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TIC: tecnologías de la información y la comunicación
Business Integration (BI) proyectos de integración, tanto en el ámbito interno de
la empresa como entre organizaciones diferentes.
Candena de Valor: conjunto de tareas que realiza la empresa desde que una
posible solicitud de oferta hasta que se realiza el servicio o se entrega el
producto.
ERP: Entrepenuer Resource Plannig: sistemas de gestión de recursos
empresariales.
Proceso de Negocio: conjunto de tareas interrelacionadas que proporcionan un
valor añadido al cliente.
PYME: Pequeña y Mediana Empresa
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Aunque hayan transcurridos pocos años, ha llovido mucho desde que el sector TIC (oferta
y demanda) y más concretamente internet alcanzara su punto álgido y posteriormente se
derrumbara. Esto ha hecho mucho daño a la verdadera implantación de las TIC en la gestión
empresarial ya que no sólo ahora la demanda es mucho más reticente a afrontar proyectos de
esta índole, sino que además se sembraron mensajes erróneos que siguen calando hoy en día.
Por ello es necesario e imprescindible hacer un barrido que deje el terreno limpio para poder
cimentar las verdaderas bases del mercado TIC.
En este sentido, me atrevo a apuntar que los proyectos TIC no han fracasado por
reticencias o por errores en el lado de la demanda, sino por planteamientos totalmente erróneos
en la parte de la oferta. Han fracasado y, sin embargo, se siguen cometiendo los mismos errores.
Quizá más disimulados que en el año 2000-2001, pero con la misma base errónea.
Por ello en este documento quiero “romper una lanza” a favor de las empresas, de las
pymes y de los empresarios. Es muy fácil achacar por parte de la oferta, y está siendo
preocupantemente muy común, la lenta implantación de las TIC en el tejido empresarial a
reticencias del directivo, a su falta de visión, a sus pocas ganas de cambio, a su escasa formación
tecnológica. Pero una correcta orientación de las soluciones empresariales (sí empresariales, no
tecnológicas) que ofrecen las TIC minimizarían las hipotéticas reticencias mostradas por el
directivo.
Por supuesto que los empresarios y los directivos ven claras las ventajas de la
implantación de las TIC y de los Proyectos de Business Integration. Las ven y sorprendentemente,
de manera mucho más clara que los ofertantes de soluciones. Ven el fin, el resultado, pero lo que
no ven es el cómo que se les ofrece. Por ello, más que centrarnos en factores de éxito
sobradamente conocidos para llevar a cabo proyectos de BI vamos a analizar previamente errores
en la Oferta y la Demanda TIC y cual debe ser el posicionamiento idóneo para reducir las
reticencias a una serie de factores concretos y controlables.
Estos últimos años y en la actualidad, la oferta TIC ofrece una dicotomía de servicios que
están desconcertando a la demanda, además de no satisfacer ninguna de las dos opciones la
verdaderas necesidades de los ésta.
Por un lado nos encontramos con una Oferta de Consultoría y Servicios Informáticos que
podríamos denominar, tradicional, que ofrece soluciones empresariales, pero que no aportan gran
valor añadido al no utilizar tecnología web. Suelen ser soluciones más enfocadas a la
automatización de tareas funcionales que a la conexión de diferentes departamentos y empresas.
Por otro lado, nos encontramos con los ofertantes de tecnología web e internet que
surgieron con el nacimiento y crecimiento inicial de este mercado pero que sus soluciones tienen
poca consistencia empresarial. Las webs, aplicaciones de gestión de contenidos, incluso ciertos
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Pero lo que el mercado está demandando son las ventajas de la implantación de las TIC
en la gestión empresarial, en los procesos de gestión. Las TIC ofrecen cierto valor a nivel de
plataformas comercio electrónico, páginas webs, etc. Pero su verdadero impacto en la economía
de un área geográfica o de un sector, reside en los incrementos de productividad que producen la
reducción de los costes de interacción entre unidades organizacionales. Es decir, por ejemplo,
entre departamentos dentro de una empresa, y entre empresas, dentro de un sector.
La tecnología es un medio, no un fin. No cae del cielo. Es “inventada” por el ser humano
siempre después de muchos, muchos años de trabajo y como fruto de una búsqueda. Una
búsqueda cuyo objeto es satisfacer ciertas necesidades ya latentes. Las TIC no son menos.
Internet, por ejemplo, no cae del cielo y analizamos ahora como aplicarla. Su única misión es
conectar. Y, por tanto, su gran ventaja dentro del mundo de la empresa es la de conectar,
departamentos, almacenes, plantas de producción, centros de trabajo, empresas, etc. De ahí que
sea transparente. Y, además, es universal. Está al alcance de cualquiera. Hoy en día nadie se
puede diferenciar por la TIC empleado. Si, por como la emplea.
Por tanto, no confundamos a la demanda. A los directivos no les interesa para nada la
tecnología que empleas. Y mucho menos como se llama. El directivo sólo quiere el resultado. No
porque no vaya a entender la tecnología sino porque el directivo es un gestor, no un experto
funcional.
Y cómo ya hemos analizado en el Posicionamiento de las TIC, de lo único que tiene que
saber técnicamente un directivo para afrontar un proyecto de TIC o de BI es de gestión, de gestión
empresarial. Y en eso es un experto. Mucho más que el ofertante.
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Este es otro punto clave para el éxito de los proyectos de implantación de TIC y que su no
correcto planteamiento está provocando muchas reticencias de los directivos... De ahí también el
concepto de Business Integration (integración de negocios, de gestión). Los Proyectos deben ser
holísticos por muchas razones.
En primer lugar por la propia definición de TIC. Como ya hemos comentado su valor está
en su potencial de conectar cosas. De ahí que todo proyecto TIC debería ser proyecto de BI.
Sirven para integrar de una manera mucho más sencilla y transparente a como lo hacía
tecnologías anteriores. Con lo cual cuantos más agentes conectemos mayor será su potencial. En
el caso de los sistemas de gestión cuanto más departamentos y procesos abarque, mayor será su
potencial. El sistema de gestión no tiene que tener grandes funcionalidades, complejos tipos de
formularios y listados, de vistas de datos de clientes y pedidos, etc. No. En las organizaciones
modernas las ineficiencias no se producen en los departamentos sino en la comunicación entre
estos. Es ahí donde se producen no sólo muchas perdidas de información sino duplicidad de
tareas. De ahí que los proyectos tengan que ser holísitcos, abarcar a todos los agentes que
participan en la Candena de Valor para que puedan trabajar de manera común, con un feedback
continuo y con la información actualizada y centralizada.
En segundo lugar, no afrontar proyectos holísticos tiene un coste mayor y crea mucha
confusión al empresario. Mayor coste porque hay que diseñar nuevamente la base de datos por
cada ámbito que se quiera afrontar. De esta manera es difícil determina los campos en común que
se van a compartir... Y produce gran confusión al empresario ya que hacen falta varios proyectos
para llegar al mismo fin. Parece que no se termina nunca. Primero, el CRM, fundamental para la
supervivencia en los mercados de hoy. Luego, el e-procurment, fundamental para la supervivencia
de los mercados de hoy. Luego, el planificador de rutas, la aplicación autocad para la oficina
técnica, el programa de nominas, de generación de facturas, el portal del empleado, la intranet,
etc. ¡Qué lío! ¡Cómo no van a poner pegas! ¡Cómo no van a entender a los ofertantes!
Otra batalla interminable entre oferta y demanda. Toda la oferta tiene el “súper” producto.
Todos han dado con la clave. “Es increíble que el empresario no lo adquiera, se nota que tiene
miedo al cambio. No tiene la menor idea de la tecnología que hay detrás y de los 2 años de
trabajo de mis 50 programadores”.
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¿Qué pasa con los procedimientos de calidad? ¿Se gestionan aparte en papel? ¿Y con los
procesos resultantes de la contratación externa de consultoría? ¿Cómo se van a adaptar, ya no
los directivos, los empleados, a las pantallas impuestas en los sistemas cuando llevan años
recogiendo la información y consultándola de una determinada manera?¿Ese es el cambio al que
tiene que estar dispuestos? ¿Por qué nos ponemos en su lugar y buscamos una verdadera mejora
empresarial para nuestro cliente?
Está claro que los productos son un mercado mucho más rentable que los sistemas a
medida. Se puede vivir de las rentas. Con los sistemas a medida, no. Siempre se está justito y
sufriendo las inclemencias del cliente. Pero luego, no digamos que el cliente no quiere el cambio,
que no sabe de tecnología y que no hay ayudas en el sector.
Las TIC son transparentes. Para realizar con éxito la implantación de un Proyecto de lo
único que tiene que saber el directivo es de gestión. Concretamente de organizaciones basadas
en procesos. En procesos que aglutinan tareas que proporcionen un determinado valor al cliente
con independencia del departamento donde ser realicen. Dentro de la organización, los procesos
son sinónimos de Business Integration. Las TIC no tiene otra finalidad distinta a la de la gestión
por procesos.
De ahí que el principal requisito para que una empresa acoja con éxito un proyecto de BI
es que tenga un modelo empresarial consistente. Con unos procesos claramente definidos,
documentados e implantados. Con unos procesos que tengan implícitos los procedimientos de
calidad. Si la empresa tiene esto, da igual que no haya visto un ordenador en su vida. Eso es lo de
menos. Porque además con la implantación de las TIC los ordenadores pasan a ser “cajas tontas”,
puros visualizadores de pantallas, sin contenido.
Este punto lo visualizo mucho dentro de mi labro profesional. Las empresas ubicadas en
Comunidades Autónomas cuyas asociaciones, instituciones y administraciones han difundido
desde hace tiempo técnicas de gestión, gozan de una implantación mucho mayor de TIC. Y hay,
incluso, alguna comunidad autónoma muy equipada tecnológicamente con parámetros altos de
penetración de líneas de internet, pero que como no tiene tradición de gestión, la implantación de
las TIC en los procesos empresariales está siendo escasa y los proyectos de BI entre empresas
nulos. Así es.
Si los proyectos TIC consideran todos los aspectos previamente citados y la organización
goza de un modelo empresarial consistente, estos factores de éxito son mucho más manejables y
delimitables. Visto de otra manera, por mucho que el directivo intente controlar estos factores de
éxito si el proyecto ofertado no reúne las condiciones citadas en este documento puede ser una
lucha banal. O más bien, resulta imposible intentar cumplir estos requisitos. Se descontrola.
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Es decir, los proyectos de BI son una gran oportunidad en la organización para llevar a cabo un
trabajo en común que se refleja posteriormente de manera tangible en un sistema de información.
Si estaba buscando últimamente un proyecto que motivase a los empleados, este es uno. Justo
todo lo contrario a lo que la Oferta TIC promulga sobre las pymes: los empleados arcaicos no
quieren y el directivo no se quiere enfrentar a ellos.
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¡Cómo se han complicado estos proyectos con lo sencillos que son! Si la empresa o PYME
ha implantado proyectos internos de BI según el enfoque planteado en este documento, los
proyectos de BI entre empresas no consisten más que en “enchufar”. Claro, si las empresas
participantes en BI no tienen sus procesos estandarizados y soportados en un sistema de gestión
web, los proyectos se enredan y se complican hasta la extenuación.
Igual que los procesos buscan estandarizar la información entre departamentos, las redes
de negocio resultantantes del BI buscan estandarizar la información entre empresas. Para ello, al
igual que se definen procesos de negocio en la empresa, se definen procesos con independencia
de la organización y/o empresa que realice la tarea. Como dice M. Hammer, no se trata nada más
que armonizar procesos de compra de unos con procesos de venta de otros. Y eso no es muy
difícil porque cualquier organización empresarial gestiona ambos procesos y se ve afectado por
las ineficiencias de ambos.
Si es tan sencillo, ¿por qué han fracasado la gran mayoría de portales de comercio
electrónico o marketplaces? Pues no por la actitud o reticencias de los directivos de pymes que,
por cierto , ahora si que muestran por no tener ganas de perder el tiempo, sino porque no se ha
tratado de armonizar los procesos sino de imponer unos, concretamente los de compra de las
tractoras. De hecho, muchas tractoras se encuentran satisfechas, pero los proveedores,
prácticamente en su totalidad, PYMES estallan por todos los lados.
De esta manera nos encontramos con marketplaces promovidos por grandes empresas en
los que los proveedores tienen que dar de alta su catalogo para que ellos puedan hacer grandes
pedidos. Pero claro, el proveedor tiene que entrar en ese sistema e introducir la información que
ya introdujo en su propio sistema, duplicando la información. Y mantener ese tercer sistema
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De la misma manera, cuando una tractora decide establecer un estándar con su proveedor
y canalizar en un sistema de información todas sus compras, podrá lograrlo, pero obliga a sus
proveedores también a duplicar su información. Si ese proveedor trabaja con más clientes, la
triplicaría, cuatirplicaría, etc.…
Pero repito y, voy concluyendo, hay tecnología TIC (concretamente se llama web services,
basados en el xml) que facilitan la integración de sistemas con sólo una etiqueta que se pone en
la cabecera de las aplicaciones. Eso sí, para ello hay que definir estándares comunes entre todos.
No cada tractora el suyo. Son muchos los macroproyectos, sobretodo financiados por el VI
Programa Marco que van encaminados en este sentido, a definir procesos y documentos que
permitan trabajar conjuntamente a un sector. Y para ello es necesario antes que la gran tractora,
el papel de las PYMES. Sin ellas, no se podrían definir dichos estándares.
Ese es el reto. Esa es la gran oportunidad que brinda las TIC a las PYMES y, sobretodo a
los empresarios y directores emprendedores. Una oportunidad para colaborar con otras pequeñas
empresas y, a la vez que perpetúan el tamaño que les facilita la especialización y la flexibilidad,
presentarse al mercado como una gran corporación.
Bibliografía
Al Ries, “El poder de lo simple”, McGraw Hill, 2002
Cortada, J.W. “La era del trabajo en redes: como lo hacen IBM y otras compañías” Oxford
University Press, 2000
Hartman A. & Siffonis J. “Net Ready; estrategias para el éxito en la E-conomia” Practice Hall, 2000
Lacunza, Rosa “El lado humano del cambio tecnológico”, IESE Madrid 25 de Marzo
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