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Lucas 9 7-9, 18-20 Muerte de Juan el Bautista y La confesión de Pedro

(Mt. 14.1-12; Mr. 6.14-29) (Mt. 16.13-20; Mr. 8.27-30)

La mayoría de nosotros ha escuchado muchas veces de Dios y de Cristo que vino a este
mundo haciéndose hombre. En el mundo la mayoría debe haber oído aunque fuera una
vez la palabra de Dios, ¿pero esto es suficiente para entender quien es Él?

En algunos casos las personas en su primera vez entienden el mensaje de salvación y los
lleva al arrepentimiento de sus pecado, en otros casos toma más tiempo, pero hay casos
que se demoran mucho tiempo y otros que nunca se aceptan pecadores.

Ahora apreciaremos cómo ven a Cristo los cristianos y como lo ven los inconversos.

Luk 9:7 Herodes el tetrarca oyó de todas las cosas que hacía Jesús; y estaba perplejo,
porque decían algunos: Juan ha resucitado de los muertos;
Perplejo: se utiliza siempre en la voz media, y significa lit., estar sin camino (a, privativo;
poros, camino, tránsito), verse confundido, en dudas, perplejo.

Herodes escucho todas las cosas que hacia Jesús, porque el Señor estaba ganando una
fama y tenía muchas personas que le seguían.

Luk 9:8 otros: Elías ha aparecido; y otros: Algún profeta de los antiguos ha resucitado.
En Cristo veían solo a un hombre con poderes de parte de Dios, porque lo comparaban con
los antiguos profetas pero no miraban más allá, nunca pensaron en porque Él hacia todo
bien, porque nunca se equivocaba, porque siempre tenía la razón, porque tenía respuesta
para todo, porque nunca cayó en tentación y nunca dijo nada indebido.
Cristo se hizo hombre pero era un hombre perfecto, porque era el Hijo del Hombre, el Hijo
de Dios.

Luk 9:9 Y dijo Herodes: A Juan yo le hice decapitar; ¿quién, pues, es éste, de quien oigo
tales cosas? Y procuraba verle.
En el mundo se piensa que matando a las personas se eliminan las creencias, cuando
alguien toma el poder a la fuerza e intenta matar a los que piensan distinto a él nunca han
surgido porque todos tienen libertad de pensar distinto y nunca se podría eliminar a un
tipo de persona o pensamiento.

¿Cuál era el motivo de querer ver a Jesús?


Era para ver quién era el sucesor de Juan, a él no le gustaba que le criticaran su forma de
ser y vivir, pensaba en ver con quien se enfrentaba, y ver que poderes tenia.
Quizás tenía miedo que hiciera algo en contra de él por matar a Juan.

Luk 9:18 Aconteció que mientras Jesús oraba aparte, estaban con él los discípulos; y les
preguntó, diciendo: ¿Quién dice la gente que soy yo?
Primeramente vimos a Herodes, acá tenemos al Señor Jesucristo que no oía sino que
oraba con su padre aparte. Y les consulta quien dice la gente que es Él, a Herodes le
dijeron pero el Señor pregunta. Pero ¿Por qué? Si Dios lo sabe todo y los discípulos nunca
pensaron eso sino que le respondieron.

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Por: Iván Yáñez Fica www.mirad.cl contacto@mirad.cl
Luk 9:19 Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, que algún profeta
de los antiguos ha resucitado.
¿Qué tienen en común Juan, Elías y los antiguos profetas? Los milagros y cosas que
decían. A Cristo lo tenían como un profeta por las cosas maravillosas que hacía, pero
¿Cuántos tomaron atención a las palabras que decía?
Al hombre le importa ver las cosas para creer. Dios les daba poderes a los profetas no para
que fueran glorificados sino por algún motivo específico y todo para gloria de Dios.

Luk 9:20 Él les dijo: ¿Y vosotros, quién decís que soy? Entonces respondiendo Pedro, dijo:
El Cristo de Dios.
¿Qué pensaba Hedores de Dios?
Lo tenía como un enemigo, como alguien que le podría molestar más adelante, como
alguien que hacia milagros y que le podría hacer una revolución de su gente. Es una
lastima por él porque escucho de Dios y del plan de salvación de predicaba nuestro Señor
pero como faraón endureció su corazón y no lo quiero recibir.

¿Cuál fue la respuesta de los discípulos?


La respuesta de Pedro es lo que todos deberíamos responder de inmediato, de memoria,
sin vacilar. El Cristo de Dios.

El Cristo: título griego equivalente al hebreo Mesías.

Cristo es el mesías enviado por Dios a este mundo a morir por todos nosotros, que dio su
vida para darnos vida.
Si el sacrificio de Juan fue algo admirado por los creyentes, el sacrificio de Jesús es algo
que le debemos toda nuestra adoración.

Dios te ama y te quiere perdonar, ahora sabes más de Dios pero es necesario que lo
aceptes, Herodes lo escucho pero no lo obedeció.

De nuestra decisión depende a dónde iremos, si al cielo o infierno. Decida por el bien de
su alma.

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Por: Iván Yáñez Fica www.mirad.cl contacto@mirad.cl

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