Construccin de nacin: imaginarios y arquetipos de lo
mexicano Para incorporar al indio no pretendamos europeizarlo de golpe; por el contrario, indianicmonos nosotros un tanto, para presentarle, ya diluida con la suya, nuestra civilizacin, que entonces no encontrar extica, cruel, amarga e incomprensible
No despertars espontneamente. Ser menester que corazones
amigos laboren por tu redencin
(Manuel Gamio, Forjando Patria, 1916)
Contagiado para siempre de los cantos y los Mitos, llevado por la fortuna hasta la Universidad de San Marcos, hablando por vida el quechua, bien incorporado al mundo de los cercadores, visitante feliz de grandes ciudades extranjeras, intent convertir en lenguaje escrito lo que era como individuo: un vnculo vivo, fuerte, capaz de universalizarse, de la gran nacin cercada y la parte generosa, humana, de los opresores. El vnculo poda universalizarse, extenderse; se mostraba un ejemplo concreto, actuante. El cerco poda y deba ser destruido; el caudal de las dos naciones se poda y deba unir. Y el camino no tenia por qu ser, ni era posible que fuera nicamente el que se exiga con imperio de vencedores expoliadores, o sea: que la nacin vencida renuncie a su alma, aunque no sea sino en la apariencia, formalmente, y tome la de los vencedores, es decir que se aculture. Yo no soy un aculturado; yo soy un peruano que orgullosamente, como un demonio feliz habla en cristiano y en indio, en espaol y en quechua.
(Jos Mara Arguedas, No soy un aculturado, 1968 )
4. El indigenismo peruano y Maritegui -Movimiento indigenista y resurgimiento nacional
La traicin de las oligarquas peruanas y la Guerra del Salitre
Nacionalidad peruana y regeneracin del indio: la propuesta
radical 4. El indigenismo peruano y Maritegui de la confluencia o aleacin de indigenismo y socialismo, nadie que mire al contenido y a la esencia de las cosas puede sorprenderse. El socialismo ordena y define las reivindicaciones de las masas, de la clase trabajadora. Y en el Per las masas, -la clase trabajadora- son en sus cuatro quintas partes indgenas. Nuestro socialismo no seria, pues, peruano, -ni sera siquiera socialismo- si no se solidarizase, primeramente, con las reivindicaciones indgenas. En esta actitud no se esconde nada de oportunismo. Ni se descubre nada de artificio, si se reflexiona dos minutos en lo que es socialismo. Esta actitud no es postiza, ni fingida, ni astuta. No es ms que socialista
(Jos Carlos Maritegui, Socialismo e indigenismo, 1927)