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Además, una previsión a largo plazo revela que en 2025 el 21 por ciento de los niños entre
seis y 10 años padecerán este problema, frente al 10 por ciento de los datos de 2004,
mientras que en el caso de las féminas de la misma franja de edad la tasa crecería hasta el
14 por ciento, frente al 10 por ciento que también presentaban en el último período de
referencia analizado.
En consecuencia, la LGA reclamó "acciones drásticas" para mejorar la salud de los jóvenes
que ya han superado las barreras de peso aconsejables, en un contexto en el que, hasta
ahora, los servicios sociales apenas se han implicado ante la percepción de que se trata de
una cuestión que debe ser manejada por los padres. Sin embargo, para la federación, estos
niños deben ser considerados víctimas de "negligencia paterna" como lo son los que
padecen maltrunición.
Por todo, consideró que será necesario intervenir "más y más" con los menores, así como
adoptar acciones contra los padres que ponen en riesgo su salud entre las que se incluiría,
como último recurso, la retirada de la custodia y el consiguiente traslado de sus hijos a
instituciones sociales.
Para la LGA, Reino Unido se está convirtiendo en la "capital mundial de la obesidad", con
un incremento de la población con este problema que pone en riesgo los presupuestos
locales, no sólo por el coste en salud, sino por las respuesta que en el caso de los niños
implica a la hora de reformar la mueblería en centros escolares para hacer frente a alumnos
de mayor tamaño.
En este sentido, ya ha tenido que adoptar cambios como la ampliación de las urnas
crematorias debido al aumento de los cadáveres, el reequipamiento de ambulancias y
material sanitario por el peso ampliamente superior de los usuarios y la necesidad de
servicios de bomberos para sacar de edificios a gente obesa en casos de emergencias ha
dejado de ser noticia en los medios, mientras las viviendas públicas están teniendo que
adaptarse a los nuevos tamaños de la población.
No obstante, la resolución ha topado también con polémicas semánticas, puesto que pese a
que el Gobierno británico ha puesto en marcha un plan para advertir a los padres con hijos
con problemas de sobrepeso, ha prohibido el uso de la palabra 'obeso' en las cartas remitidas
tras comprobar que era percibida como "altamente ofensiva".
Obesidad infantil: se buscan culpables
• Es igual de culpable el padre de un niño obeso que el de uno
desnutrido.
• En 2007 el Principado de Asturias asumió la tutela de un niño que
pesaba 100 kilos.
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sociedad, salud, obesidad