AÑO I
Jerusalem Palestina
"Donde está vuestro
tesoro allí está vuestro
corazón"
"NO TEMÁIS, MI PEQUEÑO REBAÑO,
PORQUE LE HA PARECIDO BIEN AL
PADRE DAROS EL REINO"
LUCAS 12, 22-34
Jesús se ha dirigido a sus Discípulos y les ha dicho:
-"No andéis preocupados por vuestra vida pensando
qué comeréis ni por vuestro cuerpo pensando con qué os
vais a vestir, porque la vida vale más que el alimento y el
cuerpo más que el vestido".
"Observad a los cuervos cómo ni siembran ni cosechan
y no tienen despensa ni granero y Dios los sustenta ¿No
valéis vosotros más que los pájaros?".
"Y ¿quién de vosotros, por mucho afán que ponga,
puede añadir un codo a su estatura? Pues, si ni siquiera
podéis lo que es mínimo ¿por qué andáis preocupados de
lo demás?".
"Observad cómo crecen los lirios: no trabajan ni hilan
y, os aseguro, que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió
como uno de ellos. Y, si Dios viste de tal modo a las
hierbas que hoy están en el campo y mañana se echan al
fuego ¿no hará mucho más con vosotros, hombres de po-
ca fe?".
"Por tanto, no os preocupéis diciendo ¿qué comere-
mos?, ¿qué beberemos?, ¿con qué nos vamos a vestir?
Las gentes del mundo son las que viven preocupadas por
esas cosas. En cuanto a vosotros, ya sabe vuestro Padre
Celestial que tenéis necesidad de ellas".
"Por tanto, buscad en primer lugar el Reino de Dios y
su justicia y todas esas cosas se os darán por añadidura".
"No temáis, mi pequeño rebaño, porque le ha parecido
bien al Padre daros el Reino".
"Vended vuestros bienes y dad limosna. Haceos bol-
sas que no se deterioran, tesoros que no se agotan en el
Cielo donde no llega el ladrón ni hace estragos la poli-
lla. Porque donde está vuestro tesoro allí está vuestro
corazón".
"Con el mismo juicio con que juzguéis
seréis juzgados"
MATEO 7, 1-6
-"No juzguéis para que no os juzguen a vosotros
-explica Jesús- porque, con el mismo juicio con que
juzguéis, seréis juzgados vosotros, y seréis medidos
con la misma medida con que midáis".
"¿Por qué ves la paja que hay en el ojo de tu herma-
no y no ves la viga que hay en el tuyo? ¿Cómo te atre-
Nº 9
"No condenéis y no seréis
condenados, perdonad y
conseguiréis perdón "
LUCAS 6, 37-42
-"No juzguéis y no seréis juzgados -ha dicho Jesús-,
no condenéis y no seréis condenados, perdonad y seréis
perdonados".
"Dad y se os dará: os darán en vuestro regazo una me-
dida buena, apretada, sacudida, desbordante, porque la
misma medida que empleéis con los demás la emplearán
con vosotros".
Ha expuesto también esta comparación:
-"¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No cae-
rán ambos en el hoyo? No es el discípulo mayor que el
maestro, el discípulo estará bien formado si es igual que
su maestro".
"¿Por qué ves la mota que hay en el ojo de tu hermano
y no te das cuenta de la viga que hay en el tuyo? o ¿cómo
te atreves a decir a tu hermano: 'Hermano, deja que saque
la mota que hay en tu ojo', tú que no ves la viga que hay
en el tuyo?"
"¡Hipócrita!, saca en primer lugar la viga de tu ojo y,
entonces, verás bien para poder sacar la mota que hay en
el ojo de tu hermano".
ves a decir a tu hermano 'déjame sacar la paja que hay
en tu ojo' cuando en el tuyo hay una viga? ¡Hipócrita!,
saca primero la viga de tu ojo y, entonces, verás bien
para sacar la paja del ojo de tu hermano".
"No deis a los perros las cosas santas, ni echéis a los
cerdos vuestras perlas, no sea que las pisen con sus pa-
tas y se vuelvan para morderos a vosotros".
nº9
"El Padre Celestial
dará cosas buenas
a quien le pida"
MATEO 7, 7-11
-"Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y
os abrirán -ha enseñado Jesús-, porque todo el que pide
recibe, el que busca encuentra y al que llama se le abre".
"¿Quién entre vosotros da a su hijo una piedra cuando
le pide pan? Y si le pide un pez ¿acaso le da una serpien-
te?"
"Pues, si vosotros, siendo malos, sabéis dar a vuestros
hijos cosas buenas ¡cuánto más vuestro Padre que está en
los Cielos dará cosas buenas a quienes le pidan!".
"Todo el que pide
recibe y al que llama
se le abre"
LUCAS 11, 5-13
- " S i uno de vosotros -ha dicho Jesús- va a medianoche
a casa de un amigo y le pide: 'Amigo, déjame tres panes
porque ha llegado a mi casa un compañero y no tengo qué
darle'. Y el otro le responde desde dentro: 'No me moles-
tes, está cerrada ya la puerta y mis hijos y yo estamos en
la cama y no puedo levantarme a dártelos,".
"Os aseguro que, si no se levanta y se los da por ser
amigo, al menos por que no le importune, se levantará y
le dará cuanto necesita".
"Así os digo yo: Pedid y se os dará, buscad y encontra-
réis, llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe,
el que busca encuentra y al que llama se le abre".
"¿Hay algún padre entre vosotros que, cuando su hijo le
pide pan, le da una piedra?, ¿o, si le pide un pez, le da una
serpiente?, ¿o, si le pide un huevo, le da un escorpión?".
"Pues, si vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas bue-
nas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del Cielo
dará el espíritu bueno a los que le pidan!".
"Entrad por la puerta estrecha y guardaos
de los falsos profetas"
MATEO 7, 13-20
-"Entrad por la puerta estrecha -son palabras de Jesús-
porque la puerta ancha y el camino espacioso llevan a la
perdición y son muchos los que entran por ella".
"¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que
lleva a la vida y son pocos los que la encuentran!".
"Tened cuidado con los profetas falsos que se acer-
can a vosotros disfrazados de ovejas pero que, en su
Jerusalem
Cada hombre habla
de lo que lleva
en su corazón
LUCAS 6,43-45
-"No hay árbol bueno que dé frutos de mala cali-
dad ni, por el contrario, árbol malo que dé buen fru-
to. A cada árbol se le conoce por su fruto".
"No se recolectan higos de los espinos ni se ven-
dimian uvas de las zarzas".
" E l hombre bueno saca cosas buenas del tesoro
de su corazón y el malo, de su interior malo, extrae
cosas malas, porque la boca habla de lo que abunda
"El que escucha mi
palabra y la cumple es
como el que edifica
sobre roca"
LUCAS 6,46-49
-"¿Por qué me llamáis 'Señor, Señor' y no hacéis lo
que os digo? -ha preguntado Jesús-. Os voy a decir a
quién se parece el que viene a mí, escucha mis enseñan-
zas y las pone en práctica".
"Se parece a un hombre que, para edificar su casa, cavó
muy hondo y puso el cimiento sobre la roca. Cuando vino
una inundación, el torrente se precipitó contra la casa
pero no pudo moverla porque estaba fundamentada sobre
piedra".
"Por el contrario, el que oye mis palabras y no las lleva
a la práctica es como el hombre que construyó su casa so-
bre la tierra, sin cimientos y, cuando se precipitó sobre
ella la corriente, al instante, se desplomó produciendo una
gran ruina".
interior, son lobos rapaces. Por sus frutos los conoce-
réis".
"¿Acaso se cosechan uvas de los espinos o higos de
los cardos? Todo árbol bueno da frutos buenos y todo
árbol malo da frutos malos. No puede un árbol bueno
producir frutos malos ni un árbol malo producir frutos
buenos".
" E l árbol que no da buen fruto es cortado y echado
al fuego. Por su fruto se conoce al árbol".
Jerusalem
Los que entrarán en
el Reino de los Cielos
NO TODO EL QUE ME DICE "SEÑOR, SEÑOR" SINO EL QUE HACE LA VOLUNTAD DE MI PADRE
MATEO 7, 21-29
-"No entrará en el Reino de los Cielos todo el que
me dice '¡Señor, Señor! sino el que hace la voluntad de
mi Padre que está en los Cielos", ha explicado Jesús.
"Aquel día, muchos me dirán: 'Señor, Señor ¿no he-
mos profetizado en tu Nombre, en tu Nombre hemos
echado a los demonios, y en tu Nombre hemos hecho
muchos milagros?'".
"Entonces, yo les diré: 'No os he conocido jamás,
apartaos de mí los que obráis la iniquidad'".
"Porque todo el que oye estas palabras mías y las lle-
va a la práctica es como el hombre prudente, que edifi-
nº 9
có su casa sobre roca. Cayó la lluvia, vinieron los to-
rrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa,
pero no se hundió: estaba cimentada sobre piedra".
"Pero el que oye estas palabras mías y no las lleva a
la práctica se parece a un hombre necio, que edificó su
casa sobre arena. Cayó la lluvia, vinieron los torrentes,
soplaron los vientos y azotaron aquella casa, y se des-
plomó causando una gran ruina".
Cuando Jesús ha finalizado este discurso, toda la
gente ha quedado impresionada de su doctrina, porque
les enseña como quien tiene poder y no como sus es-
cribas.
nº 9 Jerusalem

Una mujer pecadora unge a Jesús los pies

mientras come en casa de un fariseo
JESÚS LE PERDONA SUS PECADOS "PORQUE HA AMADO MUCHO"
LUCAS 7,36-50
Uno de los fariseos ha invitado a Jesús a comer y se ha ido
con él a su casa, donde se ha acomodado a la mesa.
Una mujer, conocida en la ciudad como pecadora, cuando
se ha enterado de que Jesús comía en casa del fariseo, ha co-
gido un frasco de alabastro con bálsamo y, situándose por de-
trás a sus pies, ha comenzado a regarlos con sus lágrimas y a
secarlos con sus cabellos, mientras los besaba y los ungía con
perfume.
Al ver esto el fariseo que le había invitado, ha pensado di-
ciendo en su interior:
- " S i éste fuera profeta, conocería quién y de qué clase es la
mujer que está tocándole: una pecadora".
Jesús ha tomado la palabra y le ha dicho:
-"Simón, tengo algo que decirte".
-"Dilo, Maestro", le ha replicado.
-"Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinien-
tos denarios y el otro cincuenta. Como ninguno tenía con qué
pagarle, les perdonó a los dos. ¿Cuál de ellos lo amará más?".
-"Yo pienso que aquel a quien más le perdonó", ha respon-
dido.
-"Has juzgado bien", le ha dicho Jesús, quien, vuelto a la
mujer, ha añadido a Simón:
-"¿Ves a esta mujer? He entrado en tu casa y no me has
ofrecido agua para los pies. Ésta, por el contrario, los ha ba-
ñado con sus lágrimas y los ha enjugado con sus cabellos. Tú LA SOLUCIÓN ES AMAR MUCHO
no me has dado el beso de paz, pero ésta, desde que ha entra-
do, no ha cesado de besar mis pies. Tú no has ungido mi ca-
beza con aceite, ésta, sin embargo, ha ungido con perfume
J esús ha salido en de-
fensa de una meretriz
en casa del fariseo Simón y
Jesús al apreciar a las
personas se fija, más
que en su historia, en el
mis pies. Por eso te digo: sus muchos pecados le quedan per- le ha perdonado "sus mu- ahora de su corazón. La
donados, porque ha amado mucho. Pero a quien se le perdo- chos pecados". pecadora "ha amado
na poco, ama poco". Y ha manifestado la cau-
mucho". Jesús perdona
Y a la mujer le ha dicho: sa de ese perdón: no ha si-
en la medida en que se
- T u s pecados quedan perdonados". do en atención al valioso
Los que estaban con Él a la mesa han comenzado a pensar ama. Ante Jesús, la solu-
ungüento derramado a sus
dentro de sí: pies sino a la humildad y al ción para los pecadores
-"¿Quién es éste que también perdona los pecado?". cariño que ha demostrado. es amar mucho.
Pero Él ha dicho a la mujer:
- T u fe te ha salvado. Vete en paz".

LAS MUJERES AYUDAN A JESÚS

Mujeres que
acompañan a Jesús T odo varón judío bendi-
ce al Señor cada día
"por no haberle hecho gen-
Con esto ha superado
los prejuicios extendidos
en Oriente sobre la in-
LUCAS 8, 1-3 til, ni mujer, ni ignorante". ferioridad de las mujeres.
Jesús continúa caminando por ciudades y pueblos, Jesús desarrolla su tra-
Jesús, sin suprimir la di-
predicando la Buena Noticia del Reino de Dios y le bajo por ciudades y pue-
versidad de funciones
acompañan los "doce" y algunas mujeres que han sido blos acompañado de nu-
curadas de espíritus inmundos y de enfermedades. merosas mujeres que lo si- entre el hombre y la mu-
María, llamada Magdalena, de la que habían salido guen y se ocupan de su jer, ha comenzado a su-
siete demonios, Juana, mujer de Cuza administrador de sostenimiento y del de sus primir la desigualdad in-
Herodes, Susana y otras muchas que lo sostienen con Discípulos. justa imperante.
sus bienes.