Erstellt von Iglesia de Trujillo

Vida, obra y enseñanzas de Jesús - Parte 3

INTRODUCCIÓN ¿Has escuchado a alguien decir, “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”? (Lucas 21:33). Todos saben que un ser humano no puede hacer tal declaración. Incluso si alguien lo dijo, nunca sucedió. La gente dice muchas palabras que son como el tamo que el tiempo dispersa y que no pueden ser realidad. Pero no es así con las palabras de Jesús. ¿Ha dado Él un principio? Tiene consistencia y pasará todas las pruebas. ¿Ha dado Él una promesa? Aún después de décadas y generaciones Él no lo olvidará, Él lo guardará y lo cumplirá en el mejor momento. ¿Ha dado Jesús una profecía? Siglos pueden pasar, pero sus palabras no pierden poder y absolutamente se cumplirán. “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mateo 24:35). Los mensajes del Señor no son como los discursos de los hombres. Su palabra es poderosa y eficaz, ya sea inmediatamente o con el correr del tiempo. Cuando las personas pidieron ser sanadas, la libertad y la ayuda no fue demorada por meses, semanas u horas, sino que fueron impartidas al instante “¿Qué quieres que te haga?” “Maestro, que recobre la vista”. “Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista” (Marcos 10:51). “Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa”. “Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos” (Marcos 2:11, 12). Estas cosas sucedieron porque sus palabras eran del Espíritu de Dios y eran la vida en sí misma, tal como lo dijo “Las palabras que yo os he hablado son espíritu y vida” (Juan 6:63). Ellas generan no solo salud y vida física, sino también curación espiritual y gozo. “Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante. Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca” (Lucas 6:47, 48). Confirmando el maravilloso poder del mensaje del evangelio, la mensajera inspirada escribe: “…tesoros inestimables se encuentran en la Biblia, y es como una mina llena de mineral precioso… La misericordia y la verdad y el amor son valiosos más allá de nuestro poder de calcular, no podemos tener un excesivo suministro de estos tesoros, y es en la Palabra de Dios, donde descubrimos cómo podemos llegar a ser poseedores de estas riquezas celestiales, y sin embargo, ¿por qué es que la Palabra de Dios no es de interés para muchos que profesan ser cristianos? ¿Es porque la Palabra de Dios no es espíritu y no es vida? ¿Nos ha dado Jesús una tarea poco interesante, cuando Él nos manda a “escudriñar las Escrituras”? Jesús dice: “Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”… Cuando el corazón está en armonía con la palabra, una nueva vida brotará dentro de ti, una nueva luz brillará sobre cada línea de la palabra, y se convertirá en la voz de Dios para tu alma. De esta manera tendrás observaciones celestiales, y sabrás a dónde vas, y serás capaz de sacar el máximo provecho de tus privilegios hoy” (Fundamentals of Christian Education, págs. 182, 183). “Cuando el corazón está en armonía con la palabra, una nueva vida brotará dentro de ti, una nueva luz brillará sobre cada línea de la palabra, y se convertirá en la voz de Dios para tu alma. De esta manera tendrás observaciones celestiales, y sabrás a dónde vas, y serás capaz de sacar el máximo provecho de tus privilegios hoy” (Christian Education, pág. 80). Las lecciones de las Sagradas Escrituras deben ser estudiadas y meditadas todos los días, aplicando en nuestra vida personal lo que se ha aprendido. Entonces estas producirán un cambio en nuestra vida espiritual e impartirán gran bendición. “Los padres deben escudriñar las Escrituras con sus hijos. Deben llegar a familiarizarse con las lecciones ellos mismos; entonces pueden ayudar a sus niños a aprenderlas. Debe dedicarse una parte de cada día al estudio de las lecciones, no sólo aprendiendo a repetir mecánicamente las palabras, mientras la mente no comprende el significado, sino que hay que tratar de ir al mismo fundamento, y familiarizarse con lo que presenta la lección. La indiferencia de los hijos, en muchísimos casos, es imputable a los padres. Son indiferentes, y los hijos participan del mismo espíritu. Si los padres manifiestan que atribuyen importancia a la escuela sabática, revelando hacia ella respeto y exaltándola, los hijos imitarán generalmente su ejemplo” (Consejos Sobre la Obra de la Escuela Sabática, pág. 59). “Él es el origen del poder, la fuente de la vida. Nos lleva a su Palabra, y del árbol de la vida nos presenta hojas para la sanidad de las almas enfermas de pecado. Nos guía hacia el trono de Dios, y pone en nuestra boca una oración por la cual somos traídos en estrecha relación con él. En nuestro favor pone en operación los todopoderosos agentes del cielo. A cada paso sentimos su poder viviente” (Los Hechos de los Apóstoles, pág. 382). Usemos esta oportunidad para sacar provecho espiritual de la Fuente bendita de vida y sabiduría. –Los hermanos y hermanas de la Asociación General