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Hace aos que las cifras del VIH/sida permanecen ms o menos constantes en Europa y Espaa. Los nuevos contagios se han estabilizado y la mayor parte de las infecciones se adquiere por va sexual, especialmente heterosexual. Sin embargo, un tercio de los seropositivos no es consciente de que es portador del virus y el 50% de los diagnsticos se realiza tarde. Por eso, para denunciar la necesidad de detectar antes el VIH, la Plataforma VIH en Espaa ha celebrado una reunin de expertos en Madrid en la que se han discutido distintas respuestas a este problema. Por cada caso de VIH diagnosticado se evita el contagio de tres personas. Con este dato sobre la mesa, queda la clara la importancia de detectar el virus del sida. Si a esto sumamos que un diagnstico tardo aumenta las probabilidades de que se produzcan esas transmisiones y que cuanto ms tarde se empiece el tratamiento ms caro y problemtico es, y peores resultados tiene, parece evidente que este diagnstico debe ser precoz. Sin embargo, "en Europa hay entre 700.000 y 900.000 infectados que desconocen su estado serolgico", ha subrayado Jens Lundgren, de la Universidad de Copenhague (Dinamarca). En Espaa, "entre el 25% y el 30% de los seropositivos no sabe que lo es", segn ha sealado Olivia Castillo, jefa de rea de Prevencin y Coordinacin del Plan Nacional del Sida.
En Espaa, el 45,4% de las infecciones se diagnostica tarde. Esto quiere decir, en trminos mdicos, cuando el paciente tiene un recuento de linfocitos inferior a 350 por milmetro cbico y superior a 200. Francia, Reino Unido y la Unin Europea en general tienen el mismo problema. Dentro de estos diagnsticos tardos, el grupo ms importante es el de los hombres heterosexuales, mientras que los que mantienen relaciones homosexuales representan el colectivo ms concienciado con el problema, y son los que reciben un diagnstico ms temprano.
Martin Fisher, del Royal Sussex County Hospital en Brighton, los mdicos de AP que han participado en los proyectos piloto reciban un pequeo incentivo por ofrecer y realizar la prueba. Pero la experiencia britnica en otras reas, como las clnicas de interrupcin voluntaria del embarazo o de enfermedades de transmisin sexual, es un xito.