos o artistas”
procesos de sensación, percepción y aten- (Cronbach, 1957, p. 672) [Traducción y cur-
ción). Tales estudios se comenzaron a reali- sivas del autor]. Así, ambas corrientes de la
zar sistemáticamente desde 1879 con la fun- psicología cientificista, a pesar de su origen
dación del Primer Laboratorio de Psicología y desarrollo paralelo, comparten una visión
Experimental en Leipzig, por Wilhelm de método común, y por ende, una serie de
Wundt. Cada experimento implicaba típica- supuestos metateóricos comunes, que los
mente a pocos sujetos (entre 5 y 10), todos diferencian ostensiblemente de la psicolo-
ellos entrenados en los objetivos del experi- gía comprensiva-hermenéutica.

2 Interesantemente algunas décadas después, cuando el paradigma cientificista ya estaba instalado como
el dominante en EE.UU., se desató una interesante disputa entre los usos ‘correlacionistas’ versus ‘expe-
rimentales’ de los métodos cuantitativos, donde “los psicólogos de la personalidad, del desarrollo y los
psicólogos sociales se fueron en una dirección [la correlacional]; los psicólogos de la percepción y del
aprendizaje, en la dirección opuesta; y el país del medio se volvió un desierto” (Cronbach, 1957, p. 675)
[Traducción del autor].

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Uno de los mitos respecto al origen de la instrumento principal para la psicología


psicología, esparcido a través de libros general de los procesos mentales com-
introductorios a la disciplina, data el origen puestos. De esta manera, las Psicología
de la psicología (cientificista) en 1879, fecha Experimental y la Psicología Cultural for-
oficial de la fundación del laboratorio de man las dos ramas principales de la psi-
Wundt. Cierto es que dicho laboratorio se cología científica (Wundt, 1902, citado en
constituyó rápidamente en un centro que Lück, 1996, p.41) [Traducción del autor;
atraía a estudiantes de todas las regiones del cursivas agregadas].
mundo y que contribuyó fuertemente a la
consolidación de la ‘nueva psicología’ como Es notable en Wundt la defensa de la
una disciplina separada de la filosofía. Ficti- cientificidad de los procedimientos
cia es, sin embargo, la opinión de que la obra hermenéuticos. Obviamente, su esfuerzo por
de Wundt se limita a sus aportes a la Psico- incluir a la psicología cultural dentro de una
logía Experimental. La versión oficial de la gran categoría de ‘psicología científica’ no
obra de Wundt suele omitir que éste dedicó tuvo repercusión en la psicología experimen-
los últimos 20 años de su vida al desarrollo tal en expansión por todo el mundo. Para
de la voluminosa ‘Völkerpsychologie’ –en cuando Wundt escribe sobre psicología cul-
términos actuales: Psicología Cultural-, en la tural, su ex estudiante inglés Edward
que Wundt defiende la introducción de mé- Titchener ya había emigrado a los EE.UU.
todos histórico-interpretativos como única para fundar un laboratorio de psicología ex-
forma de investigar procesos psicológicos perimental similar al de Wundt y formular
superiores. Interesantemente, para Wundt la teoría estructuralista de la mente, uno de
estos métodos hermenéuticos tenían tanto los modelos más mecanicístas de los proce-
valor científico como la experimentación en sos mentales que jamás conoció la discipli-
procesos psicológicos básicos: na. ‘Psicología científica’ ya comenzaba por
ese entonces a referir a aquella investigación
Afortunadamente hay que agregar que psicológica que hacía uso de la metodología
allí donde los métodos experimentales de las ciencias ‘duras’. Ello significó en la
fracasan, otros métodos de valor objetivo, práctica la progresiva exclusión de teorías ba-
están al servicio de la psicología. Estos sadas en metodologías comprensivas del
métodos de ayuda consisten en aquellos campo de la psicología científica y, a la larga,
productos de la vida mental general que académica. Este fenómeno es particularmen-
pueden ser asignados a determinados te evidente después de la segunda guerra
motivos psíquicos. Dentro de ellos pue- mundial con la imposición geopolítica de la
den ser nombrados en forma primordial: psicología norteamericana en todo el mun-
el lenguaje, el mito, las costumbres. En do occidental, proceso que en Alemania
tanto éstos no sólo dependen de condi- ha sido denominado la “[EE.UU.-]
ciones históricas, sino también de leyes americanización3 ” de la psicología alemana
psicológicas generales, constituyen las ex- (Groeben, 1997; Métraux, 1985).
presiones -provenientes de estas últimas-
La psicología cultural de Wundt respon-
del objeto de una disciplina psicológica
día a la insatisfacción de muchos investiga-
particular, la Völkerpsychologie [Psicología
dores del área de las ciencias sociales con la
Cultural], cuyos resultados entregan el

3 Uso la inusual traducción ‘EE.UU.-americanización’ para la palabra alemana ‘Amerikanisierung’, con el


fin de evitar la (auto-) discriminación gramatical que significaría para un americano no estadounidense,
como el autor, usar la traducción literal ‘americanización’.

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creciente preeminencia del modelo positivis- cualquiera sea la metodología, su estudio, no


ta que Comte había impulsado a comienzos debe obviar que el vínculo mente-mundo es
del siglo XIX. En el caso de la psicología, las estrictamente individual y que, por lo tanto,
voces disidentes comenzaron a emerger du- no puede prescindir del relato en primera
rante la segunda mitad del siglo XIX, cuan- persona del sujeto dirigido al mundo. Es
do la ‘nueva psicología’ cientificista comen- importante notar que este rasgo de lo men-
zaba ya a consolidar su dominancia en el tal era para Brentano parte del mundo natu-
mundo occidental. En ese contexto, algunas ral, es decir, parte del conjunto de fenóme-
voces disidentes comenzaron a emerger4 . nos que llamamos ‘empíricos’ –de ahí el título
Dos de las más importantes por sus conse- aparentemente paradójico de su obra princi-
cuencias, fueron las de Franz Brentano y la pal. La referencia intencional al mundo no
de Wilhelm Dilthey. es ni un mero requisito metodológico ni un
supuesto trascendental: es una característica
Por una interesante coincidencia histórica, empírica de los fenómenos mentales. Cual-
en 1874, el mismo año en que Wundt publica quier metodología que la obvie, omite parte
en Leipzig su importante obra ‘Fundamen- de las características del objeto estudiado.
tos de psicología fisiológica’ –que desembo- Edmund Husserl, discípulo directo de
caría cinco años después en el primer labo- Brentano, extenderá el estudio de la
ratorio de psicología experimental-, Franz intencionalidad hacia el desarrollo de la
Brentano publica en Viena el texto ‘Psicolo- fenomenología, una nueva disciplina que
gía desde un punto de vista empírico’. En supondrá la primacía del fenómeno subjeti-
dicha obra, Brentano describe las caracterís- vo como lo dado inmediatamente en la con-
ticas distintivas de la vida mental que no ciencia.
pueden dejar de ser consideradas en cual-
quier tipo de estudio científico de la mente. Mientras Brentano centraba sus críticas en
Retomando la tradición escolástica, Brentano las características ineludibles y cruciales de
centrará en la intencionalidad de la concien- la conciencia individual, originando el desa-
cia el rasgo definitorio de todos los fenóme- rrollo de la fenomenología y –en forma indi-
nos psíquicos: Todo acto psíquico está referi- recta y posterior- del existencialismo-, algu-
do a o dirigido a un determinado objeto. En la nos años después, Wilhelm Dilthey realiza
percepción algo es percibido, en la memoria una tenaz crítica a los intentos de la psicolo-
algo es recordado, en el amar algo es amado, gía experimental de agotar el objeto de estu-
etc. Brentano argumentaba que el objeto de dio de la psicología, bajo el argumento que
un acto de conciencia tenía por lo tanto una mientras la naturaleza se explica, la vida psí-
inexistencia intencional, es decir, su constitu- quica se comprende (Dilthey, 1894). Desde
ción no supone necesariamente realidad es- Dilthey en adelante, gran parte de la psico-
pacio-temporal (por ejemplo, ‘unicornio’, ‘el logía comprensiva-hermenéutica basará sus
actual rey de Chile’, etc.). De eso se sigue que críticas en la dicotomía explicación-compren-
la investigación de los procesos mentales no sión, que por cierto atraviesa todas las cien-
pueden ser estudiados ‘desde afuera’ de la cias y es hasta la actualidad tema de discu-
relación intencional de la conciencia con el sión en Teoría de las Ciencias (Schurz, 1990).
mundo. Al definir la intencionalidad como el En Dilthey, ‘explicación’ (en alemán:
atributo de lo mental, Brentano propone que, ‘Erklärung’) es entendida dentro del marco

4 Debido a su carácter contestatario, ya en los primeros psicólogos de la concepción comprensivo-herme-


néutica se advierte el formato argumentativo ‘No es x, sino y’, donde x es alguna tesis teórica o
metodológica cientificista. Este formato es mucho menos usado en la tradición cientificista.

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de un monismo materialista y determinístico, cientificismo colectivo privilegia los estudios


característico de la física del Siglo XIX. Con- masivos sobre grandes colectivos humanos y
secuentemente, Dilthey contrapone a aque- busca correlaciones entre variables internas o
lla visión mecanicista de los fenómenos psí- comportamentales a nivel de (sub-) grupos
quicos el proceso epistémico de la sociales. Allí no es tan relevante si tal o cual
‘comprensión’ (en alemán: ‘Verstehen’), que proceso psicológico estudiado (actitud, inte-
exige la contextualización histórica de los fe- ligencia, competencia, rendimiento, etc.) ac-
nómenos psíquicos. Pretender hacer experi- túa causal o determinísticamente en una ac-
mentación con fenómenos mentales es, de ción determinada de un sujeto particular, sino
acuerdo a Dilthey, un error de principio. De más bien la tendencia general dentro de un
este modo, Dilthey, un autor fundacional de colectivo. Ejemplos del enfoque cientificista
la tradición hermenéutica, oficializa la sepa- colectivo son característicamente las varian-
ración antagónica de la concepción explica- tes norteamericanas de la psicología social, la
tiva-científica de la concepción comprensiva- psicología de la personalidad, la psicología
hermenéutica. educacional, la psicología de la salud, la
psicometría y algunas aproximaciones cuan-
Es interesante notar que, al igual que en titativas a la psicología evolutiva. Por otra
la concepción cientificista, en la concepción parte, el cientificismo focalizado en individuos
comprensiva-hermenéutica se dibujan busca confirmar hipótesis causales de proce-
dos corrientes diferentes: la tradición sos mentales sobre el comportamiento indi-
fenomenológica, que parte del supuesto de vidual (usualmente a través de diseños
la intencionalidad de la conciencia y subra- intrasujeto). En tales estudios, lo central es la
ya la importancia del sentido desde el sujeto confirmación o falseamiento de una hipótesis
en primera persona; y la tradición hermenéu- sobre el funcionamiento mental, evaluando
tica, que enfatiza el carácter interpretativo cuantitativamente su validez en cada sujeto.
de la acción humana a la luz de la Ejemplos de una aproximación cientificista
contextualización social, cultural e histórica individual son la psicología experimental, la
de la subjetividad. De esta manera, si se psicología de la inteligencia y grandes porcio-
explicitan los dos factores clasificatorios, a nes de la actual ciencia cognitiva.
saber, la concepción de ciencia (psicológica)
propugnada, y el foco de análisis de los pro- También la concepción hermenéutico-
cesos psicológicos, obtenemos cuatro varian- comprensiva admite variantes según el
tes de psicología: foco interpretativo esté en el colectivo o el
individuo, pues el proceso interpretativo
puede implementarse tanto a nivel

Psicología Cientificista Psicología Comprensiva

Foco en colectivos Estudios correlacionales Hermenéutica


Foco en individuos Estudios experimentales Fenomenología

Ambas concepciones de psicología – sociocultural como a nivel individual. El


cientificista y hermenéutica- admiten la nivel sociocultural es el típicamente abor-
tematización de los fenómenos mentales des- dado por la hermenéutica, donde lo rele-
de una perspectiva colectivista o desde una vante es la extracción de constelaciones
perspectiva estrictamente individual. El sociales de sentido históricamente condi-

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cionadas, cuya legitimidad es predicada aproximación individual del paradigma


para grupos humanos, no necesariamente comprensivo es fijar el ancla de la dimen-
para sujetos individuales. Lo interpretado sión de significación social en la subjetivi-
es un colectivo, no un sujeto. El individuo, dad individual. Las aproximaciones
su conocimiento y sus prejuicios, son la vía fenomenológicas de principios de siglo, la
regia para reconstruir un tipo de conoci- psicología de la Gestalt, las psicologías in-
miento social y supraindividual. Usual- tegral y humanista, así como algunas va-
mente, este conocimiento supraindividual riantes de la psicología cognitiva son ejem-
es la meta de una aproximación compren- plos de esta aproximación.
siva colectivista (ej. historicismo, herme-
néutica, la parte epistemológica de la do- El foco en colectivos une a los estudios
ble teoría de Maturana & Varela (1988)). Sin correlacionales con el historicismo
embargo, en las teorías psicológicas de esta hermenéutico, por ejemplo, a las variantes
orientación no pocas veces se hipotetiza el estadounidense y europea de la psicología
conocimiento supraindividual en el indi- social. El foco en el individuo une a la psi-
viduo, por ser éste una unidad cología experimental con la fenomenología,
socioculturalmente constituída –por ej. el por ejemplo, la dominante psicología
estructuralismo original (Durkheim, 1895) cognitiva inspirada en la metáfora
y sus herederos contemporáneos (Sperber, computacional con la psicología Gestáltica.
1996). Otros ejemplos de la aproximación Por otra parte, la concepción de ciencia di-
comprensiva colectivista en psicología son vide claramente dos formas contrapuestas
las variantes europeas de las psicologías de hacer psicología: el cientificismo (expe-
social y comunitaria, la psicología rimental y correlacional), y la psicología
sistémica, algunas versiones de la psicolo- comprensiva (hermenéutica y
gía cultural, así como las psicologías fenomenológica). Mientras los psicólogos
discursiva y crítica. cientificistas estaban interesados en asegu-
rar la acumulación de conocimientos em-
En el caso de la psicología comprensiva píricos sólidos a través de la utilización de
individual, el foco interpretativo es la ac- metodologías probadas en las exitosas cien-
ción humana de sujetos individuales. La cias naturales, los psicólogos
acción humana es entendida como acción comprensivistas van por sobre todo a su-
intencional, y el esclarecimiento de la in- brayar la importancia de no romper la uni-
tención requiere un acto de comprensión cidad de lo psíquico, lo que a su parecer
por parte del investigador. Esa compren- implica abandonar definitivamente el mé-
sión fue inicialmente definida en 1778 por todo científico clásico. Esta crítica va a apa-
Herder (véase Wefelmeyer, 1995) como recer en forma recurrente a través de todo
empatía (en alemán: ‘Einfühlung’), proceso el Siglo XX en el discurso de las teorías re-
que requiere adoptar, por lo menos parcial- presentativas de esta concepción de psico-
mente, la posición del sujeto comprendi- logía: Desde la fenomenología, hasta las
do. La adopción de la posición de la pri- actuales teorías socioconstruccionistas y
mera persona es por lo tanto una condición constructivistas, pasando por las teorías
epistemológica y metodológica indispen- humanistas, críticas y holistas.
sable en la aproximación comprensiva in-
dividual para conocer la intencionalidad de En lo que sigue voy a desarrollar un aná-
la acción individual. Aunque las construc- lisis de ambas concepciones, presentando
ciones intepretativas para el nivel del suje- una visión general de ambas. Ello porque la
to puedan trascender a niveles concepción de psicología ha originado cate-
macrosociales, lo fundamental en una gorías sociales visibles y, en último término,

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culturas diferentes5 . No ha acontecido lo la suposición que en la realidad existen dos


mismo con el factor colectivismo/individua- tipos de ontologías, la material-extensa y
lismo, cuyas consecuencias sociales e la inmaterial-psíquica. El dualismo adquie-
institucionales han sido menos evidentes. re su forma más explícita en la división
cartesiana res cogitans y res extensa. Si bien
3. Supuestos Metateóricos de Ambas los supuestos ontológicos que distinguen
Concepciones de Psicología al monismo del dualismo atraviesan toda
la ciencia, es correcto señalar que es en el
La pugna permanente entre las dos cul- ámbito psicológico donde su coexistencia
turas de la psicología parece derivar de se hace más evidente y potencialmente pro-
la disparidad a nivel de supuestos blemática.
metateóricos entre ambas. Cada concep-
ción de psicología parece estar desde sus 3.1 Monismo Materialista en la Psicología
orígenes históricos comprometida con di- Científica
ferentes formas de entender el mundo, al
sujeto psicológico, la relación de ese sujeto En los orígenes de la ciencia psicológica,
con ese mundo, y ciertamente la forma muchos psicólogos asumieron implícitamen-
apropiada para investigar el comporta- te el supuesto del monismo ontológico ma-
miento/la acción del sujeto humano. En- terialista, subyacente a la doctrina
tre esos supuestos metateóricos fundamen- epistemológica positivista en apogeo hacia
tales se encuentran ciertamente las mediados del siglo XIX. Del monismo
creencias (cuasi-)ontológicas sobre lo real. ontológico, los psicólogos experimentalistas
Tradicionalmente, estas creencias has sido primero, y luego los correlacionistas, des-
categorizadas en visiones monistas y prendieron un monismo metodológico: Si
dualistas del universo (Groeben, 1997). sólo hay res extensa en el mundo, los fenóme-
nos mentales tienen también extensión, y, por
La concepción científica de la psicolo- lo tanto, la metodología apropiada para es-
gía fundamenta su prodecer en el monismo tudiarlos es la misma que las ciencias físicas:
ontológico, vale decir, en la creencia que la hipotetización teórica y corroboración empí-
realidad es susceptible de ser analizada rica. Es debido a ello que la prescripción de
exhaustivamente como una única ontolo- estructuración metodológica ocupa el lugar
gía. En ese marco metateórico, la psicolo- central en la argumentación de la psicología
gía científica sería una expresión del científica. Este énfasis cientificista en la con-
monismo materialista, pues supone que servación del método de las ciencias natura-
toda la realidad –incluida la psíquica– es les fue inicialmente impulsado por el
analizable en términos de elementos exten- experimentalismo, subrayando la observa-
sos, que se despliegan en el tiempo y en el ción empírica y la cuantificación. Sólo poste-
espacio. Por su parte, la concepción com- riormente, no antes de 1940, con el desarro-
prensiva sería una expresión psicológica llo de los estudios correlacionistas en
del dualismo ontológico: Tanto la herme- psicometría, la metodología cuantitativa en
néutica como la fenomenología parten de psicología conoce su expansión a las proba-

5 Algunos datos empíricos evidencian que la dicotomización de las culturas se expresa en la socialización
de los futuros psicólogos (Kimble, 1984). En Chile, existe también evidencia de la coexistencia dicotómica
de ambas culturas, aún cuando con un fuerte predominio de la cultura comprensiva-hermenéutica so-
bre la cultura cientificista, adheriéndose el psicoanálisis a la primera (Saiz y Cornejo, en preparación;
Vera-Villarroel & Yañez-Galecio, 2000).

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Revista de Psicología de la Universidad de Chile

bilidades y la estadística, cuya vertiginosa dejo de misticismo y no porta un com-


introducción ha sido llamada la ‘revolución promiso ontológico dudoso. En vez de
inferencial’ (v. Gigerenzer & Murray, 1987)6 . eso, el mentalismo cae estrictamente den-
tro de la práctica estándar de las ciencias
La insistencia en el método científico ha naturales y, de hecho, no es otra cosa que
sido precisamente el blanco usual de las crí- un enfoque de las ciencias naturales apli-
ticas a la posición científica desde la concep- cado a este dominio en particular
ción comprensiva: “metodolatría” según (Chomsky, 1998, 1) [Traducción del autor]
Rollo May; “fetichismo metodológico”
(Koch, 1992a). Un ejemplo radical de la pres- Interesante en la cita de Chomsky es
cripción metodológica es el conductimo: “La la tematización explícita del monismo
psicología, desde la postura conductista, es ontológico: mentalismo en la teoría
una rama objetiva de las ciencias naturales. generativista (y en la teoría computacional
Su objetivo teórico es la predicción y control de la mente en general) es ‘hablar sobre el
del comportamiento...” (Watson, 1913/1996, cerebro a un nivel abstracto’ mediante prin-
p. 399). A pesar del hundimiento del cipios ‘ostensibles vía observación y experi-
conductismo, la búsqueda de unidades de mentación’, lo cual ‘no tiene un dejo de mis-
análisis en la cuales implementar relaciones ticismo y no porta un compromiso ontológico
causales mecánicas sigue presente en progra- dudoso’. Hablar de mente es entonces, en
mas de investigación psicológicos actuales. Chomsky, hablar cientificistamente de la
Ejemplos son las teorías computacionales de mente; es situarse fuera de la experiencia sig-
la mente contemporáneas (Dennett, 1981; nificativa de la primera persona, formular (en
Fodor, 1975; Pinker, 1997). Un ejemplo refi- tercera persona) hipótesis representacionales
nado lo constituye la teoría generativista del sobre el accionar del sujeto, y someter estas
lenguaje: hipótesis a observación y experimentación.
Místico sería hablar desde la fenomenología
Del mismo modo, este enfoque [la teoría del sujeto; sería asumir una dudosa ontolo-
generativista del lenguaje] también se ha gía inmaterial.
interesado en asimilar el estudio del len-
guaje al cuerpo general de las ciencias Algunas consecuencias de la
naturales [...] Ello significa una decidida implementación de la metodología de las
adherencia al mentalismo, donde enten- ciencias naturales sin debatir su adecuación
demos que hablar sobre la mente es ha- al objeto de conocimiento son: la reducción
blar sobre el cerebro a un nivel abstracto, del objeto de estudio psicológico; su auto-
en el cual, según tratamos de demostrar, mático abordaje en términos de relaciones
pueden ser formulados principios que deterministas causa-efecto, en busca de
permiten una explicación exitosa y pene- predictibilidad y control; la focalización ex-
trante de los fenómenos lingüísticos (así clusiva sobre los aspectos mecánicos del ac-
como de otros), y que son ostensibles vía tuar humano, ignorando aquellos no-mecá-
observación y experimentación. El nicos e impredecibles; la (hiper-)acentuación
Mentalismo, en este sentido, no tiene un de las semejanzas del objeto de estudio psi-

6 Gigerenzer & Murray (1987) argumentan que la psicología recibió la “estadística inferencial” de la agri-
cultura a través del texto Statistical Methods de Snedecor & Cochran (1937), y que esta importación impli-
có la generación de un híbrido entre dos teorías hasta entonces consideradas incompatibles, cuales son
la teoría de Fischer sobre el test de la hipótesis nula, complementada con conceptos de Neyman & Pearson,
más algunas interpretaciones bayesianas (véase también Gigerenzer, Swijtink, Porter, Daston, Beatty, &
Krüger, 1997).

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Las Dos Culturas de/en la Psicología Vol. XIV, Nº 2: Pág. 189-208. 2005

cológico con objetos de comportamiento da de raíz porque no es ontológicamente ob-


predecible (máquinas, animales, computa- jetiva, esto es, no se despliega en el espacio.
dores, etc.). Pero ciertamente la más radical
de las consecuencias de la asunción del mé- El desprendimiento de la dimensión de
todo científico tradicional sea la incapaci- sentido/significado de la acción humana es
dad de tematizar la dimensión de sentido/ consecuencia entonces del abrazar el ideal
significado implicada en la acción intencio- de la objetividad, arrastrando compromisos
nal humana. ontológicos donde sólo debieran haber ha-
bido compromisos epistémicos. El acceso a
La prescripción de la metodología de las la subjetividad intencional sea individual-
ciencias naturales como el ‘método único’ ha fenomenológica, sea sociohistórica– está
sido realizada bajo el falso supuesto de re- proscrito en la aproximación cientificista,
presentar una posición objetiva, a-teórica y pues ello implica suponer que la objetivi-
a-ontológica (Koch, 1981). Este supuesto re- dad epistémica no puede ser absoluta: su-
sulta falso por diversas razones. En primer pone que el sujeto/investigador está
lugar, una teoría cientificista plantea –como intencionalmente orientado al mundo y/o
cualquier otra posición teórica- de facto afir- sociohistóricamente constituído. Pero en la
maciones ontológicas sobre la realidad de la filosofía que sostiene al método científico,
cual habla. En particular, la psicología el sujeto/investigador no puede ser anali-
cientificista supone que el objeto psicológico zado como objeto, y debe permanecer al
de estudio es predictible conocidas sus reglas margen de lo científicamente estudiado:
causales determinísticas, mecánicas y suscep-
tibles de operacionalización (Groeben, 1997). “El sujeto pensante, el que se representa
La suposición de aproximarse a-teóricamen- cosas, no existe […] El sujeto no pertene-
te a un objeto de estudio cualquiera es tan ce al mundo, sino que es un límite del
insostenible como pretender observar sin el mundo […] ¿Dónde en el mundo puede
cuerpo, y ha sido de hecho una crítica com- observarse un sujeto metafísico? Tú di-
partida en filosofía de la ciencia desde el ces, que esto es muy parecido a lo que
racionalismo crítico de Popper (1938) en ade- ocurre entre el ojo y el campo visual. Pero
lante. Como no existen los hechos observa- al ojo tú en realidad no lo ves. Y nada en
bles sin afirmaciones teóricas que los hagan el campo visual permite concluir que es
salientes, se sigue que una a-ontología es visto por un ojo” (Wittgenstein, 1921/
nuevamente un imposible. Finalmente la re- 1987, 5.631; 5.632; 5.633) [Traducción del
petida pretensión de ‘objetividad’ en exclu- autor; cursivas en el original]
siva del cientificismo supone la confusión
Citas como la anterior sugieren además
entre el criterio aproximativo de validez afir-
que el supuesto carácter a-teórico del
mativa de la ‘objetividad epistémica’ y la ‘ob-
cientificismo, es tanto una imposibilidad ló-
jetividad ontológica’ (Searle, 1994). Que una
gica como una leyenda histórica. El fuerte
afirmación o teoría sea epistémicamente obje-
compromiso filosófico tácito de la concepción
tiva significa que es sostenible por diferen-
cientificista de psicología es evidente en va-
tes observadores; que sea ontológicamente
rios autores de la aproximación. Así, el
objetiva significa que se despliega en las di-
conductismo Watsoniano y posteriormente el
mensiones espacio y tiempo. Lo que debiera
Skinneriano reciben una influencia directa de
buscar la ciencia es la objetividad epistémica,
los textos del positivismo lógico, particular-
no necesariamente la ontológica. La confu-
mente de los de Rudolf Carnap (1959), quien
sión entre ambas ha llevado tradicionalmen-
prescribía la necesidad de una psicología que
te a obliterar la subjetividad ontológica: una
transformara (‘operacionalizara’: v. Koch,
propiedad del mundo natural que es nega-

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Revista de Psicología de la Universidad de Chile

1999) los conceptos mentalistas a un lenguaje vo) que recoja la visión ‘desde dentro’ (ver-
fisicalista. El ‘culto al empiricismo’, sin em- sus ‘desde fuera’) a través de una apropia-
bargo, fue desde siempre, una empresa para- ción empática del objeto de conocimiento8 .
dójica: Sus soportes fueron siempre de meta- De este modo, el ‘objeto’ de conocimiento es
física7 . Si sus prescripciones hubieran sido elevado a la categoría de ‘sujeto’, portador
acatadas, no sólo nunca hubieran podido es- (para la hermenéutica) o constructor (para la
cribir ni Freud ni Piaget ni Vygotsky, sino tam- fenomenología) de sentido/significado.
poco sus grandes próceres: Watson y Skinner.
El cientificismo emula una imagen de física Para la concepción comprensiva, el objeto
que en realidad nunca existió: Newton, de conocimiento de las ciencias humanas se
Leibniz, Helmholtz, Herbart, Fechner y cier- diferencia crucialmente de los objetos (exten-
tamente Wundt, siempre mantuvieron fuer- sos) de conocimiento de las ciencias natura-
tes e innegados intereses filosóficos. les: Es un objeto de estudio históricamente y
culturalmente condicionado, cuya investiga-
3.2 Dualismo Ontológico en la Psicología ción requiere consecuentemente una compe-
Comprensiva netración en el contexto sociocultural
(Gadamer, 1960). En consecuencia, así como
La premisa del dualismo ontológico guía en la concepción cientificísta lo fundamental
a la concepción psicológica comprensiva a es mantener la estructura metodológica, el
buscar metodologías alternativas al método punto central en la psicología comprensiva es
científico de las ciencias naturales. A diferen- el carácter único del objeto/sujeto de estudio
cia de la concepción cientificista, que perma- de las ciencias humanas. Los fenómenos psí-
nece distante frente a la dimensión del senti- quicos comprometen una dimensión de sen-
do/significado, la psicología comprensiva tido/significado de índole social, expresada
fija precisamente en esa dimensión su objeto a través de procesos culturales como el arte,
de estudio. Surgen así, por una parte, las de- el mito, las costumbres, el discurso, etc. El dua-
finiciones historicistas y socioculturales, y lismo ontológico conduce entonces a un dua-
por otra, las definiciones fenomenológicas y lismo metodológico.
subjetivas (de éstas ultimas se desprenderán
La introducción del dualismo
algunas décadas después las definiciones
metodológico es explícita en Dilthey: a las
existenciales del sentido/significado). En
ciencias naturales les corresponden
ambos casos se subraya la necesidad de in-
metodologías explicativas; a las ciencias de la
troducir una metodología interpretativa del
mente, metodologías comprensivas9 . La dico-
sentido/significado (sociocultural o subjeti-

7 Cífrese la famosa cita de la obra fundamental del positivismo lógico, el Tractatus Logico-Philosophicus:
“Mis proposiciones esclarecen en tanto aquel que me entienda las reconozca como sin sentido, cuando él
a través de ellas –en ellas– haya ascendido sobre ellas. (Él debe, por así decirlo, arrojar la escalera, des-
pués de haber subido por ella.) – Él debe superar estas proposiciones, y entonces verá el mundo correc-
tamente “ (Wittgenstein, 1921; 6.54) [Traducción del autor]. Obsérvese la crítica de Feyerabend (1974):
“El racionalismo científico, se dice, es mejor que todas las alternativas - pero, ¿Dónde están los resulta-
dos de las investigaciones que apoyan esa afirmación?” (Feyerabend, 1974, p. 15)
8 La antropología hereda una disputa similar, focalizando estructuras de significado social ‘desde dentro’,
esto es apropiándose de los valores y cosmovisión de la comunidad estudiada, o, alternativamente, ‘desde
fuera’, vale decir, la descripción de la comunidad haciendo uso de categorías conocidas (algunas veces
sostenidas como ‘universales’). Los términos usuales para referir a las visiones ‘desde dentro’ y ‘desde
fuera’ son emic y etic, respectivamente, términos originalmente introducidos por Kenneth Pike (1954).
9 Con su manifesto, Dilthey introduce una larga discusión sobre la legitimidad y naturaleza de la distin-
ción explicación/comprensión (Ricoeur, 1986; Schurz, 1990; Von Wright, 1971).

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tomía explicar/comprender está, a su vez, que las une? El dualismo ontológico sólo es
montada sobre una serie de dicotomías pro- sostenible mientras no se plantee tal pregun-
pias del pensamiento moderno Cartesiano: ta, es decir, mientras exista una separación
naturaleza/humanidad; mente/cuerpo; dicotómica que excluya de plano siquiera
mundo físico/mundo psíquico. Desde una la posibilidad de preguntar por la relación
perspectiva metateórica, la psicología com- entre ambas ontologías. Este es un proble-
prensiva supone la división mente/cuerpo ma endémico de cualquier variante dualista:
y prescribe metodologías diversas para am- paralelismo psicofísico, epifenomenalismo,
bas ontologías. etc. En este sentido, hoy en día es consen-
sual que el dualismo ontológico es una po-
Precisamente es sobre el dualismo Car- sición filosóficamente inviable por razones
tesiano que emergen en psicología los así lla- empíricas y lógicas (Hölscher, 1997). Eso
mados ‘métodos cualitativos’ (Glaser & pone a la concepción comprensiva en una
Strauss, 1967), en contraposición a los ‘mé- posición desventajosa respecto a la posición
todos cuantitativos’. La asunción a priori de cientificista.
la dicotomía explicación/comprensión y del
dualismo ontológico de donde proviene, ha- 4. Las Dos culturas de la Psicología como
cen de los ‘métodos cualitativos’ instrumen- Expresión de las Dos Culturas en la
tos de (sólo) comprensión, nunca de expli-
Psicología
cación. Consecuentemente, a pesar de los
evidentes esfuerzos de algunos autores En 1959, el filósofo y científico inglés
comprensivos (característicamente los Charles Snow escribió un documento que
citados Glaser y Strauss) para asimilar resultó tremendamente influyente en la re-
metacriterios típicamente cientificistas forma educacional inglesa. En el texto titula-
(como exhaustividad, sistematicidad, do ‘Las dos culturas y la revolución científi-
uniformización de etapas de análisis, bús- ca’, Snow afirma:
queda de un ‘método (cualitativo) único’,
etc.), los métodos cualitativos han sido cali- “Creo que la vida intelectual de la socie-
ficados de poco rigurosos, estrechamente dad occidental entera se está dividiendo
descriptivos, no explicativos y, en último cada vez más entre dos grupos extremos
término de no científicos, adquiriendo así […] Los intelectuales literarios en un ex-
un status jerárquico subordinado a los ‘mé- tremo –en el otro, los hombres de ciencia,
todos cuantitativos’. y, como los más representativos, los físi-
cos. Entre los dos, un abismo de incom-
Un dilema constitutivo de la psicología prensión a veces (en particular entre los
comprensiva es su aceptación del dualismo jóvenes), hostilidad y antipatía, pero so-
ontológico. En términos filosóficos, la acep- bre todo falta de comprensión” (Snow,
tación del dualismo genera problemas 1963, 12s.)
insalvables, lo que ha hecho que esa posi-
ción haya sido progresivamente abandona- Snow describe a los científicos y a los in-
da. El tradicional problema mente/cuerpo telectuales-literarios como constituyendo dos
(abandonado tempranamente por la psico- culturas (en el sentido antropológico) dife-
logía y hoy retomado por las ciencias rentes que han ido divergiendo paulatina-
cognitivas) bosqueja nuclearmente los dile- mente a través de la historia hasta llegar a
mas del dualismo: si dos tipos de ontologías una virtual polarización en la sociedad occi-
existen en la realidad, y ambas se sitúan en dental actual. En este sentido, las culturas
un objeto del mundo, a saber el sujeto hu- cientificista y comprensiva parecen no ser
mano, entonces, ¿cuál es la relación (causal) sólo un fenómeno peculiar de la disciplina

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Revista de Psicología de la Universidad de Chile

psicológica, sino más bien la expresión en la 5. Conclusiones


psicología de una división mucho más am-
plia existente en la sociedad moderna, entre La crisis permanente de la psicología obe-
las ciencias y las humanidades10 . dece a la coexistencia desde los inicios for-
males de la disciplina de dos concepciones
En un análisis historiográfico, el diagnós- divergentes del objeto de estudio y del mé-
tico de Snow parece incluso ser la expresión todo apropiado para estudiarlo. Ambos
contemporánea de un cisma que se viene pro- afluentes han constituido a lo largo del siglo
duciendo desde por lo menos el Siglo XVII, XX dos culturas en gran medida antagóni-
con la irrupción triunfal del modelo racional cas, que a su vez, pueden ser reconocidas
de ciencia de la mano de Descartes, Galileo y como la expresión en la psicología de dos
Newton (Berlin, 1983) . Toulmin (1990, 2001) cosmovisiones dentro de la sociedad occiden-
reconstruye la pugna entre la ciencia y las hu- tal actual. Así las culturas cientificista y com-
manidades como la herencia de la pugna en- prensivo-hermenéutica son, a la vez, cultu-
tre el modelo racional iluminista de los filóso- ras de la psicología y en la psicología. Mientras
fos del Iluminismo y el modo humanista de la cultura cientificista enfatiza el uso del
hacer conocimiento típico del renacimiento en método científico, la cultura comprensivo-
el Siglo XVI. Así frente a la desorganizada, hermenéutica subraya la primacía de la di-
casuística e incierta acumulación de detalles mensión sentido/significado como objeto de
concretos de la vida práctica y cotidiana (como estudio psicológico. La historia muestra que
en Michel de Montaigne, Erasmus, Vico, en ambos casos, uno de los rasgos comunes
Rabelais), los teóricos de un siglo después – a ambas culturas ha sido la asunción de sus
en el contexto de una Europa sumida en una propios criterios epistémicos como
profunda crisis política, social y económica- metacriterios de validez universal para juz-
propondrán el análisis abstracto de ideas ‘cla- gar la adecuación del conocimiento de la otra
ras, distintas y precisas’ para la solución ra- cultura. El cientificismo critica precisamente
cional de los problemas filosóficos y sociales. la cientificidad del conocimiento compren-
Esta revolución en el pensamiento occiden- sivo; la cultura comprensiva cuestiona la re-
tal, caracterizada por la búsqueda lógica-ra- levancia y profundidad del conocimiento
cional de conocimiento certero (la “quest for generado cientificistamente. En ambos casos
certainty” según Dewey, 1929; v. Rorty 1979), existe usualmente la creencia que el conoci-
constituye históricamente el origen del Ilumi- miento de la otra cultura es, en algún senti-
nismo11 y sociológicamente el origen de la mo- do, inadecuado.
dernidad12 .

10 En la última década la pugna entre ciencias y humanidades ha adquirido un renovado ímpetu, debido a
la publicación por parte del físico teórico Alan Sokal en 1996 de un artículo de parodia que, no obstante,
había sido evaluado y aceptado por el comité editorial de la (hasta entonces) connotada revista Social
Text. El posterior debate desatado ha sido rubricado como ‘the science wars’ (Sokal & Bricmont, 1998;
véase también: Otero, 1999; Ross, 1996).
11 Se desprende de la interpretación de Toulmin que el Iluminismo no aparece en oposición al ‘oscurantismo’
medioeval, sino más bien en oposición al humanismo filosófico-literario renacentista.
12 En el ‘Discurso del método’, Descartes confiesa: “Pero lo que más me satisfizo de este método [lógico-
racional], fue el arma que me proveyó para usar mi intelecto en todo, si no en forma perfecta, por lo
menos tan bien como mis capacidades lo permitieran; -además: que notaba cómo con su ejercicio mi
mente se acostumbraba poco a poco a representarse sus objetos en forma cada vez más clara y precisa –
y finalmente, que podía esperar […] aplicarlo en forma igualmente provechosa a problemas de otras
ciencias, tal como lo había hecho en el álgebra” (Descartes, 1635/1997, p.146) [Traducción del autor].

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La imposición hegemónica del método gumentación racional. Ello es evidente, por


científico (único) puede a veces oscurecer ejemplo, en la psicología crítica (Holzkamp,
aspectos constitutivos del objeto de estudio 1973) y, más recientemente, la psicología
psicológico, específicamente aquellos relacio- discursiva inspirada en Foucault (v. Corne-
nados con la dimensión de sentido/signifi- jo, 2006)
cado de la mente humana: el hecho que la
experiencia humana se constituye como ex- Ciertos desarrollos contemporáneos en
periencia relatable sólo en sociedad; y el he- teoría de la ciencia pueden resultar altamen-
cho que esa experiencia se observa sólo en te beneficiosos para la integración de cultu-
primera persona. En tanto los aspectos so- ras en la psicología. El abandono de la bús-
cio-históricos y fenomenológicos son los que queda de una única grande théorie que dé
definen al objeto de estudio de la psicología, cuenta exhaustiva de todo el objeto/sujeto
a la vez, como sujeto de estudio, puede afir- de la psicología, el reconocimiento de la
marse que la imposición del método único hipercomplejidad del objeto de estudio de la
arriesga permanentemente convertir al suje- psicología, así como la liberalización de los
to en (sólo) objeto, esto es, omitir los aspec- criterios de cientificidad, son algunos de las
tos de autoreflexión, comunicación, creación, implicancias más importantes que la disci-
impredictibilidad, disensión, etc. de los ob- plina puede extraer de los debates actuales
jetos de estudio. Por otra parte, el en filosofía de las ciencias (Bechtel, 1988;
sobreénfasis en el carácter interpretativo de Groeben, 1999; Laudan, 1990; Stegmüller,
la acción humana conduce frecuentemente 1973; Van Fraassen, 1980). Ello se traduce
al idealismo subjetivista –donde se tiende a directamente en la suspensión de las preten-
ignorar los aspectos mecánicos, automáticos siones hegemónicas por parte de ambas con-
e irreflexivos del comportamiento humano- cepciones de psicología. Nuestra cultura
o al idealismo culturalista/sociológico –que cientificista debiera aceptar la existencia del
diluye la significatividad individual en cons- sentido/significado como una dimensión
trucciones macroestructurales de significado ontológica constitutiva del objeto de estudio
social (ej. ‘el individuo no existe’). (y, como consecuencia metodológica, de su
interpretabilidad subjetiva e histórico-cultu-
Aquella suposición implícita común a ral). Nuestra cultura comprensiva-herme-
ambas culturas, a saber que todo psicólogo néutica debiera asimismo aceptar que el su-
pertenece ‘o la una o la otra’, conduce a la jeto de estudio tiene también dimensiones
dificultad de incorporar constructivamente objetivas susceptibles de cuantificación y
las críticas de la otra concepción. Por ejem- explicación naturalista (conductual y
plo, el cientificismo está efectivamente en neurobiológica, por ejemplo). El objeto de
permanente peligro de hiperreducir el ob- estudio de la psicología no se agota en sus
jeto de conocimiento. Está particularmente dimensiones observables en tercera persona,
en peligro de privar explícitamente (como como tampoco se agota exclusivamente en
en el conductismo) o implícitamente (como sus dimensiones experienciables en primera
en la teoría computacional de la mente) a persona.
su objeto de conocimiento de la dimensión
de sentido/significado, tratándolo como un
objeto sin capacidad de autoconocimiento,
autorreflexión, comunicación, etc. Por otra
parte, la psicología comprensiva, debido en
parte a su status secundario dentro de la dis-
ciplina, está siempre en permanente peligro
de hacer más ideología contestataria que ar-

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Revista de Psicología de la Universidad de Chile

Nota del Autor

Carlos Cornejo A., Escuela de Psicología de la P. Universidad Católica de Chile. Mis agra-
decimientos a David Sirlopú y a Roberto Musa por sus valiosos comentarios a una versión
previa de este artículo. Correspondencia concerniente a este artículo puede ser enviada a
Vicuña Mackenna 4860, Macul, Santiago, Chile. Teléfono: 354 7230, Fax: 354 4841. Email:
cca@uc.cl

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