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Antecedentes, Prefacio
Entonces o hablar al Creador, sin nombre, que es un simple hueco en el vaco, hermoso como un ombligo. La vida es un viaje en paracadas y no lo que t quieres creer. Vamos cayendo, cayendo de nuestro zenit a nuestro nadir y dejamos el aire manchado de sangre para que se envenenen los que vengan maana a respirarlo.
El derrumbe de las creencias (religiosas) significa para Altazor una conmocin metafsica. Despus de esto qu, qu ms hay despus de esto?
Canto primero
La velocidad de la cada
Tiene la forma de la confesin, proclama la identidad personal (yo soy, yo estoy aqu, yo). Presenta su situacin personal, el despertar a la conciencia dolorosa del existir, la voluntad de caer lcidamente, la rebelda frente a las limitaciones, la promesa de sobrepasar la condicin humana por la poesa o la magia.
Derrumbado el orden cristiano el individuo inmediatamente postcristiano no tiene asidero moral. Su angustia es el reflejo de esta situacin. Tres sentimientos cardinales fijan el temple doloroso del Canto I:
1. La soledad
Ests perdido Altazor Solo en medio del universo Solo como una gota que florece En las alturas del vaco
2. El anhelo de eternidad
Como la muerte no puede asumir el sentido cristiano de trnsito hacia la eternidad, el poeta debe pedir esta eternidad o infinitud temporal para s mismo en la propia vida.
3. La poesa
Como afn de una nueva forma de belleza, una vez cado el orden esttico cristiano: la palabra electrizada de sangre y corazn Es el gran paracadas y el pararrayos de Dios
Canto II
En busca de horizontes: la mujer
Caractersticas generales
El canto II es una autntica oda, alabanza a la mujer a la mujer csmica que entra en el plano celeste del ente complejo que es Altazor, una figura compuesta de planos superpuestos.
Si t murieras Las estrellas a pesar de su lmpara encendida Perderan el camino Qu sera del universo?
Eres ms hermosa Que la sirena que la sirena de un barco que deja escapar toda su alma Que un faro en la neblina buscando a quien salvar Eres ms hermosa que la golondrina atravesada por el viento.
En el canto II observamos cmo la mujer unifica los tres motivos bsicos antes sealados: la soledad y angustia, afn de eternidad, y es, en fin, presencia humana sensible de la poesa.