TOMANDO RIESGOS EN LA FE

50 Días de fe
Parte 4ª de 8
Rick & Kay Warren
Traducido por Berta Bilbao

“ Arriesga tu vida y consigue más de lo que nunca soñaste.

Mantente en lo seguro y terminarás parado.” Lucas 19:26 (Men)

LECCIONES APRENDIDAS EN 20 AÑOS DE TOMAR RIESGOS.

1. DÓNDE DIRIGE EL SEÑOR, ______________________

“Mi Dios proveerá todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Jesucristo.” Fe. 4:19
(B de las A)

“Si te apoyas en Mí por la vida amada, te voy a sacar de cualquier problema. Te voy a dar el mejor
cuidado si me conoces y confías en Mí.” Sal 91:14 (Men)

2. CUANDO DIOS RETRASA, ________________________

“ Esas cosas que planeo no van a pasar enseguida. El tiempo en que la visión se va a realizar se acerca
despacio, continuamente, seguro. Si parece lento, no te desalientes, porque esas cosas van a pasar de
seguro. Simplemente ¡tén paciencia! No se van a retrasar ni un solo día.” Ha. 2:3 (LB)

“No te das cuenta ahora de lo que estoy haciendo, pero más tarde entenderás.” Juan 13:7 (NIV)

“(Esto ocurrió)…para que podamos aprender a confiar, no en nosotros, sino en Dios.” 2 Co. 1:9 (Fe)

3. LO QUE DIOS HA DADO, _________________________

“Dios da semilla al agricultor… también te dará semilla a tí y la multiplicará. En tu vida Él va a incrementar

las cosas que haces que tienen su aprobación.” 2 Co. 9:10 (GW)

“ Recuerda que la persona que planta pocas semillas va a tener poca cosecha; el que planta muchas
semillas obtendrá una gran cosecha... Pues Dios ama a la persona que da alegremente.” 2 Co. 9:6-7
(GN & NLT)

“ No se arrepentirás. Ninguno que ha sacrificado la casa, la esposa, los hermanos, hermanas, padres,
niños—lo que sea—va a salir perdiendo. Se le va a devolver multiplicado muchas veces por encima de lo
que dio en su vida. Y después el bono de la vida eterna.” Lucas 18:29-30 (Men)

“Así que siempre entregate totalmente al trabajo del Señor, porque sabes que tu labor en el Señor no es en
vano.” 1 Co 15:58 (NIV)
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50 Días de fe - Parte 4ª de 8

4. LO QUE DIOS EMPIEZA, _______________________

“Estoy seguro que Dios, que empezó este trabajo en tí, lo va a seguir hasta terminarlo en el Día de Cristo
Jesús.” Fe. 1:6 (GN)

“Estas mismas buenas nuevas que vienen a tí están saliendo a todo el mundo. Están cambiando vidas en
todas partes, como han cambiado la tuya...” C. 1:6 (NLT)

¿Te uniras a lo que Dios está haciendo a través de Saddleback?

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 TOMAR RIESGOS CON FE
50 Días de fe
Parte 4 de 8
Rick & Kay Warren
Oc. 28-29, 2000

Bienvenidos a la celebración de nuestro vigésimo aniversario. Si hubiera una canción que resumiera la historia
de Saddleback esa canción sería “All Things Are Possible” [Todo es posible.]

En Lucas 19 Jesús contó la historia de la importancia de tomar el riesgo. Dijo que si no tomas riesgos no tienes
fe alguna. Si no tienes fe eres infiel. Me encanta como Él termina la historia. Lucas 19:26 “Arriesga tu vida y
recibe más de lo que nunca soñaste; Juega a lo seguro y terminarás parado.” Estás mirando a un ejemplo vivo
de ese versículo... Arriesga tú vida y recibe más de lo que nunca soñaste.” Hoy Kay y yo vamos a dar un
mensaje sobre las Cuatro Lecciones más Grandes que hemos aprendido a lo largo de 20 años de tomar riesgos.
La primera lección es ésta…

1. Donde Dios guía, Dios provee.

Si Dios te pide que hagas algo, te va a dar la energía, el talento, la habilidad, la gente, el dinero, el espacio, los
recursos, los contactos, la red... cualquier cosa que necesites. Donde Dios guía, provee. Filipenses 4:19 “Mi
Dios proveerá todas tus necesidades de acuerdo con las riquezas de su Gloria en Cristo Jesús.” Filipenses 4:19
En 1979 estaba terminando el seminario en Dallas-Fort Worth Texas y Dios dijo, “Quiero que vallas al valle de
Saddleback y empieces una iglesia.” Hay un montón de circunstancias detrás de esto que no tengo tiempo de
contar, pero había dos problemas en eso: uno, nunca había tenido un pastor y dos, no sabía nada del Valle;
nunca había estado allí. No tenía ningún contacto allí. No conocía ni una sola persona en el Valle. Pero
decidimos tomar el riesgo y proceder y despegar en fe, así que empacamos todo en un camión de mudanzas y
Kay y yo y Amy (que era el único hijo que teníamos en ese tiempo, de cuatro meses) nos movimos al valle de
Saddleback.

Llegamos aquí alrededor de las cuatro de la tarde. Justo en medio de la hora de los congestionamientos en Enero
1980. Yo soy un hombre de campo. Crecí en un pueblo de menos de 500 personas. Cuando vi esta autopista
llena de congestionamientos miré y dije, “Dios has elegido al hombre equivocado. ¿Qué estaré yo haciendo
aquí?” Pero donde Dios guía, Dios provee. Y Él nos dio nuestro primer miembro y Él nos dio nuestra primera
casa—todo tipo de cosas. . . Muchos de ustedes saben la historia. Me salí de la autopista. No teníamos dinero.
De hecho no teníamos dinero para pasar la noche en un hotel. Así de arruinados estábamos. Nos dirigimos a una
oficina de Bienes Raíces. Encontré a un individuo y lo saludé. Se llamaba Don Dale. Dije, “Me llamo Rick
Warren y estoy aquí para empezar una iglesia nueva y necesito un sitio donde vivir y no tengo nada de dinero.
Él se rió y me dijo, “Vamos a ver lo que podemos hacer.”

En dos horas nos encontró un condominio. Firmamos los papeles. Nos consiguió el primer mes de renta gratis
porque no teníamos dinero. Nada para dar de entrada. Ese hombre vino a ser el primer miembro de la iglesia
Saddleback. Estábamos conduciendo juntos y dije, “¿vas a la iglesia en alguna parte?” Dijo que no. “¡Mi primer
miembro!” Empezamos una iglesia la semana siguiente en nuestra casa con nuestra familia y la familia de Don.
Fuimos siete personas en ese primer servicio.

Les podría contar historia tras historia de cómo Dios ha proveído millones de veces en los últimos veinte años.
Habíamos estado aquí por dos semanas. No teníamos dinero, ni entradas. Me llamaron por teléfono. El
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individuo dijo, “Soy Bill Grady. No nos hemos conocido nunca pero vivo en Fullerton. ¿Es este el Rick Warren
que está empezando una Iglesia nueva? ¿Cuáles recursos tienes para mantenerte? Yo le dije que no tenía
ninguno. Me dijo, “Me siento guiado a pagar la renta de tu casa los próximos dos meses.”

Yo tenía 25 años cuándo me moví aquí, cumplí 26 justo después de llegar. No sabía nada acerca de
organización. ¿Cómo organizo una iglesia? ¿Qué hago? ¿Cómo se tiene el primer servicio? Conocí un individuo
que dijo que él me iba a ayudar. Yo dije, ¿qué haces? Dijo, “ Soy un organizador para el pentágono. Me enseño
cómo hacer una tabla y apuntamos cada pequeño detalle y planeamos todo para el primer servicio, todo lo que
teníamos que hacer ese día. Dios proveyó la gente apropiada, el dinero apropiado, el sitio apropiado cada vez.

Me acuerdo de que salimos a buscar equipo para la guardería para el primer servicio. No teníamos dinero así
que fuimos a ventas de garaje. Kay encontró una venta de garaje donde tenían una cuna, una mesa para cambiar
pañales y algunos columpios. Dijo “Fenomenal, nos lo llevamos todo.” Así que escribió un cheque de $32
sabiendo que probablemente sólo teníamos setenta y cinco dólares en nuestra cuenta por ese tiempo y ese era
dinero para alimentos que nos debía de durar indefinidamente porque no teníamos ninguna entrada. Así que lo
estaba escribiendo en nuestro dinero para alimentos y con lo que íbamos a comer.
Volvimos a casa a nuestro pequeño apartamento. Yo abrí el correo. Había una carta de una mujer que yo no
conocía de antes. Era de una iglesia donde yo hablé tres veces en Dallas, Texas. De alguna manera se enteró de
que yo me había ido a California. Dijo, “Entiendo que estás empezando una nueva iglesia en California. Soy
una retirada en el Seguro Social y no puedo ayudar mucho pero tal vez esto te ayude.” Era un cheque de $32.50.
Les puedo contar muchas historias como esa. El hecho es que Dios ha proveído un millar de veces. Porque a
donde Él guía, Él provee.

Kay:
Habiendo crecido en una casa de pastores, estaba preparada para que Rick fuera pastor. Sabía que él iba ha ser
eso cuando nos casamos. Para lo que no estaba preparada era para ser la mujer de un plantador de iglesias. No
tenía ni idea de lo que era eso cuando él me dijo. “Quiero ir y plantar una iglesia.” Todo lo que sabía es que
tenía el son de la inseguridad. Iba a dejar la seguridad por la inseguridad, lo conocido por lo desconocido, lo
familiar por lo extraño, y no sonaba como algo que yo realmente quisiera hacer. Me dijo que quería que fuera
con él a una conferencia de crecimiento de Iglesia a otro estado. Yo pensé que no podría imaginar nada más
aburrido que ir a gastarnos el poquito dinero que teníamos y nuestras vacaciones pequeñitas e ir a una
conferencia de crecimiento de iglesias. Pero fui. Fui pataleando y gritando; no estaba muy contenta. El viaje a
ese otro estado no fue muy agradable. No hablamos mucho porque yo no estaba contenta de ir.
Pero cuando llegamos a la conferencia Dios hizo algo increíble, Dios empezó a tomar este sueño de plantar una
iglesia en el valle de Saddleback, a tomarlo del corazón de Rick y a plantarlo en el mío. Empecé entusiasmarme
más al pensar que tal vez nosotros podíamos ser usados por Dios para alcanzar a gente que no iría a una iglesia
tradicional. En el camino de vuelta platicamos y planeamos y hablamos acerca de todas esas cosas que Dios
podía hacer usando nuestra vida.Cuándo volvimos a nuestro hogar en Fort Worth empapeló nuestra pequeña
casa con mapas–mapas gigantes! No los pequeños que consigues en el “Triple A” cuándo vas a viajar por
carretera. Mapas enormes, mapas inmensos, que estaban por todas partes en la casa y tenían todo coloreado en
el valle de Saddleback aunque nunca habíamos estado aquí. Miramos aquellos mapas y pensamos, “Allí está el
sitio perfecto para construir una iglesia. Está ese pequeño triángulo de tierra entre la autopista 5 y la 405.”
Éramos demasiado ingenuos para saber que eso iba a ser un día el espectro de Irvine y que no había ni una
posibilidad en el mundo de que nosotros fuéramos a comprar esa tierra. Pero vinimos aquí. Con fe.

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Estábamos muy solos cuando vinimos aquí porque como dijo Rick no conocíamos a nadie. No teníamos ni
amigos, ni familiares, ni conexiones. Éramos sólo nosotros tres. Nuestro bebé tenía sólo cuatro meses y no era
un gran hablador en ese tiempo así que éramos sólo Rick y yo. Pero aunque despacio, poco a poco, día a día,
Dios empezó a traer otra gente a unirse con nosotros que también tenía esa visión de plantar una iglesia en el
Valle de Saddleback.

Una de las parejas que respondió a la cantidad masiva de correspondencia que mandamos nos llamó y nos pidió
que fuéramos a visitarlos a su casa. Nunca voy a olvidar mi reacción al llegar a la puerta de esa casa de Laguna
Hills. Me sentí tan sobrecogida. Sin clase. Fuera de nuestra altura. Llegamos a la puerta y dije, “¡Oh, Dios mío!
¡Tienen muebles a juego! ¡Un sofá y una butaca que de hecho pegan! ¡Qué idea más novedosa!” Nosotros
éramos la cuarta pareja de recién casados que compró nuestro tresillo y por entonces el color del sofá y los
sillones se había perdido y no tenías idea de qué color habían sido ni los sillones ni el sofá. Teníamos mesas de
café de maderas compactadas y mesillas que se suponía imitaban la madera.Y el punto cumbre de nuestro
decorado decorativo eran esas bocinas enormes del tamaño de Montana que Rick había hecho cuando estaba en
la clase de carpintería en la secundaria o algo así y eran su posesión más estimada. Las había forrado con papel
de contacto que imitaba madera. Me sentí tan fuera de clase.

Sin embargo esta pareja al sentarnos y hablar con ellos quería saber sobre Cristo Jesús. Pensé, “Dios, qué
maravilloso, realmente nos has puesto aquí para alcanzar a gente para Tí.” En el primer servicio que tuvimos en
Abril 1980, el primer servicio de adoración público, 205 personas fluyeron rampa arriba aquí en el Colegio de
Secundaria de Laguna Hills. Fue increíble. Se sintió como el nacimiento de nuestros hijos porque era el
nacimiento de nuestra iglesia. Pensé, ¡Dios has proveído! Este es el sitio donde hemos de estar.
¿Por qué seguí a Rick a California? ¿Por qué tome ese riesgo? Porque creía en Dios. Creía en Rick. Y creía en
el sueño y la visión que Dios nos había dado para el valle de Saddleback. Y si vas a vivir por la fe vas a tener
que tomar algunos riesgos. Va ha haber algunas situaciones donde te preguntas “¿Va a responder Dios? ¿Va ha
proveer?”¡Tú sigues creyendo!. Continúas manteniéndote porque donde Dios guía, Dios provee.

Rick:
La segunda gran lección que aprendí en estos últimos veinte años de tomar riesgos es está…

2. Cuándo Dios se retrasa, Él sabe por qué mejor que nadie.

Su momento es el preciso. Si alguna vez te encuentras en la sala de espera de Dios esperando por una respuesta,
esperando por un cambio, esperando por un milagro, nada más tienes que parar, recordar, realizar que Dios sabe
más, que mide perfectamente el tiempo, que su momento es el preciso, Él nunca llega tarde, nunca tiene prisa y
tú tienes que confiar en Él cuando algo se retrasa en tu vida.

Uno de los versículos que realmente me ha animado por veinte años es Habacuc 2:3 "Estas cosas que planeo
no van a pasar enseguida. El tiempo se acerca cuando la visión se realizará lentamente, constantemente,
seguro. Si parece lento no te desalientes porque estas cosas van a suceder de seguro. Sé paciente. No se van a
retrasar ni un solo día.”
Cuando empecé la iglesia de Saddleback no tenía ni idea de que iba ha haber trece años de atrasos antes de que
pudiéramos comprar un terreno y que iban a pasar casi quince años antes de que pudiéramos construir nuestro
primer edificio. Esta iglesia fluía sobre las de diez mil personas en concurrencia antes de que construyéramos
nuestro primer edificio. Ninguna iglesia en Norte América ha tardado tanto y ha crecido tanto sin un edificio.
Dios tenía Sus retrasos en mente.

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En el primer servicio de la iglesia me levanté y dije, “Algún día vamos a comprar por lo menos cincuenta acres
de tierra. Pero no lo vamos a hacer durante los primeros cinco años porque vamos a poner todo nuestro dinero
en la gente y en programas.” Siempre he estado más interesado en levantar gente que en levantar edificios.
Éstos no me interesaban tanto. Así que durante los primeros quince años de la Iglesia usamos 79 edificios
diferentes. Cuando se nos hacía pequeño uno, nos movíamos a otro.

Pero el día del quinto aniversario de la iglesia dije, “Es hora de que empecemos a buscar un terreno y si tienes
experiencia en el desarrollo financiero de inmobiliaria preséntate en mi oficina mañana por la noche.” La noche
siguiente se presentaron trece hombres. No conocía a la mitad de ellos. Dije, “Vamos a ir en círculo alrededor
del cuarto y díganme por qué han de ser parte de la fuerza para buscar tierra para Saddleback.”

El primer hombre dijo, “Mi nombre es Tom y yo compro los terrenos para K Mart.” El siguiente, “Mi nombre es
Dick. Soy el vicepresidente del Banco ‘Primero Interestatal’.” El siguiente hombre, “Mi nombre es Lyle. Estoy
en construcción de casas. El año pasado cerré 91 millones en adquisiciones de tierras.” Fui alrededor del
cuarto. Tenía trece líderes increíblemente poderosos. Dije, “Esta no va a ser una reunión muy larga.” Me di la
vuelta y escribí ‘0.202 kilómetros cuadrados’ en la pizarra. Dije, “Creo que Dios quiere que procuremos 0.202
kilómetros cuadrados por lo menos. Su trabajo es encontrarlos. ¡Reunión terminada!”

Una semana más tarde volvieron. Habían encontrado una de las últimas parcelas de propiedad que quedaba en
el condado de Orange, poseída por una sola persona. Eran 0.291 kilómetros cuadrados al final de Santa
Margarita Parkway cuando esta no estaba todavía allí. No existía Rancho Santa Margarita. Era un prado grande
de vacas. Eran 0.291 kilómetros por 7.2 millones de dólares. Dijeron, ¿Quieres intentarlo? Les dije, “¡por
supuesto!" Nunca dices que no simplemente porque algo es imposible.

Pusimos una entrada de diez mil dólares en una propiedad de siete millones. Teníamos mucha fe, no mucha
inteligencia, pero mucha fe. Al año siguiente conseguimos un cambio de zonificación, un permiso de uso de
derechos al agua y conseguimos que dejaran construir una iglesia en él. Pero no conseguíamos que nadie nos
dejara el dinero para comprarlo y construirlo. Finalmente después de cerca de un año y medio los dueños
vinieron a mí y me dijeron, “Queremos que empieces a poner $20,000 al mes, sin devolución, para mantener el
contrato abierto.” Dije, “no puedo hacer eso. No puedo apostar las ofrendas de nuestra gente. Vamos a tener que
dejar el contrato y cuando consigamos un préstamo volver y comprar la propiedad otra vez.” Dejamos el
contrato y al día siguiente compraron la propiedad para un centro comercial. Perdimos un año y medio de
tiempo y $100.000. ¡Yo estaba decaído!

Nos costó todo un año encontrar el siguiente terreno aquí en el cañón. 1.214 Km cuadrados, de los que 0.804
eran totalmente inservibles- derecho hacia arriba de la montaña. Fuimos al dueño y le dijimos, “Compraríamos
los 0.405 Km. cuadrados del frente por seis millones.” Él dijo, “Si haces eso te daré los doscientos de atrás
gratis como un descuento de impuestos.” Vale.
Volví a los hombres y les dije, “Necesitamos levantar el dinero para comprar la tierra. Hicimos una pequeña
campaña, una campaña de donaciones sacrifíciales para financiar llamada ‘Poseer nuestra tierra’. Daríamos por
el período de tres años pero haríamos el compromiso en la ofrenda de un día. En 1987 durante un período de
oración y de servicio, nuestra gente se preparó para una gran ofrenda. Se sacrificaron. Y en ese día conseguimos
medio millón de dólares en efectivo en una sola ofrenda, que era increíble para una iglesia pequeña y dos
millones y medio más como compromiso que se iban a ir dando a lo largo de los tres años siguientes. Nuestra
gente comprometió tres millones y medio a “Poseer nuestra tierra”.

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Estaba realmente entusiasmado porque había visto el increíble sacrificio de nuestra gente. Tuvimos gente que
tomó otro trabajo para dar más. Tuvimos gente que canceló las vacaciones para dar más. La gente dio sus
pensiones y sus planes de retiro. La gente dio sus anillos de bodas—anillos de diamantes. Tuvimos gente en esta
iglesia que vendió sus casas y compró casas más pequeñas y dio el valor acumulado. Conozco a gente que
vendió su televisión para poder dar. Este es el tipo de sacrificio sobre el cual se levantó esta iglesia.

Así que teníamos este medio millón en efectivo y dos millones y medio en compromisos. Volvimos al dueño al
día siguiente y le dijimos, “Estamos listos a cerrar el acuerdo.” Él dijo, cambié de idea. Voy a subir el precio a
ocho millones” Mi corazón se encogió. Sabía que no podíamos con eso. Miré al Señor y dije, “¿Qué se supone
que voy a decir a la gente el próximo domingo?” Han trabajado, sacrificado, dado todo lo que tenían.” Todos
los empleados de la iglesia habían dado los ahorros de su vida. Estábamos sacrificándonos para que esto pudiera
suceder. ¿Qué se supone que les voy a decir la semana que viene? Ya no tenemos más terrenos para procurar.
Dije, “Dios, Tienes un problema. No es problema mío porque no es mi iglesia. ¿Tú sigues trayendo toda esa
gente así que qué vas a hacer con ellos?”
Dos días más tarde una tercera y última parcela se puso a la venta. 0.475 que ofrecían a 3.5 millones de dólares.
La misma cantidad de tierra por la mitad del precio. Era un tan buen negocio. Era la parcela de tierra más barata
que se había visto en el Condado de Orange y siete urbanizadores dieron una oferta y cuatro de ellos ofrecieron
efectivo. Fui al dueño de la propiedad el General William Lyon y le dije, “¿Qué te haría vender a la iglesia? No
tenemos todo el efectivo.” Él dijo, “Sí puedes cerrar el acuerdo para el final del año entonces venderé a la
Iglesia.”
Ahora es ya Octubre. Vuelvo a la gente y digo. “¿Qué quieren hacer? Todos hemos dado, sacrificado. O
volvemos y encontramos más maneras de sacrificarnos y levantar el dinero en los próximos sesenta días o
perdemos este terreno. ¿Qué quieren hacer?

La gente dijo, “Rick, vamos a por él” y en los últimos sesenta días de 1987 la gente de la iglesia dio sobre y por
encima de sus diezmos y ofrendas que pagan por los 156 ministerios de la iglesia, dio sobre y por encima en los
siguientes sesenta días $ 1.2 millones. Y cerramos el trato.

La lección es que Dios hace las cosas en el momento perfecto. Nuca tiene prisa pero nunca llega tarde.
Simplemente recuerda que un retraso no es una negación.

Kay:
Puedo decir honestamente que fui capaz de aguantar los golpes muy bien, cada vez que encontramos un retraso
en nuestro camino. No soy una persona flexible por naturaleza. Cualquiera que me conozca bien sabe que es
mucha verdad. Pero estaba aguantando bien los retrasos. Pensaba, "Si este acuerdo se deshizo, está bien.
Cuándo Dios tenga la parcela apropiada los medios vendrán y todo será exactamente como Dios nos dijo que
sería.”
Pero para el año numero once empecé a cansarme del hecho de que no teníamos una casa permanente para la
iglesia Saddleback. Llegó a ser que cada vez que queríamos hacer algo que no fuera el servicio de los fines de
semana teníamos que buscar un sitio donde reunirnos. Si queríamos hacer un estudio bíblico teníamos que ir a
buscar un sitio donde reunirnos. Si queríamos hacer un banquete teníamos que encontrar un restaurante o un
salón lo suficientemente grande para que cupiera nuestra gente. Si queríamos hacer algo, cualquier cosa que no
fuera el servicio de los fines de semana, teníamos que encontrar un sitio para alquilar. Y eso llegó a ser cansino.
Llegó a cansar el tener que recoger y levantar la iglesia para miles de personas todas las semanas. Llegó a
cansar el preocuparse de sí el niño en la clase de una maestra iba a romper su obra de arte preciada y crearnos

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un problema. Me enfermé del olor a sudor de los gimnasios. Todo eso llegó a cansar. Sin embargo se veia que a
las cosas caer en su sitio.
Rick llegó a casa en Octubre, 1989, y dijo, “Tengo muy malas noticias.” Me contó que el condado nos había
retrasado indefinidamente. ¡Exploté! ¡Me desubiqué! ¡Eso era el colmo! Empecé a gritar y a disparatar y a
delirar y a gritar. Le miré y dije, “Has sido demasiado amable con esos supervisores del condado. Me dejas a
mi ir allí y consigo la tierra!” Fui a la oficina de nuestra casa y continué mi tirada en contra de Dios. “Has sido
injusto con nosotros. Hemos intentado hacer esto exactamente de la manera que Tú nos dijiste. Tratamos de
hacerlo con fe. Tratamos de ser honestos. Tratamos de usar integridad. No hemos tirado ningún golpe a nadie.
Dios, no sé que juego estás jugando pero déjame saber porque. ¡no lo entiendo!”
De ahí empecé a acusar a Dios de amar a otra gente más de lo que nos amaba a nosotros. Empecé a pensar en
todas las iglesias que tenían tierra y edificios. Dije cosas como Chuck Smith tiene su tierra! Chuck Swindoll
tiene sus tierras y edificios. Pensé en un pastor que yo conozco en Tennessee que tiene una iglesia con 1.619
kilómetros cuadrados. Me voy, “Adrián Rodger no necesita 1.619 kilómetros cuadrados. Haz que venda
algunos de esos kilómetros y que nos los de a nosotros porque necesitamos tierra.” Estaba tan enfadada con
Dios. Después quedé tranquila porque mi berrinche se terminó. Es increíble que Dios no me tumbó muerta.
Debería de haberlo hecho. Me lo merecía por todo lo que Le chille. Pero en la calma después de esto dijo, “Lee
Juan 21.” Tomé mi Biblia y la abrí en Juan 21. Al final de ese capítulo está la historia muy familiar donde Jesús
mira al apóstol Pedro. Jesús ha resucitado de entre los muertos. Está preparándose para volver al cielo. Y mira a
Pedro y dice, “Pedro, alimenta mis ovejas.” Pero el resto del capitulo viene a decir que Jesús miró a Pedro y le
dijo cómo iba a morir. Que Pedro iba a seguir a Dios y la tarjeta de precio al ir a morir. Así que Pedro mira a
uno de los otros discípulos que estaba siguiendo a Jesús y dijo, ¿Pero y éste qué? Y Jesús dijo, “Pedro, si yo le
dejo que viva hasta que yo vuelva, ¿qué te concierne a tí? Tú sígueme.”
Y Dios me dijo a mí, “Kay, ¿qué te concierne a tí si yo dejo a todas las iglesias en la superficie de la tierra tener
un edificio y tierra y Saddleback nunca lo tiene? ¿Vas a seguirme? Dije, “Sí, Señor, seguiré.

No es asunto mío lo que Dios hace en la vida de otros. No es asunto tuyo lo que Dios hace en la vida de
cualquier otro. Nuestro único asunto es seguirle. El punto es que Dios permitió un retraso que fue para lo mejor.
No lo entendí pero era el bien de nuestra iglesia. La verdad de Juan 13: 7 es algo que ahora sé. Jesús dijo,
“Ahora no te das cuenta de lo que estoy haciendo, pero luego lo vas a entender.” 2 Corintios 1:9 “Esto ocurrió
para que aprendamos a confiar, no en nosotros sino en Dios.” El punto es que hemos de confiar en Dios sea lo
que sea.” No debemos mirar Sus retrasos como negaciones. Debemos confiar que Él sabe, que tiene planes
mejores—mucho mejores—que los que nosotros pensamos que tenemos. Puede que pensemos que tenemos un
entendimiento pero es Dios quien sabe mejor porque Dios está en control.

Rick:

Porque Dios está en control, donde Dios guía, provee. Porque Dios está en control, cuándo Dios retrasa, sabe lo
que hace. La tercera lección que hemos aprendido en veinte años de riesgos es ésta. Porque Dios está en
control...

3. Lo que se da a Dios, lo multiplica.

Si Le das tu tiempo, lo multiplica.. Si Le das tu dinero, lo multiplica. Si Le das tu talento, lo multiplica. Si Le

das tu energía, la multiplica. Es cómo plantar semillas. 2 Corintios 9:10 “Dios da semilla al campesino.
También te va a dar semilla a tí y multiplicarla. En sus vidas va a aumentar las cosas que hacen que tienen su
aprobación.” Dios va a aumentar, va a multiplicar las cosas que haces que tienen su aprobación.

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Los agricultores saben que la semilla se ha de tirar para que sirva para algo. Si guardas la semilla en un saco no
hace ningún bien. Pero si la plantas, se multiplica. ¿Cuando plantas una semilla de maíz, obtienes una semilla
de maíz como resultado? No, obtienes un tallo con cientos sino miles de granos de maíz. ¿Cuando plantas una
semilla de sandía obtienes una semilla como resultado? No, obtienes un montón de sandias con cientos de
semillas en ellas. Dios multiplica cualquier poco que le des.
“Recuerda que la gente que planta pocas semillas va a tener una cosecha pequeña. Pero el que planta muchas
semillas va a tener una gran cosecha. Dios ama al dador alegre” Dios quiere que seamos como Él.

La historia de Saddleback no puede contarse sin mencionar los cientos de gente –muchos de ustedes están aquí
hoy—que se sacrificaron financieramente para que esta iglesia fuera posible. Este campus de O.486 Km
cuadrados, todos esos edificios, no aparecieron simplemente. Alguien se sacrificó por ellos. Algunos que no se
compraron cosas para ellos y dieron dinero para hacer que esto se realizara.

En veinte años hemos tenido tres grandes campañas con sacrificios. La primera fue de 1987 a1990. La
llamamos “Poseer nuestra tierra.” En Esa campaña, toda la meta fue levantar el dinero para comprar la tierra.

Quiero honorar a alguna gente hoy. Quiero pedirte que si fuiste parte de la campaña “Poseer nuestra tierra”—tu
diste y sacrificaste para ayudar a comprar nuestra tierra, quiero que te levantes y te quedes de pie hasta que te
pida que te sientes. Quiero que la gente se dé cuenta de las bases en las que se levanta esta iglesia. Si estuviste
aquí en el período del 87 al 90 y diste en la campaña “Poseer nuestra tierra” levántese ahora mismo para que te
podamos reconocer. Quédate de pie.

Esta gente a lo largo de tres años dio sobre y más allá de sus diezmos y ofrendas regulares tres millones de
dólares para comprar la tierra. Esto es un promedio de $6,700 por familia. Este es el tipo de sacrificio sobre el
que se levantó esta iglesia.

Luego en 1995—1997 tuvimos la segunda campaña llamada “Tiempo para construir”, en la que esta gente más
otros estaban envueltos. El propósito de esa campaña sacrifícial de tres años fue construir este edificio.. Si
estuviste aquí en del 95 al 97 y participaste y te sacrificaste en “Tiempo para construir” quiero que te levantes y
que te unas a esta gente. Quiero que la gente te honre. Quédate de pie

La gente que ahora mismo ves de pie, a lo largo de tres a años dio sobre y más allá de sus diezmos y ofrendas
regulares que daban para mantener activos los 156 ministerios de esta iglesia. Esta gente que está de pie dio en
un período de tres años doce millones de dólares para construir este edificio. Esto es una media de $14,000
dólares por familia en nuestras familias del núcleo. Este es el tipo de sacrificio que esta gente ha hecho.
Desde 1997 al presente muchos de vosotros vinieron y fueron parte de nuestra tercera campaña de donación
sacrificial llamada “Construir para la vida”. En “Construir para la vida” dijimos que íbamos a hacer seis grandes
proyectos. Ya hemos completado cinco de esos proyectos. Uno era construir más estacionamientos. El Segundo
instalar la tienda de lona grande de los adolescentes. El tercero fue construir el Puente. El cuarto era comprar los
0.162 Km cuadrados adyacentes para tener espacio extra y otra entrada. El quinto era construir el centro
ministerial.

¿Si fuiste parte de “Construyendo para la vida” en los últimos tres años y hiciste un compromiso durante ese
tiempo, te levantarías? Quiero reconocer a esos de ustedes que hicieron un compromiso para “Construir para la
vida”.

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Esta gente en los últimos tres años, sobre y por encima de sus diezmos y ofrendas, esta gente ha dado veinte
millones de dólares para estos primeros cinco proyectos. Desde el fondo de mi corazón quiero decir, ¡Muchas
gracias! No existiría la iglesia Saddleback sin los sacrificios de tiempo, de servicio, y sí, de dinero. Han echado
de lado cosas en su casa para que pudiéramos construir este edificio para la gloria de Dios. Desde el fondo de
mi corazón les doy las gracias. Se pueden sentar.

Nos queda un proyecto en Construir para la vida. Vamos a empezarlo el año que viene. Esos de vosotros que
decís, “no terminé mi compromiso.” No se preocupen, simplemente sigan dando fielmente porque vamos a
extender “Construyendo para la vida” otro año más ya que nos queda otro año para construir el proyecto.

Una de las grandes lecciones que Kay y yo hemos aprendido a través de veinte años es que no puedes dar más
que Dios. Cualquier cosa que Le des, la multiplica. No puedes dar más que Él. Te podría dar cincuenta, cien,
ciento cincuenta ilustraciones. Aprendimos esto pronto en nuestro matrimonio. Tres veces diferentes en nuestro
matrimonio Dios nos pidió que diéramos nuestros ahorros. Lo hemos hecho tres veces. Cada vez Dios lo
reemplaza más abundantemente que la vez anterior.

Nunca voy a olvidar la campaña de en medio. La campaña “Tiempo para Construir”, Kay y yo estábamos
orando cuánto dar en nuestra ofrenda sacrificial y Dios nos dijo que diéramos una cantidad igual a un año de
salario. Un año entero de salario Dije, “¿Cómo vamos a hacer eso, Dios? ¿Cómo vives un año entero sin un
salario?” Pero Dios dijo hazlo. Así que lo hicimos y dimos una cantidad igual a un año de salario para esa
ofrenda. Cómo un mes más tarde, un editor llamó y dijo, “ Nos gustaría que escribieras un libro.” Ese libro fue
La Iglesia con Propósito. Dijeron, “sabemos que ese libro va a estar en la lista de los más leídos así que te
vamos a dar un anticipo de $100,000. ¡Olé Dios! ¡Dios sabía lo que iba a hacer, yo no!

Tienes que entender la diferencia entre fe y regatear. Fe es cuando das anticipadamente. Fe es sacrificarse por
adelantado. Regateo es cuando dices, “Dios, ayúdame a cerrar este acuerdo y te doy una parte.” ¿Trabaja Dios
de esa manera? ¡Absolutamente no! Eso no es fe, eso es regateo. Dios no trabaja de esa manera. Fe es
sacrificarse por adelantado y dejar que Dios encuentre la manera de recompensarte.

Puedo contar muchas de sus historias de donaciones sacrifíciales. No estoy exagerando cuando les digo que
ahora mismo pueden encontrar en mi oficina cajas y cajas y cajas llenas con cientos y cientos de cartas de gente
como ustedes, historias de donaciones sacrifíciales y de las maneras milagrosas en que Dios les permitió dar
más de lo que nunca pensaron. Cientos y cientos de cartas de gente aprendiendo que no se puede dar más que
Dios. No se me va a olvidar nunca el 21 de diciembre de 1987. Fue el día que teníamos que cerrar el acuerdo de
la parcela. Nuestra gente había dado un millón, dos, pero llegamos al último día y todavía estábamos cortos.
Pensé, “Dios, estamos tan cerca y nuestra gente se ha sacrificado inmensurablemente. No nos vas a dejar
acercarnos tanto y luego dejarnos caer. ¿Qué es lo que vas a hacer? Este es el último día antes de que perdamos
la propiedad.” Ese día en el correo había una carta de un hombre que sólo había visitado esta iglesia una vez.
Ni siquiera vive en el Condado de Orange. Escribió una nota, “Creo en la visión de la iglesia Saddleback.” Y en
la carta había un cheque por un cuarto de millón de dólares. Y pudimos cerrar el acuerdo y obtener la tierra.

Dios calcula el tiempo perfectamente. Ese fue el último día de negocios de 1987. El primer día de negocios de
1988 ese hombre que era banquero fue al banco y sus fideicomisarios organizaron una reunión especial. No
sabían que acababa de dar un cuarto de millón a una iglesia que sólo había visitado una vez. Le llamaron y le
dijeron, “Hemos tenido un año record, grandes ganancias. Te vamos a dar un regalo único, un abono sólo esta

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50 Días de fe - Parte 4ª de 8

vez.” Y diez días después de él dar un cuarto de millón de dólares a esta iglesia le dieron a él un bono especial
de $750,000.

Me llamó por teléfono. “¡Rick, no puedes dar más que Dios! Trato pero no funciona!” Vine a la iglesia y dije,
“¿No les gustaría haber dado un cuarto de millón de dólares?”

Miren estos versículos con esta luz: “No te vas a arrepentir. Nadie que ha sacrificado su casa, esposa,
hermanos, hermanas, padres, hijos—lo que sea—va a perder. Todo va a volver multiplicado muchas veces en
vuestra vida y después el bono de la vida eterna.” Esta es una promesa de Jesucristo directamente de sus labios.
“Así que siempre dáte completamente al trabajo del Señor porque sabes que tu trabajo en el Señor no es en
vano.”

La última lección que aprendimos en veinte años de tomar riesgos es ésta…

4. Lo que Dios empieza, lo termina.

Filipenses 1:6 dice, “Estoy seguro que Dios que empezó esta buena obra en tí la va a continuar hasta
terminarla en el día de Jesucristo.”

Cuando cerramos el trato con la tierra pensé, “fenomenal, tenemos la tierra prometida!” Y empecé a leer el libro
de Josué y a darme cuenta de que había gigantes en la tierra. Había problemas. Y durante los siguientes cuatro
años batallamos con el Condado de Orange porque no nos dejaban construir en la tierra que habíamos
comprado, al mismo tiempo que nos cobraban $100,000 al año en impuestos por una tierra que no nos dejaban
usar. Fue una batalla de cuatro años. Más retrasos. Más batallas. Más problemas.

La primera cosa fue un requisito ridículo. Primero dijeron de esa propiedad de 0.457 Km cuadrados “les vamos
a dejar construir en ella si dan al condado 104 acres gratis de espacio libre y ustedes pueden construir en
nueve.” Ese fue el primer requisito.

Segundo, dijeron, “ Vas a construir un montículo de ocho pies, una montaña de tierra en el frente de la
propiedad para esconder la iglesia, para que no se pueda ver desde la carretera.

Tercero, vas a traer 150 robles de la parte de atrás de la propiedad y plantarlos enfrente en ese montículo.

Cuarto, no puedes construir un auditorio de 7,000 sillas. Puedes construir un auditorio de 1000 sillas y tener
siete servicios.

Dijeron que tenía que poner un filtro de carbón en el sistema de filtración del agua para que el agua que corriera
de nuestro estacionamiento fuera pura al llegar a la alcantarilla. Gente, esta es la misma alcantarilla que pasa por
El Rincón de Cook. No es exactamente agua pura. Muchas cosas van a ese arrollo.

Dijeron, “no pueden construir estacionamientos.” Tienen que construir un gran garaje.

Y dijeron, “No pueden construir una guardería porque eso no es un ministerio legítimo de la iglesia.. Dijimos
¿Desde cuándo el gobierno empezó a decidir cuál es y cuál no es el ministerio legítimo de la iglesia?”

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Tuvimos una batalla con ellos por cuatro años. La otra noche pedí a uno de nuestros bibliotecarios que trajera
fotocopias de todos los artículos—como 20-25 artículos—en el “LA times” y “The Register” durante ese
período de cuatro años que dicen, “Proyecto de Iglesia Retrasado... Proyecto de iglesia retrasado de nuevo...” y
eso y eso y eso.

Finalmente pedí a nuestra gente que escribieran a los supervisores del condado y aparecieron estos titulares:
“Cartas en Pro del Proyecto Cañón inundan las oficinas del condado.” Los supervisores estaban recibiendo
cartas de esta congregación a un promedio de 400 al día. Finalmente los supervisores del condado me llamaron
y me dijeron “Por favor, para. Estas atascando nuestro sistema de correo.” Finalmente el “Orange Country
Register” publico una editorial apoyando a la Iglesia Saddleback y se llamaba “Una iglesia acosada, una iglesia
asediada.” Decía, “la congregación de la iglesia a crecido en 9 años y ½ de nada a 7,500 pero todavía se reúnen
en un gimnasio de la secundaria. Lo que causa esto realmente es los burócratas del condado tratando de forzar y
controlar el uso de su propiedad a lo largo de un camino predeterminado. ¿Qué le da a la gente la arrogancia de
presumir que tienen el derecho a hacer una cosa así?” Y yo voy, “Me gusta ‘The Register’.”

Finalmente fui al supervisor del Condado y le llevé el directorio de nuestra iglesia que en ese tiempo tenía unos
dieciocho mil o nueve mil nombres en él. Ahora hay 52,000 nombres en él. Lo puse enfrente de ese supervisor y
dije, “compañero, hay 18,000 nombres en este directorio. Todos votan y todos están en tu distrito. Tienes un
problema. O nos dejas construir en la propiedad que tenemos o nos ayudas a intercambiarla por algo mejor.”
Y así fue como intercambiamos con esta propiedad. Por aquel pedazo de propiedad pagamos 3.5 millones.
Durante la batalla de cuatro años subió a seis y medio y lo cambiamos sin añadir nada por este pedazo que valía
nueve millones. Entramos en esta propiedad con seis millones de fondo. ¡Esto es tan de Dios! Conseguimos este
sitio que tiene más visibilidad, más espacio útil, más accesibilidad, una carretera de seis líneas en un lado, otra
carretera de seis líneas en otro lado y una autopista de peaje que sube y baja a lo largo de todo el condado
poniendo un tercio del condado de Orange o a un millón de personas dentro de los veinte minutos de distancia a
esta iglesia. Dios sabía lo que estaba haciendo.

¿Merecieron la pena los riesgos, las batallas y los retrasos? Absolutamente. Porque lo que Dios empieza, lo
termina.

Kay:

Todavía me asombra que alguien estuviera dispuesto a confiar en nuestro liderazgo al principio. Apenas
teníamos 26 años, recién casados, con un bebé, recién salidos del colegio. Rick era este individuo delgado con
pelo largo y granos. Es increíble que alguien nos haya puesto atención.

La manera en que cierta gente—de nombre Rick—se ha vestido a través de los años ha cambiado. Empezó con
un traje de tres piezas. ¡Y lucía bien en un traje de tres piezas! Enseguida dejó el chaleco. Después se deshizo
de la chaqueta. Después de la corbata. Después se deshizo de las mangas largas y fue a una camisa de vestir de
manga corta con pantalones de vestir. Después fue de la camisa de vestir de manga corta y los pantalones de
vestir a su uniforme que son Dockers, camisa Hawaiana y no calcetines. ¡Y a todos les gusta eso ahora! Le dije
que no puede quitarse ninguna otra prenda de vestir.

Hablamos mucho aquí en Saddleback acerca de vidas cambiadas. Pero el hecho es que nosotros fuimos los que
originalmente cambiamos. No somos los mismos que empezaron esta iglesia veinte años atrás. Cuando vinimos
yo era una mujer muy tímida, insegura, horrorizada de que Dios me hiciera alguna vez hablar enfrente de la

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gente. Hablaba sólo a los niños porque me imaginaba que a ellos no les importaba si contaba la historia al revés.
No importaba. No había manera de que hablara a los adultos.
Pensaba que yo era un apéndice inútil que Dios había unido a Rick. Tenía la visión y el sueño en mi corazón
pero sentía que no tenía nada para contribuir. Sin embargo a lo largo de estos veinte años he visto que Dios usa
a gente normal, corriente. Yo soy un testimonio vivo de gente que va a dar a Dios lo poco que tienen y Dios
hace algo milagroso con ello.

¿Quién creen que es el ejemplo primero y principal de cómo vivir por fe? Es Rick. Rick vino aquí con un poco
de fe. Era un hombre joven muy impetuoso, muy lleno de sí mismo y de lo que iba a pasar. Y Dios al levantarle
estos últimos veinte años, tomó lo que era una pequeña cantidad de fe. He visto a mi marido aprender a
enfrentarse con algunas situaciones muy difíciles. La mayoría de vosotros sabe que hablar en público para él es
difícil. Le miras y dices, ¡No es posible! Pero lo es. Y al observarle año tras año, servicio tras servicio sabiendo
lo que le cuesta personalmente y que es sólo con fe, fe que ha crecido en su corazón de que Dios sabe lo que
está haciendo y que Dios nos a traído aquí y que lo que Dios empieza lo termina, lo que le ha permitido a él
llegar a ser lo que yo considero un gigante de la fe. No conozco a nadie que tenga la fe que Rick tiene y es
porque Dios ha hecho el trabajo dentro de nosotros.

Vinimos aquí pensando que íbamos a hacer algo grande para Dios. Sin embargo lo que ha pasado es que Dios ha
hecho algo grande dentro de nosotros. Pensamos que íbamos a levantar una iglesia para Él. Y Él nos ha
levantado a ser personas diferentes. Y la mejor parte de esto es que Dios no ha terminado. Va a continuar
trabajando en nosotros y en su iglesia hasta el día de Jesucristo, hasta que Jesús vuelva porque Él empieza y Él
termina Su trabajo.

Rick:

Tal vez estés pensando, “Siento realmente haberme perdido algunas de las primeras pruebas de fe tan
emocionantes por las que Saddleback pasaba. No estaba aquí durante esos tiempos.” Espero que estés leyendo
los el devocionario “50 días de fe” porque ayer uno de nuestros pastores Greg Harris, mencionó algo grande
cuando dijo, “la parte más emocionante de una carrera no es el principio de la carrera. Es el final. No nos
emocionamos acerca del principio. Es el final de la carrera.

Ustedes han llegado en el medio de la carrera. Sí, Dios ha hecho cosas increíbles en Saddleback estos primeros
veinte años. Pero no ha terminado. No ha hecho el recorrido. Las cosas más emocionantes están por venir. ¡No
has visto nada todavía. Así que felicitaciones, te has perdido la parte más aburrida. La parte más emocionante es
el final de la carrera. Y nosotros ya sabemos que vamos a ganar porque la Biblia nos lo dice. No conozco unas
épocas más emocionantes para estar vivo.

Dios está trabajando en el mundo. Dios está definitivamente trabajando en la iglesia Saddleback. Dios está
haciendo cosas impresionantes. En los últimos noventa días hemos bautizado cerca de 500 creyentes. En los
últimos treinta días hemos empezado cerca de 200 grupos pequeños porque en 50 Días de fe muchos de ustedes
dieron un paso hacia adelante y dijeron “me voy a unir a un grupo.” Eso es un paso de fe. Y un montón dio un
paso hacia adelante y dijo, “Nunca he sido el líder de un grupo pero voy a guiar uno.” Eso fue un paso de fe
enorme.

Y ahora Dios está usando a Saddleback de una manera global. Hemos entrenado a 150,000 pastores, a otras
iglesias en cien naciones diferentes. El libro La Iglesia con Propósito que es la historia de Saddleback ha

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vendido más de un millón de copias en 21 lenguas. Lo hemos traducido a DVD en los dieciocho idiomas
principales del mundo y está siendo usado en seminarios por todo el mundo. La iglesias copian el modelo de
esta Iglesia más que el de ninguna otra iglesia en el mundo. No digo esto con orgullo. Lo digo con humildad y
asombro. Nos ha tocado ser una parte de esto. Empezamos 35 iglesias hijas. Y este servicio ahora mismo se
está transmitiendo por el Internet en todo el mundo. En vivo, ahora mismo.

Estamos mandando equipos de misiones por todo el mundo. En los próximos treinta días vamos a mandar no
1,2,3,4,5,6, sino 7 equipos de misiones contando sólo a china. Dios está haciendo cosas increíbles.

El miércoles por la noche pedí a unos 2000 líderes de esta iglesia que escribieran su visión de la iglesia para los
próximos veinte años, lo que ellos creen en fe que Dios quiere hacer con esta iglesia. Los he estado leyendo
estos últimos dos días y he llorado mientras los revisaba. No conozco una iglesia que tenga más gente con
visión, más gente de fe, más gente esperando que Dios haga grandes cosas que Saddleback. Son fenomenales.

Hay muchas cosas sobre las que no tienes control. No controlaste quiénes iban a ser tus padres. No elegiste
cuándo ibas a nacer o dónde ibas a nacer o tus talentos naturales—muchas cosas. Soberanamente, Dios las elige
por tí. Pero hay una cosa que controlas y esa cosa es la más importante. Es el elegir cuánto vas a creer en Dios.
Eso es una elección.

¿Por qué Dios está usando la iglesia Saddleback de una manera tan grande? Es una iglesia de clase mundial.
¿Por qué la está usando de esta manera? ¿Porque somos mejores que el resto? No. ¿Porque somos más
especiales? No. ¿Porque le gustamos más a Dios? No. ¿Porque tenemos más talento? No.

Sino porque Dios a mirado para abajo a esta congregación y ha encontrado un grupo de gente que está dispuesta
a creerle por un poco más de lo que otra gente ha elegido creerle.

Y eso es nuestra elección. Elegimos creerle por 120 acres de terreno para poder crecer así de grande y eso y eso.
Dios ha honorado su fe y es un privilegio ser su pastor. Mi cartelera favorita de todas las carteleras es la que
salió el día que inauguramos esta tierra. Estaba en “The Register” con una foto grande de toda la gente fuera en
el terreno. “Buscando Santuario en Tierra Santa.” En eso estamos, gente. Esto es Tierra Santa.

Piensa acerca de esto. De toda la gente en el mundo que Dios podía haber traído al servicio hoy, te trajo a tí.
Hay millones de gente que Él podía haber traído aquí a este sitio y podía haber traído a esta iglesia pero te eligió
a tí. ¿Por qué estás aquí hoy?

Porque Dios quiere usarte a ti en esta iglesia y en este movimiento. Si no quisiera no estarías aquí. Muchos,
muchos años atrás Dios supo que te quería usar aquí en Saddleback y en el movimiento de ayudar a iglesias
alrededor del mundo. Estamos en el medio de una carrera y quiero invitarte a que no te sientes al borde del
camino ya más sino que entres en la carrera con nosotros. Te queremos con nosotros y te queremos con nosotros
en la meta final cuándo venzamos. No hay nada más significante que puedas hacer con tu vida que involucrarte
en construir el reino de Dios. Dices, “¿cómo puedo hacer eso? ¿Cómo me puedo involucrar?”

Uno, compromete tu vida a Jesucristo. Si no has hecho eso, házlo.

Dos, bautízate como una expresión de tu fe. Puedes salir al baptisterio después de este servicio. Di, quiero tomar
mi postura. Quiero tirar mi sombrero al ruedo.

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Tres. Únete a la iglesia Saddleback y ven a ser parte de esta familia. Esta tarde enseñaremos la clase 101, la
clase de entrada a la membresía en esta iglesia, que hemos enseñado casi todos los meses por veinte años. ¿Por
qué no vienes y formas parte de eso?

¿Estás dispuesto a tomar el riesgo? ¿Quieres dejar un legado?¿Quieres hacer la diferencia en el mundo?
¿Quieres ser parte de un movimiento que está haciendo historia? Te invitamos a unirte a nosotros. No pierdas
esta oportunidad.

Oración:
Padre, estoy tan agradecido por las lecciones de fe qué me has enseñado en los últimos veinte años. Ahora sé
por experiencias que dondequiera que Tú guías, Tú provees. Cuándo retrasas algo, sabes que es lo mejor. Y sé
que no puedo dar más que Tú, que cualquier cosa que te doy, Tú la multiplicas. Y he aprendido que lo que
empiezas lo terminas. Gracias por no dejarme, incluso cuándo yo quise dejarte. Gracias por traer la gente
apropiada justo en el momento apropiado. Gracias por todos los que aquí han sacrificado y han servido. Y Jesús,
estoy
esperando con ilusión el resto de la carrera no importa cuanto
dure.
Ahora oren en su corazón. “Querido Dios, quiero que me uses. Quiero ser un hombre/mujer de fe. Quiero tomar
parte en lo que Tú estás haciendo en este mundo. Quiero aprender esas lecciones también. Jesucristo, te dedico
el resto de mi tiempo en la tierra. Te dedico el resto de mi dinero, mis talentos, mis oportunidades. Úsalo de la
manera que veas apropiada. Quiero terminar el resto de la carrera bien. En tu nombre oro, amén ”

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GUÍA DE APLICACIÓN DEL MENSAJE DE SADDLEBACK

EL TOMAR RIESGOS CON FE

50 Días de Fe

Parte 4ª de 8
Rick & Kay Warren

“Arriesga tu vida y obtén más de lo que nunca soñaste. Ve a lo seguro y terminaras parado.” Lucas 19:26 (Men)

El tomar riesgos es un aspecto esencial del actuar con fe en Dios y de llevar a cabo el trabajo que nos ha llamado a
hacer. Nuestra máxima expresión de fe es arriesgar la vida entera por Dios, y Dios promete darnos a cambio mucho
más de lo que podemos imaginar.

Abre tu grupo con una oración.

ELIGE Y SELECCIONA TUS PUNTOS. ES SOLO UNA GUÍA.

DIRECCIONES PARA TOMAR RIESGOS

1. DIOS PROVEE DONDE ÉL GUÍA

[Meta del líder: Ayudar que el grupo entienda que vivir por la fe frecuentemente envuelve riesgos y que Dios promete
darnos todo lo que necesitamos.]
 ¿Qué promesa nos ha dado Dios en Filipenses 4:19? .
• ¿Qué preocupaciones impiden que algunos cristianos sigan la dirección de Dios para sus vidas?
• ¿Pueden dar ejemplos de situaciones donde la promesa de este versículo nos puede ayudar?
 En Salmos 91:14-15, ¿qué promesas se dan a los que aman a Dios?
• ¿Cómo podrían sostenernos la promesas al seguir la dirección de Dios para nuestras vidas? ¿Cómo hemos de
responder cuando el seguir las direcciones de Dios envuelve tomar riesgos?

Ministerio – Ministerio significa servir a otros en respuesta a las oportunidades y las habilidades que Dios nos
ha dado. ¿Por qué necesitamos enfocar en las promesas de esos versos para ser efectivos en el ministerio?

2. CUANDO DIOS RETRASA, SABE LO QUE HACE

3. [Meta del líder: Motivar al grupo a confiar en Dios y a ser pacientes.]
 De acuerdo a Habacuc 2:3, ¿cómo se realizan los planes de Dios?
• ¿Cómo nos anima el Señor a ser pacientes en este pasaje? ¿Qué nos promete acerca de sus planes?
• ¿Por qué nos impacientamos frecuentemente con la manera en que Dios establece el tiempo para las cosas en
nuestra vida?
 En 2 Corintios 1:8-10, ¿qué les pasa a Pablo y a sus acompañantes en Asia?
• ¿Por qué permitió Dios que le pasaran esas cosas a Pablo?
• ¿Por qué es esencial el aprender a confiar en Dios? ?
 ¿Qué dice Juan 13:7 acerca de nuestro entendimiento de los planes de Dios?

¿Den un ejemplo de las situaciones en las que no entendieron que era a tiempo según Dios?

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• ¿Cuál es la diferencia entre cuando Dios niega y cuando Dios retrasa? ¿Cómo podemos acompasarnos al
tiempo de Dios?

Madurez – El ser paciente y no desesperar mientras se desarrollan los planes de Dios para nuestra vida es
señal de madurez. ¿Qué estás esperando que él realice en tu grupo? ¿Cómo está enseñándonos a ser pacientes y a
confiar en Él?

4. DIOS MULTIPLICA LO QUE DIO

 [Meta del líder: Anima a tu grupo a dar su tiempo y sus recursos al Señor, y a verle multiplicar todo lo que ha
dado.] ¿Qué enseña 2 Corintios 9:10-11 acerca de la provisión de Dios para nuestras vidas?
• ¿Cómo va a recompensar Dios nuestra generosidad? ¿Cómo traerá gloria al Señor nuestra generosidad?
¿Qué principios acerca del dar (sembrar semilla) enseña 2 Corintios 9:6-7?
• ¿Por qué ama Dios al dador alegre?
• ¿Podrían dar algunos ejemplos de cómo podemos sembrar abundantemente en nuestra vida? Lean Lucas
18:29-30: ¿Cómo nos asegura Jesús de los sacrificios que tal vez se nos pidan hacer por él? Sabiendo esto
acerca de Dios ¿Cómo hemos de responder cuando Él nos pide que demos nuestros recursos, tiempo, o
talentos para servirle?¿Cuándo dieron ellos sus recursos o su tiempo y el Señor multiplicó lo que dieron?
 ¿Qué razón se da en 1 Corintios 15:58 para comprometerse totalmente al trabajo del Señor?
• Si la gente supiera que no puede fallar, ¿qué tipo de cosas se atreverían a hacer por Dios?

Magnificación – Celebrar a Dios por ser quien es y por amarnos como nos ama se llama adoración. ¿Cómo
nos ayuda a adorarle el reconocer las bendiciones que nos ha dado en el pasado y las promesas que nos ha dado
para el futuro?

5. LO QUE DIOS EMPIEZA, LO TERMINA

[Meta del líder: Desafía a los miembros del grupo a dejar que Dios determine el tamaño de sus metas para realizar Su
trabajo.]
 ¿Qué promesas tenemos de la confianza que Pablo expresa en Filipenses 1:6?
• ¿Qué opciones tenemos acerca del trabajo que Dios nos llama ha hacer?
• ¿Qué piensas que es el significado de “completar” en relación a una obra especifica que Dios ha empezado en
nosotros?
• Se ha dicho que la parte más emocionante de una carrera es el final. ¿Qué puede ser emocionante acerca del
final de una obra que Dios ha empezado en nosotros?
 En Colosenses 1:6, ¿qué reporta Pablo acerca del mensaje del evangelio?
• ¿Qué podemos aprender de este versículo acerca de como responde Dios a los creyentes cuando hacen
compromisos de fe en Cristo por primera vez?
• ¿Cuándo empezamos algo en el nombre de Dios, ¿cómo Hemos de determinar tamaño de nuestras metas?

Misión – Nuestra misión en la Iglesia es compartir las buenas nuevas del amor de Dios por el mundo.
Basados en el buen trabajo que Dios ha empezado en tu grupo, ¿qué crees que Dios está diciendo acerca de la
misión del grupo?
Recordar las tareas/desafios hechos en la sección de aplicación personal la semana pasada. Ver a Dios trabajar en
las vidas de los que han comprometido su vida a Él es esencial para el crecimiento.

∆ APLICACIÓN PERSONAL Y COMPROMISO:

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[Meta del líder: Motivar al grupo a dar un paso de fe confiando que Dios va ha proveer para ellos y que va a realizar
sus planes en ellos. ]

¿Confías en los planes de Dios para tu vida? ¿Tienes fe de que Él va a proveer todo lo que necesitas al seguir su
dirección y su guía? ¿Te impacientas al hacer las cosas cuando Dios dice, o sientes que te ha abandonado en el
camino? Ora la próxima semana que Dios fortifique tu fe y que te ayude a dar el siguiente paso a confiar en la guía de
Dios hacia su plan y propósito para tu vida. Estén preparados para comentar su progreso en el grupo la próxima
semana.

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