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Entorno

psicopedagógico:
Responder a la diversidad presente en cada aula requiere
del concurso de toda la comunidad educativa y muy
especial de los profesionales del área de orientación
educativa y psicológica, quien en su labor de acompañar
a los maestros y maestras propician espacio de análisis y
reflexión de sus situación cotidianas, favoreciendo la
significatividad de los aprendizajes de los y las
estudiantes y respetando sus diferencias individuales
La evaluación psicopedagógica es un proceso fundamental y un eje integrado
que sirve como herramienta que permite a orientador y psicólogo clasificar aun
mas sus roles frente a las necesidades educativas especiales.
Así como ir logrando una mayor implicación de los docentes en el proceso de
identificación de las necesidades de sus alumnos y alumnas y en la búsqueda de
los recursos y estrategias más apropiado.
La evaluación psicopedagógica consiste en recoger toda la información
relevante del alumno y la alumna y de los diferentes contextos en los cuales
interactúa, con la finalidad de propiciar respuestas a las necesidades educativas
que han identificado
QUÉ SIGNIFICA QUE UN ALUMNO/A TIENE
NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES?

Decimos que un alumno o alumna tiene necesidades especiales


(N.E.E.) cuando presenta dificultades mayores que el resto de los
alumnos y alumnas para acceder a los aprendizajes que se
determinan en el currículo que les corresponde según su edad.
¿Qué tipo de apoyos se les puede dar a los/as
alumnos/as con N.E.E?

Dentro de los apoyos que por lo genera se les prestan a


los niños y niñas con necesidades educativas especiales
están los siguientes:
Intercambiar criterios y líneas de acción en relación a la
elaboración de adaptaciones y estrategias
metodológicas y organizativas del centro o los centros.
Participar en acciones informativas y formativas de
sensibilización a la comunidad.
IDENTIFICACIÒN DE LAS NECESIDADES
EDUCATIVAS ESPECIALES
La identificación de las N.E.E. de los alumnos y alumnas constituye el primer paso para determinar
las ayudas que podrán necesitar a lo largo de su escolarización. Ante estos signos de alerta o ante la
información facilitada por los padres y madres; por maestros y maestras y otros profesionales se
inicia el proceso de identificación de las N.E.E.
En cambio de criterios respecto al modelo de intervención en Educación Especial, el nuevo enfoque
fundamentalmente educativo nos lleva a considerar los siguientes aspectos:
La identificación de las necesidades educativas es un proceso que debe iniciarlo el/la maestro/a, el
cual recoge la información significativa respecto a lo que el alumno/a es capaz de hacer teniendo
como referencia el currículo escolar. Es labor del orientador/a, psicólogo/a propiciar al maestro/a
orientaciones e instrumentos de observación y recogida de esta información.
Las N.E.E. han de identificarse siempre en relación con el contexto escolar, teniendo en cuenta el
nivel de desarrollo del alumno/a, lo que es capaz de hacer y aprender en un momento determinado,
que depende tanto de su nivel de desarrollo cognitivo como de los conocimientos específicos que ha
podido construir a partir de sus propias experiencias de aprendizaje.
El carácter funcional de la valoración psicopedagógica, de manera que se entienda que
en ningún caso la valoración deberá conducir a un etiquetaje de los alumnos/as según
categorías o problemáticas que presenten, sino a identificar las necesidades específicas
del alumno/a en términos educativos y referidos al currículo escolar. A partir de esta
identificación se llevará a cabo acciones educativas más adecuadas a sus características
individuales y los recursos personales y materiales que son necesarios para favorecer su
desarrollo personal.
La identificación de las N.E.E. parte primero de la observación en el medio natural y
cuando ésta no sea suficiente, a través del proceso de evaluación al currículo y al
contexto escolar.
Antes de buscar la colaboración de otros profesionales el maestro o maestras habrá
agotado todos los recursos a su alcance tanto para la preservación como para buscarle
respuesta a la dificultad presentada por la alumna o alumno.
LA EVALUACION PSICOPEDAGÒGICA:
Dentro de la nueva concepción de la N.E.E. se asume que el proceso de desarrollo y por
tanto el aprendizaje, es fruto de la interacción del individuo con su aspecto biológico y su
historia personal con las personas que le rodean en los diversos contextos de la vida
(familia, escuela, sociedad...) por tanto la valoración de lo posibles trastornos y
problemas que aparezcan a lo largo del proceso de desarrollo se tendrá en cuenta todas
las diferentes variables que intervienen, estableciendo una clara diferencia con otras
practicas evaluativas (diagnóstica) que únicamente se centran en la valoración del
sujeto.
La evaluación psicopedagógica ha de proporcionar información para orientar la
dirección de los cambios que han de producirse a fin favorecer el adecuado desarrollo de
los alumnos y alumnas y la mejora de la institución escolar, describiendo las “Verdaderas
Necesidades” de alumnado y conociendo qué variables permiten que aprenda mejor, en
qué situaciones de la clase está más a gusto y rinde mas, con qué tareas no sale a
camino, que ayudas necesita, qué momento del día es el más adecuado para introducir
estímulo o conceptos nuevos, con qué compañeros o grupos se relaciona mejor, entre
otras cosas.
Desde esta perspectiva se pude definir la evaluación psicológica
como un proceso de recogida y análisis de información relevante,
relativa a los distintos elementos que intervienen en el proceso
enseñanza aprendizaje, para identificar las necesidades
educativas de determinados alumnos o alumnas, que presentan
dificultades en su desarrollo personal o desajuste respecto al
currículo escolar por diferentes causas, y fundamentar las
desiciones respecto a la propuesta curricular y el tipo de ayuda
que precisan para progresar en el desarrollo de las distintas
capacidadades (MEC, 1996).
ASPECTOS PREVIOS A LA EVALUACION
PSICOPEDAGÒGICA:
Recoger toda la información que puede proporcionar el maestro o maestra.
Para ello pueden utilizarse los guiones que a modo de ejemplo se ofrece en el
anexo.
Analizar los ejercicios y trabajos del alumno o alumna, anotando aspectos que
se consideren relevantes.
Comentar con el alumno dichos trabajos, anotando lo que le vaya diciendo
acerca de las distintas actividades y contrastar con el profesor los aspectos
surgidos.
Observar al alumno o alumna en una situación de trabajo y tiempo libre.
Interesa tanto la interacción con los contenidos de aprendizaje como con el
profesor y sus compañeros.
A partir de la información hasta ahora recogida, formular una hipótesis acerca
de la naturaleza del problema que preocupa al profesor respecto al alumno
EN RELACION A LOS RESULTADOS SE
DEBE RECORDAR:
Que esta información es complementaria y se debe relacionar con otras fuentes o variables.
Deben situarse en el contexto del alumno/a teniendo el grupo clase como referencia.
Tener una visión global de todos los datos positivos, considerando la posibilidad de ayuda.
Han de servir para innovar y facilitar que el alumno/a progrese.
Las NEE se pueden producir a causa de múltiples factores (biológicos, familiares, sociales, escolares, etc.)
Las NEE pueden surgir en cualquier momento de las vida escolar (inicial, básica, media).
Este instrumento has sido diseñado para fundamentar una búsqueda de respuestas a necesidades
inidentificadas en el contexto educativo a partir de un proceso de recogida de información en varios
ámbitos. Servirá para la toma de decisiones entre los actores involucrados, de modo que el niño o la niña
progrese en el aula, continúe con sus aprendizaje y la práctica pedagógica se enriquezca produciendo un
cambio verdadero y favorecedor.
La Evaluación Psicopedagógica no sustituye a la evaluación docente de los procesos en el aula, sino que es
complementaria e integra a otros profesionales.
Enfoque psicosocial de los padres:
Las interacciones familiares durante los
primeros meses de vida:
Durante los primeros meses de vida, los bebés parecen ser seres pasivos, que casi
no reaccionan ante los estímulos y que pasan la mayor parte del tiempo
durmiendo. A pesar de esta apariencia, hay que destacar que los bebés disponen
de formas de comunicación rudimentarias que ponen en funcionamiento desde
los primeros momentos de vida. Por ejemplo, lloran cuando tienen hambre,
transmiten algunas de las emociones básicas a través de expresiones faciales y
muestran más interés por estímulos sociales como las caras y las voces
humanas. Uno de los principales cambios se produce hacia los tres meses,
cuando el bebé empieza a reaccionar de forma especial ante los gestos y señales
de sus cuidadores habituales. A partir de este momento, las madres y los padres
establecen una forma de comunicación diferente, que incluye el juego cara a
cara y que supone la base de muchos progresos cognitivos y sociales posteriores.
Es posible que los cuidadores realicen interacciones inadecuadas, en unos casos
por estimular demasiado al bebé y, en otras, por estimularlo demasiado poco.
En el primer caso se trata de madres o padres que, por ejemplo, intentan jugar
con su bebé cuando este prefiere realizar otra actividad. Para defenderse, estos
bebés ponen en marcha una serie de gestos que indican de forma clara que
quieren evitar la interacción como apartar la mirada, intentar separarse del
adulto o llorar. Los adultos que estimulan poco a sus bebés consiguen que éstos
reaccionen poco, tanto con sus cuidadores habituales como con otros adultos.
Así, miran, sonríen y vocalizan menos que los bebés que reciben más
estimulación. Los bebés de madres deprimidas suelen ajustarse a este patrón. El
temperamento del bebé es otro factor que influye en el establecimiento de estas
primeras interacciones familiares. En ocasiones, los bebés con temperamentos
difíciles provocan respuestas de indefensión en los padres que terminan
pensando “da igual, haga lo que haga va a seguir llorando”. Esta sensación de
incontrolabilidad puede llegar a disminuir las interacciones e interferir en el
establecimiento de los lazos afectivos, lo cual puede tener importantes
repercusiones en diversos aspectos del desarrollo social, emocional y cognitivo
del bebé.
Tratamiento psicopedagógico:
Intervención en la escuela:

CONTEXTO ESCUELA
Se refiere al ámbito escolar, no limitado solo al aula sino que implica todo el
centro. Comprende dos secciones, que son:
Procesos de Enseñanza - Aprendizaje
Gestión del Centro
La parte (a) denominada Procesos de Enseñanza - Aprendizaje, se refiere a las
interacciones del niño/a evaluado/a, con sus compañeros/as, con las
asignaturas, entre otras, Engloba:
Estilos y ritmos de aprendizaje
Práctica de aula
Aspecto socio-afectivo del niño
Los estilos y ritmos de aprendizaje se refieren a las características propias del niño/a que
influyen en la forma como construyen sus aprendizajes y han de ser respetados porque
constituyen parte de ellos mismos.
Las prácticas de aula: Enfatiza la mitología y los recursos utilizados por el docente en su
interacción con el grupo de estudiantes.
El aspecto socio-afectivo del niño y de la niña: Se refiere a la autoestima, manejo de su
identidad, habilidades sociales, autonomía y liderazgo, entre otras, que la experiencia
educativa debe promover.
La parte (b) denominada Gestión del Centro, se refiere a las relaciones que se dan a lo interno
del centro, su organización y características. Aborda:
Las relaciones con otros docentes y demás personas del centro, se refiere a las acciones
tendentes a mejorar el trabajo del docente con relación a las experiencias de los demás y el
apoyo que recibe.
Las características físicas del aula y del centro, abordan lo relativo a la iluminación, ruido,
espacio disponible dentro y fuera del edificio, higiene, entro otros, que pueden favorecer o
dificultar el aprendizaje escolar.
La organización del centro, trata de los servicios que ofrece el centro, las funciones de su
personal, los horarios, entre otros, y cómo estos factores inciden en la vida escolar.
Corriente psicopedagógica:

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