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El impacto hace 165 años entre dos meteoritos habría provocado un cataclismo
medioambiental.
Sus efectos se dejaron notar casi cien años después en la Tierra.
Esto habría causado la desaparición de los dinosaurios.
Los expertos aseguran que esta catástrofe habría acabado con los dinosaurios,
así como con otras muchas formas de vida, algo que facilitó a los mamíferos
que dominaran el planeta y que culminó con la ascensión del ser humano.
Moa (Dinornis giganteus)
Extinguida según los cálculos hace más de 300 años, este ave no voladora
endémica de Nueva Zelanda dejó de existir hace varios siglos como resultado
de su caza masiva por los habitantes de las islas. Cuando el hombre europeo
alcanzó la isla sólo quedaban de los moas algunos huesos, algunas plumas y las
leyendas y relatos que sobre ellas contaban los maoríes.
Este león vivía en la zona de las llanuras herbáceas del Caro, al suroeste de
Sudáfrica. Los responsables de su exterminio fueron los ingleses que a principios
del siglo XIX comenzaron a cazarlo indiscriminadamente, en parte por deporte y
en parte como represalia a sus ataques al ganado. Después de muchos
esfuerzos lograron exterminarlo a mediados de la década de 1860.
Los machos más grandes pesaban hasta 250 kilos y las hembras 180 kilos de
peso. Los machos tenían una densa melena negra que se prolongaba
parcialmente por el vientre. Estos leones no eran muy abundantes por lo que no
formaban manadas, sino que llevaban una vida solitaria como depredadores
oportunistas.
Oso del Atlas (Ursus arctos crowtheri)
El oso del Atlas se cita en fuentes romanas como abundante en la cordillera del
Atlas, que en esa época estaba cubierta en su mayor parte por bosques de
pinos. También se encuentra representado en mosaicos romanos de esa época
hallados en la zona y es posible que algunos ejemplares fueran utilizados en los
espectáculos del circo romano. La caza y la destrucción de su hábitat natural
ya habrían reducido considerablemente el número de estos animales para el
siglo XVIII, cuando se describieron científicamente por primera vez.
Codorniz de Nueva Zelanda o Koreke (Coturnix novaezelandiae)
Macho y hembra eran similares en aspecto, si bien la hembra era algo menor.
Poco se sabe de sus hábitos. Era un ave muy similar a la codorniz de Australia
(Coturnix pectoralis). La extinción fue obra de animales introducidos por los
británicos: ratas, cerdos, etc así como la caza de los colonos.
Delfín de aleta blanca o baiji (Lipotes vexillifer)
Este delfín de agua dulce que solo vivía en el río Yangtsé de China nos dejó a
finales de 2006, y es considerado el primer cetáceo que desaparece a causa
de las actividades humanas. Tras el fracaso de una expedición a lo largo de
3.400 kilómetros del río en busca de ejemplares del mamífero (del que en los
años 80 quedaban 400 ejemplares) ha llevado a gran parte de sus integrantes a
anunciar su desaparición funcional.
El tilacino era un carnívoro marsupial de tamaño medio, nativo de Australia. Tenía un cuerpo estilizado, patas finas
aunque no demasiado largas y cola delgada. El pelaje era corto y de color leonado, con rayas negras en los
cuartos traseros y cola. Las mandíbulas, provistas de 46 dientes, podían abrirse hasta extremos asombrosos
(aproximadamente 120°), más propios de un reptil que de un mamífero. Según los colonos ingleses del siglo XIX,
este animal emitía unos sonidos similares al ladrido de un fox terrier.
El registro fósil muestra la existencia de varias especies de tilacinos en Australia, pero cuando los navegantes del
sudeste asiático introdujeron el dingo en Australia hace 3500 años, el tilacino no pudo hacer frente al nuevo y duro
competidor y se extinguió lentamente en estos lugares. Los últimos tilacinos australianos vivieron en la remota
región de Kimberly, al oeste de la isla, tal vez hasta tiempos muy recientes.
En el siglo XVIII y XIX los británicos llegaron a Tasmania y documentaron la existencia del animal sin darle gran
importancia, hasta que comenzaron a llegar los primeros colonos y sus rebaños de ovejas. Los pastores y el propio
gobierno colonial comenzaron a considerarlos alimañas necesarias de exterminio, llegando a pagar una
recompensa por cada tilacino muerto. La especie fue declarada extinta en 1986, pasados los 50 años sin pruebas
de vida exigidos por la comunidad científica internacional.
Dodo (Raphus cucullatus)
El coquí dorado era una especie zoológica de coquí de característico color amarillo
dorado y pequeño tamaño, que sólo vivía en la Sierra de Cayey, en Puerto Rico, en
un área semicircular de 6 millas de radio. Median tan solo un promedio de 2 cm y su
tasa de crecimiento y su longevidad son desconocidas. No se sabe mucho sobre los
hábitos alimenticios del coquí dorado; pero sí se han observado alimentándose de
insectos. Era la única especie de rana en el Nuevo Mundo ovovivípara.