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Para mantener la forma activa comunitaria tradicional del rosario entonado en voz alta, su-
gerimos que en los misterios haya una rotación constante de LECTORES. Así se siente
más la actividad comunitaria. Es necesario por lo tanto que se distribuyan varios folletos y
se vuelvan a recoger como se hace con El Oficio de la Horas en las parroquias cuando
estos se celebran con la comunidad. Si se quiere, las partes salmodiadas se pueden ento-
nar comunitariamente (como se hace en El Oficio de las Horas), y el Lector sólo entona la
parte intencional. El ORGANIZADOR es el que debe cuidar estos detalles para que el Ro-
sario sea tan dinámico como el tradicional.
Parroquia de San Juan Bautista de la Salle LOS MISTERIOS DEL ROSARIO Y SALMOS QUE NOS AYUDAN
A PROFUNDIZARLOS
Kra. 11 sur N° 28A 30 tel. 2723938 Barrio Country Sur
En seguida enunciamos los misterios y le invitamos a que los combine
con algunas partes de los salmos que por las palabras que contienen los
ligan a los sentimientos y a lo que dijeron los personajes del misterio
meditado. Son los salmos una guía certera para expresar los sentimien-
tos que se generan al contemplar los misterios del Rosario. No es nece-
sario que lea todo el salmo o toda la parte sugerida, basta que elija
MEDITEMOS EL ROSARIO CON LOS SALMOS aquella frase del Divino Espíritu que más le conmueva, pues de eso se
trata, de mover el corazón a la piedad. Sugerimos a veces frases pro-
Los pueblos antiguos, en su mayoría de gentes analfabetas, conserva- pias que incitan el corazón al sentimiento y es muy importante que in-
ban las tradiciones por medio de leyendas, dichos y cantos. voque con frecuencia al Divino Espíritu como compañero para que le
El Espíritu Santo condensó para su pueblo elegido, en 150 hermosos explique las palabras de La Divina Escritura que Él mismo inspiró y en
himnos, toda la revelación hecha vida en el pueblo, en cada persona y los cuales puede ver la vida de Jesús, de María y su propia vida.
de un modo pleno en Cristo y la Madre. En ellos cuenta que Dios es Si usted ora solo o tiene la responsabilidad y el don de dirigir el santo
origen de todas las cosas, que todo lo conoce y nada le es oculto, da rosario, le damos un listado al inicio de salmos con los que puede
normas sabias, y nos enseña a expresarnos en momentos dolor, fatigas, acompañar y hacer las variaciones que el Espíritu le dicte como perti-
horas de angustia por los que debemos pasar junto a su Cristo y la Ma- nentes para profundizar la meditación de los misterios que correspon-
dre para después entonar himnos victoriosos prefigurados en algunos den a ese día. En cada misterio rezaremos de dos a cinco avemarías y
salmos. La Virgen Madre en el templo meditaba en el libro Sagrado, y las avemarías faltantes las reemplazaremos con trozos de salmos y pe-
conocía bien estos hermosos cantos a medida que en ellos leía su diario queñas sugerencias que nos ayuden a profundizar en el misterio medita-
acontecer. Nos dice Lucas: ella meditaba y guardaba todas estas co- do. Así evitamos que el rosario se prolongue más allá del tiempo que
sas en su corazón (Lc 2,19). Se dio cuenta que en Ella y en su Hijo se lleva el rezo de un rosario tradicional. Recuerde: Jesús y María conocí-
repetía toda la historia que había estudiado: la fe que se le exigió a an los salmos que fueron apoyo firme de su oración y luz para dirigir
Abraham para ofrecer a su hijo en sacrificio, el batallar de David, el
sus sentimientos hacia Dios Padre en el acontecer de sus vidas.
peregrinar de Moisés, el dolor de Job, la plegaria de Ester y Judith en
momentos de grande angustia y los hermosos himnos de Isaías que pre-
figuraban la vida que a Ella, a su Hijo y a nosotros nos toca vivir.
Nosotros, al rezar el Rosario, vamos junto con ella meditando lo que
ya está escrito, lo que ya conocemos, la historia del Cristo que se repite
en nosotros. Y con ella nos reconfortamos con la palabra del Divino Es-
píritu, escrita en el Libro Sagrado y condensada hermosamente en los
salmos.
En este misterio La Virgen Madre como toda mujer a la cual se le enco-
MISTERIOS GOZOSOS mienda la misión de tener un hijo, como a todo hombre al que se le enco-
Se celebran los lunes y los sábados mienda la vida y una misión en ella, siente ansiedades o alegría ante la
nueva perspectiva, siente miedo de la nueva empresa o seguridad y gozo
Para meditar estos misterios le recomendamos los siguientes salmos: el 40 (39), el 103 (102), el ante el nuevo camino que se abre. En los salmos encontramos estos senti-
113(112), el 119(118), el 131(132), el 139(138), el 146(145), el 55(54), el 8. Nota importante:
colocamos entre paréntesis la enumeración litúrgica de los salmos que aparece en los misales
mientos: Alegría y júbilo o angustia.
y en algunas Biblias
.
Introducción (Al Organizador le corresponde leer u omitir la introducción según vea con- • 1° lector
veniente).
Padre con La Virgen Madre que ansiaba tener una misión en la vida
Se llaman gozosos porque celebran el momento en que Dios viene hasta exultamos de gozo con el salmo 34, (2-11) que nos recuerdan su Magníficat
el hombre en manera la más cariñosa de todas las posibles. Contrarres- expresión de alegría de la elegida como Madre del Mesías: Bendeciré a
tando la Soberbia del Maligno que tentó al primer hombre: Seréis como Yahvé en todo tiempo, en mi boca su alabanza, en Yahvé se gloría mi
Dios, ahora es Dios en su segunda Persona que se entrega Niño en bra- alma, óiganlos los humildes y alégrense. Engrandeced a Yahvé con-
zos de una mujer. Todavía hay espíritus rebeldes que no aceptan esta migo. El pobre ha gritado y Yahvé lo ha oído y le salva de todas sus
suprema muestra de amor y de ternura pero Jesús lo dirá: Yo soy la angustias. Acampa el ángel de Yahvé en torno a los que le temen.
Puerta y si no os hacéis como niños, no entraréis al Reino (Jn 10,9 y Gustad y ved qué bueno es el Señor, dichoso el hombre que se cobi-
Mt 18,3). Los niños junto con los cuidados que sus madres les brindan, ja en Él. Los ricos quedan pobres y hambrientos mas los que buscan
son uno de los rostros de la vida de Dios. Es María, la primera que en a Dios de ningún bien carecen.
suprema pureza y sencillez, con fe profunda, es capaz de aceptar y vi- El lector reza un padrenuestro y el avemaría:
vir, con plenitud, este rostro tierno y delicado de Dios. Meditemos
cómo sucedió esto, ayudados de los salmos 8, 40 y 131 donde se palpa
que no todo es gozo sino un batallar en la pobreza del destierro.
• 2° lector
Virgen madre, junto contigo nos entregamos a los designios de
• Organizador Dios, de Quien recibimos la vida, y decimos con el salmo 40:
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Los Miste- Dichoso el hombre que pone su confianza en Dios y no es rebelde, ni
rios que vamos a meditar son los gozosos. Pero primero profesemos anda tras la mentira. Oh Dios! Cuántas maravillas en tus designios
nuestra fe : Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y con nosotros. No quieres sacrificios, no pides dádivas y por eso digo:
de la tierra....etc. Aquí estoy para hacer tu voluntad. Yo te divulgo Dios y proclamo
públicamente mi fe en ti. No me avergüenzo de mi fe. Tú no contengas
• Organizador o el encargado de anunciar este misterio tus ternuras para mí y que tu verdad y tu amor constantes me guarden
1° misterio gozoso: LA ANUNCIACIÓN . Ella se turbó y el El lector reza un avemaría
ángel le dijo : Serénate María, Dios se ha complacido en ti y te va a
dar el don de un Hijo (Lucas 1,27 y siguientes)
• 3° lector
Por el temor natural de su misión de madres y ante la angustia que sen- tranjeros me adulan. Viva Yahvé, bendita mi roca, el Dios de mi sal-
timos frente a la vida, oremos junto con todas las mujeres actualmente vación sea ensalzado. Tú me liberas de mis enemigos, me libras del
embarazadas diciendo las palabras del salmo 40, 13 y ss. hombre violento.
Dios mío, ven en mi ayuda, pues me envuelven desdichas y mis culpas E lector o encargado reza el padrenuestro y el avemaría
me dan caza, no puedo ver claro y el corazón se me oprime pues me
siento culpable. Yo pobre y desdichado, oh Señor, piensa en mí, Tú mi • 1° lector
socorro y libertador Al eco de tu canto de alegría Virgen presurosa por las montañas de Ga-
El lector reza un avemaría lilea exultamos de gozo contigo diciendo con el salmo (salmo 18,34-49):
Gritad justos en honor a Yahvé, dad gracias con la cítara, cantadle
• otro lector un cántico nuevo: por su palabra fueron hechos los cielos. Él reúne
(salmo18, 31-33) Yahvé mi luz y salvación, ¿a quién he de temer? Yahvé las aguas del mar como en un odre. Ante Él todos tiemblan, pues ha-
mi refugio, ¿por qué he de temblar? Cuando todos los malhechores bló, mandó y se hizo. Yahvé mira de lo alto y ve a todos los hijos de
me quieren devorar, aunque estalle una guerra contra mí, estoy segu- Adán, Él forma el corazón de cada uno y repara en todas sus accio-
ro en mi Dios. Una cosa he pedido a Dios, una cosa estoy buscando, nes. Los ojos de Yahvé están sobre quienes le temen, sobre aquellos
morar en la casa de Yahvé todos los días de mi vida para gustar su que esperan su amor para librar su alma de la muerte y sostener su
dulzura y cuidar su Templo. Él me dará cobijo en su cabaña, me es- vida en la penuria. Nuestra alma en Yahvé espera, Él es nuestro soco-
conderá en lo oculto de su tienda, sobre una roca me colocará. rro y escudo. En Él se alegra nuestro corazón, y en su santo nombre
Para que todas las niñas embarazadas sientan esta fe de Dios con confiamos.
ellas recemos: El lector reza el avemaría y Gloria al Padre. El lector reza un avemaría
Introducción (Al Organizador le corresponde leer u omitir la introducción según vea con-
veniente).
No sabemos desde cuándo Jesús tuvo plena conciencia de ser el HIJO
DE DIOS. Es una conciencia, que como en todo cristiano, se va madu-
rando con el acontecer de la vida. En Jesús está vivencia tiene un matiz
más profundo porque por naturaleza y no por adopción, es Hijo. Ya
desde los doce años llamó : Mi Padre a Dios (Lc3,49), y dio muestras de
conocer muy bien las Sagradas Escrituras donde El Espíritu Divino ha-
bía escrito sobre el Hijo de Dios que iba a venir y que Él sabía por lo
que le contaba su Madre, que se estaban cumpliendo. Ratos muy subli-
mes debió pasar la Sagrada Familia cuando juntos leían el Libro Sagra-
do, y a medida que la Madre comentaba lo que había acontecido en Be-
lén y en el Templo, misterios gozosos que ya meditamos, el Niño les
mostraba lo que al respecto se había escrito. Por eso se lee en Prover-
bios (8,30) tal como lo traduce la liturgia cuando celebra las fiestas de
La Virgen: Yo (La Sabiduría) era su encanto cotidiano, todo el tiempo
jugaba en su presencia con la bola de la tierra, y gozaba con los hi-
jos de los hombres. Y en otro lado: Ni una jota de lo escrito dejará de
cumplirse (Mt5, 18). Pobre Madre, gozosa de la Sabiduría: Su Hijo, que
no sospecha la tragedia del Calvario. Esa LUZ hogareña que no pudo
ser apagada por la persecución de Herodes, ni por el destierro a Egipto,
ni por las incidencias de la vida cotidiana como la pérdida del Niño en
el templo, llegó a plena madurez y dejó el hogar para entregarse a los dré su mano sobre el mar, sobre los ríos sus derecha. Él me invocará:
hombres. Es Juan, el Bautista, el primer hombre que oficialmente de- Tú, mi Padre y yo haré de Él mi primogénito.
clara a Jesús como el Mesías. Tal vez ya María lo sabía. Esta manifes- El lector reza el padrenuestro y el avemaría
tación pública de Jesús como Mesías, Dios con nosotros, iba a ser
puesta a prueba por la incredulidad de los hombres como lo afirma el • 1° lector
texto sagrado (Sabiduría 2,12ss): Tendamos lazos al justo que nos fasti-
Pidamos que Jesús rija nuestra vida diciendo con el Salmista:
dia y se enfrenta a nuestro modo de obrar, al que se ufana de ser
Salmo 72(71) Señor: Confía tu juicio a tu Ungido para que rija a tu
Hijo de Dios y lleva una vida distinta. Veamos si sus palabras son
pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. Que Él defienda a los
verdaderas, sometámosle al ultraje y al tormento para conocer su
humildes de tu pueblo, socorra a los hijos del pobre. Que se postren
temple, condenémosle a una muerte afrentosa pues según Él, Dios le
ante Él los jefes de las naciones, que todos los pueblos le sirvan y le
asistirá. Pero antes de ser puesto a prueba por los hombres el Espíritu
obedezcan, porque Él librará al pobre que clamaba, al afligido que
lo lleva al desierto para que los espíritus malignos lo tienten y sean tes-
no tenía protector.
tigos de su poder sobre ellos. Meditemos cómo Jesús es Dios con noso-
El lector reza tres avemarías y Gloria al Padre, y al Hijo,....
tros.
• Organizador
• Organizador o el encargado de anunciar este misterio
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Los Miste- 2° misterio luminoso: LAS BODAS DE CANÁ: Y como falta-
rios que vamos a meditar son los luminosos. Pero primero profese- ra el vino , le dice su Madre : No tienen vino. Jesús le responde: Qué
mos nuestra fe : Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del tengo que ver contigo. Mi hora no ha llegado. La Madre indicó a los
cielo y de la tierra....etc. que servían: Haced lo que Él os diga. (Jn 2,5)
Este pasaje nos manifiesta que aunque todo está escrito y Ni una jota
• Organizador o el encargado de anunciar este misterio de lo escrito dejará de cumplirse (Mt5, 18), podemos precipitar la lle-
1° misterio luminoso: BAUTISMO DE JESÚS. Y desde el cie- gada del Reino a nosotros, así como María precipitó la hora de Jesús, y
lo resonó esta voz: Este es mi Hijo, muy Amado. Escuchadle. (Lucas como lo dice Pedro en su segunda carta: Esperad y apresurad el día de
3,20) la Venida del Señor, viviendo en paz y siendo inmaculados e irrepro-
chables (2P3, 12,14).
A medida que rezamos el padrenuestro y el avemaría, reconozcamos a Reconozcamos a Jesús de tal forma que en nosotros se precipite su ple-
Jesús como el anunciado por las Escrituras prefigurado por David se- na manifestación.
gún estas palabras del Salmo 89. El lector reza el padrenuestro y el avemaría
Jesús es cada vez más consciente de su pleno poder y reprocha con fre- • 1° lector
cuencia la falta de fe de sus seguidores. Recordemos que con la presen-
Salmo 66 (65) Que se postre ante ti la tierra entera. Venid a ver las
cia de Dios entre nosotros la angustia, la enfermedad, las necesidades
obras de Dios sus temibles proezas. Alegrémonos con Dios que con
materiales, y la misma muerte pueden ser asumidas en el poder de
poder gobierna eternamente Sus ojos vigilan a las naciones. Él nos
Aquel que tántas veces dijo a sus discípulos: No tengáis miedo (Lc5,
ha conservado la vida y no dejó que cayéramos en el peligro.
10; 12, 4 ,7). Estad alegres (Jn 16,20-24, 15,11)
El lector reza el padrenuestro y tres avemarías pidiendo que nues-
tra fe en Jesús sea cada vez más fuerte.
Salmo 121: Levanto mis ojos a los montes. El auxilio me viene del Se-
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
ñor que hizo el cielo y la tierra. Tu guardián no duerme, no permitirá
que tu pie resbale. El señor guarda tus entradas y tus salidas.
El lector reza el padrenuestro y el avemaría
• 1° lector
Salmo 30 (29): Yo te ensalzo, Padre, porque me has levantado, tú has
sacado mi alma del seol, me has recobrado de entre los que bajan a
la fosa. No permitiste que los enemigos se burlaran de mí
El lector reza el Padrenuestro y el avemaría
• 2° lector
Recordemos el sacrificio de Jesús descrito en el solemne salmo 89 (88),
39ss. Mas con todo has rechazado y despreciado a tu Ungido, rompiste
la alianza con tu Siervo, has abreviado los días de su juventud y le
has cubierto de ignominia. ¿Hasta cuándo Yahvé te esconderás?
¿Dónde están tus primeros amores que juraste a David por tu fideli-
dad? Llevo en mi seno todos los ultrajes de los pueblos. Bendito sea
Yahvé por siempre. Amén. Amén.
El lector reza el padre nuestro y el avemaría
Los sentimientos que Jesús tuvo en los momentos de su máxima prue- • 2° lector
ba, están expresados en muchos salmos. La Virgen Madre y Jesús co- Pidamos fortaleza para aquellos que están siendo probados y que en
nocían perfectamente los salmos, himnos antiquísimos que El Divino estos momentos estén participando de las angustias de nuestro her-
Espíritu regaló al pueblo para que expresara sus sentimientos delante mano Jesús: decimos con el salmo 69, 6:
de Dios según fueran las vicisitudes diarias. Vamos a meditar los miste-
rios dolorosos apoyados con las palabras de algunos salmos que expre- Dios mío, Tú conoces mi debilidad, no se te ocultan los hechos de mi
san lo que estaba Jesús viviendo en ese momento vida, que por mi causa no queden defraudados los que esperan en Ti.
Yo soy un pobre mal herido, respóndeme con la bondad de tu gracia.
• Organizador El lector reza el avemaría
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Los Miste-
rios que vamos a meditar son los dolorosos. Pero primero profese- • 3° lector
mos nuestra fe : Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del
Oigamos estas hermosas palabras de triunfo con que acaba el mis-
cielo y de la tierra....etc.
mo salmo 69,31-37 dando gracias a Dios por aquellos que superan sus
pruebas:
• Organizador o el encargado de anunciar este misterio Alabaré el nombre de Dios con cantos pues el Señor escucha a sus
pobres. Alábenlo el cielo y la tierra las aguas y cuanto bulle en ellas.
1° misterio doloroso: LA AGONÍA EN EL HUERTO: Y su-
Cantar el avemaría y al final se dice:
mido en angustia, insistía más en su oración. Su sudor se hizo como
Por la angustia de Jesús y la fuerza con que la superó: Gloria al Pa-
gotas espesas de sangre que caían en tierra. Levantándose de la ora-
dre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era un principio, ahora y
ción vino donde sus discípulos y los encontró dormidos por la triste-
siempre por los siglos de los siglos. Amen.
za. Les dijo: ¿Cómo es que estáis dormidos? Levantaos y orad para
Oremos por los más angustiados: Oh Jesús, perdona nuestros pecados,
que no caigáis en tentación (Lucas 22, 44-47)
líbranos del fuego del infierno y lleva al cielo a las almas ante todo a
las más necesitadas de tu divina misericordia
Jesús junto a tu angustia colocamos, la angustia de los que sufren la
guerra, la drogadicción, el desempleo, la soledad, el sin sentido de la
vida, los encadenados por un vicio, las madres que sufren por sus hijos
y unidos a tu plegaria, decimos con el salmo 69, 2:
Dios mío, sálvame que me llega el agua al cuello y me estoy hundien-
do en un cieno profundo y no puedo hacer pie.
• Organizador o el encargado de anunciar este misterio go del infierno y lleva al cielo a las almas ante todo a las más necesita-
das de tu divina misericordia
2° misterio: LA FLAGELACIÓN :Tomó entonces Pilatos a Je-
sús y mandó a azotarle (Juan 19,1)
En el salmo 35,11ss el Divino Espíritu nos enseña a orar en momentos • Organizador o el encargado de anunciar este misterio
como los que Jesús está pasando en su flagelación: 3° misterio doloroso: LA CORONACIÓN : Y desnudándole le
Testigos falsos se levantan. Me hacen preguntas de lo que nada sé. Se cubrieron con un manto de grana. Entretejieron una corona de espi-
me paga mal por bien. Mi alma está desolada. Ellos se ríen, se reú- nas. Se la pusieron sobre la cabeza y una caña por cetro en su mano
nen contra mí, desgarran sin descanso. Burla tras burla, rechinando derecha. Y con la rodilla doblada en tierra, le escarnecían diciendo:
sus dientes contra mí. Oh Señor: ¿hasta cuándo te quedarás miran- Dios te salve Rey de los judíos. (Mateo 27,28)
do? Señor, no te estés mudo, no te estés lejos de mí. Despiértate, le-
vántate a mi juicio.
Al ver al Cristo en esta hermosa figura, tan deplorable, vestido de loco,
Señor: regálanos tu silencio, tu paciencia, tu perdón cuando nos encon- nuestro hermoso Dios humilde, manso, humillado podemos decir con el
tremos burlados como tú. Regálanos esos hermosos sentimientos que salmo 44, 12ss:
dirigías a tu Padre, cuando nos sintamos aporreados por la vida. Como ovejas de matadero nos entregas, nos haces objeto de burla,
El lector reza el padre nuestro y el avemaría gritos de insulto y de blasfemia, odio y venganza. Nos llegó todo esto
sin haberte olvidado, nos cubres con la sombra de la muerte sin ha-
ber traicionado tu alianza. ¿Es que no te das cuenta Padre de nuestra
• 1° lector situación? Por Ti se nos mata cada día, se nos trata como ovejas de
Salmo 59, 2, 3: Líbrame de mis enemigos, Dios mío, de mis agresores matadero. Despierta ya. ¿Por qué duermes? ¿Por qué ocultas tu ros-
protégeme, líbrame de los agentes del mal, de los hombres sanguina- tro? Nuestra alma está hundida en el polvo. Rescátanos por tu amor.
rios sálvame El lector reza el padrenuestro y el avemaría
El lector reza el avemaría
• 2° lector • 1° lector
Salmo 62, 2, 5, 11: En Dios sólo el descanso de mi alma, de él viene mi Padre junto a tu Hijo coronado de espinas y vestido con túnica de burla
salvación. Hasta cuándo atacaréis a un solo hombre. Doblez sólo colocamos a todos los destrozados por la envidia del Maligno: los locos
proyectan. Su placer es seducir. Con mentira en la boca bendicen, y que deambulan por la calle, los limitados, los enfermos, nuestros ancia-
por dentro maldicen. En Dios solo descansa alma mía. No os fiéis de nos, y todos los rostros de los que ansiosos buscamos tu rostro. No de
la opresión, no os ilusionéis con la rapiña, no apeguéis el corazón a mala gana, Padre, recibamos el dolor, sino con el espíritu manso y de
las riquezas cuando aumenten que de Dios es la fuerza y suyo el perdón que tienen en este instante tu Hijo y la Madre para que al vernos
amor. y servirnos podamos alentarnos con las divinas palabras expresadas en
El lector canta el avemaría y reza Gloria al Padre. Oremos por los tu salmo 2,6: Ya tengo consagrado a mi Rey en el monte santo, y le
más angustiados: Oh Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fue- digo: tú eres mi Hijo, hoy te he engendrado.
Cantar un avemaría y rezar Gloria. Oremos por los más angustiados: guíe y en ti me darás vida, por tu justicia sacarás mi alma de la an-
Oh Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y gustia y por tu amor aniquilarás a los enemigos de mi alma. Yo soy tu
lleva al cielo a las almas ante todo a las más necesitadas de tu divina servidor.
misericordia El lector reza el avemaría
• 2° lector
En este momento supremo de tu angustia decimos con el salmo 31 (30),
15, 16: Pero yo confío en ti Yahvé y digo: Tú eres mi Dios. Está en tus
manos mi destino. Haz que alumbre tu rostro a tu siervo, sálvame por
tu amor. Qué grande es tu bondad
El lector reza el avemaría
• 3° lector
Vamos a cantar la última avemaría después de leer el triunfo de Je-
sús en su prueba más dolorosa según lo narra el salmo 30 (29), 2-6:
Yo te ensalzo, Padre porque me has levantado, Tú has sacado mi
alma del Seol, me has recobrado de entre los que bajan a la fosa. No
permitiste que los enemigos se burlaran de mí pues clamé a ti y me
sanaste. De un instante es tu cólera, de toda una vida tu favor. Salmo-
diad a Yahvé los que le amáis.
Cantar el avemaría y rezar Gloria Oremos por los más angustiados:
Oh Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y
• 1° lector
Con la fe que participaremos de este Cristo que entregamos a La
Iglesia triunfante, repetimos con tu salmo 18 (17), 2-7 lo que vivieron
MISTERIOS GLORIOSOS
Jesús y su madre cuando eran peregrinos como nosotros:
Se rezan los domingos y miércoles
Yo te amo Yahvé mi fortaleza, mi roca, mi baluarte que me has
salvado de la violencia. Mi escudo, mi cuerno de salvación, mi
• Organizador altura inexpugnable, mi refugio. Invoco tu nombre y quedo a
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Los Miste- salvo de mis enemigos. Las olas de la muerte me envolvían, los
rios que vamos a meditar son los gloriosos. Pero primero profese-
lazos del seol me rodeaban, delante de mí había trampas de
mos nuestra fe : Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del
cielo y de la tierra....etc. muerte. Clamé a Yahvé en mi angustia y escuchó mi voz desde
su templo. La tierra fue sacudida y vaciló. Retemblaron las ba-
ses de los montes
• Organizador o el encargado de anunciar este misterio Cantar exultantes el avemaría y luego decir:
1° misterio glorioso: LA RESURRECCIÓN : Vio a Jesús y no
lo reconoció y creyendo que era el jardinero, le dijo : Señor, si tú te lo
has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo iré por él. Jesús la llamó: Por los misterios que acabamos de meditar y las divinas palabras
María. Ella lo reconoció y exclamó en arameo: Rabbuni, esto es: Ma- que lo contienen digamos: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
estro. Jesús le indicó: déjame por ahora, ya que aún no he subido al Santo. Como era en un principio ahora y siempre por los siglos de
Padre. Vete mas bien a llevar este mensaje a mis hermanos: Subo a los siglos. Amen
mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. (Juan 20, 14 y si-
guientes)
• Organizador o el encargado de anunciar este misterio
2° misterio glorioso: LA ASCENSIÓN. Los once discípulos se
Con Cristo triunfante de la muerte y el salmo 30 (29), decimos: Yo te encaminaron a Galilea, a la montaña que Jesús les había señalado, y
ensalzo, Padre, porque me has levantado, tú has sacado mi allí al verlo, lo adoraron. Pero algunos dudaron: Jesús entonces de-
alma del seol, me has recobrado de entre los que bajan a la claró a sus discípulos: Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la
fosa. No permitiste que los enemigos se burlaran de mí pues tierra. Id pues a hacer discípulos míos a todos los pueblos. Bautizad-
clamé a ti y me sanaste. Yo en mi paz decía: No vacilaré pero los en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y enseñad-
retiraste tu rostro y quedé conturbado. De un instante es tu cóle- les a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que Yo estoy con
ra, de toda una vida tu favor. Salmodiad a Yahvé los que le vosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mateo 28,16 y siguientes)
amáis.
El lector reza un Padre nuestro y tres avemarías
Para celebrar tu ascensión a los cielos decimos con el salmo 24 (23)
¿Quién subirá al monte de Yahvé? ¿Quién podrá estar en su re-
cinto santo? El de manos inocentes y puro corazón. El que a la
vanidad no lleva su alma, ni con engaño jura. Puertas levantad
vuestros dinteles, alzaos puertas eternas para que entre el Rey la muerte. Pero el pobre no quedará olvidado, nunca perderá la
de la gloria. ¿Quién es el rey de la gloria?, Yahvé, el fuerte, el esperanza, el desdichado.
valiente, Yahvé, valiente en la batalla. Puertas levantad vuestros Cantar exultantes el avemaría y decir Gloria al Padre, y al Hijo, y
dinteles, alzaos puertas eternas. al Espíritu Santo. Como era en un principio...
El lector entona el Padrenuestro y el avemaría
• 1° lector
Desde siempre reina porque estabas junto al Rey y le decías en-
tregada con el salmo 23:
Eres mi Pastor, nada me falta, me apacientas con frescura y re-
poso en tu agua fresca. Me guías con justicia y no me dejas caer
por amor a tu nombre. Aunque caminé por valle tenebroso, nun-
ca tuve miedo pues Tú estabas junto a mí
El lector reza el avemaría