Sie sind auf Seite 1von 1

INTRODUCCIÓN HISTÓRICA EDAD MEDIA

El Apocalipsis, el fin de los tiempos, el Juicio final, se ciernen como un espectáculo


fantasmal sobre Europa. El año mil despierta resonancias de terror como si la muerte, con
su macabra danza, obligara a todos a seguirla hacia la nada. A ello contribuyen las
devastadoras incursiones de normandos, magiares y musulmanes. Pero la verdad es otra; el
año mil transcurre como si no fueran con él presagios y profecías. Los campos se cultivan;
campesinos y siervos se afanan temerosos de su señor. Nobles y monjes rigen los destinos
de cuerpos y almas, respectivamente, temerosos del momento de la muerte cuando deban
rendir cuentas al Señor.

En el siglo XI asistimos a un constante crecimiento demográfico, nuevas tierras se


roturan para el cultivo y las pequeñas aldeas se convierten en activas urbes. El cristianismo
llega a todos los rincones de Europa y una ola de devoción recorre los caminos. Por todas
partes surgen monumentos en honor del Creador y su Hijo Jesucristo, Salvador de la
humanidad.

El nuevo milenio se inaugura con un nuevo estilo que por primera vez, desde el arte
romano, unifica la expresión artística de Europa. Vigorosas e imponentes, o humildes y
retiradas, las catedrales y las ermitas románicas elevan un canto de alabanza a Dios.

Europa pone los cimientos de su identidad. Los monarcas feudales inician el que
será largo camino hacia la formación de los primeros estados nacionales; los nobles más
levantiscos canalizan su ímpetu en Tierra Santa como cruzados de Cristo, a la vez que
contribuyen a reabrir los mercados que llevan a oriente.

Las rígidas estructuras feudales acusan la irrupción de una creciente actividad


mercantil, la burguesía hace su aparición y, con ella, una forma nueva de entender el
mundo.

A partir del siglo XII son los estudios naturales los que despiertan el mas vivo
interés. El mundo material y sus fenómenos son ahora el centro de atención.

Se buscan con afán las relaciones existentes entre los fenómenos. A la elaboración
de este pensamiento contribuyen el neo-platonismo de la Escuela de Chartres y la difusión
de la cultura árabe a través de Palermo y la Escuela de Traductores de Toledo. Santo Tomás
de Aquino articula su obra, la suma teológica, en la que cada capítulo es una parte
inseparable del conjunto, como si se tratara de una catedral gótica en la que cada elemento
está en íntima relación con el conjunto.

Introducción. El Occidente cristiano en la Edad Media, Historia del Arte, Ed. Edelvives

Das könnte Ihnen auch gefallen