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La cruz de Cristo.

Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz


de nuestro Señor Jesucristo. Gálatas 6:14
¿Cómo un objeto de desagrado y
repugnancia para los pueblos en la
antigüedad se convirtió con el cristianismo
en un símbolo apreciado de victoria y
salvación?
Estamos en nuestro tiempo tan
acostumbrados a referirnos a la muerte de
Cristo en la cruz que dicho acontecimiento
ha perdido para nosotros/as su crudeza.
La crucifixión de Jesús para nosotros/as a
veces no va más allá de ser un bonito
recuerdo que a lo sumo nos conmueve un
poco y nos inspira para elevar una
plegaria de agradecimiento al Señor por
su entrega a nuestro favor.
• En el mundo antiguo condenar a alguien
a morir crucificado significaba convertir a
esta persona en objeto de la peor afrenta,
degradación y oprobio que pudiera existir.
• La crucifixión era considerada una pena
“indigna de un ciudadano romano y de un
hombre libre” “el nombre mismo de la
cruz debe estar alejado no sólo de la
persona de los ciudadanos romanos, sino
también de sus pensamientos, sus ojos y
sus oídos” (Cicerón)
De ahí que resulta comprensible el
“escándalo” de los hebreos cuando
escuchaban hablar del “mesías crucificado”
y el “rechazo” de los paganos al oír a San
Pablo anunciar que Jesús, el Hijo de Dios,
había sido condenado para la salvación de
todos los hombres “a morir en la forma más
infame: en la cruz”
• En la tradición jurídica romana eran tres
los suplicios más terribles, como se
desprende de lo señalado por el jurista
Julio Pablo: la crucifixión aparece en el
primer lugar, la hoguera en el segundo y la
decapitación o el ser devorado por las
bestias en el tercero.
La Cruz
• En la antigüedad, la cruz (crux en latín,
stauros en griego) era un instrumento de
tortura con el cual se llevaba a cabo la
condena a muerte por delitos graves.
Originalmente era un árbol o un poste
(xylon) en el cual se colgaba al
condenado, amarrándolo con cuerdas o
fijándolo con clavos.
• Posteriormente se agregó al poste fijado
en el suelo en posición vertical (stipes) un
palo transversal, llamado patibulum.
• El patibulum solía encontrarse en el lugar
del suplicio, pero en general el condenado
lo llevaba sobre la espalda y se fijaba
sobre el palo vertical.
La crucifixión
• En realidad, en Judea eran frecuentes las
crucifixiones masivas de parte de los
ocupantes romanos: en el año 4 A.C.,
Varo ordenó crucificar a todos los
prisioneros capturados; Félix hizo otro
tanto con una gran cantidad de “bandidos”
(se trataba de rebeldes ante la autoridad
romana); Floro llevó a cabo lo mismo en
Jerusalén.
• En Roma, después del incendio del año
64 D.C., que destruyó la ciudad, se acusó
a los cristianos de incendiarios y Nerón los
condenó a una atroz muerte, descrita de
la siguiente manera por Tácito en los
Annales (15, 44, 4): “No contentándose
con hacerlos perecer, se divertía
revistiéndolos con pieles de animales para
que los perros los despedazaran o los
colgaban en cruces y los quemaban vivos
al final del día para alumbrar de noche
como antorchas.
¿Cómo tenía lugar la crucifixión?

1. En general, era precedida por la


flagelación. El condenado era golpeado
con el flagellum, un látigo con varias
correas, cuerdas con nudos o cadenillas,
en cuyos extremos había huesecillos y
pequeñas bolas de plomo.
2. La ley romana no fijaba un límite para el
número de golpes, de manera que a
menudo la persona flagelada moría con
ellos. La ley judaica, en cambio, no
permitía más de 40, que los fariseos
reducían a 39 para evitar sobrepasarlos
por error.
3. Debía llevar sobre la espalda el patibulum y le
ponían en el cuello una tablilla donde se
escribía su nombre y el motivo de la condena.
Lo hacían recorrer las calles más transitadas
para provocar temor en los observadores y
humillarlo aún más.
4. Al llegar al mismo, el condenado era
amarrado o clavado en el patibulum;
enseguida lo levantaban en el madero
vertical (stipes), hundido firmemente en la
tierra mediante cuerdas, con escalas o
con las manos si la cruz era baja, y
quedaba fijo en el mismo. Sus pies se
unían al madero vertical con dos clavos o
a veces sobrepuestos con uno solo.
5. En general, la cruz era más bien baja, de
la altura de un hombre, para comodidad
de los soldados o para que los animales
pudieran despedazar más fácilmente a las
víctimas cuando además de la crucifixión
eran “condenadas a ser devoradas por las
bestias (damnati ad bestias)”. En cambio,
era más alta cuando se deseaba humillar
en mayor grado al condenado haciéndolo
más visible y exponiéndolo de ese modo
aún más a las injurias y muecas de la
gente.
6. La muerte de los crucificados era
sumamente dolorosa y muy lenta, de manera
que a veces podían permanecer varios días
en la cruz. Aparte de los clavos, los
sufrimientos mayores eran la dificultad
respiratoria, la sed provocada por la pérdida
de sangre, la deshidratación y el sudor, las
picaduras de insectos y por último las
mordeduras de las fieras y las aves de
rapiña. Después de morir, se dejaba al
crucificado podrirse en la cruz en calidad de
alimento para las bestias. No tenía derecho a
sepultura a menos que sus parientes
hubieran conseguido que les entregaran el
cadáver con el fin de enterrarlo. La privación
de sepultura era una pena adicional.
La señal y el símbolo de la cruz
Las religiones, las ideologías, los movimientos
sociales, han tenido un símbolo visual para
hacer referencia a su historia o sus creencias.
El cristianismo no constituye una excepción por
lo que hace a la posesión de un símbolo visual.
Con todo, la cruz no fue el primero de sus
símbolos. Al comienzo, los cristianos sufrían
absurdas acusaciones e intensa persecución.
Por lo tanto, "tenían que ser muy cautos y
evitar las demostraciones abiertas de su
religiosidad.
Los primeros motivos pictóricos cristianos
presentes en las paredes y techos interiores
de las catacumbas (cementerios subterráneos
en las afueras de Roma, donde
probablemente se ocultaban los cristianos que
eran perseguidos), parecen haber sido menos
comprometedores.

Incluían el pavo real (que supuestamente


simbolizaba la inmortalidad), la paloma, la
palma de la victoria de los atletas y, muy
particularmente, el pez.
Sólo los iniciados sabían, y nadie más
podía llegar a adivinarlo, que la palabra
ichtys ('pez' en griego) era una sigla para
Iesus Christos Theou Huios Soter
('Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador').
Era frecuente que, con las dos primeras
letras de la palabra griega Christos (Chi-
Rho) se formara un criptograma, a
menudo en la forma de una cruz, y a
veces con una oveja adelante, o una
paloma.
El crucifijo (es .decir, una cruz a la que se
fija una figura de Cristo) no parece haber
sIdo usado antes del siglo VI.

Sin embargo, al menos desde el siglo 11 en


adelante, los cristianos no sólo dibujaban,
pintaban y tallaban la cruz como símbolo
gráfico de su fe, sino que también hacían la
señal de la cruz sobre sí mismos o sobre
otros.

Uno de los primeros testimonios de ésta


práctica la ofrece Tertuliano, el abogado y
teólogo del norte de África que se destacó
alrededor del año 200 d.C.
Escribió así:
A cada paso que avanzamos, a cada
movimiento que hacemos, cada vez que
entramos y salimos, cuando nos vestimos y
nos calzamos, cuando nos bañamos, cuando
nos sentamos a la mesa, cuando
encendemos las lámparas, cuando nos
reclinamos o nos sentamos en todas las
acciones comunes de la vida cotidiana,
trazamos sobre nuestra frente la señal de la
cruz.
El testimonio bíblico sobre las causas que
explican la pasión y muerte de Jesús en la
cruz nos llevan a formularnos 2 preguntas
relacionadas pero distintas al mismo
tiempo:

• Por qué matan a Jesús. (pregunta


histórica por las causas de su muerte).

• Por qué muere Jesús (pregunta teológica


por el sentido de su muerte).
La respuesta de ¿Por que matan a Jesús?
se responde desde la misma historia de
Jesús.
 Los hechos y los dichos de Jesús son
considerados por los poderosos de su tiempo
como una amenaza al sistema imperante.
 Jesús opone y denuncia la opresión
económica, social y religiosa generada por el
comportamiento de los diferentes grupos que
representan y ejercen algún tipo de poder sobre
el pueblo. (Escribas, fariseos, sacerdotes, ricos
idolatras de sus riquezas y gobernantes).
 Jesús también es sumamente crítico del
templo y de lo que conlleva: el culto, los
sacrificios y el sacerdocio.
¿Cómo se hace efectiva la ejecución de Jesús
en la cruz?

Por un lado los líderes judíos estaban


indignados por su actitud irrespetuosa hacia la
ley y por sus declaraciones provocativas y por
otro lado los romanos, que gobernaban
Palestina, oyeron que se estaba anunciando
como rey de los judíos; por lo tanto, estaba
desafiando la autoridad del César por tal
razones ambos grupos llegaron a forma una
sacrílega para acabar con Jesús.
• Jesús compadece ante ambas
autoridades (judias y romanas) para ser
juzgado. En el tribunal judío se lo acusó
de blasfemia. Ante el tribunal romano se lo
acusó de sedicioso. En un caso el cargo
era teológico, en el otro la denuncia fue
política.
¿Quienes fueron los responsables directos
de la muerte de Jesús?
 Los soldados romanos.
• Los evangelios relatan que estos fueron
los que se encargaron de crucificarlo. No
hay indicios de que lo hayan disfrutado, ni
sugerencia alguna de que hayan sido
personas crueles o sádicas. Simplemente
obedecían órdenes. Era su ocupación.
Hicieron lo que tenían que hacer. Jesús se
limitó a orar por ellos en alta voz, diciendo
"Padre, perdónalos, porque no saben lo
que hacen" (Lucas 23.34).
 Poncio Pilato.

Se sabe que Pilato fue nombrado procurador


(gobernador romano) de la provincia fronteriza de
Judea por el emperador Tiberio, y que sirvió
durante 10 años, desde alrededor del 26 hasta el
36 d.C
Los judíos lo odiaban porque los trataba con
desprecio.
Es descrito por los historiadores como violento,
cruel, inflexible y obstinado.
• Su principal preocupación era la de
mantener la ley y el orden. Para mantener
a los revoltosos judíos bajo control, estaba
dispuesto a ser implacable y aplastar
cualquier rebelión o amenaza de rebelión.
Los dirigentes judíos llevaron a Jesús ante
él con la denuncia: "A este hemos hallado
que pervierte a la nación" y agregaron que
"prohíbe dar tributo a César, diciendo que
él mismo es el Cristo, un rey" (Lucas
23.2).
De acuerdo con los evangelios Pilato
estaba convencido de la inocencia de
Jesús. Tres veces declaró públicamente
que no encontraba ningún motivo para
condenarlo.
Veamos Lucas 23:13-22.

Pilato se vio enfrascado en un dilema que no


pudo resolver:
Por un lado quería soltar a Jesús (porque creía
que era inocente) pero al mismo tiempo evitar
soltarlo (porque los dirigentes judíos
consideraban que era culpable).
Al no resolver la situación intentó evadir la
situación de la siguiente manera:
• Intentó transferirle la responsabilidad a
Herodes.
• Propuso no matar a Jesús sino solamente
azotarle y después soltarlo.
• Pretendió lograr soltar a Jesús dándole a
la turba la posibilidad de elegir entre Jesús
y un comprobado asesino.
• Quiso probar su inocencia lavándose las
manos.

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