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LA INDUSTRIA EN EL ÁREA METROPOLITANA DE BILBAO

Marisol Esteban y Concepción Torres

INTRODUCCIÓN

En este capítulo presentamos una reflexión sobre la evolución del tejido industrial y
urbano del Área Metropolitana de Bilbao, una conurbación regional cuya población no
alcanzaba el millón de habitantes en 2005 (903.308; 42,5% de la población del País
Vasco). La transformación habida, que todavía está sin concluir, tanto en lo productivo
como en lo urbano, ha sido de gran calado. Bilbao ha pasado de ser un área industrial en
declive a albergar un tejido industrial más internacionalizado y con un mayor
componente tecnológico. El nuevo paisaje económico, con Zamudio como localidad
tecnológica por excelencia, y una Margen Izquierda renovada, miran al entorno
privilegiado de la Ría, eje de la construcción del nuevo Bilbao.

1. UNA COMPLEJA HERENCIA INDUSTRIAL


Previamente al análisis de la industria en el Área Metropolitana de Bilbao durante los
últimos diez años (1995-2004), resulta conveniente esbozar, aunque sea brevemente, el
proceso de cambio y transformación vivido durante los años precedentes1.

La industria, como es de sobra conocido, ha desempeñando un papel central en el


desarrollo del Bilbao metropolitano. Alrededor de la Ría del Nervión se concentraron
históricamente todo un conjunto de industrias tradicionales dedicadas a la fabricación de
acero, siderurgia, construcción naval y otro tipo de manufacturas metálicas y eléctricas.
Se trataba de empresas con procesos de producción intensivos en mano de obra, con una
cierta dependencia de la tecnología exterior, elevada contaminación medioambiental y
con elevados consumos energéticos. A su vez, éstas y otras industrias (bienes de equipo,
material eléctrico, química) posibilitaron la creación e instalación de un gran número de
empresas industriales y servicios auxiliares, difundiendo estas actividades tradicionales
en zonas limítrofes, que no lograron romper el monocultivo industrial existente. En
definitiva, en la metrópoli bilbaína se fue constituyendo un sector industrial con una
fuerte especialización en sectores tradicionales (“maduros”) y con una seria
dependencia de muchas de las actividades de servicios respecto de ellos. La mayor parte
de estas empresas se situaron en espacios muy concretos dentro del área metropolitana,
generándose fuertes deseconomías de aglomeración.

Si bien estas actividades fueron el soporte para una rápida expansión industrial en los
años sesenta, también fueron las más afectadas por la crisis industrial que arranca a

1
Para un estudio pormenorizado de la evolución de la economía del Área Metropolitana de Bilbao entre
1975 y 1996 puede consultarse Esteban (2000).

1
mediados de los setenta en los países occidentales desarrollados y que incidió de manera
contundente, como se sabe, sobre este tipo de actividades.

En este sentido, el Bilbao Metropolitano concentró la mayor parte de las actuaciones


contenidas en los Planes de Reconversión estatales en el País Vasco, a lo que hay que
añadir los efectos sobre la industria auxiliar tan dependiente de los sectores básicos. En
el tiempo que transcurre entre 1975 y 1996, el área de estudio perdió un 45% del
empleo industrial en términos absolutos- pasando de 136.304 a 74.858 empleos
industriales. Esta pérdida de empleo industrial fue más severa en aquellas comarcas que
daban cobijo a ese tipo de actividades.

Para mediados de los años noventa los procesos más intensos de la reestructuración
industrial habían concluido y se había iniciado un nuevo período de recuperación y
crecimiento de la actividad industrial que apuntaba hacia una tímida diversificación
fuera del tradicional “monocultivo del acero”, que no afectaba, sin embargo, de manera
significativa a los sectores más dinámicos en el contexto internacional. Se estaba lejos
de conseguir llevar a cabo un efectivo proceso de diversificación industrial hacia nuevas
actividades con alto potencial de crecimiento, algo que parecía una evidente necesidad
ante la crisis vivida (Esteban y Velasco, 1993).

Por otro lado, el proceso de reconversión industrial tuvo otros efectos relevantes, en
especial sobre la esfera territorial y urbanística. Y es que el cierre de algunas plantas
industriales o la no utilización, en su caso, de algunas secciones productivas por parte
de las que continuaron su actividad, liberó un conjunto de espacios físicos susceptibles
de ser reconvertidos a otros usos, no necesariamente industriales. Dar a estos espacios
una adecuada solución se ha convertido en los últimos años en una cuestión de primer
orden en el Área Metropolitana de Bilbao, dada la saturación existente y la necesidad de
ofertar suelo si se quiere potenciar la ubicación de nuevas iniciativas empresariales. La
mayor parte de los grandes proyectos urbanos desarrollados desde principios de los años
noventa en el Área Metropolitana de Bilbao, principal imagen del proceso de
revitalización vivido, se han localizado en zonas industriales abandonadas por las
actividades tradicionales.

El crecimiento del sector Servicios, en línea con lo que ocurría en otras zonas
desarrolladas, se fue expandiendo, pero sin compensar esa masiva destrucción de
empleo industrial. Sí propició, sin embargo, un vuelco espectacular en la composición
de la estructura productiva del Bilbao Metropolitano. Así, en 1996, mientras la industria
pasaba a significar tan sólo el 27% del empleo, los servicios crecían hasta un 65%,
invirtiendo las proporciones anteriores (que en 1975 eran del 45% y del 41%,
respectivamente).

2. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA INDUSTRIA EN EL


ÁREA METROPOLITANA DE BILBAO (1995-2004)
Antes de entrar en el análisis concreto, resulta necesario hacer referencia a la calidad de
los datos existentes, ya que no siempre se dispone de la información desagregada y
actualizada que sería deseable. Siempre que han estado disponibles, se han utilizado
datos desagregados para el Área Metropolitana de Bilbao. Sin embargo, generalmente
se han utilizado datos agregados para Vizcaya. En todo caso, la industria del Bilbao

2
Metropolitano, en términos de empleo y de producción, representa aproximadamente el
60% de la industria vizcaína y la información y estudios existentes hacen suponer que
no existen diferencias significativas entre ambos ámbitos geográficos en relación con
las principales variables de análisis. El mapa 2 plasma la concentración de la industria
vizcaína en Bilbao Metropolitano y, siguiendo el eje de la A-8, en el Duranguesado.

MAPA 2

Pérdida de peso relativo de la actividad industrial en la economía vizcaína


en un período de expansión económica moderada
Desde 1995 la contribución de la industria al crecimiento económico vizcaíno se reduce
de manera sensible, como demuestra su decreciente participación en el VAB valorado a
precios corrientes, pasando del 27,2% al 23,3% en 2004 del VAB total. Una evolución
similar, aunque menos pronunciada, puede observarse en relación con el empleo
(Cuadro 1). No obstante, durante estos diez últimos años tanto el empleo como el VAB
de la industria han conocido un crecimiento continuado en términos absolutos, si bien a
un ritmo inferior al experimentado por el sector servicios y especialmente el sector de la
construcción (Gráfico 1).

Desde esta perspectiva, la industria vizcaína se ha recuperado del fuerte proceso de


crisis y reconversión vivido desde principios de los años ochenta y aunque ya no
desempeña un papel central en la economía de la metrópoli, sigue siendo el sector clave
desde el punto de vista, por ejemplo, de las exportaciones, que, como es sabido,
constituyen un motor esencial del crecimiento económico. Durante todo el periodo
analizado, las exportaciones industriales han representado alrededor del 98% de las
exportaciones totales. De hecho la participación de la industria en la metrópoli bilbaína
(aproximadamente el 23% del empleo y del VAB total) se sitúa en niveles superiores a
la media de la economía española (aproximadamente el 16% (Myro y Gandoy, 2005)).

3
Cuadro 1: Importancia del sector industrial en Vizcaya, 1995-2005 (Porcentajes)
1995 1997 1999 2001 2003 2004 2005
• Población ocupada
-Agro-pesquero 2,4 3,2 1,6 1,1 1,7 1,4 1,0
- Industria 24,6 23,8 24,4 26,3 23,7 23,4 22,0
- Construcción 9,6 8,9 9,9 10,0 10,6 10,4 9,0
- Servicios 63,4 64,2 64,2 62,5 64,0 64,9 68,0
- Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
• VAB a precios básicos (a)
-Agro-pesquero 1,6 1,3 1,2 1,0 1,0 1,0 n.d
- Industria 27,2 26,4 26,5 25,4 23,7 23,3 n.d.
- Construcción 7,7 7,4 7,5 8,6 10,0 10,4 n.d.
- Servicios 63,5 64,9 64,8 65,0 65,3 65,3 n.d.
- Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 n.d.
(b)
Exportac. industriales/
98,9 98,1 98,1 97,3 98,2 98,3 98,1
Exportaciones totales
Importac. industriales/
91,8 95,7 96,6 92,9 95,6 96,3 97,5
Importaciones totales
Exportaciones
17,1 20,9 18,5 18,7 17,5 18,8 n.d.
industriales/ PIB total
Importaciones
18,7 19,1 18,3 23,1 22,2 25,4 n.d.
industriales/ PIB total
Nota: (a) Avance; (b) Provisional.
Fuente: Elaboración propia con datos del EUSTAT (PRA, Cuentas Económicas y Comercio Exterior).

Esta evolución de la actividad industrial parece haberse realizado sobre bases más
sólidas que en la etapa precedente, debido a los esfuerzos de reestructuración y
adaptación a un marco competitivo más exigente llevados a cabo por el conjunto de las
empresas industriales de Vizcaya. El Gráfico 2 ofrece una imagen concluyente: las
exportaciones han crecido por encima de la producción industrial durante todo el
período de análisis en Vizcaya, hasta duplicarse en el año 2005; y aún han crecido más
las importaciones, que llegan a triplicarse, y cuyo crecimiento se ha situado por encima
del que ha conocido el consumo aparente. El incremento del peso relativo de las
exportaciones e importaciones industriales con respecto al PIB total es otra muestra del
proceso de internacionalización que han vivido las empresas industriales en el área de
Bilbao (Cuadro 1).

4
Gráfico 1: Evolución del VAB a precios básicos por sectores económicos,
1995-2004 (1995=100)

250

200

150

100

50
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004(a)

Agropesquero Industria Construcción Servicios

Nota: (a) Avance


Fuente: Elaboración propia con datos del EUSTAT (Cuentas Económicas).

Conviene señalar, no obstante, que los ritmos de crecimiento de la economía vizcaína y


del País Vasco, en general, distan mucho de los alcanzados en el período de crecimiento
de los años sesenta y setenta, en que la metrópoli constituía uno de los territorios con
mayores niveles de crecimiento económico en España. A principios de este nuevo
milenio las tasas de crecimiento de la industria y la economía del País Vasco y,
especialmente, de Vizcaya y el Área Metropolitana de Bilbao están sensiblemente por
debajo de las áreas españolas más dinámicas, entre las que podemos citar Madrid,
Barcelona o Valencia (Velasco et al., 2006).

5
Gráfico 2: Evolución de la producción industrial, consumo aparente, exportaciones
e importaciones industriales de Vizcaya, 1995-2005 (1995=100)

350

300

250

200

150

100

50
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005(a)

Producción industrial Exportaciones industriales


Importaciones industriales Consumo aparente

Fuente: Elaboración propia con datos del EUSTAT (Índice de Producción Industrial y Comercio
Exterior).

Por ello, una visión más completa se obtiene al comparar su evolución con la de su
entorno geográfico y económico, especialmente el resto del País Vasco y España. La
comparación, que se ofrece en el Cuadro 2, demuestra con claridad la pérdida
progresiva de su posición relativa tanto en relación con la evolución del PIB industrial
como de la dinámica exportadora.

Cuadro 2: Evolución de la industria de Vizcaya respecto al País Vasco y España,


1995-2004
Euros corrientes
1995 1997 1999 2001 2003 2004
(a) (a) (b)
% VAB industrial/ CAPV 44,8 43,1 42,5 41,6 41,5 41,4
%Exportaciones industria/ CAPV 40,3 37,3 36,2 36,3 37,9 38,1
% VAB industrial/ España 4,9 4,7 4,8 4,7 4,6 4,7
%Exportaciones industria/ España 3,6 3,7 3,4 3,2 3,2 3,5
Nota: (a) Avance; (b) Provisional.
Fuente: Elaboración propia con datos del EUSTAT (Cuentas Económicas y Comercio Exterior) y del INE
(Comercio Exterior).

Especialización productiva y comercial


La histórica especialización en actividades industriales tradicionales y, especialmente en
actividades metálicas, ha seguido condicionando la evolución de la industria vizcaína
hasta la actualidad. En el último decenio, sin embargo, se han empezado a producir

6
cambios en la estructura productiva de la industria, y también una favorable evolución
en su especialización interindustrial, que merecen ser comentados.

En el año 1995, el núcleo central de la producción industrial vizcaína estaba compuesto


por las actividades tradicionales, con nivel tecnológico bajo o medio-bajo, que suponían
el 68,5% del valor añadido industrial, destacando, entre ellas, las producciones
metálicas que representaban el 35,2%. En el otro extremo, las actividades más
avanzadas, con contenido tecnológico alto, tenían una presencia relativa menor, con el
3,2%, mientras que aquellos sectores con nivel tecnológico medio-alto representaban el
28,3% de total industrial (Cuadro 3). Pasada casi un década, en el año 2003, las
industrias tradicionales siguen predominando en la industria vizcaína, el 63,1%, pero
con una tendencia decreciente, debido sobre todo al menor ritmo de crecimiento de las
actividades metálicas, especialmente las metalúrgicas. Por el contrario, las industrias
más avanzadas han ido ganado posiciones, representando el 36,8% del total, a pesar del
retroceso de los sectores de alto nivel tecnológico, debido a la crisis experimentada por
las industrias fabricantes de productos microelectrónicos, que han visto descender su
producción a menos de la mitad en términos absolutos, motivando, por ejemplo el cierre
de empresas como Ericsson, ubicada en el Parque Tecnológico de Zamudio. Destaca,
especialmente, el buen comportamiento de las empresas fabricantes de maquinaria, que
han visto incrementarse un 4,3% su posición global.

A pesar de esta sensible mejoría de la industria vizcaína, hacia una mayor


diversificación y un mayor contenido tecnológico de su producción, la comparación con
su entorno geográfico no ofrece una imagen tan positiva. Mientras que, en conjunto, la
estructura industrial vizcaína se compara positivamente con la media española, no se
obtiene la misma conclusión cuando la comparamos con la media del País Vasco, lo que
indica una evolución mucho más favorable de la industria guipuzcoana y alavesa. Ya
hemos comentado anteriormente, también, el menor dinamismo de la economía y la
industria vizcaína y vasca en relación con las Comunidades Autónomas más dinámicas
en el contexto español (Velasco et al., 2006).

7
Cuadro 3: Evolución de la estructura del VAB industrial a coste de factores de
Vizcaya según nivel tecnológico y rama de actividad, 1995-2003. Especialización
comparada con la CAPV y España (Porcentajes).
Vizcaya CAPV España
1995 2003 ∆1995- 2003 (a) 2002 (b)
2003
• Nivel tecnológico alto 3,2 2,9 -0,3 3,4 2,8
Máquinas de oficina y equipos informáticos 0,5 0,6 0,1 0,4 0,6
Material electrónico 0,9 0,2 -0,7 0,9 1,2
Instrumentos de precisión 1,8 2,1 0,3 2,1 1,0
• Nivel tecnológico medio alto 28,3 33,9 5,7 36,0 31,0
Maquinaria y material eléctrico 4,3 5,4 1,1 3,9 3,5
Vehículos de motor y remolques 4,3 4,9 0,6 6,6 8,4
Industria química 7,8 6,6 -1,2 4,4 9,5
Otro material de transporte 3,2 4,0 0,9 3,7 2,3
Maquinaria y equipo mecánico 8,8 13,1 4,3 17,4 7,4
• Nivel tecnológico medio bajo 50,8 43,7 -7,1 43,5 30,4
Caucho y materias plásticas 6,7 6,8 0,1 7,9 4,5
Coquerías, refino y combustibles nucleares 5,3 3,5 -1,8 1,5 2,4
Productos minerales no metálicos 3,5 4,5 1,0 4,6 7,7
Metalurgia 15,9 11,1 -4,8 11,3 6,0
Productos metálicos 19,3 17,8 -1,5 18,3 9,8
• Nivel tecnológico bajo 17,7 19,4 1,7 17,0 35,9
Muebles y otras industrias manufactureras 2,6 3,8 1,2 4,0 4,9
Madera y corcho 2,0 2,4 0,4 1,9 2,3
Papel 2,3 2,1 -0,2 2,9 2,8
Edición y artes gráficas 4,2 4,6 0,5 3,2 6,2
Productos alimenticios, bebidas y tabaco 5,8 5,6 -0,2 4,1 13,3
Textil, confección, cuero y calzado 1,0 1,0 0,0 0,8 6,5
Total 100,0 100,0 0,0 100,0 100,0
Nota: (a) Avance. (b) Provisional
Fuente: Elaboración propia con datos del EUSTAT (Encuesta industrial) y del INE (Contabilidad
Nacional de España).

En este proceso de cambio es necesario distinguir dos etapas. Hasta 1999 se mantiene la
tendencia hacia una progresiva reducción del peso relativo de las industrias menos
dinámicas y con menores requerimientos tecnológicos, y un mayor ritmo de crecimiento
de las industrias de contenido tecnológico alto y medio-alto. Sin embargo, a partir del
año 2000 se ha producido una inversión de esta tendencia, que abre nuevos
interrogantes sobre el futuro, al crecer las industrias con nivel tecnológico bajo a ritmos
superiores respecto a las industrias más avanzadas y, especialmente, aquellas con nivel
tecnológico más alto.

Estas transformaciones en el producto industrial han tenido una correlación en el


comportamiento de las exportaciones industriales. La mayor apertura exterior de la
economía vasca y española, con el incremento de la presión competitiva internacional,
ha puesto de manifiesto la menor propensión exportadora de las industrias tradicionales,
muy por debajo de su peso relativo en el producto industrial. La evolución de las
exportaciones en los dos últimos años, 2004 y 2005, vuelven a apuntar hacia un posible
deterioro de la situación competitiva de la industria vasca, al perder posiciones las

8
exportaciones de aquellos productos que requieren un mayor nivel tecnológico en su
proceso productivo. Esta evolución es debida, claramente, al menor ritmo de
crecimiento de las exportaciones más avanzadas, en general, y a la caída, en términos
absolutos, de las exportaciones con contenido tecnológico más alto, vinculado al
comportamiento de las exportaciones de productos microelectrónicos y máquinas de
oficina y equipos informáticos.

Cuadro 4: Estructura del VAB a precios básicos y de las exportaciones de la


industria de Vizcaya, 1995-2005 (Porcentajes)
1995 2000 2001 2002 2003(a) 2004 2005
Exportaciones
Nivel tecnológico alto 1,9 4,5 3,8 4,6 8,5 4,0 3,5
Nivel tecnológico medio alto 27,3 29,1 34,9 33,4 33,6 33,7 32,6
Nivel tecnológico medio bajo 62,1 59,6 53,5 54,1 50,2 55,6 57,5
Nivel tecnológico bajo 8,7 6,8 7,8 7,9 7,7 6,7 6,4
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
VAB a precios básicos
Nivel tecnológico alto 3,2 3,5 3,2 2,9 2,9 n.d. n.d.
Nivel tecnológico medio alto 28,3 30,3 31,5 33,5 33,9 n.d. n.d.
Nivel tecnológico medio bajo 50,8 48,7 46,9 44,5 43,7 n.d. n.d.
Nivel tecnológico bajo 17,7 17,5 18,4 19,2 19,4 n.d. n.d.
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Nota: (a) Avance.
Fuente: Fuente: Elaboración propia con datos del EUSTAT (Encuesta industrial y Comercio Exterior).

Tamaño empresarial y creación de empresas


El proceso de adaptación continua que está viviendo la industria de Vizcaya está
provocando una reducción del número de establecimientos industriales. Entre 1998 y
2002 han desaparecido 612 establecimientos, con lo que el tamaño medio se ha
incrementado desde los 13,9 empleos a los 17,6, como media por establecimiento. La
fuerte reducción de establecimientos está afectando fundamentalmente a los de menor
tamaño (<20 empleos), mientras que en el resto de tramos se han producido pequeños
incrementos. Sin embargo, son precisamente los establecimientos más pequeños (<50
empleos) los que paulatinamente han ido concentrado un porcentaje mayor del empleo,
del valor añadido y de la inversión industrial llevada a cabo en Vizcaya. De todas
formas, se sigue observando una importante polarización en términos de tamaño
empresarial: pocos establecimientos medianos o grandes, que acaparan una parte
importante del empleo, valor añadido e inversión, y muchos pequeños, con una parte
también significativa de estas variables. No obstante, en los últimos años se ha
producido una recuperación de los establecimientos situados en los tramos intermedios.

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Cuadro 5: Empleo y VAB c/f en los establecimientos industriales de Vizcaya, según
tramo de empleo, 1998-2002 (Porcentajes)
Establecimientos % Empleo % VAB c/f % Inversión
Nº %
1998 6.499 90,4 33,9 24,3 28,8
1 - 19
2002 5.887 88,4 36,9 28,2 41,7
1998 386 5,4 13,4 11,0 8,4
20 – 49
2002 447 6,7 13,8 12,0 6,9
1998 162 2,3 12,5 13,5 14,6
50 – 99
2002 173 2,6 12,0 13,3 11,7
1998 127 1,8 27,8 31,3 32,3
100 – 499
2002
154 2,3 37,3 46,6 39,7
1998 12 0,2 12,4 20,0 15,8
>= 500
2002
1998 7.186 100 100 100 100
Total
2002 6.661 100 100 100 100
Fuente: Elaboración propia con datos de EUSTAT (Directorio de Actividades Económicas).

El Registro Mercantil ofrece información relativa a las nuevas sociedades constituidas,


de forma que permite abordar el análisis de la evolución anual y tendencias en la
creación de nuevas sociedades, lo que constituye un buen índice del dinamismo e
iniciativa empresarial.

El ritmo de creación de sociedades mercantiles se ha mantenido relativamente estable en


Vizcaya desde el año 2000, en torno a las 2.700 nuevas sociedades cada año. El peso
relativo que tienen las sociedades industriales en el total (7,5% del total en 2004) resulta
muy limitado, ya que además parece existir una tendencia decreciente en su evolución.
La mayoría de las nuevas sociedades constituidas en Vizcaya corresponden al sector
servicios, donde resulta de interés destacar que el subsector que ocupa el primer puesto
en todos estos años está constituido por aquellas sociedades que desarrollan su actividad
en el sector de servicios profesionales y empresariales, que ha conocido un importante
auge en el Área Metropolitana de Bilbao, donde se localizan la mayor parte de estas
actividades en el País Vasco. Este sector resulta crítico en el futuro de una economía
regional debido al papel clave que desempeña en el fomento del desarrollo económico y
la competitividad del conjunto de sectores económicos y especialmente de las empresas
del sector industrial, al permitirles ganancias en términos de calidad, innovación, etc.

La distribución geográfica de este sector en España nos muestra una fuerte


concentración en Cataluña y sobre todo en Madrid, que resulta especialmente acusada
en términos de empleo. Esta elevada concentración geográfica en un sector donde la
proximidad al cliente es fundamental eleva más si cabe la posición competitiva de
Madrid como localización empresarial. No obstante, hay que señalar que las empresas
que se ubican en Vizcaya destacan por un tamaño medio superior al que tienen las de las
Comunidades Autónomas que se encuentran en un rango de importancia similar, aunque
el tamaño medio sigue siendo reducido, y se caracterizan por contar con elevados
niveles de cualificación y experiencia profesional y una fuerte capacidad de adaptación
a los cambios que se han venido operando en la economía vasca e internacional
(Velasco et al., 2006).

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Cuadro 6: Distribución sectorial de las nuevas sociedades constituidas en Vizcaya,
2000-2004 (Número y porcentajes)
2000 2001 2002 2003 2004
18 22 20 19 23
Agro-pesquero 0,6% 0,8% 0,8% 0,7% 0,8%
231 270 236 210 208
Industria 8,3% 9,3% 9,1% 7,6% 7,5%
406 437 442 471 457
Construcción 14,6% 15,0% 17,1% 17,0% 16,4%
Servicios 2.119 2.179 1.889 2.067 2.094
76,4% 74,9% 73% 74,7% 75,3%

Servicios
738 818 671 795 724
profesionales y
26,6% 28,1% 25,9% 28,7% 26%
empresariales
2.774 2.908 2.587 2.767 2.782
Total 100% 100% 100% 100% 100%
Fuente: Elaboración propia con datos de la Cámara de Comercio de Bilbao.

Peor imagen relativa se obtiene cuando comparamos el grado de “iniciativa


empresarial” en relación con otras Comunidades Autónomas, a través de la “tasa de
creación de empresas”, indicador definido como el número de sociedades mercantiles
constituidas en un ejercicio por cada mil personas activas. La situación relativa de la
economía vizcaína que refleja el cuadro 7 es una buena muestra de la pérdida de
dinamismo relativo de una zona empresarialmente tan fértil como lo ha sido
históricamente el área objeto de análisis.

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Cuadro 7: Sociedades mercantiles creadas por
Comunidades Autónomas, 2004
Tasa de creación de
empresas
Madrid 8,4
Baleares 8,1
Comunidad Valenciana 7,3
Cataluña 7,1
Murcia 6,8
Andalucía 6,7
España 6,4
Canarias 6,1
Castilla-La Mancha 5,6
Aragón 5,1
Navarra 5,1
Vizcaya 5,1
País Vasco 4,9
La Rioja 4,9
Galicia 4,7
Asturias 4,2
Cantabria 4,1
Castilla y León 4,1
Extremadura 3
Ceuta y Melilla 2
Fuente: Elaboración propia con datos de (Diputación Foral de Vizcaya,
2004)

3. ESTRATEGIA TERRITORIAL Y POLÍTICA INDUSTRIAL EN


EL BILBAO METROPOLITANO: UNA COORDINACIÓN
DIFÍCIL
A pesar de que la renovación urbanística y la revitalización social y económica son dos
caras de un mismo y único proceso, que no se deben disociar, la historia reciente del
proceso de revitalización del Bilbao Metropolitano ha evidenciado faltas de
coordinación entre estos dos ámbitos. Las estrategias territoriales de revitalización
urbana, llevadas a cabo por los Ayuntamientos, la Diputación Foral de Bizkaia y
Organismos como Bilbao Ría-2000, se han desarrollado en muchas ocasiones por
caminos paralelos a las estrategias de dinamización económica ejecutadas desde el
Gobierno Vasco, la SPRI (Agencia de Desarrollo Regional del País Vasco) o el
Departamento de Promoción Económica de la propia Diputación Foral.

Las estrategias de revitalización territorial han primado el cambio económico de la zona


a través del desarrollo del sector servicios. Aunque en el Plan General de Ordenación
Urbana de Bilbao o en el Plan Estratégico para la Revitalización del Bilbao
Metropolitano el objetivo de la dinamización y diversificación industrial estuvieron
siempre presentes, el énfasis se puso durante muchos años en el desarrollo del sector de
servicios avanzados. La recuperación de la Metrópoli, a través de la regeneración de la
Ría se conseguiría transformando la zona desde un área industrial obsoleta a una zona
terciaria y de ocio. Abandoibarra se concebía como el “centro direccional de negocios”
de la nueva Metrópoli. Esta visión postindustrial junto con el mecanismo de
financiación utilizado para acometer los procesos de regeneración urbana, han llevado a

12
que los proyectos finalmente construidos hayan consistido básicamente en proyectos
residenciales, culturales y comerciales. Abandoibarra, el emblema de la revitalización
de Bilbao, donde se localiza el Museo Guggenheim, no se ha convertido en el centro de
negocios que se planificó a principios de los años noventa, aunque, evidentemente, sí se
ha transformado en un centro terciario, que ha contribuido a cambiar la imagen y la base
económica del Área Metropolitana de Bilbao.

No obstante, hacia finales de esa década se observa un cambio en los discursos oficiales
y en los proyectos que comienzan a desarrollar las distintas instituciones. Así, el
Informe de Progreso del Plan Estratégico del Bilbao Metropolitano de 1998, elaborado
por Bilbao Metrópoli-30, señala que “mientras la terciarización de la industria se asocia
a su reestructuración, la integración de los servicios se asocia a la especialización
industrial y de las economías en general, por lo que por mucho que la economía se
terciarice, la industria sigue siendo un sector clave. (…) Además de mejorar la
competitividad de los sectores tradicionales, vía desarrollo de un mercado de servicios
avanzados, es necesario comenzar una política industrial de diversificación hacia
los sectores de futuro” (Esteban, 2000, p. 247).

Este nuevo énfasis en la necesidad de impulsar la industria está íntimamente ligado con
los compromisos que se concitan a finales de los años noventa para dinamizar la
Margen Izquierda del Nervión, bastión tradicional de la industria vizcaína, fuertemente
afectada por los procesos de reconversión industrial. Así, en febrero de 1997, se alcanzó
un “Acuerdo interinstitucional entre la Administración General del Estado, la
Administración General del País Vasco, la Diputación Foral de Bizkaia y los
municipios de la margen Izquierda y Zona Minera para la revitalización industrial” de
la comarca. Paralelamente, la SPRI puso en marcha un nuevo “Programa de Promoción
de Nuevos Proyectos Industriales de la Márgenes del Nervión”, que con ligeras
variaciones han permanecido hasta la actualidad. Fruto de esta nueva reorientación
hacia un apoyo más decidido a la actividad industrial se están llevando a cabo en esta
nueva década una serie de proyectos como el Cedemi (Centro para el Desarrollo
Empresarial de la Margen Izquierda) que oferta pabellones industriales y gestiona un
vivero de empresas y programas de formación; la ampliación de la Nueva Feria de
Muestras de Bilbao en Baracaldo o la ampliación prevista para el 2009 del Parque
Tecnológico de Bizkaia en los municipios de Ortuella y Abanto-Zierbena. Además, de
las múltiples ayudas existentes para la instalación y ampliación de actividades
industriales en la Margen Izquierda por parte del Programa de la SPRI ya mencionado.

De todas formas, una valoración de las estrategias puestas en marcha desde el sector
público para revitalizar el Área Metropolitana de Bilbao estaría incompleta si no nos
refiriéramos a la ambiciosa política industrial y tecnológica desarrollada en el País
Vasco desde los años ochenta y que, aunque no se dirige específicamente a la zona
objeto de estudio, ha tenido consecuencias innegables sobre el devenir de su industria y
su economía.

Durante los años ochenta la política industrial del Gobierno vasco se centró en gran
medida en completar la política de reconversión industrial desarrollada por la
Administración Central, mediante la puesta en marcha de planes específicos en
importantes sectores de la industria vasca que no se habían beneficiado de las anteriores
medidas. Es necesario recordar que más de una tercera parte de los excedentes laborales
y de las ayudas públicas previstas para el conjunto de España correspondieron al País

13
Vasco. A pesar de las críticas que pueden hacerse a la estrategia de reconversión,
especialmente en sus fases finales a principios de los años noventa, hay que reconocer
que permitió salvar partes esenciales del tejido productivo vasco (Esteban y Velasco,
1996).

Simultáneamente, desde principios de los años ochenta las instituciones de la


Comunidad Autónoma del País Vasco han desarrollado un importante esfuerzo para la
mejora de la competitividad y modernización de la industria vasca. La actividad
promotora se ha desplegado en ámbitos muy variados, que comentaremos a
continuación. En todos ellos han desatacado las iniciativas del Gobierno Vasco, bien
directamente o a través de organismos de él dependientes como la SPRI o el Ente Vasco
de la Energía. También, es necesario mencionar la intervención de las Diputaciones
Forales y de los propios municipios y mancomunidades. En muchos casos, el complejo
entramado político administrativo vasco ha dado lugar a innumerables duplicidades y
falta de coordinación, que genera disfunciones y desorientación en los usuarios de las
distintas ayudas y programas.

a) Apoyo a la inversión

La concesión de apoyos a la inversión ha sido un recurso permanente de las


instituciones vascas, tanto dirigidos a Pymes como a inversiones de gran tamaño.
Asimismo, la Sociedad Gestión de Capital Riesgo del País Vasco, S.A., creada en 1985,
ha venido apoyando iniciativas empresariales con bastante éxito hasta la actualidad.
Posteriormente, esta política de apoyo a la inversión se ha visto completada por una
política de incentivos fiscales muy discutida por las Comunidades Autónomas limítrofes
y por la Administración Central.

b) Mejora de la competitividad

La política industrial en la CAPV en materia de mejora de la competitividad ha pasado


por potenciar dos categorías básicas de ventajas competitivas en las empresas: las
ventajas en costes y las ventajas en diferenciación, lo que ha llevado a diseñar
estrategias en materia de tamaño de las compañías, de capacidad gerencial, de tensión
innovadora, de cualificación de recursos humanos, etc. (Plaza y Velasco, 2001). Los
distintos programas de apoyo a la competitividad, iniciados a partir de 1991, sirvieron,
además, para reorientar en alguna medida la política de promoción industrial desde una
óptica empresarial al apoyo a grupos de empresas, aunque el excesivo individualismo
empresarial vasco nunca ha podido ser superado.

El País Vasco ha sido también pionero en la puesta en marcha de una política de


conglomerados sectoriales o clusters, inspirados por Michael Porter, cuya eficacia, sin
embargo, ha sido limitada. En palabras de los profesores Plaza y Velasco (2001, p.
198): “la frecuente confusión de causas con efectos, la discrecionalidad en la selección
de empresas participantes, su excesivo número y la propia gestión del programa han
convertido a la mayoría de los clusters en ejemplos de programas con mucho más
continente formal que contenido real”.

c) Política tecnológica

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El retraso tecnológico era una rémora histórica de la industria vasca y el intento de
superar esta situación ha sido, sin lugar a dudas, la principal dedicación de la política
industrial de las instituciones vascas en las dos últimas décadas. Los distintos planes de
impulso a la innovación tecnológica se han centrado alrededor de tres ejes
fundamentales: 1) reforzar la demanda tecnológica de los grupos cluster, asociaciones
empresariales y empresas; 2) mejorar la oferta tecnológica de la red de Centros
Tecnológicos tutelada por el Gobierno Vasco; y 3) aumentar el uso de la infraestructura
tecnológica disponible.

El Gobierno Vasco ha desarrollado, sin duda, una ambiciosa política de ciencia,


tecnología e innovación, aplicada con decisión e indudable éxito en términos
comparados en el entorno español. Ha sido llevada a cabo con un nivel de continuidad y
consistencia notable, que sin duda ha tenido efectos en su eficacia y ha sabido adaptar
los mecanismos, instituciones e infraestructuras puestos en marcha a los cambios en el
entorno.

No obstante, como señalan los profesores Navarro y Buesa (2003), que han realizado un
atinado diagnóstico de la situación del sistema de innovación en el País Vasco, se
necesita dar un salto cualitativo en el que es necesario no ya llevar a cabo actividades de
I+D que tengan como principal objetivo la captación y asimilación de los avances
tecnológicos, como en la fase anterior, sino que resulta imprescindible desarrollar una
investigación de vanguardia, entroncada con redes de excelencia. Una investigación
que, además de resultar un elemento intrínseco de crecimiento de la economía, puede
apalancar el posicionamiento de las empresas a través de la incorporación de elementos
de diferenciación mediante la transferencia de proyectos viables con valor añadido.

Hay que incrementar las actividades de investigación conectadas con nuevos sectores de
actividad (Biociencias, biotecnología, micro-nanotecnología, domótica, sensórica,
nuevos combustibles (como el hidrógeno), salud y tercera edad). Estrategias como
Biobask 2010, tendentes a configurar un sector en el área de la biotecnología, son un
acierto indudable. Desarrollos como los del sector aeronáutico son una esperanza cierta.
Pero hay que hacer más; hay que invertir más.

Los Centros Tecnológicos y de Investigación existentes, si bien se ajustaban a los


requerimientos de la fase de desarrollo anterior, se enfrentan a importantes retos para lo
que necesitan estímulos y apoyos que han de venir principalmente del sector público:
aumentar el número de doctores y el nivel de su investigación, reforzar los lazos con el
mundo universitario, incrementar el número de patentes, abordar procesos de
concentración que permitan profundizar los procesos de especialización e implicarse
más en proyectos de internacionalización y de investigación más ambiciosos. Tecnalia o
IK-4 son ejemplos esperanzadores. Donde sin duda existen, también, muchas
posibilidades de avance es en la Universidad, que requiere un apoyo más decidido por
parte de las instituciones.

Hay que constatar, sin embargo, que el tesón del sector público no ha tenido el eco
esperado en el colectivo empresarial, que ha ido casi siempre a remolque de la
insistencia y de las generosas ayudas que el Gobierno Vasco, las Diputaciones y los
organismos dependientes de ambos han distribuido. Es cierto que se han constituido un
núcleo relativamente reducido de empresas altamente innovadoras, pero siguen
coexistiendo con un amplio número de empresas de pequeño tamaño que no ha

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completado su proceso de reestructuración y se encuentran enfrentados a mercados
maduros con débil demanda en el que no se innova y apenas se invierte (Plaza y
Velasco, 2001).

d) Política de infraestructuras

La provisión de infraestructuras industriales ha sido objeto de atención por parte de las


administraciones vascas desde el inicio de la Autonomía, habida cuenta del deterioro
existente y de la extraordinaria concentración geográfica de las infraestructuras
preexistentes. Desde principios de los años ochenta la SPRI puso en marcha el
programa Industrialdeak, consistente en la urbanización de polígonos y construcción en
ellos de pabellones modulares que se ofrecen a los empresarios en condiciones muy
favorables de acceso a la propiedad y con la posibilidad de acceso a una serie de
servicios comunes. Paralelamente, la Diputación Foral de Bizkaia puso en marcha el
programa Elkartegiak, de similares características.

Estas iniciativas han logrado una mayor racionalización y reordenación del espacio
industrial en el País Vasco, así como desplazar a localizaciones más idóneas a
numerosas microempresas industriales (y a otras no tan pequeñas) ubicadas más o
menos irregularmente en los cascos urbanos, lo que ha ayudado también a los procesos
de mejora urbanística en muchos municipios. Asimismo, han existido actuaciones
diversas instituciones públicas (Bizkailur, Infoinvest, etc.) dedicadas a la compra y
urbanización de suelo industrial.

A pesar de este importante esfuerzo siguen existiendo necesidades de suelo industrial


bien gestionado y competitivo en precios, especialmente en la Margen Izquierda, y
siguen existiendo cuestiones sobre las que es necesario reflexionar. Cualquier estrategia
de suelo industrial, y más en el País Vasco, debe partir del criterio de que el suelo es un
bien escaso, que hay que proteger; si bien esta protección debe ser compatible con la
generación de condiciones que permitan el desarrollo económico y la mejora del
bienestar social.

Conviene reducir al máximo posible la necesidad de colonizar nuevas zonas, que hasta
ahora ha sido la política de suelo prioritaria, y acometer en serio la reconversión de las
áreas que se encuentran degradadas y obsoletas y, por tanto, no son aptas hoy para un
uso industrial competitivo. A pesar de que se ha avanzado mucho en este ámbito, es
necesario constatar que, veinte años después de iniciado el proceso de reconversión
industrial, sigue sin haber en gran medida una estrategia activa y ambiciosa de
regeneración de suelo industrial para su reutilización por la industria. Puede resultar
pertinente esta reflexión, también, en estos momentos en que se puede prever la
deslocalización de algunas actividades industriales hacia el exterior.

Otro reto se refiere a la necesidad de acometer una estrategia ambiciosa de


descontaminación de suelos industriales. Hemos recorrido un importante camino para
resolver este problema, que sigue siendo clave. Por ejemplo, desde 1998 existe un
inventario de suelos potencialmente contaminados que localizó en el conjunto del País
Vasco 8567 emplazamientos, que ocupaban unas 7.900 hectáreas dañadas
fundamentalmente por la industria de transformación de metales y, en menor medida, el
reciclaje de chatarra, gasolineras, fábricas químicas y madereras. De ellas, 2.432
hectáreas están localizadas en el Bilbao Metropolitano (30,8% del País Vasco y 76% de

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Vizcaya). En febrero de 2005, se aprobó la Ley para la Prevención y Corrección de la
Contaminación del Suelo en el Parlamento Vasco. Además, se han puesto en marcha
acciones en este ámbito, desde hace ya un tiempo, por parte del sector público, que es el
que se va a tener que implicar de lleno en la materia, para empezar a recuperar suelos
contaminados. Pero el ritmo es insuficiente y hay cuestiones previas a resolver antes de
acometer los trabajos como, por ejemplo, el establecimiento de procedimientos de
tratamiento e inertización de los residuos que los procesos de limpieza generen.

A pesar de lo dicho, y a pesar del esfuerzo realizado por todas las administraciones
sigue existiendo un problema de base: para poder llevar a cabo una política de suelo
industrial resulta imprescindible disponer de reservas estratégicas de suelo urbanizado
suficiente, para que en caso de que se juzgue necesario pueda ser ocupado sin excesiva
dilación. Este es especialmente el caso de potenciales localizaciones de grandes
unidades industriales, que en modo alguno el País Vasco puede descuidar. En opinión
de muchos, dadas las características de Vizcaya y Guipúzcoa, Álava es el territorio
histórico idóneo para acometer gran parte de este esfuerzo, que sólo puede ser abordado
de manera conjunta y coordinada por todas las administraciones.

4. CAMBIO EN LAS PAUTAS DE LOCALIZACIÓN DE LA


ACTIVIDAD ECONÓMICA
Como se ha apuntado en epígrafes anteriores, la industria vizcaína ha registrado
notables cambios en su dimensión, grado de internacionalización, dinamismo y
localización. Estas transformaciones han sido paralelas a otros cambios, que han dado
como resultado un área metropolitana más atractiva para vivir y mejor equipada para
afrontar los retos pendientes, producidos en gran medida a través de la coordinación
entre diferentes instituciones. Veamos a continuación, descendiendo a una escala
intramunicipal, los principales cambios ocurridos en la urbe cuyo lema es “Bilbao en el
corazón”.

Principales transformaciones urbanas


La transformación de la ciudad de Bilbao y su comarca metropolitana desde 1980 hasta
la actualidad ha sido cuanto menos sorprendente y ya forma parte de las “success
stories” en procesos de revitalización. Bilbao irrumpe en el mapa mundial de la mano
del Museo Guggenheim, que se ha erigido en símbolo de la ciudad y ha impulsado un
cambio imprevisto; pero la capital vizcaína es algo más que la obra maestra del
arquitecto Frank Gehry.

En este apartado nos ocuparemos de la parte “hard” del proceso de revitalización, de las
modificaciones habidas en la propia trama urbana. La reorganización urbana registrada
en Bilbao Metropolitano ha tenido como eje vertebrador la Ría y como nodo la propia
capital vizcaína. El PGOU de Bilbao (aprobación definitiva en 1994) establece la Ría
como eje simbólico y físico en torno al cual reordenar la trama urbana de una ciudad
azotada por la desindustrialización. Este eje fluvial, que permitió un gran desarrollo
mercantil y posteriormente industrial había permanecido desconectado de una ciudad
que había crecido a sus espaldas. Hoy en día ya se han recuperado diferentes tramos de
este corredor fluvial en el que se fusionan los elementos naturales y urbanísticos.

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Dos factores genéricos nos ayudan a componer el esquema territorial de la
reestructuración urbana: la accesibilidad y el precio del suelo. Los suelos más próximos
al centro urbano de Bilbao y los que disponían de una mayor accesibilidad potencial han
sido los primeros en experimentar una transformación. Asimismo, esos suelos más
próximos al centro y ubicados frente a la Ría son los que adquieren un mayor valor y
acusan una mayor rapidez de cambio. La pauta en el cambio del uso del suelo ha sido la
transición del suelo industrial, portuario y ferroviario a uso residencial, terciario y de
ocio. La asignación de un mayor o menor volumen de suelo para vivienda, oficinas,
equipamientos culturales o zonas verdes ha dependido de la ubicación en relación a su
accesibilidad, al precio del suelo en el mercado y a la coyuntura económica.

Los grandes propietarios del suelo en el que se han ejecutado las transformaciones
urbanas son:
- Autoridad Portuaria de Bilbao.
- RENFE.
- Empresas industriales que cerraron por la crisis (Astilleros Euskalduna, Altos
Hornos de Vizcaya…).

Pero el organismo clave ha sido la sociedad “Bilbao Ría-2000” (1992) constituida por
diversos organismos públicos (50% estatales y 50% locales), que ha impulsado los
principales proyectos de renovación de Bilbao. Previamente, “Bilbao Metrópoli-30”
(1991) había ido propulsando una reflexión sobre la necesidad de promover la
revitalización del área metropolitana.

Veamos a continuación donde se han producido los cambios urbanos más reseñables y
cómo se han articulado los diferentes factores y agentes. En el municipio de Bilbao tres
proyectos merecen un comentario individualizado (ver Mapa 1):

a) Variante Sur Ferroviaria


b) Abandoibarra
c) Zorrozaurre

a) Variante Sur Ferroviaria.

Es una obra de remodelación urbana fundamental en Bilbao, ya finalizada. Incluía dos


proyectos:

- Desaparición de la estación ferroviaria de mercancías de Amézola. El uso


ferroviario previo ha dado paso al uso residencial, a zonas verdes y a una nueva
calle (Avenida del Ferrocarril). Asimismo, se ha procedido a construir una nueva
estación de pasajeros (Amézola), que conecta con el intercambiador de San Mamés
(metro, línea RENFE de Margen Izquierda y tranvía). Esta obra ha eliminado la
barrera ferroviaria entre la periférica y antaño zona industrial sur de Bilbao
(Recalde) y el ensanche de Indautxu, dotándola de mayor accesibilidad.
- Levantamiento de la línea ferroviaria de pasajeros Bilbao-Santurce desde Bilbao
La Naja a Olaveaga. Con esta obra los usos ferroviario y portuario que ocupaban la
primera línea de la Ría en Abandoibarra son anulados, desapareciendo, así, la
barrera entre la Ría y el Ensanche.

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b) Abandoibarra.

Es la operación de cinco estrellas del nuevo Bilbao por albergar al Museo Guggenheim
y a otros inquilinos de lujo. Pueden distinguirse tres zonas correspondientes con los
antiguos muelles del Puerto: Churruca, Abando y Helguera, hoy en día reconvertidos en
el parque de Ribera.

Frente al muelle de Churruca, en el solar de la fábrica “Compañía de Maderas” (1908) y


flanqueado por el Puente de la Salve, se erige el museo Guggenheim. Antes de la
remodelación, el uso del suelo era portuario, ferroviario e industrial. Era una zona
aislada del Ensanche, debido a esas infraestructuras de comunicación, a pesar de la
proximidad física al centro urbano. En este enclave podemos situar el renacimiento del
Bilbao post-industrial. Su accesibilidad se ha visto reforzada expresamente con el
trazado del tranvía que conecta Abandoibarra con la red del Metro. De este modo, se ha
conseguido la conexión entre el Ensanche y la Ría e integrar esta nueva zona en la
ciudad.

El proyecto del Guggenheim fue objeto de controversia por la elevada inversión que
precisó (17.000 millones de pesetas) y su carácter exógeno. Hoy en día se ha convertido
en el emblema más preciado de la ciudad y ha supuesto un indudable tirón del turismo
para Bilbao y resto del País Vasco. Hasta finales de 2005 recibió más de ocho millones
de visitantes (como media 900.000 al año; 60% extranjeros). Próximo a cumplir su
primera década, las cifras de visitantes parecen desechar la idea de que este museo
tuviera un ciclo de vida de producto limitado (Plaza, 2000) y todo parece apuntar que se
ha hecho un hueco entre las escalas obligadas de turismo internacional.

Desde el punto de vista de la regeneración urbana (cuadro 8) ha significado la


concentración de una inversión elevada (183,7 millones de €), en un ámbito territorial
muy limitado (348.500 m2) a lo largo del eje de la Ría. Por supuesto, que los efectos
han sido difundidos en un ámbito más amplio si atendemos al alcance turístico. Otro
aspecto a reseñar es que con las plusvalías obtenidas por la venta de suelo residencial se
han financiado parte de las obras de Abandoibarra y mejoras de barrios periféricos de
Bilbao (muelles de Bilbao La Vieja) y Baracaldo (Galindo).

Contiguo al muelle de Churruca se ubicaba el muelle de Abando. Estos terrenos


pertenecían a RENFE y al Puerto. El Puerto al cesar su actividad en este muelle permite
que el Puente de Deusto se incorpore a la trama fija de la ciudad. De cara a mejorar el
enlace de Abandoibarra con la otra margen de la Ría se construyó la pasarela peatonal
“Pedro Arrrupe”, que ofrece un acceso inmediato entre Abandoibarra y la Universidad
de Deusto. Esta pasarela ofrece continuidad espacial entre los dos viales peatonales
paralelos a la Ría (Campo Volantín y parque de Ribera) desde el Ayuntamiento hasta el
también reciente puente Euskalduna. En una ciudad en la que escaseaban los espacios
públicos, como zonas verdes y paseos, cobra más relevancia si cabe la recuperación de
estos lugares para su uso por los ciudadanos.

En lo que fue el muelle de Abando y explanada anexa (Campa de los Ingleses) se ha


iniciado la construcción de una torre de oficinas y varios edificios de viviendas.
Abandoibarra se ha convertido en una oportunidad de negocio, que los grandes grupos
inmobiliarios no han ignorado. También está prevista la ubicación de la nueva

19
Biblioteca de la Universidad de Deusto y el Rectorado de la Universidad del País
Vasco.

A continuación, entre el puente de Deusto y el de Euskalduna está la zona que


correspondía al muelle Helguera y los astilleros Euskalduna (1900). Estos astilleros
fueron cerrados a principios de la década de 1980 a consecuencia de la reconversión en
AESA. Este espacio portuario y de astilleros ha sido sustituido por uso de equipamiento,
residencial y comercial. El punto de arranque fue con el Palacio de Música y Congresos
Euskalduna (1999), cuya adecuada gestión ha supuesto un pilar fundamental en el
relanzamiento de Bilbao como ciudad de congresos y ha generado sinergias con el
Guggenheim. A pocos metros del palacio Euskalduna está el Museo Marítimo, el Hotel
Sheraton, el centro comercial Zubiarte y viviendas de lujo, todo ello finalizado en 2004.
Este área contigua al Ensanche constituye hoy su prolongación.

Abandoibarra, la zona de antiguos muelles, ferrocarriles y astilleros, entre el puente de


La Salve y el de Euskalduna se ha reconquistado para el tejido urbano, convirtiéndose
en un nuevo centro turístico, congresual y residencial. La industria, el puerto y el
ferrocarril han aportado suelos estratégicos en el proceso de revitalización
metropolitana. Estos suelos a finales del siglo XIX formaban parte de la periferia de la
ciudad y debido al propio crecimiento urbano fueron quedando integrados en la urbe. Su
ubicación en el frente de la Ría con un fuerte potencial paisajístico y la proximidad a la
ciudad construida han permitido reorganizar el plano urbano. Esta aportación de suelos
cobra aún más relevancia en una ciudad tan densa como Bilbao, donde la ausencia de
ese bien escaso ha sido un problema intrínseco a su crecimiento. La industria y el Puerto
por su parte han ido relocalizándose a mayor distancia de la capital donde puedan
adecuar sus infraestructuras a las necesidades actuales.

c) Zorrozaurre.

La península de Zorrozaurre, una reliquia de la industrialización, se encuentra inmersa


en un proceso de transformación inminente. El suelo es propiedad de la Autoridad
Portuaria en un 60% y el resto del Ayuntamiento, Diputación y Comisión Gestora para
el Desarrollo Urbanístico de Zorrozaurre. Esta península fue identificada como una de
las “áreas de oportunidad de la Villa” (Ayto. de Bilbao, 2002), donde han existido
proyectos para la creación de un parque empresarial con alto contenido innovador y
tecnológico, que parecen no haber prosperado. Finalmente, el Plan Especial, adjudicado
en 2004 a la arquitecta Zaha Hadid, siguiendo la tradición de acudir a arquitectos de
prestigio internacional, prefigura la zona como de uso residencial, deportivo y terciario.
Está prevista la construcción de 5.300 viviendas y doce puentes. El futuro de esta zona,
cuya accesibilidad y urbanización general han de ser sustancialmente mejoradas, va a
depender básicamente de la coyuntura inmobiliaria. Este “planeamiento light” como
señalan Borja-Muxí (2003) no parece responder a un proyecto coherente de futuro de la
ciudad.

Las instalaciones del Puerto en esta zona, Canal de Deusto, cesaron en 2003 y sólo
mantiene en el municipio de Bilbao el Muelle de Zorroza, que se mantendrá activo hasta
2015. El Puerto de Bilbao ha ido trasladándose del puerto interior (desde el puente del
Ayuntamiento hasta el puente Colgante) al puerto exterior (desde puente Colgante hasta
el Superpuerto). Con la relocalización de sus instalaciones en el puerto exterior ha
facilitado la reutilización de suelos estratégicos en la ribera de la Ría.

20
Para concluir hay que señalar que el proceso de revitalización urbana en Bilbao ha
estado caracterizado por una notable presencia de organismos públicos. Buena parte de
los solares que han sido reconvertidos y recalificados eran de titularidad pública y una
aportación considerable de la financiación ha llegado de la administración local,
nacional y europea. Esta relevancia de la inversión pública se ha dado también en otras
ciudades que estuvieron inmersas en un fuerte proceso de declive industrial como
Dortmund (Alemania). A pesar del protagonismo público, la descoordinación entre los
procesos de revitalización urbana y de promoción económica ha sido la tónica
dominante (Esteban, 2005). Sí que hay excepciones como el área de Galindo en
Baracaldo (comentado más adelante), y que favorece un mayor equilibrio entre áreas
residenciales y concentraciones de empleo.

A pesar de la tardía acometida, la revitalización urbana (Torres, 1995) ha obtenido


prioridad por parte de las instituciones, una vez iniciado el proceso. En la
transformación del Bilbao Metropolitano también habría que comentar otros proyectos
de renovación de infraestructuras (aeropuerto, puerto, feria de muestras) y la
construcción de otras nuevas, como el Metro y el Parque Tecnológico.

Couch-Fraser (2003) plantean qué diferencias pueden señalarse en las distintas políticas
de revitalización urbana implementadas en ciudades europeas. Según estos autores lo
que cambia es la entidad y complejidad de los problemas, la velocidad del cambio, la
escala y sofisticación de la política. En este sentido el Guggenheim “ha sido un
extraordinario acelerador y punta de iceberg de la transformación de Bilbao” (Otaola,
2001).

MAPA 1

Cambios funcionales y morfológicos


Baracaldo, municipio vizcaíno de tradición fabril por excelencia, en la ribera de la Ría,
ha protagonizado, también, una importante transformación urbana y económica. A
principios del siglo XX era conocido por albergar a una de las mayores fábricas
siderúrgicas españolas, Altos Hornos de Vizcaya (AHV). Hoy en día destaca por la
nueva Feria (Bilbao Exhibition Centre) y el parque comercial “Megapark” (imán
Ikea…), es decir, por la oferta de equipamiento de servicios y la mayor oferta comercial
del norte de la península. Hay varias semejanzas con Bilbao: uso industrial previo,
frente de la Ría, mejora de accesibilidad e infraestructuras para el área metropolitana,
que iremos desgranando a continuación.

En Baracaldo tres zonas (Mapa 1) han desempeñado un papel fundamental en el proceso


de revitalización metropolitana:

a) Zona de Careaga.
b) Vega de Galindo.
c) Vega de Ansio.

a) Zona de Careaga.

21
En esta zona podemos localizar el inicio del cambio urbano y funcional acontecido. La
apertura de la Solución Ugaldebieta en 1987 supuso una notable mejora de accesibilidad
para la Margen Izquierda y su integración en el área metropolitana. Ese mismo año es
inaugurado el Centro de Transporte Aparcabisa, como sociedad pública. Su objetivo era
evitar la entrada de tráfico pesado a la ciudad y favorecer la revitalización de la zona
promoviendo una nueva actividad. El suelo, ubicado en Baracaldo y Trápaga, era una
zona de marismas que requería de una urbanización adecuada. Los propietarios eran
Babcock Wilcox, Puerto de Bilbao, Diputación Foral de Bizkaia y particulares. Otros
hitos reseñables en Careaga son la apertura del Elkartegi (polígono industrial) de
Trápaga (1986) y del centro comercial Max Center (1994). Asimismo, diversas
empresas se irán ubicando en la zona. Esta recualificación morfológica y funcional
tendrá su exponente en la valoración del suelo. El precio del suelo de pabellón en esta
zona ha experimentado un ascenso fulgurante. En 1986 el metro cuadrado se pagó a
2.000 pesetas; en 1999 alcanzaba las 25.000 y en 2006 es el precio más alto de Vizcaya
(3.000 €/m2).

La zona de Careaga ha culminado su transformación con el parque comercial Megapark


(2004), ubicado junto a la A-8, frente al centro comercial Max Center. Dispone de una
superficie bruta de 440.000 metros cuadrados y 137.000 de área comercial; concentra
las principales tiendas de firmas internacionales en distribución al por menor, siendo el
reclamo más conocido la multinacional sueca de muebles. La creación de empleo en
esta macroárea ha sido en torno a unos 2.000 (Abril 2005). Megapark ha eclipsado a
otros centros comerciales en Vizcaya y su ámbito de influencia comprende País Vasco y
regiones vecinas. El traspaso (Enero 2006) de Megapark por más de 200 millones de
euros nos da idea de la valoración de esta infraestructura comercial. Esta especialización
comercial es común a ciudades industriales que estuvieron inmersas en procesos de
desindustrialización como Newcastle (Reino Unido).

b) Vega de Galindo.

AHV a principios de la década de 1980 estaba sumida en una profunda crisis y en 1997
fue inaugurada ACB (Acería Compacta de Bizkaia, S.A.) en el aledaño municipio de
Sestao, (en 2006 emplea a 450 personas y pertenece al grupo Arcelor). La desaparición
de AHV ha permitido liberar dos amplios solares en Baracaldo próximos a los enlaces
de la autovía: la vega de Galindo y la de Ansio. Ha supuesto el derribo de la muralla
industrial que rodeaba Baracaldo, facilitando la aparición de otros usos y acercando el
casco urbano baracaldés a la Ría. La recuperación de la vega de Galindo (500.000 m2,
ver Cuadro 8), cuyo único propietario era la Diputación Foral de Bizkaia ha facilitado el
proceso de gestión. Las obras de acondicionamiento fueron encomendadas a Bilbao Ría
2000 y recibió financiación de la Iniciativa Comunitaria URBAN. El uso industrial
previo ha sido sustituido por residencial (2.000 viviendas, 500 de VPO), parque
empresarial, equipamientos deportivos y zonas verdes. El nivel de consolidación de la
zona es bastante avanzado.

En Galindo fue instalada la sede del CEDEMI en 1997 por la Diputación y la SPRI para
promover la creación de empresas en la Margen Izquierda, la zona más afectada por la
crisis industrial. Dispone de una incubadora de empresas, donde pueden estar instaladas
las nuevas iniciativas empresariales por un período máximo de cinco años. De 1997 a

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2006 ha apoyado la aparición de 135 empresas, destacando la mayoría con un perfil
innovador y tecnológico. Han generado 1.198 empleos y una inversión de 40 millones
de euros. De la inversión realizada el 24,4% fue en industria, el 28,9% en servicios
conexos a la industria y el 46,7% en servicios. Datos que nos revelan cómo en torno a la
industria sigue pivotando un dinamismo reseñable y la oportunidad de ubicar en esta
zona una agencia de promoción empresarial. Hoy en día las elevadas tasas de paro de
los años 80 forman parte de la historia. En Diciembre de 2005 la tasa de paro de la
Margen Izquierda era del 11%, ligeramente superior a la provincial (7%).

c) Vega de Ansio.

La vega de Ansio está ocupada actualmente por la Nueva Feria de Muestras (BEC)
inaugurada en 2004. Además del espacio ferial, dispone de un recinto para conciertos,
acontecimientos deportivos etc. (Bizkaia Arena). Las dimensiones y prestaciones de
BEC han actualizado una infraestructura que se había quedado obsoleta. La
relocalización de la Feria desde Bilbao a Baracaldo ha supuesto la definitiva integración
de la antaño localidad fabril en la metrópoli. La llegada del metro a la Margen Izquierda
en 2003, y con parada junto a la Feria, ha acercado un poco más las dos márgenes de la
Ría. Baracaldo en la actualidad es ya un centro terciario a nivel metropolitano.

La recuperación de la ribera parece ir avanzando paulatinamente. El Parque Empresarial


de Burceña (Baracaldo), en la desembocadura del río Cadagua, va a sustituir un área
fabril muy deteriorada y ocupada por instalaciones ferroviarias, portuarias y ruinas
industriales. La imagen del “waterfront” baracaldés ha quedado individualizada con el
cargadero de mineral, integrando el patrimonio arqueológico-industrial en el nuevo
espacio público (Juaristi, 2003). En Sestao está previsto que un hotel y un parque
empresarial se localicen en suelo ocupado por una empresa industrial, junto a los
astilleros de la Naval y en continuación espacial con la transformación de la vega de
Galindo.

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Cuadro 8: Inversión prevista en áreas de actuación (Marzo 2004)

ÁREAS MILLONES DE €

Abandoibarra 183,7
Amezola 87
Bilbao La Vieja 35,1
Recuperación bordes de la Ría 3
Variante Sur Ferroviaria 112,5
Basurto-San Mamés-Olabeaga 17
Nuevas estaciones 21,1
Baracaldo 208,3

TOTAL 667,7

SUPERFICIES REGENERADAS

ÁREAS METROS CUADRADOS

Abandoibarra 348.500
Amezola 110.000
Barakaldo 603.000

Parques y zonas de esparcimiento 337.000


Equipamientos públicos 230.200
Fuente: Bilbao Ría 2000.

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Nuevos espacios planificados en las áreas urbanas (parques empresariales
y tecnológicos)
En los anteriores apartados hemos abordado los cambios urbanos localizados en
antiguos espacios industriales y su nueva funcionalidad. A continuación vamos a ver
cómo la industria en Bilbao Metropolitano ha registrado un dinamismo inusitado en el
valle de Asúa (Txorierri), prototipo del paisaje industrial de los años 90.

El valle de Txorierri (Loiu, Sondika, Derio, Zamudio, Lezama y Larrabetzu), situado a


unos diez kilómetros de Bilbao, constituía una zona industrial hacia 1980, pero carecía
de la acusada congestión de la Margen Izquierda. A partir de 1985 experimenta un
notable desarrollo, debido a la ubicación de numerosos parques empresariales y del
primer parque tecnológico del País Vasco. En 2004 el Txorierri concentra casi 10.000
empleos industriales, que suponen el 18% de Bilbao Metropolitano (ver Mapa 2).

La conexión a la A-8, la ubicación del aeropuerto (ahora en Loiu y anteriormente en


Sondika), la proximidad a Bilbao, un entorno ambiental aceptable y la disponibilidad de
suelo han propiciado el crecimiento fabril de este valle. La apertura de los túneles de
Artxanda ha mejorado la conexión por carretera entre Bilbao y el Valle de Txorierri.
Quedaría por resolver una conexión ferroviaria rápida entre margen derecha y dicho
valle, ya que la autovía existente registra atascos diarios a las horas punta. Por otra
parte, la consolidación de un centro de FP en Derio del Grupo MCC, con una clara
orientación técnica y comercial, respalda la preparación de futuros trabajadores en la
zona.

La apertura del Parque Tecnológico en Zamudio en 1989 va a marcar un hito en la


instalación de empresas. En Zamudio en el año 1984 había en torno a 2.000 empleos
industriales, siendo los subsectores más destacados transformados metálicos, papel y
maquinaria. Esa estructura se ha visto modificada por el nuevo tejido empresarial del
Parque. Los datos de 2005 del Parque cifran el volumen de empleados en sus
instalaciones en 6.100 y una facturación de 1.655 millones de euros. Los subsectores en
los que destaca son TICs (36% del empleo), aeronaútica (22%) y centros de I+D (11%).
La consolidación del parque (ratio de ocupación del 94%) y la demanda existente llevó
a su ampliación en el vecino municipio de Derio, donde ya han sido ocupadas las
diferentes parcelas, siendo la extensión total del Parque de 205 hectáreas. El pool de
Zamudio constituye, sin duda, uno de los cimientos tecnológicos e innovadores de la
economía vizcaína.

El futuro crecimiento del Parque está previsto que sea en Ortuella y Abanto-Zierbena,
municipios industriales, y antes mineros, de la Margen Izquierda.

En el Plan Territorial Parcial (PTP) del Bilbao Metropolitano, (Avance en 1997 y


aprobación provisional en 2005) se ubica en este valle la mayor superficie de suelo para
actividades económicas. La atracción locacional de esta zona por parte de las empresas
queda reflejada en la oferta de suelo industrial (ver Mapa 3). La oferta privada de suelo
industrial está localizada en su mayor parte en valle de Txorierri, Galdakao y Margen
Derecha. Parece que la iniciativa privada reacciona más rápidamente a previsiones de
planeamiento, mejora de comunicaciones y demanda de las empresas. En la actualidad
el nivel de ocupación del suelo industrial es prácticamente total. La oferta de suelo

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industrial pendiente de ejecutar es bastante limitada, estando este valle próximo a la
saturación.

AQUÍ MAPA 3

Aparte del Txorierri, en relación a la localización de parques empresariales, podemos


observar que la oferta de suelo industrial está localizada mayoritariamente en la
comarca de Bilbao Metropolitano, ya sea de iniciativa privada o pública. El resto de la
oferta presenta una vinculación áreas de tradición industrial (Duranguesado, Igorre y
Bermeo) y áreas rurales en las que intentan promover el desarrollo endógeno
(Guizaburuaga, Artea y Turtzioz). La oferta pública supone un 68% del total (2.670.999
metros cuadrados brutos) y la oferta privada (Neinor) el 32% restante (1.271.921) (ver
Cuadro 9).

Esta oferta de suelo industrial vendrá a paliar, en parte, la escasez de suelo industrial en
la conurbación metropolitana. Sin embargo, futuras actuaciones tendrán probablemente
que orientarse a la reutilización de suelos industriales y de la infraestructura
aeroportuaria obsoleta. Actuaciones que se verán encarecidas por la necesidad de
reciclar dicho suelo. Recordemos que Bilbao Metropolitano concentra el 76% de los
suelos potencialmente contaminados de Vizcaya. La revalorización del suelo en áreas
industriales tradicionales (Baracaldo, Basauri, Erandio) es un indicador que expresa la
demanda insatisfecha que existe en estas zonas.

Cuadro 9: Oferta de suelo industrial de iniciativa pública y privada en 2005


ENTIDAD M2 BRUTOS %

Azpiegitura 182.542 4,6


Infoinvest 500.000 12,7
Neinor 1.190.000 30,2
Sprilur 2.070.379 52,5

TOTAL 3.942.921 100,0


Fuente: Varios organismos.

Los mapas de empleo industrial y de oferta de suelo industrial revelan la resistencia a


rebasar el límite metropolitano existente. Tendencia que estaría relacionada con la
vigencia de las economías de aglomeración y el crecimiento más moderado del Bilbao
Metropolitano en el contexto español. Pero también con la continuidad a lo largo de más
de un siglo del binomio industria y ciudad.

A MODO DE CONCLUSIÓN
El futuro de la industria en el Bilbao Metropolitano está marcado por la incertidumbre.
La atención y el temor están puestos en la competencia que está llegando desde los
países del Este recientemente incorporados a la Unión Europea, que se contemplan más
como amenaza que como oportunidad. Ejemplos varios tenemos ya de empresas
(Ericsson, Expal, Newell, Cabot, Saint Gobain...) que, en uso de su libertad, han hecho
las maletas para beneficiarse de las ventajas competitivas que ofrecen en el Centro y
Este de Europa. A esto hay que unir, lo que es peor, la marcha prevista de empresas
como Virtisú (Ortuella) o Sefanitro (Baracaldo), para concentrar en otras partes de

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España la producción que venían obteniendo en Euskadi, y que tendrá un impacto
específicamente metropolitano. Hace un par de décadas era el conjunto de la economía
española, la que ofrecía esas ventajas competitivas, pero ya no se dispone de ese
atractivo y se vivirán más deslocalizaciones, sobre todo si no se termina de asumir el
tipo de actividad económica y de sociedad que nos corresponde por geopolítica y nivel
de desarrollo; en cuatro palabras: alta tecnología, educación e investigación. El único
aspecto positivo que puede traer consigo la deslocalización de empresas es la
reutilización de su suelo para actividades económicas, pudiéndose tratar de suelos
estratégicos en el contexto urbano actual.

Además, en el caso de Bilbao y el País Vasco, se ha producido en la última década un


claro desplazamiento de los centros de decisión de los escasos grandes grupos hacia
Madrid; Además, empresas como Iberdrola y BBVA han desmantelado sus
corporaciones industriales; y algunas de las principales empresas industriales de tamaño
mediano y grande están siendo compradas por empresas españolas y extranjeras
(Cementos Lemona, Sidenor, Naturcorp, Aristrain y ACB, etc.). Como señala el
Diputado de Promoción Económica de Vizcaya, el hecho de que “cada vez tengamos
más centros de decisión fuera de Vizcaya nos perjudica y aumenta el riesgo de fugas de
empresas”.

Conscientes de esta situación, las administraciones vascas están reaccionando con una
mezcla de medidas defensivas y proactivas. En nuestra opinión, las medidas defensivas
tienen poco recorrido y conviene centrar la atención en otras. Para ello, se están
incentivando las fusiones y formalización de alianzas estables entre empresas, que les
permitan competir en los mercados globales desde una posición más favorable. Se ha
reconocido, asimismo, la necesidad de dar un salto cualitativo en las actividades de I+D
que realizan las empresas y para ello el tamaño de las compañías también es
determinante a la hora de adoptar decisiones de inversión en este tipo de actividades.

Si bien ante determinadas tendencias inexorables el margen de actuación es limitado, en


el proceso de revitalización en curso sería deseable que fueran incorporados objetivos
de promoción económica, además de mejora del entorno urbano. La escasez de suelo
industrial en el área metropolitana no puede quedar sujeta a la improvisación, exige una
mayor coordinación administrativa y una mayor óptica territorial.

Pero, sin lugar a dudas, el terrorismo y la situación de violencia y crispación política


vivida en el País Vasco ha actuado como una losa en la labor desempeñada por el
empresariado y la sociedad vasca. La perspectiva actual del fin del terrorismo abre una
oportunidad histórica de esperanza en volver a recuperar el tradicional dinamismo
económico e inversor de Bilbao y el País Vasco.

* Las autoras agradecen sinceramente a la Licenciada en Topografía y Geografía Dña.


Irantzu Álvarez la elaboración de la cartografía.

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