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Tema 1.

Comprensión Lectora*
BUAP/COFIL
Técnicas de estudio e investigación documental
Otoño de 2013
Laura Pinto Araújo

*Material elaborado y difundido, sólo con fines didácticos, en base al Manual “Saber
escribir” de Ángel Cervera y Guillermo Hernández, editado por Santillana en el año 2007.
Comprender un texto
no es cosa fácil…

O Implica entender adecuadamente el tema o


asunto desarrollado,
O identificar con claridad las ideas principales
y secundarias,
O así como lograr identificar la idea global
transmitida en el texto y el propósito del
autor.
El grado de dificultad depende de
diversos factores, como lo son:

O La propia naturaleza del texto (generalmente los


textos narrativos son más “accesibles” que los
expositivos o argumentativos);
O el tema del que tratan o el enfoque adoptado para
ello (los textos especializados suelen ser más
“demandantes” que los de divulgación);
O así como la organización interna (estructuración
de las ideas -sintaxis-) y la forma de expresión (el
vocabulario técnico, local, o rebuscado
incrementa la dificultad).
Fase 1. Antes de leer
es preciso tener en claro…

O ¿Cuál es el objetivo de la lectura? (diversión, estudio,


investigación…)
O ¿De qué tipo de texto se trata? (enciclopedia, novela,
libro de texto, periódico o revista, manual…)
O ¿Qué tipo de lectura se llevará a cabo? (superficial,
atenta…)
2. Fase de primera lectura o
lectura superficial del texto
O Esta primera lectura se realiza con el fin de reconocer
de qué trata el texto (tema central y aspectos tratados),
y cómo está organizado (apartados en que está
dividido, ilustraciones o elementos singulares del
mismo).
O En este momento es fundamental, ya sea recordar lo
que ya se conoce sobre el tema, o reconocer lo que se
desconoce para así poder interpretar mejor las ideas
expresadas en el texto... ¡es momento de buscar un
buen diccionario y tenerlo cerca!

Recuerda que el diccionario de la Real Academia Española está


disponible en línea y de forma gratuita en: www.rae.es
3. Fase de lectura atenta
O En esta fase deberás comprender bien el texto. Si algo
no se entiende bien, lo más recomendable es
entonces releer el pasaje hasta que puedas
interpretarlo de forma adecuada.
O Según el texto de que se trate, tendrás que ser capaz
de detectar cuál es la idea global o el tema, cuál es la
idea clave que se expresa en cada parte o en cada
párrafo, cuáles son ideas principales y cuáles las
secundarias, si las ideas están expresadas con
claridad, y si están bien ordenadas y jerarquizadas en
el texto.
4. Fase de lectura en profundidad

En esta fase irás analizando pormenorizadamente el


texto y tomando nota de todos los aspectos antes
mencionados. Como prueba de esa adecuada
comprensión que ahora deberías tener del texto, podrías
culminar la lectura con la realización de un resumen, un
diagrama o esquema, o un mapa conceptual,
dependiendo del tipo de texto y de la finalidad de tu
lectura.
Pero, antes de eso…
¿sabes cómo se organiza un texto?
La organización de un texto:
temas e ideas

Generalmente todos los textos tienen un tema principal


(asunto fundamental del que tratará el texto y que está
presente en casi todos los párrafos), y temas
secundarios (que se van tratando de forma colateral a
medida que se va desarrollando el tema principal.
El tema principal suele
identificarse porque engloba a
los temas secundarios y se
desarrolla con mayor profundidad
que ellos, aparece en casi todos
los apartados y por lo general
esta presente en el primer
párrafo.
Pistas útiles para identificar algunos
elementos importantes en
una lectura rápida:

O el título (generalmente expresa el tema),


O los epígrafes o subtítulos de los apartados
(señalan los temas secundarios),
O las palabras destacadas en el texto con negritas,
cursivas o por cualquier otro procedimiento
(son referencias al tema principal y/o a los
secundarios).
O El tema principal y los temas secundarios, o derivados, se
expresan mediante ideas.
O Cada texto suele comunicar una idea global sobre el tema
principal.
O Los temas secundarios normalmente aparecen desarrollados en
las ideas que se presentan en uno o varios párrafos. Por tanto,
las ideas de un texto no tienen la misma jerarquía, de modo
similar a los temas.
O Un párrafo se construye en torno a una idea básica, que a veces
es expresada de forma explícita en una oración, al inicio o al
final del párrafo, y otras veces ha de ser deducida de las ideas
expresadas en él. Esta idea básica se puede descubrir
localizando el tema del párrafo, identificando una idea general
que englobe a las demás, o creándola a partir de lo que tienen
en común las ideas expresadas en él.
La idea principal de un párrafo es aquella que
expresa algo sobre el tema principal o algún
aspecto relacionado con él, mientras que la
idea secundaria expresa algo que no está
relacionado ni con el tema principal ni con
ninguno de sus aspectos.
Las ideas principales tienen carácter
autónomo, es decir, no dependen de otra
idea. Por el contrario, las ideas
secundarias están vinculadas a otras
ideas, a las cuales explican o
complementan.
Junto a las ideas explícitas,
expresadas con claridad en el texto,
existen otras implícitas que no se
expresan porque se supone que el
lector está ya al tanto de ellas
(presuposiciones) o porque pueden
inferirse como conclusiones de las
ideas explicitas (inferencias).
Después de identificar los temas, los
subtemas y las ideas principales y secundarias
del texto (explícitas o implícitas), fácilmente
podrás localizar la idea global del texto:
primero identificarás el tema principal,
después anotarás lo que tienen en común las
ideas principales y, finalmente, buscarás una
oración, al principio o la final del texto, que se
refiera al tema principal e incluya las ideas
principales. Esa sería la idea global.
Comprender bien un texto supone
entender cómo se jerarquizan las
ideas, dado que no todos los párrafos
transmiten información de la misma
categoría (ideas principales o
secundarias en relación con el tema
principal, ideas en relación con temas
secundarios o derivados de estos), y
percibir tanto las presuposiciones
como las inferencias.
Comprender un texto supone también
descubrir qué quiere decir el autor: detectar
su intención (informar, persuadir, divertir,
enseñar…), diferenciar los hechos
expuestos (datos o hechos comprobados
expuestos de forma objetiva sin valoraciones)
de las opiniones formuladas (valoraciones o
juicios que expresan el punto de vista de quien
las emite) y reconocer, en última instancia, la
tesis que se defiende y los argumentos en
los que se basa para la defensa de su tesis.
Resulta relativamente fácil reconocer las opiniones
porque en ellas aparecen algunos de los siguientes rasgos:

• Expresiones subjetivas como “en mi opinión”, “a mi juicio”,


“a mi modo de ver”, “desde mi punto de vista…”
• Palabras valorativas, adjetivos como: “fácil”, “interesante”,
“adecuado”…
• Verbos como: “creer”, “opinar”…
• Adverbios como: “probablemente”, “quizás”…
• O expresiones que pretenden encubrir la subjetividad de la
afirmación, tales como: “es una gran verdad que” , “sin
lugar a dudas”…
Técnicas para la
comprensión lectora

1. Resumen
2. Mapa conceptual
3. Diagramas / esquemas
1. “El tedioso resumen”

En cuanto a la forma, un buen resumen debe


respetar en todo momento la organización
(expositiva, argumentativa, organizativa…) del
texto original, a la hora de establecer en él los
elementos que lo componen.
En lo que respecta a la extensión, el resumen
debe ocupar entre 1/3 y 1/5 del espacio que se
emplea en el texto original.
O El resumen no es una
El resumen debe responder
plenamente a una nueva
simple enumeración de
redacción, con sentido propio, ideas sueltas, y en él no
coherente y cohesionada, que se incluye ningún dato
refleje de forma general y adicional al texto (notas
breve las ideas principales del personales, ideas de otros
texto original autores, etc.).
O En el resumen
expresamos las ideas
No es lo mismo un resumen que:
más importantes del
• Un reporte de lectura texto original con
• Una ficha bibliográfica nuestras propias
• Una ficha de lectura palabras.
• Una serie de notas personales
Ahora bien, en cuanto a su contenido, un
buen resumen implica poner en marcha
un proceso de tres acciones:

A) B) C)
INTERPRETAR DISTINGUIR COMPONER
A) LECTURA EXPORATORIA
(interpretación de los contenidos
generales del texto)

Este primer paso consiste en obtener una noción


general del texto a través de una lectura
exploratoria, es decir, de una lectura que permita
conocer, a grandes rasgos el contenido del texto,
pero sin detenerse en ellos.

¡Si quieres evitar trabajar doble, deberás abstente de


subrayar en esta primer lectura!
B) ANÁLISIS
(distinción de las ideas que están presentes
en el texto)

Es momento de distinguir,
es decir, de separar las ideas
principales de las ideas
secundarias, dejando de
lado estas últimas.
Para ello:

O Realizarás una lectura detenida del texto,


O lo separarás en bloques temáticos, (llaves con
diferentes colores, postit, marcas personales...)
O determinarás el tipo de escritura de que se trate,
(narrativa, expositiva, argumentativa…)
O y finalmente subrayarás sólo sus ideas principales (si
lo haces bien, con dicho subrayado obtendrás un
esquema de contenidos).
¿Cómo no subrayar más de la
cuenta?
1. Recuerda que nunca se subraya en la primer
lectura.
2. Sólo en una lectura atenta es factible subrayar lo
necesario, sin excederse.
3. Toma en cuenta que el texto subrayado debe tener
sentido por sí mismo.

*TIP. Para subrayar párrafos enteros utiliza llaves, corchetes o una línea
vertical a un lado del texto, así evitarás maltratarlo innecesariamente.
C) SÍNTETISIS
(composición de contenidos en la
redacción final del resumen)

O En esta fase final, redactarás de forma


clara y coherente, y con tus propias
palabras pero siguiendo la estructura
original del texto, una síntesis de sus
contenidos principales.
2. El mapa conceptual

Estructura arbórea El tema principal


Mapa
conceptual
Permite representar
Los temas
visualmente cómo están
secundarios
jerarquizados en el texto

Los temas
derivados
3. Diagramas y esquemas

Se trata de una serie de técnicas


que permiten recoger y ordenar la
información trabajada de forma
escueta
• El organizador gráfico:
permite representar la
información combinando la
expresión verbal (palabras,
frases, oraciones), con
gráficos (líneas, cajas de
texto, dibujos).
El diagrama de llaves:
en el que la información se
sitúa, jerarquizada en niveles
por orden de importancia, de
izquierda a derecha abriendo
llaves. Previamente, es preciso
analizar en cuántos niveles se
clasifica la información.
El esquema numerado:
es aquel en el que se recogen de
forma escueta y precisa las ideas
principales de primer rango (1, 2,
3…), las ideas secundarias
dependientes de las primeras (1.1,
2.1, 3.1…), y las ideas derivadas de
las anteriores (1.1.1, 1.1.2…).
El cuadro comparativo:

es un esquema que destaca


las características comunes
o diferenciales de dos o más
elementos (ya sean autores,
conceptos, temas…)
La línea de tiempo:

permite representar, en una escala


vertical u horizontal, los hechos
acaecidos en una serie de
referencias cronológicas
determinadas.

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