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No aceptar ciegamente todos los testimonios. En la Edad Media, ante la abundancia de las falsificaciones la duda fue muchas veces un refle o natural de defensa. El verdadero progreso surgi! el d"a en #ue la duda se hi$o %e&aminadora' (volne)*. Cuando las reglas ob etivas, elaboraron poco a poco la manera de escoger entre la mentira ) la verdad.
El verdadero progreso surgi! el d"a en #ue la duda se hi$o %e&aminadora' (volne)*. Cuando las reglas ob etivas, elaboraron poco a poco la manera de escoger entre la mentira ) la verdad.
Los historiadores no tienen mas #ue %recitar' lo #ue las fuentes ofrecen. 3irronismo de la historia ( Levassor* consiste en no creer a la ligera ) en saber dudar varias veces de lo mismo. La historia critica se complace en poner en evidencia.
/na afirmaci!n no tiene derecho a producirse sino a condici!n de poder ser comprobada. El historiador sabe #ue sus testigos pueden e#uivocarse. El rasgo del m4todo critico es haber seguido, guiado la investigaci!n cada ve$ mas amplio sin modificar nada de sus principios.
1e todos los venenos capaces de viciar un testimonio, la impostura es el mas violento. Esta puede tomar dos formas. 3rimero es el enga5o acerca del autor ) de la fecha6 la falsedad, en el sentido ur"dico de la palabra
Antes de aceptar un documento como autentico, los eruditos se esfuer$an tanto por pesarlo en sus balan$as #ue no siempre tienen el estoicismo de criticar despu4s de sus afirmaciones. 3ero no basta darse cuenta del enga5o, ha) #ue descubrir sus motivos.
La edad media, sobre el todo del siglo 7III al 8II, presenta otro e emplo de esta epidemia colectiva. En cuanto al 3lagio, en ese tiempo parec"a ser universalmente, el acto mas inocente del mundo.
3ara e#uivocarse tan groseramente no se necesita ser un pr"ncipe de la m"stica. Mediocres aparatos registradores. No e&iste el buen testigo6 no ha) mas #ue buenos o malos testimonios.
Con pocas e&cepciones, no se ve, no se o)e bien sino lo #ue se #uiere percibir.
-ino debieran subsistir como verdad algunos hechos de este tipo, desprovistos de e&plicaciones, la historia se reducir"a a una lista de burdas anotaciones, sin gran valor intelectual
Error
Como di o mu) bien un humorista. %prevalec"a la opini!n de #ue todo pod"a ser verdad menos lo #ue se permit"a imprimir.
En la base de casi toda critica se inscribe un traba o de comparaci!n. Acaba por hallar, necesariamente, a veces seme an$as, a veces diferencias. As" la critica se mueve entre estos dos e&tremos: la similitud #ue ustifica ) la #ue desacredita.